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AGRUPACIÓN PALMERASLa tradición de violín nortecaucano convertida en estrategias de paz y desarrollo desde la vereda El Palmar

Programa Regional ACUA y Corporación Regional PROCASUR

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Sistematización de experiencias de valorización de musicalidades afro-rurales como activos culturales.

Ruta de Aprendizaje “Pasos, Tones y Sones” ACUA - PROCASUR

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AgradecimientosAgradecemos a todos quienes hicieron posible este trabajo:

A la agrupación musical Palmeras, por abrirnos las puertas de su experiencia y permitirnos conocer su historia, su presente y sus sueños de futuro.

A su director, Luis Edel Carabalí, por mantener vivo el legado de su padre, Eleazar Carabalí, notable cultor de la música tradicional nortecaucana.

A María Fernanda Carabalí, su hermana y vocera de la Palmeras, por su constante apoyo en las labores de gestión de la agrupación.

A todos los instrumentistas, bailarinas y familiares de la agrupación, por su constancia, compromiso y alegría para hacer de la cultura nortecaucana un motor de vida.

A las organizaciones regionales CETEC y AMBIENTARTE, por su trabajo con las veredas del norte del Cauca a través de su música tradicional.

A la presidenta de la vereda El Palmar, Gloria Palominos, y a toda la comunidad de la vereda, por su compromiso constante con la agrupación y la cultura local.

Al concejal de la vereda El Palmar, Heider Loboa, por apoyar desde el municipio al trabajo de la agrupación.

Y finalmente, al promotor y difusor cultural, Diego Luis Carabalí, por su continua contribución a la difusión de las manifestaciones tradicionales del norte del Cauca.

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Basado en testimonios y talleres colectivos desarrollados los días 1, 2, 3 y 9 de febrero de 2009 fundamentalmente en el Municipio de Santander de Quilichao, Departamento del Cauca, Colombia.

Investigadora Responsable: Lorena Ardito Aldana.



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1. El contexto de la experiencia de PalmerasPalmeras tiene su cuna en el Municipio de Santander de Quilichao, fundado en 1775 al norte del Departamento del Cauca, a 97 km. de Popayán, la capital departamental, y a 47 km. del Municipio de Santiago de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca. La principal vía de acceso de Santander es la terrestre mediante la carretera panamericana que atraviesa gran parte de la zona rural y parte de su cabecera municipal.

El Municipio hace parte de AMUNOCA, asociación de municipios cuya finalidad es promover el desarrollo regional sostenible, fortaleciendo la interculturalidad y la armonía entre lo humano, lo ambiental y lo productivo.

Se sitúa a 1.071 mts. sobre el nivel del mar, con una superficie total de 518 km2, temperaturas oscilantes entre 15 y 25 grados centígrados y precipitaciones entre 1.000 y 2.000 mm., destacando además por su amplia cobertura vegetal y uso del suelo, gracias a la existencia de 3 pisos térmicos. Posee una gran diversidad de fuentes hídricas, pese a lo cual no está debidamente abastecido de agua potable y acueducto.

Según proyecciones del DANE1 para el año 2008, la población actual del territorio ascendería a unos 83.938 habitantes, de los cuales 33,2% se autorreconocen como afrodescendientes (o afroquilichagüeños), 17,7% como indígenas y 49,1% como mestizos. De todos ellos, un 53% habita en la zona urbana o cabecera municipal y un 47% (lo que corresponde a 39.843 habitantes) en la zona rural. Esta última, se conforma de 104 veredas distribuidas entre las zonas montañosas y plana del municipio. Se trata entonces de un municipio tanto urbano como rural que presenta buenos niveles de alfabetización y calidad de vida en relación a los promedios departamentales de la región pacífica colombiana. No obstante, destaca el hecho de que más de la mitad de su población presenta Necesidades Básicas Insatisfechas (50,85%). Asimismo, en base a los registros del Observatorio del Delito, puede señalarse como un municipio de alta vulnerabilidad social por las causas de mortalidad (en un 66% explicadas por homicidios) y por los elevados índices de maltrato infantil, llegando a unos 382 casos asistidos en el año 20072.

