manual de retorica parlamentaria

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Manual de Retórica Parlamentaria de la Asamblea de Madrid

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Manual de Retorica

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Page 1: Manual de Retorica Parlamentaria

Manual de Retórica

Parlamentariade la Asamblea

de Madrid

Page 2: Manual de Retorica Parlamentaria

Manual de RetóricaParlamentaria

de la Asamblea de Madrid

Page 3: Manual de Retorica Parlamentaria

Componentes del Grupo de Investigación GRANADISPOLYCOM,coautores de este trabajo:

Prof. Dr. D. Fernando Vilches(Director del proyecto)

Titular de Lengua Española Universidad Rey Juan Carlos

Prof. Dr. D. Ramón Sarmiento Catedrático de Lengua Española

Universidad Rey Juan Carlos

Prof. Dr. D. Tomás Albaladejo Catedrático de Teoría de la Literatura

y Literatura comparadaUniversidad Autónoma de Madrid

Prof. Dr. D. Hernán UrrutiaCatedrático de Lengua Española

Universidad del País Vasco

Prof.ª Dra. D.ª Raquel PinillaTitular Interina de Lengua Española

Universidad Rey Juan Carlos

D. Santiago FioritoLicenciado en Derecho y Sociología

Consejero-Delegado de Insight

Coordinación por la ASAMBLEA DE MADRIDD.ª Nazareth Echart

D.ª Blanca Cid

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Edita: Asamblea de Madrid

ISBN 10: 84-87373-23-2

ISBN 13: 978-84-87373-23-7

Depósito legal: M-13719-2007

Diseño y maquetación: Alejandro Pacheco

Imprime: Estudios Gráficos Europeos, S.A.

Page 4: Manual de Retorica Parlamentaria

4. La comparecencia de un miembro del Consejo ante el Pleno

5. La pregunta de respuesta oral en Pleno

ANEXO 1 Recursos oratoriosI.1. La argumentaciónI.2. Enunciados y argumentosI.3.Tipos de argumentosI.4. FalaciasI.5.Aplicación oratoria

ANEXO 2 Recursos retóricosII.1. El mapa no es el territorio II.2. La sintonizaciónII.3. Recursos lingüísticosII.4. Recursos textualesII.5. Recursos pragmáticosII.6. Recursos del lenguaje no verbal

ANEXO 3 El lenguaje parlamentario y la sociedadLa percepción social del lenguaje parlamentariode la Asamblea de Madrid

GLOSARIO (Índice de términos)

BIBLIOGRAFÍA

Prólogo de la Excma. S.ª Presidenta de la AsambleaD.ª Concepción Dancausa

Preliminar- Justificación del Manual

Introducción- La repercusión en la sociedad madrileña del trabajo delos parlamentarios

Capítulo I. La Retórica ayer y hoy1. La retórica en la actualidad. Retórica y comunicación 2. Dimensión política de la retórica, dimensión retórica

de la política. La retórica en la comunicación política 3. Retórica y Parlamento

Capítulo II. El discurso político (I)1 ¿Qué es un discurso?2. ¿Cómo enfocar un discurso político?3. El contenido del discurso político4. La temática discursiva5. Procedimientos y estrategias discursivas

Capítulo III. El discurso político (II)1. Preparación del discurso político2. Las partes del discurso3. ¿Cómo se prepara un discurso?4. La realización del discurso5. Modelo de esquema discursivo

Capítulo IV. El lenguaje parlamentario1.Arte de hablar y arte de decir2. Su relación con la intellectio, con la inventio,

con la elocutio y con la pronuntiatio3. El nivel fonológico 4. El nivel morfológico5. El nivel sintáctico6. El nivel léxico-semántico

Capítulo V.Praxis parlamentaria: análisis retórico deintervenciones1. El debate parlamentario2. Debate de Investidura3. Debate legislativo

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Tal y como está recogido en el Reglamento de la Asamblea deMadrid, una de las funciones de la Presidencia de la Cámara consis-te en asegurar la buena marcha del trabajo parlamentario y facilitar lalabor de los Diputados regionales.

La Asamblea de Madrid y la Universidad Rey Juan Carlos suscribieronen 2005 un convenio de colaboración con el fin de promover lainvestigación, el estudio y el asesoramiento sobre cuestiones decarácter jurídico-político y, en concreto, sobre materias relacionadascon el derecho parlamentario.

En el marco de ese convenio, la Asamblea ha realizado un importan-te esfuerzo para impulsar la elaboración de trabajos que resulten deinterés para los parlamentarios y les permitan desarrollar mejor sutarea representativa, legislativa y de control.

Uno de estos trabajos es este Manual de Retórica Parlamentaria,realizado por el Grupo de Análisis del Discurso Político y Comunica-ción de la Universidad Rey Juan Carlos. Este equipo de investigacióninterdisciplinar ha realizado un detallado análisis de los diferentestipos de discurso que tienen lugar en esta Cámara para, a partir deahí, ofrecer a los Diputados recomendaciones, pautas y sugerenciaspara mejorar la construcción y la transmisión de su discurso político.

Se trata del primer manual de retórica parlamentaria elaboradoexclusivamente para los Diputados de una Cámara legislativa.Esperoque las líneas que siguen a continuación contribuyan a orientar demanera eficaz el trabajo de los parlamentarios madrileños que hancomprobado cómo, en esta legislatura, la Asamblea de Madrid se haconvertido en el centro de la vida política madrileña,pues se ha con-solidado como el lugar donde tienen lugar los debates más intensossobre los asuntos que afectan directamente a la vida cotidiana de losmadrileños.

Concepción DancausaPresidenta de la Asamblea de Madrid

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PRÓLOGO

Manual de RetóricaParlamentariade la Asamblea de Madrid

Page 6: Manual de Retorica Parlamentaria

Preliminar

Justificación del Manual

El propósito del Grupo de Investigación para el Análisis del DiscursoPolítico y Comunicación (GRANADISPOLYCOM) ha sido dotar a losparlamentarios de una herramienta muy funcional, con la teoríaestrictamente necesaria y subsidiaria de la parte práctica,que sea útilpara el trabajo de los diputados de la Asamblea de Madrid.

Por ello, el Manual que presentamos trata de ofrecer a los usuariosun conjunto de propuestas sencillas y ajustadas a la norma de la len-gua española culta a la hora de elaborar sus intervenciones parlamen-tarias,sean éstas del signo que sean,a partir de los preceptos más ele-mentales de la Retórica y sobre la base de los análisis que hemoshecho de distintas intervenciones reales.

El Manual, por indicación expresa de la Presidenta de la Asamblea,se concibe como un instrumento neutro,desde el punto de vista ide-ológico,como no podía ser de otra manera y,al mismo tiempo,comoun medio para mejorar el tono de las intervenciones de los miembrosde la Cámara, tanto en su construcción retórica como en su formula-ción lingüística.

