8/17/2019 POSDATA, El Comercio_2016-04-26_#32

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Martes 26 de abril del 2016POSDATA -32-

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JUAN PONCE

“Sentido común. Es lo que no le puede faltar a un piloto de monster trucks”, nos dice Phreed. El show se presentará en el Jockey Club, las entradas se pueden adquirir en Teleticket y en la ventanilla del evento.

ENTREVISTA 

SHANEPHREED Piloto de monster trucks

Nací hace 42 años en Florida. Soy padre de Faith, ella tiene 7años. Comencé trabajando con monster jams ahora lo hagocon AMTA. He manejado cerca de 40 monster trucks. Antes fui

bombero y tuve una tienda de repuestos para vehículos.

“Los monster trucksson el deporte amotor más seguro”RENZO GINER VÁSQUEZrenzo.giner@comercio.com.pe

Los monster truckspesan más de 10toneladas, midenmás de 4 metrosde alto, tienen

motores de 12 mil caballosde fuerza y Shane los domi-na desde hace 18 años. Elpiloto se presentará estefin de semana en un espec-táculo que juntará a ochomonster trucks, motoci-

clistas y una banda en vivo.

—¿Qué es lo que más te gus-ta de este trabajo?

 Ver la cara de los niños, te-ner ese acercamiento con laspersonas en cada espectácu-lo. Este es el único deporte deautos donde de verdad pue-des conocer gente.

—¿Y lo que menos te gusta?El calendario, porque memantiene alejado de mi casa

 y de mi hija. Mucha gente di-ce que vivo un sueño, pero ya

lo he hecho por tanto tiempoque ahora solo es un trabajo.

—¿Cuánto dinero se invier-te en este tipo de vehículos?En realidad es bastante dine-ro, la inversión está entre losUS$20 y US$50 mil.

—En todos los shows ve-mos que los carros termi-nan con serios daños…Bueno, estos vehículos pe-san más de 4 toneladas, esde imaginarse que algo seromperá [risas]. Si quieres

cuidarlo y mantenerte tran-quilo claro que no romperásnada, pero si quieres brindarun verdadero espectáculoalgo, inevitablemente, ter-minará roto.

—¿Qué sientes al estar arri-ba de uno de esos carros?

 Ya no pienso en eso, me con-centro en dar lo mejor y pen-sar qué romperé esta vez ycuánto tiempo me tomarárepararlo. Cuando recién co-

mencé estaba nervioso peroahora ya no me preocupo,mientras más alto llegue esmejor.

—¿Esto fue un sueño quetenías desde pequeño?No y te lo puedo jurar. Esmás, nunca pensé que esta-ría haciendo esto. Mi sueñoes estar en casa con mi hija,pero aún hay cuentas que pa-gar [risas].

—¿Cómo terminaste en es-to entonces?Tenía una tienda de acceso-rios para autos. Un día unshow de monster trucks llegóal pueblo donde vivía y nospidieron que fuéramos susauspiciadores. Me parecióuna buena idea, así que unpar de días después la tiendaestaba llena de promocio-nes. Llegó el día del espec-táculo, me invitaron y de re-pente el organizador me dijoque tenía un traje en su ca-mión que me podría quedar.Pensé que sería un regalo, asíque acepté. Dos minutos des-pués estaba dentro de esosmonstruos. Recuerdo queestaba tan nervioso la prime-ra vez que pasé sobre un ca-

“Mi primer showfuera de EstadosUnidos fue enLima. Ahorame impresiona ver cuánto hacambiado todo”.

ces que he dejado esto porseis meses lo he extrañado.Es como una adicción.

—¿No es esto un espectá-culo de irresponsabilidad?No, somos bastante respon-sables.

—¿Pero hay reglas en me-dio de tanta destrucción?Tenemos muchas reglas deseguridad. Cuidamos des-de tener las llantas sujetas

con cables para que si se des-prenden no caigan encimade alguien hasta extintoresen todo el auto. Además,existe un control para apa-gar el camión desde afuera.Desde la cabina no puedes

 ver todo, si un ayudante veque estás en riesgo lo apaga-rá. Los monster trucks son eldeporte a motor más segurodel mundo.

—¿Te has lesionado?Sí. Hace muchos años, las co-sas eran diferentes. Me frac-turé la espalda y la cadera.

—¿Pensaste en dejar esto?

Solo dejaría esto si mi hija melo pidiera. Pero ella lo ama,tiene 7 años y cada vez quepuede sube a manejar el ca-mión.

—¿Qué expectativa tienespara tu presentación acá?Hay algo muy curioso. Miprimer show fuera de EE.UU.fue en Lima, hace 18 años.

 Ahora me impresiona vercuánto ha cambiado todo.Tenemos cuatro funcionesaquí [del 29 de abril al 1 demayo] y todos saldrán locosde ellas. Lo prometo.

rro que mi mente quedó enblanco, de repente las llantasestaban en el aire. Fue salva-

 je, quedé sin aliento.

—Más allá de las cuentas,¿por qué sigues en esto?El primer fin de semana queestuve con ellos vi a los fans, alos niños, el espectáculo y meencantó la adrenalina.

—¿Cuándo te retirarás?Lo he pensado mucho. Meimagino pescando, pasean-do con la familia. Pero las ve-