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POEMAS, TROPICO Y OCASO -1- AUTOR: PEDRO GUTIERREZ(PEDROYA AUTOR: PEDRO GUTIERREZ(PEDROYA) )

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un poema, si un delirio del alma. Un respiro de la ficción de lo que sentimos.

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  • POEMAS, TROPICO Y OCASO

    -1-

    AUTOR: PEDRO GUTIERREZ(PEDROYAAUTOR: PEDRO GUTIERREZ(PEDROYA) )

  • Abandono

    Mi bella ilusin, frgil consolacin,

    mi dulce amor. Mi rostro envejecido

    refleja los lustros que llevo desolado.

    Te fuiste hace tiempo, no escribiste una carta

    ni un poema ni papelito rayado

    testigos de tu presencia en esta fra estancia.

    Tu cama es un santuario.

    La luz del sol refleja el sitio donde antao

    posaba tu cara blanquecina. Ya no reclino mi cuerpo en su suave almohada,

    no es lo mismo. Ya no es dulce compaa.

    Se aspira la soledad.

    Las plantas que tanto cuidabas se han quedado inmovibles. Tu alma mas que tu humana presencia ha dejado un vaco

    que hiela la sangre.

    La Hiedra que tanto luchaste, por extinguir ha dominado tus predios amenazando con cubrir tus paredes de

    verdor en dura competencia con el limo que arrastra

    sus tentculos por el piso.

    -2-

  • Decidido a tomar otro sendero

    he clausurado este antiguo nido para que sea tu refugi.

    Si algn da decides tu regreso, mores en ella hasta que el moho

    de los tiempos acabe mi recuerdo.

    -3-

  • Abuela

    Eras como res al matadero, Esclava en tu misma tierra,

    Esclava Juda.

    Restos de un holocausto quedaron grabadas en tus sienes.

    Tu antigua generacin qued atrs, llegas a vivir una vida nueva,

    sin mas limites que tu propia mente.

    Un Prncipe de la Amrica nueva, tom tus destinos,

    no preguntaste nada, era tu ngel guardin,

    la calidez que necesitabas, el sueo cumplido de una bella durmiente.

    Tan solo cincuenta aos han pasado,

    hoy estas casada, tu prncipe es tu esposo,

    ahora tu vida ha cambiado, tu prole es extensa,

    tus sueos corretean, te halan, se ren.

    Te llaman Nana,la Nonna

    Simplemente,

    Abuela

    -4-

  • Acordes

    Escuchas los sonidos de mi cancin.

    Entre acordes, hablas de nosotros.

    Mientras entono tus melodas ms preciadas,

    contemplas mis mejillas, parezco un ngel.

    Mi cara se torna terciopelo,

    mis ojos parecen blanquecidos por efecto de la luna.

    Tonada a tonada, empieza el cortejo orquestado por los sonidos de la

    luz.

    -5-

  • Agazapada

    La paz se queda dormida

    cobijada y agazapada en la concordia del acuerdo

    y la alianza soada.

    Los smbolos que tanto amamos son pisoteados por las intrigas y la codicia del fiero dragn,

    hambriento pidiendo mas festn.

    La conciliacin ms querida, se guarda en la gula

    de las barrigas hinchadas de la unin de unos pocos

    para el bienestar de sus propios.

    La injusticia campea, la justicia se esfuma,

    la vida se arranca por el arte de la ficcin.

    Vivimos encerrados en nosotros mismos.

    Ansiamos las cosas ms vistosas. Entrenamos a nuestros

    hijos en el rito del racismo de las superficies ms bonitas.

    Creamos nuestras bases sobre terrenos materiales.

    Los pocos cultivos espirituales no sobrepasan la media

    de lo tangible.

    Cultiva l espirito, ara tu conocimiento, hazlo mas parecido

    al omnipotente: Yahweh, Dios, Jehov Como lo quieras llamar.

    -6-

  • Agravio

    En tus ojos vivi la alegra, en la metamorfosis de tus facciones adornadas por la nariz, y las arrugas que entumecan tus ojos

    hinchados de felicidad en los extremos.

    En tu mirada vivi la esperanza hecha moza, con la inocencia de una nia, con las caricias

    en sensuales manos aromatizadas de esencias servidas en cenas sagradas de noche buena.

    Contigo aprend a volar aviones de papel

    con la mente de un nio travieso y angelical, con las rodillas raspadas oliendo a estircol.

    Pero, todo termin, lleg nio con otros juegos.

    De tus agravios, no me quiero recordar. En las noches, la lagrima deseo secar. De mi mente quiero expulsar la sonrisa

    que llenaba los espacios vacos del alma.

    Hundo mis manos en las calientes arenas castigando mi cuerpo inocente de las culpas

    cometidas por mi corazn cruzado por flechas envenenadas de la pcima malsana de tus amores.

    -7-

  • Agua Encendida

    En noches de vinos efervescentes,

    destapo el corcho de las botella aromatizada por la entraa apetecible de tu estrechez.

    A orillas de lagunas ennegrecidas,

    me sumerjo bajo la luz de las estrellas para descubrir submarinos

    envistiendo los arcos de tus piernas.

    Al deslizarte sobre el agua cristalina, tu cuerpo flota en indescriptible pureza. Pareces un delfn perturbando el agua

    fresca, entrando saliendo de ella.

    Llegas a la orilla sin aliento, esperando un beso que devuelva

    tu fuente perdida y aguardas un beso, de agua encendida.

    Quiero tomar de tu cuerpo cada gota, guardando cada una en cofre de plata

    para as disfrutar esta noche cada da del resto de mis das.

    -8-

  • Alegra!

    La alegra florece, la voluntad se asoma,

    con grato aroma, en el verde pasta.

    Entre lluvias serenas, mi corazn sostienes,

    en las rimas al comps de las noches claras.

    Alegra que no te veo dibujada en la sonrisa de quien angustiado, vive su triste agona.

    Alegra! Llena el contento, con el regocijo satisfecho

    del corazn gozoso, con el dulce agrado

    de la gustosa euforia.

    Alegra es tiempo que dejes el pesimismo y no cabalgues

    en la nostalgia en donde muchos desagravios aumentan tus disgustos.

    Amarrada en lo mas alto

    de un precipicio temblando, aferrada a la pared del fastidio,

    te lanzas al vasto precipicio.

    -9-

  • Almas insufribles

    He intentado ocultar mis temores, tratando de acallar las conspiraciones

    de tantas mentes en animosas codicias. Almas insufribles viviendo vidas ajenas.

    Intuyo corazones dbiles en corazas edificadas en miserias concebidas de ilusiones frustradas y nacidas

    de esperanzas truncadas.

    Abrupta codicia no le dejas aspirar el rico ensueo del lindo despuntar de las maanas, en rayos solares que despiertan vidas silvestres.

    Escabrosa apetencia no le permites

    disfrutar las cosas ms sencillas, sumadas a los objetos ms sensibles, que nos permiten las humildades ms

    divinas.

    -10-

  • Amor!

    Afronta mi paz

    Contempla los aleteos de las aves.

    Mira l vestido

    verde de los pericos.

    Siente los fantasmas entre las hojas

    susurrando tus Mejillas.

    Desnuda tus pies divinos en arena del manantial

    sutil.

    Escucha el canto acompasado de los consagrados

    autores: el ruiseor

    el arrendajo.

    Escribe nuestros nombres, rodalos

    con la figura acostumbrada.

    Sube la mirada Al azulado cielo

    buscando rendicin.

    -11-

  • Amor y Odio

    Amor y Odio!

    Las dos inyectan su veneno mortal.

    Son hermanas,

    son apasionadas,

    viven juntas,

    son distintas,

    se abrazan,

    pero no se llegan a querer.

    -12-

  • Andante

    Camino empedrado, atasca tu tobillo. Andante arduo,

    no detienes tu andar.

    Tu voz corra mas que tus pies, eras elocuente,

    destacaba tu porte, tambin tu imagen.

    Eras fuerte,

    mas fuerte era tu mente, todos apuraban el paso para alcanzarte,

    parecan borregos, t los controlabas,

    ellos lo saban, no lo podan evitar.

    Pudiste gobernar,

    pudiste reinar, pero tu reino no era de este mundo.

    Seguiste los pasos,

    que te dio el creador.

    -13-

  • Archivo Muerto

    T vi ayer, si acaso lo note!. Solo un viejo romance,

    pero fuiste mas que eso.

    Recuerdo que eras todo, recuerdo haberte llamado, suplicaste, no molestar! pues, tus ocupaciones,

    copaban tu cabeza.

    Pero te llame otra vez, y fue positiva la respuesta, Hola!, Hola! Contest. Te lleve al cine, pero la nica pelcula filmada Fue nuestros labios,

    en la pasin ms romntica.

    Esa noche hice mo, lo que ya Posea.

    Solo nos separo la colcha y el piso, y el suelo se estremeci.

    Pero todo fracaso. Esa noche eras tu, no tu cara.

    Lo hice en realidad con una nia

    conocida la noche anterior. Pero,

    esa cara no impidi el sexo Hasta lo ms grande.

    Comenzaste a dominar mis flancos,

    tu mente quera dominar la ma, y terminaste siendo hostil a la razn.

    Un da volv a casa dejando tus recuerdos en el archivo muerto de mi mente.

    Finalmente te encerr en estas letras.

    -14-

  • Arranca mis ojos

    Arranca mis ojos, virtelos en tus manos,

    perfumadas de inocentes aromas de cosmticos al mejor estilo Francs.

    Viste tu figura de seda, con un vestido ajustado a tu piel, enalteciendo

    tus delicadas formaciones en onduladas carnosidades.

    Baila el merengue ms movido,

    haciendo flotar los pliegos de tus faldas en ondas saltarinas de los adornados,

    en los escenarios luminosos ms lindos de las coreografas artsticas ms alegres.

    Despoja tus faldas para bailar un ritmo

    ms caliente acompaado por los seductores rumbeares del Mambo, que me haca suspirar

    con su ritmo efervescente lleno de pasin y sensualidad.

    -15-

  • As

    As como ayer mis

    labios hmedos retocan

    las paredes

    de tu frente, decorada

    en Grafitos, baados

    del azul cielo,

    amarillo esperanza

    olor a

    leo fresco.

    -16-

  • Avatares

    Latas

    de refresco vacas

    en terreno baldo, somos

    nosotros.

    Vamos de

    lado a

    lado arrastrados

    por el

    viento.

    Recibimos la

    inclemencia del

    clima y

    los avatares del

    tiempo.

    -17-

  • Bajos Instintos

    Amor me ahogo en la tristeza del quebranto de la dolencia insensible de la hipocresa

    de aquellos humanos cegados por la codicia de apariencia libertaria, buscando riqueza

    Fijo el iris de mis ojos

    en las ambiciosas campaas, tumbando Tiranos de barros, que esculpen dolos paganos

    en tierras bien autenticas.

    Recintos odiados por sectas derrotadas hace muchos aos,

    por el smbolo de las lunas, l numero trece.

