revista cecu | nº1 | año 1 | 2008

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año 1 | nº 1 | 2008 Santiago de Chile VIVIENDA PENSAMIENTO CRÍTICO CIUDAD Y TERRITORIO SOCIAL c.e.c.u revista

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Revista CECU, del Centro de Estudios Críticos Urbanos (Universidad de Chile). Convoca a participar en su segundo número con ensayos, artículos e investigaciones en torno al tema del Espacio Público. CONTACTO: [email protected] WEB: www.estudiosurbanos.tk

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Page 1: Revista CECU | nº1 | año 1 | 2008

año 1 | nº 1 | 2008Santiago de Chile

VIVIENDA

PENSAMIENTO CRÍTICO

CIUDAD Y TERRITORIO

SOCIAL

c.e.c.ur e v i s t a

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CONTRA EL PENSAMIENTO ÚNICO CENTRO DE ESTUDIOS CRÍTICOS URBANOS

METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA (IAP):

UNA APUESTA PARA CAMBIAR EL SENTIDO DE HACER INVESTIGACIÓN

Katherine Améstica

LOS NIÑOS EN LA CREACIÓN DE CIUDADAlejandra Elgueta - Felipe Morales - Akza Ugarte

HOMENAJE A LA MAESTRA GLADYS ARMIJO

LA DIALÉCTICA CENTRO-PERIFERIA DEL GRAN VALPARAÍSO, DESDE

LAS DINÁMICAS TERRITORIALES DE LA VIVIENDA SOCIAL

Rodolfo Quiroz

LA LOCALIZACIÓN, EL AGOTAMIENTO DEL MODELO DE LA VIVIENDA SOCIAL (1973 -

2006), LA NUEVA POLÍTICA HABITACIONAL (2007) Y LA TIERRA VACANTE

Luisa Guerra

REFLEXIONES SOBRE EL ROL DEL ARQUITECTO: EL PROCESO DE DISEÑO,

PROCESOS PARTICIPATIVOS Y LA VIVIENDA SOCIAL

Camilo Soto

POLÍTICA SOCIAL Y ACTORES SOCIALES. ESBOZO PARA UNA APROXIMACIÓN

TEÓRICA CRÍTICACentro de Estudios Sociales Construcción Crítica

3EDITORIAL

4

6

1219

22

28

32

35

ÍND

ICE

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CENTRO DE ESTUDIOS CRÍTICOS URBANOS

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO

UNVERSIDAD DE CHILE

PORTUGAL 84. TORRE CHICA, PRIMER NIVEL.

[email protected]

WWW.ESTUDIOSURBANOS.TK

DIRECTOR REVISTA

Felipe Morales

COMITÉ EDITORIAL

Patricio GonzálezMiguel OjedaDiego Pinto

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN

María Francisca Nuñez

IMPRESIÓN

PATRICIO YOVANE

AÑO 1 | NÚMERO 1 |SANTIAGO DE CHILE

- 2008 -

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E D I T O R I A L

Para analizar a la sociedad urbana, hay que partir de la premisa que la ciudad es un invento de los seres humanos. Las relaciones de poder que están detrás de la aparente neutralidad y naturalidad del desarrollo urbano configuran un territorio caracterizado por la fragmentación socio –espacial, condición que da como resultado una ciudad en permanente estado de conflicto entre el centro y la periferia, es decir, un conflicto espacial.

La dominación es un atributo que marca el desarrollo de nuestras ciudades desde los tiempos en que los conquistadores europeos asentaron los enclaves colonialistas en la fabulosa América. Dominar el espacio es requisito fundamental para dominar a las sociedades. Con la fundación de las urbes comienza una larga historia de ocupación territorial por parte del poder político, económico y militar. Al mismo tiempo comienza la historia de la expulsión de las sociedades que habitaban ese territorio hacia fuera de la urbe. Junto con el nacimiento de una ciudad, surge inmediatamente la periferia urbana.

Con el desarrollo histórico de la ciudad, desde la revolución industrial, la migración campo – ciudad, la expansión urbana y la fragmentación del territorio, las ciudades van reproduciendo en distintas condiciones históricas y materiales esta relación dialéctica entre centro y periferia, transformándose en una condición espacial que marca el desarrollo de las sociedades urbanas.

Hoy, esta relación dialéctica sigue tan vigente como antes y supone nuevos desafíos para que los habitantes de la periferia urbana incorporen la espacialidad como un elemento estratégico en la conformación y entendimiento de los territorios. Iniciar la formación de la sociedad urbana significa apostar a la consolidación de un urbanismo popular, en el cual los habitantes (pobladores) construyen la población según sus intereses, basados en los principios de la educación, organización y lucha para la conformación de un territorio que refleje la verdadera esencia del urbanismo: una ciudad hecha por sus habitantes, ejerciendo el derecho a la ciudad, ejerciendo el poder popular.

El desafío actual para la periferia es romper la lógica de planificación territorial impuesta desde los centros de poder. Una forma es mediante el control territorial de las poblaciones y es desafío de la academia contribuir a generar entre los habitantes urbanos el sentido de apropiación y pertenencia a su lugar de vida. En otras palabras, que la territorialidad se transforme en el elemento espacial que guíe el proceso de emancipación de la clase dominada.

Al igual que en la ciudad, la periferia también está presente en el espacio universitario. Es un desafío para los estudiantes desenmascarar el mundo como quieren que lo veamos. Se debe avanzar paralelamente en la construcción de nuevos conocimientos utilizando el pensamiento y acción críticos junto con nuevos medios de expresión, comunicación e información que fomenten la exploración - experimentación de los estudiantes. Además, hay que validar el conocimiento popular que se encuentra fuera de los muros de la universidad como alternativa del liberacion del actual sistema de dominación.

En esta revista se ha abierto el espacio para que los estudiantes publiquen los resultados de las investigaciones y reflexiones realizadas durante su paso por la universidad. Se ha privilegiado aquellas que tienen una preocupación por las temáticas urbanas relacionadas con la vivienda social, el rol de los profesionales para el cambio social y las nuevas líneas teóricas que guían el proceso de investigación.

De esta manera, Revista CECU se transforma en la ventana de expresión para que la academia conozca el trabajo de sus estudiantes y compruebe que no son pocos aquellos que están dispuestos desde temprano a derribar teorías y formular nuevos métodos de investigación. Han pasado más de dos años desde que esta idea fue gestada y la presentación de esta revista es la materialización del deseo de un grupo de estudiantes que tienen la convicción de que para lograr el cambio social no hay que esperar. Cada uno de nosotros en comunidad tiene el poder de concretar en acción las más profundas de sus convicciones.

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C. E. C. U.

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Corría el año 2006 y la denominada “revolución pingüina” colocaba en el debate nacional la necesidad de transformar el sistema educacional chileno. La sociedad chilena volvía a cuestionarse su realidad y los jóvenes secundarios daban cátedra sobre la construcción de futuro, entendiendo que los cambios estructurales propuestos no serían para ellos sino para las próximas generaciones. Ese mismo año nace en el seno de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, el Centro de Estudios Críticos Urbanos (CECU). Si bien ninguno fue una reacción del otro, ambos tienen la misma génesis: el desmoronamiento de la educación pública arrastrado desde las políticas privatizadoras de la dictadura y el desarrollo del neoliberalismo de los gobiernos “democráticos”.

Durante muchos años los estudiantes chilenos hemos estado en pie de guerra y majaderamente hemos defendido nuestra universidad y el sistema público (o lo que queda de él), entendiendo que para construir o reconstruir un sistema educacional integrador y democrático necesitamos: evitar la transformación de la educación en mercancía; asegurar que nuestras universidades gocen de la autonomía necesaria para cumplir con su rol de forjadoras de masa crítica; fortalecer el sistema público de enseñanza y por sobre todo garantizar el desarrollo de la ciencia y el pensamiento de manera libre y no comprometida con el capital financiero o las políticas del gobierno de turno.

La defensa de la educación pública en general y de la Universidad de Chile en particular nos a llevado a buscar alternativas de construcción y propuestas de acción, para contrarrestar la mercantilización de la educación y resguardar el libre pensamiento, lo que desemboca en la creación de este centro de estudios, que tiene la misión de “Desarrollar reflexión crítica sobre la realidad urbana desde la perspectiva del territorio, sustentada en una mirada transdisciplinaria desde el ámbito universitario

hacia la sociedad, con miras a fortalecer la investigación-acción-participativa, como una posibilidad de contribución concreta a la sociedad y al proceso de desarrollo urbano”.

Desde esta perspectiva buscamos ser coherentes y desde la acción proponer alternativas de nuevas formas de hacer universidad pública, desde nuestra autoformación; la participación ínter y transdiciplinaria con las diferentes áreas del conocimiento y por sobre todo desarrollar el pensamiento crítico como una herramienta de cambio real para la sociedad en su conjunto, luchando contra la “robotización” de los ciudadanos. “Y aquí cabe una gran lucha por la autonomía de la universidad, la de exhibir a los que quieren esclavizar el pensamiento y la acción de los universitarios, de los ciudadanos, de los trabajadores y de los pueblos. Y sobre todo, la de defender el derecho a la dialéctica y el diálogo, ese legado que Platón nos dejó. La autonomía universitaria reclama el derecho a la crítica, fundada en datos evidentes y en razonamientos coherentes”.

El derecho a ejercer la crítica y a desarrollar propuestas desde la universidad para la sociedad, fortaleciendo el rol de la universidad estatal y pública, así como la contribución al debate y la generación de conocimiento de manera autónoma, son los pilares fundamentales del CECU, construidos desde los estudiantes en forma transversal y desarrollándose constantemente en este largo y difícil camino de hacer de la academia y la educación publica las directrices para una sociedad que merece reencontrarse con su historia para poder construir su futuro.

CONTRA EL PENSAMIENTO ÚNICO, PROPONEMOS ALTERNATIVA, CONSTRUIMOS FUTURO

CENTRO DE ESTUDIOS CRITICOS URBANOS

CONTRA EL PENSAMIENTO ÚNICO

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Katherine AmésticaCentro de Estudios Críticos Urbanos

El cuestionarse acerca de las razones de por qué se investiga puede resultar mucho mas trascendente e interesante que preguntarse acerca de qué es lo que se investiga, pues aquí se encuentra el punto de bifurcación entre buscar mantener lo ya establecido o aportar a generar un cambio estructural, otorgándole un real sentido al producto intelectual que se gesta.

Cotidianamente nos enfrentamos a investigaciones de corte tradicional que se basan en métodos científicos occidentales, orientados a la dominación por pautas colonialistas y cuyo fruto es un conocimiento científico inaccesible, con un lenguaje difícil y que está orientado a mantener el status quo dando solución a problemas dentro de un contexto ya establecido. Pero tampoco se trata de ignorar métodos que puedan resultar exitosos o dar por terminada la utilización de un método científico. Más bien el asunto va por tomar las herramientas ya existentes pero dotarlas de un nuevo sentido: investigar en, con y para la comunidad. Y para lograr un cambio en el estilo de hacer investigación es necesario también realizar todo un replanteamiento, tanto epistemológico como metodológico, pues no se trata de hacer lo mismo que antes incluyendo ahora a la comunidad, sino de convertir a ésta en sujeto y objeto de investigación

(relación entre lo que se investiga y lo investigado) rompiendo con el binomio clásico sujeto y objeto por separado (gestores/clientes).

En el contexto de la búsqueda de conocimientos alternativos es que nace en la década de los 70 la Investigación Acción Participativa (IAP) para dar un valor importante a la praxis (acciones que conducen al cambio estructural, síntesis entre teoría y práctica) y a la comunidad. Esta investigación derivada de la IAP es el resultado de una reflexión continua sobre la realidad no solo para conocerla, sino para transformarla, en donde la investigación y la acción se fusionan. La reflexión tiene un componente doble: por una parte, el autodiagnóstico colectivo a partir de la experiencia de los propios afectados (disposición a “analizar” y a “ser analizados”); por otra, el estudio sistematizado de aquellos asuntos en los que se quiere profundizar: “… muy por el contrario es la lógica del activismo o asistencialismo en donde se actúa sin reflexionar sobre lo que se está haciendo…” (Colectivo Ioé, 2003).

El objetivo es revertir la situación que daña, y transformarla, logrando un compromiso de los diferentes actores, a escala local, para desencadenar un proceso

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orientado a alterar las condiciones de la reproducción de un sistema que degrada. La transformación de la realidad es la clave y ésta no se puede lograr sin la acción, por ello Germán Mariño dice: “IAP es para la acción, de la acción realizada, y en la acción”. José Raúl Rojas plantea que a medida que “… la acción se da la ciencia y la teoría se van logrando, en este sentido la teoría va a ser el resultado del aporte popular, orientado por los métodos científicos…”

IAP es asimismo una investigación participativa, pues no sólo es llevada a cabo por un grupo de expertos sino que en conjunto con la comunidad involucrada. Participar se toma como formar parte, tener parte y tomar parte. Con esto se espera romper con la tradición de generar conocimiento para una elite reducida al servicio de pocos o para la academia (Universidades) encasillando y guardando los resultados entre cuatro paredes, teorizando sin llevar a la práctica, pues se entiende que la ciencia debe estar al servicio de la sociedad. Por ello la IAP se realiza con una perspectiva desde abajo y desde adentro, en un esfuerzo por democratizar el conocimiento. Según Pablo Freire (1997) “IAP se basa en la convicción o creencia de que la gente tiene el derecho universal a participar en la producción del conocimiento, y que ese proceso es inseparable de una dinámica de transformación social y personal. En esas vicisitudes la gente gana la capacidad y la confianza para lograr el cambio estructural”. Para José Raúl Rojas “En la IAP los problemas a investigar son definidos, analizados y resueltos por los propios afectados. La participación no es una posibilidad que se da a la comunidad en general, sino hacer realidad el derecho de todos a ser sujetos de historia. La meta es que la comunidad vaya siendo la autogestora del proceso, apropiándose de él, y teniendo un control operativo (saber hacer), lógico (entender) y crítico (juzgar) de él.”

Metodológicamente se espera que la IAP sea un proceso simple, de fácil acceso, pero no por esto con menos rigurosidad científica, pues los resultados debiesen ser conclusiones producto de una reflexión intensa y seria que apunte a estrategias viables.

La IAP no es una técnica que se pueda incorporar en algún programa, es un enfoque o estrategia general de intervención que se puede plasmar en muchas prácticas concretas (Colectivo Ioé, 2003). El enfoque principal de esta metodología es poder desarrollar un análisis

participativo, con un diálogo dialéctico entre conocer y actuar, en donde los actores involucrados puedan transformarse en verdaderos protagonistas del proceso de investigación y de construcción de conocimiento, de la realidad sobre el objeto de estudio, pero también su participación es en la etapa de detección de problemas y necesidades, así como en la etapa de elaboración de propuestas y soluciones (es a esto que se hace referencia cuando se plantea que los actores son sujetos y objetos en forma simultánea). En el proceso de investigación se apunta a la evolución por medio del trabajo con actores que tengan intereses comunes, lo cual facilita una identidad y compromiso de la comunidad que ayuda a generar un trabajo conjunto para el beneficio de todos.

