rosenzweig f. - la estrella de la redencion libro primero - dios o su ser

Upload: felopo-lopo

Post on 03-Apr-2018

224 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    1/13

    1i:11!1li111,1''1

    1'1r,1',,n-:

    i111

    cas racionales con las que se encontr, ya no r e t r o c ~ d i desdeesa destruccin a la desesperacin cognoscitiva una y umversal; Si-no que, aunque slo a tientas, se atrevi a dar el gran ~ a s o Y formul la nada del saber no ya como simple, smo como tnple. Cuando menos, la cosa en s y el carcter inteligible designan dos nadas del saber separadas: lo metalgico y lo metatico, en nuestraterminologa. Y las oscuras palabras con que en a l ~ u n a s ocaswneshabla de la misteriosa

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    2/13

    !\ ,. 1 1 n movimiento en la que vivimos. Los Elementos mismos tienen.. que albergar en s la fuerza de la que surja movimiento y el funda. mento del orden en el que entran en la corriente que fluye.

    TransformacinHan de llevar consigo la energa de la que surja movimiento?Cmo? Justamente los hemos hallado en su facticidad, ensucie-go estar vueltos sobre s. Cmo van a dirigir sus miradas haciafuera? Qu significa esta exigencia? Cmo van a poder los resultados volverse orgenes? Y, sin embargo, as debe ser. Cmo?Recordemos cmo llegaron a ser para nosotros resultados. Los dejamos nacer de la Nada del saber, guiados por la fe en su facticidad. Este nacer no es nacer en la realidad, sino que se trata de unproceso que ocurre en el espacio previo a toda realidad. La realidad de esos tres resultados no limita con lo real; ellos no han nacido para nosotros de lo real; sino que son aledaos de la Nada, y laNada del saber es su origen. As, las fuerzas que al final confluanen el resultado (Acto poderoso y Necesidadcfefaestmo, e Dios;-Na:cimtenro)'Giiero, riel Mundo; ObstiaciT-dtna-vllifilao elrdoljir9pia, en ifhombre) ili M _ t , J J : l q Q . . L I : _ I ~ ~ - i ! , ~ ~ d ~ - g ~Dios,-:rmmdoy]:Iombre se hagan patentes. Su hacerse patentes, surevelarse, traslada, entonces, a todas esas-secretas fuerzas plsticasal pasado, y convierte a lo que hasta aqu nos pareca ser un resultado, en un principio. Y asimismo, cuando preferimos, escalandocon cuidado a lo largo del cable de hierro de la conciencia cognoscitiva, considerar la Na da tan slo como Nada del saber, la realidadtambin empieza, nicamente, con el resultado ya acabado. Tambin aqu, pues, el resultado se hace principio por lo que se refierea lo real. Pero lo que tomamos o por secretas fuerzas plsticas previas al naimiento a lo Patente, o por etapas finales de la va de laconstruccin cognoscitiva, emerger de ellas ahora, cuando los resultados se invierten en principios, como Revelacin primera de lointerior de aquellos resultados. Lo que los realiz al confluir enellos allende la realidad, brotar ahora de ellos al aquende la realidad como testimonio primero de su giro hacia lo Efectivo. Se tratade un giro, de una inversin. Lo que desemboc como S, emerger como No; lo que entr c omo N o, saldr como S. Pues el Reve-

    '----- -130

    T1 larse es la inversin del Devenir. Slo el deyenir es _ secre_to. El re-

    ~ ! ~ ~ ~ - e ! - h a c e t s e p a t e n t _ ~ ? - e s ) f ~ i ~ : - -- -- --- - -

    OrdenLo puramente fctico se transforma as en el origen del movimiento real. Los anillos acabados se vuelven eslabones de una cadena. Cmo se ordenarn los eslabones? Quiz se muestra ya enlos propios Elementos, a pesar de su ciego estar vueltos sobre s, almenos una insinuacin de su serie y su orden en la cadena de la Ruta, igual que, a pesar de su estar vueltos sobre s, ya estaba en ellosmismos la condicin previa de su inversin hacia lo patente? Observemos. Habamos encontrado a Dios, el Mundo y el Hombre enlas figuras en las que los crea el paganismo maduro: el Dios vivodel mito, el mundo plstico del arte, el hombre heroico de la tragedia. Pero al mismo tiempo presentbamos a estas realidades vivientes de la Antigedad histrica como actualidad del pensamiento, cuando sostenamos que en lo metafsico, en lo metalgico y enlo metatico se halla el carcter fundamental de las ciencias sobreDios, Mundo y Hombre; e incluso cuando intentbamos probar, enla Introduccin que ponamos por delante del resto, que estos caracteres fundamentales de la ciencia eran los especficamente modernos y aun actuales. Parece una contradiccin. No ser que queremos renovar de manera inmediata el paganismo, cuando sostenemos la modernidad de la visin metafsica, metalgica y metatica? La respuesta a esta ltima pregunta preferimos demorarla todava. La aparente contradiccin se resolver tambin sin tal respuesta.

