respuestas examen 4 h.m.iv

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CUESTIONARIO NÚMERO 4 1.- Describe y analiza los discursos históricos contenidos en algunos de los museos existentes en la ciudad de México. Deberás tener en cuenta la experiencia propia y ajena en la aprehensión de la historia narrada en el museo a analizar. 2.-¿Qué otras formas es factible utilizar para transmitir conocimientos históricos? Da ejemplos utilizados en el pasado siglo XX y destaca los límites y alcances de tu propuesta. 3.-¿Qué características tuvieron las conmemoraciones de los centenarios de la Independencia y la Revolución mexicana? ¿Qué implicaciones tuvieron para la historiografía mexicana de inicios de siglo? 4.- ¿Cuál crees que sean los nuevos caminos a seguir por parte de la historiografía mexicana en la actualidad? ¿Cuál será el papel del historiador en el futuro? Alumno: Escobar Gómez José Carlos 1

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Alumno: Escobar Gmez Jos Carlos

Materia: Historiografa de Mxico IV

CUESTIONARIO NMERO 4

1.- Describe y analiza los discursos histricos contenidos en algunosde los museos existentes en la ciudad de Mxico. Debers tener encuenta la experiencia propia y ajena en la aprehensin de la historianarrada en el museo a analizar.

2.-Qu otras formas es factible utilizar para transmitirconocimientos histricos? Da ejemplos utilizados en el pasado siglo XXy destaca los lmites y alcances de tu propuesta.

3.-Qu caractersticas tuvieron las conmemoraciones de loscentenarios de la Independencia y la Revolucin mexicana? Quimplicaciones tuvieron para la historiografa mexicana de inicios de siglo?

4.- Cul crees que sean los nuevos caminos a seguir por parte de lahistoriografa mexicana en la actualidad? Cul ser el papel delhistoriador en el futuro?

RESPUESTAS

1.- El museo al cual asist fue el museo de sitio del Centro Cultural Espaa donde se encuentra las ruinas de la escuela mexica de los nobles mexicas (pipiltin). Esta escuela se conoce como Calmcac y fue hallada en un predio adyacente al Centro Cultural Espaa.[footnoteRef:1] El predio se ubica en la calle donceles nmero 97 en el Centro Histrico de la Ciudad de Mxico. Este predio iba a ser utilizado como estacionamiento para el Centro Cultural Espaa, pero en el momento de la excavacin se encontr el basamento prehispnico. [1: Este museo se encuentra en calle Guatemala nmero 18 y Donceles nmero 97, Centro Histrico, Mxico D.F. Vid., http://ccemx.org/oficinacultural/.]

Esto sucedi en el ao de 2006, por lo que arquelogos del Programa de Arqueologa Urbana (PAU) acudieron a rescatar los vestigios mesoamericanos. En el sitio se encontraron 88 piezas de tres pocas, prehispnica, colonia y moderna. El basamento se compone de los restos de una gran plaza abierta del Calmcac, hay una banqueta y el arranque de una escalinata contempornea a la etapa constructiva VII del Templo Mayor (1502 a 1519 d. C.), poca en que gobern Moctecuzhoma II.[footnoteRef:2] [2: Muestran Vestigios de Antiguo Colegio de Tenochtitlan, INAH/CCE, no. 26, 26 de enero de 2012. Recuperado el 16 de mayo de 2015. Link: http://www.inah.gob.mx//images/stories/Boletines/BoletinesPDF/article/5588/MUESTRAN%20VESTIGIOS%20DE%20ANTIGUO%20COLEGIO%20DE%20TENOCHTITLAN.pdf ]

Se observa los restos de una subestructura del Calmcac, correspondientes a la etapa constructiva VI (1486-1502 d.C.), este corresponde al periodo del mandato de Ahutzol como tlatoani de Tenochtitlan. Tambin posee como un piso de estuco con pilastras y una banqueta de dos metros de ancho adosada en un muro de piedra (Ver imagen 1 y 2 en el Anexo de imgenes al final del escrito).En cuanto a la disposicin museogrfica el museo se distribuye en un espacio rectangular, donde convergen 45 piezas prehispnicas, 20 coloniales y 23 del periodo contemporneo. Se encuentran objetos de cermica prehispnica domstica y ceremonial, cajetes policromos, recipientes trpodes Azteca II (1325-1400 d. C.), Azteca III y IV (1400-1521 d.C.), platos, cuencos, objetos de madera, como es un pilote, una coa y una vasija miniatura. Tambin nos encontramos con cinco cuchillos de pedernal, dos puntas de proyectil de obsidiana, una mandbula humana esgrafiada con la representacin de una xihuacatl (serpiente de fuego) y un rostro de Mixcatl (dios mesoamericano).De igual forma encontramos un objeto de concha, un rostro ptreo de Ehecatl, dios del viento, y cinco lpidas de piedra trabajadas en bajorrelieve relacionadas con el desmembramiento humano. Adems hay dos de las siete almenas encontradas que adornaban el techo del Calmcac en los tiempos remotos. En cuanto a la poca colonial tenemos que se presenta en el museo de sitio platos, ollas, jarros, candeleros, una ptera y una cazuela. Adems hay cermica vidriada y maylica introducidas en Mxico en el siglo XVI y XVIII. Tambin encontramos fragmentos de figurillas, tejos y cermica importada, como porcelanas chinas, japonesas y loza blanca europea. Tambin es posible observar cuatro basas de columnas, tres ventanas de herrera y una escalera en forma de caracol de madera, pertenecientes al siglo XVIII. Adems encontramos sobre la etapa moderna, frascos, herraduras, tinteros, un revolver, fragmentos de loza y tazas, mosaicos y losetas del siglo XX.[footnoteRef:3] [3: Ibid.]

