museo vivo de la flora cubana - juventud rebelde · 2019. 8. 15. · de esa red. la educación...

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JUEVES 15 DE AGOSTO DE 2019 NACIONAL 04 juventud rebelde por MILEYDA MENÉNDEZ y JORGE SÁNCHEZ [email protected] fotos DAVID GÓMEZ ÁVILA UN jardín botánico es un mu- seo vivo, un espacio para reve- renciar la naturaleza. Su hermo- sura y utilidad dependen tanto de quienes lo conservan como del público que visita sus pre- dios y disfruta sus múltiples bondades. En Cuba funciona una red de 13 jardines, ocho de ellos ya cla- sificados según parámetros in- ternacionales; otros en fase de certificación, como el Parque Bo- tánico de Camagüey, y lugares emblemáticos como la Quinta de los Molinos, el Jardín de los He- lechos y el Orquideario de Soroa. El Jardín Botánico Nacional (JBN) es el faro metodológico de esa red. La educación am- biental, la conservación fuera de su área de especies endémi- cas amenazadas y la formación de capital humano con destre- zas y sensibilidad para la horti- cultura pai sajística, son algunas de sus misiones esenciales. Aunque se asienta en las afueras de la urbe, pertenece a la Universidad de La Habana. En sus predios imparte clases la Facultad de Biología, y tam- bién vienen estudiantes de Di- seño, Artes Plásticas y Audiovi- suales a apreciar las plantas y cotejar su obra con imágenes de la biblioteca de Botánica, única de su tipo en el país abier- ta al público general. De otras naciones llegan tam- bién amantes de esa ciencia a consultar el Herbolario, uno de los más importantes del Caribe, sobre todo después de una in- versión tecnológica que lo colo- ca a la altura de los mejores equipados en el mundo. Nuevos laboratorios, un área para el profesorado y el acaba- do de la cerca perimetral son otras piezas claves en esta eta- pa de crecimiento del parque, pero lo más visible es el resca- te del Jardín japonés, cuyo cer- cano restreno se dedicará al aniversario 500 de la ciudad. El proceso tomó nueve años. El mayor desafío fue sellar con arcilla y manta impermeabilizan- te el fondo del lago (una hectá- rea). Tomará otro año que la ve- getación complete la obra, pero ya el cambio impresiona, sobre todo porque esta vez se trabajó solo con fondos propios, no con donaciones. El Máster en Administración Pública Carlos Manuel Pérez Cue- vas, actual director del JBN, recal- có que la mejoría en infraestruc- tura de la red de jardines parte de un programa gubernamental que arrancó en 2010, y cada mes se chequean los recursos financieros y materiales al más alto nivel. El JBN es una unidad presu- puestada, pero sus ingresos hoy compensan sus gastos corrien- tes. Sobre raíces bien sólidas, el centro proyecta nuevas ramas que lo posicionen como antesala del turismo ecológico y de aven- tura en Cuba, teniendo en cuen- ta que en sus 600 hectáreas se exponen todos los posibles es- cenarios naturales del país. TURISMO ECORRESPONSABLE En la última Feria Internacional de Turismo celebrada en el país, se supo que el JBN ocupa el lugar 50 entre las opciones extra- hoteleras más atracti vas de la Isla. Por su colorido y armonía es muy demandado para celebrar eventos familiares y sociales: bodas, cumpleaños, defensas de tesis, talleres científicos, pre- sentaciones de productos, gra- baciones… El récord de visitantes este año fue de poco más de 1 500 en un día. «No queremos masividad. El impacto de las visitas no pue- de amenazar el equilibrio del re- cinto. Al Jardín debe venir el pú- blico que valora esta paz; los de- más servicios son complemen- tarios», puntualiza Pérez Cuevas. En 35 años, es indiscutible la popularidad del Palmetum (co- lección de palmas) y los pabello- nes umbrosos, cuyo diseño ar- quitectónico es un guiño al dan- zón cubano en sus tres ritmos: recto (área de cactáceas y otras suculentas), sinuoso (vegetación de premontaña) y montuno (es- pecies típicas por encima de los 60 metros de altitud). Además del tradicional sende- rismo, la escucha y observación de aves es otro gran atractivo. Por eso está regulado el límite de decibeles para la música. Re- cientemente sumaron un parque infantil de madera junto a la cre- mería, que tendrá un laberinto vegetal, por ahora en fomento. Tras esos servicios hay tam- bién una vocación