    SecuenciaY es que no fue en los tres casos la misma la relacin en quenuestra exposicin puso a la ciencia moderna con la realizacin decada uno de ellos en la historia. Por lo que respecta al Dios mtico,el lugar de su realidad histrica fue la representacin de Dios en laque crea la Antigedad; por lo que se refiere al hombre trgico; lofue su autoconciencia viva; y en lo que hace al mundo plstico, lagnesis de su concepcin. No parece que la diferencia sea muyhonda; pero en verdad es incluso ms profunda de lo que nos estpermitido exponer en estas observaciones de mera transicin. Puesen aquella representacin de Dios en la que se crea, hallamos la

    herencia que la Antigedad recibi de un pasado inmemorial; en laautoconciencia viva vemos el aire que respiraba la Antigedad; en131

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    3/13

    V

    >

    la gnesis de la concepcin del mundo, la herencia que pas a losvenideros. J:,.a Antigedad aparece, pues, en una triple figUJ!l_ temporal: una pre-vida que est para ella misma en el pasado, u_njlre::"-' sen te que vinoypas con ella, y una post-vida q e _ I l _ ~ y i i j p i . . ~' de ella. Lo_primero ~ 1 1 _ t e o l g _ g a ; lo s e g u n d o , _ s \ ! i { > . L c _ Q l ( l g ~ ; lo tercero, su cosmolog. En las tres liemos aprendido a ver tan' sOlociericis elementales, pues, incluso en su modernidad, slo valenpara nosotros a ttulo de doctrina de los Elementos. Ciencias elementales, o sea, en cierto modo, ciencias de las pre-historias, de lasbases oscuras del nacimiento. Por as decir, pues, la teologa antigua vale para nosotros como teogona; la psicologa, como psicogona; la cosmologa, como cosmogona. Y con esto hemos averiguado la diferencia importante; y hemos constatado, sin investi_garla especialmente, sino tan slo llevando adelante nuestra tarear eneral, la diferencia siguiente: que la teogona, la historia del na- cimiento de Dios, ya significaba para la Antigedad un pasado,l mientras que la psicogona - l a historia del nacimiento del almaJ significaba una vida presente y, en fin, la cosmogona - l a historia

    , del nacimiento del mundo-, un futuro. Esto quiere decir que el na-cimiento de Dios est antes gel_Qrige.Q_c)e la Antigedad"i::_el"i!i!

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    4/13

    .. ,......

    'f

    INTRODUCCIONSobre la posibilidad de vivir el milagro

    in theologos!DE LA FE

    Si de veras el milagro es el hijo predilecto de la fe*, entoncessta ha descuidado gravemente sus deberes paternales, cuando menos desde hace ya algn tiempo. Por lo menos desde hace cienaos, el nio en cuestin slo ha sido un lo terrible para el ama quesu madre contrat - l a teologa-. Esta se habra librado de l como fuera, muy gustosa, de no ser porque .. , s: de no ser porque selo impide cierto respeto a la madre, mientras le dure la vida. Peroya habr tiempo para todo, que el tiempo todo lo arregla. La anciana no va a vivir eternamente. Y entonces sabr lo que hay que hacer con esta pobre criatura, que por sus propias fuerzas no puede nivivir ni morir, la mujer que la cuida. Ya se ha preparado para ello.Qu es lo que ha podido deshacer hasta este punto -y , si cabe fiarse de las noticias de antao, desde hace relativamente tan poco - una vida familiar que antes fue dichosa? Hasta un punto tal,en efecto, que la gente de hoy apenas consigue acordarse an deaquellos tiempos mejores tan recientemente pasados. Porque asocurre hoy: que casi no queremos creer que hubo un tiempo, y nada lejano, en el que el milagro no era un engorro para la teologa,sino, por el contrario, su aliado ms contundente y de mayor confianza. Qu ha pasado entretanto? Y cmo ha pasado eso que hasucedido?Ya es realmente notable la primera cosa cuya vista se nos impone en esta cuestin. El momento preciso de ese dramtico cambio, de la transformacin de la posicin ms fuerte en una trinchera muy avanzada, apenas defendida y que est para ser abandonada al primer ataque, ese momento coincide con el instante que re-* As lo dice Fausto (I, 766).