Otro de los objetivos que se ha fijado el Grupo de Investigación hasido conseguir la disposición de los parlamentarios para elaborarfichas en las que basar sus intervenciones y que estas se ajusten, enconsecuencia, al ideal de la intervención parlamentaria, recogida enel Reglamento de la Asamblea, de no leer las intervenciones (en elCapítulo III, art. 112, del Reglamento de la Asamblea se dice textual-mente:“Los diputados pronunciarán los discursos personalmente yde viva voz”).

La labor de la Cámara de Representantes de todos los madrileñosexige una incesante actividad oratoria. Los problemas de laComunidad de Madrid se debaten durante las legistaturas de muchasformas distintas y desde posiciones lógicamente distantes; todos conun denominador común: la palabra como exponente básico en ladefensa de las ideas, todas ellas legítimas,por lo que la lengua adquie-re un protagonismo singular en la difusión de los mensajes.

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Introducción

El discurso parlamentario se asimila en numerosas ocasiones al desa-rrollo de la comunicación política y difusión de los postulados ideo-lógicos de los partidos políticos. Esta identificación quita importan-cia entre la opinión pública a la razón de ser de parlamentos y asam-bleas: la labor de control al Gobierno y la labor legislativa.

Además, los debates con un alto componente legislativo o técnicoson generalmente vistos como complicados y arduos de seguir al uti-lizarse un lenguaje especializado de comprensión difícil para loslegos en las materias tratadas.

Sin embargo,la actividad parlamentaria adquiere especial relevanciapública cuando se realizan debates de amplia trascendencia política(como los debates de investidura,o los dedicados al estado de la región).Estos debates, además, se ven completados por actividades y decla-raciones anejas a las cámaras legislativas que amplifican y completanla actividad netamente parlamentaria,y que las dotan de mayor rele-vancia y,por tanto,de notable repercusión entre la ciudadanía.

En estos casos, las asambleas legislativas proporcionan hitos de espe-cial significación que acentúan la intensidad en el debate político.Encierta manera, el calendario político anual programable (indepen-diente de sucesos coyunturales) se adapta al calendario de las insti-tuciones legislativas.

Repercusión en la sociedad madrileña del trabajo de los parlamentarios

En contraste con la amplia repercusión pública de los principalesdebates y sesiones parlamentarias, las sesiones de trabajo de caráctermás técnico, el día a día de la Cámara, despierta poco interés en laopinión pública. En concreto, son tres las principales razones que sesuelen aducir para justificar dicho desinterés y se vinculan con la difi-cultad para seguirlos debido al empleo de un lenguaje técnico,al des-conocimiento de las sutilezas de los temas tratados y al formato pocoágil de los debates.

Por tanto,en torno a la actividad de las cámaras legislativas,encontra-mos dos polos diferenciados:

Este Manual, por tanto,pretende ser un instrumento sencillo (no esun sesudo tratado de retórica,ni un compendio de principios lingüís-ticos) que permita a cualquier diputado de esta Cámara una ayudapara enfrentarse al papel en blanco que le alivie en la disposición desus ideas, en su elaboración y en la construcción final de un mensa-je político claro y diáfano, que sea entendible, fundamentalmente,por el pueblo de la Comunidad de Madrid, último destinatario decuanto se elabora y discute en la Sede en la que están representadoslos madrileños: la Asamblea de Madrid.

No se ha pretendido, en consecuencia, hacer un tratado teórico delos principios retóricos que inspiran cualquier discurso humano,sino una herramienta muy práctica que permita, desde la libertad delas ideas,construir un mensaje cuidado tanto en la forma como en sufondo, y que llegue al ciudadano con la mayor claridad y sencillezposibles.

Los investigadores que nos hemos encargado de su elaboración espe-ramos haber conseguido el propósito que inspiraba a los clásicos enestas cuestiones: docere et delectare, es decir, haber redactado unManual útil para la importantísima labor de nuestros representantesy, a la vez, que su lectura sea amena y agradable a sus Señorías.

Fernando Vilches VivancosInvestigador Responsable de este Proyecto

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Amplia difusión y repercusión pública de los debates demarcado interés político.Escaso interés por la rutina parlamentaria.

En ambos casos, la desigual participación y seguimiento de losmedios de comunicación nos introducen en el debate sobre si losmedios inciden especialmente en aquellos temas de especial impor-tancia para la audiencia o si, por el contrario, es la propia actividadde los medios la que filtra y señala aquellos temas que deben sertomados en cuenta por la ciudadanía.

En este sentido, las Cortes Generales cuentan con la notable repercu-sión mediática que le da ser el principal foro del debate político, endetrimento de los parlamentos autonómicos, tanto por el marcadocarácter político de su agenda, como por ser el lugar donde debaten“los primeros espadas”de los principales partidos.

La opinión y valoraciones de los ciudadanos madrileños sobre la acti-vidad de la Asamblea Autonómica y la de las Cortes Generales así loratifica1:

El 24,6% de los ciudadanos madrileños no supo valo-rar la actuación de la Asamblea, mientras que en elconjunto de España sólo el 17,9% no valoró su respec-tivo Parlamento Autonómico a causa del desconoci-miento.Este desconocimiento no puede ser achacable a un cier-to grado de apoliticismo ya que, a la hora de valorar laactuación del parlamento de la nación, sólo el 13,4% delos madrileños aduce no opinar por desconocimiento,mientras que en el conjunto de España el porcentaje esde 14,4%.

Aunque, obviamente, en la Asamblea también se traten los principa-les temas de ámbito tanto autonómico como nacional, la discusiónpolítica se produce dentro de las Cortes Generales, lo que resta pro-tagonismo en este aspecto a los parlamentos autonómicos,afectandoespecialmente a la Asamblea de Madrid.

Una supuesta ventaja de las cámaras autonómicas para la obtenciónde una repercusión destacada en la opinión pública de la actividadparlamentaria se encuentra en la labor de proximidad y en la cer-canía de los temas debatidos a los problemas concretos de los ciu-dadanos.

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Introducción

1. Según un reciente barómetroautonómico del Centro de

Investigaciones Sociológicas

Valoración de la actuación del Parlamento Nacional y los respectivos ParlamentosAutonómicos en la Comunidad Autónoma de Madrid y el conjunto de España

Parlamento autonómico Parlamento nacional

Valoración Madrid Conjunto de España Madrid Conjunto de España

Muy buena 0.6 1.7 2.7 1.3

Buena 27.7 30.4 26.9 27.4

Regular 34.8 40.4 39.8 43.3

Mala 8.4 7.5 12.1 10.7

Muy mala 1.5 1.1 2.9 1.7

No sabe 24.6 17.9 13.4 14.4

No contesta 2.3 1.1 2.2 1.2

Grado en que afectan al bienestar la actuación de los gobiernos Central, Autonómico y Local en la Comunidad Autónoma de Madrid y el conjunto de España

