rostro de mujer

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Estela Espezel, La filosofía tiene rostro de mujer. Ciertos rostros deben ser admitidos en la vida pública, deben ser vistos y escuchados para poder captar un sentido más profundo del valor de la vida, de toda vida. Levinas usa el "rostro" como figura que comunica tanto la precariedad de la vida como la interdicción de la violencia, dice Judith Butler. Las mujeres filósofas, ¿tienen nombre y rostro, historia personal, familia, hobbies, razones por las que vivir? Diotima de Mantinea La selección y el ordenamiento de los rostros pueden ser arbitrarios. Pero, como el inicio

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Es la primera parte de un trabajo sobre las mujeres filósofas olvidadas por la historia de la filosofía a partir del concepto de rostro de E, Levinas y del análisis que hace J, Butler del mismo. La necesidad de recuperar estos vacíos para alcanzar una mayor y mejor comprensión. Comienza con Diotima, Hiparquía, Hipatía, Hildegarda de Birgen y Margarita Porete. La excusa del presente trabajo: una foto de mujeres filósofas encontrada en las redes sociales.

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Estela Espezel, La filosofa tiene rostro de mujer.

Ciertos rostros deben ser admitidos en la vida pblica, deben ser vistos y escuchados para poder captar un sentido ms profundo del valor de la vida, de toda vida.Levinas usa el "rostro" como figura que comunica tanto la precariedad de la vida como la interdiccin de la violencia, dice Judith Butler.Las mujeres filsofas, tienen nombre y rostro, historia personal, familia, hobbies, razones por las que vivir?Diotima de Mantinea

La seleccin y el ordenamiento de los rostros pueden ser arbitrarios. Pero, como el inicio es inevitable, empiezo por el primero: Diotima de Mantinea. Es poco lo que se sabe de ella. Algunos, por hbito o necesidad, adjudican una fecha: siglo V a C y un lugar, Mantinea, lingsticamente asociado con la adivinacin y la locura, los tiempos en que mito y logos no se haban diferenciado.Friederich Hlderlin le dio el nombre de Diotima a su gran amor, son muchos los poemas dedicados a ella.

Entre ellos rescato estos versos que nos ayudan a identificarla:No es verdad?; es una griega..Pude nombrar los hroes callando ante las bellas heronas.Mira, amor! Aun antes de que nuestra colina se hunda, un canto mortal ha de ver el da, oh Diotima, que en pos de los diosesy en pos de los hroes te nombre su igual.Platn, creyente en la posible igualdad del hombre y de la mujer, convoca al Banquete - uno de los ms conocidos de sus dilogos - a Diotima, una filsofa, diosa y mujer, maestra de Scrates quien es reconocido como maestro de Platon y personaje principal de gran parte de sus dilogos.Scrates aprendi de Diotima la dialctica del amor. La posibilidad de procrear nos coloca en el lmite entre lo mortal y lo inmortal.Ella le ense que Eros es el verdadero filsofo, amante de la verdad y la belleza, deseoso de crear algo imperecedero. Procrear en el alma era superior a la procreacin de los cuerpos. Pues el alma tena entre sus atributos la inmortalidad. Por lo tanto los educadores ocupaban un lugar privilegiado.

Diotima fue privada de rostro. La doctrina del amor ha aceptado a travs de los siglos una nica autora: la de Platn.. An hoy se habla del amor platnico.Como dice Michele le Doeuff, aunque las mujeres no han sido completamente excluidas de la filosofa, slo se les ha permitido participar a travs de un filsofo de gnero masculino. Hiparqua

