MINISTERIO IGLESIA APOSTOLICA INTERNACIONAL.

EL CABELLO ES EL VELO DE LA MUJER APOSTÓLICA.

Propósito Comprender el propósito con el cual el Apóstol Pablo inspirado por Espíritu Santo, puso orden en la Iglesia de Corinto y fundamentó la importancia del cabello de la mujer, como su velo en la doctrina Apostólica. Introducción Hay un tema de suma importancia dentro de los principios bíblicos de la palabra de Dios, que hoy en día ha tenido muchas confusiones, las cuales ha desembocado en debates acalorados y aun en divisiones, por los malos interpretes de la escritura, y es el verdadero velo de la mujer Apostólica. Siempre la obra del Espíritu Santo es que en el pueblo de Dios, (unicista) no haya confusiones, y está escrito que nuestro Dios: “No es un Dios de confusión sino de paz” (1°Cor.14:33). Por lo tanto como nuestro Dios es de paz, hemos sido aconsejados por el Espíritu Santo a que: “Todos hablemos una misma cosa” (1°Cor.1:10). Y es lo que queremos y anhelamos de parte de Dios. Los muchos errores que encontramos en escritos, estudios y libros, es por gente que no a entendido los principios de cómo poder interpretar, la palabra de Dios. No dejan que la palabra en sí sea su propio intérprete, y hablan fuera de contexto, de razón y propósito. Hay quienes afirman enérgicamente que la prenda del tema es un paño, mientras que otros aseguran que se trata de cualquier cosa que cubra la cabeza, bien sea puñuelo, sombrero, etc. Por otra parte, muchos enseñan enfáticamente que la prenda en cuestión es el velo, que es una tira larga de tela opaca que usaban las damas de varios países de oriente dentro del siglo I para ocultar su cabeza, cuello y rostro. En sí esto se convierte en un problema cuando no existe la verdadera interpretación del Espíritu Santo, la palabra nos enseña: Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. (1°Cor.2:10). “La falta del escudriñamiento sincero hace que existan las confusiones” Escudriñad las escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mi” (Jn.5:39). El Apóstol Pablo fue claro, y en esa claridad queremos entrar. Por lo tanto queremos que: 1 - Que la Biblia se nuestro interprete 2 - Tomar literalmente, lo más posible, de lo que nos habla el Apóstol Pablo y ver el significado figurado cuando el literal carezca de sentido. 3 - Colocar todas las interpretaciones hechas dentro del contexto del cual fueron tomados los versículos, para ver si se ha cometido alguna arbitrariedad en la interpretación. 4 - Considerar el tema o propósito del capitulo 5 - Ser reflexivo al hacer la interpretación y evitar los juicios acelerados. Exposición del Apóstol Pablo a Corinto y la Iglesia en general Dentro de los usos y términos de la doctrina bíblica con respecto al orden moral del culto, el Apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo escribe no solo a la Iglesia de Corinto sino que también a "todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (1°Cor.1:2). Como bien sabemos su ministerio estuvo plenamente enfocado en los gentiles, en donde él pone orden y también sienta las bases del verdadero culto a Dios. Por medio de la gracia de Dios, Pablo fue constituido como: “predicador, Apóstol y maestro de los gentiles” (1°Tim.1:11). Por lo tanto, él había entendido que su predicación y enseñanzas, serían circuladas ampliamente, como el fundamento de la Doctrina Apostólica. Ahora bien cuando el Apóstol Pablo comienza por el Espíritu Santo a ordenar la Iglesia de Corinto, él expresa un término en donde el emplea enérgicamente como es Dios en el culto verdadero, y dice que Dios “No es un Dios de confusión sino de paz” (1°Cor.14:33). Y deja en claro que ese Dios de paz también es un Dios de orden cuando dice: “Pero hágase todo decentemente y con orden” (1°Cor. 14:40) Y dentro ese orden, entra la santidad y la adoración en el culto a Dios. Ese era el problema que estaba en la Iglesia de Corinto, “la falta de orden y sujeción”

Propósito de la 1° Carta a los Corintios La epístola de los Corintios fue escrita de Éfeso un año después de haberse establecido la iglesia en Corinto. Esta era una ciudad cosmopolita en una época en que las restricciones morales eran mínimas. Naturalmente, en esas circunstancias era difícil establecer una iglesia y que esta se mantuviera pura. El propósito de Pablo en esta carta fue doble: 1. Guiar a la iglesia y separarse del error y del desorden moral. 2. Contestar algunas preguntas específicas que le habían hecho los corintios. Estos dos propósitos lo encontramos directamente en el capitulo 11 de Primera de Corintios, en donde vemos que el Apóstol hace un orden en la adoración y también contesta las preguntas que estaban dándose en la iglesia local de Corinto, que el mismo reconoció: “En cuanto a las cosas de que me escribisteis...” (2°Cor.7:1). Y hace una aclaración con respecto al cabello y lo que esto significa en la Iglesia Apostólica. Orden y explicación escritural de 1Corintios 11:1-16

11.1: Exhortación breve a imitar el testimonio personal de Pablo, como él lo era para Cristo.

11.2 a): Alabanza a los creyentes por el espíritu de gratitud demostrado hacia el hombre de Dios.

b): Alabanza a los creyentes por la obediencia a las enseñanzas de Pablo, fundador de la

congregación en Corinto.

11.3 a): "...Cristo es la cabeza de todo varón..." "... él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia..."

(Colosenses 1.18) Esto nos habla del orden de la sujeción Divina (en la iglesia).