Nacional Autonómico Municipal

Valoración MadridConjunto

MadridConjunto

MadridConjunto

de España de España de España

Mucho 33,2 27,6 30,1 27,3 35,7 32,1

Bastante 39,8 44,4 42,2 46,2 37,3 42,0

mucho +bastante

73,00 72,00 72,30 73,50 73,00 74,10

Poco 16.4 17.8 16.0 16.5 16.8 16.7

Nada 6.0 5.8 6.0 5.3 5.8 4.9

No sabe 2.4 3.9 3.7 4.1 2.8 3.4

No contesta 2.2 0.6 2.0 0.5 1.7 0.9

FICHA TÉCNICA • POBLACIÓN: Habitantes con más de 18 años de la Comunidad de Madrid.• ÁMBITO: Comunidad de Madrid.• MUESTRA: 500 entrevistas, lo que, con una población infinita y un intervalo de confianza de 95%, proporcio-na conclusiones con un margen de error de 3,8%.• SELECCIÓN DE ENTREVISTADO: muestra proporcional estratificada según datos poblacionales de sexo, edady hábitat, con selección final del entrevistado aleatoria.• CUESTIONARIO: preguntas cerradas diseñadas específicamente para los objetivos de la investigación inclui-das en un ómnibus que cuenta con preguntas básicas de caracterización socio-demográfica del entrevistado.

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CAPÍTULO I

La Retórica ayer y hoy

1. Breve historia de la Retórica. Retórica y comunicación.

La Retórica es una técnica y una ciencia que surgió en laAntigüedad para facilitar la comunicación entre los seres humanosen la sociedad, para conseguir persuadir y convencer a aquellas per-sonas que oían los discursos y que tenían la capacidad de actuar enrelación con ellos.

La Retórica nació en Sicilia con el fin de contribuir a que se cons-truyeran del modo más eficaz los discursos en los que se defendíanlos derechos de propiedad de las tierras confiscadas por la tiranía.DeSicilia pasó a Atenas y allí se convirtió en una disciplina que se apli-có a todas las clases de los discursos públicos (Hernández Guerrero,García Tejera, 1994).

En Atenas, la Asamblea constituía el ámbito de la comunica-ción retórica política de carácter parlamentario. Las decisioneseran tomadas por votación y, para llegar a la votación, se deliberaba,los discursos retóricos eran pronunciados por los oradores e inter-pretados por los oyentes.

En Roma, la enseñanza de la Retórica formaba parte de la forma-ción integral del ciudadano. Como explicó en su Institutio orato-ria (La formación del orador) el rétor hispanorromano Marco FabioQuintiliano, la educación debía comenzar por la Gramática, por elconocimiento de la lengua y de la literatura. En Roma, el Senadoera la institución en la que tenía lugar la comunicación retó-rica política de carácter parlamentario.

En la Edad Media, las Cortes aragonesas, por ejemplo, fueronun espacio de pronunciación de discursos políticos. Nuncaestuvo ausente la oratoria ante los consejos como órganos de decisión.

Con la Revolución francesa, la oratoria parlamentaria adquie-re nuevos impulsos y mantendrá su funcionalidad y su utili-dad hasta la actualidad.

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No obstante, si bien en el conjunto de España la cercanía de la admi-nistración funciona como punto clave a la hora de discernir lainfluencia de las decisiones de la administración en el bienestar delos ciudadanos, en el caso de Madrid no sucede lo mismo.

Así, en el conjunto de España, las decisiones que se percibencomo más influyentes en el propio bienestar son, por orden:

Las del Ayuntamiento (74,1%).Las del Gobierno autonómico (73,5%).Y, por último, las del Gobierno de España (72,0%).

Mientras que en la Comunidad de Madrid la situación es otra:

Las administraciones cuyas decisiones se perciben comoinfluyentes por más ciudadanos son, en primer lugar, elAyuntamiento y el Gobierno de la Nación (73,0%).Y, en segundo lugar, quedan las decisiones del GobiernoAutonómico (72,30).

La situación de la Comunidad de Madrid,región uniprovincial con unmunicipio (el correspondiente a la ciudad de Madrid) de gran rele-vancia demográfica y sociopolítica favorece la existencia de actitudesde desconocimiento y de cierta minusvaloración de la actividad de laAsamblea.

En este sentido, la actividad y repercusión pública del ParlamentoAutonómico se ve parcialmente laminada por la actividad del Con-greso de los Diputados y del Ayuntamiento de Madrid.

Esta situación intermedia de la Asamblea de Madrid se podría supe-rar mediante:

El fortalecimiento de las instituciones, clarificando compe-tencias y dotándolas de relevancia política, no sólo de gestión.El fomento de cultura democrática, estableciendo mecanis-mos que incrementen la participación y vinculación ciudadanaa sus instituciones, aunque sea meramente como espectadorinteresado.

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ANEXO 1Recursos oratorios

Introducción

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La Retórica comenzó siendo una técnica de la comunicaciónoral, pero, desde su ámbito inicial de la oralidad, se ha extendidoa otros ámbitos comunicativos como la organización y la efi-cacia comunicativa de textos escritos.Con el surgimiento de nue-vos instrumentos comunicativos como el periodismo, la radio, la tele-visión y, por supuesto, Internet, la Retórica ha encontrado un ampliocampo para la puesta en práctica de sus principios generales y fun-damentales.

La Retórica es un instrumento al servicio de la sociedad en lamedida en que lo está al servicio de la comunicación, que esimprescindible en la sociedad y en la convivencia.Y este instrumen-to puede ser utilizado, como ya advirtiera Quintiliano, con plantea-mientos que responden a un compromiso ético (Del Río Sanz,2000),pero también con los planteamientos contrarios a éstos. Es respon-sabilidad de quien utiliza la Retórica el no usarla para el enga-ño, sino para convencer y persuadir ofreciendo a nuestro interlocu-tor, de cuyos planteamientos difieren los nuestros, nuestras razones,que argumentamos y exponemos con ayuda de la Retórica.

2. Dimensión política de la retórica, dimensión retórica de la política.

Hablar de Retórica implica necesariamente referirse a su dimensiónpolítica. El desarrollo histórico de la Retórica, su utilidad y las valora-ciones que de ella se han hecho han estado unidos a su dimensiónpolítica.

Aunque la Retórica no surgió en el ámbito estrictamente político,sino en el judicial, muy pronto adquirió relevancia en la activi-dad política. La Retórica se convirtió en un instrumento imprescin-dible para la convivencia entre los ciudadanos,para la elección de losmiembros de las asambleas de representación política, para decidirsobre las leyes,para llevar a cabo los proyectos de la comunidad,etc.

La Retórica se ha convertido en un instrumento del que no sepuede prescindir en la actividad política, dada la importanciaque en ésta tienen los discursos con los que se intenta convencer opersuadir a quienes tienen la facultad de decidir sobre cuestiones deinterés público, como es el caso de los votantes en las elecciones yel de los miembros de las cámaras de representación política, comola Asamblea de Madrid.

