movimientos estudiantiles de la universidad de cartagena

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1. INTRODUCCION La investigación en la cual navegaremos a continuación tiene como objetivo estudiar y mostrar los movimientos estudiantiles de la Universidad d Cartagena, durante un periodo de la historia colombiana marcado por la violencia, los cambios políticos y la represión de resistencia de la comunidad. Estos movimientos estudiantiles gestados por los estudiantes y empleados de la Universidad de Cartagena, lograron expresar un discurso de una universidad moderna y critica que contemplaba la adopción de la pedagogía moderna activa siguiendo el ejemplo de países avanzados. A pesar de que a comienzos del siglo XX la organización de los estudiantes no fue clara para exponer sus ideas y hacer sus reclamaciones, esto no significo un obstáculo para presionar a las autoridades universitarias, a la administración departamental y local; por el contrario, la información obtenida sobre el periodo muestra estudiantes activos y energéticos, capaces de defender sus principios y pensamientos a toda costa. Desde mediados del siglo XX, los estudiantes colombianos dan ya una clara muestra de resistencia y necesidad de organización visible en la conformación de diversos movimientos estudiantiles universitarios. El periodo comprendido entre los años de 1948 a 1980, se caracteriza por arduos procesos de violencia y de recomposición política de la historia colombiana, donde la nueva configuración de Gobierno se impone a las Instituciones del Estado. 1

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1. INTRODUCCION

La investigación en la cual navegaremos a continuación tiene como objetivo estudiar y mostrar los movimientos estudiantiles de la Universidad d Cartagena, durante un periodo de la historia colombiana marcado por la violencia, los cambios políticos y la represión de resistencia de la comunidad.

Estos movimientos estudiantiles gestados por los estudiantes y empleados de la Universidad de Cartagena, lograron expresar un discurso de una universidad moderna y critica que contemplaba la adopción de la pedagogía moderna activa siguiendo el ejemplo de países avanzados.

A pesar de que a comienzos del siglo XX la organización de los estudiantes no fue clara para exponer sus ideas y hacer sus reclamaciones, esto no significo un obstáculo para presionar a las autoridades universitarias, a la administración departamental y local; por el contrario, la información obtenida sobre el periodo muestra estudiantes activos y energéticos, capaces de defender sus principios y pensamientos a toda costa.

Desde mediados del siglo XX, los estudiantes colombianos dan ya una clara muestra de resistencia y necesidad de organización visible en la conformación de diversos movimientos estudiantiles universitarios. El periodo comprendido entre los años de 1948 a 1980, se caracteriza por arduos procesos de violencia y de recomposición política de la historia colombiana, donde la nueva configuración de Gobierno se impone a las Instituciones del Estado.

Sin más preámbulo invitamos al lector a su sumergirse más en este tema que tanto nos brinda para la historia de la Universidad de Cartagena, de Nuestra Ciudad y de Colombia. Gracias a los movimientos estudiantiles es que hoy podemos conocer y experimentar la existencia de la Universidad.

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2. MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

2.1 NACIMIENTO DE MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN COLOMBIALos movimientos estudiantiles en Colombia se caracterizaron por ser más que todo,

luchas coyunturales que correspondieron a tiempos precisos de la historia del país.

La rebelión estudiantil en Colombia se remonta a tiempos coloniales; los estudiantes de los colegios y proto-universidades neogranadinas desde finales del Siglo XVIII reflejaron su inconformidad con la enseñanza escolástica y propugnaron por una educación más útil que permitiera conocer los recursos naturales y los métodos de explotación adecuados para lograr la modernización y el progreso de su país.

En lo académico proponían la depuración del profesorado, la libertad de cátedra, la centralización universitaria (motivo de disputa con los estudiantes de las universidades regionales como fue el caso de la universidad de Cartagena) la autonomía universitaria; la participación de los estudiantes en los estrados de la vida pública nacional y en la vida universitaria; el cambio de los métodos pedagógicos tradicionales, de la enseñanza magistral hacia la adopción de la pedagogía activa que formara un estudiante capaz de investigar la realidad nacional.

En lo político, sus demandas de libertad dejaban entrever su filiación con el partido liberal y la defensa del pluralismo en la universidad pública, así como la libertad del pensamiento y expresión de las ideas innovadoras opuestos al espíritu confesional católico y tradicionalista de los antioqueños.

En la Universidad de Antioquia y en la Universidad del Cauca en los primeros meses de 1926 los estudiantes exigieron la destitución del rector, pues éste contraviniendo disposiciones estatales colocaba faltas de asistencia a los que no acudieran a los oficios religiosos diarios. Pero en las últimas triunfaron las autoridades universitarias y los estudiantes debieron retornar a clases y asistir obligatoriamente a las misas y demás festividades religiosas.

Otro hecho que merece mención durante esta década de protesta estudiantil, es la participación de los estudiantes en el levantamiento ciudadano contra la intolerancia interpartidista bajo la presidencia de Miguel Abadía Méndez y la corrupción en el manejo de los procesos electorales y administrativos, así como contra la masacre de las Bananeras en la que participaron organizaciones comunitarias como la Federación de Estudiantes que se contaba entre la reacción de los liberales y de centros sociales y políticos que comenzaron a reunirse y a convocar una manifestación el día 7 de junio, en la que resulto muerto el estudiante de Derecho Gonzalo Bravo Pérez, a quien se realizo una fuerte

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manifestación estudiantil el día 8 de junio de 1929 y es el personaje en el que se inspirarían grupos estudiantiles con fines literarios en la Universidad de Cartagena durante los años cuarenta.