11.3 b): “...y el varón es la cabeza de la mujer..." (Establecido por Dios al principio de la raza humana)

"... y a tu marido será tu deseo y él se enseñoreará de ti..." (Génesis 3.15). Esto nos habla del orden

de la sujeción Divina (en el hogar),

11.3 c): "...y Dios la cabeza de Cristo..." (Establecido por Dios mismo, dentro de la eternidad, cuando

realizó el misterio de Su voluntad con ÉL MISMO con respecto a su humanidad en el “cumplimiento del

tiempo” (Gal. 4:4). Lo anterior, nos habla entonces del orden de la sujeción Divina (en el misterio de su

voluntad o de la piedad, según Efesios 1.9-11 antes de todas los seres, antes de todas las cosas o de la

fundación del mundo.),

11.4: El varón creyente afrenta su cabeza (su propia y la de Cristo) cuando se cubre su cabeza para orar

usando un velo o dejándose crecer el cabello.

(La palabra "afrentar" significa; "ultrajar, deshonrar, agraviar, ofender", etc.)

11.5: La mujer creyente afrenta su cabeza también, (la de ella, la de su esposo y la de Cristo mismo)

cuando NO ESTÁ "CUBIERTA", (completamente con su cabello largo, sino a medias, intencionalmente),

porque es lo mismo que si estuviese rapada su cabeza completamente, no importa si se cubre con un

velo como las monjas católicas-romanas.

11.6: El Apóstol Pablo dice: Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le

es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse que se cubra.

¿Es en este verso en que el Apóstol Pablo enseña una nueva doctrina, en que no tan solamente la Iglesia

de Corinto si no que también todas las iglesias, las hermanas tengan que usar un velo o cubierta como

enseñan algunos? NO

El principio espiritual del verdadero "cubrimiento" el cual menciona el Apóstol Pablo es directamente en la

mujer. Ella tiene que tener su cabeza cubierta (con su cabello) y la cabeza del varón descubierta (no criar

cabello).

El Apóstol Pablo en este debate con los Corintios, no se queda ahí, si no que habla sin rodeos, como es la palabra de Dios. Y el verdadero cubrimiento que debe tener la mujer. Analicemos:

-La mujer es la gloria del varón, (1Corintios 11:7). -La mujer, es (o vino a ser) del varón, (1Corintios 11:8). -La mujer (fue hecha o creada) por causa del varón, (1Corintios 11:9). -La mujer debe tener señal de autoridad (o potestad) , por causa de los ángeles, ( 1Corintios 11:10). -Ni la mujer sin el varón, en el Señor, (1Corintios 11:11). -La mujer es (o fue hecha) del varón, (1Corintios 11:12). -¿Es honesto orar la mujer a Dios no cubierta?, (1Corintios 11:13). -Por el contrario, a la mujer, criar cabello le es honroso, (1Corintios 11:15a) -Porque EN LUGAR DE VELO, le es dado el cabello, (1Corintios 11:15b)

Notemos entonces, que toda esta argumentación y exposición presentada por Pablo desde 1Corintios 11:4 hasta el versículo 15 del mismo capítulo, en relación con el uso del velo sobre sus cabezas, por parte de algunas hermanas de Corinto, lo resume en una sola expresión, aboliendo completamente el uso de un velo sobre la cabeza de las creyentes cuando oraren o profetizaren: "Porque en lugar de velo, le es dado el cabello"

Durante mucho tiempo la iglesia Católica interpretó que las mujeres debían orar con un velo que cubriera sus cabezas, pero vemos que dice la Biblia, que la mujer cristiana debe tener el cabello largo y que esa es su cubierta o velo.

De manera que una hermana que a aceptado al Señor Jesucristo como su Salvador y que no ha entendido estas cosas espirituales del orden de la sujeción a Cristo (su cabeza espiritual) y de la sujeción en el hogar a su esposo (si es casada legítimamente), y se corta su cabello como las mujeres y las modas del mundo, nos está demostrando que se rebela contra lo establecido por Dios, para vivir "descubierta" ante Cristo y su esposo; es decir, sin ningún tipo de sujeción, afrentando o deshonrando su cabeza. Si obedecemos al Señor, se manifestará entonces nuestra SUJECCIÓN a Él, pero nunca podremos manifestar nuestra sujeción a Cristo, (tanto interior como exteriormente) a menos que OBEDEZCAMOS primero.

La mujer creyente queda en dos opciones:

1 - Obedecer y demostrar su sujeción al señor y su palabra

2 - No obedecer a Cristo y demostrar su falta de sujeción.

En conclusión podemos decir, que este verso muestra que es "deshonesto y deshonroso", para la mujer

creyente no cubrirse su cabeza literalmente, es decir, usando su cabello largo, porque esta escrito: "...EN

LUGAR DE VELO le es dado EL CABELLO..." (11.15).

Desde el versículo 7 hasta el 13, encontramos las razones bíblicas por las cuales, tanto el varón

como la mujer creyente, deben "cubrirse" o "no cubrirse"

11.7: La gloria Divina y la "gloria" humana: El Apóstol Pablo entra en acción censurando a los varones

primero por usar un velo y les dice claramente, “Porque el varón no ha de cubrir la cabeza...” y más

adelante continuando con el mismo enfoque habla del tema del velo pero en relación con el cabello largo

en el hombre cristiano, y les dice: "La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea

deshonesto criar cabello?

Por lo tanto, el Apóstol Pablo censura dos cosas:

1 – En que el hombre use un velo (La situación que pasaba en Corinto).

