méndez_nuevos actores de la solidaridad

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 1 UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA Estudios con Reconocimiento de Validez Oficial por Decreto Presidencial Del 3 de abril de 1981 LOS NUEVOS ACTORES DE LA SOLIDARIDAD. U NA APROXIMACIÓN AL FENÓMENO SOCIAL DEL VOLUNTARIADO TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR EN CIENCIAS SOCIALES PRESENTA ANDRÉS MÉNDEZ SANDOVAL DIRECTOR: DR. RENÉ TORRES RUIZ LECTORES: DRA. HELENA VARELA GUINOT Y DRA. SILVIA BOLOS JACOB MÉXICO, D.F. 2011

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Estudios con Reconocimiento de Validez Oficial por Decreto Presidencial Del 3 de abril de 1981

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

LOS NUEVOS ACTORES DE LA SOLIDARIDAD. UNA APROXIMACIN ALFENMENO SOCIAL DEL VOLUNTARIADO

TESISQUE PARA OBTENER EL GRADO DE

DOCTOR EN CIENCIAS SOCIALES

PRESENTA

ANDRS MNDEZ SANDOVAL

DIRECTOR: DR. REN TORRES RUIZ LECTORES: DRA. HELENA VARELA GUINOT Y DRA. SILVIA BOLOS JACOB

MXICO, D.F.

20111

NDICE AGRADECIMIENTOS INTRODUCCIN 1. DELIMITACIN DEL OBJETO DE INVESTIGACIN 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIN 3. ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIN 5 6 6 12 16

CAPTULO 1. LA INSTITUCIONALIZACIN DEL VOLUNTARIADO: CONTEXTO HISTRICO Y VARIABLES 19 1. EL CASO DE LOS ESTADOS UNIDOS 2. EL CASO EUROPEO 4. CONSIDERACIN FINAL 19 24 36

3. POLTICAS Y LEGISLACIN EN EL PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIN DEL VOLUNTARIADO 30

CAPTULO 2. LA INSTITUCIONALIZACIN DEL VOLUNTARIADO EN MXICO: SITUACIN Y PROBLEMTICAS 37 1. CONSIDERACIONES PARA EL ANLISIS 2. DESCRIPCIN DEL VOLUNTARIO 3. ACCIN VOLUNTARIA Y PARTICIPACIN CIUDADANA 4. CONSIDERACIN FINAL CAPTULO 3. EL SENTIDO SOCIOCULTURAL DE LA SOLIDARIDAD 1. EL PROBLEMA DE LA UNIVERSALIDAD DE LAS PRCTICAS SOLIDARIAS 2. HISTORICIDAD DE LAS ACCIONES TICAS Y SOLIDARIAS 3. CONSIDERACIN FINAL CAPTULO 4. LA SOLIDARIDAD SOCIAL: TEORA Y ENFOQUES TERICOS 1. LOS PRIMEROS TERICOS 2. OTROS ENFOQUES TERICOS 3. CONSIDERACIN FINAL 37 40 50 58 60 60 68 76 77 77 83 892

CAPTULO 5. LA CONCEPTUALIZACIN DEL VOLUNTARIADO: INTERS Y SOLIDARIDAD 1. FUNDAMENTOS MORALES DEL VOLUNTARIADO 2. LAS DEFINICIONES SOBRE EL VOLUNTARIADO 3. CONSIDERACIN FINAL

90 90 98 110

CAPTULO 6. LA MERCANTILIZACIN DE LA SOLIDARIDAD SOCIAL: EL VOLUNTARIADO CORPORATIVO 111 1. EL VOLUNTARIADO COMO GESTIN DE RECURSOS 2. LA CORPORATIVIZACIN DEL SERVICIO VOLUNTARIO 3. CONSIDERACIN FINAL CAPTULO 7. LAS RELACIONES DE PODER EN EL VOLUNTARIADO 1. EL CONCEPTO DE CAMPO EN EL ANLISIS DEL VOLUNTARIADO 2. LA ESTRUCTURA DEL CAMPO DE LAS PRCTICAS VOLUNTARIAS 3. CONSIDERACIN FINAL CONCLUSIONES BIBLIOGRAFA 111 116 124 126 126 132 142 143 147

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Para A. y A.B.

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AGRADECIMIENTOS El siguiente documento plasma los resultados de un ejercicio de investigacin sobre el fenmeno social del voluntariado. Dado que esta construccin cientfica del objeto ha supuesto la objetivacin del sujeto objetivante; es decir, evidenciar nuestras posiciones y pasiones como investigadores, agradezco a quienes me han hecho observaciones y comentarios, fundamentalmente a: Luca Guaida, Jacqueline Butcher, Anabell Ramrez, Silvia Bolos, Helena Varela, Ren Torres, Joan Picas, y Juan Agull. Mi gratitud, tambin, al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa (CONACYT), por el apoyo otorgado a travs de la beca para los estudios de postgrado durante el periodo 2007-2009, en el programa de Doctorado del Departamento de Ciencias Sociales y Polticas de la Universidad Iberoamericana.

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INTRODUCCIN

1. DELIMITACIN DEL OBJETO DE INVESTIGACIN La investigacin parti de un hecho: el posicionamiento mundial del voluntariado. En efecto, en la ltima dcada ste ha cobrado singular importancia para las organizaciones del tercer sector, las instituciones pblicas, y las empresas privadas. Esto se explica en parte por el nmero de personas involucradas en actividades altruistas, y por el aporte que ello tiene en la dinamizacin de la economa. Algunos datos indican que tres de cada diez personas realizan tareas voluntarias a nivel mundial, siendo Noruega y Canad los pases que mantienen los ndices ms altos de voluntarios1. En el caso de Amrica Latina, un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) del ao 2004, seala que un aproximado de 1, 153, 162 voluntarios, son movilizados mensualmente por un total de 1, 517 organizaciones del continente 2. Por su parte, en el continente europeo, segn estimaciones del Eurobarmetro del 2007, tres de cada diez europeos se han involucrado en actividades voluntarias o altruistas 3 asociadas al uso del tiempo libre 4. Adems, se destaca el hecho de que para el 79% de los ciudadanos, 8 de cada 10, una de las cosas ms importantes en la vida, incluso ms que el mismo empleo, es el ayudar a otros o realizar trabajo voluntario (Eurobarmetro, 2007: 14-15, 34). Por otro lado, se estiman que en los pases desarrollados, las redes de organizaciones voluntarias contribuyen entre un 5% y 7% al PIB, en bienes y servicios, principalmente sociales. Por ejemplo, en los Estados Unidos en 1991 se calcul que el1

Informe de Gallup del Voluntariado en http://www.deres.org.uy/home/investigaciones-y-articulos.php2 3

Argentina

(pdf)

en

http://www.me.gov.ar/dnci/rbil_enlaces.htm) Segn Ramn Vargas-Machuca, en contextos intelectuales como el anglosajn, y en determinadas tradiciones contemporneas de las ciencias sociales, los trminos voluntariado y altruismo se toman como sinnimos (http://filosofiacadiz2.blogspot.com/2006/05/solidaridad.html) http://www.cafebabel.es/article/27595/ser-voluntario-europa-ayudar-gente-ong-altruismo.html

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51% de la poblacin adulta de ese entonces, ms o menos 94 millones, particip en actividades voluntarias, aportando ms de 20 mil 500 millones de horas de trabajo voluntario. Estas horas representaron cerca de 9 millones de puestos de trabajo a tiempo completo, y un aproximado de 176 mil millones de dlares5. En el Reino Unido se sugiere que hay ms de 350 mil organizaciones de voluntarios cuyo aporte econmico equivale a un 4% del PIB, y en Alemania, se advierte que a finales de la dcada de los 80, las organizaciones del sector sin nimo de lucro representaron el 4,3% del total del empleo retribuido, lo cual equivali alrededor del 2% del PIB (Rivas, 2002: 19-20). Por el contrario, en Amrica Latina y el Caribe, solo en algunas naciones las organizaciones del sector voluntario alcanzan poco ms del 1% del PIB, tal es el caso de Brasil, uno de los pases con mayores iniciativas en la materia, lo que indica que esta experiencia an no ha podido ser plenamente incentivada en la regin 6. Sin embargo, ms all de la importancia de las cifras, con el fin de indagar aquellos factores que estn ligados al boom del voluntariado, se emprendi este trabajo de investigacin que pretende aportar elementos crticos al conocimiento de este fenmeno. A pesar de su enorme popularidad, el voluntariado es una realidad social desconocida (Ruz, 2001: 37). As, el primer aspecto problemtico de la investigacin, fue la delimitacin del objeto. Como parte del protocolo de la misma, se inici una seleccin y revisin de la principal bibliografa sobre el tema, observndose que una de las dificultades para delimitar adecuadamente las lneas de investigacin es su amplia heterogeneidad.Otros datos arrojan que en los Estados Unidos en el 2009 hubo poco ms de 63 millones de personas involucradas en actividades voluntarias de ayuda a la comunidad, lo cual supuso aproximadamente 8 billones de horas de servicio equivalentes a 169 billones de dlares (Vase el documento Volunteering in America 2010: National, State, and City Information de la Corporation for National and Community Service). Cf. Bernardo Kliksberg, http://www.educoas.org/portal/es/tema/tinteres/temaint06.aspx?culture=es&navid=1; y adems, un estudio comparativo sobre el voluntariado realizado en Chile en 2003 http://www.chilevoluntario.cl/temas/alcala.html6 5

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En efecto, como constatan algunos autores, el voluntariado es un fenmeno organizacional y sociocultural complejo con fronteras extremadamente difusas debido a una amplia gama de actividades y campos de accin, as como de sectores y personas involucradas (Corrall, 1996: 104). Aunado a esto, resulta notable la parcialidad de mltiples investigaciones para posicionarlo como una verdadera panacea social. Instancias intergubernamentales, por ejemplo, la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico (OCDE), la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), insisten en diferentes documentos que las acciones voluntarias constituyen un enorme potencial para alcanzar los Objetivos del Milenio 7, as como mejores niveles de democracia y participacin ciudadana en todas las sociedades. De hecho, como algunos autores lo manifiestan, el voluntariado ha constituido casi desde sus inicios una estrategia para fomentar las polticas de cooperacin para el desarrollo (Picas, 2001). Asimismo, otros analistas en materia de juventud y desarrollo suponen que si el voluntariado se promueve en funcin del bono demogrfico mayor proporcin de poblacin joven en un determinado periodo de tiempo-, puede llegar a adquirir un peso significativo en las planeaciones nacionales que impulsan el crecimiento econmico y el desarrollo social (Acevedo & Smith, 2007: 30-31); por lo tanto, es indudable que ste debe constituir un eje central de las polticas pblicas de juventud, donde este sector de la poblacin no sea visto como beneficiario, sino como un actor estratgico para la prosperidad de las sociedades (Rodrguez, 2003: 17-19). A pesar de la relevancia que ello supone, el conocimiento sobre el voluntariado adolece por la falta de un marco terico y conceptual definido (Garca, 1994; Zurdo, 2003), al igual que el conjunto de los estudios sobre temas relacionados con la filantropa y el humanitarismo (Raich, 2004: 14). En las investigaciones sobre el voluntariado, es comn encontrar estudios afines al mbito administrativo, destacando su potencialidad como un recurso ptimo para la prestacin de servicios sociales; o bien, publicitar trabajos enfocados a la7