Estas son las piezas que el museo que he visitado resguarda, y a partir del hallazgo del basamento del Calmcac se ha constituido la exposicin musestica como una especie de caja del tiempo, donde los artefactos encontrados, son visibles alrededor de la pieza arquitectnica. Por lo que, tenemos una exposicin no estrictamente cronolgica. Debido a que cuando se inicia la exposicin con objetos prehispnicos llega un momento de sobresalto cuando dentro de la exposicin de piezas prehispnicas aparecen cermica o esculturas de siglos posteriores. Por lo tanto la exposicin no busca una linealidad histrica comn. Los mismos guas de turistas dan su recorrido iniciando con la descripcin de la historia del inmueble del Centro Cultural Espaa, donde est el sitio arqueolgico. Se cuenta que el edificio se remonta al siglo XVI y que ha sido reparado en el siglo XVIII. Despus el edificio fue donado a la Embajada de Espaa en Mxico, para que fuera utilizado por los espaoles como casa de cultura. Despus de una breve historia, el guia de turista te platica la historia del basamento prehispnico. Se explica que funcin tuvo el Calmcac y que funcin tuvo la ruina que queda ante la vista. Posteriormente, se ensea un video sobre la reconstruccin hipottica que pudo tener el Calmcac en el momento de su esplendor, y se muestran la posible ubicacin original de edificio completo. Este es un video que se proyecta en una pantalla con una reconstruccin en tercera dimensin. Despus se empieza por la explicacin de una almena prehispnica, y despus se ensean varios tipos de cermica precolombina, para despus llegar a la cermica maylica (Ver imagen 3). Esto salta en el discurso y da la impresin de sorpresa encontrndonos con un cambio de poca que hace dinmico el recorrido. Despus el guia de turista te lleva a un muro del basamento donde te explica las reconstrucciones que le hicieron los arquelogos al basamento. A continuacin se retoman las vitrinas, y se regresa a los objetos prehispnicos. Para despus llegar a la descripcin de cermica del siglo XVI y XVIII. E inmediatamente despus a los objetos del siglo XIX y del siglo XX.Este carcter no lineal de los objetos le da cierta sorpresa y cambio al discurso histrico del museo. Invita al espectador a crear su propia ruta de observacin, porque la misma exposicin no tiene una ruta especfica para admirarla. Los guia de turista crean una ruta sugerida, pero el espectador puede decidir otra ruta e incluso ir y venir viendo los objetos que al visitante le parezcan.Por lo tanto la idea cronolgica no es un punto fuerte dentro de la exposicin, su propuesta se basa en que el espectador debe crear su propia cronologa, su propia secuencia de observacin. Adems en esta exposicin existen varias fotos y la misma crnica en carteles de cmo se descubri el sitio arqueolgico. De alguna forma, esta informacin vincula a los investigadores con el pblico, ya que los estudiosos revelan su trabajo ante el pblico. Por lo que la exposicin no solo busca que la gente incremente su conocimiento sobre los mexicas, sino que se acerque al trabajo de los arquelogos. Las mismas cdulas de las piezas me han parecido ilustrativas, porque aunque no contengan mucha informacin dan la oportunidad de que la gente investigue por su cuenta, al dar palabras claves y nombres claros que la gente puede buscar en internet. No obstante hay piezas de madera y herrera del siglo XVIII que no estn sealadas, ni tampoco las bases de unos pilares antiguos, quiz de la colonia, tienen informacin alguna (Ver imagen 4 y 5). Esta informacin la proporciona el guia de turistas, pero si no tomas la visita guiada no logrs saber que son estos objetos As que aqu los investigadores guardan silencio ante estas piezas. Esto se lo atribuyo a que los arquelogos dan ms importancia al conocimiento de las piezas prehispnicas y del basamento que a los materiales de siglos posteriores. Quiz el ponderar esto habla de la intencin de la exposicin, que es mostrar el pasado prehispnico como nuestra ms honda raz cultural. No se niegan los dems periodos, pero si se ponder ms lo prehispnico, ya que a ninguna pieza prehispnica le falta su cdula. Inclusive el monumento tiene ciertas particularidades que denotan esta intencin de exaltar lo prehispnico. Como es el caso de una reconstruccin que hicieron los arquelogos reponiendo las bases de pilastras del edificio y no sealan que son reconstrucciones, por lo que te imaginas, si no preguntas al guia de turista, que todo lo que ves es original (Ver imagen 6). Por lo tanto este museo trata de presentar una invitacin al espectador de que l puede reconstruir ese pasado, pero limitado por el discurso mismo que da el museo. Por lo que el museo da una libertad ilusoria, y si esta libertad de comenzar a ver las piezas arqueolgicas estuviera mejor cimentada ofreciendo una informacin ms diversa e interesante, quiz el espectador pudiera construir su propio conocimiento. Pero al poner limitaciones en informacin especfica sobre los objetos y en algunos casos poner piezas sin cdulas, la reconstruccin del espectador ser pobre. Por esto el museo vuelve a caer en un discurso nacional con apariencia de nuevo, pero manteniendo la misma idea de caer en el discurso patrio de nuestro gran pasado. Si tal vez se regalar bibliografas para consulta de lo que se exhibe, que los guias de turista fueran ms crticos y menos de repetir lo que les ense el arquelogo y si se complementara con otros materiales audiovisuales que enriqueciera el panorama del espectador, quiz eso favorecera a que el espectador se formara su propia imagen sobre la historia. Por lo tanto, este museo debera explotar la idea de invitar a reconstruir el pasado, as la gente se quitara de la cabeza la idea de una historia que simplemente est hecha de fechas y nombres y que se encuentra dada. En cambio pensara que la historia es una reconstruccin y una imaginacin de los hechos que el mismo historiador hace que sean hechos.Con las anteriores propuestas se quiere cambiar la visin que se tiene sobre el concepto de historia. Esto es importante, ya que este museo es un elemento muy pertinente para que un profesor de historia de cualquier grado escolar acerque al estudiante al conocimiento de la historia. Este museo de sitio al poseer una disposicin de los objetos en un sentido compacto y no estrictamente cronolgico, podr dar la posibilidad al alumno de comprender que la historia la construye el interesando en ella (no solo un historiador). Es decir que un alumno de educacin bsica o medio superior podr buscar l mismo recrear la historia a partir de las piezas y el basamento que ofrece este museo de sitio del Centro Cultural Espaa. Por ser un museo pequeo con piezas especificas de las pocas prehispnica, colonial y moderna de Mxico, el estudiante no se ver abrumado por una gran cantidad de piezas. Por lo que su exploracin ser breve. Permitiendo al alumno que indague e imagine el panorama histrico con el uso de las piezas. Por esto, se podr romper con el discurso tradicional de una historia cuantitativa, donde se debe memorizar mucha informacin acerca del pasado. Esto, me parece, abruma al alumnado de cualquier grado escolar, porque lo hace pensar que debe ser una enciclopedia si quiere saber historia o dedicarse en ella. [footnoteRef:4] [4: Lara Plata Lucio, Museum y Clo: el papel de los museos en la enseanza de la historia, en: Educacin y Museos, Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 2002, Consultado el 17 de mayo de 2015. Link: http://www.dgespe.sep.gob.mx/public/comunidades/historia/actualizacion/Encuentros%20Nacionales/I%20Encuentro/Taller%20de%20educacion%20Historica%20en%20museos/Museum%20y%20Clio_Lucio%20Lara.pdf, pp. 43-45.]