2 – En que el hombre comience a criar cabello.

Entonces podemos decir, que el varón creyente, en su relación con Cristo, es "la imagen y gloria de Dios",

por eso no debe cubrirse su cabeza, cuando viene ante su presencia, demostrando así su sujeción

voluntaria.

La mujer creyente, en su relación con su esposo, es "la gloria del varón", no debe estar "descubierta"...

(Al usar cabello corto) para demostrar su sujeción voluntaria a su esposo, y si es soltera, a Cristo, por el

evangelio.

11.8: En cuanto a la creación original según (Génesis 2:21-25), el varón no procedió de la mujer, sino la

mujer fue sacada "del varón", es parte de su carne y de su sangre, un tipo de la iglesia, la cual fue

sacada del costado herido de Cristo y para ello, "el segundo Adán" también tuvo que "dormir" como el

primero. De manera que como la mujer fue sacada del varón; así también, la iglesia fue sacada de Cristo.

11.9: Aquí encontramos por primera vez la expresión, "... por causa de..." para decirnos que, "tampoco

el varón fue criado... por causa de... la mujer, sino, que la mujer misma fue criada por causa del...

varón" entonces surge la pregunta, ¿en qué sentido por causa DEL varón? Y la respuesta la tenemos en

Génesis 2.18, en donde el mismo Dios Creador dijo antes de crear a la mujer que "no es bueno, que el

hombre esté solo", haréle ayuda idónea, ( es decir, capaz, competente, hábil, dispuesta, suficiente).Esa

es la causa por la cual el Señor creó una mujer para el hombre, alguien que fuera su complemento.

11.10: "...Por lo cual, la mujer debe tener señal de potestad (o autoridad) SOBRE su cabeza, POR

CAUSA DE... los ángeles."

Todos estos versos que hemos tomado habla de la mujer sobre su "creación", "obediencia" y "sujeción",

son lo que tiene una estrecha relación con la expresión: "por causa de los ángeles"

¿Por qué, por causa de ellos?

1 - Porque los ángeles fueron creados primero que el hombre y la mujer: Dice la palabra de Dios:

"Le has hecho poco MENOR que los ángeles...", y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste

señorear (o tomar autoridad)...", sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus

pies" (Salmo 8:5-6).

Los ángeles, SON MAYORES en cuanto tiempo, creación, naturaleza, posición y dignidad; mientras que

el hombre (incluyendo la mujer) ES MENOR, en relación con lo mismo, el tiempo, creación, naturaleza,

posición y dignidad. Sin embargo, AMBOS (tanto los ángeles como los hombres) tenemos algo en común,

SOMOS SIERVOS delante de nuestros Dios y nuestro Creador, (Hechos 10:25-26; Apocalipsis 19:10;

Apocalipsis 22:8-9). Y como siervos hemos sido llamados, (hombres y mujeres) a sujetarnos y obedecer.

2 – Porque los ángeles muestran obediencia y sujeción: La enseñanza que entregan los ángeles, es

obediencia y sujeción, esta escrito: "Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina

sobre todos. Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su

palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,

Ministros suyos, que hacéis su voluntad" (Salmo 103.19-21).

Aunque los ángeles son mayores en fuerza, ellos cumplen en la OBEDIENCIA Y SUJECCION y eso es

lo que recalca el Apóstol Pablo cuando habla, que la mujer tenga señal de potestad (autoridad) “SOBRE

su cabeza, POR CAUSA DE... los ángeles” En pocas palabras que la mujer por medio de su cabello,

muestre OBEDIENCIA Y SUJECCION con el ejemplo que ya nos han dado los ángeles.

Desde el punto de vista bíblico, los ángeles han demostrado primero por muchas "edades eternas" y por muchos años según el tiempo del hombre, SU OBEDIENCIA y SUJECIÓN a su Dios y Creador. La palabra del Señor dice de ellos, que son "millones de millones" (Ap. 5.11), que decidieron por su propia voluntad seguir fieles a Dios y a su Creador, en completa SUJECIÓN y LEALTAD rechazando la "invitación" del ex-querubín cubridor (Ez.28.11-19) y ex-lucero e hijo de la mañana (Is.14.12-20), quien arrastró "la tercera parte de las estrellas (o ángeles)" en franca desobediencia contra Dios y el orden establecido según su Voluntad, haciéndose acreedores de un "juicio Divino" inmediato, pues la palabra del Señor dice: “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entrego a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio" (2° Ped. 2.4; Judas 6). Ahora bien, todo esto como bien dijimos, guarda una estrecha relación sobre la mujer en su “creación, obediencia y sujeción”, por eso nace la expresión: “Por causa de los ángeles” Así que, si los ángeles están en esa relación permanente con Dios delante de su presencia, también la mujer creyente en este tiempo de la iglesia debe estar permanentemente exhibiendo su obediencia y sujeción tanto a su esposo (por ser cabeza del hogar) como a Cristo (por ser Cabeza de la iglesia), para no traer deshonra a su propia cabeza, Para que la iglesia funcione como el Cuerpo de Cristo, los creyentes debemos reconocer primero quien es nuestra Cabeza, todos nosotros (hombres y mujeres) fuimos creados por Él y PARA Él, (Colosenses 11.16) y cual es la posición que el Señor nos a colocado en ella.

11:11-12: Aquí habla de la enseñanza apostólica de que "el varón"(creyente) no está separado de "la

mujer" (creyente),"... delante del Señor..." o en la presencia permanente de la vida cristiana de los salvos.

