nancy lacoue labarthe el absoluto literario

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Universidad de Chile Curso: Estética Ilustrada Facultad de Filosofía y Humanidades Profesor: David Wallace Departamento de Literatura Ayudante: Andrés Soto EL ABSOLUTO LITERARIO Teoría de la literatura del romanticismo alemán Philippe Lacoue-Labarthe y Jean-Luc Nancy 1 EL PROBLEMA DE LA CATEGORÍA «ROMANTICISMO» “«Hay clasificaciones que en tanto clasificaciones son suficientemente malas, pero que, sin embargo, dominan a naciones y épocas»: no seremos nosotros los primeros en observar que esta frase inicial del fragmento 55 de Athenaeum parece haber sido escrita para aplicarse, tanto y tal vez más que a otras, a esa clasificación en cuyo nombre se recorta la rúbrica del romanticismo en la historia y en la teoría de la literatura” (p. 15) “…a este “primer romanticismo” 2 , entonces, está dedicado el presente libro. Y en estas pocas páginas introductorias, como en todas las que siguen, encontraremos más de una ocasión de constatar hasta qué punto la denominación “romanticismo” resulta poco adecuada para este objeto. Tal como se lo suele 1 Lacoue-Labarthe, Philippe y Jean-Luc Nancy. “Prólogo”. El absoluto literario. Trad. Cecilia González y Laura Carugati. Buenos Aires: Eterna Cadencia, 2012. pp. 15-42. 2 Se refiere a los “románticos de Jena”: August y Friedrich Schlegel, Caroline Michaelis, Novalis (seudónimo de Friedrich von Hardenberg), Ludwig Tieck y Friedrich von Schelling, entre otros. 1

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Ficha de lectura: Historia de la historia del arte

Universidad de Chile

Curso: Esttica IlustradaFacultad de Filosofa y Humanidades

Profesor: David WallaceDepartamento de Literatura

Ayudante: Andrs Soto EL ABSOLUTO LITERARIOTeora de la literatura del romanticismo alemnPhilippe Lacoue-Labarthe y Jean-Luc Nancy

EL PROBLEMA DE LA CATEGORA ROMANTICISMOHay clasificaciones que en tanto clasificaciones son suficientemente malas, pero que, sin embargo, dominan a naciones y pocas: no seremos nosotros los primeros en observar que esta frase inicial del fragmento 55 de Athenaeum parece haber sido escrita para aplicarse, tanto y tal vez ms que a otras, a esa clasificacin en cuyo nombre se recorta la rbrica del romanticismo en la historia y en la teora de la literatura (p. 15)a este primer romanticismo, entonces, est dedicado el presente libro. Y en estas pocas pginas introductorias, como en todas las que siguen, encontraremos ms de una ocasin de constatar hasta qu punto la denominacin romanticismo resulta poco adecuada para este objeto. Tal como se lo suele entender o no entender, el nombre carece de precisin. Por lo que evoca en tanto categora esttica (y que muy frecuentemente se resume a una evocacin si cabe expresarlo as de la evocacin, de la sentimentalidad rutilante o de la nostalgia brumosa de las lejanas), tanto como por lo que aspira a permitir pensar en cuanto categora histrica (en una doble oposicin al clasicismo y al realismo o el naturalismo). Este nombre resulta menos apropiado aun teniendo en cuenta que los romnticos del primer romanticismo nunca lo utilizaron para referirse a s mismos [] (p. 16)La palabra y el concepto de romntico han sido, efectivamente, transmitidos a los romnticos y su originalidad no radica en haber inventado el romanticismo, sino, por el contrario, en primer lugar, en haber recubierto con este trmino su propia impotencia para nombrar y concebir lo que estaban inventando y, en segundo lugar, en disimular (en todo caso, es lo que puede sospecharse con respecto a Friedrich Schlegel) un proyecto que exceda, desde todo punto de vista, lo que el trmino les transmita (p. 20)(IN)DEFINICIN DE LO ROMNTICOLos romnticos nos han enseado de sobra hasta qu punto han sido los primeros en romantizar el romanticismo, y hasta qu punto, en general, han especulado dotndola de toda su modernidad sobre la figura y el funcionamiento del abismo literario que la novela inglesa del siglo XVIII, entre otras, les proporcionaba (p. 18).No puedo mandarte mi explicacin de la palabra romntico porque suma 125 pginas [Carta de Friedrich Schlegel a su hermano August].Semejante definicin irnica o la irona de semejante ausencia de definicin merecera, en el fondo, ser erigida en smbolo. En ella reside todo el proyecto romntico, es decir, ese breve, intenso y fulgurante momento de escritura (apenas dos aos, unos centenares de pginas) que inaugura por s solo toda una poca, pero que se agota al no poder captar su esencia y su alcance, y que no habr encontrado finalmente ms definicin que un lugar (Jena) y una revista (Athenaeum).Llamemos a este romanticismo el Athenaeum (p. 25).

