periÓdico alma mater 632 junio de 2014

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Nº 632 Medellín, junio de 2014 SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • [email protected]ISSN 1657-4303 Convenio histórico con el Max Planck El Acceso Abierto y su ciencia Con una bacteria controlarán el dengue El fútbol pasa al tablero Página 4 Página 2 Página 23 Página 15 Página 26 Fotoilustración Juan Andrés Álvarez Castaño Elecciones presidenciales, dos miradas en juego Elecciones presidenciales, dos miradas en juego

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PERIÓDICO ALMA MATER N° 632 JUNIO DE 2014

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Page 1: PERIÓDICO ALMA MATER 632 JUNIO DE 2014

Nº 632 Medellín, junio de 2014 SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • [email protected] • ISSN 1657-4303

Convenio histórico con el Max Planck

El Acceso Abierto y su ciencia

Con una bacteria controlarán el dengue

El fútbol pasa al tablero

Página 4

Página 2Página 23

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2Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

La de Antioquia y la Nacional, sedes de institutos Max Planck en Colombia

Con toda la celeridad del caso las directivas de las universidades de Antioquia y Nacio-nal de Colombia, en

conjunto con Colciencias, respon-dieron al desafío que planteó Peter Gruss, presidente de la Sociedad Max Planck, tras su visita al país a finales de 2013.

“El profesor Gruss —máxi-mo representante de la institu-ción alemana, líder mundial en investigación básica— quedó gratamente impresionado por la presentación que le hicimos de nuestro sistema de investigación. Ahora buscaremos posibilidades de cooperación, que pueden in-cluir la creación de un instituto asociado con ellos“, expresó en su momento el rector de la Alma Máter, Alberto Uribe Correa.

Hoy esta prometedora alianza comienza a hacerse realidad con el convenio suscrito a mediados de mayo en Berlín entre los represen-tantes de la Sociedad Max Planck, y de las universidades de Antioquia y Nacional y Colciencias, para generar investigaciones conjuntas e intercambio de investigadores y logística científica.

“Firmamos el memorando de entendimiento para el estableci-

miento de seis grupos de inves-tigación en Colombia: tres en la Universidad Nacional y tres en la Universidad de Antioquia”, explicó el vicerrector de Investigación de la Universidad de Antioquia Fanor Mondragón Pérez.

“Hay muchas cosas aquí en Colombia que no tenemos en Alemania. Por eso tiene mucho sentido combinar el esfuerzo de ambas partes en ciencia”, indicó en su visita en noviembre pasado, Peter Gruss.

La cooperación comienza con dos áreas donde el país tiene mucho que aportar al desarrollo científico mundial: biotecnología y enfermedades tropicales.

La formación de seis grupos

de investigación conjunta entre institutos alemanes y las dos universidades colombianas es el primer paso. Varios institutos Max Planck del área de salud, en particular el de Biología de Infec-ciones (con sede en Berlín) y el de Medicina Experimental (localiza-do en Gotinga) tendrán estrecha colaboración con la Universidad de Antioquia. También se traba-jará en el área de biodiversidad para usos terapéuticos, en co-laboración con el Instituto Max Planck de Coloides e Interfaces, que tiene sede en Postdam.

Internacionalización de la ciencia

“Esta es una excelente noticia

para la ciencia en Colombia por-que permitirá iniciar intercambio científico al más alto nivel con los institutos Max Planck”, enfatizó el vicerrector Fanor Modragón.

El rector de la Universidad de Antioquia consideró como un gran paso en la internacionali-zación científica del país este convenio que contempla inter-cambio de científicos, proyectos conjuntos, intercambio de estu-diantes de doctorado y cupos para posdoctorados, además de seminarios y talleres conjuntos, y espacios para otras actividades y estrategias que enriquezcan la generación de conocimiento.

“No me cabe ninguna duda de que es un paso fundamental en la investigación en Colombia y en América Latina. Es la verdadera internacionalización con una de las instituciones más fuertes, más distinguidas y con mayor experien-cia en la producción científica”, manifestó Uribe Correa.

Por último, el rector recalcó el carácter no solo internacional sino interinstitucional del conve-nio con el que las dos principales universidades públicas del país y Colciencias procuran generar co-nocimiento desde sus fortalezas investigativas.

Parte de la delegación colombiana en Alemania: Alberto Uribe Correa, rector de la Universidad de Antioquia; Ignacio Mantilla, rector de la Universidad Nacional; Gabriela Delgado, directora de Fomento a la Investigación de Colciencias; Juan Mayr Maldonado, embajador en Alemania y Fanor Mondragón, vicerrector de Investigación de la Alma Mater.

El nuevo aliado es un gigante de la ciencia mundial. La Sociedad es una entidad no gubernamental, autónoma, de financiación principalmente pública. Integra 82 institu-tos que investigan en todas las áreas de la ciencia básica, desde nanociencia hasta historia del arte. De sus grupos han surgido 17 premios Nobel desde 1946, y en 2013 tuvo un presupuesto de 1,5 billones de euros.

Sociedad Max Planck

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3Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Se buscan participantes para estudio sobre Alzheimer

Más de 30 millones de personas en el mundo sufren la enfermedad de Alzheimer, una dolencia que deteriora el cerebro y causa pérdida progresiva de memoria y de lenguaje, deficiencias cognitivas y otros efectos devastadores tanto para las personas

que lo padecen como para sus familias. Científicos e instituciones de todo el mundo buscan comprender, tratar y prevenir esta dolencia.

Como es sabido, uno de los focos de investigación sobre el tema más prometedores del mundo está en la Universidad de Antioquia con el grupo Neurociencias de Antioquia que lidera el médico Francisco Lopera, y que es reconocido en el mundo por el gigantesco trabajo en equipo realizado durante tres décadas para detectar, caracterizar y trabajar la enfermedad desde lo médico, lo social y lo epidemiológico.

En todo este tiempo el equipo ha hecho hallazgos de trascen-dencia: constató la existencia de una vía hereditaria de transmisión de la enfermedad en Antioquia; en colaboración con la Universidad de Washington, Estados Unidos, detectó una mutación genética que afecta a los descendientes de ciertas familias en la región —la denominada ‘mutación paisa’— y estableció la importancia del trabajo social con las familias y comunidades.

Ahora, el grupo cuenta con suficientes evidencias para pensar que ciertos tratamientos, que aun están en periodo de prueba, podrían retrasar la aparición de la enfermedad en personas sanas con riesgo genético de desarrollarla. Pero aún hay mucho que investigar antes de llegar a una conclusión. Por eso comenzó un importante estudio colaborativo internacional para evaluar posi-bles terapias, y la sociedad está convocada a participar.

¿Quiénes pueden participar en el estudio?Personas sanas con antecedentes familiares de Alzheimer pre-

coz pueden participar en el estudio. El profesor Lopera indicó las condiciones: “Está en riesgo una persona que tenga en su familia alguien afectado con pérdida de memoria, iniciada a edad muy temprana, a los 40 o 45 años. Además, que ese familiar haya de-sarrollado demencia, es decir, perdido la memoria a un grado tal que requiere de un cuidador para sus actividades diarias”.

Precisa el investigador que el estudio de una terapia preventiva para la enfermedad de Alzheimer se está haciendo en personas sanas, entre 30 y 60 años, que tengan alto riesgo de contraer la enfermedad por pertenecer a un grupo familiar con Alzheimer precoz hereditario.

Quienes estén en este grupo de riesgo, pueden comunicarse con el Grupo de Neurociencias de Antioquia al teléfono 2196664, en Medellín, o al celular 3137161810. En dichos números los interesados serán atendidos y orientados para saber si efectiva-mente coinciden con las características de riesgo y si pueden ser convocados a participar en el estudio. De igual modo, en el sitio web neurociencias.udea.edu.co, los interesados pueden llenar una encuesta que les ayudará a saber si pueden ser participantes.

Estricto protocolo médicoHay que reiterar que la investigación se hará con personas sa-

nas pero en alto riesgo de padecer la enfermedad, y cuenta con un estricto protocolo médico para evitar poner en riesgo la salud del participante. Si el familiar que ya desarrolló la enfermedad está vivo, se evalúa también para verificar el riesgo genético. “La persona que ya desarrolló la enfermedad debe evaluarse con un examen de sangre para ver si tiene la mutación paisa; si la tiene, sus familiares sanos de 30 a 60 años podrían participar en el es-tudio”, reiteró el profesor Lopera.

Las personas que ya tienen problemas de memoria, padecen de demencia o presentan otros síntomas de la enfermedad de Alzhei-mer no pueden participar en este estudio, que está diseñado sólo para prevenir la enfermedad en personas sanas con alto riesgo.

Este estudio sobre terapia preventiva es el primero y el más im-portante que se está desarrollando en el mundo. Otros dos estudios del mismo tipo, que se llevan a cabo en Estados Unidos, tienen otras metodologías y se dirigen a diferentes poblaciones. Dado que el grupo con la llamada “mutación paisa” es la población con Alzhei-mer genético precoz más grande del mundo, los ojos de la ciencia mundial y muchas esperanzas están puestos sobre este estudio.

“ Un compromiso con la excelencia académica y la formación científica al más alto nivel”. Así definió Fabio Giraldo, director de Posgrado de la Universidad de Antioquia, las veinte becas que la institución otorgó para adelantar estudios doctorales.

La entrega de las becas, un esfuerzo coordinado de la Vicerrectoría de Investigación y la Dirección de Posgrados, a través del CODI –comité para el desarro de la investigación– y el Sistema Universitario de Posgrados, se oficializó el 12 de mayo.

“Aunque es un aporte pequeño frente a la magnitud de la necesidad de doctores en el país, es un gran ejemplo de que desde las mismas univer-sidades públicas se puede hacer un esfuerzo mayor para financiación de estudios doctorales”, indicó Giraldo.

El programa otorga las becas más completas que hay en el país: incluye la matrícula, el sostenimiento y la financiación de la pasantía internacional que cada estudiante debe realizar. “En el proceso se garantizó objetividad, rigor e imparcialidad, de manera que se vincularan los mejores grupos y los mejores candidatos”, precisó Giraldo.

Para Johana Andrea Gutiérrez, del doctorado en Ciencias Básicas Bio-médicas con énfasis en Neurociencias, “este logro es un orgullo, pues en la convocatoria participamos ciento cuarenta personas”. Johana Andrea investiga en mecanismos de protección tanto de isquemia cerebral como de enfermedad de Alzheimer, y planea hacer su pasantía en la Universidad Stanford, en Estados Unidos. “La beca significa mucho para mí, pues aunque ya llevo parte del doctorado adelantado, tengo una gran meta a cumplir que es la pasantía internacional”, expresó.

Carlos Vanegas cursará su doctorado en Artes y opinó que “el programa está a la altura de muchas becas internacionales”. Vanegas, quien trabaja sobre la relación entre historia del arte y filosofía del arte, consideró que un buen elemento para la próxima convocatoria sería “incluir modelos de los documentos a presentar, y quizás capacitación para los interesados”, aunque para él no hubo dificultad, pues desde su pregrado estuvo en contacto con la dinámica de los grupos de investigación.

Brenda Ceballos Alatorre, estudiante del doctorado en Enfermería, es mexicana. Su trabajo doctoral está enfocado a la prevención de caídas en adultos mayores. “Estoy feliz; con esta beca tendré el recurso para seguir sustentando mis estudios”, expresó. “Somos dos compañeros que venimos de México y nos han acogido de la mejor manera. Estoy muy agradecida con la Universidad de Antioquia”.

“Se ha demostrado lo necesario que era hacer este esfuerzo y esperamos que ahora los casos cundan en la nación y el departamento”, comentó John Jairo Arboleda, vicerrector General. “Esperamos incrementar el recurso para aumentar el número de becas, vincular a otras instituciones, y que muchos de estos doctores luego vayan a las regiones a llevar allí la investigación”.

“La Universidad está haciendo un esfuerzo inmenso y a ese esfuerzo nos te-nemos que sumar todos”, afirmó Lucía Atehortúa, investigadora en cuyo grupo, Biotecnología, hacen su trabajo varios de los becarios. “Yo haría un llamado al sec-tor empresarial colombiano y a los egresados de la Universidad, que están dentro y fuera del país, para que todos aportemos a ese fondo de formación doctoral”.

La inversión inicial es de 21.000 millones de pesos, recursos surgidos totalmente del presupuesto de la Universidad, y está garantizada la continui-dad del programa. “Vamos a otorgar becas semestralmente; en esta primera etapa fueron 20, de las cuales dos se asignaron a estudiantes extranjeros”, explicó el director de Posgrado.

La Universidad entregó veinte becas doctorales

En las primeras filas los beneficiarios del programa de becas doctorales sin precedentes que acaba de iniciar la Universidad de Antioquia.

Por SERGIO URQUIJO

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4Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Pecet inicia programa de control biológico del dengue

Por ANA CRISTINA PATIÑO T.

El Programa para el estudio y control de enfermedades tropica-les, PECET, de la Uni-versidad de Antioquia,

con el concurso de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia y la Secretaría de Salud y la Alcaldía de Bello, lidera en el país una ini-ciativa para el control biológico del dengue. El científico Iván Darío Vé-lez, líder del proyecto en Colombia, revela los detalles de la propuesta en marcha.

¿En qué consiste la nueva forma de control biológico del dengue?

—El proyecto “Eliminar el den-gue, desafío Colombia” hace parte a su vez del programa internacional “Eliminate dengue, our challenge” liderado por la Universidad de Mo-nash, Australia, que ha estudiado por años una forma de control biológico del dengue, a través del uso de la Wolbachia, una bacteria que vive naturalmente dentro de muchos insectos y que pasa de generación en generación a través de sus huevos. Cuando está dentro del mosquito trasmisor del virus del dengue, el Aedes aegypti, la Wolbachia reduce su tiempo de vida a la mitad e impide que el virus se desarrolle.

¿Cuáles son los beneficios?—En la actualidad las campañas

educativas orientadas a la comu-nidad para evitar los criaderos de mosquitos no son suficientes para

controlar el dengue. La campaña del control biológico fortalece y complementa el programa oficial de control. El uso de la bacteria Wolbachia como control biológico del mosquito Aedes aegypti es una metodología natural, porque la Wol-bachia vive dentro de las células de un 70% de los insectos del mundo como mariposas, polillas, moscas de la fruta, libélulas, mosquitos. Sin embargo no se ha encontrado en los zancudos que transmiten enfermedades como el dengue y la malaria. Cuando los mosquitos preparados en el laboratorio con la bacteria Wolbachia los liberemos en campo, estos se aparearán con los mosquitos de la región y les transmitirán la bacteria a los hue-vos y luego cuando nazcan estos tendrán la bacteria y así sucesiva-mente se irá extendiendo en toda la localidad. Estos insectos que van a nacer con la bacteria ya no podrán transmitir el dengue.

La metodología también es segura, ya que los científicos han trabajado por mucho tiempo sobre la biología de la Wolbachia y sus estudios han demostrado que no existen riesgos para la salud hu-mana o para el ambiente. Y es au-tosostenible en tanto se basa en la liberación programada de mosqui-tos infectados con Wolbachia. Antes de iniciar las liberaciones hemos capturado en las zonas de inter-vención huevos, larvas y mosquitos adultos de Aedes aegypti que luego llevamos al laboratorio del PECET donde los cruzamos con mosquitos Aedes infectados con la bacteria y así, luego de varias generaciones de mosquitos, los liberaremos para que se apareen con los mosquitos

locales y la bacteria sea transmitida de generación en generación.

¿Tiene fines de lucro?—Esta medida de control bioló-

gico del dengue es una proyección que hacemos desde la Universi-dad de Antioquia, en asocio con la Universidad de Monash, para atacar un problema grave de salud pública. Es un programa sin ánimo de lucro, los mosquitos no serán comercializados y el programa de control no tendrá ningún costo para las comunidades.

¿En qué países se ha imple-mentado?

—Ya se ha se ha implementado de forma exitosa en Australia, don-de por cerca de 10 años han eva-luado esta bacteria en el mosquito Aedes. Los resultados muestran que hay un control de la transmisión en las zonas donde se hace el control biológico y que la cantidad de mosquitos ha disminuido, lo que ocurre porque la vida media del mosquito infectado con Wolbachia disminuye. También se ha imple-mentado en Indonesia y Vietnam, y este año comienza en Colombia, Brasil y China.

¿Cuáles son las fases del proyecto en Colombia?

A principios de 2012 firmamos un acuerdo de cooperación entre la Universidad de Monash y la Universidad de Antioquia para co-menzar la ejecución del programa. Realizamos amplios programas de intercambio científico y de transfe-rencia de tecnología entre ambas universidades para familiarizarnos con el programa y ver en detalle cómo se realiza en otros países. A continuación iniciamos el proceso

de socialización ante las autori-dades de salud colombianas y los trámites legales de aprobación y de licencias para realizar el estudio piloto en el barrio París de Bello. Para ello obtuvimos la aprobación del comité de ética de la Universi-dad de Antioquia, del Ministerio de Salud por intermedio del Instituto Nacional de Salud, del Consejo Departamental de Plaguicidas, de la Alcaldía de Bello y de las secretarías de Salud de Antioquia y de Bello. Luego cruzamos en el laboratorio cepas de mosquitos Aedes infectados con la bacteria Wolbachia, con mosquitos Aedes, capturados en el barrio París para que sus descendientes quedaran infectados con la bacteria. Se eva-luó en el laboratorio a través de métodos moleculares que toda la descendencia estuviera infectada con la bacteria. A la par, iniciamos el proceso de información sobre el dengue a la comunidad. En con-junto con la Fundación Mi Gente, ubicada en el barrio París, hemos desarrollado una estrategia de sen-sibilización que ha incluido visitas casa por casa, charlas, reuniones, visitas a los colegios, concursos para niños, capacitación a líderes comunitarios, entre otras activi-dades, con el fin de informarles sobre el programa, y más adelante, obtener su consentimiento vo-luntario para la liberación de los mosquitos infectados con Wolba-chia. Asimismo, con el fin de llevar un mejor control de la enfermedad en la comuna y de brindar atención médica, rápida y oportuna a la co-munidad, actualmente prestamos el servicio de consulta médica, prioritaria y gratuita a las personas que consultan con fiebre en el centro de salud del barrio París. Si el paciente presenta síntomas de dengue le practicamos los exáme-nes confirmatorios, los cuales son procesados, de forma gratuita, en los laboratorios del PECET.

Esperamos iniciar las liberacio-nes de mosquitos infectados con Wolbachia en julio próximo, en las casas o solares de las casas, don-de las personas previamente ha-yan aceptado. Una vez realizadas las liberaciones, mantendremos la vigilancia entomológica, epi-demiológica y clínica del dengue para determinar el comporta-miento en el número de casos y el mantenimiento de la infección de mosquitos con la bacteria. Los resultados de esta vigilancia los entregaremos a las autoridades de salud y a la comunidad. Poste-riormente, esperamos facilitar la implementación del programa en otras regiones del país donde haya muchos casos de dengue.

En el barrio París de Bello comenzará a aplicarse el método biológico para controlar el dengue.

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Con nombre paisa bautizan asteroide

Por JUAN ANDRÉS ÁLVAREZ

A más de 300 millones de kilómetros de la Tierra, entre las órbitas de Marte y Júpiter, se encuentra un aste-

roide de aproximadamente ocho kilómetros, bautizado con el nom-bre del astrónomo, investigador y docente de la Universidad de Antioquia Jorge Iván Zuluaga.

“El asteroide ha estado allí des-de el principio del sistema solar, entonces que tenga mi nombre no va a cambiar mucho lo que pase con él, pero este reconocimiento tiene un impacto muy grande para la ciencia nacional y local porque moviliza la opinión y pone la astro-nomía en la cabeza de la gente”, dijo Zuluaga en la ceremonia lle-vada a cabo en el Parque Explora de Medellín.

El asteroide o planeta menor, como también se conoce a estos cuerpos celestes, fue observado por primera vez en 2003 por Igna-cio Ferrín, astrofísico nacido en la ciudad española de Vigo y profesor del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Alma Máter. Ferrín, quien además ha descubierto otros diez asteroi-des, manifestó que la elección del nombre se debe a que actualmen-te está trabajando en Colombia: “Este país tiene excelentes inves-tigadores, y me pareció apropiado en este caso hacerle honor a uno de esos científicos”.

Jorge Iván Zuluaga es egresado de doctorado y maestría de la UdeA y gestor del pregrado en Astronomía en esta Universidad. En 2013 calculó una semana antes que los científicos de la NASA la órbita del meteorito que impactó en la región rusa de Chelyabinsk. Este año recibió la beca Fulbright 2014 de Visitor Scholar para la realización de una pasantía en el Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard, donde trabajará en el Departamento de Astronomía con el grupo “Origins of life innitiative” dirigido por el profesor Dimitar Sasselov.

El descubrimiento del aste-roide 2003F2928, ahora llamado 34 79 40 Jorgezuluaga —en una sola palabra, como recomienda la Unión Astronómica Internacional, IAU,— tuvo lugar en el Obser-

vatorio Nacional de Venezuela mientras Ferrín se desempeñaba como profesor de la Universidad de los Andes en Mérida. “Utiliza-mos un telescopio Schmidt con un espejo de un metro de diámetro y una cámara fotográfica de 128 megapixeles”, comenta el científi-co, quien describe su hallazgo en términos coloquiales como ‘una piedra grande’ que le da una vuelta completa al Sol cada 5.2 años.

“Hay planetas enanos y hay planetas menores. Los enanos son esféricos. Los menores son irregu-lares. En este caso se trata de un planeta menor”, dice.

