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AGRUPACIÓN RUISEÑORES DEL PACÍFICOValorando las tradiciones musicales afro-religiosas y afro-paganas de Buenaventura

Programa Regional ACUA y Corporación Regional PROCASUR

Buenaventura, Valle del Cauca ColombiaEnero, 2009

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Las opiniones expresadas en esta publicación son de los autores y no representan necesariamente las de Procasur, sus donantes o programas. Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican la expresión de ninguna opinión por parte de Procasur sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o limites. El contenido de esta publicación, incluyendo todas las figuras, tablas y dibujos, es propiedad intelectual de Procasur. Todos los derechos reservados. No está permitida la eliminación o alteración de los avisos de derechos de autor o marcas registradas. El reenvío o la reproducción de esta publicación o partes de la misma para uso comercial no está permitido sin la autorización expresa y por escrito de Procasur. Todos los nombres de los programas o servicios de Procasur utilizados en esta publicación, así como los logotipos correspondientes, son marcas registradas o marcas comerciales de Procasur en Chile y otros países. Procasur no garantiza la exactitud o integridad de la información, texto, gráficos, enlaces u otros elementos contenidos en esta publicación. Esta publicación se ofrece sin ninguna garantía explicita o implícita. Esto se aplica, en parte, pero no exclusivamente, a una garantía de comerciabilidad y adecuación para un propósito en particular, así como una garantía de no violación de leyes aplicables.

Sistematización de experiencias de valorización de musicalidades afro-rurales como activos culturales.

Ruta de Aprendizaje “Pasos, Tones y Sones” ACUA - PROCASUR

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AgradecimientosAgradecemos a todos quienes hicieron posible este trabajo:

A la agrupación musical Ruiseñores del Pacífico, por abrirnos las puertas de su experiencia y permitirnos conocer su historia, su presente y sus sueños de futuro.

A su directora, Julia Estrada, por su tesón para persistir en el quehacer musical y hacer de ello una escuela.

A los maestros Toñito y Teto, por su incansable arte de hacer instrumentos musicales.

Al profe Jary, por su compromiso con la historia afrodescendiente de Colombia y América Latina.

A Edgar Aponte, por su constante contribución a la cultura tradicional del puerto.

A Wiliam Valencia, por sus aportes en la búsqueda de nuevas formas de organización grupal para las agrupaciones de marimba.

A las cantadoras, percusionistas y bailarines de la agrupación, por su constancia, entrega y compromiso.

A la directora de la casa de la cultura de Buenaventura, Ligia del Carmen Martínez, por su contribución al fortalecimiento de las agrupaciones locales del puerto.

Y finalmente a toda la comunidad de Buenaventura, sin la cual estas músicas no perdurarían.

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Basado en testimonios y talleres colectivos desarrollados los días 25, 26 y 27 de enero de 2009 en el Municipio de Buenaventura, Departamento del Valle del Cauca, Colombia.

Investigadora Responsable: Lorena Ardito Aldana



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1. El contexto de la experiencia de Ruiseñores del Pacífico Ruiseñores del Pacífico tiene su cuna en el Municipio de Buenaventura, ubicado al noroccidente del departamento del Valle del Cauca. Fue fundado en el año 1540, a 128 kms. de su capital departamental, Cali, y debe su nombre tanto a la fiesta de San Buenaventura, como a la característica tranquilidad de las aguas de su bahía. Se trata de un extenso territorio (6785 km2 que lo sitúan como el más vasto del departamento), ubicado a 7 metros sobre el nivel del mar. Es a la vez continental e insular, y cuenta con diversas vías de acceso tanto fluviales y como terrestres.

Su temperatura promedio es de 28 grados centígrados, y su clima característico, tropical. Estas condiciones permiten que el municipio presente una gran biodiversidad de especies vegetales y animales, destacando además por contar con numerosas quebradas y ríos. A pesar de ello, el abastecimiento de agua potable y servicio de alcantarillado de su población es sumamente precario, llegando a penas a un promedio de 65%1.