Antes de ir a Hipata por motivos cronolgicos, quiero agregar a Hiparqua, un rostro ausente en la foto elegida. Sin embargo, es la nica mujer incluida en el libro, Vidas de Filsofos, de Diogenes Laertes, historiador griego. En esto constituye una excepcin. Aunque no lo es tanto pues llega a participar de la filosofa cnica de la mano de su hermano Metrcles y su amante Crates con quien se la ve en el mural, un filsofo cnico, abridor de puertas, pues todos lo invitaban a su casa para escucharlo y pedirle consejo. Al menos esto es lo que nos cuenta nuestra fuente: Diogenes Laertes. Vivi en Tracia en el siglo IV a C. De ella se dice que dedic al estudio igual nmero de horas que las mujeres de su poca destinaban a la rueca. Por eso, Michele Le Doeuff titula su libro sobre mujeres filsofas: El Estudio y la Rueca.Face me recuerda que:Hace 4 aos, 20 de abril del 2011

EL CORAJE DE LA VERDADEste ao los y las invito a un juego, aunque no s si es completamente fiel al que Michl Foucault llam juego de la parrhesa o delcoraje de la verdad. Mi inters apunta a problematizar los lugares: sitios, espacios y emplazamientos y las trayectorias o viajes en los se desliza la vida de cada uno de nosotros. Estos, si bien responden en mayor o menor medida a condiciones y situaciones externas son subjetivos, constituyentes de la propia subjetividad. Intento una ruptura, o ms bien una inversin del orden tradicional que marcha siempre en una direccin: primero el ser, luego el conocer y el pensar y finalmente el decir. El hablar franco o decir veraz escapa a este camino restrictivo; con este objetivo se aparta de la polmica y se aproxima al dilogo. La polmica es demasiado amiga de la figura del hereje y enemiga de los espacios abiertos pues reduce la discusin a las opiniones posibles. No le da hospitalidad a la alteridad, compaera inseparable del dilogo. La parrhesa es una prctica de s, transformadora de los modos de pensar y de actuar. Como dice Gilles Deleuze en un artculo sobre Foucault: El hombre una existencia dudosa: Una nueva imagen del pensamiento, una nueva concepcin de lo que significa pensar: tal es hoy la tarea de la filosofa. Ah es donde puede mostrar una aptitud para las mutaciones y los nuevos espacios que no es menor que la de la ciencia o las artes. En este juego el riesgo de hablar es inseparable del riesgo de la escucha, por lo tanto espero puedan disponer de dos horitas el jueves 7 de abril al medio da y vengan de 12,30 a 14,30hs a La Escalera, Juan B. Justo 889 (y Paraguay), Ciudad Autnoma de Bs. As. ESTELA ESPEZEL Cel: 15577557800 [email protected]

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Y s, lo que Face tiene es memoria, como dice Horacio Clemente... Aunque, yo no soy partidaria de atribuirle cualidades humanas, biolgicas, orgnicas, al "sistema" de comunicacin que utilizamos... Segn lo interpreto, lo que hizo Face, en este caso, fue registrar y automticamente actualizar cierta tendencia regular de tu trabajo... Este mismo da hace cuatro aos, vos recordabas y compartas con tus seguidores lo que Face te devolvi... Vendra a ser algo as como un espejo verdad?Tal vez porque desde el sabio Lao a Nietzsche a la filosofa le gusta: el VOLVER.Abriga el anhelo de permanecer y regresar... Para un domingo de resurreccin... qu justo! La vida contina!Lo entendiste mejor que yo! Un abrazo con volver.Los cnicos, escuela a la que adhiere Hiparqua, eran perros de la calle. Su filosofa era fundamentalmente un modo de vida, una vida otra. Carentes de insercin no tenan casa, ni hogar. No reconocan alambrados, ni propiedad privada y hacan omisin de la distincin entre lo pblico y lo privado. Segn cuenta Digenes Laertes, Crates, el amado de Hiparqua, deca :No es mi patria una sola torre, ni un tejado, pero la tierra me sirve de ciudadela y de morada dispuesta a cobijarme. Michel Foucault relata en su libro El Coraje de la Verdad como se concret la unin entre Hiparqua y Crates. Crates haba abandonado todos sus bienes y no crea en el matrimonio. Hiparqua insista en que se casaran posiblemente esta era la nica posibilidad que tena ella de liberarse de la tutela de su padre- , entonces l le habl de la siguiente manera:

Crates se plant frente a ella, se desnud por completo y le dijo: Aqu est tu marido, esto es lo que posee, decdete porque no sers mi mujer si no compartes mi modo de vida. Cabe aclarar que Hiparqua no dud en aceptar la propuesta.