Así como el esposo (cristiano) necesita su esposa (cristiana) en sus relaciones íntimas y viceversa, para

dar cumplimiento al propósito por el cual Dios estableció el hogar y beneficiar la raza humana; así

también, " el varón y la mujer" en el Señor, se necesitan mutuamente, para cumplir el propósito divino de

la iglesia, llevado a cabo por "varones y mujeres" redimidos por su sangre y llenos con su Espíritu Santo.

11:13: Apelación del apóstol Pablo a la conciencia de los creyentes, con el fin de mostrarles que no es justo para con Dios, cuando una mujer (creyente) independientemente decide orar al Señor “SIN CUBRIRSE” (hablando del Cabello). 11:14: La respuesta en este versículo es "SÍ". Pablo apela a la naturaleza masculina del hombre, para mostrarle a la iglesia que ES DESHONESTO al hombre (creyente) dejar crecer su cabello, (porque estaría CUBRIENDO su cabeza y por lo tanto afrentándola). Pero dentro de todo esto, alguien se preguntara: ¿qué enseña la naturaleza? La respuesta es sencilla. El cabello del hombre, por naturaleza es corto y grueso, mientras que el cabello de la mujer es largo y delgado, además muy abundante. Muchos hombres pierden su cabello, muchos de ellos en su juventud, pero ¿Cuántas mujeres calvas hemos visto alguna vez? ¿No es esta base que prueba que la naturaleza a hecho para establecer una marcada diferencia entre el hombre y la mujer?

11:15: La naturaleza del hombre es diferente a la de la mujer, incluyendo la del uso del cabello. Mientras que para el hombre (creyente) dejarse crecer el cabello es motivo de afrenta y deshonra, para la mujer (creyente) es motivo de grande HONRA. El tradicional uso del velo usado por las creyentes Judías y Griegas para cubrirse como parte de su atuendo personal y cultural, es cambiado por EL CABELLO, "... porque en lugar de velo LE ES DADO el cabello..."

Este es un cuadro que resume algunos puntos importantes sobre la enseñanza bíblica relacionada con el cabello:

LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL CABELLO

El Cabello en el hombre El Cabello en la Mujer

1. Un hombre que quiera vivir en santidad

debe mantener el cabello tal y como lo

establece la Palabra de Dios porque si un

hombre ama a Dios debe guardar la Palabra

de Dios. Si alguien dice que ama a Dios y no

guarda sus mandamientos es mentiroso (1.

Juan 2:3-4, 1. Juan 2:15, Juan 14:15,

14:23)

1. Una mujer que quiera vivir en santidad

debe mantener su cabello tal y como lo

establece la Palabra de Dios porque si una

mujer ama a Dios debe guardar la Palabra

de Dios. Si alguien dice que ama a Dios y no

guarda sus mandamientos es mentiroso (1.

Juan 2:3-4, 1. Juan 2:15, Juan 14:15,

14:23)

2. El cabello de los hombres cristianos es

una de las marcas que Dios usa para

distinguir a los hombres de su iglesia de los

hombres de las falsas iglesias (1. Corintios

11:16). Dios siempre ha insistido en que su

pueblo se separe del mundo. Los cristianos

como un pueblo escogido deben mantener

puntos de separación tanto externos como

internos.

2. El cabello de las mujeres cristianas es una

de las marcas que Dios usa para distinguir a

las mujeres de su iglesia de las mujeres de

las falsas iglesias (1. Corintios 11:16)

3. El cabello de los hombres debe demostrar

una conducta modesta, casta y respetuosa

(1.Timoteo 2:9, 1. Pedro 3:2). La modestia

y el respeto no excluyen el aseo y la buena

presentación, por el contrario los reafirman.

El hombre no debe tener peinados

ostentosos (1.Pedro 3.3)

3. El cabello de la mujer debe demostrar una

conducta casta y respetuosa (1. Pedro 3:2).

La modestia y el respeto no excluyen el aseo

y la buena presentación, por el contrario los

reafirman. La mujer no debe tener peinados

ostentosos (1. Pedro 3.3)

4. El cabello corto de un hombre es un

símbolo de su autoridad. El hombre es un

tipo de Cristo (Efesios 5:22), así el cabello

corto del hombre significa la autoridad que

Cristo tiene sobre la iglesia. (1. Corintios

11:7)

4. El Cabello largo de una mujer es una

muestra de su sumisión a la autoridad. La

mujer es un tipo de la Iglesia (Efesios 5:22-

32), y su cabello largo es un tipo (una

muestra) de la sumisión de la iglesia a Cristo

5. El cabello corto de un hombre, le recuerda

que él es ante Dios el representante de toda

la raza humana (Génesis 1:26, 1. Corintios

11:7)

5. El cabello largo de una mujer, le recuerda

que ella procedió del varón y que fue creada

por causa del varón (Génesis 2:22, 1.

Corintios 11:8-9)

6. La naturaleza le enseña que debe tener

cabello corto (1. Corintios 11:14)

6. La naturaleza le enseña que debe tener el

cabello largo en vez de tener el cabello corto

o la cabeza rapada (1.Corintios 11:15)

7. Es uno de los métodos que Dios usa para

mantener una distinción externa entre el

7. Es uno de los métodos que Dios usa para

mantener una distinción entre el varón y la

varón y la hembra (Deuteronomio 22:5) hembra

8. Un hombre que ora o profetiza con su

cabeza cubierta deshonra a su cabeza

(autoridad), que es Cristo (1. Corintios 11:4)

8. Una mujer que ora o profetiza con su

cabeza descubierta deshonra a su marido y

a Cristo

(1. Corintios 11:5, 11:13)

9. Es una lástima que un hombre destruya

su santidad con el mismo cabello que debe

ser mas bien una señal de santidad.