Descubrimientos de nuevos asteroides o planetas menores ocurren con relativa frecuencia debido a que hay varios grupos internacionales dedicados a esa búsqueda. Para mayo de este año más de 700.00 objetos catalogados le daban la vuelta al Sol. “Sin em-bargo”, aclara el astrofísico gallego, “no son frecuentes los nombra-mientos como el que hicimos en

honor al profesor Zuluaga, debido a que deben ser autorizados por la Unión Astronómica Internacional. De modo que los descubrimientos hechos en forma automática no originan nombramientos”.

Para llevar a cabo un hallazgo de estas características los inves-tigadores fotografían campos del cielo en una zona dada y repiten exactamente la misma fotografía una o dos horas después. Luego comparan las dos fotos para iden-tificar objetos que se hayan movido y verifican en una base de datos internacional si son conocidos o no. Solo un uno por ciento, o incluso menos, son desconocidos. En ese caso el investigador debe reportarlo de inmediato para evitar el riesgo de que otro se le adelante.

En el mundo de la astronomía el hallazgo de un asteroide o pla-neta menor es importante porque valida métodos de observación y al mismo tiempo pone a prueba la tecnología utilizada para el descubrimiento. Para la ciencia en

general, y aun para la sociedad, descubrir estos objetos significa la posibilidad de identificar aquellos que puedan ser potencialmente peligrosos para la Tierra.

“Actualmente se han iden-tificado más de 4.000 objetos potencialmente peligrosos para el planeta, y un impacto de uno de ellos puede ser catastrófico y amenazar parte o toda nuestra civilización”, sentencia Ferrín.

Antes de Jorge Iván Zuluaga solo dos científicos colombianos habían logrado el reconocimiento de que su nombre quedara inmor-talizado por la astronomía: Julio Garavito Armero, fundador del Planetario Nacional, cuyo rostro aparece en los billetes de 20 mil pesos, da nombre a un cráter ubi-cado en el lado oscuro de la Luna; y Antonio Bernal, astrónomo que trabaja en el observatorio de Fa-bra en Barcelona España, en cuyo honor otro asteroide, también en el Cinturón Mayor entre Marte y Júpiter, fue nombrado Antbernal.

Jorge Iván Zuluaga, a la izquierda e Ignacio Ferrín, a la derecha en el momento del bautizo simbólico del

asteroide 34 79 40 Jorgezuluaga el 20 de mayo en el Parque Explora.

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“La gente es muy valiente, a pesar de la violencia vivida, volvieron a su territorio como si nunca hubiese pasado nada. Aquellos su-

cesos no se recuerdan mucho, pero nunca se olvidan”, opinó Leidy Na-talia Agudelo, quien participó en el encuentro Vamos pa´l costurero, junto con otras mujeres víctimas del conflicto provenientes de Sonsón, Argelia, San Francisco, San Carlos, Nariño y Cocorná. Ellas viajaron al Museo Casa de la Memoria en Medellín para enhebrar los hilos de los recuerdos, y para compartir sus experiencias y aprendizajes durante el encuentro realizado los días 14 y 15 de mayo de 2014.

Leidy Natalia Agudelo es una joven de 15 años, “recién cum-plidos”, quien vive en la vereda La Esperanza, en el municipio de San Francisco. En 2007 todas las familias de esta vereda fueron desplazadas tras el asesinato de varias personas. “Solo quedaron dos familias en el lugar; a ellos no les dio miedo pero a nosotros sí. El día en que mataron al presidente de la vereda al frente de los dos hijos y de la esposa fue muy duro”. La familia Agudelo tardó seis meses en regresar y en ese tiempo se refu-

Vamos pa´l costure-ro, un encuentro para anudar memorias de víctimas del conflicto armado que se realizó con el apoyo de va-rias instituciones, entre ellas, la Universidad de Antioquia y el Museo Casa de la Memoria.

giaron en la cabecera municipal del pueblo. Luego, sus dos hermanos volvieron a la finca para trabajar allí y con ellos fueron regresando poco a poco las familias. Las heridas estaban abiertas.

Desde 2012, Beatriz Elena Arias, docente de la Facultad de Enfermería, comenzó a trabajar con grupos de víctimas en San Francisco y otros municipios, entre ellas Leidy y su hermana mayor, en un proyecto de recu-peración de la memoria a través

de la labor de tejer y de compartir sus experiencias en el conflicto ar-mado. Las mujeres adquirieron el compromiso de seguir trabajando tras el aprendizaje del manejo de las herramientas del costurero. Al principio fue difícil porque algunas mujeres desertaron, pero el grupo se mantuvo con el compromiso de reflexionar sobre la violencia.

De manera similar sucedió en lugares como Sonsón, donde el grupo se conformó desde 2009, gracias al acompañamiento de la investigadora Isabel González Arango y de la Universidad de An-tioquia, por medio del apoyo del Banco Universitario de Programas y Proyectos de Extensión –BUP-PE–. Luz Dary Osorio, una de las víctimas de Sonsón, explicó que el proceso de hacer costureros trascurre según las temáticas: “primero trabajamos la memoria

Tejer con el hilo de la memoria

con muñecos y muñecas, tejien-do las historias de cada una de nosotros. Después, hicimos una colcha de retazos entre todos para hablar de reconciliación. En cuanto a la reparación, la enfo-camos hacia nosotros mismos porque quisimos reconstruirnos y encontramos que la labor de la costura lo sana a uno”.

Hoy son 26 mujeres las que con-forman el grupo de Sonsón, quie-nes se reúnen cada ocho días en diferentes casas. Recientemente se ganaron el reconocimiento Antio-queñas de Oro de la Gobernación de Antioquia en la categoría co-lectiva. “El año pasado trabajamos mucho y ya tenemos cosas para vender”, comentó Osorio.

Vamos pa´l costurero contó con el apoyo de la Universidad de Antioquia, la Gobernación de Antioquia, el Museo Casa de la Memoria, la Alcaldía de Medellín y la Asociación Campesina de Antioquia. Allí mujeres golpeadas por la violencia compartieron sus historias usando la aguja. “Lo bueno del bordado es que ahí quedan plasmadas cosas que nunca fuimos capaces de decirlas o contarlas”, dijo Leidy Agudelo. Durante el encuentro compartie-ron experiencias, recorrieron el Museo Casa de la Memoria, vieron documentales y aprendieron nue-vas técnicas para tejer y bordar.

“Mis compañeras contaron historias muy dolorosas de forma calmada. Vine sola y me llevaré muchos aprendizajes para San Francisco. La técnica que más me gustó fue tela sobre tela porque exige concentración y me quita el estrés”, concluyó Leidy Agudelo, quien encontró en una de las pare-des del Museo un trabajo grupal de su costurero, en el que se muestra el proceso de desplazamiento. “Mi mamá es lo mejor en mi vida, a ella le mataron una hermana, a mi papá lo secuestraron un día pero, a pesar de todo, ellos fueron capaces de levantarnos a noso-tros. Ojalá la gente comprenda a las víctimas, incluso los que no sufrieron la violencia. Este trabajo busca contar lo que pasó y eso es libertad de expresión”.

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Leidy Agudelo es una de las mujeres tejedoras de memoria de San Francisco, Antioquia.

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Plan Departamental de AguasNueve municipios mejoran el acceso a agua potable y a redes de alcantarillado

Por MARCELA MUÑOZ

Las localidades antio-queñas Buriticá, Cañas-gordas, Salgar, Caicedo, Sabanalarga, Puerto Be-rrío, Remedios, Sonsón

y Puerto Triunfo, ofrecerán a partir del segundo semestre mejores servicios de acueducto y alcantari-llado, gracias a la entrega de obras del Plan Departamental de Aguas.

Las obras se han adelantado en desarrollo del convenio interadmi-nistrativo con la Gerencia de servi-cios públicos de la gobernación de Antioquia y la Facultad de Ingeniería del Alma Máter que ejerce como Gerencia asesora e interventora del Plan Departamental de Aguas, y cuyo objetivo es mejorar la calidad y continuidad del agua de las zonas urbanas y garantizar la capacidad de almacenamiento del líquido, con la optimización de las redes y plantas de potabilización, así como aumen-tar la cobertura de alcantarillado y disminuir las cargas contaminantes a las fuentes hídricas.

Además de los nueve proyectos terminados, están en ejecución los de Angelópolis, San Francisco, El Santuario, San Juan de Urabá, Anzá, Briceño, Betulia, Nariño, Santa Rosa de Osos, La Ceja del Tambo, Amagá, Pueblorrico, Jericó, Ituango, Cáceres, Argelia, Campa-mento, Hispania, Maceo y Andes.

Las redes y estructuras de acue-ducto y alcantarillado de los muni-cipios reportan atrasos de hasta 60 años. Por eso, este impulso para el sector cuenta con los recursos de la nación, el departamento y los municipios vinculados para la optimización de tales sistemas. En esa dirección, este año la Goberna-ción de Antioquia destina $170.000 millones no solo a obras de infraes-tructura física, sino a programas de fortalecimiento empresarial y capa-citación a comunidades en temas relacionados con el cuidado de los recursos y la participación co-munitaria en el funcionamiento de estos sistemas; para esto último, se firmó un convenio con Empresas Públicas de Medellín por un valor cercano a los $11.000 millones.

El componente social de la Ge-rencia asesora del PAP-PDA ha for-talecido espacios de participación para garantizar la sustentabilidad de las obras y el uso responsable del recurso hídrico. Profesionales de diferentes áreas sociales como antropología, sociología, comuni-

cación social y planeación y desa-rrollo, han establecido encuentros permanentes con la comunidad para socializar los proyectos, an-tes, durante y después de la eje-cución de las obras, y están reali-zando talleres para sensibilizar a la comunidad en temas de cultura del agua. Hasta ahora, se han propi-ciado talleres con 2.630 personas, entre estudiantes de los municipios y comunidad en general.

De otro lado, 3.000 habitantes han participado con sus inquie-tudes en la socialización, inicio o avance de obra de proyectos. Otro logro importante ha sido el compromiso de los líderes en el trabajo de veedurías. Se han con-formado comités veedores de obra en el 80% de los municipios en ejecución. Los avances y aprendi-zajes de la U. de A, como Gerencia

Asesora e Interventora de este gran proyecto, en todas las áreas del conocimiento, se recopilarán en cartillas para su aplicación en futuros proyectos que emprendan iniciativas similares en el país.

Impacto social del PAP-PDA

En Argelia han existido seis acueductos alternos que prestan este servicio al 63% de la comuni-dad de la zona urbana, pero el agua que se distribuye no es potable, los micromedidores no contabilizan el consumo real de las viviendas, hay poco mantenimiento a las redes de acueducto y alcantarillado, las tuberías cumplieron su vida útil, lo cual terminó de colapsar la malla vial del municipio. Para atender tal situación se construirán la planta de tratamiento de agua y 4.619 me-

tros de tubería, con una inversión cercana a los $1.500 millones. Ade-más, se instalará un macromedidor y micromedidores para la zona urbana. La construcción del plan maestro de acueducto de Argelia genera 23 empleos y calidad de vida con el abastecimiento de agua potable para 2.717 habitantes.

Como en Argelia, esta proble-mática afecta hoy a los munici-pios antioqueños donde solo el 75% de las zonas urbanas cuenta con agua potable. Las inversiones y el trabajo social contribuyen a mejorar la cobertura, la calidad y continuidad del agua, así como la a operación de redes y la dispo-sición de aguas servidas.

En San Juan de Urabá el proyec-to del plan maestro de acueducto asegurará agua potable para 8.145 habitantes. La inversión cercana a los $7 mil 700 millones permitirá la construcción de una planta de tratamiento de agua, de redes de tubería y de ampliación de cobertu-ra, además de la zona urbana, para los sectores rurales de Montecris-to, San Juancito y Calle Larga. Esa obra se entregará en noviembre y representará un cambio total en la calidad de vida de los sanjuaneros que no han tenido agua potable en 27 años de vida municipal.

En Amagá se ejecuta el plan maestro de alcantarillado con obras como la construcción de la planta de tratamiento de aguas re-siduales que recogerá el 60% de las aguas servidas del municipio y que beneficiará a 8.029 habitantes. La idea es disminuir la carga contami-nante del río Amagá y otras fuentes de la localidad. La inversión en esta etapa fue de 1.600 millones.

En esta primera etapa del Plan Departamental de Agua, la inversión fue de $ 51 mil 591millones. Se generaron 800 empleos y se bene-ficiaron 171.057 habitantes de las zonas urbanas de los 30 municipios.

Para Astrid Barrera, gerente de Servicios Públicos de Antioquia, “La Universidad de Antioquia tiene la llave para que los servicios públi-cos desde el punto de vista de in-fraestructura física mejore en todos los municipios de Antioquia. Para-lelamente hemos aprendido sobre la transferencia de tecnología y la transferencia educativa, porque la U de A de alguna manera siempre está transformando las realidades, haciendo investigación y haciendo transferencia técnica, transferencia comunitaria, o sea siempre donde llega la gente quiere aprender de ella y eso para nosotros ha sido una gran ganancia”.

Los nueve proyectos, que hacen parte de la primera fase de municipios priorizados por la Gerencia de Servicios Públicos de Antioquia, cuentan con el diseño de un grupo de ingenieros sanitarios de la Universidad de Antioquia.

En este primer semestre 30 municipios han estado en la ejecución de las obras, es decir, casi el 50% de los municipios vinculados a la estrategia nacio-nal. Los próximos proyectos en obra serán San Luis, Fredonia y San José de la Montaña, actualmente en proceso de contratación. Los municipios de San Rafael, Carolina del Príncipe, Uramita y San Roque cuentan con concepto técnico favorable por parte del Ministerio de Vivienda, ciudad y territorio, y el proyecto de Heliconia ya fue viabilizado.

En 2014 el Plan Departamental de Agua espera vincular a más poblaciones y tener en obra los 32 municipios restantes, de los 62 vinculados.

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8Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Por DANIELA RAMÍREZ OZUNA

Compromiso y trabajo en equipo, fórmula de la solidaridad universitaria

Miles de estudiantes de la Universidad de Antioquia con-cluyen sus estu-dios profesionales

gracias a la solidaridad, un prin-cipio que identifica al bienestar universitario y que hoy se materia-liza en becas y alimentación para personas en estratos 1, 2 y 3 que tienen dificultades para permane-cer en la educación superior.

Cuarenta y nueve entidades, entre las que se encuentran coo-perativas, fundaciones y otras organizaciones públicas y privadas, están hoy vinculadas al Programa Solidaridad en Acción, que se con-solidó en 2006 como una apuesta de la Dirección de Bienestar Uni-versitario de la Alma Máter para garantizar la permanencia, la culmi-

nación oportuna de los proyectos académicos y la formación integral de los estudiantes.

“La solidaridad la entendemos como un trabajo conjunto en el que diferentes actores ponemos recursos para aportar a la cons-trucción de agentes de cambio”, afirma Daryeny Parada Giraldo, directora de Bienestar Universita-rio. Este proceso impacta todos los frentes. A través del Programa, y con el conocimiento adquirido en la academia, el estudiante genera transformaciones en su entorno; también lo hacen las entidades porque brindan opor-tunidades para que los individuos puedan alcanzar sus metas; y la Universidad, por su parte, se constituye en una plataforma estratégica de desarrollo.

En sus nueve años de existen-cia, el Programa Solidaridad en Acción ha entregado cerca de 30 mil apoyos —en becas y alimen-tación— y ha recibido recursos aproximados a los 16 mil millones

de pesos, provenientes de las enti-dades aliadas y de la Universidad. Cada año se establecen convenios con el sector de la economía so-lidaria, acordes con la Ley 863 de 2003 y el Decreto 2880 de 2004, y con las demás instituciones que participan en el Programa.

En 2013 se destinaron más de 2.500 millones de pesos para entregar un almuerzo completo en el servicio de alimentación a 2.787 estudiantes y para becas para la permanencia durante uno o dos semestres a 1.508 jóvenes. En relación con 2012 se registró un aumento de 287 cupos de alimentación.

El 19.67% de estos apoyos fue-ron otorgados a estudiantes en estrato 1, el 50.17% a estudiantes en estrato 2 y el 29.22% se distri-buyó en el estrato 3. Solo el 0.9% se direccionó a los demás estratos socioeconómicos.

Para Marhbin Fontalvo Rodrí-guez, estudiante de Ingeniería Química y beneficiario del servicio

Foto Daniela Ramírez Ozuna

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de alimentación, recibir el apoyo es muy valioso. “Sabemos que la Universidad es de carácter público, pero hay necesidades que hay que suplir y es difícil cuando somos de otros lugares”, expresa.

Según las directivas de Bienes-tar Universitario, no se trata de un programa filantrópico, pues de por medio está la corresponsabilidad. El estudiante, por su parte, se esfuerza para tener buen rendi-miento académico, las entidades entregan los recursos según lo dispuesto por la ley y la Universi-dad pone a disposición todas sus capacidades. “La solidaridad nos permite reconocer las realidades y necesidades de nuestros sectores, canalizar herramientas disponi-bles para el cumplimiento de los proyectos de vida y contribuir al desarrollo”, dice Parada.

La formación integral es un ele-mento clave del Programa. Por eso, quienes reciben becas adquieren el

En 2013 se destinaron más de 2.500 millones de pesos para entregar un al-muerzo completo en el servicio de ali-mentación a 2.787 estudiantes y para becas para la permanencia durante uno o dos semestres a 1.508 jóvenes. En re-lación con 2012 se registró un aumento de 287 cupos de alimentación.

compromiso de compensar horas de apoyo social. En el último año, 889 estudiantes participaron en ac-tividades de apoyo administrativo y logístico, docencia, grupos de in-vestigación, entre otras. En conve-nio con Confecoop, 510 personas se han capacitado, desde 2010, en el curso de cooperativismo.

Ricardo Álvarez, gerente de Comedal, una de las entidades vin-culadas activamente al programa, reconoce la labor de la Universidad: “estamos convencidos de que la forma para lograr un ascenso social es la educación de calidad”. El apo-yo que brinda a los estudiantes de medicina esta cooperativa, exclu-siva para el gremio médico, es de un salario y medio cada semestre. A la fecha la entidad ha entregado 193 becas de manutención.

Inversiones como éstas se ven reflejada en la notoria reducción en la deserción estudiantil de quienes hacen parte del programa. En el úl- timo año el porcentaje fue del 8.9,

cifra significativamente inferior a la media nacional, cercana al 50%.

Para Sandra Patricia Suárez Be-doya, jefa de gestión humana de la Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS, “a través de las líneas de apoyo de Solidaridad en Acción se alivianan de alguna ma-nera las dificultades económicas y se brinda una oportunidad para que el estudiante pueda destinar su energía en mayor medida a lograr sus objetivos de formación integral y humana. Ser parte de programas como éstos les permite experimentar de primera mano el compromiso social y lo valiosos

que son para la institución en donde se están formando”.

Recientemente, entre el 21 de abril y el 4 de mayo, se realizó la convocatoria abierta para acceder a 900 apoyos entre becas y cupos de alimentación que serán entre-gados a partir de junio.

“Es un claro mensaje de solidari-dad que contribuye a la formación en valores. Aspiramos que este mensaje sea practicado por los estudiantes con otras personas, para tratar de que esta sociedad sea más justa y más equitativa”, concluye Manuel Mosquera, re-presentante legal de Coopetraban.

En sus nueve años de existencia, el Pro-grama Solidaridad en Acción ha entre-gado más de 30 mil apoyos —en becas y alimentación— y ha recibido recur-sos cercanos a los 18 mil millones de pesos, provenientes de las entidades aliadas y de la Universidad.

Foto Daniela Ramírez Ozuna

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el miedo, y el miedo y el ma,l de acuerdo con Ricoeur, son dos caras de la misma moneda. En alemán el vocablo libre leute se antepone al vocablo guerrero volk; se es libre cuando se deja de ser guerrero, no en el sentido estricto de dejar de luchar, sino en el sentido de dejar de ser el guerrero que obedece órdenes sin ponerlas en tela de juicio, que no hace preguntas y que únicamente es un instrumento de la fuerza de su señor. La palabra libertad también está emparentada con la palabra liber que significa “interior de la corteza de árbol”, que es un vocablo muy cercano a libro, lo que al parecer acerca la libertad al conocimiento y la aleja de la ignorancia.

Por otra parte, la libertad no es un bien que todos reconozcan, por eso tiene muchos antagonistas y detractores. Aristóteles, preceptor de Alejandro Magno, le calificaba a él como el esclavo de los esclavos pues su soberbia, su lujuria y su poder lo convertían en un hombre sin libertad. Así, desde este punto de vista, tal vez la ausencia del reconocimiento del otro que nos hace soberbios, nuestros instintos y nuestra carencia de humildad, nos pueden convertir en escla-vos. Así mismo, nuestros deseos, dependencias y apegos, nuestros deslumbramientos y seducciones pueden convertirse en enemigos de nuestra propia libertad, si dejamos que ellos decidan por nosotros y guíen de manera inconsciente nuestras acciones. Los antiguos griegos sabían que pasión, pecado y enfermedad tenían una misma raíz, y que el control de las pasio-nes era un ejercicio esencial para mantener la salud del cuerpo y del alma, para preservar su libertad. Desde otra perspectiva, el respeto

Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.