Documento electrnico Voluntariado para los Objetivos del Desarrollo del Milenio. El papel del programa VNU. Sitio web: http://glow.civiblog.org/V4D_UNV_Role_Spa.pdf

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promocin y la gestin de voluntarios. Segn las visiones ms exigentes, todo ello propicia que el conocimiento sobre el voluntariado tienda a estar sesgado ideolgicamente; es decir, que muestre un fuerte nfasis en su idealizacin moral o proyeccin gerencial y, por lo tanto, que genere dudas de su plena cientificidad (Zurdo, 2003: 21, 22, 27, 28, 92). En suma con lo anterior, algunos autores, atribuyen esta debilidad del conocimiento a determinadas inconsistencias metodolgicas que afectan los resultados de las investigaciones; por ejemplo, la obtencin de datos a travs de informes subjetivos, el tamao reducido y la homogeneidad de las muestras, la imprecisin de la definicin operativa, y la tendencia a centrarse en los voluntariados de corte socio-asistencial (Dvila, 2002: 13-15). El sesgo ideolgico o las imprecisiones conceptuales, no han interferido en el incremento constante de la literatura. Como consecuencia de la presencia de numerosas investigaciones que se han realizado sobre este fenmeno en los aos recientes, algunos autores e instituciones han propuesto ciertas clasificaciones sobre las mismas, con lo cual se busca sistematizar las tendencias del conocimiento en el asunto. Los investigadores espaoles Fernando Chacn y Mara Luisa Vecina sealan, desde una perspectiva de corte psicolgico, que los estudios sobre el voluntariado se han centrado en dos cuestiones fundamentales; por un lado, aquellos que han intentado conocer las razones o los motivos que impulsan a las personas a realizar estas acciones, y por otro, aquellos cuya preocupacin es indagar sobre los factores que influyen en el compromiso de permanencia de los voluntarios (Chacn & Vecina, 2002: 32). Por su parte, los investigadores ingleses E.G. Clary & M. Snyder, en una lnea ms general, identifican cuatro tipos de estudios en la materia: a) los que estn centrados en las estadsticas sobre las tendencias en los individuos para identificarse con la actividad voluntaria; b) los estudios no comparativos sobre la actividad de los voluntarios en organizaciones; c) los estudios comparativos entre grupos de9

voluntarios y grupos de no voluntarios; y d) aquellos estudios que comparan diferentes variables entre los voluntarios (Dvila, 2002: 12). A su vez la investigadora mexicana Mara G. Serna, con un acento ms sociolgico, considera que los estudios sobre el fenmeno se pueden agrupar en cuatro grandes bloques: a) aquellos que abordan el problema de la naturaleza del sector no lucrativo o sector voluntario y su relacin con el Estado; b) los que se enfocan a los tipos de servicios que proporciona dicho sector; c) aquellos que intentan determinar las caractersticas de los distintos tipos de voluntarios; y c) los que exploran los significados, las motivaciones y las razones para ser voluntario. Cabe destacar que para la autora no existen trabajos cualitativos rigurosos que expliquen las razones por las cuales las personas optan por ser voluntarios, ni tampoco aquellos otros que exploren la relacin entre las trayectorias de vida y la accin voluntaria (Serna, 2008: 104). El European Volunteer Centre (EVC) public en 2007, un estudio para evaluar el estado que guarda la investigacin del voluntariado en Europa. Se le puede considerar un documento de primer orden para constatar el grado de avance en la indagacin sobre este fenmeno en aquella regin. La investigacin es de carcter descriptivo y est limitada nicamente a 196 documentos, los cuales se han supuesto como los ms importantes de cada pas. Para el anlisis de la bibliografa, el EVC agrup los estudios en 10 categoras de clasificacin, siendo la categora Panorama sobre el voluntariado/datos y cifras sobre el voluntariado, la que se ubica en el primer lugar con 79 obras. Por el contrario, la categora con menos ttulos, un total de 11, es la denominada Voluntariado de empleados/Responsabilidad Social Corporativa 8. La revisin inicial de la literatura sobre el voluntariado, me gener diversas reflexiones y cuestionamientos. Una de las ms importantes, fue la formulacin de una

El total de categoras son: a) Datos y cifras sobre el voluntariado (79 ttulos); b) Rgimen jurdico del voluntariado (17 ttulos); c) polticas pblicas obre el voluntariado (24 ttulos); d) Gestin del voluntariado (21 ttulos); e) Medicin del voluntariado (29 ttulos); f) Infraestructura del voluntariado (24 ttulos); g) Funciones del voluntariado (28 ttulos); h) Voluntariado de sectores especficos (28 ttulos); i) Voluntariado corporativo (12 ttulos); j) Otros (11 ttulos).

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serie de presupuestos que, a mi modo de ver, debilitan el conocimiento que se tiene de l. Un primer bloque de estos presupuestos lo constituyen las ideas acerca de que la gratuidad, la solidaridad, el desinters o la preocupacin por el otro, son constantes afectivas que experimentan los voluntarios. Esto quiere decir que existe la idea de un desprendimiento de algo que le es propio a la persona, sin importarle nada ms que la ayuda al prjimo. Sin embargo, contrario al sentido comn, cierta reflexin filosfica y cierto anlisis sociolgico, indican que esto no es del todo verdadero; de hecho, en trminos generales, la accin desinteresada se plantea como un serio problema tanto en la filosofa como en las ciencias sociales. En el caso del voluntariado, varios autores advierten que esta conducta podra estar motivada por la satisfaccin personal, lo cual implicara una especie de narcisismo social o neonarcisismo (Garca, 1994: 43; Lipovetsky, 2003: 25-30), que en el fondo indica la idealizacin de un estilo de vida tendiente a la autorrealizacin (Bjar, 2001: 47-48) o a la satisfaccin vital, sobre todo en jvenes (Dvila, 2002: 26), aspectos especficamente caractersticos de la segunda modernidad (Corcuff, 2010: 11-12). Entonces, en ltima instancia, cabe preguntar: es el voluntariado una accin social esencialmente desinteresada?, realmente se superpone a cualquier inters personal que no sea la ayuda al otro?, o en qu sentido cabe concebir el trmino de desinters en las acciones sociales? Un segundo conjunto de prenociones se pueden agrupar en torno a la idea que considera que el voluntariado crea una sociedad estable y cohesiva (Garca, 2002: 155; Butcher, 2008: 32). Estas percepciones colocan al voluntariado como un medio de distencin en las sociedades capitalistas avanzadas, y como una fuente de virtudes que favorecen la cohesin social al crear lazos de confianza entre las personas; tal posicin llevada a sus ltimas consecuencias, prescinde finalmente de la realizacin de la justicia poltica como obligacin del Estado, y postula la solidaridad privada como el modelo de justicia adecuado al dinamismo del mercado. Por eso, no es ocioso preguntarse, cmo es posible que el voluntariado pueda fomentar estabilidad y justicia en aquellas sociedades cuyos indicadores muestran que sus ciudadanos

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mantienen altos ndices de desigualdad?, o en qu modo es posible la fraternidad sin las condiciones sociales de igualdad y justicia universales garantizadas por el Estado? Un tercer conjunto de presupuestos yace en la conviccin de la relacin bienintencionada del voluntariado con las instancias gubernamentales y las polticas sociales (Garca, 1994: 48, 57, 58, 69); y derivado de ello, del beneficio que supone para la construccin de ciudadana. Esta prenocin parte de la conviccin acerca que el voluntariado puede ayudar a los gobiernos a efectuar programas y polticas pblicas ms enfocadas, eficientes, participativas y transparentes (Butcher, 2008: 31); o tambin que el voluntariado agrega valor a los servicios ofrecidos por el gobierno (Ibdem, p. 32). Sin embargo, la interrogante, ahora, se encuentra con relacin a la cooptacin de los actores sociales por parte del poder del Estado: no suceder que el voluntariado se convierta en instrumento de clientelismo electoral y manipulacin poltica, sobre todo en sociedades cuya ciudadana registra niveles de informacin, educacin y participacin deficientes?, o es posible que la burocratizacin y mercantilizacin de la solidaridad en sistemas democrticos dbiles posibiliten la constitucin de autnticos ciudadanos?

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIN Paralelamente, y con fundamento en la revisin de las cifras y la familiarizacin con la literatura especializada en el tema, se fue concibiendo que el inters de la tesis radicaba en acercarse a este fenmeno social desde tres ejes analticos: 1) el proceso de su consolidacin institucional; 2) la configuracin conceptual de su definicin; y 3) la consistencia de las relaciones de poder. Con base en ello, se trabaj en el diseo de los objetivos, las preguntas y las hiptesis de investigacin. El objetivo general de la investigacin se centr en el esclarecimiento de la constitucin del voluntariado como fenmeno institucional de las sociedades tardomodernas. Para ello, se advirti que el voluntariado es un fenmeno social complejo y heterogneo que ha adquirido relevancia a nivel global en el conjunto del tercer sector desde fines del siglo XX, pero cuyas problemticas, esencialmente12

tericas, no han sido suficientemente analizadas. Las ms importantes giran en torno a: 1) la consistencia de las formas de dominacin entre los agentes; 2) la manera en que este tipo de prcticas ejemplares al cobrar un carcter sistemtico y planificado, propician dinamismos peculiares que se insertan en los procesos de institucionalizacin y divisin social del trabajo; 3) el papel que juegan las mismas en la instrumentalizacin de las polticas sociales y de asistencia del Estado; y 4) la relacin entre la accin voluntaria y el proceso de subjetivacin poltica . Uno de los obstculos para delimitar los objetivos, fue que estas problemticas abran otras tantas, especficamente, relacionadas con los factores acerca de: 1) la ubicacin de los procesos claves que han permitido el desarrollo internacional del voluntariado a fines del siglo XX y principios del siglo XXI; 2) la delimitacin del voluntariado como una forma de colaboracin social propia de las sociedades postindustriales; 3) la precisin de la definicin de voluntariado, considerando los planos agencial e institucional, as como la nocin de inters; 4) el carcter de la relacin entre participacin voluntaria y la participacin ciudadana; y 5) el anlisis de las relaciones de poder, as como la estructura de dominacin en las prcticas de voluntariado. Todo ello, me llev a plantear cuatro tipos de objetivos particulares que pudieran abarcar, de algn modo, el conjunto de estos incisos: 1. Precisar el contexto socio-histrico que favorece la institucionalizacin del voluntariado. 2. Determinar las caractersticas de este proceso de institucionalizacin del voluntario en el caso de Mxico. 3. Proponer un concepto de voluntariado que permita abordar las relaciones de poder en estas actividades. 4. Analizar la manera en que las relaciones de poder se hacen presente en las actividades voluntarias. En concordancia con estos objetivos, se disearon las preguntas de investigacin. Un aspecto que debe ser mencionado es que, en ltima instancia, las13