Pero, si se le invita al alumno a recrear su propia historia dndole la posibilidad de hacerlo a travs de fuentes sencillas, de fcil acceso, especficas y en un nmero reducido y no usando un gran nmero de datos buscando la exhaustividad, el alumno quiz se acerque a otro tipo de historia. A pesar de que este museo de sitio tambin posea un discurso nacional, si el profesor se inmiscuye en la visita al museo guiando a los alumnos e informndose sobre lo que ah se presenta, el alumno podr formar su propia historia sin tener que adherirse al discurso ofrecido por el museo.Es decir, que si el alumno se da cuenta que la historia se imagina y recrea en modelos hipotticos recreados a travs de fuentes, podr ver una historia ms viva. Por esto el profesor, deber conocer el acervo musestico y fomentar una historia creativa y crtica que se centre en que el alumno se inmiscuya en comprender el pasado. El profesor debe mandar al alumno a investigar al museo, y no que d por hecho lo que las cdulas de las piezas digan. Debe ensear que el museo es una fuente ms, no es la realidad per se. Y en este caso, el museo del Calmcac es una oportunidad de acercar al alumno a la recreacin histrica. Ya que tiene un nmero reducido de piezas, por ser un museo compacto, fcil de recorrer y tiene piezas de varias etapas de la historia de Mxico y no dispuestas con una linealidad evidente. Aunque el museo comienza con una almena prehispnica y termina con la misma pieza, ponderando lo prehispnico, si se gua al alumno se le har ver que tambin estn las piezas del siglo XVIII o del siglo XX. Incluso al haber fotos del descubrimiento y las excavaciones los alumnos observarn que la historia no nace de la nada, sino que la historia es trabajada e investigada por especialistas del pasado, como son los arquelogos, y no solo historiadores. Por lo que la historia no solo se cuenta en libros, si no tambin en piezas o monumentos (Ver imagen 7).[footnoteRef:5] [5: Ibid., pp. 45-54.]