    135

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    5/13

    ':conocimos repetidamente, en la Introduccin a la parte anteriorcomo crtico tambin para la filosofa: aquel en que a la filosofaestallaba en pedazos, entre las manos que crean tenerlo bien agarrado, su bsico concepto de la Totalidad unitaria y pensable. Enaquel momento haba sentido la filosofa vacilar su viejo trono. Ladmasta que fundaron Tales y Parmnides y que contaba con msde dos ao_s - i n c l ~ y e n d o un exilio de un milenio-, parecique se extmgUla tan bnllante como repentinamente en uno de susmayores descendientes. Y aproximadamente a la vez se vio obligada la teologa a emprender la retirada que decimos del frente quehaba mantenido por milenios, y hubo de ocupar una nueva posicin ms hacia retaguardia. Qu curiosa coincidencia!LA TEOLOGA DEL MILAGROEl milagro objeto de fe

    Cuando , g ~ s t n o algn otro padre de la Iglesia tena que defender la drvrmdad y la verdad de la religin revelada haciendofrente a !mpugnaciones y dudas de los paganos, no dejaba decer""- . referencra a los m!lagros. Aunque no slo pretenda tenerlo le religin revelada, sino que tambin los sabios del Faran refrenda ancon milagros su sabidura, eran stos el argumento ms poderoso.Pues aunque los magos paganos convirtieran tambin sus bastonesen serpientes, el bculo de Moiss se tragaba a los bculos de losidlatras*. Los milagros propios eran ms milagrosos que los miJ a g r ~ s del a d ~ e r s a r h La cantidad de milagro, por as decirlo, quehabna srdo drsmmUlda todo lo posrble por una mentalidad racionalista, se acrecentaba, en cambio, cuanto se poda. Cuanto msmilagroso, tanto ms verdadero. El concepto de naturaleza, tal como hoy echa a perder el disfrute con lo milagroso de la concienciageneral, es muy curioso que entonces, aunque ya exista, no se interpona a este respecto. El sometimiento a leyes del curso de !a naturaleza, dogma capital de la humanidad actual, era tambin paralos h ~ m b r e s de la Antigedad algo que se daba por supuesto. En laprctrca, en efecto, v1ene a parar en lo mismo el que todo sea guiado y determinado por fuerzas situadas en las cosas y que actan segn l e ~ e s , o por la influencia ?e ciertos poderes superiores. Si hubrera srdo de otro modo, habna de parecernos un enigma el hechode que pudrera verse como tal algn milagro. Hoy nos parece que:; preciso el f.

    137'-l

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    6/13

    ;f1'j \>, .'j' ""' ;: ,,f ;'\ .'}' '"Zuna i n c o E d i c i o n _ E d . ~ _ d _ g \ ! h P o r cierto, son completamente ajenas alpaganismo:-Erl su tiempo efilagro dio priibaae aquello contra

    " ~ o q e ; j u s t a m e n t e , parece fracasar hoy su credibilidad: la legalidad1 predeterminada del mundo.

    'tfit+'-! '

    .__ . As que la idea de las leyes de la naturaleza, en la medida enque exista, se entenda a las mil maravillas con el milagro. Por esto, ms adelante, cuando esa idea tom la forma moderna, la habitual para nosotros, de una legalidad inmanente, ello no desencaden en principio ninguna conmocin de la fe en los milagros. Alcontrario, esa poca tom sorprendentemente en serio la circuns- 1 tancia -que hoy prcticamente ha desaparecido de la concienciageneral que se tiene de las leyes naturales- de que stas slo fijanel nexo interno, pero no el contenido de lo que ocurre; o sea queporque todo pase naturalmente, an no se ha dicho nada sobre qu