ambientalista, puntualiza el Máster Alejandro Pal- marola, jefe del Grupo de Conser- vación del JBN y presidente de la Sociedad Cubana de Botánica, Museo vivo de la flora cubana Naturaleza y tecnología dan nuevos frutos en la red de jardines botánicos cubanos. El público también es parte de esos ecosistemas y debe protegerlos El JBN es un destino familiar por excelencia. Muchas especies que en el Jardín crecen saludables están amenazadas en su entorno natural. quien incluye en el concep to de museo vivo no solo a las 7 500 especies de la flora que ateso- ran, sino también la fauna que la habita, el público que lo recorre y 300 trabajadores que interac- túan con ese ecosistema, de los cuales casi un tercio están aquí desde que comenzó la construc- ción en 1968 o desde la apertu- ra al público en 1984. Lo único que exigen a cambio de disfrutar sus maravillas es pro- tegerlas. Las mascotas no están prohibidas, siempre que sus due- ños se hagan responsables para que no molesten a otras perso- nas ni perturben el lugar. Es vital no dejar residuos a la in temperie, ni siquiera orgánicos (cada zona tiene valores agroquímicos y de control fitosanitario específicos); no cazar animales ni partir ra- mas o arrancar flores, no conta- minar las aguas y sobre todo no llevarse las plantas, por muy co- munes o raras que parezcan. «Este es un centro científico y se respetan las condiciones y ciclos naturales de cada ser vivo, por su contribución al equilibrio del entorno», precisa Palmarola. Las especies están en un sitio con un propósito y en cantidades reguladas. Las plantas que se venden en la tienda reciben tra- tamiento especial y tienen eta- pas para ser extraídas sin perju- dicarlas a ellas o al ecosistema. RESERVA EN LA RESERVA El JBN es un espacio para cul- tivar la espiritualidad y sintonizar con la naturaleza. Sus instala- ciones abren de miércoles a do- mingo entre 9:00 a.m. y 5:00 p.m. Se pueden reservar visitas guia- das los lunes y martes, previa coordinación con la Subdirección de Educación Ambiental y Re- creación, a cargo del máster Ju- lio Martínez, a través del teléfo- no 7697-9364. Todas sus áreas se pueden transitar a pie o en trencitos ti- rados por un tractor. Quienes se animan a pedalear hasta este enclave del sureño municipio de Arroyo Naranjo pueden recorrer el parque en bicicleta y extasiar- se con la nueva pista de moun- tain bike (ciclismo de montaña). Los visitantes agradecerán mu- cho el rescate del organopónico para garantizar parte de la ofer- ta gastronómica, sobre todo la del ecorrestaurante El Bambú, que será mixto a partir de su rei- nauguración, con una oferta ha- bitual de comida criolla que al- ternará con su afamada mesa vegetariana, reservable para gru- pos de hasta 50 personas a tra- vés del número 7643-7678. Katira Pastor, subdirectora de Gastronomía, condujo al equipo de JR a la residencia El Jardín (hasta 28 huéspedes) y al aco- gedor centro de eventos, con dos salones climatizados (para 50 y cien personas). También nos mos- tró el restaurante El Yarey, cuya lejanía del trasiego habitual lo hace perfecto para organizar re- tiros, jornadas de meditación o simplemente desconectar del estrés, respirando aire puro y escuchando el sonido del vien- to entre las palmas vecinas. Bien planificada y con mirada integradora, la tecnología no ri ñe con la naturaleza, afirma Cuevas, y habla con pasión de acciones en desarrollo: otro módulo para docencia e investigación, un Jo- ven Club, mejoras en la cobertu- ra celular, instalaciones recreati- vas de estilo ecológico… El mayor reto es la estabilidad del transporte para llegar o vol- ver a la ciudad, pero toca al Go- bierno capitalino analizar opcio- nes que no desamparen al JBN cuando la vecina Expocuba cie- rre sus puertas entre septiem- bre y octubre próximos. El JBN es un destino familiar por excelencia. EL JBN ve la por su imagen en el mundo digital. En fase de de- sarro llo están las visitas virtuales me diante la web, juegos elec tró- nicos, una multimedia y nuevas publicaciones de corte científi- co y popular. Flora virtual Para conocer sobre sus no- vedades, concursos y festiva- les temáticos, la comunicadora del centro sugiere visitar el per- fil Jardín Botánico UH en Fa ce- book o el suyo personal, Blanca Elena Sorribes Amores.