    Me angustia pensar en cosas que vuelven en repentinos,

    vicios circulares, escondidos esperando solo las acciones

    de nuestros ms bajos Instintos.

    -18-

  • Bal de Anhelos

    Si vas a buscarme, no insistas.

    S esperabas una flor colgada en tus bellos bustos no la tendrs.

    S quieres encontrar una sonrisa matinal

    solo una cara inexpresiva y fruncida.

    Comprende mi forma de ser, soy gorrin enjaulado en las cuatro paredes

    de mi mente.

    Soy mas de ese mundo autista.

    En su interior encontr un lugar para esconder mis temores.

    Form una coraza amiga.

    S me quieres,

    busca all, y encontraras ese sitio bello,

    l cual he llamado Bal de mis Anhelos.

    -19-

  • Bruja

    Hola!

    Misteriosa mujer, vengo hablar de ti,

    traigo a reflexin tu dolor.

    Vengo a vociferar de tus penas. Seres que hieren tus entraas. Amarga son las despedidas, agria es tu vida en soledad.

    No qued un solo hijo, la guerra te los quit,

    aunque el tiempo ha pasado, no dejas de aorar.

    Riegas tus flores, plantas otras ms.

    limpias tu casa, ocupas tu tiempo, acortas tus das.

    Ahora cras felinos, los recoges a todos,

    ahora son tus buenos hijos.

    Tu vehculo, un modelo europeo.

    Ya no nunca lo pintaste, No se hizo importante.

    Ya casi,

    no hablas, no se te ve,

    ya no eres tu, no perteneces a este mundo.

    -20-

  • Ahora, te llaman espanto,

    te llaman bruja,

    no s que otra cosa.

    Pero yo, nunca me burle de ti.

    Al final todos tenemos algo de ti..

    -21-

  • Campos Estriles

    Las joviales briznas aguaron tus ojos, que en la dulce brisa deambulan

    en ondas suaves de inocente vaivn.

    En grado smil, son nuestros amoros divagando los tiempos en ingenuos

    atardeceres llevados por los vientos.

    Muy de maana antes que la gris caiga, salgo a cultivar tus romances con la esperanza

    puesta en la recoleccin de tu huerta.

    Caen las estaciones en lindos amarillos. La jornada fue exitosa para otros cultivos

    donde nacieron los hijos en otros suelos plantados.

    Pero los nuestros son estriles, de oscuras tardes de charlas, platicas de estudios a largas.

    Un da nos cansaremos de rboles

    frutales sin frutos recogidos. Tomaremos los asadores mellados

    e iremos a cultivar otras tierras.

    -22-

  • Castigo

    No describas

    el amor sino lo sientes.

    No

    deshojes margaritas.

    Tu, no quedaste

    en gravidez.

    No dejes tus raudales de sangre salpicar

    la alfombra.

    El remedio, eres tu.

    La

    impunidad ser tu castigo.

    La soledad

    se impondr.

    Las culpas no te dejaran

    dormir.

    Los das secaran tu

    alma, no tu piel.

    -23-

  • Es lo de menos.

    Finalmente llegaran

    tus ltimos das.

    Necesitaras compaa,

    pues no

    eres muy

    experta en eso de

    cuidarte tu

    misma.

    Buscaras ayuda,

    la tendrs.

    Ella

    limpiara tus

    heridas.

    El lavara

    tu alma.

    -24-

  • Celia...

    Tus races te hicieron justicia creando los matices de tu boca

    en sonora efusin, envidia de la voz mas consagrada, pues tu podas hacer cantar bailar, llorar, suspirar y rer.

    Nunca imagine tus orgenes, tenas de todos los rincones, eras la negrita de los ritmos,

    de los vestidos vivos. Eras la Rumbera de Amrica,

    La Salsera, la romntica. La sonora que nace de la tierra

    y se convierte en diosa.

    A ti invocare mis plegarias, cuando quiera

    cantar bailar

    Y gozar!

    -25-

  • Comparacin

    Eres la flor de Verdolaga. Tu flor amarilla,

    tus hojas en palma pequea. adornan tus pequeeces.

    No te envidia la verbena con sus rosas rosadas,

    vestidas de hojas flechas.

    Te hace sombra la Acacia, mas alta, mas frondosa.

    Pero con hojas pequeas, en flores de bellos rozados.

    Te enfrento a la bella Amapola,

    con sus flores rojas, pero castigada, por mala hierba.

    Y me acuerdo de ti, mi bella Azucena,

    de tus flores blancas, linaje de hermosas Orqudeas.

    No hace mella el Aguacate,

    el bello Almendro , el lindo Anan,

    el atractivo Avellano. No ms bellos.

    Pero gustosos al paladar,

    no al apetito visual.

    -26-

  • Cuando me aparto de ti

    Cuando me ausento de ti, voy a recorrer las playas con sus olas vespertinas que chocan en mis dedos

    en frescas y suaves burbujas dibujando con suavidad

    las lneas de mis carnosas extremidades llenas de arenas nacaradas por las minsculas

    partculas de las orillas.

    Cuando viajo fuera de ti, me escondo en las imgenes de la policroma del arco iris

    cruzando los cielos impregnados de sutiles bandadas de aves

    formado las flechas inocentes, con la frente erguida de los lideres

    que dan fuerza a sus osadas, transitando las inmensas distancias

    del firmamento de los poemas.

    Cuando me acuerdo de ti, mi mente vuela a los vrtices de los fros nevados soados,

    encima de los cndores solitarios, dueos en seoro de las alturas. Planeando caer en las planicies,

    me lanzo en picado en vuelos que me transportan a mundos

    distintos de las realidades fatales de mis ms grandes angustias.

    -27-

  • Cuatro letras: AMOR

    Que bello es vivir de cuatro letras,

    sintiendo la brisa matutina de tarde, paseando por la rivera de los ros posando la mirada en las piedras, que voy tirando en sus llanuras.

    Que incomodas son esas horas

    cuando cuento los minutos avistando la esquina que cruzas, esperando ver tu figura a lo lejos

    mostrando su sonrisa restauradora.

    Que horribles son los celos, llegando a los limites infames de la ebullicin de los cauces

    de mis venas, en exticas comedias melodramticas.

    Que crueles son esos sonidos, transformando cerebros lucidos

    en mentes esquizofrnicas, producto de las disminuidas fuerzas de las cuatro letras.

    Me haces ver tonto en demasa.

    Con vestimentas sedosas, prendiendo una flor en la solapa,

    oliendo a aromas perfumados del jazmn de mis jardines

    Me inspiro en tu nombre, con lagrimas asomadas de tan lindos recuerdos pensando en que perd

    o que gane de ti.

    -28-

  • Danzas del desierto Milenario

    En tus tibios ojos conoc el bello prisma color de tu mirada en crepsculo. De tu boca, la sonrisa detrs de un vello,

    de milenario culto en doncella virginal.

    La danza de tus caderas simboliz el nico ritual conocido por mi razn.

    Ritmo sensual al servicio la seduccin en dulces movimientos de inspiracin.

    Tus lindas prendas adornaban tu figura

    en atrayente vbora cautivadora de mis deseos, impregnados de inciensos,

    tomando los brebajes ms esquistos.

    Bellas carpas blanquecinas a la luz de la luna, idolatrada por las antorchas

    en religiosa vigilia de los silencios acompaando la lisura de los danzares.

    Las caravanas de Dromedarios levantaron

    el alba impregnada de mis recuerdos, de noches fras reunidas en fogatas

    compartiendo las risas ms emocionales.

    -29-

  • Defiendo el Amor

    El amor no crea lagrimas de sangre, las crea el abandono de los das en los que paseabas los campos

    de la ilusin atrapada en los brazos de los sentimientos emocionales.

    El amor inspira al dulce trovador, creando las canciones ms bellas

    en el balcn de tus encuentros. Perdona s la ausencia de tus odos

    no deja unir a dos enamorados.

    El amor nunca muere, est presente en cada rincn del alma de los seres

    vivos que luchan por acariciarlo en todos los sentidos en donde la naturaleza

    forma las idlicas razones.

    El amor es inspiracin divina, porqu querrs compararlo con el odio que es infierno.

    Pero los dos van lado a lado contrarios en el sentido.

    -30-

  • Deseos de Playa

    Agota mi vista bella tez bronceada,

    alimenta mi vida, deshace tus deseos hmedos de aguas.

    Corres desaforada

    por la orilla de la playa sintiendo la arena tocar tus piernas

    en pequeos grumos.

    Lanzas tu cuerpo envuelto en arena sobre la brumosa

    de la orilla embestida contra tu espalda.

    Qu lindas lucen las trenzas

    que adornan tus cabellos cuando saltas y chapoteas

    en las aguas marinas del azulado azul de los cielos.

    Qu hermosos se ven tus nudillos

    vestidos con los brazaletes, amarillo oro del sol de las alturas.

    No menos bellos se ven tus muslos adornados por tu bata de playa.

    Qu bello luce el tatuaje

    esculpido en tu figura muy cerca de tu estrecha

    venus proclive al tacto de una mano escultora.

    -31-

  • Deseos de Playa II

    El rasgo aterciopelado de los rubores,

    muestra los sutiles antojos de tus labios hinchados de los goces insaciables

    de tus deseos en agradables retoques.

    Tu afinada voz engendra los sonidos que tiernamente consienten nios, susurrando la calma de las noches

    llenas de inocentes inquietudes.

    Tus ojos reflejan solo las imgenes superpuestas, en cortejos de gaviotas en los acantilados de los precipicios, en revoloteos de circulares bellezas.

    La ola golpea la roca y en turnos

    se ocupa de llegar hasta las cercanas de tus pantorrillas, dejando estelas limpias sobre la gris arena mojada.

    Los cocoteros empiezan a batirse

    con el estruendo de la brisa impertinente, interrumpiendo el silencio de la tarde de delfines malabaristas del ocaso.

    Las montaas de las islas a lo lejos descubren las figuras fantasmales

    inertes, vestidas de gris, coronadas del color naranja del sol de la tarde.

    Me interno en las aguas saladas

    de la playa, para acariciar las olas que van menguando sus fuerzas

    en ritual que despide el hermoso da.

    -32-

  • Despedida Mortal

    Me encuentro en un cuarto oscuro, en penumbras, con tu cuerpo dormido, ensangrentado de sangre roja del vino

    regalado de tus sentimientos, en el sorbo pausado, acariciado por mi boca de la copa

    de cristal obsequiada, cuando tu mirada abarcaba mis ojos, y las flores que dabas,

    eran de un color esperanza buscando gotas de roco en una naturaleza casi muerta,

    incitando a los ms divinos deseos de vida.

    Ausente se encuentra el iris de mis ojos pidiendo clemencia al mas alto de los cielos, por errores infligidos en los lejanos albores

    de mis das de felicidad, sin entender lo felices que hubisemos sido estando muy unidos, sacando de las malas, los frutos exquisitos, para luego engendrar nuevas esperanzas. Pero estoy aqu, sufriendo grandes ascuas,

    ignorando que hacer con tu figura en carencias, de vida, de la cual te jactabas a todas anchas.