Está habitado por un total de 279.005 personas, de las cuales 38.950 habitan en la zona rural (conformada por 20 Corregimientos), y 240.055 en la zona urbana. Esta última se divide en 12 Comunas, de las cuales 8 pertenecen a la parte continental y cuatro a la parte insular (la isla de Cascajal), donde se sitúan las comunas económicamente más importantes. Buenaventura aparece así como un

municipio mayoritariamente urbano y afro, contando con un 83.6% de personas autorreconocidas como afrodescendientes. Asimismo, se trata de un municipio altamente vulnerable, pues más del 60% de los bonaverences se sitúan bajo la línea de la pobreza, cerca del 40% presenta algún tipo de Necesidades Básicas Insatisfechas, alrededor de un 20% se sitúa bajo la línea de la indigencia y poco más del 25% es analfabeto2.

Sin embargo, Buenaventura es el puerto más importante de Colombia. Exporta cerca del 80% del café colombiano al exterior y alberga en total cerca del 60% de la actividad portuaria internacional del país. Por ello resulta sorprendente que más del 60% de su población económicamente activa esté en condiciones de subempleo o cesantía3.

1 Fuente: Plan de Desarrollo del Municipio de Buenaventura 2008 - 20112 Fuente: Plan de Desarrollo del Municipio de Buenaventura 2008 – 2011 y DANE.3 Ídem.

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Sus activos para el desarrollo

Pese a sus dificultades socioeconómicas, Buenaventura cuenta con diversos activos potenciales para su desarrollo, entre los que, además de la actividad portuaria, destacan: i) actividades económicas primarias tales como la pesca, la extracción y procesamiento de la madera, y la minería artesanal de oro, y ii) el turismo, uno de los grandes polos actuales de empleo.

Esta última actividad (el turismo), ha sido posible gracias a los diversos atractivos naturales, arquitectónicos, culturales y gastronómicos del Municipio, entre los que pueden señalarse el Parque Néstor Urbano Tenorio, el Mural “Buenaventura 450 años al cosmos”, la Catedral, la Reserva Natural ríos San Cipriano y Escalarete, diversos balnearios y playas a las afueras de la ciudad tales como La bocana y Juanchaco, y el diverso patrimonio gastronómico, que puede apreciarse en su Galería central, ubicada en el barrio Pueblo Nuevo.

Asimismo, destaca una amplia diversidad musical y danzaria característica del puerto que aun no ha sido explorada en su potencial turístico. Se trata de manifestaciones de ascendencia africana, cultivadas en la modalidad de marimba (aquella que va acompañada de cantos, guasás, cununos y bombos), entre las que destacan currulaos, bundes, arrullos, lamentos y alabaos.

Frente a este enorme potencial, cabe entonces preguntarse, ¿por qué los cultores y habitantes del municipio no logran promover el desarrollo económico y cultural de su puerto?

Inseguridad y violencia política

“La ciudad en general es percibida por los habitantes como insegura” (Informe de Desarrollo Humano del Valle del Cauca. PNUD)

La enorme desigualdad social característica del Municipio es uno de los factores que permiten comprender esta interrogante. No obstante, existe una dificultad aun mayor: Buenaventura posee la trágica estadística de ser el territorio con la mayor tasa de homicidios de toda Colombia y América Latina, con 116 muertes por cada 100.000 habitantes. Asimismo, presenta elevadísimos índices de violencia doméstica (con más de 500 denuncias por año) y pública (donde destaca el hecho de contar con más de 29 actos terroristas para año 2007). Ello se suma al hecho cerca de 8.500 familias (alrededor de 50.000 personas) han sido afectadas por desplazamientos forzados, todo lo cual da cuenta de las crudas condiciones de violencia e inseguridad que caracterizan el territorio4.

La imposibilidad de asegurar los Derechos Humanos fundamentales de los bonaverences conforma así un complejo marco que obstruye las posibilidades de dignidad y mejoramiento en sus condiciones de vida.

4 Plan de Desarrollo del Municipio de Buenaventura 2008 - 2011



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Afrodescendencia: entre la esclavitud y la Iglesia

Las problemáticas para el desarrollo de los bonaverences no se reducen sólo a la cuestión de la violencia y la desigualdad, sino que también a su histórica segregación de su población mayoritaria: los afrodescendientes, la que ha tomado formas diversas tales como la esclavitud, en tiempos coloniales, y la discriminación y persecución de sus prácticas culturales, festivales y en especial musicales en la historia republicana, por ser consideradas inmorales.