El modo de vida, pobreza, vagabundeo y mendicidad, constituye la la prctica filosfica que prueba el decir verdad de los cnicos acerca de lo que es indispensable para vivir bien.Introduccin a Hipata

Dos rostros de Hipata de Alejandra nos solicitan el cumplimiento del requerimiento tico del "No matars", del que habla Levinas, no sers cmplice de contribuir a su inexistencia.

Dice Judith Butler: "Lo que est privado de rostroo cuyo rostro se nos presenta como el smbolo del mal, nosautoriza a volvernos insensibles ante las vidas que hemoseliminado y cuyo duelo resulta indefinidamente postergado."Dice Levinas:

La proximidad del rostro es el modo de responsabilidad ms bsico. El rostro no est frente a m, sino encima de m; es el otro antes de la muerte, mirando a travs de la muerte y manifestndola. En segundo lugar, el rostro es el otro pidindome que no lo deje morir solo, como si hacerlo significara volverme cmplice de su muerte.Hipata naci en Alejandra, capital de la provincia romana de Egipto, entre el ao 355 y el 370. Tuvo la suerte de tener por padre, al filsofo y matemtico Ten, que se preocup por su educacin. Incluso le facilit viajes por Italia y por Grecia para perfeccionar sus conocimientos. Se destaca tanto en la ciencia como la filosofa. Pero esto tuvo un costo. Padeci la intolerancia, la acusaron de bruja y fue asesinada. Para profanar su cuerpo, la descuartizaron usando las valvas de las ostras, crean que de este modo le impedan toda alternativa de inmortalidad pues era imposible volverle dar unidad a sus restos. Doble Crueldad.Es siniestro...casi ACTUAL...Segn cuenta la historia su muerte ocurri justamente en el mes de marzo del 415. Hace exctamente 1600 aos. Fue capturada y desollada viva por monjes seguidores de Cirilo, obispo de Alejandra. Cirilo fue proclamado SANTO. No s si este hecho fue incluido en su debe o en su haber. El prefecto del lugar dijo: Se investigar. Tal vez lo complet con un hasta las ltimas consecuencias, como se usa ahora.

Quienes concurran a escuchar a Hipata -como suceda frecuentemente hasta hace pocos aos- para ponderar la inteligencia femenina decan: No parece mujer. Eduardo Galeano en ell libro Espejos tambin recuerda a Hipata.-Va con cualquiera- decan, queriendo ensuciar su libertad.

-No parece mujer- decan, queriendo elogiar su inteligencia.

Pero numerosos profesores, magistrados, filsofos y polticos acudan desde lejos a la Escuela de Alejandra, para escuchar su palabra.

Hipatia estudiaba los enigmas que haban desafiado a Euclides y a Arqumedes, y hablaban contrala fe ciega, indigna del amor divino y del amor humano. Ella enseaba a dudar y a preguntar. Y aconsejaba:

-Defiende tu derecho a pensar. Pensar equivocndote es mejor que no pensar.Qu haca esa mujer hereje dictando ctedra en una ciudad de muchos cristianos? La llamaban bruja y hechicera, la amenazaban de muerte.

Y un medioda de marzo del ao 415, el gento se le ech encima. Y fue arrancada y acuchillada. Y en la plaza pblica la hoguera se llev lo que quedaba de ella.

- Se investigar- dijo el prefecto de Alejandra.

