problemas metodológicos de las ciencias sociales, e. nagel

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Ernst Nagel, Problemas Metodológicos de las ciencias sociales- Filosofías de la Ciencia Social 1 4. Problemas metodológicos de las ciencias sociales * (1961). Ernst Nagel. Traducción María Inés Pazos El estudio de la sociedad humana y de la conducta humana moldeados por las instituciones sociales han sido cultivadas por aproximadamente tanto tiempo como lo ha sido la investigación de los fenómenos físicos y biológicos. Sin embargo, gran parte de la “teoría social” que ha surgido de esos estudios, tanto en el pasado como en el presente, es filosofía social y moral más bien que ciencia social, y está constituida en gran medida de reflexiones generales sobre la “naturaleza del hombre”, justificaciones y críticas de distintas instituciones sociales, o esbozos de etapas en el progreso o caída de las civilizaciones. Aunque las discusiones de este tipo usualmente hacen incursiones penetrantes en las funciones de distintas instituciones sociales en la economía humana, raramente pretenden estar basadas en revisiones sistemáticas de datos empíricos sobre la operación real de las sociedades. Si tales datos llegan a mencionarse su función es en su mayor parte anecdótica, sirviendo para ilustrar más bien que para poner a prueba de manera crítica alguna conclusión general. A pesar de la larga historia del interés activo en los fenómenos sociales, la producción experimental y recolección metódica de evidencia para establecer creencias acerca de ellas son de origen relativamente reciente. Pero en cualquier caso, en ningún área de la investigación social se ha establecido un cuerpo de leyes generales, comparable con teorías importantes en las ciencias naturales en cuanto a poder explicativo o capacidad para producir predicciones precisas y confiables. Por supuesto, es verdad que, bajo la inspiración de los impresionantes logros teóricos de la ciencia natural, se han construido repetidamente sistemas comprensivos de “física social”, que se proponen dar cuenta de la gama completa de las estructuras institucionales y cambios que se han mostrado a lo largo de la historia humana. Sin embargo, estas ambiciosas construcciones son producto de nociones dudosamente adecuadas de qué constituye un procedimiento científico aceptable y, aunque algunas de ellas continúan teniendo adherentes, ninguna se mantiene bajo un escrutinio cuidadoso. Los estudiantes más competentes de hoy no creen que sea posible alcanzar en un futuro próximo una teoría garantizada empíricamente, capaz de explicar la variedad completa de fenómenos en términos de un conjunto único de asunciones integradas. Además, muchos científicos sociales son de la opinión de que aún no ha llegado el tiempo ni siquiera a teorías diseñadas para explicar sistemáticamente rangos muy limitados de fenómenos sociales. Ciertamente, cuando se han intentado tales teorías de alcance limitado, como en economía y en menor escala en el estudio de la movilidad social, su valor empírico ha sido visto ampliamente como algo todavía no establecido. En una extensión considerable, los problemas tratados en muchos centros actuales de investigación social empírica se admite que se ocupan de problemas de dimensiones moderadas y usualmente de poca importancia. Generalmente también se reconoce que en las ciencias sociales no hay nada como la unanimidad casi completa usualmente encontrada entre trabajadores competentes en las ciencias naturales en cuanto a lo que se considera un hecho establecido, cuáles son las explicaciones razonablemente satisfactorias (si hay alguna) para los hechos asumidos, y cuáles son los procedimientos válidos en una investigación aceptable. Indudablemente, también en ciencias naturales hay desacuerdos en esas cuestiones. Pero normalmente esto ocurre en las fronteras del avance del conocimiento; y, excepto en aéreas de investigación que impacten mucho * De Ernst Nagel The Structure of Science, London, Routledge & Kegan Paul, 1961, pp.447-449.. Muchos de esos sistemas son teorías de un “único factor” o teorías de la “causa clave”. Identifican alguna “variable” – como el ambiente geográfico, el entorno biológico, la organización económica o las creencias religiosas, para mencionar sólo algunosen términos de los cuales han de ser entendidos los órdenes institucionales y el desarrollo de las sociedades.