PRIMER GRUPO DE VANGUARDIA?En muchos aspectos, el Athenaeum sigue preso de los modelos heredados de la Aufklrung [Ilustracin]; pero aun as anticipa de manera muy evidente las estructuras colectivas que se darn, en el siglo que se abre con l y hasta nuestros das, intelectuales y artistas. Se trata, de hecho, y no es exagerado decirlo, del primer grupo de vanguardia de la historia (p. 27)

lo esencial sigue siendo la revista. Apenas seis nmeros en dos aos de existencia [], un nivel no siempre homogneo, una cierta arrogancia en el tono (de rigor a partir de entonces, como se sabe), la leve insolencia de las vanguardias. Pero un modo de funcionamiento, tambin, que corta deliberadamente con todo lo que se le podra oponer o con lo que se le podra comparar y que define su entera potencia de modelo para el futuro. Est fundada en la fraternizacin. El liminar dice la fraternizacin de los conocimientos y las aptitudes. Y la fraternizacin significa, en ltima instancia, la escritura colectiva: No somos simplemente los directores sino tambin los autores de esta revista (). Solo aceptamos contribuciones extranjeras cuando creemos poder asumirlas como nuestras (p. 29)es precisamente este modo de funcionamiento [la fraternizacin] lo que genera toda la experiencia de la escritura romntica (la utilizacin de todos los gneros, el recurso al fragmento, el cuestionamiento de la propiedad literaria y la autoridad, justamente, incluso la prueba del anonimato) y funda esa prctica terica de grupo (conversaciones incesante, sesiones de trabajo instituidas y reguladas, lectura colectiva, viajes culturales, etc.), la nica capaz de explicar el prodigioso trabajo realizado en dos breves aos, la invencin constante, la rapidez del trayecto recorrido, la radicalidad de la apertura terica (consumada, sin precedentes, de hecho) (p. 30)aunque haya presentado todos los rasgos de una capilla moderna, el Athenaeum no puede ser considerado como un verdadero movimiento. Es que el Athenaeum no se erige en ruptura: no aspira en modo alguno a la tabla rasa o a la instauracin de lo nuevo. Se distingue, muy por el contrario, como una voluntad de retorno crtico a lo existente (lo que explica su relacin con Goethe, por ejemplo) [] (p. 31)