Hildegarda de BirgenPero esta historia tambin incluye santas, que, sin duda, sufrieron al mismo tiempo reconocimientos y desconocimientos. Entre ellas se encuentra:

Siglo XII, Hildegarda de Birgen, una muchacha del Rin, el tercer rostro de la foto de la portada.Una muchacha del Rin y un vino del Rin deben ser el cielo sobre la tierra.Hildegarda fue entregada a la Iglesia como diezmo a los ocho aos, dicen algunos. Otros ven en este gesto una ofrenda, por supuesto, no de la propia vida sino de la ajena. En aquella poca no era popular la frase: tus hijos no son tus hijos, son hijos de la vida. Como era una chica con muchos recursos a los que ayudaba con visiones, delirios y ensoaciones, -muchos la llamaban la sibila de Bingen- convirti el monasterio en baluarte del femenismo medieval, all, entre los muros que las separaban de los varones, las mujeres gozaban de una mayor libertad de expresin.

Los talentos de Hildegarda eran mltiples compuso monodias gregorianas para ser cantadas por mujeres antes de que el Papa prohibiera, a mediados del siglo XIII, que las mujeres cantaran en las iglesias. Y consideraba a la msica como un factor curativo, dado que ella, al igual que en la actualidad, subraya la importancia de lo espiritual y lo psicolgico como variables causales tanto de la enfermedad como de la cura.Autorretrato titulado El despertar de Hildegarda.

Escribi un libro donde revisa los conocimientos mdicos de su poca. Aplicndole atributos actuales, se podra decir que su concepcin del diagnstico y tratamiento de las enfermedades es holstica y naturista. Su libro est ilustrado por ella con imgenes vinculadas a sus visiones. Como muestra, incluyo esta joyita a la que ella denomin: Cultivando el rbol csmico.

Margarita Porete

Margarita Porete ni se cas, ni entr en un convento. Fue una beguina, perteneca a un grupo de enfermeras, mujeres independientes que crearon una asociacin libre para ocuparse de los dems, cuidarlos y educarlos. La vida de estas mujeres era mal vista y su actividad despertaba grandes sospechas. En 1310 en Paris, Margarita Porete fue condenada a morir en la hoguera por la Inquisicin.

Antes de ser acusada Margarita Porete, en 1306 fue quemado su libro El espejo de las almas sencillas. Ella lo escribi en francs y no en latn para que llegara a todos. En 1306, el obispo de Cambrai, Guido II, hizo quemar el libro en la plaza pblica de Valenciennes. A partir de ese momento su lectura estaba prohibida bajo pena de excomunin. Se lo censur por ertico y hertico. Sin embargo hoy da no se lo puede ver as. S, hay en l una crtica la jerarqua eclesistica. Segn dicen, se conden a la hoguera su libro para buscar el arrepentimiento de Margarita Porete, como ella desestim las oportunidades que se le brindaron para retractarse de sus propias palabras, a las que fue fiel hasta su muerte, finalmente ella tambin fue castigada con la hoguera. Durante el tiempo que permaneci en prisin su convencimiento de no estar cometiendo un acto contrario a la ortodoxia religiosa no la abandon, continu creyendo en su inocencia y se neg a comparecer ante un tribunal eclesistico.Tras la ejecucin de Margarita, su libro no desapareci. Durante mucho tiempo aparecieron copias por distintos lugares de Europa sin apuntar su autora. Algunas escritas en latn. El romanticismo contribuy a la recuperacin de la obra. Pero pasaron seiscientos aos antes de que se la reconociera como autora.

Como dira Emanuel Levinas conjugado con Judith Butler en su libro Vida Precaria, hay un rostro en Margarita Porete que ni su cara ni sus palabras, conservadas para nosotros por la permanencia de su obra, pueden agotar. Es el rostro del sufrimiento humano que, como el llanto del hombre que sufre, no puede representarse directamente. El rostro no desaparece, por el contrario se hace ms visible por el fracaso de la representacin.