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E. Nagel, ProblemasMetodologicosDeCienciasSociales

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Page 1: Problemas metodológicos de las Ciencias Sociales, E. Nagel

Ernst Nagel, Problemas Metodológicos de las ciencias sociales- Filosofías de la Ciencia Social 1

4. Problemas metodológicos de las ciencias sociales* (1961).

Ernst Nagel.

Traducción María Inés Pazos

El estudio de la sociedad humana y de la conducta humana moldeados por las instituciones sociales han sido cultivadas por aproximadamente tanto tiempo como lo ha sido la investigación de los fenómenos físicos y biológicos. Sin embargo, gran parte de la “teoría social” que ha surgido de esos estudios, tanto en el pasado como en el presente, es filosofía social y moral más bien que ciencia social, y está constituida en gran medida de reflexiones generales sobre la “naturaleza del hombre”, justificaciones y críticas de distintas instituciones sociales, o esbozos de etapas en el progreso o caída de las civilizaciones.

Aunque las discusiones de este tipo usualmente hacen incursiones penetrantes en las funciones de distintas instituciones sociales en la economía humana, raramente pretenden estar basadas en revisiones sistemáticas de datos empíricos sobre la operación real de las sociedades. Si tales datos llegan a mencionarse su función es en su mayor parte anecdótica, sirviendo para ilustrar más bien que para poner a prueba de manera crítica alguna conclusión general. A pesar de la larga historia del interés activo en los fenómenos sociales, la producción experimental y recolección metódica de evidencia para establecer creencias acerca de ellas son de origen relativamente reciente.

Pero en cualquier caso, en ningún área de la investigación social se ha establecido un cuerpo de leyes generales, comparable con teorías importantes en las ciencias naturales en cuanto a poder explicativo o capacidad para producir predicciones precisas y confiables. Por supuesto, es verdad que, bajo la inspiración de los impresionantes logros teóricos de la ciencia natural, se han construido repetidamente sistemas comprensivos de “física social”, que se proponen dar cuenta de la gama completa de las estructuras institucionales y cambios que se han mostrado a lo largo de la historia humana. Sin embargo, estas ambiciosas construcciones son producto de nociones dudosamente adecuadas de qué constituye un procedimiento científico aceptable y, aunque algunas de ellas continúan teniendo adherentes, ninguna se mantiene bajo un escrutinio cuidadoso. Los estudiantes más competentes de hoy no creen que sea posible alcanzar en un futuro próximo una teoría garantizada empíricamente, capaz de explicar la variedad completa de fenómenos en términos de un conjunto único de asunciones integradas. Además, muchos científicos sociales son de la opinión de que aún no ha llegado el tiempo ni siquiera a teorías diseñadas para explicar sistemáticamente rangos muy limitados de fenómenos sociales. Ciertamente, cuando se han intentado tales teorías de alcance limitado, como en economía y en menor escala en el estudio de la movilidad social, su valor empírico ha sido visto ampliamente como algo todavía no establecido. En una extensión considerable, los problemas tratados en muchos centros actuales de investigación social empírica se admite que se ocupan de problemas de dimensiones moderadas y usualmente de poca importancia.

Generalmente también se reconoce que en las ciencias sociales no hay nada como la unanimidad casi completa usualmente encontrada entre trabajadores competentes en las ciencias naturales en cuanto a lo que se considera un hecho establecido, cuáles son las explicaciones razonablemente satisfactorias (si hay alguna) para los hechos asumidos, y cuáles son los procedimientos válidos en una investigación aceptable. Indudablemente, también en ciencias naturales hay desacuerdos en esas cuestiones. Pero normalmente esto ocurre en las fronteras del avance del conocimiento; y, excepto en aéreas de investigación que impacten mucho

* De Ernst Nagel The Structure of Science, London, Routledge & Kegan Paul, 1961, pp.447-449..