9. El cabello largo en una mujer es su

cubierta, y los ángeles están mirando para

ver si ella tiene esa señal de consagración

en su cabeza, para ver si ella está

consagrada delante de Dios o si por el

contrario se está rebelando tal como lo hizo

Satanás. (1. Corintios 11:10). Es una

lástima que una mujer destruya su santidad

con el mismo cabello que debe ser mas bien

una señal de santidad.

10. En un hombre el cabello largo es una

vergüenza, mientras que el cabello corto es

señal de su gloria (1. Corintios 11:7)

10. En una mujer el cabello corto es una

vergüenza. Estar así es lo mismo que si se

hubiera rapado (que si estuviera totalmente

calva). Por el contrario, el cabello largo es

señal de su gloria (1. Corintios 11:6-7)

11:16: Declaración final del apóstol sobre el argumento expuesto acerca del "cubrirse" para "orar o

profetizar" por parte del hombre o la mujer creyente. El Espíritu Santo de apacibilidad y orden en la

congregación cristiana contrasta con el espíritu "contencioso" de los Corintios.

La realidad del velo en Corinto

Los cristianos en Corinto abusaban de su libertad Cristiana en relación con las mujeres en el culto

público y en su conducta en la cena del Señor. Es por eso que el Apóstol Pablo escribe este capitulo. “El

Apóstol en esa ocasión, no impone una nueva doctrina” porque el problema del velo en las mujeres era

una cuestión “puramente local y transitoria” de los cuales Pablo trata en esta capitulo. El propósito de

este capítulo no es probar que las hermanas utilicen el velo hoy en día, sino que él está respondiendo a

una de las preguntas variadas que ciertos hermanos principales de la iglesia de Corinto le habían escrito

previamente, y esa es la razón por la cual desde el (Cap.7:1) él comienza diciendo, “En cuanto a las

cosas de que me escribisteis...”, y desde ahí en adelante, hasta el (Cáp. 14), Pablo comienza a

contestar todas esas cosas, las cuales incluye la importancia del cabello en la mujer y ordena dentro de la

tradición la condición de los de Corinto. Imponiendo siempre primero la palabra de Dios en vez de una

tradición: “Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de

velo le es dado el cabello” (1°Cor.11:15).

• En el medio oriente, las mujeres cristianas y no cristianas utilizan velo. No es un velo pequeño, como el que utilizan algunas mujeres en algunas organizaciones o la Iglesia Católica Romana, sino que es un velo que cae hasta los pies y sólo dejan descubiertos los ojos.

• El velo en estas comunidades representaba dos cosas:

• 1...Simboliza inferioridad y sumisión.

• 2. Simboliza también la modestia y la castidad de la mujer que lo usaba. Una mujer con velo infundía respeto, y era considerado como mala educación el quedársele viendo.

Por el contrario, una mujer sin velo era objeto de la mirada y los piropos de todos los hombres; ella misma declaraba con no tener velo que era una mujer de conducta dudosa.

Es evidente que en nuestros días el velo no significa para nosotros lo que significaba para los de Corinto en aquella época; por esa misma razón es que “no podemos exigir el uso del velo para demostrar la sumisión y la honestidad de una mujer, pues hoy esas virtudes se prueban de otra manera”. Es importante tener en mente el contexto cultural, considerando lo que sí es válido para nuestro tiempo.

Siempre para poder hablar de una verdad tenemos que llegar a los principios, y la palabra nos lo enseña: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, preguntad por las sendas antiguas, cual sea el buen camino, y andad por él, y hallareis descanso par vuestra alma” (Jer.6:16). Hemos visto que el principio del velo empieza con una tradición, por lo tanto no podemos imponer una tradición a la Iglesia de Dios. Porque una tradición es “una enseñanza transmitida de un grupo o de una generación a otra”. Por lo tanto una tradición no tiene el mismo valor que la Palabra de Dios. Imponer una tradición sobre la iglesia es aceptar la sabiduría humana. El Señor Jesús dijo “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mt.15:6).

En conclusión, “no podemos formular una doctrina de una tradición”, y tampoco fue ese el sentir del siervo de Dios el Apóstol Pablo. Por eso el dijo: Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos “TAL COSTUMBRE (TRADICIÓN)”. Ni las iglesias de Dios. (1°Cor.11:16).

El significado y la tradición del velo en la historia

Según el diccionario de Wikipedia, la enciclopedia libre nos da la siguiente conclusión con respecto al velo:

• El velo es una toca o especie de mantilla que utilizan las mujeres para cubrirse la cabeza y parte o la totalidad del rostro. En especial, se llama así al que se ponen de color negro a las religiosas al tiempo de hacer su profesión siendo el que traen las novicias blanco para distinguirlo.

• El velo de novia es el complemento de tul u organza que luce la futura desposada durante las ceremonias religiosas de boda. La tradición dicta que el velo debe cubrir la cara de la novia hasta que se ha realizado la unión. En este momento, el novio lo levanta y besa a la novia.

• Su Historia: El primer caso de velo para las mujeres se registra en un texto legal asirio del s. XIII A.C. que restringió su uso a las mujeres nobles y prohibió a prostitutas y a mujeres del campo común adoptarlo. Los textos griegos también han hablado del velo y del aislamiento de las mujeres que son practicadas entre la élite persa. Las estatuas de Persépolis representa a mujeres cubiertas por el velo y descubiertas en lo que parece ser considerado una cualidad de un estatus superior.