Sobre la libertad

¿Qué es la libertad? dónde encontrarla? cuál es su sentido? Tal vez la libertad se halle en la posibilidad de ser, de leer, de hablar,

de escribir, de amar o de actuar, o quizás en las facultades de la consciencia y la autonomía que nos permiten moderar pero tam-bién de cultivar nuestras pasiones y nuestros afectos más íntimos. Se corresponde tal vez la libertad a la voluntad y al espíritu de la pro-creación y de la creación humana, y si esto es así, la limitación de la libertad puede ser considerada por igual como la imposición de límites y ataduras a la creatividad. Lo cierto es que la libertad es el único bien tangible del hombre, el único al cual no puede renunciar, con el que nace, como un dere-cho de carácter original.

El análisis etimológico acerca de la libertad nos puede dar algunas claridades. La primera vez que se usó a palabra libertad fue en un poblado sumerio llamado Lagash, en el cual el rey Urukagina abolió las leyes que asfixiaban a los po-bres y estableció un régimen de paz. Para nombrar lo que hizo este rey se ideo la palabra ama-gi, que significa libertad, entendida como la vuelta a la madre del esclavo que ha sido liberado, o al estado de pureza y justicia original. Desde esta perspectiva podíamos afirmar que la libertad está emparentada con la justicia y con la paz. En el idioma inglés el vocablo freedom que significa libertad también significa con amor y el vocablo afraid, que proviene de la misma raíz indoeu-ropea, por el contrario significa miedo, que también puede signifi-car sin amor. Desde este punto de vista lo contrario a la libertad es la ausencia de amor entendida como

ciego a la tradición, y la acepta-ción irracional de las costumbres pueden convertirse también en opositores de la libertad.

No es para nadie un secreto que en una gran cantidad de países como India, China, en el medio Oriente, y en África, los pertene-cientes a las castas mal llamadas inferiores, las mujeres, las niñas y los niños, son considerados como menos humanos que aquellos que hacen parte de otras castas o que los hombres, y que sus derechos y libertades son violados de forma constante, escudándose en una tradición dogmática que no acepta el debate de la razón.

Es necesario hablar del miedo como uno de los mayores ene-migos de la libertad. El miedo y sus formas extremas de locura y soledad al parecer atrapan al ser humano y lo someten quitándole su libertad; el miedo, esa patología del alma inherente a la condición humana como inquietud ante los desconocido, ante lo diferente, ante lo otro, a la libertad del otro. El miedo como práctica autoritaria y negadora de la libertad se hace sentir en forma de reglamenta-ciones, regímenes disciplinarios y estatutos cerrados, estrictos y autoritarios que crean el miedo a ser sancionado, penalizado, es-tigmatizado, señalado, clasificado o expulsado y que hacen vivir al sujeto en solitario, una vida de in-certidumbre y de riesgo constante.

Por último, es necesario decir que es el sujeto el que decide tomar o no partido por la libertad, abrir las cerraduras de las cáceles que se encuentran en su mente, y como Neo, en la película Matrix, atravesar la puerta que Morfeo le enseña pero que éste no puede atravesar por él.

Por JOSÉ JOAQUÍN GARCÍA GARCÍAProfesor de la Facultad de Educación

Miembro de la Junta directiva de Asoprudea

PROGRAMAS DE POSGRADO

La Universidad de Antioquia informa que algunos programas de posgrado ampliaron su calendario de inscripción. Puede consultarse toda la información en la página web www.udea.edu.co.Contacto: Dirección de Posgrados, teléfonos 2195375 y 2195378 •Correo electrónico: [email protected]

—Ampliación de inscripciones—

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Por ELIZABETH CAÑAS

En el Teatro Camilo Torres Restrepo, el es-pañol Antonio Esco-hotado, advirtió: “la cruzada moderna no

tiene más futuro que retroceder como política de prevención y re-conocer que era mejor el sistema antes de la prohibición”.

Mientras relacionaba cómo las drogas hicieron parte de 4.000 años de historia, no dudó en re-comendar seguir el ejemplo de los griegos, los romanos y de las culturas que tuvieron las drogas y el alcohol como parte de la vida diaria y a voluntad de los consumidores.

En la cátedra pública de la Rec-toría “Por qué las cruzadas fallan. La prohibición como ejemplo”, se refirió a las guerras morales que han investido el uso de las drogas y las cuales, en su opinión, debe-rían —las que son de tipo recreati-vo, como el alcohol o el tabaco—, estar en los supermercados; las de tipo vegetal, venderse en las tiendas de plantas medicinales; y los fármacos, especialmente sintéticos, estar disponibles en la farmacia. Otros, como el yagé, considera, deben pasar bajo la tutela de las entidades culturales y antropológicas.

Sólo así, dijo Antonio Escohota-do, “se evitarían las adulteraciones y el crimen organizado, que fue gestado por la cruzada moderna y la prohibición”.

Su propuesta es normalizar el consumo de las drogas para reducir los riesgos colaterales; reivindicar la libertad personal y el autocon-trol; evitar a la humanidad afrontar la prohibición como el mecanismo que sataniza lo que ha sido cos-tumbre y facilitar el autocontrol y el consumo responsable.

¿Qué moralidad hay detrás de esto? ¿De qué sirve satanizar lo que la gente ha usado? Hay que dar espacio al ciudadano y de este modo oponerse a la barbarie, a la argumentación desde la moral que pregonan la iglesia católica, el islamismo, el judaísmo y otras religiones.

Sustentó, además, la necesidad de entender la tradición humana que incluye a las drogas como parte de la vida mesopotámica desde 2.300 A.C; el alcohol en las bacanales paganas y en boga como industria; y sus registros en los ri-tuales y orgías de todas las épocas.

“En el mundo grecorromano se hablaba de sobria ebriedad, término acuñado por Platón. Esto significa: uno no deber ser abstemio, porque es negar a Dionisio, lo que se debe tener actitud de debida mesura ante los dones de la ebriedad”.

Frente a la valoración de las drogas y al explicar cómo se han “colado” las cruzadas en el sector

de la salud, Antonio Estohocado señala que los médicos “no estu-dian farmacología sino teología dogmática”.

Por eso, comentó que en los botiquines de los hospitales no hay para los traumatismos, para las enfermedades crónicas ni para las enfermedades incurables, el razonable y mejor tratamiento: los opiáceos, no tanto el opio origina-rio sino sus derivaciones.

Millones de personas mueren cada día entre alaridos cuando podrían morir dignamente. “Es la atrocidad que acaba generan-do la cruzada, que en su origen consistió en el desprecio cultural a los pueblos ágrafos y el afán de imponer la farmacología a la farmacopea”, explicó.

“Las drogas se prohíben por un retorno al dualismo, por un retorno al maniqueísmo y debido a una mezcla de autoritarismo, ignorancia y ambición de dominio. Todo ha salido mal porque la inteli-gencia se sobrepone a la voluntad, aun a costa de guerras, errores, derramamiento de sangre y falsas conciencias.

El intelectual señala cómo el compromiso frente a las drogas se vincula al mundo, pero argumenta el equívoco que significa el cambio de reglas según los gobiernos; los prejuicios sociales, raciales, cultu-rales y los intereses económicos.

“Creen que las drogas restrin-gidas salvan a sus hijos, y que lo prohibido genera un glamour importante y se sienten tranquilos (…). Están profundamente equivo-cados. La realidad lo demuestra, porque el ser humano tiene la tendencia de quitarse la voluntad arbitraria de otros y reclamar su autonomía y su juicio”.

Prohibir: una guerra moral

A sus 73 años, este abogado, filósofo y escritor español que ha publicado libros, como La historia general de la drogas y los Ene-migos del comercio, entre otros, y quien es considerado uno de los más importantes pensadores contemporáneos, es contundente en exponer por qué la prohibición ha sido la causa de casi todos los males en la sociedad. Antonio Escohotado, cuenta que cuando joven un capitán le apuntó con un arma y lo primero que se le ocurrió decirle —con la rebeldía juvenil que conserva— fue: “De la piel para dentro mando yo”, tesis que después completó en esta conclusión “De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no cruzar esa frontera. Soy un estado soberano, y las lindes de mi piel me resultan mucho más sagradas que los confines políticos de cualquier país”. Este hombre de estatura mediana, piel blanca y cabellos encane-cidos, con bigote curtido por el humo, que nada dos kilómetros diarios, que fuma tres paquetes de cigarrillos al día y que ha probado casi toda la oferta del herbolario, se define como adicto en perfecto estado. Su apariencia es impecable: lleva mancornas en su camisa, exhibe un anillo de oro como recuerdo heredado de su madre. Un polémico escritor y creador de una teoría sobre el consumo y las adicciones, las que defiende con hondura y conocimiento pro-bado, (sus faenas como investigador son interminables, más de 12 horas continuas de búsqueda de documentación); amante de esa disciplina que afiló desde su estadía en la cárcel, donde escribió Historia general de las Drogas; gracias a ese “lugar sosegado”, afirma con ironía. Aunque odia repetir los conceptos, lleva a la palestra sus ideas y saca de la cómoda silla de tradición a más de uno. Con su ilustración hace comprender las complejidades de la historia humana, hasta llevar al entendimiento el significado del por qué todas las cruzadas fallan y cómo la prohibición es el ejemplo.Escohotado es un teórico práctico, sometido a sus propias tesis; un experimentador orgánico que promueve la normalización de las drogas y no su legalización. Sin recato ni pudor se enfrenta a las expresiones de una sociedad moralista, aquella que acomoda el mundo a la horma de su zapato. En las conversaciones no deja títere con cabeza y sobre todo aquellas que ven peligro en el com-portamiento ajeno, ya que para él, el mundo en el que vivimos está regido por la mediocridad, la ramplonería y el apego a lo inmediato y lo material. Escucharlo es una invitación a salir de los “hábitos” que, según él, hacen parte de las “adicciones cotidianas” a que estamos sometidos; como esclavos del tiempo y en contra de nuestra voluntad; una invitación a hacer uso de la libertad a que tenemos derecho. Nos recuerda el valor del conocimiento como tributo de la inteligencia humana, un camino de sabiduría para volver a confiar.

Antonio Escohotado: sin pudorPor GISELA SOFÍA POSADA

Foto Luis Javier Londoño Balbín

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12Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Por MARÍA MERCEDES JIMÉNEZ NARVÁEZ

Profesora de la Facultad de Educación maria.jimenez@

udea.edu.co

La inserción profesional docente:el “eslabón perdido” en el sistema de formación y política de educadores

Notas1. Marcelo, C., (2002). La formación inicial y permanente de los educadores. Seminario Los educadores en la sociedad del siglo XXI. Madrid, 6 y 7 de febre-ro. 165 - 194.2. Veenman, S. (1984). Perceived problems of beginning teachers. Review of educational research, 54, (2), 143 -178.3. Ministerio de Educa-ción Nacional. (2013). Sistema colombiano de formación de edu-cadores y lineamientos de política. Equipo Tea-ching and Tutoring T&T College de Colombia S.A.S. Bogotá. Recupe-rado mayo 12 de 2014: h t tp: / /www.co lom-biaaprende.edu.co/html/productos/1685/articles-338720_docu-mento_final.pdf 4. Tardif, M., (2004). Los saberes del docente y su desarrollo profesio-nal. Madrid: Narcea.

La inserción pro-fesional docente es un concepto complejo y di-námico, que se

define desde dos dimen-siones: como una etapa de la carrera docente ubicada entre la formación inicial y la continua de profeso-res; y desde los procesos normativos, legales y de política del ingreso laboral docente de un país.

Es un campo de estu-dio, de formación e in-vestigación que en países como Estados Unidos, Canadá, Japón, data des-de los años 80; en Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, son más recientes, pero se ha constituido en un tema clave en los sistemas de política y formación de profesores. Estos países entendieron que el tránsi-to de ser estudiante a pro-fesor es un paso que impli-ca serias confrontaciones personales, institucionales y sociales que afectan de una u otra forma las ruti-nas, conocimien-tos, discursos y prácticas de los profesores principiantes.

La inserción es considerada como el esla-bón perdido de la formación docente1, pues aun-que se reconozca su importancia en el proceso de “aprender a ense-ñar”,

margen, señalándolas como una de las acciones para articular los sub-sistemas de formación inicial y en servicio:

“Formular e implemen-tar estrategias de acom-pañamiento a los nuevos educadores (docentes noveles) en sus primeros años de ejercicio profesio-nal (paso del subsistema de formación inicial a ser-vicio)” (p. 134).

La inserción profesio-nal docente es un cam-po temático en el cual tenemos que avanzar. El informe de la Fundación Compartir (2014) lo seña-la como vía para cualificar la calidad de los docen-tes. Y en cierta forma es porque pensar el ingreso de profesores al siste-ma educativo conlleva a reflexionar sobre cómo estamos concibiendo a los profesores, la carrera docente, las estructuras sociales, económicas y políticas que definen la profesión. Y aunque en nuestro país el término “carrera” docente está más asociado a un régi-men laboral y legal, se comparte la propuesta de Tardif (2004), que la pro-pone como un continuum y como la trayectoria que siguen las personas que

conforman este grupo so-cial; esta constituída por fases integradas al mismo trabajo, y son estas “tran-sacciones”4 entre los in-dividuos y la ocupación las que modifican tanto a las personas como al trabajo que realizan.

Entonces, el sistema de formación de profe-sores en Colombia y los lineamientos de políti-ca deberían contemplar la posibilidad de incluir la inserción profesional docente como otro de los subsistemas. Es una etapa diferenciada de la docencia, tiene unas características particu-lares, los sujetos que la conforman tienen unas problemáticas y necesi-dades diferentes a las de aquellos que están en for-mación inicial o aquellos que ya llevan más años de ejercicio docente; requie-re de unos responsables para su acompañamiento y seguimiento. Es claro que esta propuesta impli-ca recursos económicos y, por tanto, algunos creerán que es imposible; de igual forma exige la articulación en varios niveles: los pro-fesores principiantes, las instituciones formadoras de maestros, las institu-ciones educativas que los reciben y con ello la administración pública municipal, departamen-tal y nacional. Es una

propuesta que también obliga a reflexionar

la relación con e lementos

adminis-t r a t i -

vos

como son el concurso do-cente, los procesos de in-ducción o bienvenida, las características del periodo de prueba (formación vs. evaluación), entre otros.

Finalmente, pensar en la inserción profesional docente permitiría re-flexionar y reorientar los procesos de ingreso de otros profesionales dife-rentes a los licenciados a la carrera magisterial, y aunque algunos no com-partamos esta situación de todas maneras es una realidad que no podemos ocultar y en la cual tam-bién tendremos que ser propositivos. Con este panorama, ¿no es acaso urgente pensar entonces en la inserción profesio-nal docente?, y si asumi-mos la inserción como una etapa en la carrera docente ¿cuáles son los desafíos y retos para las instituciones formadoras de maestros, las institu-ciones educativas que los vinculan y para el sistema general de educadores de nuestro país?

se deja generalmente al egresado solo y sin apoyo. Es una etapa llena de ten-siones, preocupaciones y múltiples exigencias; donde la imitación y el ensayo-error se asumen como vías de aprendi-zaje. Generalmente se habla del “choque con la realidad”2, para mostrar las tensiones que surgen al establecer relaciones con los estudiantes, los padres de familia, los co-legas y administrativos; también por confrontar sus expectativas y cues-tionar su desempeño.

A propósito del docu-mento “Sistema colom-biano de formación de educadores y lineamientos de política”3 del Ministerio de Educación Nacional –MEN– (2013), lo que se observa es un grave vacío en este tema. En la versión de 2012 de este mismo documento, por lo menos aparecía un ítem que mos-traba la necesidad de ge-nerar “apoyo a educadores principiantes y formación de tutores para el acompa-ñamiento a egresados por parte de las instituciones formadoras” (MEN, 2012, p. 176, no publicado).

En la versión de 2013 solo aparecen algunas alusiones sintéticas y al

Ilustracion Juan Andrés Álvarez Castaño

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13Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Por GILBERTO OBANDO ZAPATA

¿Es de calidad una formación inicial de docentes basada en competencias?

El documento sobre l inea-m i e n t o s d e calidad para las licenciatu-

ras en educación de las distintas universidades del país se fundamenta sobre dos objetivos: garantizar la calidad de los procesos de formación inicial de los futuros maestros que requiere el sistema educa-tivo colombiano, a la vez que asegurar la sostenibi-lidad de dichos procesos de calidad. Es importante que el Ministerio de Edu-cación Nacional se pro-ponga este tipo de metas, pues si bien la formación de maestros no es la única variable que incide en la calidad de la educación, es innegable el efecto positivo que tendría para el sistema mantener unos estándares altos en la ca-lidad de la formación de los licenciados en el país.

Sin embargo, la pro-puesta se fundamenta sobre aspectos que deben ser objeto de amplio de-bate nacional, uno de los cuales se relaciona con la noción de competencia asumida en el documento.

Sobre la idea de “com-petencias básicas y fun-damentales del maestro” propuestas en el docu-mento:

El documento clara-mente toma como refe-rencia las competencias básicas y fundamentales del saber del maestro, definidas por el Icfes en el marco de las pruebas Sa-ber Pro. Esto plantea de entrada un gran interro-gante: ¿es el Icfes a través de una prueba estandari-zada de competencias el que debe definir los linea-mientos de calidad para la formación de maestros en las licenciaturas de nuestro país? No debería

ser justo al contrario, es decir, que una vez defi-nidos los lineamientos de calidad para los pro-cesos de formación de maestros en el marco de las licenciaturas que se ofrecen en nuestro país (lineamientos discutidos, concertados, construidos por la comunidad nacio-nal implicada en los procesos de formación inicial de maestros), el Icfes entre a definir qué características debería tener la prue-ba estandarizada a través de la cual evaluar las com-p e t e n c i a s de los

maestros al momento de egresar de su progra-ma de formación en la licenciatura? Esto, pues, suponiendo que se puede evaluar en una prueba estandarizada las compe-tencias del “buen” maes-tro, y que una prueba estandarizada sea efecti-vamente un medidor de la calidad de los programas de formación de nuestro país.

A nivel internacional se han realizado críticas a la formación de competen-cias, sobre todo cuando esta noción de compe-tencia se extiende a la formación de maestros. James Canderhead y Susan B. Shorrock, en su libro Understanding teacher educa-tion formulan serias críticas a la definición del proceso de formación inicial de los maestros en términos de competencias básicas. Entre ellas cuentan:

1. La noción de com-petencia homogeniza la idea del “buen maestro” buscando un común de-nominador de las buenas prácticas, pero esto ignora que los profesores pueden ser buenos maestros por muy diversas razones, y lo que cuenta como bueno

depende del c o n t e x t o

de la ac-ción del

m a e s -tro, y esto no

puede ser captu-rado por una prueba

estandarizada. Una lista de competencias propor-ciona una ilusión de que la enseñanza es fácil, y que una vez definida la lista predeterminada de conocimientos de base, y el conjunto de habilidades que deben ser aprendidas, ya se es hábil en la tarea de la enseñanza. Se niega el elemento creativo en la enseñanza.

2. La lista de compe-tencias, en general, se organiza sobre aspectos difíciles de definir, tales como las actitudes hacia los estudiantes, la labor de la enseñanza, la natu-raleza de las relaciones en el aula de clase, la intervención del maestro en el funcionamiento de la escuela y en los proce-sos de la comunidad, etc. ¿Cómo caracterizar estos aspectos a partir de una prueba única y estanda-rizada, cuando lo que se pretende evaluar tiene

que ver estrictamente con el desarrollo de una prác-tica situada en contextos culturales e históricos específicos?

3. Las competencias definen un producto final en la enseñanza, pero de-jan por fuera el proceso. El aprendizaje es entonces visto como no problemá-tico, en tanto la definición de buenos contenidos, al lado de una experiencia

amplia, es suficien-

te para ser buen maestro.

La formación del maestro no puede

asumirse como indepen-diente del contenido, del contexto, y del individuo. La pregunta no sería en-tonces cómo aprende un estudiante a ser maes-tro, sino cómo éste estu-diante, para ser profesor, aprende sobre X en el contexto Y.

4. Enseñar involucra un desempeño (perfor-mance), lo que se defi-ne entonces en térmi-nos de competencias, pero aprender a enseñar implica una dimensión existencial: aprender a ser profesor no es sólo aprender a hacer lo que los profesores hacen, es sobre todo un asunto de constituirse como ser, de “ser maestro”. Es disposición y posicio-namiento en un sistema social de prácticas, es ser parte de una cultura. No es solo actuar, sino investir la acción con la condición propia de la persona. Es relacionarse con los estudiantes, con otros seres humanos, es contribuir desde sí mismo a la construcción de las condiciones del salón

de clase, y de la escuela como una institución.

5. La competencia re-chaza la contribución que la escuela, como comuni-dad, hace a la práctica en el salón de clase. La com-petencia promueve el tra-bajo aislado del maestro en el salón de clase, pero las creencias en la escuela sobre los estudiantes, so-bre el papel del profesor, y sobre las buenas prác-ticas debería llamar a una reflexión continua, como una comunidad en donde cada profesor se posiciona y se dispone en el marco de las prácticas de aula. Aprender a enseñar es más que ganar habilidades o maestría en un conjunto amplio de competencias. Es un largo proceso que, en general, se extiende más allá de la formación inicial.