En este contexto, la Iglesia católica desempeñó durante su historia un importante rol como agente de discriminación institucional, de amplia presencia en el municipio, mediante procesos de evangelización y prohibición, atribuyendo un carácter demoníaco a los sones de sus instrumentos y géneros tradicionales. Y es que los sonidos negros de

América Latina siempre se han caracterizado por su alegría, erotismo y vínculo con la danza, cuestión que cobra especial fuerza en el caso de las tradicionales agrupaciones de marimba: el llamado piano de la selva está envuelto de mitos morales que han distanciado a generaciones completas de cultores de su aprendizaje. Ancestralmente, se decía que para aprender sus magnéticos sones, había que hacer pacto con el diablo, por lo que muchos cultores prefirieron bombos, guasás, cununos, e incluso el canto. Con el tiempo, esto generó un problema de dotación de marimberos que los hace hoy sumamente escasos para la práctica folclórica de Buenaventura.

Afortunadamente, hoy la Iglesia católica, conciente de la relevancia de la diversidad cultural del puerto y del protagonismo que en su vida musical tienen sus sones afro, ha comenzado a encabezar todo un proceso de inclusión de los mismos en sus ritos, donde destacan los arrullos de adoración al niño Dios, musicalidad mestiza que en clave de sonidos negros, canta en español al Dios católico en misas y otras celebraciones patronales.

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De los déficit institucionales

En este contexto, es claro que uno de los potenciales relevantes para el desarrollo de Buenaventura son sus manifestaciones afrodescendientes. No obstante, la administración municipal es escasamente conciente de ello, pues pese a contar con un trabajo a través de su Casa de la Cultura, con cerca de 20 agrupaciones musicales inscritas en dicha entidad, este trabajo apenas cubre algunas de las necesidades de las agrupaciones y está totalmente desvinculado del proceso turístico y en general económico del Municipio.

Lo anterior se agrava por la precariedad de la institucionalidad educativa general del Municipio, la que además de estar aun lejos de alcanzar la universalidad en su cobertura (contando con más de 6000 adolescentes fuera de sus aulas), muy escasamente incluye la formación folclórica, la que lentamente ha ido incluyéndose al alero de la Ley 705.

Finalmente, cabe resaltar el hecho de que pese a su riqueza cultural, no existe una institución formal en Buenaventura que reproduzca esos saberes y prácticas hacia las nuevas generaciones, quedando esta tarea a manos de las propias agrupaciones musicales, las que día a día deben enfrentar la precariedad de sus propias condiciones de existencia.

5 Que incluye aspectos como la titulación colectiva de tierras para comunidades negras organizadas en concejos comunitarios, la creación de una cátedra de estudios afrocolombianos, que reescribe la historia desde el punto de vista de la presencia afro en Colombia, y la etnoeducación, como enfoque transversal a todo programa y materia de estudio.



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2. ¿Qué venimos a aprender de Ruiseñores del Pacífico? A nivel identitario:

• Comprender el rol histórico que ha desempeñado la Iglesia católica en relación a las manifestaciones culturales y en particular musicales de los afrodescendientes del pacífico colombiano.

• Valorar el potencial que las agrupaciones tradicionales presentan, independientemente de su precariedad económica, para constituirse en escuelas de formación folclórica.

A nivel patrimonial:

• Valorar el arte de la confección de instrumentos, mediante el conocimiento de los sonidos, texturas, saberes y haceres que involucra su desarrollo.

• Comprender el rol que cabe a las entidades públicas, locales y nacionales, en la valorización, fortalecimiento y promoción de experiencias de valorización musical afro-rural.

A nivel comercial:

• Conocer dos de los principales espacios de mercado, es decir, de generación de recursos económicos, que presentan las agrupaciones tradicionales del pacífico colombiano.

• Comprender las relaciones desiguales entre oferta y demanda en contextos precarios de desarrollo de las agrupaciones musicales.