El retrato liberal de los estudiantes que participaron en estos movimientos, no solo se reflejo en las manifestaciones en pro de una mayor libertad de pensamiento y en la admiración a protohombres liberales, sino también en sus publicaciones en los periódicos liberales, en los que se reproducían sus propuestas y actividades. Lo que permite pensar que los movimientos estudiantiles de estos años no avanzaron mucho en independencia política.

Los liberales al asumir poder en 1930, involucraron las esperanzas de diversos sectores sociales, como los obreros, las mujeres y los estudiantes que añoraban beneficios de la política de modernización que proponían. Muchos de los estudiantes que participaron en los movimientos de los años veinte sucumbieron ante las ilusiones reformistas que ofrecían los liberales.

2.2 MOVIMIETOS DE PROTESTA EN LA COSTA ATLANTICA EN CONTRA DE LA CENTALIZACION UNIVERSITARIA

La Facultad de Medicina del centro universitario de Cartagena, sintiéndose aludida en medio de las críticas de la misión pedagógica durante la reunión de directores departamentales de instrucción celebrada en Bogotá, lidero una movilización en contra de la propuesta de centralización universitaria. El cuerpo de profesores presidido por el presidente de la facultad Rafael Calvo C., se reunió el día 24 de febrero de 1926 para deliberar sobre las medidas urgentes que debían tomarse para su conversación, expresadas por medio de resolución.

En la resolución proponían por una parte, la gestión de una actividad propagandística a favor del mantenimiento de la Universidad de Cartagena, a través de la prensa local y la Revista de Instrucción Pública de Bolívar. Acompañando a esta actividad propagandística sugerían, una labor de presión desde directivas al Ministerio de Instrucción Pública, para solicitar el aplazamiento de toda iniciativa de supresión hasta que el ministerio realizara una visita de inspección a la institución, ya que aun la misión no la había ejecutado en esta universidad así como lo había hecho en las otras departamentales, obteniendo informes amañados desde la capital para sustentar sus argumentaciones de supresión de la institución, informe que según los docentes provenían de organizaciones estudiantiles no solo de la capital, sino de la misma Ciudad de Cartagena que acusaban de “Simple chismografía pueblerina”, y “de juegos de intereses ajenos a las conveniencias nacionales”.

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2.3 AGITACION ESTUDIANTIL EN LOS AÑOS 20 EN CONTRA DE LA CENTRALIZACION UNIVERSITARIA: “POR UNA UNIVERSIDAD MODERNA”

Los movimientos estudiantiles que se suscitaron en Cartagena entre los años de 1920 a 1930 que tenían como bandera la transformación de la institución en una universidad moderna y la recuperación de su prestigio y gloria de universidad republicana de antaño. La amenaza de cierre de las universidades departamentales contemplada con la centralización universitaria de la época, impulso en los estudiantes de la Universidad de Cartagena un espíritu de defensa de la institución, que se transformó luego en los anhelos por reformarla o modernizarla.

En los congresos estudiantiles del interior del país y en las reuniones convocadas por el Ministerio de Educación Pública se critico duramente las deficiencias académicas que padecía la Universidad de Cartagena, que justificaban la necesidad e un cambio de la institución o el cierre de la misma. Tanto los periódicos nacionales como locales, reproducían artículos de universitarios de Bogotá aprobando la supresión de instituciones universitarias seccionales, que representaban un gasto mas para la nación y un peligro para el progreso de la educación superior en el país.

Estas críticas y lo que implicaba la consideración de una posible supresión de la Universidad de Cartagena, genero una fuerte protesta de su comunidad académica en la que pronunciaron con viva voz los estudiantes conformados en una asamblea, que luego daría lugar a la primera Federación de Estudiantes Universitarios de Bolívar que se tiene noticia en Cartagena.

Desde el año de 1924 se registra en un diario local de corte liberal, El Porvenir, la conformación de una asamblea de estudiantes universitarios que tenían como objetivo la defensa de la Universidad de Cartagena; los estudiantes conformados en asambleas bajo la dirección de los estudiantes de Medicina y Derecho, Mario Fernández Mendoza y Dimas Badel, solicitaron a este periódico un espacio para publicar sus ideas en la búsqueda de una transformación de la Universidad tanto exterior y material como en su espíritu y pedagogía. El periódico les concedió el espacio en fecha del 6 de julio de 1924 denominándolo “La Columna del Estudiante”.

Desde la Columna de este periódico, los estudiantes expresaron sus discursos en pro de modernizarla, así mismo entre sus peticiones, reclamaban la autonomía económica de la universidad, mejores condiciones laborales para el profesorado como estimulo para un buen ejercicio de su labor, tales como la jubilación y la fundación de cajas de ahorros para los mismos y el fortalecimiento de la educación practica y teórica a través de la creación de laboratorios de física y química.