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    7/13

    Iglesia visible, fraguada en los testimonios del juramento y de lasangre. Como ya hemos dicho, en esto no poda cambiar nada laIlustracin cientfico-natural, que comenz a la vez o poco ms tarde. Tuvo que venir otra Ilustracin, distinta de la cientfico-natural,para hacerl e difcil la vida a esta fe. Fue la Ilustracin histrica.LA S TRES ILUSTRACIONES

    No hay una Ilustracin, sino muchas, que van representando, ensu sucesin que seala el cambio de una poca, aquel saber con elque ha de confrontarse la fe que ya se halla en el mundo ..La p;l_-mera.J:ueJa.Jlustracin filosfica.enJa.Antigedad. Toda la Patnstica tuvo que vrselas con ella. Acept de ella con toda tranquilidad su combate contra el mito pagano; al principio contradijo supretensin de saber universal-qu tienen en comn el discpulode Grecia y el discpulo del cielo?-, pero poco a poco, aunquesiempre con una ltima reserva, fue hacindole un sitio. Lo que aOrgenes lo estigmatiz de hereje est, desde luego, ms cerca delas enseanzas de Toms, un milenio despus, sobre la fe y el saber -y de lo que la Iglesia acept de estas enseanzas-, que ladoctrina de los antitomistas. No es casualidad que Lut\'IQ.haya luchado contra , cuando se rebel contra la Iglesia medieval. l& p ( ) f . l ! . . ! l ! J . e _ L i n a u g u r a . . Y . a _ ~ _ . L a _ p ' , - ' < - R . ! ; L ! _ ~ _ e n a c i m i e n t o ,con una nue.va-Uustracin.que.tambin h a c . < ; j _ _ g u ~ r r a a1i.iisttelesdesde su propia posicin . Una vez que se disiparon \as.ieblas-rr:losficas 'de su infancia, esta Ilustracin mostr cada vez ms claramente ser cientfico-natural. En el combate contra el saber racio-. al de la Escolstica lucha como aliada espontnea de la fe. Lo quetoma en herencia de la Escolstica es en esencia, igual que en el caso de la fe, la valoraCin positiva de la naturaleza, que, de acuerdocon la perspectiva madura de la Edad Media, es superada, ciertamente, por la sobrenaturaleza, pero no es negada ni repudiada. Talconcepto de la naturaleza, condensado en la confianza en la experiencia y en la exigencia de cerciorarse por uno mismo tanto a pro'psito de la fe como en el saber, lo acept luego la nueva de la poca que estamos acostumbrados a llamar en especial!con ese nombre. La crtica que la Ilustracin antigua haba hechode los sueos del mito y la Ilustracin renacentista haba llevado a, cabo contra las maraas en que se enreda la razn, la dirige ahoral esta Ilustracin contra la credulidad que se pone en la experiencia.

    Lenta pero seguramente, va vol vindose, en tanto que crtica de laexperiencia, crtica histrica. Y es en calidad de tal com o va acer-cndose a la fe, hasta entonces inclume, en el milagro.140

    '%\f,.'

    Toda la discusin sobre los milagros, inacabablemente extendida por un siglo entero despus de Voltaire, hoy nos asombra por sucasi completa falta de radicalidad y fundamento. Los grandes hilosde esta crtica (Voltaire mismo, Reimarus y Lessing, Gibbon) siempre enfocap un tramo muy determinado del acontecimiento milagroso. La posibilidad general del milagro queda a b s o l ~ t a m e n t e indeterminada; lo que se busca probar es que la trad1c1on carece decredibilidad, que los fundamentos para admitir que la tiene aducidos hasta ento nces son insuficientes, que ca be explicar por causasnaturales --o sea sin tener que admitir una evolucin previsible y,por tanto, prevista, providente-:- todo aquello que an resista a lascrticas. No se trata, como tenderamos a pen.sar hoy, de falta consciente de radicalismo, sino de sin cera incertidumbre. En la medidaen que no se prueba con seguridad que no hayan ocurr ido los milagros pasados de que constan testimonios, en esa misma medidano osa nadie nega r por principio la posibilidad del milagro. . ,Un fenmeno transitorio que se presenta con regularidad - l a !interpretacin racionalista del milagro, que lo elimina- es lo que'seala el momento en el que parece que ese examen se decide esencialmente por el partido opuesto a los milagros. Tal interpretacin'comienza en los ltimos decenios del siglo XVIII y lleg a al apogeoen los primeros del XIX. Hasta entonces no se haba sentido nece-,sidad alguna de ella, sino todo lo contrario: hasta entonces el mila- gro haba sido, en verdad, el hijo predilecto de la fe. Su elimina-\cin hermenutica racionalista significa la confesin de que ya no !es as; de que la fe empieza a avergonzarse de su hijo. Ya no cuan- \tos ms mejor, sino, justamente, querra ella ahora no tener que \mostrar sino cuantos menos milagros mejor. El apoyo de antes, es ahora un lastre. Lo que se intenta es arrojarlo por la borda. Pero si !el antiguo apoyo cede, es hora de buscar otro nuevo. Y tambin 'tahora ocurre lo que vimos que hasta entonces pas: que, sin darse cuenta, la Ilustracin, al luch ar contra la poca que acaba de pasar,suministra armas a la que va a empezar. Y es que en tomo a 1800empieza una poca nueva. ..--LA CONCEPCIN HISTRICA DEL MUNDO