interrogantes se dirigen hacia los factores explicativos, objetivos y subjetivos, del involucramiento de los individuos en acciones altruistas. En general, como lo advierte la sociloga espaola Helena Bjar, existen mltiples incgnitas referidas a la filantropa que giran en torno a la naturaleza y los motivos personales de la ayuda que se brinda a un extrao (Bjar, 2001: 13), pero lo mismo cabe sealarse de los elementos estructurales de ella: es solo una accin que se fomenta socialmente mediante instituciones privadas y estadales; o ms bien, es una accin sostenida en la autodeterminacin de las personas, debida a razones que van de lo religioso, por ejemplo, el sentimiento de compasin, hasta lo psicolgico, por ejemplo, la energa de pulsin? As, en el caso de esta tesis, las preguntas orientadoras de la investigacin se disearon omitiendo lo psicolgico y religioso, para centrarse en las dimensiones ideolgico-culturales y poltico-econmicas del voluntariado. En consecuencia, las interrogantes fueron: 1) Qu factores socioculturales, polticos o econmicos han determinado en la actualidad el auge internacional y el posicionamiento social de las prcticas voluntarias? 2) Cul es el sentido ltimo que adquieren las actividades a favor de otros en diferentes contextos histrico-culturales? 3) Cmo es posible definir si las acciones voluntarias emergen de la autonoma de los sujetos; o bien, si estn dispuestas por un sistema normativo que sanciona y regula las obligaciones y las satisfacciones entre los miembros de una sociedad? 4) De qu manera las relaciones de poder permean las acciones solidarias? Para responder a estas cuestiones, los principales mtodos de investigacin han sido el anlisis terico, el anlisis documental y el anlisis de las fuentes existentes, tales como investigaciones cualitativas y estudios estadsticos sobre el tema, o afines al mismo. Tambin he empleado el anlisis de los discursos testimoniales y las entrevistas a voluntarios, recabados en diferentes publicaciones y sitios de internet,14

tanto de forma escrita como videogrfica, y as mismo he revisado y analizado los diversos materiales y documentos de evaluacin y de sistematizacin de la experiencia de servicio voluntario, elaborados por los voluntarios y los beneficiarios de una institucin de asistencia privada. Debo sealar que la preocupacin ms importante en la presente tesis, no ha sido el carcter emprico de la informacin sobre las acciones voluntarias, sino la indagacin terico-conceptual del conocimiento acerca de los vnculos solidarios. El valor o la crtica a los resultados de la investigacin, no pretendo que se dirijan hacia lo que dicen u omiten acerca del voluntariado, en trminos fcticos o positivos, sino ms bien, en la estricta pertinencia de los argumentos que alimentan el debate sobre la accin de los agentes en el dinamismo de la convivencia, o dicho, especficamente, con respecto a las formas de ayuda social. En congruencia con lo anterior, se establecieron 4 hiptesis de trabajo: 1. La emergencia y consolidacin del voluntariado, est relacionada con una serie de factores concatenados entre s, relativos a las transformaciones que han experimentado, a partir de la segunda mitad del siglo XX, el Estado, el mercado y la sociedad civil. Ello ha contribuido a la institucionalizacin de las actividades voluntarias; es decir, a un proceso de constitucin de polticas pblicas y disposiciones jurdicas para regular y orientar el trabajo altruista de estructuras organizativas ciudadanas que actan en el espacio pblico a favor de diversos modos de ayuda social. 2. El proceso de institucionalizacin del voluntariado vara con conforme a las distintas realidades nacionales. En el caso de Mxico, ste permanece an opacado y dbil en comparacin con otros procesos de la sociedad civil. A pesar del alto nmero de voluntarios, no existen datos que evidencien la consolidacin de este proceso, tales como polticas pblicas y leyes especficas en la materia, as como el sentido de participacin ciudadana entre los voluntarios. Ms an, el voluntariado sigue anclado a una cultura poltica clientelar, y a una ideologa ligada a valores religiosos.

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3. Las sociedades occidentales son la matriz del proceso de institucionalizacin del voluntariado; por lo tanto, las acciones voluntarias solo pueden conceptualizare en el horizonte sociocultural de la modernidad. En la medida en que la voluntad y la autonoma son expresiones de un sujeto racional, la posibilidad de concebir al voluntariado fuera de este marco, resulta forzado. Por otro lado, la estructura social que sostiene a este horizonte, nicamente permite considerar la existencia de una moral colectiva a travs de canales disciplinarios que superen la imposicin normativa de una autoridad de tipo carismtico, particularmente propia de las sociedades preindustriales, en funcin de otras, fundamentalmente de aquellas que formulan una obligacin interna de carcter personal. En el caso del horizonte postmoderno, este imperativo categrico es desplazado por la conviccin de la autenticidad y el sentido de la autorrealizacin; en consecuencia, el goce narcisista tiende a disfrazarse como inters por el desvalido. 4. El proceso de institucionalizacin del voluntariado, ha sido absorbido por el proceso global de corporativizacin y mercantilizacin de la sociedad. Una forma en la que esto se manifiesta, es en el modo en que se reclutan los voluntarios a travs de una especie de bolsa de empleo que sirve de medio para seleccionar el perfil de los interesados, y en el fondo expresa la lgica de la regulacin de la oferta y la demanda en las actividades solidarias. El argumento de fondo seala que el servicio voluntario es capaz de tener mayor consistencia, y efectos positivos en los beneficiarios, si se desenvuelve en la lgica administrativa o gerencial de una organizacin de tipo mercantil. Este proceso de mercantilizacin y corporativizacin ha facilitado la consolidacin del sector sin fines de lucro, pero al mismo tiempo ha introducido relaciones de poder novedosas en este tipo de prcticas y organizaciones.

3. ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIN En trminos generales, considerando el planteamiento de la investigacin, esta tesis se ha estructurado en siete captulos.16

Los dos primeros se refieren al proceso institucional del voluntariado, considerando los factores de su surgimiento y el modo en que se cristaliza en realidades especficas. De esta forma, en el primer captulo se revisan las condiciones que permiten la emergencia del voluntariado como institucin, las cuales se delimitan al contexto norteamericano de la postguerra, y al auge y crisis del Estado de Bienestar en Europa Occidental en este mismo periodo. Adems, como parte de este proceso de institucionalizacin, se explicitan diferentes marcos legales que tienen por objeto su regulacin y fomento, y que constituyen parte de las polticas pblicas en la materia. En el segundo captulo, se busca comprender este proceso en una realidad especfica como la mexicana. Para ello se describe la situacin del voluntariado en el pas, a partir de los resultados arrojados por la Encuesta Nacional de Voluntariado y Accin Solidaria del 2005. Dado que en dicho estudio se pretende asociar el voluntariado con la participacin ciudadana, esto se aprovecha para plantear en qu medida el voluntariado favorece la construccin de ciudadana, como una de las variables de su proceso de institucionalizacin. Los captulos 3, 4 y 5, buscan comprender los claroscuros del problema de la definicin del voluntariado para brindar un soporte terico-conceptual a este proceso de institucionalizacin. El concepto, centrado en la naturaleza moral de la accin, usualmente indica el carcter de donacin, la prestacin de un servicio desinteresado sin recompensa o remuneracin; sin embargo, dada la laxitud que implica partir de tal supuesto, se hace necesario establecer las lneas directrices que definan adecuadamente a este fenmeno. En primer lugar se propone un marco de sentido que precise el contenido de la solidaridad desde una perspectiva histrico-cultural (Captulo 3), y en segundo lugar se busca configurar los principios cientficos del voluntariado, recurriendo a la teora sociolgica (Captulo 4). Finalmente, se presenta un panorama que incluye la diversidad de trminos que se han ensayado sobre el voluntariado, as como la reflexin sobre la necesidad de una definicin que distinga entre el nivel subjetivo y el institucional, para luego fijar una definicin del mismo desde la nocin de inters que pueda ser utilizada en el anlisis de las relaciones de poder en este tipo de prcticas (Captulo 5).17

Finalmente, en los captulos 6 y 7, se sondean las posibilidades de un anlisis del voluntariado centrado en las relaciones de poder a travs de la nocin de campo, permitida gracias a la definicin emprendida en el captulo 5. Se plantea de qu manera pueden buscarse los sustentos de stas en un tipo de prcticas que se asumen como ajenas a todo tipo de coerciones e intereses, fundamentalmente econmicos. En una primera cuestin se presenta la consistencia del voluntariado corporativo como un ejemplo fehaciente de la manera en que los intereses mercantiles se incrustan en estas actividades (Captulo 6). En un segundo punto se pretende concebir al voluntariado como una especie de campo de poder, teniendo en cuenta los alcances y lmites de este concepto, pero buscando captar la lgica que ste implica, aplicndolo como un recurso terico para la comprensin de las relaciones solidarias (Captulo 7).

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CAPTULO 1 LA INSTITUCIONALIZACIN DEL VOLUNTARIADO: CONTEXTO HISTRICO Y VARIBALES

El presente captulo se divide en tres incisos. En los dos primeros se ubica la emergencia histrico-geogrfica del voluntariado, como fenmeno organizativo de las sociedades modernas. En este sentido, se atiende a la premisa que seala que la conformacin institucional del voluntariado tiene sus antecedentes desde mediados del siglo XIX en las sociedades norteamericana y euroccidentales, y que se consolida en los ltimos cuatro lustros del siglo XX. En el tercer inciso se muestran dos variables de este proceso, ejemplificadas en algunas polticas pblicas y marcos jurdicos del voluntariado.

1. EL CASO DE LOS ESTADOS UNIDOS Desde sus orgenes como nacin, en los Estados Unidos el voluntariado ha estado estrechamente ligado a la experiencia asociativa (Tocqueville, 2003: 291-292), as como a los valores tradicionales, sostenidos en el protestantismo y la tica puritana (Lemon, 2003). Precisamente, en este contexto aparecen dos instituciones, an vigentes, que son referentes histricos del voluntariado en este pas. En 1846, la Smithsonian Institution (http://www.si.edu/), y en 1851, las primeras asociaciones del Movimiento de Alianza Mundial de Asociaciones Cristianas de Jvenes (YMCA http://www.ymca.int/) en Boston. La primera, de carcter civil, conformada gracias a la donacin de los bienes del cientfico ingls James Smithson, se propuso la promocin de la cultura y la ciencia; el segundo, fundado en Londres en 1844, en el seno de la iglesia protestante por el ciudadano George Williams, desempe un papel clave en la asistencia social, ayudando a los emigrantes europeos a incorporarse a la novel sociedad estadounidense.