Así, entonces, el do-cumento de lineamientos de políticas para la forma-ción inicial de maestros, al poner la noción de las “competencias básicas y fundamentales del maes-tro” definidas por el Icfes como eje fundamental so-bre el cual definir la calidad de los procesos de for-mación de los maestros, e interpretarlas en una visión instrumental de las mismas (lo que se refleja en una noción de pedago-gía como sociología de la educación, de la didáctica como conjunto de méto-dos para la buena ense-ñanza y de las prácticas pedagógicas iniciadas des-de el tercer semestre de formación como garantía de la experiencia de aula necesaria y complementa-ria con la formación inicial) va precisamente en contra de la formación integral que requiere el maestro que necesita nuestro país, del reconocimiento de la posibilidad de otras edu-caciones como lo exige la diversidad étnica y cultu-ral de nuestros territorios y, en última instancia, de la calidad misma que el documento pretende salvaguardar.

Ilustracion Juan Andrés Álvarez C

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14Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Por COLECTIVO CADEAFRO PATRICIA ESTRADA MEJÍA

Situar la afrodescendencia: caminos para la permanencia con equidad

Entre 2002 y el primer semestre de 2014, el ingreso de la población afrodescendiente a la Universidad de An-

tioquia suma 2.251 estudiantes, 1.037 hombres y 1.214 mujeres; el número de estudiantes activos es de 928 y de graduados 298, mientras que 1.023 estudiantes abandonaron su proyecto acadé-mico, lo cual equivale al 52.43% de la población total.

La Universidad de Antioquia, comprometida con la formación integral y la inclusión sustantiva de

sus estudiantes, acompaña los pro-cesos formativos y la implementa-ción de acciones que favorezcan la permanencia y graduación exitosa de los estudiantes. Entre tales acciones se cuenta la Cátedra de

estudios afros “Manuel Za-pata Olivella”, un camino que se abre hacia la consolida-ción de una u n i v e r s i d a d etno-educada, que abraza la diversidad ét-nica, cultural y lingüística, y propende el reconocimien-to de la afro-descendencia en el currículo universitario.

La cátedra, que fue presentada el 28 de mayo en el edificio de Extensión, pretende posibilitar a toda la comunidad universita-ria el intercambio de saberes y experiencias conducentes a la

Foto Erika Marcela Tobón Ríos

Foto Erika Marcela Tobón Ríos

Foto Erika Marcela Tobón Ríos

trasformación de discursos, re-laciones y prácticas sociales. En ese sentido, es también un cami-no de acogida y autoencuentro, pluralista, identitario, democráti-co y vanguardista.

Los estudiantes afrodescen-dientes que llegan a la Universi-dad son sujetos portadores de experiencias, creatividad e ima-ginación; acumulados históricos, sociales, culturales, económicos y políticos, que permean los procesos de enseñanza y apren-dizaje. Dar lugar a la cultura expe-riencial de los sujetos en los pro-cesos formativos institucionales: académicos, culturales, sociales y políticos, es abrir campos de po-sibilidad y condiciones para po-tenciar la capacidad creativa del estudiantado afrodescendiente.

Parte de estos acumulados históricos incluyen factores de vulnerabilidad que afectan ne-gativamente la permanencia con equidad y su egreso exitoso: la fal-ta de reconocimiento sustantivo como sujetos constitutivos de la antioqueñidad y la colombianidad; los imaginarios estereotipados y racializados; las condiciones so-ciales, culturales y materiales de la población afro; el distanciamiento de sus familias; el encuentro con una cultura distinta, entre otros.

La Cátedra de estudios afros da un lugar a las epistemologías y subjetividades afrodiaspóricas y se convierte en un espacio de pensamiento que propende, ade-más, estratégicamente enfrentar el porcentaje de deserción de esta población.

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15Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Por ALEJANDRO URIBE TIRADO1

Políticas mundiales sobre el acceso abierto

Acceso abierto u open access —OA—, es el nombre que se da al movimiento acadé-mico, cultural, social

y político que busca que la mayor cantidad de personas alrededor del mundo puedan consultar y aprove-char las publicaciones científicas para sus diferentes necesidades.

Este movimiento surgió en los 80, a partir del cuestionamiento al costo de las suscripciones impre-sas a las revistas y la reducción de los presupuestos de adquisición de las bibliotecas.

No obstante, fue el advenimien-to de Internet lo que hizo que to-mara más fuerza y fuera cada vez más necesario, con el objetivo de aprovechar todas las ventajas en divulgación de la red, y a su vez, propender por el derecho al acceso a la información y al conocimiento.

Es así como a inicios de 2000 se realizaron tres encuentros interna-cionales donde organizaciones e in-teresados expresaron una ruta a se-guir en forma de declaraciones (las 3 b del acceso abierto: Budapest-2002, Bethesda-2003 y Berlín-2003).

Gracias a estas declaraciones se puede entender “el acceso abierto-OA [a la literatura científica revisada por pares] como su disponibilidad gratuita en la Internet pública, que permite a cualquier usuario leer, descargar, copiar, distribuir, impri-mir, buscar o añadir un enlace al texto completo de esos artículos, rastrearlos para su indización, incorporarlos como datos en un software, o utilizarlos para cualquier otro propósito que sea legal, sin ba-rreras financieras, legales o técnicas, aparte de las que son inseparables del acceso mismo a la Internet. La única limitación en cuanto a repro-ducción y distribución, y el único papel del copyright (los derechos pa-trimoniales) en este ámbito, debería ser la de dar a los autores el control sobre la integridad de sus trabajos y el derecho a ser adecuadamente reconocidos y citados”2.

Este acceso abierto a la litera-tura científica durante los últimos 10 años ha ido creciendo cada vez más, no obstante continúan sus detractores y desconocedores, lo cual no ha permitido que su crecimiento sea tanto como se necesita, especialmente en con-textos en vías de desarrollo.

Por un lado, las grandes mul-tinacionales de la publicación y la gestión de bases de datos lo han visto como adversario a su modelo de negocio, y lo han ata-cado buscando no perder dicha hegemonía, aunque con el paso del tiempo también han tratado de apropiarse de parte de su espíritu desde la perspectiva de lograr más difusión, pero en el fondo siendo totalmente contrarios a su integra-lidad, al cobrar por publicar desde sus revistas si se quiere que esté en acceso abierto, ser un “enganche” de sus revistas para ofrecer otros productos cerrados o coaccionar a los autores si publican en acceso abierto en otros espacios (reposi-torios institucionales).

Por otro lado, diferentes inves-tigadores-autores, directivas uni-versitarias u organismos guberna-mentales temen que el OA dé más posibilidades de plagio a sus traba-jos y/o que éstos tengan una menor validez o reconocimiento científico si están en OA. Estos son los dos principales mitos hacia el acceso abierto, una parte impulsados por esas mismas multinacionales para no perder ingresos y monopolio, y otra parte por desconocimiento de esos investigadores-autores, directivas universitarias u organis-mos gubernamentales.

Desconocimiento que se centra en: qué es y qué no es acceso abierto; la importancia de los open journal systems-OJS (ruta dorada del OA) y los repositorios instituciona-les (ruta verde el OA) como lugares

preferenciales e integradores para presentar toda la producción de una institución, socializarla y medirla; lo que implica positiva-mente el OA para una visibilidad más amplia e integral, no solo de determinados rankings o bases de datos; la optimización de nuestros recursos económicos (no pagar más, ni dos veces); y la utilidad de las licencias creative commons (copyleft) como garantes de los derechos de autor aunque las publicaciones estén en acceso abierto.

En este punto es necesario afir-mar que el acceso abierto no es el modelo de difusión de la informa-ción y el conocimiento perfecto, pero sí es más equitativo y sosteni-ble, más acorde a la realidad actual de Internet y de la ciencia 2.0.

Esto mismo lo han visto diferen-tes gobiernos, que han enfatizado con diferentes leyes y normas que lo que se financia con fondos públicos debe quedar en acceso abierto a los públicos de ese con-texto (institución y/o país) e incluso del mundo, como es ya el caso en Estados Unidos y Gran Bretaña, o en Latinoamérica en Argentina, Perú, Brasil y México. A su vez, no solo gobiernos, sino también instituciones de alcance mundial como la Unesco y la IFLA.

Igualmente, múltiples universi-dades (varias son de las de mayor prestigio mundial) han asumido la apuesta por el OA con políticas ins-titucionales claras y un fuerte apo-yo a sus OJS y repositorios, como lo demuestra el portal de Roarmap

—Registry of open access repositories mandatory archiving policies—.

Ante esta realidad mundial, in-fortunadamente hay que decir que la Universidad de Antioquia aún no ha avanzado mucho, no obstante se están abriendo caminos, que ojalá este tengan total acogida y compro-miso tanto de las directivas como de los investigadores, y así no seguir quedando atrás en este movimiento tanto en políticas3 como en el OJS4 y repositorio5, es decir, para que desde nuestra Alma Máter hagamos cada vez más posible en la era de Internet, de la ciencia 2.0, lo que hace mucho dijo Einstein (1948):

“Es muy importante que se tenga la oportunidad de conocer y com-prender los resultados del trabajo de investigación científica. No es suficiente que el conocimiento ad-quirido sea registrado, desarrollado y aplicado sólo por algunos especia-listas. La limitación del capital de conocimientos a su propio círculo es la muerte del espíritu filosófico de todo un pueblo y conduce al empobrecimiento intelectual.”

Notas1. Profesor-Investigador Escuela Intera-mericana de Bibliotecología. U de [email protected] 2. http://www.budapestopenaccessini-tiative.org/boai-10-translations/spanish 3. http://roarmap.eprints.org/view/geo-name/ 4. http://bit.ly/1qDeTYS 5. http://repositories.webometrics.info/es/Latin_America_es

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Por CARLO EMILIO PIAZZINI SUÁREZDocente investigador

Instituto de Estudios Regionales

Mapas de la ciencia y geopolíticas del conocimiento

En las últimas décadas la creación de robus-tas bases de datos y rankings referidos a la producción científica

ha impactado de forma relevan-te los procesos de generación y circulación de conocimiento en muchas partes del mundo. Estos dispositivos han modificado, no sin tensiones, la forma en que se hacen, difunden y apropian las ciencias: desde la elección de problemas, objetos de estudio y metodologías, hasta los procedi-mientos de evaluación, validación y reconocimiento de los productos de investigación. Por su parte, los estudios de la ciencia y la tecno-logía, y muy específicamente el campo de la cienciometría, cuen-tan ahora con repositorios de infor-mación alimentados por millones de referencias, con lo cual se han establecido diferentes sistemas de medición de la calidad e impacto para dicha producción.

Adicionalmente, los mapas geográficos derivados de la medi-ción de la producción en ciencia y tecnología pueden impactar la per-cepción que los científicos, y más ampliamente quienes intervienen en políticas de ciencia y tecnología, tienen acerca del lugar de sus paí-ses e instituciones en la geopolítica mundial del conocimiento. Interesa en este texto llamar la atención acerca de éste último aspecto.

Con frecuencia, los ejercicios de medición incluyen gráficos a mane-ra de “mapas” que hacen visibles particulares distribuciones y aso-ciaciones topológicas referidas a campos, áreas o disciplinas de co-nocimiento (p.e. http://www.mapo-fscience.com). Más explícitamente, se han venido produciendo mapas de base geográfica que localizan los productos de investigación, sus autores o espacios institucionales en relación con la distribución de los continentes y los países del mundo (p.e http://scimaps.org). Pero incluso cuando simplemente se listan en una tabla los niveles de productividad o el factor de impacto de las publicaciones (por excelencia los artículos científi-cos) de los diferentes países, se producen particulares imágenes

acerca de la geografía de la cien-cia y la tecnología.

Así tomados ampliamente, lo que frecuentemente muestran estos mapas es una coincidencia notable con las cartografías del po-der económico y político a escala planetaria. La mayor productividad, tanto en cifras absolutas como en índices de impacto (h-index), se localiza en Norte América y Europa occidental, pero también se tienen cifras importantes en el Este asiático. En Latinoamérica, destacan, aunque muy por debajo de las anteriores, las cifras asocia-das a Brasil y México. Colombia es visible, como un nodo débil y peri-férico que gravita entre los centros de producción de conocimiento de los Estados Unidos y Europa occidental, a escala global, y de México y Brasil, a escala regional. Salvo por las variaciones debidas a una mayor producción e impacto de aquellos países con economías emergentes, pareciera reproducirse un mapa de distribución del trabajo y de la hegemonía y la dependencia intelectual, semejante al que por décadas ha dominado la geopolí-tica del conocimiento.

Esta percepción general sirve como posible argumento para lo que hoy parece obvio: los países con las economías más poderosas son también aquellos en los que se registra la más alta producción en ciencia y tecnología. Por ejemplo, de los 20 países situados en los primeros lugares del ranking de productos Scimago 20121, 17 se encontraban ese mismo año entre las veinte economías con mayores índices de PIB, según el Banco Mundial. Si en su lugar se toma el factor de impacto, resulta que 13 de esas economías aparecen en los veinte primeros lugares de la lista Scimago. Pero al descender en el ranking, tanto de producti-vidad como de impacto, esta co-rrelación pierde fuerza: países con economías relativamente fuertes, no necesariamente figuran entre los mejor situados en cuanto a productividad científica y tecno-lógica o en índices de impacto, y viceversa. Destacan aquí varios de los países latinoamericanos. Por ejemplo, México, situado en

el puesto 14 del PIB, aparece en el lugar 31 de producción y en el 34 de índice de impacto. Argenti-na, localizado en el puesto 25 del listado PIB, ocupa el lugar 40 en producción y 36 en impacto. Perú, por su parte, situado en el puesto 50 de PIB, se ubica en los lugares 74 de producción y 60 de impacto. El caso de Colombia es semejante, al figurar en el puesto 31 del PIB, pero en el lugar 49 de producción y el 48 del índice de impacto.

Puede argumentarse, como de hecho es frecuente, que el desfase observado en estos casos se debe a la baja inversión que estos países hacen en ciencia y tecnología, lo cual coincide con el informe del Banco Mundial sobre porcentaje del PIB invertido en 2010 en in-vestigación y desarrollo2: México invertía el 0,48 %, Argentina el 0,62 %, Perú el 0,14%3 y Colombia el 0,18%. Es evidente que estas son inversiones muy bajas, comparadas con cifras por encima del 3% de países como Israel, Corea del Sur, Finlandia, Dinamarca, Japón y Sue-cia, y por encima del 2,5 % de otros como Alemania, Estados Unidos y Austria. Como ha señalado un informe del Banco Interamericano de Desarrollo, estos países “invier-ten considerablemente menos [en investigación y desarrollo] que lo que su nivel de ingresos sugiere que deberían invertir”4. Brasil se aparta levemente de la tendencia latinoamericana, con inversiones en investigación y desarrollo del 1,16%, ocupando el puesto 13 de productividad y el 22 de impacto, siendo la séptima potencia econó-mica en términos de PIB.

Esta cartografía de los índices de medición de ciencia y tecnología soporta reclamos válidos que se hacen desde los países latinoa-mericanos por aumentar sustan-cialmente la inversión en ciencia y tecnología, notablemente en Co-lombia, cuyo crecimiento econó-mico en los últimos años ha dado para que se especule acerca de su ingreso al exclusivo club de la Ocde (Organización para la cooperación y el desarrollo económicos), y cuyo gasto militar fue del 3,3% del PIB en 2012, según el Banco Mundial. Es claro que el crecimiento econó-

mico, sin políticas de estado que promuevan, entre otros aspectos, una inversión significativa en cien-cia y tecnología, no garantiza por si solo la producción, visibilidad e impacto del conocimiento.

Pero los mapas que se despren-den de los rankings internacionales de ciencia y tecnología también pueden contribuir a naturalizar la percepción de marginalidad, de-pendencia y acaso de pobreza inte-lectual de la producción en ciencia y tecnología en ciertas regiones del planeta. A ello contribuye el que las bases de datos y repositorios más utilizados como referencia de me-dición, como Thompson Reuters (ISI Web of Science)5 y Scopus6, am-bos de acceso restringido, posean un subregistro de la producción en idiomas diferentes al inglés, se centren fundamentalmente en artí-culos de revista, y tengan una débil representación de áreas como las ciencias sociales, humanidades y artes, frente a las ciencias bio-médicas, físicas y exactas. Pero, ¿de qué magnitud podría ser este subregistro?

Algunos indicios los proporcio-na una mirada a bases de datos impulsadas desde Latinoamérica, como son ScIELO (Scientific elec-tronic library online), una iniciativa brasileña, y RedALyC (Red de revis-tas científicas de América Latina

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Mapas de la ciencia y geopolíticas del conocimiento

y el Caribe, España y Portugal), una iniciativa de acceso abierto mexicana. Un estudio efectuado en 20117, comparando revistas de Latinoamérica y el Caribe regis-tradas en esos repositorios y en Scopus, indica que efectivamente en éste último se registraban 523 publicaciones de la región, frente a las 719 que figuraban en ScIELO y 642 en RedALyC. A lo anterior hay que añadir que de acuerdo con el sistema de información proporcio-nado por Latindex8, el registro de revistas existentes en la región es mucho mayor, incluso al incluido en ScIELO y RedALyC, explicándo-se esta diferencia por los criterios de indexación, notablemente el sistema de evaluación por pares, exigidos en estos repositorios. Pero ese mismo estudio muestra cómo, en términos de producción, esto es, de número de artículos publi-cados por autores registrados en Latinoamérica y el Caribe, Scopus posee una mayor cobertura: para el período 2005-2009, registraba un volumen de 312.992 artículos, muy superior al hallado en SciELO (101.625) y en RedALyC (47.697). Ello indica que si bien es cierto que bases de datos internacionales como Scopus poseen un subre-gistro en lo referido a la cobertura de revistas publicadas en Latinoa-mérica y el Caribe, los autores que

publican desde esta región no se restringen, ni mucho menos, a los medios locales de difusión.

El caso colombianoPero conviene no efectuar ge-

neralizaciones, pues el comporta-miento observado en los diferentes países indica situaciones muy par-ticulares. Analicemos brevemente el caso colombiano que se destaca por una alta proporción de subre-gistro en Scopus.

En 2011 figuraban en este índice 37 revistas colombianas, frente a 138 de RedALyC y 107 de ScIELO, estando sólo 18 publicaciones cubiertas simultáneamente por los tres sistemas. Por su parte, en términos de productividad, los artículos de autores registrados en Colombia que aparecían en Scopus, representaban el más bajo porcentaje en Latinoamétrica y el Caribe9. ¿Quiere esto decir que la producción científica efectuada en Colombia posee un bajo grado de internacionalización? La respuesta depende de lo que se entienda por internacionalización. Si se trata, como a menudo sucede, de equi-parar este término a la figuración en los medios de divulgación de ciencia y tecnología rankeados en Thomspon Reuters y Scopus, la respuesta es positiva. Si, por el contrario, se entiende que la

internacionalización no se refiere exclusivamente al Norte de la car-tografía geopolítica del planeta, entonces habría que hacer visibles otros mapas de la ciencia, para responder de manera más acertada a este interrogante.

Un análisis de información dispo-nible actualmente en ScIELO sobre autores afiliados a Colombia indica que una proporción alta (82,5%) publica en revistas colombianas, situación que está por debajo de Brasil (94,9%) y muy cercana a Chile (83,7%), pero que es mucho mayor a la registrada para México (66,5%) y Argentina (57%). Este compor-tamiento es similar al observado en RedALyC, en donde los autores afiliados a Colombia que publican en el mismo país es muy alto (91.2%), por encima de Brasil (88,8%), México (81,1%) y Chile (72,5%) y muy lejos de Argentina (40,7%). Al menos con base en estos repositorios, Colombia aparece como un país en el cual la producción científica circula funda-mentalmente en el ámbito local.

Sin embargo, es necesario tener en cuenta que las revistas colom-bianas circulan ampliamente en el contexto latinoamericano. En ScIELO, Colombia aparece como el tercer país de origen de las revistas en que son publicados los artículos del repositorio, después de Brasil y Chile. Igual sucede en RedALyC, después de Brasil y México. Si a lo anterior se suma que un número importante de autores extranjeros están publicando sus artículos en las revistas colombianas, lo que se tiene es que probablemente el país cuente con condiciones adecuadas para configurarse en un nodo de relevancia regional en las dinámi-cas de producción y visibilización de conocimiento. Esta posibilidad requiere del apoyo del Estado al fortalecimiento de las publicacio-nes locales, lo cual parece no ser el caso cuando se analiza el valor concedido por Colciencias a las publicaciones nacionales en sus sistemas de medición.

Sin demeritar el interés que tiene el hacer visible la producción co-lombiana en ciencia y tecnología en los países que hoy son domi-nantes en la geopolítica mundial del conocimiento, los propósitos

de internacionalización deben alimentarse de información y es-trategias que permitan aprovechar las trayectorias y condiciones ac-tuales que hacen del país un lugar de alto potencial para incidir en la geopolítica latinoamericana del conocimiento. Para ello se requiere dar impulso a estudios sobre es-pecíficas geografías y cartografías del conocimiento, alimentados por datos que superen hasta donde sea posible los sesgos de idioma, cobertura geográfica y formatos de producción, como condición de posibilidad para identificar redes de colaboración y circuitos de circulación y apropiación del conocimiento que una idea gene-ralizada de internacionalización no permite advertir.