El sector productivo se caracteriza por tener una vocación agropecuaria, por lo que su economía se perfila como primario exportadora mediante el cultivo de caña de azúcar, café, yuca, piña, caña panelera, plátano y la ganadería, entre los principales.

1 Departamento Administrativo Nacional de Estadística.2 Fuente: Plan de Desarrollo Comunal del Municipio de Santander de Quilichao 2008 – 2011 y DANE.

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Cabe señalar que estas actividades productivas también son fuentes de deterioro ambiental de las laderas del municipio, por el mal uso dado a los suelos principalmente en el caso de ciertos cultivos como la yuca y el maíz.

Afroquilichagüeños: de la esclavitud a la militarización

La presencia afro en la región nortecaucana, se remonta a los tiempos del régimen esclavista: en haciendas ganaderas y asentamientos mineros. Según el sociólogo colombiano José María Rojas (2006), con la abolición de la esclavitud en el año 1851 esta población se desintegra migrando a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida.

Salvo para los esclavos libertos que se quedaron en la región, para quienes el destino fue la asalarización en las haciendas republicanas. Paralelamente, la abolición hará visibles las sociedades clandestinas de cimarrones (esclavos fugados del régimen esclavista), quienes conformarán lo que se conoce como campesinado negro nortecaucano. Población profundamente afectada por la agroindustria azucarera desde inicios del siglo - XX, y por la violencia que se intensifica a partir de entonces.

“En el Departamento del Cauca han estado presentes todos los grupos guerrilleros y todos los tipos de grupos paramilitares... este no es un conflicto interno de las comunidades sino un interés externo por el control del territorio para armamentos y venta de drogas ilícitas... las comunidades están atrapadas dentro de ese conflicto de control militar...” (Alberto Rodríguez, Director de CETEC)

Contexto actual y el origen de la experiencia

Hoy, la violencia y la militarización son percibidas por los quilichagüeños como en retirada, debido a las políticas de seguridad democrática que promueven la desmovilización de grupos paramilitares y el debilitamiento de la guerrilla. No obstante, pese a dichos procesos de paz en marcha y la vigencia de la Ley 703, la población afro-rural sigue presentando el mayor grado de vulnerabilidad social, a nivel municipal y regional.

En este contexto es que hace más de 40 años emerge la agrupación musical Palmeras, en la vereda4 El Palmar. Este territorio está hoy conformado por 260 familias, sin suministro de agua potable, con accesos sin pavimentar desde la carretera Panamericana, y habitada mayoritariamente por afrocolombianos.

La agrupación parte por iniciativa de Don Eleazar Carabalí, campesino y violinista empírico5, quien reúne a los músicos de la vereda que interpretaban musicalidades populares festivas, durante las

3 Que reconoce derechos culturales, económicos, sociales y políticos a los afrodescendientes colombianos, incluyendo la titulación colectiva de tierras y el desarrollo de la etnoeducación.4 Unidad político-administrativa más pequeña del agro colombiano.5 Como se denomina en la región pacífica a los cultores autodidactas.



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tradicionales jugas6 de adoración al niño Dios, rito característico de las veredas afro del norte del Cauca. La ausencia de agrupaciones musicales dedicadas a la práctica de jugas fue así escenario propicio para que surgiera Palmeras.

“Se llama Palmeras porque somos de El Palmar. Antes era Los Palmeritos pero como que no llamaba mucho la atención... allá hay una palma que se llama el chontaduro... entonces así nació también el nombre Palmeras” (Luis Edel Carabalí, Director)

2. ¿Qué venimos a aprender de Palmeras? A nivel identitario:

• Comprender la importancia de conocer, practicar y potenciar las musicalidades locales, como punto de partida para explorar nuevas formas y prácticas musicales.

• Visualizar la relevancia de la música como espacio de articulación social, principalmente en casos en que los lazos en las comunidades están fragmentados por la violencia.

• Valorar la tradición oral y a los maestros que la han transmitido, como fuente de mística y convicción para la práctica musical.

A nivel patrimonial:

• Comprender el rol que deben cumplir las entidades públicas, locales y nacionales, en la valorización, fortalecimiento y promoción de experiencias de valorización musical afro-rural.

