Shabat Shalom!

Bienvenido a la parashá de esta semana (Porción de la Torá), que se llama Eikev (Porque).

Eikev (Porque)

Deuteronomio 7: 12-11: 25; Isaías 49: 14-51: 3; Juan 13: 31-15: 27

"Porque (Eikev) ustedes están escuchando estos estatutos, guardándolos y obedeciéndolos, YAHWEH su Elohim guardará con ustedes el Pacto y la misericordia que El juró a sus padres. El los amará, los bendecirá y multiplicará sus números; El también bendecirá el fruto de sus cuerpos y el fruto de su tierra – su grano, vino, aceite de oliva y los jóvenes de sus reses y ovejas – en La Tierra que El juró a sus padres que El les daría. "(Deuteronomio 7: 12-13).

La lectura del rollo de la Torá

La semana pasada, en Parasha Va'etchanan, Moisés predijo que la gente en generaciones futuras serían exiliados de la Tierra Prometida y esparcidos entre las naciones, ya que se volverían de Dios y los adorarían ídolos. Pero Moisés también previó que en los últimos días lo buscarían una vez más y obedecerían sus mandamientos.

El título de la Parasha de esta semana, Eikev, significa “porque”. Se utiliza en esta Parasha como una conjunción para crear una relación entre experimentar las bendiciones de Dios y la obediencia de a Su Torá.

En relación con esto, la parte Haftará de esta semana contiene una profecía importante que nos proporciona una visión sobre la forma de caminar en las bendiciones de Adonai, a través de la fe y la obediencia.

Estos tres elementos (la fe, la obediencia y las bendiciones), operaron sobre el patriarca Abraham, que creyó primero y de su fe, obedeció a Dios y fue circuncidado.

Abraham ejemplifica el concepto de que la obediencia es más que el ejercicio de nuestra voluntad sobre nuestra propia carne; es la fe en acción. De su fe fluye obediencia a Dios.

En Génesis 15: 6, vemos que su fe fue contada por justicia, y el profeta Yeshayahu (Isaías) nos invita a mirar a Abraham, como padre de la fe. Hemos de ser como él; poner la fe en acción. Entonces nosotros también experimentaremos las bendiciones que fluyen de la obediencia.

""Escúchenme a mí, ustedes que siguen tras la justicia, ustedes, que buscan a YAHWEH: Consideren la roca de donde fueron cortados, la cantera de donde fueron desarraigados - [y el hueco del pozo que han cavado]; consideren a Avraham su padre, y Sarah, quién les dio a luz; en que Yo lo llamé cuando él sólo era una sola persona, entonces lo bendije y lo hice muchos”. (Isaías 51: 1-2)

Eikev: El talón del Mesías

La palabra “eikev” viene del verbo “akav”, que significa tomar por el talón. Del mismo modo, el sustantivo hebreo “Akev” significa talón, como en el talón de un pie. Todas estas palabras comparten la raíz de las letras ain-kof-vet.

Los antiguos sabios judíos interpretaron este doble significado de ayin-kof-vet para referirse a la generación de los "talones de Mashiaj (Mesías)."

La última generación del exilio se llama Ikvata d'Meshichah o los talones del Mesías, ya que esa generación esperaba oír los pasos del Mesías.

La palabra Akev se utiliza por primera vez en Génesis en una profecía importante: la semilla de Chava (Eva) que eventualmente aplastaría la cabeza de la serpiente.

"Y pondré enemistad entre ti [la serpiente] y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; Él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar [Akev] ". (Génesis 3:15)

Esta es la primera profecía mesiánica en la Biblia.

De lo que entendemos que el enemigo trataría de derribar el talón del Mesías, sin embargo, nuestro Mesías aplastaría la cabeza del enemigo y destruiría las obras del diablo.

"El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo "(1 Juan 3: 8).

La tierra prometida

"La tierra pasáis a tomar posesión de una tierra de montes y valles, que absorbe el agua cuando la lluvia cae del cielo. Es una tierra Adonai tu Dios cuida. . Los ojos de Adonai tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio del año hasta el final del año "(Deuteronomio 11: 11-12)

En Parasha Eikev, Moisés, que continúa su discurso de clausura a los israelitas antes de cruzar el río Jordán (que comenzó a principios de Deuteronomio), les dice que si son obedientes a la Torá, ellos prosperarán en la Tierra que están a punto de conquistar.

