Padre Santiago Lara Guevara, mgPadre Santiago Lara Guevara, mg

Boletín Informativo2

Índice

Editor ResponsableP. Daniel Panduro Fregoso, mg

CoordinaciónAntonia Hidalgo López

Revisión y corrección de textosAlmas y Diseño Gráf ico

Diseño EditorialAlmas y Diseño Gráf ico

Impresión

Procesos Mecánicos

Consejo GeneralP. Juan José Á. Luna E., mg

Superior GeneralP. Raúl Ibarra H., mg

Vicario GeneralP. Fernando Montes L., mg

Segundo ConsejeroP. Raúl Nava T., mg

Tercer ConsejeroP. Salvador Rojas V., mg

Cuarto Consejero

Boletín Informativo mgPublicación mensual de los Misioneros de Guadalupe

Año 13. Núm. 145. Noviembre de 2010

Cantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cp 14000, México, dfTel. (01 55) 5573 2500

comunicacionmg@gmail.commgmultimediamg@gmail.com

www.mg.org.mx www.comunicacion.mg.org.mx

3 Editorial De Iglesia administrativa a Iglesia misionera Padre Santiago Lara Guevara, mg

6 Carta a Dios Reclamos Antonio Elizalde

9 Formación permanente Culturas diferentes, un sólo amor: Jesús Alma Marisa Varela Palma, mla

11 Misioneros Laicos Asociados xiv Congreso Nacional Misionero Laura Leticia Marrufo Fang, mla

26 Centro de Orientación Vocacional La experiencia enseña Padre José Carlos Romero Rocha, mg

28 Educación Publicaciones Padre Juan José Corona López, mg

30 Club de Niños Día Internacional de los Derechos de los Niños Ing. Ezequiel Rodríguez Jaramillo

17 Desde las Misiones Corea: Noticias Padre Juan José Márquez Echeverría, mg

Ecuador: Partiendo a Ecuador Padre Ernesto Velarde Gutiérrez, ma, y seminarista José Luis González Mondragón

Mozambique: Diez años de la Misión Padre Daniel Panduro Fregoso, mg

Mozambique: Oración por el x aniversario de mg en Mozambique Mozambique: O Lobolo (Dote) Padre Ignacio Cortez Martínez, mg

5 Agenda Noviembre

13 Desde México Florecer y dar fruto Padre Alberto Puente Colunga, mg

Congreso Nacional en Veracruz. Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación Padre Daniel Panduro Fregoso, mg

Yo quiero ser misionero. Concurso de video vocacional Jorge Alberto Heredia Murillo, cov de Monterrey

Índice

Noviembre 2010 3

editorial

Padre Santiago Lara Guevara, mg

De Iglesia administrativaa Iglesia misionera

El pasado lunes 4 de octubre, teniendo como marco la fiesta de san Francisco de Asís, el Cardenal Roger Michael Mahony, Arzobispo de Los Ángeles, citó a todos los miembros del clero de su arquidiócesis para realizar la última reunión con ellos y, al mismo tiempo, introducir en esta cos­tumbre al nuevo arzobispo, Monseñor José Horacio Gómez, quien será su sucesor.

Me dirigí a la reunión con un poco de anti­cipación y, al ingresar al salón de actos de la catedral, saludé en primer lugar al Car­denal Mahony. Aproveché para agradecerle todas las atenciones que ha tenido siempre con Misioneros de Guadalupe y con todos los inmigrantes latinos. “¡Ha sido un ho­nor trabajar con un Pastor como usted!”, le dije al despedirme. A lo cual él corres­pondió con una palmada en mi hombro y con una sonrisa. Unos pasos más adelante, uno de los oficiales de la mitra me presen­tó al nuevo arzobispo, Monseñor Gómez, a quien le dijo: “El Padre Santiago es el Superior local de los Misioneros de Gua­dalupe, cuya labor ha sido muy importante para la arquidiócesis en diferentes áreas”. Platicamos un buen momento, le comenté algunas cosas sobre nuestras Misiones en el extranjero, hasta que la campana nos invitó a tomar nuestros lugares.

El programa incluyó la presentación de 53 nuevos sacerdotes que se integraron al trabajo pastoral de ésta políglota y multi­cultural arquidiócesis. De entre ellos, ocho han sido ordenados este año y los otros 45 provienen de diferentes países y continen­tes (el 20 de abril del año 2000, durante la celebración del Jueves Santo, el Carde­nal Mahony decía al clero y al pueblo que en esta arquidiócesis se celebra la Misa en más de 50 idiomas cada domingo, lo cual constituye un gran reto para conseguir los sacerdotes capacitados para atender a sus etnias).

El Arzobispo Gómez, originario de Mon­terrey, Nuevo León, fue llamado al estrado y se dirigió por primera vez a la totalidad de los sacerdotes, con un vocabulario in­formal y jocoso, al mismo tiempo que pro­metió mucho diálogo y apertura durante su gestión como pastor de esta arquidióce­sis. Se notó su procedencia hispana, pues al hablar en inglés tiene un marcado acen­to extranjero.

Finalmente llegó el momento esperado: las palabras del Cardenal Roger Mahony. Fue recibido con una ovación de pie. Su gran estatura contrastaba con su sencillez y, como era su costumbre, se dirigió a la

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concurrencia desde el centro de la asam­blea, utilizando para ello un micrófono inalámbrico y sus grandes dotes de comu­nicador. Nos habló de experiencias difíciles durante sus años como pastor, así como de los momentos gratificantes. Nos dijo que muchos sacerdotes se sienten tristes y des­alentados por tantos ataques de la prensa, que añoran momentos de paz para poder trabajar en circunstancias más favorables, y añadió: “Ha llegado el momento en que la Iglesia de Estados Unidos, pero más con­cretamente la de Los Ángeles, California, tome un nuevo rumbo. Debe dejar de ser una Iglesia administrativa para convertirse en una Iglesia misionera; deben entender los sacerdotes que ha llegado el momento de reconstruir la Iglesia, y con ese espíritu trabajar en el futuro. El testimonio de vida juega un papel fundamental para rescatar la imagen del sacerdocio. Entiendo que no es una labor fácil, y por eso tengo el propósito de ir a Asís e implorar la ayuda de san Francisco, para que creamos que es posible y con esa mentalidad comencemos un nuevo estilo de vida y una nueva eta­pa de atención pastoral a los habitantes de estas tierras”.

Los Misioneros de Guadalupe hemos sido parte de esta Iglesia desde hace más de 36 años y con la experiencia que hemos tenido en nuestras respectivas Misiones, tanto los Padres de la Procura como los de la Parroquia de San Pablo, que está bajo nuestra responsabilidad, mantenemos un espíritu misionero en todo momento. Atendemos grupos del Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (rica) en diferentes parroquias; prestamos nuestros servicios pastorales a comunidades latinas, corea­nas y afroamericanas; apoyamos en la di­rigencia de la Legión de María, así como en la organización de las festividades de la Virgen de Guadalupe a nivel diocesano; colaboramos en la prensa escrita y en los medios de comunicación; impartimos reti­ros y apoyamos en triduos y novenarios en diferentes diócesis.

Esta labor nos permite dar una respuesta de fe a los retos que plantea una Iglesia con características tan especiales como no hay otra en el mundo, pues aquí han ve­nido las gentes desde los últimos rincones de la Tierra a encontrarse con el Evangelio de Jesús.