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Es de gran interés la Retórica parlamentaria del siglo XIX, en laque en España tienen una gran importancia los discursos -pronuncia-dos en las Cortes de Cádiz-. La tradición de Retórica parlamentaria seprolongará a lo largo de dicho siglo, en el que figuras como EmilioCastelar representan la cumbre de una práctica retórica.Una oratoriaen la que se unen:

Un dominio extraordinario del lenguaje;Una gran capacidad de construcción textual de los dis-cursos; yUna gran eficacia comunicativa en la pronunciación deldiscurso.

En el siglo XX, el desarrollo de la Retórica parlamentaria ha experi-mentado las distintas aportaciones tecnológicas, las cuales han con-tribuido a facilitar la comunicación retórica de carácter parlamenta-rio.Así, la radio y, después, la televisión supusieron una impor-tante ampliación del conjunto de receptores de los discursos,pues éstos no son recibidos e interpretados solamente por quienesestán presentes en la cámara parlamentaria, bien como representan-tes políticos, bien como periodistas o público, sino también lo sonpor quienes están fuera de la cámara (Albaladejo, 2001).

Si la Gramática es la ciencia de hablar correctamente, la Retórica,una vez aprendida la Gramática,es el arte de hablar bien,en el sen-tido de hablar no sólo correctamente, sino también con eficacia,utili-zando adecuadamente los dispositivos comunicativos de construc-ción global del discurso, las estrategias de la ordenación de la presen-tación de la información en éste, la entonación, los gestos y los movi-mientos propios de la comunicación (García Berrio,1984;López Eire,1995; Pujante, 2003; Hernández Guerrero, García Tejera, 2004).

La Retórica se constituye como la explicitación de las técnicasque van siendo desarrolladas para la comunicación de los dis-cursos.De ahí surge todo un sistema teórico-práctico que contiene:

las estructuras retóricas fundamentales (invención, dis-posición, elocución, memoria y actuación, además de laintelección);las partes del discurso retórico (exordio, proposición,narración, argumentación y peroración);y los aspectos relacionados con la comunicación retóri-ca, con la obtención del mayor rendimiento comunica-tivo del discurso y con la intención de que su eficacia seala mayor posible.

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CAPÍTULO ILa Retórica ayer

y hoy

CAPÍTULO ILa Retórica ayer

y hoy

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todos sus dispositivos y componentes con el fin de que persuada a quienlo oye, y tiene la capacidad de decidir que lo haga a favor de las pro-puestas de futuro que hace en el discurso,tanto en el discurso políti-co electoral como en el discurso político parlamentario.

Pero un gran número de discursos de género epidíctico odemostrativo son también discursos políticos, son los discur-sos en los que, sin que los oyentes tengan que decidir, se ofrecenplanteamientos que tienen que ver con los valores cívicos ysociales, como puede ser, por ejemplo, un discurso conmemora-tivo de la aprobación de la Constitución.

Además, hay un componente de género judicial en algunosdiscursos políticos, en aquellos ante los que quienes oyen han dedecidir sobre hechos futuros, sobre promesas o sobre propuestas,pero también sobre lo que quien habla expone de su trayectoriaanterior.

3. Retórica y parlamento

La Retórica política es, por tanto, una de las formas de laRetórica que más presencia tiene en la vida cotidiana de unasociedad. Por un lado, la actividad parlamentaria suele estar presen-te con frecuencia en los medios de comunicación; por otro, la pro-nunciación de discursos retóricos y su información y reproducciónen los medios de comunicación es habitual en los períodos de cam-paña electoral.

La Retórica política puede dividirse en Retórica electoral,Retórica parlamentaria y Retórica relativa a otras formas decomunicación política, como pueden ser la redacción de artículosde opinión o editoriales en la prensa, o los debates públicos sobretemas políticos de actualidad.

La utilización de las más modernas tecnologías,como es el casode Internet, ha supuesto un nuevo y decisivo apoyo para lacomunicación retórica parlamentaria y también para el procesa-miento de toda la documentación generada en la comunicación dis-cursiva en las cámaras de representación política. Los discursos pue-den ser consultados por la ciudadanía en bases de datos, pudiendopotenciarse una necesaria interactividad comunicativa entre repre-sentados y representantes políticos.

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Pero, junto a esta dimensión política de la Retórica,hay que hablartambién de una dimensión retórica de la política. No puedeconcebirse la política sin el lenguaje, sin el discurso, sin una comuni-cación que conecte a los candidatos con los electores,a los represen-tantes con los representados, a quienes representan unas opcionespolíticas con quienes representan otras opciones.

En las cámaras de representación política, los representantes de laciudadanía,es decir, los parlamentarios,pronuncian discursos con losque intentan comunicar eficazmente lo que desean transmitir, susposiciones, sus planteamientos, sus propuestas, etc. a los demás par-lamentarios y también a quienes no forman parte de la Cámara,peroreciben e interpretan los discursos en las tribunas de invitados ofuera de la Cámara a través de los medios de comunicación.

Las cámaras de representación parlamentaria se configuran así comoespacios de la pluralidad discursiva en los que la comunicación estácaracterizada por la polifonía inherente al hecho de que intervengandistintas voces,voces plurales,exponiendo sus distintas perspectivas,planteamientos, propuestas, visiones de la sociedad, etc.

Para un mejor conocimiento de la relación entre Retórica y política,es conveniente hacer referencia a los géneros oratorios o retóricosque plantea Aristóteles en su Retórica. El discurso retórico, paraAristóteles, consta de quien habla, de aquello de lo que sehabla y de aquél a quien se habla, el oyente.Y, de acuerdo conla función que el oyente tenga en la comunicación de los discursos,los clasifica en tres géneros: el género epidíctico o demostrativo, elgénero judicial y el género deliberativo.

Para Aristóteles, el oyente bien puede tomar decisiones respecto delos discursos que oye,bien puede no tomarlas, actuando interpretati-vamente ante los discursos como espectador:

Si el oyente no ha de tomar decisiones ante el discur-so, se trata de un discurso de género epidíctico odemostrativo.Si el oyente ha de tomar decisiones sobre hechos pasa-dos, se trata de un discurso de género judicial.Si ha de tomar decisiones sobre hechos futuros, el dis-curso es de género deliberativo.

El discurso político es propiamente el discurso de género deli-berativo,en él la Retórica pone a disposición de quien lo pronuncia

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CAPÍTULO ILa Retórica ayer

y hoy

CAPÍTULO ILa Retórica ayer

y hoy

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CAPÍTULO II

El discurso político

1. ¿Qué es un discurso?

Según el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia,undiscurso es la facultad de usar la mente (el razonamiento) para refle-xionar o analizar los antecedentes, principios, indicios o señales decualquier asunto con el fin de entenderlo.

Y el arte de hablar con elocuencia,de deleitar,persuadir y conmoverpor medio de la palabra es la oratoria.

Dicho en otras palabras, un discurso es un razonamiento, mientrasque la oratoria es el arte de hablar. Por lo tanto, el discurso es aque-llo que “razonas en tu mente y compartes con otras personas,y la ora-toria es el arte con que lo haces”, esto es, habilidad adquirida parapoder convencer a otros.

