revista mt nº 1 - otoño 2009

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REVISTA M.T. Revista dedicada a la M. úsica T. radicional *** Nº 1 -- Otoño - 2009 *** Departamento de Música del I.E.S. ‘León Felipe’ - Benavente (Zamora) Luis Díaz Viana: Modos de narrar y recordar Entrevista a FOLK ON CREST Fundación Joaquín Díaz Más : Viviendo la música, Nuestros Maestros, Artesanos, Imprescindibles, Crónicas Provinciales, +Folclore, A Encordar...

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Revista dedicada a la Música Tradicional

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Luis Díaz Viana: Modos de narrar y recordar

Entrevista a FOLK ON CREST

Fundación Joaquín DíazMás: Viviendo la música, Nuestros Maestros, Artesanos, Imprescindibles, Crónicas Provinciales, +Folclore, A Encordar...

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1 ••• PORTADA: Grupo de Danzas Doña Urraca actuan-do en el VII Festival Folk de Ferreras de Abajo (Foto: Salus)

3 ••• EDITORIAL: por Goyo Diez

4 - 5 ••• OPINIÓN:SALAMANCA: Sin el centro “Ángel Carril”, por Manuel

Hernández PérezZAMORA: Tradición recuperada, por Carlos Fresno GagoLEÓN: Compromiso, por Manuel Abilio González Hernández

6 - 11 ••• DE RONDA: Modos de narrar y recordar.Memoria colectiva y tradición oral, por Luis Díaz Viana

12 - 14 ••• NUESTROS MÚSICOS: Entrevista a FOLK ON CREST

16 - 19 ••• NOTICIAS: El joven músico Benja Rodríguez ha sacado un nuevo CD-Canto del Ramo de Navidad leonés

20- 21 ••• MUSEOS: Fundación Joaquín Díaz

22 - 23 ••• PREMIOS MT 2010: Segunda Edición de los Premios MT

24 - 25 ••• NUESTROS MAYORES: El trabajo con nuestros mayores, por Camino Fernández Fernández

26 - 35 ••• A ENCURDARE / A ENCORDAR:Patrimonio Sonoro: Manifestaciones etnomusicológicas del ciclo

de otoño-invierno en las Comarcas de la provincia leonesa, a modo de “amecido”, por Héctor Luis Suárez Pérez

36 - 39 ••• ABRIENDO PUERTAS / LIBROS / ENLACES:- La Ronda de Boltaña- LIBRO: El Cancionero del Reino de León- ENLACES: Consorcio de Fomento Musical de Zamora

40 - 41 ••• REVISTA MT: Presentación de la Revista MT, por Manuel Guillén de la Nava

42 - 44 ••• ARTESANOS DE LA MÚSICA:Manuel Pérez, constructor artesano de instrumentos musicales

45 ••• MÚSICA Y TECNOLOGÍA:El programa ‘Sibelius’, por Víctor Hernández Salagre

46 - 49 ••• LA TORRE DEL HOMENAJE:Gelasio Quintana, músico

50 - 65 ••• CRÓNICAS PROVINCIALES DE FESTIVALES FOLK / A TR3S BANDAS:FESTIVALES FOLK: Alpaca Folk, Fiestizaje 2009, 2ª Edición Omafolk,

IV Alencuentru de Cultura del Reino de Llión, VII Festival Folk de Ferreras de Abajo, II Festival de Danzas Tradicionales de San Pedro de Ceque, II Encuentro Transfronterizo de Danzantes del Paloteo de Tábara, Festival Folk y Tradiciones en San Martín de Castañeda, XXI Edición del Día del Tamborilero, Etnohelmántica 2009, La Fiesta del Pandero Cuadrado de Peñaparda

A TR3S BANDAS: Javier Martín, Ricardo Pomar, Leovigildo Santamaría

66 ••• IMPRESCINDIBLES:- CD: El Pandero Cuadrado de Peñaparda- CD: Músicas nuevas para viejos instrumentos, de M. Manzano

67 - 69 ••• A VESTIRSE TOCAN:Consideraciones sobre la indumentaria tradicional leonesa, por

Javier Emperador

71 - 75 ••• EL FOLKLORE EN EL AULA:La Música Popular castellana, leonesa y portuguesa como

experiencia educativa en el aula, por Goyo Diez

76 - 77 ••• VIVIENDO LA MÚSICA: La Zarzamora

80 - 83 ••• AQUELLOS TIEMPOS: Fiadeiro de Hermisende, por Felipe Fernández López

84 - 85 ••• TOQUE PERSONAL: La presencia del rabel en la música tradicional del Reino de León, por la Asocia-ción Cultural Montaña de Vadinia de Riaño

86 - 93 ••• DE VIAJE MUSICAL: La Música Tradi-cional de Aragón, por Rosa Mª Barreñada Baños

94 - 95 ••• 4 NOTAS Y UN CICLO INVERNAL: - Gabriel Calvo, Hierba del Campo, Alquitara Folk, Sting - Celebraciones del ciclo de invierno en León y Alfoz

96 - 97 ••• +FOLCLORE:Son de la estación de La Tabla (Zamora), por Salus-

tiano Fernández

EQUIPO DE REDACCIÓN:

Director: Gregorio Diez Mardomingo

Subdirector: Salustiano Fdez. Viejo

Redacción / Colaboradores: Manuel Hernández, Carlos Fresno , Virgilio Castro, Manuel Abilio González, José Javier Fidalgo, Luis Díaz Viana, Joaquín Díaz, Julia Mielgo, Beatriz Rabanales, Marcos García, Héctor Luis Suárez, Luis Mª Martín, Manuel Mateo, José Benito Mateos, Javier Emperador, Sabina Domínguez, Ana Paz Alonso, Julián de María, Manuel Guillén, Rosa Mª Barreñada, Manuel Pérez, Víctor Hernández, Felipe Hernández, Ana María Santiago, Asociación Cultu-ral Montaña de Vadinia, Javier Martín, Leovigildo Santamaría, Ricardo Pomar, Alejandro Conde, Camino Fernández, Salustiano Fernández, Gregorio Diez.

Fotos: Manuel Martín, Javier Emperador, Pirus, Jacinto Martín, Joaquín Díaz, La Opinión de Zamora, La Crónica de León, Diario de León, Tribuna.net, Escuela Folclore Tábara, Instituto Estudios Omañeses, La Ronda de Boltaña, Chabarconis del Rebollal, Asociación Cultural Montaña de Vadinia, Consorcio Fomento Musical Zamora, Ángel Llamas, Chema Vicente, Salustiano Fernández, Gregorio Diez.

Maquetación y diseño: Salustiano Fernández Viejo Edita: I.E.S. ‘León Felipe’ - Avda. Federico Silva, 46 - 49600 BENAVENTE (Zamora)

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SUMARIO:

ISSN: 1989-7081 Depósito Legal: ZA-113-2009

Coordinador Provincia de León: Héctor Luis Suárez Pérez

Coordinador Provincia de Salamanca: Manuel Hernández Pérez

La Organización de la Revista MT no se hace responsable de las opiniones vertidas en los artículos de esta publicación que van firmados por su autor.

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Parece que fue ayer, pero ya han pasado más de cuatro

meses desde que viera la luz el nº 0 de la Revista MT.

Decíamos en aquel Editorial que era esta una apuesta nove-dosa e incierta en su alcance, por cuanto no sabíamos real-mente la difusión que podría llegar a tener una publicación digital sobre la música tradicional de nuestra región.

Aunque es pronto para poder realizar ningún análisis de perspectiva, sí podemos decir

ya que desde aquel día del mes de agosto hasta hoy la página de la Revista MT no ha dejado de ser visitada a diario por multitud de amantes de lo tradicional, muchos de ellos jóvenes, haciendo que la incertidumbre se fuese convirtiendo paulatinamen-te en una realidad ilusionante. Más de 9000 visitas desde entonces nos lanzan un mensaje claro: tenemos si cabe más responsabilidad que antes para seguir haciendo

que la Revista MT sea la revista de referencia para todos vosotros, los que ya habéis llegado a ella, y para todos los que lo harán. Y especialmente para las nuevas gene-raciones.

Desde la dirección de la misma no cabe más que agradecimiento a tal acogida, y más trabajo para seguir intentando acercaros lo más nuestro de la forma más amena y atractiva posible.

En este número podréis comprobar que hay algunas novedades, entre ellas la incor-poración de una sección dedicada a homenajear a uno nuestros músicos más longe-vos, en este caso a Gelasio Quintana, un ejemplo de intensa vida musical.

Asimismo la Revista ha comenzado a regalar mensualmente Cedés de música tradi-cional entre sus lectores. Con ello inauguramos lo que damos en llamar el “Disco del Mes”: una forma más de promocionar el buen saber hacer de tantos músicos y grupos que hay en nuestras comarcas, y de premiar vuestra fidelidad.

Y sobre todo podréis observar que la Revista MT ha crecido. Si el primer número na-ció con 60 páginas, esta segunda entrega alcanza la centena, lo que entendemos es ya un éxito y una muestra del apoyo recibido, tanto en lectores como en colaboraciones. Es por ello también por lo que salimos un poco más tarde de lo previsto inicialmente y de lo que hubiésemos deseado.

Con todo, añadir solamente el agradecimiento a todas las personas que altruistamen-

te han hecho y hacen con sus ideas, sus artículos, y su apoyo que la Revista MT sea una realidad.

También dar las gracias a las empresas que han visto con buenos ojos esta iniciativa

complementaria de los Premios MT y que desde este número apoyan activamente el proyecto. También gracias a ellas todo esto es posible. Os animamos a que las tengáis en cuenta también vosotros.

Y finalmente pediros disculpas por la tardanza en salir de este nº 1 de la Revista MT.

Esperamos que la espera haya merecido la pena. Vosotros diréis. •

EDITORIAL

Goyo Diez

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Desaparece de Sa-lamanca el centro de cultura tradicio-

nal “Ángel Carril” y se pone en marcha el Instituto de las Identidades, con algunos re-toques a ese otro proyecto del año 2000 llamado Insti-tuto Etnográfico. Un Instituto que deja sin cobertura tradi-cional a toda la población de Salamanca capital y alfoz, donde la inmensa mayoría de sus habitantes proviene de la provincia, y son ellos el eslabón central para volver a reeditar tardes de jotas y charradas en sus respectivos municipios.

Se trasladan así pues, to-dos los cursos a unos pocos municipios, lo que es cosa de agradecer, aunque en mu-chos de estos municipios ya lo estaban realizando, pero es vestir a medio santo, para desnudar al otro.

El Centro “Ángel Carril”, escaparate para el resto de centros tradicionales creados por el territorio nacional, y premiado en numerosas oca-siones por su buen hacer en la recuperación de las tradi-ciones, cierra un ciclo en el que fue capaz de recuperar la ilusión por lo nuestro, por nuestro folklore, nuestras tradiciones, y en el que no quiso dejar morir, lo que du-rante varias décadas estuvo a punto de desaparecer, como es nuestra propia identidad.

Comienza un nuevo proyec-to con tintes de desaparición, dejando agonizando al mori-bundo, hasta que le puedan dar la extremaunción. Porque dicho proyecto ya comienza diseccionado, dado que dos de las materias que se im-partían, no lo harán en esta nueva versión: baile y arte popular. Dos sueldos que ya se ahorran en esta maltrecha Diputación

Este es el nuevo camino que está dispuesta la Diputación de Salamanca a recorrer, este año son dos materias menos, el año que viene otras dos, así hasta su fin.

En esta ocasión los esfuer-zos realizados por la platafor-ma creada para el no cierre del Centro, no fructificaron, puesto que los políticos ya te-nían todo decidido y el cierre fue radical, sin dejar un mí-nimo resquicio para tratar de negociar y llegar a un acuer-do.

Esperemos que por el bien de nuestro patrimonio tradi-cional, este presente sea un paréntesis y el río vuelva a su cauce. De lo contrario, los salmantinos nos veremos pri-vados de lo que nos diferencia del resto, nuestra identidad.

Es lo que tiene dejar en manos de políticos que solo entienden de chotis y sevilla-nas la cultura tradicional sal-mantina. •

Desde siempre mi gusto por la música tradicional ha estado presente. Des-

de muy jovencito, cuando a la ma-yor parte de la gente con la que me relacionaba, solamente le gustaba la música que en ese momento es-taba de moda, a mi ya me tiraba la música tradicional y siempre que podía, hacía un inciso en el doble pletina de turno, con alguna cinta de Nuevo Mester, Labanda, Habas Verdes, alguna jota segoviana, etc., sin más intención que la de disfrutarla y compartirla.

A estas alturas lo que quiero es exactamente lo mismo que hace unos años, compartir y disfru-tar este sentimiento con el resto, pero ahora desde otra perspecti-va; ahora me encuentro dentro, en el mundillo, estoy conociendo a muchísima gente con las mismas inquietudes, la mayor parte de ella maravillosa y muy buenos en lo suyo, ya sean baile, canto o ins-trumentos, gaita, dulzaina, flauta y tamboril, castañuelas pandere-ta, pandero, etc., y todos con ga-nas de intentar ayudar, de involu-crarte si cabe aún más.

He tenido la gran suerte de po-der conocer de primera mano las tradiciones de mi pueblo y en ellas me he volcado, intentando recu-perar en todo lo posible, sobre todo, la Danza de Paloteo de Tá-bara (Zamora).

El culpable de que me integra-ra en el aprendizaje de la danza de mi pueblo fue un sobrino, por aquellas fechas con nueve años, al que yo acompañaba para que

SIN EL CENTRO “ÁNGEL CARRIL” TRADICIÓN RECUPERADApor Manuel Hernández Pérez(A.C. Contrarronda)

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por Carlos Fresno Gago(Coordinador de la Escuela de Folklore “Tierras de Tábara”)

OPINIÓN

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asistiese a las clases de palo-teo, pero con la variante de que yo me quedaba a ver cómo lo hacían. Un día uno de los chi-cos faltó y me p r o p u s i e r o n entrar a dan-

zar. Con el tiempo, estas clases se convirtieron en Escuela de Folklo-re, a la que sigo asistiendo y a los dos años, el Consorcio de Fomen-to Musical me propone que sea el monitor de Danza de Paloteo, acepto y es en ese momento don-de doy rienda suelta a todas mis inquietudes y me lanzo a la labor de investigación, para la recupe-ración de todos los aspectos de la Danza. Yo por mi parte me la en-contré prácticamente agonizante, solamente con cinco lazos, sin un grupo estable que la bailase y sin unas pautas serias de aprendiza-je. Actualmente se danzan doce lazos de los veinticinco que poseía la Danza, están recuperados hasta diecisiete, hay dos grupos de dan-zantes y se está trabajando por recuperar los sones, bailes, par-tituras, movimientos, ropas, etc., de tal manera que cualquier acon-tecimiento de cierta relevancia en el pueblo, ya no se entiende si no están presentes los Danzantes.

El fin de todo esto no es ni más ni menos que recuperar nuestras tra-diciones, preservarlas y transmitir-las a las generaciones venideras, para continuar con una identidad que se ha tambaleado demasiado, hasta el punto de llegar a caerse, pero que ahora vuelve a estar se-

riamente apuntalada.•

TRADICIÓN RECUPERADA COMPROMISO<León>

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por Manuel Abilio González Hernández(Colectivo de Cultura Tradicional Leonesa Xeitu)

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Así entiendo la mú-sica tradicional:

Compromiso con las generaciones que nos antecedieron y dejaron en nuestras manos este rico legado cultural que debemos cuidar y prote-ger.

Compromiso de los co-lectivos y asociaciones que en la actualidad nos dedicamos a esta labor. Dignificar el trabajo que realizamos y darnos a valorar, si nosotros no lo hacemos no va a venir nadie a hacerlo.

Compromiso que algu-nos profesores de música tradicional deberían de tener, y no servir a de-terminados intereses po-líticos, geográficamen-te hablando, mezclando churras con merinas, llevando el folklore a la globalización, sin valorar las diferencias comarca-les que nos caracterizan. Compromiso de las ins-tituciones, defendiendo y potenciando el estudio y divulgación, aunque hay que reconocer que en los últimos años han aumentado el número de escuelas municipales, con el desembolso eco-nómico que supone para las arcas. Pero que en-tiendan que somos algo más “que los chicos que animan y dan color en las fiestas”.

Compromiso con las ge-neraciones futuras a las que dando ejemplo de-bemos inculcar el amor

a lo nuestro. La juventud tiene que continuar con esta labor.

En fin, compromiso con la tierra leonesa, no re-ferida a León ciudad ni a León provincia, sino a la REGION LEONESA, así con mayúsculas, León, Salamanca y Zamo-ra. Recordar que el año que viene celebraremos el 1100 aniversario del nacimiento de Reino de León, donde los músicos tradicionales tendremos mucho que aportar y prestar colaboración.

No quiero terminar este artículo sin hacer referencia, al acercarse estas fiestas navideñas, de la tradición del Ramo de Navidad. Localidades como San Andrés del Ra-banedo, Mansilla de las Mulas, San Andrés de las Puentes, etc.… organi-zan en colaboración con la A. C. Raigañu sendas exposiciones, así como el cántico del mismo. Du-rante toda la Navidad en León capital las agrupa-ciones corales y grupos regionales entonan el mismo en diferentes lu-gares. Con nuestra asis-tencia fomentaremos este tipo de eventos y animaremos a los orga-nizadores y participan-tes a continuar con ellos. Ningún hogar leonés sin su Ramu de Nadal. •

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DE RONDA MODOS DE NARRAR Y RECORDAR:

Como muchas personas de mi generación me crié entre el pueblo y la ciudad. La gente que me rodeaba cantaba y contaba historias que tar-dé tiempo en descubrir que también eran literatura o lo que yo entiendo ahora por literatura. Era, especial-mente en el medio rural, esa gente entre la que crecí, un “pueblo” que sabía el nombre exacto de las cosas. Sin darme cuenta o quizá sí, pero ne-cesitando luego toda una vida para reaprenderlo, descubrí que la gente crea constantemente palabras y re-latos para contarse el mundo.

Actualmente, los estudios acer-ca de la memoria parecen estar en auge. Incluso se presentan como libros sobre –o contra– la memo-ria algunos que, en realidad, no lo son tanto. Porque la memoria está de moda. Sin embargo, muchos no escribimos ahora sobre la memoria porque esté de moda, sino porque nos hemos percatado de que –a menudo sin saberlo– siempre ha-bíamos estado trabajando, de algún modo, sobre ella. De hecho, la an-tropología –que no es ni historia ni filosofía sólo, pero que tiene mucho de ambas– indaga más que nada so-

bre la memoria. En sus contenidos y en sus métodos. Su objeto es lo hu-mano; y el ser humano es un animal hecho de memoria, al que ésta y su continuidad –tanto individual como colectiva– le proporcionan conscien-cia de sí mismo, conocimientos he-redados de otros e identidad. En su metodología, el etnógrafo se carac-teriza por investigar sobre un tema o –mejor– un problema a partir de lo que la gente, su grupo de estudio, le cuentan (ya que su técnica favorita es la del trabajo de campo). Y contar es acordarse; acordarse tanto como olvidar.

Luis Díaz VianaProfesor de Investigación del CSICCentro de Ciencias Humanas y [email protected]

MEMORIA COLECTIVA Y TRADICIÓN ORAL

Portada y contraportada del libro Narración y memoria de Luis Díaz Viana

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El trabajo antropológico con-siste –al fin– en buscar un punto medio entre la abstracción y la ca-suística, entre la descripción de un caso, la comparación de éste con otros y la interpretación general que puede hacerse de la relación entre lo particular y universal en las culturas. Llamamos a estas fases et-nografía, etnología y antropología. Y, de la primera a la última, uno de los desafíos fundamentales que el antropólogo tiene es cómo afrontar la descripción, la comparación y la interpretación de lo que ve o escu-cha sin excluirse ni hacerse omni-presente del todo. Porque somos nosotros mismos nuestra principal

herramienta de trabajo, el prisma a través del cual vemos e intentamos comprender las cosas. Y el problema más importante –quizá– sea cómo afrontar y describir lo que se ve, sa-biendo que nos toparemos con no-sotros mismos en cada mirada.

¿Cómo actuar, pues, para que la introspección con la que nos tro-pezamos no estorbe sino que ayude para comprender “lo otro”? Para que nuestros discursos no sean, como en otras disciplinas a veces ocurre, realidades paralelas respec-to a la realidad inicialmente obser-vada, para que nuestro trabajo no se convierta en un discurso recurrente que nace y muere en él porque sólo alude a sí mismo, en un construc-to del que apenas queda huella ni latido del referente, del mundo exterior. La antropología necesita

un estilo de aproximación también equidistante entre el discurso teó-rico y esa realidad de la que surge su reflexión. Un estilo tangente a la vida, un instrumento de penetra-ción que actúe como una navaja en la hogaza sin que el cuchillo llegue a ser nunca más importante que la masa de pan, aunque el filo cortan-te seamos nosotros mismos (o pre-cisamente por ello).

Los antropólogos no somos, des-de luego, “los titulares de la memo-ria”, ni siquiera sus garantes, pero sí tenemos el mismo derecho que los profesionales de otras disciplinas a ocuparnos de ella y a reivindicar una larga trayectoria de estudios al respecto. Nuestra tradición nos avala. Nuestro “conocimiento ex-perto” –como ahora tanto se dice– en el estudio de la transmisión de la memoria, de algún modo, nos asiste. Pues nada tiene –posible-mente– que ver más con la memo-ria que el hecho de contar y ése sí que es uno de nuestros temas de investigación preferidos. Y contar el tiempo, cuantitati-vamente hablando, medirlo, no es algo que esté necesaria-mente al margen de contarlo en un sentido narrativo, de narrarlo. De hecho, el tiempo se ha medido de acuerdo con los pueblos y las épocas de distintas formas que tenían una base tanto física o natural –los ciclos del sol y la luna, por ejemplo–como cultural –así las mitologías de las diversas civilizaciones–. Puede decirse, pues, que medir el tiempo es también contarlo –y no sólo desde una perspectiva mate-mática– o, mejor, que el cómo se mide depende de cómo se cuenta o de las narraciones con que se lo percibe. En sín-tesis, que toda forma de medir el tiempo responde a una con-cepción del mundo. Y es muy posible que en una misma so-

ciedad coexistan diversas maneras de concebirlo. De hecho –y como veremos– es lo que sigue ocurrien-do en nuestro ámbito. En todo caso, como colectividad, del tiempo y del pasado no nos podemos escapar. Sí que deberíamos protegernos –con bastante frecuencia– de los “abu-sos de la memoria” y, por supuesto, del consumo masivo de la nostal-gia que, hoy, se nos impone a cada paso. Pero sin contar el tiempo, sin contar el mundo, perderíamos toda referencia de lo que somos. Lo que se transmite colectivamente es, en muchas ocasiones, ya conocido por esa misma colectividad; e incluso puede responder a distintos tiem-pos de memoria.

***

Resulta significativo, en este sentido, lo que los llamados infor-mantes de la literatura considera-da como tradicional dicen “off the record”, a propósito de lo que can-

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Luis Díaz Viana.- Foto: La Opinión de Zamora

Sí que deberíamos proteger-nos... del consumo masivo de la nostalgia que, hoy, se

nos impone a cada paso

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tan o recitan, y los recopiladores no suelen incluir en ningún lugar de sus publicaciones. Así, la informante de un romance muy conocido, el deno-minado como de “Don Bueso y su hermana cautiva”, me cantó una ver-sión –en cierta ocasión– que consta-ba de dos partes bien diferenciadas. La primera era la actualización del viejo tema al periodo finisecular de las guerras de África, y consistía en el recitado de unas coplas al estilo de un romance de ciego:

Vamos a cantar, señores,/ estos cuplés de la niña/

que cautivaron los moros/ en los riscos de Melilla…

Y la segunda parte se correspon-día con el tema propiamente dicho, que no era otro que la vulgata o ver-sión más difundida de aquel roman-ce, la que empieza con los siguientes versos:

Y El día de los torneos/ pasé por la morería

y vi una mora lavando/ al pie de una fuentecilla…

Cuando la informante empezaba a cantar esta parte dijo en voz alta, pero como para sí misma o, mejor, en complicidad con quienes escu-chábamos: –Y ahora empieza... Ella contaba con que su audiencia iba a reconocer esta narración y su músi-ca, luego era consciente del exordio introducido por algún ciego coplero para actualizar el asunto. La primera parte funcionaba como un “recuer-do” bastante reciente en el tiempo de lo que podía ocurrir en Melilla a cualquier soldado allí destinado, que además los oyentes habrían identifi-cado en su momento con cualquier joven del pueblo. La segunda venía de un tiempo remoto y, sin embar-go, era ya más reconocible –e incluso más actual– cuando la informante nos la cantó que la otra. No había pasado de moda. Era memoria. Una, podía fecharse con cierta exactitud

y la informante recordaba bastan-te bien las circunstancias en que la aprendió. La otra, no podía recordar cuándo había empezado a conocerla, ni si la escuchó a su madre o abuela, o a cualquier persona del pueblo: la sabía “de siempre”.

La misma informante, Flor Frías, de 80 años cuando me recitó y cantó el romance –hace ya un par de dé-cadas– en El Burgo de Osma (Soria), también me transmitió otro relato muy difundido, el de “La boda estor-bada” o “La condesita”, igualmente con una introducción “de época”. El mismo tipo de versión actualizada sobre el viejo tema lo volví a escu-char en una grabación que me ce-dieron desde otra localidad soriana, Duruelo:

Dale, dale maquinista/ dale, dale fuego al tren

que vienen los reservistas/ no se pueden detener…

En este caso, el exordio aludía a la guerra de Cuba:

Que van a la guerra de Cuba/ y allí todos morirán.

Cuando la informante de El Burgo comenzó con los archisabidos versos de la “Condesita” de nuevo nos indi-có: –Y ahora es cuando viene... Pro-siguiendo, después, con el romance en sí:

Si a los siete años no vuelvo/ te puedes, niña, casar.

En este caso entonó ambas partes con la misma melodía –aquella con la que había aprendido el romance–. A este asunto de “La condesita” volve-remos luego por otro motivo porque el final del mismo podría tener, en mi opinión, algo que ver con los cami-nos de la memoria a los que me he referido, ya que alude explícitamen-te a la recuperación o “despertar” de la misma. La memoria se está conti-nuamente actualizando y nutriendo

con nuevos recuerdos y ello nos lleva a la pregunta fundamental: ¿por qué se recuerdan u olvidan las cosas? Y, más allá, ¿qué impresiones valdría la pena recordar o sería convenien-te que no se olvidaran? La literatura –oral o escrita– sirve para recordar sensaciones, para eternizarlas, e in-cluso hace memorable lo que no ha sucedido. Constituye un instrumento principal de la memoria humana, lo que es como decir que nos propor-ciona un recurso probablemente im-prescindible para ser hombres.

La primera literatura fueron los mitos, que no en vano ni por casuali-dad nos hablan en todas las culturas de los orígenes de los hombres y los dioses. En el romance al que antes me he referido –una balada que se cantó en varios países europeos–, conocido como “La boda estorbada” o “La condesita”, uno de los perso-najes protagonistas parece haber perdido la memoria. Cuando se va a esa guerra aludida en los versos an-tes transcritos, el conde (Sol o Flores según las versiones) se separa de su mujer diciéndole que si “a los siete años no vuelve” ella podrá casarse. Pero la condesita, cuando pasa ese tiempo, en vez de olvidar al conde eli-ge la memoria y se marcha a buscar-lo. Cuando finalmente lo encuentra, éste está distraído o decididamente amnésico y dispuesto a casarse con otra mujer. La condesa consigue que el conde la reconozca como “su mu-jer natural”, enseñándole el vestido de casamiento que lleva bajo su ropa de romera con el que ha ido a bus-carle y por la referencia al anillo que el conde lleva:

Yo pido ese anillo de oro/ que en tu dedo chico está.

Es el anillo de las viejas canciones de gesta como la de Horn y Rimel. El anillo que enlazado con otro hace ca-dena y une los tiempos. El anillo que impide la ruptura con lo que fuimos, la quiebra del tiempo. El anillo que

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asegura la permanencia de los sen-timientos, de las sensaciones, que sirve para imprimir una imagen en la arcilla o la cera. Si nosotros hemos olvidado lo que éramos él nos recor-dará lo que fuimos. Es lo oral y lo es-crito –en esa capacidad de los anillos para imprimir letras sobre ciertas su-perficies–, el nexo que enlaza lo uno y lo otro. Es el relato, es la literatura. Porque es la manera de sentir, aque-llo que hemos sentido en común con alguien lo que nos da la medida de lo que somos. Las sensaciones, el senti-miento, más que lo que pensamos, la manera en que hemos sido afectados por algo nos hace semejantes a unos y otros. Nos hace humanos.

***

La memoria es lo que uno cuen-ta a otro –o a sí mismo–, lo contado desde otro tiempo en el presente. Porque, al final, es de una cuestión de tiempo, de cómo concebimos el tiempo, de lo que estamos tratan-do. La memoria a que ya se referían Platón y Sócrates sería la “transhis-tórica” o la que funciona como tal, y tiene las características de ser oral y dialéctica, colectiva, continuada, abierta, porque se basa en que al-guien cuenta a alguien; mientras que el recuerdo –ligado a la escritura por aquéllos–, sería, sin embargo, aisla-do, cerrado en sí mismo, individual –aunque transcienda de una indivi-dualidad, la del autor, al lector–, “his-tórico”, y por ello ligado o limitado a una época concreta.

Una de estas formas de memo-ria, la del recuerdo, sería un hecho, la otra una capacidad, la de recordar desde la inter-relación. La escritura nos ofrece y conserva una serie de recuerdos, de fragmentos de memo-ria, lo que conduce a la ruptura del tiempo, si bien lo podamos recupe-rar después y hacer presente. O creer que lo hacemos. Pero hemos perdido el sentido del camino que conducía a él, la percepción del sonido –aunque nos llegue aún su eco– y lo más im-

portante: no sabemos ya cómo y por dónde podemos ir al encuentro de ese tiempo olvidado. Han quedado borrados los pasos intermedios que son los que el historiador o el críti-co intentan reconstruir averiguando más sobre el contexto perdido, la biografía del autor, su circunstancia histórica. La quiebra de la memoria nos ha conducido a la fragmenta-ción del mundo. Es un puzzle cuyas piezas hay que recombinar para que la imagen recupere su forma. La me-moria de la voz, de las voces nunca del todo extinguidas, es –de otra par-te– el mito que se continúa a través de nosotros.

Lo oral, que en absoluto ha desaparecido en nuestro mundo, sino que se ha mantenido incluso contaminando medios como Inter-net, garantiza la continuidad de una identidad, la de lo vivido, sin lapsus, sin quiebras, sin que se fragmente la unidad de lo que fuimos y lo que somos. La escritura, y la historia des-de ella –pues tradicionalmente se ha basado en los testimonios escritos–, realizan o pretenden realizar la mis-ma función, pero mucho más frag-mentariamente. La memoria sería la actualización constante del recuerdo y –en cierto modo– de la historia. La historia comienza donde la memoria termina. Si hay memoria parecen de-cirnos e ilustrarnos todos estos casos citados, la historia no es aún necesa-

ria. Vendrá después. En ese sentido la memoria es transhistórica, porque actualiza y hace presente el pasado como lo oral actualiza el mensaje.

La historia se basó desde el principio en los documentos escritos disponibles, aunque no fuera ésta su única fuente. El “tiempo mítico” es, como la propia etimología de la palabra mito denota, una forma de entender el pasado que tiene mu-cho que ver con el hecho de contar: es el mito lo que se cuenta desde no sabemos exactamente cuándo y se sigue contando. El testimonio escri-to puede casi siempre fecharse con cierta exactitud, el mítico –por na-turaleza– es atemporal, tanto en lo que se cuenta como en el momento en que se hace, especialmente si su transmisión (como suele suceder) es o ha sido oral. Y, en mi opinión, al-guna relación tiene que haber entre esa corriente de recuperación de la memoria –cada vez más en auge en muchos países– y las formas de con-tar (que no medir) el tiempo. Porque es como si la historia, especialmente la referida a periodos o hechos que han permanecido casi ocultos duran-te años, resultara menos fiable que lo contado en primera persona sobre el pasado reciente. O que, ahora, se precisara de esos testimonios perso-nales –con frecuencia narrados oral-mente– para recomponerla. Puede que el auge alcanzado por la memo-

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ria y los movimientos de su recupe-ración tenga bastante que ver con estas transformaciones. Sin embar-go, hablar de “memoria histórica” es –en el fondo– un oxímoron.

El “tiempo histórico” es recuer-do más que memoria, un hecho que ha quedado ocasionalmente recogi-do en el pasado cuando fue noticia. El “tiempo mítico” sí que es funda-mentalmente memoria, continui-dad de lo que se sabe. La distinción entre recuerdo y memoria viene de la tradición socrática –pasa por Pla-tón y Aristóteles– y de algún modo ha pervivido hasta hoy. Ya he seña-lado en algún trabajo anterior mío la conexión entre recuerdo (tiempo histórico) y escritura, por un lado, y memoria (tiempo mítico) y oralidad, por otro, como una relación que ya nos era sugerida en diálogos platóni-cos, por ejemplo el de Fedro. Y que la memoria apunta a la capacidad de recordar, mientras que el recuerdo sería su resultado. Así como que ha-blar y relatar mediante la memoria es lo primero, mientras que el re-cuerdo y la escritura (o recordar los hechos a través de ésta) son cosas que vienen después. Dicho de otra manera, la memoria precede al re-cuerdo como la literatura precede a la letra. ¿Por qué el tiempo es, pues, tan importante hoy? Probablemente porque hemos perdido en cierta me-dida “el sentido de lugar” y con él la sensación de pertenencia a un terri-torio desde el que todo se aprendía. No hay espacio, hay tiempo. No hay conocimiento, hay información. No hay –como antes veíamos– apenas comunicación “face to face”, sino técnicas para comunicarse a distan-cia. La memoria pugna por reempla-zar de nuevo a la historia. Es la re-vancha del tiempo mítico.

***

Son los conceptos de tiempo que manejamos lo que nos distin-gue y no sólo el lugar desde el que

lo hacemos. Ahora más que nunca, seguramente. El “tiempo o presen-te etnográfico” ha sido a veces visto por quienes revisaban su concep-to como un “no-tiempo”, como un presente continuo. Y es verdad que el “tiempo etnográfico” tiene bas-tante de esto. Que debe menos a la historia que a la memoria. Pues los antropólogos se interesaron desde el principio de la disciplina no tanto por la verdad de los hechos sino por lo que la gente había decidido re-cordar como verdad. Ello venía con-dicionado por el método de trabajo de campo sobre pueblos sin historia (tenidos por primitivos) que estaban abocados a recordar, a construirse

desde su memoria.

Nuestros informantes no sue-len recordar apenas fechas, mezclan hechos reales con mitos colectivos y folklore local. Actúan así sea cual sea su condición, ya se trate de “supues-tos campesinos” o de “supuestos primitivos”. Porque desde hace ya mucho tiempo ni unos ni otros son lo que eran. Con frecuencia dan como argumento principal para seguir ha-ciendo lo que hacen que “siempre se ha hecho así” o se refieren a la antigüedad de las tradiciones como algo que es “de siempre”. Paradóji-camente, afirman que fue su padre o su abuelo quien se encontró con seres fantásticos (como las famosas

Magritte, La memoria

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moras peinando sus cabellos ante una cueva que vienen siendo vistas en diversos lugares de España desde hace cientos de años).