    La Ilustracin haba sido est a vez Ilustracin histrica. Al consistir en crtica histrica, hab a quitado credibilidad a los testimonios oculares de los milagros y, por ello mismo, a los propios milagros como hechos histricos. No vacilaba meramente el objeto dela fe tradicional de la Iglesia visible, sino tambin el de la fe de Lutero, que recurre inmediatamente a la Escritura como fuente suya

    141')!;'""1

    1 r:' '

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    8/13

    ltima. Aunque es verdad que la nueva mstica pietista haba idointroduciendo, desde finales del siglo XVII, un nuevo concepto defe, prcticamente independiente de la objetividad histrica del milagro. A esta nueva fe le vino ahora un inesperado apoyo por parte, precisamente, de la Ilustracin que haba socavado las bases dela antigua. Brot de la crtica, inmediatamente, la concepcin histrica del mundo. Como ya no caba la simple aceptacin de la tradicin, haba que descubri r un principio por el que pudieran v?lvera componerse en un todo vivo los disjecta membra de la tradicinque haban quedado tras la cr_tica. Y hall este p r i ~ c i p i o en laidea del pro[{!eso de la : ! ! ! l l l a m Q . ~ ; una Idea que apareci con eGg!g_J.(vnry que se s o m e t i - r l m . u n < l < : > . c i e . L e . . ~ d t u a parti_r cte::r;soo;--1uchando de variosmodos en un gran despliegue. Gracias a el, el

    p a s ( ! < ; > ~ e _ : _ a b a n _ < i < ; > @ . ! ! L C i j i ? 9 i r i l l n t o ; i i e i 9 J ~ t a d se sint&.!!berada de l y se volvi al presente _x_a]futuro..,J'!.

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    9/13

    lo ha igualado en cuanto al contenido con esta vivencia, hasta serintercambiables las unas por la otra, y, as, para la fe realmente s------1':" ; lo existen el presente y el futuro, de acuerdo exacto con la nueva! actitud fundamental. La teologa histrica haba abierto ancho cam-p o a la teologa de Ritschl y su escuela, que en la prolongacin indudable de la idea capital de Schleiermacher, sostienela completa independencia mutua de la fe y el saber. Pues lo que seoculta tras el concepto de pasado es, ltimamente, la objetividaddel saber. La captura del pasado, que es en parte su confinamientoy en parte una operacin de disfrazarlo, y que fue la tarea que sepropuso la teologa histrica, quiere, pues, decir, yendo al fondodel asunto, levantar una mura lla china contra el saber. A ste le concede la teologa ser capaz de rendir una obra que la teologa ortodoxa no se haba atrevido a exigirle, a saber: que, por va, las pretensiones de la ciencia, que ya han sido rechazadas por principio, sean tambin refutadas en cada caso particular.Y en verdad que la teologa histrica rinde Jo que .debe rendir.