Durante muchos siglos, hasta en torno a 1175, las mujeres anglosajonas y luego las Anglo-Normandas, a excepción de las muchachas jóvenes solteras, usaron velos que cubrieron enteramente su pelo, y a menudo sus cuellos hasta la barbilla. Solamente en el período Tudor (1485), cuando las capuchas llegaron a ser cada vez más populares, los velos de este tipo llegaron a ser menos comunes.

Por siglos, las mujeres han usado velos finos, pero solamente bajo ciertas circunstancias. A veces, un velo de este tipo se ponía encima y se fijaba al gorro o sombrero de una mujer durante el luto, especialmente en el entierro y durante el período subsiguiente alto luto. También habrían sido utilizados, como alternativa a una máscara, como método simple de ocultar la identidad de una mujer que viajaba al encuentro de un amante o haciendo cualquier cosa que ella no quisiera que la gente de alrededor descubriera.

Más pragmáticamente, los velos también fueron usados a veces para proteger la tez contra daño del sol y del viento (cuando la piel sin curtir estaba de moda), o para resguardar la cara de una mujer del polvo.

Hasta el Concilio Vaticano II la mujer solía cubrirse la cabeza con un velo al entrar a un templo (una iglesia). Esta tradición sigue en vigor en las iglesias ortodoxas.

El velo en el tiempo del Señor Jesús

Como hemos visto anteriormente, el uso del velo en la historia nació mucho antes de la venida de nuestro Señor Jesucristo a la tierra en el “cumplimiento del tiempo” (Gal.4:4) Por lo tanto es preciso tener presente que Cristo y los apóstoles encontraron la “costumbre” del velo ya firmemente establecida, tanto entre los griegos y romanos como entre los judíos del Siglo I.

En definitiva, el Señor Jesucristo no introdujo al mundo la práctica de cubrirse la mujer con el velo. Ni tampoco la inventaron los apóstoles o la iglesia primitiva, porque era una tradición, y nuestro Dios no es de tradiciones y de mandamientos humanos. El Señor Jesús dijo: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mt.15:6).

¿Es el velo lo mismo que una cubierta?

Muchos hoy en día en muchas iglesias (algunas unicistas) hacen alusión que el Apóstol Pablo hace una distinción entre velo y cubierta, y eso es ¡FALSO!

Veamos lo que nos dice el diccionario ilustrado de la lengua española:

1. Velo: Cortina o tela que cubre algo / Prenda de tul, gasa, etc. Con que las mujeres se cubren la cabeza o el rostro. / Manto de las religiosas.

2. Cubierta: Lo que tapa o cubre una cosa. Es el acto de cubrir.

• Veamos lo que nos dice la palabra del Señor:

Las sagradas escrituras en este punto no se contradicen nunca. El hombre estudioso leerá toda la porción bíblica, y se dará cuenta de que el vocablo "cubierta", en su aplicación gramatical como nombre, no aparece en el texto. "Cubierta" (11:4) y "descubierta" (11:5) son participios pasados del verbo “cubrir”.

"Descubierta" (11:5) es la traducción de la palabra griega (akatakaluptw);(hacatacalupto). Los traductores de la versión Reina Valera traducen (katakalupsqw)como "se cubre" (11:6) y (katakaluptasqai) como "cubrirse" (11:7). Etimológicamente, es evidente que estos vocablos griegos se derivan de la misma raíz, pues, aunque el lector no sea erudito en idiomas antiguos, con tan solo mirar y compararlos salta a la vista su similitud. El renombrado lexicógrafo Joseph Henry Thayer da al vocablo (kataluptw)el siguiente significado: "ocultar, ponerse el velo o arroparse". Los lexicógrafos Arndt y Gingrich explican que la palabra significa "encubrir, esconder, ocultar" (Página 402 de su obra) . (Kata) , prefijo del verbo sencillo (kaluptw), el cual significa “cubrir u ocultar”, según Joseph Thayer, (Página 323), conlleva la idea de "poner debajo", "tapar", "esconder" o "encubrir" , según el mismo lexicógrafo (Página 329). El verbo sencillo (kaluptw)no es el que se encuentra en los versículos que estamos escudriñando sino el compuesto (katakaluptw). El uso de este quiere decir que el apóstol Pablo estaba refiriéndose al velo, y no a una cubierta cualquiera. (Kalumma)es el griego para “velo”; (katakaluptw)significa ponerse el velo o cubrirse con el velo. La semejanza de las palabras en el original es notable, aun para el que no tenga conocimiento del idioma griego. Cotejados y analizados estos datos históricos y lingüísticos, ¿no nos parece obvia, necesaria y correcta la siguiente conclusión? El VELO utilizado por las mujeres castas de aquellas culturas del Siglo I, incluso en Corinto, es la ÚNICA PRENDA del tema de (1°Corintios 11:3-6). Esta verdad es importantísima para el entendimiento correcto del pasaje. Complicar y ofuscar su interpretación por medio de pretender que el tema sea alguna "cubierta" que no fuese el velo de aquellos tiempos y confines es violentar las reglas básicas de la exégesis objetiva y sana, cosa que no hace jamás el estudioso que valúa la verdad sobre cualquier otra consideración. Recalcamos: la prenda aludida en el pasaje es el velo, y no un paño, mantilla, sombrero o cualquier otra cubierta.

