Érase una vez una familia muy pobre que como no tenían dinero para comprar alimentos, el padre de María y Rubén los abandonó en la ciudad.Pasaron los días perdidos por la ciudad, sin comida ni agua.Un día, cuando iban caminando por la calle, desorientados se chocaron contra el presidente de EE.UU., OBAMA y su mujer MICHELLI y los acogieron en su casa.

Al día siguiente les llevaron al parque de atracciones para que se alegraran, disfrutando de algo que nunca habían conocido.Los niños se sorprendieron mucho al ver tanta diversión. Se alegraron mucho y se montaron en todo, aunque en alguna atracción salieron un poco mareados. Pero por lo demás muy bien.

Cuando se hicieron mayores, Obama les contó que no eran sus hijos, que los encontraron por la ciudad perdidos y decidieron cuidarles.María y Rubén querían encontrar a sus auténticos padres, y los encontraron en la ruina, pero como tenían mucho dinero por la paga que les daba Obama, consiguieron vivir muy felices.