Es más: la aparición de folklo-re y antropología como disciplinas en que se refleja un doble interés complementario –por los exotismos “de fuera” y “de dentro”– probable-mente guarde cierta relación con la sensación de ruptura del espacio, de pérdida del sentido de lugar y de per-tenencia a él que ya se estaba pro-duciendo en la Europa de principios del XIX.

No nos extrañemos, pues, de que los informantes –como nosotros mis-mos– mezclen a menudo los tiem-pos: el “tiempo mítico”, que equivale también al llamado “presente etno-gráfico” en que ellos seleccionan sus recuerdos es –por definición– circu-lar, es memoria hecha de verdades y ficciones, se transmite y recrea oral-mente y por eso se actualiza de con-tinuo. El “tiempo histórico” –como también vimos– es lineal, es recuerdo de una noticia, por lo general conser-vada por escrito. ¿Cuál es más verda-dero? No es ni debe ser esa nuestra preocupación. Ello debe preocupar a lo sumo a los historiadores. Como no ha de preocuparnos si las noticias que tanto deben a las leyendas urba-nas y saltan de vez en cuando a los periódicos tienen algo de cierto. Eso preocupará y no sin razón a los perio-distas. Lo que a los antropólogos nos debe importar es por qué la gente cree o está dispuesta a creer que hay turistas que se traen ratas en vez de mascotas de sus vacaciones, que hay quienes escuchan graznar a fantásti-cas y gigantescas aves en el centro de las ciudades o que hay personas que han visto caer meteoritos en forma de Coca-cola. Y no por interesarnos los mitos y las leyendas que la gente crea –y cree– somos más mentirosos de lo que los historiadores, reinven-tando el pasado, pueden llegar a ser al servicio de una causa partidista o por las presiones de un grupo de po-

der en el presente.

Pero los antropólogos hemos creído durante mucho tiempo que tratábamos con lugares, con territo-rios, que eran éstos los que determi-naban esa variedad de formas en la cultura que todos los humanos com-partimos. Y quizá con lo que –sobre todo– tratábamos era con diferentes nociones de tiempo. Pues es más que plausible que, en origen, las diferen-cias culturales pueden deberse a la diversidad geográfica, pero luego son esas diferencias locales las que via-jan o son llevadas a otros lugares en forma –precisamente– de cultura. Lo que hacía diferentes a los pueblos de la Polinesia, que de hecho siguen es-tando allí y son aparentemente cada vez menos diferentes de nosotros, era –en realidad– no haberse percatado de nuestro tiempo, haber quedado aparentemente al margen de nues-tra idea de historia o de civilización. Por lo demás tampoco eran más pri-mitivos ni tan distintos de nosotros. Compartíamos con ellos la creencia en seres invisibles, en supersticiones de todo tipo, en días fastos y nefas-tos; o manteníamos rituales igual de incomprensibles para los extraños a nuestra cultura. No tenían una visión histórica del tiempo, y esa sí era “la diferencia”.

Sin embargo, los registros del pa-sado, la manera en que consignamos las narrativas del tiempo han tendido a homologarse en los últimos años: así, en casi todos los lugares del pla-neta, la oralidad, que es la forma primaria en que nos comunicamos, se registra ya de forma escrita o tec-nificada. Paradójicamente, también los medios tecnificados mediante los cuales el etnógrafo fijaba el instante etnográfico (fuera la grabadora o la fotografía) han pasado a ser material de archivo, documento histórico. La visión sincrónica de las cosas termi-na siendo como una diacronía a pla-zos y la etnografía convirtiéndose en una especie de historia por entregas. Pero, gracias en parte a la antropolo-

gía, a la postre sabemos que no cons-tituye el “tiempo histórico” nuestra única visión del tiempo: estamos –como hemos visto– acostumbra-dos desde la época de los griegos a combinarla con el “tiempo mítico y ritual” sin mayores problemas. Lo que sí nos debe preocupar es seguir siendo rehenes de un tiempo religio-so o profético que nos haría caminar hacia un futuro fatal. Un tiempo pro-fético que –al tenernos reservada la destrucción final– reúne, además, lo más negativo de las dos formas de tiempo. Niega al hombre en honor de la victoria de los dioses. Nos con-dena al infierno del olvido.

Dicho de otra manera, pode-mos aventurar que el “tiempo histó-rico” es el territorio de la historia y el “tiempo mítico” el de la antropo-logía. No se trata de que los antro-pólogos neguemos la historia ni que prescindamos de ella, pero la llama-da etnohistoria tiene bastante más que ver con la historia que con la et-nografía, pues –en mi opinión– no ha de confundirse la pequeña o modes-ta historia de las gentes corrientes y de la vida cotidiana del pasado con la etnografía en sí, pues ésta debe hacerse mediante la interacción con lo que una comunidad recuerda en el presente. Es lo que cada grupo deci-de recordar u olvidar, esa selección de recuerdos, nuestra materia de estudio más relevante. De modo que la antropología también nos ha en-señado que el tiempo no sólo puede ser distinto por cómo se concibe si no por cómo se registra.

No sólo por cómo se cuenta, sino también por cómo se escucha. Narrar y oír forman nuestra memoria colec-tiva. Sin lo uno y sin lo otro apenas valdría la pena recordar. •

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Como dicen ellos de sí mismos en su página web de myspace, FOLK ON CREST no es un grupo al uso, sino la unión de mu-chas músicas, de varios estilos. Pero siempre con la esencia de la música tradicional charra –flau-ta y tamboril en ristre- como elemento verte-brador de esta original y prometedora forma-ción salmantina que ya ha editado una maqueta con su mismo nombre. Nos acercamos hasta Sa-lamanca para conocerles algo mejor.

¿Cuánto tiempo tiene el grupo?

Se puede decir que FOLK ON CREST, con la formación actual, se formó en el invierno del año 2006 en los ensayos del bar MA-LABAR, en la plaza del Oeste (Sa-lamanca). Allí nos juntamos mú-sicos del antiguo grupo llamado ENTRETIERRAS (Berna, Sergio, Yoli y Óscar), con los nuevos com-ponentes (Kaos, Dani y Pedro). Los componentes más antiguos llevamos tocando juntos cerca de 5 años.

¿Qué miembros com-ponen la formación y de dónde sois?

Los componentes somos: Ber-nardo Pérez (gaita y tamboril charros) de Cabrerizos (Sala-manca). Óscar Sánchez (bajo eléctrico) de Salamanca. Sergio Grande (gaita asturiana y flau-tas irlandesas) de Escurial de la

Sierra (Salamanca). Yolanda Río (voz, pandereta y gaita gallega) de Santa Comba (A Coruña). Da-niel González (guitarra acústica) de Entrago (Asturias). Pedro Ospi-na (bandola) de Tuluá (Colombia). José Luis González “Kaos” (cajón flamenco) de Salamanca.

¿Por qué en Salamanca?

Aunque somos de distintos lares, la mayoría somos de Salamanca y los que no, vinieron a estudiar o a

trabajar, y se quedaron aquí.

El nombre de “Folk on Crest”...

Obviamente hace alusión a la antigua serie de televisión norte-americana de los ochenta. Tene-mos nuestra propia Angela Cha-ning. La traducción del inglés es “Folk en la Cresta”. El nombre se le ocurrió a un artista salmantino-francés (Jean-Claude) que venía siempre a vernos ensayar. Ade-más, el diseño de la maqueta que grabamos es un dibujo suyo y en agradecimiento, fuimos a tocar a la fiesta-inauguración de una de sus exposiciones. En algún con-cierto se han proyectado algunas de sus pinturas.

¿Tenéis alguna gira o con-ciertos en perspectiva?

Tenemos algunos conciertos a corto plazo pero lo que más nos

El grupo Folk on Crest en la Plaza Mayor de Salamanca

Aunque somos de distintos lares, la mayoría somos de Salamanca y los que no, vinieron a estudiar o a

trabajar, y se quedaron aquí.

ENTREVISTA A: FOLK ON CRESTpor Marcos García Celestino y Julia Mielgo Sánchez

nuestros músicos

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interesa ahora es grabar un disco durante este invierno. Este vera-no del 2009 hemos realizado una gira por pueblos de la provincia de Salamanca financiada por la Diputación y diferentes Ayun-tamientos, tanto de Salamanca como de otros de la comunidad, Castilla y León. La respuesta del público siempre ha sido muy buena. El culmen de dicha gira fue el concierto en el festival de ETNOHELMÁNTICA en la Plaza Mayor de Salamanca. Tuvimos mucha afluencia de público y buena crítica.

¿Discografía? Contadnos algo al respecto...

Por ahora no tenemos ningún disco que pueda venderse en las tiendas de música. Ese es nues-tro objetivo más inmediato. Para esto necesitamos financiación y que las instituciones apuesten por nosotros. Creemos en nues-tra música, pero grabar cuesta

mucho dinero. Reivindicamos más ayudas para poder seguir con nuestro trabajo. Queremos enganchar a los jóvenes y hacer ver que la música folk está viva, que hay talento. Llevar la gaita y tamboril charros a lo comercial-mente denominado como música celta.

Debiéramos aprender de otras comunidades autónomas como Asturias, Galicia, País Vasco…,

donde apuestan por los instru-mentos de la tierra, por los gru-pos emergentes folk (les finan-cian grabaciones, les ofrecen conciertos…) y así, se da valor a la música de raíz, se exporta cul-tura a otros lugares, con sus res-pectivas externalidades positivas, como puede ser el turismo.

Lo que sí hemos grabado, es una maqueta bastante elaborada, con el mismo nombre del grupo. Esta maqueta se grabó en el invierno del 2007 en un estudio de la ciu-dad. Está compuesta por 8 temas donde se desarrolla un concepto musical marcado por adaptacio-nes de canciones tradicionales y composiciones propias. Aquí se pueden apreciar las distintas in-fluencias (salmantina, asturiana, gallega e irlandesa) que caracte-rizan el estilo de FOLK ON CREST. Todas las copias fueron vendidas en el transcurso del verano 2008, al finalizar nuestros conciertos. Además, el grupo fue seleccio-

Reivindicamos más ayu-das para poder seguir con

nuestro trabajo. Queremos enganchar a los jóvenes y

hacer ver que la música folk está viva, que hay talento

Folk On Crest

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nado para poner la música (con la grabación de nuevos temas) en el documental oficial de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar, Francia y Quilamas, financiados por los fondos FEDER procedentes de Europa.

Estos últimos temas, junto con algu-nos de la maqueta, se pueden escu-char en nuestro espacio web: www.myspace.com/folkoncrest.

¿Por qué elegisteis este tipo de música? ¿O fue esta músi-ca la que os eligió a voso-tros?

A todos nos apasiona esta músi-ca. Aunque no todos los miem-bros del grupo nos hemos de-dicado siempre a tocar folk. Por ejemplo, el bajista, Óscar, siem-pre ha estado vinculado a otro tipo de grupos sobre todo Rock-Pop, de hecho, sigue tocando este tipo de música. Pedro, en grupos de medieval, bossa nova, clási-ca… Kaos en grupos de flamenco, punk, rock…Estas experiencias en otros grupos y en otros estilos enriquecen el grupo.

¿En qué os inspiráis para hacer vuestras canciones?

Las composiciones han surgido a par-tir de distintos componentes, no de uno solo. Cada compositor se ha ba-sado en distintos temas. En el abuelo de uno, en el pueblo de otro, en in-vitar al público a cantar en gallego o en asturiano (no sólo en castellano), en la tierra, en el invierno… y seguro que surgirán muchos temas más.

¿En qué tipo de lugares soléis actuar más?

Donde más hemos tocado hasta ahora es en las plazas de pueblos y ciudades, y en salas de conciertos

y bares (como los conciertos en la sala Caracol, Camelot, El Savor…). Pero también, en teatros y auditorios (destacar la Iglesia de Los Pizarrales, teatro de Béjar, Feria del libro anti-guo y de ocasión de Salamanca, tea-tro de Ciudad Rodrigo…) o en algún festival étnico-folk (el mencionado Etnohelmántica, Encuentro de mú-sicos tradicionales, Escenario-Prau, Folkez-Blai…).

¿Próximos proyectos?

Como dijimos antes, grabar un dis-co durante este invierno es lo prin-cipal. Son más de 15 canciones las que están esperando a ser grabadas. Además, seguir componiendo y de-sarrollando conciertos allí donde nos soliciten. •

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FOLK ON CREST nuestros músicos

Portada de la maqueta del disco

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Ctra. Palencia, Km. 1CASTROGONZALO (Zamora)Tel.: 980 66 32 40Fax: 980 66 31 43www.europa-piscinas.com

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La grabación y edición del mismo fue el galardón del que se hizo

merecedor este joven zamorano tras haber sido el ganador del

Premio MT Joven Valor 2009.

Grabado y producido por Carlos Co0monte en los estudios

Profesionales MUSIC BENAVENTE

este verano, en este disco Benja

nos acerca algunos de los sones y

ritmos más característicos de las

tierras zamoranas y salmantinas.

Así, entre los 15 temas que lo

integran, podemos encontrar

ejemplos de Alboradas, Charros,

fandangos, Pasacalles,

Jotas o Brincaos

zamoranos, por ejemplo.

Este joven poli-instrumentis-

ta nos regala en él los sonidos

de la flauta y el tamboril, dúo

instrumental con el que más se

identifica habitualmente, que

suenan en toda su pureza a lo

largo de gran parte del disco.

Pero también hay lugar en “Al son del tamboril” para la gaita de fole,

e incluso para la voz. Todos ellos forman un conjunto inseparable que

nos transporta a lo más profundo de nuestra tradición.

Pero el disco no quiere dejar de un lado la modernidad, con la que la

tradición convive y con la que está obligada a entenderse; y de esta ma-

nera se incluye una versión personal, actualizada y muy bailable de un

tema tradicional que no dejará indiferente al oyente.

En definitiva, un disco para perderse en él. Y para no perdérselo.

El joven músicoBenjamín Rodríguez (Premio MT Joven Valor 2009) ha sacado un nuevo CD titulado «Al son del tamboril»

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La sección de NOTICIAS del blog de la Revista MT, que comenzó como una forma dinámica y original de mante-ner actualizada la publicación en lo referente a nuestra

música tradicional, se ha convertido en uno de los reclamos más demandados de la misma por su gran utilidad. Podéis consultarla en:www://revistamt.es

A lo largo de los últimos meses, en ella han ido apareciendo cerca de un millar de noticias referidas a eventos, aconteci-mientos, publicaciones, conciertos… y toda reseña que fuese publicada o nos fuese informada.

Si al principio cabía la duda sobre la posibilidad de generar todos los días un mínimo de noticias sobre música tradicional del Reino de León que diera sentido a esta sección, todo este tiempo ha servido para demostrar que nuestra tierra desa-rrolla una actividad realmente intensa al respecto, y en la que tienen constante cabida actividades de muy diferente cala-do: desde conciertos, cursos, y festivales, hasta ferias donde el folk es protagonista, homenajes, publicaciones de discos y libros, etc.

Actualizada a diario, en la sección de NOTICIAS de la Revista MT tiene cabida la información más inmediata, la que se ge-nera todos y cada uno de los días en cualquiera de nuestras localidades y comarcas, la que habla de fechas de celebra-ción de actos, actuaciones, ferias, fiestas, etc.

La Revista MT no pretende competir con los diferentes me-dios de prensa escrita que de manera puntual y profesional llevan a sus páginas estas noticias. Nosotros, desde la Revis-ta MT, simplemente queremos facilitar la tarea de todos los aficionados a la música tradicional que desean estar infor-mados al día de lo que ocurre en su región en relación al fol-clore, y que gustan de ver compendiadas en una sola página todas las noticias referidas a este tema. Por ello respetamos la identidad de cada noticia, enlazando su dirección de ori-gen, y cuando esto no es posible, citando su procedencia y autoría. Lo mismo que se hace con aquellas informaciones que se nos hacen llegar a la redacción de la Revista MT por parte de músicos, grupos o instituciones.

Es nuestra manera de agradecer a todos los que trabajan con y en relación a la música tradicional su esfuerzo y sensibilidad al respecto. Gracias por ello. • M.T.

Canon ZamoraEquipos de OficinaPza. Cristo Rey, 549019 ZamoraTf 980 53 06 62

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CANTOdel

eRamo de Navidad

inauguración del Belén

El pasado día 23 de diciem-bre tuvo lugar en la Iglesia de San Francisco El Real de

la ciudad de León, la inauguración del Belén de Navidad que organiza desde 1991 la Cofradía del San-tísimo Cristo de la Expiración y del Silencio de esta ciudad, junto con la Asociación Cultural “San Francisco el Real Extramuros”.

Ya desde las primeras ediciones dicha Cofradía ha contado con la co-laboración de la Asociación Cultu-ral Aguzo, que ha contribuido con el canto de villancicos tradicionales y el ofrecimiento del también tradi-cional Canto del Ramo de Navidad Leonés. En esta ocasión el grupo Aguzo interpretó las piezas tradi-

cionales “Las aves se alegran”, “Yo soy un pastorcito”, “Esta noche son los Reyes” y “La Noche-buena se viene”.

El acto, celebrado en medio de los ri-gores invernales y de una copiosa ne-vada, contó asimis-mo con la participa-ción y colaboración de los alumnos de dulzaina de la Es-cuela Municipal de Música de la Ciudad

de León, que interpretaron varios villancicos populares europeos y de distintas regiones españolas.

No obstante, el protagonismo de la música tradicional no se limitó a lo expuesto hasta aquí, ya que la organización ofreció a todos los asistentes en esta edición la parti-cipación también de los alumnos de gaitas de la Escuela de Música “Vir-gen del Camino” de Valverde de la Virgen, que interpretaron tres pie-zas tradicionales.

El acto terminó, como no podía ser de otra manera, con la interpre-tación del villancico “Zumba, zum” sin duda una de las más conocidas piezas navideñas tradicionales de

nuestra tierra.Los miembros de la Cofradía, que

se distinguen por portar la indu-mentaria de capas pardas sobre sus hombros, llevan desde hace casi dos décadas organizando este acto de inicio del periodo invernal navideño, en el que apuestan por la potencia-ción y uso de la música tradicional en la navidad leonesa.

Asimismo, la también leonesa Cofradía de Minerva y Veracuz realizó hace escasas jornadas su recogida de juguetes y alimentos recorriendo las calles de la capital leonesa con su formación de Banda interpretando villancicos, algunos de ellos leoneses, versionados para este tipo de formación instrumen-tal.

Todas estas actividades, incluidas en las celebraciones del Ciclo de In-vierno que organizan para la Ciudad de León y su alfoz varias entidades culturales de manera conjunta (y que se recogen en este número de la Revista MT), permiten asegurar el mantenimiento de algunas de las tradiciones leonesas más entraña-bles, que han estado a punto de desaparecer en las últimas décadas, y que poco a poco se van recupe-rando, tanto en la capital leonesa como en la provincia e incluso en la generalidad de la región. •

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ...de navidad

◄ El grupo Aguzo canta villancicos y el ramo

◄ Alumnos de la Escuela de Música “Virgen del Camino” de Valverde de la Virgen tocan la gaita

Alumnos de la Escuela de Música de la CIudad de León tocan la dulzaina ▼

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a Fundación Joa-quín Díaz es toda una institución

en el campo de la et-nografía desde hace años. La Revista MT se acerca hasta Urue-ña, una espléndida lo-calidad en las estriba-ciones de los Montes Torozos, para disfrutar de uno de los Centros de etnografía más im-portantes de la penín-sula y de Europa.

Muy bien comu-nicada por autovía (A-6), la Fundación se presenta como un oa-sis perdido en medio de la tierra de campos vallisoletana para los amantes de la cultura tradicional en general, y más en concreto, para los habitantes de nuestra región.

Se puede decir sin riesgo a equivocarnos que este pequeño pueblo de poco más de 200 habitantes, an-taño frontera entre los Reinos de León y Castilla y Con-junto Histórico Artístico desde 1975, no sería lo mismo si el zamorano Joaquín Díaz, su gran mentor y funda-dor, no hubiese decidido traer en su momento hasta sus recoletas calles este templo de la sabiduría popular. A raíz de este hecho, Urueña ha ido sabiendo ganarse un merecido hueco como lugar de referencia para la etnografía y la cultura.

Urueña es sinónimo de Museo y libro. Aquí, junto con la Fundación Joaquín Díaz convi-ven también el Museo de Instrumen-tos Luis Delgado, el Museo del Gramó-fono, y el Museo de las Campanas. Y su callejero y murallas son otro museo al aire libre. Y por si fuera poco, la lo-calidad está declarada Villa del Libro, albergando varias librerías especializa-das en cultura tradicional.

La Fundación es, como recuerda su página web, una entidad cultural privada, sin ánimo de lucro, cuyo fin principal es contribuir a la valoración y difusión del patrimonio legado por la tradición. Sus Patronos son la Diputa-ción de Valladolid, la Junta de Castilla y León, Caja España, el Ministerio de Cultura, la Universidad de Valladolid, la Fundación Autor y el propio Joaquín

Díaz.

En ella se albergan diversas colecciones, cedidas para su visita o consulta por Joaquín Díaz, así como nume-rosos archivos orales, escritos y gráficos que pueden ser consultados in situ o también a tra-vés de su página en in-ternet. Y ello porque la Fundación Joaquín Díaz cumple dos objetivos complementarios: por una parte dar a conocer al público en general el legado etnográfico, y para ello mantiene va-rias exposiciones abier-

tas todo el año; y por otra parte, ser centro de consulta e investigación para especialistas en este campo de la cultura popular, y por ello ostenta una Cátedra de Estu-dios sobre la Tradición que dirige el profesor de antro-pología e investigador José Luis Alonso Ponga.

Entre las colecciones que la Fundación exhibe a los visitantes se encuentra una interesante muestra de instrumentos tradicionales de diferentes regiones es-pañolas, muchos de los cuales son oriundos de las pro-vincias leonesas: entre ellos flautas de tres agujeros, pitos, gaitas de fole, castañuelas, panderetas y pande-ros, tamboriles, etc. O una colección única de Pliegos de cordel: unas doscientas coplas, romances y docu-mentos, fundamentalmente de los siglos XIX y XX, se-leccionados entre los más de seis mil que contiene la

biblioteca y divididos por temáticas (los pliegos eran habitualmente interpreta-dos por cantores ciegos, que los vendían como forma de vida).

De modo permanente también se ex-pone en el Museo una selección de más de cien Grabados de Trajes, entre los más de dos mil que se hallan en la Fun-dación, y representan principalmente a hombres y vistiendo los dos principales vestidos o trajes regionales: el de traba-jo y el de fiesta.

Pero la sede de la Fundación da para mucho más. En ella un pausado visitante podría consultar su Colección de Alelu-yas (pliegos de papel impreso –antece-dentes de los modernos comics– que contienen un conjunto de viñetas en

MUSEOS

Flautas de tres agujeros

Detalle de la Biblioteca

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cuyo pie suelen aparecer unos versos que aluden a la escena representada), una amplia colección de discos, tanto de vinilo como de 78 revoluciones, la ingente Colección de fotografías antiguas, o las im-presionantes fonoteca y Biblioteca, donde cualquier amante de lo tradicional podrá encontrar miles de re-gistros sonoros y libros sobre cancioneros, romance-ros, indumentaria, instrumentos, bailes, etnografía, historias locales, etc.

Es obligado decir y agradecer que la Fundación mantenga también muy activa una página web (http://www.funjdiaz.net/index.cfm) donde el na-vegante podrá realizar una muy completa visita a los fondos documentales de la misma. De hecho, la Fundación presenta en su portal de internet un Mu-seo virtual de todos los instrumentos musicales que nos podemos encontrar en los diferentes museos de Urueña, así como la propia colección de instrumen-tos catalogada que alberga la Fundación.

La página web posibilita asimismo la visita, con todo lujo de detalles, al Museo del Gramófono de la Colección de Luis Delgado, donde la imagen de cada reproductor musical aparece enriquecida con su ex-plicación contextual.

Para los amantes de los documentos de tradición oral, la página web de la Fundación ofrece en MP3 algunas de las “supervivencias” de los siglos XV y XVI que todavía ofrece la lírica tradicional, así como la ca-talogación de los miles de registros sonoros que ate-sora en su interior.

No podemos terminar esta sección dedicada a la importantísima labor que desarrolla la Fundación Joaquín Díaz sin citar la excelente tarea impulsora de publicaciones que lleva a cabo también. Tanto los dis-cos como los diferentes tipos de publicaciones que edita o difunde es posible adquirirlos en sus propias dependencias como a través de su portal en internet, donde se puede consultar con detalle todo lo relativo a los mismos. • M.T.

SMS

Joaquín Díaz ► Director de la Fundación “Joaquín Díaz”

• ¿Desde cuándo la Funda-ción «Joaquín Diaz»?

Comenzó el año 1985, pri-mero en Valladolid y luego a partir de 1989 en Urue-ña.

•¿Cómo es un día normal en la Fundación?

Cada una de las personas que trabajan en la Funda-ción tiene un cometido. Todos los trabajos se centran en aten-der a investigadores y a las visitas del Museo.

•¿Cuántas visitas puede recibir al año?

Unas 30.000 visitas físicas. Virtuales, a través de la página web, aproximadamente millón y medio.

•¿Qué relación existe entre la Fundación y la Colección Luis Delgado?

Una relación cordialísima y estrecha ya que algunos de los pro-yectos los hemos iniciado juntos, como el Museo del gramófo-no.

•La Biblioteca... ¿se sabe cuántos libros, CDs, cintas, puede te-ner sobre música tradicional?

Hay 17.000 libros, 6.000 pliegos, 1.200 aleluyas y 14.000 sopor-tes sonoros.

•Cuéntenos algo sobre su «Revista de FolKlore».

Se inició como una nueva experiencia en el campo de la divul-gación de la tradición hace casi 30 años y ya llegamos al número 350.

•¿Está bien representado en sus fondos el folklore de León, Zamora y Salamanca?

Probablemente son las provincias mejor representadas, por cercanía y por vocación.

•¿Qué queda por hacer?

Valorar mejor el patrimonio común, especialmente el inmate-rial, que es el que más peligro corre de extinción.

•Para poder consultar sus fondos...

Algunos se pueden consultar en la página web (www.funjdiaz.net) y otros hay que venir a Urueña.

FUNDACIÓN CENTRO ETNOGRÁFICO JOAQUÍN DÍAZC/ Real, 4

47862 URUEÑA (Valladolid)Teléfono: 983 717 472

Flautas

Pito de afilador

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SEGUNDA EDICIÓN PREMIOS MT 2010

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Frans Hals, Músico

EN MARCHA LA 2ª EDICIÓN

DE LOS PREMIOS MT 2010

La 2ª Edición de los Premios MT 2010 acaba de subir el te-lón el pasado mes de noviem-bre. Parece que fuera ayer cuando comenzara la andadura de este novedoso e importante proyecto de revitalización de la música tradicional, cuan-do éste ya encara su segunda convocatoria.

Después del éxito cose-chado en su primera edición, con más de 14.000 entradas en su portal de internet, y la masiva participación en las distintas votaciones que deci-dieron los ganadores finales, esta segunda entrega pretende seguir la línea de lo trabajado y conseguido hasta el momen-to.

No obstante, una lec-tura detallada de las Bases de los Premios trasluce la incorpo-ración de algunas novedades importantes que intentan me-jorar y concretar el funciona-miento de los mismos. En esta 2ª Edición la Organización ha decidido centrar algo más las propuestas de aspirantes a los diferentes galardones en cada una de sus fases, así como marcar unos perfiles mínimos o máximos de edad o antigüe-dad exigidos en cada caso para

poder aspirar a los Premios, en concordancia con la propia de-nominación de los Premios.

Por otra parte, se des-taca la apuesta decidida que se hace desde la misma Or-ganización por la participación de los más jóvenes, así como del profesorado, algo lógico teniendo en cuenta que este proyecto surge desde un Cen-tro Educativo. Para ellos habrá una modalidad propia de parti-cipación (complementaria a las dos anteriores), en la que po-drán tomar parte los alumnos de todos los Centros de Prima-ria y Secundaria de la región.

Los Premios “MÚSICO TRADICIONAL DEL AÑO 2010- Premios MT 2010” son una ini-ciativa que surge, así pues, por segundo año consecutivo desde el I.E.S. “León Felipe” de Benavente pero que pretende involucrar a todos los centros educativos de la región, además de los cen-tros específicos de música tradicional y a los propios músicos y grupos implica-dos.

Con estos PREMIOS se pretende poner en va-lor el buen saber hacer de agrupaciones o músicos tradicionales que trabajan en el ámbito de la música tradicional del territorio del antiguo Reino de León. Y que sean los propios músi-cos, docentes y jóvenes es-tudiantes los que se impli-quen e involucren en dicha tarea.

Los Premios aspiran a ser un homenaje al mundo rural y a los valores musica-les que en él han pervivido a través de los siglos, y que lle-gando hasta nuestros días, se encuentran amenazados en su supervivencia. Pero también pretendemos sean un estímulo a la labor de los músicos más jóvenes, que tienen la respon-sabilidad de llevar a las gene-raciones presentes y futuras este legado más nuestro.

Por todo ello en reali-dad son tres los PREMIOS que se convocan en esta edición, pues los Premios MT 2010 quieren incidir en tres aspec-tos complementarios de nues-tro acervo cultural musical.

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SEGUNDA EDICIÓN PREMIOS MT 2010

Consecuentemente, los Premios MT 2010 se dividen en tres modalidades:

* Modalidad A - PRE-MIO TRAYECTORIA MT 2010.-

Destinado a una agrupa-ción o músico tradicional como homenaje a una larga y sólida trayectoria musical consolidada con los años.

* Modalidad B - PRE-MIO JOVEN VALOR MT 2010.

Pensado para apoyar a una joven agrupación o músico tradicional que destace por su calidad e iniciativa en el campo de la música de raíz.

* Modalidad C - PRE-MIO ALUMNADO MT 2010.

Pensado para apoyar la implicación de las jóvenes generaciones en la recu-peración, conocimiento, promoción y difusión en el campo de la música tradi-cional.

Los Premios MT 2010 se desarrollarán, al igual que en la edición anterior, en un total tres fases:

- Fase de recepción de Propuestas: En ella la Organización recibe los nom-bres de músicos y/o forma-ciones musicales tradicionales del Reino de León propuestos como aspirantes a obtener el Premio JOVEN VALOR o el Pre-mio TRAYECTORIA que cual-quier participante nos haga llegar (ver Bases de la convo-catoria).

Esta primera fase ya se de-sarrolló desde el día 1 de no-viembre de 2009 hasta el día 1 de diciembre de 2009 inclu-sive.

- Fase Provincial: En ella los participantes votarán por aquellos músicos que de-seen en ambas modalidades (ver Bases) para que puedan alcanzar la Fase Regional.

Esta Fase se está desarro-llando actualmente y desde el día 07 de diciembre de 2009 hasta el día 10 de enero de 2010 inclusive.

- Fase Regional: Úl-tima fase de los Premios MT 2010 en la que los participan-tes eligen con sus votos el ga-nador final de la modalidad JO-VEN VALOR y de la modalidad Premio TRAYECTORIA.

Esta Fase se desarrollará desde el día 17 de enero de 2010 hasta el día 24 de febre-ro de 2010 inclusive.

Posteriormente, cuan-do finalice el escrutinio de to-dos los votos recibidos, la Or-ganización de los Premios hará pública a través del portal de los mismos en Internet la re-lación de ganadores. Ello será a partir de principios de marzo de 2010.

Como en la edición an-terior, la entrega de los distin-tos galardones de los Premios MT 2010 se llevará a cabo en una Gala-Concierto a celebrar en la primavera de 2010 en el Teatro ‘Reina Sofía’ de la loca-lidad de Benavente.

El portal donde se puede obtener toda la in-formación así como seguir el desarrollo de los Premios MT 2010 ya está plenamente ope-rativo en la página:

http://premiosmt.com/

Redacción

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Los Premios MT 2010

tendrán tres modalidades

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Aunque esto no es lo único que aporta el baile, pues hay otras cosas como el desarrollo del oído, la armonía, el conocimiento del cuerpo etc., fueron las tres anteriores cuestio-nes en las que decidí centrarme, pues me parecieron tres cualidades que po-drían ser provechosas dadas las carac-terísticas de mis alumnos.

Una vez decidido esto comen-cé a valorar qué era lo que debería enseñarles y cómo hacerlo. Primero pensé en facilitar al máximo las coreo-grafías, simplificando los pasos, ha-ciendo las jotas más repetitivas y sen-cillas para que fueran más fáciles de ser asimiladas. Pero esto reduciría el esfuerzo que tendrían que hacer para ser aprendidas, seguramente apren-derían más jotas con menos esfuerzo y en menos tiempo, pero eso no era lo que yo quería. Los pasos complejos fomentarían el equilibrio, las coreo-grafías complicadas estimularían su memoria y conseguir aprender una jota bonita y complicada les hará subir la autoestima y el sentido de grupo. Así que como tenía todo el tiempo del mundo y muchas ganas, decidí que lo mejor sería enseñarles las jotas tal y como yo las había aprendido, sin ha-cerlas más fáciles de aprender ni mo-dificar las coreografías, ni poner pasos

más sencillos: simplemente adaptarlas en ritmo, puesto que hay coreografías dema-siado rápidas que serian ex-tenuantes para gente de una condición física delicada. Hasta aquí la teoría, pero a partir de aquí la practica me diría si me equivocaba o no.

Al principio se iban de

la clase agobiados, me repe-tían una y otra vez que los pasos eran complicados, que no se aclaraban, que no

terminaban de aprenderse las jotas ... Pero la realidad era otra: aprendían muy rápidamente, ya que no tenían que aprender sino recordar lo que tan-

Comienza el curso de folclore en el Hogar del Mayor de Benavente iUn año más comienza el cur-

so de folclore de la tierra en el Hogar del Mayor de Benavente!

De nuevo las caras familiares de mis alumnos más veteranos y al-guno que otro nuevo. Es un grupo di-verso donde predominan las mujeres, amas de casa, que entre sus labores y cuidar a los nietos sacan tiempo para bailar, unos cuantos matrimonios y hasta un hombre casado que viene solo porque le “gusta esto del baile”.

Cuando me ofre-

cieron hacerme cargo del curso de folclore de la tierra que se impartía en el Hogar del Mayor de Benavente en lo pri-mero que pensé es en la dificultad que suponía para mí enseñar a gente que tenía la misma edad que aquellos de los que hasta ahora había aprendido todo. Por eso lo más importante pasó a ser cuáles eran las cualidades que pudie-

ran mejorar el día a día de mis alum-nos e intentar potenciarlas.

Lo primero que se me vino a la mente fue lo más evidente: bailar jotas es un buen ejercicio. También ayuda en el equilibrio puesto que fo-menta la lateralidad y el control del espacio. Además, el hecho de tener que aprender diferentes bailes con pasos diversos y diversas coreogra-fías ayuda a mantener la memoria en

marcha. Asimismo me pareció muy importante el hecho de que se tuvie-ra que bailar en pareja dentro de un grupo, ya que ello fomenta la sociali-zación y la relación con los demás.

EL TRABAJO CON

NUESTROS MAYORES

NUESTROS MAESTROS

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por Camino Fernández Fernández

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tas veces habían bailado. Teniendo el ritmo solo es necesario aprender las variaciones y eso facilita la tarea

Tanto es así que en el festival que celebran en Navidad ya se estre-naron cuatro jotas. Ese mismo año participamos en más actuaciones y de todas salimos bien parados, y eso teniendo en cuenta que solo ensaya-mos dos horas por semana y que es gente mayor. Mas o menos un prodi-gio.