Padre Santiago Lara G.

Noviembre 2010 5

agenda

Noviembre

Eventos Actividades

Todos los fieles difuntos

xxiii aniversario de la fundaciónde la Misión de Guatemala

Nuestro Señor Jesucristo,Rey del Universo

xlviii aniversario de la fundaciónde la Misión de Corea

Primer Domingo de Adviento

vii aniversario del fallecimientodel P. Esteban Martínez de la Serna, mg

Todos los Santos Asamblea de la Dirección de Formación

x aniversario de la fundaciónde la Misión de Mozambique

martes 2

jueves 11

domingo 21

sábado 27

domingo 28

lunes 29

lunes 1 del miércoles 3 al viernes 5

Reunión de la Dirección de Evangelización

Centenario de la Revolución mexicana

Retiro de Padres mg en México, df

Día del Padrino en Monterrey

Reunión del Consejo de Finanzas

Reunión del Consejo General

Reunión del Consejo General y Directores

Día del Padrino en Guadalajara

jueves 4

sábado 20

miércoles 10

domingo 7

lunes 15

martes 16

viernes 26 y sábado 27

domingo 28

martes 9

Boletín Informativo6

carta a dios

Reclamos*

Antonio Elizalde

Querido Dios:Cuando me pidieron que te escribiera esta carta, me emocionó muy profundamente, lo sentí casi como que tú me lo pidieras. Respondí inmediatamente que sí, en razón de mi talante natural de estar siempre dis­puesto positiva mente a lo que me pidan. Pasando los días, y al comentarle a mi en­torno más cercano la tarea que me había echado en cima, me fui dando cuenta del brete en que me había me tido. Pedí ayuda y sugerencias para hablar no sólo desde mí. Tomé conciencia de que estaba solo en esta enorme tarea. ¿Cómo y qué decirte en los limitados seis mil caracteres de que dispongo?

Escribí un primer borrador y le pedí a una de mis nie tas, de catorce años, tal vez la más afecta a lo religioso de to dos mis nie­tos, que leyera el texto y me lo comentara, y de verdad lo hizo trizas. Me señaló que era más bien un mo nólogo, que sonaba como que yo no te necesitara, que más que presentar dudas te planteaba soluciones, que tenía todo tan claro que para qué te escribía. Le argumenté que los amigos no sólo se hacen preguntas, sino que se cuen­tan cosas, de aquello en que creen o están

interesados; sus ideas; sus sentimientos; y no sólo sus dudas, reclamos o pe ticiones de ayuda. Me señaló que en ese texto yo no te escri bía a ti, sino a los lectores de esta carta. Que por qué no te consultaba, te hacía preguntas más sencillas, te hablaba de las cosas simples de la vida, te abría mi corazón, te contaba de mis angustias y de mis emociones, y no tanto de mis convic­ciones y certezas.

Siguiendo su consejo, voy a tratar de ha­blarte menos con mi mente y más desde mi corazón. Trataré de ser más cuerdo y me­nos prudente. Quiero partir haciéndote un reclamo. Nací en una cultura y en una fa­milia cristianas donde la religión era algo importante. No me quedó otra posibilidad sino creer en tu existencia. He hecho toda mi vida un esfuerzo racional por creer. In­cluso en un momento me sentí lla mado al sacerdocio. Nunca en mi vida te he perci­bido cerca, creo que ni siquiera cuando era niño. Tal vez soy demasiado racionalista y analítico. Tengo lo que yo cali fico como una fe de carbonero. No he tratado nunca de cuestionarme tu existencia. Más bien, a la inversa, te he asumido casi como un dato de realidad. Sin embargo, nunca me

* Las “Cartas a Dios” pretenden ser un espacio para mejorar nuestra reflexión, oración y comunicación con el

Dios de la vida, por quien nos movemos, nos debemos y somos, y así estrechar nuestra relación con Él. A lo

largo de algunos meses compartiremos cartas de varias personas que ya se atrevieron a hacerla. La siguiente

carta fue tomada del libro 50 cartas a Dios, varios autores, ppc, España, 2005.

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carta a dios

he sentido tocado por tu presencia. Tal vez exa gero. Lo que sí me pasa es que envidio a aquellos que te sienten, aquellos que han sido tocados por tu gracia, que han sido afectados íntimamente por tu magnifi­cencia. Aquellos que pueden meditar, que pueden rezar, que pueden conversar fácil y fluidamente contigo. A mí me cuesta ha­cerlo, y mucho.

Hubo lecturas de mi adolescencia que me marcaron para toda la vida. En especial un libro que creo que se llama La oración de todas las cosas. Yo no sé si es algo racional o emo cional, pero creo verte en el otro, en todo otro, en ese otro doliente y sufriente, pero también en ese otro feliz y satis fecho. Me emociona ese otro, prójimo —para usar la no menclatura cristiana—, con sus debilidades y virtudes, en sus momentos de amargura, rabia y dolor, como también cuando goza y es feliz. Me conmuevo, y muy profundamente, cada vez que veo compromiso y entrega con los más débi­les, con los más pobres, con los más peque­ños, con los desheredados de la tierra, con los que recogen las migas del rico epulón. Me sacude internamente ver el enorme es­fuerzo que hace un lisiado para caminar, para tratar de vi vir normalmente. Me duele todo abuso de alguien que tiene y ejerce su poder. Me sorprende e impacta cada día, al cruzar los puentes de la modernidad, ver aquellos indigen tes que levantan sus hogares bajo esos puentes, aunque sus ho­gares sean absolutamente precarios y muy pronto sean expulsados de allí. Hay una esperanza en ellos que me llega a lo más profundo de mi alma. Siento lo mismo al ver niños en las calles que venden lo que sea para sobrevivir. O viendo cantantes ciegos,

famosos o callejeros. Me duelen los niños soldados, las niñas prostitutas, los vientres hin chados por la desnutrición, los huesos de Auschwitz y de Camboya o de los niños del Sahel. Me enfada el dolor in fligido a todo ser humano. Y también nuestra es­tupidez y ceguera suicida. Y siento frente a eso que no he hecho lo suficiente. Que pude haber hecho mucho más. Y no duer­mo tranquilo.

Como tengo la certeza de la inconmensu­rabilidad de tu amor por nosotros, por eso me atrevo entonces a recla marte por aquello que me duele. Tengo conciencia que tu responsabilidad sobre estas quejas es nula, ya que nos hiciste seres libres y, por tan­to, responsables de nuestro pro pio accionar, pero no puedo dejar de sentir que en algo nos fallaste. Por eso te pido que prestes atención a mis re clamos. Me indigna que valores como la generosidad, la bon dad, la solidaridad, la caridad y la entrega, no en cuanto discursos, sino como prácticas de vida, sean en muchos ca sos más fáci­les de encontrar en quienes no creen en tu exis tencia que en quienes se declaran creyentes.

Me molesta asimismo terriblemente el do­ble estándar en muchas religiones, con­fesiones o denominaciones, en particular el de la Iglesia a la cual pertenezco por cultura y sacramentos: la Iglesia católica. Me avergüenza que se oponga al divor­cio secular cuando ella misma legitima el divorcio sacramental (aunque lo disfrace bajo eufemismos de derecho canónico). Me duele que distinga entre gue rras justas e injustas, como si toda guerra no fuese algo execrable. Me irrita, por otra parte,

Boletín Informativo8

que puedan llevar una vida, ligada a los sacramentos, personas que viven escanda­lizando con sus formas de vida y consumo a tus hijos más pobres y marginados de los bienes de la tierra. Me indigna también la insensibilidad frente al sufrimiento que producen mu chos de quienes toman deci­siones para defender principios y valores “cristianos”.