Un discurso es, por tanto, ambas cosas: razonamiento ytécnica.

Y los discursos, según el Reglamento de la Asamblea, se han de pro-nunciar y no leer:

“Los discursos se pronunciarán personalmente y de viva voz(RAM 112.3).

1.1. Técnicas para entender los discursos que pronuncian

los políticos. Desde tiempos antiguos hasta nuestros días,los discur-sos han sido objeto de análisis por lingüistas,sociólogos y politólogos,quienes desarrollaron técnicas para entender qué significan los textosque pronuncian todo tipo de líderes, porque siempre dan más infor-mación de la que se escucha o se lee en los mensajes que transmiten.

Desde la perspectiva lingüística, el discurso fue estudiado y analiza-do por R. Jakobson (1963) y por E. Benveniste (1975); lo integrarondentro de un modelo de comunicación y lo definieron como unaactividad lingüística considerada en una situación de comunicación(en la que se dan un emisor, un receptor y un contexto).

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Una de las características de la comunicación de los discursos políti-cos es el fenómeno de la poliacroasis,que consiste en la recepción einterpretación de los discursos por un conjunto de oyentes caracte-rizado por su pluralidad (Albaladejo, 1998).Asociado a este fenóme-no,está el hecho de que un mismo discurso retórico pronunciado enla cámara política puede ser interpretado de diferentes maneras ypuede hacer que se produzcan diferentes respuestas en relación conél.La comunicación retórica parlamentaria es un correlato dela configuración ideológica de la sociedad.

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ANEXO 1Recursos oratorios

CAPÍTULO ILa Retórica ayer

y hoy

Page 13: Manual de Retorica Parlamentaria

por decir siempre lo que son y lo que no son los demás;y nuncalo que uno mismo es” (J.B.Marcellesi,1971).

Por ser un discurso de estrategia retórica discursiva cuyoobjetivo es enmascarar las contradicciones objetivas sintagmati-zándolas discursivamente.

Por comportar propiedades performativas. No se limita ainformar o a transmitir una convicción, sino que también produ-ce un acto, expresa públicamente un compromiso y asume unaposición.

Por tener un “efecto narración” (Faye, J. P. (1975): por unaparte, los discursos reflejan y duplican la correlación de fuerzasque los avala y,por otra,pueden contribuir a modificar en ciertascircunstancias el estado de correlación de fuerzas.

Por ser todo extratexto: en el discurso político, todo es utili-zable. Regine Robin (1976) dice que hay que invertir el viejoaxioma metodológico:

Dime lo que dices y cómo lo dices / y te diré quién eres.

Y expresarlo del modo siguiente:

Porque sé quién eres, desde dónde hablas y cuándo hablas /voy a poder analizar tu discurso.

“Porque tu discurso político no es más que la inscripción de tu posi-ción de clase en el campo de las relaciones de fuerza de una forma-

ción social en un momento determinado, en función de esaprosodia oscilante de enunciados que te permiten hacer creí-ble tu argumentación haciendo flecha de todo palo, es decir,utilizando todo -léxico,metáforas,sintaxis…- lo que puede ser-

vir en este momento preciso”. En resumen, el discurso polí-tico es un pre-texto, un sub-texto y, sobre todo, un extra-

texto.

No es caracterizable un grupo político por el vocabulario y eltexto contrariamente a lo que suponen ciertos estudiosos: laspalabras y los estereotipos, según las circunstancias, vagan de ungrupo a otro. No existe un lenguaje específicamente burgués,revisionista o proletario,como se suponía.No es posible construiruna “botánica del discurso”. La realidad es mixta.

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Por el contrario,Austin (1962) lo concibió como una práctica socialinstitucionalizada que no solo remite a situaciones y roles intersubje-tivos en el acto de comunicación,sino también a lugares objetivos enla trama de las relaciones sociales.Y lo definió como toda prácticaenunciativa considerada en función de sus condiciones sociales deproducción que son fundamentalmente institucionales, ideológico-culturales e histórico-coyunturales, lo cual “determina lo que puedey debe ser dicho”.

Según esto, un discurso puede ser definido como:

un acto interdiscursivo (proceso de producción)un acto sociocultural (condicionado cultural e ideológica-mente)un práctica social ritualizada (de esquema determinado)

Pero también puede ser caracterizado por las tres funciones que rea-liza, según H. Portine (1978):

función informativafunción expresiva yfunción argumentativa

1.2. ¿Cómo caracterizar el discurso político?

No resulta fácil definirlo ni caracterizarlo. Desde unpunto de vista formal, se caracteriza por lo siguiente:

Por hipertrofiar la función argumentativa: esante todo un discurso argumentado en el que sepresentan la tesis, los argumentos y las pruebasdestinados a teatralizar ante un público concreto elser y el deber ser político con el fin de mover las posi-ciones de este público.

Por no dirigirse tanto a convencer a losadversarios como a reconocer, distinguir yconfirmar a los partidarios y atraer a losindecisos.

Por presentar una argu-mentación polémica en gra-do superlativo y muy enfático,cuya regla de oro es: “Ser un discurso polémico

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CAPÍTULO IIEl discurso político

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3. El contenido del discurso político

El discurso político es una operación de comunicación en la forma,pero también en el fondo la política parece haberse reducido a meracomunicación política.Y,de este modo, la práctica política se ha con-vertido en un acto de comunicación en el que es necesario cuidar,asimismo, tres aspectos lingüísticos: la perspectiva léxica, la perspec-tiva enunciativa y la perspectiva de comportamiento discursivo.

3.1. La perspectiva léxica. Con ella se pretende que el emisordel discurso sea consciente del uso que hace de los pronombres yo,nosotros, vosotros, y de los verbos modales querer, poder, ser nece-sario y deber, así como de las apelaciones realizadas a los recepto-res.Son los elementos en los que se manifiesta lo que Gerstlé (1981)ha denominado la estructura de intención / implicación / interpela-ción / asociación. El debate político se ha convertido en una “luchaverbal”donde los oponentes intentan hacerse valer y desacreditar aladversario, ante la mirada atenta del electorado, al que deben con-vencer.

El estudio de los pronombres referenciales permite determinar el“posicionamiento” en relación consigo mismo, con el adversario, ycon el auditorio.

3.2. La perspectiva enunciativa. Desde ella se examinan dosseries de índices: la pronominal en la que los pronombres determi-nan los actuantes del discurso,y la léxica,en la que los verbos estruc-turan el relato del discurso. De este análisis, se extraen consideracio-nes relativas a las estrategias discursivas.

3.3. La perspectiva del comportamiento discursivo. Esmás abstracto y más amplio.Tiene en cuenta, además de lo sintácticoy semántico, la dimensión pragmática del lenguaje; se propone darcuenta de las conductas comunicativas y saber de qué modo los ele-mentos contextuales dan forma a su “estructura de interacción”.