El aprender a bailar lleva mu-cho tiempo, pero el coordinarse con tu pareja, con el resto del grupo y aprender los pasos aún lleva más. Y el éxito no es merito propio, como ya apunté antes. Pese a que muchos de ellos aseguran no haber bailado an-tes, se nota que son ritmos vividos, que ellos han escuchado esta música toda su vida, la han visto bailar en las plazas de sus pueblos y han imitado

entre juegos esos bailes. Ellos ya tie-nen el ritmo asimilado y es por eso que es más fácil enseñarles.

Durante el segundo curso aprendimos nuevas jotas e intenta-mos formar un grupo un poco más sólido, que confiaran más los unos en los otros, y también que estuvie-ran más dispuestos para cambiar de lugar a la hora de bailar. Incluso a cambiar de pareja -ya que me parecía que se aferraban mucho a su puesto dentro de la fila-, y a bailar solo con su pareja. No quiero significar con ello que cambiar de pareja en el baile “profesional” sea bueno, puesto que cuanta más complicidad tengas con tu pareja a la hora de actuar mejor. Pero aquí estábamos hablando de que es importante que los alumnos se relacionen entre ellos, y el hecho de relacionarse unos con otros es-trecha más los lazos y hace que el

grupo sea más sólido. Siempre se dice que a esta edad lo que peor se lleva es la soledad, y creo que lo mejor para reme-diarla es conocer gente. Y si además esta gente tiene los mismos gustos que tú, tanto mejor.

Este último año he-mos empezado con fuerza y he decidido lanzarles el reto de rescatar alguna jota que ellos recuerden de su infancia o que hayan visto bailar algu-na vez. Esto hará que sientan más suyo aquello que bailan y también que estas piezas no se pierdan en el tiempo. También hemos empezado a aprender a tocar la pandereta por peti-

ción de mis alumnas y aunque esto requiere mucho tiempo, poco a poco iremos consiguiendo cosas. No tene-mos prisa.

Mi experiencia con ellos en estos años ha sido más que prove-chosa. De ellos admiro sus ganas de aprender, la absoluta modestia que demuestran a la hora de asimilar las clases, su vitalidad y constancia. De ellos he aprendido el optimismo, la capacidad de sorprenderme. Estar con ellos es entrañable, me hacen sentir en casa y estar muy orgullosa de lo que con poca ayuda han conse-guido....

Si ellos han aprendido de mí solo un tercio de lo que yo he apren-dido de ellos, ya creo que podría de-cir que ha sido “misión cumplida.” •

Benaventec/ Los Herreros, 16 980 63 65 89

La BañezaC/ Manuel Diz, 20 987 64 39 86

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Patrimonio Sonoro:Mani fes tac iones e tnomus ico lóg icas de l c i c lo de o toño- inv ierno en las Comarcas de la prov inc ia leonesa, a modo de “amec ido”

por Héctor Luis Suárez Pérez(Musicólogo)

Q uisiera empezar esta sem-blanza a modo de “amecido” justificándola desde un plan-

teamiento estacional invernal, pues el periodo está cargado de fiestas, y aun a claro riesgo de con ello resul-tar algo tópico para muchos aficiona-dos, expertos en el asunto y lectores en general. Pero como quiera que un enfoque en esta línea quizá pudiera in-teresar a otros, no tan inmersos en el ámbito de la cultura musical tradicio-nal, especialmente para ellos van aquí algunos detalles relacionando las ma-nifestaciones musicales, los entornos y paisajes sonoros de la provincia leo-nesa en este periodo del ciclo anual. Eso sí, no solo mencionando realida-des pasadas, sino aludiendo también a lo actual tanto en entornos rurales o urbanos.

Conviene previamente hacer algunas consideraciones para centrar el asun-to. Los momentos y celebraciones cua-jadas de música y sonidos populares o tradicionales que vamos a glosar, no han mantenido su vigencia de modo igual en el pasado y en nuestros días, ya se mantengan o sean rehabilitados tras su olvido en su propio seno, fue-re rural o urbano, o en otro en la ac-tualidad por lo general urbano. Así se constatan diferencias en lo relativo al nivel de relevancia social, o grado de popularidad y difusión que los hacía imprescindibles e inevitables. También

en la configuración de sus entornos y paisajes sonoros asociados o provo-cados por los mismos. Por ello, existe un ritmo de celebración y una realidad contrastante entre lo que hoy contem-plamos y lo acaecido hasta los años anteriores a la década de los sesenta del pasado siglo, momento en que se produjo una profunda transformación socioeconómica y cultural de nuestro país, sin parangón desde muchos si-glos atrás. Tampoco hasta entonces se había experimentado de modo global un abandono, desuso o sustitución de aspectos propios del entorno cos-tumbrista y del mantenimiento de las tradiciones, como el acaecido en ese momento histórico. Es decir, a lo con-dicionante de los parámetros espacio-temporales. La radical influencia de dicho cambio, para bien o para mal, se cebó especialmente con el llama-do patrimonio inmaterial, en el que se integra todo el conjunto de asuntos a tratar en este artículo, como se ha po-dido comprobar con la perspectiva del tiempo.

Ilustrando esta idea, hoy compro-bamos tal modificación generalizada de hábitos en lo cercano o cotidiano y en aquello que, precisamente, no demanda gran esfuerzo de nosotros para su perpetuidad tradicional. Así y entre otros motivos probablemente a causa de la televisión, observamos a modo de ejemplo cómo en la actuali-

Autor: SUAREZ PEREZ, Hector-Luis

Tema: Léxico / MusicologíaTítulo del artículo: Lexico-

grafía etnomusicológica localizada en áreas de influencia ligüística del Dialecto Leonés y de sus Hablas en el noroeste ibérico (1ª parte)

• Toque a ENCORDAR: Denominación que recibe el toque de campanas a muerto en pueblos de la diócesis de Astorga. El Dialecto de San Ciprián de Sanabria p. 121, El Habla de Aliste. p. 119, El Habla de Toreno. pp. 79 y 139, La Cepeda a finales del S.XX. p. 31, En varias localidades de mi trabajo de campo.

◄•►REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segun-da edición encordar.1. tr. Poner cuerdas a un ins-trumento de música.2. tr. Poner cuerdas a una raqueta de tenis.3. tr. Ceñir algo con una cuerda, haciendo que esta dé muchas vueltas alrededor de ello.4. tr. León, Pal., Sal., Vall. y Zam. Dicho de una campana: Tocar a muerto. U. t. c. intr.5. prnl. Dep. Dicho de un escalador: Atarse a la cuerda de seguridad.

pATRIMONIO ETNOMUSICOLÓGICO

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dad ya no es un hecho generalizado el cantar villancicos en la sobremesa de la Nochebuena. Una antaño po-pularísima práctica cantora hoy en desuso, que desgraciadamente nos empobrece culturalmente desde la perspectiva musical y que se extien-de a niños y a mayores, aunque to-davía muchos de estos últimos -de no excesiva edad-, hayamos vivido y disfrutado con una realidad bien distinta. Pero y lo que es más para-dójico, que evocamos con nostalgia aunque no provocamos su repro-ducción y eso que, sin gran esfuer-zo, podríamos continuar haciéndolo perfectamente.

Al igual, para cuestionamiento al abordar este trabajo y reiterando lo expuesto quisiera recordar que los entornos sonoros que rodean a los ejemplos más adelante propuestos nunca son iguales, pues en la his-toria cada momento es único y ade-más el paso del tiempo y progreso modifican aspectos tan diversos y relevantes como el propio acento y pronunciación de los protagonistas, o la calidad de los timbres de los ins-trumentos y objetos sonoros que se emplean en cada época y momento en esta clase de manifestaciones.

Desglosando a modo de panorá-mica músico-tradicional el ciclo de otoño-invierno, diremos que éste bien se podía dar por inaugurado con la llegada del frío, aunque en los últimos años este criterio clima-tológico no se suele confirmar. Así, en la tarde-noche del día de todos los Santos y a su vez víspera del día dos de noviembre o “día de los difuntos”, en gran número de pue-blos leoneses su entorno sonoro se teñía del lento “toque a muerto” que insistentemente realizaban los sacristanes y campaneros desde los campanarios. Este reconocible toque podía ser también realizado por espontáneos grupos de mozos del lugar que, en algunas ocasiones, finalizaban esta función con una fra-ternal merienda en muchos casos a base de carnero. Como variante, en esa víspera y en algunos pueblos los mozos compraban y “corrían” un carnero profusamente decorado de cintas, al que durante su estancia callejera además colocaban un so-noro cencerro para advertir caracte-

rísticamente desde lo acústico de la puntual presencia festiva del grupo en la calles. Luego era cocinado y cenado por este colectivo que, a su término y obligadamente, cumplía con la tradición citada del toque a muerto. María Campos y José Luis Puerto detallan la tradición asociada a varios pueblos de la ribera media-alta del Esla, además de otros auto-res, y yo mismo la he podido cotejar en otros lugares cercanos como Vi-llamartín de Don Sancho. Pero estas eran y son también fechas propias de “magostos”, celebraciones en las que se asan castañas alrededor de una hoguera mientras se come y todavía se canta, aunque menos que antaño, mientras el fondo sono-ro puede además correr a cargo de un instrumentista popular o de cual-quier tipo de megafonía.

Por otro lado, igualmente fue muy propio de estas fechas el repertorio religioso. Integrado por los devotos cantos de ánimas, algunos por suerte recogidos en los cancione-ros leoneses. Miguel Manzano pudo recoger algunos ejemplos de este repertorio en pueblos como Santa Olaja de la Varga, Aleje o Estébanez de la Calzada. El elenco sonoro se nutría de los particulares toques de esquila que acompañaban a los co-frades de ánimas en sus nocturnas y callejeras rondas de invitación al rezo, como ocurre en otros lugares de España, como La Alberca y de los que casi no hay constancia ni trans-cripciones. Por ejemplo en Sahagún, yo pude recoger de sus vecinos tes-timonio de la evocación de esta es-cena a través del chascarrillo local: “tin ti-rín-tín, las ánimas del tío cu-rruspín”, un dato que además quizá morfológicamente se presenta como un descriptivo intento onomatopéyi-co que a través de la nemotécnia nos lega una pista sobre su esque-ma sonoro real. Una circunstancia que se extiende al toque campanil último del día, conocido como “to-que de las oraciones”, que fuera inevitablemente habitual en otros tiempos y en la actualidad, como el caso del ejemplo anterior, el desuso lo ha convertido en prácticamente inexistente.

A mediados de noviembre con la festividad de San Martín, o “San

Martino”, llegaba a nuestros pueblos el ancestral rito de “la matanza”. En el mismo, las vejigas intestinales sobrantes del proceso de embuti-do, una vez limpias, eran hinchadas para ser sucedáneo de improvisados globos o de sencillos balones que la rapacería se molestaba en patear o estallar, disfrutando con su carac-terístico estruendo. Pero aquellas pequeñas membranas también eran guardadas para confeccionar los parches de las zambombas, típicos instrumentos “de temporada” en el repertorio músico-tradicional na-videño un mes más tarde. Servían igualmente para realizar “las ve-jigas” que portaban los grotescos integrantes de las mascaradas del “antruido” o carnaval, para aporrear al personal o explotar. Cada año las zambombas, terminado su cometido navideño, acababan rotas u olvida-das en cualquier esquina, a la es-pera de hacer otra el año siguiente. Hoy en la matanza no suelen pro-cesarse los distintos tipos de intes-tinos en casa como antaño, por ello y aunque todavía en algunas locali-dades nuestros paisanos puedan dar este tipo de uso a las tripas, ya no constituye una práctica ni de cerca generalizada y si me apuran, en opi-nión de muchos, ni higiénica para el uso lúdico infantil contemporáneo. Ley de vida: ¡Cada tiempo tiene sus circunstancias!.

Prosigue el calendario con el apre-tado mes de diciembre que se es-trena con la minera celebración de Santa Bárbara, a la par patrona de los artilleros. Muchos pueblos de las cuencas mineras todavía celebran su fiesta manteniendo, además del baile, su procesión religiosa, arropa-da por el repique de campanas y el son de los músicos tradicionales am-bientando la procesión. Una proce-sión que desde lo auditivo se suele rodear del característico e incesante estallido de cohetes, petardos y

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similares. Tradición que, igualmen-te de modo estruendoso, se hace notar cada año puntualmente en la mañana de esta fiesta en la propia capital leonesa. Sus artífices no son otros que los alumnos de la Escue-la de Minas, que bullangueramente expanden su sonora labor por gran parte de su callejero y en todo el campus universitario.

El ocho de diciembre la fiesta de La Inmaculada y su víspera nos traen otro momento para evocar la tradi-ción alrededor del toque de cam-panas y la nocturna hoguera, como todavía arde en Villamarco o San Román de los Oteros. El cancio-nero de Manzano recoge algunos cantos para esta importantísima fecha en distintos pueblos que se podrían ubicar en origen musical y uso desde mediados del XIX hasta los años sesenta del XX. En este plano ritual lumínico y hogueril será la celebración de Santa Lucía, patrona de los invidentes, la que el trece de este mes y en plenas fechas solsticiales, reviva en mu-chos lugares de toda Europa diver-sos ritos precristianos vinculados a la luz, como ocurre en toda Es-candinavia de modo muy celebra-do. Mientras aquí, en la provincia leonesa y en lo sonoro, en lugares como Cebrones del Río o en Villa-desoto la celebración se rodeaba, o incluso a veces todavía lo hace, del ofrecimiento y “canto de ramos” a la Santa. Una costumbre en cuya re-cuperación y puesta en valor para la capital leonesa a modo de ejercicio de refolklorización urbana, he podi-do colaborar directamente por este año gracias a la ONCE. Organización que, unida a otras prácticas de di-versa índole tradicional para la oca-sión, ha acogido esta iniciativa inte-grándola en su particular propuesta festiva patronal.

Como en toda España, en los pue-blos de nuestras comarcas los días previos a navidad y en especial tras la llegada de las vacaciones esco-lares, traían el típico repertorio de canciones petitorias conocidas como “aguinaldos”. A su cargo se halla-ban grupos preferentemente infan-tiles o del mocerío que, como era tradicional, para “pedir el aguinal-

do” se echaban a peinar las casas del pueblo, o las calles de las villas y ciudades, para demandar así el re-galo de diversos productos comesti-bles que serían degustados en pos-terior merienda. En el plano musical esta tradición no tenía un estricto y único modelo prefijado, aunque solía consistir en el canto grupal de algún villancico u otra canción navideña bien “a capella” o acompañada rít-micamente por cualquier instrumen-to musical u objeto sonoro, que se sumaban a un tipo de canto tradicio-nal en cada pueblo y que constituye

en sí mismo el género de “aguinal-do”. Todos los cancioneros y fondos de materiales relativos a León inclu-yen ejemplos al respecto compilados por un abultado grupo que va desde García Matos hasta Manzano. Aun-que quizá la modalidad más curiosa sea la que se refiere a la comarcas de La Bañeza y alude a una antigua costumbre relacionada con la ofren-da de un gallo presentado en un carretón para la misa del gallo y lle-vado por la calle en el menester que nos ocupa. Antonio Colinas recogió una estrofa alusiva al asunto que dice: “Aquí estamos Don Gabriel / a pedir el aguinaldo / a que nos deje pasar / y que nos bendiga el gallo”.

Este canto de “aguinaldo” -de nin-gún modo en exclusiva navideño-, por lo general, en su contenido es-taba destinado a presentar al grupo y su función petitoria −argumentán-

dola en la importancia de la fecha−; a excusar la posible baja calidad musical −amparada en el amateu-rismo− y se completaba de varias estrofas en las que además y aleato-riamente, bien se podían cantar las grandezas del vecino donante −en el caso de ser generoso con el grupo−, o bien podían servir para propinar-le desde el canto con un ingenioso chascarrillo burlesco tildándole pú-blicamente de “tacaño”. Este tipo de ronda petitorio-gastronómica can-tada, en tiempos más recientes se ha visto sustituida por la demanda

de una propina. Todavía reco-rriendo en esos días los bares y cafés de lugares como Astorga o La Bañeza se constata esta prác-tica, aunque se percibe ya en cla-ra recesión. También a propósito de este modelo etnomusicológico, durante algunos años de las últi-mas décadas y en el seno urba-no de León, en días anteriores a navidad diversos coros infantiles pertenecientes a colegios y aso-ciaciones católicas cantaban por las calles canciones navideñas en la campaña “Sembradores de estrellas”, aunque sin pedir nada a cambio y simplemente “anun-ciando la buena nueva” mientras ponían estrellas en las solapas de los viandantes.

Propia de las fechas de navidad era otra tradición relativa a los ac-tos propios de algunas catedrales españolas, como Toledo, Valencia o Mallorca, y la de la capital leonesa: “el canto de la Sibila”. En mu-chas otras de las coronas de Aragón, Castilla y Francia se localizaba en la Edad Media. Consiste en un acto que como centro tiene el canto solista y a capella de una voz blanca que, en pocos minutos, argumentalmente relata la profecía del Juicio final reco-gida por la Biblia y realizada por una de las Sibilas o adivinas. En Balea-res, La vigilia de Navidad, terminado el oficio de maitines con el Te Deum, salía de la sacristía, acompañado de dos monagos y un sacristán, un mu-chacho de unos doce años, vestido de un traje claro de seda profusa-mente bordado. Musicalmente este drama litúrgico es de origen culto y medieval y así se ha conservado en

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los archivos de las scolas cantorum de nuestras catedrales. León, como otras, desde hace más de un siglo perdió su práctica, aunque todavía se mantiene muy viva en lugares como las mencio-nadas Baleares y no sólo en la catedral sino en mu-chas iglesias de Mallorca. No quiero extenderme más allá de su simple mención, a pesar de que espero que en breve esta manifes-tación de origen musical “culto”, aunque otrora muy popular, pueda de nuevo en León ser puesta en va-lor con su particular par-titura, tras varios intentos fallidos.

Otra particularidad mu-sical navideña muy difun-dida por nuestro territorio cultural leonés, tanto en la provincia como fuera de ella, la constituye el canto del ramo de navidad. Tras un bajón en su actividad tras los años sesenta del pasado siglo XX, durante los últimos diez o quince años su tra-dición ha vuelto a cobrar vigor, tanto en su modalidad navideña como en los realizados en otras festividades a lo largo del año. Esto se ha producido principalmente en los lugares donde se celebraba −antaño numerosos a juzgar por los ejemplos recogidos en los cancioneros y grabaciones de campo y por las versiones de grupos y coros−, y también en otros don-de sobre el mismo no hay indicios ni recuerdo, si es que existió su cele-bración, o bien donde son escasos al producirse este canto rara vez o de modo intermitente.

En los modernos entornos urbanos

y en poblaciones de este último tipo, la reciente puesta en valor del canto del ramo se ha visto propiciada gra-cias a la capital intervención de los

grupos de bailes tradicionales, gru-pos musicales y de otros colectivos y asociaciones. Grupos todos que, en muchos casos, también han pro-movido el bastidor de velas, ramas y frutas que se ofrece y llamamos “ramo” como elemento identitario alternativo a otros adornos navide-ños foráneos más comerciales, como es el caso del abeto. El planteamien-to conjunto del objeto y su canto han provocado sin duda la situación actual de reactivación costumbrista, aunque, salvo en las pequeñas po-blaciones donde se suele seguir ce-lebrando asociado a la Nochebuena y a la misa de gallo, o al día de Na-vidad, en el resto de casos el ramo de navidad se canta en otras fechas próximas y además no necesaria-mente en una iglesia. Hay pueblos donde el Ramo físicamente tras su ceremonial canto permanece en la

iglesia hasta el día de Año Nuevo, momento en que los mozos cantan propio su ramo, como es el caso de San Justo de la Vega.

Característica de la No-chebuena era la Pastora-da Leonesa o Corderada, que no es otra cosa que un Auto de Navidad, con la característica de la ofren-da de una oveja por parte de los pastores del pueblo. Éstos, agrupados gremial-mente o en una cofradía, en cada lugar legitimaban su protagonismo basándo-se en razones de similitud laboral. Así, tradicional-mente se arrogaban el de-recho de participación en este género dramático po-pular y religioso al hallarse su argumento protagoniza-

do por un grupo de pastores a los que se aparece un ángel para que se encaminen a adorar al recién nacido y ofrecerle sus presentes. Además de las ofrendas especificadas en el guión del auto, ellos como grupo realizan algunas danzas y ofrecen una oveja siguiendo un protocolo teatral similar al de los ramos y que se imbrica en la acción dramática general del auto. Esta es la caracte-rística que origina su denominación en tierras de León y en sus dos dió-cesis, en Zamora, Palencia o Valla-dolid. En otras zonas del centro del país también se conservan danzas igual de solemnes, aunque plantea-das en solitario en muchos casos con probabilidad al haber resultado des-gajadas del correspondiente auto, de tradición allí perdida hace mucho tiempo.

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Ramo de Navidad (León)

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Partitura de El Aguinaldo incluída en el libro “Cancionero Berciano” de Amador Diéguez Ayerbe y Fernández Luaña.

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Partitura de Los Reyes incluida en el libro “Cancionero Leonés” de Manuel Fernández Núñez.

Partituras de Nochebuena y San Blas, incluídas en el libro de M. Campos y J.L. Puerto “El tiempo de las fiestas. Ciclos festivos en la comarca leonesa de Rueda“, León, 1994.

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Si en el plano argumental existen tres versiones de pastorada, matiza-das por aportaciones locales, en el plano musical la pastorada se ajusta a un esquema bastante generalizado a pesar de las distintas versiones so-bre los libretos comentados, donde aparecen el pregón o canto del he-raldo de empadronamiento, el canto de villancicos, como: “suben y bajan los peces del río”, romances y can-ciones de tema navideño, que favo-recen la acción teatral permitiendo la entrada de los personajes y su co-locación en la escena mientras des-de el canto se describe el argumen-to evangélico: “para Belén camina una niña preñada…”. Seguirá en su puesta en escena a modo de ramo la entrada cantada y danzada de los pastores con la oveja y su interven-ción menos musical y más teatral, donde preparan “las migas” y se acuestan. A continuación el canto del ángel: “Alerta, alerta pastores…” por tres veces se incardina con diá-logos pastoriles. Acto seguido volve-rá a intervenir en el “gloria a Dios en las Alturas” y la invitación del “ra-badán” a que le sigan al portal los pastores: “pastorcitos conmigo…” y otros cantos similares del grupo de pastores y el coro femenino de “za-galas”, que aquí hacen su aparición musical. Luego con la presentación del niño por el ángel a los pastores “pastorcito mira-lé”, la adoración: “Ay que eres lindo”, las ofrendas “una manzana bella…”, “vámonos yendo” o “yo te ofrezco niño…”, etc. y sus danzas, así como varios cantos de despedida.

En el terreno de los cantos de ra-mos a santos es de destacar que la cofradía de Santo Tomás de Canter-bury de Puente Castro cada navidad repite el canto del ramo a Santo Tomás de Canterbury.

Igualmente por esas fechas y en el ámbito profano, se realizaban bailes y cantos relacionados con lo que se denominaban “los casorios”. Una tradición muy frecuente en estos días de fin e inicio de año en muchos pueblos, en las que se relacionaba a los mozos con las mozas surgiendo muchos matrimonios. En Gradefes “la ronda de mozos” la noche de fin

de año salía a cantar acompañada de los músicos tradicionales, esto se conocía como “salir a dar las no-vias”. Ante la casa de cada novia se cantaba: “a María le daríamos, / le daríamos por esposo …”, y por su parte ésta invitaba a merendar la tarde de año nuevo al mozo que le relacionaban.

En cuanto a las bandas de música, en los últimos años y a imitación del concierto de año nuevo de Viena se celebran algunos eventos musica-les en esa y otras fechas de estas fiestas. En ellos, repertorio clásico de banda u orquesta se mezcla con adaptaciones de música tradicional propia del tiempo donde no faltan los villancicos. Un repertorio similar se contagia en versión para banda de cornetas y tambores a las forma-ciones de este género que se en-cuadran en las cofradías de semana santa, con el que realizan pasaca-lles de recogida benéfica a modo de aguinaldo destinado a sus bolsas de caridad, solidaridad o recogidas de juguetes. Por su parte los coros ha-cen una labor parecida.

El otro auto representado en los pueblos leoneses es conocido popu-larmente como “los reyes”. Argu-mentalmente y a modo de guión es-tándar −teniendo en cuenta, como en las pastoradas, las diferencias existentes en los distintos tipos mo-delo de libreto−, dramatiza la llega-da a Jerusalén de los tres reyes si-guiendo una estrella, su visita al rey Herodes quien, tras sus consultas a los sabios y sacerdotes, por miedo a otro rey futuro, su furia provoca la matanza de inocentes. Sigue la vi-sita al portal y adoración al niño, la huida a Egipto tras la aparición del ángel a José, el regreso de los reyes y la despedida de todos los inter-vinientes cantando un texto final y exculpatorio de faltas al son de una melodía basada en la marcha real. Los reyes son mucho más teatrales y tienen menos números musicales, algunos de melodías coincidentes con las de las pastoradas, aunque cambiadas las letras. Como las pas-toradas, aunque había áreas donde la representación era anual, se ce-lebraban periódicamente cada cinco

o diez años −en el caso de alternar con las primeras− y no era frecuen-te que se celebrasen coincidiendo con pueblos próximos.

Pero también existe testimonio de un ramo de reyes, correspondien-te al berciano Peñalba de Santiago y recogido por Alicia Fonteboa y que como las pastoradas se celebraban en el interior de la iglesia. Los re-yes, aunque podía realizarse en el interior de la iglesia como ellas, nor-malmente se representaba en exte-riores como el atrio de la iglesia o la era, en la mañana del día de reyes, eso sí, buscando las horas cálidas del día. Como las pastoradas, geo-gráficamente se realizaban hasta en lugares muy cercanos a la capital leonesa como Armunia, Navatejera o Ferral. En los últimos tiempos y a pesar de sus lógicos paréntesis de representación, Villamuñío, Joari-lla de las Matas y Sariegos son los lugares que mantienen la tradición con cierta regularidad. Los dos últi-mos además con dos publicaciones monográficas en su haber.

El día de reyes, por la tarde o tras la misa mayor, en pueblos sin esta representación se repetía un género de aguinaldo conocido como “pedir los reyes”, cantando estrofas de letra muy generalizada como: “hoy es el día de reyes / primera fiesta del año / todas damas y doncellas / todas piden aguinaldo…” rematadas por el estribillo “buenos reyes…”. Ya se ha comentado que cuando el visitado no correspondía, existían cantos recriminando públicamente su tacañería, como en este bercia-no recogido por Amador Diéguez Ayerbe en el cancionero berciano: ”canteite los reyes / cabellos de ca-bra, / cantamos los reyes / no nos diste nada…” . Este género en algu-

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Torreznos

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nos pueblos en este día concreto también era conocido como “los torreznos” −pues tampoco es exclusivo de esta fecha, como se verá−, dado que el conjunto can-tor infantil o moceril a su cargo de-mandaba de los visitados este pro-ducto desde sus letras. Como en esta de Villacidayo: “la señora de esta casa / ya la veo yo venir / con el cuchillo en la mano / y el torrez-no en el mandil. / Buenos reyes…”. También en otros pueblos, princi-palmente de la ribera media y alta del Esla, este día de reyes pedían con sus canciones el aguinaldo al cura del pueblo tras acompañarle a su casa en ocasiones en “silla en-ramada” para el acto.

Para concluir diremos que en Gradefes se mezcla esta tradición petitoria “torreznil” con la de “las marzas”, género musical con que en otros lugares se abre el ciclo de primavera. Y esto es así porque la versión local sigue el modelo “mar-cero” más generalizado tanto en su puesta en escena −con un director del grupo con una vara cargada de cintas−, como textualmente, con su particular variación sobre el mode-lo citado más extendido del género. Su tradición local la reconoce como el canto de “las martas” y según el humor y disponibilidad del grupo fo-lklórico del pueblo y de otros veci-nos, todavía hoy y “en ronda”, como manda la costumbre, el día de reyes se sigue repitiendo de casa en casa el canto: “las martas, las martas, las martas tolendas, non vinon de Fran-cia ni de Engalaterra…”

En paralelo a lo acaecido en el en-torno religioso, en el profano de ori-gen más arcaico también en estos días de tránsito del año se mante-nían costumbres pre romanas, de carácter vegetal y naturalista, vin-culadas al entorno del “antruido” o carnaval. Dentro de éstas me refiero en concreto a las que protagonizan a modo de teatro de calle cierto tipo de personajes populares enmasca-rados y grotescamente disfrazados con pellejos y cargados de cence-rros con los que atronaban a la po-blación en sus pasacalles o rondas petitorias. Conocemos por Alonso y

Garrote la existencia en la maraga-tería alta de fines del XIX del grupo conocido como “las Xiepas” acom-pañadas de “los campaneiros” cuyos textos de cantos también recogiera dialectalmente Caitano Bardón en sus cuentos en dialecto leonés. Uno de ellos dice: “Prepara lus aguinal-dos, / mas que sean de reguiellas / y nusotrus vos daremos / cagallas pa las mundiellas”. En nuestros días en esa misma sierra del Teleno, aun-que al otro lado en la comarca de La Cabrera, de tal guisa se disfrazan en Pozos de “campanones”, en Man-zaneda y por año nuevo conservan la denominación citada de “cam-paneiros”, manteniéndose también en estas fechas y hasta principios de los ochenta, la costumbre de las “rondas de chocallos” o cencerros en otros pueblos cabreireses como indica el semanario «Ceranda», allá a finales de los setenta. Éstas eran realizadas por grupos de niños para pedir aguinaldo y celebrar posterior colación o merienda.

El día siete, siguiente a reyes, Gru-lleros celebra San Juliano, uno de los llamados Santos de Invierno, San-tos barbudos, Santos con Botas, etc. que se mencionan en este trabajo. Esta localidad mantuvo la tradición del canto del ramo al santo, aunque hace algún tiempo trasladó la cele-bración a junio.

Prosigue el mes de enero y nos dice

que “hasta San Antón pascuas son”. Alrededor de esta antigua fiesta, antaño celebradísima en casi todos nuestros pueblos, también aparecen algunas manifestaciones de noto-rio carácter teatral pregonadas en los atrios ante la imagen del Santo, quien porta un cerdo a sus pies do-tado de una esquila. Éstas se reali-zaban “a palo seco” por un ingenioso rapsoda local, que se presentaba a lomos de un borrico bien enjaezado y de modo más o menos musical en su interpretación. Leonís, loador del género en el pueblo de Las Grañe-ras, es a pesar de su avanzada edad el último ejemplo de esta tradición. Una práctica hoy con futuro gra-cias además de a otros jóvenes de ese lugar, a un magnífico seguidor de la misma en la recuperada fiesta de la capital leonesa, me refiero a Manuel Ferrero. Este género se co-noce como “los refranes”. Existían cantos propios del día, por ejemplo el que interpretan a coro los herma-nos de la bañezana cofradía de San Antón, algunos ya imbuidos del es-píritu del carnaval por su temática: “San Antón, San Antoñico, el dieci-siete de enero. Fui a dar agua a mi borrico, se me cayó en el reguero, fui a sacarlo por el rabo y me soltó cuatro pedos, tralarala la lá …” Tam-bién hay pueblos que en la iglesia cantan en esta festividad el popular “canto de los pajaritos de san Antonio”, muy difundido por todo

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Campanones (Pozos), 1970.- Foto de Demetrio Fernández

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el territorio ibérico y que yo mismo he escuchado para esta ocasión por ejemplo en San Mamés de la Vega. Un hecho que paradójicamente y sin duda, se produce por una ingenua asociación de ideas al referirse el milagro cantado al mundo animal, y al darse la coincidencia de su prota-gonista, San Antonio de Padua, otro santo muy popular igualmente y del mismo nombre. En su víspera y al-rededor de la hoguera se suele can-tar y bailar incluso, si hay dinero, con la intervención de unos músicos tradicionales o una charanga, como de modo muy animado ocurre toda-vía en Villademor de la Vega. Final-mente diremos que esta festividad también posee ejemplos de ramo en localidades como Vega de Infan-zones, Adrados e incluso algún otro referente de carácter satírico, como el de Espinosa de la Ribera que, como el anterior, reco-ge en su cancionero.

Santo Tirso, abogado de los males reumáticos y de huesos y por tanto muy ve-nerado antaño en toda la provincia y en especial en El Bierzo, entre sus festejos todavía mantiene sus ho-gueras, cantos y sus ramos al Santo. Villafranca del Bierzo conserva anualmen-te la tradición de la hogue-ra, donde no falta la colaboración de gaiteros locales y espontáneos al cante. Sobre los ramos, el texto y música de alguno aparece en el cancionero Berciano y en la propia capital la copla cantaba: “por Santo Tirso / los cojos van a Santa Ana / y yo como soy cojita / voy con mi pata galana”. Con bastante regula-ridad se canta en localidades como Grulleros y como anécdota, diremos que en la propia capital la hoguera tradicional de Santo Tirso, en San-ta Ana, competía con otras célebres pertenecientes a otras festividades ciudadanas. Parece ser que todo cayó en el olvido de principios a mediados del XX según Eguiagaray y Pallarés expone en su entrañable libro sobre la capital leonesa.

La noche de la víspera de Santa

Brigitte o Santa Brígida, última de enero, según la tradición acorde con mitología leonesa, era el momento en que unos seres fantásticos: los “reuberus”, engendraban las tor-mentas de todo el año. Ante esto, la mocedad tenía la ancestral obli-gación de subir al anochecer a los campanarios para realizar el talis-mán toque protector al “Santo Tor-mentero”. Sin cesar y en el ánimo de destruir “las truenas” o tormen-tas, se repetía y repite el “toque a nube”: “ten-te-nu-be, / ten-te tú, / que más pue-de / Dios que tú”. La gélida noche se cerraba con una hoguera y una íntima fiesta de los participantes. Esta “noche del ten-te nube” mantiene viva su pujanza popular en Fresno de La Vega, aun-que en otros pueblos de esa ribera y la de su afluente el Bernesga ha

caído en desuso. Es el caso de luga-res como Grulleros, Torneros, Vega de Infanzones, Alija de la Ribera, o aguas más arriba Villabalter. Se re-petía la tradición en diversos pueblos de la comarca de Valencia de Don Juan y de Los Oteros, o del Páramo, como Valdevimbre. En algunos pue-blos del Bierzo esta costumbre te-nía lugar de modo similar pero justo un mes más tarde. En pueblos del sur de la provincia, como Izagre, los mozos se revestían grotescamente de los modos descritos y cargados de cencerros asustaban al personal y pedían un aguinaldo consisten-te “en torreznos” para la posterior merienda. Recibían popularmente el nombre de “los brígidos” y no sería extraño, debido a su popularidad, que el repertorio de cantos relativo textualmente a los torreznos de re-

yes se hubiera repetido en muchos casos, al desprenderse un proceso de tradición oral y máxime en terri-torios tan cercanos.