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JUEVES 15 DE AGOSTO DE 2019NACIONAL04 juventud rebelde

por MMIILLEEYYDDAA MMEENNÉÉNNDDEEZZ y JJOORRGGEE SSÁÁ[email protected] DDAAVVIIDD GGÓÓMMEEZZ ÁÁVVIILLAA

UN jardín botánico es un mu-seo vivo, un espacio para reve-renciar la naturaleza. Su hermo-sura y utilidad dependen tantode quienes lo conservan comodel público que visita sus pre-dios y disfruta sus múltiplesbondades.

En Cuba funciona una red de13 jardines,ocho de ellos ya cla-sificados según parámetros in-ternacionales; otros en fase decertificación, como el Parque Bo-tánico de Camagüey, y lugaresemblemáticos como la Quinta delos Molinos, el Jardín de los He-lechos y el Orquideario de Soroa.

El Jardín Botánico Nacional(JBN) es el faro metodológicode esa red. La educación am-biental, la conservación fuerade su área de especies endémi-cas amenazadas y la formaciónde capital humano con destre-zas y sensibilidad para la horti-cultura paisajística, son algunasde sus misiones esenciales.

Aunque se asienta en lasafueras de la urbe, pertenece ala Universidad de La Habana.En sus predios imparte clasesla Facultad de Biología, y tam-bién vienen estudiantes de Di-seño, Artes Plásticas y Audiovi-suales a apreciar las plantas ycotejar su obra con imágenesde la biblioteca de Botánica,única de su tipo en el país abier-ta al público general.

De otras naciones llegan tam-bién amantes de esa ciencia aconsultar el Herbolario, uno delos más importantes del Caribe,sobre todo después de una in-versión tecnológica que lo colo-ca a la altura de los mejoresequipados en el mundo.

Nuevos laboratorios, un áreapara el profesorado y el acaba-do de la cerca perimetral sonotras piezas claves en esta eta-pa de crecimiento del parque,pero lo más visible es el resca-te del Jardín japonés, cuyo cer-cano restreno se dedicará alaniversario 500 de la ciudad.

El proceso tomó nueve años.El mayor desafío fue sellar conarcilla y manta impermeabilizan-te el fondo del lago (una hectá-rea). Tomará otro año que la ve-getación complete la obra, peroya el cambio impresiona, sobretodo porque esta vez se trabajósolo con fondos propios, no condonaciones.

El Máster en AdministraciónPública Carlos Manuel Pérez Cue-vas,actual director del JBN, recal-có que la mejoría en infraestruc-tura de la red de jardines partede un programa gubernamentalque arrancó en 2010, y cadames se chequean los recursosfinancieros y materiales al másalto nivel.

El JBN es una unidad presu-puestada,pero sus ingresos hoycompensan sus gastos corrien-tes. Sobre raíces bien sólidas,elcentro proyecta nuevas ramas quelo posicionen como antesaladel turismo ecológico y de aven-tura en Cuba, teniendo en cuen-ta que en sus 600 hectáreas seexponen todos los posibles es-cenarios naturales del país.

TURISMO ECORRESPONSABLEEn la última Feria Internacional

de Turismo celebrada en el país,se supo que el JBN ocupa ellugar 50 entre las opciones extra-hoteleras más atractivas de laIsla. Por su colorido y armonía esmuy demandado para celebrar

eventos familiares y sociales:bodas, cumpleaños, defensasde tesis, talleres científicos, pre-sentaciones de productos, gra-baciones…

El récord de visitantes esteaño fue de poco más de 1 500 enun día. «No queremos masividad.El impacto de las visitas no pue-de amenazar el equilibrio del re-cinto. Al Jardín debe venir el pú-blico que valora esta paz; los de-más servicios son complemen-tarios»,puntualiza Pérez Cuevas.

En 35 años,es indiscutible lapopularidad del Palmetum (co-lección de palmas) y los pabello-nes umbrosos, cuyo diseño ar-quitectónico es un guiño al dan-zón cubano en sus tres ritmos:recto (área de cactáceas y otrassuculentas), sinuoso (vegetaciónde premontaña) y montuno (es-pecies típicas por encima de los60 metros de altitud).

Además del tradicional sende-rismo, la escucha y observaciónde aves es otro gran atractivo.Por eso está regulado el límitede decibeles para la música. Re-cientemente sumaron un parqueinfantil de madera junto a la cre-mería, que tendrá un laberintovegetal, por ahora en fomento.