    -33-

  • Diario de un Drogo hecho trizas

    Me siento obligado a decir cosas que debo calificar, situaciones a las cuales adverso. No me mueven mis sentidos. Me mueven la voluntad de los dems. Intento seducir las situaciones mas complicadas en la red de las complejidades ms absurdas. Momentos en los cuales las sienes quieren salir a flotes, quedan abultadas. La vida no tiene sentido, soy yo el que divaga en lo sombro mi vida se vuelve ms hostil ya no s lo que digo ya no interpreto lo que dices estoy cansado no s que hacer, vivo un poco ms o muero un poco ms duermo casi todo el da es la nica forma de mantenerme sobrio cuando logro mantenerme en equilibrio voy al bao, introduzco las manos en lo mas profundo de mi garganta Expulsa l vmito que me quita el mareo ahora digo que si estoy bien Parece que soy mas viejo pero en realidad slo tengo veinte en el momento que estoy mas repuesto Agarro el telfono marco l numero de mi madre Me pregunta siempre la misma estupidez Que si volv a drogarme

    -34-

  • que si volv con los amigos por que carajo no me preguntas como amanec hoy? Mejor los llamo No! hoy no lo voy hacer Pero a los pocos minutos ya estoy llamando y pido lo que ellos tienen que me transporta, que me hace sentir grande, navegando por las mareas subiendo a las nubes mas profundas Ya s Me voy a poner mi traje de superman Y me tiro de esta nube El juego me sali mal El traje no era anti choques voy a demandar a superman Superman no existe. Me volv trizas Cinco meses de rehabilitacin Otro da lo intento de mas arriba Y de verdad termino con esta Perfidia.

    -35-

  • Divagacin

    A veces siento la melancola,

    ms grande.

    Mi mente se sumerge,

    en dolor inmenso.

    No se como describirlo,

    Angustia,

    Pesar,

    Premoniciones.

    Trato de respirar muy profundo.

    A veces me siento caer,

    al precipicio.

    Divago en la mente,

    buscando mi propio origen.

    Quisiera salir volando.

    -36-

  • Divino maz

    Paisaje olor a fruta fresca, ramas que acaloran tu cuerpo,

    polen viajero, en busca de una morada, una nueva creacin.

    Mariposa al vuelo,

    hadas en celo.

    Aorados sembrados, parecidos a inmensos batallones en marcha.

    Inertes cosechas, alimento milenario,

    culto divino.

    Mazorca sin olor, oculta olor culinario.

    Tus dientes tornan amarillos,

    consumidos por adiccin al tabaco. Algunos blanquecinos por accin del bicarbonato.

    Algunos como viejo desdentado.

    Hidratados en harina, Haces mis pollos pelones y ricas arepas.

    Deliciosos jojotos baados en mantequilla.

    Irrumpen como estrellas en pizzas crujientes.

    Tiernos son torturados y degollados para hacer

    ricas cachapas.

    -37-

  • Donde esta Mara

    Oh Mara altsima!,

    que lloras lgrimas y sangre, Por qu lloras?

    Acaso te dejo un viejo amor? Es acaso por tu hijo?,

    el cual abandonaste en el templo, a merced de no se cuantos fariseos desalmados.

    y acaso lloras, porque el cordero de dios no mereci tus lagrimas ante el sepulcro divino? Dnde fuiste a parar mujer juda, Cuando Pilatos lav sus manos y

    lo entrego a sus verdugos?. A donde fuiste a parar, Mara?

    Dnde fuiste a predicar tu remordimiento? A donde te fuiste despus de

    tus encuentros con los apstoles? Me pregunto... y

    Porque Jess te neg? Al decir: Quin es mi madre y mis hermanos?

    Por qu apareces en los momentos ms inusuales de la historia?

    Porque en Akito? Porque te revelas a una doncella,

    y luego le pides divulgar todo lo dicho, ante sus superiores?

    Porque tanta vanidad? Dnde esta tu humildad? Dnde esta el Ejemplo?

    S Seor De aquel Judo terco y

    obsesionado con su Humildad!

    -38-

  • Dualidad

    Te veo atormentada en dualidad cristalina.

    Muy temprano

    abofeteas mis mejillas.

    Tarde besas mis carnosidades.

    Angustias con tu mirar los das tranquilos.

    Danzas la balada de los ojos

    en fuegos invisibles.

    Amagas tus instintos.

    Sorda eres a toda reaccin.

    Alimentas tus entraas

    con cada victoria conseguida.

    -39-

  • El campo

    Puesta del sol en el horizonte, ojos que despiertan, boca que bosteza,

    piernas que se doblan, cuerpos que se estiran, vejigas que se vacan.

    Aroma de humedad,

    amados campos en soledad, melodas de grillos en danza nocturna, pastos verdes tumbados por la brisa.

    El bramido del ganado en la distancia, Campesinos agolpados casi vestidos, rogando un sorbo del venerado caf.

    Nata navegando en los pocillos,

    vestigios de una leche recin ordeada.

    Olores sabor a arepa raspada, queso recin Cortado.

    Chistes, Chismes

    Ancdotas, todo en torno al festn.

    Rpidos ensilles de caballos, apuran el comienzo de los jornaleros.

    -40-

  • El epitafio en mi lapida

    Cuando entiendas cuanto amor perdiste, ya estars baando tus canas plateadas en el remanso de agua clara de los ros inundados de la lluvia de tus lagrimas.

    Estars mirando los nietos de tus hijos que saltan sobre tus rodillas arrugadas por los lustros que no suelen perdonar

    la piel estilizada que tanto solas cuidar.

    Meseras tu cuerpo en la silla mecedora, mirando a la nada acompaada de las memorias

    ms lejanas como filmes repetidos.

    Pedirs permiso a tu pie izquierdo para que siga a tu miembro derecho en los paseos en domingo rutinario, para posar tus flores en mi lapida.

    Rozaras la yema de tus dedos

    sobre la leyenda escrita en silencio por un autor desconocido dedicado a tallar los ms trillados epitafios.

    Muy de maana pedirs tomar el caf endulzado a tu paladar,

    y quedaras recostada en tu cama dormida eternamente junto a m.

    -41-

  • El nio de mi infancia

    El nio de mi infancia,

    no fue bienvenido en los surcos sondeados de mi vida.

    Inoperante o mal ubicado su contexto.

    La nia amada de mis ojos,

    qued inmerecida en los rincones de mis pensamientos.

    Los juegos aorados quedaron

    solos en un banco de espectador.

    Los amigos de la intimidad quedaron petrificados o colgados en los cuadros

    de las paredes de mi corazn.

    Dnde estn mis castillos de arena?

    ..nios exploradores con fusiles de palos y caballos de palos.

    En que rincn esta mi bicicleta?

    Dnde estn tus llantas, tus pedales?. En que cementerio estas?

    eras solo tu y yo, en caminos empedrados

    subiendo cuestas bajando laderas.

    Dnde esta aquella inocencia?

    En que aparador? Seor!

    Eso que fue mo y fue empeado.

    Ahora quiero recobrarlo Cunto cuesta?, Lo quiero comprar.

    -42-

  • El pasado no volver

    Aquella melancola, de un pasado que vuelve,

    es solo una falacia, es mitologa,

    se vive el presente, y muere antes de la puesta del alba.

    Las flores de tu jardn que brillaron

    tus ojos, no volvern, se marchitaron. nacern otras,

    contemplaras otras, y acaso tu suspiro ser otro.

    El sol brillante que tanto quem

    tu piel, ser otro,

    mas envejecido, mas caliente

    mas leve.

    El agua de mar que acariciara tus dedos,

    tocara otros, los tuyos no se..

    El amor que un da te di

    muri, se transform en odio,

    resentimiento, recuerdo vago.

    Pero si vuelve,

    en consecuencia, ser ms grande,

    mas maduro, o quizs ms pequeo, perentorio o perpetuo.

    -43-

  • El Zamuro

    Sombra negra,

    visin fatal, ojos enrojecidos.

    Rey sin corona.

    Gula, por excelencia, Depredador de escoria

    Putrefacta.

    Noble compromiso, misin loable,

    te ofreci, el creador,

    Y a veces,

    con desprecio, levantamos la mirada.

    -44-

  • Entre flores

    Entre flores de colores

    Pienso en sueos halados.

    En mariposas suspendidas

    sobre un cielo a ras de las cpulas

    doradas.

    Aromticas margaritas

    se entregan en romntico

    frenes a los caprichos

    de las laboriosas abejas en hermoso ritual

    envidia de vampiros sedientos.

    La lluvia convierte Las gotas

    de los ptalos en roco

    luminoso, digno

    de la mejor de las obras,

    envidia del sptimo arte y todo lo visto por tus ojos

    que todo lo han visto.

    -45-

  • Ese soy yo

    Soy el canto de sirenas,

    el ser que alimenta tus dichas,

    la brisa que sopla tu pelo,

    los sueos niegas contar,

    la fruta que devora tu boca,

    la sed que ahoga tu voz,

    la sonrisa de un nio,

    el sol que no se apaga,

    el ser que te ama,

    el ser que desea tu cara,

    el que comparte sus das,

    el que comparte tu alma...

    ese soy yo...

    -46-

  • Ese soy yo II

    Soy un grano pequeo una pizca de sal

    un azcar morena la minscula hormiga,

    que camina sobre tu torta.

    Soy mosquito rondando tus odos, el que vive de tus desechos,

    la rata recorriendo tus rincones.

    Soy el sonido de los grillos en concierto nocturno, el canto matinal de las aves cuando estas dormida,

    la suave brisa matinal que atraviesa tu ventana.

    Soy agua cayendo sobre tu cuerpo, calor que seca tu figura,

    brisa estimulante de tus poros.

    Soy el vino que aromatiza tu boca, salsa invitando a probarla,

    olores a buena sopa, buen gusto invitado a la mesa.

    Soy la luna llena que enamora al romntico,

    el balcn que inspiro el canto, la mente que inspira al poeta,

    las suaves caricias de un novio.

    -47-

  • Falso

    Confieso que eres falso,

    entraste de improviso, aprovechaste

    tu verbo.

    Cantabas mejor que yo,

    mentas, decas

    que eras bueno.

    Contabas chistes ancdotas,

    hablabas franco, volqu

    mis esperanzas a un mundo mejorado.

    Crea en los sonidos

    de tus blasfemas, defend tu pellejo de quienes crea

    diablos destruyendo nuestras promesas.

    Pero empezaste

    a cambiar, te convertiste

    en arena de ese costal, o en verdad

    no te conoca.

    -48-

  • Todo aquello que me agrada

    comenz a repugnar.

    Ahora solo

    quiero tirar el

    caf en tu

    cara.

    -49-

  • Felina envejecida

    Iracundo oleaje de sentimientos inundaba tus felinas razones.

