que se vayan todos - cederiras

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Cerdeiras

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InicioPolticaQue se vayan todosQue se vayan todosPublicado en10 de mayo, 2014porpabloPropuestaRal CerdeirasCuando existe una modificacin en las polticas de dominacin de un pas que implique una cierta novedad real respecto a lo que estaba sucediendo, existen dos explicaciones para desentraar sus causas: a) o se trata de una alternancia, ms o menos orgnica, que implica una renovacin en los mtodos de gestionar para hacer frente a nuevas circunstancias o reordenamientos de intereses en el interior del sistema econmico-poltico establecido; b) o es una reaccin que busca neutralizar cimbronazos populares ms o menos intensos que ponen en la superficie la posibilidad de rupturas profundas respecto a las polticas establecidas.Hay dos maneras de encarar los efectos de esos cimbronazos: una, es ignorarla y destruirla (usando la violencia y mtodos dictatoriales); la otra es reconocerla para diluirla e integrarla en el aparato de Estado (aplicando medidas reparativas, la negociacin, y los mtodos democrticos de constituir consensos). La mayora de los gobiernos sealados como progresistas de Amrica Latina (A.L) y en particular el de nuestro pas, responden a esta segunda forma, por eso los llamo reactivos. Esta es una caracterizacin objetiva, se trata de un dispositivo poltico interno a toda poltica que se pronuncia por administrar lo mejor que se pueda un orden existente y que renuncia expresamente a toda idea poltica de emancipacin aqu y ahora. Es una lgica que opera ms all de las voluntades subjetivas de las personas que arrastra y envuelve.Pienso que los procesos de lucha que culminan en el levantamiento del 19/20 de diciembre del 2001 son acontecimientos portadores de pensamientos, experiencias, organizaciones, etc. que ponen en movimiento despus de ms de 30 aos de penurias producto del agotamiento de las polticas revolucionarias del pasado siglo la posibilidad de reinventar nuevas polticas emancipativas.A todos los que compartimos la idea emancipativa, aqu y ahora, nos cabe la responsabilidad de luchar por su realidad efectiva. Cada quien edificar en el lugar en que encuadra su resistencia, sus luchas y sus ideas, una trinchera provisoria. Sin embargo, creo que tenemos algo en comn, algo que permite balbucear un incipiente nosotros, y es el convencimiento, o la apuesta, de que nuestro 19/20 de diciembre del 2001, es un punto de ruptura hacia algo nuevo. Depende de nosotros que este acontecimiento no se apague en las redes de aquello que de hecho cuestion con mxima intensidad. Debemos empear todos nuestros esfuerzos para parir esa nueva criatura. No abandonar la fidelidad a ese estallido que se resiste a ser integrado en el marco de la poltica hoy vigente.En esta divisin del trabajo quiero presentar mi trinchera que consiste en poner en circulacin una serie de reflexiones respecto a la lgica de la dominacin en tiempos de democracia representativa y ausencia de propuestas polticas emancipativas efectivas.No tengo dudas que esa lgica de dominacin presenta caractersticas invariantes (ms o menos estables) en la inmensa mayora de los pases sometidos al orden mundial capitalista y al dominio casi exclusivo de la forma poltica de la democracia. Pero me voy a centrar en lo pases de A.L que cuentan con gobiernos llamados progresistas, fruto de convulsiones ms o menos profundas que esos pases sufrieron desde 1989 en adelante como consecuencia se sus luchas de resistencia a la dominacin neoliberal.Las caractersticas invariantes son: a) Se trata de gobiernos reactivos que, al margen de su mayor o menor claridad subjetiva al respecto, objetivamente diluyen, integran y apagan las nuevas posibilidades polticas que esas luchas fueron capaces de experimentar. b) La distribucin de las fuerzas polticas asume la siguiente caracterstica: 1) un gobierno progresista en el poder; 2) una derecha reaccionaria (oligarquas clsicas) dispuesta a no conceder nada y defender todos sus privilegios; 3) los resabios de una izquierda que permanece enquistada en las experiencias del siglo pasado; 4) una zona gris, desgastada e inoperante, que son los