Me pregunto muchas veces: ¿Por qué nos cuesta tanto verte entre nosotros? ¿Qué nos ha pasado que he mos antepuesto la ley a la justicia, el dogma a la pre gunta, la se­guridad a la confianza? ¿Por qué vivimos nuestra fe de forma tan individualista, tan formalista, tan rutinaria? ¿Qué ha sido de los profetas en estos tiempos de tanto cál­culo no sólo mercantil o político, sino in­cluso religioso, en que se confía más en las rela ciones de poder que provee el peso

demográfico de los creyentes, de tal o cual denominación cristiana, que propiamente en tu palabra y en el Evangelio que nos le­gaste? Incluso hay veces en que dudo si en realidad nos amas incondicionalmente.

He querido contarte estas cosas que tú conoces mucho más profundamente que yo, pero que me asfixian y que ne cesito decírtelas para poder desahogarme. No es que crea que por el hecho de hacerlo se van a resolver, o que con ha berlas dicho salvaré mi propia responsabilidad en ellas, pero pienso que, al compartirlas, al menos la carga se me hará en algo más llevadera. Hay también muchas cosas que me hacen feliz, pero esas te las contaré en otra opor­tunidad.

Chao, amigo del alma.

Antonio Elizalde

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Formación permanente

Culturas diferentes,un solo amor: Jesús

Alma Marisa Varela Palma, mla

Cuando escuché por primera vez la palabra “Misión” me imaginé saliendo de casa con maleta y Biblia en mano. Esa era mi concepción de la Misión y ciertamente así es, sin embargo, también la podemos realizar desde donde nos encontramos: trabajo, escuela, familia, etcétera. En lo personal agradezco a Dios la oportunidad de vivir la Misión ad gentes en estas bellas tierras mozambiqueñas.

Después de un año de formación en el Premla fui enviada a la Misión de Mozambique, lo cual acepté con mucha alegría. Creí estar preparada para esta gran aventura pues, según yo, había dado el primer paso: el desprendimiento. Sí, realmente me había desprendido de muchas cosas: familia, ami­gos, trabajo, comodidades, gustos, en fin. Pensé que era suficiente y que tenía todo lo necesario para llegar al extranjero y compartir mi experiencia de Dios sin com­plicaciones. Pero esto quizá ocurre sólo en el propio país, donde todo es más fácil porque se habla el mismo idioma, pues en tierras ajenas la situación es totalmente diferente. Uno de los primeros retos que tuve que enfrentar fue estudiar otros idio­mas: el portugués, que es el idioma oficial de Mozambique, y el dialecto de la zona

donde trabajo. Durante el tiempo de estu­dio la vida me fue enseñando que, a pesar de estar en un país con costumbres dife­rentes, existe un lenguaje universal que todos somos capaces de entender, sentir y expresar: el amor. Este idioma simple no necesita estructuras gramaticales, requiere mínimos detalles: una sonrisa, una mirada, una caricia o un gesto amable.

Después de estudiar portugués y chimani­ca1 creí que era momento de comenzar a trabajar. Tenía en mente algunos proyec­tos para desarrollar, sin embargo, aún me faltaba vivir un proceso de inculturación. “¿Inculturación para qué?”, me pregunté pues aún no entendía la magnitud e im­portancia del significado de la palabra. Llegar a un país con un contexto diferente en todos los ámbitos (económico, políti­co, social y cultural) exige primeramente observar sin juzgar, e involucrarse poco a poco con el pueblo. Ciertamente fue algo difícil, porque yo quería comerme el mun­do de un bocado y hacer mil cosas, pero a fin de cuentas uno va comprendiendo el porqué de las cosas. Para entender la cultu­ra de los otros hay que vivir cerca de ellos y hablar su lenguaje. Aceptar un lenguaje es mucho más que aprender una gramática

1 Dialecto bantú

Boletín Informativo10

y muchas palabras, significa adquirir una comprensión determinada del hombre y del mundo, un código de pensamiento, un código antropológico para poder penetrar y conocer los misterios que envuelven su cultura; es mucho más que usar capula-nas, comer con las manos sadza y couve2, adoptar gestos de su cultura y decir una que otra palabra en su dialecto.

Convivir, escuchar, preguntar y observar la manera de ser del mozambiqueño me ha dado la pauta para permearme de su cultura, su religiosidad, sus valores, sus relaciones familiares, sus gustos y sus pensamientos, pero sobre todo me ha enseñado a enten­der que el desprendimiento va más allá de cuestiones materiales, exige también una renuncia a nuestros esquemas de razo­namiento, a nuestras formas de ver y de responder a la vida, para poder asimilar realmente la cultura sin dejar de ser lo

que somos y sin perder nuestra identidad. En verdad es un proceso complicado por­que no es fácil romper con los parámetros aprendidos. Como misioneros caemos fre­cuentemente en el juego de querer implan­tar nuestros patrones de pensamiento a realidades totalmente diferentes, compara­mos y exigimos que respondan de acuerdo con nuestras expectativas, métodos y cri­terios; a menudo decimos: “En mi país las cosas se hacen de esta manera”, “Es que allá las personas actúan de esta forma”, y entonces todo se torna una frustración y un choque con la otra cultura. Muchas veces el encuentro con estos pueblos puede ser un medio a través del cual se manifiesta el Espíritu, el mismo que vive en noso­tros, que nos guía y nos mueve a trabajar para que el Evangelio sea entendido por los hombres de hoy, en su propio lenguaje y en su propia cultura.

2 Alimentos tradicionales de Mozambique

Alma Marisa Varela P., mla

Noviembre 2010 11

misioneros laicos asociados

xiv Congreso Nacional Misionero

Con el lema “Como María, compartamos nuestra fe con alegría”, se llevó a cabo el xiv Congreso Nacional Misionero (Conami), del 21 al 24 de octubre, cuyo objetivo fue impulsar un encuentro vivo con Cristo, para que, como discípulos misioneros, res­pondamos con generosidad a las necesida­des actuales de la Iglesia y del mundo.

Por parte de nuestro Instituto participaron, como congresistas, las dos jóvenes que actualmente se encuentran en la forma­ción para ser Misioneras Laicas Asociadas,

Laura Leticia Marrufo Fang, mla

quienes participan en la promoción del cov y de mla, y el desarrollo en atención y captación de Padrinos. Como conferencis­tas hubo participación en tres foros. En el foro cinco, titulado “Evangelización, me­dios de comunicación y compromiso por la verdad”, participó como coordinador y conferencista el P. Antonio del C. Camacho M., mg. En el foro seis, titulado “Misión de la Iglesia diocesana, pluralidad y diálogo entre las culturas y pueblos”, coordinado por mg, participaron el P. Ignacio Martínez B., mg, y el P. Sergio César Espinosa G., mg;

Padre Filiberto Serrano C. con las mla Alejandrina López L.y Laura Marrufo F., y las dos jóvenes del Premla

Boletín Informativo12

como moderadora participó María Teresa Esparza del R., mla, y como secretaria fun­gió Ana Rosa Clemente A., mla. Yo par­ticipé en el foro ocho, titulado “El laico misionero ad gentes en la Iglesia, identi­dad y apostolado”, como coordinadora y conferencista.