    Las mismas incrustabas con garras ensangrentadas de pasiones en lapidaciones intencionales

    Insulsa torpeza recorre tus das,

    arqueados de tantos desusos de no encontrar las vctimas

    mas apropiadas a los aderezos de tus festines repugnantes en contraste de los juveniles

    pasados.

    Exhausta de tantas jornadas, te retiras al resto de los tiempos, a la meditacin de tus encantos

    pasados y a la escritura de memorias no beatas de las rectitudes.

    -50-

  • Firmamento sobre las aceras

    Te miro sentada en la acera de enfrente, ausente con la mirada cristalizada a travs del vidrio de mi ventana, llena de huellas de rayos solares

    y de bellos atardeceres de ventiscas, marcando vas dentro de tus cabellos.

    Salgo a tu encuentro y me poso al lado tratando de acompaarte en el ocaso

    que se vuelve ms lindo en tu presencia, susurro palabras que caen en torpeza

    pues solo bastaba mirar tu ceo complacido por el roce aterciopelado de mis devociones.

    Sentimos las personas rozando con sus tnicas

    nuestras espaldas casi encorvadas por las posturas, pero ahora nos ausentamos en nuestro mundo

    como si estuvisemos dibujando el camino de los viajes de las aves que regresan a sus casas sobre los pinceles del firmamento del sol dorado.

    -51-

  • Fortaleza

    Desprende tu fuego sagrado. Desecha el odio con furor.

    Manifiesta tu amor. Expresa tu dolor.

    Vierte tu pcima disuasiva. Hincha tu pecho celador.

    Marca tu dominio. Has que tu circulo se respete.

    Rompe murallas y crea las tuyas,

    Donde impere la fortaleza del Amor.

    -52-

  • Goce

    A veces veo el oleaje de tus cabellos anidados

    andarines en rtmicos contoneos de tus caderas.

    A menudo me antojo

    de tus bajas que van cayendo por efectos de inercia sostenida que se abultan, que se estiran bailando al comps del son.

    Con frecuencia voy subiendo Volcanes gemelos nevados en erupcin de mis instintos aumentando ricos placeres.

    Cuando avisto tus bellos pastos

    voy husmeando tus caminos revelando tus ms intima e inexplorada estrechez.

    Provoca destapar el champaa

    y verter sus lquidos en las impermeables superficies

    de tu lustrada epidermis.

    -53-

  • Golpe a las adicciones

    Arremetes contra mis nimos, voy en retirada con las sienes destrozadas por las adicciones que mucho nublan las mentes de los corazones destrozados.

    Angustias mi desgraciada vida, abriendo con palabras afiladas, las cicatrices de las profundas

    heridas que haban sido curadas, por otras manos ms cuidadosas.

    En la cima de tus deseos ms viles,

    lanzas tus ponzoas ms venenosas, arremetiendo contra mis flancos, debilitados en fogosos puetazos

    a m espirito unido a las sustancias.

    -54-

  • Gotas

    Ellas descansan sobre la copa de los rboles,

    las vemos escondidas en las gotas de las hojas,

    estn en las lagunas tranquilas,

    en el torrente que cruzan los ros,

    se asoman en las lagrimas cuando lloras,

    se van de fiesta a las nubes de los cielos,

    Y como si nada,

    estallan en colrico estruendo,

    se cubren con vello negro,

    para luego caer torrencialmente,

    o en calma,

    dependiendo de cmo les haya ido en casa.

    -55-

  • Grito

    Grito a la desidia humana, al mal que nos abruma,

    clera no de fieras, nosotros rapias comiendo unas o otras,

    lucha de ti hacia m, por tres metales con valor que tu solo le das.

    Grito al apartheid, tu me desprecias

    yo te quiero, no me rechaces no mires mi cara, ni a mis ojos

    cierra los ojos oye mi voz

    De quien es la voz? pugna entre colores de pieles pintadas.

    Grito a la vanidad,

    al zapato abandonado con el moho cayendo

    al pie descalzo y agrietado al vestido descosido l fri que hizo ayer

    y la nia que muri sin abrigado.

    Grito a abandono, al anciano en el rincn del asilo

    olvidado y tembloroso quien pasa la Navidad solo

    por ser viejo y terco, no tena derecho a tener compaa.

    Grito mezquindad

    el nio harapiento que estira su mano. Tu cara que mira con indiferencia

    la lagrima que recorren mis mejillas. El abandono de la barriga preada.

    El da de mi cumpleaos que enviaste regalos y olvidaste enviar l mas preciado,

    -56-

  • Tu indescriptible pap!

    Haba mucha primavera

    Haba mucha primavera, para dos, paseabas a la sombra de los rboles

    enlazando tus manos en las mas, vivamos enamorados en las nieblas.

    Eras bella, realmente mas que hermosa,

    tu rostro lo adornaban todas las orqudeas aferradas a los troncos asomados en orillas

    del manantial donde flotan los Lirios.

    Vestas del blanco rub en los pliegos de tus faldas, adornando tus piernas cubiertas de ingenuos vellos alisados por el torrente suave de la primavera.

    Las mariposas revoloteaban a tu alrededor

    jugando con tu sombrero lleno de flores de los mismos campos donde sembramos

    esos hijos que tanto cuidamos los dos.

    De esos recorridos, solo queda una pintura en un cuadro ovalado de tu imagen fresca

    envejecida por los largos aos colgada en este museo personal de mis recuerdos.

    Enaltec todos aquellos memorados rincones los cuales solan llenarse de adornados tuyos para el deleite de mis aupados y gozosos ojos,

    hinchados de tantos obsequios visuales.

    -57-

  • He aprendido

    He aprendido las virtudes de la vida en soledad.

    He aprendido a aprender lo aprendido en soledad.

    He llorado en soledad los buenos das de mi infancia.

    He recorrido el pasado como una pelcula sin fin.

    He caminado los senderos de la imaginacin,

    slo me lleva mi mente misma.

    -58-

  • Idilio a la sal*

    Remembranzas de un antiguo ritual.

    Salario de la Romana ancestral. Trabajo bajo el sol en labor bestial.

    Salobre sabor que alivia mi paladar, en ricos ungentos me pasan el pan,

    sazonas mi vida en clido placer.

    Sagrada porcin grantica, manjar de elefantes,

    bajas en sal, dieta controlas. Contrarios en los brazos

    de lo amargo y lo dulce.

    -59-

  • Ilusa Ilusin

    Eres vctima de la maldad, eres vctima de la desesperanza,

    eres vctima del desasosiego,

    Eres invitada al fracaso, fuiste invitada por la realidad

    a medirte en el campo de la verdad.

    Eres inmadurez, no pisas la tierra bajo tus pies.

    Te yergues,

    mas no puedes sostenerte, eres vctima incurable del desanimo.

    -60-

  • Inspiracin

    Recibo las seales, que la vida me da.

    Doy vueltas

    y vuelvo a encontrarla.

    Es como rayo, bocanada de aire,

    latido en el corazn.

    Escribo y nada ms, Empiezo a vibrar,

    Y la pluma corre sin cesar.

    ay!

    No alcanzo a decirle que frene!

    Aguanta el paso!

    Por qu tanta carrera?

    Dnde vas tan aprisa?

    Qu quieres decir?

    Yo soy quin escribe!

    -61-

  • Invocando

    Te quiero y voy cambiando mi forma de ver tus ojos,

    desesperados por mis deseos.

    Anhelas una de mis muecas que lleven a volar muy alto

    los sentimientos contrariados.

    En la distancia, te he visto exiliado de mis fervientes amores, en las tierras ridas ms crueles.

    Sacias la sed en los manantiales

    de mis caricias, pero en instantes, siento el flagelo de tus desamores.

    Me angustia conocer tu ausencia,

    estamos tan estrechamente unidos por la epidermis, no las dulces almas.

    Invoco esa distancia como nico paliativo de fuerza de mis dudas a la forma voluble de tus amores.

    -62-

  • La Aguada Romntica

    De las golondrinas que surcaban los aires de tus ojos, slo quedan las memorias.

    En mi vida slo hay una fatdica esperanza, la de vivir la ilusin a la deriva.

    La inclemente morada de la tristeza

    agu los ojos de la linda alegra dejando una estela de abandono

    donde antes reinaba el divino gozo.

    El sutil violn ya no entona la bella msica que antao acompaaba las cenas romnticas

    a la luz de la luna, ahora tengo esa luna.

    -63-

  • La copa al mar

    El da de muerte, recuerda tu compromiso. Dona todos mis rganos,

    recoge los restos suficientes e incinralos.

    Virtelos en una copa, invita a tus amigos

    y aquellos que dudan. Que acudan mis hijos

    de mi sangre y de mi alma. Ve al mar

    En la cspide del acantilado, entona mi querido salmo " El seor es mi pastor.. "

    y finalmente

    esparce las cenizas al viento

    y la copa arroja al mar.

    -64-

  • La corona de Espinas

    La corona de espinas hace derramar la sangre pura y rojiza por tu frente

    Con los prpados detienes

    las heridas provocando los cogulos ms horrendos

    Te resquebrajas

    no aguantas las dolencias

    Aquellas fueron superiores a las sufridas por todos

    los estigmas vividos

    Azotas tu cuerpo rasgado en pattico gesto

    provocado por ente externo

    en figura mundana auspiciado en forma casual

    por azar del destino

    Exorcismo! instigaste a sacar

    el demonio asomado en la bella inocencia

    de la doncella herida.

    -65-

  • La dulce tonada

    Llega a la orquesta de cmara

    entreteniendo al espectador con cmoda

    butaca Espacio estrecho Pblico selecto.

    Cantas

    al ritmo del Trovador con magistral voz.

    Odias el Canto

    improvisado la Balada

    inconclusa.

    Dominas el violn

    haciendo llorar

    al duro

    Trombn.

    La flauta se uni a ti No quiso

    nada con cupido

    El arpa se enamoro de ti

    Dejo de cantar en el cielo.

    -66-

  • La fuente

    Pareces diosa del Olimpo augusta nia, piel de porcelana

    estampas tu mirada congelada al infinito

    te ves imponente tu vestido inerte

    nunca el viento ha tocado estas sobre esa fuente

    noche y da pareces querer saltar

    todos te admiran detallan tu cuenco destilando agua

    se repite una y otra vez no s cuantas veces

    eres la imagen de una herona no s quien exactamente

    Esculpida en piedras

    permanecers por siempre en la plaza

    olvidada de mi pueblo.

    -67-

  • La ley de la Vida

    Los ojos turbios los clava en tus sienes, en defensa de sus primitivos instintos,

    levanta su cabeza aun ms erguida mostrando su ponzoa amenazadora.

    Tratas de huir en intil resistencia,

    tienes la suerte de camuflar tu figura esperando la extincin de la amenaza

    que acechaba con apagar tu existencia.

    La persecucin es feroz, aunque eres veloz, es mas fuerte el hambre de las fieras sedientas

    de tu carne, donde la sangre y tus nervios te vacilan y caes rendido en las inclemencias.