    Fin de sigloPero tampoco es ningn milagro que hoy ya nadie se fe de ella,por haberse comprometido tan a tumba abierta con ese rendimiento cientfico. Y es que el procedimiento era demasiado transparente. Si no inmediatamente, con el tiempo -a saber, cuando el propio presente hubiera de pagar su impuesto al tiempo y se volvierapasado- tena que saltar a la vista que los cambios del presenteiban siendo rpidamente acompaados por cambios en el pasadoabsorbido por el de la ciencia. En tomo al fin de siglo, enla crtica inmanente de Schweitzer y en las arriesgadsimas hiptesis de Jos negadores del Jess histrico, por una parte, y Jos panbabilonistas, por la otra, se hundi el edificio de la teologa histrica, sin esperanzas de reconstruccin. De Jo que ahora se trata,bien lejos de ese campo de ruinas, es de empezar a alzar un edificio enteramente nuevo. Cosa que, desde luego, no podra hacerse atan bajo precio cual fue el de la teologa histrica. Justamente cuando se quiere asegurar -porque esto tambin lo quiere el present e - Jos fundamentos, el pri mado de la esperanza o, dicho con msprecisin, la orientacin de la fe personal y momentneamente experimentada hacia el polo de la certeza de que , justamente entonces hay que dar ms honda y, sobre todo, ms inmediata satisfaccin a las pretensiones del saber,que no sencillamente maquillando el pasado. El saber acerca delmundo en su totalidad sistemtica ...:...que no puede ser representado por el saber acerca de ninguna parte aislada, por central que144

    sea- , o sea la filosofa, ha de disponerse a trabajar en colaboracin con la teologa. Las veletas de la poca marcan ya bien claramente esta direccin; En toda la lnea. de la teologa se. oye el gr ito)que demanda f1losofla. Un nuevo racwnahsmo teolg1co est empezando. Mientras Jos epgonos y Jos renovadores del se aprestan a la fe partiendo de la razn idealista, y, as, a >, en los crculos de la ortodoxia se intenta, con no menor falta de pretensiones, delimitar exact amente suJugar y asegurarlo. Y el sistemtico ms resuelto entre Jos filsofosde la ltima generacin a limenta con todo un sistema la llama de lat e o l o ~ a de su fe, igual que un loco enamorado hace estallar, parapasatiempo de su amada, el sol, la luna y todas las estrellas.Tarea

    :La s ~ p a r ? G i . n de teologa y filosofa.en laque insista lae.$

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    10/13

    :,.

    frontacin con la fe quedaba a cargo nicamente de un sector delsaber. Luego, adems, adoleca tambin de errar en su modo depreguntar, que no consenta al saber desarrollar su caractersticapeculiar de ser inmutable como slo el pasado es inmutable, sinoque exiga de l que tomara en cuenta, o, ms bien, que o m ~ ~ a precauciones en favor de la vivenci a presente. Nosotros, al ed1f1car elsaber sobre el concepto de Creacin, le permitimos desarrollar esasu peculiaridad de ir al fondo>> de las cosas. Hacemos que la fe seaenteramente contenido del saber, pero de un saber que pone l mismo en su fundamento un concepto capital de la fe. Que as lo hace,es algo que, por cierto, slo se har visible en el curso de su accin,ya que, justamente, ese concepto capital de la fe no puede ser reconocido como tal ms que cuando el sabe r llegue a exponer la fe,y no antes.Pero no vuelven a levantarse contra este nuevo racionalismoteolgico, al que nos acabamos de referir esbozndolo, todas lasobjeciones que dieron el golpe de gracia a sus hermanos mayores?No sucede aqu que o bien la filosofa ha de preocuparse por noser rebajada a criada de la teologa, o bien la teologa ha de hacerlo porque la filosofa no la v uelva superflua? Cmo podremos superar esta mutua desconfianza? No de otro modo, desde luego, quemostrando cmo por ambas partes hay una necesidad que slo puede satisfacer la otra parte. As pasa realmente. Y es que otra vez tenemos que recurrir al notable hecho de que en el mismo momentohistrico la filosofa se vio en un punto en el que ya no le quedabapaso alguno adelante por dar -incluso lo que suceda era que todo intento de seguir andando slo poda resultar en cada en el ablsmo- , y, en ese mismo momento, la teologa se sinti de prontoprivada del apoyo que hasta enionces ms firme le haba sido: elmilagro. Si esta simultaneidad es ms que un azar -y de que lo essalen ya garantes en realidad las relaciones histricas y personalesque se entrecruzan en tre los que conllevan ambas revoluc10nes; relaciones que, en ocasiones, son tan estrechas que es que se trata deuna misma persona-, si, pues, hay en esto algo ms que azar, hade ser posible mostrar ese mutuo necesitarse, y, por tanto, que nohay motivos para la desconfianza recproca.FILOSOFA Y TEOLOGAVieja filosofa

