principios de la dsi (umch)
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Cuestionario UMCH respondiendo con pasajes de la BibliaTRANSCRIPT
INJUSTICIA
Lev. 19,15: “No deben hacer injusticia en el juicio. No debes tratar con parcialidad
al de condición humilde, y no debes preferir la persona de un grande. Con justicia
debes juzgar a tu asociado.”
1 Jn 5,17: “Toda injusticia es pecado; y sin embargo, hay un pecado que no
incurre en la muerte”
Isa 1,17: “¡Aprendan a hacer el bien, esfuércense en hacer lo que es justo,
ayuden al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan los derechos de la
viuda!”
FALTA DE CARIDAD
Lc 12,3-4: “y dijo: ‘En verdad les digo: Esta viuda, aunque pobre, echó más que
todos ellos. Porque todos estos echaron dádivas de lo que les sobra, mas esta
echó, de su indigencia, todo el medio de vivir que tenía.’”
1 Jn 3,17: “Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener
necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en él?”
Mt 5,42: “Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado , no se lo
rehúses.”
Snt 2,15-16: “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen
necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en
paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el
cuerpo, ¿de qué les sirve?”
EGOÍSMO
Fip 2,3: “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad
consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.”
1Co 10,24: “Que nadie busque sus propios intereses sino los del prójimo.”
Mc 10,21-25: “Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús
respondiendo de nuevo, les dijo: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios!
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre
en el reino de Dios.”
“La gran obra de reconciliación debe incluir la mejora de las infraestructuras y
cubrir las necesidades materiales pero, también, y lo más importante todavía,
promover la dignidad humana, el respeto de los derechos humanos”
Papa Francisco, durante su visita a Sri Lanka. 13.Ene.2015
“Ya no hay varón ni mujer, todos sois uno en Cristo Jesús”
San Pablo. Gal 3,28
"Hoy se exalta con frecuencia el placer, el egoísmo, o incluso la inmoralidad en
nombre de falsos ideales de libertad y felicidad. La pureza de corazón, como toda
virtud, exige un entrenamiento diario de la voluntad y una disciplina constante
interior. Exige, ante todo, el asiduo recurso a Dios en la oración"
San Juan Pablo II
EXTREMA POBREZA – PERÚ
Tenemos presentado en este video una realidad que no es ajena a nosotros
por conocimiento, pero si por desinterés. Muchas veces, como es el caso, se ha
presentado en canales de televisión historias como esta, con semejanzas entre
cada una, inclusive existen espacios de ayuda social en nuestros medios, pero el
desinterés nos convierte en cómplices del manejo que nuestro gobierno le da a
estos casos.
Adentrándonos en el video observado, uno puede notar como la lucha por la
subsistencia cada vez es más complicada. El sufrimiento se debe anestesiar con
la búsqueda de ingresos para el hogar. Y las lágrimas se deben secar antes de
que aparezcan, si es que quedan algunas.
El concepto de dignidad humana se pierde entre los sonidos de nuestra capital,
y ojo que esta realidad no solo es local, sino más bien, nacional. La defensa de
derechos humanos escrita en papel es reconfortante, un respaldo pensamos.
Pero como bien dicen, el papel aguanta de todo, incluso mentiras con maquillaje
de mundo perfecto.
Producto de la migración interna dada en forma masiva a partir de los años 40,
muchas familias han seguido esa línea y se han encontrado con indiferencia,
discriminación por parte de la capital nuestra. Esto sumado a lo copado que
estaban ya los pocos terrenos disponibles, conllevó a que estas personas se
asentaran en los únicos lugares donde no existían propietarios, es cierto, tampoco
servicios, pero les daba un lugar donde residir.
El hecho de presentar a este tipo de familia que vive en extrema pobreza, en
forma de porcentaje, no ayuda a sensibilizar a los demás. Hacer un análisis para
mostrar una cifra, y no para desarrollar una forma de apoyo, es denigrante. Si el
gobierno no es el primero en hacer hincapié en este tema, como espera que el
país se solidarice y se una, como se ha visto en casos de desastres naturales. Es
que acaso la idea no es prevención, es que acaso no se ha repetido hasta la
saciedad ese término “inclusión social” por el que tanto se inflan el pecho nuestras
autoridades.
Es verdad, la indiferencia no solo es un tema de falta de promoción. Los que
tienen una posición social y económica más alta, muchas veces hacen gala de
ello sin importar, que existan personas con necesidades extremas, con carencias
que nadie debería tener. Seamos sinceros, en la calle vemos muchas personas
indigentes, cuantas veces al menos los habremos visto sin alejarnos para
mantener distancia. Tal vez no seamos pudientes, pero podemos ayudar con lo
poco que tenemos. Alguien necesita más que nosotros en algún momento.
Y si la falta de interés la unimos con la ignorancia (falta de estudios) de estas
personas, encontraremos una mezcla tan dañina como fuego y gasolina. Porque
esa ignorancia, no solo es en materia de números o letras, también lo es en
cuanto a su derecho como ciudadano, su participación es por demás nula.
Como podrían, si no se les ayuda, si la misma comunidad sigue su camino sin
mirar hacia arriba, allá donde los cerros tienen ventanas.
Hasta cuando seguiremos con la indiferencia tatuada en nuestros ojos, con los
oídos tapados al clamor de quienes parecen no tienen voz.
La historia que apreciamos es una en más de 2 millones de casos similares con
pequeñas diferencias que hacen cada historia más triste, y más cierta. Vivir esas
carencias con los ojos de la persona te hace diferenciar que el sufrimiento que
ves no es duro, es horrible. Te hace agradecer por lo que tienes, cada día.