Para esto, se distinguen las normas situacionales, conversacionales ydiscursivas.

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2. ¿Cómo enfocar un discurso político?

La estrategia de la comunicación tiene como objetivo la transmisiónefectiva y eficiente del discurso político al electorado.En la comuni-cación política, el candidato es el emisor, el electorado es el recep-tor y el discurso político es el envase semiológico de la propuestapolítica.

Para diseñar una estrategia de comunicación política, hay que tenerpresente los siguientes actores:

Emisor: la persona que enuncia el discurso.Auditorio: el público ante el que se habla.Receptor: aquellos a quienes se dirige realmente el discursopolítico.

Y,según varíe el tipo de destinatario,hemos de elegir diferentes estra-tegias discursivas (distintos envases o formas de presentación de loscontenidos).

2.1. Estrategias discursivas. Las estrategias discursivas se esta-blecen en función del objetivo propuesto y del destinatario alocu-tivo (Verón, 1987):

Si nos proponemos dirigirnos al electorado que nos apoya, laforma del discurso debe adoptar la estrategia denominadacomo de Predestinatario > Discurso de refuerzo para consolidar ymantener el apoyo de sectores simpatizantes (“nosotros,inclusivo”).

Si concebimos el discurso como instrumento de fijar o clari-ficar posiciones, la forma que ha de adoptar es la de Contradestinatario > Discurso de polémica consistente enun diálogo en términos de réplica o contradiscurso (“ellos,exclusivo”).

Y, si lo que buscamos es atraer a sectores indecisos hacianuestras propias posiciones, la estrategia que hemos de adop-tar es la de Paradestinatario > Discurso de persuasión con la finalidadde captación de prosélitos.

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Los periodistas tratan de forzar a los candidatos a comprome-terse en temas a los que no necesariamente querían referirse.

Los candidatos tienen la oportunidad de responder del modoen que entienden (o quieren entender) las preguntan que les for-mulan.

El debate puede considerarse como una doble confrontaciónentre los candidatos mismos y entre los candidatos y los perio-distas que pugnan por el control de la agenda.

5. Procedimientos y estrategias discursivas

Atendiendo a los rasgos de su modo de presentación y de emisión,un discurso persigue una finalidad persuasiva a la que también sirvesu forma o estilo de exposición y la actuación oratoria de las partesbeligerantes, se refiere a los procedimientos discursivos a los querecurren los oponentes con la finalidad de transmitir mejor sus men-sajes y ganar así la adhesión del auditorio.

5.1. Los procedimientos discursivos. La retórica que empleaen el debate está sujeta a una dimensión estratégica fundamental: losprotagonistas,seleccionan un cúmulo de procedimientos discursivospara transmitir el mensaje en función del objetivo,que es lograr ven-tajas para su contienda con el adversario.

Esta técnica es un procedimiento global, ya que toma en considera-ción el debate en su conjunto para que los diferentes análisis que sehagan de él permitan conocer el modo en que cada contendientepresenta, emite y pretende que se le asocie íntimamente con algo,para así confundir. Sin olvidar la íntima relación de lo retórico con loestratégico, hay obras que ilustran particularmente este tipo de aná-lisis como, por ejemplo, la de Martel (1983), donde el autor trata deidentificar de qué manera los objetivos de los candidatos participanen sus maniobras discursivas, como, por ejemplo, cuando se ataca aun oponente en cierto punto, bien preciso, ya sea en sus ideas, o ensu conducta.

Aristóteles, en los Tópicos, dice que el efecto verosimilitud depen-de en gran medida de la axiomática ideológica: esto es, de defini-ciones implícitas (oraciones de relativo) insertadas en oraciones

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4. La temática discursiva

Los temas de un discurso político dependen de las circunstancias delmomento. Por ello, los estudiosos han distinguido dos subgéneros:cuestiones que andan en juego y temas de actualidad mediática.

4.1. Análisis de las cuestiones que andan en juego. Lospolitólogos tratan de individualizar y caracterizar las cuestiones, losproblemas y los puntos que se discuten la mayoría de las veces, sinutilizar una estructura, un modelo o una técnica de análisis.Algunostrabajos se limitan a enumerarlos, tratando de ser objetivos; otrosadquieren un aspecto más evaluativo.

Existe un método específico del análisis del contenido de las diferen-tes formas de expresión y de comunicación de los mensajes. Se tratade una técnica objetiva, sistemática y cuantitativa que, con un siste-ma de categorías,trata de producir inferencias entre el texto y su con-texto de producción.No es una técnica homogénea,ni siquiera cons-tituye un conjunto bien identificable de formas de tratamiento de lainformación. El verdadero análisis de contenido es un instrumentocon el cual se intenta identificar cuestiones en juego, argumentosy hasta efectos de los debates.

Las ventajas que ofrece son lo que puede revelarse sobre la informa-ción transmitida por los candidatos, la interpretación que hace deella el auditorio y la personalidad de aquellos.También se puedeidentificar los tipos de cuestiones y sub-cuestiones de los debates ylos deslizamientos de una a otra.

4.2. Análisis de la agenda. En su origen, con la denominaciónde agenda se aludía a la selección y al tratamiento de la actualidadque hacían los medios.Se basa en la idea de que los medios imponenmás que un pensamiento, un objeto para ser pensado (teoría de la“agenda sitting”). La idea del concepto de “agenda” es que se esta-blezca una jerarquización en la cual ciertos temas lleguen a ser prio-ritarios, y es lo que ha llevado a distinguir tres agendas:

La de los periodistas, que formulan las preguntas.La de los candidatos, que responden a dichas preguntas.La del electorado, tal como se expresa en los sondeos de opi-nión pública.

La relación entre la agenda de los periodistas y la de los candidatospone de relieve el control de la agenda electoral:

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de modalizadores deónticos:deber ser, tener que ser…;en formade categorías de constatación:parece, es verdad, es cierto;moda-lizadores factitivos: hacer hacer, hacer ejecutar...; o modaliza-dores apreciativos: me alegro, es extraño…

La gramática de argumentos analiza la lógica argumentalde las relaciones de incompatibilidad,de consecuencia,de causa,de efecto; de implicación, por ejemplo, si X, entonces Y; de opo-sición: de identidad, de propiedad; complementación, equivalen-cia, diferencia, unión, jerarquía.

La Identificación de estrategias discursivas permite en elanálisis argumentativo ir mas allá al caracterizar los contenidosproporcionales de esos temas y esos asuntos en juego, de modotal que nos permite considerar la función persuasiva de esascuestiones.Este se constituye,en el eje que unifica los diferentestipos de análisis del contenido de los debates políticos televisa-dos. Por lo tanto, su reconocimiento es importante no solo en símismo, sino, además, porque permite establecer un modelogeneral de interpretación del conjunto de los estudios posiblesdel contenido de los debates.