Por otro lado, en la fiesta de “las candelas” varios ramos a la Virgen de la Candelaria y otros reperto-rios propios del día se conservan en los cancioneros leoneses. Man-zano recoge varios cantos en pue-blos como Castrocalbón, Otero de las Dueñas, Filiel o Murias de Ponjos además de un ramo de Ribera de la Polvorosa y otro de Campo, luego aludido. Pero por fortuna y de modo puntual documentado desde hace varios siglos, todavía todos los años los quintos de Cea ofrecen y cantan en colaboración con las mozas y al-ternados de la intervención de los

dulzaineros su particular versión local del Ramo.

No cabe duda que la can-ción himno del día era: “Si vas a San Blas, / trae un San Blasín, / que no sea muy grande / ni muy chi-quitín…”. De modo inter-mitente localidades como Campo, al lado de Ponfe-rrada, retoman el canto del Ramo a la Cande-laria paradójicamente el día de San Blas, siguiente

a ella. En el mismo además de la parte teatral de pastores, zagalas y demás personajes, al modo de la pastorada, los primeros explotan sus vejigas −hoy globos− en cada ofrenda a la Virgen. Una fecha de relevancia social marcada hasta no hace demasiados años y hoy per-dida, pues medio día era festivo en Ponferrada. San Blas, abogado de los males de garganta, y patrono de monasterios cistercienses como Gra-defes o Carrizo donde ha marcado la fiesta patronal local. En otros luga-res como el minero Sabero, durante sus actos religiosos la imagen del santo, profusamente adornada con frutas y caramelos, recibe el canto de las loas o gozos a San Blas. Un género del que ya en su día reco-giera también otro ejemplo el mu-sicólogo Juan Tomás en su trabajo

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Pastorada (Algadefe)

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de campo por esta provincia, en el que también incluye otras coplas al santo. Por último y en relación con el nivel de relevancia social pretéri-to de esta celebración en nuestros pueblos, haremos mención de la po-pular estrofa: “mocinas a san Blas / que fiestinas ya no hay mas…”, que también de seguro pudo ser canta-da en ocasiones.

La celebración de “las Águe-das”, en su patronímica el 5 de febrero, siguiendo la tradición y costumbres de las cofradías fe-meninas de La Bañeza y de su

colindante San Ma-més de la Vega, en los últimos años ha cobrado un auge in-esperado. Bajo su modelo festivo, en las comarcas que circundan La Bañe-za −La Valduerna, La Valdería, Valde-jamuz− raros son ya los lugares donde las mujeres este día y sin hombres, no se reúnan para festejar con bailes, cantos picarescos desde la procesión hasta el baile tras la comida confraternal. Una auténtica reliquia del género representa la conservación del ramo a Santa Águe-da de Vegacerneja que musicalmente se transcribe en el cancionero de Mi-guel Manzano.

Para concluir, injusto sería no apuntar que todo este repertorio musical de las comarcas leonesas y en especial el religioso navide-ño, además de por los músicos y etnomusicólogos referidos en diversos lugares de este trabajo, también ha sido seguido de cerca por los trabajos de investigado-res y etnógrafos contemporáneos de prestigio como entre otros Joaquín Díaz y Joaquín Alonso, José Luis Alonso Ponga, Concha Casado, etc. La difusión e interés despertado por sus investigacio-

nes ha provocado un claro empu-je social que, como resultado, ha contribuido a la puesta en valor y ensalce de estos géneros. Así, en las últimas dos décadas muchos vecinos de nuestros pueblos y ciudades entusiastas de la tradi-ción, numerosos maestros y do-centes en general, así como aso-ciaciones de toda índole y grupos folklóricos o de danza, han pro-movido la puesta en escena de este patrimonio sonoro a modo de muestra de su respectivo tra-bajo de campo. Grupos capitali-nos actuales como Aguzo, Tenada −asociación que editó un intere-sante librito-folleto al respecto del repertorio navideño−, San Pedro del Castro, Andadura, Xei-tu, etc., continúan el trabajo de otros homólogos de la provincia y de otros anteriores, en los que se incluyen los de Educación y Des-canso o de Sección Femenina, en su día promovidos por el régimen del general Franco y anteriores. También merece mención en lo relativo a la tradición de la pas-torada, el trabajo de Felipe Mag-daleno y La Coral Isidoriana, del grupo Arpegio o las iniciativas ve-cinales al respecto. Así como en lo relativo al canto de villancicos leoneses su vigencia en las inter-venciones y grabaciones de co-rales como la citada, o la Capilla Clásica, Solera Berciana, la Coral Excelsior, etc. o grupos como La Braña e intérpretes como el gui-tarrista García Velasco. Y llegado este punto aprovecho para des-pedirme y pido excusas al resto de personas o grupos no citados por obviar su mención debido a lógicas razones de espacio. •

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LA RONDA DE

BOLTAÑA

Abriendo puertas

La Ronda de Bol-taña es uno de los grupos con más

solera de Aragón. Una forma-ción pequeña, que nace y vive en una población de menos de mil habitantes perdida en el pirineo oscense, pero que supone un ejemplo de tra-yectoria y continuidad en el tiempo. Y un grupo que nos demuestra que con ganas es posible hacer música popular desde cualquier sitio.

La formación surgió en el año 1992, a partir de un grupo de amigos reunidos al-rededor de un grupo de paloteo local, con el que llevaban tocando ya desde algunos años atrás. Se plantea-ron el reto de recuperar la ronda, un acto que había sido parte importante de sus fiestas, pero se había perdido desde hacía ya un tiempo. Y de aque-lla idea han surgido casi dos décadas de actividad y más de 600 actuacio-nes por múltiples geografías.

Por aquella época de sus co-mienzos los sones de la gaita arago-nesa se daban casi por perdidos en la comarca, desde que en los años se-senta muriera el último de los gaite-ros de Sobrarbe.

La ronda dio alas de nuevo a

la gaita, a la que supieron unir la trom-pa (un oboe popular), los acordeones, y también guitarras, guitarricos, laúdes y bandurrias, los instrumen-tos de la rondalla. Con todos ellos, y con muchas ganas de hacer música y divertirse, empezaron a sonar jotas, pero también, como las ha habido siempre en las rondas de la montaña, mazurkas, polkas y pasodobles; en definitiva, músicas de Sobrarbe, del Pirineo entero y de todo Aragón.

A partir de 1994, el grupo abre horizontes comenzando a rondar por los pueblos del Sobrarbe. Dice el propio grupo que “fueron ellos −porque uno a sí mismo no se lla-

ma− quienes nos dieron este nombre que hoy tenemos: La Ronda de Boltaña. Y cuando nos oímos llamar así, nos pa-reció que no había otra manera mejor de llamarnos (...o de que nos llamaran)”.

Así se consolidó esta formación que desde que lanzaran en 1996 su primer disco bajo su mismo nombre, empezó a simultanear las ron-das con actuaciones de esce-nario, festivales, etc. Desde entonces hasta la actualidad otros tres discos más han ido engrosando el currículo de La Ronda de Boltaña: “Bande-

ras de Humo” (1998), “Un País de Anochecida”(2001) y ”Salud País”, publicado en 2007, tras seis largos años de silencio, que reúne en vein-te temas la esencia y el espíritu de Teruel, en el que se inspiraron y del que partió la idea del disco.

Durante todo este tiempo, el éxito logrado no ha conseguido alejar a sus componentes de sus verdade-ras raíces, y siguen apostando por el contacto directo con la gente, con el sabor de las rondas, que según ellos dicen “ nos mantiene en contacto con nuestra verdadera manera de enten-der y disfrutar la música popular: in-

Último cd de La Ronda de Boltaña

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tegrados en las calles de nuestros lugares, rodea-dos de albahaca, rosqui-llas y vino rancio, y con nuestra gente alrededor, no como meros espec-tadores sino como parte activa e imprescindible de la ronda, de la fies-ta”.

Toque La Ronda de Boltaña donde toque −escenario o ronda− la formación e instrumen-tos son los mismos que vieron nacer al grupo. Ahí están las voces de sus componentes, que se unen a los instrumen-tos propios de la ronda-lla (guitarra, guitarro, laúd y bandurria). Junto a ellos toman protago-nismo los instrumentos tradicionales de la tierra pirenaica: la gaita de boto, la trompa −oboe popular−, y represen-tando a las tierras del Viejo Aragón, el chuflo −una flauta de tres agu-jeros acompañada por un tambor de cuerdas− y el salterio. Completan el grupo el clarinete y el acordeón −tanto cro-mático como el antiguo

diatónico− que, sin ser popular, tiene una larga historia y un importan-te papel en las músicas, sobre todo de baile, del Pirineo.

Con todos ellos hace sonar La Ronda pa-sodobles, polkas y ma-zurcas; las viejas danzas del Pirineo −el Tin-tan, el Cascabillo, los palo-tiaus...− así como mú-sicas de cualquier lugar del mundo que les lle-guen al corazón: piezas tradicionales, o de nue-va creación; canciones, bailes... y alguna jota.

Ellos mismo nos definen lo que son y quieren seguir siendo: “Ronda al estilo de la montaña: ante una puer-ta se canta, ante otra se baila... y en todas se come, se bebe y se cha-rra con tantos amigos, parientes y vecinos que hoy viven lejos y a los que hacía un año que no se veía.” •

Todo esto y más enhttp://www.ronda-

dors.com/

- ¿Qué es lo que ca-racteriza mus ica l -mente ha-blando a La Ronda?- Sobre todo las le-tras de las canciones de nuestro compositor Manuel Do-m í n g u e z .

Letras con profundo mensa-je que llegan más allá de las fronteras de Aragón, y con gran variedad de interpre-taciones que te sorprenden incluso después de muchos años leyéndolas, cantán-dolas. Letras de fiesta, de nostalgia, de dignidad y ra-bia, de recuerdo, de agua… Luego, como no, la voz clara y estremecedora de nuestro cantante Antonio Melendo que pone los pelos de pun-ta, la fuerza de los coros y la mezcla de sonidos de gaitas de boto, trompa ribagorza-na, acordeones, cuerdas…- ¿Cómo se hace para que un grupo que nace en un pueblín del pirineo ara-gonés sobreviva tantos años? Quizá porque somos un gru-po de amigos que tocamos por afición en los lugares donde nos llaman y tantos años después nos sigan lla-mando. Tal vez son ellos los que nos “obligan” a sobrevi-vir.- La gaita de boto... ¿por qué se llama así y qué tie-ne de especial en su afi-nación y sonoridad?Se suele llamar “gaita” a los instrumentos de viento con que se celebran las fiestas más tradicionales. En gran parte de Aragón y de Espa-ña, se suele llamar gaita a la dulzaina. En el norte de nuestra comunidad se llama gaita a la “Gaita de Boto”, que consta de soplador,

boto, bordón en Do, y un cepo que comparten el clarín (afinado en Do, con octava y media) y un pequeño bordón llamado bordoneta, también en Do.- Aparte de la jota, ¿se puede decir que la músi-ca tradicional aragonesa tiene personalidad pro-pia?Naturalmente, y así lo ha sido “desde siempre”.- ¿Cómo entrasteis en el mundillo de la música tra-dicional los de la Ronda?Existe en Boltaña la tradición de realizar rondas: dicen los abuelos que las había de gaita y voz (nosotros no las conocimos). De pequeños vivimos las de rondalla y las de los músicos profesiona-les del lugar, con violines, clarinetes, guitarras... Ya de mayores, nosotros también salíamos a rondar. Por otro lado, existe un muy antiguo baile de bastones (paloteau) que tradicionalmente se in-terpreta en todas las fiestas, al que incorporamos la gaita de boto, acordeón y trompa. De ahí pasamos los instru-mentos tradicionales a las rondas y con las letras de Manuel nació el grupo, de esa mezcla de espíritu ron-dador, sonido tradicional y mensaje.- Si tuvieras que calificar el estado de vitalidad de esta música en vuestra comarca y en Aragón. . . La música forma parte de la vida, no hay una sin otra. Este tipo de música es vital como lo son las gentes, pero creemos que éste es un gran momento.- Proyectos de futuro de vuestra formación. . . Nuestro futuro es… como nuestra vida, día a día lo vamos configurando sin ob-jetivos a largo plazo ni otra intención que pasarlo bien e intentar que lo paséis bien con nosotros. •

de visita Por Julián de María

(Miembro de La Ronda)

Page 38: REVISTA MT nº 1 - Otoño 2009

38 M.T.

I. E

. S.

León

Felip

e – B

enavente

MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- LIBROS

El Cancionero del Reino de León for-ma parte de una Colección de doce libros sobre Folklore Musical español que rea-

lizara Juan Hidalgo Montoya y editara Antonio Carmona en las postrimerías de la década de los 70 del pasado siglo en Madrid.

La publicación, de tamaño muy mane-jable y un total de 154 páginas, es un ejemplo del interés de la España preautonómica por dar a conocer la música más característica de cada una de sus regiones. Y es asimismo un testigo histórico del concepto que se tenía en aquella España de nuestra tierra.

El libro aborda la música del Reino de León, enmarcando éste en el territorio de las provincias de León, Zamora, Salamanca, pero también Valladolid y Palencia. Es decir, en lo que se dio en estudiar en la escuela durante al-gunos años del franquismo como Reino de León, debido a que sus límites geográficos históricos, que incluían parte de ambas provincias orienta-les, no coincidían con los provinciales, optando según la ocasión por incluir o no estas provin-cias en nuestra región.

El Cancionero incorpora, así pues, tona-das y cantos de cada una de las cinco provin-cias reseñadas. Su valor más claro estriba desde nuestro punto de vista, y por eso lo traemos a primer plano aquí, en que supone una recopi-lación en un solo volumen, de un interesante número de canciones tradicionales de nuestra tierra, que en cualquier otro caso habría que buscar en diferentes cancioneros provinciales o locales. Y que es un intento de abarcar todo nuestro territorio musical de manera conjunta.

Por lo demás, escaso o nulo valor osten-ta. No pretenda el lector encontrar en él ningún tipo de análisis musicológico o algo parecido, limitándose el recopilador a incluir la transcrip-ción musical de los temas, agrupados éstos por provincias.

El cancionero recoge 52 canciones y dan-zas de la provincia de León, 23 oriundas de la provincia zamorana, y 74 salmantinas.

Hay que reseñar que a pesar del valor etnográfico de los temas en sí, la publicación presenta errores de bulto impensables a priori, como lo es incluir la famosa tonada toresana de “El tío Babú” o la charra “Dices que no me quieres” dentro de las representativas de la pro-vincia de León. Lo cual denuncia acertadamente Miguel Manzano en su arranque del Cancio-nero leonés, aduciendo que es muy posible que el supuesto recopilador del Cancionero del Rei-no de León hiciese “su trabajo” sin salir de su despacho madrileño. Miguel Manzano constata que la recopilación fue simplemente copia (y sin haber solicitado permiso alguno ni citar la pro-cedencia) de varios cancioneros anteriores: del de Fernández Núñez, de Felipe Pedrell, y de la Sección Femenina.

Este desconocimiento de la realidad de nuestra tierra por parte del recopilador-copia-dor que da lugar a errores tales, lo corrobora también el autor de su Prólogo, al tratar en todo momento al cancionero como la consecución fi-nal de la música relativa a las dos Castillas.

En todo caso, sirvan estas líneas para ha-cer públicas las apreciaciones anteriores y situar al Cancionero del Reino de León en su justa va-lía desde el punto de vista histórico y etnomusi-cológico. • GOYO DIEZ

Page 39: REVISTA MT nº 1 - Otoño 2009

39M.T.

I. E. S

. León Felipe – Benavente

----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ENLACES

http://www.fomentomusical.org

El Consorcio de Fomento Musical de Zamora man-

tiene activa una interesante página web para toda aquella persona interesada en las mú-sicas tradicionales de la pro-vincia zamorana.

La página incorpora una sec-ción de Documentos musi-cales que posibilitan al nave-gante acercarse a los temas populares desde el propio do-cumento sonoro. Con ello se pretende acercar al interesado de una manera cómoda al me-nos a una parte de las cerca de mil horas de grabaciones que el Consorcio de Fomento Mu-sical Zamorano ( y antes Cen-tro de Estudios de Folklore) ha realizado desde hace más de 30 años, y que residen en sus archivos, actualmente en pro-ceso de digitalización.

Así, desde esta página web es posible realizar un recorri-do auditivo por la música de la tierra de Alise a través del CD relativo a esta comarca za-morana que se grabó para la Colección “Rasgos” de Música Tradicional zamorana hace ya 31 años, dar una vuelta por la provincia zamorana gracias al disco titulado “ Paseos por Zamora” editado en 1995, o conocer un poco más del re-pertorio popular del ciclo de invierno por medio del disco de canciones populares de Na-vidad que también incorpora esta sección y que es la última incorporación a este archivo sonoro. Junto con estos ar-hivos en mp3 se adiciona un

muy interesante libreto de los mismos, que enriquece con explicaciones y datos cada una de las piezas que incorpora el disco en cuestión.

Pero además la web ha añadi-do en las últimas semanas otra sección dedicada al repertorio tradicional de la culturalmente hermana comarca portuguesa de Tras-Os –Montes. En ella es posible acceder a un elenco interesante de partituras en pdf que resumen el reperto-rio para flauta y tamboril, pero también para gaita, de estas tierras portuguesas vecinas de las zamoranas.

La página ofrece también una relación por fechas de las ro-merías de la provincia de Za-mora (2009), momentos y ac-tos con especial presencia del folclore zamorano, así como información relativa a la pro-pia actividad de la entidad y de las Escuelas de Folklore que mantiene funcionando en di-ferentes puntos de la geogra-fía provincial, señalando los instrumentos que se pueden estudiar encada una de ellas.

El apartado de enlaces cierra el interés de esta recomenda-ble página sobre música tradi-cional.

Para consultar todos estos achivos es necesario regis-trarse previamente, lo cual se realiza de manera sencilla y gratuita tan sólo en unos se-gundos. •

Sección para acercaros algunas páginas web relacionadas con la música tradicional que nos parecen de gran interés

Page 40: REVISTA MT nº 1 - Otoño 2009

40 M.T.

I. E

. S.

León

Felip

e – B

enavente

MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 -----------

Presentación de la Revista MT en el Museo Etnográfico de

Castilla y León

Leído 181 veces desde: 16-09-2009Tierrafolk

Presentación de la Revista MT a los medios de comunicación y a todas las personas interesadas.

Jueves, 17 Septiembre 2009 12:00h

Salón de ActosLa Revista MT que acaba de nacer es la primera publicación digital sobre música tradicional de las comarcas del antiguo

Reino de León. Promocionada desde el IES León Felipe de Benavente tiene periodicidad trimestral y está pensada desde la

óptica de las nuevas generaciones.

Viernes 18 de septiembre de 2009

Responsables del Instituto «León Felipe» durante la presentación

de la revista en el Museo Etnográfico. Foto Sergio Campano

Responsables del centro presentan, en el Museo Etnográfico de Zamora, la primera publicación

electrónica

M. A. C.El Instituto benaventano, «León Felipe», presentó

ayer la «Revista MT» para los amantes de la música

tradicional de la región.

Responsables del IES «León Felipe» llevaron a cabo

la «puesta de largo» de la publicación digital en el

salón de actos del Museo Etnográfico de Castilla y

León en Zamora en la que tanto el director, Manuel

Guillén, como Gregorio Díez y Salustiano Fernández,

director y subdirector de la revista respectivamente,

glosaron la iniciativa del Centro de Enseñanza.

La Revista MT nace ligada a la publicación de «La

Mandrágora» del IES, de la que es un suplemento,

pero pretende abarcar e incluir a todos los amantes

de la música tradicional de la Región. La publicación de «La Mandrágora» está elaborada por la comunidad

educativa del Centro de Enseñanza, así como antiguos alumnos y profesores y aficionados a la lectura y la

creación artística en general. Con una periodicidad trimestral y con una sección de noticias de actualidad, en la

Revista MT se encuentran las noticias del momento sobre la música tradicional, sus artistas, grupos musicales,

eventos y conciertos. Las entrevistas a músicos y personajes relevantes del mundo del folk de la región,

monográficos sobre entidades e instituciones que trabajen en la difusión de la música tradicional, son otros de

los aspectos reseñados en la publicación.

La Revista MT que acaba de salir a la luz es la primera publicación digital sobre música tradicional de las

comarcas del antiguo Reino de León. «Está pensada desde la óptica desde las nuevas generaciones», hace

hincapié su director Gregorio Díez.

Esta publicación electrónica está estructurada a lo largo de 60 páginas en una serie de secciones definidas,

que abarcan muchos de los principales aspectos del folclore tradicional de la región, tanto desde el prisma de

lo que se viene haciendo en los momentos actuales como de la propia música popular.

En el primer número de la revista se habla sobre la Primera Gala-Concierto de los Premios MT2009, se

relatan, además, los principales eventos folclóricos acontecidos en el último trimestre, entrevistas a destacados

músicos, así como se dan a conocer discografías, libros y enlaces sobre la música tradicional. La primera

publicación hace una mención especial a la Escuela de folclore de Sanabria, del mismo modo que divulga la

labor callada de artesanos luthiers de la tierra.

La presentación de la nueva publicación digital se hace, además, de forma cómoda y atractiva en su dirección

electrónica: http://revistamt09.blogspot.com/.

NOTICIAS

Divendres, 27 de novembre 2009En aque

POLÍTICA INTERNACIONAL ECONOMIA I FINANCES SOCIETAT ESPORTS SUCCESSO BARCELONA GIRONA LLEIDA TARRAGONA Occitan Canal Agro

Ávila | Burgos | León | Palencia | Salamanca | Segovia | Soria | Valladolid | Zamora |Innova

ZAMORA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Museo Etnográfico Regional acogió hoy la presentación de la revista M.T., una publicación digital quepretenden difundir todos los aspectos relacionados con la música tradicional de las comarcas del antiguo Reino deLeón, según explicó Gregorio Díez, director de la revista, durante la presentación.

La publicación, añadió, surge impulsada por el instituto León Felipe de Benavente y al amparo de los premiossobre música tradicional convocados por primera vez el año pasado. "Pensamos que se quedaban cortos y quesería un buen sistema para seguir abordando un mundo tan rico como el de la música tradicional", apuntó.

El formato digital se eligió, precisamente, para atraer a los jóvenes y lograr la implicación de un público quetiene el sistema digital perfectamente asumido. Además, el hecho de que la revista se publique a través deinternet ofrece también muchas facilidades para participar a los habitantes del medio rural, que esfundamentalmente donde se encuentra la música tradicional. El hecho de no tener fronteras se ha demostrado yaefectivo, ya que algunas colaboraciones han llegado incluso desde Israel.

El número cero que ya se puede ver en la dirección electrónica http://revistamt09.blogstop.com está formadopor 60 páginas a través de las cuales se aborda la música tradicional desde muchos puntos de vista. Hay tambiénartículos sobre indumentaria, una sección de opinión con la que los promotores pretenden "provocar la reflexión yel debate", reseñas sobre grupos de música de las distintas comarcas de León, Zamora y Salamanca, losganaderos de los primeros premios M.T. y acontecimientos culturales de los últimos meses.

Gregorio Díez aseguró que los impulsores de la revista se encuentran satisfechos del resultado del primernúmero, ya que en apenas una semanas se han logrado más de 40.000 entradas. El próximo número se publicaráa lo largo del mes de octubre.

17/09/2009 - 7:05

El Museo Etnográfico de Castilla y León (Zamora) albergará hoy, día 17, la presentación del primer númerode la publicación digital 'Revista M.T.' sobre música tradicional de las comarcas del antiguo Reino de León,revista promocionada desde el IES León Felipe de Benavente.ZAMORA, 17 (EUROPA PRESS)

El Museo Etnográfico de Castilla y León (Zamora) albergará hoy, día 17, la presentación del primer númerode la publicación digital 'Revista M.T.' sobre música tradicional de las comarcas del antiguo Reino de León,revista promocionada desde el IES León Felipe de Benavente.Según informaron a Europa Press fuentes del espacio cultural, la revista es la primera publicación digitalsobre música tradicional de las comarcas del antiguo Reino de León y, promocionada desde el IES LeónFelipe de Benavente, tiene periodicidad trimestral y está pensada desde la óptica de las nuevasgeneraciones.

La publicación se estructura a lo largo de 60 páginas en una serie de secciones definidas "que abordanmuchos de los principales aspectos de nuestro folclore tanto desde el prisma de lo que se está haciendocomo de la propia música popular".

Así, este primer número de la Revista M.T. aborda temas como la 1ª Gala-Concierto de los Premios MT2009, relata los principales eventos folclóricos acontecidos en el último trimestre, entrevista a destacadosmúsicos, da a conocer discografías, libros y enlaces sobre música tradicional, se acerca hasta la EscuelaComarcal de Folclore de Sanabria o divulga la labor callada de artesanos luthiers de la tierra.© Ecoprensa S.A. - Todos los derechos reservados - Nota Legal - Quiénes somos - Suscripciones -Publicidad - RSS - Archivo - Ayuda

1 de 127/11/2009 11:12

MÚSICA TRADICIONAL

NOTA DE PRENSA

6 de agosto de 2009

La Revista MT surge desde el IES “León Felipe”de Benavente para la generalidad de lasprovincias de León, Zamora y Salamanca, comouna continuación en la difusión y trabajo sobrenuestra música popular, después del éxitoobtenido por los Premios MT 2009, cuya Gala deentrega tuvo lugar en el Teatro “Reina Sofía” deBenavente en el pasado mes de mayo.La Revista MT se plantea como una iniciativa complementaria a la par que distinta a los Premios delnombre, y viene a cubrir un vacío en el campo de la música tradicional de nuestras comarcas, del cuademanda.

La Revista nace en edición digital y su periodicidad será trimestral. Supone una novedad tanto por su tecomo por su formato. El nº 0 de la Revista MT se desarrolla a lo largo de 60 páginas, en las cuales sucediendo diferentes secciones en relación a la música tradicional de nuestra tierra. En cada uno números empezando por el actual, se abordan distintos apartados del folclore, tales como el Patetnomusicológico, Nuestros Maestros, las Escuelas de Folclore comarcales, las Crónicas de los prinacontecimientos sobre música tradicional acontecidos en el último trimestre, etc., etc.http://revistamt09.blogspot.com/

adn » cultura

Europa Press , ZAMORA | 16/09/2009 | comentarios | Votar +0 -0 | Imprimir

El Museo Etnográfico de Castilla y León (Zamora) albergará mañana la presentación

del primer número de la publicación digital 'Revista M.T.' sobre música tradicional de

las comarcas del antiguo Reino de León, revista promocionada desde el IES León

Felipe de Benavente.

Según informaron a Europa Press fuentes del espacio cultural, la revista es la primera publicación

digital sobre música tradicional de las comarcas del antiguo Reino de León y, promocionada desde el

IES León Felipe de Benavente, tiene periodicidad trimestral y está pensada desde la óptica de las

nuevas generaciones.

La publicación se estructura a lo largo de 60 páginas en una serie de secciones definidas "que

abordan muchos de los principales aspectos de nuestro folclore tanto desde el prisma de lo que se

está haciendo como de la propia música popular".

Así, este primer número de la Revista M.T. aborda temas como la 1ª Gala-Concierto de los Premios

MT 2009, relata los principales eventos folclóricos acontecidos en el último trimestre, entrevista a

destacados músicos, da a conocer discografías, libros y enlaces sobre música tradicional, se acerca

hasta la Escuela Comarcal de Folclore de Sanabria o divulga la labor callada de artesanos luthiers de

la tierra.

PORTADA EDITORIAL OPINIÓN LEÓN ÁREA METROPOLITANA EL BIERZO COMARCAS CASTILLA Y LEÓN PANORAMA VIVIR DEPORTES 7 DÍAS H

Hemeroteca

Portada > Vivir

Imagen promocional de la nueva publicación y

portada del primer número.

CULTURA / Folclore

La publicación benaventana ‘Música Tradicional’ inaugura su primer número en la Red

A.Negro / LeónEl patrimonio musical tradicional de Zamora, León

y Salamanca comparte ya publicación digital.

Nacido en el seno del Instituto de Educación

Secundaria “León Felipe”, en la localidad

zamorana de Benavente, y auspiciado por varios

profesores y expertos en folclore comarcal, como

la profesora Ana Paz Alonso del instituto ‘Los

Sauces’, la revista ‘MT’, Música Tradicional, tiene

ya en la Red su primer número gratuito.

Con una periodicidad trimestral, la revista

expondrá en reportajes y entrevistas el

patrimonio de las tres provincias, todas ellas unidas por un denominador común. En su primera

publicación, Sanabria o los carros de la leña de Valencia de Don Juan protagonizan algunas de

las sesenta páginas de las que consta la publicación.

8 N ZAMORAEL NORTE DE CASTILLA

VIERNES, 18 DE SEPTIEMBRE DEL 2009

GRANDES PELÍCULAS

DEL CINE

DE HOY

DOMINGO 20«MONSTER»

por sólo 0,80 €

Caja España rindió un homenaje al compositor Albéniz, en el

año del centenario de su muerte, con un recital que incluyó cin-

co visiones diferente de su música. Los interpretes que actua-

ron en Zamora han sido Diego Fernández Magdaleno, Guiller-

mo González y Juan Manuel Consuegra.

Un momento de la actuación. / LUIS CALLEJA

Recital de homenaje alcompositor Albéniz en Zamora

lejano como Israel.La publicación electrónica,

que nació como un suplemento

de la revista del IES León Felipe

«La Mandrágora», está promovi-

da por profesores de este institu-

to benaventano y en ella se pre-

tende implicar también a los

alumnos de este centro educati-

vo, algunos de los cuales ya han

colaborado en el número cero.

HomogeneidadLa elección del antiguo Reino de

León como ámbito geográfico de

la revista se debe a que abarca

una extensión de tamaño medio

en la que «culturalmente hay

cierta homogeneidad» en los ins-

trumentos de la música tradicio-

nal de León, Zamora y Salaman-

ca.Tras el número cero de la pu-

blicación presentado ayer y co-

rrespondiente al verano de 2009,

está previsto que en otoño salga

un nuevo número de la revista

MT, previsiblemente en el mes

de octubre.La revista, que incluye artícu-

los y fotografías a color y se pue-

de ver a través de la página web

http://revistamt09.blogspot. com,

pretende convertirse en una re-

ferencia de a información sobre

música tradicional de las provin-

cias de León, Zamora y Salaman-

ca.En la presentación de la revis-

ta, los docentes del León Felipe

artífices de la publicación seña-

lan que después de «un camino

ilusionante pero arduo» por fin

ha nacido la revista MT, con la

que se pretende «satisfacer la de-

manda existente en todo lo rela-

cionado con nuestra música tra-

dicional».

Una publicación digital recoge lamúsica tradicional de ZamoraLa revista MT, impulsada por el instituto León

Felipe y que incluye temas de Salamanca y

León, ha recibido 4.000 visitas en Internet

ALBERTO FERRERAS ZAMORA

El Instituto León Felipe de Bena-

vente ha recogido el testigo para

difundir la música tradicional y

darla a conocer a través de las nue-

vas tecnologías. Para ello ha im-

pulsado la creación de la revista

digital MT, una publicación de pe-

riodicidad trimestral sobre músi-

ca tradicional de las comarcas del

antiguo Reino de León en la que

se recoge el folclore de las provin-

cias de León, Zamora y Salaman-

ca.La publicación, que ayer se pre-

sentó en el Museo Etnográfico de

Castilla y León, con sede en Zamo-

ra, incluye en su número cero se-

senta páginas que en las primeras

semanas de publicación «on-line»

han recibido casi 4.000 visitas, lo

que refleja un éxito sin apenas pro-

moción que ha sorprendido y agra-

dado a los promotores de la publi-

cación.En el número inaugural de la

nueva publicación se ha incluido

información sobre la gala-concier-

to de los premios MT 2009, los prin-

cipales eventos folclóricos del úl-

timo trimestre, además de incluir

entrevistas a músicos, reseñas so-

bre discografías y libros y enlaces

sobre música tradicional, entre

otras contenidos.

Conectar con los jóvenes

El director de la publicación, Gre-

gorio Díez, ha explicado que el for-

mato digital elegido para la revis-

ta responde al interés de que la

música tradicional conecte con la

juventud y los contenidos de la re-

vista sean accesibles de forma gra-

tuita desde cualquier parte del

mundo. De hecho, por el momen-

to han recibido comentarios a la

publicación hasta de un país tan

CONCIERTO

Música irlandesaen laCuevadel JazzEsta noche a partir de las 23:30 actuará la banda de blues irlandés

Brian Meakin Band, en la Cueva del Jazz. La entrada tiene un pre-

cio de cinco euros. El líder de la banda Brian Meakin, un guita-

rrista autodidacta, lleva desde los 16 años en contacto con el mun-

do de la música. Brian ha pertenecido a multitud de formaciones

desde sus inicios, hasta que formó el grupo que lleva su propio

nombre. / EL NORTE

INCENDIO

Controladoun incendio enAsturianos

Un incendio originado a las 15.30 horas de ayer, en el término de

Entrepeñas (Asturianos) quedó controlado una hora después de

su inicio. La superficie quemada es de 0,10 hectáreas y afecto a ma-

torral, roble y encinas. Para combatirlo se necesito la interven-

ción de dos agentes medioambientales y una cuadrilla de tierra.

Medio Ambiente indica que el fuego fue provocado de forma in-

tencionada. / EL NORTE.

MÚSICA

Interpretaciónde violonchelo y pianoEl centro cultural de Caja España ha organizado el concierto a car-

go del dúo de violonchelo y piano, integrado por Josetchu Obre-

gón e Ignacio Pregó. Interpretarán piezas de Sergei Rachmaninov,

Anton Webern, Gaspar Cassadó y Claude Debussy. Será el 28 de

octubre, a las 20.30 horas. /EL NORTE

Brian Meakin tocando la guitarra. / EL NORTE

EL NORTE ZAMORA

La segunda vuelta en bicicleta por

las calles de la ciudad de Zamora,

la activida de de esta jornada in-

cluida en el programa de las jor-

nadas sostenibles, obligará a un

nuevo corte de tráfico por la ciu-

dad, como ya ocurrió el pasado

martes, por las calles en las que se

desarrolla el recorrido. Será a par-

tir de las 20.30 horas y afectará a

la Plaza Mayor, calle Renova, pla-

za de Sagasta, calle San Torcuato,

plaza del Maestro, calles del Aire,

Alfonso de Castro, Santa Clara,

Cortinas de San Miguel, plaza Fer-

nández Duro, calles Benavente,

Diego de Ordax, San Andrés, Ra-

mos Carrión, plaza de Viriato, Rúa

de los Francos, Rúa de los Nota-

rios, calles San Isidoro, del Tron-

coso, plaza de San Ildefonso, pla-

za de Claudio Moyano y plaza de

Viriato.La jornada de ayer tuvo como

escenario la sede de la Fundación

Rei Afonso Henriques, que acogió

la conferencia sobre el proyecto

europeo Civitas; donde participa-

ron los ponentes de las ciudades

de Burgos y Coimbra para expli-

car como funciona este proyecto

sostenible en sus respectivas ciu-

dades

Ruta jacobeaMañana, a partir de las 16.45 ho-

ras se realizará un ruta jacobea a

pie de alrededor de 10 kilómetros,

por el camino portugués de la Vía

de la Plata.El recorrido se iniciará desde

las escuelas de San Frontis, los

participantes dispondrán de auto-

buses para regresar a la ciudad.

El domingo a partir de las 10.00

horas se celebrará el tradicional

‘Día de la bicicleta’, se saldrá des-

de la Plaza Mayor, y a partir del

mediodía se incorporarán al reco-

rrido para los más pequeños.