Notas1. http://www.scimagojr.com/2. http://datos.bancomun-dial.org/indicador/GB.XPD.RSDV.GD.ZS3. Datos más recientes para Perú sólo disponibles para 2004, tomados de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana – RICYT.4. Banco Interamericano de Desarrollo (2010) Ciencia, Tecnología e Innovación en América Latina y el Caribe. Un compendio estadístico de indicadores. New York/Wash-ington: Banco Interamerica-no de Desarrollo. P. 14.5. http://www.scimagojr.com/6. http://thomsonreuters.com/thomson-reuters-web-of-science/7. MIGUEL, Sandra. Revistas y producción científica de América Latina y el Caribe: su visibilidad en SciELO, Re-dALyC y SCOPUS. Rev. Inte-ram. Bibliot [online]. 2011, vol.34, n.2 [cited 2014-05-20], pp. 187-198 . Available from: <http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_a r t t e x t & p i d = S 0 1 2 0 -09762011000200006&lng=en&nrm=iso>. ISSN 0120-0976.8. Para 2014, Latindex inclu-ye 17.354 revistas para Amé-rica Latina y el Caribe. http://www.latindex.unam.mx/9. Miguel, Sandra, op.cit. Fi-gura 5.

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18Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Por VLADIMIR MONTOYA ARANGOProfesor Instituto de Estudios Regionales.

[email protected]

Las discusiones que sus-cita la posibilidad de que nuestras investigaciones y productos de nuevo co-nocimiento se enfoquen

en el ascenso en rankings, a acumu-lación de prestigio y la obtención de “ventajas comparativas” en el mun-do académico e incluso político, me han llevado a preguntarme por los beneficios sociales derivados de la aplicación de ciertos tipos de licencias que pueden o no propiciar el uso, el acceso y la circulación del conocimiento producido en nuestra universidad pública.

El punto de partida para mi reflexión parece obvio, pero no es por ello evidente: el conocimien-to es una relación, lo cual implica que no emerge únicamente de la elucubración ensimismada, sino que es el resultado de relaciones y negociaciones geohistóricas entre individuos y colectivos.

El análisis de las consecuencias sociales que tiene la publicación bajo licencias restringidas de-bemos situarlo en el marco de la geopolítica del conocimiento, reconociendo que existe un fuerte vínculo indisociable entre poder y saber, tal y como nos lo anticipara Michael Foucault. No en vano el control de la información se ha convertido en uno de los pilares del capitalismo posmoderno y es una fuente de riqueza que se representa en artefactos como las patentes y los registros, convertidos en tesoros codiciados por empresas transnacionales y/o gobiernos.

En la acumulación de poder por el conocimiento ha primado la lógi-ca de acumulación capitalista que privatiza, oculta, archiva con celo y genera acceso selectivo a personas, grupos y naciones a ciertos temas y desarrollos tecnológicos y científi-cos. La premisa es: ¡quien accede es quien puede pagar!, manteniendo la tendencia de los claustros de monjes de la edad media (Valverde, 2013).

Situar la discusión sobre el acceso abierto al conocimiento científico y analizarlo en clave de la localización de la producción mundial de conocimiento y de las ventajas comparativas en el mode-lo capitalista derivadas del dominio tecnológico, nos permite compren-der que, además del lucro, están en juego las oportunidades de que disponen individuos, colectivos y naciones para salir avante en me-dio de las condiciones que impone el modelo económico planetario.

Acceder al conocimiento es el principio básico de la justicia y condición de la equidad. Acceso y circulación restringida son asuntos de serias implicaciones políticas, ya que condicionan aquello que podemos hacer como sociedades con la información que nos es ac-cesible y limitan el conocimiento que podemos crear con los escasos recursos disponibles en la “brecha tecnológica” que separa los nortes y sures geopolíticos.

En nuestros territorios las conse-cuencias del acceso y la circulación restringida al conocimiento no las podemos medir únicamente en términos de ventajas comparativas, ascenso en rankings y acumulación de prestigio, sino también en térmi-nos de oportunidades y de equidad. La primacía del modelo de acceso restringido vía copyright, patentes y

registros y, en el último tiempo, vía la universalización de las bases de datos con acceso pagado, ha ge-nerado serias inequidades sociales, económicas, políticas y culturales.

¿Cómo ser responsables con la producción de conocimiento ga-rantizando que sea accesible para quienes son partícipes de su crea-ción? La ética en la producción de conocimiento no se puede detener en el proceso de investigación y en las metodologías utilizadas; debe llegar hasta la responsabilidad con ese conocimiento producido y los públicos a los que queremos y podemos hacerlo llegar.

En muchos de mis trabajos inte-ractúo con comunidades campesi-nas, ribereñas, afrodescendientes, indígenas o urbanas, un variopinto grupo de personas con las que me relaciono para producir conoci-miento en torno a sus realidades sociales, políticas, económicas o ambientales. Muchas veces son desplazados, víctimas, desposeí-dos, pauperizados, pero casi siem-pre están llenos de esperanza, de valentía, de amor por su territorio y siempre tienen la gran habilidad de aportar con su conocimiento a los procesos de investigación en los que participan. ¿Será respon-sable para con ellos publicar en licencias de acceso restringido, en otros idiomas, en la nebulosa que para ellos constituyen las bases de datos por pago? ¿Vuelve alguna vez el conocimiento a los lugares y a las personas que participaron de su creación si nos limitamos a publicar para el acceso pagado?

Las decisiones que se toman al publicar en un cierto tipo de licencia no se deben considerar separada-mente de las condiciones sociales que hicieron posible la producción

de conocimiento. El territorio de donde emerge el conocimiento no es un mero escenario inerme, ni las personas que participan en su creación son invitados de piedra inanimados y, por tanto, merecen la responsabilidad y el compromi-so de las instituciones académicas para que se propicie el acceso a la información, la devolución y el “anclaje” del conocimiento con su lugar de producción.

Tanto desde nuestro quehacer personal como desde la postura institucional se requiere una volun-tad decidida para que la sociedad en general, sin restricciones, sea la depositaria del conocimiento producido. Nuestra universidad es el mayor bien público del que aún disponemos y su producción de conocimiento es un gran baluarte de nuestra sociedad; en conse-cuencia, sus esfuerzos deben alen-tar la democratización en el acceso y la circulación del conocimiento.

Existen variantes creativas como los repositorios institucionales y las licencias de universidad, a las cuales aún esperamos que se les den seña-les alentadoras y estímulos similares a los que ya se ofrecen por la pu-blicación en ciertas bases de datos de acceso restringido. Mantener el valor colectivo del conocimiento y potenciar su función pública siguen siendo nuestros retos como socie-dad, pero, ante todo, son parte de un horizonte digno para nuestra labor como investigadores, como profesores y como seres humanos.

Referencias: Valverde Berro-coso, Jesús (2013). El acceso abierto al conocimiento cien-tífico. España, Edit. REUNI+D

El valor colectivo del conocimientoParadojas del acceso y la circulación restringida

Foto Kimberly Ríos Montoya

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19Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

La internacionalización se logra en escenarios globalesEl primer semestre de

este año finalizó para la Universidad de An-tioquia con impor-tantes resultados en

materia de internacionalización, gracias a su participación en consorcios, congresos, becas y convocatorias internacionales que tienen un alto nivel de exigencia y con los que se busca ir más allá de la movilidad académica espontá-nea de los estudiantes, para co-menzar a potenciar las fortalezas propias de la Alma Máter.

El Instituto de Filosofía resultó ganador, junto con el Instituto de Ciencias Políticas de la Universi-dad de Giessen (Alemania), del programa ISAP, que hace parte del Servicio Alemán de Intercambio Académico —DAAD— y financia la movilidad de estudiantes y pro-fesores de ambas dependencias durante dos años.

“Para nosotros significa mucho haber ganado la convocatoria, por-que el DAAD solo otorga esta beca cuando está convencido de que la institución que se postula realmente cumple con todos los perfiles de excelencia; eso quiere decir que nos considera como un socio importante y que confía en la calidad de nuestros pregrados y posgrados”, afirmó Ser-gio Muñoz, profesor y coordinador de Relaciones Internacionales del Instituto de Filosofía.

“Esta aplicación no hubiera fun-cionado sin la existencia de una ex-celente cooperación entre nuestros institutos desde hace varios años. Sabemos que el Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia es uno de los mejores de Colombia y también es reconocido en el exte-rior”, aseguró la profesora Regina Kreide de la Universidad de Giessen.

El programa ISAP financia seis becas anuales para estudiantes de pregrado, tres alemanes y tres colombianos, y ocho becas para intercambio de profesores de

ambas dependencias. Los recur-sos aprobados fueron de 61.492 euros, lo que representa para el Instituto de Filosofía una gran oportunidad de acceder a fuentes externas de financiación.

La convocatoria para las becas se hace a nivel interno en el Institu-to de Filosofía y el intercambio de estudiantes comenzará a partir de octubre de este año. El propósito del Instituto a futuro es presentarse a otra beca del DAAD, mucho más ambiciosa, que fomenta la creación de programas conjuntos de maes-tría y dobles titulaciones.

Consorcio EuricaEl segundo logro significativo

del semestre fue la participación de la Universidad, por medio de su Dirección de Relaciones Inter-nacionales, en el consorcio Eurica, el cual hace parte del programa Erasmus Mundus de la Unión Eu-ropea y está conformado por 20 instituciones de educación supe-rior de Europa y América Latina. Su objetivo es promover y mejorar la cooperación entre las universi-dades socias, otorgando un total de 292 becas en el período 2014 - 2017, para pregrado, maestría, doctorado, posdoctorado y per-sonal académico.

La primera convocatoria se llevó a cabo a principios del año y de las 14 becas asignadas a los socios colombianos (Universidad de An-tioquia y Universidad del Magdale-

na), la Alma Máter obtuvo nueve, además fue la institución que más candidatos presentó y la que rea-lizó el mayor número de consultas en la página web de Eurica.

De parte de la Universidad de Antioquia se presentaron 87 perso-nas y de las nueve que obtuvieron las becas dos realizarán intercam-bio en pregrado, tres en maestría, dos en doctorado, una en posdoc-torado y otra más como personal académico. Ellos recibirán una asignación mensual por el tiempo que dure su intercambio en las diferentes universidades europeas, más el tiquete aéreo, el seguro mé-dico y la exención de matrícula. En total, la Institución se beneficiará con más de 140.000 euros por medio de las becas obtenidas en esta primera convocatoria.

Por su lado, la Alma Máter acogerá a cuatro personas de la Universidad de Groningen (Holan-da) para hacer un intercambio en pregrado, dos en maestría y uno como personal académico.

“La participación en el consorcio Eurica resultó muy positiva para la Universidad porque nos permitió adquirir conocimiento y experien-cia en este tipo de procesos, por lo que ya estamos buscando otros socios internacionales con los que podamos presentarnos a convoca-torias similares”, afirmó Carolina Laverde, directora de Relaciones Internacionales.

Un tercer logro es la beca Ful-

brigth que se ganó el profesor Jorge Iván Zuluaga, coordinador del programa de Astronomía, para realizar una estancia de in-vestigación en la Universidad de Harvard, en un grupo que estudia el problema de la vida en planetas parecidos a la tierra.

Las becas Fulbright son recono-cidas por su alto rigor y exigencia, pero sobre todo porque fueron creadas con el objetivo de que los becarios regresaran a sus países de origen para aplicar lo aprendido. En este sentido, el profesor Zuluaga, cree que el hecho de que en la Uni-versidad haya cada vez más perso-nas beneficiarias de Fulbight aporta al desarrollo de la misma desde la docencia, la investigación y la creación de redes internacionales.

En este mismo sentido, se re-salta la participación de varios estudiantes de posgrado de la Universidad como ponentes en Iscoms, el congreso internacio-nal de estudiantes de ciencias biomédicas, que se realizará la próxima semana en Groningen, Holanda. “Es la oportunidad de conocer otras maneras de abordar los temas en los que uno está tra-bajando y traer ideas y contactos para colaboraciones futuras que puedan aportarle a uno, al grupo de investigación y a la Universidad”, explicó Andrés Felipe Londoño, investigador del Grupo en Ciencias Veterinarias —Centauro—, quien será ponente en el congreso.

La labor de difusión de becas y oportunidades internacionales ha sido esencial para los buenos resultados del semestre. En la foto, el grupo de universidades socias del consorcio Eurica, del Programa Erasmus Mundos.

Foto cortesía Eurica

El Instituto de Filosofía resultó ganador, junto con el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Giessen (Alemania), del programa ISAP, que hace parte del Servicio Alemán de Intercambio Académico —DAAD— y financia la movilidad de estudiantes y profesores de ambas dependencias durante dos años.

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Colciencias y las universidades: ayer, hoy y siempre

El Observator io Co-lombiano de Ciencia y Tecnología, la Uni-versidad del Rosario y la Universidad Na-

cional de Colombia, luego de cerca de tres años de desarrollar una investigación producto de convocatoria de Colciencias para escribir su propia historia, acaban de publicar el libro “Col-ciencias cuarenta años. Entre la normatividad, la legitimidad y la práctica”. A continuación, una reflexión presentada en lanzamiento del libro en Bogotá el pasado 12 de mayo, a partir de la motivación que hizo el Observatorio para dar respuesta al presente y al futuro de Col-ciencias y su relación con las universidades.

En este libro se da cuenta de la manera como la entidad ganó legitimidad y confianza, parti-cularmente entre la comunidad académica y científica. La tesis principal, es que a lo largo del tiempo Colciencias desarrolló capacidades y adelantó prácticas que superaban las normas, de modo que este superávit fue una fuente fundamental para ganar legitimidad. En este discurrir, las universidades han sido aliadas de primer orden, tanto para la gobernabilidad de Colciencias como para la gobernanza del sistema del que hacen parte esta y aquellas, pues aunque hay momentos de tensiones, existe una dinámica de generación de acuerdos para la política cientí-fica y tecnológica del país.

En el proceso de consolida-ción de Colciencias, especial-mente a partir de la Ley 29 de 1990 y de las propuestas de la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo de 1994, la interac-ción entre Colciencias y las uni-versidades estuvo marcada por la generación de pensamiento y por el diseño de instrumentos de política a cargo de la primera, mientras las segundas seguían a la entidad con un espíritu de aprendizaje, buscando desa-rrollar los sistemas de inves-tigación. En la medida en que las universidades desarrollaron

estos sistemas y siguieron la política nacional, se hicieron más exigentes y pasaron a un plano más activo y propositivo en la formulación de las políticas, ejerciendo la voz mediante me-canismos como su participación en los consejos de programa. Puede afirmarse pues que la gobernabilidad de Colciencias en sus primeros cuarenta años (1968-2008) estuvo determinada en buena medida por su relación con las universidades.

En los últimos años, sin em-bargo, esta situación ha tenido cambios profundos, y tanto Colciencias como el sistema pasan por una crisis que se prolonga sin solución a la vista. Siguiendo el enfoque adoptado en el libro, Colciencias presenta una crisis de gobernabilidad y el sistema atraviesa por una crisis de gobernanza. Parece que aho-ra la capacidad de Colciencias es muy inferior a las demandas nacionales, la organización de la entidad aún no parece definitiva, la nueva configuración de acto-res no ha estado acompañada de espacios formales de diálogo ni de interacciones orientadas a la construcción de la política.

Aunque son varias las razones que explican la manera como la institucionalidad está trastoca-da, la semilla de la destrucción se encuentra en las regalías. Otras razones importantes son: los cambios y las dificultades de implementación de la Ley 1286 de 2009 y la visión que se ha impuesto sobre la innovación centrada en la empresa y en la adopción de tecnología. Triste-mente, la llegada tan esperada de recursos ha ocasionado la “fiebre del oro”, lo que algunos más optimistas pero también re-tóricos podrían llamar la “fiebre de la innovación y de la regio-

nalización”, con efectos nocivos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. En este desca-labro, Colciencias ha quedado reducida y las universidades comienzan a doblegarse ante el apetito de recursos, descuidan-do la importancia de fortalecer la política de ciencia, tecnología e innovación (CTeI).

El país necesita reinventar este sistema para hacer realidad la integración de la ciencia y la tecnología con la innovación, reconocer y fortalecer la relación entre más actores, asignar recur-sos en mayor cuantía y con más eficiencia, y evidenciar la impor-tancia que de verdad como país damos al tema. Propuestas o re-comendaciones para el próximo período de gobierno:

1. Redefinir el rol de Colcien-cias, considerando la posibilidad de crear un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, pero sobre todo separando la función de dirección y de política de la correspondiente a financiación.

2. Crear un Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innova-ción, o revisar las funciones del consejo asesor de Colciencias creado en la ley 1286, como mecanismo fundamental para recuperar la gobernanza en el sentido de generar acuerdos entre actores y formular políticas con su participación.

3. Elaborar un código con todas las normas y con la protec-ción especial de las actividades de CTeI. Desde el alto gobierno, es necesario darle a estas acti-vidades el significado que mere-cen y crear por tanto facilidades para que la lógica burocrática del sector público no constituya barreras para su desarrollo.

4. Aumentar los recursos públi-cos mediante la asignación del 2%

Por JAIRO HUMBERTO RESTREPO ZEA de los ingresos corrientes u ordi-narios del presupuesto general de la Nación y de las entidades descentralizadas, con destino al Fondo Francisco José de Caldas para fortalecer los programas nacionales de estímulos al desa-rrollo de la investigación, la inno-vación y la formación científica.

5. Reglamentar la asignación de regalías en CTeI, definiendo programas y actividades priori-tarios y con porcentajes estable-cidos para buscar armonía con programas y políticas nacionales. Por ejemplo, una destinación mínima y con ciertas condicio-nes para formación, otra para apoyar los programas de CTeI con un alcance regional, y una más para fortalecer la infraes-tructura de grupos o centros de investigación.

6. Recuperar la tradición de contar con una dirección de Colciencias, estable y a cargo de una persona de alto perfil. Esto implica, además de no entregar la entidad a un partido político, designar a una persona que por su trayectoria y reconocimiento sea garante para fortalecer la gobernabilidad, y muy especial-mente para recuperar la legiti-midad de las políticas y de los programas de CTeI.

7. Formalizar y fomentar las actividades de investigación e innovación en universidades, institutos y centros de investi-gación, mediante el reconoci-miento de plantas de personal y de estímulos a investigadores y a las organizaciones, para estos fines. Esto podría hacerse en el marco de la reforma a la edu-cación superior o como norma especial que pudiera impulsarse para asignar parte de los recur-sos que fortalecerían al Fondo Francisco José de Caldas.

Parece que ahora la capacidad de Colciencias es muy inferior a las demandas naciona-les, la organización de la entidad aún no parece definitiva, la nueva configuración de actores no ha estado acompañada de espacios formales de diálogo ni de interacciones orientadas a la construcción de la política.

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El inicio del proceso de paz con el ELN no da espera

Soplan nuevos vientos de paz en Colombia. El Gobierno Nacional y el Ejército de Libera-ción Nacional —ELN—

vienen reuniéndose de manera reservada, en conversaciones preliminares, desde hace varios meses, con la intención de avanzar de manera segura en un proceso de paz. Desde octubre de 2012, cuando se dio inicio a las conver-saciones formales con las Farc, se advirtió lo inminente y necesario que sería un proceso de este tipo con el ELN. Además, tanto el pre-sidente Santos como el coman-dante “Gabino” han manifestado de manera reiterada el deseo de querer sentarse a pactar la paz.

A pesar de lo anterior, a junio de 2014, aún no se informa a la opinión pública sobre el inicio del proceso, si bien en declaración conjunta las Farc y el ELN declara-ron un alto al fuego unilateral en la contienda por la presidencia. Las tesis que comúnmente se ofrecen para explicar el retraso en el inicio de las negociaciones son diversas y en este texto propongo agru-parlas en tres: la tesis del optimista desinformado, la tesis del ladino y la tesis del cándido.

En la primera reúno aquellas posturas que ven al ELN como una agrupación armada en declive, a punto de aniquilarse y desapare-cer; consideran, por tanto, inne-cesaria la apertura de una nueva mesa de negociación y sugieren al gobierno continuar explorando la vía armada como estrategia infa-lible para conseguir la paz.

En la segunda tesis agrupo a las personas que reconocen la im-portancia del ELN en el conflicto colombiano, pero le dan a este un lugar secundario; piensan que no es conveniente para el Estado ne-gociar con los elenos hasta tanto no se firme un acuerdo definitivo de paz con las Farc; recomiendan como estrategia al gobierno echar-le mano primero al “pez grande” y luego al “pez chico”.

Finalmente, está el grupo de ciudadanos que ven un eventual proceso de paz con el ELN como un asunto fácil de resolver y rápido en su realización; advierten al go-bierno lo innecesario e ineficiente que resulta en estos momentos destinar recursos y tiempo en un proceso que requiere tan solo de dos reuniones: una para firmar la

desmovilización y otra para reco-ger las armas y ver a los elenos volver a la vida civil.

A pesar de lo popular y gene-ralizado que resultan estas tres tesis, una mirada razonada a la situación actual del ELN y a un eventual proceso de paz con esta agrupación evidencia todo lo contrario. En primera lugar, es cierto que desde mediados de la década de los noventa y hasta 2006 la presión militar de las Fuerzas Armadas de Colombia y las desmovilizadas AUC provo-caron mucho daño a esta orga-nización guerrillera. Pero desde esta última fecha el ELN viene recuperando tanto en número de combatientes como en acciones bélicas y expansión territorial.

Esa organización ha mostrado su capacidad de adaptación y resistencia; ha sabido muy bien capitalizar su poder político y social, lo que le ha posibilitado expandirse estratégicamente en el territorio colombiano. El resultado es hoy una agrupación política armada fuerte, que no está ni a punto de la derrota, ni la desin-tegración, ni la desaparición. Por el contrario, es un ejército que se mantiene y crece en acciones mi-litares (ver gráfico), además tiene una amplia presencia en el terri-torio nacional: está en el Norte (Norte de Santander, La Guajira, el sur de Bolívar), en el Occidente y Sur (Antioquia, Chocó, Cauca y Nariño) y otras regiones tradicio-nales como Arauca.