Según Aristóteles, la argumentación se opone a la demostración cien-tífica, preocupada por controlar el valor de verdad de las premisas yde las conclusiones. El discurso político es “un acto de habla o razo-namiento que utiliza un conjunto de signos informativos en funcióndel poder”.Por eso,el proceso informativo transforma el lenguaje enideología.

5.3 ¿Cómo y para qué se argumenta? Lo normal es que losargumentos sean expresables mediante proposiciones. Los argumen-tos son relevantes para persuadir y demostrar, mientras que las pro-posiciones son afirmaciones importantes para la estructura lógica deldiscurso.De hecho,una proposición puede expresar una verdad y noconvencer a nadie. Su potencia persuasiva dependerá de cómo seapresentada,es decir,de su uso en tanto argumento.A su vez,un argu-mento puede convencer a todos, pero no por ello puede ser formu-lado como proposición o ser probada su verdad.Ahora bien, muchasveces es conveniente desnudar la estructura lógica de un discursoargumentativo para refutarlo o aceptarlo si lo leemos; o escribirlo demodo que sea aceptado si lo estamos creando.En estos casos,es con-veniente escribir las oraciones del texto como proposiciones, clasifi-carlas en argumentos o presupuestos y, finalmente, establecer lasconexiones entre ellas.

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impersonales que borran la presencia del sujeto de la enunciacióny orientan hacia la realidad objetivamente presentada; dependentambién del uso de los procedimientos de énfasis (ciertamente,sin duda alguna, en todo caso; del uso de superlativos; de las aser-ciones avaladas por alguna autoridad; de las presuposiciones quese dan como compartidas por todos, por ejemplo: “la justiciatiene por función compensar las desigualdades naturales” pre-supone que existen desigualdades naturales por parte de quienemite dicha frase.

5.2. Las estrategias argumentativas. Como hemos señalado,los aspectos denominados “retóricos” o “estratégicos” deben serminuciosamente analizados para poder armar en su momento un dis-curso que se utilizará en el debate de acuerdo a una estrategia queno solo proporcione ventajas, sino que también sume victorias anteel oponente de turno, y para poder dejar en claro y sin dudas alespectador de dicho discurso que, en síntesis, él es el verdadero des-tinatario del mensaje, que será él quien sumará las diferencias a lahora del escrutinio en las urnas.

Por consiguiente, a la luz de los diferentes análisis que se han realiza-do desde una perspectiva teórica, podemos elaborar un modelo glo-bal.Y aquí vemos claramente que todo nos lleva a sopesar la impor-tancia de los elementos lingüísticos, que son la materia prima deldebate o del discurso. Pues, además de serlo, en todo intercambio ytodo discurso, permiten determinar intuitivamente los temas y lascuestiones en discusión que una técnica de análisis más rigurosalogra identificar con más seguridad.

Desde una perspectiva de análisis del discurso, se procede areconstruir analíticamente el proceso de esquematización de la rea-lidad tal y como se refleja en el discurso (análisis sintagmático) ytambién se intenta identificar y explicitar el paradigma ideológicolatente a partir de cual se produce el proceso argumentativo (aná-lisis paradigmático).

En el análisis sintagmático, se distinguen analíticamente tres fases: lade reconocimiento de los argumentos, la explicitación de la gramáti-ca de argumentos y la de identificación de las estrategias discursivas.

Los argumentos son las proposiciones generales que pue-den ser presentadas en forma de aserciones, esto es: afirmacio-nes, negaciones, interrogaciones; en forma de categorías de cer-teza:cierto, probable, necesario, posible, contingente…;en forma

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Argumentación. La argumentación -y,por lo tanto,el esquemadiscursivo,el discurso,el texto, las secuencias,párrafos y oracio-nes- es susceptible de descripción a partir de la lectura deltexto y de la determinación del esquema discursivo.

El texto (oral o escrito) tiene una idea principal,que se manifiesta enuna oración llamada “tesis”.

Los párrafos del texto se agrupan en secuencias, cada una de las cua-les cumple una función dentro de la argumentación. Las secuenciasprincipales son la introducción, el desarrollo y la conclusión.

Así, la introducción es una secuencia compuesta de uno o variospárrafos, lo que depende de la extensión que hayamos decidido parael trabajo y de la complejidad del contenido. El propósito de estasecuencia es presentar la tesis y, quizás, algunos datos adicionalescomo los antecedentes históricos, la importancia del asunto tratadoo, inclusive, los motivos personales del autor.

El desarrollo o cuerpo del trabajo es una secuencia normalmentedividida en varias subsecuencias. Cada una de estas últimas se com-pone,como las secuencias,de uno o varios párrafos.Cada subsecuen-cia debe girar en torno a un argumento que sirve para demostrar latesis.A su vez, cada argumento o idea principal de la subsecuenciadebe ser demostrado, por lo que se destinará un párrafo de la subse-cuencia a cada nuevo argumento -o idea secundaria de la subsecuen-cia- que sirve para demostrar la veracidad del argumento de lasecuencia mayor.

También la conclusión, por las mismas razones, es una secuenciacompuesta de uno o varios párrafos. El propósito de esta secuenciaes evaluar el éxito o fracaso de la argumentación, presentar un resu-men sucinto de ella y, quizás, añadir algunos datos adicionales comolas repercusiones (en lenguaje matemático, los corolarios) y, si no sehubiese dicho en la introducción, los antecedentes históricos, laimportancia del asunto tratado o los motivos personales del autor.

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Un discurso es un acto de habla y,por tanto,consta de los elementosde todo acto de habla (John Searle,1969):en primer lugar,de un actolocutivo o locucionario,es decir,el acto de decir un dicho (texto) consentido y referencia; en segundo lugar, de un acto ilocutivo o ilocu-cionario,o el conjunto de actos convencionalmente asociados al actoilocutivo; y, finalmente, de un acto perlocutivo o perlocucionario, osea, los efectos en pensamientos, creencias, sentimientos o accionesdel interlocutor (oyente).

Por consiguiente, un discurso es un acto de habla ideado:

para imponer opiniones y conductaspara mover (hacer que alguien haga algo)

Lo primero se consigue mediante la lógica de la demostración y losegundo, mediante la retórica de la argumentación. Todo se con-vierte en un juego de estrategias (utilización de la información ymanipulación de los argumentos) con la finalidad de modificarconductas, suscitar emociones y remover creencias que facilitanun objetivo.

5.4. Estructura retórica y argumentación. El lenguaje coti-diano no se rige por las exactas leyes del cálculo de proposiciones,sino por la ambigüedad de las palabras en las circunstancias en queson usadas, razón por la cual el uso de los modelos de la lógica for-mal en los discursos argumentativos no es sino una estrategia persua-siva que no garantiza la verdad del razonamiento.

La estructura retórica del texto se refiere a la organización de losargumentos y a los modos de presentarlos en función del propósitodel discurso.A esta organización y a estos modos se les llama “argu-mentación”.