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En la edición del 14 de julio los estudiantes presentaron a la luz pública la conformación de la Primera Federación de Estudiantes de Bolívar. Esta organización estudiantil fue de poca duración, a partir del año 1926 no se registra su presencia en este diario, probablemente las críticas de los estudiantes que estuvieron al margen de la federación, minaron sus posibilidades de existencia, ya que con motivo de los reinados estudiantiles que se celebraban anualmente para el 21 de septiembre, se presento un incidente provocado por una hoja suscrita por varios estudiantes titulada: “No mas monarquías” a propósito de los reinados estudiantiles, que consideraban como una mascarada para los problemas serios de los estudiantes, y que de hecho la federación de estudiantes también era una mascarada al aprobar actividades como esta que de manera simbólica golpeaban la democracia, la libertad del gobierno republicano con la perpetuación de la monarquía. Sin embrago, entre las conquistas de esta federación se puede citar la consecución de un espacio de discusión para los estudiantes universitarios cual fue la “Plaza del Estudiante” inaugurada con este nombre el 21 de septiembre de 1924, y así mismo se debe a la Federación el primer intento de organización de los estudiantes de Bolívar en una Federación cercana a las que se fundaron en Bogotá y Medellín entre los años de 1921 y 1922, que se convirtieron en mecanismos de presión de la juventud universitaria para modernizar la universidad colombiana.

En 1926, mientras se discutía en una reunión de directores generales de Instrucción Publica en la capital de la República lo relacionado con la centralización universitaria contemplada en el citado proyecto de ley de la misión pedagógica, el director de Instrucción Pública de Bolívar, Mauricio N. Visbal, las autoridades universitarias, rectores, decanos de las diferentes facultades y los profesores, promovieron un movimiento de defensa de la institución de vastas proporciones en el que convocaron la participación con voz y voto de los estudiantes de Bolívar.

Las voces de protesta de la Universidad de Cartagena cesaron con la desaparición del proyecto de ley de la reforma educacionista de la segunda misión pedagógica alemana. El nombramiento de Carl Glockner, un ex miembro de la segunda misión pedagógica alemana como Rector de la Universidad en 1928, obedeció al interés generalizado en la ciudad de transformar el histórico instituto universitario en un centro de educación superior moderno a la altura de las universidades europeas. Sin embargo, después de un breve periodo de un año de su rectoría, la Asamblea Departamental gestiono un nuevo proyecto de reforma para la universidad con una nueva condición, “que para ser rector de la Universidad de Cartagena era necesario ser colombiano”, que muy pronto fue objeto de rechazo por la población estudiantil del Alma Mater que había experimentado de cerca las labores reformistas de Glockner en la institución.

La protesta de los estudiantes no fue inmediata. En el periódico local de La Patria, aparecen numerosos artículos como muestra de rechazo hacia la pasividad de los

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estudiantes de Bolívar y de la Costa en general. En la Página editorial de este periódico de fecha 14 de abril de 1930 aparece una columna, firmada con el seudónimo de N.N. titulada “Cuestiones Estudiantiles: Para ser rector de la Universidad de Cartagena es necesario ser Colombiano”; en la que se invitaba a los estudiantes a despertar de sus estado de inactividad y, reclamar y defender sus intereses y así mismo se les promovía a adoptar la actitud de los universitarios de la capital en la defensa de sus dominios. En el mismo sentido aparece otro artículo titulado “Que hacen los estudiantes”; firmado con el seudónimo de El Bachiller de Salamanca”, de fecha 22 de abril de 1930.

Las presiones de la prensa sobre el estudiantado universitario de Cartagena no se hicieron esperar, en consecuencia la actitud de pasividad se transformo luego, en un fuerte movimiento con una clara organización en defensa de la rectoría de Carl Glockner y en contra de las disposiciones planeadas por la Asamblea Departamental en su proyecto de reforma. El movimiento, se inicio con una manifestación de los estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras que habían vivido de cerca las actividades reformistas del rector alemán al ser éste el director de esta Facultad. Muy pronto se sumaron a la protesta, los estudiantes de las facultades superiores de Derecho y Medicina; de cuya unión nació un comité de acción para presionar a la Asamblea Departamental en un cambio en las determinaciones que se presentían tomar para la rectoría de la Universidad de Cartagena. Al frente de dicho comité estuvieron los estudiantes Francisco Sotomayor, Rafael Redondo Mendoza, Pedro Portela Román y Carlos Arturo Pareja (como coordinador de la Revista Universidad órgano de publicación de la Facultad de Medicina).

El comité en manifestación se presento ante la Asamblea Departamental el 26 de abril de 1930 para solicitar la redacción de un nuevo proyecto de ordenanza sobre reforma instruccionista universitaria que debía reemplazar el presentado por el director de Educación Pública Juan N. Botet. El presidente de la Asamblea Departamental José de los Santos García, se comprometió ante la corporación a que tomaría en cuenta la posición de los estudiantes, los manifestantes se dispersaron pacíficamente dando vivas a la Universidad.