En segundo lugar, tanto el go-bierno como las Farc son cons-cientes que entre más se avance en la firma de un acuerdo de paz sin incluir al ELN, más tardará el poder hablar de la construcción del posconflicto en Colombia. Las partes sentadas en La Ha-bana saben de las dificultades que se enfrentarán cuando quie-ran implementar lo pactado: la presencia de un tercer actor armado en los territorios en los que se quiere la paz entorpecerá la ejecución de lo acordado y la construcción del posconflicto, incluso, podrá avivar la guerra. En este sentido, cada minuto que se gana con las Farc en la mesa de conversaciones se pierde hoy con el ELN al no tenerlos nego-ciando en otra mesa.

Finalmente, negociar con el ELN no es una tarea fácil. Así ha quedado claro con el largo historial de procesos de paz fa-llidos con esta agrupación. Más de veinte años de negociación evidencian que existen variados elementos que complejizan las negociaciones con el ELN, que hacen difícil empezar y harán difícil avanzar. Esta agrupación armada, que mantiene casi in-tacta su cúpula de mando, ha aprendido mucho de estos in-tentos de paz. Conocimientos que sin duda estarán utilizando en estos momentos. El proble-ma es que el gobierno no está de acuerdo con muchos de los aprendizajes que plantea y desea

Por GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELOCoordinador de la línea conflictos y paz del grupo de investigación Hegemonía, guerras y conflictos del Instituto de

Estudios Políticos

el ELN: tensiones que van desde asuntos sustanciales como la definición de la agenda amplia de negociación, donde se incluya los temas minero-energéticos, el fortalecimiento de los servicios del Estado y mayores derechos laborales, hasta temas operati-vos y procedimentales, como la confidencialidad de las negocia-ciones o la presencia amplia de la sociedad civil en la mesa.

En conclusión, a los optimistas desinformados hay que advertirles que los datos muestran a una agrupación política en recupera-ción militar y crecimiento desde 2009. A los ladinos que sean conscientes que tanto para el gobierno como para las Farc, el ELN y la sociedad en general se hace prioritario iniciar diálogos de negociación con el ELN, esto si se quiere avanzar en cons-truir una paz firme y duradera. Y finalmente a los cándidos, que sean sensatos en reconocer las tensiones que deben existir en el actual momento de acercamiento entre el gobierno y el ELN, y en las complejidades que podrá te-ner un eventual proceso con esta agrupación.

Nota: las tres tesis se explican con mayor amplitud en la edi-ción 67 de la revista Debates que está en circulación o que se pue-de consultar en: htt://almamater.udea.edu.co/debates

Colombia: Número de acciones por año del ELN, 1997 -2013

Fuente: Banco de datos Fundación Paz y Reconciliación.

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Campaña electoral y acuerdo sobre drogas

El acuerdo al que lle-garon el gobierno y la guerrilla de las Farc sobre el tercer punto de la agenda de con-

versaciones en La Habana podría haberse constituido en una de las principales noticias de 2014, si no fuera porque el anuncio oficial, previsible para algunos sectores políticos y de opinión, llegó en un momento álgido de la campaña electoral por la presidencia de la República.

La innegable connotación po-lítica que se le dio al hecho, en la antesala de la primera vuelta presidencial, dio a entender a algunos analistas que se trataba de una estrategia de campaña del presidente-candidato.

No obstante, parece claro que el anuncio del acuerdo en este sen-sible tema de las negociaciones —el referido al narcotráfico y los cultivos ilícitos— no incidió direc-tamente en términos electorales a favor del presidente-candidato, ya que se produjo en un momento en el que su más directo rival, Óscar Iván Zuluaga, punteaba en varios de los sondeos electorales previos a las elecciones presidenciales, lo cual se ratificó en las urnas el 25 de mayo.

Sin dejar de lado el trasfondo político, analistas como Jaime Fajardo Landaeta estiman que es un paso significativo al llegar a un acuerdo en este punto del proceso de paz, por las impli-caciones que tienen las drogas

ilícitas y el narcotráfico en todo el conjunto del conflicto armado colombiano.

“El acuerdo habla de com-promisos claros de las Farc, de desvincularse de todas las ac-tividades que los relacionan al narcotráfico y a las drogas ilícitas, incluyendo el desminado en zo-nas de cultivo, así como trabajar para que la cadena en temas como mercadeo y producción puedan realmente desaparecer. Igualmente, esto debe contribuir a fortalecer el debate internacio-nal alrededor del problema de las drogas y a que el papel de la comunidad internacional se ex-tienda más sobre el proceso de paz”, apunta Fajardo Landaeta.

Para el sociólogo Adolfo Maya, de no ser por el momento elec-toral del anuncio, el país debería dimensionar los alcances de llegar a un acuerdo en una discusión amplia entre gobierno e insur-gencia, frente a un asunto que es transversal y de incidencia en la vida política del país, como lo es el fenómeno de las drogas y el mercado de ilícitos, en el que Colombia tiene un papel y lugar públicamente conocido. Opinó además que “es un logro histó-rico que tiene una implicación supremamente sustantiva en las dinámicas políticas y económicas del país a mediano plazo”.

Para muchos un acuerdo en la dirección de solucionar el problema de las drogas ilícitas representa un reconocimiento

tácito de la guerrilla sobre su participación en el negocio del narcotráfico, y si bien en el anun-cio oficial de las partes no figura tal afirmación, los compromisos revelados dan algunas luces del asunto. Así lo estima Fajardo Landaeta, pues en su concepto cuando las Farc hablan de sus-titución de cultivos y de desa-rrollo de proyectos productivos relacionan tácitamente que el compromiso del desminado se hará en función de los cultivos de droga.

Frente al tema, Maya señala que la guerrilla ha sido un factor del contexto en la producción, exportación y en todo el negocio a las drogas, y sostiene que sería muy interesante conocer el cuerpo de las discusiones de este punto del proceso de paz, pues no se co-noce en detalle la responsabilidad en el mundo del narcotráfico que admite la guerrilla.

El acuerdo, igualmente, deberá suponer un debate a profundidad en la comunidad internacional frente a cómo abordar la lucha antidrogas, especialmente en el caso de Estados Unidos, pues solo así se verá reflejado el im-pacto de un pacto de esta natu-raleza surgido en Colombia.

Vale destacar que ya varios es-

Por ALEXANDER OTÁLVARO VILLADA@xanderotalvaro

tados norteamericanos y algunos países avanzaron en tan sensible tema al descriminalizar el consu-mo de marihuana y concentrarse en la producción. Desde decisio-nes de ese tipo se han construido las bases en la comprensión del fenómeno. Así lo cree Adolfo Maya, al precisar que hablamos de un acumulado crítico, recono-ciendo equívocos y errores en la lucha antidrogas.

Por su parte, Jaime Fajardo Landaeta recalcó que una culmi-nación con éxito del proceso de paz debe plantear una discusión internacional del tema, pues de lo contrario el conflicto no acabará: “esto implica un cambio en la política antidrogas, incluyendo un debate sobre la producción, comercialización, lucha contra carteles y el sistema penitenciario internacional, entre otros”.

El último tema de análisis está directamente asociado a quién ocupe la Casa de Nariño desde el 7 de agosto próximo, pues de repetir mandato Juan Manuel Santos continuarían las negociaciones en La Habana, mientras que de llegar Oscar Iván Zuluaga su anuncio de suspender los diálogos y establecer nuevas condiciones para su continuidad, tendría otras implicaciones.

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En la década pasada, y en lo que va de la actual, el país político ha girado en torno al fenómeno llamado uribismo. El

año 2002 significó no solo la llegada de Uribe al poder presidencial sino el quiebre del bipartidismo tradicio-nal. La reelección de 2006 ratificó su fuerza y la elección del actual presidente pasó igualmente por la unción del caudillo. Estos últimos cuatro años, sin embargo, y ante la desobediencia del ungido, el uribis-mo encarnó la oposición, saliendo de nuevo a la arena con un partido que encarna su figura logrando una importante representación en

el Congreso y alcanzando, como acabamos de presenciar, la mayor votación en la primera vuelta de las presidenciales.

Muchos analistas, los otros partidos y sobre todo la coalición que lidera el presidente Santos, subestimaron durante buena parte de la campaña estos hechos que se acaban de mencionar y, con ello, la fuerza que sigue teniendo el uribismo en el país. El mito aquel, infundado porque ya lo había he-cho en las presidenciales pasadas, según el cual Uribe no es bueno para endosar votos ha quedado, por lo pronto, desvirtuado. El uri-bismo sigue teniendo una enorme

fuerza no solo en aquellos devotos convencidos que alguien llamara “uribistas purasangre”, sino en una buena porción de uribistas vergonzantes (que tienen razones de sobra para serlo) que prefieren la solución de fuerza al conflicto pero que no lo dicen abiertamente.

Sin embargo, más que el levanta-miento repentino, pero no sorpresivo por lo dicho antes, de Zuluaga ante la opinión pública, estas elecciones dejan muchas cosas sobre las cuales reflexionar. La primera de ellas invita a desentrañar los posibles factores que pudieron alejar a los votantes de las urnas y sobre qué esperar con respecto a la participación en la segunda vuelta. De esta manera, muchos han señalado que la deno-minada “campaña sucia” despertó entre el electorado aquel sentimien-to de repudio ante la política —o por lo menos por sus protagonistas— y que ha ido afectando, entre otras cosas, su interés y confianza en los procesos electorales.

Pero, más que alejar al electora-do (porque la abstención de esta primera vuelta no fue una rareza en relación con lo que ha pasado tradicionalmente en las presiden-ciales) los hechos ya conocidos de la campaña crearon un efecto sobre las votaciones que recibieron las dos candidatas Clara López y Marta Lucía Ramírez, quienes trataron de mostrarse como una alternativa frente a esta clase po-lítica. Finalmente, una mirada más detallada a los resultados, deja ver una maquinaria reeleccionista que no recibió la cuerda necesaria para que los municipios costeros y aquellos limítrofes con el Ecuador salieran masivamente y fue allí, justo en el fortín del presidente, donde la abstención fue mayor. En este sentido parece ser un voto castigo contra su gestión, en algu-nos casos en particular contra el proceso de paz, o producto de una Unidad Nacional resquebrajada.

El segundo punto al que se debe prestar atención es a los resulta-dos electorales de las opciones distintas a los candidatos que van a segunda vuelta, y que lograron posicionar sus candidaturas. Las altas votaciones de las dos mujeres relativizan la hipótesis de que estas elecciones fueron exclusivamente un referendo hacia el proceso de negociación que hasta ahora se vive en La Habana. Si bien esta es la gran diferencia entre los dos pun-

Por JOHN FREDY BEDOYA MARULANDAJUAN CARLOS ESCOBAR ESCOBAR

Instituto de Estudios Políticos

teros, gran parte del electorado, cansado además de la campaña su-cia, está señalando otros espacios programáticos que se deben llenar, como por ejemplo la educación, la salud y el empleo, tal y como lo encarnaron las candidatas.

El tercer punto es el reto que aho-ra enfrentan quienes estarán en se-gunda vuelta para motivar a ese 60% de votantes que se abstuvieron de ir a las urnas. Para ello deberán afinar sus programas sin correr el riesgo de perder su identidad, la cual se remite a su posición con respecto al proce-so de paz, ni de llegar a parecerse al otro. En este sentido, no solo tienen que tomar un lugar con respecto a las preferencias de los electores de Clara López y Marta Lucía Ramírez, sino que deberán indagar más a fon-do sobre las de los abstencionistas y dejar de lado la grosera competencia que caracterizó la primera vuelta. En últimas, lo que veremos es una fuerte campaña dentro de los nichos de cada candidato.

Finalmente, tal y como termi-naron las cosas el domingo, no sobra señalar algunos posibles es-cenarios sobre la forma en que se moverán las fichas de este ajedrez electoral. En este sentido, se pudo observar durante los debates cómo la candidata del Partido Conserva-dor arremetió contra el candidato presidente, pero la forma en como ésta se adhiera a la campaña del Centro Democrático debe estar matizada para no enviar un mensa-je erróneo a su electorado que vio en ella una alternativa. Se conoce además, incluso desde la primera vuelta, de la división dentro de ese partido y de la decisión reciente de muchos de sus parlamentarios de apoyar al candidato presidente. El Polo, por su parte, tendrá una decisión difícil en sus manos ya que tiene una oportunidad de oro para fortalecerse como partido, pero esto le significará negociar con un presidente que en múltiples ocasiones ha rechazado para dicho fin, eso sí, si supera sus fuertes di-visiones internas. En cuanto a los Verdes el panorama es un poco más incierto, pues en múltiples oca-siones han quemado puentes con el santismo. Sin embargo, hay en buena parte de ellos un sentimien-to anti-uribista que puede hacer cambiar dicha posición, siempre y cuando puedan asegurar, cosa que en política es casi imposible, que pueden endosar su millón de votos.

Perspectivas electorales para la segunda vuelta

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24Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Departamento de Información y Prensa Secretaría General • Ciudad Universitaria • Calle 67 N° 53-108, Bloque 16, oficina 336, Medellín

Teléfonos (4) 2195023 y 2195026 • E-mail: [email protected] / [email protected] • http://almamater.udea.edu.co

Comité editorial: profesores John Jairo Arboleda Céspedes • Luquegi Gil Neira • Patricia Nieto Nieto • Eufrasio Guzmán Mesa • Fabio Giraldo Jiménez • Heiner Castañeda Bustamante

Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garanti-za el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)

La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia)

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El actual decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, profesor Luis Guillermo Palacio Baena, fue confirmado en el cargo al ser designado para otro periodo estatutario de tres años por el Consejo Superior Universi-tario, en la sesión del 28 de mayo pasado.

El Concejo de Medellín otorgó la Orden al Mérito Don Juan del Corral, grado oro, a la Facultad de Educación por los 60 años de creada. Al lado del decano Carlos Arturo Soto Lombana, la profesora Fanny Angulo y los integrantes del comité honorario de la celebración Beatriz Gallego, Bernardo Restrepo y Jesús Alberto Echeverri

Quienes quieran contribuir con la permanencia estudiantil y por tanto coadyuvar a disminuir la deserción de los universitarios —que en el país supera el 50%—, y quienes además quieran apoyar la formación de doctores, no tienen que moverse de la casa o del sitio de trabajo, solo basta con que den clic en el portal de la Universidad de Antioquia y ¡listo!

Ello es posible porque a partir de julio la Alma Máter dispondrá de un vínculo electrónico en el portal www.udea.edu.co para que todas las personas puedan realizar donaciones desde cualquier lugar del país o del mundo, en virtud del Fondo de Donaciones Amigos de la UdeA que la institución acaba de crear para tan loable causa.

La finalidad del Fondo es captar recursos financieros de estudiantes, docentes, egresados, empleados y amigos de la Universidad, para ampliar la oferta de servicios a los estudiantes admitidos y garantizar la culminación de sus procesos académicos.

Por esta vía, el Fondo de donaciones apunta no solo a fortalecer la edu-cación superior de calidad, sino también a cumplir la misión institucional direccionada hacia el desarrollo social, máxime cuando el 95% de los es-tudiantes de la Alma Máter pertenece a los estratos socio económicos 1, 2 y 3, muchos de los cuales hoy ya hacen parte de los 3.597 graduados en estudios de posgrado en los últimos tres años.

Por lo mismo, los dineros donados se destinarán a los estudiantes de pregrado y posgrado a través de dos líneas de acción: permanencia de es-tudiantes de pregrado y apoyo para formación doctoral.

La vinculación al Fondo es posible vía donaciones en dinero, con un aporte mínimo de $10.000 pesos, por medio de pago en línea, consignación banca-

una apuesta por la permanencia y la formación doctoralria, o títulos valores estimados a precios de mercado, según lo establecido por la Superintendencia Financiera de Colombia.

Para las donaciones superiores a los 50 salarios mínimos es necesario acercarse a la oficina de Donaciones de la U de A y realizar los trámites de acuerdo con el artículo 1458 del Código Civil Colombiano.

Beneficios Conforme con el Acuerdo Superior 415 del 26 de noviembre de 2013 y la

Resolución Rectoral 38652 del 8 de mayo del 2014, las normas universitarias que regulan el Fondo de Donaciones, son beneficiarios los estudiantes de pregrado de los estratos 1, 2 y 3 que tengan buen desempeño académico y enfrenten dificultades económicas. Los apoyos consisten en servicio de alimentación, materiales de estudio, transporte, fotocopias, entre otros.

Además, para los estudiantes de posgrado el Fondo destinará recursos para sus procesos de investigación y la formación doctoral que fortalezca la producción de nuevos conocimientos en pro del desarrollo académico, científico y tecnológico del departamento y el país.

Las personas naturales y jurídicas que decidan hacer su donación, contarían con los beneficios tributarios establecidos en el artículo 125 del Estatuto Tributario Nacional (el límite de la deducción para este tipo de donación es de 30% de la renta líquida, y se calcula antes se restar el valor de la donación).

Los interesados pueden contactar la Oficina de Donaciones, en los telé-fonos (4) 219 53-87 y (4)219-53-88, bloque 22, oficina 106 de Ciudad Uni-versitaria. Calle 67 N°53-108. Correo electrónico: [email protected]

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25Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Alberto Uribe Correa, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Paula Marcela Arias Pulgarín, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rafael Nieto López, Representante Profesoral • Mario Arturo González Arboleda, Representante de los Egresados • Manuel Santiago Mejía Correa, Representante del Sector Productivo, Luis Javier Arroyave Morales, Representante de los ex Rectores • Luquegi Gil Neira, Secretario General.

CONSEJO ACADÉMICO: Alberto Uribe Correa, Rector • Fanor Mondragón Pérez, Vicerrector de Investigación • Juan Carlos Amaya Castrillón, Vicerrector de Docencia • Pablo Javier Patiño Grajales, Vicerrector de Extensión • Rubén Alberto Agudelo García, Vicerrector Adminis-trativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Élmer de Jesús Gaviria Rivera, Decano Facultad de Medicina • María Patricia Arbeláez Montoya, Decana Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Química Farmacéutica • Lucía Stella Tamayo Acevedo, Representante Profesoral Consejo Académico • Luquegi Gil Neira, Secretario General.

Invitados: John Jairo Arboleda Céspedes, Vicerrector General • Fabio Giraldo Jiménez, Director de Posgrado • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Desarrollo Institucional • María Carolina Laverde Velásquez, Directora de Relaciones Internacionales • Daryeny Parada Giraldo, Directora de Bienestar Universitario • Dora Nicolasa Gómez Cifuentes, Directora Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • Edilma Naranjo Vélez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz, Director Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Jaime Cardona Usquiano, Director Oficina de Asesoría Jurídica • Claudia María Rivera Osorio, Auditora Interna • Heiner Castañeda Bustamante, Director de Comunicaciones.

Egresado de la Facultad de Comunicaciones gana Palma de Oro en Cannes

C on el corto “Leidi”, el Comuni-cador Au-diovisual

y Multimedial de la Universidad de An-tioquia, Simón Mesa Soto, obtuvo el 24 de mayo el premio Pal-ma de Oro del Festival de Cannes 2014.

Este cortometraje es parte del trabajo final de posgrado de Simón, quien actualmente termina sus estudios avanzados en la Escuela de Cine de Londres. “Desde el pregrado, Simón demostró ser un profe-sional genial, sus trabajos eran sorprendentes por la calidad en la fotografía, en el sonido y la sencillez de los personajes. Él es ante todo un artista audiovisual”, resalta el profesor de la Facultad de Comunicaciones Mauricio Naranjo Restrepo.

Este es el único cortometraje latinoamericano que participó en el Festival de Cannes y compitió con cor-tometrajes de países como China, Japón, Azerbaiyán, Francia, Bélgica y Noruega. Simón como director del corto es el primer colombiano y el tercer latinoame-ricano en recibir el galardón, lo cual representa un hecho histórico de visibilización del cine colombiano en el ámbito internacional.

El decano de la Facultad de Comunicaciones, David Hernández García, destaca del pregrado en Comuni-cación Audiovisual y Multimedial, del que se graduó Simón Mesa, la rigurosidad en la formación en géneros audiovisuales, la amplia gama de enfoques narrativos y el estímulo a la creatividad entre los estudiantes.

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Literatos lanzan la pelota

Supersticiones para que el equipo gane

—Helenio Herrera—

Gallardo Pérez, referí

La pelota y el arquero—Osvaldo Soriano—

Cuando yo jugaba al fútbol, hace más de veinte años, en la Patagonia, el referí era el verdadero protagonista del partido. Si el equipo local ganaba, le regalaban un damajuana de vino de Río Negro; si perdía, lo metían preso. Claro que lo más frecuente era lo de la damajuana, porque ni el referí, ni los jugadores visitantes tenían vocación de suicidas.

[…] El referí llegaba temprano, almorzaba gratis y luego expulsaba al mejor de los visitantes y cobraba un penal antes de que pasara la primera hora y la tribuna empezara a ponerse nerviosa. Después iba a buscar la damajuana de vino y en una de ésas, si la cosa había terminado en goleada, se quedaba para el baile.

Ese día inolvidable, nosotros salimos temprano y llevamos un equipo que nos había costado mucho armar porque nadie quería ir a arriesgar las piernas por nada. Yo era muy joven y recién debutaba en primera y quería ganarme el puesto de centro delantero con olfato para el gol. Los otros eran muchachos resignados que iban para quedarse en el baile y buscar una aventura con las pibas de las chacras.