2.- La divulgacin de la historia ha sido muy soslayada por el historiador. En este sentido el investigador del pasado ha dejado de lado el que la gente comn lo entienda y conozca. Hoy da parece que el escribir historia es una actividad que solo le pertenece a un limitado grupo, donde sus nicos lectores son ellos mismos. El historiador escribe para su academia o gremio de historiadores, pero no escribe para otros y ni siquiera para s mismo. De qu sirve el divulgar la historia? La historia puede tener muchos usos y funciones, pero el circunscribirla dentro de un grupo de acadmicos pequeo y selectivo hace que desaparezca la historia misma. Es decir, que si en la dinmica historiogrfica no est un lector ajeno a lo acadmico, no existir una retroalimentacin real entre el historiador y lo que escribe.Si el historiador es ledo por otros, podr construirse una historiografa ms rica, donde existan diversas interpretaciones. En cambio si el historiador solo es ledo por un grupo selecto, las interpretaciones sern repetitivas e incluso stas pueden llegar a desaparecer, ya que dentro del grupo de acadmicos se puede llegar a venerar la obra que leen o a rechazarla totalmente si no cumple con los requisitos acadmicos que ellos disponen.Por lo tanto el ser un historiador cuadrado y normado por una academia puede caer en el exceso de perder toda comunicacin con el mundo, en donde vive el historiador. El historiador vive en un mundo de apariencias que no es real, solo observa el suceder al no poder comunicarse con eso que sucede en su mundo cotidiano. Vive enjaulado por el crculo acadmico para el cual trabaja. Si se comunicara con los otros quiz su mundo crecera, y l tendra la posibilidad de vivir en ste. Incluso se le revelara el conocimiento de otras fuentes, como es el caso de la palabra oral de la gente del comn. El historiador podra conocer lo que la gente comn tiene algo que decir, y dentro de estas opiniones de la masa popular encontrara que hay otras formas de ver y entender el mundo. Que las vivencias no se limitan a un sesgado grupo y que existen an muchas historias que contar. Por lo que no habra necesidad de seguir enclaustrado en los mismos temas de siempre, podra encontrar otras temticas que la misma gente conoce o quiere conocer.Por esto, la forma en cmo puede llegar a esta comunicacin, el historiador, es variada. El historiador debe escribir y leer, por lo que producir libros ser algo fundamental para divulgar su conocimiento. Pero debe buscar crear obras que todos puedan entender. Escribir libros eruditos, que solo los jefes del gremio entendern ser volver a caer en el enclaustramiento de la academia. Ser regresar a ese mundo de sombras. lvaro Vzquez Mantecn nos menciona que la creciente politizacin de ciertos sectores medios de la sociedad conllev la creacin de nuevos espacios de informacin. Estos son espacio de discusin formados en los medios de comunicacin masiva, medios por donde la gente comn suele tomar la informacin que lo forma. Por esto el acercarse a estos medios es acercase a una gran cantidad de personas.[footnoteRef:6] [6: Vzquez Mantecn lvaro, La Divulgacin de la historia como problema historiogrfico, en: Reflexiones en torno a la historiografa contempornea, Jos Ronzn y Sal Jernimo (coords.), Mxico, UAM-Unidad Azcapotzalco, (serie Historia/historiografa), 2002, Recuperado el 16 de mayo de 2015, Link: https://lenguajesdifusionhistorica.files.wordpress.com/2013/08/reflexiones-en-torno-a-la-historiografc3ada-contemporc3a1nea.pdf, p. 348. ]

La misma creacin de revistas polticas donde se discute sobre menesteres polticos han dado a la oportunidad de acercase a la gente, para que esta se entere sobre lo que pasa en el mbito poltico de su pas. Varios historiadores han incursionado en estos medios y han aportado interpretaciones en foros radiofnicos y revistas de opinin, con el fin de comprender la situacin presente. En estos medios cientos de personas leen a los historiadores, conocen otra cara de la historia que no es comn, ya que el rostro comn representa a un historiador que sabe fechas, nombres y acontecimientos lineales. Pero cuando vean al historiador opinando sobre el presente, ligando lo que acaece hoy con lo que pas antes, comprendern que la historia es ms que memoria. La historia que se use dentro de los medios de comunicacin ser una historia activa, llena de relaciones entre el pasado y el presente, donde el historiador est construyendo modelos historiogrficos que expliquen su realidad. Siendo que esta realidad es la realidad misma del televidente o radioescucha. Por lo que podr ver cierta identificacin con lo que el historiador diga o lo refutar. Pero lo har pensar en torno en lo que l es en su presente. Se dar pues un dilogo entre lector e historiador. Vzquez Mantecn hace la diferencia entre difusin y divulgacin, ya que no son lo mismo, para comprender cmo y qu material debe acercarse a la gente para que conozca la historia. La divulgacin son aquellos trabajos que sin importar formato buscan ensear historia y son realizados por historiadores profesionales.El difundir historia puede hacerlo cualquiera, y solo cumple con la funcin de dar a conocer conocimiento de forma informativa. En cambio la divulgacin si busca transformar a la persona mediante una propuesta de reflexin a travs de explicaciones y problematizaciones histricas. La divulgacin busca que la gente se interese por problemas histricos y que no solo se enuncien. Por esto, la divulgacin de la historia est aunada con una enseanza, una enseanza que se extiende a la gente comn.[footnoteRef:7] [7: Ibid., pp. 348-349.]