restos de las luchas pasadas, luchas que no se las puede reducir al formato clsico de la vieja izquierda, pero que cuenta con una ventaja: puede abrir, aunque sea de manera precaria an, un nuevo lugar para instalar preguntas, ideas, formas organizativas novedosas, etc., y tambin sostener, entre otras, esta propuesta que se est leyendo.Una primera observacin de esta distribucin de fuerzas es que la cuarta caracterstica ocupa el lugar de una ausencia, la ausencia de lo que hay que traer a este mundo, polticas que repongan la idea de la emancipacin. Esta ausencia es la clave del funcionamiento de este cuadro. Sin embargo, esa ausencia es realmente tal para el pensamiento de derecha que machaca victoriosamente sobre el desierto campo emancipativo. Para nosotros ese vaco es el producto de un exceso real y efectivo sobre el mapa de las polticas de dominacin. Es el lugar de una apuesta y de una larga construccin que hacemos ya, ahora. La nica ausencia que reconocemos es la de no haber producido acabadamente las nuevas formas polticas que ese exceso nos demanda.La fuerza de ese dispositivo reactivo consiste en poner a todos aquellos que formamos este incipiente nosotros (en tanto mantenemos la fidelidad a las luchas comenzadas a mediados de los noventa) frente a la necesidad de pronunciarnos sobre cuestiones que ntima y racionalmente consideramos que nada vital resuelven, que forman el paquete de cuestiones inherentes a las polticas de dominacin, pero que hacen nacer en nosotros el sentimiento de quedarnos por fuera de la realidad, en tanto que esa realidad poltica acta masivamente envuelta en esos paquetes. Es el incmodo y triste lugar de verse casi obligado a pronunciarse a favor o en contra de medidas y situaciones que prescribe el libreto que rechazamos de cuajo convencidos de que son ms de lo mismo. Elecciones, medidas de gobierno, luchas y enfrentamientos que percibimos que no son cuestiones nuevas, que nada resuelven, son temas recurrentes que nos aturden da a da y que nos incomodan y desaniman en tanto parecen arrojarnos al sitio de la esterilidad.Qu hacer?Una frrea voluntad de no ceder. Y sobre esto no se puede decir otra cosa.Poner un mnimo de principios polticos nuevos que sostengan nuestra posicin. Eso ya est formulado junto con nuevos desarrollos tericos concordantes.Hacer una lectura y caracterizacin de la actual coyuntura poltica desde estas nuevas ideas polticas. Aqu tambin avanzamos: la caracterizacin de la novedad del Kirchnerismo como una poltica reactiva y no un progresismo, es un ejemplo.Tener un criterio para justificar una intervencin en cuestiones que son planteadas en el interior de las dinmicas de las polticas de dominacin. Si bien esto depende de la singularidad de cada situacin podemos pensar un criterio ms o menos estable?Enunciar y decidir acerca de nuestros propios puntos. Es lo ms difcil.Veamos el dispositivo cuyo desecamiento vengo anunciando. Tiene un argumento central que se despliega en dos pasos. Primer paso: se puede hacer slo lo que es posible hacer aqu y ahora, luego, aqu y ahora se debe hacer lo que es posible hacer. Segundo paso: venimos de lo peor y en el horizonte no existe otra cosa que el retorno de lo peor, somos vctimas del mal, luego, en cada momento la nica posibilidad que nos queda es elegir el mal menor.El primer paso sanciona el posibilismo en su tradicional crculo tautolgico. Desaparece toda relacin de la poltica con lo imposible. En esta circunstancia por imposible se debe entender todo aquello que queda por fuera de lo que el Estado (que es el que organiza toda poltica hegemnica) define como polticas posibles. Cualquier forzamiento es condenado. Las ideas en relacin con lo imposible, el forzamiento y la ruptura, quedan, para el orden vigente, a un abismo de distancia respecto a la poltica.El segundo paso implica borrar en el horizonte del futuro cualquier idea emancipativa. La comunidad queda atrapada entre un pasado de males horrendos y un futuro que constantemente amenaza con la vuelta de esos males intolerables. La memoria de ese pasado toma una dimensin gigantesca a tal punto de anular a cualquier pensamiento poltico activo e innovador. Ms an, ese horror es considerado muchas veces como una consecuencia