En relación a la forma de intervención que se hace en el territorio (a escala local) esta debe ser integral e integradora, es decir, que con ella se busque la producción de un conocimiento que esté al servicio y que sea útil para la comunidad misma y que sirva de insumo para la elaboración de Planes de Acción Integral en donde la participación sea la columna vertebral principal, pues resulta ilusorio pensar en la creación de políticas sociales efectivas sin la consideración de los contextos históricos, culturales y sociales de un grupo de individuos Para esto debe existir la disposición de aprender de los errores y aciertos de las actividades anteriormente desarrolladas y aprovecharse del conocimiento acumulado adecuándose a las distintas condiciones socio históricas que van apareciendo.

La IAP no ofrece una batería de respuestas y soluciones a los problemas por si sola, más bien propicia la conversación y el diálogo como mecanismos para crear procesos donde los sujetos afectados aporten, tras la reflexión, soluciones a sus problemas (José Raúl Rojas). Punto importante es también el rol que tiene el investigador en este proceso investigativo, pues si bien se espera sea una investigación participativa e integradora, el investigador debe integrar el grupo sin perder nunca su identidad como tal, pero estableciendo relaciones estrechas. Él es quien debe proponer una hipótesis sobre lo que debe hacerse para lograr los objetivos previstos. Esta hipótesis será validada a medida que las acciones desarrolladas por el grupo tengan el impacto deseado. Debe además incentivar constantemente las discusiones y el trabajo conjunto, acompañando durante el proceso fortaleciendo la identidad grupal, sumado a un apoyo en la capacitación de los miembros del grupo.

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ETAPAS

ETAPAS E INTERVENCIÓN

DIAGNÓSTICO

MODELO IDEAL

IAP

FASE PRELIMINAR: INVESTIGACIÓN EXPLORATORIA

O DIAGNÓSTICA

1

2

Iniciando la participación, establecimiento de relaciones con los actores.

Demanda de los actores en la situación problema.

PROCESO ORGANIZATIVO: IDENTIFICACIÓN DE

PARTICIPANTES POTENCIALES

3

4

Acuerdo entre investigador y actores en torno a la situación.

Determinar grupo reducido responsable por el ciclo de la investigación.

DISEÑO METODOLÓGICO: FORMULACIÓN DEL PROBLEMA,

OBJETIVOS, MÉTODOS PROCEDIMIENTOS

5 Diseño conjunto de la investigación.

RECOPILACIÓN Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN: ACCIÓN Y

REFLEXIÓN COLECTIVA

6

7

Recolección conjunta de datos.

Análisis conjunto de datos.

USO DE LOS RESULTADOS: PLANIFICACIÓN DE LAS POSIBLES

ACCIONES QUE SE DESARROLLARÁN8

9

Compartir con los actores en la situación problema, desarrollo de planes de cambio.

ELABORACIÓN DE LOS PROGRAMAS Y

PROYECTOS DE ACCIÓN COMUNITARIA

Implementación de los planes de cambio.

PUESTA EN PRÁCTICA DE LOS PROGRAMAS Y PROYECTOS DE

ACCIÓN COMUNITARIA

10 Consolidación del aprendizaje.

1 Definición de los problemas más significativos.

2Problematización, ligando los problemas al contexto más amplio.

Investigación de la rea-lidad social y análisis de la información obtenida.

Definición de las ac-ciones del proyecto.

3 4

METODOLÓGICAS

FASES

Organización del proyecto y conocimiento del área del mismo.

5

Identificación de los problemas y soluciones.

Planificación de acciones o diseño del proyecto.

Gestión/ejecución del proyecto. Implementación del proyecto con el que se busca validar las soluciones propuestas.

Validación y diseminación con la experiencia/evaluación de la solución.

Evaluar y priorizar necesidades locales sentidas.

Identificar recursos locales, su nivel de deterioro y posibles causas

Obtener la visión sobre los problemas locales de diferentes sectores de la localidad (grupos de edad, sexo, colectividades étnicas, posiciones sociales, etc.).

Identificar conocimientos y prácticas de manejo (aunque estén temporalmente olvidadas).

Mecanismos comunitarios de decisión y acción, que deben ser creados si no existieran.

Identificar recursos disponibles.

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T É C N I C A S1. BÚSQUEDA Y RECOPILACIÓN DE DOCUMENTACIÓN: lo más habitual (estadística, documental, bibliográfica, etc.) que puedan ser útiles para contextualizar el tema o bien porque recogen experiencias anteriores de las que se quiere aprender.

2. VISITAS A INFORMANTES CUALIFICADOS: con el fin de que aporten sus conocimientos sobre los asuntos que se quieren abordar. Esto también es fácil de llevar a cabo por personas sin especial preparación.

3. ESTUDIO DE REDES: persigue explorar cuáles son las principales redes y nodos de relación social que atraviesan o influyen en el colectivo afectado. Este estudio debe incluir tanto las instituciones formales como los espacios de relación y el liderazgo informal. El momento más oportuno para ello es la fase inicial de la IAP a fin de implicar a todos los interesados pero también es muy útil para situar la información obtenida y devolverla adecuadamente.

4. OBSERVACIÓN PARTICIPANTE: sirve para conocer y profundizar en torno a las costumbres, los sistemas de valores y los comportamientos de un grupo humano diferente del propio y sobre el que no se dispone de información fiable. La aplicación consiste en compartir las actividades y ocupaciones del colectivo que se quiere investigar, tomando nota de lo que se observa y sacando después grupalmente las conclusiones oportunas.

5. HISTORIAS DE VIDA: son entrevistas orientadas a conocer la historia o biografía de aquellas personas que sean representativas

o típicas de los sectores que interesa investigar. La clave de una buena aplicación es que el entrevistado ofrezca sus puntos de

vista sin dirigirle excesivamente con pregunta.

6. ANÁLISIS DE CONTENIDO: se orienta a analizar los materiales escritos o audiovisuales producidos por un colectivo que

se quiere estudiar. Son materiales frecuentes las cartas, las autobiografías, los medios de comunicación, las canciones y los

cuentos, etc.

7. GRUPOS DE DISCUSIÓN: sirven para explorar y estructurar las opiniones, actitudes y orientaciones ideológicas de un sector

de la población. Para aplicarla, se reúne a un grupo de 6 a 10 personas representativas de un colectivo y se les invita a expresarse libremente, como en una tertulia, sobre el tema general que nos interesa investigar. La reunión se graba, se

transcribe y se analiza después sistemáticamente (análisis del texto: lo que dicen; y del contexto: por qué lo dicen). Se trata de una técnica que requiere especial preparación, sobre todo

en la fase del análisis.

8. OBSERVACIÓN DIRECTA.

9. OBSERVACIÓN CARTOGRÁFICA DEL ÁREA.

10. EXPLOTACIÓN DE DATOS SECUNDARIOS: censos, información disponible.

11. MODELAJE DE LA COMUNIDAD con mapas, dibujos, interpretación de fotos, mapas mentales, videos.

FORMULACIÓN DEL PROYECTO

¿Qué recursos se necesitan para aplicar las soluciones propuestas?

¿Cuáles de estos recursos ya están en la comunidad?

¿Cuáles son los recursos externos necesarios?

¿Quiénes controlan esos recursos?

¿Qué tipo de organización es la que se necesita?

¿Qué tipo de apoyo externo será necesario?

La planificación participativa se basa en el diagnóstico e interpretación de los datos y necesariamente profundiza la identificación preliminar de problemas y soluciones,

los tópicos que deben ser discutidos son:

¿Qué riesgos o dificultades para lograr las soluciones percibe el grupo?

¿Cómo se pueden implementar las soluciones propuestas?

PROCESO DE EVALUACIÓN DE LAS SOLUCIONES

Desarrollo de las capacidades locales, ligadas a un sentido de

identidad.

Desarrollo de capacidades locales para la gestión comunitaria, que supone mecanismos

organizativos.

Equidad de género.

Participación (en las discusiones sobre los problemas y las alternativas de acción, en la toma

de decisiones, en la ejecución de acciones, y en la evaluación de los proyectos), sobre todo de los

sectores excluidos de los procesos de toma de decisión.

Temas para evaluar:

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¿Responden los objetivos de la IAP a demandas sentidas

por la población afectada?

¿Se ha dado oportunidad a los

afectados para que planteen o replanteen

el objetivo de la IAP?

¿Se adaptan el Grupo Promotor y los

técnicos al ritmo y nivel de comprensión

de la población afectada?

CRITERIO 3: UNIR LA ACCIÓN Y LA REFLEXIÓN A FIN DE ASEGURARA LA

ADECUACIÓN ENTRE FINES, MEDIOS Y RESULTADOS

TEMAS

El problema sentido ¿ha sido objeto de una reflexión e

investigación suficientes a fin de delimitar con precisión los

objetivos de la IAP?

¿ Hay disposición al autoanálisis por parte de

los agentes implicados en el programa?

Los medios y procedimientos que se han instrumentado

¿responden adecuadamente a los objetivos planteados?

Los resultados de investigación, acción y

movilización a los que se llega con la IAP ¿son

los que se pretendían?

CRITERIO 4: CONJUGAR LOS NIVELES

MICRO Y MACRO DE LA ACCIÓN SOCIAL, COMO

PLANOS INDISOCIABLES DE UNA TOTALIDAD,

CONCRETA Y COMPLEJA A LA VEZ.

TEMAS

¿Se aborda el problema sentido teniendo en cuenta a la vez

a los protagonistas más directos y a las

instituciones y contextos generales que los

condicionan?

¿Se ha reflexionado sobre la existencia de otros colectivos

afectados por problemas similares?

¿Se ha conectado con ellos a fin de lograr

una convergencia de la acción para abordar los problemas comunes?

CRITERIO 5: REFORZAR LA MOVILIZACIÓN Y

EMANCIPACIÓN DE LOS MARGINADOS.

TEMAS:

El proceso de IAP, ¿contribuye a reforzar la auto organización

y la autonomía de pensamiento y acción del

colectivo afectado?

La participación de los voluntarios, profesionales

y políticos, ¿se inscribe en una estrategia de contención y gestión de los marginados o

persigue su emancipación social y política?

CRITERIO 1: ARTICULAR EL PROTAGONISMO DE LA POBLACIÓN AFECTADA. PAPEL SUBSIDARIO DE

PROFESIONALES, VOLUNTARIOS E INSTITUCIONES.

TEMAS¿Se han explorado las redes de agentes implicados en el problema que se quiere abordar?

¿Se les ha invitado a participar? ¿Qué canales de comunicación se han establecido con ellos? ¿Se promueven todas las vías posibles de participación?

¿Se han explorado y aprovechado los recursos disponibles en la propia comunidad de afectados?

¿Cuál ha sido el papel de los voluntarios, los profesionales y los políticos?

¿Han potenciado el protagonismo de la población afectada o lo han suplantado? ¿Han adaptado su lenguaje al nivel de comprensión del colectivo afectado?

CRITERIO 2: PARTIR DE LAS

DEMANDAS SENTIDAS POR LA POBLACIÓN

TEMAS

C R I T E R I O S

Page 13: Revista CECU | nº1 | año 1 | 2008

Como Centro de Estudios Críticos Urbanos, adoptar esta metodología de trabajo resulta importante e interesante en la medida que se pueda plantear el proceso de la IAP como una vía de movilización y emancipación de los grupos sociales en situación de dependencia.

Esto implica una actitud comprometida políticamente por parte de los participantes, incluidos los profesionales que tienen que superar la supuesta neutralidad del saber técnico. Aunque esta línea de la IAP admite muchos matices y ha sido olvidada en la práctica frecuentemente, la mayoría de los autores especializados en el tema considera que se trata de una característica central en el contexto de una sociedad marcada por la desigualdad y la dependencia de las clases populares.

Para Freire (1973) si el conocimiento no implica “transformar la realidad” no es verdadero conocimiento. Fals Borda y Rodríguez Brandao (1987) definen el “poder popular” que se pone en marcha en la IAP como “la capacidad de los grupos de base, explotados por sistemas socioeconómicos, de actuar políticamente tanto como de articular y sistematizar conocimientos, de tal manera que puedan asumir un papel protagonista en el avance de la sociedad y en la defensa de sus propios intereses de clase y de grupo”. (Colectivo Ioé, 2003).

REFERENCIAS

COLECTIVO IOÉ, 2003. Investigación Acción Participativa: propuesta para un ejercicio activo de la ciudadanía. [On Line] http://www.investigaccio.org/ponencies/IAP.pdf

FREIRE, P. 1997. La educación en la ciudad. México. Editorial Siglo XXI.

ROJAS, J.R. Investigación Acción Participativa (IAP)[On Line]http://www.amauta-international.com/iap.html

Page 14: Revista CECU | nº1 | año 1 | 2008

Alejandra Elgueta - Felipe Morales - Akza UgarteCentro de Estudios Críticos Urbanos

Durante los meses de Septiembre y Octubre del año 2007, en la población San Judas Tadeo ubicada en Peñalolén Alto se realizó el Taller de Medio Ambiente Urbano, iniciativa que fue desarrollada por el Centro de Estudios Críticos Urbanos con la

colaboración del Movimiento de Pobladores en Lucha.

TERRITORIO Y GLOBALIZACIÓN

Mucho se habla acerca de la globalización y numerosas definiciones existen de ella, las cuales pueden sintetizarse de la siguiente forma “…se conoce por globalización el fenómeno de apertura de las economías y las fronteras, como resultado del incremento de los intercambios comerciales, los movimientos de capitales, la circulación de las personas y las ideas, la difusión de la información, los conocimientos y las técnicas, y de un proceso de desregulación. Este proceso, tanto geográfico como sectorial, no es reciente, pero se ha acelerado en los últimos años…” .

De modo que, a pesar de la magnitud de los cambios que propone este concepto, la globalización ante todo debe entenderse como un proyecto político, impulsado y justificado por ciertos intereses políticos y económicos inspirados principalmente en darle un “status” a nuestro país como paraíso de la inversión y acumulación de capital. Dentro de este contexto, los lugares son valorados por su posición estratégica, sus ventajas, sus logísticas instaladas y por la infraestructura que permite realizar con eficiencia las prácticas productivas y circulatorias en el proceso de globalización económica .

Esta mundialización de diversos procesos ha tenido consecuencias claras en la configuración del espacio urbano, tal como lo dice Mignaqui (1998) cuando afirma que los procesos de reestructuración han provocado impactos en la organización territorial, alterando los patrones de metropolización que habían permanecido hasta antes de los años 70. Aunque claramente esta definición esta enfocada a las ciudades latinoamericanas, este proceso se vive a nivel mundial y se caracteriza por la constante desvinculación del Estado con respecto a

la planificación de las ciudades y de temas sociales. La planificación urbana entonces también se ha entregado a los designios mundiales, basada principalmente en la necesidad de construir una imagen de ciudad desarrollada para la mejor inversión y acumulación de capitales, tanto nacionales como extranjeros, lo que trae como consecuencia directa la reproducción e intensificación de desigualdades socio territoriales.

PÉRDIDA DE ESPACIOS DE CIUDADANÍA ¿DÓNDE ESTÁ LA CIUDAD?