Tras esos servicios hay tam-bién una vocación ambientalista,puntualiza el Máster Alejandro Pal-marola, jefe del Grupo de Conser-vación del JBN y presidente de laSociedad Cubana de Botánica,

Museo vivo de la flora cubanaNaturaleza y tecnología dan nuevos frutos en la red de jardines botánicos cubanos.

El público también es parte de esos ecosistemas y debe protegerlos

El JBN es un destino familiar por excelencia. Muchas especies que en el Jardín crecen saludables están amenazadas en su entorno natural.

quien incluye en el concepto demuseo vivo no solo a las 7 500especies de la flora que ateso-ran,sino también la fauna que lahabita, el público que lo recorre y300 trabajadores que interac-túan con ese ecosistema,de loscuales casi un tercio están aquídesde que comenzó la construc-ción en 1968 o desde la apertu-ra al público en 1984.

Lo único que exigen a cambiode disfrutar sus maravillas es pro-tegerlas. Las mascotas no estánprohibidas, siempre que sus due-ños se hagan responsables paraque no molesten a otras perso-nas ni perturben el lugar. Es vitalno dejar residuos a la intemperie,ni siquiera orgánicos (cada zonatiene valores agroquímicos y decontrol fitosanitario específicos);no cazar animales ni partir ra-mas o arrancar flores, no conta-minar las aguas y sobre todo nollevarse las plantas, por muy co-munes o raras que parezcan.

«Este es un centro científico yse respetan las condiciones yciclos naturales de cada ser vivo,por su contribución al equilibriodel entorno», precisa Palmarola.Las especies están en un sitiocon un propósito y en cantidadesreguladas. Las plantas que sevenden en la tienda reciben tra-tamiento especial y tienen eta-pas para ser extraídas sin perju-dicarlas a ellas o al ecosistema.

RESERVA EN LA RESERVAEl JBN es un espacio para cul-

tivar la espiritualidad y sintonizarcon la naturaleza. Sus instala-ciones abren de miércoles a do-mingo entre 9:00 a.m. y 5:00 p.m.Se pueden reservar visitas guia-das los lunes y martes, previacoordinación con la Subdirecciónde Educación Ambiental y Re-creación, a cargo del máster Ju-lio Martínez, a través del teléfo-no 7697-9364.

Todas sus áreas se puedentransitar a pie o en trencitos ti-rados por un tractor. Quienes seaniman a pedalear hasta esteenclave del sureño municipio deArroyo Naranjo pueden recorrerel parque en bicicleta y extasiar-se con la nueva pista de moun-tain bike (ciclismo de montaña).

Los visitantes agradecerán mu-cho el rescate del organopónicopara garantizar parte de la ofer-ta gastronómica, sobre todo ladel ecorrestaurante El Bambú,que será mixto a partir de su rei-nauguración, con una oferta ha-bitual de comida criolla que al-ternará con su afamada mesavegetariana, reservable para gru-pos de hasta 50 personas a tra-vés del número 7643-7678.

Katira Pastor, subdirectora deGastronomía, condujo al equipode JR a la residencia El Jardín(hasta 28 huéspedes) y al aco-gedor centro de eventos, con dossalones climatizados (para 50 ycien personas). También nos mos-tró el restaurante El Yarey, cuyalejanía del trasiego habitual lohace perfecto para organizar re-tiros, jornadas de meditación osimplemente desconectar delestrés, respirando aire puro yescuchando el sonido del vien-to entre las palmas vecinas.

Bien planificada y con miradaintegradora, la tecnología no riñecon la naturaleza, afirma Cuevas,y habla con pasión de accionesen desarrollo: otro módulo paradocencia e investigación, un Jo-ven Club,mejoras en la cobertu-ra celular, instalaciones recreati-vas de estilo ecológico…

El mayor reto es la estabilidaddel transporte para llegar o vol-ver a la ciudad, pero toca al Go-bierno capitalino analizar opcio-nes que no desamparen al JBNcuando la vecina Expocuba cie-rre sus puertas entre septiem-bre y octubre próximos.

El JBN es un destino familiar por excelencia.

EL JBN vela por su imagen en elmundo digital. En fase de de-sarrollo están las visitas virtualesmediante la web, juegos electró-nicos, una multimedia y nuevaspublicaciones de corte científi-co y popular.

Flora virtual Para conocer sobre sus no-

vedades, concursos y festiva-les temáticos, la comunicadoradel centro sugiere visitar el per-fil Jardín Botánico UH en Face-book o el suyo personal, BlancaElena Sorribes Amores.