    Por supervivencia de los ms aptos depredadores

    caes rendido sin aliento, siendo consumido en carne viva, Luego de saciar sus necesidades,

    dejan tus restos en abandono, vienen los carroeros.

    Es la ley de la vida, sino matas estas muerto en las fauces de los dientes fuertes de tu verdugo tratando de engullir tu ser indefenso lo ms rpido

    en donde la competencia no pueda emularle.

    -68-

  • La maana de tu amor

    En la maana de tu amor!,

    Cristales luminosos auparon mis ojos.

    Saci mi sed en el riachuelo de tus

    caricias.

    Brinqu la talanquera de la timidez.

    Entregu mis cosechas, para alimentar tu amor.

    Brot luz donde solo haba oscuridad.

    Cant la cancin ms deseada.

    Hice los suspiros ms instantneos.

    Cre en ti la novia ms seductora.

    Descubr la amante ms complacida.

    Bes tu rostro con roco primaveral.

    Cant el ruiseor a mi ventana en

    rtmica serenata a mi balcn.

    Eso y mucho ms.

    -69-

  • La pesca Triste

    Ayer sali a pescar a la laguna del dolor

    donde se atrapa el sentir de la traicin en su vivir.

    Vivi una vida atrapada en vertientes de la rivera

    donde se agarra pestilencia en bella vestimenta ligera.

    Sinti esas aguadas orillas, baando sus pies calientes,

    deseando dulces caricias en fros egosmos mezquinos.

    Volvi en una y otra ocasin

    a recoger su caa de un estirn consiguiendo otra desilusin de la misma carnada ingrata.

    Tom su caa de pescar

    y llevo su carga de tristezas a orillas menos turbulentas

    donde pudiera invertir sus das.

    -70-

  • La Subasta

    Voy a fustigar mi cuerpo hasta quedar cansado

    Logrando vomitar el alma de sus entraas.

    Voy a tomar

    y empear mi alma al postor de mi vida,

    al cual entregar las lindas enseanzas de mis das.

    Voy a enviar mi espirito en caravanas Beduinas, apresada entre barrotes camino a los tablones

    de los subastados.

    Me hinchar de gozo cuando mi alma

    sea valorada con las mejores

    ofertas.

    Para as demostrar

    el valor de ella

    a tus

    mezquinas pretensiones.

    -71-

  • Las tres Lunas Luminosas

    Sopla la brisa sobre la cabeza Esculpida en el mrmol oscuro del hroe cado, desangrado de olvido en la memoria

    de la decadencia humana, la cual aferr su preferencia, en destructor rito

    dogmtico, idiomtico e ideolgico

    Alimentemos nuestro espirito y cuerpo en las tradiciones ms antiguas, no solo

    las que bailan, sino tambin las que curan el cuerpo y el modo de vivir atado

    a la naturaleza que nos lleva a purificar el alma y a estar mas cerca del creador.

    Desconecta tu mente de las rutinas robadas

    de otros mundos, que apresan tus pensamientos creando estrs artificial inyectado por sociedades

    impostoras de las culturas milenarias ms avanzadas en las artes de la convivencia de las sociedades, y el amor a la paz que muri en los precipicios.

    Volvamos a nuestras races precolombinas.

    Volvamos a marchar con los Mayas, los Aztecas con la vida que nace de la tierra y se funde en ella.

    Volvamos a ser protagonistas del Antrtida eterna de los dioses hechos carne en la tierra favorita de las eternas trece Lunas luminosas.

    -72-

  • Leer es una Aventura

    A menudo descanso los avatares del da recostado a un buen libro haciendo cuenta de la data incrustada en mi mente cansada

    de archivar pesados archivos en los anaqueles de sus neuronas.

    Grabo sus palabras en incrustaciones acuadas para luego repetirlas una tras otra en las guardas

    de los escribas donde escondo los papeles ms ntimos de m entraados pensares.

    Sumerjo mis ojos en las lecturas ms fantsticas

    aquellas de tanta emocin, me hacen soar inundando de ros de lgrima mis ojos. Aquellas que hacen correr mis pupilas

    en forma desenfrenada sobre lneas punteadas buscando las razones ocultas del autor.

    Viajo al misterio, a la aventura, suspenso

    a las tierras del ayer, del presente, del futuro portando una pistola, un escapulario

    Un mensaje que ahuyente los pesares Una ilusin que me ayude a escapar de lo real.

    -73-

  • Lluvia

    Tie tu cuerpo de Arco iris y corona tu ser

    Levanta tu cara, baa tu frente

    con las gotas ms fuertes. Que tu rostro vibre al impacto de ellas. Re a carcajadas.

    Da vueltas sin parar

    hasta que te sientas caer y si quieres llorar, puedes hacerlo;

    porque tus lagrimas se confundirn con las gotas de lluvia fra.

    Siente los ros que hacen surco en tu cuerpo,

    los caudales que llegan, hasta los sitios ms encendidos de tu figura

    para luego drenarse por tus piernas hasta tus pies.

    Deja que la lluvia se calme

    Deja que tus ojos se llenen de lagrima. Deja que tu voz se quiebre de angustia.

    Deja que de tu piel broten gotas de sudor.

    Deja que la brisa acaricie tu cara. Aspira profundo tu belleza juvenil. Deja que tus pies desnudos corran

    y corran bajo la lluvia.

    Ahoga tu cuerpo en la charca recin creada.

    -74-

  • Chapotea! Chapotea! sin cesar, Y siente la libertad de las ranas.

    Magia Andaluza

    Voy a escribir las lneas de tu alma

    enalteciendo las rubias mejillas de tu cara,

    autenticas expresiones de tus rubores.

    Quiero hundir mis dedos

    en los costados de tus sienes aun tensadas.

    Ahuyentando los temores escondidos de la dureza

    de tus corazas Sorprendiendo

    tus vidas gracias Moras dadas

    a la magia de

    encantos embrujados.

    Ese cuerpo entregado

    a los goces juveniles

    en deseos de la carne es de puras bondades combinado en danza sensual seduce

    mis

    -75-

  • sentidos. Autnticos

    ojos

    dirigen el

    dominio de tu

    lengua evasiva.

    Magia mstica

    Andaluza prestada

    a la

    hispnica.

    -76-

  • Magia Encantada

    La Luna de tus das sembr en mi,

    imgenes espirituales en siluetas csmicas adornando en Runas

    mgicas la suerte de nuestro amor.

    Las tibias aguas

    estimularon mis deidades mas intimas

    a posar entre las brumas plateadas.

    Las hmedas arenas

    dejaron huellas detrs de los dulces

    movimientos de tus vestidos recin baados.

    El claro amanecer

    descubri el reverdecer de las aguas cristalinas, jugando entre tus dedos

    envueltos en bellas capas de conchas marinas.

    La suave brisa

    toco tu piel dorada alzo tu falda

    y revelo tu mas intima postura

    producida en magia encantada.

    -77-

  • Mal sueo

    Lagrima azul cielo,

    cielo hecho lagrima,

    lecho de aguas,

    aguas que bajan por acantilados,

    acantilados en pendientes verticales,

    chorros que caen verticalmente,

    vrtigo que me puede hacer caer al vaco,

    vaco mis ojos en el fondo del acantilado,

    mis pies se deslizan hacia el borde,

    me siento caer,

    abro mis ojos,

    estoy boca abajo,

    veo las patas de mi cama,

    estoy sobre mi alfombra.

    Solo era un mal sueo!.

    -78-

  • Maana

    Siempre habr un maana,

    con sol o sin sol, que ms da,

    pero, un maana, solo un maana.

    Las cosas de ayer se han

    quedado atrs inevitablemente,

    solo mira en el espejo muy de maana,

    y notars por un momento que eres tu,

    y ese presente.

    Las cosas de ayer solo existen

    si las vuelves a recordar.

    -79-

  • Memorias de mi ex

    Te dolieron los das de mi ausencia

    en los que contaba hormigas de muchos colores

    prefiriendo esas frivolidades a estar en tus miradas.

    Me imaginaste

    abrazado a otros regazos amorosos con mi mente pegada en manos

    a las manecillas del tiempo rogando no volver a tus brazos

    Te recuerdas

    el da de tu cumpleaos que lloraste lagrimas amargas cuando yo contaba otras velas

    ovacionaba otros aos

    Recuerdo mi mala racha cuando recib la llamada

    reportando tu falso deceso Ya haba comprado la corona

    de laureles Ya haba invitado a mis amigos

    Ya me vea feliz en nuevas nupcias.

    Pero no importa mi amor Ya de esos das

    Han pasado muchos Ahora somos felices Ahora podr cantar

    Tu no, ya estas muerta.

    -80-

  • Memorias de un Presidio

    A veces veo agobiado los nimos en las reflexiones de mis neuronas que analizan los comportamientos

    de seres adultos vestidos de crueles inspiraciones en sarcsticas falacias.

    A veces observo a mis compaeros

    de la habitacin cercana a mis claustros, y s que sus mentes estn llenas

    de dudas, de odio y de desesperanzas del mundo que les ha tocado enfrentar.

    Dime sino es as, que en la noche

    de tu primera estada en este retrete llorabas en el regazo de tu catre

    aferrado a una foto de cierta novia, Qu quien sabe, que besos besaba.

    Fui testigo inerte de violaciones

    a la carne ajena en duros moretones obligando a bajar la sien, cerrar los ojos,

    haciendo lo nico que hacen los lamentos, la cura de las heridas fsicas, no las almas.

    A veces era madre, padre y consejero

    al mismo tiempo de los echados a sus suertes, pues haba tenido experiencia en este hasto,

    donde el valiente es el que roba tus intimidades haciendo de tu vida la piltrafa inmerecida.

    Fui depositario de pualadas, ria colectiva,

    ajusticiamientos en impunidad sostenida por la desidia de una sociedad corrompida

    de los pies a la cabeza de la torpeza que ha parido nuestro situacin carcelaria.

    -81-

  • Siento estos barrotes como parte de una pelcula Muda en donde todos gritan, hacen mimos,

    pero los subttulos no fueron incluidos y l pblico se re de las cosas, de los empujones,

    y de los tortazos pero no hace nada, solo mirar.

    -82-

  • Mendigo

    Eres azucena de muchos

    colores.

    Acuarela de mil facetas incluidas

    las muertas.

    Sabor A exquisitos

    olores los encontrados en mis praderas.

    Suma los que Nacern.

    Ingenua de las encontradas en los genios ms verstiles.

    Agrega los nios

    inocentes que vienen al mundo y aquellos

    no nacidos.

    Inmensos carios grandes caricias

    anidadas en tus sienes.

    Las bondades

    las regalas a los ms necesitados

    entrgalas a mi corazn

    -83-

  • mendigo de ti.

    Mi bella Abeja

    Mi bella abeja seductora de pasiones, aspiras el nctar de mis pistilos

    en plena succin de mis entraas servidoras condicionadas a tus deseos.