Nuevos cortes de tráfico enel casco urbano con motivodel paseo en bicicleta

La interrupción de lacirculación coincidirácon el recorrido y seráa partir de las 20.30

Gregorio Díez es el director de esta nueva revistadigital.

ENTREVISTA | GREGORIO DÍEZ | DIRECTOR DE LA REVISTA MT

«Lo del Reino de León es una realidad culturalevidente»León, Zamora y Salamanca, la región cultural leonesa, ya tiene una publicación dedicada a su músicatradicional. El número cero de «MT» puede leerse, vía Internet, «desde la Montaña hasta CiudadRodrigo»

14/08/2009 e. gancedo | león

Todo comenzó en el Instituto de EducaciónSecundaria León Felipe de Benavente (Zamora),donde el amor por los sones populares del reinoleonés fraguó, primero, en unos premios a lamejor promesa joven y a la banda con la mejortrayectoria de las tres provincias. Ahora continúaesa aventura con una revista digital, MT , dirigidapor Gregorio Díez.

-¿Cómo surgió la idea de publicar unarevista dedicada a nuestra músicatradicional, y qué relación tiene con elconcurso MT?

-La idea nace debido a que desde el IES LeónFelipe nos planteamos trabajar la músicatradicional desde una óptica global y no sólo demanera puntual. Los Premios MT, cuya primeraedición se clausuró con gran éxito hace tresmeses, supusieron un primer toque de atención yun primer impulso, pero éstos sólo cubren unaparte de lo que entendemos debe ser la difusiónde nuestra música tradicional, por lo que en elmismo centro se comenzó a publicar un pequeñosuplemento sobre este tema.

-¿Y tuvo éxito?

-Sí, porque rápidamente nos dimos cuenta de que había demanda social de una publicaciónseria y amplia que diese cobertura a nuestra música, y que no dejase morir todo el ímpetu yrevitalización que se había generado a partir de los Premios MT. Además, nos fuimos dandocuenta de que había gente dispuesta a tirar de este carro, entre ellos jóvenes, y la oportunidadno se podía dejar pasar. Así pues, MT surge como una iniciativa complementaria pero a la vezdistinta a los premios del mismo nombre: por una parte hay unos premios de convocatoriaanual, cuya segunda edición comenzará este mismo otoño, y por otra una revista con presenciacontinua durante todo el año. Podríamos decir que los premios, gracias al apoyo de Everest,Caja España, el ayuntamiento de Benavente y de toda la gente que participó masivamente enellos, nos demostraron que era posible y necesario seguir en este camino de construirpropuestas a favor de nuestra música.

-¿Los temas se centran en la música y músicos del Reino de León o se abre también aotras regiones?

-La revista MT está abierta a la difusión de la música tradicional con mayúsculas, venga dedonde venga, pero es evidente que nace también con el objetivo claro de profundizar en elconocimiento de la de las provincias de León, Zamora y Salamanca, pues es evidente queexiste una realidad cultural y etnomusical que presenta rasgos bastante homogéneos y que secorresponde aproximadamente con ese territorio. Nos hemos dado cuenta en el tiempo en quellevamos trabajando la música tradicional de nuestra región, que mucha gente desconoce laexistencia de gran parte de los grupos o músicos tradicionales de su tierra, a pesar de podernombrar a muchos artistas de regiones vecinas. En este número cero, por ejemplo, abordamosla música tradicional de Andalucía, y destacamos a Lombarda como uno de sus grupospunteros, a la vez que damos cabida en sus páginas, como no podía ser de otra manera, agrupos y músicos tan significativos de nuestra tierra como Mayalde, Son del Cordel o el jovenBenjamín Rodríguez.

-¿Dónde se puede adquirir?

-La revista MT nace en edición digital, por lo que vive en internet. Todo el que quiera leerla tienesimplemente que teclear en internet la siguiente dirección: http://revistamt09.blogspot.com/ y yala tiene a su disposición. Desde el primer momento apostamos porque MT fuese digital, tantopor estar vinculada a un centro educativo como por el hecho de que uno de nuestros objetivoses que la revista llegue y pueda ser leída desde cada punto de nuestra geografía, o desdecualquier parte del mundo. De esta manera, nos consta que se está siguiendo con interés y demanera muy accesible, desde la Montaña Oriental de León hasta la comarca de CiudadRodrigo en Salamanca. Pero aún hay más: nos están llegando felicitaciones desde Madrid, yhasta desde Israel.

-¿Qué periodicidad tiene y qué metas se ha impuesto?-Nace con una periodicidad trimestral, tratando de abarcar las cuatro estaciones del año. Elnúmero cero que acaba de salir cubre el verano de 2009, y ya estamos empezando a prepararel siguiente número, que verá la luz en el otoño. Por lo tanto estamos hablando de cuatronúmeros por año. La idea sería consolidar la revista como una de las publicaciones sobremúsica tradicional más importantes incluso de España, que se caracterice por su carácterabierto y plural. De hecho, todo aquel que quiera participar en ella tiene las puertas abiertas.También hay que destacar que otro de sus atractivos es el apartado de noticias, que seactualiza a diario. Gracias a ella se pueden, permanentemente, ir consultando las reseñasrelacionadas con el folclore de nuestras comarcas que se hacen llegar a la dirección de lamisma: desde conciertos y publicación de discos hasta la programación de eventos folclóricos.

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Diario de León

Cultura

Viernes 14Agosto 2009

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009

El pasado día 17 de septiembre los profesores

de nuestro instituto Gregorio Diez y Sa-lustiano Fernández, director y subdirector de la revista respecti-vamente, y yo mismo como Director del IES «León Felipe», tuvimos la irrepetible oportunidad de llevar a cabo la «puesta de largo» de la publica-ción digital MT en el salón de actos del Museo Etnográfico de Castilla y León en Zamora.

Aunque notamos esfuerzos más que loables en el sentido contrario, por los que nos congratulamos, en los últimos tiempos la labor de crítica e información sobre la actualidad de la música tradicional en general se ha ido reduciendo de manera drástica y cada vez se dispone de menos publicaciones en las que se comenten o analicen novedades. En la prensa diaria las secciones de libros y cultura de música tradicional desaparecen para dar espacio al entretenimiento. Las revistas de carácter cultural van mermando sus contenidos críticos. Las revistas académicas, por su par-te, apenas recogen la información crítica de novedades concentrando su atención en la publicación de resultados de investigación.

Así mismo, esta pérdida de espacio va afectando a la pérdida de visibili-dad, y, triste es decirlo, a la falta de prestigio social. Al mismo tiempo, estos vacíos cauterizan una nece-sidad real de información sobre lo que se hace y publica, sobre las discusiones que hoy dominan el panorama folclórico en general.

Por tal motivo, la revista MT, quiere invertir esa tendencia negativa por

una positiva, llenando parte de ese hueco, dando luz a una actividad viva, repleta de debates, de ideas y proyectos. La revista tiene una vocación integradora, se propone constituirse en escaparate de la actividad de incontables genera-ciones de hombres y mujeres que se dedicaron a adornar su vida con el barniz necesario de los usos, costumbres y sonidos populares tan intrínsecos a la existencia de nues-tros pueblos; también la revista MT se presenta como ventana del mun-do académico por la que puedan ir desfilando propuestas, debates, me-todologías, temas… y, por último, quiere ser -sobre todo- un órgano de información bibliográfica que dé noticia de los libros que merece la pena leer y conocer para estar al día. Estos objetivos hacen de ella un instrumento útil para el especialista y el profano, para el primero porque le informa y le permite actualizarse, para el segundo porque le aporta ideas, propuestas y contenidos con valores francamente contrastados.

Cuenta con diferentes secciones que van desde la opinión al análi-sis de las actividades de músicos de nuestra zona, amenizadas con vídeos, fotografías y muchos otros documentos, pasando por la tecno-logía y la actualidad, cada una de ellas confeccionada con un evidente

deseo de dotar a la publicación de la diversidad impres-cindible para que satisfaga las exi-gencias de quienes verdaderamente están interesados en la temática que la hace nacer.

Si, como alguien dijo, el arte es la expresión del alma que desea ser escu-chada, tenemos hoy ante nosotros una

de esas expresiones que, sin ningún lugar a dudas, y así lo demostrará el futuro, estará siempre diseñada y pensada con toda el alma por quienes hoy nos introducimos en el proceloso piélago de las revistas digitales de temática un tanto espe-cializada. Auguramos por la ilusión y el trabajo que vemos plasmado cada día en sus patrocinadores y en su director y subdirector, así como en otros colaboradores, una larga y fructífera vida a esta nueva revista que constituye un proyecto señero en nuestro centro. Nos hacemos por lo tanto eco de las palabras del único escritor al que la Antigüedad le concedió el título de “árbitro de la elegancia”, Petronio, quien escri-bió sobre lo apremiante de vencer el temor a lo nuevo y desconocido “Linque tuas sedes alienasque litora quare, o iuvenis; maior rerum tibi nacsitur ordo”, esto es: Deja el lugar en que vives y busca otras tierras, ¡oh joven! y se te abrirán nuevos horizontes. Una dirección, pues, de obligada consulta de ahora en adelante para explorar esas nue-vas tierras que en realidad no lo son tanto: http://revistamt09.blogspot.com/.

Manuel Guillén de la NavaDirector del IES LEÓN FELIPE

Presentación REVISTA M.T.

Manuel Guillén (izqda.), Goyo Diez y Salustiano Fernández en el acto de presentación de la Revista MT

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- ARTESANOS DE LA MÚSICA

Manuel Pérez

>constructor artesanode instrumentos musicales<

Manuel Pé-rez perte-nece a esa clase de

personas que aun-que destacan por su buen hacer, pueden pasar desapercibidas para un gran parte de la población. No ocurre así sin embargo entre muchos amantes de la música tradicio-nal, que ven en el taller de Manuel una de las fábricas artesanas de instrumentos tradicionales más impor-tantes y con más solera de nuestra región. No en vano llevan construyendo, repro-duciendo y reparando todo tipo de instrumentos tradi-cionales desde hace 25 años.

En todos estos años a Manuel Pérez le ha dado tiempo, y se ha ganado el prestigio merecidamente por otra parte, de construir instrumentos para la mayo-ría de los tamborileros de

Salamanca, para otros de nuestra región, y también para muchos músicos y gru-pos folk repartidos por toda la geografía nacional. Alber-to Jambrina, El Mariquelo, La Musgaña, Hexacorde, Mayalde, Acetre o Antonio de Huelva se cuentan entre ellos.

Además actúa y divulga el folclore salmantino allá donde se le reclama, contri-buyendo generosamente a la tarea de mantenimiento de nuestra raíces. Hablamos con Manuel.

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009

ENTREVISTA:• ¿Vives en la pequeña población salmantina de Aldeatejada, no? De momento no vivo, solo trabajo, pero a partir de junio del año que viene más o menos viviremos allí también pues nos estamos haciendo un chalet.

• ¿Edad? (si se puede decir)Mi edad es de 42 años.

• ¿Cómo te gusta que te llamen, ar-tesano o luthier, o te da igual?Respecto al nombre me da igual. Siem-pre hemos sido artesanos pues comen-cé haciendo talla de madera y reproduc-ción de antigüedades.

• ¿Cómo te dio por construir instru-mentos?Mi afición se destapó por mi padre.

Desde niño había tocado y fabricado sus instrumentos, Después del trabajo con la madera nos fuimos transforman-do aunque seguimos haciendo de todo.

• ¿Qué tipo de instrumentos trabajas artesanalmente?Sobre todo hacemos instrumentos tradicionales de Salamanca, Zamora y Cáceres: gaita, tamboril, castañuelas, pandero, rabel, salterio... y cualquier instrumento derivado de éstos; aun-que también construimos algunos más como chirulas (flauta de 3 agujeros usada en el País Vasco). • ¿También los arreglas?Sí, también los arreglamos sean nuevos o antiguos.

• ¿Cuánto tiempo puedes tardar en hacer uno de ellos?El tiempo depende del instrumento, de la decoración que lleve etc... Es relati-

“Mi afición

se destapó

por mi pa-

dre. Desde

niño había

tocado y

frabricado

instrumen-

tos”

Tamboril hecho por Manuel Pérez

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vo, pero una gaita de las más sencillas puede estar hecha en día y medio. Sin embargo el tamboril lleva algo más tiem-po porque el proceso es más lento al tener que esperar a que se sequen las colas. Así pues, depende.

• Cuéntanos algo sobre cómo trabajas.La forma de trabaja es bastante artesanal, pues nos gusta hacer-lo así, uno por uno. El proceso es difícil de explicar y lo ideal sería verlo, porque son bas-tantes pasos diferentes. El que lo desee está invitado un día a venir y ver lo que hacemos.

• ¿Qué tipo de maderas em-pleas?Utilizamos maderas tanto au-tóctonas como de importación. El tipo de madera es muy diferente según el caso: encina, peral, azare, engelge, ébano, palo santo.... e incluso hueso de buitre.

• ¿Cuántos instrumentos tra-dicionales has podido hacer?No te podría decir cuántos he-mos hecho, pues llevamos más de 30 años haciéndolos.

• Supongo que de esto no vives, aunque algo ayude. . . Pues te puedo decir que sí, que vivimos sólo de esto. Afortuna-damente para nosotros no hay mucha gente que haga estas cosas, aunque yo comparto esta actividad con la de dar clases.

• ¿Cuál es la mejor época del año para construir instru-mentos?La mejor época puede ser esta en la que estamos, después del

comienzo del curso.

• ¿Quién te suele hacer encargos de instrumentos? ¿Músicos solistas, grupos…?Los encargos suele ser para particulares, grupos, solistas etc...

• ¿Trabajas también para gente de fuera de Salamanca o te ciñes a la provincia?Trabajamos para toda España.

• ¿Cuál es el instrumento más complicado de hacer?El más difícil quizás sea la gaita.

• Además de artesano cons-tructor y reparador de ins-trumentos, decías que eres profesor también de algunos de ellos, ¿no?Sí, sobre todo de gaita y tam-boril pero también de danza tradicional y castañuelas.

• Si alguien quiere encargar un instrumento, ¿cómo se puede poner en contacto contigo?Muy fácil. A través de nuestros números de telf. (616730401 ó el 923341133) o del correo electrónico ([email protected])......En la web http://perso.wanadoo.es/gaitacharra/manuelperez.htm tenéis más información al respec-to y fotos de instrumentos construidos en el taller de Manuel Pérez.. • M.T.

Tamboril decorado por Manuel Pérez

Castañuelas

Pandero cuadrao

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 MÚSICA Y TECNOLOGÍA

EL PROGRAMA

SIBELIUSEl Sibelius

es un pro-grama informá-tico completo para escribir, ejecutar, impri-mir y publicar partituras de música. Fue creado por la empresa «Sibe-lius Software» y está diseñado para toda clase de músicos, desde estudiantes y profesores hasta com-positores profesionales.

Sibelius permite trabajar con diferentes formatos de introducción de las notas, desde grabación con dispo-sitivos MIDI a selección con el ratón. También algunas versiones, incorporan un nuevo formato de introduc-ción mediante micrófono.

Entre otras herramientas muy útiles que incorpora este programa, el Sibelius también incluye la función Live Tempo(r), con la que se puede controlar y grabar alteraciones de tempo en la partitura con objeto de po-der utilizar el sonido en directo.

Todo ello permite hacer funciones avanzadas de edi-ción y composición en muy pocos pasos.

El Sibelius permite asimismo la publicación de par-tituras en la web de forma que se puedan reproducir,

imprimir o bajar. Este es el sistema utilizado en su sitio de partitu-ras http://www.s ibel iusmusic .com.

Este formato está siendo utili-zado por la enci-clopedia Oxford Music Online para editar sus

ejemplos musicales de modo que puedan escucharse e interactuar con ellos.

Importa también por otra parte archivos en formato .xml que permiten el intercambio con otros programas de notación musical.

Además de crear páginas web, Sibelius puede expor-tar la partitura en formatos: MIDI, imagen (tiff, png, eps, bmp), audio (wav).

Junto con el programa Finale, Sibelius es uno de los programas de notación musical más populares. La em-presa tiene registrados a cientos de miles de usuarios en más de 100 países, lo que hace de este programa una herramienta muy interesante y útil para todo mú-sico tradicional que desee transcribir, editar, o en todo caso ver, utilizar y divulgar en formato escrito cualquier tipo de pieza recogida en el trabajo de campo o de la cual no se conoce partitura. •

por VíctorHernández Salagre

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- LA TORRE DEL HOMENAJE

Aunque muchas veces estemos acostumbrados a valorar más las cosas a partir del momento en que

las perdemos, en los últimos años nuestra tierra está viendo renacer la conciencia de valorar a sus músicos tradicionales en vida.

Sin ir más lejos, en los últimos meses varios músicos del Reino de León han visto reconocida su trayectoria artística y vital con sendos homena-jes.

Homenajes recientes

La localidad salmantina de Peñaparda homenajeó el pasado día 1 de agosto de 2009 al folclorista Gabriel Cal-vo, entregándole en el seno de su X Fiesta del Pandero Cuadrado, el Pan-dero de Honor “por su amistad con Peñaparda, por su labor de reivindi-cación del Pandero Cuadrado, y por su especial y abundante aportación a la divulgación de la cultura popular y de la música tradicional.”.

Sin salirnos de la provincia charra, la no muy lejana localidad serrana de La Alberca quiso tener el último día del mes de julio pasado un detalle con Leopoldo Hernández, alias “Poldo”, uno de sus músicos más queridos. Así, la Asociación de Pintores de la localidad le premió con uno de sus galardones anuales por su contribu-ción al folclore y por el interés que Poldo siempre ha mostrado porque éste perdure en el tiempo, enseñando su saber a las jóvenes generaciones durante años.

Por su parte, la población de Astor-ga acogió el 13 de septiembre unas Jornadas sobre Cultura del Reino de León en las que tuvo un espe-cial protagonismo el homenaje que se tributó a Antonio Martínez, un tamboritero maragato que lleva toda su vida transmitiendo su música a las

nuevas generaciones, en el seno de la agrupación de danzas de Maragatería, y en cuantos eventos se reclama su presencia.

La provincia zamorana también ha sido pródiga en reconocimientos en los últimos meses, ya que tres han sido los músicos galardonados: María Miguel Unzueta, de Carbajales de Alba, pudo recibir el afecto de sus convecinos en el transcurso de sus fiestas patronales de septiembre, como gratitud por todo lo aportado a lo largo de su vida alrededor del can-to y la pandereta. Y José Luis Pelayo y Trinitario Pelayo Rapado recibieron un merecido homenaje, en el marco de la XVII Muestra de Folklore de Zamora (en uno de los casos a título póstumo), como grandes Maestros y recuperadores de la Danza del muni-cipio zamorano de Muelas del Pan.

Desde la Revista MT queremos contribuir también a la valoriza-ción de nuestros músicos mayores, y de esta manera inauguramos esta sección de homenajes con un músico que es historia por sí solo: Gelasio Quintana Blanco.

Gelasio es el vivo ejemplo de una vida dedicada a la música. Ha tocado música tradicional, para Banda e incluso en una Orquesta, siendo pro-tagonista de todas ellas. Allí aprendió jotas, música de variedades, zarzuela, y todo lo que se terciaba en esa épo-ca en la que la que el Cd o incluso la televisión era algo por inventar, y en la que la radio tampoco era un elemento que reposase en todas las casas aún.

Candidato al Premio Trayectoria 2009, rescatamos parte de su biogra-fía gracias al trabajo de Alberto Jam-brina, como antesala de la entrevista que la Revista MT le realizó en su residencia de Villanueva del Campo.

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GELASIOQUINTANA

(MÚSICO)Biografía de Gelasio Quintana

Gelasio nació el 9 de septiembre de 1902, de familia de músicos: su abuelo fue dulzainero, León Quintana; su padre Jerónimo, natural de Gatón de Campos, Valladolid, tocó la dulzaina y el acordeón diatónico, y sus tíos Antonino y Victoriano también fueron dul-zaineros.

Gelasio tocó la caja acompañando a un dul-zainero de Villalobos llamado Víctor Nistal, apodado “Ñañarra”. Con su tío Antonino, hacia 1918-22 salían a cobrar el baile a los mozos con un burro para recoger el trigo (cada mozo pagaba 2 celemines de trigo y 7 reales por todo el año).

En las bodas, se tocaba en las 3 amonestacio-nes, el día de la boda se tocaba un pasacalle, en la misa y se hacía un baile por la tarde. Cobraban en las amonestaciones 4 ptas. y en la boda 6 ptas.

Los tambores llevaban pieles de cabra, la mejor era la de nonato, las curtía su padre.

Por San Antón en las vísperas se daban unas castañas, y el día de la fiesta se daba una albo-rada o diana, se tocaba en misa, y por la tarde se hacía baile y la recogida de pies de puerco, que luego se subastaban.

Anécdota: dice Gelasio que “tocando con mi tío en Barcial de la Loma (Valladolid), se le metió un cohete en la dulzaina, y estuvo media hora escupiendo pólvora… de aquella negra”.

Gelasio tocó con el grupo de Villamayor de Campos el clarinete, cuando la cátedra de Sección Femenina. Esta Cátedra consistía en que 5 o 6 chicas de la Sección Femenina, capitaneadas por Angelines Cisneros, enseña-ban en cada pueblo durante 40 días a coser, cantar, y bordar. Hacían La Rueda de Villa-mayor y “La Sarna”. Se hacía una fiesta de clausura al final donde se mostraba todo lo que habían aprendido y se cantaba o tocaba la canción o baile más antigua que hubiera en el pueblo.

“Gelasio tocó la

caja acompañan-

do a un dulzaine-

ro de Villalobos

llamado Víctor

Nistal, apodado

“Ñañarra””

ZAMORA BENAVENTE

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Po su parte, la Banda de Música de Villanueva del Campo se creó en 1914, inicialmente dirigida por Severiano García. Gelasio entró con 11 años en ella, tocando el clarinete de 1914 a 1919, pero por último se quedó de director de la misma desde 1925 hasta su último concierto en el año ¡¡¡2000!!!.. Tocaron desde el año 1927 hasta 1995 todos los años por Semana Santa, todas estas fechas contratadas por el Ayuntamiento. Intervenían también en Villalpando en vísperas y fiesta de la Purísima Concepción (7 y 8 de diciembre).

También hacían el baile público en el jardín durante los meses de mayo, junio y julio, anteriormente al movi-miento. Tocaban bailables y números sueltos de zarzuelas.

En cuanto a su formación musical, Gelasio entró con 8 años en un ba-tallón de instrucción de niños tocan-do la caja. Estudió solfeo con Don Ramón Cóggiola, un italiano que se casó con una maestra en el pueblo de Prado.

Dentro de su repertorio estaban las piezas: Diana, traída por su padre de Vitoria. Procesión de San Isidro traída por su padre de Gatón de Campos. Polca de Alfonso XII, Rueda de Carnaval, Rueda de Villamayor de Campos, Pasodoble Polca del Escaño, del repertorio de su padre. Mazurca, “La Sarna”, Las Habas Verdes, jota “San Antonio Bendito” (la primera parte es de una zarzuela).

Pero Gelasio también tocó en una Orquesta, en concreto en la Orquesta Quintana, que funcionó desde 1942 a 1958. Gelasio hizo un viaje a Barcelo-na donde tenía un amigo y comprobó que allí se llevaban las orquestas con vocalista. En la Orquesta Quintana tocaba su hermano Moisés la trom-peta, su hija Pilar, acordeón y piano, y su hijo Gelasio que tocaba clarinete, saxo, violín y además era el vocalista, Gelasio padre tocaba el Jazz (batería).

Su repertorio era a base de bailables y cuplés sobre todo del Maestro Quiroga.

Su última actuación fue en el año 2000, en un Concierto de homenaje, cuando Gelasio contaba ya con nada menos que 98 años. Desde hace unos años vive en la Residencia de Villa-nueva del Campo, sonde muestra una vitalidad y memoria asombrosas.

Entrevista a:

- ¿Me han dicho que tiene..?- Tengo ya 107 años. Nacido en Vi-llanueva de Campos hace 107 años.- Y toda la vida dedicada a la música, por lo que parece. . .- Dirigí la banda durante 75 años, desde el año 24. Cuando yo era pequeño, mi padre era dulzainero, y entonces tocaba en las bodas y eventos varios. De ahí la afición.

“Tocaba con mi padre que era dulzaine-ro, pero era para fiestas de casados y esas cosas”

Gelasio nos cuenta casi sin necesi-dad de peguntarle cómo era y cómo fue su vida en aquellas primeras décadas del siglo XX. Nos dice que consiguió que le declarasen “inútil total” para el servicio militar” por una dolencia cardiaca que no fue tal. Y sus 107 años de vida dan fe de ello, sin duda.- Le preguntamos ¿Y lo de la Banda cómo fue?- Antes de hacerme con las riendas de la Banda había una pequeña, pero de casados. Vino uno de Villamayor de Campos con la Banda de ese pueblo, lo que hizo reflexionar a los lugareños cómo era posible que en Villamayor tuviesen Banda y en Villanueva no. Así surgió la Banda nueva de Villanueva del Campo que yo fundé y dirigí durante 75 años, nada menos. Todo con gente joven del pueblo. - ¿Y lo de la Orquesta?Llegué a hacer una orquesta con mis hijos, y tocábamos el acordeón, el

piano, la trompeta, cantába-mos. Tocábamos en salo-nes… de aquí a Sanabria no hay pueblo que no conozca. Tocábamos en las misas, después de la primera lectura, … pues teníamos muchas amistades con los curas. Y también por todos los pueblos de Benaven-te para acá: Quintanilla, Valdunquillo, Villalobos, Villamayor, y mucho en

Villalpando.Y allá por donde iban recogían piezas tradicionales que

incorporaban a su repertorio. Con la Orquesta, -y con su hijos en ella -, dice Gelasio “tocábamos Jazz y “no-vedades” pues yo estaba en contacto con una casa de Madrid que me las mandaba y con la Banda dirigía con la batuta”. - ¿Cómo se hacía para que todos los músicos tuviesen partituras?- Yo copiaba toda la música, y por eso cansé la vista como me dijo la médica. La última canción que dejé

Gelasio Quintana Blanco

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copiada fue la de “No me llames Do-lores, llámame Lola.”Gelasio aún es capaz de interpretar la melodía con una nitidez tan grande como la pasión que sigue demostran-do por la música después de más de un siglo largo de vida. Y sigue can-tando: “Si te llamas Francisco llámate Antonio/ y Antonio se llamaba / mi primer novio, mi primer novio”.

En el transcurso de la charla, más que entrevista, Gelasio saca la carte-ra y extrae lo que guarda como una reliquia: una fotografía, escondida en el interior de su cartera de bolsillo. En ella se le ve dirigiendo la Banda en uno de sus últimos conciertos, cuando cumplió los 100 años. Se pue-de observar cómo la foto está algo desvaída en su color, y Gelasio nos comenta que se le mojó sin querer, y se lamenta por ello, pero la conserva con gran cariño. Nos dice que de los que componían la Banda “se me han muerto todos ya, claro”. Le pregunta-mos si tiene antecedentes en su fami-lia de haber vivido tantos años como él, y nos relata que tiene dos hijas de 81 y 70 y pico.

- ¿Sigue la Banda aún, Gelasio?- Sí, pero ya son pocos.Cambiamos algo el rumbo de la en-cantadora conversación con Gelasio y le preguntamos sobre su faceta más tradicional.- ¿Y usted tocó también música tradicional, no?- Sí, con mi padre, que era dulzainero, pero era para fiestas de casados y esas cosas. Yo tocaba la caja con mi padre

que me enseñó, para mí era muy fácil de tocar. En medio de la conversación, Gelasio se levanta de la silla y nos pregunta si queremos que traiga la caja para tocar algo. Se le ve con ganas. Y ante nuestra sorpresa y asentimiento así lo hace. Desaparece unos minutos y reaparece cargado con la caja y un par de baquetas. Nos toca una jota, y mientras además la canta. Más tarde, nos pide que cantemos algo, cualquier pieza tradicional, para que veamos lo sencillo que es para él hacer cualquier acompañamiento. Le cantamos y él adapta el ritmo de la caja perfecta-mente casi al instante.- ¿Cuándo era joven había mucha gente por la zona que tocase la dulzaina?- No, mi padre, que la tocaba muy bien, y un tío mío. Había un dulzaine-ro en Villalobos, pero poco más.- ¿Y mujeres que bailaran?- Sí, pero de cincuenta años para acá ya no. Como hombre humilde que es, no se da ninguna importancia ni resalta ninguno de los homenajes recibi-dos. De hecho, y preguntado sobre ello, dice no recordar muy bien el reconocimiento que el Consorcio de Fomento Musical de Zamora le hizo hace unos años, pero sí se acuerda perfectamente de Alberto Jambrina, con el que realizó varios proyectos, y que conoció en Villalpando y sobre todo en Benavente. El artículo publicado en el Domini-cal de La Opinión de Zamora el 8 de octubre de 2006 y titulado: “Gela-sio un siglo de redobles”, recoge al respecto:

“A Gelasio le llueven de un tiempo a esta parte los homenajes, que él acep-ta. En su localidad natal hace escasos meses celebraron por todo lo alto –y con música para el maestro, como tiene que ser – el 104 cumpleaños del vecino más longevo y también más conocido de este pueblo de unos 1.200 habitantes que aparece datado desde 1234, en legajos que se guardan en los archivos de la catedral de León, previsiblemente fundada en tiempos del rey Fernando II (de León). En 1990, la Muestra de Folklore Tradi-cional que se celebra en Zamora le rindió también un merecido recono-cimiento público, por considerarlo «uno de los músicos más emblemáti-cos de la provincia».Un amplio repertorio de las compo-siciones para dulzaina y tamboril que se imparten en la Escuela de Folklore de Zamora fue aportado por Gelasio Quintana, asombroso recopilador de sones tradicionales de nuestra tierra que de no ser por su afán en mante-nerlos vivos se habrían perdido para siempre. Dianas, procesiones, mazur-cas, polkas se mantienen vivas y se perpetúan ahora entre las nuevas ge-neraciones de músicos de la provincia gracias a este entrañable personaje…”Gelasio sin duda, es uno de los refe-rentes vivos de la música tradicional zamorana del siglo XX. Un siglo que ha vivido casi en su totalidad, y del que nos ha contado retazos con tanta ilusión como lo vivió. No quiere que nos vayamos, pues aún gusta de contar más cosas de la Banda, de lo que tocaba y dirigía. De su vida. Así es Gelasio. • M.T.

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- CRÓNICAS PROVINCIALES

Alpaca FolkL

a hermosa y montañosa locali-dad de Almuzara fue el escena-

rio, los pasados días 17 y 18 de julio de 2009, de la séptima edición del Al-paca Folk. Festival único en su espe-cie, pasó de unos comienzos rockeros – de hecho se llamaba Alpaca Rock- a una evolución en la que ganó lo folk, hasta llegar a ser lo que es ahora: una cita ineludible y consolidada en el estío de la montaña leonesa para los amantes de los sones más tradiciona-les, de esta tierra y de otras.

El Alpaca Folk de este año logró reunir en sus dos jornadas a nada menos que ocho grupos de músi-ca de raíz, más los que mezclando a músicos de uno, otro y de más allá,

llegaron a tocar de ma-nera genialmente impro-visada en el escenario. Y todo eso en un escenario económico de crisis y te-niendo en cuenta que en este festival no se paga por la asistencia a ningu-na actuación. Casi nada, para una localidad que en invierno apenas so-brepasa la decena de ha-bitantes, pero que en ve-rano ofrece su cara más amable debido al retorno de los emigrados.

Todo ello es posible gracias al apoyo recibi-do de la Diputación Pro-vincial de León a través del Instituto Leonés de Cultura y a la empresa de la zona Embutidos Valporquero que obran la parte económica de

este milagro musical. La otra parte del mérito, que habla de voluntad y tesón por dar vida al medio rural, es para los organizadores, Braulio y sus hijos Saúl y Segis, vecinos a la par que músicos.

Por el escenario del Alpaca Folk 2009 pasaron a lo largo de las dos jor-nadas del fin de semana grupos leo-neses san señeros y variopintos como son las formaciones Sog, el grupo de

Cartel del Festival Alpaca Folk

Desde el pasado mes de agosto en que vio la luz el primer número de la Revista MT, casi

todas las esquinas de nuestra geografía han visto el transcurrir de algún acontecimiento de música tradicional. Sin duda el verano es prolijo en las tie-rras del Reino de León para el mundo del folk.

Sería tarea imposible intentar abordar con un mí-nimo de detalle, aunque quisiéramos, todos ellos. Simplemente trataremos de acercar al lector en las

siguientes páginas algunos: ni tan siquiera dire-mos que los más importantes, porque todos ellos lo han sido, independientemente de su impacto mediático o del número de asistentes.

Nos queda el consuelo de que la mayor parte de ellos, ojalá todos, verán una nueva edición el año próximo, y será entonces cuando podamos abor-dar a muchos de los que en esta ocasión no tienen cabida.

Alpaca Folk (Foto: La Crónica de León)

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Cartel del Fiestizaje 2009

festivales folk

Da la casualidad que por las

mismas fechas en que el Alpaca Folk se desparramaba musicalmente en el alto Torío, la noble e histórica villa ber-ciana de Villafranca del Bierzo acogía, un año más y ya desde el 2004, el festival más hetero-doxo y cosmopolita en torno al folk que se pueda ver por es-tos y otros lares: el Fiestizaje.

La culpable en el mejor sentido de la palabra de esta poliédrica realidad musical es la «Aso-ciación Cultural Bu-tamka Percusión» de Villafranca del Bier-zo, que se propuso hace algo más de un lustro intentar llevar hasta el corazón del El Bierzo un evento donde se pudieran combinar muy dife-rentes formas de ex-presión cultural, tanto tradicionales como modernas. Entre ellas las de carácter musical, pero no sólo, pues-to que en Fiestizaje caben mercadi-llos, Djs pinchando world music, espectáculos de calle, etc. Todo con la pretensión de difundir a través de la música conceptos como la toleran-cia, la integración y el mestizaje.

El festival se desarrolló a lo largo de los días 17 al 19 de julio de ma-nera ininterrumpida, ya que la pro-gramación diseñada contemplaba talleres para las horas de la mañana y los conciertos durante la tarde y la noche.

A la edición de 2009 del Fiestizaje se acercaron para tocar formaciones

tan distantes y distintas estilística-mente como los salmantinos “Los Güirfinsur”, que realizan lo que ellos mismos denominan Rumba&Roll, aunque admiten que su estilo bas-cula entre el flamenco, la rumba con tintes de rock, blues, punk y ska. También estuvo presente Gritsanda, que poco después de su actuación hubo de marchar al Alpaca Folk de Almuzara donde también tenía ca-bida. Grupo de percusión y canto acompañado de pandereta y pande-ro, está formado por diez integran-tes a quien les mueve la vocación de conocer, difundir y reinventar el pa-trimonio cultural musical de gentes y pueblos leoneses a través de sus canciones populares. Y lo hacen me-diante una interpretación muy

Fiestizaje 2009panderos, panderetas y voces Gritsan-da, que aunque de reciente formación ya suponen un hito en la recuperación de la música de pandereta y voz leone-sa, los divertidos maragatos Medulia, el grupo Tarna y el denominado “Tres” que comparten el buen hacer de Rodri-go Martín como pieza central, la banda folk celta De Croquet Band o la galle-ga Ave Lira. Para terminar el festival no podía faltar el toque irrepetible de la cantante saharaui pero afincada en Bembibre Aziza Brahim y su proyecto Gulili Mankoo, con el que ofrece una combinación de canción tradicional, rock, blues y hasta ritmos latinos.