Al escribir el apóstol Pablo estas instrucciones para la iglesia en Corinto, el velo comúnmente usado en aquel tiempo es el único tocado que él tiene en mente. Aquel velo que realmente ocultaba, tapando la cabeza, el cuello y parte del rostro. Aquel velo que, para aquellas culturas, era señal de modestia, pureza moral y sumisión. Para la interpretación sabia y acertada de lo que él escribió nos conviene colocarnos allá en su época, viendo las mujeres como él las veía en el contexto de su propia cultura. Haciéndolo, comprendemos que el Espíritu Santo no estaba introduciendo a la iglesia, a través del apóstol Pablo, una nueva moda, modalidad o práctica que siguieran, única y exclusivamente, las mujeres convertidas a Cristo, sino más bien estaba enfrentándose a una tradición muy antigua ya arraigada en toda la población, Tradición social, cultural y aun religiosa que determinaba directamente la reputación moral de la mujer, bien fuera gentil, judía o cristiana.

Pues bien, entendemos, ¿no?, que la mujer casta, respetuosa y honrada de Corinto, importante ciudad portuaria cosmopolita de aquel tiempo del Siglo I, al salir de su hogar para ir a cualquier otro lugar, debía vestir el velo. La que rehusara ponérselo la tendrían por inmoral. Dadas estas circunstancias, las mujeres de Corinto que se convirtieron a Cristo también debían ponerse el velo al salir para las reuniones de la iglesia y participar en el culto o demás actividades de la comunidad cristiana. La que no lo hiciera la tildarían de “inmoral”. Su nueva “libertad en Cristo” no la eximía del deber de cumplir con una tradición cuya violación mancharía grandemente su testimonio, y por ende la reputación de la iglesia.

La gloria en la mujer no esta en un supuesto velo sino en su cabello

La Biblia nos dice que el cabello es la gloria de la mujer y no un velo material. Esto no significa que es una gloria que ella ha creado, sino que la Gloria de Dios está sobre ella por causa de su cabello no cortado. Ella se convierte en guardián de tal gloria. La Biblia dice: “Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso”. (1 Cor.11:15) La palabra “honra” significa “una característica brillante o digna de alta alabanza; algo que asegura alabanza o fama; resplandecencia, magnificencia.” El cabello es el resplandor de la mujer, su gloria. La Biblia también dice: “Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.” (v.10). Cortar el cabello remueve la gloria y el poder que Dios le dio a la mujer. Cuando las mujeres se cubren con su cabello y oran, el diablo tiembla en temor. El diablo no tiembla con cosas artificiales como el velo que es una tradición. El conoce el poder que la mujer tiene por causa de su cabello no cortado. No solamente se desobedece a Dios directamente cuando la mujer se corta el cabello, sino que, no tiene en cuenta que aun su propio cabello le pertenece a Dios. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” Somos una hermosa y perfecta creación de Dios y LE PERTENECEMOS A ÉL. (1 Cor.6:19). “Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.” (Sal.100:3) Le debemos confianza y obediencia. No somos su templo solamente, sino que pagó un precio a un por nuestro cabello. Esta escrito: “Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá” (Luc.21:18). En el cabello esta la gloria de la mujer, porque a sido comprado por precio. “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, LOS CUALES SON DE DIOS.” (1 Cor.6:20).

¿Qué quiere decir la expresión “En lugar de velo” en el verso 15?

Esta expresión, "en lugar de velo", significa que el velo es reemplazado por el cabello, y si es reemplazado, quiere decir que “no se debe usar mas el velo” para dar paso a la obediencia de dejarse crecer el cabello, el cual le es dado como cubierta sobre su cabeza, para que cumpla la función que ejercía el velo, el de cubrirse.

Para mayor información sobre otros ejemplos bíblicos del uso de la expresión, "en lugar de", por favor leer los siguientes textos:

• Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo EN LUGAR DE Dios? (Génesis 50:19).

• Y él hablara por ti al pueblo; el te será a ti EN LUGAR DE boca” (Éxodo 4:16).

• "Entonces el pueblo se derramó por toda la tierra de Egipto a coger rastrojo EN LUGAR DE

paja..." (Éxodo 5:12).

• Y en Seir habitaron antes los Horeos, a los cuales echaron los hijos de Esau; Y los arrojaron de su

presencia, y habitaron EN LUGAR DE ellos... (Deuteronomio 2:12).

El principio Espiritual del verdadero cubrimiento

Lo primero que debemos precisar es que el principio del verdadero cubrimiento no nace en que las mujeres deban cubrirse el cabello para orar, sino más bien, que no deben orar a Dios con la cabeza descubierta. Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? (1°Cor.11:13). Como se puede apreciar, la Biblia no dice que para orar, la mujer cristiana deba cubrirse su cabello con un velo, un sombrero, un casco, etc., sino que lo que no debe hacer es orar con su cabeza descubierta y aclara que en lugar del velo le es dado el cabello (v.15). El cabello largo es el velo (o cubierta) de la mujer cristiana. El cabello largo en una mujer cristiana es una cubierta suficiente para su cabeza y con eso está cumpliendo perfectamente el mandamiento de no orar con la cabeza descubierta. Como hemos dicho anteriormente en la explicación de (1°Cor.11:6). El principio espiritual del verdadero "cubrimiento" el cual menciona el Apóstol Pablo es directamente en la mujer. Ella tiene que tener su cabeza cubierta (con su cabello) y la cabeza del varón descubierta (no criar cabello). (V.14-15).