    Cargas con los ms valiosos bastimentos

    que puedes llevar de mis sentimientos vaciados por tus aguijones expertos

    en labores rutinarias a mis voluntades.

    Vives aglutinada con tus amigas alimentando tus instintos de nuevas

    virtudes para as, extraer los nctares ms exquisitos con tus seductoras frases.

    Mas tarde, me apartas de tus rutas maaneras

    para luego revolotear en otras vecinas extraas a tus placeres, siendo conquistadas

    y la vez embarazas a cada una, de sentimientos.

    -84-

  • Mi Hermana Querida

    Cuando se tiene una hermana tan bella como tu, se tienen todas en una sola, se tiene la esencia de la flor en vida que el complacido corazn aspira.

    Los aos que he recorrido contigo

    los llevo en mis recuerdos adornados en los rincones llenos de imgenes

    los cuales recorro cuando estas ausente.

    Eres dulce amiga y fiel consejera En los das en que las ganancias son menguadas por los fracasos

    que mucho distancian los objetivos.

    Si el creador me pidiera que escogiera otra hermana, me volvera

    hacia ti diciendo: Eres solo tu, mi hermana querida

    -85-

  • MI Nave

    Subo a los cielos, exculpo tu cara,

    sumerjo mis labios.

    Descubro un sistema interestelar, Estrellas grandes, Astros luminosos.

    Descubro los misterios, de los tneles celestes

    dejo deslizarme dentro de ellos.

    Auguro una buena travesa, bajo mis alerones,

    aterrizo y pozo mi nave en la pista de tu regazo.

    Descanso luego de largo viaje.

    Vuelvo al proyecto inicial.

    -86-

  • Mi Oracin

    Sujeto es la razn que das a mi ser,

    verbo es la accin

    que expresan tus

    sentimientos,

    Adjetivo es La forma

    en que denotas mis cualidades,

    Y predicado es Lo que resta o complementas

    En mi.

    -87-

  • Mi Sierra Nevada

    Bellos relieves amorfos de la tierra altiva, son tus riscos de donde la mirada no se aparta

    viendo tus picachos en cubierta nevada, no te han admirado mis ojos en incrdula pasin, fue la mirada de la magnificencia.

    Solitario testigo de largos viajes a la grandeza de Inmortales Centauros forrados de fortaleza

    de Campaa Admirable, Inmunes a las batallas, doblegados por tus fros que hielan los torrentes de las venas ms resistentes a la inclemencia.

    Bellos ponchos hacen juego con tus picos,

    parecen tus hijos correteando por las praderas, hilera de mulas subiendo tus cuestas

    semejan hormiguero de laboriosos caminantes costeando lagunas negras de misteriosas presencias.

    Bellas deidades inalcanzables en tiempos antaones

    dominadas por tecnologas que me llevan a tus cspides, ya he visto de cerca las canas reflejando tu ancianidad,

    ya voy a llegar a tu altura para merecer tus lluvias granizadas posndose en mi cabeza, qu inmensidad.

    -88-

  • Movimientos perpetuos

    Las tibias aguas matutinas lavaron mis facciones atormentadas,

    aguaron mis lagrimas negras, fortificaron mis esperanzas ms lejanas,

    entumieron mis extremidades aun dormidas mitigando restos acumulados,

    de una noche de torrenciales tormentas.

    Dirijo mi cuerpo con rastros de gotas. Me dejo caer vencido por el doblez todava marcado de mis sbanas,

    agoto esfuerzos por calzar mis calcetines, me miro al espejo pensando en repeticiones

    diarias las cuales nos convierten en mquinas de procesar en movimientos perpetuos.

    -89-

  • Musa inocente

    Quin escribe a tus odos? Quieren despertar

    tus sentidos los versos

    no inspirados de las almas.

    Quin entona acordes?

    El que desafina tus poemas convertidos en cancin

    despeinada.

    Quin viola tus derechos? el que imita

    y copia textualmente Como cotorra

    a los verdaderos ruiseores

    de la palabra.

    Quin te critica?

    Aquel que odia sin haber escrito

    ni amado un

    solo escrito.

    Viva la Musa!

    Referencia divina.

    Yo soy tu sbdito ignorante

    -90-

  • arrogante atrevido.

    Museo naturaleza muerta

    Invitacin a un espectculo macabro en santuario amorfo

    lleno de galeras absurdas Se eriza mi piel,

    mas no la de ellos estn muertos Luces de nen

    luminosas color amarillo esperanza

    luces ambientadas en Rosado.

    La selva esta muy lejos Cul ilusin?

    Msica acompasada para llenar el mortuorio

    melodas ambientales invitacin al relax

    Avanzas en procesin contemplativa

    Hambre a lo desconocido a lo morboso

    Suelos a brillo espejo provoca dormir

    sobre su fro polar Testigos mudos

    Momias al natural Seres petrificados Seres en posicin

    gallarda Ojos de cristal

    Vista que se pierde en el infinito.

    Seres casi extinguidos Seres de apariencia

    casi feroz Seres con la fuerza de

    10 hombres

    -91-

  • Seres al servicio de la contemplacin no de la destruccin.

    El dolor me asfixia

    mis ojos se sofocan hacen que mis lagrimas

    se agolpen ansiosas de derramarse

    No es espectculo cultural o recreativo

    Es solo grotesco Me recuerda a algo mencionado

    Naturaleza Muerta yo dira

    naturaleza arrancada natura asesinada

    Me animo a pensar que estos seres

    quieren salir de esta prisin

    quisiera tener una magia

    Y Gritar! Salgan corriendo

    Son libres .. y tu tambin pequeo

    ..corre a casa.

    -92-

  • Nave Sideral

    Naciste en el encanto de las estrellas, eres nave sideral recorriendo cielos

    recorres los astros en pausas la inercia gua tus pasos te dejas caer en picada

    presionas el piloto automtico dejas que haga su trabajo

    vas saltando de una nube a otra en rtmica ondulacin y entonas una cancin

    Entras en trance profundo

    producto de la hipnosis viras tus ojos a 360 grados

    con los prpados an abiertos

    Con solo tocar tus hombros vuelves a transportarte

    a la realidad.

    -93-

  • Nios de la Calle

    Dulce ilusin, abriga tu pecho,

    funesto vivir,

    llena tus das,

    hambre corporal, riqueza espiritual,

    infancia abandonada, en pos de un sueo,

    peregrino en camino incierto,

    limpiabotas que limpias tus tristezas

    en zapatos pulidos,

    miseria incontrolada,

    artista insigne creado en caminos de asfalto.

    Promesas incumplidas,

    adultos inmaduros,

    nio blanco,

    negro, pardo,

    de mi tierra.

    A ti te toc el calvario de Jess.

    -94-

  • No

    No voy a dejar tus ojos distantes, por otros cristales luminosos

    posados en otras orqudeas sensuales vestidas de arrogantes placeres.

    No dejare que tu sombra negra se disipe en la claridad del alba

    para que nuestros das envejecidos recuerden las noches apasionadas.

    No mirare mas las luminosas estrellas

    hasta el da que nuestros picaras miradas consientan el tiempo y se posen fervientes a contemplar las bellas rubricas infinitas.

    No suspirare mas porque la respiracin

    me tranca el pecho que oculta el corazn sembrador de ilusiones en contra de la razn

    esquivando tropiezos a pura inspiracin.

    -95-

  • No entiendo de Religin

    No entiendo de religin, unos hablan de resurreccin, algunos hablan de hermanos,

    y nos matamos sin razn.

    Si somos hermanos, porque matamos a nuestros hermanos de Gaza?

    ellos tambin son frutos de Abraham.

    El Mesas no vino a salvar a al pueblo de Israel de sus opresores Romanos,

    por el contrario, vino a salvarlos de ellos mismos.

    Ni catlicos,

    ni Judos, ni todas las religiones,

    han entendido su verdadera misin.

    Han entendido que oprimiendo, a sus hermanos que discrepan un tanto,

    comprendern sus razones.

    Cruzadas, Inquisiciones,

    Peleas territoriales, Eso es lo que entienden por salvacin.

    Humillas a tu hermano Y humillas a tu creador.

    Te ama a ti al igual que tu semejante.

    Satans!

    Porque invades mi iglesia? Porque invades el corazn de mis hermanos?

    Tendremos que cambiar las parbolas!

    -96-

  • Tampoco las entienden...

    Nos Salvamos

    Huele a sangre fresca!

    Rasgo mi camisa,

    y vuelvo a verte.

    Intuyo que eres tu,

    sigo corriendo,

    huyes detrs de m.

    Son fieras incontroladas, cargan sus pistolas,

    descargan todas sus cargas.

    Me aferr a ti, tratas de sostenerte,

    sudo copiosamente,

    caigo rendido, caes a mi lado.

    Las turbas pasan sobre nosotros,

    Nos salvamos.

    Hoy no es buen da para morir.

    -97-

  • Ojos complacidos de la tierra amada

    Te amo en las bastas profundidades, donde reposa tus bondades inertes,

    acompaadas de los tentculos de races de los rboles frtiles fabricantes de savias blanquecinas de vida.

    Me gustan tus lombrices fertilizantes

    de la tierra, que te convierten en abonos, invitando a los cultivos de las siembras de las mas variadas galas de especies, sustento de los estmagos hambrientos.

    Adoro rozar tus hojas verdes primaverales

    con tus frutos de frescas carnosidades. Olores de guayaba silvestre aromatizadas

    que nacen realengas en todos los rincones, pequeas!, pero, con el corazn del duro roble.

    Siento el remanso de agua clara en cristalinos, borboteando en los abruptos choques de rocas

    que habitan casi enterradas en tus fondos pocos profundos, haciendo pequeas lagunas,

    refugio de peces imberbes de agua dulce.

    Iluminan mis ojos las orqudeas que descubro en mis aventuras cortas dentro de bellos santuarios

    en cpulas formados por los rboles mas altos, en eterna sombra creadora de vidas ocultas

    con ojos alertas a las mnimas pisadas del intruso.

    La Bella garza vuela a los lejos, solitaria, y a veces en bandadas, posando en majestuoso aterrizaje su cuerpo blanco, inocente y liviano. Casi puedo tocarlas con la mirada envilecida

    de tantas imgenes adornadas en las planicies.

    -98-

  • As quiero conservar tus recuerdos, tierra amada, cuando mis ojos no puedan verte y ests sola sin mis caricias, pero tan solo soy un granito

    entre muchos seres mas, del amor compartido que vas alimentando en otros ojos complacidos.

    -99-

  • Oye Muerte

    Me muero de risas No me hagas mas cosquillas No me cuentes mas chistes

    Me muero. No s que tengo en l estomago.

    Ay

    si me voy a morir sin ver a esa loca otra vez

    Vi morir la tarde

    Vuelvo a revivirla maana

    Que pena me das muerte

    Se muere la copla ya nadie quiere algo con ella

    maana alguien la toma y ya no esta muerta.

    Se mueren los Sirios

    reviven otra vez.

    Mueres de hambre. La muerte no tiene culpa,

    la hambruna

    Se muere el amor que falsa

    el amor nunca muere.