• Visualizar las posibles tensiones que pueden emerger de proyectos de difusión y comercialización relevantes para las agrupaciones tradicionales, tales como la producción discográfica.

A nivel gerencial:

• - Evidenciar las potencialidades y límites de las organizaciones jerarquizadas de tipo personalistas, así como la relevancia de la organización diversificada para enfrentar las prácticas de gestión propias de las agrupaciones musicales.

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3. Análisis de la experiencia de Ruiseñores del PacíficoLa historia de Ruiseñores del Pacífico es sumamente especial en relación a otras agrupaciones de marimba, pues su origen no proviene de largas tradiciones orales, así como tampoco de un gran formador afro, como suele suceder en el puerto. Ruiseñores surge de la mano de Doña Julia Estrada, su fundadora y directora, una mujer mestiza, ferviente cultora católica de sonidos afrodescendientes, que hace 20 años no habría siquiera pensado en ser llamada “la cantadora alegre de Buenaventura”.

“Me llaman la cantadora alegre porque yo, cuando estoy cantando, cuando estoy inspirada... le doy movimiento a mi cuerpo” (Julia Estrada, Directora)

Nacida en los alrededores del Río Tapaje, en el Departamento de Nariño, y albergada posteriormente en el barrio 12 de abril de Buenaventura (parte continental del puerto), es llamada por los sones de las misas de su iglesia vecina. Doña Julia se acerca cultivar los sonidos tradicionales hace apenas 16 años, y con más de 70 años de edad cumplidos, llevada por su vocación religiosa y la atracción que comienza a ejercer sobre ella el son de los arrullos de adoración al niño Dios, cantos de iglesia que mestizan ritos cristianos con las musicalidades e instrumentos afro del pacífico colombiano. Es en este contexto que la cantadora alegre comienza su desarrollo como cultora, aprendiendo de los cantos y de la interpretación del guasá, así como a dialogar musicalmente con los otros instrumentos (como cununos y bombos) y toques tradicionales.

A poco andar, la alegría y entrega de Doña Julia fue llamando la atención de otros fieles y compañeros de canto, lo que se sumaba al hecho de que las amistades cultivadas a lo largo de su vida comenzaban a enterarse de la nueva faceta que desarrollaba. Así, en 1994 es invitada a participar en una Feria de la Salud, organizada por la alcaldía municipal de Buenaventura, instancia que se transformaría en la excusa perfecta para comenzar a realizar sus propia composiciones, e invitar a músicos a que las musicalizaran con los sones tradicionales. Fue entonces que surge el nombre: Ruiseñores del Pacífico. A partir de este hito, la agrupación conformada para la coyuntura de una actividad municipal, comienza a ser invitada a participar en diversos eventos culturales, folclóricos y patronales, por lo que ven la necesidad de articularse como grupo, lo que significaba comenzar a hacerse de instrumentos y trajes propios, así como de un espacio y una frecuencia para sus ensayos.

Recuerdan que en este proceso fue fundamental la Universidad del Valle y la Fundación de la Sociedad Portuaria, CONFAMAR, actores que les permitieron acceder a fondos que fueron solventando su conformación primera y sus necesidades más inmediatas. No obstante, el papel fundamental lo cumpliría la propia Doña Julia, albergando en el segundo piso de su casa los instrumentos y ensayos de Ruiseñores, así como gran parte de las necesidades económicas de la gestión del grupo, gracias al apoyo de sus hijos.



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“Yo quiero cantarle a Dios y también a mi región, algo que sale del alma y también del corazón... Cuando repican el bombo, la marimba y el guasá, el cuerpo se me estremece y yo me pongo a cantar” (Composición de Julia Estrada)

Ruiseñores: haciendo escuela sin serlo

Durante los años que siguieron, la agrupación se dio a la tarea de congregar a músicos y bailarines de Buenaventura ya consagrados en el cultivo del folclor tradicional, junto a otros bonavereces ávidos por acceder a esas expresiones culturales, albergando en su seno a las más diversas edades y personalidades. Inmediatamente y de manera espontánea, el intercambio que allí comenzó a darse fue tomando cuerpo de escuela de formación folclórica, con todo un proceso de aprendizaje iniciado en la danza, para luego acceder a la interpretación musical de instrumentos y cantos.