Ejemplos como las telenovelas en las que han participado Enrique Krauze y Fausto Zern-Medina, son formas de difusin histrica. El vuelo del guila, es el nombre de la telenovela donde los anteriores historiadores participaron.[footnoteRef:8] Tambin la museografa es una parte fundamental para divulgar el conocimiento histrico. Ya que una exposicin en un museo conllevar condensar el conocimiento del historiador a travs de elementos audiovisuales e interactivos abiertos a todo pblico. [8: Ibid., p. 349.]

Otro soporte es el documental televisivo o cinematogrfico, donde se pueden hacer recreaciones visuales de los hechos histricos. Esto conllevar que la gente se acerque con ms facilidad al discurso histrico al ver pelculas o programas donde traten sobre historia sin salir de la comodidad de su hogar. Es decir, el historiador facilitar la obtencin de conocimiento al pblico, pero no de un conocimiento vulgar o estndar como lo hara la mera difusin, sino sera llevar hasta los hogares, por medio del a televisin, problemticas histricas de inters general.[footnoteRef:9] [9: Ibid., p. 351.]

Este sentido crtico es muy importante para que la divulgacin cumpla con su cometido de generar preguntas e inters en el pblico. Si simplemente, el historiador asume que las fuentes que utiliza dicen la verdad y as se las presenta al pblico ste no obtendr alguna enseanza. En cambio si se explica las razones de por qu en cierto museo ciertas piezas se colocan de determinada forma y en determinada direccin el pblico apreciar mejor las piezas y no solo las ver como meros objetos inertes, sino ellos sern parte de la historia, su historia, al generarles un inters propio.Vzquez Mantecn nos menciona el aztecacentrismo del Museo Nacional de Antropologa, donde la sala mexica es el axis mundi del museo, porque todas las dems salas estn a su alrededor, haciendo que esta sala parezca la ms importante y significativa. Lo cual podra llevar a pensar al pblico que los aztecas son la cultura ms importante de todas, llegando a menospreciar a otras culturas. Por lo que caera en el juego de la manipulacin de la historia oficial y no sera una historia propia que le interese conocer por s mismo.[footnoteRef:10] [10: Ibid., p. 351.]

Por lo tanto la divulgacin de la historia si se le es dejada al gobierno o a los polticos, estos buscarn ensear y transformar a la persona para un fin de adoctrinamiento y control. Por esto el historiador debe intervenir y hacerse or para demostrar un discurso crtico y reflexin e invitar a la gente a que se cuestione lo que ve y vive para as llegar a consolidar su propio conocimiento. Por esto lo medios donde el historiador divulgue su conocimiento sern medios donde haga ameno su conocimiento con un lenguaje fcil de entender y accesible, construyendo una narrativa eficaz que ayude a comprender la historia. Por esto, la narrativa es un medio atractivo para la gente, ya que es una forma ms laxa de contar las cosas, sin engorrosos marcos tericos o metodologas rebuscadas. Aunque estos elementos son tiles para la praxis histrica dentro del gremio, para la gente comn solo sern tareas tediosas de entender. [footnoteRef:11] [11: Ibid., p. 353.]

Por esto, el uso de lbumes, catlogos, postales, o revistas sern otros medios para difundir el conocimiento histrico, ya que son medios que la gente comn consume, son accesibles y econmicos. Si el historiador se dedica a producir estos formatos de conocimiento, podr comenzar a dialogar con la gente comn, la gente de su mundo y sabr qu sucede en este mundo.