Todo esto y más (pasacalles, sesiones de Djs celtas, jam sesions,…) en dos días repletos de música y sana diver-sión en la ribera alta del Torío. Casi nada. • M.T.

La saharaui Aziza Brahim

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El pasado día 1 de agosto de 2009, se celebró el “2º Omafolk” - Encuentro de

Pandereta y Naturaleza.

Este año, arropados por la de-nominada “Catedral de Omaña”, el Santuario de Ntra. Sra. de La Garandilla, el Valle de Samario acogió las iniciativas de este En-cuentro.

El festival se plantea como una gran jornada de convivencia en torno a la música y la naturaleza. En él se desarrollaron desde ta-

reas de cuidado y mejora del en-torno natural hasta actuaciones de música tradicional omañesa, en la que los instrumentos reyes son la pandereta y el Xiplo, pe-queña flauta hermana de la chi-fla o xipla de tres agujeros que se extiende por todo el Reino de León.

La jornada se convierte por mé-ritos propios en una exaltación y en recuerdo de aquellas otras formas de vida ligadas al cam-po y a la vida pastoril y agrícola que eran las predominantes en la

OOmmaaññaa VVEERRAANNOO 22000099

Encuentro de Panderetas y Naturaleza

Sábado, 1 de agosto: 10:30 hh: Recorrido por el río (Puente de la Parte – confluencia con el Omaña) 19:00 hh: Plaza Santuario de La Garandilla, II OmaFolk Jueves, 6 de agosto: 19:00 hh: Ayuntamiento de Valdesamario, Conferencia: “El Habla de Paladín y su contorno” Dª Margarita Álvarez Rodríguez, Licda. Fil. Hispánica, profesora de Lengua

DEMOSTRACIÓN DE SIPLAR Manolete de Villabandín (Valle Chico), SIPLEIRO SONES DE PANDERETA: Gabriel González, Roberto Álvarez, Diego de la Puente, David Álvarez, Rosa Chaguaceda, Pandereteras de Casares de Arbas, Pandereteras de Omaña

ORGANIZA: Instituto de Estudios Omañeses, I.E.O. COLABORAN: Ayuntamiento de Valdesamario, Juntas vecinales de Valdesamario y La Utrera

CRÓNICAS PROVINCIALES personal de jotas, titos, corridos

y pasodobles.

Venida desde Barcelona, tomó parte en el Fiestizaje la formación “Kenke-liba”, cuyos componentes proceden de lugares tan dispares como Senegal, Burkina Faso, Guinea Conakry, Ale-mania o la misma España, y combinan sabiamente la música y el baile a partir de las músicas y los instrumentos tra-dicionales de África del Oeste.

También de raigambre tradicional africana es el grupo Bumtaka, organi-zador y al mismo tiempo participante en este evento. Desde 2001 intentan di-fundir la música de los países de Áfri-ca Occidental y de sus culturas, y en el Fiestizaje se pudo comprobar cómo en su espectáculo cabe la fusión de can-ciones, danzas y el sonido de instru-mentos como el djembe, el dundun o el krin entre otros.

No faltó al Fiestizje 2009 la formación folk/rock calabresa Kalamu, un pro-yecto musical original que se empapa en la tradición popular de su tierra pero no margina los nuevos géneros musicales, y que destaca por la fuerza de sus ritmos y su sustrato popular..

Otros músicos y grupos que dieron un gran colorido y calidad al Festival fueron Munduko Beat, proyecto de música etno-electrónica con gran va-riedad de ritmos y colores; la Kwame & Afrovibes Band, una gran orquesta integrada por gente de diferentes par-tes del mundo, que partiendo de rit-mos africanos como el makossa o el afrobeat y combinándolos con el high life, el reggae o el rock, hacen que sus actuaciones en directo sean un auténti-co remolino de ritmos y melodías bai-lables; o Dunyakelen, joven formación que trajo los ritmos, danzas y cantos tradicionales de África del Oeste.

Todo un lujo para este Festival de las identidades y de la música sin fronteras que un año más vivió un gran éxito de organización y participación. • M.T.

Más: http://www.fiestizaje.com/FIESTIZAJE_FILES/frameset.htm

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2ª edición del OMAFOLK

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vida diaria de nuestros pueblos hasta hace unas pocas décadas. Allí donde las músicas de raíz surgían de manera natural, a través de una xipla realizada por un pastor, o de una voz de mujer acompañada de una pan-dereta o un pandero.

En esta edición la tarde acogió la muestra de Pandereteras/os Omañeses, pero también de otros lugares de la provincia leonesa. El humilde pero casi atávico “toque de percusión”, volvió a hacer vibrar al nume-roso público que acudió a la cita anual con la música de raíz leo-nesa. Intérpretes de Omaña, de las Tierras de León y del Valle de Casares, mostraron su buen hacer, mientras que algunos de los más jóvenes pudieron es-cuchar por primera vez a uno de los “últimos Sipleiros oma-ñeses”. Se volvieron a oír los “sonidos con cañas de sauce” (Siplar o Xiplar), y “todo el con-junto de aspectos, que “acom-pañaba la vida pastoril”, en los

montes de Omaña.

El Instituto de Estudios Omañeses fue por se-gundo año consecutivo el organizador de este interesante Encuentro, ya cita obligada en la agenda del folclore pro-vincial, que contó para la ocasión con un programa integrado por Manolete de Villabandín, xipleiro, que realizó una demos-tración de su buen hacer

con este instrumento pastoril. Como comentaba el propio Ma-nolete en un atractivo artículo publicado este verano por La Crónica de León, el Xiplo “era un lenguaje con el que te enten-días con otros pastores, con los vecinos y también con algunos animales”. En definitiva, una forma de hacer música, pero también de poder comunicarte en las largas distancias en los valles de Omaña.

Por su parte, los sones de pan-dereta corrieron a cargo de Ga-briel González, Roberto Álva-rez, Diego de la Puente, David Álvarez, Rosa Chaguaceda, así como de las Pandereteras de Casares de Arbas, y de las de Omaña.

Toda una lección de saber po-pular que aún pervive entre los nuestros, y que en Omaña quie-re perdurar y transmitirse en el tiempo a las nuevas generacio-nes.. • M.T.

Manolete de Villabandín (Foto: La Crónica de León)

Pandereteras (Foto: DL)

IV Alcuentrude Cultura delReinu de Llión

El domingo 13 de septiembre la localidad de Astorga se vistió de

fiesta para celebrar una jornada de con-vivencia y ocio que la Asociación La Ca-leya dio en llamar “Alcuentro de Cultu-ra del Reinu de Llion”.

El programa de actos incluyó muy di-versas actividades vinculadas a aspec-tos de la cultura leonesa, y entre ellos no podía faltar la música tradicional. Así, después de la parva y recepción de los participantes a primera hora de la mañana, comenzaron los distintos actos programados, entre los cuales

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estaba un desfile de pendones y bai-les regionales al son de los primeros. Tras un cocido popular que disfruta-ron más de 1500 personas que hasta el Parque de la Eragudina se acercaron, la Jornada vespertina prosiguió con juegos y deportes populares leoneses, para dar paso al Encuentro de música tradicional leonesa.

Éste contó con un cartel en el que tenían presencia músicos de las tres provincias leonesas. Y así en el esce-nario habilitado por la Organización fueron pasando sucesivamente Ma-nuel Pérez y su formación de gaiteros y tamborileros venidos desde la lo-calidad salmantina de Aldeatejeda, el grupo de Música tradicional maragato “Alantre”, así como otros músicos que no quisieron perderse esta cita festiva y se acercaron hasta el escenario de La Eragudina. Entre ellos, los componen-tes de la formación también maragata Medulia, o varios gaiteros y músicos tradicionales de Ponferrada. El grupo de Bailes de Astorga amenizó sin des-fallecer durante toda la tarde.

El Encuentro de música tradicional fue el contexto perfecto para rendir homenaje al tamboritero maragato Antonio Martínez, uno de los mejo-res exponentes que en el campo de la música tradicional ha tenido y tie-ne esta ciudad y comarca leonesa. La Diputación de León, representada por su Diputado de Cultura, Marcos Mar-tínez, no quiso perder la oportunidad de hacerle entrega de una placa, mien-tras que Jesús Garzón, presidente del Consejo de la Mesta y la Asociación de la Trashumancia y la Naturaleza, le nombró Pastor Honorario de las Cañadas Reales. Antonio Martínez, agradecido ante tal reconocimiento, no cejó de mostrar que a su edad si-gue en plena forma con su tamboril y chifla, y tras recibir el emotivo tribu-to, acompañó los sones del Alcuentro hasta bien entrada la noche, cuando unas sopas de ajo preparadas por la Organización clausuraron esta intensa jornada entorno a la tradición. • M.T.

CRÓNICAS PROVINCIALES

VII Festival Folkde

Ferreras de Abajo

Grupo de Danzas ‘Doña Urraca’ (Foto: Salustiano)

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El pasado agosto y por séptimo año consecutivo,

se celebró en plena Sierra de la Culebra zamorana el “Festival Folk de Ferreras de Abajo”, una iniciativa puesta en marcha en 2003 por la asociación cultural «Las Cancillas» que preside el luthier Leovigildo Santamaría, y el Ayuntamiento. Y gracias al empeño del empresario local Simón García Taboada.

Este año el tiempo quiso po-ner a prueba el Festival y justo

antes de comenzar, una tormenta de verano descargó su copiosa carga de agua, rayos y truenos sobre el pueblo de Ferreras de Aba-jo empapando el sistema de megafonía y de iluminación. Hubo que trasladar todo a otro lugar a resguardo en la misma plaza y secar altavoces y equipos antes de poderlos volver a enchufar. Ello no impidió que se celebrase el VII Festival Folk de Ferreras de Abajo, pero sí puso a prueba la paciencia de los músicos y de los numerosos espectado-res.

Los actos festivos habían comenzado hacia las once de la mañana con los pasacalles y el baile de vermut, amenizados por los in-cansables «Gaiteros del Mengue». Pero era a las diecinueve horas cuando estaba pre-visto que comenzase el festival propiamente dicho, que por la circunstancia mencionada hubo de retrasare algo en su inicio.

Los tres grupos que actuaron fueron za-moranos, y son un exponente de la buena salud y la variedad que la música tradicio-nal tiene en la provincia. Abrió el festival el siempre espectacular Grupo de Coros y Danzas “Doña Urraca” de la Diputación de Zamora, con unos trajes que son auténticas joyas y unos músicos excelentes. Agradó a todos ese despliegue de color y buen hacer. Continuó el grupo “Molofolk”, cuya música trata de conjugar tradición y modernidad y cuyo tamborilero y director, Benjamín Ro-dríguez, fue galardonado el pasado mes de mayo con el Premio MT Joven Valor 2009. Y cerró el festival el grupo “Raíces del Duero”, integrado por seis músicos y del cual es de destacar la variedad de su repertorio, con te-mas de Galicia, Portugal, y por supuesto del Reino de León. La noche se echó casi encima y eso que era agosto, pero el Festival Folk de Ferreras de Abajo, un ejemplo en cuanto

Grupo de Danzas ‘Doña Urraca’ (Foto: Salustiano)

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a la promoción de las músicas y músicos tradicionales, se había podido celebrar un año más.

Por otra parte, «estas músicas suponen el reconocimiento a todas aquellos que nos precedieron en estas tierras y gus-taron de cantarlas, bailarlas o simple-mente escucharlas. Tampoco debemos olvidar la tarea de preservar y poner en valor las mismas, para que los que nos van a sustituir en el futuro, las conozcan y aprecien», declaró con palabras sabias Leovigildo Santamaría. • M.T.

CRÓNICAS PROVINCIALES >>

De arriba abajo: Gaiteros del Mengue, Molofolk, Raíces del Duero y zanfoña de Raíces del Duero (Fotos: Salustiano)

II Festival deDanzas TradicionalesSan Pedro de Ceque

La localidad zamorana de San Pedro de Ceque celebró el

primer día del pasado mes de agos-to su II Festival de Danzas Tradi-cionales.

La plaza La Laguna del pueblo congregó a un nutrido grupo de vecinos y allegados que pudieron disfrutar por segundo año conse-cutivo con el cartel de actuaciones

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II Encuentro Transfronterizode

Danzantes de Paloteode Tábara

previsto. Para esta ocasión fueron invita-dos por la Organización el Grupo “Tie-rras Propias” de Valladolid, la formación “Folclore Allerán”, venida desde Moreda de Aller (Asturias), y el grupo autóctono de San Pedro de Ceque “La Rueca”.

El festival, organizado por la Asociación Cultural Peña Fenoyo con el patrocinio de la Diputación y del Ayuntamiento de la localidad, comenzó con un desfile de las formaciones folclóricas por las calles del pueblo, desde la Iglesia hasta la Plaza de La Laguna, lugar de las actuaciones.

Los asistentes pudieron disfrutar tanto con los diferentes tipos de bailes desarro-llados por cada una de las formaciones, procedentes de distintas regiones, como por las diversas indumentarias tradicio-nales que exhibieron los y las danzantes.

El numeroso público quedó gratamente sorprendido por el nivel de baile mos-trado por las agrupaciones invitadas así como por el buen hacer de sus paisanos danzantes. San Pedro de Ceque intenta con este Festival dinamizar la vida cultu-ral de la localidad, especialmente en tem-porada estival, cuando más afluencia de visitantes hay en el pueblo. • M.T.

Tábara se convirtió el sá-bado 19 de septiembre,

y por un día, en la capital de la danza tradicional. Si esta villa ya tiene ganado un nombre en la tarea de recuperación de esta parte tan importante de nuestro patrimonio etno-gráfico por su trabajo conti-nuado desde hace tiempo, la celebración en esta localidad de II Encuentro Transfronte-rizo de Danzantes de Paloteo la ha convertido en el centro de referencia nacional e in-cluso internacional para los amantes de la danza tradicio-nal, y más en particular, de la danza de paloteo.

El Encuentro Transfronte-rizo de Danzantes del Palo-teo, organizado con el apoyo de instituciones públicas y entidades privadas, tuvo en su elenco de participantes a ocho formaciones, seis de ellas españoles y dos portu-guesas. Entre las primeras se contaron una castellana, ve-nida desde Valladolid, y cin-co pertenecientes al Reino de León: el Grupo de Danza de Paloteo de Cañizal (Zamora), el Grupo de danza de Paloteo de Muelas del Pan (Zamora), el Grupo de Paleo de Pero-

mingo (Salamanca), el Grupo de Danzantes de Paloteo de Almaraz de Duero (Zamo-ra), y los anfitriones Grupo de Danzantes de Paloteo de Tábara (Zamora). Los portu-gueses por su parte contribu-yeron con el grupo de Pauli-teiros Mirandeses llegados de Palaçoulo (Folclore Mirandês e os Pauliteiros de Palaçoulo), y el Grupo de Pauliteiras de Miranda do Douro.

La jornada de exaltación de este tipo de danza ancestral contó con un seguimiento masivo por parte del públi-co tabarés, pero también del procedente de múltiples loca-lidades, que no quiso perder-se el espectáculo de ver a más de una centena de danzantes desarrollar sus movimientos de conjunto.

La Organización editó y dis-tribuyó para la ocasión folle-tos con explicaciones de gran interés sobre cada una de las formaciones participantes y de las danzas a ejecutar.

El Encuentro de danzantes como tal fue precedido por la apertura en la villa tabaresa, días atrás, de una exposición sobre Indumentaria Tra- >>

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- CRÓNICAS PROVINCIALES dicional, y ya en esa misma jorna-da, por la ponencia titulada “Indu-mentarias y danzas de paloteo en la tradición transfronteriza”, que se desarrolló en el Edificio del Reloj y que corrió a cargo de Carlos Porro, Musicólogo de la «Fundación Joa-quín Díaz» de Urueña. El ponente disertó sobre las danzas, y abogó

por la enseñanza del folclore en las escuelas como alternativa para evi-tar su desaparición

Tras la ponencia aún hubo tiempo para varias actuaciones musicales, pero fue tras el desfile de los dife-rentes grupos, que comenzó pasa-das las cinco de la tarde, cuando por fin tuvieron lugar las actuacio-nes de cada uno de los grupos in-vitados en esta ya Segunda edición del Encuentro Transfronterizo de danzas de paloteo.

Cada formación mantiene sus propias peculiaridades. Así, el gru-po de Cañizal mostró un repertorio formado por 12 palos o lazos y un

baile que consistía en tejer un cor-dón. Cada paloteo lo constituyen 8 danzantes, y el grupo, en el que este año como novedad los hom-bres vuelven a formar parte del grupo de danza, se acompaña por una gaita y un tamboril.

Por su parte la danza de Muelas del Pan consta de 32 lazos (reli-

giosos y profanos), la Bicha y la Con-tradanza, mientras que el grupo local de Tábara está com-puesto por ocho danzantes, hombres y mujeres, el tam-borilero con flauta pastoril y el Birria. El grupo charro de Peromingo des-tacó sin embargo por la juventud de sus miembros, uno de los cuales es un tamborilero con tan solo 13 años, mien-tras que el de Alma-raz de Duero, con aproximadamente 40 lazos, lleva castañuelas y un sombrero de flores en la cabeza.

Estas danzas, que en todos los casos tienen un origen remoto, están ganando cada vez más adeptos entre la población infan-til y juvenil de nuestra región, y así varias formaciones de danzantes, como las de Peromingo, de Alma-raz o de Muelas del Pan, tienen ya secciones infantiles de paloteiros, lo que garantiza su pervivencia y si cabe potenciación. Precisamente esta última localidad se ha convertido en el primer municipio zamorano en tramitar la declaración de las dan-zas del paloteo como Bien de Interés Cultural, en un intento de dignificar y proteger estas danzas como una fuente de riqueza cultural.

Esta Segunda Edición del Encuentro supone su consoli-dación, ya que tanto el Ayun-tamiento como el resto de administraciones ven con bue-nos ojos su continuidad en los próximos años, al menos mien-tras la mayor parte de su presu-puesto siga proviniendo de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional. • M.T.

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Festival Folk y Tradicionesen

San Martín de CastañedaS

an Martín de Castañeda apro-vechó la celebración de sus

fiestas patronales el primer fin de semana de septiembre, para organi-zar un festival de música tradicional más que interesante.

Si la localidad ya resulta ser un foco de vitalidad etnográfica en estos días festivos por la celebración del famo-so canto de la loya (poema largo can-tado desde el púlpito de la Iglesia por un joven soltero del pueblo) y el ramo a la Virgen de la Peregrina, la progra-mación de las fiestas y especialmente el certa-men folk, hicieron de la música tradicional un fluir casi constante en el empinado callejero de la localidad sanabresa.

Así, en la noche del viernes, el grupo leonés Son del Cordel fue el pri-mer invitado a subirse al escenario habilitado al

efecto. Este grupo dedicado a la re-copilación y difusión de la música tradicional leonesa, lleva desde 1984 liderando el movimiento de regene-ración del folclore de nuestra tierra en sus diferentes aspectos: instru-

mentos, músicas y bailes. Son del Cor-del desgranó en su actuación muchos de los temas que componen sus ya siete Cds, ante un animado público que se acercó a esta localidad del no-

roeste zamorano.

El segundo día festivo amaneció con otra de las tradiciones con ma-yor encanto de nuestra tierra y que pervive aún en muchas localidades: la tradicional alborada por las calles del pueblo, en la que los jóvenes, y no tanto, recorren las distintas casas desperezando al ritmo de la gaita y casi cualquier instrumento capaz de ser percutido, a los distintos veci-nos.

La jornada matutina del domingo dio cabida en San Martín de Casta-ñeda al ya mentado canto de la loya y del ramo, mientras que la tarde-noche recibió por partida doble a la

pareja de músicos zamoranos Al-berto Jambrina y Pablo Madrid, y al conocido gaitero asturiano Xuacu Amieva y su formación. De Jambri-na-Madrid no es necesaria presenta-

ción alguna. Su incansable trabajo a favor del folclore zamorano les ha llevado a formar distintas agrupa-ciones musicales por se-parado (Habas Verdes, por ejemplo en el primer caso) o de manera conjunta (Tradinova). Simultánea y complementariamente a lo anterior, su labor al frente del Consorcio de Fomen-to Musical de Zamora les convierte en el más claro exponente del buen hacer en relación a nuestra tradi-ción musical.

Xuacu Amieva y su grupo

Alberto Jambrina y Pablo Madrid >>

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XXI Edición delDía del Tamborilero

El domingo, día trece de sep-tiembre, la capital charra vivió

la celebración de la XXI Edición del tradicional Día del Tamborilero. Des-de primera hora de la mañana se po-día comprobar cómo los aledaños de la Plaza Mayor salmantina se empe-zaban a poblar de personas vestidas con la indumentaria tradicional de la tierra. Y no era para menos, pues si hay un símbolo que los salmantinos lleven a gala, éste tiene que ver con su indumentaria popular, y con los so-nes de la flauta de tres agujeros –que aquí se llama gaita- y el tamboril.

Un año más, y ya van más de dos dé-cadas, el centro neurálgico de la vida social de la ciudad se pobló de cientos de personas que no querían perderse esta celebración. Unos ataviados con los trajes típicos y con los instrumen-tos reseñados. Otros, con la cámara en ristre y la pretensión de captar cada uno de los movimientos de los músi-cos y bailadores.

Los actos, organizados por la Aso-ciación Cultural Peña Folclórica “El Tamboril”, comenzaron pasadas las once y media de la mañana, y des-pués de que los músicos protagonis-tas hubiesen desfilado a través de la calle Zamora hasta llegar a la Plaza Mayor.

Sucesivamente, casi una veintena de grupos de tamborileros y danzantes

fueron accediendo al escenario para interpretar sus piezas, muy aplaudi-das por el numeroso público presen-te. Entre ellos se pudo ver a destaca-dos tamborileros y bailadores como Jose Manuel Bustos, Jose -el rubio de Miranda- y Mar, Ramón (tamborilero de La Alberca), David García (Pero-mingo), José Benito Mateos Pascual (Peñaparda), o a Agustín (El Cabaco). Como en otras ediciones anteriores, la capital charra fue punto de encuentro de músicos tradicionales venidos de muy diferentes puntos de la geogra-fía provincial. No faltaron en este sen-tido representantes de las comarcas serranas de la Sierra de Francia, como de Las Arribes, el Rebollal o la comar-ca de Alba de Tormes, además de un numeroso grupo de residentes en la propia ciudad de Salamanca.

Las actuaciones, que se prolongaron hasta la hora de la comida, contaron con la participación de un importante sector de jóvenes, lo que deja a las cla-ras que el trabajo que hasta hace dos años desarrolló el extinto Centro de Cultura Tradicional “Ángel Carril” ha dado sus frutos.

Sin duda, todo un acierto la celebra-ción de este día del tamborilero, a juz-gar por la participación e implicación de músicos y visitantes, a lo que ayu-dó sin duda también el buen tiempo reinante en esta jornada en la ciudad charra. • M.T.

Xuacu Amieva, por su par-te, sorprendió a los menos ave-zados a esta música al compa-ginar con maestría el toque de la gaita de fole asturiana con el sonido de la batería, o de la gui-tarra y bajo eléctricos. Este ve-terano músico, que lleva desde la década de los 70 del pasado siglo encima de los escenarios, y en cuyo repertorio se ven re-presentados los principales te-mas asturianos de gaita, rabel, zanfona, flauta o canto, regaló a los asistentes que se cobijaron bajo la carpa-escenario una am-plia selección de los mismos. El público disfrutó de ambas ac-tuaciones, bailando y tararean-do algunas de las melodías más conocidas.

Para finalizar el ciclo festivo, los vecinos disfrutaron al día siguiente con el concurso de jotas, que cerró la acertada pro-gramación vinculada a la tra-dición elaborada por el equipo de gobierno de esta localidad sanabresa. • M.T.

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Foto: Tribuna.net

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Etnohelmántica 2009

Entre los días siete y diez de sep-tiembre, y en el fragor de las fies-

tas locales de la Virgen de la Vega de la capital salmantina, tuvo lugar una edición más del Festival de música de raíz denominado Etnohelmántica. Y van doce.

Nuevamente la Plaza Mayor de Salamanca fue el escenario ele-gido para todas las actuaciones, que se desarrollaron a lo largo de cuatro jornadas.

Abrió Etnohelmántica el cantaor onubense Pitingo el lunes día 7 de septiembre. Como destacó acertadamente al día siguiente la crónica periodística del diario Tribuna de Salamanca: “El de Aya-monte vistió de quiebros y jipíos los temas más clásicos del reper-torio del alma negra americana y de la música popular de siempre que componen su multivendido álbum Soulería, con el que se pre-sentó en Salamanca, tierra de gran tradición y afición flamenca.”.

Fue el turno al día siguiente para las actuaciones de Actuacio-nes de Xosé Manuel Budiño (Ga-licia) y La Bandina (Asturias). El primero, gran gaitero, fue miembro en la década de los 80 de la banda “Xarabal”, fundando a principios de los 90 el grupo “Fol de Niu”. Ha toca-do junto a artistas y grupos de la talla de Kepa Junkera, Altan, Capercaillie, Oskorri o Uxía Senlle. En el concier-to, y junto a su gaita gallega, se hizo acompañar de flauta, guitarra, tecla-dos, percusión, percusión gallega,

violín y voz.

Por su parte La Bandina es una agrupación dedicada a la investi-gación y divulgación de la música, bailes y los ritmos tradicionales as-turianos. Con un directo impactan-te y único, ha compartido escenario con una extensa pléyade de artistas

como Hevia, Felpeyu, Capercaillie o The Finlay MacDonald Band, en fes-tivales nacionales e internacionales. Su actuación en Etnohelmántica no estuvo exenta de lo que es una de sus características más propias, la fusión de estilos y la búsqueda de sonori-dades nuevas, empleando para ello junto con los instrumentos asturia-nos tradicionales otros como el bajo

eléctrico, trompeta, darbuka, etc.

Para el miércoles día nueve el fes-tival tenía reservada la actuación del grupo llamado Xarnege, formado por músicos de Francia y de España, así como de Spaccanapoli, prove-niente de Italia. El término “Xarne-ge” hace alusión a la mezcla de las

culturas gascona y vasca, y así su repertorio combinó temas tradicionales armonizados e in-terpretados a los modos vasco y gascón. Branles, gavotas, jauzis, segidas, polkas, rondeus, mut-chikoak , valses... interpretados como expresión de dos pueblos con diferentes formas de comu-nicarse pero con un mismo es-píritu. El numeroso público que se acercó hasta la Plaza Mayor de Salamanca pudo comprobar cómo la música de Xarnege, siendo tradicional tiene difícil catalogación. Por eso es mejor oírla que pensarla. Todos los miembros de la napolitana for-mación Spaccanapoli por su par-te provienen del grupo “E Zezi”. En Salamanca demostraron que es posible hacer compatibles los términos música de raíz y gusto

por la mutación sonora. Armados con sus voces, violín, guitarras acústicas, bajo, saxo, flauta, teclado, percusión e incluso batería hicieron las delicias de los asistentes, siendo el único gru-po plenamente internacional con que contó esta edición de Enohelmántica 2009.

Finalmente el jueves diez de sep-tiembre, fueron los grupos sal-

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Spaccanapoli.- Foto: pirus

Xosé Manuel Budiño

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mantinos Caronok y Folk on Crest los encargados de cerrar el festival por este año. Sobre Folk On Crest no vamos a ex-tendernos aquí demasiado por cuanto además de ser una ban-da sobradamente conocida, abordamos su perfil en otra sección de este número de la revista. Simplemente decir de ellos, como ellos mismos afir-man y corroboran concierto tras concierto, que no son un grupo al uso, sino la unión de muchas músicas, entre ellas obviamente la tradicional cha-rra. Lo que se pudo ver clara-mente en su actuación.

Y de Caronock sostener úni-camente que este cuarteto de cámara reunido en Salamanca e integrado por Pablo Gonzá-lez (flauta), Eelco Haak (che-lo), Reynner Franco (cuatro) y Manuel Torcatt (contrabajo eléctrico) tuvieron la virtud y el placer de hacer música viva y en vivo, sin fecha de naci-miento y culminación. Una experiencia para los entidos. Un gran final para un gran festival. • M.T.

Decir pandero cuadrado en la provincia de Salamanca es si-

nónimo de Peñaparda. Esta pequeña localidad del suroeste provincial ha sabido mantener como una seña de identidad este instrumento tan valio-so como práctico, que tan sólo queda con relativo dinamismo en las algunas zonas del norte montañoso del Reino de León.

Y fue el Pandero Cuadrado el moti-vo de reunión y conmemoración para esta localidad y su comarca el primer día del pasado mes de agosto.

La fiesta del Pandero cuadrado ha conseguido celebrar su primera déca-da con éxito, y para ello reunió a gran cantidad de vecinos y músicos de Pe-ñaàrda, pero también de la comarca de El Rebollal, que no quisieron dejar de celebrar esta efe-méride.

Los actos de cele-bración del décimo Aniversario comen-zaron con una ex-posición fotográfica y una ponencia a cargo de dos de sus principales impul-sores: Javier Ramos Pascual y Juan Anto-nio Sánchez Hernán-dez. Ambos destaca-ron en sus palabras el ímpetu de las gentes del pueblo para conservar este instrumento, sím-bolo de una cultura que se resiste a mo-

rir, y para conso-lidar esta Fiesta del Pandero, que ha visto en esta década cómo mu-chos artistas des-tacados llegaban hasta este pueblo gracias a ella.

La Asociación del Pandero Cuadrado aprovechó la cele-bración de la fiesta para dar a conocer y distribuir un disco editado por esta asociación con canciones tradicionales de Peñaparda, evidentemente acom-pañadas por el peculiar e inconfundi-ble ritmo del Pandero Cuadrado.

Al festival acudieron el Grupo de Ni-ños y mayores de Peñaparda, y Grupo Calderón de la Barca de Barajas, así como el intérprete de música popular, folclorista, productor y editor salman-tino Gabriel Calvo, que recibió este año el Pandero de Honor por su sen-sibilidad hacia el uso y divulgación de este instrumento, así como por su amplia trayectoria en la promoción de la música tradicional salmantina.

Este galardón se otorga en Peña-parda a aquellas personas que a lo largo de su trayec-toria profesional se han distinguido por su dedicación a la recuperación y difusión del folclo-re y las tradiciones populares, y en es-pecial del pande-ro cuadrado. En la anterior edición el premio recayó en el también etnomusi-cólogo mirobrigen-se José Ramón Cid Cebrián, que estu-vo presente en esta edición nuevamen-te. • M.T.

CRÓNICAS PROVINCIALES

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La fiesta delpandero cuadradode Peñaparda

Foto: Tribuna.net

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 a tr3s bandas

1º/ ¿Desde cuándo se lleva ce-lebrando el Festival Etnohel-mántica?En la próxima edición cumplirá 13 ediciones.

2º/ ¿Cómo surgió la idea? Técnicos de cultura de Ayuntamien-to y Diputación con el concejal de Festejos y diputado de Cultura en Salamanca, crearon el primer Fes-tival con la creencia de que en Sa-lamanca era necesaria una muestra musical de este tipo.

3º/ ¿Siempre se ha hecho coinci-dir con las Fiestas de la Vir-gen de la Vega de Salamanca? ¿Por qué?Nació en el contexto de las Ferias y Fiestas como una pequeña mues-tra de folk... Y ha permanecido y crecido por su éxito desde la primera edición en estas fe-chas. Es un festival que los salmantinos aguardan todos los años con expectación. El primer concierto de Etnohel-mantica suele abrir las ferias. Eso nos obliga a cierta hetero-doxia con respecto al compo-nente folk del festival ya que creemos que en un concier-to inaugural debemos llegar al mayor número de público posible. En los últimos años lo han abierto grupos como Waterboys, Jethro Tull o Pi-tingo, y han participado otros históricos como Bob Geldof. Al amparo de su ubicación en las Ferias y Fiestas también se han programado agrupaciones como El Bicho, Muchachito Bombo Inferno o Canteca de Macao, lo cual conside-ramos como una oportunidad para traer a Salamanca formaciones que de otra forma no tendrían fácil cabi-da en la programación cultural ha-bitual. El predominio del aspecto folk que puede llegar a mitigarse en algún momento del festival, cree-

mos que se ve compensado en la fantástica variedad de músicas de España y del mundo que hemos lo-grado traer a Salamanca en los últi-mos doce años... Desde la klezmer y la sefardí, a la cajún y el reggae, pasando por el bhangra, la balcáni-ca, africana, griega, árabe, cubana, mexicana, canadiense... Y por su-puesto la celta y el flamenco.

4º/ ¿Qué se pretende con este festival folk?Descubrir y mostrar las diferentes músicas del mundo que tengan una base folk, o a veces tan solo un ingrediente. Pero ante todo abrir los oídos del público de Salaman-ca a nuevos o viejos sonidos, pero siempre evocadores y distintos a los que habitualmente escucha.

5º/ Una valoración general de cómo ha funcionado este año...La valoración corresponde a los aproximadamente 29.000 especta-dores que han asistido a los siete conciertos en cuatro días de Etno-helmantica 2009. Por nuestra parte, muy positiva, a pesar de los recor-tes.

6º/ El escenario de la Plaza Ma-yor de Salamanca se considera adecuado, supongo. . .

La Plaza Mayor es un escenario espectacular donde el público está garantizado, aunque lo idóneo se-ría que el festival se desarrollara en al menos dos escenarios, pero el presupuesto y la ocupación de espacios por otras actividades de las Fiestas lo hacen difícil... Pero todo se andará.

7º/ En esta edición han acudi-do grupos de Italia, Francia, de distintas regiones españolas pero también de la tierra. ¿Hay calidad en cuanto a folk en Sa-lamanca?Indiscutiblemente sí. Y con moder-nidad y tradición. Mayalde, Gabriel Calvo, Pepe Gil Cacho, Angel Ru-fino “el Mariquelo”, Cefe Torres, Rosa María, Folk on Crest... Son algunos de los nombres que Sala-

manca ofrece al mundo folk.

8º/ Seguro que el aspecto económico es de los más im-portantes a la hora de con-feccionar cada año el Fes-tival. ¿Tiene o ha buscado el Ayuntamiento algún otro apoyo institucional para sostener y potenciar este Festival?No. Y se ha buscado.

9ª/ Aparte de Etnohelmánti-ca, ¿realiza el Ayuntamien-to alguna otra iniciativa a lo largo del año relacio-nada con la música tradi-

cional?Las incluidas en la programación anual de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura.

10º/ Y aunque sea pronto aún... ¿alguna idea para el del año que viene? Que el cartel sea lo mejor posible.

Gracias. • M.T.

Festival Etnohelmántica

Coordinador del Festival Etnohelmántica

ENTREVISTA a: Javier Martín

Etnohelmántica nació en el contex-to de las Ferias y Fiestas como una pequeña muestra

de folk

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 -----------

1º/ Este año habéis celebrado el IV Alcuentru de Cultura Llio-nesa en Astorga, pero creo que hasta ahora este evento no ha conseguido consolidarse, ¿por qué?Los hechos son los siguientes: las tres primeras ediciones de los Alcuentros tuvieron lugar en tres localidades di-ferentes, Molinaferrera, Quintana del Castillo y Corporales, respectivamente. Fueron organizadas por tres asociacio-nes culturales diferentes y es que ese era en un principio el plan trazado.Pero resultó que la siguiente edición no encontró ni organizador ni sede du-rante varios años hasta que La Caleya, que había organizado la tercera edición asumió la responsabilidad de organi-zarlo a partir de ahora.