Los integrantes de Ruiseñores concuerdan en que gracias a las redes de amistad tejidas durante toda una vida por Doña Julia, y el trabajo de formación desarrollado de la mano de los antiguos cultores que logra congregar, la agrupación se hizo escuela sin serlo formalmente, llenando un espacio vacío y una necesidad cultural del puerto, contando con orgullo el hecho de haber formado a músicos notables, tales como los jóvenes que hoy dan vida a la agrupación Raíces Africanas.

“Para llegar a Raíces... empezamos en un grupo de baile... Ruiseñores del Pacífico... fue la amistad más que nada la que nos llevó a ese grupo... empezamos ahí y a inclinarnos a la parte de la música... teniendo el apoyo de algunos instructores que tenían más experiencia que nosotros”(Jhon Edward Valencia, Bombero de la agrupación musical Raíces Africanas)

Hoy, pese a los obstáculos hallados en el camino, la agrupación continúa albergando cultores de larga trayectoria y jóvenes dispuestos a aprender de ellos, lo que hace de la agrupación una verdadera escuela de formación, sin serlo formalmente.

De los obstáculos en el camino

Este carácter de escuela de formación dotó a Ruiseñores de una gran fortaleza, respeto, compañerismo y apoyo mutuo, reconocen sus integrantes. No obstante, al mismo tiempo fue anidando una de las grandes dificultades que hasta hoy en día presenta la agrupación: la constante rotación de músicos, asociada al hecho de que no ha logrado consolidarse como una opción constante de ingreso. Y es que como buenos bonaverences, su práctica cultural está constantemente condicionada y entorpecida por las necesidades económicas.

“lo más problemático es la falta de recursos para ayudar a los integrantes, porque la mayoría de ellos no tienen trabajo” (Julia Estrada, Directora)

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La práctica musical se dificulta además por el escaso apoyo institucional y empresarial al que pudieron optar en sus inicios, así como por otras problemáticas cotidianas tales como el machismo, que afecta la participación de las cantadoras en los ensayos y presentaciones.

Desde el punto de vista de la Casa de la Cultura de Buenaventura, el poco apoyo percibido por las agrupaciones como Ruiseñores se debe por escaso presupuesto que manejan, situación que intentan palear mediante capacitaciones para que gestores y cultores presenten sus propios proyectos. No obstante, las postulaciones resultan costosas en papelería y no garantizan el acceso a recursos ni su sostenibilidad en el tiempo.

Derribando mitos y construyendo logros

Pero la agrupación no estaba dispuesta a abandonar su empeño. Doña Julia fue construyendo infinidad de redes con vecinos, amistades antiguas del puerto y personas vinculadas a ámbitos institucionales.

Así, el año 2000, la cantadora alegre es invitada a participar a un concurso de adultos mayores en Cartagena, al que asiste como solista y cantautora. A partir de esta experiencia, gestiona para el mismo año la primera salida de la agrupación para presentarse fuera de Buenaventura: el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, realizado en Cali.

“Hay un compartir allá que podemos ir viviendo... además podemos aprender”(Julia Estrada, Directora)

Esta experiencia, si bien no reportó logros económicos ni de reconocimiento en el marco de los galardones oficiales otorgados por el propio certamen, permitió a la agrupación tomar nuevas fuerzas, y percibir la relevancia de articularse legalmente para acceder a fondos públicos y privados postulables. Es así como con este logro en mano, logran volver a participar a eventos culturales y festivales tanto del interior como de la costa atlántica colombiana entre los años 2001 y 2003.

No obstante, la agrupación cargaba con una problemática que no lograba superar. Además de la rotación de sus integrantes que año a año dificultaba la continuidad de su trabajo, había tenido que sobrellevar la muerte de prácticamente todos sus marimberos, cultores sumamente escasos en Buenaventura y mayoritariamente de avanzada edad (entre los que con especial cariño se recuerdan nombres como los de Aquino, Don Colo y Graciliano). Pero el año 2004, llega a la agrupación Toñito, el marimbero más antiguo de Buenaventura, quien pese a su avanzada edad continúa siendo parte del trabajo de la agrupación hasta el día de hoy.