A nivel comercial:

• Valorar la relevancia de los espacios de difusión y en particular de los festivales folclóricos, como estrategias de difusión y comercialización.

A nivel gerencial:

• Evidenciar las alianzas con actores locales y nacionales, públicos y privados, como una herramienta útil en los procesos de valorización de la música como fuente de ingresos para sus cultores.

• Valorar la conformación de redes con otras agrupaciones similares para generar frentes comunes de acción que incidan en espacios relevantes para la valorización de su práctica musical.

6 Música tradicional del pacífico colombiano que en la región nortecaucana se interpreta al son del violín y otros instrumentos musicales que lo acompañan.

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3. Análisis de la experiencia de PalmerasDesde su fundación, Palmeras presenta un fuerte vínculo con lo cotidiano y con el entorno natural – por ejemplo, los violines en su origen eran hechizos7 de guadua8 -. Este contacto con la comunidad y el territorio ha sido un referente constante para la agrupación, que ha consolidado su práctica musical en todas las veredas del Municipio, principalmente durante el desarrollo de las jugas o fugas de adoración al niño Dios, festividades religiosas que hasta hoy se celebran entre los meses de diciembre y marzo en la región al son del violín nortecaucano.

Progresivamente, Palmeras fue despertando el interés de su comunidad por participar en instancias festivas paganas, tales como matrimonios y cumpleaños, por lo que el repertorio de la agrupación se fue ampliando a músicas folclóricas festivas, tales como pasillos y torbellinos, y a otras más bien populares de presencia mediática en la región, como porros, salsas, cumbias y rancheras. La agrupación fue así consolidándose, liderada por Don Eleazar, músico notable, campesino y maestro del semillero que hoy conforma la agrupación. La calidad musical transmitida oralmente, la presencia de dos violines, la rigurosidad y el cariño por la tradición y la comunidad, conformaron la identidad de Palmeras, “persistente como el canto de la cigarra”9.

“La mayoría de los que estamos en el grupo Palmeras en este momento somos hijos de los anteriores... ellos eran los músicos de todas estas veredas de por aquí... Venimos de raza de músicos” (Luis Edel Carabalí, Director)

Palmeras queda así formada con instrumentos fundamentalmente tradicionales: cuerdas de larga data como los violines, el contrabajo, la guitarra, el tiple y el requinto, el bombo, las maracas y la voz de las coristas. Sus músicos tienen sobre los 40 años de edad, y son acompañados por un fiel grupo de mujeres bailadoras.

Los primeros pasos hacia la construcción de estrategias de mercado

La agrupación comienza a amenizar las jugas de las veredas del Municipio y pronto tendrán una invitación a participar de la primera presentación pagana y pagada: un matrimonio, donde apenas habrían recibido unos $10.000 pesos colombianos (equivalentes a U$5,00 dólares aprox.), según recuerdan sus integrantes. Así, comienza el proceso de valorización comercial de su trabajo musical. Lo que en un comienzo era tocar por el puro placer de amenizar y mantener viva la tradición, a cambio de la alegría de los participantes, de algún trago o de la sola movilización, fue abriéndose espacio a la posibilidad de obtener ingresos que aliviaban cada tanto la economía doméstica de los cultores.7 Artesanales, poco sofisticados.8 Tipo de palma.9 Entrevista al Director de la Agrupación, Luis Edel Carabalí.



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“Hay gente que vive de la música, pero nosotros trabajamos en cualquier trabajo que resulte...” (Eliécer Lucumí, Músico)

Sus integrantes reconocen que en este proceso resulta fundamental el aporte de la administración municipal, pues son ellos quienes convocaron a Palmeras a participar de presentaciones y festividades religiosas en un comienzo, abonando el terreno para que la agrupación adquiera relevancia en el territorio y comience a acceder a invitaciones y ofertas por presentarse en vivo en otros Municipios y veredas de la región. El nacimiento de una visión de mercado incentivó a que incluyeran instrumentos no tradicionales en ciertas ocasiones, como el timbal, y la creación de letras paganas de carácter festivo.