El foro donde participé fue fruto de las reuniones que desde hace tres años ve­nimos sosteniendo ompe y los diferentes institutos misioneros laicales ad gentes, con el objetivo de compartir logros, retos y esperanzas, para que en comunión con la Conferencia del Episcopado Mexicano (cem) potenciemos la vocación misionera laical ad gentes.

Sin lugar a dudas fue una experiencia en­riquecedora, desde la coordinación hasta preparar el tema para la ponencia, com­partir con las personas que tan generosa­mente nos dieron hospedaje y con todos aquellos jóvenes inquietos por el llama­do a la Misión ad gentes. Al menos en la Diócesis de Ciudad Lázaro Cárdenas,

lugar donde se llevó a cabo el congre­so, se percibió el fruto de haber desper­tado la conciencia y la inquietud en los laicos acerca de la urgente necesidad de una formación más estructurada para los agentes de evangelización locales, con la mirada puesta en la misión continental y ad gentes. Lo anterior lo constatamos cuando varios congresistas se acercaron a preguntarnos dónde y como se podían preparar como evangelizadores.

El congreso concluyó con una solem­ne Eucaristía, en la cual fueron enviadas nuestras mla Ana Rosa Clemente A., a la Misión de Perú, y María Teresa Esparza del R., a la de Guatemala.

Pongamos nuestra esperanza en el Padre para que todos los que participamos en este congreso hayamos enriquecido y reaviva­do nuestro ser como discípulos misioneros de Jesucristo, y ahora estemos fortalecidos en el Espíritu para que, como María, com­partamos nuestra fe con alegría.

Ma. Teresa Esparza del R.y Ana Rosa Clemente A., mla

Noviembre 2010 13

desde méxico

Florecer y dar fruto

Padre Alberto Puente Colunga, mg

Mi nombre es Alberto Puente Colun­ga y el día 16 de octubre de 2010 recibí el Sacramento del Orden de manos de Mons. Lucas Martínez Lara, Obispo de Matehuala, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asun­ción, ubicada en mi pueblo, Cedral, slp. En dicha celebración estuve acompañado por mis hermanos sacerdotes mg, por sacerdo­tes del clero diocesano y algunos semina­ristas pertenecientes a nuestro Instituto.

Previamente a la ordenación contamos con una Semana de Animación Misione­ra, coordinada por el P. Jaime Romero R., mg; contamos con el apoyo y asistencia de los fieles de la parroquia y concluimos con una marcha misionera y la Cantamisa de un servidor en la Plaza de Armas, donde participaron todos los fieles de la comuni­dad. Cabe mencionar que me acompañaron un buen número de sacerdotes, sobresa­liendo el P. Héctor Andrés Pérez T., mg, y el Padre Juan José Hernández Monsiváis. El primero, además de ser mi paisano y Misionero de Guadalupe, fue el encargado de compartir la homilía con toda la gente que nos acompañó. El segundo es sacer­dote diocesano y fue quien me acompañó en mi proceso de formación desde antes de entrar al seminario.

Pues bien, creo que la ordenación sacerdo­tal trajo un sinfín de bendiciones, no sólo

para mi familia sino para toda la gente de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, pues no fue un evento personal o familiar sino una gran experiencia don­de intervino toda la comunidad. Por tan­to, sintámonos todos bendecidos y demos gracias a Dios porque nos ha permitido vivir su amor a través del Sacramento del Orden Sacerdotal.

Además de agradecer a cada uno de los que formaron parte de esta experiencia, no me queda más que decirles: “Es por Dios y sólo por Él que estamos aquí. No somos obra de la casualidad sino que esta­mos ocupando nuestro propio lugar, y es ahí donde debemos florecer y dar fruto...”.

Padre Alberto Puente C.

Boletín Informativo14

Congreso Nacional en Veracruz Comisión Episcopal para la Pastoral

de la Comunicación

Padre Daniel Panduro Fregoso, mg

La Comisión Episcopal para la Pas-toral de la Comunicación (Cepcom) es un instrumento al servicio de la Conferencia del Episcopado Mexicano (cem), que tiene como principal objetivo relacionarse e in-teractuar con la Iglesia y con la sociedad en el campo de la pastoral de la comuni-cación social, para inculturar el Evangelio de Jesucristo con el espíritu de la nueva evangelización, a través de los medios de la comunicación social.

El siguiente es un comunicado de parte de la Secretaría Ejecutiva de la Cepcom1, el cual se elaboró con motivo del xx Encuen-tro Nacional de Responsables de la Pas-toral de la Comunicación Social, que se desarrolló en la ciudad de Veracruz, del 18 al 22 de octubre del presente año.

1 La versión en internet se puede ver en: http://www.cem.org.mx/secciones/comisiones/3739-portadores-de-la-paz-ante-el-mexico-sufriente.html

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Escrito por Cepcom Viernes, 22 de octubre de 2010Portadores de la Paz ante el México sufriente

En el marco del xx Encuentro Nacional de Responsables de la Pastoral de la Comunica­ción Social (enrpcs), realizado en el Puerto de Veracruz del 18 al 22 del presente, los más de 120 participantes provenientes de las Arquidiócesis, Diócesis, Prelaturas y diversas Congregaciones Religiosas de México, queremos compartir con el Pueblo de nuestra na­ción algunas reflexiones que aquí se han tenido.

Nuestro Encuentro en Veracruz se da en solidaridad con su gente y la de los demás estados del país que padecen ante las contingencias con motivo de los fenómenos natu­rales suscitados en las recientes fechas. Queremos decirles que estamos con ustedes y lo seguiremos estando.

En esta ocasión, la temática “La pastoral de la Iglesia en el mundo digital, los nuevos medios al servicio de la Palabra”, nos ha vuelto a plantear la realidad que vive nuestro México y el papel fundamental que tienen los medios de comunicación en su uso y difusión de contenidos para promover una cultura de la paz, justicia y reconciliación, partiendo del respeto por la dignidad humana.

Los medios masivos de comunicación no podemos ser espectadores sino actores y pro­motores de la paz, de esa paz que tanto anhelamos todos y en la que todos somos co­operadores y responsables.

La prensa y los diferentes medios católicos asumimos el papel y compromiso de ser pro­motores de paz, justicia y verdad.

Tenemos esperanza en la humanidad y su bondad porque bueno es su creador, por lo que, para que en Cristo Nuestra Paz, México Tenga Vida Digna, los medios tenemos el deber de colaborar en la promoción y difusión de esta anhelada paz.

Que como portadores de Cristo el Señor que es la Verdad, demos esperanza a los que sufren en el cuerpo o en el espíritu. Él es nuestra paz y en este momento, nuestra Patria lo proclama como victoria que vence al mundo.

Por los comunicadores de México.

+ Luis Artemio Flores Calzada P. Antonio Camacho Muñoz, mg

Obispo de Valle de Chalco Secretario EjecutivoPresidente de la Comisión Episcopalpara la Pastoral de la Comunicación

Boletín Informativo16

Yo quiero ser misioneroConcurso de video vocacional

Jorge Alberto Heredia Murillo, cov de Monterrey

Con la intención de incorporar en nues­tras alternativas de evangelización nue­vas herramientas para difundir la cultura cristiana, relacionarnos con los jóvenes y encontrar medios para proponerles la Mi­sión como espacio de realización, se convocó al Concurso de video vocacional por medio de la Dirección de Formación de nuestro Instituto.