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En la poca de los aos treinta del siglo XX, conocida como la Gran Depresin, se concibieron programas estatales para contrarrestar el desempleo que segn algunos historiadores llegaba a 8 millones de personas, afectando a una familia de cada seis (Adams, 1999: 301)-, con marcada inspiracin en estos valores tradicionales, como el Works Progress Administration y el proyecto Civilian Conservation Corps (Jusidman, 1996: 33). Estos programas tenan el objetivo de proporcionar ingresos mnimos a hombres jvenes en la realizacin de trabajos tiles para la nacin, como la reforestacin o el cuidado del medio ambiente; sin embargo, con el paso del tiempo, se derivaron de ellos verdaderos programas de servicio voluntario. En consecuencia, cabe establecer una incipiente relacin entre las estrategias de asistencia pblica del gobierno y los procesos de conformacin de organizaciones de voluntariado. Durante el periodo de la postguerra, a diferencia de los Estados Benefactores europeos, en los Estados Unidos se comienza a institucionalizar la separacin entre las intervenciones sociales y las econmicas, entre sistemas privados y pblicos de bienestar, y entre seguridad social para los trabajadores y programas de asistencia y pobreza para la poblacin de bajos ingresos, marginal al mercado de trabajo (Ibdem, p. 36). Esto generar los elementos que constituirn las bases para impulsar al voluntariado como agencia privada no lucrativa, que formar parte de las organizaciones que prestan servicios sociales en el sistema de bienestar social estadounidense, y al mismo tiempo, como mecanismo de intervencin social de las instancias gubernamentales. En los aos sesenta y setenta, se plantea la estrategia de lucha contra la pobreza mediante la actividad voluntaria de los ciudadanos a travs de organizaciones respaldadas por el Estado. As, el presidente demcrata Lyndon B. Johnson en 1964 estableci un programa de vivienda y servicios mdicos para los pobres. Tambin cre la Oficina de Oportunidades Econmicas (OEO) mediante la cual se pretenda atacar las causas de la pobreza y aliviar sus sntomas. Esta Oficina reviste singular importancia para el caso de las actividades voluntarias, en la medida en que a partir de ella, se originan nuevas organizaciones llamadas de Accin Comunitaria, en las que se busca la participacin voluntaria de los mismos pobres en la solucin de las problemticas que20

padecen, como miembros activos de la comunidad. Estas organizaciones de Accin Comunitaria estaban administradas a nivel local por agencias pblicas o privadas sin fines de lucro, y financiadas con fondos federales. Para 1967, existan ms de mil agencias locales independientes. Con sus xitos y fracasos, la OEO desapareci en 1974, dejando ciertas bases a partir de las cuales se desarrollaran liderazgos locales (Ibdem, pp. 36-40; 118-121). De la misma manera que la OEO se cre a partir del Acta de Oportunidad Econmica, y estructur el Programa de Accin Comunitaria, el Programa de Desarrollo de la Comunidad, fundamentalmente dirigido para atacar la pobreza en los barrios negros, naci en 1964 del Acta de Derechos Civiles que reconoca los derechos polticos a la poblacin afroamericana. Este programa era muy parecido al de Accin Comunitaria, en cuanto que buscaba involucrar a la poblacin en el desarrollo de proyectos para el mejoramiento de la comunidad, fortaleciendo la organizacin de redes locales voluntarias, y adems, tambin constituy una causa de la emergencia de diversos liderazgos locales (Ibdem, pp.40-41). Ambos programas fueron cancelados pocos aos despus de su creacin con el argumento de que funcionaban ms como instancias de politizacin que de asistencia, y por lo mismo, carecan de personal suficientemente apto para planificar y coordinar este tipo de acciones, y tambin para demostrar los resultados de las mismas. As, en las dos administraciones del republicano Richard Nixon diversos programas de asistencia pblica y contra la pobreza se vieron suspendidos o reducidos; sin embargo, esto no signific que desapareciera el sentido mismo de la asociacin cvica y del trabajo voluntario para contribuir al bienestar de la nacin. Ms an, los sucesivos gobiernos republicanos fomentaron diversas actividades para el logro de tales fines, con lo cual tambin se busc descargar al Estado de las obligaciones sociales, abrindose el debate sobre el papel del Estado y la poltica social. En este contexto, la importancia del voluntariado, como elemento de la asistencia pblica y los servicios sociales en los Estados Unidos, creci a partir del gobierno de Ronald Reagan (1981-1989). Ciertos investigadores sealan que si el voluntariado ha cobrado relevancia a nivel mundial en la poca actual, ha sido gracias21

al nuevo ciclo conservador (Zurdo, 2003: 30; Casey, 1993), entendido en el plano de la poltica econmica como reduccin del Estado y apertura del mercado, y en el plano ideolgico-cultural como redefinicin del individualismo, cuyos orgenes se sitan en los Estados Unidos en la dcada de los ochentas 9. Cabe destacar que en las tesis conservadoras y de la nueva derecha, entre las que se encuentran las de Charles Murray, las cuales sirvieron como justificacin al gobierno de Reagan para atacar las polticas sociales, se parte de dos crticas al Estado de Bienestar. Por un lado, las de orden financiero que, en trminos generales, sealan que solo es posible sustentar el gasto social a costa de la carga impositiva, con lo cual se desalienta la inversin; por otro lado, las de orden moral, que sostienen que las polticas sociales son fermento de la degradacin de los valores tradicionales de la sociedad norteamericana. Ms an, esta perspectiva acusa al Estado de Bienestar como el responsable de la destruccin de las redes solidarias familiares, comunitarias y de grupo, en la medida en que traslada la responsabilidad del ciudadano por el cuidado del otro a las instituciones pblicas, en lugar de fortalecer el compromiso personal de los individuos con sus semejantes para afrontar esas problemticas (Jusidman, 1996: 127-159). Precisamente, con relacin a lo anterior, se puede constatar que el voluntariado constituy en las administraciones republicanas de Ronald Reagan, Georges Bush, y Georges W. Bush, parte de su plan programtico para devolver el gobierno al pueblo, y al mismo tiempo reducir y privatizar los programas de proteccin social. En el caso de G.W. Bush, durante su mandato fueron notorios los

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Es prudente mencionar que el tono neoconservador de las organizaciones voluntarias en otras latitudes, parece variar un poco. Si bien es cierto que el carcter de las organizaciones voluntarias puede describirse como neoconservador en los Estados Unidos, y tambin en Inglaterra, existen otros significados en lo que toca a la parte de Europa Oriental y, sobre todo, Amrica Latina. En estas geografas, especialmente en esta ltima, debido a los procesos histricos que se dieron desde fines de la dcada de los ochenta para posibilitar la apertura democrtica de los sistemas autoritarios y dictatoriales, y luego a fines de la dcada de los noventa en la resistencia y crtica a las polticas neoliberales, las organizaciones voluntarias identificadas como parte de la sociedad civil, mantuvieron en principio una imagen progresista (Tapia, 2007); sin embargo, el conjunto de ellas se han venido transformando en una figura ambigua sin identidad ideolgica clara, y ms an, dependiente de las lneas de trabajo marcadas por las grandes fundaciones y donantes internacionales (Eade, 2002).

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esfuerzos por impulsar este tipo de servicio, al pedir a los ciudadanos norteamericanos donar un mnimo de 4000 horas o, por lo menos, dos aos de trabajo voluntario en sus comunidades, y con esa misma efervescencia, crear en el ao 2002 el Cuerpo de Libertad de Estados Unidos, cuya finalidad es enviar voluntarios a organizaciones de beneficencia en todo el mundo, as como a programas de servicio nacional 10. Sin embargo, no solo las polticas republicanas se inspiraron en estos supuestos; la ideologa conservadora, tambin trasmin hacia los gobiernos demcratas. En la administracin de Clinton, con la creacin en 1994 de la Non-Profit Liaison Network, el voluntariado jug un papel importante en la misma lnea de atenuar la responsabilidad social del Estado (Rivas, 2002: 24-27). Y en lo que toca al actual mandatario de ese pas, Barack Obama, tambin del Partido Demcrata, desde su campaa presidencial ha mantenido la conviccin de fortalecer e impulsar las actividades voluntarias y comunitarias para hacer frente a algunas de las necesidades ms apremiantes. En este sentido, diversos medios informativos hacen un recuento ilustrativo de este tipo de actividades emprendidas en la administracin vigente 11. Hoy en da, el voluntariado constituye la actividad asociativa ms importante en los Estados Unidos, con alrededor de 1,4 millones de organizaciones, cuyos activos se contabilizan en ms de 500.000 millones de dlares (Rivas, 2002: 19). Si se tiene en cuenta que las actividades asociativas han sufrido un descenso sostenido en las ltimas tres dcadas (Giddens, 2009: 637), no es extrao que especialistas, funcionarios y ciudadanos en general, enfaticen la necesidad de fortalecer la sociedad civil, a travs de la educacin cvica, el servicio nacional, y principalmente el voluntariado (Galston, 2002: 279). En el caso de las actividades voluntarias, es interesante que stas hayan experimentado un crecimiento de seis a ocho veces desde fines del siglo XX, sobre todo entre la poblacin jubilada y los estudiantes universitarios. Lo ms significativo es que la poblacin joven involucrada en el voluntariado, considera que ste es un medio10

http://www.america.gov/st/washfile-spanish/2007/March/20070301185621fl0.2642938.html http://www.terra.com.pr/noticias/articulo/html/act1318824.htm

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alternativo para la participacin cvica, respecto a un sistema poltico que aseguran que los margina (Ibdem, p. 292-293).

2. EL CASO EUROPEO En otro entorno geopoltico; es decir, en el caso de Europa Occidental, existe la tendencia de fijar los orgenes del voluntariado en el Medioevo. En efecto, si el voluntariado se identifica como una prctica de asistencia social; entonces, para algunos investigadores resulta ms que evidente que sus races se encuentran el perodo medieval. Sin embargo, algunos otros sealan que, estrictamente hablando, no se pueden confundir o hacer equivalentes las formas modernas de voluntariado con las formas antiguas de beneficencia, ayuda o asistencia, ni siquiera con aquellas de los siglos XVIII o XIX (Zurdo, 2003: 67). Los factores reales de la emergencia del voluntariado en Europa se encuentran en el periodo de postguerra, y especialmente en la crisis del Estado de Bienestar, que lo posicion como generador de perspectivas novedosas en las polticas pblicas y la participacin ciudadana, y al mismo tiempo le adjudic una especie de bisagra y canal de interlocucin entre el sector mercantil y el sector estatal (Alonso, s/f; Aldell, 1996; Donati, 1997; Izquieta, Callejo & Prieto, 2008: 116-118; Salamon, 2001: 20-22). Efectivamente, por un lado, el acontecimiento decisivo para el desarrollo del voluntariado en el Viejo Continente, fue la segunda guerra mundial. Con una probada participacin del trabajo voluntario en la reconstruccin europea, en 1948 la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) convoc a la Primera Conferencia de Organizadores de Campamentos Internacionales de Trabajo Voluntario, de la cual surgi el Comit Coordinador del Servicio Voluntario Internacional (Gillette, 2001: 22-23). Por otro lado, con los cambios ocurridos en el modelo de Estado de Bienestar a partir de los aos ochenta, y la aparicin de nuevos problemas y actores sociales, el voluntariado, tal y como se concibe hoy en da, se convirti en un fenmeno complejo y diverso. Como apunta el socilogo francs Gilles Lipovetsky:24

En la dcada de 1980 se ha operado un giro: la crisis del Estadoprovidencia, la valorizacin de la sociedad civil, y la aparicin de la gran pobreza han desencadenado un proceso de dignificacin de la actividad voluntaria La incapacidad de las polticas pblicas para hacer frente a los problemas de la gran pobreza ha mostrado la necesidad de una cooperacin entre niveles pblicos y privados, ha retrocedido la idea de que la solidaridad era slo competencia del Estado. En el contexto de la sociedad dual, el voluntariado ha podido afirmarse como una nueva exigencia de la sociedad (Lipovetsky, 2008: 143).