“Échate pa ́ trá ́ y pa ́ lante ́ para que puedas bailar...”Composición de Luis Edel Carabalí

La mística impregnada por Don Eleazar, la persistencia y la calidad musical, así como la vocación comunitaria de la agrupación van transformándose en las claves para su reconocimiento como grandes exponentes de la cultura afronortecaucana, con lo que se amplía también su demanda de mercado a nivel municipal, pese a la violencia y pobreza material de su vereda.

“Palmeras tiene de especial que... algo que lo diferencia de otros grupos: tiene un compromiso folclórico, cada integrante de Palmeras lleva la cultura afro en la sangre...” (Gloria Palominos, Presidenta de la Junta de Acción Comunal, Vereda El Palmar)

Un nuevo actor entra en escena

En este escenario que emerge uno de los actores fundamentales para comprender el desarrollo de Palmeras: la Corporación para Estudios Interdisciplinarios y Asesoría Técnica (CETEC), ONG que desde el año 1985 trabaja en desarrollo rural con comunidades campesinas del norte del Cauca. En una zona de control paramilitar, su presencia en el territorio fue posibilitada por la conformación de una alianza con la Cruz Roja Internacional, legitimada por las partes en conflicto armado. Su trabajo se fue traduciendo en el establecimiento de organizaciones gerenciales de base, en estrategias de financiamiento para iniciativas comunitarias de desarrollo productivo, como el trapiche de El Palmar, y otras acciones relevantes para el desarrollo rural. Pero a partir del año 2000 la conflictividad en el Municipio se agudiza, debiendo recurrir a estrategias alternativas para mantenerse presente y al mismo tiempo al margen.

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“...esta situación de conflicto obliga a la comunidad... a fijarnos en momentos que aglutinan, que unifican a la comunidad, que le permiten el establecimiento o reestablecimiento de las formas de comunicación que se ven interrumpidas por el conflicto armado, por la violencia, por la ocupación militar, y en esto desempeña un papel y sigue desempeñando un papel muy importante el rescate de estas tradiciones”. (Alberto Rodríguez, Director CETEC)

Por iniciativa de CETEC se convoca a un grupo de músicos a investigar las manifestaciones culturales de la zona y surge la Fundación AMBIENTARTE (2000), con un sentido político, ambiental y cultural para el trabajo en las veredas. Ambas entidades son reconocidas como fundamentales por los integrantes de Palmeras para explicar su proceso de consolidación actual, pues generaron estrategias de valorización de las musicalidades tradicionales ante los jóvenes mediante talleres y encuentros musicales, y apoyaron la gestión grupal mediante algunos instrumentos musicales, la implementación de vestuarios, y el financiamiento del transporte para festivales, donde destacan los Festivales Mono Núñez (con sede en Ginebra) y Petronio Álvarez (con sede en Cali). Esta fértil alianza propició además la realización del Festival de la Cultura Nortecaucana, FECUNDA, en Santander de Quilichao, instancia de encadenamiento que permitió, además de mostrar las musicalidades locales, difundir y comercializar las artesanías y manifestaciones gastronómicas locales.

Hasta Siempre Don Eleazar

Pero a la agrupación le tocará vivir los embates del destino, cuando sucede el sentido fallecimiento de su fundador, Don Eleazar, una sacudida que marca los corazones de sus integrantes y seguidores, valiéndole el ascenso a la figura de “cultor regional del folclor”, lo que se hace patente en la segunda versión del Festival FECUNDA, realizado en su honor.

“...Palmeras es un grupo al que lo lesionó mucho la muerte de ese gran líder que fue Don Eliazar Carabalí, un gran cultor empírico”. (Edier Loboa, Concejal afro de la Vereda El Palmar, Santander de Quilichao)

No obstante, Palmeras pudo sobreponerse gracias a su persistencia característica, y a la convicción del Hijo de Don Eleazar, Luis Edel, de continuar con el legado que le dejara su padre, como relata de una de sus tantas composiciones: “Desde muy niño empecé a tocar, el violín con facilidad. A mi me enseñó apá ́. Recuerdo que él me decía, usté ́ a mí me va a reemplazar”10.