La realidad de todo lo anterior es que los artefactos de la globalización no son repartidos equitativamente entre todos los individuos. Los beneficios y capitales se acumulan en los bolsillos de los de siempre, manteniendo en “ciudades de miseria” a los no tocados por la varita mágica de la globalización. La mayor consecuencia de esto es que la ciudad ya no está diseñada para los ciudadanos ni para las personas, sino para los consumidores y automovilistas.

La ciudad no se vive, no se recorre, no se habita, solo fluye… De modo que estamos viviendo la constante pérdida de los espacios de la ciudadanía. Las calles y veredas por las que antes circulaban personas y niños, en la actualidad sólo ven circular vehículos y capitales y de la plaza del barrio pasamos al mall como el espacio público por excelencia ; tampoco existe interacción con el espacio público, ahora se le ve como lo ajeno, lo feo, como el espacio de la delincuencia y no como el lugar de interacción de los individuos.

Taller Experimental de Medio Ambiente Urbano para Niños Población San Judas Tadeo Peñalolén Alto

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LOS NIÑOS Y NIÑAS COMO CONSTRUCTORES DE LA CIUDAD DEL FUTURO.

Los niños no viven el espacio público. Llegan del colegio al computador o a los juegos electrónicos. Sus padres no los dejan salir porque el exterior es peligroso y feo. Las ciudades no están diseñadas para los niños ni para los ancianos, sino sólo para los consumidores, si un niño sale afuera, un auto lo puede atropellar. No hay lugar para que pueda jugar con una pelota, no hay infraestructura de juegos infantiles ni áreas verdes donde pueda jugar a las escondidas. En síntesis, la ciudad de la globalización no toma en cuenta a los niños en su proyecto político.

¿POR QUÉ TOMAR LA FIGURA DEL NIÑO COMO REFERENTE PARA UNA PLANIFICACIÓN MÁS HUMANA?

Sin importar su condición socioeconómica o étnica, el niño se ve excluido de la planificación por su edad. Los adultos planificadores consideran que no puede aportar en la construcción y diseño urbano. Debemos cambiar esa mentalidad limitada y simplista a la brevedad. El niño es la figura más humana e inocente dentro de toda la carrera globalizadora. Su mentalidad no esta corrompida con intereses económicos ni de clase, además de que es una figura fuerte capaz de sensibilizar y comprometer al resto de la sociedad, pues para ellos la realidad no es inalterable y todo puede ser descubierto, analizado con un interés sólo asociado a la infancia.

De este modo surge la iniciativa por conocer ¿Qué piensan los niños de la ciudad?, ¿Cuáles son sus intereses con respecto al espacio?, ¿Qué perciben los niños con respecto a su barrio? ¿Es divertido, peligroso?... En síntesis ¿Cómo podemos recuperar la ciudad secuestrada por la globalización?

TALLER DE MEDIO AMBIENTE URBANO PARA NIÑOS

Así surgió la idea de realizar un Taller de Educación Ambiental Urbana para Niños, con el objeto de entender a la ciudad como nicho ambiental del ser humano.

Es importante conocer nuestro entorno porque en él se encuentran muchas de nuestras posibilidades de desarrollo como seres sociales. De modo que la propuesta de impartir el Taller de Educación Ambiental Urbana surge de la motivación por conocer la ciudad y acercarnos a ella a partir del conocimiento de nuestro barrio y comunidad, de manera de descubrir nuestras necesidades y deseos comunes e imaginar como podría ser nuestro entorno, si es que estos deseos se vieran satisfechos.

La idea principal del desarrollo de este taller radica en la necesidad de que los niños conozcan desde pequeños su territorio que esta dado por el barrio. Sean capaces de reconocer cuales son los elementos que lo componen y que tipo de relaciones se dan en el interior de este espacio social. Se debe enseñar a los niños que el barrio son ellos, y ellos son el barrio (lo que se conoce como dialéctica socioterritorial), y en la medida en que ellos lo conozcan se conocerán a ellos mismos.

El taller fue pensado desde el principio para niños de 7 hasta 10 años aproximadamente. Fue enfocado a niños por el hecho de que ellos, por su temprana edad, su mentalidad se encuentra menos condicionada por el sistema actual (excluyente y autoritario por naturaleza), su percepción no contaminada por estos elementos puede contribuir de sobremanera para la planificación y construcción de una ciudad más humana. De modo que conocer los deseos y perspectivas que los niños tienen acerca de la ciudad se transforma en el hilo conductor del taller.

Para ello se planeó formas de estimular la participación de los niños desde la opinión (discusiones al interior del taller) hasta intervenciones directas en el espacio público (mural). Es decir, descubrir los problemas que ellos reconocen en la ciudad, considerar soluciones creadas desde su imaginación y promover el conocimiento y el uso sano del espacio urbano se transforman en los objetivos fundamentales para crear una ciudad acorde para los niños, para los seres humanos.

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1. INTRODUCCIÓN AL MEDIO AMBIENTE URBANO.

La idea de la primera sesión fue construir el concepto de medio ambiente y el concepto de medio ambiente urbano, además de enseñar a los niños a percibir el medio ambiente como un sistema de relaciones y a la ciudad como parte integral del medio ambiente, uno construido por el hombre. Para ello se ideó un juego introductorio de exploración que fue llamado “La Búsqueda del Tesoro”, como se explica a continuación:

En la Plaza San Judas Tadeo, “la plaza” de la población, se escondió una serie de papeles que contenían instrucciones de actividades diseñadas para que los niños exploraran el lugar con los sentidos. Ellos debían recorrer todos los sectores de la plaza buscando las pistas ocultas para poder llegar finalmente a un cofre que contenía una sorpresa o tesoro.

Ellos partían desde un punto central motivados por la siguiente pista: “la actividad a realizar está oculta en el tronco de un aromo”. Entonces los niños preguntaban e intentaban saber cual de todos los árboles de la plaza era un aromo. Una vez encontrado el papel, se leía en él la siguiente instrucción: “mencionen cinco elementos de la plaza”. Una vez cumplida la tarea, se les indicaba a los niños donde estaban ocultas la siguientes actividades (seleccionar basura, reconocer olores, sabores y sonidos) mediante otras pistas.Al final, la última pista era un mapa de la plaza que mostraba la ubicación del tesoro, que consistía en un cofre que contenía una brújula, una lupa y un catalejo, instrumentos claves para cualquier explorador y que fueron utilizados en las futuras sesiones. En general, la mayoría de los niños reconocieron que con el juego habían aprendido de forma entretenida.

Posterior a la búsqueda del tesoro, en la misma plaza los niños realizaron su primer dibujo con respecto a lo que entendían como medio ambiente bajo el concepto “Yo y mi Medio Ambiente”. Todos retrataron una cordillera nevada en el fondo, y en un primer plano aparecieron elementos tales como árboles frutales, una casa, pasto y flores, nubes y en un costado del dibujo o al centro del dibujo ellos mismos. Destaca que la urbanidad, la ciudad, no estuvo reflejada como parte del medio ambiente, lo que confirmó el hecho que por lo general no se considera a la ciudad como nuestro medio ambiente, y se entiende al medio ambiente como un territorio natural, verde, sin ciudad. Esta sesión fue la que permitió hacer el diagnóstico de los niños y su conocimiento previo del medio ambiente y su barrio.

La segunda sesión se caracterizó por la asistencia masiva de niños. Se dieron los lineamientos teóricos del taller, donde se enseñó a los niños el concepto de medio

ambiente urbano de la siguiente manera: “para un pez, su medio ambiente está constituido por el agua y por las relaciones que se producen en el mar (cadena trófica, ciclo de nutrientes); para un agricultor, su medio ambiente está constituido por el campo, el estilo de vida rural; de la misma manera, para un habitante de la ciudad su medio ambiente es el barrio, la población y lo interesante de esto es que es un medio ambiente construido por el hombre”.

Luego se pensó en la exploración. Primero se mostró a los niños una serie de imágenes de distintos paisajes, transitando desde un entorno totalmente natural (bosques, montañas) a un entorno netamente urbano (la ciudad, el barrio). En las imágenes debían señalar que elementos reconocían y también describir brevemente la situación. Además se les mostró un video donde aparecían lugares del barrio y se les preguntó si sabían que lugar era. Ellos fueron capaces de reconocer los elementos y de relacionar los lugares del video con su barrio.

Este “entrenamiento” en el reconocimiento visual fue la base para que se hiciera la primera exploración al barrio, para la cual se planeó una ruta o trayecto de reconocimiento, donde los niños debían anotar en una guía todos los elementos que identificaran como parte del ambiente urbano (calles, señalética, negocios, personas etc…) y responder las siguientes preguntas:

¿Qué elementos reconoces?¿Qué función cumple?¿Qué está haciendo a gente del lugar?

Por ejemplo, los niños reconocieron un auto, el que servía para transportar personas, donde había una persona manejando. También un negocio, que servía para comprar cosas y la gente estaba pagando.

Con ésta actividad se reconoció que el barrio no es un territorio homogéneo, y que en él es posible reconocer distintas funciones, personas y elementos. Se dieron cuenta por ejemplo que en calle Las Parcelas se localiza el comercio. Los niños identificaron los negocios, automóviles, personas comprando y en general mayor trafico que en otros lugares como calle Valle Hermoso, donde había menos comercio y más casas, menos gente en las calles y menos vehículos. También reconocieron dos lugares que podrían considerarse como espacios públicos para la recreación, los cuales con el desarrollo del taller fueron convirtiéndose en el centro de las actividades. Estos fueron La plaza San Judas Tadeo y el canal Las Perdices.

Pensando en que se trabajaría con niños, lo primero que debía realizarse era la estructuración de los temas o unidades de educación experimental que debían ser implementadas en el territorio a explorar. Para ello, se

propuso trabajar en base a cuatro unidades: 1. Introducción al Medio Ambiente Urbano, 2. Utilización y Conocimiento de Nuestro Barrio, 3. Reconstruyendo la Memoria Histórica y 4. Evaluación del

Espacio Público e Intervención, todas pensadas en educar a los niños respecto de la relación socioterritoral.

CONTENIDO Y RESULTADOS DE LA EXPLORACIÓN

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2. CONOCIENDO NUESTRO BARRIO

La segunda unidad se basó en la búsqueda de la relación entre la sociedad y el lugar. El objetivo fue descubrir cómo los niños perciben el espacio urbano en el que habitan, rescatando el conocimiento que los niños tienen del entorno, interpretando su percepción, para así descubrir deseos y necesidades comunes relacionadas con el espacio y generar una construcción conjunta de una proyección de dichos deseos.

Para este fin, la tercera sesión se estructuró de la siguiente manera: Nos dirigimos a la plaza y se pidió a los niños que analizaran la distribución espacial de la funcionalidad de la plaza (su uso). Es decir, que la dividieran en al menos cuatro sectores diferenciados entre sí, y que luego hicieran un catastro de las personas que estaban en dichos lugares (cuantos niños, jóvenes, adultos y ancianos). Fue así como se entrego a cada niño un croquis de la plaza y la dividieron en:

1. El sector de juegos, donde estaban los columpios, tubos y otros juegos. Ahí se contabilizó la mayor cantidad de niños y la presencia de adultos, los cuales se sientan en los bancos cercanos a los juegos para vigilar a los niños. Reconocieron que era el sector que más les gustaba de la plaza y que la presencia de adultos no interfería en el desarrollo del juego.

2. Sector de árboles, donde se identificó que se reunía la población denominada ancianos, los cuales se sentaban en los bancos a la sombra del caluroso sol de la tarde a conversar y tomar vino o cerveza. Reconocieron que era un lugar agradable para estar, pero que preferían otros espacios de la plaza. El sol y el calor parecen no ser impedimento para el uso de la plaza por parte de los niños.

3. Se reconoció otro sector de árboles, donde se reúne principalmente la población joven de la plaza, que aprovechaban la sombra y el pasto para conversar en grupos, pololear, y otros a tomar cerveza y fumar. Reconocieron que era un lugar agradable, sin embargo, el alcohol y la presencia de algunas drogas alejaban a los niños de ese sector de la plaza. Durante una de las actividades en la plaza se formo una riña entre jóvenes que terminó con botellas de cerveza y piedras volando por el aire, siendo un peligro para la integridad de los niños y un ejemplo de la pérdida del territorio por parte de los vecinos y del descuido por parte de la comunidad de sus espacios públicos.

4. Por último existe el llamado anfiteatro, una medialuna cubierta de maicillo con una galería de asientos de piedra que utiliza la comunidad para actos y presentaciones de las autoridades, grupos musicales, scout, etc. Es utilizado también como una improvisada cancha de fútbol por los niños y es el lugar donde se reconoció la mayor heterogeneidad de personas, siendo ocupada desde niños hasta ancianos. También existe el único kiosco de la plaza que vende algunos periódicos y golosinas. Los niños reconocieron que este lugar era donde venía el alcalde a “bailar cueca”, y que el poste de iluminación que estaba ubicado al centro del anfiteatro entorpecía el juego de la pelota, proponiéndose su retiro.

La cuarta sesión fue una exploración al canal Las Perdices, un canal subterráneo sobre el cual existe una larga y angosta faja de terreno baldío que es utilizado como lugar de tránsito para las personas, recreación de jóvenes y niños donde además habitan indigentes. Se pidió a los niños que escribieran las potencialidades del lugar, es decir, que condiciones positivas reunía el lugar según su percepción, y que condiciones negativas observaban en él.

En primer lugar reconocieron que el lugar era un sector libre de cables de electricidad, por lo que lo consideraron un excelente sitio para elevar volantines. También reconocieron que no transitaban vehículos, por lo tanto podían recrearse sin preocuparse de que fueran atropellados. Un tercer elemento fue la belleza paisajística del entorno (no el sitio mismo) ya que hacia abajo, mirando hacia el poniente se observa gran parte de la ciudad de Santiago y hacia el oriente están las laderas y quebradas de la Cordillera de los Andes.

Como elementos negativos los niños destacaron el deterioro ambiental del lugar, es decir, de inmediato repararon en la gran cantidad de basura acumulada, la presencia de vidrios que podían ser un peligro para ellos acostumbrados a jugar en el suelo y también la presencia de malos olores asociada a la descomposición de animales muertos. La hierba silvestre que crece en algunos sectores también fue considerada un elemento negativo, ya que a diferencia del pasto, ésta provocaba rasguños y picazón (ortiga, y otras plantas espinosas).

La falta de iluminación fue otro elemento a considerar ya que ellos reconocieron que sentirían miedo de transitar de noche por el lugar. En ese sentido, destaca el asentamiento precario de un grupo de aproximadamente 10 indigentes que habita una esquina del lugar, personas que los niños denominaron “los curaitos”, y provocaban en ellos cierto temor. Algunos niños reconocieron que ellos los podrían “secuestrar y violar” (cabe señalar que esta percepción de algunos niños no es considerada en la investigación como un prejuicio hacia los indigentes). En síntesis, la mayoría de los niños afirmó que no iría solo hacia el sector del canal, pero si lo harían si el lugar tuviera otras condiciones. Como propuesta, reconocieron que si el lugar tuviera pasto, juegos, basureros e iluminación lo considerarían un excelente espacio público.