3.- La aparicin del Bicentenario de la independencia y el centenario de la Revolucin mexicana, fueron momentos que se prestaron para un momento de reflexin sobre lo acontecido en 1810 y 1910. En este sentido la conmemoracin es un factor clave para el desarrollo de la historiografa de principios del siglo XXI.La idea de conmemoracin es un momento importante, ya que llega como un momento donde se vuelve a revivir un acontecimiento que estremeci el pasado humano. Eso que se conmemora vuelve a traer al presente aquello que gener una ruptura o un cambio radical y que pudo haber fundado a la sociedad en la que vivimos. De alguna forma la conmemoracin es una especie ritualidad que reactualiza la cohesin social y de identidad misma dentro de la sociedad. Por esto la conmemoracin reavivar la idea nacional, por un lado, y la idea individual por el otro.La idea nacional har uso de una conmemoracin para volver a legitimar un sistema poltico y la misma constitucin nacional. Por lo tanto la conmemoracin demuestra que la memoria colectiva est viva y se reinventa en la conmemoracin. Y esto repercute a dar vida a esa idea de nacin, porque sta nace a partir de un fundamento histrico, ya que este construye una identidad nacional donde la masa social vivir enmarcada. De esta forma se preservar dicha cohesin social y la sociedad, en este caso la sociedad mexicana, ser funcional y armoniosa. La historia fundamenta las funciones sociales de cada grupo social en una gran masa social. Cada clase social o los estamentos necesitaran tener una justificacin histrica para legitimar su funcin dentro de la sociedad. Por esto, la clase poltica buscar a la conmemoracin como una forma de generar esa identidad nacional que la gente asuma y no critique. Esta conmemoracin ser parte fundamental para la clase poltica dominante, porque puede poner a dicha clase como el nuevo paradigma de la poca. Al ser la clase dominante la encargada de llevar los festejos cvicos de la conmemoracin, esta clase tendr la responsabilidad de crear una estructura ldica que enaltezca las hazaas del pasado y circunscriba a la nueva clase poltica dominante que conmemora los festejos como parte del proceso que nos llev a conmemorar los acontecimientos. Como ejemplo, tenemos que los centenarios mexicanos de 2010 fueron celebrados por un nuevo gobierno panista. Este deba fortalecer su papel dentro de la sociedad y reafirmar que su proyecto nacional era un paradigma ptimo que los otros deba seguir, obedecer y reconocerse con l. Por esto, el reconocer los centenarios el gobierno de 2010 reconoca una nacin independiente, soberana, desarrollada, unificada y pacfica. De alguna forma ponderar estos valores dentro de este gobierno lleva considerarlo como parte de la constitucin de este modelo ideal de nacin. Por esto la conmemoracin para el gobierno representar esa necesidad de legitimidad y de enaltecer valores nacionales que mantenga el orden y el desarrollo cotidiano, sin que se perturbe la paz que dicho gobierno ha tratado de mantener.[footnoteRef:12] [12: Rabotnikof Nora, El Bicentenario en Mxico: la historia desde la poltica, en: Revista de sociologa, nm 24, 2010. Consultado el 17 de mayo de 2015. Link: http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/sociologia/articulos/24/2410-Rabotnikof.pdf, pp. 224-227.]

Sin embargo, estas proposiciones patriticas son como lo plantea la conmemoracin de los centenarios? Ms bien estas conmemoraciones invitan a reflexionar en torno a quienes sufrieron estos acontecimientos, por qu los sufrieron y cmo lo padecieron. Es decir, surgen otras memorias, ya no solamente es la memoria de la masa colectiva, ya que ahora podr escucharse la voz de los subalternos o de los olvidados. Por esto, el historiador tendr la posibilidad de recuperar esas voces profundas y casi imperceptibles dentro de la Independencia o la Revolucin. Ya no solo ser la historia de Miguel Hidalgo o Emiliano Zapata, ahora se podr pensar en el campesino, en el eclesistico, en el obrero, en las mujeres, en los carpinteros, etc. Una conmemoracin nos replanteara la idea de cmo llegamos a hasta este punto, ser un momento de anlisis retrospectivo, ser un detenerse en el tiempo. Siendo que este tiempo es el que nosotros pensamos y actuamos.[footnoteRef:13] [13: Ibid., pp. 230-232.]

Ahora bien, la conmemoracin de un evento trascendente como los centenarios dan la posibilidad de volver a narrar la historia. Esto nos lleva a pensar que la historia, no porque se conmemore est simplemente vuelve a ser per se y simplemente, los historiadores, deben tomar ese hecho y volver a escribirlo tal cual fue. Creer que el pasado ya est hecho, es creer que la historia simplemente es un artefacto objetivo del cual nos valemos para describir la realidad tal cual es. Es decir que si creemos que la historia ya est dada y simplemente hay que escribirla para sentirnos orgullosos de ella, entonces qu sentido tiene la profesionalizacin de la historia?, si los historiadores son simples copistas, amanuenses o escribanos contratados por el gobierno para escribir una historia nacional que en vez de que haga reflexionar al mismo hombre sobre s mismo y su papel en el mundo, justifica a un gobierno y revitaliza el mito de unidad nacional, el mito de nacin. Walter Benjamin en sus Tesis menciona lo anterior cuando refiere a la rememoracin de la Revolucin Francesa, ya que este fue un momento que estremeci al mundo. En este caso Benjamin nos apunta una metfora que versa sobre los combatientes franceses en las calles de Pars dispararon con sus armas a los relojes, representando que eran ellos los que decidan cuando detener el tiempo. Dando a entender que es el hombre o el historiador el que hace que el tiempo sea y por ende que la historia, de igual forma, sea historia.[footnoteRef:14] [14: Benjamin Walter, Discursos interrumpidos I filosofa del arte y de la historia, prlogo, traduccin y notas de Jess Aguirre, Buenos Ares, Taurus, 1989, pp. 188-189.]