De la misma manera, en trminos generales, y en consonancia con la lnea del autor antes citado, los investigadores sociales Vicente Marbn y Gregorio Rodrguez afirman la confluencia de tres variables en el surgimiento del voluntariado europeo:El voluntariado forma parte, en su actual dinmica, de tres procesos coincidentes relativamente en el tiempo: la reconstitucin de la sociedad civil, la reestructuracin del Estado de Bienestar y la remercantilizacin de la actividad econmica. Es decir, el voluntariado es una manifestacin ambivalente y compleja de nuevas formas de participacin cvica, del retroceso y/o contencin del Estado de Bienestar y de cambios en el mercado de trabajo y en la estructura de los tiempos sociales (Marbn y Rodrguez, 2001: 49). Nota: Las negritas son nuestras.

En este contexto de emergencia del voluntariado, se pueden ubicar tres rasgos significativos para su consolidacin: 1) el inters por crear polticas de voluntariado, 2) la preocupacin por su regulacin jurdica, y 3) la insistencia de la profesionalizacin de sus estructuras organizativas. En conjunto, esto constituye las variables centrales del proceso de institucionalizacin del voluntariado. En las observaciones del jurista espaol Antonio Madrid, la institucionalizacin del voluntariado responde a una necesidad del aparato estatal para cubrir la atencin a mltiples demandas sociales. As lo expresa el autor:La institucionalizacin contempornea del voluntariado se sita en el contexto de la crisis y reordenacin del estado asistencial. El voluntariado se ha convertido en el paradigma oficial de la participacin social responsable y solidaria. La aparicin de las leyes de voluntariado ha coincidido en el tiempo con la reconfiguracin del estado asistencial. Tanto el discurso sobre el voluntariado como el discurso acerca de la necesidad de aligerar las cargas del estado asistencial han hecho un uso recurrente de tres principios de organizacin social: el de solidaridad, el 25

de responsabilidad y el de participacin (Madrid, 2001: 63). Nota: Las negritas son nuestras.

Con base en lo anterior, afirmo que uno de los aspectos fundamentales de esta dignificacin de la actividad voluntaria recae en la relacin utilitarista por medio de la cual se favorece a un Estado que se encuentra inmerso en un proceso de adelgazamiento. En este sentido, es posible advertir que ya desde mediados del siglo XX, a partir del periodo de postguerra, el voluntariado constituy una va estratgica en el diseo de las polticas sociales en Europa Occidental, lo mismo que en los Estados Unidos (Ascoli, 1987: 129, 130, 132, 134-135). Sin embargo, al entrar en debacle el modelo del Estado Benefactor con la crisis energtica mundial de 1973, y posteriormente con la de 1979, acontecimientos que dieron pie a la ruptura del modelo econmico occidental en turno (Montas, Villasante & Alberich, 1996: 13), se argument que la vulnerabilidad de ste obedeca bsicamente a la sobredimensin del sector pblico, y por lo tanto, era necesaria una reestructuracin del mismo. Algunas vas para llevar a cabo estas medidas fueron la introduccin de mecanismos de decisin y gestin venidos del mercado, y la transferencia de servicios propios del Estado hacia el sector privado (Prez, 2005: 24-25). Fue aqu, precisamente, en donde el voluntariado constituy un papel clave en este proceso privatizador de las polticas sociales (Ascoli, 1987; Montas, Villasante & Alberich, 1996 ; Adell, 1996; Donati, 1997; Young, 2000; Garca, 2001; Picas, 2006; Stiefken, 2008). En trminos generales, sostengo que este declive de un modelo de Estado que pretenda construir niveles de bienestar aceptables para la mayora de la poblacin dentro de las estructuras del capitalismo, se convirti en el trampoln para un nuevo tipo de polticas basadas en la idea de solidaridad, impulsadas tanto por actores pblicos como privados, que han sustentado los principios de una accin focalizada y gerencial en el discurso de la corresponsabilidad y la participacin de la sociedad civil.

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En efecto, el Estado Benefactor se erigi como el referente de la justicia social en las relaciones capitalistas, mediante el desarrollo de las polticas pblicas que pretendan garantizar un nivel suficiente de bienestar para la poblacin, a travs de un crecimiento econmico autosostenido, con el objeto de regular la cohesin social y poltica (Prez, 2005: 14). Si en cualquiera de sus tipos12, el Estado de Bienestar ya evidenciaba la dificultad de realizar una justicia social universal, su reestructuracin implic prcticamente la capitulacin de sus propsitos, porque puso al descubierto la segmentacin de la ayuda social y la remercantilizacin de los derechos sociales:En definitiva, encontramos una reduccin de la intensidad protectora, una asistencializacin de los servicios y prestaciones, y por ltimo, un endurecimiento de las condiciones exigidas a travs de pruebas de medios para el acceso a los servicios y prestaciones. La percepcin de stos ltimos, toma cada vez menos la forma de un derecho reconocido (producto de una solidaridad institucionalizada), para plantearse cada vez ms como la concesin de una gracia (vinculacin que se fortalece cuando es una organizacin no lucrativa quien ofrece estos servicios, al dominar su proyeccin moral) (Zurdo, 2003: 88).

De esta forma, se paso a otro diseo de la proteccin social en donde sobresalen las nuevas interacciones e interdependencias entre el Estado y la sociedad, ya que de un nico y principal actor (el Estado), asistimos a la emergencia de mltiples y complejos actores de la proteccin social (Ibdem, p. 110); y de la misma manera, de modalidades de realizacin por va institucional se ha pasado a nuevas modalidades basadas en la construccin de redes formales-informales, con la participacin de

Es prudente precisar que existen determinadas especificidades en los modos de ser del Estado de Bienestar. La tipologa de Sping-Andersen seala tres modelos de Estados de Bienestar: a) el liberal donde el Estado se reduce a su mnima expresin, pero con la capacidad, por un lado, de dar seguridad y desarrollo al mercado, y por otro, de dar los mnimos de subsistencia a individuos y grupos que dependen del mercado; b) el conservador-corporativista donde el Estado debe ser capaz de regular las diferencias sociales manteniendo los mnimos necesarios para la estabilidad en cada sector social, y estableciendo rigurosos topes naturales para acceder a otros sectores ms altos, y c) el socialdemcrata donde el Estado debe ser capaz de establecer niveles universales y ptimos de ingreso, seguridad social y servicios (Prez, 2005: 21-22). En cualquiera de estos tipos, la teora econmica keynesiana se mantiene como su sustento. La tesis central de esta teora afirma que en la medida que el sistema capitalista no tiene la capacidad de autoregularse en funcin del bienestar social general, el Estado debe corregir o neutralizar estas disfunciones.

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sujetos no institucionales y la apelacin a recursos propios de las singulares comunidades locales y de los grupos sociales (Ibdem, p. 115). Un aspecto crucial, efectivamente, es que paralelamente al resquebrajamiento del Estado de Bienestar y sus polticas pblicas, emergen nuevos movimientos y/o actores sociales que abonan demandas desde sus muy particulares mbitos a un Estado cada vez con menos recursos para satisfacerlos. El adelgazamiento del Estado, producto de un real dficit pblico, lleva a una serie de conflictos que dejan atrs la cuestin de la lucha de clases, y ms bien se constituyen alrededor de exigencias definidas con base en experiencias intersubjetivas que configuran identidades especficas con valores acotados (Mochi & Girardo, 1999: 15-16). Dicho en otras palabras, los actores de la seguridad social dejan de ser los sindicatos, la empresa y el gobierno; ahora, estos actores se diversifican en funcin de las nuevos problemas: los riesgos ecolgicos, el desarrollo de la biotecnologa, el poder de los medios de comunicacin, la aparicin de nuevas enfermedades, el auge de trastornos psicolgicos, la migracin y el narcotrfico, y las nuevas formas de marginacin y pobreza. As, por ejemplo, para atender distintas problemticas a partir de los aos ochentas del siglo XX, los sistemas de seguridad social europeos han recurrido a estos actores, como las familias y a las asociaciones del tercer sector 13. De manera general, en este contexto societal, se puede decir que hay cuatro categoras de actores de la seguridad y la asistencia social: a) actores de la esfera poltica; b) actores de la esfera del mercado; c) actores del tercer sector; d) familias y redes sociales (Herrera & Castn, 2003: 121-123). El siguiente cuadro puede dar unaConviene apuntar que en el conjunto de este marco histrico, caracterizado por una diversidad de actores de la seguridad social, tales como el voluntariado, se pone de manifiesto una nueva forma de la poltica. Como algunos autores establecen: Los conflictos sociales han sido desplazados de sus lugares tradicionales (empresa, sindicato, partido) hacia otros nuevos (escuela, familia, organizaciones no gubernamentales). Este movimiento ha mitigado, sin duda, la agresividad del conflicto social, pero posiblemente est anunciando la aparicin de una concepcin de poltica distinta a la poltica de intereses: la poltica de la solidaridad social (Molina, 1999: 7-8). En efecto, la aparicin de los nuevos movimientos sociales traslad el sentido del conflicto y la lucha por el poder del marco de las clases a lo identitario y lo cultural. El acadmico Clemente Navarro, de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla, Espaa), seala que es justo hablar del fenmeno de la nueva cultura poltica, el cual implica reglas del juego poltico que orientan el comportamiento y la interaccin entre los lderes polticos y los ciudadanos de un modo diferente al clientelismo y a la poltica de clases (Navarro, 2007: 33).13

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idea ms clara de la diversificacin de los actores que intervienen en la seguridad y las polticas sociales y pblicas en el Estado contemporneo.