Los estudiantes de las facultades de Derecho y Medicina, mientras se discutía en la Asamblea Departamental el nuevo decreto de ordenanza, al día siguiente de protesta, elaboraron un manifiesto que dieron a conocer por medio del Diario La Patria en la edición del 30 de abril de 1930, en el que expresaron con claridad la finalidad del movimiento de defender el mejoramiento de los actuales métodos instruccionistas de la Universidad de Cartagena por los que aconsejaba la pedagogía moderna, y rechazar la expedición de la nueva ordenanza reorgánica de la Universidad expedida por la Asamblea Departamental.

La aparente receptividad de los miembros de la Asamblea Departamental frente a los estudiantes, no fue más que un mecanismo para apaciguar la manifestación. Un día

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después la corporación dio a conocer a la luz pública la resolución número 10, en la que justificaba con fines patrióticos su determinación de la rectoría de la Universidad de Cartagena en manos de un colombiano.

La resolución de la Asamblea exacerbo los ánimos estudiantiles quienes traicionados en su confianza por las promesas echar por la corporación departamental, suspendieron las clases y salieron a las calles de la ciudad amurallada con rumbo al palacio de Gobierno. En la marcha se le sumaron varios planteles educativos y grupos de personas no universitarias. Colmaron las instalaciones de la Asamblea Departamental lanzando voces de protesta que muy pronto intentaron ser controladas por orden de la corporación legislativa departamental por un grupo armado de policías. El fluido eléctrico fue suspendido; sin embargo los estudiantes no se amedrentaron y a la voz de uno de sus líderes Carlos Arturo Pareja, se dirigió al director de educación pública Francisco N. Botet con una vela encendida exigiéndole continuar con la sesión en la que se discutía el nuevo proyecto de ordenanza de reforma de la Universidad. La actitud del estudiante Pareja fue calificada de insolente por el diputado José Faustino Pareja quien hizo varios disparos al aire tratando de amedrentarlo y a los estudiantes que lo acompañaban.

La reacción de descontento generalizada de los estudiantes en el Palacio de Gobierno fue enorme, incluso los policías que desde la llegada de los estudiantes habían sido llamados para imponer el orden, resultaron atropellados en la protesta. En medio de la confusión de la manifestación la mayor parte de los estudiantes se apostaron en la plaza de la Proclamación. Desde el Atrio de la Catedral los diputados Rodríguez Pareja, José María Ferreira Castaño y Ramón León estimularon a los estudiantes a que no cejaran en sus propósitos pero dentro de la “serenidad necesaria”, “con la altivez debida”, y “cordura” para alcanzar sus anhelos. Tras los diputados subieron a la tribuna varios estudiantes entre los que se destacaron Luis Alberto Múnera, José María Bustillo Franco, Pedro Portela Román y Galo Alfonso López. Después de estas intervenciones de estudiantes y diputados, los primeros acompañados de un gran número de ciudadanos que se sumaron a la causa estudiantil, comenzaron a recorrer la ciudad cantando el himno nacional, se detuvieron frente a las oficinas del periódico local El Mercurio ante el cual el estudiante de Derecho, Agapito de Arco expreso su descontento con el nuevo proyecto de reforma, y en la plaza de la Trinidad los estudiantes Blas Herrera Anzoátegui, José Agustín de Ávila y Braulio Henao Blanco también expusieron se descontento. De allí regresaron al centro del sector amurallado y frente a la casa del doctor Miguel Gómez Fernández, profesor de Derecho de la Universidad, De Arco a instancias de los manifestantes, se dirigió al doctor Gómez pidiéndole su consejo en aquella hora, Gómez en frases afectuosas, según cuenta el Diario La Patria, los exhorto a continuar la lucha emprendida. Los manifestantes se dirigieron a la Universidad dando vivas al rector Glockner culminando la manifestación.

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Tras la justificación de las acciones del diputado, se evidencia el rechazo de la protesta estudiantil con expresiones como “gritos” e “inconformismo” alejados de las reclamaciones reformistas que los motivaron a asistir a las instalaciones de la Asamblea, claramente se minimiza e incluso se oculta el contenido de las propuestas del comité universitario.

La represión oficial fue objeto de crítica por el diario liberal La Patria en el que aparece publicado un artículo de un militante liberal Aníbal Esquivia Vázquez identificado con el seudónimo de “AVE” quien considero reprochable, antidemocrática y lesiva para la libertad de pensamiento, la actitud asumida por la Asamblea Departamental ante los estudiantes.

Las reclamaciones estudiantiles no fueron escuchadas por el Gobierno oficial y en la búsqueda del arreglo del conflicto universitario provocado por la ordenanza que estatuía como condición básica la rectoría de la Universidad de Cartagena en manos de un colombiano, Glockner resolvió renunciar agradeciendo el apoyo de los estudiantes. Su renuncia fue vista por la prensa local como ejemplo de gallardía y desinterés.

La renuncia de Glockner antes de apaciguar los ánimos exacerbo la protesta estudiantil a lo largo de todo el año que causo estragos en la marcha normal de las labores académicas; la falta de autoridad del gobierno departamental frente a la resistencia estudiantil se reflejo en el nombramiento sucesivo de dos rectores en el curso del año (Luis Felipe Angulo 12 de mayo de 1930, y Raúl Vélez G., 22 de agosto de 1930) que no lograron aplacar los ánimos de protesta. Por reformar la Universidad buscaron la orientación de algunos profesores de la institución, en el mes de junio solicitaron a Frenando De La Vega a que dictara una conferencia en la que se le facilitara algunas recomendaciones acerca del rumbo que debía seguir la reforma universitaria reclamada por los estudiantes. De La Vega, recomendaba a los estudiantes a que la reforma estudiantil debía contribuir en primer lugar a la formación de su cultura, a un directo trato con la ciencia, pero por si mismo independientemente de la competencia o no del profesorado.