2º/ ¿Qué se pretende con él?Pretendemos en primer lugar poner en valor la cultura del Reino de León, objetivo importante y difícil, ya que durante muchos años se ha tratado de “paletizar” nuestra cultura tradicional, y además en los últimos años se está realizando un ingente trabajo por parte de la Administración Autonómica para castellanizarnos, en su afán de conven-cernos de que somos una sola región.Por otro lado acercar la cultura tradi-cional a todas aquellas personas que tengan interés por ella, poniendo a su alcance asociaciones que cubren un amplio espectro de lo que es la cultura tradicional.Acercar a distintas asociaciones cul-turares entre sí para crear sinergias y de esta forma que sea más sencillo sacar adelante los proyectos de todas. Existen asociaciones con proyectos comunes, similares o asemejables que podrían beneficiarse del mutuo cono-cimiento y relación. En este encuentro trabar conocimiento y crear lazos entre ellas para que sea más sencillo echar-se una mano unos a otros.No es lo menos importante el que la

gente disfrute de una fiesta que une a personas de distintos lugares y de muy diferentes edades.

3º/ El balance de este año…El balance de este año ha sido en gene-ral bueno, hemos tenido algunos fallos organizativos por los que pedimos dis-culpas a quienes los hayan sufrido, no queremos escudarnos en las dificulta-des lógicas de organizar un evento de esta magnitud en el que por ejemplo se sirvió cocido para unas 1500 personas. No obstante este ha sido un “ensa-yo general” de la edición del año que viene que tiene que ser especial por conmemorarse el 1100 aniversario del Reino.Con todo ello tanto los organizadores como los participantes y asistentes quedamos muy satisfechos.

4º/ ¿Por qué su difusión en len-gua leonesa?La difusión en leonés es porque la len-gua es un elemento muy importante de la cultura. La gente cree o les ha-cen creer que la lengua leonesa es una lengua muerta cuando realmente no es así. Una lengua no está muerta si hay gente que la usa, es decir, que puede expresarse con ella o que la entiende. Barajamos la posibilidad de hacerlo bi-lingüe, pero lo dejamos solo en leonés cuando nos dimos cuenta de que a la gente a la que se lo enseñábamos no le resultaba extraña su lectura en leonés pues lo leían y comprendían con total naturalidad y casi no se daban cuenta hasta más de la mitad del programa de que no era castellano.

5º/ Habéis conseguido meter en cartel a músicos de Zamora y Salamanca junto con los de la provincia de León. ¿Ha funcio-nado?Sí. Ya en varias ocasiones hemos dis-frutado de músicos provenientes de Zamora y de Salamanca en los Encuen-tros de Música Tradicional Leonesa que también organiza La Caleya des-de hace más de diez años. Y también han estado en otras ocasiones y otros tipos de actos. En realidad todos los que hacen música tradicional de la Re-gión Leonesa funcionan aquí con total cercanía.

6º/ La Asociación La Caleya ha

llevado la organización del Al-cuentru. ¿A qué se dedica aparte de organizar esta iniciativa?Desde nuestro nacimiento como aso-ciación cultural venimos organizando una serie de actividades con el fin de dar a conocer, poner en valor y promo-cionar diversos elementos de la cultura tradicional leonesa. Destacaríamos los cursos de lengua leonesa, el Encuen-tro de Música Tradicional Leonesa, el Concurso Infantil y Juvenil de Cuento Tradicional Leonés, el Certame Llitera-riu para obras originales en leonés en sus dos modalidades de relato corto y poesía, colaboraciones en otros actos culturales organizados por otras aso-ciaciones, ayuntamientos, pedanías… Y, por supuesto, a partir de ahora el Al-cuentru de Cultura del Reinu de Llión.

7º/ ¿Qué papel juega el Ayunta-miento de Astorga en todo esto?La verdad es que para el Ayuntamien-to de Astorga no podemos tener más que palabras de agradecimiento por su colaboración, en especial con la Con-cejalía de Cultura Tradicional y Valores Autóctonos que lleva el Teniente Alcal-de don Enrique Soto cuya ayuda supe-ra ampliamente sus funciones como concejal, demostrando, como siempre, su predisposición, su capacidad de tra-bajo y su grandísimo conocimiento de la cultura tradicional leonesa. Tampo-co se puede olvidar la ayuda prestada por otras instancias municipales como la brigada de obras y la policía muni-cipal.

8º/ ¿Pensáis darle continuidad en años venideros?No solamente darle continuidad sino ampliarlo; la idea es ir a más año a año. Vamos a hacer un esfuerzo especial el año que viene por la efeméride que ya mencionamos anteriormente, los 1100 años del Reino de León.

9ª/ Algo que haya que cambiar…Más que cambiar, lo que tenemos es que mejorar algunos aspectos organi-zativos. En ello estamos ya.

10º/ Un deseo… Que demostremos mas cariño por lo nuestro, que al fin y al cabo es lo que más debería interesarnos.. • M.T.

IV Alcuentru de Cultura Llionesa en Astorga

Ricardo Pomar. Coordinador del Alcuentru de Cultura Llionesa en Astorga

a tr3s bandas

ENTREVISTA a: Ricardo Pomar

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 a tr3s bandas

1º/ ¿Por qué el Festival Folkló-rico Sierra de la Culebra?

El Festival nace hace ocho años, como producto de las voluntades del Excmo. Ayuntamiento y de la Asociación Cul-tural “Las Cancillas”, representadas por Gregorio José San Pedro (Alcalde) y Leovigildo Santamaría (presidente); ambos comenzamos esta andadura, a la que se han unido posteriormente otras personas como Simón García Ta-boada, concejal y empresario.Aprovechando la gran afluencia de personas en la época estival, se pre-tende ofrecer una alternativa de ocio, pero quizá este objetivo queda relega-do ante otros como el de homenajear a nuestros mayores, o el de conseguir que nuestros jóvenes aprendan a amar lo que formó parte de las vidas de sus progenitores.

2º/ ¿Qué aporta el folclore a la comarca?La música siempre ha sido una buena herramienta para despertar sentimien-tos, en este caso sentimientos de iden-tidad; precisamente nuestras comar-cas están muy necesitadas de ella.Es conveniente que nos sintamos de aquí, que desaparezcan los complejos, nosotros no somos inferiores, tenemos que aprender a valorar “lo nuestro”, frente a otras culturas provenientes in-cluso de nuestro propio país.En más de una ocasión he tenido la

oportunidad de comprobar cómo per-sonas de todas las edades y condición vibran en un momento determinado, escuchando algún tema tradicional; son sus raíces comunes las que produ-cen ese efecto, las que los identifican y unen en ese instante.

3º/ ¿Valora la gente su música?Por supuesto que sí, afortunadamente nuestra sociedad empieza aunque sea tímidamente, a valorar todo lo relacio-nado con la cultura tradicional; pasa-ron los tiempos (años 50 al 80) en los que las personas que tenían algo que ver con ella (gaiteros, dulzaineros etc.), no eran valorados socialmente.

4º/ Este año todos los grupos eran zamoranos, ¿ajuste econó-mico por la crisis?La primera edición del festival estuvo dedicada a los grupos de Zamora, en años posteriores hemos procurado abrir el abanico con la pretensión de dar a conocer la música de nuestras regiones colindantes y las distintas formas de interpretarla.La financiación es el eterno problema de todo organizador de este tipo de eventos, por tanto este año con más motivo; pero no sólo fue esa la razón por la que se recurrió a los “de casa”, también se pretendió presentar los nuevos grupos aparecidos en el pano-rama provincial.

5º/ ¿Cómo vive Leovigildo este Festival?Cada año comienzo las tareas de orga-nización como si fuera la primera vez, hay que tener en cuenta que siempre me he ocupado de todos los detalles, desde el diseño de los carteles, contra-tación, supervisión, etc., hasta dar de cenar en mi casa a los componentes de más de un grupo.Por tanto no queda tiempo mas que para satisfacción posterior si es que todo ha salido bien.

6º/ ¿Es sencillo o cuesta mante-ner un evento de este tipo du-rante ya casi una década?Apenas hay cosas sencillas en esta vida, no obstante y gracias a que en ningún momento me han abandonado

la ilusión y el apoyo de otras personas (aunque sean pocas), hemos conse-guido mantenerlo a flote.

7º/ Este año la lluvia no quiso perderse el espectáculo . . . La verdad es que hemos tenido mas de un tropiezo meteorológico, el de este año fue de lo mas inoportuno y deslu-ció las distintas actuaciones, pues no pudieron utilizarse ni el escenario ni el equipo de sonido.

8º/ ¿En qué se parece la música de Molofolk a la de Doña Urra-ca?Yo diría que en todo y en nada, se pare-cen en que todas sus raíces son comu-nes y por tanto dan ambas formacio-nes el fondo que las identifica, pero es evidente que su forma de interpretar es diferente, Molofolk busca “refrescar” la música tradicional frente al purismo de Doña Urraca.

9ª/ ¿Quién le apoya en la or-ganización y diseño del Festi-val?Como ya comenté anteriormente, siem-pre he contado con el apoyo de Goyo (alcalde) y de Simón (concejal y empre-sario), son pocos pero “pesan” mucho, esa es mi gran ventaja.

10º/ El año que viene se celebra el 1100 Aniversario el Reino de León. ¿Alguna idea para el Fes-tival? Por qué no, un gran festival que reúna lo mejor del panorama folk del Reino, es complicado lograrlo pero no dejaría de ser acojonante, (perdónenme por el palabro, pero hasta en TV se oyen co-sas peores y no pasa nada).

Gracias. • M.T.

VII Festival de Música Folclórica «Sierra de la Culebra» de Ferreras de Abajo

ENTREVISTA a: Leovigildo Santamaría

Leovigildo Santamaría, Coordi-nador del VII Festival de Música Folclórica “Sierra de la Culebra”

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- imprescindibles

Sección en la que traemos a primera plana algunos de los trabajos discográficos editados de músicos de nuestra región que no deberíamos nadie dejar de tener por su indudable valía.

PEÑAPARDA

MIGUEL MANZANO

CD: El Pandero Cuadrado de Peñaparda

CD: Músicas nuevas para viejos instrumentos (3 libros y CD’s)

El disco “El pandero cuadrado de Peñaparda” es ya desde su nacimiento una joya para los

amantes de la música tradicional de nuestra re-gión. Proveniente de la localidad de mismo nom-bre en la comarca charra de El Rebollal, donde se ha conseguido mantener la tradición del “pande-ru cuadráu” como allí lo llaman en asturleonés, el disco incluye 17 temas cantados y tocados por las propias gentes del pueblo. Asimismo se acom-pañan otros instrumentos tradicionales de la co-marca como la gaita charra y tamboril o las cas-tañuelas. En él se pueden encontrar canciones de trabajo, de boda, el ofertorio y los sones del baile típicos peñapardinos: Ajechau, Salteau, Corriu y Brincau.

Se puede adquirir directamente en Peñaparda o llamando a los teléfonos 923 48 63 01 / 923 48 64 15.

Más: http://www.todofolk.com/penaparda.php

Bajo este título tan sugerente se esconde nada menos que un nuevo proyecto del musicólo-go zamorano Miguel Manzano, un defensor

de la renovación y el dinamismo en el campo de la música de raíz.

Manzano ha realizado más de cuarenta compo-siciones de nuevo cuño pero para ser interpre-tadas por instrumentos tradicionales del Reino de León así como de la raya portuguesa, ya que esta iniciativa corre con cargo al Programa co-

munitario Interreg III-A y del proyecto Lime Norte-POCTEP 2007-2013 que gestiona la Junta .

Así tienen cabida en los tres libros y CDs que com-ponen la colección composiciones para gaita de fole, flauta y tamboril, y dulzaina, buscando en to-dos los casos respetar la identidad de cada instru-mento a la hora de componer las nuevas piezas.

Sin duda un proyecto nuevo del que hablaremos con más detenimiento en sucesivos números de la Revista por su proyección y debate que generará, pero que en todo caso nos parece de enorme inte-rés por su originalidad y pretensiones.

Más: http://www.alollano.com/zona_manzano/arti-culo3.html

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009

a vestirse tocan Consideracionessobre la indumentaria tradicionalleonesa

porJavier Emperador

----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009

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Para hablar sobre la indumentaria popular leo-nesa, tendría que matizar primeramente que no constitu-ye un hecho aislado.

El traje, se define como: “Vestido completo de una persona”.

Nació como una necesidad del hombre para prote-gerse de los fenómenos meteorológicos, principalmente del frío y por el pudor.

Más tarde, serían otros motivos los que influyeron para que esa primera indumentaria evolucionase: el descubrimiento de las técnicas textiles, convirtiendo las fibras naturales (lino, cáñamo, lana, seda, etc....), en fila-mentos, que se tejieron formando telas o lienzos, aplicán-dose luego los tintes procedentes de sustancias naturales para colorear los tejidos, y perfeccionando la industria textil con la incorporación a ésta de nuevas técnicas: la estampación y el bordado entre otros.

También influyeron causas de índole social, econó-mico, político y religioso: la aparición del comercio, que posibilitaría a un habitante de un lugar la adquisición de tejidos o prendas procedentes de otro muy distante a él, en un mercado; la diferenciación por el traje del estrato social al que se pertenecía; la adaptación del traje al ofi-cio laboral desempeñado, la incorporación de elementos dictados por el sentido de la moral del momento, la vida religiosa o celebraciones festivas y sociales; y las influen-cias de unos pueblos sobre otros.

A todos estos fenómenos descritos no escaparían los primeros hombres que poblaron dentro de las fron-teras de lo que hoy conocemos como provincia de León, ni tampoco sus sucesores hasta llegar a nuestros días; y esto es algo que tenemos que tener muy en cuenta si queremos hacer un estudio fiel de lo que constituye “LA INDUMENTARIA TRADICIONAL LEONESA”.

El primer problema que se plantea a la hora de hacer este estudio, lo constituye la poca bibliografía y docu-mentación que sobre él existe; tan sólo pequeños apun-tes a través de la historia que pueden esclarecemos algo sobre su evolución (desde Ptolomeo a nuestros días, en autores estudiosos del tema, en viajeros que pasaron por nuestra tierra e hicieron descripciones puntuales y el material de archivo centrado casi exclusivamente en tes-tamentos, partijas e inventarios); y material fotográfico y pictórico.

Por otro lado, aunque existan publicaciones veraces sobre el tema, hay sin embargo en algunos casos, publi-caciones y estudios que carecen de toda corrección y que incluso han inducido a otros estudiosos a cometer erro-res de interpretación.

Aún existen otros factores que dificultan más este trabajo:

Que la indumentaria sea un bien perecedero, que las instituciones públicas y en general todos nosotros no hayamos prestado el suficiente interés y apoyo al tema, e incluso lo hayamos menospreciado, el olvido o confu-sionismo de quienes pudieran describirnos por haberlo vivido, algo que tienen en un recuerdo muy lejano, ese defecto que tenemos los humanos, individual o colecti-vamente, para asegurar que “lo nuestro es lo mejor”, y si no, hacemos para que lo sea, que ha hecho de la indu-mentaria popular, poco más o menos, que un motivo de competencia para ver quién luce un traje más rico, sea o no sea característico del lugar.

Otro problema que se plantea a la hora de hacer este estudio, es la gran extensión geográfica que tiene la provincia de León, en la que encontramos gran diversi-dad de pai-sajes, climas, economías y particularida-des en general, con unos mo-radores que en algunos casos nos podrán ha-cer pensar que no tienen nada que ver entre sí.

Quizá se esté acostum-brado a decir cuando vemos vestida a una persona con traje popular, (escasas veces), que lleva el “traje regio-nal” paramés o el ribereño, o el berciano, o el...; sencilla-mente pienso que se comete un gran error.

Según mi punto de vista no existe el “traje regional” paramés, ni el ribereño, ni el berciano; ni tan siquiera el de este o aquel pueblo concreto.

Al hacer esta afirmación no quiero decir que en la provincia de León no haya existido el traje tradicional. El traje popular, o mejor dicho, los trajes populares son mu-chos y muy variados dentro de estos límites geográficos, pero casi nunca constituyen un elemento de pertenencia a un lugar determinado.

Traje de la Montaña de Babia Fondos del Museo Nac. de Antropología

de la Colección de Javier Emperador

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009

Se está acostumbrado a decir por ejemplo, que el mantón de meri-no de mil colores es maragato, o que los pañuelos de cabeza de seda en fondo granate o rojizo con dibujos cuadrangulares en tonos verdes son de maragata casada. Pues bien, es-tos mantones maragatos también los llevaban en otras comarcas leonesas como Laciana, Cepeda, etc..., aparte de en Extremadura, Castilla la Vie-ja, Galicia, Aragón,... e incluso en Polonia, Portugal,… y en gran parte de las indumentarias populares de otros países europeos; el pañuelo de cabeza de casada maragato es muy habitual encontrarlo en el traje po-pular de la Alberca en Salamanca, en Huelva o en Aragón y en otros sitios se le denomina pañuelo toledano.

Entonces, ¿cuál es la indumen-taria tradicional de un determinado pueblo? La indumentaria tradicional de un pueblo la constituyen todos aquellos trajes, forma-dos por muy diversos elementos, con los que se vestían sus antepasados o que aún siguen vistiendo en algunos casos. Estos diversos elementos son aquellas prendas que se encuentran en una población concreta, ya sean en las arcas de las casas, en la descripción que dan sus habitantes o en los escritos y estudios que de ellas hay información.

Lo que diferencia a la indumentaria popular de un pueblo a otro es, especialmente, la adopción por parte de cada uno de ellos de elementos que, aunque en algu-nos casos puedan ser comunes, entre sí, cada pueblo los

adapta a su propia idiosincrasia.

¿Qué es entonces lo que ha sucedido para que hoy en día casi todo el mundo hable de “traje re-gional” y no de indumentaria va-riada de un lugar determinado? Las causas serían múltiples.

Voy a exponer algunas de ellas:

Quizá la más antigua, y que in-fluiría notablemente en otras poste-riores, sería la de los primeros que mencionaron como tal aquello de “traje regional”, dictando algo así como unas normas que converti-rían a la indumentaria popular en uniformes para una colectividad más o menos extensa según los ca-sos. También es conveniente hacer destacar a un nutrido grupo (no todos) de viajeros, pintores y lite-ratos, carentes de una información

científica del campo de la etnografía, que hicieron de la indumentaria popular algo perteneciente al mundo del romanticismo, este sería el caso como por ejemplo del “reconstruido y famoso” traje de mitra o de boda, del siglo XVII de maragata.

La aparición de los primeros “grupos de danzas” que si bien algunos (pocos o muy pocos) conservaron puros e intactos los bailes, en su mayor parte convi-nieron en unificar el traje para poder diferenciarse del “grupo de danzas” de la comarca o del pueblo vecino, aunque se ejecutasen los mismos bailes.

Para concluir estas consideraciones, me gustaría re-sumir diciendo que la indumentaria popular leonesa no constituye un hecho estrictamen-te aislado, si bien habría que encuadrarla en el gran área noroccidental relacionándola notoriamente con la ruta de la plata, y sien-do los elementos que la componen los que determinan las diferencias de una a otra comarca; elementos éstos que cada pueblo ha adaptado a sus propias necesidades, circunstancias, influencias, reminiscencias, modo de vida o economía, clase social o sen-tido estético. •

Francisco Javier Emperador Marcos en León a 19 de noviembre de 2009

Traje Dominguero Órbigo Bajo Fondos del Museo Nac. de Antropología de la

Colección de Javier Emperador

Trajes Maragatos de la Colección Javier Emperador

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 -----------

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 EL FOLKLORE EN EL AULA

Me atrevo a presentar esta co-municación sobre la música tradicional y su empleo en

las aulas en esta sección de la Revista MT y en este momento, pues aunque fue realizada y expuesta con motivo de un Congreso Hispano-Portugués de Intercambio de Experiencias Musicales celebrado en el año 2000 en Miranda de Ebro, entiendo que su contenido sigue estando de ple-na actualidad. Desde entonces has-ta ahora lamentablemente poco se ha hecho desde el ámbito educativo para potenciar esta música, y los es-fuerzos han sido más iniciativas ais-ladas que un plan premeditado.

Solamente me he permitido actuali-zar matices mínimos por mor de los cambios legislativos acaecidos desde entonces. La Propuesta, que no deja de ser una humilde y sencilla invita-ción a introducir al alumnado en el conocimiento de nuestro folclore,

sigue manteniendo desde mi pun-to de vista, la misma vitalidad que entonces, y si cabe más urgencia de ser puesta en marcha, o mejor aún, de ser tenida en cuenta como idea base de ulteriores e individualizadas adaptaciones por parte de cada do-cente. Si para algo de esto sirviese, doy el esfuerzo por bien empleado.

LA COMUNICACIÓN Esta comunicación pretende únicamente plantear un tema que estimo todos los docen-tes deberíamos tener presente en nuestro que-hacer diario con los alumnos, como es el de nuestra música tradicional.

La música se constituye desde siempre como uno de los elementos que con mayor fuerza une a las comunidades humanas, creando en-tre sus componentes símbolos de identidad. Y concretamente su vertiente popular ha jugado un papel principal en este sentido, siendo una constante en nuestra sociedad a lo largo de

La Música Popular castellana,leonesa y portuguesa como experiencia educativa en el aula por Goyo Diez

(Profesor de Música del IES “León Felipe”)

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------ MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009

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la historia hasta los tiempos recientes. El medio rural, hoy tan depri-mido demográficamente en nuestras latitudes, es el con-texto en el que surge, vive y se recrea la música popular, entendida ésta como la músi-ca que nace del y para el pue-blo. Desde las comunidades de aldea hasta las poblaciones más numerosas, esta música se constituye como un sentir y una necesidad del pueblo, un elemento vivo más que da sentido a sus vidas, que alegra sus fiestas, que acompaña sus ritos, que cuenta su historia, expresa sus alegrías, dolores, esperanzas e incertidumbres, el amor y la fe, retratando su fisonomía, sus ocupaciones y el propio ambiente geográfi-co, sus ríos, sus campos, de tal manera que la canción, el hombre y la tierra forman una unidad y un todo indisoluble.

Es por ello que la canción popular no debe ser vista ni enfocada por nosotros los docentes como algo pinto-resco y regional, apto para quien busca algo exótico, normalmente desde un ám-bito ciudadano urbano. Por contra, forma parte de nues-tro patrimonio etnográfico y antropológico, y es por tanto, uno de los modos más ricos de conocimiento de nuestras gentes en sus manifestacio-nes artísticas y culturales tra-dicionales.

En ese contexto de tradición oral, la música se ha perpe-tuado sin problemas a lo lar-

go de los siglos, de padres a hijos, hasta llegar a nuestra sociedad actual, donde el es-labón de la tradición se está rompiendo. La urbanización creciente, la despoblación del medio rural, el desarraigo de muchos jóvenes de sus en-tornos, la ruptura de las ac-tividades tradicionales en las que se insertaba de manera intrínseca la música popular, la creciente disponibilidad de música “importada”, la sobrexposición diaria ante la música que los múltiples me-dios de comunicación y ra-diofónicos nos hace llegar..., todo ello, está consiguiendo que nuestra música popular no llegue fácilmente a los jó-venes. Muchos de ellos, como consecuencia de todo ello, no tienen un especial interés en conocer una herencia y un patrimonio que les pertenece, pero al que en muchas ocasio-nes no se sienten ligados (por su actividad, sus costumbres, el medio urbano en el que ha-bitualmente se mueven).

Y es en este contexto donde se encuadra la comunicación, y a la vez experiencia que re-mito, y donde se halla su im-portancia. La escuela, o por extensión, cualquier ámbito donde se imparta algún tipo de contenido musical, debe ser consciente de esta reali-dad, darla a conocer y pro-mocionarla adecuadamente.

Los currícula de la asigna-tura de música son hoy en día muy amplios: desde el conocimiento de los instru-

mentos de la orquesta hasta las etapas de la historia de la música occidental, pasando por los conceptos básicos del lenguaje musical y la práctica con los instrumentos dispo-nibles. Aún así, de la lectura de los contenidos que mar-ca la ley para esta asignatura, casi en cualquiera de sus eta-pas educativas, se desprende fácilmente la inclusión de la música tradicional como un contenido más a tratar, y en algunos libros de texto apare-cen temas monográficos de-dicados a ello. Pero con todo ello, muchas veces la música tradicional queda relegada del temario impartido por lo apretado de la programación, por parecer un “tema menor” para el docente, o simplemen-te por aparecer como una unidad al final del libro que no da tiempo a impartir. En el caso de la formación musi-cal de carácter profesional, la especialización en un instru-mento raras veces contempla la interpretación o conoci-miento de música popular, aparte de ejemplos de autores nacionalistas “clásicos “.

Por ello considero importan-te que, de manera simultánea a los contenidos que tradicio-nalmente se vienen impartien-do, en las aulas de primaria y secundaria principalmente, se traten los relativos a nuestra música más cercana y en oca-siones desconocida. No por ello es necesario modificar las programaciones, ni cam-biar objetivos ni contenidos, ni siquiera ampliar el número

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de éstos, sino adecuarlos para dar cabida a un elenco amplí-simo de actividades enraiza-das con la música tradicional.

Esta propuesta puede perfec-tamente ser incorporada a los contenidos actuales como un enfoque metodológico nove-doso, para conseguir los mis-mos objetivos que con la me-todología instrumental y las actividades más habituales.

La música popular puede y debe ser trabajada en el aula en cualquier nivel educativo. Para ello sólo es necesario la adaptación en la dificultad de los contenidos y actividades a proponer.

Las situaciones en que contenidos o actividades rela-cionadas con la música tradi-

cional pueden ser empleados son múltiples:

a) Como ejemplificación de un contenido conceptual determinado. Ejemplo: después de la explicación de las cualida-des del sonido (Educación Primaria ó 2º de ESO), se ilustra ésta con diferentes ejemplos, donde se com-prueben las variaciones de altura, timbre, intensidad y/o duración. Los instru-mentos serán tradicionales, según la región o zona: dul-zaina, tamboril, pandero, chifla, etc.

b) Como actividad de inter-pretación musical, de una canción. Realizada de una mane-ra vocal, instrumental o mixta. El texto puede ser apropiado para buscar la motivación del alumnado, así como la rítmica, tra-tando de “enganchar” al alumnado. El acompaña-miento con instrumentos de percusión permite tra-bajar conceptos como el ostinato, el compás, tempo,

acentuación, distintas figu-raciones rítmicas, etc.

c) Como actividad de impro-visación y creatividad mu-sical. A partir de unas normas básicas (mantenimiento de determinadas notas o gra-dos “tonales”, un determi-nado diseño rítmico...) se deja rienda suelta a la im-provisación y la creatividad. Se pueden modificar algu-nos aspectos secundarios de la melodía o la rítmica. Los textos también pueden ser susceptibles de modifi-cación por el mismo alum-nado. Ello consigue su im-plicación en la actividad, la memorización más fácil de la tonada, la interiorización de la relación música-texto y su rítmica inherente, y el descubrimiento de que en la música popular era una costumbre relativamente habitual la modificación y/o ampliación de los tex-tos de las canciones, al igual que ellos lo han hecho.

d) Como explicación de los caracteres básicos del len-

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IDEAL PARA PROBLEMAS DE LA PIEL: DERMATITIS - PSORIASIS - MUY HIDRATANTE

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guaje musical, aprovechan-do para ello una tonada o canción popular. Su es-tructura melódica, rítmica, textual, puede ser advertida de forma sencilla a través de un romance, por ejem-plo (tipología de canción popular que compartimos en las diferentes regiones de Portugal, en León y en Castilla).

e) Como actividad de intro-ducción a la técnica vocal básica, pretendiendo la entonación exacta de las alturas y la interpretación correcta de los giros rítmi-cos.

f) Etc.

LA EXPERIENCIA La experiencia que se presenta trata de incidir en estos aspec-tos reseñados, pudiendo cons-tatar que consigue motivar al alumnado bastante más que la mayor parte de las propuestas musicales desarrolladas a lo lar-go del curso académico.

Por otra parte, persigue varios objetivos complementarios:

• Conocer la estructura de una canción popular (forma, frases melódicas, repetición melódica y textual, rítmica sencilla, etc.).

• Descubrir algunas temáticas de canciones, y la adapta-ción y relación de la música-texto.

• Adquirir una destreza míni-ma en el manejo de instru-mentos populares.

• Conocer algún acompaña-miento típico de canción popular.

• Conocer el instrumental sus-ceptible de ser aplicado a la música popular.

• Disfrutar con la interpreta-ción y la participación.

• Servir de cauce ejemplifica-dor de contenidos concep-tuales.

Se trata de que los alumnos se hagan con unas castañuelas (pocos las tendrán, sobre todo en ámbitos urbanos), o en su defecto con unas cucharas so-peras “comunes” (lo más inte-resante). Se les explica que ha-bitualmente la gente cantaba, entre otros momentos después de las comidas. Como no tenían a mano ningún instrumental es-pecífico, se valían de las cucha-

ras – además de platillos u otros utensilios culinarios- como cas-tañuelas. Al igual que se hacía tradicionalmente, los alumnos van a efectuar con ellas el acom-pañamiento de la canción.

Para que la actividad se desarro-lle de una manera ordenada, y conseguir los objetivos que se pretenden, es necesario planifi-carla cuidadosamente:

1º.- Se dota a los alumnos/as de una copia con el texto de al-guna canción típica de la región en cuestión, a poder ser algo conocida, pero no demasiado, para que no la tengan ya “vicia-da” de oírla o cantarla.

2º.- Se explica lo principal de su estructura, después de haberles dejado la posibilidad de que lo descubran: repeticiones del tex-to o de la melodía, “ tonalidad “, forma, etc.

3º.- Se escucha la canción pro-puesta en el equipo de sonido (es necesario disponer de algu-na copia en formato de audio).

4º.- Se reproduce otra vez, aho-ra ya que les suena, intentando que la canten suavemente, e in-terioricen texto y melodía.

5º.- Una vez conseguido esto, se pasa al acompañamiento instru-mental. Se enseña al alumnado el ritmo base a efectuar con las castañuelas –de tenerlas– o con las cucharas (técnica de suje-ción, colocación de los dedos, movimiento de la mano, ritmo a conseguir, etc.).

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6º.- Los alumnos/as practican, cantando ellos mismos, de ma-nera individual, para coger el rit-mo. Es útil al respecto, diferen-ciar entre el ritmo de la estrofa y del estribillo (si se da el caso), para que asimilen ambas seccio-nes de la pieza. Después de un tiempo en el que practican bajo supervisión del profesor, se re-produce la música en el equipo de audio, con el acompaña-miento practicado por parte de los alumnos y profesor.

7º.- Después de varios intentos, se canta y acompaña la pieza simultáneamente, atendiendo a sus secciones, matizando la di-námica.

8º.- Si el tiempo lo permite, se puede dejar la opción de que ellos mismos creen alguna letra a aplicar a la estructura melódi-co-rítmica.

Y 9º.- Incluso se puede bailar si se desea.

------Me gustaría concluir esta ex-posición con una cita del por-tugués y estudioso del folklore Fernando Lopes-Graça:

“Expresión y documento de vida, sentimientos, aspiracio-nes y afectos del pueblo, la canción popular es parte del patrimonio espiritual. Más que cualquier otra manifes-tación de nuestro tempera-mento, de nuestra cultura y capacidad creadora, ella nos define e integra en nuestra realidad psicológica y social. Amarla es conocernos en lo que nos enraíza con nues-

tra tierra natal; defenderla es defender, por tanto, una parcela de nosotros mismos, de nuestra individualidad, de nuestra historia íntima.Verdaderas reliquias artísti-cas, nuestras canciones po-pulares tienen que ser con-servadas por ser testimonio de una cultura”. A lo que yo añadiría, “y recuperadas en su uso por parte de las nuevas generaciones, ya que gran parte de su contenido mantiene aún su vigor y rele-vancia, y en todo caso, supo-ne una parte imprescindible de la memoria y acervo cul-tural que todo pueblo debe poseer.”

Algunos de los valores didác-ticos de la música tradicional:

- Enseñar a comprender estilos y modos de vida propios y/o distintos (diversidad cultural).- Comprender mejor el compo-nente social de todo individuo.- Ayudar a la explicación de la evolución cultural, propia o aje-na.- Conocer mejor la propia cul-tura.- Servir como cauce de explica-ción de multitud de contenidos, tanto conceptuales, como pro-cedimentales y actitudinales.

Motivaciones que se pueden buscar en el alumnado

• La curiosidad por lo nuevo.• Vincular el folclore con activi-dades lúdicas.• Los refuerzos positivos ante los avances mostrados.

• La implicación del alumn@ en la investigación sobre algún aspecto del folclore, proporcio-nándole los materiales y apoyos necesarios.• Adaptación de la dificultad del aspecto tratado a la capaci-dad del grupo –nivel- y de cada alumn@.• La asimilación de los nuevos contenidos con un componen-te práctico y lúdico amplio.

Algunas citas bibliográficas:

- Música y poesía popular de Espa-ña y Portugal de Kurt Schindler Diputación de Salamanca, 1991.

- Cancionero Leonés, de Miguel Manzano Diputación de León, 1993.

- A Cançao Popular Portuguesa de Fernando Lopes Graça Edit. Caminho, 1991.

- Antología da Música Regional Portuguesa de Michael Giaco-metti Provincias de Tras-Os-Mon-tes, Minho, Algarve, Alentejo, y Beiras. 5 discos-álbu-mes.

- Cancionero Popular Portugués de Michael Giacometti/ Fernando Lopes-Graça, 1981.

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- viviendo la música

Fiesta del Pandero Cuadrau en Peñaparda (Salamanca)

LA ZARZAMORA

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LA ZARZAMORA

(Astur leonés)

Y a la zarzamoraque nel campu se regaba sola

y sola se regócon la lluvia que Dios le mandó.

Si criada hi de servilno te puedu dal parola,que de día no me vaga,

de nochi no me acomoda

Y a la zarzamora...

Tu madri me llamó a mífrol d’escobera negral,y yo la hi llamáu a ellajelechu del rejuncal.

Y a la zarzamora...

• • •

(Castellano)

Y a la zarzamoraque en el campo se regaba sola

y sola se regócon la lluvia que Dios le mandó.

Si criada he de servirno te puedo dar conversación,que de día no tengo tiempo,de noche no tengo ganas.

Y a la zarzamora...

Tu madre me llamó a míflor de escobera negral,y yo la he llamado a ella

helecho del rejuncal.

Y a la zarzamora...

• • •

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E sta pieza es una Jota. El malogrado folcloris-ta charro Ángel Carril aprendió esta jota de la

Tia Máxima “Caramba”, quizás en los años 70 del siglo XX, y grabó una versión que apareció en el disco llamado “Salmantini-dades”, allá por el año 1984. A su vez el grupo Candeal grabó otra versión en su disco “Coplas de la Raya” (1994). Ambas ver-siones coinciden únicamente en la letra del estribillo, variando tanto en las estrofas como en la música.

La pieza, a pesar de po-seer un ritmo susceptible de ser bailado, se suele interpretar en la comar-ca charra de El Rebollal únicamente en su versión instrumental-vocal no bai-lada.