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De este modo, con una conformación estable hace poco más de un año, Ruiseñores enfrenta su último gran logro: la participación en el Petronio del año 2008, que le permitió la posibilidad de grabar en estudio profesional en la ciudad de Cali un disco compilatorio de musicalidades tradicionales del pacífico colombiano junto a otras 8 agrupaciones, gracias al patrocinio del Programa Regional ACUA6 y la Corporación Regional PROCASUR7, actividad actualmente en proceso de mezcla.

Sus espacios de mercado

Pese a la precariedad que enfrenta a diario la agrupación, resulta relevante ahondar un sus procesos de mercado, es decir, cómo es que enfrentan las necesidades económicas que viven a diario, haciendo de su práctica no sólo un espacio de valorización cultural, sino que también una opción de ingresos para sus integrantes.

Sin duda, el espacio fundamental de mercado son las presentaciones en vivo. Por una parte, cuando éstas son pagas, aparecen como fuente directa de recursos, aunque reconocen que éstos son sumamente escasos, pues la mayoría se desarrollan fuera de Buenaventura, obligando a los integrantes a ausentarse por aproximadamente una semana de sus hogares, y de sus actividades diarias para gestionar recursos económicos. En dichos eventos, los músicos logran a penas unos $40.000 pesos colombianos cada uno (equivalentes a unos 20 dólares), que a penas alcanzan para solventar los gastos de un par de días de sus familias.

Las presentaciones en vivo también resultan un espacio de mercado relevante para los artesanos de la agrupación, Toñito y Teto, quienes llevan a los distintos eventos en los que participa la agrupación sus instrumentos y pequeñas artesanías musicales para comercializarlas entre el público. Esta práctica de encadenamiento resulta relevante para dichos artesanos, pues su trabajo mayoritariamente vendido por encargo, no permite el sustento de sus familias, lo que se suma al hecho de que sus talleres, al ser precarios en infraestructura, suelen estar húmedos, lo que va dañando sus creaciones al ser almacenadas. Esto último condiciona el proceso de comercialización de sus instrumentos y artesanías, pues muchas veces deben ser vendidos muy por debajo de su valor de mercado, evitando con ello que se dañen y no puedan siquiera ser comercializados.

6 www.programaacua.org7 www.procasur.org

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Ambos espacios de generación de ingresos, vale decir, las presentaciones pagas y el encadenamiento de venta de artesanías a esas presentaciones, tienen condiciones similares de desarrollo: en ambas se observa la precariedad de negociación de los cultores, teniendo que aceptar los regateos y pagos propuestos por sus contratistas o compradores, el que generalmente no se corresponde con el valor que hay detrás de lo pagado: el trabajo musical y el valor cultural de los sonidos tradicionales del pacífico colombiano por una parte, y el arte de confeccionar instrumentos, con todos los matices de texturas, sonidos, saberes y haceres necesarios para su desarrollo8.

Logros que abren conflictos: tensiones y desafíos para la gestión de Ruiseñores

Además de los logros y espacios de mercado ya señalados, la agrupación logró hace algunos años, gracias a las gestiones de su directora, editar su primer trabajo discográfico, “Arruyos de Navidad”. Este disco casero que contiene cantos de adoración de distintos autores bonaverences en general, como de Ruiseñores propiamente tal, dentro de las que se cuentan Doña Julia y una de las cantadoras (además de marimbera desde pequeña), Florencia González, ha sido todo un hito para la

agrupación, pero en un sentido distinto al que habría de esperarse: en vez de consolidarse como una opción para generar ingresos, se convirtió en un complejo espacio de conflicto interno derivado de su carátula, en la que aparecen, sobre una imagen del borde costero del puerto, diversas fotografías de la cantadora alegre con su guasá y vestimenta de espectáculo.

Para muchos de los integrantes de la agrupación, este formato de edición, además de ser percibido como excluyente y menospreciante de su papel como músicos, simbolizó un el carácter jerárquico y personalista de Ruiseñores, conflicto actualmente en pleno desarrollo.