Al finalizar el año lectivo los ánimos estudiantiles se fueron apaciguando durante la rectoría de Raúl Vélez G., quien en su informe de labores a la Dirección de Educación Pública recordaba las dificultades en la terminación del año debido a la huelga estudiantil y de la falta de culminación de las obras de ampliación del edificio, pero que a pesar de las dificultades logro culminarse favorablemente el año académico con la decisiva colaboración de los estudiantes.

Pese a las represiones oficiales los movimientos estudiantiles de estos años, lograron expresar un interés claro de plantear una universidad moderna y critica, que contemplaba la adopción de la pedagogía moderna activas tras la sustitución de los métodos

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instruccionistas tradicionales basados en la memoria siguiendo el ejemplo de países avanzados como Alemania.

La experiencia estudiantil de esta década inicio como un movimiento de intereses académicos, para lo que consideraron necesario exigir un cambio del régimen educacional arcaico existente en la Universidad de Cartagena.

2.4 MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES ENTRE PROPUESTAS DE REFORMA UNIVERSITARIA Y DEFENSA DEL PARTIDO LIBERAL HEGEMONICO “La Reforma Universitaria, Una Mirada Hacia América” (1940 – 1946).

Los movimientos estudiantiles de los años 40, al igual que los que se dieron en los años 20, no cejaron en demandas de mejoramiento académico que propendiera a una modernización de la Universidad. Los diarios locales al iniciarse la década registraban una situación verdaderamente critica de la Universidad de Cartagena ante la cual los estudiantes, se pronunciaron a través de manifestaciones dispersas y aisladas ante las autoridades departamentales, considerando como las principales causas de la crisis universitaria; la mala administración académica de la institución, la deficiencia de recursos que destinaba el Gobierno Departamental para su sostenimiento y la persistencia del viejo mecanismo burocrático de nombramiento de los profesores.

Los estudiantes de esta década, algunos con pensamiento maduro dado por la experiencia en las manifestaciones de los años 20 como el caso de Jorge Artel, y otros que se iniciaban en la lucha por la reforma universitaria, entre los que se destacaron Alberto Angulo Pasos, Gonzalo Zúñiga Torres, Delfín Lugo Noguera, Elías Gómez Cásseres y Edmundo Mendoza entre otros, quienes, expresaron sus discursos reformistas en los diarios locales El Fígaro y El Diario de la Costa, exigieron acciones de mejoramiento académico que conllevaran a una reforma real de la Universidad; tales como: La remoción de los malos profesores con el establecimiento de la elección por concursos y meritos; una administración académica más eficaz, unos recursos económicos mas sólidos para el sostenimiento de la universidad; aumento de las facultades de acuerdo a las necesidades seccionales y nacionales; y un mayor estimulo de la investigación con el enriquecimiento de las bibliotecas, las excursiones y viajes de observación científica de estudiantes por el país, creación de becas para estudios de especialización y conferencias sobre diversos temas de la actualidad del país, a través de la cátedra libre en la que se pusiera en contacto a la universidad con el pueblo bolivarense.

Estos pronunciamientos (observados a través de la prensa local) provenían mayoritariamente de los estudiantes de la Facultad de Derecho quienes se auto percibían como los iniciadores de una Federación de Estudiantes de Bolívar que en un futuro se hermanaría con las del resto de América para iniciar una reforma universitaria estudiantil

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americana de vastas proporciones de las naciones de Occidente que experimentaban los efectos nefastos de la primera guerra mundial.

Para los estudiantes de estos años, los anhelos de reforma universitaria ya no estaban directamente relacionados con la copia de modelos europeos sino con el estudio de la propia realidad americana. Sin embrago estas aspiraciones estudiantiles no pasaron del plano de los discursos, a principios de esta década no se observa una organización clara de los estudiantes para hacer sus reclamaciones, propuestas o manifestaciones. Por otra parte, la falta de unidad también se vio representada en la diversidad de criterios o el poco acuerdo en las causas que habían llevado a la Universidad a la “decadencia”, en este sentido se pronunciaba el estudiante de Derecho Alberto Angulo Passos en un artículo titulado “Crisis moral universitaria”, publicado en El Fígaro de fecha 8 de junio de 1944.

Los estudiantes lograron obtener algunos de sus requerimientos o peticiones reformistas. El mismo discurso del gobierno liberal de Alfonso López Pumarejo, creó un ambiente propicio para conseguir una serie de conquistas reclamadas por las movilizaciones estudiantiles universitarios de estos años. A partir de la Ley 68 de 1935, se registran una serie de concesiones al estudiantado como el establecimiento de las residencias estudiantiles, la inauguración de la Cátedra Libre, la participación de los estudiantes en el gran Consejo Directivo tanto de los antiguos como de los actuales, la conformación de consejos estudiantiles como asociación gremial y la elección del profesorado.