La formación de la cultura tiene una di­versidad de canales de difusión y el video es uno de ellos. En él se pueden combinar mensaje, imagen, música, etcétera; una in­finidad de detalles que superan la imagi­nación. Definitivamente la creatividad es uno de los elementos indispensables en la elaboración de un video, reconocemos que todos los participantes se han esforzado por dar lo mejor de sí en cada uno de los tra­bajos enviados.

Al principio la realidad parecía poco favora­ble, pero conforme fue pasando el tiempo se incorporaron más participantes, entre ellos sacerdotes, Misioneros Laicos Asociados y nuestros queridos seminaristas.

Son trece videos, trece visiones, trece semillas para sembrar, para fomentar, para provocar vida, sentido, dirección, difusión de opcio­nes y propuestas cristianas positivas.

Los ganadores son:Primer lugar: “Así juegan los niños en Ki­bera”, de José Roberto Cruz P., seminarista en Kenia.Segundo lugar: “Una sola respuesta”, de los Padres Gonzalo García D., mg, y Fructuoso López M., mg, de Hong Kong.Tercer lugar: “Infinitud de la vocación”, de Paúl Esteban Pérez E. y Francisco Javier Ro­mero D., seminaristas en México.

Todos los participantes se hicieron acreedo­res de un reconocimiento y de las oraciones sinceras de todo el Instituto.

Los videos pueden ser vistos en el sitio web: www.youtube.com, en la cuenta mpondolo.

Agradecemos a los participantes y pedimos a todo el Instituto seguir orando y promoviendo las vocaciones en cada uno de los espacios de evangelización que nos ponga Dios, ya que en todo lugar se puede sembrar. Los invita­mos a difundir los videos en sus actividades.

Que Santa María de Guadalupe, estrella de la nueva evangelización nos proteja y cubra con su manto, y que en muchos, sintiendo su amor y cariño por medio de los Misione­ros de Guadalupe, suscite el amor a la Mi­sión para que den respuesta al llamado que Dios les hace.

Noviembre 2010 17

Corea: Noticias

Padre Juan José Márquez Echeverría, mg

desde las misiones

El domingo 3 de octubre celebró su día la Parroquia de Kumdang, con una pere­grinación en tren y a pie hasta Nabaui. Asistieron 530 fieles en un ferrocarril al­quilado especialmente para la ocasión.

El martes 5 tuvimos reunión de estudio con el presbiterio de la Arquidiócesis de Kwangju.

El jueves 7 celebramos el 61 aniversario del Instituto con la Eucaristía y una buena comida en Suncheon.

El lunes 11 tuvimos una reunión extraor­dinaria con el P. Emilio Fortoul O., mg, Te­sorero General del Instituto, quien nos dio el informe de su visita a Corea, con resul­tados positivos respecto de la economía en la Misión. En hora buena por su visita, tan necesaria y tan esperada. Agradecemos al P. Emilio el tiempo que nos dedicó durante estas tres semanas y media, aunque que­dó pendiente la visita a los Padres que se encuentran en Changchun, China, para la siguiente semana. El martes 12 salió el P. Emilio rumbo a Hong Kong para conti­nuar su visita a las Misiones de oriente.

El martes 12 la Parroquia de Sorokto, en la Arquidiócesis de Kwangju, celebró 75 años como capellanía y 50 años como parroquia. Misioneros de Guadalupe atendió durante

32 años esta parroquia que hoy se encuen­tra bajo el cuidado del clero local, por lo que a la ceremonia asistieron varios de los Padres mg que trabajaron allí.

El sábado 16 la Parroquia de Chayang­dong, en Seúl, celebró su 33 aniversario con un concierto de calidad musical exce­lente y una Misa al aire libre a las orillas del río Han.

Del lunes 18 al jueves 22, los Padres Emilio Fortoul O., mg, y Eugenio Zacarías Romo R., mg, visitaron a los Padres Sergio Chue­la Á., mg, y Antonio Moreno L., mg, en Changchun, Diócesis de Jilín, China.

El miércoles 20 llegó a Corea el P. Ricardo Roqueñi, Director del Centro de Formación para Sacerdotes Alberione, ubicado en la Arquidiócesis de Guadalajara, para dirigir la semana de estudio en la Misión, la cual iniciamos, con la cena, el lunes 25 y termi­nó el viernes 29. Los temas fueron de ca­lidad y estuvieron excelentes. El grupo mg de Corea quedó renovado y con buen es­píritu. Felicidades al P. Roqueñi y al grupo por su apertura para compartir y participar en todo lo que se nos pidió. ¡Valió la pena!

El domingo 24 celebramos en todo el País el Domingo Mundial de las Misiones (Domund).

Boletín Informativo18

Con motivo del mes de las Misiones, el sá­bado 30 de octubre, los niños de la Parroquia de Kumdang hicieron un evento especial en un parque de la ciudad de Suncheon, para dar a conocer la Iglesia católica a la gente que pasaba por el lugar. Fue una buena experiencia.

Este mes celebramos los cumpleaños del P. Benjamín Marín C. (domingo 17) y del P. Eugenio Zacarías Romo R. (viernes 29), así como el onomástico del P. Sergio Chuela Á. (viernes 8).

Padre Juan José Márquez E. en Corea

Noviembre 2010 19

Ecuador: Partiendo a Ecuador

Padre Ernesto Velarde Gutiérrez, maSeminarista José Luis González Mondragón

El pasado 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa de Jesús, con la gracia de Dios abor­damos nuestro vuelo con destino a la ciudad de Quito, Ecuador. El seminarista José Luis González M. y el P. Ernesto Velarde G., ma, fuimos designados por el P. Juan José Á. Luna E., mg, Superior General, y su Consejo para atender una solicitud urgente de Mon­señor Rafael Cob García, Obispo del Vica­riato Apostólico de Puyo.

Este vicariato se localiza en la Amazonía ecuatoriana, desde donde diversos ríos flu­yen para alimentar al magnífico río Ama­zonas. La actividad a desarrollar, que será la primera experiencia de los Misioneros de Guadalupe en Ecuador, consiste en colaborar en la formación de los seminaristas de los vicariatos apostólicos de Puyo y Aguarico.

Esta labor la desarrollaremos en el Semi­nario Misionero Santa María la Mayor, que está ubicado en la ciudad de Quito, el cual recibe a los jóvenes de ambos vicariatos que tienen inquietud hacia la vocación sa­cerdotal. La comunidad consta actualmente de siete alumnos que cursan diferentes eta­pas de formación, desde propedéutico hasta Filosofía y Teología.

Se trata de una petición urgente ya que el rector del seminario se enfermó de grave­dad. Pedimos a toda la familia mg que nos apoye en esta nueva encomienda misionera con sus plegarias, ofrendas materiales y es­pirituales, donativos y amistad.