El Espejo de las Almas Sencillas de Margarita Porete est escrito en dilogo. Esta era una costumbre de la poca. Los personajes principales son Amor, Alma y Razn que corresponden respectivamente a Dios, Margarita y la moral comn. El drama del relato se centra en el Alma que se va transformando en Alma Libre, a la que tambin se la puede interpretar como Alma elegida o Alma Aniquilada.

La Razn pregunta al Amor como llega el Alma a conquistar la libertad y Margarita responde: Cuando no tienen deseo alguno, ni ningn sentimiento, ni padecen en ningn momento la menor afeccin del espritu; pues estas cosas esclavizan.

Este breve fragmento muestra por qu Margarita Porete buscaba la libertad del almaAhora, los que escuchis este libro, od y entended bien el verdadero sentido de lo que dice en tantas ocasiones, es decir, que el Alma anonadada no tiene en absoluto voluntad, ni puede absolutamente tenerla, ni puede querer tenerla y que en ello se cumple a la perfeccin la voluntad divina; y tambin que el Alma no se sacia de Amor divino, ni Amor divino de ella hasta que el Alma se hallaen Dios y Dios en ella, de s y por s, en ese estado de fundamento divino, entonces halla el Alma plena satisfaccin.Pero estos textos, aparentemente fieles a los preceptos de la religin, la llevaron a la hoguera. Tal vez vean en ellos una invitacin a prescindir de los mandatos de la jerarqua eclesistica. Pero al mismo tiempo destacan por qu nunca se retract, Qu motivos tena para renunciar a su modo de pensar, sentir y obrar?Anticipo a Christine de Pisan (1360-1430)El comienzo de su libro La Ciudad de Damas escrito en 1405 y, como muestra una de las miniaturas con las que lo ilustr."Me preguntaba cules podran ser las razones que llevan a tantos hombres, clrigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticndolas bien de palabra bien en escritos y tratados... Yo, que he nacido mujer, me puse a examinar mi carcter...Me propuse decidir, en conciencia, si el testimonio reunido por tantos varones ilustres podra estar equivocado. Pero, por ms que intentaba volver sobre ello, apurando las ideas como quien va mondando una fruta, no poda entender ni admitir como bien fundado el juicio de los hombres sobre la naturaleza y conducta de las mujeres. Al mismo tiempo, sin embargo, yo me empeaba en acusarlas porque pensaba que sera muy improbable que tantos hombres preclaros, tantos doctores de tan hondo entendimiento y universal clarividencia -me parece que todos habrn tenido que disfrutar de tales facultades- hayan podido discurrir de modo tan tajante y en tantas obras que me era casi imposible encontrar un texto moralizante, cualquiera que fuera el autor, sin toparme antes de llegar al final con algn prrafo o captulo que acusara o despreciara a las mujeres...."

Christine de Pisan (1360-1430) naci en Venecia. Pero a partir de los cuatro aos vivi en la corte de del rey francs Carlos V de Valois, pues su padre era mdico y astrlogo del rey. A los 15 aos se cas con el notario del rey y a los 25 qued viuda con tres hijos debido a la peste. Es considerada la primera escritora profesional en la historia; pues al enviudar y perder gran parte de su patrimonio en manos de unos usureros, decide ganarse la vida y mantener a sus hijos escribiendo.

Cabe destacar que Christine no slo escriba las obras, sino que tambin las copiaba y las ilustraba con miniaturas, participaba en todo el proceso de creacin y difusin de sus escritos.

Su frase preferida era: Seulette suy et seulette vueil estr (Solita estoy y solita quiero estar).

A pesar de su fama en vida, durante muchos aos cay en el olvido, Creo an hoy slo la conocen algunos medievalistas y un grupo de feministas.