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3. RECONSTRUYENDO LA MEMORIA HISTÓRICA

Esta unidad fue planteada como una forma de entender a la ciudad y al barrio como un sistema dinámico que evoluciona a través del tiempo, instaurando cambios en el espacio. En el barrio existen huellas del pasado y el identificarlas, reconocerlas e investigar su origen contribuye a que los niños entiendan que el barrio que hoy habitan no siempre ha presentado estas características, que en el pasado había niños que ahora son los adultos y ancianos que ven por las calles.

También esta actividad fue pensada para que los niños sintieran que son herederos de un barrio que fue formado por el esfuerzo de sus padres y abuelos y que ellos son los continuadores de este proceso histórico y los responsables del futuro del barrio.

Para ello se organizó la quinta sesión donde fue invitado a conversar con los niños “Don Pepe”, un vecino de aproximadamente 70 años que ha vivido desde pequeño en el sector, el cual relató como era la vida en Peñalolén Alto desde la década de los 50’ en adelante. Los niños le formularon preguntas espontáneas como ¿Se inundaban las calles? ¿Existía delincuencia? ¿Donde compraban los alimentos?

Don Pepe fue capaz de transmitir detalladamente el estilo de vida de aquella época y los niños demostraron gran interés en conocer acerca de los orígenes de su población. También fue invitada la madre de una participate del Taller y un dirigente del Movimiento de Pobladores en Lucha a compartir con los niños los recuerdos que tenían

del barrio en la época en la que ellos fueron niños.

Como una forma de reforzar y plasmar todo el conocimiento derivado de la transmisión oral de la historia de la población, se elaboró un documento en base al relato de Don Pepe – “Los orígenes de la Población San Judas Tadeo”, el cual sirvió de referencia para la realización de una película que reflejó un día de una familia de Peñalolén Alto en la década de los 50’, donde los niños fueron los actores, directores y camarógrafos.

Para ello se llevó a la sexta sesión una serie de implementos como ropa y utensilios para que los niños se disfrazaran y caracterizaran con un personaje que ellos escogieran. Otros niños dirigieron la película y otros fueron los camarógrafos. El resultado fue un video titulado “La familia Cerropelao”, cortometraje de 10 minutos que constó de seis actos: El desayuno, Compras en Plaza Egaña, El Huerto, La Cena, Los Cuatreros y la Noche sin Techo. Se insiste en señalar que el guión de la película fue estructurado en base al relato de Don Pepe.

Los niños elaboraron el guión y actuaron de forma libre pero organizada, donde fueron capaces de formar lazos de cooperación, a la vez que aprendieron de manera lúdica la historia de su barrio, la cual difícilmente podrán olvidar luego de representarla mediante la actuación.

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4. EVALUACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO E INERVENCIÓN.

La última unidad de este Taller trató principalmente de evaluar la situación actual del barrio, utilizando los conocimientos adquiridos a lo largo del Taller generando la discusión acerca de las diversas falencias que poseen los espacios públicos del lugar y como éstos podrían mejorarse, dando paso a la elaboración de alguna propuesta de intervención pública que permita contribuir a solucionar dichos problemas.

Para esto en la séptima sesión, luego de mostrar el video que ellos mismos realizaron la semana anterior, los niños procedieron a realizar la actividad denominada “Los inspectores urbanos” cuyo fin era la evaluación de la calidad ambiental y de recreación de algún espacio de uso público. Para ello se determinó la evaluación y comparación de los siguientes lugares:

Plaza San Judas Tadeo: Los niños reconocieron que la plaza era un buen lugar para ellos, porque tenía abundante pasto, árboles, suficiente sombra y juegos, Es decir, reconocieron que existía la variedad suficiente de elementos como para considerar que la plaza era un lugar de esparcimiento, descanso y recreación. Sin embargo, repararon en que los vidrios eran un elemento peligroso para ellos ya que pasan gran parte del tiempo en el suelo.

Canal Las Perdices: La inspección del canal Las Perdices reflejó que los niños consideran que el lugar podría ser potencialmente bueno para ellos, imaginaron a este espacio intervenido, transformado. Reconocieron que el lugar no tenía suficiente pasto, ni árboles, sombra ni juegos, de modo que no era un lugar que satisficiera las condiciones para que un niño estuviera a gusto en él. También reconocieron que el vidrio es un elemento peligroso y abundante en el lugar.

Luego cada grupo expuso al otro los resultados de su inspección y exploración, se dieron cuenta que tanto la plaza como el canal eran espacios de recreación. Sinembargo, la plaza contaba con la ventaja de ser un lugar ya intervenido, planeado para cumplir esa función pues

contaba ya con una implementación y configuración de espacio público, mientras que el canal es un espacio urbano marginado, asociado a la basura, malos olores, indigencia y alcoholismo, por lo que este lugar debería ser intervenido y apropiado por parte de ellos para trasformarlo según sus deseos e inquietudes (árboles, columpios, pasto, canchas de fútbol). Resulta relevante el hecho de que los niños reconocían como principal peligro el vidrio roto en el suelo, argumentando que es peligroso al caerse ellos.

En la octava y última sesión se realizó la intervención pública conversada con anterioridad que consistió en pintar un mural en el sector del canal Las Perdices que representó la idea de cómo sería ese lugar si no estuviera tan deteriorado, es decir, como querían los niños ese lugar. Los niños demostraron gran motivación al pintar su mural, ellos escogieron que colores utilizar y donde pintar. Aunque el calor de aquella jornada fue impedimento para que los niños participaran con mayor actividad, ésta derivó en un colorido mural que muestra principalmente a los niños jugando en un lugar verde y limpio de basura, interactuando con ancianos y animales.

Se escogió éste de todos los lugares disponibles ya que es un espacio público que tiene gran potencial, como descubrieron los niños con las exploraciones, además de ser un excelente punto de reunión y paseo para los vecinos del sector. Sin embargo la realidad demuestra que es un lugar deteriorado ambientalmente, con contaminación en forma de basura y malos olores, además de ser un lugar poco transitado y propenso a que ocurran situaciones de peligro, sobre todo cuando cae la noche y no existe iluminación. La presencia de jóvenes que se reúnen a beber y a fumar, sumado al asentamiento precario de indigentes confiere al lugar una condición de sitio marginal, siendo utilizado solo como lugar de transito por algunos vecinos del sector y de juego para niños.

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Durante el desarrollo del taller, se descubrió un territorio mediante la exploración. Ninguno de los investigadores conocía la población San judas Tadeo con anterioridad, por lo que el desarrollo del taller

fue la manera de explorar el territorio, en conjunto con sus habitantes (los niños).

Ese territorio descubierto, tiene potencialidades y problemáticas que deben investigarse, como por ejemplo la recuperación del espacio público del canal Las Perdices. El desarrollo de este tipo de

iniciativas permite al investigador conocer un territorio de manera compleja e integral, desde la mirada de los niños. El Taller de Medio Ambiente Urbano se transforma en una metodología recomendada para

comprender el espacio y la dinámica socioterritorial que se desarrolla en el barrio. Aquí se ha transmitido la experiencia de Peñalolén, y se invita a que sea reproducida en cada barrio y población para contribuir a

educar a los niños que serán los futuros habitantes del invento humano llamado ciudad.

PALABRAS FINALES

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MAESTRA GLADYS ARMIJO

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El Centro de Estudios Críticos Urbanos que ustedes han creado, ha resultado para mí, para el departamento de Geografía, un referente muy importante en este acercamiento que han hecho con los geógrafos profesionales, que no se había observado en esta facultad desde hace varios años. Este encuentro de intercambio de ideas nos enriquece a todos. Los geógrafos con los que ustedes han mantenido intercambio han enriquecido la profesión desde el punto de vista profesional y académico.

Quisiera destacar que la temática regional es la gran debilidad que tiene la carrera de Geografía. La línea regional, el estudio regional, esta tomando bastante fuerza en América Latina, especialmente en Brasil. Sin embargo, no se observan en Chile especialistas en Geografía Regional, que discutan el concepto de región, de desarrollo regional, descentralización, desconcentración; pareciera ser que hay que darle más fuerza a esta línea dentro de la carrera.

Tomando en cuenta la regionalización el concepto de región, en él se toman en cuenta variables políticas, sociales y económicas. Sin embargo, en la región también está la estructura de poder, concepto del cual se haba en la actualidad en Geografía. Trata de como el poder a través de diferentes agendas territoriales (alcaldes, intendentes, juntas de vecinos) se van apropiando del espacio regional y van estructurando sus mallas de poder.

Con la nueva regionalización del país, con la creación de dos nuevas regiones, existen dudas respecto a como se maneja el concepto de jerarquización, de funcionalización de estos agentes territoriales que comienzan a actuar desde ángulos en la estructura de poder interno de estas regiones. Por ejemplo, cuando llegamos a la gente, el habitante de una comuna, existe un gran desfase entre el alcalde y la población. También existe un contraste desfase y disparidad entre comunas, las con mayores recursos y las pobres.

La creación de la región de Arica – Parinacota tiene una marcada influencia geopolítica, de estrategia militar. Sin embargo, a ese interés se le agrega la identidad histórica que tiene la población que se ha asentado en ese territorio, como por ejemplo los Aymará y su cosmovisión. Es un pueblo que sabemos que existe, que tiene una cultura, una identidad territorial, pero que simplemente la estructura orgánica del Estado no acoge, lo cual resulta hasta contradictorio puesto que los Aymará tienen un fuerte sentido comunitario.

En octubre de 2007, el CECU organizó el Ciclo de Charlas Discusión “El Rol Profesional del Geógrafo”. Al término de la última jornada “La creación de las

nuevas regiones en Chile”, la Maestra Gladys Armijo entregó la siguiente reflexión:

DESAFÍOS PARA LA GEOGRAFÍA REGIONAL

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Los Mapuche del sur también tienen una identidad territorial, una comunidad cultural histórica, pero no tienen autonomía para gobernar sus territorios, para tener escuelas, hospitales, para mantener su cultura. Por ejemplo, los comuneros de la IV región sí tiene leyes que los habilitan para gobernarse. Estas comunidades por las leyes del Ministerio de Bienes Nacionales tienen autonomía para crear sus asambleas y gobernarse internamente. Este caso es un avance, pero al mismo tiempo que viejas demandas históricas de Aymará y Mapuche no ha sido tomadas en cuenta en esta nueva estrategia regional.

Para agregar a la discusión: ¿Por qué Santiago de Chile, con tanta población y tantos problemas, no es una Región Metropolitana descentralizada? Por ejemplo, Buenos Aires es una Región Metropolitana descentralizada que tiene su propio gobernador que atienda los problemas de la metrópolis. Creo que una ciudad como Santiago amerita su propio gobierno que se preocupe directamente del desarrollo urbano, ya que con el acentuado presidencialismo, la expansión y crecimiento de la ciudad, el peso económico que ha adquirido, se esta tornando complicado su manejo.

En la complejidad regional desde el punto de vista de la planificación, del desarrollo regional, de los pueblos que habitan un territorio, pareciera ser que nos falta mucho todavía por avanzar.

Respecto del rol de la Universidad en estos desafíos, el proyecto de la Universidad de Chile fue totalmente tergiversado por la dictadura militar, ya que en nuestra Universidad bajo el rectorado de Juan Gómez Millas se crean los colegios regionales, como en la Serena y Temuco. En ese tiempo se pensaba que la Universidad de Chile debía preocuparse por el desarrollo regional. Ese proyecto fue abortado. Es estratégico pensar que cuando nosotros pensamos el proyecto país, el Chile que queremos, esa visión esta representada por una Universidad estatal y pública. En la actualidad el propósito de esta nueva Universidad no es el desarrollo regional de Chile.

DESAFÍOS PARA LA GEOGRAFÍA REGIONAL

* Este documento es una transcripción del audio grabado en la sala B - 14 del ex patio Humboldt en octubre de 2007, redactada y editada por Felipe Morales.

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INTRODUCCIÓN

Las relaciones de centro periferia se pueden entender desde múltiples estructuras y ópticas, pero como apunta la Geografía Critica, son las condiciones sociales las que deben enmarcarse en los procesos investigativos. Se podría haber investigado el centro-periferia de las redes, o el modelo urbano del centro periferia, pero ¿donde estará la esencia de la geografía? Particular y humildemente se cree en este texto, que no hay un sentido de la investigación geográfica si no existe una utilidad en pos de superar las precarias y profundas realidades espaciales que inciden a importantes poblaciones de inmunerables lugares del mundo. Situaciones que muchas veces el oficialismo geográfico cómplice del actual régimen de relaciones de vida, no pretende transformar y cambiar, mas bien la lógica es reproducir, una y mil veces el desequilibro y la conformidad territorial.

Es por esto que el desarrollo de estas líneas tiene por objetivo afrontar la temática del centro-periferia a partir del tema de la vivienda social, no como un fetiche a lo conocido, sino mas bien, una visión innovadora de la territorialidad de la vivienda social, a través de la búsqueda de variables fenomenológi- cas o comportamentales.

Pero como el tema no solo se responde con este tipo de línea metodológica, se tratará de contrastar variables duras que cuenten la problemática inherente respecto a la vivienda social, se referirá a las condiciones de habitalidad, que se entrecruzan con el tema de la localización de la vivienda y la localización de las necesidades de cualquier vivienda. En esta idea entran los tópicos de movilidad laboral, movilidad por servicios, entre otros.

La temática es compleja, por lo cual se necesita la mayor claridad de objetivos, variables y resultados. Es por esto que se adentrará de manera general en tres campos importantes: la política de la Vivienda Social, la movilidad urbana y la geografía humanística y comportamental. La construcción del SIG con el tema “La dialéctica Centro-periferia del Gran Valparaíso, desde las dinámicas territoriales de la Vivienda Social”, tiene por objeto ser un real aporte a la transformación y cambio de las realidades urbanas, realidades que por lo demás, se tornan colectivas en esencia y por su efecto en la condición de cambio.

Rodolfo QuirozColectivo de Geocrítica

Universidad de Valparaíso

“...En una urbe capitalista la vivienda a perdido su doble función de medio de consumo individual o familiar –lugar de reposo, aseo,

alimentación, reproducción y esparcimiento- y medio de producción –centro de producción de bienes o servicios, almacenamiento, depósito,

centro de producción para el autoconsumo y autoconstrucción de la vivienda-. La vivienda urbana se ha separado del centro de trabajo y

el asalariado debe ir en busca del lugar de producción vendiendo su fuerza de trabajo a terceros...”

(ROCHA,2005).