Al fin, harto de esperar y cada vez más nervioso, Gallardo Pérez expulsó a dos de los nuestros y les dio dos pénales. El primero salió por encima del travesaño. El segundo dio en un poste. Ese día, como dijo en voz alta el propio referí, no le hacían un gol ni al arco iris.

Pobre mi madre querida

—Eduardo Galeano—

—Jorge Amado—

A fines de los años sesenta, el poeta Jorge Enrique Adoum regresó al Ecuador, después de mucha ausencia. No bien llegó, cumplió con el ritual obligatorio de la ciudad de Quito: se fue al estadio, a ver jugar al equipo de Aucas. Era un partido importante, y el estadio estaba repleto.

Antes del comienzo, se hizo un minuto de silencio por la madre del árbitro, muerta en la víspera. Todos se pusieron en pie, todos callaron. Acto seguido, un diri-gente pronunció un discurso destacando la actitud del deportista ejemplar que iba a arbitrar el partido, cum-pliendo con su deber en las más tristes circunstancias. Al centro de la cancha, cabizbajo, el hombre de negro re-cibió el cerrado aplauso del público. Adoum pestañeó, se pellizcó un brazo: no podía creer. ¿En qué país estaba? Mucho habían cambiado las cosas. Antes, la gente sólo se ocupaba del árbitro para gritarle hijo de puta.

Y empezó el partido. A los quince minutos, estalló el estadio: gol del Aucas. Pero el árbitro anuló el gol, por fuera de juego, y de inmediato la multitud recordó a la difunta autora de sus días:

—! Huérfano de puta! —rugieron las tribunas.

Es sabido que los equipos portugueses importaron muchos jugadores de sus colonias africanas; cuando dirigía el Be-lenenses, teníamos por lo menos seis de éstos, todos exce-lentes muchachos y deportistas íntegros.

Un día enviaron a otro negro, llamado Yanka. Un mucha-chote impresionan-te, alto y fornido, cuyos brazos se balanceaban como péndulos. Yanka traía una carta de presentación que me mostró muy satisfe-cho. Yo la leí:

“Herrera: este desgraciado es una bestia, criado en plena selva. Cuídelo mucho, pues si llega a oler alcohol o mujeres puede com-portarse como un auténtico salvaje.”

Por supuesto, la carta reflejaba a quien la escribió, y no a Yanka. El mu-chacho, si bien era feo, resultó un buen chico, disciplinado y pintoresco como ju-gador. Donde quiera que cogía el balón, sólo tenía una idea en la cabeza: llegar hasta la portería contraria y anotar un gol. Se olvidaba de sus compañeros y arremetía él solo, haciendo brillantes quiebres o bien a trompadas, hasta que llegaba al arco contrario.

Voy a contar a quien quiera escuchar la histo-ria de la pelota. Fura-Redes (Rompe Redes) y del arquero Bilo-Bilo, el Cerca-Frangos (Tragasapos), una historiecita para que nadie critique, breve y loca como la vida.

El destino de las pelotas de fútbol es hacer goles y la pelota Fura-Redes, como el nombre lo indica, era la mayor especialista del país en la cantidad y la cualidad de los tantos señalados. Goles olímpicos, con efecto, de remate seco, de bicicleta, de pecho, incomparables. Por eso se tornó conocida y aclamada como Esfera Mágica, Goleadora Genial, Pelota Invencible, Redonda Infernal, por los locutores enloquecidos al micró-fono, cuando la veían atravesar el campo de juego de pase en pase, de taquito en taquito, para ano-tar un tanto sensacional. La pelota Fura-Redes era el temor de los arqueros, la pasión de los punteros y de los comandantes del ataque, la bien amada de la hinchada. Nació para cruzar el arco, pegarse alegre con las redes, provocar un grito de guerra y de victoria de la muchachada.

Lustrosa, leve y atrevida, las más redonda de las pelotas, a pesar de ser muy joven, pronto se tornó popular debido al número de tanto anota-dos, cerca de seiscientos, muchos en cada partido. Varios para el equipo “A” y varios para el “Z”, pues Fura-Redes mantenía absolutamente la imparciali-dad cuando se exhibía en la cancha.

Marcaba goles para los dos equipos, no protegía a ninguno de ellos, era correcta y justa. Marcaba mayor número de tantos el equipo que más bus-case el ataque, buscando encerrar al adversario. Con ella, los goleadores no erraban los disparos, no desperdiciaban remates en los travesaños ni en los palos. Pero siendo igualmente bondadosa, dotada de un corazón de oro, Fura-Redes tampoco dejaba al otro equipo en ascuas; por lo menos un golcito de consuelo le era concebido antes de que el juez pitara el final dando el desafío por termi-nado.

Fura-Redes fue proclamada Enemiga Numero 1 del cero en el score. Los resultados de los partidos que se jugaban daban cuenta de la impresionante vocación de la Redondita para el gol. Redondi-ta era el cariñoso apodo que le diera el Rey del Fútbol. Resultados siempre altos: 5 a 4, 7 a 6, 6 a 6. O bien violentas goleadas: 6 a 2, 8 a 3, 5 a 1, cuando se hacía evidente la diferencia de cali-dad entre los dos clubes, el campeón, dueño del terreno, y el adversario, un equipito cualquiera de última categoría.

* Fragmentos del libro Sueños a la redonda, seleccionados para ALMA MATER por el propio autor, el profesor e investigador de la Facultad de Comunicaciones Gonzalo Medi-na, a propósito del mundial de fútbol que comienza este 12 de junio en Brasil.

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Mundo sin cerca

—Armando Nogueira—

Memorias de un wing derecho

—Roberto Fontanarrosa—

Nadie se olvida, Platko, no, nadie, nadie, nadie, oso rubio de Hungría. Ni el mar, que frente a ti saltaba sin poder defenderte. Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más rugía. Ni el mar, ni el viento, Platko, rubio Platko de sangre, guardameta en el polvo, pararrayos... Platko, Platko lejano, rubio Platko tronchado, tigre ardiendo en la yerba de otro país. !Tú, llave, Platko, tú, llave rota, llave aúrea caída ante el pórtico aúreo! No, nadie, nadie, nadie, nadie se olvida, Platko. Volvió su espalda el cielo Camisetas azules y granas flamearon, apagadas, sin viento. El mar, vueltos los ojos, se tumbó y nada dijo. Sangrando en los ojales, sangrando por ti, Platko, por tu sangre de Hungría, sin tu sangre, tu impulso, tu parada,

Platko

—Rafael Alberti—

tu salto temieron las in-signias... Azul heroico y grana, mandó el aire en las ve-nas. Alas, alas celestes y blan-cas, rotas alas, combatidas, sin plu-mas, encalaron la yerba. Y el aire tuvo piernas, tronco, brazos, cabeza. !Y todo por ti, PLatko, rubio Platko de Hungría! Y en tu honor, por tu vuelta, porque volviste el pulso perdido a la pelea, en el arco contrario el viento abrió una brecha. Nadie, nadie se olvida... Ni el final: tu salida, oso rubio de sangre, desmayada bandera en hombros por el campo. !Oh Platko, Platko, Platko, tú, tan lejos de Hungría! Qué mar hubiera sido ca-paz de no llorarte? Nadie, nadie se olvida, no, nadie, nadie, nadie.

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Se cuenta que Verunschka, modelo núme-ro uno del mundo, se fue anteayer en el más profundo olvido después de haber llegado con fiestas y bajo la protección de ruidosas moto-cicletas y porque la despreciaron, dos semanas después de haberla llenado de homenajes. Verunschka partió enojada con todos nosotros.

Ah, niña mía, consuélese si le puede ser de consuelo y no de tristeza pensar en el ostra-cismo cruel a que fue sometido por la ingrati-tud del tiempo y de los hombres un joven de piernas no tan derechitas pero más gloriosas que las suyas Verunschka.

No me asombra el desprecio que le mostra-ron a Verunschka después de tanto festejarla como mito y cortejarla mucho más como mujer.

Peor fue lo que le hicimos a nuestro Mane que aquí también llegó dos veces con la pro-tección de batidores, himnos y banderas, héroe de dos guerras en que conquistó al mundo sin matar a nadie, solo jugando al gato y al ratón las computadoras soviéticas tan certeras en la conquista de la luna tan desorientadas por el drible angelical del guerrillero.

Drible que todos besaríamos comenzando por el maestro Drummond aun cuando para be-sarle el gesto fuera necesario besarle los pies. Porque corriendo por los campos, Verunschka era un ángel de piernas torcidas, pero en el camino cierto, en el camino de la alegría más pura que eleva al hombre hasta las puertas del cielo.

Llegaba acá a la medianera, recogía la bola velocidad cero, en un segundo se daba el arranque un metro adelante a que la explosión muscular lo lanzaba al espacio con la ligere-za de un ave; de haber querido volar hubiese volado pero no hacía falta tanto para llegar al nido. Bastaba frenar el cuerpo, arrancar nuevamente hacia la derecha, se iba por tierra el equilibrio de los laterales.

Sabían los matemáticos que muchas veces parecía en medio del camino en las caídas su propio centro de gravedad y seguía de pie por la derecha fluyente como una cascada. Lanzado en el proceso del drible se transfiguraba, era Chaplin esculpiendo en el tiempo una sucesión maravillosa de gestos cómicos; era el torero inventando verónicas que la multitud salu-daba cantando olé; era San Francisco de Asís engrandecido en la humildad que sufría en los contratiempos de desesperación.

Aquel drible por la derecha era negación del drible conocido por todos y que en los cam-pos del mundo hizo millonaria a mucha gente. Llegaban a la línea de fondo los defensores cercando el área, el espacio disminuyendo… un metro, medio metro, “él no tiene más cam-po, se va a estrellar “. Amarga ilusión: para un drible suyo, la superficie de una sábana era un latifundio.

Y el centro media distancia, rastrero o aéreo lanza la bola a los pies del artillero.

Individualista sinónimo de egoísta, pero para él que hacía del drible la alegría del pue-blo y del pase, la gloria del compañero.

Todo esto fue ayer.Hoy ¿quién sabe de él?

Y aquí estoy. Como siempre. Bien tirado contra la raya. Abriendo la cancha. Y eso no me lo enseñó nadie. Son cosas que uno ya sabe solo. Y meter centros o ponerle al arco como venga. Para eso son wines. No me vengan con eso de wing “ventilador” o wing “menti-roso” o las pelotas. Arriba y contra la raya.

Abriendo la cancha para que no se amontonen los forwards en el medio. Nada de andar bajando a ayudar al marcador de punta ni nada de eso. Si el marcador de punta no puede con el wing de él...para qué m...juega de marcador de pun-ta? Lo que pasa es que ahora cualquier mocoso le sale con esas teorías nuevas y nuevas formas de juego o te viene con la “holandesa” o la “brasileña” y otras estupideces.

!Por favor! El fútbol es uno solo y a mí no me saca de la formación clásica: el arque-ro bien parado en la raya y atento. Por ahí escucho decir que Gatti juega por toda el área o sale hasta el medio de la cancha...Y bueno, así le va. Yo al arquero lo quiero paradito en su arco y nada más. Para eso es arquero. Después una línea de tres. Después otra de cinco. Y arriba que nos dejen a noso-tros tres. Más de veinte años hace que jugamos así y nos hemos podrido de hacer goles. De a siete hacemos. Yo ya debo llevar como 6.800. Yo solo...! Después me dicen de Pelé! O arman tanto despelote porque Maradona hizo cien. Cien yo hago en una temporada. Y en verano, cuando los pibes se quedan en el club como hasta las dos de la matina, me atrevo a hacer cuarenta, cincuenta goles por semana. Cuarenta, cincuenta. Y solo...Maradona...! Por favor! Y eso para no hablar del centroforward nuestro. Debe llevar más de 12.000 goles. Por debajo de las patas...Y...!el tipo está ahí!

Donde deben estar los cen-troforward. En la boca del arco. En el área chica. Pelota que recibe, !Pum! adentro. A cobrar. Y ojo, que el nueve de los de Boca no es malo tampoco. Es el mismo estilo que el nues-tro. Siempre ahí: en la troya. Adonde están los japoneses. !Nos ha amargado más de un partido, eh! Yo no he visto los goles que nos ha hecho pero escucho los gritos y el ruido de la pelota adentro del arco.

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8:20 a.m. “El Mundial como fenómeno social”, con el periodista depor-tivo John Jaime Osorio.

8:50 a.m. “La economía del fútbol: irracionalidad vs emotividad”, con el decano de la Facultad de Ciencias Económicas Ra-món Javier Mesa Callejas.

9:40 a.m. “El rendimien-to en el fútbol”, con el profesor del Instituto Universitario de Edu-cación Física Oswaldo Jiménez.

Las facultades de Ciencias Económicas y Comunicaciones y el Instituto de Educación Física de la Universidad de Antioquia reali-zarán el seminario El fútbol pasa al tablero, un espacio académico que vincula estudios, investigaciones, estadísticas, análisis y publicaciones relacionadas con el balom-pié, a propósito de la copa mundial que se celebrará en Brasil entre junio y julio.El encuentro, que se cumplirá el jueves 5 de junio, en el auditorio principal del edificio de Extensión de la Universidad de

Antioquia, desde las 8:00 a.m. hasta las 6:00 p.m., contará con la presencia de varios expositores, quienes desde su profesión y formación, abarcarán con propiedad la temática desde los enfoques cultural, económico, empresarial, psicológico, físico.A continuación la programación:

El fútbol pasa al tablero

10: 10 a.m. “El mercado de los jugadores de fút-bol: ¿una nueva esclavi-tud?”, con el profesor de la Facultad de Medicina Jorge Osorio Ciro.

2:00 p.m. “Abrir la can-cha: poética de la redon-da”, con el gestor cultu-ral Facundo Marcadante.

3:00 p.m. “Fútbol y barras bravas ¿pasión o fanatismo?, con el pro-fesor Gonzalo Medina de la Facultad de Comuni-caciones, a apropósito

de la presentación del libro Las barras, gambe-tas y zancadillas. Cantar y contar el fútbol.

4:20 p.m. “¿Para qué sirve la estadística en el fútbol?” con el profesor del Instituto Universita-rio de Educación Física Zanony Olaya.

5:00 p.m. “Aspectos mentales de los futbo-listas”, con el vicede-cano de la Facultad de Medicina Carlos Alberto Palacio.

El balón también rodará en la Universidad de Antioquia mientras se lleva a cabo la Copa Mundial de Fútbol en Brasil. La comunidad universitaria podrá disfrutar no solo de la transmisión de los partidos por la red interna de televisión y las proyecciones en pantalla gigante, sino también de las conferencias y eventos culturales programados en torno a este acontecimiento. El mundial de fútbol es una oportunidad para sopesar el análisis y las opiniones de los académi-cos quienes desde sus áreas de estudio han profundizado en el deporte que los apasiona.

Para Wilson Orozco, tra-ductor, magíster en li-teratura colombiana y profesor de la Escuela de idiomas, el primer paso

del encuentro entre la academia, la filosofía y el fútbol lo dio Albert Camus con el texto Lo que le debo al fútbol, que cuenta experiencias y aprendizajes del filósofo francés cuando jugaba como arquero en el Racing Universitario de Argel. Según el docente, la entrada del fútbol al ámbito académico “tiene que ver con la posmodernidad, en la cual el acervo popular tiene mucha preponderancia y hay un encuentro entre la cultura elitista o canónica y la cultura de masas”.

Orozco duda que la literatura haga mejor al fútbol, o viceversa, porque para él este deporte entra entre los tantos temas que puede tocar un autor. Además, agrega que la popularidad del fútbol puede deberse a que “es un deporte en donde hay una especie de esceni-ficación de la guerra, como un ejér-cito medieval; el fútbol lo que hace es sublimar esas ansias de guerra y de conquista que tenemos los seres humanos porque hay ataque, defensa y penetración”.

En el ámbito la educación física, Oswaldo Jiménez, docente investi-gador del Instituto Universitario de Educación Física y entrenador de fútbol, cree que los pocos tiempos de recuperación que propone la

exigencia competitiva actual van en detrimento de la condición física de los deportistas, y esto se evidencia en la cantidad de juga-dores lesionados que no podrán ir al mundial. “Yo pienso que se está pasando de la optimización del rendimiento hacia el deterioro del mismo, por el marketing deportivo, por la cantidad de torneos que se juegan simultáneamente y por la venta del producto fútbol”, afirma.

Jiménez explica además que “los deportistas de alto rendimiento entrenan entre 6 y 8 horas diarias, no más de eso, para dar tiempo a las consecuentes necesidades de recuperación”, y agrega que “es diferente cuando hay carga competitiva, porque está asociada a otros fenómenos que generan desgaste en los deportistas, como los grandes desplazamientos de un país a otro y como el mismo estrés que genera la competencia. Todo esto implica que el jugador necesite tener un mejor tiempo de recuperación, y es por esto que se están utilizando estrategias como la rotación constante de las nómi-nas de los equipos”.

La abogada constitucionalista y profesora de la Facultad de De-recho y Ciencias Políticas, María Cristina Gómez, aporta una mirada desde el derecho, donde destaca que el organismo rector del fútbol —la Federación Internacional de Fútbol Asociado— es una transna-cional que, en ocasiones, comete injusticias con los futbolistas y es allí donde encuentra campo de acción el derecho internacional.

“Uno de los elementos más complejos tiene que ver con el derecho al trabajo y la libertad. Es evidente que el futbolista no tiene posibilidad de trabajar en el equipo que él considere, porque depende de la negociación de su transferencia”, dice Gómez, y ex-plica que la estructura de la FIFA le otorga poder total para todos los asuntos que se relacionen con el balompié. “Es la primera trasnacional, aparte de la del Vati-cano, que tiene una estructura je-rárquica cerrada donde, indepen-dientemente del orden jurídico interno, tanto los clubes de fútbol como las confederaciones tienen que ceñirse a su normatividad”.

La profesora agrega que la in-tervención de los estados es casi nula porque si desatienden los li-neamientos del ente internacional “podrían perder legitimidad, ser excluidos de los torneos y perder recursos que aporta la FIFA para apoyar el deporte”. Sin embargo, señala que el gran poder de la FIFA se justifica cuando el ente inter-viene en los procesos de violencia social que despierta el fútbol.

Desde la perspectiva econó-mica, el fútbol es llamativo por la cantidad de dinero que mue-ve. Según cifras de la consultora Deloitte, el fútbol es la economía número 17 del mundo con un PIB de 500 mil millones de dólares. Sin embargo, para el economista y decano de la Facultad de Cien-cias Económicas, Ramón Javier Mesa, la mayoría de los clubes del mundo no son exitosos como

empresa, “en los equipos de fút-bol predomina la pasión porque los dueños de los equipos son hinchas y actúan desde la irra-cionalidad. Entonces, el 80% de los clubes del mundo funcionan a pérdida, porque los gastos son desproporcionados por la ilusión de ganar los campeonatos”.

En cuanto al mundial, Mesa Callejas afirma que la porción más grande del dinero se lo lleva la FIFA, mientras que el país sede recoge ganancias más dispersas e intangibles. “La FIFA invierte muy poco para todo lo que obtiene, porque le deja la responsabilidad financiera al país sede, que hace los estadios y toda la infraestruc-tura. Ella se beneficia de eso y no paga impuestos, porque es una de las exigencias para otorgar el beneficio de ser sede. Además, la FIFA es dueña de la publicidad que hay adentro y a los alrededores de los estadios, y de los derechos de transmisión en televisión”.

En este mismo sentido, agrega que los beneficios de ser la sede del mundial son “la imagen posi-tiva del país, además de ser el eje de atención del mundo durante treinta días, y eso tiene un valor incalculable. Otro beneficio es la infraestructura que se genera y las ganancias del sector privado por el turismo y otras externali-dades”. El decano de la Facultad de Ciencias Económicas agrega que la FIFA es el ejemplo más claro de monopolio porque im-pone sus condiciones y no tiene competencia.

Tiros libresPor DIANA SOFÍA VILLA MÚNERA

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29Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Por RAMÓN JAVIER MESA CALLEJASDecano de la Facultad de Ciencias

Económicas

La ley de regalías, entre oportunidades y tecnicismos

Sin lugar a dudas, a dos años de la implemen-tación de la reforma de las regalías en el país, Ley 1530 de 2012, re-

glamentada por el Acto Legislativo 05 de 2011, uno de sus principales logros ha sido el haber permitido una distribución más equitativa de estos recursos en todo el territorio nacional. Hoy cerca de 1.089 muni-cipios en todos los departamentos del país son receptores de regalías, mientras que en 2011, el 80% de estos recursos se concentraba en apenas 9 departamentos y en 522 municipios. Esto fue lo que el minis-tro de Hacienda de entonces, Juan Carlos Echeverry, denominó repartir la mermelada en toda la tostada nacional, donde todos los munici-pios del país pudieran participar de una parte de las regalías derivadas de los recursos provenientes de la explotación minero-energética.

Esta situación se diferencia del pasado, cuando el esquema de repartición y manejo presentaba enormes deficiencias y fallas admi-nistrativas que hicieron posible la malversación de fondos, la corrup-ción y la captura de rentas públicas mediante procesos de contratación por parte de políticos y particulares.

Varios hechos importantes de-muestran el cambio de orientación de estos recursos en los entes territoriales. Por ejemplo, desde las regiones se vienen planteando iniciativas sobre el rumbo de es-tas inversiones, asociadas con las problemáticas de sus territorios; el carácter técnico y el rigor en todo el proceso de formulación y presen-tación de proyectos, acompañados de una serie de herramientas que vienen permitiendo vigilar el buen uso de las regalías. Y el papel de los órganos colegiados de adminis-tración y decisión, Ocad, en donde tienen asiento el gobierno local, regional y central, para determinar si los proyectos cumplen con las necesidades de las comunidades y los requisitos técnicos.