CUADRO 1-A. SECTORES QUE PRODUCEN BIENESTAR Y SUS RELATIVOS INDICADORES Institucin Sector estatal Sector mercantil Sociedad civil/Tercer sector/sector privado social Libre voluntad Asociacin nonprofit (no lucrativa) Familias y redes informales/ sector informal Obligacin personal Familias y redes de parentela, vecindad y amistad Miembro de la comunidad

Principio de coordinacin Actor que oferta el servicio Actor que demanda el servicio Reglas de acceso Medio de intercambio Valor central de ingreso Criterio de bien alcanzado Dficit central caracterstico

Jerarqua Administracin pblica

Competencia Empresa

Ciudadano

Consumidor cliente

Derecho Capacidad garantizado por pago solicitud legal Derecho Dinero

o Socio actual o potencial de la asociacin de Compartir una Adscripcin o necesidad cooptacin Argumento

Igualdad

Libertad eleccin

de Solidaridad

Seguridad Consumo colectiva (bienes (bienes privados) pblicos) Descuido de la atencin de los estados de necesidades ms personales

Actividades sociales y polticas (bienes relaciones secundarios) Desigualdades Distribucin debidas a falta desigual de de dinero bienes y servicios, dficit de eficacia de las estructuras organizativas y directivas

Valoracin de valores (atencin a la persona) Reciprocidad (de naturaleza altruista) Compartir personal (bienes relaciones primarios) Limitaciones de la libertad de eleccin debidas a obligaciones morales de las personas en la familia y en las redes primarias

Fuente: Herrera & Castn, 2003: 136

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En el caso del tercer sector, en el que se incluyen la mayor parte de las organizaciones voluntarias, las cuales, dicho sea de paso, constituyen uno de los capitales simblicos del mismo (Falcn & Fuentes, 2006: 189), se constata un aumento significativo desde fines de los aos setentas del siglo pasado. Por ejemplo, en Francia, en un periodo de 15 aos, de 1977 a 1992, las asociaciones voluntarias de todo tipo crecieron en ms de 20% cada ao, y ms an, aquellas relacionadas con causas ecolgicas en un 132% (Ibdem, p., 183). El especialista italiano Ugo Ascoli seala que en Europa es comn identificar al tercer sector como sinnimo de asociaciones voluntarias, aunque estrictamente no lo sean, cuya finalidad no es la bsqueda de ganancias mercantiles, pero dada la amplia gama de organizaciones, el trmino no puede sino ser solo un convencionalismo para designar globalmente un conjunto heterogneo de colectivos desmarcados formalmente del business y del government (Ascoli, 1987: 123-124). En efecto, los trmino organizaciones sin fines de lucro o del tercer sector son solo un eufemismo formal, ya que en la realidad estas organizaciones se caracterizan porque efectan actividades que facilitan la entrada al mundo profesional, que requieren el uso del dinero y del mercado, y que deben ajustarse a las normas legales (Herrera & Castn, 2003: 141). Sin embargo, aunque el concepto de tercer sector tambin presenta dificultades en su definicin, indica en ltima instancia el modo como la solidaridad se ha institucionalizado en el universo de lo privado, mediante procesos mercantilistas y corporativistas, paralelamente a las formas creadas por el Estado, y es en l donde el proceso especfico de institucionalizacin del voluntariado se encuentra inmerso.

3. POLTICAS Y LEGISLACIN EN EL PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIN DEL VOLUNTARIADO Las polticas y los marcos jurdicos sobre el voluntariado, son dos variables que deben ser considerados atentamente en el proceso de institucionalizacin de este fenmeno. En lo que toca a las polticas pblicas en esta materia, Europa se coloca a la vanguardia.30

Se puede advertir que en varios pases de esta regin, las polticas de voluntariado son un recurso importante de las administraciones gubernamentales. Por ejemplo, en Espaa desde finales de la dcada de los noventa, se han implementado los Planes Estatales de Voluntariado: el primero del periodo de 1997 al 2000, el segundo del 2001 al 2004, y el tercero del 2005 al 2009. Ms an, para algunos autores, el voluntariado ya formaban parte de las polticas sociales desde mediados del siglo XX (Fraga, 2006: 9). En estos planes se destaca la coordinacin entre los tres mbitos de gobierno central, autonmico y local-, as como con actores de la sociedad civil, tales como universidades y organizaciones sin fines de lucro. En Alemania los programas de voluntariado tienen una larga tradicin que data desde la dcada de los aos 50s del siglo XX. Estos programas promovidos de tiempo atrs por las iglesias catlica y luterana, respectivamente, fueron adoptados por la entonces Repblica Federal de Alemania en 1964 como poltica pblica, mediante el llamado Ao de Servicio Voluntario, Freiwilliges Soziales Jahr, que permita a los jvenes involucrarse en actividades de asistencia social y promocin de la salud, tales como el cuidado a discapacitados, ancianos y enfermos. En 1994, ya unificadas la Alemania Federal y la Alemania Democrtica, una nueva legislacin estipul el llamado Ao de Servicio Ecolgico Voluntario, Freiwilliges kologisches Jahr, tambin dirigido a los jvenes interesados en el cuidado del medio ambiente 14. En el caso del Reino Unido, el voluntariado es culturalmente aceptado y bien visto tanto por la poblacin en general como por los responsables del gobierno. El que el 90% de la poblacin considere que una sociedad con voluntarios es una sociedad que se cuida a s misma, da cuenta de ello. Aunque no existe una regulacin jurdica para las actividades voluntarias; sin embargo, en 1998 se constituy un Convenio o Pacto para promover las relaciones entre el sector gobierno y el sector voluntario y comunitario. Este pacto es complementado por cuatro Cdigos de Buenas Prcticas que orientan la actividad voluntaria en situaciones relacionadas con las minoras tnicas, las consultas, el financiamiento y los voluntarios. Segn un estudio del14

Voluntary Action in Germany. Facts and Figures. European http://www.cev.be/data/File/FactsFigures%20Germany%20final.pdf , p. 4

Volunteer

Centre.

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European Volunteer Centre, el 80% de las autoridades locales han firmado este convenio. Adems, es notable el reconocimiento que el Gobierno del Reino Unido brinda al sector voluntario, ya que es considerado un medio clave para la prestacin de servicios pblicos, tales como la asistencia social, la vivienda, la educacin y la atencin a la salud 15. En lo que concierne a Amrica Latina, resulta interesante mencionar que el Foro de las Amricas del ao 2004, promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo, y cuyos objetivos se centran en temas prioritarios sobre el desarrollo social y econmico de Amrica Latina y el Caribe, se haya ocupado de la temtica del voluntariado y el servicio cvico. Este hecho constata la importancia que algunas instituciones otorgan a estos temas, estimulando y recomendando programas, polticas e investigaciones en la materia. En esta lnea, algunos Estados latinoamericanos, sobre todo en la parte sur del continente, le han dado un peso particular a las polticas pblicas de voluntariado. Por ejemplo, el gobierno chileno llev a cabo el Programa Piloto de Fomento al Voluntariado entre los aos 2001 y 2004, el cual ha propiciado los marcos para encaminarse a una poltica pblica sobre el tema. En Ecuador la administracin del presidente Rafael Correa (2007-2013), a travs de la Secretara de Pueblos, Movimientos Sociales y Participacin Ciudadana, apoya una poltica pblica de fomento al voluntariado como una estrategia para la construccin de un nuevo modelo de Estado y de ciudadana (Bentez, 2008). En cierto sentido, la legislacin podra considerarse un aspecto importante y puntual que deben atender las polticas pblicas sobre el voluntariado. Aunque el asunto de la regulacin jurdica del voluntariado, es un tema que se debate en las agendas de varios gobiernos, solo algunos han concretado una legislacin especfica.

Voluntary Activities in the United Kingdom. Facts and Figures. Reporting on England, Northern Ireland, Scotland and Wales (2004). European Volunteer Centre. http://www.cev.be/data/File/UNITED_KINGDOM_updated.pdf, p. 11

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En Amrica Latina y el Caribe, es posible verificar a la fecha una legislacin vigente en Brasil (Ley 9608 de Servicio Voluntario), Colombia (Ley 720 de Voluntariado), y Cuba (Constitucin de la Repblica y Cdigo del Trabajo); asimismo constatar una legislacin en trmite en Argentina (Anteproyecto de Dictamen sobre Rgimen de Voluntariado Social, del 17 de abril del 2001), Guatemala (Iniciativa de Ley de Fomento y Regulacin del Voluntariado y Voluntario, del 29 de noviembre del 2000), y Uruguay (Proyecto de Ley sobre Reconocimiento y Promocin del Voluntariado, del 5 de diciembre del 2001), y advertir esfuerzos para desarrollar anteproyectos e iniciativas en El Salvador (Anteproyecto de Ley del Voluntariado, s/f), Bolivia (Anteproyecto de Ley del Servicio Voluntario, s/f), Chile, Repblica Dominicana, y Mxico (Proyecto de iniciativa de Ley Federal de Servicio Voluntario, del 8 de marzo del 2005). En Europa, los pases que cuentan con leyes en la materia son Espaa, Francia, Repblica Checa, Italia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Portugal, Rumania, Alemania, y parcialmente Bulgaria. Aunque en naciones como Holanda, Reino Unido, Irlanda, Austria, Blgica, Suecia o Dinamarca, el voluntariado es un elemento cultural fuertemente arraigado en la sociedad, ste carece de normatividad jurdica; sin embargo, queda resguardado en el marco de otras leyes referidas al trabajo, al bienestar social o a la sanidad. A continuacin presento algunos ejemplos de legislaciones europeas de voluntariado. Espaa. En este pas, ligada a los Planes Estatales de Voluntariado, se ha impulsado una legislacin lo suficientemente completa y flexible para fomentar el trabajo de las organizaciones voluntarias, as como para proteger a los mismos voluntarios (Araque, 2009: 3). Actualmente se cuenta con dos tipos de legislacin, una general obligada para todo el Estado espaol, y las leyes autonmicas. De hecho, la Ley del Voluntariado 6/1996, se cre con el fin de unificar las diversas legislaciones de la autonomas en la materia. Una preocupacin fundamental de la Ley de Voluntariado es delimitar los conceptos de voluntario y empleado, a fin de que exista una diferencia sustancial entre el trabajo de uno y de otro. Aunque el desempeo del voluntario es de carcter altruista, solidario y sin beneficio econmico, la ley obliga a la firma de un33

contrato en que se formalice la relacin entre el voluntario y la organizacin, estableciendo claramente la naturaleza de las tareas asignadas al voluntariado, el tiempo de duracin, los medios de formacin, y otras cuestiones relativas a los derechos y obligaciones de ambas partes. La Ley de Voluntariado 6/1996 tambin prev medidas de apoyo financiero, tcnico y promocional para fomentar estas actividades16. Repblica Checa. En esta nacin se promulg en 2002 la Ley de Servicios de Voluntariado, la cual solamente define algunas formas de actividad voluntaria, y las condiciones en que el Estado podr apoyarlas. Sin embargo, quedan muchas otras acciones voluntarias descobijadas por esta ley. Dado que la misma pretende promover el trabajo voluntario, y proteger a los voluntarios, sta afecta a otras reglamentaciones. En primer lugar al Cdigo del Trabajo, al sealar que el trabajo voluntario que pase de las 20 horas por semana, ser considerado trabajo voluntario de tiempo completo, full-time voluntary service, y se contemplar como periodo de empleo para los fines de recibir pagos de asistencia social del Estado. La Ley de Bienestar Social, tambin se ve afectada por la Ley de Servicios de Voluntariado, en el sentido que en el cdigo de seguro de pensiones se estipula que en el trabajo voluntario de ms de 20 horas semanales, es obligatoria la contribucin de pensiones17. Francia. Aqu existen diferentes leyes especficas con relacin al servicio voluntario de tiempo completo o volontariat 18. Adems, se pueden ubicar dos tipos de leyes para los voluntarios. Por un lado, las que lo regulan al interior de Francia; por otro, las que tienen efecto al exterior. Hay que destacar que la legislacin francesa permite que los desempleados y los beneficiarios de las prestaciones sociales de desempleo, puedan realizar trabajo voluntario, siempre y cuando, ste no sustituya al16

European Volunteer Centre y Association http://www.cev.be/data/File/Spain_legalstatus.pdf17

of

Voluntary

Service

Organizations

European Volunteer Centre y Association of http://www.cev.be/data/File/CzechRepublic_legalstatus.pdf18