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PEQUEÑA REFLEXIÓN HISTÓRICA DESDE LA DIALÉCTICA CENTRO-PERIFERIA DE VALPARAÍSO

Para muchos investigadores Valparaíso es una contradicción del modo de construir ciudad latinoamericana, esto por que no responde a la lógica colonial que se caracterizó por un emplazamiento en zonas de grandes planicies (Fondos de Valle), al interior del territorio (por un tema de seguridad), gran provisión de recursos naturales, entre otras. Por el contrario, Valparaíso se localiza en la costa, su topografía es de ladera, y no presenta una alta provisión de recursos (en la ciudad misma). Pero aun así con las contradicciones, la ciudad para el siglo XIX pasó a ser el puerto mas importante de Latinoamérica. Otra aspecto significativo de la construcción de ciudad, es el hecho de haber sostenido un importante proceso de explosión demográfica que se relaciona por una fuerte inmigración nacional y extranjera dentro del siglo XIX, que si bien, en términos cuantitativos tan sólo alcanzó un 7,1 % para el año 1854, su influencia en términos cualitativos y territoriales para la ciudad marcaron un sello vanguardista importante para la época. Los inmigrantes mayoritariamente provinieron de Santiago, que se caracterizaban por presentar una condición rural de campesino, a diferencia del inmigrante extranjero (principalmente el inglés) quien llegó con una técnica y oficio, situación que le condicionó un importante poder interventor a la hora de “hacer ciudad”. De este modo, las relaciones de poder generadas en Valparaíso (dado por las relaciones locales con Inglaterra y Europa) propiciaron un adelanto en la “consolidación de ciudad”, que junto a Buenos Aires desarrollaron la primera dotación de Servicios Urbanos e Higiene Pública para Latinoamérica.

El puerto adquirió los primeros servicios del país, tales como sistemas de tranvía, sistemas de “alcantarillado”, sumado al tema arquitectónico, que transformo la ciudad en un enclave eurocentrista semicolonial, avanzado fuertemente en edificaciones del comercio (principalmente portuario), servicios y espacios públicos

Pero como los inmigrantes europeos dotadores de los servicios urbanos residían en el centro de la ciudad, la “consolidación” (como lo plantea Ricardo Iglesia) se manifestó tal como en cualquier sociedad capitalista, es decir, de forma desigual y segregacional. Los servicios llegaron tan solo al centro de la ciudad. Si bien es cierto no hay un calculo exacto, se dice que para la década del ‘60, recién empezaron las políticas (de manera seria) e intervenciones territoriales para la dotación de servicios a la periferia. Por lo tanto, históricamente Valparaíso a presenciado un fuerte escenario de dicotomía territorial, dado por distintos espacios-tiempos en la conformación de ciudad, que han configurado a un centro fuerte, atrayente y visible; mientras existía una periferia vulnerable, segregada e invisible. Respondiendo claramente a la lógica moderna, creadora de los procesos de explosión urbana. Esta tendencia se reproduce de manera directa a los temas de vivienda social, en donde los patrones parecen cada vez más acentuados y consolidados. Aunque tampoco se debe desconocer la dispersión de la vivienda social, que posiblemente esta generando nuevos espacios-tiempos hijos de otra era del capital.

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POLÍTICA DE LA VIVIENDA SOCIAL EN LA RELACIÓN CENTRO-PERIFERIA

Siguiendo las investigaciones de Hidalgo, Zunino y Álvarez, el proceso histórico nacional en cuanto a la vivienda social, cambia abruptamente en la década de los ‘80 en donde: ”Producto de las grandes erradicaciones de “campamentos” o asentamientos precarios a la periferia de las ciudades, el debate estuvo centrado en un problema básico, cual fue poner en relieve la violenta desvinculación que sufrieron muchas familias con su entorno funcional, tanto en el ámbito de las relaciones familiares como de las actividades laborales y de prestación de servicios en general. El traslado a la periferia de estas familias fue a su vez justificado por las autoridades de la época como la salida definitiva a las condiciones de marginalidad habitacional, marcada por la ausencia de los servicios de urbanización, como el agua potable, la luz eléctrica y el alcantarillado, entre los más importantes. Asimismo, durante el “gobierno autoritario” estas intervenciones jugaron también un papel político, como fue el erradicar posibles focos de resistencia a dicho mandato” (HIDALGO, ZUNINO Y ALVAREZ.2007).

Siguiendo con la temática, Rocha, Antilef y Villaroel plantean que “Las viviendas sociales subsidiadas por el Estado y construidas por privados aumentan los costos de producción al aumentar el valor del suelo promedio -expresada en Unidades de Fomento- potenciando la construcción de conjuntos habitacionales de carácter social en suelos cada vez más periféricos, coincidentemente de las comunas más populosas y valores del suelo más baratos en relación con los promedios. Finalmente el aumento de los costos se traspasa al “beneficiado” de las viviendas sociales, aumento de los dividendos y el ahorro mínimo para la postulación” (ROCHA, ANTILEF, VILLAROEL, 2005).Según Hidalgo: “A fines de la citada década se entra a un nuevo estado en lo que a localización de estos conjuntos se refiere y tiene relación con la construcción casi exclusiva de viviendas sociales en comunas situadas en espacios periurbanos o rurubanos. Dicho en otras palabras, en las áreas metropolitanas de Chile las viviendas sociales prácticamente ya no tienen posibilidades de construirse en el límite de la mancha urbana, sino que se levantan en espacios distantes de la frontera edificada de la ciudad, tanto en el medio rural como en las ciudades menores existentes en los confines de las grandes conurbaciones” (HIDALGO, ZUNINO Y ALVAREZ,.2007).

Las inspiraciones teóricas que han dado materialidad a estos procesos de vivienda social responden a las viejas (y supuestamente) eficientes reformas urbanas provenientes de Europa del siglo XIX, que según Sánchez: “deben entenderse como una de estas innovaciones que mantienen en vida al capitalismo. La configuración de una serie de prácticas y discursos médicos, jurídicos, económicos y arquitectónicos innovadores, que percibían la ciudad del pasado como enferma, peligrosa y antiestética, como algo que debía ser curado, disciplinado y embellecido, dio lugar a una transformación radical en su estructura urbana histórica. La reforma de estas condiciones locales afectó a todos los niveles de la sociedad, desde las relaciones económicas

e industriales hasta el ejercicio del poder” (SANCHEZ, 2000).

Una visión central para el autor es el concepto de “destrucción creadora”, en donde plantea lo siguiente: “En primer lugar, la destrucción total o parcial de una ciudad siempre había sido el medio para organizar su desarrollo futuro, y los ejemplos de guerras o revueltas, así como desastres naturales, permitían esta posibilidad. Por otro lado, los principios de la ciencia y la tecnología modernas ofrecían la creencia en los poderes ilimitados que el progreso podía alcanzar, sobrepasando incluso el legado del pasado” (SANCHEZ, 2000).

Uno de los rasgos mas significativos para el grupo FONDECYT de la investigación “El emplazamiento periférico de la vivienda social en el área Metropolitana de Santiago de Chile: Consecuencias socio espaciales y sugerencias para modificar los criterios actuales de localización”, es el tema de los efectos emanados de la territorialidad de la vivienda social. Respecto a esto los autores señalan que: “Las formas de la segregación y de la separación de los pobres respecto del universo urbano el cual tradicionalmente se han ubicado los conjuntos de vivienda social son ahora diferentes. Si antes lo hacían en barrios ya asentados o cercanos a ellos, ahora se materializan alrededor de los núcleos poblados menores del anillo exterior del área metropolitana. Pese a las esperanzas que trajo consigo en advenimiento de la democracia, la mayoría de los problemas que se denunciaron en las décadas pasadas como el aumento de las distancias respecto de los lugares de servicio y el rompimiento de la matriz de las relaciones sociales primarias y secundarias como consecuencia de la inadecuada localización en los límites de la gran ciudad, ahora se potencian con mayor fuerza, en vez de corregir se reproducen contrariedades estructurales como consecuencia de una supuesta escasez de suelo” (HIDALGO, ZUNINO Y ALVAREZ,.2007). En suma, bajo las restricciones y posibilidades derivadas del modelo de libre mercado impuesto desde mediados de la década de los ochenta y reforzado bajo la administraciones democráticas desde 1990 a la actualidad, los agentes privados tienden a localizar los complejos de viviendas sociales en aquellos lugares que presentan menor uso del suelo, de modo de aumentar las tasas de retorno y aumentar los márgenes de ganancia. Estos lugares son, por lo general, localizaciones periféricas dotadas de bajos niveles de accesibilidad y carencia de servicios y equipamientos urbanos (HIDALGO, ZUNINO Y ALVAREZ, 2007).

Seria interesante comprobar en un SIG la conclusión de Rocha, Antilef y Álvarez, quienes plantearon lo siguiente ”A mayor demanda, mayor número de hogares beneficiados, menor monto de subsidio a la vivienda, menor calidad de la vivienda, mayor precio de la vivienda”. Sumado a la contingente situación a la fuerte contradicción de incentivos y desincentivos de subsidios en la localización de viviendas en la relación centro-periferia (ROCHA, ANTILEF, VILLAROEL, 2005).

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MOVILIDAD URBANA

La flexibilización de las redes desde la cinética, la adaptabilidad y la topología tienen distintas interpretaciones e influencias desde la temática de la vivienda social. Lo que para algunos es benéfico, desde que se pueden abrir las voluntades sociales a la periferia, dado por una mayor cobertura de redes, para otros se transforma en una condición de rezago, segregación y reproducción constante de problematización de accesibilidad y agente distorsionador de la renta salarial. Se hace interesante conocer la metodología de análisis de movilidad en función a las relaciones laborales planteada por Ajenjo y Sabater, quienes sostienen lo siguiente: “El análisis de la movilidad laboral es posible desde dos ópticas distintas. La primera, de carácter más cualitativo, dividiría los trabajadores en dos grupos, aquellos que residen y trabajan en el mismo municipio de aquellos que para trabajar necesitan realizar un desplazamiento que sobrepasa los límites administrativos de su municipio. La segunda óptica tiene un carácter más cuantitativo, en el sentido que se centra en el análisis de la distancia de los desplazamientos” (AJENJO Y SABATER, 2004). Acá se puede empezar a dilucidar algunas variables como distancia residencia-trabajo, relacionado a la condición centro-periferia de la vivienda social.

En términos teóricos los autores fundamentados en la literatura clásica Beaucire, Berger y Sant-Gérard, plantean que “la movilidad habitual entre el lugar de residencia y el lugar de trabajo varía en función de la movilidad residencial, de manera que entre los individuos que no han cambiado de municipio de residencia en los últimos años y los que sí que lo han hecho, son estos últimos los que mantienen una mayor distancia entre el lugar de residencia y el lugar de trabajo” .(AJENJO Y SABATER, 2004). Acá se hace entrever la condición de temporalidad propia de la vivienda social en un contexto de relaciones de centro-periferia, la cual podría adentrarnos en los actuales espacios-tiempos del escenario porteño.

Por otro lado, Módenes y López, afirman lo siguiente: “La movilidad residencial es la consecuencia espacial de la gestión residencial que efectúan los hogares para poner de acuerdo las distintas esferas de su vida

cotidiana: la función estrictamente residencial de la vivienda, la relación con el lugar de trabajo, las tareas de mantenimiento del hogar y de relaciones sociales, tanto por lo que respecta a la reproducción demográfica como el sostén y el uso de las redes familiares y de amistad”. (MÓDENES, J. A., LÓPEZ, J, 2004). De este modo se abre el espectro de variables, considerando tópicos como reproducción demográfica, tareas de mantenimiento del hogar, el cotidiano, entre otros.

Aunque las realidades europeas no son reveladoras de los procesos latinoamericanos como el de la ciudad de Valparaíso, se hace pertinente conocer lo expuesto por Módenes y López en cuanto a la movilidad espacial española. Se cita textualmente: “En los países basados en la propiedad precoz, como España, los individuos con pocos recursos e inseguros ven limitada su movilidad en comparación con el resto de la población, porque pueden realizar pocos ajustes residenciales, sean queridos o inducidos por circunstancias familiares, económicas o laborales. Sin embargo, esa falta de movilidad en circunstancias laborales difíciles hace pensar que, en parte, son capaces de basarse en una estrategia de baja movilidad y de fomento de la estabilidad, que también permite el mantenimiento de las relaciones sociales basadas en la proximidad. Por tanto, hay que pensar que la baja movilidad es una restricción (por ejemplo, en la pérdida de oportunidades laborales, no sólo de aquéllas que impliquen una migración de larga distancia) pero también, quizá, una estrategia conscientemente buscada”. (MÓDENES, J. A., LÓPEZ, J, 2004). Acá se hace notar otras variables dadas por los diferentes poderes adquisitivos o dicho de otra manera, las desiguales condiciones socioeconómicas reflejadas en la movilidad espacial, que para el caso de estudio expuesto en este texto, reside en los patrones de población de movilidad de la periferia al centro, o viceversa, desde las proximidades, accesibilidades, flexibilidades u otros. En definitiva, ¿Cuál es el cambio o la movilidad de la población de la vivienda social? O ¿ Cuál es el cambio o la movilidad de la vivienda social?. ¿Cuál es la cuota socioeconómica con tendencia de movilidad residencial? Y ¿Qué relación tiene esta con el tema de la vivienda social?.

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LA GEOGRAFÍA HUMANÍSTICA Y COMPORTAMENTAL

En la obra “Debates sobre el espacio en la geografía contemporánea” del Pr. Ovidio Delgado, se plantea una de las grandes sintaxis desarrolladas por Soja y el problema de la epistemología geográfica y sus campos de intervención. Se cita textualmente: “Soja (1996) considera que la geografía, al estudiar la espacialidad, debe partir de una epistemología del espacio fundamentada en una relación trialéctica entre la espacialidad percibida (espacialidad física), la espacialidad concebida y la espacialidad vivida. Ninguna de las espacialidades en compartimentos disciplinares especializados, ni dotada de prioridad antológica sobre las otras. Por lo que tiene que ver con la geografía, esta disciplina ha confinado el conocimiento espacial al “primer espacio” (espacio percibido) y al “segundo espacio” (espacio concebido) y a sus teorizaciones asociadas con el análisis empírico y las practicas sociales. El “tercer espacio” (espacio vivido) ha sido marginado” (Delgado, 2003). Es esta invitación la que a hecho reflexionar del como se puede enfrentar la dinámica de la vivienda social en un contexto de centro–periferia para Valparaíso. De este modo se tratará de encontrar posibles variables desde el último tópico planteado por el autor, es decir, el espacio vivido.

Alrededor de los años 60’ nace la Geografía Comportamental, de carácter humanístico, la cual enmarca la percepción del espacio como un elemento esencial en el comportamiento humano y para la Geografía. Sus críticas apuntan al análisis locacional económico en donde no se consideran la influencia de las motivaciones, los valores, las preferencias, las percepciones y las opiniones de los individuos en la formación de los patrones de actividad económica (Topos Periféricos, 2007). Los geógrafos humanistas dan un gran énfasis en la subjetividad, lo que se traduce en un fuerte rechazo a las teorías o la modelación. A partir de la obra citada al inicio, hace necesario adentrarse en los campos de la geografía humanística, de la mano de geógrafos como Yi Fu Tuan, Anne Buttimer, Edward Relph y Robert Sack. A continuación se extraerá algunas ideas de algunos de estos autores para buscar posibles variables de análisis.