APROPIACIN ROMNTICA DE LA ANTIGEDAD

Su preocupacin esencial, al comienzo aquella en torno a la cual, en el ao 1794, todo va a girar y cuajarse de golpe, es la Antigedad, la poesa de la Antigedad. Se busca oscuramente en el primer trabajo de los Schlegel (y por consiguiente en lo que ser el eje mismo del Athenaeum) una nueva visin de la Antigedad. Veremos adems hasta qu punto Winckelmann ser para ellos una referencia constante. No porque traten de mantenerse simplemente en su huella o de explotarlo, sino porque es a partir de lo que l ha conseguido deslindar que puede abordarse un trabajo terico profundo sobre los griegos. Y sabemos lo que se descubre all repentinamente: un hiato an desapercibido entre el clasicismo griego, las trazas de una prehistoria salvaje y de una religin aterradora el rostro oculto, nocturno, misterioso y mstico de la serenidad griega, un arte equvoco muy cerca an de la locura y el desenfreno orgistico (una palabra a la que los Schlegel se aficionan) . La Grecia trgica, en suma. Como Hlderlin en la misma poca [], lo que inventan los Schlegel es, en resumen y poco importa bajo qu nombre, la oposicin de lo apolneo y lo dionisaco (p. 31)Se trata de hacer ms o mejor que la Antigedad: sobrepasar y completar a la vez la Antigedad en lo que esta tiene de inacabado o no cumplido, en lo que no ha conseguido consumar del ideal clsico que vislumbraba. Lo que supone en suma operar la sntesis de lo Antiguo y lo Moderno o, si se prefiere, anticipando la palabra hegeliana (pero no necesariamente el concepto), superar aufheben la oposicin de lo Antiguo y lo Moderno (p. 32)

EL ABSOLUTO DE LA LITERATURAel romanticismo implica algo indito, la produccin de algo indito. El nombre de ese algo, a decir verdad, los romnticos lo ignoran: hablan ya de poesa, ya de obra, ya de novela, ya de romanticismo. Terminarn, de todos modos, por llamarlo mal que bien literatura. Por lo menos el trmino, que no inventan, ser tomado por ellos por la posteridad (su posteridad, incluso la ms inmediata) para ser aplicado a un concepto que an hoy tal vez resulta indefinible, pero que ellos se dedicaron encarnizadamente a delimitar. Y al que, en todo caso, habrn apuntado explcitamente en las especies de un gnero nuevo, ms all de las particiones de la potica clsica (o moderna) y capaz de resolver las divisiones originarias (genricas) de lo escrito. Ms all de las particiones y de toda de-finicin, este gnero se ha programado en el romanticismo como el gnero de la literatura: la genericidad, si se acepta esta expresin, y la generatividad de la literatura, captndose y producindose a s mismas en una Obra indita, infinitamente indita. Lo absoluto, por consiguiente, de la literatura. Pero tambin lo ab-suelto, su separacin en la perfecta clausura sobre s (sobre su propia organicidad), segn la clebre imagen del erizo que se encuentra en el fragmento 206 de Athenaeum (p. 33).El absoluto de la literatura no es tanto la poesa (que inventa tambin su concepto moderno en el fragmento 116 de Athenaeum) como la poiesie, a partir de un recurso a la etimologa que los romnticos no dejarn de hacer. La poiesie, es decir, la produccin. El pensamiento del gnero literario concierne entonces menos a la produccin de la cosa literaria que a la produccin en s, y por consiguiente como establecer pronto Hegel, enteramente contra el romanticismo que la autoproduccin forma la instancia ltima y la clausura del absoluto especulativo, hay que reconocer en el pensamiento romntico no solo el absoluto de la literatura, sino la literatura en tanto absoluto. El romanticismo es la inauguracin del absoluto literario (p. 34)ROMANTICISMO: TEORA POTICA O POTICA TERICA

el romanticismo no es ni literatura (son ellos los que inventan el concepto) ni tampoco una mera teora de la literatura (antigua y moderna), sino la teora misma como literatura o, lo que equivale a lo mismo, la literatura producindose y produciendo su propia teora. El absoluto literario es, tambin, y antes que nada, esta operacin literaria absoluta.Jena seguir siendo, en el fondo, el lugar donde se dijo: la teora misma de la novela debe ser una novela (p. 35)

ACTUALIDAD DEL ROMANTICISMO[El trmino romanticismo] es falso, finalmente, de modo muy general, por su pretensin de designar poca, escuela, estilo o concepcin algo que pertenecera en primer lugar y simplemente a cierto pasado (p. 16)