Voluntary

Service

Organizations

European Volunteer Centre y Association http://www.cev.be/data/File/France_legalstatusl.pdf

of

Voluntary

Service

Organizations

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trabajo remunerado, y la persona compruebe que la mayor parte de su tiempo est dedicada a la bsqueda de empleo. Tambin es conveniente advertir que se est evaluando la posibilidad de otorgar un diploma o certificado oficial a quienes se involucren en estas actividades, as como un contrato especial llamado volontariat associatif. La legislacin principal en esta materia es la llamada Ley No. 2000-242 del 14 de marzo del 2000 sobre Servicio Civil Voluntario. Esta ley contempla un periodo de trabajo voluntario de 6 a 24 meses, por el cual se estipula una compensacin econmica mensual libre de impuestos, as como 2.5 das de vacaciones por mes. Tambin se obliga a una cotizacin en la seguridad social y a un seguro de salud. Adems, este periodo de trabajo voluntario puede derivar en la obtencin de ciertos certificados de estudios o ttulos profesionales. De la misma manera, en esta ley se regulan las actividades voluntarias de los voluntarios del Servicio Francs de Bomberos, que se estiman en un 85%. Otra ley de voluntariado es el Decreto de 1995 sobre el Voluntariado para la Solidaridad Internacional. Este Decreto, cuyos antecedentes se remontan al Decreto del 15 de marzo de 1986 sobre las organizaciones voluntarias para el desarrollo, obliga a las asociaciones de voluntariado de tal naturaleza a un proceso de seleccin y formacin cuidadosa de los voluntarios, los cuales, despus de este ciclo, son enviados por un periodo de dos aos, principalmente a pases de frica, Amrica, Asia, Medio Oriente, y Europa Central y Oriental. En este decreto el Estado garantiza la asistencia financiera a los voluntarios, y su reintegracin a la vida activa, a su regreso a Francia. A parte de estas leyes, existen medidas de Estado para alentar entre los jvenes el llamado Voluntariado Civil de Ultramar para la Cooperacin Internacional. El objetivo es promover este voluntariado como una experiencia de formacin, aunque tambin como expresin de la solidaridad francesa. En este mbito tambin se impulsa el Voluntariado de Asistencia Tcnica a los Departamentos Franceses de Ultramar, creado en el 2001, con el fin de enviar a estos territorios a jvenes voluntarios altamente cualificados en ciencia, economa, administracin, sanidad, y educacin. Por ltimo, cabe mencionar la Declaracin sobre el Voluntariado Civil, firmado entre35

Francia y Alemania, empleando las legislaciones de ambos pases, a fin de fortalecer el intercambio de jvenes voluntarios de ambas naciones.

4. CONSIDERACIN FINAL El servicio voluntario constituye desde la segunda mitad del siglo XX, uno de los mltiples mecanismos en el engranaje de las polticas sociales, y en ello radica la dinmica central de su institucionalizacin. De este modo, en los programas de corte social emprendidos por el Estado, tales como los de seguridad pblica, los de asistencia pblica, y los de servicios sociales, sirven a las organizaciones voluntarias como espacios donde ofertan sus servicios. El proceso de institucionalizacin del voluntariado en los Estados Unidos y en Europa, muestra que el tercer sector compenetra el mbito de las polticas sociales; luego entonces, el sector sin fines de lucro se desarrolla a medida que el Estado adopta polticas que adelgazan el presupuesto y el inters hacia cuestiones sociales favorables a la mayora de la poblacin. Por otro lado, mltiples casos nacionales indican que, mediante la implementacin de polticas pblicas y de un marco jurdico, se pretenden promover las acciones solidarias en el conjunto de la sociedad. Aun y cuando los esfuerzos ms claros se localizan en Europa, en Amrica Latina varios pases, sobre todo en sur del continente, cuentan con polticas y legislaciones, algunas como iniciativas de ley, en esta materia.

36

CAPTULO 2 LA INSTITUCIONALIZACINDEL VOLUNTARIADO EN MXICO: SITUACIN Y PROBLEMTICAS

El proceso de institucionalizacin del voluntariado, cambia de acuerdo con las distintas realidades nacionales. En el caso de Mxico, ste es un fenmeno que solo recientemente ha adquirido inters, y por lo cual, las investigaciones sobre l son an escasas e imprecisas. Uno de los estudios ms slidos en la materia es la Encuesta Nacional de Solidaridad y Accin Voluntaria 2005 (ENSAV). A partir de ella, se puede informar que el voluntariado es un fenmeno extendido en la sociedad mexicana, pero concentrado an en espacios informales. Por otro lado, al aprovechar los datos que este estudio pretende arrojar entre voluntariado y construccin de ciudadana, se deduce que no parece existir una correspondencia entre las acciones voluntarias y otras expresiones de participacin poltica.

1. CONSIDERACIONES PARA EL ANLISIS Sin duda, el fenmeno social del voluntariado en Mxico, evidencia una notable ausencia de exploraciones sistemticas (Serna & Monsivis, 2006: 39), planteando toda una serie de interrogantes sobre su institucionalizacin: qu factores especficos favorecen su emergencia?, qu implica para la administracin pblica la regulacin y la promocin de estas actividades?, qu factores facilitan u obstaculizan su posicionamiento en la sociedad y en las organizaciones civiles?, hay datos confiables sobre la participacin voluntaria de la gente? En trminos estrictos, el voluntariado es un fenmeno reciente en el pas, y los contados estudios sobre el tema no se han preocupado por considerar, aun de manera superficial, algunas dificultades importantes; por lo tanto, el voluntariado aparece como un fenmeno impreciso, y en consecuencia, permite sugerir un muy bajo nivel de institucionalizacin.37

En primer lugar es comn afirmar que el voluntariado se encuentra arraigado en la historia sociocultural del pas, confundiendo la diversidad de acciones solidarias y sus expresiones institucionales. Aunque se advierte que este anclaje est ligado a las instituciones gubernamentales y eclesiales (Butcher, 2008: 24-25); sin embargo, el mismo hecho de concebir distintas prcticas de cooperacin social como equivalentes del voluntariado, no favorece el uso riguroso del trmino y, asimismo, permite que se empalmen conceptos, e incluso figuras jurdicas diferentes, y estructuras organizativas incompatibles. En segundo lugar, no ha sido deslindada tericamente la cuestin sobre los cambios que han sufrido las formas tradicionales de cooperacin social en el curso de la historia del pas. En la mayora de la poblacin rural y de las zonas urbanas marginales, an prevalecen esquemas de organizacin social tradicional que, aunados a las transformaciones y a los procesos de conformacin de los barrios o colonias suburbanas, y a los propios procesos de descampesinizacin, cumplen, en muchos casos, una funcin como mecanismos de supervivencia y subsistencia (Adler, 1989; Salazar, 1996; Cullar, 1996), con lo cual es probable que las redes de intercambio y reciprocidad, forzadas a reconfigurar sus principios originarios por estos mismos procesos, se confundan con formas de trabajo altruista o voluntario, cuya naturaleza sera distinta. En tercer lugar hay que destacar que las organizaciones del sector no lucrativo, solo hasta aos recientes se han interesado en incorporar sistemticamente programas de voluntariado en sus agendas de trabajo, en el pleno sentido de la palabra; de este modo, es posible deducir que se ha arraigado entre el grueso de la poblacin, la idea acerca que el voluntariado es una labor propia de instancias relacionadas con el gobierno o con la iglesia. En cuarto lugar se debe reconocer que no existe una tradicin acadmica, ligada a las universidades, o emanada de las organizaciones civiles, que venga recogiendo sistemticamente los datos e interrogantes acerca del voluntario, con lo cual se dificulta su conceptualizacin operativa y su delimitacin terminolgica respecto de acciones similares. Segn algunos autores, las acciones solidarias y38

voluntarias son fenmenos que han sido estudiados ampliamente en Mxico en el caso de ciertos desastres naturales importantes, como el sismo de 1985, destacando el aspecto poltico y el surgimiento de las redes de organizaciones sociales (Monsivis, 1987; Milln, 1994; Reygadas, 1998). Sin embargo, a decir de otros, las acciones cotidianas de ayuda voluntaria, solidaria y altruista, han pasado inadvertidas para los investigadores (Basez y Butcher, 2005). Y ms an, lo mismo podra decirse del trabajo voluntario denominado formal, especialmente el que se realiza en las organizaciones no lucrativas. Por otra parte, es importante mencionar, como indicador del bajo grado de institucionalizacin del voluntariado en el pas, y como una de las problemticas para su anlisis, la ausencia polticas pblicas y marcos jurdicos que lo regulen a nivel federal. En el primer caso, aunque algunas dependencias federales como el Instituto Mexicano de la Juventud, la Secretara de Salud, y la Secretara de Relaciones Exteriores, as como varios gobiernos estatales, sobre todo a travs del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), impulsen programas de voluntariado, no se puede hablar, en sentido estricto, de una poltica pblica federal en este rubro, tal y como lo advierten algunos acadmicos 19. La primera razn es que no hay una instancia con facultades especficas para articular a las diferentes entidades de voluntariado con el fin de coordinar actividades conjuntas; la segunda es que tampoco existe una legislacin puntual en la materia. Precisamente, en cuanto a la legislacin se refiere, en el ao 2005 fue presentada por el entonces diputado Jaime Miguel Moreno Garavilla del partido poltico Convergencia, en el pleno de la Cmara de Diputados, la Ley Federal del Servicio Voluntario, compuesta por 9 captulos, 32 artculos, y 2 transitorios. Segn la experta en temas de voluntariado y tercer sector en Mxico, Jacqueline Butcher, esta propuesta carece de una adecuacin para la realidad mexicana, ya que procedi como

19

http://journalmex.wordpress.com/2010/12/05/el-estado-sin-politicas-publicas-de-ayuda-al-trabajovoluntario/

39

una iniciativa personal, y ms an, siendo copia fiel de la legislacin espaola (Ley del Voluntariado 6/1996). Desde el punto de vista de esta investigadora, an no es tiempo de promover una legislacin para regular el voluntariado en el pas, en la medida en que lo prioritario segn su apreciacin- es tener claras las variables como el nmero real de voluntarios, y el tipo de organizaciones donde se localizan. Cabe destacar que el Patronato Nacional de Promotores Voluntarios, creado en 1977 por decreto presidencial, y desaparecido en 1995 por el mismo mecanismo, no constituy ningn tipo de regulacin jurdica, sino solo un insumo para promover la organizacin y la participacin de la sociedad en la prestacin de servicios asistenciales a travs de las dependencias gubernamentales para atender a sectores vulnerables. Tambin es pertinente mencionar que aunque existe la Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil (vigente desde el 9 de febrero del 2004), la misma no refiere explcitamente al carcter o naturaleza de las organizaciones voluntarias o del servicio voluntario, fungiendo ms bien como un instrumento normativo general del conjunto de las organizaciones civiles.