En la Universidad de Cartagena el Gobierno Departamental y las autoridades académicas estimularon las excursiones y viajes de observación científica por el país, especialmente en la Facultad de Medicina, se concedieron becas para los estudiantes en el interior del país como en el exterior, para estudios de especialización, principalmente en los Estados Unidos, se inaugura El Café del Estudiante el 7 de abril de 1941, como espacio de sociabilidad y esparcimiento al interior del claustro universitario, y la apertura de tres nuevos programas anexos a las Facultad de Medicina, la Escuela de Farmacia en 1941,la Escuela de Enfermería y Parteras del Hospital Santa Clara fundada desde 1903 que se incorpora a la Facultad de Medicina en el año de 1942 y la Escuela de Odontología en el año de 1946.

Algunos líderes estudiantiles de los movimientos de estos años hicieron su propio aporte a la reforma universitaria en lo que tuvo que ver con actividades de mejoramiento académico y extensión cultural, expresada en la organización de centros literarios que les permitieron asumirse como una generación amante de la literatura. En la prensa local se registra la fundación en 1941 de los Centros Literarios “Libre Estudiantil” y Gonzalo Bravo Pérez fundados en el año de 1941 por los estudiantes de la Facultad de Bachillerato. Cuyos órganos de difusión eran las Revistas “Atalaya” y “En Marcha” así como la Emisora

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Fuentes de Cartagena que había otorgado a este Centro Literario un espacio denominado “La Voz del Estudiante”, dirigido por los estudiantes anteriormente citados. Así recuerda Jaime Angulo Bossa estudiante de Bachillerato entre los años de 1941 y 1942, las actividades en los centros literarios. Del testimonio de este egresado de la Facultad de Bachillerato se infiere la auto percepción que tenían los estudiantes que integraban estos círculos literarios como una generación amante de la literatura, pero que también a través de los mismos, recreaban una protesta los atentados que se cometieron contra algunos líderes estudiantiles, como fue el caso del estudiante Gonzalo Bravo Pérez quien fue asesinado el 8 de junio durante la administración conservadora de Miguel Abadía Méndez en el año 1929, estudiante a quien rindieron un sentido homenaje con la denominación de “Bravo Pérez” a uno de los citados centros literarios y quien se convirtió en un emblema o en un símbolo representativo de los grupos estudiantiles que empezaban a asumirse como gremios desde finales de 1920 en el país.

2.5 MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES POR LA DEFENSA DEL LIBERALISMOLos estudiantes de principios de los años 40 aunque no cejaron en demanda

académicas, estuvieron mayormente interesados en involucrarse en la lucha política bipartidista de estos años, sobre todo del lado del liberalismo hegemónico del periodo, organizándose incluso en movimientos o comités a nombre del liberalismo amenazado por las nacientes posiciones de izquierda que empezaban a permear las instituciones universitarias colombianas y la oposición conservadora que se hizo cada vez más fuerte. Los hechos que suscitaron el movimiento proliberal de los estudiantes de la Universidad de Cartagena fueron la presencia del comunista Germán Viera como inaugurador de la Cátedra Libre en la universidad el 9 de junio de 1944, y el interno de golpe de Estado a la administración de Alfonso López Pumarejo por algunos militares conservadores, en la ciudad de Pasto l día 9 de julio del mismo año.

En 1944 un grupo de estudiantes liderados por Apolinar Díaz Callejas, Jorge Navarro Patrón, Antenor Barboza Avendaño, Armando Lujan, José Miguel Hernández Olivella estudiantes de la facultad de Derecho y Olegario Barboza de Medicina, se sintieron atraídos por la ideología comunista que empezaba a penetrar en el mundo latinoamericano. Este grupo se relaciono con los líderes sindicales de la Federación de Trabajadores de Bolívar, de los que en mayoría militaban en el comunismo y de quienes recibieron muchas clases de Marxismo en la Plaza del Pozo de Getsemaní, que era el sitio predilecto de las reuniones de estudiantes y sindicales para discutir sobre la causa obrera y campesina a través del lento del comunismo.

Este grupo de jóvenes comunistas, contando con el apoyo de algunos líderes sindicales de la Federación de Trabajadores de Bolívar entre ellos José Raquel Mercado, Tomas Herazo Ríos y Emiliano Blanco Pautt, solicitaron al rector de la Universidad de

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Cartagena, Miguel A. Lengua permiso para traer al comunista Gilberto Viera a que dictara una conferencia sobre historia de Colombia en el Paraninfo de la Universidad. Este hecho suscito un movimiento estudiantil en defensa del partido liberal, respaldado por la mayoría de los estudiantes que consideraban al comunismo como una amenaza a “la ideología roja imperante en el mundo universitario”. Jóvenes de diferentes facultades lanzaron voces de protesta en la prensa para rechazar la conferencia del comunista Viera. Se conformo un comité permanente denominado “anticomunistas” dirigido por los estudiantes de Derecho Alcides Angulo Passos y Elías Gómez Cáceres. El 7 de junio de 1944 este comité dirige una carta al rector de la universidad, pidiendo que se negara al grupo de estudiantes comunistas, la presencia de Viera en el Paraninfo, aduciendo que este no poseía título universitario, lo que era una manifiesta violación al reglamento interno de la Universidad que establecía que los conferencistas tuvieran título universitario como requisito indispensable para el ejercicio de la Cátedra Libre.