“Para Sack, homo geographicus es la condición natural de los seres humanos que transformamos la tierra y la convertimos en nuestro hogar, y que a la vez somos afectados por este mundo transformado. La exploración de nuestra naturaleza geográfica nos conduce a las complejas concepciones de lugar y espacio, pero debido a que es nuestra naturaleza humana el objeto de descripción, esas complejidades y abstracciones están enraizadas en la experiencia cotidiana de ser en el mundo y en el significado ordinario de conceptos geográficos elementales y accesibles. Reconocernos como homo geographicus nos permite ver no solamente cómo transformamos el mundo y cómo somos afectados por su transformación, sino también las posibles direcciones morales que debemos tomar para ser mas responsables de nuestras acciones y hacer mejor nuestros lugares, nuestra casa y nuestro mundo” (Delgado, 2003). Acá se da preponderancia de la percepción individual como objeto transformador de la vida, las variables se abren según esta misma. “Para Relph, El lugar es esencial

para la existencia, puesto que este es el contexto de la vida cotidiana; la localización o posición del mismo no es suficiente para su comprensión, como lo pretende la geografía positiva. Para Relph, la geografía es una disciplina comprensiva cuyo objeto de estudio es el lugar, y la fenomenologia el camino apropiado para alcanzar su objetivo” (Delgado, 2003). “Anne Buttimer se interesa por la humanización de la tierra, vista como un conjunto de procesos en el que la gente ha buscado estilos de habitar en espacio y tiempo. En su parecer, las ciencias sociales de corte positivista no disponen de las ideas ni de los lenguajes apropiados para explicar la experiencia humana de la naturaleza, de espacio y de tiempo; pero la fenomenología, dice, si logra por ser un modo de reflexión sobre la experiencia consciente, que trata de explicar el significado y la significancia de dicha experiencia en el mundo ambiente en que la conciencia es revelada. Lo importante es el espacio constituido por el mosaico de lugares marcados por la impronta de la intención humana, de sus valores y de su memoria” (Delgado, 2003). Las variables pueden estar en la diferenciación espacial de los lugares de la vivienda social.

“Para Tuan, la geografía humanística es útil a la sociedad en la medida en que le sirve para elevar los niveles de conciencia de las personas como agentes geográficos primordiales. Las personas en esta perspectiva, son organismos biológicos, seres sociales o individuales, y sus percepciones, actitudes y valores reflejan esos tres niveles del ser; los humanos tienen la capacidad de percibir una vasta gama de estímulos ambientales con la totalidad de los sentidos, pero sus poderes preceptúales pueden ser limitados de acuerdo con los sentidos que culturalmente sean favorecidos. En el libro Topophilia, Tuan (1974) analiza las relaciones afectivas de los seres humanos con los lugares, haciendo un énfasis en las percepciones, las actitudes y las valoraciones del medio ambiente, y en las manifestaciones y consecuencias de la experiencia estética de sentir amor y afecto por los lugares” (Delgado, 2003). Acá entra de forma tangencial, el arraigo, acuñado en sentimientos como topofilias o topofobias. ¿Cuáles serán los topos sentimientos de la población de la vivienda social de Valparaíso?, ¿Existirá una relación con la cercanía o lejanía del centro urbano en el arraigo?, ¿Y que relación tiene esta con la dinámica de la vivienda social?

CONSIDERACIONES FINALES

La tematización queda abierta a la premisa de Marx: la negación de la negación, es decir, no hay verdades absolutas para la construcción y el levantamiento del SIG “La dialéctica Centro-periferia del Gran Valparaíso, desde las dinámicas territoriales de la Vivienda Social”, ya que el espacio-tiempo es flexible, inmóvil y esta en constante cambio. Lo que si existe, son tendencias y patrones espaciales que se transforman bajo lógicas multiescalares, desde espacios concebidos, espacios percibidos y espacios vividos.

Para esto la confrontación de variables debe hacerse desde las esferas de la representación grafica convencional y no

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convencional. Particular y humildemente en este texto no se cree que la fenomenología sola, o el positivismo, o el materialismo histórico, no puedan responder a todas las preguntas de la geografía. Más bien se cree que los campos fenomenológicos y materialistas y positivistas se atraen y confluyen de manera dialéctica, esclareciendo y complementando la esencialidad del individuo espacial dentro de la colectividad territorial. Por lo tanto, la lucha de clases existe, y es propia de cualquier lugar de la urbe capitalista las nuevas tendencias y procesos que reflejan la sociedad territorial.

BIBLIOGRAFÍA

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Luisa Guerra S.Licenciada en Geografía

Universidad de Chile

SE ENTREGA EL SUELO AL MERCADO

La llegada al poder del régimen militar en el año 1973 significó una serie de cambios políticos y económicos para el país, destacando lo referido al desarrollo urbano, donde la liberalización y privatización de los mercados urbanos proporcionaron “… intervenciones que corresponden a intereses económicos inmediatos pero cuyos efectos territoriales son lentos” (SUGRANYES, 2004).

“El modelo liberal ortodoxo de fines de los setenta se tradujo en la formulación, en 1979, de una nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano” (DAHER, 1991), siendo unos de sus principios que el suelo urbano no es un recurso escaso y que su uso queda definido por su mayor rentabilidad.

a) Eliminación de las normas sobre “límites urbanos”.

b) Eliminación de una serie de impuestos y regulaciones que afectaban los mercados urbanos.

c) La venta del suelo urbano en manos del Estado.

d) La regulación legal y urbana de los asentamientos de bajos ingresos.

e) Erradicación de asentamientos precarios que habían crecido en áreas de altos ingresos antes de golpe de Estado.

f) La definición en 1981 de nuevos municipios de acuerdo a un criterio de “homogeneidad social”. Todo lo anterior en su conjunto daba un ambiente propicio para que se diera el libre juego de la oferta y la demanda dentro del mercado del suelo, ya que de esta forma se incorporaba suelo al mercado, se eliminaban impuestos estatales que interferían en el mercado perfecto y se erradicaban imperfecciones en ciertas comunas para hacer valer la mayor rentabilidad del suelo. Este ambiente que era esencial al sector inmobiliario privado que se estaba constituyendo producto de las políticas de privatización y que tomaría un rol fundamental en el desarrollo urbano al ser incorporado en la política habitacional con la creación del subsidio habitacional, donde este último “El subsidio se concibe como un incentivo a la participación de empresas constructoras en la producción del parque habitacional” (Sugranyes, 2004).

Todo este proceder de la dictadura bajo su política ultraliberal de suelo, pretendía detener el crecimiento

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de los precios del suelo y la especulación, pues se afirmaba que las restricciones dadas a la oferta por los instrumentos de planificación de suelo para conducir el desarrollo urbano habían generado el alza en los precios del suelo, al momento que los requerimientos por tierra se hacían más crecienteS (SABATINI, 2000).

A pesar de las medidas de liberalización impuestas, el precio del suelo en Santiago no declinó, más aun, el comportamiento alcista de los precios se ha mantenido desde 1979.

Es así que el mercado de tierra urbana efectivamente tiene serias imperfecciones “…éste mercado se define con mayor exactitud como un caso de competencia monopólica y bajo ciertas circunstancias simplemente como un monopolio…” (DAHER, 1991). Una de las imperfecciones que menciona Daher son los comportamientos especulativos de los agentes inmobiliarios, especialmente de los propietarios de tierra, puesto que la retención de tierras del mercado tiende a reproducir la escasez en situación de gran demanda, provocando que los precios sean dependientes de esta última, es decir, suban.

Bajo otra mirada, Nieto (1999) menciona que el precio del suelo internaliza todos los atributos con que cuenta, de esta forma, un terreno con mayor dotación de servicios e infraestructura debería presentar un costo más alto, los que corresponderían a los sectores céntricos de las ciudades.

Bajo distintas miradas, el precio del suelo repercute directamente en los proyectos de vivienda social, puesto que un proyecto de ésta índole posee costos directos referidos: a la construcción de la vivienda (costo fijo para tipos de viviendas iguales) y al terreno donde ésta se emplace (costo variable según la localización), y basándonos en el “criterio del mínimo costo” (Nieto, 1999), un proyecto como tal sería emplazado en sectores periféricos de la ciudad donde el precio del suelo es más barato.

POLÍTICA HABITACIONAL Y LOCALIZACIÓN DE LA VIVIENDA SOCIAL

Las empresas constructoras privadas incorporadas al sector habitacional en el período del régimen militar que eran contratadas para construir luego del llamado a

licitación por parte del SERVIU, “… debían disponer de reservas de terrenos cuyo valor inmobiliario se ajustara a los montos definidos para la vivienda social…” (SUGRANYES, 2004). Terrenos de los que disponían puesto que “… durante lo más profundo de la crisis económica del inicio de los años ‘80, los empresarios compraron grandes paños de terreno en lo que era entonces la periferia de Santiago. Estas reservas de terrenos han sido la garantía de funcionamiento, [pero que en la actualidad] son una señal de agotamiento de este sistema de producción masiva de viviendas sociales” (RODRIGUEZ & SUGRANYES, 2004).

El sistema de subsidio habitacional implantado por los militares ha tenido vigencia hasta hoy, estando dirigido al subsidio a la demanda según lo acordado, pero que más bien funciona como susidio a la oferta (Sugranyes, 2004). Además, este sistema de subsidio pretendía reducir el déficit habitacional acumulado - lo cual ha logrado - pero este gran interés en la reducción y los altos precios de los suelos centrales han dejado de lado cuestiones importantes relacionadas con la vivienda social como su calidad, la de su entorno y la localización.

Luego de la compra de terrenos por los constructores inmobiliarios - y su consecuente agotamiento - la instalación de los proyectos de vivienda social fueron localizados en la periferia donde el suelo es más barato, porque los pocos terrenos céntricos que les quedaban no servían para instalar este tipo de proyectos, por el hecho de no ser rentable. Así las familias que obtenían los subsidios habitaban sectores con deficiente o inexiste dotación de infraestructura y servicios, quedando marginados y conformando bolsones de pobreza (Tokman, 2006).

Por lo tanto, “las familias pobres, por contraste, han emigrado forzozamente hacia las comunas sur y poniente de Santiago a pesar de que siguen dependiendo de empleos localizados en las comunas céntricas. El aumento del tiempo de viaje, sin embargo, no ha sido compensado con mayor espacio, mejores servicios o más áreas verdes, sino todo lo contrario” (TOKMAN, 2006).

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LA NUEVA POLÍTICA HABITACIONAL Y LA TIERRA VACANTE

A más de 25 años de los problemas asociados a la política habitacional, el año 2006 la Presidenta Bachelet dio a conocer junto a la ministra de la cartera la Nueva Política Habitacional. El buen recibimiento de ésta se debió, en gran parte, a que ella considera por primera vez el concepto de calidad de las viviendas y de integración social. Ambos puntos sobre los que pesan la mayor parte de las dificultades relacionadas a esta materia y que estaban ausentes en las políticas anteriores. Así en palabras del gobierno, la nueva política dejaría de mirar números y comenzaría a mirar personas.

La nueva política daría respuesta al problema de la localización con el Subsidio Diferenciado a la Localización del Fondo Solidario I, significando un avance en el tema de la integración y de la generación de bolsones de pobreza, con ella se intervendría el mercado del suelo para obtener mejores suelos pagando más. Dicho subsidio asegura que las viviendas sociales no se construyan exclusivamente en la periferia de las ciudades, evitando así la marginalidad social y la concentración de la pobreza, permitiendo la radicación de las familias beneficiadas y la construcción de barrios al interior de la ciudad. Sin embargo, hay que recalcar que la efectividad que posea esta acción está ligada con un conjunto de acciones destinadas a promover la integración social, como lo serían una política de suelos y de reforma urbana.

Los terrenos donde se emplacen los proyectos de vivienda deberán cumplir ciertas condiciones: estar al interior del área urbana, en sectores consolidados; estar en ciudades de 30.000 habitantes o más; tener acceso a establecimientos educacionales (prebásica y básica), a establecimientos de salud primaria, al transporte público y a una vía pública, estén libres de restricciones para construir, correspondan a un área de concesión de empresa sanitaria, cuenten con factibilidad sanitaria y eléctrica. Conjuntamente, los proyectos deberán cumplir

con estándares mínimos como tener un máximo de 150 viviendas y que al menos el 60% de los beneficiarios pertenezca a la comuna (MINVU, 2006).

El monto de este subsidio se calcula como la diferencia entre el monto de suelo que puede pagar el subsidio (costo fiscal) versus el monto de suelo que se debería pagar a precios estimativos (costo comercial) y tiene un tope de 200 UF para la localización por vivienda. La única restricción que tiene es que la vivienda construida no se puede vender durante 15 años, desde su inscripción en el Conservador de Bienes Raíces (MINVU, 2006).

Además, la nueva política hace frente a lo relacionado con la nula participación de las familias beneficiadas con el proyecto habitacional mediante la creación de asesorías especializadas para las familias, siendo las Entidades de Gestión Inmobiliaria Social (Egis) para programas del Fondo Solidario de Viviendas las encargadas de organizar a la familias y gestionar acciones para que las mismas obtengan su vivienda (MINVU, 2006).

Ante el tema de acceso a tierra y vivienda por parte de la población de escasos recursos y el cumplimiento de la meta de integración social de la Nueva Política de Vivienda se hace necesaria la búsqueda de terrenos bien localizados en los que se constituyan los nuevos barrios.

Los terrenos a los que se han mirado para realizar los proyectos de vivienda social son los sitios eriazos, reconocidos por algunos autores como tierra vacante y definida según Fausto y Rábago (2001) como “espacios remanentes a la dinámica urbana: aquellos terrenos que permanecen vacíos o subutilizados, o que todavía reconocidos como urbanos y servidos directamente o muy próximos a infraestructuras ya instaladas, no se

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desarrollan en la plenitud de su potencial, contrariando el principio de función social de la propiedad”. A su vez, Clichevsky (2001) define el término vacante como: “lo que quedó sin ofertar (a la espera de mayor valorización), sin vender o sin poder ocupar por problemas económicos”.

Fausto y Rábago (2001) consideran que la existencia de lotes baldíos en superficie urbana son un problema para las áreas centrales. Un problema porque “… genera la subutilización de la infraestructura y los servicios públicos; por otra parte, los baldíos provocan el encarecimiento del suelo (por la escasez que se produce) quea conlleva al aumento del precio de la vivienda. Por lo tanto los sectores de bajos ingresos tienden a desplazarse hacia la periferia de la ciudad, donde

el costo de la tierra es más bajo, propiciando que la mancha urbana se expanda cada vez más, aumentando los costos de servicios” (MENDEZ, 1999).

Por otro lado Clichevsky ve al suelo vacante como una oportunidad para revertir desde su propia especificidad disfunciones urbanísticas y como una demanda ciudadana de urgente resolución. “La tierra vacante tuvo significados diferentes en distintos períodos y para distintos actores sociales, en términos reales: desde un problema a una posibilidad de localización” (CLICHEVSKY, 2001). Es así que los sitios eriazos constituyen reservas intraurbanas que se constituyeron como superficies subutilizadas, y que hoy en día ya dotadas de infraestructuras y servicios dejan de ser un problema y comienzan a ser una oportunidad para aquellos que no poseen un lugar donde vivir.

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BIBLIOGRAFÍA

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Camilo SotoEstudiante de ArquitecturaUniversidad de Chile

El problema de obtención de viviendas para las familias de bajos ingresos se ha tratado a través del tiempo desde distintas perspectivas. En las primeras ciudades industriales de Europa, las viviendas de menores recursos se consideraron y estudiaron debido a las condiciones de insalubridad que le entregaban a su entorno. Este inicio demuestra que desde aquellos tiempos ya se observaba que los gobernantes y personas de poder no consideran relevante la idea de generar un equidad de las condiciones del hábitat.