Si comparamos 1a Corintios 11. 4, 1a Corintios 11,7-9 y 1a Corintios 11. 14, en relación con los hermanos de Corinto, nos daremos cuenta que Pablo menciona no solo cubrirse la cabeza con un velo, sino que también pasa rápidamente a mencionar que el cabello largo en el hombre es una manera de cubrirse, y la expresión, "Porque el varón no ha de cubrir la cabeza... de 1°Cor.11. 7, es válida para ambas costumbres, sancionadas por la palabra del Señor.

Lo mismo sucede cuando él se dirige a ciertas hermanas que hacían lo mismo en Corinto, usando un velo para cubrirse, más el cabello largo. No solo menciona, que si la mujer "...ora o profetiza no cubierta su cabeza; afrenta su cabeza; porque es lo mismo que si se ráyese...", y que si la mujer "...no se cubre, trasquílese también; y si es deshonesto a la mujer trasquilarse o raerse, cúbrase..", porque esa era la base del "debate" que se había formado en la congregación de Corinto y los argumentos presentados al apóstol en esa parte de la carta por parte de los principales de la iglesia de Corinto.

COMENTARIO FINAL: En 1 Corintios 11, Pablo discute la libertad que las mujeres corintias tenían que abandonar. El orden que Dios ha ordenado y expresa en la naturaleza.

Pablo argumenta que nuestra libertad en Cristo no nos permite cambiar Su orden y la expresión particular de la misma en Corinto y en la época apostólica. Pero, es cuidadoso en insistir al fin de su argumento que Dios, por Si Mismo, por medio del cabello largo, ha provisto el cubrimiento necesario. Así que termina: "Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello (1 Corintios 11: 15). Así tenemos dos cosas entretejidas en este pasaje, la expresión del principio que está en juego en una práctica particular y la provisión natural el cabello largo, que Dios ha dado que expresa en todo momento el principio.

El cubrimiento necesario es el cabello de la mujeres El principio cultural (el velo) viene siendo reemplazado por el cabello largo Que en todo momento expresa el principio (sumisión u autoridad).

"La palabra cubre (vs.6) es un verbo. Se refiere solamente a una condición, la de estar cubierta. En contraste, la palabra velo (vs. 15) es un nombre sustantivo. Significa lo que debe cubrir la cabeza de la mujer (el cabello)." Según esto vemos que el versículo 15 es el único lugar en el, contexto de 1 de Corintios 11: 1-16 que nos señala qué es el cubrimiento de la mujer, y no es el velo sino su cabello largo.

Si Pablo se refiere a un velo de tela en el versículo 6, estaría indicando por el uso del verbo "cubre', la acción o condición de estar cubierta, pero en el versículo 15, por el uso del nombre sustantivo "velo',

expresa cuál es el cubrimiento que trasciende todas las exigencias culturales o normas de las diferentes sociedades. O' sea que Pablo identifica el cabello largo de la mujer como el artículo que literalmente, en todo tiempo sirve de velo y por ende expresa la sumisión de la mujer en todo momento. Cualquier cubrimiento secundario se entendería dentro de las normas sociales, pero lo que Dios le ha puesto a la mujer por naturaleza, trasciende como emblema de lo que la sociedad pudiera exigirle y lo que puede cambiar culturalmente con el paso del tiempo.

Notamos que Pablo dice: "Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso... “(vs.15). Esta frase indica claramente que al referirse al cabello de la mujer como velo, se refiere a cabello que se deja crecer. Si algo se deja crecer, no se corta. La palabra griega usada en 1 Corintios 11:15 para "cabello" es Komao, y según el Diccionario Expositorío de Palabra Neotestamentarias de Vines, quiere decir: "Komao- signiñca dejar el cabello crecer largo, vestir cabello largo, una gloria a la mujer, una deshonra al hombre (como enseñada por la naturaleza)

Y por ultimo; Observemos que Pablo no implantó el velo como parte de la doctrina cristiana, simplemente se refirió a él como la costumbre lo usaba. Concluye el Apóstol en 1 Corintios 11: 16”Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios”. Por lo general, los hombres tenemos la inclinación de convertir las costumbres en leyes, y en lo que tiene que ver con las Escrituras, las costumbres las convertimos en doctrinas, aunque estas enseñanzas no tengan que ver nada con nosotros hoy en día, ya que son costumbres de otro continente, de otro pueblo. Dios no instituyó el uso del velo en la iglesia. Desde tiempos remotos, las mujeres de aquellas regiones tenían la costumbre de usarlo. Dios no presentó el velo como señal única que distinguiera a las mujeres cristianas de las inconversas. Como objeto que identificara o separara, el velo no hubiera servido, pues no tan solo las cristianas sino toda mujer respetable lo usaban. Lo que todos usan no sirve como identificación peculiar para unos pocos. El velo no era prenda exclusiva de las mujeres cristianas sino parte esencial del vestuario de toda mujer de aquellas regiones.

Despojémonos por un momento de las preferencias personales y procuremos de encontrar en las mismas Escrituras cuál es la enseñanza en cuanto a este tema.

Si, amigo, más que una vida tradicional, Dios quiere de usted una vida llena de realidades que no estén basadas en simples costumbres sino en las realidades eternas que ya Dios ha establecido para nosotros. Tampoco las costumbres pueden ser de importancia doctrinal, como ya lo hemos hecho notar, y menos aún puede ejercer influencia en cuanto a nuestra salvación el hecho que las practiquemos. No son las costumbres que practicamos las que nos pueden salvar, sino, el glorioso nombre de nuestro Señor Jesús.

Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.