La rectoría pasando por alto la petición generalizada de los estudiantes cedió el Paraninfo a Viera para que dictara su conferencia. El día 9 de junio cuando inicio su conferencia el líder marxista, se hizo presente la policía por orden de la rectoría para prevenir cualquier brote estudiantil, lo que provoco la ira del estudiantado quienes en su mayoría se pronunciaron contra Viera dando vivas a la “Gran Colombia” y dando abajos al comunismo. El diario El Fígaro reprodujo la protesta estudiantil citando el caso del sindicalista José Raquel Mercado, quien intento agredir de hecho a un estudiante de la Facultad de Medicina. Al final la conferencia no pudo ser concluida y los estudiantes marxistas llevaron a Viera a que continuara su disertación en el Teatro Heredia.

Los estudiantes liberales en alianza con los comunistas para contrarrestar la oposición buscaron consolidar la doctrina liberal en el claustro universitario, a partir del supuesto fortalecer los principios democráticos frente a los movimientos subversivos de la oposición, a demás, a través de la prensa convocaban al proletariado y a los estudiantes a apoyar la presidencia de López que había involucrado en sus programas de gobierno la causa obrera y estudiantil. En carta de fecha 10 de julio, publicado en el Diario de la Costa en su edición del 11 del mismo mes, los estudiantes bajo la autodenominación de “demócratas” ofrecen su apoyo a la administración liberal en lucha contra la oposición conservadora.

Posiblemente algunos jóvenes que hicieron parte del movimiento pro liberal del 44 se sumaron a esos universitarios que pregonaban un divorcio entre política y universidad, quizá decepcionados por el rumbo que tomaban los conflictos entre liberales y conservadores, y la división irreconciliable del liberalismo de esos años con la incorporación de ideas de izquierda, que llevo al conservatismo al poder. Esta consideración viene de un artículo publicado en el Diario de la Costa en la edición del 30 de septiembre de 1945 escrito por un candidato liberal a las elecciones de ese año, Braulio

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Henao Blanco (egresado de la Facultad de Bachillerato y Derecho) quien en dicho artículo, parece cuestionar a la juventud universitaria que lucho del lado del liberalismo en años anteriores y que no rindió lo que se esperaba, y que se “encerró en los libros” volviendo la espalda a la “vida tumultuosa”. Planteando así mismo, que esta juventud sin interés por la política deviene en parte por la “política degenerada y corrupta” del departamento y del país en general que obligo a la juventud, a retirarse y encerrarse en la sociedad de su devenir académico.

2.6 LA PRENSA CONSERVADORA Y EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL PRO-LIBERAL

La prensa conservadora local El Fígaro y El Diario de la Costa abrieron sus páginas a esta agitación estudiantil de corte liberal en la Universidad de Cartagena expresando en sus columnas editoriales su apoyo a la causa estudiantil, este apoyo se expreso en dos sentidos; por una parte en contra del ascenso del tercer partido en Colombia, el comunismo, y por otro, en contra del liberalismo que le había dado impulso a las ideas comunistas en el país.

El periódico El Fígaro en su página editorial se pronuncio a favor del movimiento estudiantil pro liberal en contra de la presencia del comunista Viera en el claustro universitario y de paso rechazaba la presencia del comunismo en la Universidad Nacional que para el año de 1944 tenía como rector a un comunista, Gerardo Molina, que según El Fígaro era considerado el más “comunista y agitador peligroso de estas ideas”.

El Diario de la Costa por su parte dedico una columna especial en su página editorial al movimiento estudiantil denominada “La Universidad y sus transformaciones” dirigida por los estudiantes de Derecho Jaime Gómez O’Byrne y Hernando Mouthon, que aparecía diariamente. En esta columna se comentaba sobre las luchas de las juventudes universitarias de Cartagena al lado del liberalismo en contra de la oposición conservadora, y los sistemas políticos dictatoriales imperantes en algunos países europeos como el Nazismo y el Fascismo.

2.7 CONFRONTACIONES ESTUDIANTILES BAJO LA DICTADURA: (Solidaridad Universitaria).Durante el Gobierno del General Rojas Pinilla se ocasiona el primer choque de los

estudiantes con la opinión pública, en un principio, una lucha por detener espacios representativos en las Universidades y en la sociedad. El hecho, se llevo acabo el 8 de Junio de 1954, cuando estaba por celebrarse el primer aniversario de la toma de poder del gobierno. Lo que desencadeno los disturbios fue el asesinato de un estudiante al regreso del

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cementerio, donde participo en la conmemoración de la muerte de otro estudiante, fallecido en el Gobierno de Abadía Méndez.

Al día siguiente el ejercito disparo contra la manifestación estudiantil en la protesta por el asesinato del día anterior, lo que dejo un saldo de ocho muertos y más de cuarenta heridos. Con este atropello, el Gobierno de Rojas perdió la simpatía de los estudiantes, quienes vinieron a convertirse en un organizado y poderoso sector, que llevaría a la caída del Gobierno.