Seminarista José Luis González M. y Padre Ernesto Velarde G., ma

Boletín Informativo20

Mozambique: Diez años de la Misión

Padre Daniel Panduro Fregoso, mg

Los Misioneros de Guadalupe llegamos a Mozambique en el año 2000 para compar­tir el Evangelio con nuestros hermanos de esta región de África, y estamos agradeci­dos con Dios por permitirnos anunciar la Buena Nueva cada día en los lugares más alejados. Ésta ha sido una de las más impor­tantes tareas y uno de los grandes compro­misos que tenemos con nuestros hermanos africanos; seguirá siendo un reto importante anunciar a Cristo y compartir su mensaje de salvación en Mozambique. Gracias al

apoyo que hemos recibido de nuestros Pa­drinos y Madrinas, misioneros laicos, sa­cerdotes asociados, sacerdotes mg y toda la comunidad cristiana es posible nuestro andar misionero en estas tierras extranje­ras. ¡Felicidades a todos los Padres mg y Misioneros Laicos Asociados que laboran en Mozambique, por estos diez años de trabajo realizado, por su entrega, sus sa­crificios y toda clase de bondades que han tenido con la gente de África!

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Oración por el x aniversariode mg en Mozambique

Virgen Santa María,Madre del Verdadero Dios,

Por quien se vive.Tú que en verdad eres nuestra

Madre compasiva,Te buscamos y te clamamos,Escucha con amor nuestraAlegría y nuestra oración.

Agradecemos a tu HijoJesús Cristo

Por concedernos estos 10Años de Presencia Misionera

Con el Pueblo Mozambiqueño.Tú que eres nuestra dulce y

Amorosa MadreAsiste nuestro trabajo pastoralEn esta Diócesis de Chimoio.

Acógenos en tu manto,En el cariño de tus brazos.

Que nada nos aflija niPerturbe nuestro corazón.

Santísima VirgenMaría de Guadalupe,

Haznos tus Mensajeros,Mensajeros de la PalabraY de la Voluntad de Dios

Boletín Informativo22

Mozambique: O Lobolo (Dote)

Padre Ignacio Cortez Martínez, mg

Reunidos en el jardín de la casa, Víc­tor y su familia planeaban los detalles de su casamiento para próximas fechas. En el encuentro hervían las emociones pues ha­bía diferentes opiniones entre las distintas generaciones de la familia. La conversa­ción en algunos momentos se tornó tensa.

–¿Felita?–Sí, tío Benedicto.–El casamiento de tu hijo va a ser bonito. –¡¿Crees?!–Tenemos que preparar todo cuidadosa­mente.

Llenos de emoción pensaban en cómo po­día ser la boda, bastaba decir una sola pa­labra para echar a volar la imaginación. El novio pensaba en la novia, la madre de él, en la fiesta. El tío Benedicto interrumpió.

–Debe comenzar con el lobolo –dijo el tío.–Está bien –respondió la mamá.–Todo sería más fácil si no hubieras man­chado la honra de la familia, Felita. En­gendraste un hijo aquí sin casamiento ni lobolo. Para comenzar con el casamiento primero tenemos que corregir el pasado.

Las palabras del tío Benedicto recorrían distancias y profundidades, hacían remem­branzas del pasado. El rostro de Felita se tornaba rígido, amargo y profundo; su pecho debía tener un laberinto negro, sin

estrellas ni música. Su pasado fue muy do­loroso por causa de un hombre al que amó hasta la perdición, quien la embarazó y la abandonó. En ese momento revivía la hu­millación de educar sola a su hijo Víctor y de bautizarlo con los apellidos maternos. Entre la sumisión y el silencio, su corazón se estremecía. Aceptaba su destino y espe­raba que los viejos decidieran y le indicaran el camino a seguir para la boda de su hijo; esperaba con gran expectativa la decisión.

–Ese padre bastardo debe darte el lobolo, Felita, y debe también pagar el lobolo de su hijo. Ese es el primer paso. El joven

Padre Ignacio Cortez M.

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merece vivir dignamente en su medio.–¿Lobolarme? ¿A mí?–Sí.–¿Por qué?–Porque es así, siempre fue así y, mientras exista nuestra tradición, así será.

El viejo tío, como buen sacerdote, repite dichos antiguos para que las tradiciones no mueran.

–Ese hombre ahora es casado –recordó Fe­lita–, y muy bien casado.–No se trata de casamiento, sino de un acto de reconciliación entre familias y ge­neraciones.–¿Y si él se rehúsa?–Aceptará, nadie niega semejante acto. Víctor es un buen hijo.

Entre las reflexiones y el silencio el futuro maduraba, sus mentes viajaban en lo infi­nito y regresaban a la realidad con solu­ciones en la punta de la lengua.

–¿Tienes algo que decir Felita?–Por mi hijo, acepto todo.

En su rostro la tristeza cedía y su mente vagaba en ondas de miel. Se comprende, las mujeres son románticas y se emocio­nan con una simple flor. Tal vez el acto del lobolo era la bendición que faltaba para borrar el recuerdo de la amargura de los tiempos en que, por la falta del padre, el hijo le exigía que se transformara en hom­bre. Necesitaba vivir la ilusión de haber sido amada, para imaginar el casamiento que no conoció. Quería ser reconocida, acariciada, elogiada por el esfuerzo de ha­ber educado a un hijo maravilloso.

En el corazón de Víctor el sentimiento era contrario y experimentaba un rencor exaltado.

–Los llamé para tratar el asunto de mi ca­samiento y no para insultar a mi madre. En lugar de discutir el lobolo de mi futura es­posa, hablan de lobolarme. ¿Enloquecieron? ¿Lobolado, yo? ¡Soy hombre y soy hijo!–¿Quién dice que sólo las mujeres se lo-bolan?

Víctor esperó todas las respuestas y que todo se esclareciera. El abuelo dijo que hombres y mujeres se lobolan. La mujer estéril lobo-la a un niño en el acto de adopción. Los padres lobolan a los hijos ayer rechazados, los hijos lobolan a la madre viva cuando el padre muere sin cumplir la respectiva cere­monia. Hasta los espíritus de los muertos se lobolan. Comenzó a narrar con mucho placer la historia de un alto dirigente del gobierno que no había cumplido las obli­gaciones y tuvo que soportar la humilla­ción de lobolar a su esposa fallecida un día anterior, sólo para poder sepultarla.

–¿Por eso decían inventar un lobolo para mí?–Sí, para poder hablar en nombre de tu padre y tu madre.–¿Sólo para eso?–Acepta –suplicó el abuelo–, haz esto por mí, por mi dignidad, para que yo pueda morir feliz después de la reconciliación.–Madre, ¿acepta esa humillación?

Hubo un silencio profundo. Víctor descu­bría emoción y tristeza en el corazón de su madre, y sufría con ella y por ella. Pensaba a la mujer que le dio la vida nuevamente abandonada si él era entregado como una

Boletín Informativo24

prenda para que el padre tomara un esta­tus. En nombre de una tradición el sacrifi­cio de una mujer se anula. Basta que haya un lobolo para que la irresponsabilidad pa­terna se pague.

–No te dejes humillar, madre, no dejes que ni una tradición te intimide y te entorpez­ca. Di no a toda esa farsa.–Soy débil, escucha a tu abuelo, es su úl­tima voluntad.–¿Qué ganaré con ser lobolado?–La identidad que te fue negada –dijo el tío Benedicto.–Hace mucho que me rechazó, de él no quiero nada, ni su apellido.–Engaño tuyo, el marido que usa el apelli­do de la madre es considerado menos hom­bre, no es respetado.

Víctor se sintió al borde de un ataque de nervios y volvió a cuestionar.