10 “La Herencia de mi papá”, Luis Edel Carabalí.



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Tiempos de cosecha: los logros de Palmeras

El año 2004, la alianza entre Palmeras, otras agrupaciones y AMBIENTARTE nuevamente rinde sus frutos en la producción del disco ecoetnoeducativo “¡táta cutáchum!”, un compilado de composiciones de las comunidades veredales, interpretadas por las mismas, lo que en el caso de El Palmar significa hasta hoy en día ser cortina musical de un programa radial de la emisora de la Universidad del Valle, en el que es locutor uno de los miembros de AMBIENTARTE.

Todo este proceso de continuidad musical, difusión y valorización de mercado, es facilitado a partir del año 2005, por el proceso de repliegue de la conflictividad político-militar. Dicho escenario, permitió el fortalecimiento de las organizaciones sociales afro-rurales, así como su participación en espacios de toma de decisiones, lo que hoy se refleja en la presencia de un concejal afro en la administración municipal, desde donde se han podido implementar políticas culturales a favor de la cultura afronortecaucana, tales como el co- financiamiento de las jugas veredales y la patrimonialización de monumentos históricos como la Capilla de Dominguillo, hecha con manos esclavas.

“En el tema ya económico... yo creo que el municipio se queda corto... en el consejo, al tema de cultura es al que menos plata le llega... y en el país también es así... El Estado siempre los recursos los manda desglosados, y... siempre lo más poquito es para cultura”. (Edier Loboa, Concejal afro de la Vereda El Palmar, Santander de Quilichao)

La conquista del violín nortecaucano

Por su parte, para la agrupación quedaba aún pendiente lograr posicionarse a nivel de la Región Pacífica colombiana, cuya instancia folclórica fundamental es el Festival Petronio Álvarez. Palmeras había participado anteriormente, pero al no existir una modalidad específica de violín, le tocaba competir con orquestas profesionales en la modalidad de estilo libre, lo que complejizaba su reconocimiento. Nuevamente la participación de CETEC y AMBIENTARTE se tornan fundamentales no sólo para Palmeras, sino que para todas las agrupaciones de violín de la zona, pues encabezaron el proceso de sensibilización sobre la relevancia de incluir una modalidad específica para su categoría.

“...tenían que haber mínimo 7 grupos, entonces nosotros... temerosos de que no hubieran, nos fuimos a las veredas con las hojas de inscripción...y aparecieron más grupos de los que pensábamos” (León Octavio Osorno, Fiscal de la Fundación AMBIENTARTE)

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Hoy, Palmeras reconoce que no sólo son afros quienes gozan y demandan por su música, sino que se ha ampliado su público también a mestizos, indígenas y blancos de todo sexo y edad, gracias a su participación en Festivales folclóricos locales y regionales, donde destaca el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, en cuya última versión (Agosto de 2008), lograron el Primer Lugar en la recientemente inaugurada modalidad de Violín Caucano.

Actualmente, la agrupación está en pleno período de presentaciones para las jugas, incluidos en el proyecto “caravanas de la amistad” - que lleva las musicalidades locales por todas las veredas del Municipio - y en espera del disco compilatorio de músicas del pacífico colombiano, en donde tuvieron la oportunidad de grabar sus creaciones en un estudio profesional de Cali, gracias a su participación en el Petronio, con el patrocinio del Programa Regional de Apoyo a las Poblaciones afro-rurales ACUA11 y la Corporación Regional PROCASUR12.

Sus desafíos y proyecciones

La organización de Palmeras es simple pero constante y eficiente, teniendo a la cabeza a un director, que es a la vez compositor y primer violín de la agrupación, una vocera, su hermana, quien desempeña las labores de coordinación operativa, y los músicos, cantadoras y bailarinas, aunque también cabe señalar como parte de la agrupación a la comunidad quilichagüeña. Aun así, reconocen que tienen desafíos pendientes tales como la generación de espacios de transmisión oral del conocimiento para que el legado de Palmeras continúe más allá de la vida de sus actuales integrantes. La inscripción legal de sus composiciones y la tramitación de una personería jurídica para la agrupación constituye otro de sus desafíos a futuro, pues ven que esos temas pendientes redundan en menos ingresos para sus integrantes.