Otro fragmento de la Ciudad de las Damas de Christine de Pisan

" Si fuera costumbre mandar a las nias a la escuelas e hicieran les luego aprender las ciencias, cual se hace con los nios, ellas aprenderan a la perfeccin y entenderan las sutilezas de todas las artes y ciencias por igual que ellos... pues... aunque en tanto que mujeres tienen un cuerpo ms delicado que los hombres, ms dbil y menos hbil para hacer algunas cosas, tanto ms agudo y libre tienen el entendimiento cuando lo aplican.Ha llegado el momento de que las severas leyes de los hombres dejen de impedirles a las mujeres el estudio de las ciencias y otras disciplinas. Me parece que aquellas de nosotras que puedan valerse de esta libertad, codiciada durante tanto tiempo, deben estudiar para demostrarles a los hombres lo equivocados que estaban al privarnos de este honor y beneficio. Y si alguna mujer aprende tanto como para escribir sus pensamientos, que lo haga y que no desprecie el honor sino ms bien que lo exhiba, en vez de exhibir ropas finas, collares o anillos. Estas joyas son nuestras porque las usamos, pero el honor de la educacin es completamente nuestro."Pasaron muchos siglos antes que esto aconteciera.

Dejen la sola solita y sola que la quiero ver bailar...Las primeras obras que escribi Christine de Pisan fueron baladas donde reflejaba tristeza y soledad: ms apagada que los colores nublados.Balada de la soledad"Sola, y sola quiero quedarmesola me ha dejado mi dulce amigo;sola, sin compaa ni gua,sola, dolida y crucificadasola, msera y exhausta,sola, perdida como nunca otra mujersola, privada de mi amigo.Sola o al umbral o a la ventana,sola, arrinconada en un ngulosola, para nutrirme de llanto,sola, que sufra o me de paz;sola, y nada es tan amargo;sola, en mi habitacin cerrada,sola, privada de mi amigo.Sola, doquiera y en todas partes;sola, que vaya o me quede;sola, ms que cualquier otra criatura,sola, abandonada de todos,sola postrada agriamentesola baada en lgrimas,sola, privada de mi amigo.Prncipe, mi pena est comenzando:sola. y el dolor me asediasola, mas apagada que los colores nublados:sola, privada de mi amigo"Aqu est acompaada por las nueve musas, todas con un rostro igual al de ella.

Rostros de Mujeres (continuacin)

En 1403, Christine de Pisan escribi El Libro de la Mutacin de la Fortuna. Todava no encontr los conceptos que desarrolla en l.Pero esta es una de las ilustraciones que no requiere de comentario, pero parecera indicar que ella se siente capaz de manejar el destino de los hombres. Bueno al menos en sus libros!

En el Libro de la Mutacin de la Fortuna, Christine adhiere a la tradicin medieval que, en general, ve en la Fortuna una imagen negativa como causante de hechos inesperados poco gratos. No tiene la Fortuna el aspecto positivo la antigedad como diosa poseedora del cuerno de la abundancia. Si duda en ambas pocas, la fortuna era caprichosa en la distribucin de sus riquezas. Tal vez por eso, los griegos y los romanos -en particular, los emperadores buscaban mantenerse en buenas relaciones con ella- tallaban en sus monedas a la diosa de la Fortuna, tambin llamada Diosa de la casualidad divinizada.

En el medioevo, la Fortuna era ciega, enemiga de la providencia divina en tanto que dispensadora de bienes terrenales. Por lo tanto, un instrumento diablico. En la iconografa apareci la rueda y, sobre o junto a ella, la seora Fortuna ciega o con los ojos tapados que, segn los giros de la rueda, enaltece o hunde a todos los seres humanos.

Todos los filsofos de esta poca contienen ilustraciones similares: Boccacio, Petrarca, San Agustn, Boecio. Imposible Incluirlas todas.

Petrarca

Boccacio

Boecio

Por qu ser que ahora a muchos no parece preocuparles la mutabilidad de la fortuna como en el medioevo?Tal vez porque los conductores de TV que se asumen como dueos de la verdad permanecen inmutables hagan lo que hagan. No hace falta dar ejemplos, gozan de gran visibilidad. No como crtica, sino como expresin de deseos, recurro a esta ilustracin de la mutabilidad amenazante para nuestros antepasados.

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