Hay que entender que el hábitat influye directamente en el desarrollo de una vida y que por lo tanto, no es posible condenar a grupos sociales vulnerables a vivir en condiciones que no les permitan mejorar su realidad social, si por otro lado el dinero brota de todo bolsillo aristócrata y empresario.

En Europa, los niveles de hacinamiento y miseria adquirían relevancia al involucrar a los vecindarios contiguos. Esta situación da origen a un enfoque “higienista” de la situación. Luego de este proceso y reconociendo las consecuencias que trae para el habitante y su familia vivir en un ambiente insano, se busca mediante una visión “asistencial”, aliviar las injusticias inherentes a estas condiciones de vida. Este esfuerzo se canalizó en una relación público/privado, que fuese capaz de dotar de habitaciones mínimas a la clase obrera. Posteriormente las sociedades industrializadas de la post-guerra a mitad de siglo dan origen a una nueva perspectiva ”sectorialista”.

Los países europeos comprobaron que además de entregar casas, los programas de construcción masiva generaban un impulso a las actividades económicas en general. Esta idea mayormente ha trascendido hasta nuestros tiempos y latitudes, en donde se observa la intención de multiplicar el lucro por parte de las empresas inmobiliarias o “constructoras”. Sus objetivos apuntan a facilitar y propiciar la “mecanización e industrialización”

de la vivienda, por lo tanto la “deshumanización” del proceso creativo, dando muestra de la inexistente intención de entregar una vivienda digna y particular.

Si bien la necesidad de vivienda popular ha sido afrontada en Chile por distintos gobiernos e instituciones, nunca se ha tenido la voluntad de entregar vivienda a un individuo o núcleo familiar en su particularidad. La idea del “usuario desconocido” nace principalmente de este proceso y realidad social, en donde a diferencia de las clases acomodadas se elimina la posibilidad de poder intervenir en el génesis de la vivienda que albergará una familia por toda la vida.

Con estos antecedentes necesariamente nacen interrogantes que cuestionan a la “vivienda a granel” y al “movimiento moderno”. ¿Cuales son personajes y estilos que sean relevantes para reconocer y aprender de ellos?, ¿Que enfoque se le entrega a las nuevas generaciones de arquitectos? ¿Que lineamientos deben priorizar el desarrollo académico de los futuros arquitectos? ¿Qué importancia le da la Universidad a estos temas?. La idea de creer/crear en/a un “hombre moderno”, en donde se busca implantar formas de habitar a grupos humanos de escasos recursos, (rememorando experimentos con animales), es solo una muestra del ataque del divino arquitecto, que diseña a vuelo de pájaro, que no considera al habitante, ni sus preocupaciones. Estas están básicamente dirigidas a la mantención de sus necesidades básicas y a la superación de su condición social. Quizá en último caso se puede considerar la propuesta como una más de tantas ideas dentro de la profesión, pero el llegar a venerar esta concepción formal, y más preocupante aún impartirla académicamente sin considerar sus matices ni excepciones, marca la pauta en la creación de la nueva arquitectura y de una nueva ciudad.

Al habitante se le implanta una manera de vivir,

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sin considerar lo que nos hace distintos, como las condicionantes geográficas, demográficas y los aspectos que más identifican a estos grupos como la idiosincrasia social/cultural. ¿Cómo creemos que el habitante mas vulnerable, será capaz de interiorizar un modo de habitar que no lo reconoce en su individualidad?, ¿Como no reconocer la diversidad, lo que nos diferencia los unos a los otros?, ¿A quien se le facilita la labor con la producción de viviendas en serie?

EL PROCESO DE DISEÑO Y PROCESOS PARTICIPATIVOS

El diseño arquitectónico tiene la necesidad de representar anticipadamente los espacios en donde el hombre desenvolverá su diario vivir. Dentro de este ámbito es donde el arquitecto tiene por misión plasmar las necesidades y condicionantes propias de cada habitante y entregar un hábitat que sea acorde con dichos antecedentes. La diversidad de culturas, geografías y costumbres, evidencian que cada encargo deba ser considerado en su particularidad, priorizando la identidad. Estos conceptos no fueron precisamente considerados cuando se busco encontrar una respuesta habitacional en el modernismo, modelo que lamentablemente se adoptó alrededor del mundo. Si bien, el movimiento nace de la necesidad de entregar vivienda en una Europa destruida, posteriormente no se continúo con un proceso evolutivo lógico de acorde a la complejidad social de cada grupo humano. Si bien existieron intentos de innovar, estos no supieron enfrentar los procesos complejos en los que se desenvuelve la construcción del hábitat.

Tomando estos antecedentes, se evidencia que la necesidad de entregar vivienda a grupos tan diversos no pueden ser atribuidos solamente a una disciplina como la arquitectura y por consecuencia, se hace evidente la necesidad de generar equipos multidisciplinarios que aborden el problema desde todas sus aristas y más relevante aún, se presenta la necesidad de integrar al habitante que vivirá en el espacio proyectado, para que participe en el proceso de diseño.

Luego de considerar estos sucesos, se debió producir un punto de inflexión en materia de vivienda social y priorizar el diseño participativo. “Los diseñadores no son profesionales que hacen proyectos para otros, sino que crean con otros aquello que un público informado puede proyectar para sí mismo.” Debido a la distancia de conceptos y a la manera propia de graficar los proyectos, es necesario generar un acercamiento de ideas que puedan ser digeridos por los habitantes. Es en esta etapa en donde toma importancia la manera en como se transmiten las ideas y hace necesario la generación de mecanismos que permitan ser comprendidas por el habitante. La generación de juegos, dibujo de mapas, montaje de imágenes, son herramientas que acercan la problemática a un lenguaje común. El proceso de diseño participativo debe constar de etapas que le permitan tener un orden lógico y lograr resultados sucesivos que aporten al desarrollo del proyecto. A

continuación se mencionarán líneas generales de las instancias que permiten desarrollar un proyecto a través de un método participativo.

1. Inicialmente se debe producir una aproximación al problema, en donde el habitante y el equipo multidisciplinario producen el acercamiento, a partir de la necesidad de resolver el problema. Luego, mediante el desarrollo de una etapa de investigación y conocimiento se debe encontrar la información útil para el desarrollo del proyecto.

2. La generación de ideas de diseño es la etapa en donde se hace necesaria la búsqueda de un lenguaje común que sea claramente entendido por el habitante, que le permita la posibilidad de experimentación y facilite la generación colectiva de ideas y criterios de diseño.

3. Finalmente la concreción y evaluación del proceso, es en donde se busca la obtención de un proyecto final consensuado con todos los actores involucrados.

La base para una nueva manera de concebir el diseño se encuentra en una forma distinta de aproximarse a la realidad: La realidad debe ser construida mediante la acumulación de diferentes perspectivas o puntos de vista. Cualquier categoría inventada para describir la realidad no es sino un medio transitorio para explicar los procesos, por tanto, las categorías no pueden ser universales sino siempre referidas a un contexto específico.

UNA APROXIMACIÓN DIFERENTE AL DISEÑO

- Cualquier problema de diseño puede ser considerado siempre como el síntoma de otro problema.

- La mayoría de los problemas de diseño no tienen una formulación única y definitiva.

- No existen criterios neutrales y objetivos que permitan caracterizar a una solución como correcta o falsa.

- Cada problema de diseño ofrece un grado considerable de singularidades, por ello es difícil aplicar de manera consistente soluciones universales.”

Existen quienes creen que al incluir al habitante y otras disciplinas en el proceso de diseño, se coarta la veta artística/creadora propia de la profesión del arquitecto, limitando ésta a una condición casi divina y de elite que permite solucionar todo tipo de interrogantes, sin tener la visión de quienes se relacionan directamente con dichas problemáticas.

Debido a la complejidad y limitantes del problema, la solución debe considerar distintas variables, por lo que se hace necesario la generación de un instrumento que permita la articulación de las ideas de las distintas visiones, que permita trabajar en torno a los deseos y necesidades particulares del habitante, sumándose a las condicionantes iniciales del proyecto. Hay que entender que la riqueza de un trabajo con distintos actores y disciplinas, logra un resultado más sólido, real y acabado.

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LA VIVIENDA SOCIAL EN CHILE

En el desarrollo de la historia de nuestro país, han existido políticas habitacionales desde el año 1906. Hacia el periodo de 1990-2000 se logra la reducción del déficit habitacional arrastrado desde la dictadura, reduciéndolo de un 40% a un 19%, situándolo en Latinoamérica como el país con mayores mejoras en este ámbito cuantitativo.

Durante la primera mitad del siglo XX, se generan una serie de instituciones que han aportado a las políticas habitacionales. En este periodo nacen, los Consejos de Habitaciones Obreras, la Caja de Habitación Popular, la Caja de Habitación y la Corporación de Reconstrucción y Auxilio.

Hacia 1953 se genera la Corporación de la Vivienda (CORVI), sucediéndolo en 1965 con la aparición del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Junto con ello se generan 3 nuevas corporaciones, que son las encargadas de darle forma a la ciudad. La Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU), la Corporación de Obras Urbanas (COU) y la Corporación de Servicios Habitacionales (CORHABIT).

Hacia fines de los años 60 se consolidaba el proceso, con mayor proyección respecto a dar soluciones habitacionales a los sectores sociales populares. Debido a la efervescencia socia del periodo y a la voluntad política y funcionamiento general de la nación, que promulgaba un claro compromiso con la causa. En este periodo nacen las Secretarias Regionales Ministeriales (SEREMI), las cuales estaban directamente relacionadas con el proceso de regionalización del país, conjuntamente con la fusión de CORVI, CORMU, COU, CORHABIT dando paso al Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU).

En el periodo de dictadura se presenta el mayor periodo

de estanco social y de carencia de voluntad y objetivosque apunten a un mejoramiento de la calidad de la habitación, marcado por la ineptitud de quienes se tomaron el poder y por sus marcadas ideas económicas neoliberales.

Además de la inexistencia de poder expresar las necesidades habitacionales por la anulación de tomas de terreno, se instauro la idea del “subsidio a la demanda”, endosándole las responsabilidad a los afectados, teniendo estos que asumir un gran porcentaje del costo de la vivienda y aumentando el porcentaje de allegados.

Hacia los 90’ existe la urgencia de acabar con el déficit habitacional, priorizando lo cuantitativo por sobre la calidad de vivienda. A fines del siglo del siglo XX se acentúa el sentido de localización y diseño de soluciones habitacionales, aumentado hasta lograr un 90% de urbanización en Chile (INE, censo 2002).

Hoy en día, comúnmente la idea de participación del habitante en nuestro país adquiere características más propias de un proceso de comunicación o información del proyecto en donde se le muestra al habitante un proceso ya acabado, esperando asienta en la decisión ya concluida.

Sin embargo, resulta necesario que se promuevan las experiencias en donde la ciudadanía juegue un papel fundamental y se consideren sus opiniones para la generación de proyectos de manera consensuada. Además, que las nuevas generaciones de profesionales interiorizen la manera correcta de llevar a cabo respuestas a grupos vulnerables social y económicamente.

Que se tenga muy claro que ellos tienen el mismo derecho de poder escoger e intervenir en la creación de su vivienda, tal como lo hacen los grupos más acomodados.

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CENTRO DE ESTUDIOS SOCIALES CONSTRUCCIÓN CRÍTICA

PRESENTACIÓN

La labor a la que se avoca el Centro de Estudios Construcción Crítica (iniciativa de estudiantes de la facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile) es la compleja tarea de acercar, de manera interdisciplinaria y en un esquema de investigación acción (que combine teoría y praxis), el conocimiento generado desde las ciencias sociales, ampliamente utilizado por los sectores empresariales (todos cuentan con sus think thank o centros de estudios que generan la información a partir de la cual producen y reproducen sus estrategias políticas), hacia los sectores de la sociedad que no cuentan con la posibilidad de acceder a éste. La idea es darle un uso práctico a los conocimientos adquiridos en la dimensión académica, en cuanto sirva como insumo a la acción política de los sectores populares.

Actualmente nos encontramos en el proceso de nuestra primera investigación, que versa sobre la relación de la política pública (y más específicamente, política social) con los actores sociales que en su dinámica organizacional se articulan y crean estrategias de lucha orientadas a la reivindicación o a proyectos políticos más elaborados. Por razones prácticas, hemos acotado la investigación a la comuna de Peñalolén, debido a su tradición de ser un territorio donde abunda la organización y protesta popular, y porque limitando el espacio de la investigación en términos realistas (perdiendo en

amplitud cuantitativa) es más sencillo acoplar el conocimiento generado con las organizaciones y sus tácticas de lucha (se gana en amplitud cualitativa-práxica). Mientras, el desarrollo teórico de la investigación es hasta cierto punto más fácil, pues no requiere, dentro del ámbito académico y en su forma pura, el trato con los actores sociales, que es a lo que aspiramos y por lo cual, una vez elaborada la teoría, la tarea siguiente es adaptarla a un lenguaje común y sencillo de ser entendido, aterrizarla a ejemplos y prácticas concretas realizables, y mediante un diagnóstico que contraste teoría y realidad, generar una propuesta metodológica que apunte al fortalecimiento de los flancos débiles de las organizaciones político-sociales. Cabe decir que esto siempre en un marco de estricto respeto a la autonomía de las organizaciones con que trabajamos (y esperamos trabajar), y siempre con cuidado de no caer en el asistencialismo al que el poder tiene tan acostumbrados a los sectores populares.

A continuación, explicaremos las consideraciones previas que consideramos que vale la pena tener en mente a la hora de acercarnos a la problemática de la política social en una sociedad como la chilena, ultrajada por un modelo neoliberal que abre paso a específicas formas técnicas e ideológicas de entenderla.

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ELEMENTOS PARA UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA CRÍTICA

Resulta una concesión aceptar, sin mayor análisis de por medio, que es el mercado el mecanismo fundamental de coordinación social, operando aquél como la fuerza estructurante predominante. Es un lugar común de voces críticas y de alabanza, el referirse al mercado como tal. Convergencia cimentada en un falso consenso ideológico implantado tanto por el liberalismo clásico como por el neoliberalismo actual. Ambos basados en la teoría utilitarista postulan como fundamento central de la sociedad las relaciones contractuales entre individuos que disfrutan de una reciprocidad igual en la competencia. Así es como de un plumazo, se convierte a la sociedad civil en un campo del consenso social. O sea que al interior de las relaciones sociales de distribuye un discurso homogéneo en donde el bienestar social pasa principalmente por el agrupamiento de particularidades que pulsan individualmente hacia la consecución del interés egoísta, y a la vez –por graciosa generación espontánea- al bienestar grupal. No obstante, esto presenta un error basal: legitima todo orden social de acuerdo a relaciones aisladas de los individuos, metaforiza mimetizando al mercado con la sociedad civil. En efecto, reduce sociedad civil a mercado y relega al Estado a una función secundaria, ya que el consenso, coerción y orden se dan como premisa invariante, al ser resultado de las relaciones económicas y contractuales protagonizadas por individuos libres.