    Oye muerte! Tu no me asustas ven a buscarme ya estoy curado

    te espero y si quieres no vienes

    -100-

  • te voy hacer trampa.

    Me bajas el teln lo vuelvo a subir

    En otra vida

    mi alma no la matas

    Que la obra contine..

    -101-

  • Palabras Txicas

    Soy el acompaante fiel que escucha tus plegarias, adornadas de grises ojos,

    en las humildes horas de las Miradas ms sensibles.

    En la amarga melancola de tu mirada

    sumerjo mis memorias estregadas en imgenes de mil radiantes matices

    rastreando las luces de tu sonrisa, ocultas en los costados de tu tristeza.

    En agravio sostenido a mis consuelos,

    reprochas mis sumisas intenciones aumentadas por mis amorosos afectos

    los cuales inmunizas con los desplantes a mis cortejos inspirados sobre tus sentidos.

    Ya no me dolern tus palabras txicas

    acostumbradas a raros encantamientos de mis neuronas, en suaves ajustes,

    para luego clavar tus ponzoas mortales ya menguadas en el uso de tus constancias.

    -102-

  • Paseo Por el Parque

    Aguas oscuras ennegrecidas

    seducen las piedras en dulces choques

    sin maldades provocan mis odos

    brotan mis ojos.

    Caminos empedrados Bellas estepas

    El suelo baboso resbala mis pisadas.

    Voy atravesando

    un puente pegado al ro formado

    por piedras poco profundas muy separadas

    creadas por humano ingenio.

    Tu atrapas mi Mano Le temes al agua No es tu culpa.

    Al fin cruzamos

    Estas extenuada. Tus mejillas enrojecidas

    me piden aliento.

    Luego de tanto camino calmas

    la sed con l nico

    -103-

  • liquido conciliador.

    Nos sentamos a la sombra de un Olivo Sientas tus

    piernas sobre las mas Poso mi mano sobre tu muslo Son las nicas

    caricias que puedo robar

    de tu respeto.

    Nos vamos

    estamos cansados

    van a cerrar l Parque

    Otro

    domingo t

    sustraigo otra

    cosa.

    -104-

  • Peregrino

    Entregaste tu alma al credo, permaneciste virginal en cuerpo, fundiste tu mente en la oracin,

    las lneas que leste te inspiraron.

    Dejaste el calor de tu pueblo, en busca de otros necesitados.

    Hiciste de los desposedos tu hogar,

    ahuyentaste de ti los temores y as,

    sacar el de tus semejantes.

    Llevas el mensaje del padre, Para as cumplir tu misin.

    -105-

  • Pizca de vida

    En tus ojos encontr las sonrisas de mis aos mozos enjaulados

    en las curvas de mis encorvadas espalda aspirando viejos tiempos

    Levante mi nimo entristecido

    a la vuelta de la esquina sollozado con amarga semblanza arruinada

    de gastar la alhaja vivida.

    Desate mis brazos sin sentir los dolores que ataban mi existir

    a la monotona ms severa de una vida, ayer entera.

    Aspire copos de subsistencia

    de la supervivencia que tu alma fungi encontrando la luminosa

    juventud que ya crea extinguida.

    -106-

  • Pompa Fnebre

    Juegos idos al infierno enmaraan tiernos caminos

    luto reflejando oscuridad pompa fnebre

    ritmo de la msica orquesta en fatalidad

    lagrima cansadas confundidas en lluvia torrencial

    casualidad tropical cuerpo inocente

    tarde de un domingo.

    Que fcil sera estar en casa tomando chocolate caliente

    comiendo galletas No encerrado en este traje y en estos zapatos nuevos estn matando mis cayos.

    -107-

  • Portada Dominical

    Camina viejo y necio errante, que tu camino no ser en vano

    viaja donde la mirada no extrae, la radiante y esbelta hermosura. Navega por la mar ms preciosa.

    Vierte tus ojos en la extensa llanura donde el aire feroz viene arroyando con sus latigazos las tmidas hojas, y amenaza con sacudir de una sola

    bofetada tu sombrero de ala de ancha.

    Siente que no eres nada, al borde de la ms alta cascada jams creada y lanza tu cuerpo inocente en cada

    mortal con el solo motivo de mostrarte en la portada de un semanario dominical.

    -108-

  • Puedes perdonar

    He aprendido a perdonar, cruce la barrera que tu,

    amigo, no has sabido cruzar.

    Ame, odie,

    y Aprend mi leccin.

    Fui traicionado, humillado,

    encolerice!

    Me vi envuelto en los turbios confines de la venganza,

    y al final, Quede solo con un puado de recuerdos.

    El Perdonar no es fcil,

    Pero cuando se tiene ese don divino,

    Muchas cosas pueden cambiar.

    -109-

  • Purificacin

    Slo recibo la risa que tu me das en el dulce aroma de tus suspiros intentando someter tus voluntades en estirones fuertes de tus huesos

    a los primeros rayos luminosos.

    Inmovibles nos quedamos viendo las cspides lejanas de las montaas

    vestidas de las blancas neblinas con velos angelicales descubriendo

    el alba vencedora de las oscuras tinieblas.

    Omos el preludio de las aves recibiendo los primeros baos

    de roco primaveral en erizados plumajes y en duras labores pero preciosas al mirarlas.

    Nosotros que vivimos la noche

    en plena lujuria, idealizamos la maana tomando de ella la pura fragancia la cual nos purifica de la frentica

    obsesin de nuestros cuerpos.

    -110-

  • Quiero

    Quiero tomar las cosas con hidalgua, tomar las riendas que tom Simn,

    recobrar el camino que nos perteneca.

    Quiero dejar escapar este pesimismo, que Amenaza con tragarnos a todos.

    Este imperio que esta tragando nuestras esperanzas,

    y que nace de adentro.

    Quiero que reconquistemos la cumbre, el valor que se perdi,

    la dicha de llamarnos venezolanos, la gallarda y la nobleza del soldado.

    Quiero por sobre todo,

    que eduquemos a nuestros hijos, con las matemticas que nos sumen a todos,

    con las letras de un Andrs, de un Gallegos.

    Quiero que los enseemos a pensar ms

    a mentir menos, a ser honestos,

    a entender que el valiente no es el que dispara sino el que baja su arma.

    Y ser fieles a Dios y a su patria, que somos todos.

    -111-

  • Quiero componer

    Quiero componer una cancin con las melodas ms celestiales

    aquella que doblegue a los hombres que tenga muchas facetas

    aquella que provoque llevar el vello que permita unir las manos

    proclive al llanto que una a los novios

    en desesperado sculo aquella compaera en la marcha

    armnica de las gaviotas.

    Quiero melodas profanas en el modo ms vulgar que permitan poseer

    tu miel.

    Quiero arroyos interminables de timbales

    haciendo mover tus caderas al ritmo de mis manos.

    Quiero el bong y la charrasca

    que descubran tus races latinas.

    La quiero pura en mi idioma natal

    para que sea entendida al comps de tus pies.

    -112-

  • Quince lneas buscando Amor

    El amor es la fragancia de tus ojos mozos cautivadores de mis sentidos ms ntimos,

    entonando las picardas ms risueas.

    El amor se acuesta de noche a esculpir las bellas frases que el galante ruiseor

    entonar en la rama del dulce amanecer.

    El amor es nobleza sentada en el trono baado en oro de mil quilates oliendo

    A jazmn, calzando zapatos de mendigo.

    El amor es ignorancia al egosmo, tonto ilusionado en pueril quimera

    sentada en la barca de la esperanza.

    El amor no es la escultura de barro, por el contrario, es la figura de granito que soporta el avatar de los tiempos.

    -113-

  • Satlites ensogados

    Le cambiaste el sentido a mi vida, diseando los ms bellos idilios

    a la luz de tus inquietas imgenes que fueron dando sombra compasiva

    a mis sentimientos vilmente pisoteados.

    Hice de ti, mi reino, haciendo omisin a mi carcter altivo, dando sumisa razn a tus incoherentes actitudes aderezadas por tus caricias, nicos sostenes sutiles

    de nuestras relaciones no perpetuas.

    Me hiciste girar en torno a tu planetario cumpliendo las estaciones, adornado con las indumentarias bien ajustadas

    a tus vanos caprichos, pues as deseabas tener los satlites que giraban ensogados.

    Ahuyentaste de mi, todo rastro con sabor a inocencia, colocando mis pies en tierra

    firme, donde tuve que crecer como persona lejos de tus egocntricas intenciones...

    donde se baila un tango sin son ni candor.

    -114-

  • Solo en ti

    Eres la maana que despierta mis ojos son los ojos invocando a ti preparo mi caf oliendo a ti

    tomo un sorbo veo tu rostro reflejado

    rodeas mi cintura con tus brazos tomas un poco de mi taza.

    Descubres misterioso nctar beso tus labios aun mojados.

    Vuelvo a sentir el agrio confundido con tu aliento. Salgo de casa y veo tu rostro en mi parabrisas vuelvo a verte en las caderas de alguien mas

    Voy a mi oficina y pienso,

    en lo que estara haciendo si estuviera a tu lado

    Me asombro al pensar solo en ti nada ms.

    -115-

  • Soy para ti

    Soy para ti la historia

    que versa tu ser.

    La aguja perdida en un pajar

    de tanto buscar y de andar.

    La ingenuidad

    a engaar.

    Un ser colgado a tus deseos.

    Esclavo de tus designios

    y sueos.

    Imberbe trovador de ilusiones

    hundidas en las fauces ocultas

    de tus anhelos.

    Gladiador sin armadura sin casco ni lanza.

    Toro en ruedo sin posibilidad

    de salir con vida.

    -116-

  • Temeridad

    Hay una doncella vestida de negro, ronda la noche y arrastra su cola,

    No habla, pues, no ha tenido que hacerlo, Es capaz de asustar al ms osado.

    Estuvo siempre detrs de tu escaparate,

    Cuando eras nio, contaban historias de ella, Prendas la luz y muchas veces temblabas.

    Siempre estuvo junto a ti y siempre estar.

    Cuando quisiste dar tu primer beso, Ella estuvo all y freno tu impulso.

    Fuiste al ejercito, probaste tu primer rifle,

    Titubeaste porque ella estaba all.

    Y siempre estar all para ofrecer a todos, la oportunidad de no saltar al abismo.

    -117-

  • Tengo culpa

    Tengo culpa de levantarme

    con pie izquierdo extrema contraria

    imagen en un cuadro en la Carraca.

    Culpable

    de tener las fosas muy grandes

    la mirada muy atrs no ves el brillo de mis ojos.

    Culpable

    por admirar tu cuerpo tu sonrisa blanca

    la suave guitarra en forma

    de tu cuerpo cuando pensaba

    tambin en tu alma

    porque te quera completa.

    Culpable

    de mis talones riveras de ros

    grietas erosionadas

    de una jornada incremente.

    Culpable de no ver mas all de las tierras

    -118-

  • en donde tu amor ha florecido.