Es entonces que para Mxico, as como para los franceses la Revolucin Francesa como lo menciona Benjamin, las conmemoraciones de los centenarios representaron un momento para rehacer la historia y repensar qu es Mxico. No para refundar la historia nacional, sino para crear una historia incluyente y crtica, que no se centre en algn inters poltico, sino que busque incluir distintas voces de actores de los movimientos revolucionarios mexicanos. De igual forma se puede poner en crtica el concepto de revolucin o de independencia. Preguntarnos, qu tan libres somos?, y si realmente somos. Realmente fueron revoluciones?, fueron simples revueltas?, qu papel jugaron las ideologas, la literatura, los campesinos, los msicos, los otros? Ya que naturalmente se da ms importancia a historia de grandes hombres que a la historia del hombre en el tiempo.

4.- Tenemos que el nuevo siglo XXI representa un reto para todos los estudiosos del pasado. La historiografa mexicana no ha podido liberarse de ciertos estigmas que la abruman, debido al excesivo apego de la tradicin. Creo que en las universidades, o por lo menos en la que yo estudio la UNAM, la historiografa sigue encapsulada en s misma y no contempla abrirse a nuevos horizontes. El historiador mexicano debe buscar crear una nueva crtica a la historiografa, ya que lo que menguan los trabajos historiogrficos es en la produccin terica y la generacin de problemas historiogrficos. Es comn que los trabajos historiogrficos permanezcan en la visin descriptiva de simplemente contar lo que ocurri o de simplemente tratar de explicar las causas y consecuencias de los hechos histricos del pasado. Creo que el solo buscar explicaciones o solo dibujar panoramas histricos no permiten el reconstruir un marco inteligible sobre los procesos histricos como recreaciones presentes que son imaginadas por el historiador en su tiempo presente. Como menciona Carlos Jurez Nieto hay que estudiar a los historiadores por su accin y su produccin, no solo por su discurso o lo que dicen.[footnoteRef:15] Es decir que un grave problema para la historiografa mexicana en este siglo XXI es el de seguir viviendo en la ilusin del cientificismo objetivo. Debe romperse con el afn de seguir considerando a la historia como una ciencia que construya saberes absolutos y verdaderos, cual si fueran, los historiadores unos simples fsicos o qumicos. [15: Jurez Nieto Carlos, Manifiesto Historia a Debate o la Historiografa del siglo XXI, en: Tzintzun, Revista de Estudios Histricos, nm 37, enero-junio del 2003. Recuperado el 18 de mayo de 2015. Link: http://tzintzun.iih.umich.mx/num_anteriores/pdfs/tzn37/historiografia_siglo_xxi.pdf, p. 239.]

Por esto, el historiador debe replantearse, desde los principios fundamentales, de dnde surge la investigacin histrica y qu es investigar, para qu sirve sta y por qu es relevante el hacerla. Si simplemente contestamos a estas preguntas diciendo que la investigacin es un acto mecnico que sirve para acumular conocimiento, construir saberes o tratando de plasmar en las obras histricas la realidad histrica tal cual es. En cierta forma coincido con Jurez Nieto cuando menciona que el usar los nuevos medios informticos para comunicarnos y debatir sobre el quehacer historiogrfico puede ayudar a difundir ideas, llegar a acuerdos y conectar a las distintas sociedades historiogrficas del mundo.[footnoteRef:16] Ya que el solo discutir entre mexicanos y para mexicanos, puede llevarnos a cerrarnos a una historia nacional. No debe ser una historia patria propiamente como la maneja el Estado. Esto representara que Mxico est solo en el mundo y no se encuentra conectado con un mundo y con otras culturas y sociedades. [16: Ibid.]

Adems, en esta nueva poca la historia se ha mercantilizado en demasi. Se tiene prisa por publicar, sin detenerse a pensar en qu, por qu y para qu se publica o investiga. Las investigaciones y subsecuentes publicaciones no son casualidades ni deben ser trabajos pagados, como si los historiadores hoy da fueran mercenarios de la academia. El problema de adaptase a un modelo econmico y buscar en la historia una forma de sobrevivir nos lleva a publicar cualquier cosa, que incluso sean trabajos que solo beneficien los intereses de ciertos grupos de poder. Esto aniquila la historiografa, la sume en un proyecto cientfico que solo busca construir obras para enriquecer el bagaje cultural como mero incremento utilitario, pero sin un uso en la vida de cada persona. Es decir que no se busca una historiografa que busque esclarecer la vida del hombre y comprender su ser en su presente. Solo se construyen historiografas montadas, mamotretos, es decir una historiografa sin vida. Debido a lo anterior, se ha dado una ruptura entre teora y prctica. De esta forma los historiadores que piensen en hacer una historiografa con un planteamiento positivista donde todo es prctica emprica y lo que vale es hacer historia de lo contingente y as hacer las grandes obras de la historia. Por el otro lado hacer historia supeditada exclusivamente en el desarrollo terico, quedndose en el plano especulativo y no llegando a concretar modelos histricos que expliquen las coyunturas y que tambin las comprendan.[footnoteRef:17] [17: Cfr., ibid., p. 240.]