“Pues soy yo la promotora, dueña del grupo y soy la que tengo que gestionar para tener todo listo...” (Julia Estrada, Directora)

En este contexto, pese a la relevancia de la gestión de la directora de la agrupación para posibilitar su continuidad y logros en el tiempo, comienzan a emerger voces que claman por una reestructuración de Ruiseñores para enfrentar los desafíos futuros.

“Debemos organizarnos de qué manera, de pronto sacar la cámara de comercio, un pequeño comité con un tesorero, fiscales, presidente, vicepresidente... unificar una idea... cuando se llama grupo ya no es una sola persona la que va a hablar... no podemos estar diciendo, “yo hice”, no,” nosotros hicimos”, un presente, un futuro” (Wiliam Valencia, Director artístico, director musical y músico)

8 Cabe señalar acá la diversidad de cueros y maderas que alberga la sola confección de un bombo, o el largo proceso de trabajo artesanal que hay detrás de una pura tecla de chontaduro de marimba, la que es lijada a mano hasta lograr el sonido buscado por su creador.



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Este reto está actualmente en desarrollo en la agrupación, generando tensiones y divergencia de opiniones. Y es que pese a que Ruiseñores ha logrado generar una estructura diferenciada de roles en su trabajo artístico (contando con un directores artísticos de música y danza, un cuerpo de bailarines y un grupo de instrumentistas y cantadoras), su voz principal y directora, Doña Julia, es la única que desempeña las labores de gestión.

De las proyecciones de futuro

Pese a todas las dificultades y desavenencias, Ruiseñores encara el futuro con compañerismo, respeto y optimismo. Saben que sus diferencias son complejas, pero también son concientes de sus logros y fortalezas.

En este contexto, los grandes desafíos que visualizan para su futuro son:

1. seguir desarrollándose en mayor unidad y armonía,

2. lograr consolidarse como escuela de formación, mejorando el espacio que

3. hoy utilizan para ensayar en el segundo piso de la casa de su directora, para su uso en la enseñanza a niños y niñas,

4. el mejoramiento de la infraestructura del taller en el que trabajan sus artesanos, tarea de si bien no toma la agrupación como propia, afecta su dotación de instrumentos y el bienestar laboral y doméstico de sus cultores que la desarrollan, y

5. persistirensutrabajocultural,transformandosuprácticaenunaopciónreal y relevante de ingresos para sus sostenedores.

4. Conclusiones y lecciones aprendidasLa experiencia de Ruiseñores del Pacífico da cuenta de cómo en contextos altamente precarios y vulnerables, así como carentes de instituciones formales de formación, es posible desarrollar prácticas culturales de manera continua, formando una y otra vez a nuevos cultores tradicionales.

Al mismo tiempo, da cuenta de las bondades y precariedades de una estructura organizacional basada en el personalismo de una líder sin contrapesos dentro del grupo. Por una parte, se logra capitalizar las redes de amistad de su directora y líder, que permiten generar logros relevantes tales como presentaciones en vivo fuera del propio territorio, y procesos de venta y difusión (como el encadenamiento de artesanías a presentaciones y la edición de un CD). Por otra parte, evidencia el momento en que el personalismo en la organización grupal queda corto frente a los desafíos actuales, clamando por una nueva orgánica que distribuya roles y responsabilidades no sólo en la musicalización y formación de nuevos cultores, sino también a nivel de la propia gestión, mejorando sus posibilidades de constituirse en fuente de ingresos para sus integrantes.

En relación a la visión de mercado, la experiencia de Ruiseñores expresa con claridad dos de los grandes espacios de mercado que tienen en general las agrupaciones folclóricas: las presentaciones pagas y la venta encadenada a presentaciones pagas o gratuitas de artesanías vinculadas a su música, en este caso, instrumentos tradicionales y pequeñas réplicas de los mismos.

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Lecciones aprendidas: ¿Qué nos enseña la experiencia de Ruiseñores del Pacífico?

• La comunidad agrupada en torno a la Iglesia católica puede actuar como un agente aglutinador de las manifestaciones culturales afro, abriendo espacios dentro de sus propios ritos, tales como las misas y festividades patronales, así como formando a cultores de distintas edades.