Muchos de esos sistemas son teorías de un “único factor” o teorías de la “causa clave”. Identifican alguna “variable” –como el ambiente geográfico, el entorno biológico, la organización económica o las creencias religiosas, para mencionar sólo algunos– en términos de los cuales han de ser entendidos los órdenes institucionales y el desarrollo de las sociedades.

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en cuestiones morales o religiosas, estos acuerdos se resuelven generalmente con razonable rapidez cuando se obtiene evidencia adicional o cuando se desarrollan mejores técnicas de análisis. En contraste, las ciencias sociales producen siempre la impresión de que son un campo de batalla para escuelas de pensamiento en guerra interminable, y que aún los temas que hay estado bajo estudio prolongado e intensivo permanecen en la periferia inestable de la investigación. En cualquier caso, es de público conocimiento que los científicos sociales continúan divididos en puntos centrales de la lógica de la investigación social que están implícitos en las cuestiones mencionadas antes. En particular, hay una divergencia de larga data en los objetivos científicos entre aquellos que ven los sistemas explicativos y los métodos lógicos de las ciencias naturales como modelos a ser imitados en investigación social, y aquellos que piensan que es fundamentalmente inadecuado para las ciencias sociales buscar teorías explicativas que empleen distinciones “abstractas” alejadas de la experiencia familiar y que requieran en su apoyo evidencia públicamente accesible (o intersubjetivamente válida).

En suma, las ciencias sociales hoy en día no poseen sistemas de explicaciones de amplio alcance juzgados adecuados por una mayoría de estudiantes profesionalmente competentes, y están caracterizadas por serios desacuerdos en cuestiones metodológicas tanto como sustantivas. En consecuencia, se ha cuestionado a menudo la propiedad de llamar “ciencia real” a cualquiera de las ramas existentes de la investigación social –comúnmente sobre la base de que, aunque tales investigaciones hay proporcionado grandes cantidades de información frecuentemente confiable acerca de asuntos sociales, estas contribuciones son más que nada estudios descriptivos de hechos sociales específicos en ciertos grupos humanos históricamente situados, y no suministran leyes estrictamente universales acerca de los fenómenos sociales. No sería de utilidad discutir más un asunto enmarcado de este modo, particularmente debido a que los requisitos para ser una ciencia genuina que asumen tácitamente en la mayoría de los cuestionamientos conducen al resultado poco esclarecedor de que aparentemente ninguna rama de investigación, excepto unas pocas de la física, merecen la designación honorífica. En cualquier caso, para los propósitos actuales será suficiente notar que, aunque los estudios descriptivos de hechos sociales localizados caracterizan a mucha investigación social, esta sentencia no resume adecuadamente sus logros. Esto es así porque las investigaciones sobre el comportamiento humano también han hecho evidentes (con la ayuda creciente, en años recientes, de técnicas de análisis cuantitativo en rápido desarrollo) algunas de las relaciones de dependencia entre los componentes de diversos procesos sociales; y esas investigaciones han proporcionado así, asunciones generalizadas fundadas de modo más o menos firme para explicar muchos rasgos de la vida social, tanto como para construir políticas sociales con frecuencia efectivas. Con seguridad las leyes o generalizaciones concernientes a fenómenos sociales a que da lugar la investigación social actual son por mucho de rango de aplicación más restringido, están formuladas en términos menos precisos, y son aceptables como fácticamente correctas sólo si se entiende que están rodeadas de un número de cualificaciones tácitas y excepciones mucho mayores que la mayoría de las leyes comúnmente citadas de las ciencias físicas. En estos aspectos, sin embargo, las generalizaciones de la investigación social no parecen diferir radicalmente de generalizaciones propuestas actualmente en dominios usualmente vistos como subdivisiones incuestionablemente respetables de la ciencia natural –por ejemplo, en el estudio del fenómeno de la turbulencia y en embriología.

La tarea importante es, con seguridad, obtener alguna claridad en puntos los metodológicos fundamentales y en la estructura de la explicación en las ciencias sociales, más bien que otorgar o negar títulos honoríficos...