–¿Qué dirán mis amigos y mis colegas universitarios? Hice estudios en las mejo­res universidades del mundo, para ser lo-bolado como una simple mujer, ¡y a esta edad! No, no quiero nada de eso.–La vida pública es una cosa, hijo mío, la armonía de la familia es otra. Un hombre completo debe conocer todas sus raíces y tú sólo conoces un lado. Debes saber la raíz de tu fuerza, de tu suerte y azar, de tu sombra y de tu destino. ¿No quieres saber de dónde viene tu vida?–Tío, piensa en mí.–Pienso, y mucho. Cásate como quieras, pero piensa que una mujer no lobolada no tiene lugar ni voz. Si ella muere aquí, nosotros no la sepultaremos. Nuestros an­cestros no reciben desconocidas. En esa

altura cumplirás con amargura lo que hoy puedes realizar con simpleza.

Víctor intentaba decir que tenemos la edad del tiempo, como los rayos del sol que se encienden y se apagan. De otros tiempos es el abuelo André, con cabellos blancos que le dan experiencia y lo tornan profeta. De ese tiempo es también el tío Benedic­to, sacerdote de la vida, siempre dispuesto a dar lecciones sobre los acontecimientos que el viento se llevó. De otros tiempos es Felita, mujer de fuerza y madre sumisa. La escultura de la vida se moldea en el barro del tiempo. El lobolo, que resistió a la co­lonización, la nueva religión y la revolu­ción, no resistirá al paso del tiempo.

–Se gasta mucho dinero en esos lobolos, con el precio de la novia, prendas y fiestas.–¿Serías capaz de lobolar a tu novia con pocas monedas, una gallina y una botella de aguardiente, como en nuestros viejos tiempos? ¿Y tu dignidad donde quedará?

El tío se elevó al punto más alto de las montañas del pasado y comenzó a contar historias interminables. Con una voz efu­siva narraba cómo comenzó todo: en prin­cipio el lobolo era realizado con canastos de paja, ollas de barro, gallinas, mandioca, ñame, botellas de aguardiente, ovejas y ca­bras. Después vinieron las vacas vírgenes. Los animales machos nunca entraron en juego. Hoy, cuando las vacas no existen, entra el dinero y hasta el mismo oro.

–¿Por qué me quieren someter a todo eso?–Por el futuro, para que tu hogar sea fe­cundo, tu esposa sea más digna y respe­tada, tus hijos vivan en armonía con sus

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antepasados; para que nuestros corrales de vacas estén con vida, las gallinas pongan siempre huevos, y la lluvia caiga y la es­peranza se renueve eternamente.

Víctor sonreía y se imaginaba lo que suce­dería enseguida: el abuelo designará a la co­misión que iba a tocar la puerta de la casa de su padre para exigir el lobolo de la madre abandonada y de su hijo rechazado. Todo saldría bien. La comisión regresaría exi­tosa y anunciaría la nueva identidad en­tre danzas y fiesta. Entonces el patriarca anunciaría a los cuatro vientos la gran no­ticia de su renacimiento.

–Sólo quería casarme en la iglesia.–En esa ceremonia apenas invocarías a Dios y tus antepasados quedarían fuera.

–Quería también un casamiento civil.–Irías a invocar apenas lo mundano, lo material. Dios y los antepasados queda­rían fuera.–¿Y entonces?–Para nosotros el lobolo es un acto reli­gioso por excelencia. Invoca lo divino y lo trascendental, lo profano y ancestral, en una sola ceremonia.

Víctor decidió reflexionar en las enseñan­zas de la vida y contribuir positivamente; reflexionar sobre la continuidad, disconti­nuidad y ruptura de las tradiciones.

–Que sea realizada la voluntad del abuelo. Prometo divertirme mucho en la fiesta de mi lobolo.

Personas de Mozambique realizando el lobolo

Boletín Informativo26

centro de orientación Vocacional

La experiencia enseña

Padre José Carlos Romero Rocha, mg

Estimados hermanos sacerdotes y lai­cos, este nuevo año escolar que Dios nos permite vivir hacemos uso de la palabra que anime a difundir una cultura voca­cional en la vida y el caminar de nuestro Instituto.

Deseamos sinceramente ser portadores de las contribuciones que se van elaborando para la formación de todo animador voca­cional, de tal modo que sigamos realizan­do nuestro ser de llamados y actuemos con nuestro potencial de ser llamantes.

“La Iglesia crece no por proselitismo sino ‘por «atracción»: como Cristo «atrae todo a sí» con la fuerza de su amor’. La Iglesia ‘atrae’ cuando vive en comunión, pues los discípulos de Jesús serán reconocidos si se aman los unos a los otros como Él nos amó” (da, núm. 159).

Se dice que la experiencia enseña, que el llamado de Dios se actúa por contagio de aquel o aquellos que lo han visto, tocado, oído, sentido y conocido. Nuestra mane­ra de vivir el llamado es la invitación a que otros se descubran y deseen vivir la gran aventura de la Misión. El testimonio y nuestro estilo de vida deben atraer a jó­venes que buscan vivir los consejos evan­gélicos de fraternidad y comunión en una consagración, como discípulos y misione­ros de Jesucristo.

Para realizar dicha empresa debemos unir fuerzas todas las entidades del Instituto y ejercer el dinamismo vocacional en la vida del mismo. La ventaja que tenemos es que, como comunidad formativa, somos un grupo de vocacionados que mantienen la alegría del llamado y de llamar a otros, como lo hizo Felipe con Natanael: “Ven y verás” (Jn 1, 46).

Este aspecto de ser vocacionados nos im­pulsa, por la fuerza del Espíritu Santo, al gozo de ser animadores vocacionales. Pa­rafraseando el documento conclusivo de Aparecida, bendecimos al Señor por vivir este tiempo de gracia, donde el Espíritu continúa llamando en modos nuevos e ines­perados, y nos envía para convocar y formar los discípulos misioneros de hoy y mañana (cfr. da, núms. 24­25).

Una cultura vocacional es parte constituti­va de nuestros procesos de formación, tan­to inicial como permanente, pues favorece la escucha de Dios en un ambiente sordo a la voz del Espíritu, y hace contemporá­neo a Jesucristo para facilitar el encuentro vital y la adhesión al propio proyecto de vida (cfr. Padre Amadeo Cencini, Pedago-gía de la propuesta y del acompañamiento vocacional, México, cevym, 2007).

El ser misionero nos lleva a considerar que la animación de la vocación se debe realizar

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centro de orientación Vocacional

en todo campo y con un espíritu que alcan­ce a todas las gentes. “La pastoral vocacio­nal no puede ir, como las abejas, de flor en flor, picando en las mejores flores, visi­tando solamente los jardines bien cultiva­dos, sino que hay que ir al campo abierto, donde hay espinas y donde se encuentran situaciones difíciles y duras, necesitadas de sentido de la vida. Hoy más que nun­ca necesitamos de agentes que anuncien la vocación allá donde nadie ha propuesto el evangelio vocacional, donde hay gente llamada, porque es amada y hay gente que

vale mucho, pero se halla debajo del su­frimiento, del dolor, del abandono, la vio­lencia y la marginación” (Padre Amadeo Cencini, Pedagogía de la propuesta y del acompañamiento vocacional).

Que este año, tiempo de Dios, se nos con­ceda la conciencia de ser animadores vo­cacionales, mediadores e instrumentos para actuar el llamado del Padre, y que en nuestra comunidad crezcan el número de vocacionados a la Misión ad gentes.

Padre José Carlos Romero R.