Existe hoy un verdadero inconsciente romntico, identificable en la mayor parte de los grandes motivos de nuestra modernidad. Y no es uno de los menores efectos del carcter indefinible del romanticismo el de haber permitido a dicha modernidad utilizarlo como un contrapunto sin ver, o para no ver, que no era capaz de mucho ms que de volver una y otra vez a sus descubrimiento (p. 40)Lo que se hace [verificar la actualidad del romanticismo] (siguiendo la ltima moda) a partir del motivo de un romanticismo esencialmente rebelde al imperialismo de la Razn y del Estado, al totalitarismo del Cogito y del Sistema; de un romanticismo de revuelta libertaria y literaria, literaria porque es libertaria, y cuya insurreccin el arte encarnara. Es cierto que este motivo no es simplemente falso. Pero no est lejos de serlo si se descuida su reverso (o su anverso), porque el Absoluto literario agrava y radicaliza el pensamiento de la totalidad y del Sujeto, infinitiza este pensamiento, y es por eso, precisamente que se mantiene el equvoco. No porque el propio romanticismo no haya comenzado la desestabilizacin de ese Absoluto, y no haya contribuido, a su pesar, a minar su Obra. Pero es importante discernir con precisin los signos de esta delgada y compleja fisura y, por consiguiente, saber leer los signos, primero, de una lectura romntica, y no novelesca, del romanticismo (p. 40).[La vacancia de lo esencial del romanticismo] es incluso lo que define la edad en que estamos como edad crtica por excelencia, es decir, la edad (ya va llegando, con todo, a los dos siglos) en la cual la literatura o cualquiera sea el nombre que se le d se dedica a la bsqueda exclusiva de su propia identidad, arrastrando tras de s incluso a toda o parte de la filosofa y de algunas ciencias (aquellas que se llamaran humanas, curiosamente), y abriendo el espacio de lo que llamamos hoy, con una palabra a la que los romnticos aficionaban particularmente, la teora.

Lo que explica que no sea demasiado difcil, en efecto, derivar ese elemento cuyo lugar de nacimiento se reconoce, de paso, en los textos que siguen y que delimita an nuestro horizonte: de la idea de una formalizacin posible de la literatura [] a la utilizacin del modelo lingstico [], de la analtica de las obras fundada en la hiptesis del autoengendramiento a la agravacin de una problemtica del sujeto que se autoriza una despedida definitiva manifestada a todo subjetivismo (de la inspiracin, por ejemplo, de lo inefable, o de la funcin del autor, etc.); de esta problemtica del sujeto (parlante, escribiente) a una teora general del sujeto histrico y social; de la creencia en la inscripcin en la obra de sus condiciones de produccin o de fabricacin a la tesis de una disolucin, en el abismo del sujeto, de todo proceso de produccin, de todo lo que rige, en suma, a la vez la literatura como auto-crtica y la crtica como literatura, somos efectivamente nosotros los que estamos implicados, es nuestra imagen en el espejo del absoluto literario la que se nos devuelve. Y esta rotunda verdad la que se nos asesta: no hemos salido de la poca del Sujeto (pp. 41-42). Lacoue-Labarthe, Philippe y Jean-Luc Nancy. Prlogo. El absoluto literario. Trad. Cecilia Gonzlez y Laura Carugati. Buenos Aires: Eterna Cadencia, 2012. pp. 15-42.

Se refiere a los romnticos de Jena: August y Friedrich Schlegel, Caroline Michaelis, Novalis (seudnimo de Friedrich von Hardenberg), Ludwig Tieck y Friedrich von Schelling, entre otros.

Dice F. Schlegel: El fragmento debe ser como una pequea obra de arte, aislado de su alrededor y completo en s mismo, como un erizo

Los autores se refieren al juego de palabras intraducible de la expresin romantisme romanesque, la cual designa lo relativo al gnero de la novela y que, hacia finales del siglo XVIII, estuvo de moda en Alemania. Por romanticismo novelesco se hace referencia, entonces, a lo que hoy llamaramos literatura de masas o literatura comercial, fenmeno que poco o nada tiene que ver con la perspectiva terica e inaugural del romanticismo de Jena.

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