El pueblo poseerá la Tierra, y no temerá las naciones que viven ahí porque Dios los expulsará.

"Ustedes devorarán todos los pueblos que YAHWEH su Elohim les entregue – no les muestren ninguna piedad, y no sirvan a sus dioses, porque eso se convertirá en una trampa para ustedes…no les tendrán temor, recordarán bien lo que YAHWEH su Elohim hizo a Faraón y a todo Mitzrayim…Ustedes no temerán de ellos, porque YAHWEH su Elohim está allí con ustedes, un Elohim grande y temible. YAHWEH su Elohim echará a aquellas naciones delante de ustedes poco a poco” (Deuteronomio 7: 16-22).

Aún hoy, Israel no le teme a la gente de la tierra, porque nuestro Dios está con ellos para ayudarlos, así como los ayudó en tiempos antiguos, tanto en Egipto como en Israel.

Mientras que los enemigos de Israel enormemente sus fuerzas superados en número, la Palabra de Dios promete que Él velará por ella día y noche.

"El que guarda a Israel no se adormece ni duerme." (Salmo 121: 4)

Volviendo a la Fuente de Bendición

"Levanto mis ojos a los montes, ¿de donde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Adonai, que hizo los cielos y la tierra "(Salmo 121: 1-2)

A lo largo de la historia de Israel, vemos una y otra vez que cuando Dios bendijo al pueblo, muy pronto se olvidan de la fuente de su bendición y se vuelven de la obediencia y la adoración de Adonai.

Dios dijo de Gomer, la esposa infiel del profeta Oseas: "Ella no sabía que era yo el que le daba el trigo, el vino y el aceite; Yo, que aumentó la plata y el oro, que se utilizan para Baal. "(Oseas 2: 8)

Debemos recordar siempre que cuando prosperamos en la tierra que Él nos da, es Dios la fuente de todas nuestras bendiciones.

Nunca debemos dejar crecer el orgullo en nuestros corazones y pensar que nuestras propias habilidades son la fuente de todo lo que tenemos y disfrutamos.

Si entendemos que lo que tenemos ha sido dado a nosotros por Dios, somos más propensos a mantener una actitud de gratitud y de ser buenos administradores, usando nuestras bendiciones de una manera que agrada a Dios.

Debemos considerar la advertencia de Moisés al pueblo de Israel:

"Pensarán para sí: 'Mi propio poder y fuerza de mi propia mano me han dado esta riqueza.' No, ustedes recordarán a YAHWEH su Elohim, porque es El quien les está dando el poder para adquirir riqueza, para confirmar su Pacto, el cual juró a sus padres, como está sucediendo hoy"(Deuteronomio 8: 17-18).

Dios nos da el poder para hacer las riquezas que confirman su pacto. Y a pesar de que es la obediencia que libera las bendiciones de Dios, Él no se interesa tanto de nuestra obediencia como de nuestro corazón.

No se trata sólo de obediencia externa; se trata de la actitud hacia el interior del corazón. La verdadera obediencia comienza con el amor a Dios y la fe en su carácter.

Por lo tanto, incluso más que la circuncisión física del pacto, que por supuesto es importante, Dios desea que cada uno de nosotros seamos circuncidados en nuestros corazones. No sólo podemos cambiar hacia el exterior, hacer un espectáculo de la religión, el carácter o la pureza; tenemos que cambiar interiormente, convirtiéndose en arcilla blanda, flexible en las manos del alfarero.

"Por lo tanto, circuncida el prepucio de tu corazón; y no seas terco por más tiempo!"(Deuteronomio 10:16)

Dios promete a Israel que los frutos de amor y obediencia son grandes. Expulsará las naciones fuera de la Tierra Prometida y se la dará a los israelitas en éxito contra los que son más poderosos que ellos.

Si amamos al Señor nuestro Dios y nos aferramos a él y guardardamos Su mitzvot (mandamientos), entonces Él fielmente cuidará de nosotros y nos protejerá de todo mal. ¡Qué maravillosa seguridad que tenemos de su amor!

"Porque si ustedes tienen cuidado de obedecer todos estos mitzvot que yo les estoy dando para hacerlos, amar a YAHWEH su Elohim, seguir todos su caminos y agarrarse a El; entonces YAHWEH echará a todas estas naciones delante de ustedes; y ustedes desposeerán naciones más grandes y fuertes que ustedes"(Deuteronomio 11: 22-23)