    La filosofa -n o tenemos por qu temer repetir algo que ya sedi jo- resolvi en torno a 1800 la tarea que ella misma se haba im-146

    puesto: co nocer el Todo pensndolo. Al comprenderse a s mismaen la historia de la filosofa, ya no le qued nada por comprender.Super, incluso, la oposicin con el contenido de verdad de la fe; es la idea con la que unespritu individual reacciona a la impresin que el mundo hace enl. No tiene por contenido el contenido de la fe, sino que, en unaparadoja eterna que ahora se su braya fuertemente por ambas partes- l a teolgica y la filosfica-, su contenido se subleva contraella. Por ms que la forma unidimensional del sistema pueda ser laforma de la ciencia, si se presupone un mundo objetivo y un pensar nico y universal, a la pluralidad irreducible de las concepciones del mundo -pues ni siquiera un hombre tiene que tener unanica- lo que le corresponde es una forma multidimensional, quellegar al lmite extremo en el filosofar aforstico. ~Todas estas particularidades del nuevo concepto de filosofa,que, por lo menos, tiene el mrito de posibilitarque se filosofe des- 11. pus de Hegel, se concentran en una: que en el lugar del viejo tipo ' "del filsofo profesional e impersonal, que era slo un empleado, un /administrador de la por supuesto unidimensional histori a de la fi- !

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    11/13

    losofa, aparece ahora otro personalsimo: el tipo del filsofo quetiene una c o n c e _ l ) ~ i n d _ ~ l mundoe incluso u n p t m t o _ f l ~ v i s t a o perspectiva r o p i a ~ Lo_SY.a.!.P.()_Il_.,:.lluYal desc\ibierto.l!unssospeclmSOS!.Ja.ng.!

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    12/13

    11111

    r . -.'."-- \.El telogo vivencia/

    Pero la verdad no se deja recusar, ni siquiera por mor del ideal,y mucho menos en aras de la vivencia. La verdad es y ser el nico suelo firme en que puede crecer la veracidad de la vivencia y enel que puede tener lugar la verificacin del ideal. Por ms que elmilagro de la vivencia personal de la Revelacin se consolide parala voluntad en la certeza de su futura corroboracin por la Redencin, el conocimiento quiere ver un suelo distinto, sobre el que descansa la vivencia en cuestin juntamente, incluso, con el anclaaquella de la esperanza que ella arroja.El nuevo telogo

    As, pues, la filosoffl\e.s .convocada hoy_por la teologa pantJa_tarea, dicho e'iiirios teolg(cgs, de 90nstrir u ~ p . u e n l l ' entre laGfi!ReinylaRf5ielacin;.un puente en el que pueda acontecer ade:ms la vinculacin, de importancia cpiial-fir'a la teologa coiltelporanea;-'entreRevelacin TRdecfQ:t]:Vstas las cosas desde -la'leolgf, T qe lifliosfiaae6e.proporcionarle no es una reconstruccin o postconstruccin del contenido teolgico, sino suanticipacin, o, mejor, ms correctamente expresado, su fundamento, la mostracin de las condiciones previas sobre las que seapoya. Y como la teologa no concibe su contenido como mero contenido, sino como acontecimiento -n o como vida, sino como vi-l enca-, esas condiciones previas no son para ella elementos conceptuales, sino una realidad que existe. Por eso, en el lugar del concepto filosfico de verdad se le impone el concepto de Creacin.1 La filosofa, pues, comprende el contenido entero de la Revelacin,pero no como Revelacin, sino como condicin previa de la Reve-lacin, como el antes de la Revelacin, o sea no como contenidorevelado, sino como contenido creado. En la creacin est previstaprovidentemente la Revelacin en todo su contenido y justamentesegn el concepto de fe de la poca actual, o sea, incluyendo tambin la Redencin. Como el telogo la practica, la filosofa se vuelve augurio de la Revelacin, antiguo testamento, por as decir, dela teologa. Pero as recupera la Revelacin, ante nuestros ojosasombrados, el carcter de autntico milagro; autntico, en efecto,pues se convierte enteramente la Revelacin en cumplimiento de lapromesa que tuvo lugar en la creacin. Y es la filosofa la Sibilaque, al predecirlo, hace del milagro signo, signo de la providenciadivina. La Ilustracin, al perderse crticamente con su prueba histrica, lo haba rebajado a magia, ya que no csmica, psicaggica.150