Boletín Informativo28

educación

Publicaciones

Padre Juan José Corona López, mg

Una de las tareas esenciales de toda universidad, junto con la docencia y la in­vestigación, es la difusión. Dentro de esta misión universitaria se encuentra la labor editorial.

Con la Coordinación General de Publica­ciones de la Universidad Intercontinental se pretende generar una plataforma edito­rial que responda a las necesidades de la institución, como son promover y difundir su visión y su ideario, además de informar y ofrecer materiales de consulta a su co­munidad y a la sociedad en general. Entre los objetivos de esta coordinación pode­mos citar:• Publicar los frutos de investigación, do­cencia y traducción. • Promover la imagen de la universidad —dentro y fuera de ella—, mediante la di­fusión del pensamiento y la información. • Fortalecer el vínculo con otras institu­ciones para realizar intercambio de publi­caciones y propiciar la participación de sus miembros a través del envío de artículos, ensayos, reseñas, entrevistas, material para ilustrar, etcétera, para su publicación. Actualmente la Coordinación de Publica­ciones edita las revistas: Revista uic. Foro Multidisciplinario de la Universidad In-tercontinental (divulgación universitaria); Voces. Diálogo Misionero Contemporáneo

(revista de teología); Revista Intercontinen-tal de Psicología y Educación, e Intersticios. Filosofía, Arte, Religión (de filosofía). Además se publica la colección “Cuadernos” (libros académicos y resultado de investigación), y series por disciplinas.

Revista uic. Foro Multidisciplinario de la Universidad Intercontinental se trata de una revista multidisciplinaria, cuyo rasgo distintivo reside en su esfuerzo de divul­gación, para dinamizar el conocimiento y el ejercicio intelectual de la comunidad universitaria. Pretende convertirse en un foro de análisis y discusión sobre temas y problemas del mundo actual, desde diver­sos planos de reflexión: los negocios, el turismo, el arte, la comunicación, el pen­samiento filosófico y el diseño. De perio­dicidad semestral, esta revista publicó su primer número en julio de 2006. Vehícu­lo del pensamiento universitario, difunde también las actividades de nuestra univer­sidad y propicia los ejercicios conceptuales y teóricos sobre la realidad a la que deben incorporarse o en la que ya están trabajan­do los egresados de la Universidad Intercon­tinental. En 2008 y 2009 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Universitario que otorga el Club de Periodistas de México.

Voces. Diálogo Misionero Contemporáneo es una revista de teología misionera de la

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educación

Universidad Intercontinental. Presenta la reflexión misionera desde América latina, con la participación de nuestros docentes y los de otras universidades. Es el instru­mento de difusión de la Semana de Teo­logía que celebramos cada año. Aparece semestralmente desde 1992.

Revista Intercontinental de Psicología y Educación es una revista con más de veinte años de permanencia en el ámbito acadé­mico; promueve el diálogo entre investi­gadores y académicos de la educación y la psicología, quienes han hallado un público interesado en conocer y discutir tópicos de actualidad por medio de sus artículos, en­sayos, reportes y reseñas bibliográficas. El primer número de la revista vio la luz en junio de 1988; desde entonces, diferentes cambios en su estructura —encaminados todos a una mejor calidad— le han per­mitido continuar difundiendo sus trabajos hasta su tercera época, que es la actual. Más de doscientos centros de educación e investigación y bibliotecas en el mundo

reciben esta publicación semestral, que da a conocer el trabajo intelectual de diversos autores iberoamericanos y de otras regio­nes del planeta.

Intersticios. Filosofía, Arte, Religión es el resultado de la reorientación y reestructura­ción de la Revista Filosófica Intercontinental “Desde América”. Surgió en 1994, con inte­rés en recorrer las zonas del encuentro de la filosofía, el arte y la religión, procurando no sólo su convivencia con la filosofía de la cultura, el pensamiento de inspiración cristiana, la hermenéutica filosófica y la tradición clásica —sus líneas teóricas—, sino también el desarrollo de cada una por separado. Con una periodicidad semestral y en actitud permanente de diálogo con el otro, Intersticios abre su espacio a autores nacionales y extranjeros, interesada tanto en la diversidad de pensamientos como en la variada manifestación de ellos. Su car­peta gráfica acoge los trabajos de artistas plásticos, con el propósito de promover la difusión de la creación artística.

Boletín Informativo30

club de niños

Día Internacionalde los Derechos de los Niños

Ing. Ezequiel Rodríguez Jaramillo

El día 20 de noviembre ha quedado institucionalizado como Día Internacional de los Derechos del Niño o Día Universal de la Infancia. Es una fecha que nos hace re­cordar que un niño no es sólo un ser frágil que necesita que se le proteja, sino tam­bién una persona que tiene el derecho a ser educado, cuidado y protegido donde­quiera que haya nacido. Es más, un niño es una persona que tiene derecho a diver­tirse, a aprender y a expresarse. Todos los niños tienen el derecho de ir a la escuela, a recibir cuidados médicos y a alimentarse adecuadamente para garantizar su desarrollo en todos los aspectos.

“Convenir” significa estar de acuerdo acerca de algo y tomar una responsabi­lidad ante lo que se conviene. La Con­vención de los Derechos del Niño es un conjunto de normas acordadas que deben respetar todos los países que la firmaron y ratificaron. Fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y sus artículos propo­nen nuevos aportes a los contenidos en la Declaración de los Derechos del Niño de 1959; fundamentalmente avanza en el aspecto jurídico, al hacer a los estados fir­mantes jurídicamente responsables de su cumplimiento.

Previamente un 20 de noviembre, pero en 1959, la Asamblea General recomen­dó que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño, en el cual se consagraría la fraternidad y la compren­sión entre los niños del mundo entero, y se destinaría a actividades propias para promover su bienestar. Ese día se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, y desde entonces, en esa fecha, se celebra el Día Universal del Niño. Es una buena ocasión para recordar que los adultos y el Estado son los titulares de la obligación de respetar a los niños, cuyos derechos son inalienables e irrenunciables.

En el Club de Niños de Misioneros de Guadalupe, conscientes de este compromiso, durante el segundo semestre del año, re­cordamos los derechos que tiene los niños, por medio de nuestros personajes, tanto en nuestro calendario como en la página web www.clubdeninosmisioneros.org.mx, donde se puede encontrar más información sobre estos derechos. Invitamos a todos los niños a conocerlos.

Entre las muchas cartas que recibimos para el concurso “Derechos de los niños”, Narmi Jazmín Díaz, quien obtuvo el tercer lugar, de la delegación Cuajimalpa, en el Distrito

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club de niños

Federal, nos comentó: “Yo ayudaría a los niños de la calle y los llevaría a una escuela y les compraría sus útiles y su uniforme para que fueran felices”. Por su parte, Roberto Josué Sarmiento del Nayar, del estado de Durango, con el segundo lugar, nos dijo: “Los niños somos dignos de amor, ya que Diosito nos hizo a su imagen y semejan­za”. El ganador del primer lugar, Gabriel Solórzano Zavala, de la delegación Miguel

Hidalgo, también en el Distrito Federal, categóricamente afirmó: “Que se cumplan es responsabilidad de los adultos”; a con­tinuación publicamos su dibujo.

Agradecemos a todos los niños que partici­paron y que están al pendiente de nuestro sitio web. Pronto habrá un próximo con­curso, al cual los invitamos a participar.

Dibujo ganador del concurso “Derechos de los niños”,realizado por Gabriel Solórzano Zavala del Distrito Federal