“nos estamos viendo en la obligación de ya conformarnos como grupo, como organización... ¿para qué? Para que cuando nos cancelen dinero no nos hagan tantos descuentos...” (Luis Edel Carabalí, Director)

No viven de la música, son campesinos, lo que representa su principal dificultad para la práctica musical, pues tienen pocos espacios de difusión mediática, así como escasos aportes financieros desde el Municipio. Pero la práctica musical les permite aliviar materialmente sus condiciones de vida, principalmente en el período de las jugas. La demanda por participar en estas festividades ha ido creciendo, logrando consolidar ciclos de presentaciones de hasta 1 vez por semana entre los meses de diciembre y marzo, con pagos que pueden llegar hasta los $700.000 pesos colombianos (equivalentes a unos U$350,00 dólares aprox.), los que reparten en partes iguales entre los integrantes. No obstante, no es este beneficio el que persiguen ni valoran más, es más bien el desarrollo personal, identitario y comunitario que les permite Palmeras el que los impulsa a seguir adelante, mostrándose como una agrupación con enormes posibilidades de proyección.

11 www.programaacua.org12 www.procasur.org



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“El día que los medios de comunicación volteen a mirar... ese talento artístico que hay en grupos como Palmeras y demás, creo que la música se va a vender a muy buen precio a nivel nacional... el día que el Ministerio de Cultura reaccione... creo que ese día se van a disparar las ventas, y van a recibir unos pesitos, porque es que ya es tiempo pues de que nuestros violinistas y nuestros guitarristas... comiencen a recibir muy buenos dividendos para mejorar su estilo de vida”. (Diego Luis Carabalí, Comunicador local)

4. Conclusiones y lecciones aprendidasLa experiencia de Palmeras da cuenta en términos generales de cómo una tradición musical tradicional puede convertirse en una estrategia relevante para el desarrollo social, cultural, económico e incluso político de una comunidad afectada por la militarización, cuando este proceso es acompañado por entidades comprometidas con el trabajo territorial rural, cuando el Municipio asume un papel activo, y principalmente, cuando las agrupaciones musicales son persistentes en la mística, la calidad musical, los ensayos y el rescate de la tradición en convivencia con la innovación.

El desarrollo es concebido acá como un proceso que tiene múltiples dimensiones, no sólo se trata de mejoramiento de las condiciones materiales, sino que también del fortalecimiento de la identidad de las comunidades afro de las veredas, de la valorización de sus manifestaciones culturales tradicionales y sus antiguos cultores, y del reconocimiento ampliado de la enorme riqueza que habita en el folclor local, en este caso, la tradición del violín nortecaucano.

En relación a la visión de mercado, la experiencia destaca por visualizar los festivales como espacios fundamentales de difusión y posicionamiento, aprovechando al máximo estas instancias, al tiempo que por ampliar su repertorio desde lo tradicional hasta lo festivo y lo popular. Los logros de este proceso se van expresando en la consolidación de ciertos ciclos de presentaciones pagas, como lo es actualmente el período de jugas veredales entre los meses de diciembre y marzo.

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Lecciones aprendidas: ¿Qué nos enseña la experiencia de Palmeras?

• El legado musical de maestros y antepasados es parte de la mística de las agrupaciones, siendo fuente de perseverancia en momentos de crisis, por lo que se hace evidente la necesidad de investigar quienes son esos maestros, valorarlos y cuidar su legado.

• La tradición oral no necesariamente implica menor calidad musical. Es el ensayo y el aprendizaje con grandes maestros muchas veces el que permite mejorar la calidad de los músicos empíricos.

• Es importante buscar las musicalidades propias del territorio, para fortalecer la identificación de la comunidad con la agrupación y como punto de partida para explorar innovaciones. Esto se hace manifiesto en las letras de las composiciones, en las decisiones sobre la instrumentación, en el tipo de ritmos y géneros a interpretar y en la elección de repertorios adecuados para cada ocasión.

• En contextos afectados por la violencia, los espacios de prácticas musicales y en general culturales son una herramienta eficiente de cohesión social y rearticulación de los lazos entre los habitantes de las comunidades, por lo que se hace necesario potenciarlos.