    El milagro apareca como un engao que ha tenido xito. De estemodo, la Ilustracin lo haba privado de su autntica esencia, quelleva en la frente la seal de que desciende de la fe, y lo haba paganizado. Era muy jus to que la fe se avergonzara de la maternidadque a ella se atribua respecto de este engendro que haban puestoen el lugar de su hijo ms querido. Hoy, cuando la filosofa se esfuerza, con vistas a ella misma, por colaborar con la teologa, lacual, por su parte, despus del desmoronamiento de la auctoritasde la historia --que no era autoridad constituyente, sino apologtica y de mero reemplazo-, mira anhelante a la filosofa como laautntica auctoritas, la adecuada a su nueva forma; hoy, repito, el \saber pone de nuevo en brazos de la fe a su aorado hijo perdido, jal hijo predilecto: el autntico milagro.GRAMTICA Y PALABRA-------En lo fundamental hemos alcanzado el objetivo de lo que pensbamos decir en est a Introduccin. Aadiremos tan slo algo ms--que necesariamente ser alusivo e insuficiente- acerca del mo,. cada p a l a b r ~ m a n i f i e s ~ S Q t n . . Q . f o d o s . g . . e . Q s . ~ u y ~ : i s g y _ e - ! l i J J - .sc1enden. a fa Tuz; pifabras e l e m e n t ~ _ ~ t ; l __I]}nera,. quec o m p o ~ ~ J L Q J J Q Q _ R ~ ! e n t ~ clel .. . n g u a j ~ ; e l e m e T ! t o s m a t e m t i c o ~

  • 7/28/2019 Rosenzweig F. - La Estrella de La Redencion Libro Primero - Dios o Su Ser

    13/13

    . . :,-,' ' {' r ...;.? , . : . . ,. J

    con los que hay que trazar la trayectoria d ~ l _ r _ u f a . En efecto, la peicu!iaridd de estos elementos cuando brotan se dejaba ver bien.simbolizndolos matemticamente. En el lenguaje vivo, estas pala: bras inaudibles se hacen audibles como palabras reales: ellas mis: mas y, a una con ellas, todas las palabras reales. En vez del leni guaje de antes del lenguaje, se alza ante nosotros el lenguaje real.J En tanto que esas palabras elementales e inaudibles, carentes de; relaciones recprocas, simplemente unas junto a otras, eran el len: guaje de los elementos mudos, yacentes unos al lado de otros, ais'\ i lados, del Antemundo, eran el lenguaje que se entiende en el reino' silenci-oso de las Madres, la mera posibi-lida-d_ ide.al de. la compren-) sin; e l ' 1 e n g u a f e ~ - : e n c a m b i o , _ ! ! . ! e o l l . ~ ! - I a J ~ d e l m.'!l!.

    ,_ . \T 1'Qne y _ _ ~ p . a . r a . . . a . . . l a . v e z - : : > A s i , el lenguaje real lo abarca todo: pnnci-. f \ /: .,- ' . ' 152;'l'l

    1''f ! ,

    ' : '.

    renueva da a da la obra del principio. L a _ p ! ! ! ! ? r _ ( l e L b . Q ~ b e - ~ - , /'/ ~ e n : a cada i ~ - ~ es creada nueva en la boca ~ I ~ a _ l a ~ - , ! /te, pero solo gracias a que est desde un o m i e n z ~ yHe:" a ya en .:...::.'.'.seno a cada tJio!alll, que un da hace en e l l l l " e l r t u J a g ~ < J _ d e la _r_e_EO:_1mr o - =-rr Iia ( 1.'Vacin. Es mas que una i i n a g e : ~ 9 - : : - _ p a t : ___ :.,."----ms.-es . . w ~ ' ; e v . e .-,e orueal'mfsrrio tiem o es la a l ~ b ~ a de C r " ~ 9 Q . Q . DI;jo Dios: Sea la luz. qu es la uz e ws? ET alma del hombr::.:_

    153