• Las redes de amistad pueden ser capitalizadas para difundir el trabajo de cultores, generando el reconocimiento del trabajo desarrollado por las agrupaciones y posibilidades de acceder a espacios relevantes de mercado, tales como presentaciones pagas.

• El arte de confeccionar instrumentos musicales y pequeñas réplicas de los mismos puede abrirse espacios de mercado mediante su encadenamiento a presentaciones en vivo. Resulta relevante entonces que los artesanos generen alianzas con sus agrupaciones musicales para institucionalizar esta práctica.

• La gestión grupal resulta sumamente compleja en contextos de escaso apoyo institucional y empresarial, tendiendo al personalismo de sus directores. Este tipo de organización, si bien puede resultar eficiente en el inicio de la experiencia de desarrollo de las agrupaciones, llega a un punto en el que se agota, haciéndose necesario diversificar los roles para garantizar tanto el compromiso con el trabajo grupal, como la efectividad de las prácticas de gestión.

• La producción discográfica es una relevante herramienta de difusión y comercialización. No obstante, dado que se trata de un objeto que reproduce la música de un colectivo, es relevante considerar la opinión de todos los participantes tanto en su forma (edición), como en su contenido (es decir, la música propiamente tal), para garantizar que todos los involucrados en el proceso se sientan efectivamente partícipes, y se comprometan con su difusión y venta.

• Resulta fundamental que las entidades públicas locales y nacionales visibilicen, valoren y fomenten las musicalidades y agrupaciones locales, a través de políticas públicas pertinentes que permitan dan curso a acciones tales como: i) el mejoramientote las condiciones de infraestructura de lugares de ensayo y talleres de confección de instrumentos, ii) su inclusión en los currículum escolares, iii) el apoyo a iniciativas de escuelas de formación folclórica emprendidas por los propios cultores tradicionales, iv) el financiamiento de aspectos logísticos tales como el acceso a instrumentación, la movilización para presentaciones fuera del territorio, etc., v) la asistencia en la gestión de las agrupaciones para fortalecer su proceso de desarrollo, en áreas tan relevantes como los aspectos gerenciales y la publicidad de activos culturales.



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Fuentes ConsultadasTestimonios y talleres colectivos desarrollados en el marco del proceso de sistematización, durante los días 25, 26 y 27 de enero de 2009

Red colombiana COLOMBIESTAD, de difusión de información estadística, patrocinada por la DANE: http://www.colombiestad.gov.co

Plan de Desarrollo del Municipio de Buenaventura 2008 – 2011, bajo la administración del alcalde José Félix Ocoró Minotta

Sitio oficial municipal de Buenaventura www.buenaventura.gov.co Enciclopedia virtual libre Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Buenaventura

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La Corporación PROCASUR es una organización global especializada en cosechar y escalar innovaciones locales. La misión de la organización es fomentar el intercambio de conocimientos locales para terminar la pobreza rural. Al compartir las innovaciones a través de variadas herramientas y metodologías para la gestión del conocimiento local, la organización conecta instituciones globales con talentos locales, y proporciona plataformas estructuradas de aprendizaje necesarias para difundir y escalar innovación. Procasur ha facilitado oportunidades de aprendizaje en más de 30 países en África, Asia, y América Latina y el Caribe, influyendo en la vida y el sustento de miles de talentos locales en todo el mundo. Para conocer más, visite www.procasur.org.

América Latina y el Caribe

Heriberto Covarrubias 21 Of. 705 Ñuñoa, casilla 599.

Santiago, Chile.Tel: +56 2 23416367

http://americalatina.procasur.org

África

Shelter Afrique Building, 2nd Floor, Mamlaka Road, off Nyerere Road. P.O.

Box 25965 - 00100 Nairobi, Kenia.Tel: +254 20 2716036

http://africa.procasur.org

Asia y Pacífico

209/34 Moo 10, Chiang Mai-Hangdong Road, T. Padad, A.Muang, Chiang Mai

50000 Tailandia.Tel: +66 53272362

http://asia.procasur.org

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