En ese marco, se exilia a los actores sociohistóricos del proceso histórico de la sociedad, dejándonos a la deriva de categorías abstractas autodeterminadas y determinantes de lo que es la realidad. Su fundamento

está en el mañoso manejo de lo que podría denominarse niveles de emergencia de la vida social, es decir, acción de individuos, interacciones entre individuos y modos de coordinación social. Aquí, como podrá notarse, es el primer peldaño quien reclama para sí el carácter de pieza estructurante e incluso de absoluta –dependiendo del relato teórico específico-, de modo que la imagen por excelencia posible de sociedad es la de individuos libres y egoístas, actuando individualmente según su interés para a lo sumo, entrar en contactos con otros desde los estrechos marcos de su ser uno indivisible.

Por esto, al interior de un análisis necesario de la sociedad actual, desde los diferentes puntos de vistas –sean estos históricos, sociológicos, económicos o políticos-, debe guardarse un relativo énfasis en las relaciones que ocurren entre el trío de conceptos básico de la sociedad capitalista-moderna: Estado, mercado y sociedad civil. Ya que para enfrentar críticamente las implicancias del desenvolvimiento del capitalismo en nuestros días, tenemos que re-conceptuar y/o redistribuirlos a la luz de lo que realmente han sido estos conceptos en la historia.

En el presente trabajo nos adentraremos en las relaciones que existen entre Estado y sociedad civil, estableciendo las principales implicancias que tienen cada uno respecto a sus funciones básicas y a sus relaciones. De esta manera y teniendo en cuenta lo que más arriba se dijo, no podemos dejar de lado la implicancia del mercado dentro de estas dos esferas anteriores. Desde aquí situaremos la mirada a la política social actual.

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ESTADO Y SOCIEDAD CIVIL

La política social –como parte específica de la política pública- es el proceso propio del espacio relacional, mediado por la opinión pública, entre el Estado y las necesidades e intereses de la sociedad civil (1). Los asuntos de interés público son a su vez fabricados en esta compleja relación como ejercicio de hegemonía. Por una parte se conjuga la voluntad de hacer, expresados, en parte, en un programa o agenda de gobierno y por otra, los intereses y voluntades de los grupos en que se escinde la sociedad civil.

El surgimiento de este flujo relacional no es un proceso exento de conflictos, al contrario, está preñado de ellos. En ese sentido, vale recordar que la lucha es también un modo de relación social (2) e incluso puede estatuirse como institución que actúa en tanto mecanismo de coordinación a nivel macro-social (3).

No por nada, existen vertientes del liberalismo político progresista que, al partir de la premisa de la irreductibilidad de las relaciones de lucha en la sociedad civil, plantean la política como domesticación del conflicto en vías a la obtención de las metas emanadas por el interés general o bien común (4); esto en contradicción al liberalismo clásico –por ejemplo Hobbes- que pone su acento en el ahogo del conflicto a través de la construcción de consensos contractuales que posteriormente cobran para sí fuerza coercitiva en el velar su cumplimiento.

Extensamente documentado en la literatura sociológica es lo problemático del establecimiento de espacios relación entre agentes sociales, el concepto de doble contingencia acuñado por la tradición funcionalista es un clásico al respecto.

En Parsons, la solución a esa improbabilidad de la relación social está en el surgimiento de formas institucionalizadas tales como un marco normativo –que actúa como cemento que une los miembros en su pertenencia al todo- asegurado doblemente por la socialización y los mecanismos de control social.

Es decir, el consenso dado por el marco normativo se reproduce normalmente y se protege de la anomalía, reportando la probabilización del mantenimiento de un orden social. No obstante, el cómo se da la emergencia de este cemento social es una pregunta incontestada por la teoría del autor en cuestión.

Efecto de la petición de principio que hace el considerar como una totalidad totalmente coherente al marco normativo, pues difícilmente puede darse cuenta de fenómenos de cambio o evolución social si no se admite la existencia –aunque sea transitoria- de incoherencias.

En virtud de ello, cuando el funcionalismo quiere referirse a fenómenos de trasgresión de la norma, cambio social o incluso la historia misma, suele quedarse mudo solicitando inmediatamente una investigación empírica (5), la cual, viene de antemano truncada por el déficit observacional legado de esta insuficiencia teórica.

Nuestro interés sería rastrear la conformación histórica de la ciudadanía y las formas de instalación de la cuestión social en la opinión pública, como estudio de la emergencia de este dispositivo social que aseguraría el fluir de la política social.

Sin embargo, no todo puede explicarse con recurso al surgimiento de ideas con fuerza vinculante, pues también hay que explicar las bases sobre la que descansan funcionando éstas (6). La propuesta funcionalista se hace, entonces, insuficiente en un doble sentido: dificultad en explicar procesos históricos y silencio respecto a las bases desde las que operan las ideas vinculantes.

El concepto de hegemonía en Gramsci logra salvar ese escollo. Porque al referirse al ejercicio de una clase (en relación a las clases subalternas o a sus pares constituyentes de un bloque histórico –unidad político moral-) que genera (de forma más o menos conciente o no) ordenamientos de horizontes de sentido, es decir la practicidad de las ideas, que delimitan el marco posible, también de lo posible, de las relaciones de lucha y alianza en una formación social; realiza la unión elegante en un solo gesto de componentes explicativos referidos a la base y superestructura social (7).

Entonces, el aparato estatal que se ocupa de la política social y ésta misma, son testimonios, en tanto sedimentaciones en movimiento, del historial de interacciones entre Estado y sociedad civil, interactuando con el mercado.

Pudiendo ser observada la política social como una relación social que a pesar de estar hermanada con el conflicto tiende a la institucionalización, para lo cual el concepto de hegemonía es de utilidad. Con esto claramente, queda anclada la aproximación al objeto de estudio en la perspectiva que considera al conflicto y orden social como momentos de un proceso altamente complejo, llámese lucha de clases, problema de la gobernabilidad u otro.

Por eso es que una mirada que no considere el carácter histórico y relacional de la política social, adolece de un error fundamental: concreta en el pensamiento una abstracción sin fundamento en la realidad, abriendo paso a determinaciones imaginarias que tejen hilos explicativos de dudosa facticidad. El pensamiento teórico puro, sin el recurso de la historia y la ciencia social empírica, conduce al sustancialismo en la reflexión social (8).

Un ejemplo vigente de esto es el, hoy por hoy, predominante discurso econométrico en la política social que convierte el diseño de éstas en una cuestión de cálculo formal para la maximización de beneficios como si, por ejemplo, el concepto de maximización de beneficio y el procedimiento mismo del cálculo formal no fueran determinados al interior de relaciones sociales. Tal silencio de la razón tecnocrática, como se ve, obnubila arbitrariamente lo social detrás de estos procesos.

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EL PROPÓSITO DETRÁS DE TANTA PALABRERÍA

Para cerrar, precisaremos las razones que nos empujan a interesarnos en esto. “La reemergencia de las políticas sociales como tema y preocupación actual de los organismos internacionales y de los gobiernos obedece a esta constatación generalizada y, sobre todo, a la preocupación por el impacto del deterioro social y de las desigualdades crecientes en las perspectivas de estabilidad política y gobernabilidad de regímenes cuyas “transiciones democráticas” se pretenden en una etapa de consolidación.” (9) Engarzados, pero desde otra esquina, nuestro interés –como CESCC- es construir

una visión crítica respecto a: a) las formas de afrontar desde las clases dominantes el conflicto social latente que se genera estructuralmente en los pies de barro de la susurrante modernización capitalista chilena, que junto a las estrategias populares de organización dan lugar a una situación de lucha susceptible de ser conocida y utilizado esto como insumo para la práctica política; b) la política social actual, sus límites y tensiones internas que abren y niegan posibilidades; y c) las estrategias populares de organización.

1 HABERMAS, J.: “Historia y crítica de la opinión pública: la transformación estructural de la vida pública”. Barcelona. Edición en español Editorial Gustavo Gili, 1981, p. 68.

2 La relación social de lucha es una acción que “se orienta por el propósito de imponer la propia voluntad contra la resistencia de la otra u otras partes”. En WEBER, Max. “Economía y Sociedad”. Segunda Edición, 2004, Fondo Cultura Económica, México.

3 El llamado Estado de compromiso que operó en nuestro país –y la sociedad en que tomó lugar- aproximadamente entre la década del 30 y 70, es una formidable ilustración histórica al respecto. Procesos como la Reforma Agraria, a su vez, pueden comprenderse como un intento sobrepasado de institucionalización del conflicto social. Incapacidad que trajo las consecuencias históricas por todos conocidas.

4 Véase Mouffe Chantal: “El retorno de lo político”, Paidos, Barcelona, 1999.

5 “Hay un punto que me desconcierta un poco: dado ese equilibrio social y todos los controles de que está armado, ¿cómo es posible que alguien se salga de una vez de la línea? (...) Y hay otro punto que no es del todo claro (...): ¿Cómo podré explicar el cambio social, es decir, la historia? En relación con estos dos problemas, recomiendo que siempre que se os presenten, emprendáis investigaciones empíricas”. En C. Wright Mills: La imaginación sociológica, México, Fondo de Cultura Económica, tercera edición, Pág. 51.

6 Esta es una tesis compartida más allá del materialismo histórico, impregnando lo que suele llamarse sociología clásica. Por ejemplo, el modo de explicación weberiana de la

legitimidad lejos de basarse en tautologías ideales, constituye una compleja articulación de ideas basadas en fenómenos de dominación cruzados por formas de diferenciación social articuladas con modos de acción.

7 Siguiendo con el ejemplo del Estado de compromiso, es posible afirmar que la utilización del concepto de hegemonía permite sintetizar la doble aseveración de que la conformación de éste puede ser entendida como un enorme proceso de afinidad lectiva al que concurren diversas clases sociales convergiendo –en términos de causalidad adecuada- en un proyecto nacional-desarrollista, que da condiciones de emergencia para un marco normativo mínimo –como reglas del juego mínimas o bases de funcionamiento del pacto social representado por éste-: la forma específica de ciudadanía en ese periodo.

8 En lo que respecta al presente ejercicio, obviar lo anterior implicaría dejar abiertas las puertas para la caída en los repetidos enfoques esencialistas al respecto, que olvidando que Estado, mercado y sociedad civil son únicamene abstracciones conceptuales que cobran realidad a partir del comportamiento efectivo de los actores sociales, reducen la discusión a cuánto Estado y mercado es óptimo. Por lo tanto, tanto las posiciones que convierten en algo esencialmente virtuoso al estatismo o al imperio del mercado, se rebelan como impertinentes.

9 VILAS, Carlos. Después del ajuste: la política social entre el Estado y el mercado. En: VILAS, Carlos (coordinador). Estado y políticas sociales después del ajuste. Debates y alternativas. 1ª ed. México: UNAM, Colección Nueva Sociedad, 1995. pág. 18.

NOTAS

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E S P A C I O P Ú B L I C O

un debate necesario para la construcción de una nueva realidad urbana

La nueva lógica de construcción de espacios públicos es contradictoria. Por una parte encierra la “Plaza de la Ciudadanía” a un costado del Palacio de Gobierno; y por otra simboliza la libertad en los mall y centros comerciales.

El filósofo francés Henry Lefevre planteó que cuando el poder permite que se realicen en la calle bailes, carnavales y marchas ciudadanas, se trata de una apariencia caricaturesca de apropiación y reapropiación del espacio público. Manifestarse como buenos ciudadanos es la lógica de apropiación del espacio que se pretende imponer.

Sin embargo, cuando ocurre la verdadera apropiación - la efectiva - ésta es reprimida y combatida por las fuerzas represivas. No está permitida la manifestación ni la protesta. Tampoco se permite expresar el descontento ni menos ejercer el derecho a exigir cambios. El espacio público se transforma en un espacio con libertad coartada.

En el 1º Congreso CECU se definió que el espacio público es un “elemento espacial dotado de materialidad y funcionalidad, el cual debe tener necesariamente un rol político. Más allá de una funcionalidad recreativa, el espacio público debe ser objeto de identidad con los individuos que lo habitan y lo frecuentan, por que el individuo al reconocer al espacio como suyo, se hace crítico del mismo, invocando cambios en pos de su mejora. El espacio público se construye mental y colectivamente, por lo que no puede ser creado solamente como una figura legal”.

En la actualidad, existe la necesidad de discutir sobre el rol y la proyección que tiene el espacio público en la con-strucción de una nueva realidad urbana.

¿Que significa apropiarse de los espacios públicos? ¿Es posible lograr la recuperación efectiva del espacio pú-blico? ¿Existe realmente el espacio público...?

ANTE ESTAS INTERROGANTES, SE INVITA A LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL Y ACADÉMICA A ENVIAR EXPERIENCIAS, DOCUMENTOS, INVESTIGACIONES, ENSAYOS O REFLEXIONES EN TORNO A LA DISCUSIÓN

DEL ESPACIO PÚBLICO, PARA LA ELABORACIÓN DEL SEGUNDO NÚMERO DE LA REVISTA CECU.

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4. Ilustración en base a mapas de Torre Chica, Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad de Chile. Y mapas de Santiago de “Guía de Santiago”, 1954.

6. 1º Congreso de Pobladores. Movimiento de Pobladores en Lucha. Lo Hermida, Peñalolén. 2008

8. 1º Congreso de Pobladores. Movimiento de Pobladores en Lucha. Lo Hermida, Peñalolén. 2008

9. 1º Congreso de Pobladores. Movimiento de Pobladores en Lucha. Lo Hermida, Peñalolén. 2008

12. Ilustración a base de logo Taller de Medio Ambiente Urbano para Niños e imagen de Peñalolén Alto. 2007

13. Afiche convocatoria Taller de Medio Ambiente Urbano. Colegio Matilde Huici - Navas. Peñalolén Alto. 2007

16. Actividades en la plaza San Judas Tadeo. Peñalolén Alto. 2007

17. Mural Taller Medio Ambiente Urbano. Canal Las Perdices. 2007

18. Actividades en la plaza San Judas Tadeo. Peñalolén Alto. 2007

19. Mural Maestra Gladys Armijo. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad de Chile. Autor: C O A S Y CEWOCK. 2008

20 . Mural Patio Gladys Armijo (ex patio Humboldt). Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad de Chile. Autor: C O A S y CEWOCK. 2008

22. Vista desde el cerro Cárcel. Valparaíso. 2006

23. Ascensor San Agustín. Cerro Concepción. 2005

25. Vista desde el cerro Cárcel. Valparaíso. 2006 27. Subida del Marquéz. Cerro Artillería. Valparaíso. 2007

28. Vivienda Social. Población Rapa - Nui. Peñalolén Alto. 2008

29. Vivienda Social. Población Rapa - Nui. Peñalolén Alto. 2008

30. Ilustración basada en grafitti “Ciudad Viva”. La Reina. 2008

32. Croquis de vivenda social. Autora: Bárbara Rodriguez

34. Tapa y contrapa libreta de Ahorro para la Vivienda CORVI. 1964 35. Marcha Anti Apec. Santiago de Chile. 2004

36. Fotografía “Televisión”. Av. Las Parcelas. Peñalolén Alto. 2008

38. Composición en base a graffitis de Quinta Normal. 2008

39. Plaza de la ciudadanía. Palacio de la Moneda. Santiago de Chile. 2008

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