Carlos Jurez Nieto dice que la comunidades de historiadores deben contribuir a construir una nueva ilustracin, que aprendiendo de los errores de la historia y la filosofa, piense tericamente sobre el sentido del progreso que hoy demanda la sociedad, asegurando a las grandes mayoras del Norte y del Sur, del Este y del Oeste, el disfrute humano y ecolgico de los avances revolucionarios de la medicina, la biloga, la tecnologa y las comunicaciones[footnoteRef:18]. Este planteamiento propone que para el siglo XXI el construir nuevas sociedades de conocimiento de historiadores es fundamental constituir un trabajo historiogrfico que responda a las nuevas sociedades. Sin embargo, aunque concuerdo en unir teora y prctica para hacer una historia ms personal y humana, la idea de socializar al historiador segn las condiciones del disfrute humano y ecolgico me parece poco benfica. Me parece que el historiador no debera ser aquel que solo responda a una demanda social, sino que responda a una demanda de s mismo y que eso repercuta en la sociedad. Es decir, que el mismo historiador al ser parte de la sociedad l debe esclarecer y recuperar a los individuos en esa sociedad de masas, pero esa recuperacin la har a partir de la recreacin que haga el historiador sobre los acontecimientos humanos. [18: Ibid.]

Por esto, la historia debe dejar depender tanto del tiempo contingente del pasado unilineal. Debe hacerse historia desde el presente donde est presente el historiador. Por esto, debe romper con la objetividad cientfica que todo lo ve como objeto y debe pensar ms en seres humanos y pensarse a s mismo dentro de esa reconstruccin. Ya que es el historiador quien hace que los hechos sean hechos y que lo histrico sea histrico. Por esto lo histrico es aquello que trasciende para el mismo historiador dentro de la sociedad en la que vive. Es decir, que el historiador construir lo histrico al actuar y en el pensar en los hombres del tiempo, no como entes lejanos en ese tiempo sino hacindolos dentro de su presente. As la historia ahora ser siempre presente y a la vez ausente. Es decir el pasado no ser un objeto, sino ser un pasado pensado y recreado por el historiador y el futuro no ser una bella ilusin de algo mejor, ser quiz la posibilidad de ser en el presente prximo, nada ms all que vaya del mismo historiador, sino estar en bsqueda de lo propio en la historia.

BIBLIOGRAFA

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Jurez Nieto Carlos, Manifiesto Historia a Debate o la Historiografa del siglo XXI, en: Tzintzun, Revista de Estudios Histricos, nm 37, enero-junio del 2003. Recuperado el 18 de mayo de 2015. Link: http://tzintzun.iih.umich.mx/num_anteriores/pdfs/tzn37/historiografia_siglo_xxi.pdf, 237-242 pp.

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Vzquez Mantecn lvaro, La Divulgacin de la historia como problema historiogrfico, en: Reflexiones en torno a la historiografa contempornea, Jos Ronzn y Sal Jernimo (coords.), Mxico, UAM-Unidad Azcapotzalco, (serie Historia/historiografa), 2002, Recuperado el 16 de mayo de 2015, Link: https://lenguajesdifusionhistorica.files.wordpress.com/2013/08/reflexiones-en-torno-a-la-historiografc3ada-contemporc3a1nea.pdf, 345-384 pp.

Muestran Vestigios de Antiguo Colegio de Tenochtitlan, INAH/CCE, no. 26, 26 de enero de 2012. Recuperado el 16 de mayo de 2015. Link: http://www.inah.gob.mx//images/stories/Boletines/BoletinesPDF/article/5588/MUESTRAN%20VESTIGIOS%20DE%20ANTIGUO%20COLEGIO%20DE%20TENOCHTITLAN.pdf.

ANEXO DE IMGENES

Imagen 1. Entrada al museo de sitio del Centro Cultural Espaa. Frente del basamento del Calmcac. Autor de la foto: Jos Carlos Escobar Gmez

Imagen 2. Muro y pilastras reconstruidas al fondo de la plaza del Calmcac. Parte media del museo de sitio no muy distante de la entrada de la anterior Imagen 1.

Imagen 3. Almena prehispnica a la entrada del museo de sitio. Ambos extremos iniciales de la exposicin inician con este objeto como el eje inicial.

Imagen 4. Base de pilar sin cdula ni informacin

Imagen 5. Escalera y fragmento de herrera con cuadro de madero en la esquina superior derecha de la imagen sin cdula ni informacin.

Imagen 6. Base de pilastras reconstruidas en el museo de sitio

Imagen 7. Parte frontal del Calmecc y del museo de sitio, con una panormica del recinto compacto, pequeo y rectangular. Mostrando el tamao reducido de fcil acceso y con las vitrinas de las piezas a los lados del basamento.

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