    Culpable

    de no poseer la materia

    sino el contrario de lo tangible.

    Culpable

    de despedidas de tardes mudas

    de equipajes rondando de manos diciendo

    adis

    Fui cobarde

    No te retuve

    no insist no consegu

    el verso apropiado.

    -119-

  • Tormenta perfecta

    Navega en los ros de mi sangre,

    sumerge tu ser en mis aguas mansas,

    iza las velas de mis pulmones,

    exhala todo el aire donde est,

    sacude los mandos de mis caderas.

    Crea un torbellino,

    hecha tu nave a la deriva,

    has que mi sudor se inunde,

    has agua de mi boca,

    pierde el control de tu barca,

    y ahoga tu ser como naufrago,

    en tormenta perfecta.

    -120-

  • Tu Victoria

    Acepta la vida como es, de triunfos y fracasos

    tomando los reveses en catapultas impulsoras

    de nuevos logros, edificados sobre las bases

    ms duraderas del equilibrio de los tiempos.

    Cambia el apodo que una vez rob tu animo,

    erige tu nuevo nombre sobre el plpito

    y predica las buenas nuevas de tu cambio

    hacia un mundo mejor, esperanzado de triunfo.

    -121-

  • Tus poemas en abril

    Tus poemas asoman el mes de abril

    Las letras avivan mi ser en entusiasmo varonil La risa que se muestra en tu cara infantil

    invita a celebrar de tu rostro servil Comienzas el ritual nocturno prendiendo el candil

    el cual apagas en un soplido gentil

    Empiezas a declamar tus tonadas y la suave brisa que entra por los ventanales

    convierte tu pelo en ondas misteriosas El Sonido de tu voz vibra en mis odos

    me hace palpitar escuchando las cadencias ms bellas en acordes celestiales.

    Finalmente desvisto cada una de las letras para descubrir la razn de las metforas

    que van envolviendo las diademas de las vocales y consonantes

    de tus oraciones convertidas en versos de finos esplendores matizados.

    -122-

  • Un Domingo Cualquiera

    Me siento solo a pesar de ti. Enclaustrado dentro de m.

    El da transcurre, no mas as. Vivo en inercia perfecta.

    Ritmo que seduce los atardeceres de un domingo tranquilo. Me sumerjo en la lectura.

    Papeleo de Diarios matutinos diciendo cosas inocuas a m. Loco de volar por paredes,

    salto a la cocina como lo que sea, engullo todo.

    Prendo la tele, melodramas en repetitiva, provoca apagarlo.

    Hago andar el motor del vehculo Dejo calentar el motor.

    Conduzco a lo largo de la avenida. No consigo nada abierto. Vuelvo a casa, lo guardo.

    Vuelo a engullir. Me acuesto.

    Vuelvo a encender la televisin. Me quedo con el melodrama.

    Ya llega la hora de dormir esperando que amanezca.

    Por fin

    El domingo ha terminado.

    -123-

  • Una cama mas...

    Sombra en tu piel.

    Es el sol que se asoma.

    Amanece, es la primera vez a mi lado.

    Eres amor clandestino,

    se nota en tus ojos.

    Esa pasin con que estrechas tu pecho, Me lo das a entender.

    Ese querer comer el tiempo. Tienes mucha experiencia,

    te gusta que lo sepa.

    La sabana se va deslizando, la aprietas con tus manos,

    no quieres descubrir tus cicatrices.

    Tus deltas de varices ya empiezan a brotar, no quieres que las vea.

    Vas remontando los cuarenta.

    Tus prpados se arrugan,

    necesitas un cirujano.

    Te encanta lo que conseguiste, eres practica.

    Te gustan las soluciones rpidas.

    Se nota que no quieres volver a casa.

    Tal vez maana.

    Disfrutas la plasticidad del momento.

    -124-

  • Una frazada mas

    Ven! No hagas ruido

    Agacha tu cuerpo curioso Aspira el suelo fervoroso Imaginas que es el ocaso

    celador de un avatar diurno.

    Reposa aqu conmigo Despoja tu cuerpo escamoso

    que estorba demasiado Has de la hierba tu regazo con las estrellas en techo

    luminoso titilando sobre el fro roco nocturno

    Consiente tu figura mimada

    en el regazo convertido en frazada Transforma nuestra mirada

    en lente observando el juego misterioso de las constelaciones

    de los tiempos inmemorables.

    Intentas encender un cigarrillo Te lo apago, no esta permitido

    Queda prohibida, cualquier cosa Menos tu y yo.

    Comienzas a retocar viejos recuerdos Es la hora de las sinceridades abiertas

    El tiempo de las nostalgias mas sentidas Es el momento de caricias sostenidas

    Que duren toda una noche en apariencias eternizada por la magia de nosotros.

    -125-

  • Vanidades ruines

    Arisca y desconfiada me observas, no contemplas mis bellas entraas,

    solo te dedicas a los superfluos detalles de mi faz no llamativa a tus prototipos.

    Me miras escondido en los matorrales en simulaciones de roedores tmidos aorando un pedazo de tus desechos en el despojo de tus vanidades ruines.

    Realizas tus poses en teatros sensuales para la exquisitez de mis ingenuidades

    sabiendo que mis nfimas oportunidades son menoscabadas en danzas satirizadas.

    Sostengo romances en papeles escritos con la tinta de pluma que todos los das plasman mis inspiraciones agradecidas del desamor que t, mi bien, imprimes.

    -126-

  • Veinticinco lneas en desgraciado Amor

    En noches de amor, las dulces melodas se antojan en componer la viva sinfona en vestido de gala a orillas de la playa, salpicada de bellos cristales iluminados

    por la diosa consagrada de las seducciones.

    Amor se escribe con el amargo rechazo a los sentimientos pisoteados en vano,

    mientras hacas de tus emociones, el nido ms confortable con las espigas doradas de la ilusin sobre ramas esperanzadas.

    El amor me hizo esclavo de las jornadas completas de vigilias a tus pensamientos,

    doblando la espina dorsal de mis paciencias, arrastrando consigo los restos de mis juicios

    al precipicio del acantilado de la locura.

    El da desdichado de tu despedida ingrata, fue amor arrancado de mi infeliz alma

    para ser entregado en bandejas de plata, a un corazn anhelante de su belleza espiritual, inocente de mi desgracia.

    -127-

  • Velo Negro

    Lagrimas de sal secadas al tiempo en el intenso oleaje de misterios, nublan la mente de estelas grises

    invadiendo el cielo de las memorias.

    Largas carreteras de lneas escritas creadas por manos imaginativas

    enaltecen las artes de flores ennegrecidas, por el agrio roco de cruentos misterios.

    El crujir de la silla en movimientos agonizantes, ambienta las tinieblas

    en negras sombras esculpidas en las paredes de hmedos temores.

    Los espejos reflejan los misterios

    Enterrados en l mas all de las imgenes Ocultas detrs de los nervios atrapados

    En la mitologa inocente del temor infantil.

    Abundan los cuerpos dormidos cubiertos de pies a cabeza temiendo las apariciones De los ms horripilantes seres revestidos

    De velo negro.

    -128-

  • Ventiscas

    Ventiscas a roco matutino baaban tu bella frente

    dejando hermoso capullo de gotas en estado silente

    soportadas sobre tu tez blanca bronceada

    por el sol del trpico.

    Los tibios colores florales avistan tus trotes pausados mientras remontas cuestas hechas de asfaltos grises.

    Pequeas lagunas naciendo

    de la nada, extrao espejismo en sol naciente, hace apuro de tus pasos adormecidos

    de la friccin constante.

    El temor a sentirte sola traslada tus pensamientos a otros lugares distantes

    a la rutina del sudor de estirar tus msculos de conservar tu cuerpo

    para disfrutar mejor el da.

    -129-

  • Vestiduras Incambiables

    Me despojo de las vestiduras maldecidas,

    por el amor secado al sol de tus inclemencias, que una vez age con mis llantos gozosos del placer que me ofrecas en los regazos

    de la felicidad de tus cultos superfluos.

    Me descubres haciendo lea de tus amores, levantando grandes humaredas de los odios que se antojan en la mente llena de curiosas formas imaginarias, confeccionadas en bellos matices de sangres y cuellos recin cortados.

    Entrego mi ms grande orgullo a los brazos

    de las bebidas que provocan las alucinadoras resacas, llevando mi mente a otros sitios

    extraos fuera de la realidad, y a porrazos entiendo lo equivocado de mis pretensiones.

    Finalmente, visto mi cuerpo de flores de colores

    para poder cambiar lo incambiable en mis entraas para luego entregarme a las mundanas farras

    nocturnas en nupcias prolongadas, con sus rtmicos

    romanceros Que descosen la palabra pero no mis amarguras.

    -130-

  • Virginal

    Ayer prob en decidido fragor,

    Tu ser no mancillado... Dejando tu espirito intacto.

    Sent el palpitar sanguneo,

    De tu eterno cuerpo.

    Fije tu mente con experta Hipnosis,

    A los servicios del placer.

    Escale las vertientes de tus senos, Como volcanes en ebullicin.

    Volqu mis manos en viaje sin

    Fronteras, A los con confines de tu piel y

    Sexo. Atormente tus labios, Con mi dulce manjar.

    Toque tus mas intimas entraas, Como cazador furtivo en tierras

    Vrgenes.

    Y coloque victoriosamente, mi Bandera ante lo inexplorado.

    Finalmente, luego de agotadora

    Labor, Susurraste tu quejido triunfal.

    S que no podr apartar tu imagen

    De m.

    Pues, ahora no me har a la mar, anclare mi barco,

    y plantare mi refugio en ti.

    -131-

  • Viva la revolucin

    Dnde esta mi gorra?

    Me sienta bien esta franela? Acerca mi bandera...

    No vaya a esa marcha, No es tu problema,

    Deja que otros lo hagan, No te pintes la cara,

    Abrzame, Te espero en la cena,

    Vuelve pronto!

    Hola, Marta, Te gustan mis jeans?

    Son espectaculares!, Verdad? Hoy es un gran da,

    Quiero, que camines a mi lado.

    Oigo disparos!, ....Dnde estoy? No siento nada!,

    Que pasa! Porque estoy viendo hacia arriba?

    Todo me da vuelta! Mejor me voy!

    Ay.. No me puedo levantarme Y esta presin en el brazo?

    No me gustan las agujas!

    Debo buscar mi celular.. No! Lo perd..

    Debo revisar mi agenda electrnica! No esta!

    Tengo clases maana!.. Eso si lo recuerdo Olvide la cena con mam!

    Debo apresurarme! Mi piernaaaaa!

    Quin rob mi pierna? Dios mo!

    Quin rob mis sueos!

    -132-

  • Volubles sentimientos

    Eres la doncella encantada de mis esperanzas bendecidas,

    con las miradas en el infinito, sosiego de los esteros aguados

    de mis deseos ms ntimos.

    Eres moza de las bellas montaas, Y de los suaves desplazamientos,