Según el Departamento Nacional de Planeación —DNP—, desde 2012 a la fecha se han aprobado un total de 5.587 proyectos en todo el país por un valor cercano a los $14 billones de pesos, de los cuales 454 corresponden al departamento de Antioquia por valor de $939.981 millones, es decir, el 6,7% del total de los recursos aprobados, después de los departamentos del Meta y Casa-

nare que participan con el 11,4% y el 7,6%, respectivamente. Los sectores en Antioquia que más concentran proyectos y recursos, en su orden, son transporte con 106 proyectos por $461.000 millones, vivienda con 86 proyectos por $70.000 millones y agricultura con 73 proyectos por $106.291 millones.

Si bien el país comienza a mostrar progresos en cuanto a la distribución y al uso de las regalías, no se puede perder de vista que todavía existen debilidades que impiden una mayor eficacia de estos recursos. Una de ellas, que resulta muy recurrente en la mayoría de municipios en el país, es la falta de personal técnico capa-citado en cómo formular, estructurar y ejecutar proyectos de regalías, situación que le resta celeridad, no sólo en la fase de presentación y aprobación de iniciativas, sino tam-bién, en los períodos de registros de información en las diferentes plataformas gubernamentales, en los procesos de contratación y en la ejecución de los proyectos.

Sumado a lo anterior, desde la perspectiva de su desarrollo, existen cuellos de botella que vienen frenando el inicio de los proyectos, algunos de ellos vincu-lados con el incumplimiento de los requisitos que exige el DNP, como el trámite de licencias ambienta-les, los diseños de factibilidad, el financiamiento de la pre-inversión. Así mismo, pese haber avanzado en el rigor en cuanto a la presen-tación de los proyectos, el exa-gerado tecnicismo por parte de los representantes del gobierno y el clima de desconfianza sobre alcaldes y gobernadores que se percibe en algunos territorios, pueden estar limitando la autono-mía regional y con ello el deterioro de la figura de la descentralización en el país. Sumado a estos he-chos, sigue siendo una debilidad importante la escasa participación de la academia y la sociedad civil en los procesos de formulación de iniciativas con alcance social.

Frente a los principales retos que deberá afrontar esta joven reforma en el corto plazo está demostrar que efectivamente va en la línea de mejorar la calidad de vida de las regiones, disminuir la pobreza y modernizar la infraes-tructura. Para ello será importante el alcance de los proyectos, no sólo para contribuir en el cierre de las brechas en infraestructura, servi-cios públicos, educación y salud, sino también, la capacidad de los proyectos para articularse con la inversión de la Nación.

En todo lo anterior será funda-mental medir los impactos de los

proyectos, valorar la calidad de los mismos en términos de innovación, buenas prácticas y generación de empleo; evaluar si consultan las verdaderas necesidades de las comunidades y si realmente están previniendo el cáncer de la corrup-ción. Por el momento, el balance en estos dos años del nuevo esquema de regalías se resume en una ley de buenas intenciones que requiere consolidarse, dado que el país no estaba preparado para enfrentar el tecnicismo propio de la formu-lación y preparación de proyectos, y mucho menos para un cambio de mentalidad frente la administración de los recursos, donde predomina el beneficio colectivo por encima de los intereses oscuros de los políticos corruptos. Si bien nomi-nalmente son importantes tanto el volumen de proyectos como el monto de los recursos aprobados, desconocemos los impactos de los mismos, sobre todo porque toda-vía cerca de la mitad de estos pro-

yectos no arrancan o apenas van en una fase temprana de ejecución.

Por último, una nota aparte mere-ce el análisis acerca de los recursos de regalías para ciencia y tecnología, que representan el 10% del monto total de estos recursos. El balance aún está por verse, no sólo por las razones anteriormente expuestas, sino por la exagerada tramitología y el manejo burocrático que se está haciendo desde las regiones por es-tos recursos, que para muchos inves-tigadores y centros de investigación resulta engorroso y desestimulante.

Mientras no exista en el país una política institucional creíble frente al desarrollo de la ciencia, la tec-nología y la innovación, concertada ampliamente con quienes realmen-te conocen del tema y son protago-nistas del conocimiento, como son los investigadores, las universidades y los centros de investigación, los cerca de 1.3 billones de pesos desti-nados para tal fin seguirán en limbo de las buenas intenciones.

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30Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

Por LUIS GERMÁN SIERRA J.Sistema de Bibliotecas

XXVI¿Hablan las máscaras de la ciudad?Las grandes avenidaspueden contener toda la noche primaveraly el capitolioinmenso cisnese detiene en la bahía de miedos visionarios y sombríos ventanaleshombres sordosdiscurren de pompas y de contratos—se pierde la transparenciaentre el obelisco y el desamparo del ríoy la esfingede un vacío pensamiento.Las estrellasque nunca descansanhacen signos de catástrofesde prontoel magno incendioque vendrá de muy lejoscomo esa llamade montaña en montañaque anunciaba la caída de Troya.(Fernando Arbeláez, 1924-1995)

HéroeEl héroevencido de muchas batallasa quien los embajadores ofrendaban coronasy 20.000 soldadospresentaban las armasBostezó y le dijo a una golondrinaque picoteabaen su vestido metálico—¡Idiotas!Si supieran que la gloriaes una amante mercenariay que quiero derretirme—(Mario Rivero, 1935-2009)

PaujilEstallan las flores sobrela tierrade Paujil. En las corolasaparecen las bocasde los muertos.(María Mercedes Carranza, 1945-2003)

A mañana y tardeen día laboral y festivosin vísperasmidentrazancortanSin importar para quiénsin importar si es el propiocofres lisosunosy ásperos otrosComo peones a la ordendel más severo Señortaponanpulenempañetana prisa

Trabajan tanto los fabricantes de ataúdes de mi paísEn las noches oímos sus garlopas que alisantabla a tablasus martillos que oprimenclavoa clavoCon las manos llenas de polvocon los rostros sucios de aserríncantan:¿son más los de arriba?¿son más los de abajo?De sol a sol trabajanlos carpinteros en ataúdesen mi país.

(Robinson Quintero Ossa, 1959)

Cuestión de estadísticasFueron veintidós, dice la crónica.Diecisiete varones, tres mu-jeres,dos niños de miradas heladas,sesenta y tres disparos, cuatro credos,tres maldiciones hondas, apagadas,cuarenta y cuatro pies con sus zapatos,cuarenta y cuatro manos desarmadas,un solo miedo, un odio que crepita,y un millar de silencios ex-tendiendosus vendas sobre el alma mutilada.(Piedad Bonnett, 1951)

Señal de cuervosAl graznido escuchado al bordeDe la estrecha carreteraCuando los rostros afilados de los hombresMiran al cielo con ojos llenos de asombro:La señal de los cuervosAnuncia la nueva hora del terrorLos cuerpos otra vez bajando por el ríoLa subienda de muertos a orillasDel nuevo y rojo día.Alguien suelta sus pájaros oscurosDesde las secretas cámaras del palacio.(Juan Manuel Roca, 1946)

Los que tienen por oficio lavar las callesLos que tienen por oficio lavar las calles(madrugan, Dios les ayuda)encuentran en las piedras, un día y otro, regueros de sangreY la lavan también: es su oficioAprisano sea que los primeros transeúntes la pisoteen(José Manuel Arango, 1937-2002)

La antena que traelas noticias de la guerraestá llena de pájaros.(Gustavo Adolfo Garcés, 1957)

H a n p a s a -d o , c o n creces, los tiempos en los cuales

la patria, esa abstrac-ción que puede signi-ficar tantas cosas, y a la vez tan pocas, era alabada y sublimada hasta el hartazgo por quienes ostentaban las credenciales, digamos, oficiales del arte lite-rario. Desde profundas convicciones, prestadas o propias, se cantaban loas sin fin a una patria que, por otro lado (el de la realidad más real) desdecía, también con creces, todo aquello. Eran tiempos en los que quienes ejercían el poder político en Co-lombia eran también, o aspiraban a ser, los propios poetas, cuando no gramáticos y filólo-gos, que veían con gran naturalidad el hecho de “sacrificar un mun-do para pulir un verso” (Guillermo Valencia, 1873-1943). Hoy, difí-cilmente, un poeta po-dría escribir: “¡Patria! te adoro en mi silencio mudo / y temo profa-nar tu nombre santo”. (Miguel Antonio Caro, 1843-1909).

El arte, y por supues-to el arte literario, en Colombia ha adquiri-do plena autonomía y prácticamente despa-reció esa sospechosa dependencia con el po-der político. Las impú-dicas loas a la patria y la literatura usada como discurso político han desaparecido, para bien de la literatura, por supuesto. Y de la misma política, quien quita. Hoy los poemas aluden la realidad de un país en su vida común y co-rriente, que a veces es atroz, y a veces es bella, más en los detalles de la vida cotidiana misma. La palabra ha adquirido su verdadero ropaje de desnudez y ha abando-nado, gloriosamente, la pompa y el fasto.

Una muestra (míni-ma) de la poesía que nombra la realidad, a veces terrible, para nombrar la patria, ya sin disfraces:

Las palabras y la patria

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El Estado impostor*

En Occidente, la barbarie es la antítesis del Estado de derecho. Sin embar-go, la ley no suplanta la violencia sino que, por el

contrario, la instituye, tal y como lo señaló Walter Benjamin en su ensayo “Critique of violence” (1986), en el que examina la concepción judeo-cristiana de la ley y la sacralidad de la vida. La reflexión de Benjamin resalta la violencia que funda los regímenes constitucionales que, a su vez, fun-damentan el Estado moderno; un tema que retoma Giorgio Agamben en State of exception (2005). En el marco legal que funda, el Estado ocupa un lugar ambiguo: proscribe el asesinato, pero se reserva el derecho de matar. Esa soberanía del Estado moderno, que ha permitido la tortura y el genocidio, se ha intentado regu-lar mediante los derechos humanos y la creación de un marco jurídico supraestatal con organismos como las Naciones Unidas o la Corte Penal Internacional. Pero el dilema per-siste, pues ese marco supraestatal universaliza una razón imperial cuyos orígenes están en la modernidad temprana. En síntesis, la violencia del Estado no es inequívocamente legítima —como se la concibió des-de Aristóteles hasta Max Weber—; por el contrario: todo Estado es un Estado canalla (l’etat voyou), como lo afirmó Jacques Derrida en Rogues.

[…]La violencia de la conquista de

América ha suscitado una reflexión crítica sobre la occidentalización del mundo. Los estudios coloniales —desde La ciudad letrada (1984) de Ángel Rama hasta The darker side of the renaissance (1995) de Walter Mig-nolo— dan cuenta de la violenta imposición de la cultura europea en el continente americano; pero, como lo resalta José Rabasa en sus dos últimos trabajos, la imposición del capitalismo, la modernidad y el Estado no ha cerrado completamen-te la historia de la América indígena. En efecto, en Without history (2010), Rabasa examina aspectos en los movimientos insurgentes indígenas que no logran ser subsumidos por la lógica del Estado, la modernidad y el capitalismo; y más recientemente, en Tell me the story of how I conquered you (2011), el autor dirige su atención a un códice del siglo xvi elaborado por un tlaquilo (escritor-pintor) mexicano a petición de los sacerdotes cristia-nos, quienes intentaban comprender mejor las culturas americanas para evangelizarlas más eficazmente. El tlaquilo vuelve la mirada hacia el colonizador —el observador obser-vado— y nos ofrece una representa-ción del mundo colonial y occidental desde la América indígena. Aunque parezca insignificante, esta mirada representa una apertura epistemo-lógica que permite concebir lo que Rabasa conceptualiza como “otro lugar” (elsewhere), coexistente con

la modernidad sin fundirse en ella. Otros estudios —como el reciente libro Beyond the lettered city (2011) de Tom Cummins y Joanne Rappa-port— resaltan cómo la occiden-talización de la América indígena, desde la alfabetización hasta la evangelización, no es un proceso unidireccional capaz de suprimir completamente las formas andinas de expresión que dotan de sentido el mundo americano.

El enfoque en las representacio-nes literarias y culturales del pueblo muisca permite abordar, con mayor precisión que estudios generales sobre la América indígena, las com-plejas imbricaciones de lo estético, lo político y lo epistemológico. Es-tas apropiaciones bien pueden ser un melancólico lamento por una grandeza perdida, un esfuerzo por reconciliarse con un pasado traumá-tico o iniciativas de justicia social a partir de la invocación del pasado. Por tal razón, la preocupación por la memoria no se limita a la discipli-nada reconstrucción historicista. La apertura del pasado permite resaltar la contingencia del devenir histórico, lo que fue y lo que no pudo ser, las múltiples fuerzas que se dieron en un momento dado, las configuracio-nes que devinieron hegemónicas, y los proyectos y sueños que fueron suprimidos. La pregunta por la memoria posibilita intervenciones críticas en un presente dado a partir de las ultrajadas trazas de un pasado cuya fuerza y sentido no se dan por sí solos sino que siempre hay que elucidar. La memoria no es un objeto fijo, sino un complejo entramado de simbolizaciones marcadas por la dialéctica del recuerdo y el olvido, por retornos e inesperados quid pro quo. La memoria social está sujeta a interpretaciones y reelaboraciones que, como un proceso de duelo, posibilitan un ajuste de cuentas con un pasado cuyos fantasmas aún nos asaltan y cuyas trazas sangran como una herida abierta.

Hay una larga historia de institu-cionalización de la apropiación del pasado americano mediante funda-ciones como el Museo del Oro, la

Academia Colombiana de Historia y el Instituto Colombiano de Antropo-logía e Historia, así como mediante la literatura indianista, indigenista y el testimonio. Sería ingenuo pretender inscribirse completamente por fuera de tal historia de apropiaciones en un texto crítico escrito en castellano, heredero de la lengua del conquista-dor, pero no lo es intentar ver esta historia críticamente. Por esto es preciso un trabajo que nos confronte no solo con el Estado impostor sino también con la historia colonial de nuestro quehacer intelectual desde la academia —ese espacio privile-giado y contradictorio, aunque en los últimos tiempos rastreramente asolado—, donde nos atrevamos a pensar otra Colombia y otro mundo posible, más allá del capitalismo sal-vaje y la razón imperial que sustentan la llamada globalización.

Como veremos, un creciente cor-pus de estudios académicos nos da una idea mucho más compleja de la historia prehispánica, colonial y re-publicana de los muiscas. Pero más que tratar de completar el mapa del pasado, quizás deberíamos pre-guntarnos de dónde viene nuestra preocupación por inventariar ese pasado y en qué nos incumbe. ¿Qué hacer, por ejemplo, con las historias de torturas coloniales? ¿Hay una obligación moral de re-cordarlas?, y ¿en qué medida, como colombianos, somos culpables por esa violencia que funda la nación? ¿Puede la conquista incluirse entre los crímenes imprescriptibles? ¿Es precisa una ley de víctimas como la aprobada recientemente en la legis-lación colombiana para indemnizar a los afectados por la violencia de las últimas décadas?1 ¿Qué tipo de reparación es posible o justa para las comunidades muiscas y los pue-blos indígenas contemporáneos: los u’wa, embera, nasa y gambiano, en-tre otros? Estas preguntas indican que el cuestionamiento del pasado no es un asunto epistemológico a secas, pues toca necesariamente problemáticas ético-políticas que no podemos eludir.

*Fragmento del libro El Estado impos-tor: apropiaciones literarias y cultura-les de la memoria de los muiscas y la América indígena, de Luis Fernando Restrepo. Editorial Universidad de An-tioquia, 2013. Ganador del Premio Roggiano de la Crítica Literaria 2014

Notas1. El 11 de junio de 2011 el gobierno colombiano aprobó la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448), “Por la cual se dictan medidas de aten-ción, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado in-terno y se dictan otras disposiciones”. Aunque la ley fija como límite el 1.º de enero de 1985 para el reconocimiento de la responsabilidad del Estado por los crímenes y daños ocurridos, esta legislación reabre la pregunta por la re-paración debida a las comunidades in-dígenas por parte de los Estados colom-biano y español. Sobre los crímenes imprescriptibles, véase Paul Ricoeur, Memory, history, forgetting (2004).

31Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

AUTORFRANCISCO CORTÉS RODAS*

El libro Pasado y pre-sente de la filosofía política. Ensayos sobre democracia y justicia es una selección de textos acerca de es-tas dos temáticas claves de la reflexión política de todos los tiempos. La primera parte, enmar-cada en el pasado de la filosofía política, se basa en la idea de que la democracia es un siste-ma complejo, un hecho esencial de nuestra vida social, y es perentorio evitar la trampa de su uso para justificar cual-quier fin; la segunda, dedicada al presente de la filosofía y la ciencia política, se ocupa prin-cipalmente de la justicia global y la justicia tran-sicional, a propósito de los contextos colom-biano y latinoamerica-no. Apoyada en análisis de autores modernos y contemporáneos, la obra ofrece una reflexión que abarca desde dis-cusiones tradicionales de la disciplina hasta consideraciones de co-yuntura sobre nuestras sociedades contempo-ráneas. El libro represen-ta un aporte valioso a la discusión pública y a la investigación en filosofía y en las ciencias sociales y humanas.

* El autor es profesor titular de la Universidad de Antioquia y en la actualidad director del Ins-tituto de Filosofía. Tiene estudios posdoctorales en la universidad de Frankfurt am Main Entre sus obras más recientes se desta-can: De Westfalia a cosmopolis. Justicia económica global, so-beranía, ciudadanía y derechos humanos en el contexto de la globalización (2011), Justicia y exclusión (2006) y La verdad en el infierno. Diálogo filosófico en las voces de Hobbes, Kant y Ma-quiavelo (2002).

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Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO

A punto la segunda etapa de la Sede de Ciencias del Mar

La Universidad de Antioquia hará entrega en julio de la segunda etapa de la Sede de Ciencias del Mar en Turbo, que albergará a cerca de 450 estudiantes de los programas de Ingeniería Oceanográfica, Oceanografía, Ecología de Zonas Costeras, Licenciatura en Música, Tecno-logía de Alimentos y del Doctorado en Ciencias del Mar.

El área global de la sede, que se erige ya como referente arquitectónico, educativo y cien-tífico de la región, es de 23.600 m2, y el costo total asciende a $16.709 millones, de los cuales $5.376 millones se invirtieron en la construcción de los auditorios, laboratorios especializados, bibliotecas, salas de sistemas y un bloque completo de aulas que integran la segunda etapa.

“Los programas de ciencias del mar fueron propuestos para promover procesos de desarrollo en la región de Urabá, que vayan en la línea del adecuado manejo de ecosistemas marinos y costeros, lo cual responde perfectamente al impulso que pretendemos dar al talento en las regiones desde nuestro Plan Estratégico de Regionalización”, destaca Dora Nicolasa Gómez Cifuentes, directora de Regionalización.

“La obra está adelantada en un 90%, pues aún se están instalando las áreas de cubierta (techos), las redes de aire acondicionado y el área acústica de una sala magistral que se implementará allí”, observa el arquitecto Juan Guillermo Ochoa, y precisa que aunque esta fase culmina con la construc-ción de una zona deportiva y una planta de laboratorios, queda abierta la posibilidad de construir otros edificios, en un lote situado al costado norte de la edificación.

CoberturaA través de diversas estrategias de construcción y adecuación de sedes y de la optimización de

programas académicos, la Universidad está enfocada en potenciar el desarrollo de la subregión, que integra no solo la biodiversidad y la amplia zona marítima, sino también la pluralidad cultural y el talento de los jóvenes de los municipios que conforman el Urabá antioqueño.

En esa perspectiva, la oferta de la Universidad en Urabá se da a partir de tres ejes temáticos: las ciencias del mar, los estudios agroambientales y las disciplinas generales. “Todo muy articulado al interés de llegar a la subregión con programas pertinentes, que generen cobertura estudiantil, pero, sobre todo, que contribuyan a romper la inequidad en materia de educación superior”, declara Jaime Hernán Uribe Valencia, director de la Seccional Urabá.

Comprometida con los grandes retos que implican la adecuación y ampliación en infraestructura, la Universidad avanza en la actualidad en el proyecto Integración de los ejes misionales, cuyo propósito principal se orienta a la divulgación científica que surja de la región.

Desde la primera etapa —inaugurada en 2011—, la sede se ha convertido en un referente de estudios especializados que hoy alberga programas de gran alcance, como el Doctorado Interinsti-tucional en Ciencias del Mar, en el que participan las universidades Nacional de Colombia, del Valle, del Magdalena y de Antioquia, con el apoyo del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, Invemar, la Comisión Colombiana del Océano y el Centro de Excelencia en Ciencias Marinas, Cemarin (Colombia-Alemania).

Ese hecho lo corrobora la creciente cobertura de la Universidad en la región, pues los programas en temas marinos y costeros, que son relativamente nuevos, hoy cuentan con 110 egresados: 19 de Ingeniería Acuícola, 63 de Ecología de Zonas Costeras y 25 de Tecnología de Ecología y Turismo. Hoy la seccional Ura-bá registra aproximadamente 1.450 egresados.

32Nº 632, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, junio de 2014

El com-promiso de la Uni-versidad de Antio-quia con la región de Urabá se man-tiene con el avance de las obras de la ciuda-dela uni-versitaria en Apar-tadó.