Normalmente no la can-ta nadie, pero al grupo de Chabarconis d´El Rebollal, revisando discos con fo-lklore de la comarca, nos pareció un buen tema para

cantar, y así lo hemos hecho. Además, como se podrá ver en la letra, la cantamos en la va-riedad local del leonés, la “palra d’El Rebollal”. Y ello es así por-que queremos conservar y di-vulgar un signo de identidad de nuestra zona. Aún hoy en día mucha gente sigue hablando esta variedad del leonés no sólo en Peñaparda, sino en los otros pueblos que forman la comarca de El Rebollar: Navafrías (Na-vasfrías), Payu (El Payo), Robrea

(Robleda) y Villarrubias (Villas-rubias). Hay que incluir, además, a los nacidos y descendientes de la comarca que viven en el ex-tranjero. Por ejemplo, en Francia hay tantos (o más) rebollanos como los que viven actualmen-te en la comarca de El Rebollar. Estos emigrantes, al no tener la presión de la lengua oficial del Estado, siguen conservando la misma lengua que hablaban cuando dejaron España: el leo-nés. En total, entre emigrantes y

residentes, calculo que la “palra d’El Rebollal” la hablamos todavía en-tre 3.500 y 4.000 per-sonas.

La versión que re-producimos en esta ocasión, así como la información relativa a la pieza, nos ha sido facilitada por el tambo-rilero de Peñaparda y Villasrubias, y miembro del grupo Chabarconis d´El Rebollal, José Be-nito Mateos Pascual.

Palra d´el Rebollal

Chabarconis interpretando La Zarzamora en Bogajo (Salamanca)

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Ofrenda floral a la Virgen de la Vega. Patrona de Salamanca. 7 de septiembre de 2009

Foto de Víctor L. Gómez

LA FOTO

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- aquellos tiempos

En Hermisende, una vez finalizados los traba-

jos de sementeras, recogidas de leñas y demás faenas del campo –que esto sería hacia finales del mes de octubre-, y hasta finales del mes de febre-ro se hacía “El Fiadeiro” para pasar aquellas noches in-terminables. Nos solíamos reunir todas las noches de la semana, después de ce-nar, en casa de un vecino. Los más jóvenes se reunían cada día en un sitio

distinto normalmente. Era cuando las mujeres

maduras se dedicaban a cardar e hilar la lana. Hilar aquí se dice “fiar”, y de ahí viene la palabra Fiadeiro.

Se hacían calcetines, medias y otras prendas de abrigo, ya que en aque-llos tiempos no existía el mer-cado de hoy día.

En los fia-deiros se co-mentaban las incidencias

del día u otros anteriores. Se contaban cuentos y leyendas

por FelipeFernández López

Era cuando las mujeres maduras se dedica-

ban a cardar e hilar la lana. Hilar aquí se dice “fiar”, y de ahí viene la

palabra Fiadeiro.

Fiadeiro de Hermisende (Sanabria)

Hoy traemos a esta sección

titulada “Aquellos Tiempos” un

documento de lujo, un testigo de

primera mano que nos va a per-

mitir viajar en el tiempo para

recuperar una de las tradicio-

nes más hermosas de nuestra

tierra: el Filandón, Filandeiro,

o Fiadeiro, que de todas estas

formas y más aún se llama a la

costumbre que había, y en par-

te queda en nuestros pueblos,

de juntarse los vecinos en las

frías noches de otoño-invierno

para contar, cantar, calentarse,

comer, hilar y divertirse.

Felipe es un vecino de la

preciosa localidad sanabresa

de Hermisende, casi en los lí-

mites con Galicia. Él represen-

ta el más vivo ejemplo de una

sociedad que en pocas décadas

apenas se reconoce, y sobre

todo, es un exponente de todo

el saber popular que aún nos

queda en cada rincón de nues-

tra geografía.

Felipe ha tenido la inmen-

sa gentileza de relatarnos cómo

era una pieza de la vida rural no

hace tantos años en cualquiera

de nuestros pueblos, la misma

que él ha vivido, y en la que se

entrelaza la música con el bai-

le, y todo ello con las ganas de

superar la precariedad. Hoy en

día, que tanto de todo tenemos,

quizás no nos percatemos de lo

que hemos dejado por el cami-

no.

El relato que Felipe nos

hace usa del lenguaje directo,

auténtico, del que te hunde en

la tierra porque sale de ella. Es

sucinto, condensado, pero lle-

na. Ahí va...

Típico llar (hogar) en torno al cual se ponían

los vecinos en el fiadeiro (o filandón)

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009

que ya venían heredadas de nuestros antepasados, se cantaban romances y can-ciones que ya eran cono-cidas, y alguna que otra que traían los mozos a su regreso del servicio militar, ya que en aquella época no había luz eléctrica y mucho menos radio y televisión.

Si la casa donde se cele-braba el Fiadeiro lo requería hacíamos baile, y eso llama-ba a más mozas y mozos a tan añorada reunión. Esto servía para cortejar y ton-tear con aquellas que fuesen

de más agrado. Se tocaba la gaita de fole - habitualmente una ya que el lugar no solía ser demasia-do grande-, un tambor y el bombo, y a veces hasta el acordeón. Se bailaba de todo un poco: jotas, muñei-

ras, pasodobles… Mi abuela tocaba el pandero.

Nos alumbrábamos con candiles de petróleo, carbu-ro o teas de brezo, y cuan-do no había nada de esto, con la luz de la lumbre.

A pesar de aquellos tiem-pos tan remotos, escasos de cultura y de abundante po-breza, las gentes eran muy sanas. En el mismo Fiadei-ro se compartían muchas cosas, tales como nueces con un “buche” de aguar-diente, castañas asadas con una buena jarra de vino, manzanas, peras y alguna chocolatada.

Esta tradición la recuer-do hasta los años 60 del pasado siglo. Tiempos muy bonitos aquellos, donde los mayores eran gente buení-sima, que no se molestaban por nada, lo que querían era que sus hijos lo pasaran bien. No existía el pozo de egoísmo en que nos encon-tramos hoy en día.

Esto es una pequeña his-toria de añoranzas, ya que hoy en día nos encontra-mos encerrados en nuestros hogares mirando la caja tonta, que nos enmudece y nos hace perder a veces las formas de comportamiento y convivencia con la familia.

En aquellos tiempos los niños no llevaban deberes para casa, y ello nos permi-tía acostarnos más tarde, oír las charlas de nuestros mayores, ver lo que se ha-cía, y aprender los cuentos, leyendas, y las canciones de aquel entonces; por lo cual yo mismo fui testigo y pue-do dar fe de todo ello. •

Si la casa donde se celebraba el Fiadeiro lo requería, hacíamos baile, y eso llamaba a

más mozas y mozos a tan añorada reunión.

El autor del artículo en una calle de Hermisende

La arquitectura de la zona

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Detalle de casa tradicional de Hermisende (Sanabria) - Foto: Goyo Diez

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- TOQUE PERSONAl

Al igual que en los cuatro años ante-riores, con moti-vo de las fiestas patronales de la

localidad montañesa de Ria-ño, este verano pasado tuvo lugar un concierto de rabel, coordinado y presentado por el artista local Miguel Carra-cedo, y cofinanciado por el Ayuntamiento y el Concejo (Junta Vecinal) de la localidad de Riaño.

El concierto, que se celebró el sábado 15 de agosto a las 20:00 horas en la Iglesia Pa-rroquial de Riaño, sirvió ade-más como presentación del disco “RABEL LEONÉS”, edi-tado recientemente y que ya fuera presentado en los loca-les de Caja España en León el 27 de mayo pasado.

Los artistas invitados a parti-cipar en este acto fueron los rabelistas leoneses MIGUEL A. BADESO, EDUARDO NICO-LÁS y MIGUEL ÁNGEL GAR-CÍA. Como invitado especial actuó el rabelista cántabro EDUARDO FUENTE, nacido en Tudanca (Cantabria), oriundo del pueblo de Siero de la Rei-na (León), que venía acom-pañado de su sobrino PABLO MEDIAVILLA, que con tan solo 13 años ya nos va dando muestra de su buen hacer con un rabel entre sus manos.

El repertorio se compuso de

La pre sencia de l ra be l en la música t radicion a l de l Re i n o de León

por ASOCIACIÓN CULTURAL MONTAÑA DE VADINIA de RIAÑO

FORTUNATO RODRÍGUEZ ÁLVAREZ “NATO”, rabelista de Boca de Huérgano

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varias canciones recogidas en los valles de la Montaña de Riaño por Miguel Carracedo, arre-gladas para interpretarlas a rabel por Miguel Án-gel Badeso.

Dentro de la tradición pastoril, transcribo la letra de una muestra de canción, adaptada en este caso para rabel, e interpretada en el Concierto de Riaño.

Tengo tres cabritunasAy “reve-reveré”Arriba en mi cabaña, aire, aire(bis)Una me da la leche, ay “reve-reveré”.Otra me da la lana, aire, aire (bis)Y otra mantequilla , ay “reve-reveré”.Pa´toda la semana, aire, aire (bis)

UN POCO DE HISTORIA DEL RABEL

El rabel es un instrumento cordófono, que para los leo-neses es un símbolo de nuestra tradición e idiosincra-sia. El rabel, según el experto musicólogo JOAQUÍN DÍAZ, procede en unos casos del rebab árabe y el in-térprete lo toca sentado apoyándose sobre las rodillas y, en otros casos, proviene de la fídula europea medie-val y se toca sobre el pecho. En el Pórtico Meridional de la Catedral de León, se observan varios ancianos tocando instrumentos de cuerda muy cercanos al ra-bel. De cualquier manera, el rabel vino a derivar a par-tir del siglo de oro en un instrumento ligado al ámbito pastoril, con el que los pastores se acompañaban en canciones y bailes.

Aunque un tipo de novela bucólica y pastoril contribuyó a poner de moda el rabel en la literatura y en el teatro, siempre fue un elemento imprescindible y real entre los pastores de ovino, especialmente entre los trashuman-tes, según palabras del profesor MANUEL RODRÍGUEZ

PASCUAL.

Hay virtudes muy carac-terísticas de los pastores trashuman-tes, como son la capa-cidad crea-tiva, la ob-servación y la habilidad manual. Es-tas cualida-des, unidas a la soledad, la incomu-nicación, en los largos periodos en Extremadu-

ra lejos de la familia o en las montañas durante el es-tío, confieren a los pastores una muy buena capacidad para meditar y reflexionar, para interiorizar sus emo-ciones y, a continuación, exteriorizar sus sentimien-tos más íntimos, en forma de romances y canciones, acompañándose para ello con instrumentos que ellos mismos construían.

Y con este sencillo instrumento, colgado de sus ye-guas, los pastores de León, recorrieron miles de ki-lómetros por cañadas y veredas y, en ese ir y venir cíclico, crearon la inmensa riqueza de la lana fina de merina y difundieron su cultura. Recogieron canciones y romances del sur, los modificaron y adaptaron a sus gustos y bajaron las costumbres del norte. Y de esa forma, conocieron nuevas gentes y otros mundos, y por eso, su mirada siempre fue amplia, diversa y sin límites, como las cañadas por las que transitaban. En estos largos viajes su mejor compañero, además del mastín, era el rabel, con el que establecían un obligado diálogo cuando la morriña de la montaña leonesa les atenazaba.

Pero el rabel también estaba muy difundido por los pue-blos de la montaña de León y se utilizaba, en las hilas y filandones de las largas noches de invierno, cuando jóvenes y viejos se reunían para charlar en las cocinas, mientras las abuelas hilaban la lana, contando viejas historias. En este ambiente surgía de forma natural el sonido del rabel y los más jóvenes aprovechaban para bailar a su son y establecer así las primeras relaciones amorosas. •

Rabelista en Riaño

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La Música TradicionaldeAragón

por Rosa María Barreñada Baños

de viaje musical

INTRODUCCIÓNEl nombre de Aragón ha ganado un destacado lu-gar en la historia de España. Buscar los orígenes de España es acudir al origen de uno de los dos reinos artífices de su unión política.

Aunque los estudiosos no llegan a ponerse de acuerdo en la propia etimología del nombre de Aragón, algunos datos avalan la tesis de que pro-venga de una vieja lengua, anterior incluso al celta, en la que la palabra “arra” o “ara” significó cursos o corrientes de aguas y “agon” varios. De hecho, todavía dos ríos pirenaicos conservan ese nombre: el río Aragón, que pasa por Jaca, y el Aragón-Subordán, que desemboca en el primero tras recorrer el Valle de Echo. El nombre de Ara-gón, en definitiva, nos da a entender lo antiguo de nuestra historia y su origen pirenaico.

MÚSICA FOLKLÓRICAEl origen de las tradiciones nos permite ser ca-paces de relacionar su lugar de nacimiento con el entorno sociocultural al que perteneció. El fol-clore de un pueblo puede contener expresiones de incalculable antigüedad junto con otras de más reciente creación. Así mismo nos proporcio-na “pistas” sobre los distintos movimientos de población que se han producido en Aragón.

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 -----------

El baile de la jota

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El inicio del folclore musical aragonés puede fijar-se en los límites de lo que la memoria colectiva es capaz de recordar y conservar mediante el meca-nismo de transmisión oral, lo que implica una gran fragilidad a al hora de recortad de forma intacta, por los diversos factores que han podido influir en dicha transmisión.

OrígenesLa música folclórica aragonesa tiene muy diversos orígenes, tanto temporal como de otro tipo. Los más antiguos se pueden rastrear hasta el siglo XIV, son las fiestas de gigantes, cabezudos y caballitos; del siglo XV son los orígenes de las sanantonadas y los mayos y del XVI los villanos, correfocs y jerizon-gas; más recientes, del siglo XVII, son los dances, las mojigangas, las seguidillas y las auroras. Las formas musicales que conocemos en la actualidad tienen, en su mayoría, origen posterior al siglo XVIII, son los boleros, fandangos, gozos, albadas y jotas, ya en el siglo XIX, las jotas de estilo y las danzas pirenáicas..

Ciclo vital y ciclo anualPodemos clasificar el folclore aragonés, como sucede en la mayoría de los lugares en estos dos ciclos:

LOS MAYOSLa Festividad de los Mayos, también conocida como Los Mayos, es una fiesta popular de orígenes ancestra-les. Esta celebración primaveral generalmente se hacía coincidir con el primer domingo de dicho mes y tenía antiguamente connotaciones rituales totémicas a la divinidad primaveral o de los árboles que se han ido perdiendo con el paso de los tiempos

Los mayos son una celebración que fue popular en los pueblos de la Sierra de Albarracín con la que se cele-braba la llegada de la primavera, del mes de mayo con cantos que se entonaban en la noche del 30 de abril al 1 de mayo

No es una tradición exclusiva de estos pueblos, sino que son muchos los lugares de todo el mundo en los que se hallan vestigios de tal fiesta

La celebración de los mayos es propia de pueblos cuyo ciclo de vida se halla fuertemente marcado por el transcurso de las estaciones.

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VEJEZ Toques de difuntos

MADUREZ: Romances

Cantos de bodega Cantos de trabajo

JUVENTUD: Toques de fiesta

Rondas de quintos Romaances amatorios

INFANCIA: Canciones de cuna

Adivinanzas Trabalenguas

Cuentos Canciones de juego

PRIMAVERA Sanjuanadas

Mayos

OTOÑO Cantos de animales

INVIERNO Semana Santa

Cantos de carnaval Cantos de San Antón Auroras de Navidad

Villancicos Aguinaldos

VERANO Bailes Dances

Danzas ceremoniales

VEJEZ Toques de difuntos

MADUREZ: Romances

Cantos de bodega Cantos de trabajo

JUVENTUD: Toques de fiesta

Rondas de quintos Romaances amatorios

INFANCIA: Canciones de cuna

Adivinanzas Trabalenguas

Cuentos Canciones de juego

PRIMAVERA Sanjuanadas

Mayos

OTOÑO Cantos de animales

INVIERNO Semana Santa

Cantos de carnaval Cantos de San Antón Auroras de Navidad

Villancicos Aguinaldos

VERANO Bailes Dances

Danzas ceremoniales

CICLO VITAL

CICLO ANUAL

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DANCESEl caso más extremo en Aragón, lo compone el dance, compleja manifestación folklórica en la que todo el pue-blo participa de una manera u otra, no sólo en su repre-sentación, sino que también asume un papel creador por el que cada año, cada representación, incorpora nuevos elementos literarios, musicales, coreográficos, etc, adap-tando al fin que la representación del dance persigue los hechos cotidianos de la vida de su localidad o de su gru-po social.

Para Mª Pilar Benítez Marco, el dance aragonés es un compleja manifestación de inspiración religiosa, mezcla de elementos antiguos y modernos, en la que se unen baile y música, representaciones dialogadas de sucesos entre pasto-res; luchas entre el Bien y el Mal; entre moros y cristianos; romanos y dichos; danza de palos y espadas, de arcos y cintas. En concreto, y si-guiendo el esquema propuesto por M. Puyo, un dance ideal debe cons-tar de cuatro elementos que ha ido superponiéndose a lo largo de dis-tintas épocas:

1. Baile.

2. Pastorada: diálogo entre un rabadán y un mayoral.

3. Lucha entre el Bien y el Mal.

4. Lucha entre moros o turcos y cristianos.

LA JOTAAntonio Beltrán Martínez, uno de los más afinados estudiosos de la jota, asegura que su nacimiento tuvo que producirse no antes del siglo XVIII y su difusión por toda la Península dataría del XIX. Han sido numerosos los autores que le otor-gan una procedencia árabe, pues en Aragón se da con mayor pujanza en los valles que habitaba la población morisca. Pero ha sido en esta tierra durante el siglo XIX donde se ha pro-

ducido un cambio exclusivo, con un carácter peculiar y distintivo, transformándose en el característico modo de interpretar la jota cantando . Como bien describe Miguel Manzano:

“En Aragón ha surgido, aproximadamente desde la mitad del siglo XIX, una forma muy especialísima de cantar la jota en estilo adornado y a ritmo muy len-to, y con un repertorio y ejecución también muy ca-racterísticos de acompañamiento de rondalla. Esta especie de jota es la única que puede denominarse con toda propiedad jota aragonesa, porque es crea-ción personal y exclusiva del pueblo aragonés, que además lo ha conservado, fomentado, y desarrolla-

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do con un empeño muy especial y continuado”.

Miguel Manzano Alonso, La jota como género musical, Madrid, Alpuerta, 1995, págs. 437 y ss.

EL BAILE EN LA JOTA.

El baile precede al canto en la jota.

El baile de la jota tiene tres partes en conformidad con las coplas que se cantan: inicio, parte media y final.

Inicio:

Para comenzar se produce la «llamada», que cons-ta de cuatro rasgueos a tutti de toda la rondalla del

acorde tónico. Después continúa la parte inicial con variaciones instrumentales (de ocho compases de duración, la mitad de tónica y la otra mitad de domi-nante). Mientras suenan estos compases de varia-ciones, donde se adornan los músicos, la pareja se coloca enfrentada y espera, mirándose y sin movi-miento alguno, que comience la primera copla, que da inicio al baile. Otras veces es el grupo el que toma posiciones o va saliendo del foro y colocándose en sus posiciones departida, con hechuras de presen-tación.

Parte media: el baile:

Acompañándose con las castañuelas o «palillos», se bailan varios pasos, adecuados a las variaciones y coplas, que suelen ser tres, aunque a veces el número se reduce a dos.

Final:

El baile se aviva tras la última co-pla, y termina con cuatro acordes muy marcados.

Los pasos del baile de la jota se ca-racterizan por el uso de los puntea-dos de punta y talón y los peque-ños saltos que, con la evolución del espectáculo, se convirtieron en alardes atléticos. Los brazos, ar-queados y habitualmente en alto moviéndose delante del cuerpo abajo y arriba.

LA JOTA CANTADA

Sería el resultado de una estili-zación de estos ritmos ternarios y bailables, que se ralentizaron y adornaron para lucir en el canto, sobre cuyos grandes intérpretes y variedad de estilos descansa la importancia del género.

La jota cantada es una música de tipo homófono, ejecutada en su melodía dominante por un «can-tador» o «cantadora» acompa-ñado por guitarra o rondalla, aunque se dan los cantos a dúo

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(frecuente en las oliveras del Bajo Aragón y las de desbriznadotes de azafrán de La Hoz de la Vieja) que cantan al unísono o alternando coplas (en las llamadas «jotas de picadillo», de carácter mordaz), o por un coro. La escala utilizada es diatónica, y el ritmo, de compás ternario, con melodías de acor-des tónicos en modo mayor y dominantes de acor-des de séptima

Los adornos, llamadas, compases de espera, ritor-nellos, introducciones y pausas instrumentales son llamadas normalmente «variaciones» y las partes de acompañamiento a la melodía vocal «cancio-nes», «coplas» o «cantas». Cada tres variaciones de baile, se canta una canción y a veces, con otra melodía, se entona un «estribillo» de versos más cortos que los de la copla (a veces seguidilla) y que no se canta en la «despedida», copla rápida don-de se aumenta el tempo musical en cuya letra se alude al final de la jota. Las de estribillo son sobre todo jotas «bailaderas» o «rondaderas» y en ellas se intercalan apelaciones como «madre» o «niña». Para la jota cantada de lucimiento se utilizan casi exclusivamente las coplas o cantas.

En resumen la jota se estructura como un prelu-dio instrumental, un canto lento y solemne y una salida o «despedida» que puede acelerarse en su ritmo.

La rondalla o conjunto instrumental se compone

sobre todo de ejem-plares de la familia de la cuerda pulsa-da, especialmente de guitarra, bandurria y laúd, aunque poco a poco se va recuperan-do el uso de guitarrico y guitarro, requintos, hierrecillos acompa-ñados por percusión de castañuelas y pan-deretas

Su temática es muy variada : exaltación, plegaria o devoción a la Virgen del Pilar, la fertilidad del campo aragonés, el agua, el sentimiento de vincu-lación con la tierra y la

patria chica, elogios a la amada …

El carácter de la copla de jota debe ser sentencio-so y epigramático. El humor optimista e ingenioso, la «sal» es un rasgo que aparece habitualmente, y destaca en las jotas «de picadillo», cuyo tono es de escarnio, en las que están presentes en numerosas ocasiones los juegos de palabras y de concepto

INSTRUMENTOSLA BANDURRIA.- Pertenece a la familia de los cordófonos. Voz cantante en los conjuntos llamados de pulso y púa. Comparte características generales en toda España, a través de repertorios comunes y otros específicamente locales. Consta de Caja de fondo pla-no, perfil redondeado, levemente piriforme, que se aplana en los hombros. Cuenta con seis órdenes de cuerdas dobles, afinadas por cuartas, siendo la prima La. Curiosamente, las cuerdas pasan sobre un puente de guitarra (diseñado para la sujeción de aquellas en éste) y sin embargo se fijan a un cordal situado en el aro, junto al extremo inferior de la tapa. Al parecer es consecuencia del cambio de cuerdas de tripa a las metálicas, quedando fosilizada la forma anterior.

CHIFLO (chuflo, flauta, pito).- Pertenece a la fa-

El dance de Ambel

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milia de los aerófonos . Flauta de tres agujeros. Su principio sonoro se basa en la obtención de varios armónicos modificando la intensidad del soplo. En Aragón se ha mantenido su uso asociado a un cor-dófono percutido llamado salterio o chicotén.

EL SALTERIO.- Cordófono de cuerda pulsada o a veces percutida que consiste en una caja de re-sonancia alargada, con escotaduras cóncavas, dos agujeros de resonancia en la tapa, con decoración perimetral concéntrica. sobre la que se extienden las cuerdas, que son pulsadas por los dedos o per-cutidas con palos, se afinan a la tónica y quinta de la flauta (chiflo o flauta de tres agujeros) a la que acompaña, proporcionando así un acompañamiento fijo, a la vez rítmico y armónico, en forma de bor-dón. Ese efecto es intensificado por la acción de unas grapas que rozan las cuerdas junto al puente superior, produciendo una distorsión característica. .

Tocado junto al chiflo, por un mismo tañedor, consti-tuyen una especial versión de la muy difundida pare-ja flauta-tambor. Su uso en común se documenta en

muchos lugares de Aragón desde el siglo XV. Actualmente aumenta el número de practicantes, y en varios lugares se retoma la inter-pretación de danzas populares con tan característica pareja.

LA GAITA DE BOTO.- Aerófono de lengüeta doble. Su práctica gozaba de buena vitalidad a principios del siglo XX, pero estuvo casi extinguida a finales de los setenta, cuando empezó un proceso de recuperación en 1978. No fue extraño, ya desde antiguo, el recurso a piezas y ejemplares procedentes de otras zonas (Ga-licia, Cataluña...). Originalmente ligada a todo tipo de manifestación de danza y canto populares, se mantuvo su uso como acompañante de los bailes del Dance en Monegros y Graus y algunos cantos como las Albadas en esta población, los Romances en Castejón de Mone-gros, la Despertadera en La Almolda...

En la actualidad sigue un importante proceso de recu-peración, constructores , escuelas y asociaciones de gaiteros que luchan por su continuidad .

La gaita de boto consta de:

• un odre o boto para almacenar aire,

• un soplador para llenar el boto de aire,

• un clarín (equivalente al puntero) para articular la melodía,

• un bordón (equivalente al roncón) que produce un bajo contínuo, y

• una bordoneta, de constitución análoga al bor-dón pero produciendo una nota una octava más aguda

LA GAITA DE BOTO Y EL CHIFLO.- Conservan una peculiaridad de la tradición de Aragón: que están

Bandurria

Chiflo

SalterioSalterio y chiflo

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forrados con piel de culebra. Son instrumentos que suelen estar construidos con madera de boj (arbusto abundante en Los Pirineos) y otras maderas nobles que, como tales, corren el peligro de rajarse, debido tanto a los cambios climáticos como a la humedad comunicada por el aliento del músico o tañedor. Para evitar este efecto en Aragón, se ha optado por el fo-

rrado de los tubos de la gaita y el cuerpo del chiflo con la citada piel de culebra, es decir, la utilizan como funda térmica, dándole además al instrumento mayor robustez consiguiendo de este modo que la grasa de la piel protege una madera tan frágil, como es el boj, contra ese rajado, ese agrietamiento. Incluso algunos forradores aseguran que un instrumento rajado y fo-rrado con la piel de serpiente mantendría la afinación como si nada le hubiese pasado.

INDUMENTARIA TRADICIONAL

Es necesario mencionar una serie de factores que in-fluían en el vestido:

• El clima y las condiciones del terreno determina-ban los materiales textiles y las prendas adaptadas a las necesidades de protección de sus habitantes, que adaptaron su traje a cada circunstancia (más lanas en invierno y mayor presencia de linos y al-godones en el período estival).

• La ocasión para la que cada persona se vestía. En la sociedad rural que nos ocupa, era obligado guar-dar ciertas normas al vestirse. Así para las fiestas se hacía ostentación de los mejores trajes.

Trajes típicos de Aragón según una colección de sellos emitida entre 1967-1971

Gaita de boto

Indumentaria tradicional femenina

Indumentaria tradicional masculina y femenina

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La edad era también un indicador, el uso de co-lores más atrevidos por parte de los jóvenes que adoptaban más fácilmente las novedades, contras-taba con los tonos oscuros en personas de mayor edad.

• La diferencia entre sexos era también muy marca-da.

Con una clara influencia mudéjar, en algunos pueblos, el traje típico masculino se compone de un pañuelo atado en la cabeza (cachirulo), calzones abiertos, una manta a modo de faja en la cintura y alpargatas para los hombres. Las mujeres llevan sayas anchas, un cor-piño, calzón, medias caladas, mantón, delantal y al-pargatas. •

Fuentes consultadas:www.arafolk.net/recursos.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia.

www.aragob.es/edycul/patrimo/etno/.../portada.htm

www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id

www.zaragozaonline.com

www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/.../019932_0001.pdf

http://perso.wanadoo.es/gaiters/

http://www.aragob.es/edycul/patrimo/etno/inmusicales/indice.htm

http://www.gruposantiago.org/modules.php?name=Instrumentos

http://cvc.cervantes.es/ACTCULT/paisajes/aragon/default.htm

http://www.atavios.com/el-traje-aragones

Paisaje del Pirineo aragonés

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MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ----------- 4 notas y... • El folclorista charro Gabriel Calvo celebra sus primeros 25 años sobre el escenario con un nuevo disco, en el que han colaborado personas de la talla de Víctor Manuel, Marina Rossel o Joaquín Díaz. “Romances. Cuentos que se cuentan y que se cantan”, es su séptimo disco en solitario, y fue presentado en sociedad el pasado 11 de diciembre en el Liceo de Salamanca.

Más de dos años de preparación, escogiendo los temas y los sonidos, ha necesitado Gabriel Calvo para sacar al mercado este nuevo trabajo. Cuenta con diez temas, que le sirven para cantar “un ramillete de tesoros sonoros” que evidencian el trabajo que duran-te estos años ha realizado el folclorista salmantino.

Como recuerda el mismo Gabriel Calvo “el nuevo trabajo marcará un antes y un des-pués en la música tradicional española, porque nadie había abordado el Romancero de una

forma tan amplia y renovada”.

Fuente: http://www.elmundo.es

• El grupo folk leonés Hierba del Campo acaba de presentar su último disco con el título de Entre hojas de hierba...forever.

Recoge once temas de diferentes estilos y estéticas y cuenta con la colaboración de voces tan conocidas como Víctor Manuel, Cristina del Valle, Rosa León y el guitarrista Juan Cerro.

Este octavo disco confirma la trayectoria innovadora que el grupo leonés ha mantenido desde 1974 hasta el presente, siendo uno de los pocos grupos leoneses que ha conseguido presencia constante en los mercados europeos.

“Hierba del campo” con su constante labor de actualización que vuelve a demostrar en este disco, ha contribuido a establecer las bases para que la música popular deje de ser considerada como un producto minoritario ofrecido por artistas voluntariosos y faltos de

formación musical, para pasar a ser algo más consistente. La prueba está aquí.

Fuente: Diario de León y Hierba del Campo

• El grupo castellano Alquitara Folk es un exponente de la pujan-za de las nuevas formaciones que están surgiendo en diferentes partes del país y que saben revivir la música tradicional de una manera directa y atractiva. Este es el primer trabajo dis-cográfico de Alquitara a pesar de llevar funcionando desde 2005, muchas veces acompañando a grupos de danza, otras participando en diversas muestras y citas de música tradicional.

Llama la atención por su sencillez y especialmente por sus voces y forma de cantar, lo que le da un sabor muy peculiar, muy de la tierra, con un fuerte entronque popular, con los colo-res del campo, el olor de la lumbre o del heno recién segado...

Es la forma de cantar y de contar de los paisanos, los campesinos, sus historias cotidianas, sus chismes y preocupaciones, así tal cual, directamente y sin artificios y así han grabado

el disco... y eso se nota, por eso es fresco y directo. Y se agradece.

Fuente: www.cylcultural.org/grabaciones/09/alquitara/

• Sting ha regresado a finales de 2009 con un nuevo trabajo lla-mado “If on a Winter’s Night”, un disco donde el vocalista incluye nanas tradicionales, temas propios y villanicos.

El trabajo que reúne desde nanas y canciones tradicionales, a poemas del siglo XVI y tiene inspiraciones en el mundo clásico de Johann Sebastian Bach o Robert Schubert, o en el folk de su Newcastle natal. Canciones tradicionales como Gabriel’s message o Cherry tree carol, junto a melodías de Henry Purcell convertidas en temas como “Cold Song” o “Now winter comes slowly”; de Bach en “You only cross my mind” o de Franz Schubert en “Hurdy gurdy man”, se

unen a temas creados por Sting como “Lullaby for an anxious child” y a cantos populares de Halloween como “Soul Cake”. Un disco de clara inspiración folk para el invierno que llega.

Fuente: nuncamas.org

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----------- MÚSICA Tradicional nº 1 -- OTOÑO, 2009 ...y un ciclo invernal

“Celebraciones del Ci-clo de Invierno de

León y Alfoz” es una iniciativa de promoción conjunta de ac-tividades de varias asociacio-nes y cofradías de León: Aso-ciación Protectora de Animales y Plantas de León, Cofradía del Stmo. Cristo de la Expi-ración y del Silencio, Cofradía de Sto. Tomás de Canterbury de Puente Castro, Asociación San Francisco El Real Extra-muros, Asociación Belenista Leonesa, Asociación Raigañu y Grupo Xeitu. Está asesorada etnográficamente por el pro-fesor y coordinador provincial de la Revista MT D. Héctor-Luis Suárez Pérez, que impar-tió dos charlas sobre aspectos relacionados con esta temática en la apertura del Ciclo.

Con él se pretende potenciar y dar a conocer en mayor medida los actos tradi-cionales que desde años atrás y de modo puntual venían rea-lizando estas y otras asociacio-nes en estas fechas navideñas, y conseguir que no pasen des-apercibidos entre gran parte de nuestros vecinos de la ca-pital leonesa, su alfoz, y de la generalidad de la región.

La ONCE está involu-crada en el proyecto, contri-buyendo con la recuperación el pasado domingo día 13 de diciembre de su fiesta de Sta. Lucía, así como patrocinando el cartel promotor de los diver-sos actos.

El calendario de ac-tividades de este Ciclo de In-vierno es amplio y abarcará desde este mes de diciembre hasta principios de febrero. Entre sus eventos más des-tacados figuran el Canto del tradicional Ramo de Navidad, del cual se le realizará también una exposición-concurso, la escenificación de una Pastora-da Leonesa, la celebración de la Hoguera de Santo Tirso o la fiesta de Las Candelas.

Un Programa más que com-pleto para vivir algunas de las tradiciones leonesas más en-trañables. • M.T.

Festividad de Santa Lucía, en

León.-

Foto de Secundino Pérez - La Crónica de León

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SON DE LA ESTACIÓN DE LA TABLA (Zamora) En torno veo el sitio de Zamora ganado por el tiempo en un ahora, la sal de las lagunas hilvanarle puñetas al adobe y el mar de la llanura recrecido de hierba, señorear la casa. Se huele el aire del abatimiento, pero no siento nada, sólo miro un pequeño charco que refleja el toldo numeroso y cambiante de las nubes. Me pregunto qué hago en este sitio, como un árbol sin bosque o un astronauta en medio del espacio, en medio de una luz que todo lo rodea, pero no digo nada, sólo lloro para que algo me haga sombra bajo esta claridad que llega y ciega mortal como el abrazo de las hoces. Lloro apenas y es un don de la tierra lo que tengo, un rocío cubriéndome los ojos. Sigo mirando el alto cielo azul grisáceo, las nubes, el tapial, los raíles oxidados del tren que ya no pasa, nada, sólo el horizonte claro, la clara transparencia de una pecera inmensa, el palomar vacío… Muy a lo lejos oigo el tambor del galope de los antepasados; lloro, y no sé muy bien por qué lo hago si no hay remedio, aunque ¿remedio a qué?, me digo. Por entre tanto espacio oigo un galope frío, nada, sólo murmura el viento músico en el barro que una luz firme nos rodea como un sitio. El caballo de mi corazón pasta en la mano extendida de la hierba.

Texto y fotos: Salustiano Fernández

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Peña La Mora, en Villaseco del Pan (Sayago - Zamora)Foto: Salustiano Fernández

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980 63 31 00BENAVENTE

980 63 74 61BENAVENTE

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c/ Santa Cruz, 32BENAVENTE980 63 35 80

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