Frente a estos acontecimientos, donde resulto muerto el estudiante Uriel Gutiérrez Restrepo, adscrito a la Facultad de Medicina y Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia, el Comité Universitario de Bolívar, tomaría una determinación. Donde aprobó la siguiente resolución en la cual condena los sucesos ocurridos en la Capital de la República (Bogotá):

Repudiar sinceramente el delito cometido contra las masas estudiantiles de Colombia.

Manifestar su sentida condolencia a los familiares del desaparecido hermano espiritual Uriel Gutiérrez Restrepo.

Elevar energéticamente la protesta contra el presidente Rojas, por la forma villana en que fue tratado el estudiante fallecido.

Los estudiantes, trazaron diferentes planes con el fin de sostener la solidaridad con el resto del país.

Estos movimientos estudiantiles tenían su génesis en la inconformidad ante los actos administrativos académicos ocurridos en el Gobierno de la Universidad de Cartagena. Siendo la Facultad de Medicina la que ha dado inicio a los movimientos estudiantiles; quizás por ser dicha Facultad, conjuntamente con la de Derecho, la primera en crearse en las Universidades Republicanas.

La prensa diaria local dio cuenta de un evento ocurrido ese año (1955):

La huelga en la Facultad de Medicina la iniciaron los estudiantes de 5°. La cual provoco el paro total de las actividades estudiantiles, tendientes a obtener de la Universidad de Cartagena el mejoramiento de todos los elementos con que cuenta dicha Facultad actualmente para la enseñanza, los cuales consideran insuficientes y anticuados. Reclamando así los siguientes puntos:

Supresión del año general. (año de preparación para el ingreso a la carrera). Dotación completa del Anfiteatro y del laboratorio. Modificación del horario general.

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Internado en 6 años de estudio. Matriculas extraordinarias. Concursos para profesores y jefes de clínicas. Internado en 5 años.

Ante la negación de los directivos a las peticiones de los estudiantes de Medicina y Odontología, el rector toma la decisión de clausurar dichas Facultades. A la actitud de la Universidad de Cartagena, respondieron los estudiantes insistiendo en que, mientras no fueran satisfechas sus aspiraciones, persistirían en su determinación de permanecer fuera de las aulas.

Todos los elementos dieron lugar a que se fortaleciera la organización estudiantil en la Universidad de Cartagena, sobre todo a partir de 1958, durante la Rectoría del Doctor Juan Ignacio Gómez Naar. Los conflictos acontecidos en este periodo representaron, más que una propuesta de orden académico, un estado de cosas con tensiones basadas en la representatividad socio política de la ciudad de Cartagena. Es decir, cada suceso de la interacción Universitaria se convertía en motivos de interés para toda la sociedad. Con esto, lo único que se consigue es que los entes sociales político-partidistas ingresen a la Universidad, cosificándola, definiendo sus funciones y orientando su razón de ser ante intereses individuales que nada tienen que ver con el proceso de formación.

Los doctores Eduardo Lemaitre, Antonio María de Irisarri y Martin Alonso Pinzón, de filiación conservadora, expresaban sus inconformidades por medio de la prensa local comercial “El Fígaro” (periódico de propiedad del doctor Lemaitre, con Irisarri y Pinzón como jefe de redacción y escritor de artículos, a la vez que se desempeñaban como docentes en la Universidad de Cartagena). Refiriéndose a:

La política en la Universidad. A despecho de la literatura del Sr. Rector (Juan Ignacio Gómez Naar) de la política,

no como disciplina intelectual sino como pasión partidista, se está incubando progresivamente en el Viejo claustro de San Agustín.

En el año 1958, la confrontación partidista tuvo sus mayores manifestaciones de poder en los Claustros Universitarios, donde la participación de los diferentes estamentos genero hechos violentos, que se hicieron manifiestas en medios de comunicación escrita de circulación local.

3. CONCLUSION

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Los movimientos estudiantiles que se gestaron en la Universidad de Cartagena, lograron expresar un discurso de una universidad moderna y critica que contemplaba la adopción de la pedagogía moderna activa siguiendo el ejemplo de países avanzados como Alemania.

Los jóvenes que participaron en estos movimientos mostraron gran determinación y compromiso al defender a toda costa los principios y creencias inculcadas y cultivadas en diferentes épocas de la Universidad de Cartagena, pensando en una modernización y en reconocimiento, tanto a nivel estudiantil como a nivel institucional de esta gran Universidad. A pesar de que la organización de los estudiantes no fue clara para exponer sus ideas y hacer sus reclamaciones, esto no significo un obstáculo para presionar a las autoridades universitarias, a la administración departamental y local; por el contrario, la información obtenida sobre el periodo muestra estudiantes activos y energéticos, capaces de defender sus principios y pensamientos a toda costa.

Desde mediados del siglo XX, los estudiantes colombianos dan ya una clara muestra de resistencia y necesidad de organización visible en la conformación de diversos movimientos estudiantiles universitarios. El periodo comprendido entre los años de 1948 a 1980, se caracteriza por arduos procesos de violencia y de recomposición política de la historia colombiana, donde la nueva configuración de Gobierno se impone a las Instituciones del Estado.

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