natural de los proyectos revolucionarios que se desplegaron el siglo pasado, ponindolos en la mismo nivel que los fascismos y englobndolos bajo la oscura denominacin de terrorismo. En esa trampa mortal reina como una verdad plena e indiscutida el principio de evitar lo peor.Como efecto y al mismo tiempo causa de este dispositivo se produce la captura de la poltica por el reino de las necesidades, y ese reino se llama esencialmente economa y esa economa es el capitalismo. Ya no se trata de salir del capitalismo sino de ver como nos incluimos, lo administramos, lo mitigamos, nos beneficiamos, lo humanizamos etc. etc., a esa red mundial de explotacin.Qu hacer? En primer lugar partir de la afirmacin de que la cuestin de la emancipacin de la vida colectiva es una cuestin poltica, no econmica. En segundo lugar, que las instituciones estatales (y el Estado como articulador de la unidad social) no es para nada la llave para los cambios radicales.La ideologa hoy dominante propaga una visin completamente diferente a lo que nosotros planteamos. Ella se empecinan en subordinar la poltica a la economa (capitalismo) reducindola a la administracin de ese sistema; ella se empecinan en destacar al Estado como el lugar privilegiado de la poltica. Sobre esos presupuestos se pueden articular formas dictatoriales o democrticas segn las circunstancias coyunturales.Pero el triunfo completo de esta reaccin conservadora es que ha sometido a su propio discurso a aquellos que tratan de enfrentar al sistema. La izquierda marxista y sus partidos se integran al sistema democrtico, suean con dominar al Estado y se proponen destruir a la economa capitalista por otra (supuestamente socialista). El populismo Kirchnerista define a la poltica como la capacidad del Estado democrtico de corregir la brutalidad del sistema mundial capitalista.Por eso es necesario abrir Otro lugar para una poltica que se llame emancipatorias e igualitaria. Debe respetar tres decisiones bsicas:La poltica emancipativa debe ser un pensamiento organizado que no responda a la lgica con la que el capitalismo rige nuestra vida social.Debe construirse a distancia del Estado.Que la lucha contra el capitalismo se da cuestionando y desarticulando la estructura poltica que lo sostiene (democracia representativa o dictaduras) inventando una nueva subjetividad poltica basada en principios, entre los que no puede faltar, la afirmacin de la igualdad de todos los hombres.Esta invencin no es un producto de escritorio ni de armnicas teoras. Es una apuesta materialista que sostiene que otro pensarhacer poltico emancipativo es posible. Las cosas que se afirman en este llamado no son teoras, son simplemente un puado de principios o puntos de partida sobre los cuales edificar una experiencia por venir.El punto real al que remiten estas ideas es el convencimiento que los acontecimientos del 19/20 de diciembre del 2001, han sido (para nuestro pas) un corte que ha dado lugar a una experiencia poltica nueva por fuera del Estado y sus partidos. La marca poltica de esa huella es la consigna Que se vayan todos. La izquierda tradicional no hizo otra cosa que tratar de vaciar a esa experiencia de todo lo nuevo que portaba para reponer en su lugar un proyecto poltico agotado y estril, que no mereci ningn balance crtico. El populismo se autoproclama ser el destacamente de bomberos que vino a apagar ese infierno.Es posible ser consecuente con ese confuso episodio que no puede ser desligado de las formas polticas nuevas de lucha (piqueterosetc.) que se dieron en los 90? Construir esa fidelidad es el objeto de este llamado.La idea es simple: empezar a intercambiar las experiencias que quedaron dispersas, algunas latentes, otras auto alimentndose aisladas, algunas activas, muchas olvidadasetc. Un verdadero arco iris. El punto de partida tambin es simple: sostener que la consigna que se vayan todos fue una metfora oblicua en la que late una idea: que se vayan todos los que sostienen esta poltica estril que nos esclaviza e inventemos y practiquemos una nueva poltica para la emancipacin de la humanidad.No saba que era imposible, fue y lo hizo.

Ral CerdeirasGrupo AcontecimientoAbril de 2014

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