• El establecimiento de alianzas con instituciones gubernamentales o no gubernamentales, y con otras agrupaciones o aliados estratégicos, resulta fundamental, por lo que se sugiere tejer redes con dichas entidades, aun cuando en principio no reporten ganancias materiales para la agrupación: la difusión puede ser concebida como una inversión de mediano y largo plazo.

• Identificar y aprovechar los espacios de difusión, tales como festivales folclóricos, resulta relevante para diseñar estrategias de difusión que redunden en futuras oportunidades de ingresos para los cultores de musicalidades afro-rurales.

• Resulta fundamental que las entidades públicas locales y nacionales visibilicen, valoren y fomenten las musicalidades y agrupaciones locales, a través de políticas públicas pertinentes que permitan dan curso a acciones tales como: i) su inclusión en los currículum escolares tanto de las temáticas de afrodescendencia, como de la propia práctica musical, ii) la capacitación musical de los integrantes y potenciales integrantes de agrupaciones, iii) el financiamiento de aspectos logísticos tales como el acceso a instrumentación, la movilización para presentaciones fuera del territorio, etc., iv) la creación de fondos públicos concursables para investigar las musicalidades y agrupaciones locales, así como para producir y comercializar soportes de difusión fonográficos y audiovisuales, y v) la asistencia en la gestión de las agrupaciones para fortalecer su proceso de desarrollo, en áreas tan relevantes como los Derechos de Autoría, los aspectos gerenciales y el desarrollo territorial rural basado en activos culturales.



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Fuentes ConsultadasPlan de Desarrollo Comunal del Municipio de Santander de Quilichao 2008 – 2011, bajo la administración del alcalde Juan José Fernández Mera

CETEC. Corporación para Estudios Interdisciplinarios y Asesoría Técnica, documento institucional

La organización social campesina y su inclusión social y económica, José María Rojas Guerra, CETEC, 2006

Red colombiana COLOMBIESTAD, de difusión de información estadística, patrocinada por la DANE: http://www.colombiestad.gov.co

Sitio oficial municipal http://www.santanderdequilichao-cauca.gov.co/sitio.shtml

Anexo 1: Mensajes de los integrantes de la agrupación para los ruteros

“Voluntad y afecto”

“El aporte que me gustaría dar a otros grupos sería musical”

“Tener un día muy armonioso”

“Señores de otros grupos, el día que vengan tendrán un día excelente”

“El recibimiento que yo le daría a los grupos que vengan será recuerdos con gran cariño y compartir nuestras experiencias hasta hoy”

“Queremos estar en una integración con ustedes”

“El aporte que haría a otros campesinos sería aportar lo que yo aprendí en el bajo” “Espero al grupo que viene a visitarnos con los brazos abiertos”

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La Corporación PROCASUR es una organización global especializada en cosechar y escalar innovaciones locales. La misión de la organización es fomentar el intercambio de conocimientos locales para terminar la pobreza rural. Al compartir las innovaciones a través de variadas herramientas y metodologías para la gestión del conocimiento local, la organización conecta instituciones globales con talentos locales, y proporciona plataformas estructuradas de aprendizaje necesarias para difundir y escalar innovación. Procasur ha facilitado oportunidades de aprendizaje en más de 30 países en África, Asia, y América Latina y el Caribe, influyendo en la vida y el sustento de miles de talentos locales en todo el mundo. Para conocer más, visite www.procasur.org.

América Latina y el Caribe

Heriberto Covarrubias 21 Of. 705 Ñuñoa, casilla 599.

Santiago, Chile.Tel: +56 2 23416367

http://americalatina.procasur.org

África

Shelter Afrique Building, 2nd Floor, Mamlaka Road, off Nyerere Road. P.O.

Box 25965 - 00100 Nairobi, Kenia.Tel: +254 20 2716036

http://africa.procasur.org

Asia y Pacífico

209/34 Moo 10, Chiang Mai-Hangdong Road, T. Padad, A.Muang, Chiang Mai

50000 Tailandia.Tel: +66 53272362

http://asia.procasur.org

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