2. DESCRIPCIN DEL VOLUNTARIADO Entre los estudios que se han efectuado para conocer explcitamente la configuracin de las acciones solidarias y voluntarias de los mexicanos, destacan la Encuesta Nacional de Solidaridad y Accin Voluntaria (ENSAV, 2005), la Encuesta Metropolitana sobre Voluntariado (Alduncin y Asociados, 2003), la Encuesta Nacional de Filantropa (ITAM, 2005), y la Encuesta Nacional de Valores (Banamex, 2005). Por otra parte, existen estudios relacionados indirectamente con la temtica, entre los cuales se podran sealar las Encuestas Nacionales sobre Cultura Poltica y Prcticas Ciudadanas (SEGOB, 2001, 2003, 2005, y 2008), la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo, (INEGI, 2002), la Encuesta Nacional de la Juventud (IMJUVE, 2005), y la Encuesta Nacional sobre Capital Social en Medio Urbano (SEDESOL, 2006). La ENSAV, un esfuerzo llevado a cabo por el Centro Mexicano para la Filantropa (CEMEFI) en el ao 2005, puede considerarse la investigacin ms reciente40

y planificada sobre el asunto. A partir de la misma, cabe observar que las actividades voluntarias, tal y como las define la encuesta, no son ajenas a la mayora de la poblacin, aunque s existe una gran diversidad en cuanto a las formas, modos, mbitos y tiempo de dedicacin a ellas. Segn la ENSAV 20, de los 63 millones de mexicanos mayores de 18 aos21, por lo menos, 41.4 millones (66%) han realizado regularmente un tipo de actividad voluntaria, y 20 millones de los mismos, ms de una. Hay un 34% (21, 337,152 de personas) de la poblacin arriba de 18 aos que aparentemente permanece ajena a estas actividades. De esos 41.4 millones: el 44% (18, 216,000 de personas) son voluntarios formales, y el 56% (23, 520, 000 de personas) son informales. El 51.3% (9, 344, 808 de personas) de los voluntarios formales est ligado con actividades de iglesia o grupos religiosos, lo que describe una ligera tendencia del carcter confesional del voluntariado mexicano y, al mismo tiempo, muestra una cierta debilidad en el nmero y el posicionamiento de las organizaciones de la sociedad civil, ya que el resto (8, 871, 192 de personas) debera distribuirse en otros mbitos, como el sector corporativo, el de las mismas organizaciones civiles y el gubernamental. Esto constituye otra evidencia de un proceso de institucionalizacin dbil.

GRFICA 2-A. PORCENTAJE DE VOLUNTARIOS Y NO VOLUNTARIOS EN MXICO, CON RESPECTO AL TOTAL DE LAPOBLACIN MAYOR DE 18 AOS, SEGN EL CONTEO DE POBLACIN Y VIVIENDA 2005

20

Los datos de la ENSAV que a continuacin se manejan en este documento, estn tomados de la publicacin Mxico solidario. Participacin ciudadana y voluntariado, cuya edicin estuvo a cargo de la Dra. Jacqueline Butcher; mientras que la interpretacin, vaciado y sistematizacin de los mismos, concentrada en el captulo II, Las acciones solidarias en Mxico (anlisis de la Encuesta Nacional de Solidaridad y Accin Voluntaria), fue preparado por el Dr. Gustavo Verduzco.

Las cifras, de acuerdo a los investigadores, son con relacin al Conteo de Poblacin realizado por el INEGI en 2005.

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41

70 60 50 40 30 20 10 0

66

34 44 56

Total Formales Informales

Voluntarios Fuente ENSAV

No voluntarios

En lo general, los individuos involucrados en estas prcticas muestran un perfil ms bien homogneo en su nivel econmico y educativo, y en su sexo y edad, con algunas ligeras variaciones que en su conjunto no seran altamente significativas. Pero si hubiera que definir por fuerza el perfil tpico del voluntariado en Mxico, tal vez se tendra que establecer que ste tiene una inclinacin ha incorporar mujeres entre 30 y 40 aos de edad con ingresos bajos y con escolaridad bsica. El siguiente cuadro ilustra con toda claridad este punto.

CUADRO 2-B. CARACTERSTICAS DE LOS VOLUNTARIOS EN MXICO % Voluntarios Sexo Edad Mujeres Hombres 18-29 aos 30-49 aos < 50 aos Ingreso Bajo Medio Bajo Medio Alto 68 65 61 69 67 70 64 65 % No voluntarios 32 35 39 31 33 30 36 35

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Alto Escolaridad Bsica Media Superior Fuente: ENSAV

66 69 66 64

34 31 34 36

En cuanto al tiempo invertido en estas actividades, se verifica que de 25 millones de personas voluntarias 22, el 60% (15 millones) se dedican de 1 a 12 veces al ao a las mismas, con un promedio total de 8 horas anuales por persona; el otro 40% (10 millones) realizan este tipo de actividades como mnimo cada quince das, invirtiendo en promedio un total de 3 horas quincenales por persona; esto significara 6 horas al mes, y 72 horas por ao. Como se podr advertir, la inversin de tiempo en labores voluntarias permite emprender algunas deducciones importantes. En este caso, a pesar del alto nmero de personas involucradas en el trabajo voluntario, la cantidad de tiempo destinado al mismo es relativamente pobre, lo que podra definir al voluntariado mexicano como un fenmeno masivo, pero poco intenso, y probablemente puntual o coyuntural, contrario a un trabajo voluntario planificado, sistemtico y continuo. Dado que un producto clave en la institucionalizacin del voluntariado es su impacto como fuerza econmica, para intentar diagnosticar el peso que puede tener en el pas, con base en los datos de la ENSAV, se puede determinar, a modo de ejemplo prctico, su alcance en trminos de una jornada laboral de tiempo completo de 8 horas diarias (JLTC). Considerando que 72 horas equivalen a 9 jornadas laborales; por lo tanto, se tiene que esos 10 millones de voluntarios (los que efectan tareas altruistas tres horas quincenales en promedio) realizan 9 millones de JLTC. Al calcular un pago de 2 salarios mnimos, tasndolo en cifras cerradas en cien pesos por jornada laboral, el resultadoEsta cifra corresponde al 40% de los entrevistados que respondieron que realizaban algn tipo de actividad voluntaria en el momento de la entrevista (Verduzco, 2008: 83).22

43

es que ese porcentaje de voluntarios contribuye con 900 millones de pesos. Si al ao se estima un total de 260 das laborales, entonces, existe un equivalente de 234 mil millones de pesos anuales que aportan esta fraccin de voluntarios. Algunos autores calculan que la contribucin econmica del conjunto total de voluntarios puede oscilar entre los 29.33 mil millones de pesos y los 88.082 mil millones de pesos, aproximadamente 1.14% del PIB del 2004. Sin duda, una cifra alta si consideramos que en 2004 el PIB lleg a poco ms de 941 mil millones de pesos; es decir, 4.4%. Con todo y lo alegre que pudieran presentarse estos datos, en comparacin con otros pases, la fuerza de trabajo voluntaria en Mxico es an dbil, si se tiene presente que en los pases desarrollados, las redes de organizaciones voluntarias contribuyen entre un 5% y 7% al PIB, en bienes y servicios, principalmente sociales. Ya que un elemento de la solidez del proceso institucional del voluntario, est en el aporte la economa nacional; por ello, medir la fuerza econmica del voluntariado en el sector sin fines de lucro, cobra cada vez mayor importancia como un indicador que contribuye al desarrollo social y al crecimiento de la economa de una nacin. De hecho, algunos economistas afirman que un sector sin fines de lucro bien establecido y dinmico puede contribuir no slo a la cohesin social, sino tambin a la eficiencia y al dinamismo del sistema econmico en su conjunto (Borzaga & Santuari, 2003: 48). En el sentido anterior, hay que considerar que el voluntario es, en algunos pases, un factor determinante en la fuerza econmica del sector. Por ejemplo, en Finlandia, el sector sin fines de lucro aporta hasta el 3.8% del PIB, pero con el trabajo voluntario, ste se incrementa a 5.8%; es decir, el voluntariado contribuye con un 2% del PIB (Salamon, 2001: 96). Por el contrario, en el caso de Mxico, hacia fines de la dcada de los noventa del siglo XX, el sector sin fines de lucro aport apenas 0.5% del PIB, y el voluntariado no hizo ninguna diferencia (Ibdem, p. 520). Ms an, en comparacin con Rumania, pas situado un lugar por encima de Mxico en el citado estudio de la Universidad John Hopkins, es decir, el penltimo de la lista de 22 pases,44

las diferencias son importantes. El aporte del sector no lucrativo en el PIB de Rumania para esa misma dcada, fue de 0.3%, y al incorporarse el trabajo voluntario, subi a 0.7%; es decir, el voluntariado contribuy con 0.4% del PIB (Ibdem, p. 415). Por otro lado, en la sociedad mexicana, las acciones voluntarias realizadas en organizaciones del sector sin fines de lucro constituyen un fenmeno no posicionado en comparacin con otros pases latinoamericanos como Argentina, Per, Chile, Uruguay, Colombia y Brasil. En efecto, si nos atenemos a los datos arrojados por el Proyecto de Estudio Comparativo del Sector No Lucrativo de la Universidad Johns Hopkins, salvando la antigedad del estudio, Mxico es el pas con el sector no lucrativo ms dbil en cuanto al nmero de empleados remunerados y voluntarios, no slo con respecto a los pases latinoamericanos considerados en el estudio, sino tambin con el resto de los otros 17 pases analizados. Aunque se advierte que en Mxico el sector atrae un importante volumen de voluntarios, apenas logra que las organizaciones sin fines de lucro pasen del 0.4% al 0.7% del total del empleo en el pas, muy por debajo de la media regional que se calcula en 3.0% (Ibdem, p. 522). Esto contrasta muy fuertemente, por ejemplo, con pases como Holanda, Estados Unidos, Alemania o Australia, los cuales emplean en el sector 6.1%, 4.1%, 3.1%, y 2.9% de voluntarios, respectivamente (Ibdem, pp. 200, 332, 142, 265). Otro elemento a considerar en la definicin de la institucionalizacin del voluntariado en Mxico, se localiza en el carcter cualitativo de las actividades voluntarias. En este sentido, es importante mostrar el tipo de actividades que realizan los voluntarios para deducir el nivel de profesionalizacin de los mismos, y por lo tanto, el impacto que puede tener su presencia dada la magnitud del volumen de estas acciones. La ENSAV establece 7 tipos de actividad donde se concentra el trabajo voluntario: 1) mano de obra, 2) enseanza, capacitacin o entrenamiento, 3) recoleccin de fondos, 4) organizacin de eventos diversos, 5) consejo y asesora, 6) cuidado, atencin personal y acompaamiento, 7) otros. De ellos, solo dos tipos45

podran requerir cierta profesionalizacin o capacidad tcnica: ensear, capacitar o entrenar (11%), y consejo/asesora (7%). Por otra parte, la mano de obra (42%), el cuidado o atencin personal/acompaar (18%), la recoleccin de fondos (11%); la organizacin de eventos y fiestas (6%); y otros (5%), concentrara el 82% del trabajo voluntario. Tentativamente, los porcentajes anteriores significan que solo alrededor de 7, 452, 000 voluntarios realizaran actividades que probablemente implicaran ciertos conocimientos profesionales o capacitacin tcnica, frente a 33, 948, 000 voluntarios, que en principio no requeriran un perfil especializado. El voluntariado de mano de obra (labores de aseo, manualidades, trabajos de apoyo a la construccin, reparacin o mantenimiento, y acciones semejantes), s