Organización. La estructura retórica está fuertemente ligada alas partes del discurso y a las distintas estructuras textuales quelo componen; es decir, por un lado, las condiciones de la pro-ducción convencional y del consumo convencional del discur-so (esquema discursivo); y, por otro lado, la división del textodiscursivo en las secuencias que lo componen, los párrafos queconforman secuencias y las oraciones de los párrafos. El textose descompone de estas unidades y, si está bien construido, sedebe reconocer el propósito de cada una dentro de la argumen-tación general del discurso.

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CAPÍTULO IIEl discurso político

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el orador político quiere hablar en público necesita serplenamente consciente del motivo por el que interviene.También debe saber qué es lo que quiere obtener delpúblico. De esta forma podrá optimizar sus esfuerzos en lapreparación del mensaje para que, así, cada argumento,imagen y palabra contribuyan a lograr su objetivo.

¿A quién va dirigido un discurso? La virtualidad de un discurso depende del estudio previo delreceptor del mensaje político. Porque, según sea el públicoal que nos tengamos que dirigir, hemos de hacerlo con unou otro lenguaje. La efectividad del mensaje dependerá engran medida de la elección de nuestra forma de hablar y denuestro vocabulario.No es lo mismo hacer un discurso sobrepolítica que sobre nuevas tecnologías, ya que el uso de tec-nicismos y el vocabulario serán completamente distintos enuno y otro caso.

Tampoco es lo mismo que un jefe haga un discurso a sus trabajadoresen una cena de empresa, que un ministro lo haga ante el parlamen-to.Son situaciones no comparables,que,aunque versaran sobre idén-tico tema, exigen un estilo y un vocabulario diferentes.

2. Las partes del discurso

Siempre que hablamos en la Asamblea para explicar nuestra posturaante un hecho relevante (todos lo son porque afectan a los ciudada-nos que representamos), debemos tener presentes las consideracio-nes siguientes:

hemos de procurar llamar la atención de los diputados sobrelo que vamos a decir;hemos de exponer con claridad lo que deseamos transmitir;hemos de ofrecer razones inteligentes para ello;hemos de sintonizar al máximo con ellos para motivar lossentimientos que puedan favorecer lo que proponemos yevitar aquellos que producen los efectos contrarios;hemos de presentar reunido y compendiado cuanto haya-mos expuesto, para que perdure la impresión causada;y,por último,hemos de emocionar al auditorio mostrando eladecuado apasionamiento que requiera la importancia delasunto que estemos tratando.

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CAPÍTULO III

El discurso político (II)

Cualquier discurso político tiene (o debe tener) como fin primordialhacerse escuchar, indicar lo que se pretende, exponer los hechos,defender nuestra posición y animar a que se defienda.

1. Preparación del discurso político

1.1. Las funciones del discurso político. Aunque desde elpunto de vista retórico en un discurso se pueden distinguir tres fun-ciones (entretener, informar y convencer), tan solo analizaremos lasdos últimas:

Informar. El orador político puede intentar que los ciudada-nos comprendan claramente un asunto, un tema o una ideaque resuelva una incertidumbre. Su objetivo principal es ayu-dar a los ciudadanos que pretendan ampliar su campo deconocimiento o resolver alguna duda proporcionando nue-vos datos. La característica principal de este discurso es for-mar opinión.

Convencer. Si el político se propone como tarea básicainfluir sobre las verdades claras e indiscutibles profesadas porla ciudadanía para que sean aceptadas las suyas, debe argu-mentar bien lo que dice y, para ello, será necesario recurrir aelementos cognitivos y racionales. La característica principalde este discurso es mover voluntades y ganar adhesiones.

Para lograr este objetivo,es muy importante la utilización de la expre-sión verbal y el llamamiento de emociones.

1.2. ¿Cómo se ha de proceder? Antes de proceder a prepararun discurso, hay que fijar unos pasos previos:

Fijación del Propósito del discurso.El primer paso para plantear bien un discurso es fijar lafunción de éste (explicado en el punto anterior). Cuando

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ANEXO 1Recursos oratorios

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Formular una pregunta, ya que esta puede ser uno de losmétodos más seguros y sencillos para abrir la mente de losoyentes y captar su benevolencia.

Enunciar una aserción sorprendente denominada “choquetécnico”, la cual consiste en expresar un comentario aventu-rado acerca de determinados hechos y opiniones.

Recurrir a una cita de un autor o a un dicho.

Contar una anécdota, una historia breve con ironía o sentidodel humor, o alguna aclaración que tenga que ver con el usodel idioma.

Hemos de tener bien presente que el objetivo de la introducciónen un discurso es captar la atención de la audiencia por medio delplanteamiento de un tema en forma clara y atractiva. Por lo tanto,en este apartado del discurso debe evitarse cometer los erroressiguientes:

Hacer un preámbulo excesivamente largo.

Recurrir a anécdotas o cuentos humorísticos para provocaruna sonrisa forzada, puesto que se corre el riesgo de perdercredibilidad, además de poner en evidencia nuestra incapaci-dad de narrar una simple anécdota.

Comenzar con circunloquios embarazosos o con excusasbanales.

Los antiguos preparaban con atención -y antelación- los exordios desus discursos porque le daban mucha importancia. Distinguían dostipos:principio e insinuación.Lo llamaban principio cuando el ora-dor exponía sencilla y directamente el fin que le movía a tomar lapalabra; lo llamaban insinuación cuando daba algún rodeo para pre-parar a un auditorio poco favorable.

Cuando alguna circunstancia imprevista grave (un atentado terroris-ta, una conmoción económica, el fallecimiento de una personalidadreconocida mundialmente...) se conozca momentos antes de iniciarnuestra intervención, es aconsejable suprimir el exordio y utilizar loque la Retórica clásica llama “comienzo ex abrupto” (de repente),pues la sola mención del hecho producido será suficiente para con-mover o interesar al auditorio.

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La Retórica,desde los orígenes de esta disciplina, llama a estas partes:exordio (o introducción), proposición, narración, argumenta-ción (o confirmación), peroración (o conclusión) y patética.

La oratoria política, que se dirige al público más general a través delos diputados y de los medios de comunicación,puede prescindir (dehecho lo hace a menudo) de la mayor parte de las reglas que carac-terizan a otros discursos porque,al estar pegada al terreno y adaptar-se a las circunstancias,se puede entrar directamente en materia,pres-cindiendo del exordio;o se ahorra la proposición y la narración cuan-do no es necesario exponer unos hechos sobradamente conocidos,por lo que se limita a argumentar la defensa de su posición; en oca-siones, el discurso marca estrechamente el tono, la forma y el fondopor ser puramente patético (el mitin es su expresión más clara). Encualquier caso, hasta que el discurso no se ha elaborado, no se sabecon certeza qué partes del discurso habremos incluido y de qué par-tes habremos prescindido.

2.1. Exordio o Introducción

Es la introducción o puerta de acceso al discurso. Son las primeraspalabras que pronunciamos, acompañadas de los primeros gestos, yse convierte en el escaparate donde debemos mostrar el “producto”y,así,determinar la actitud de la audiencia.Es decisivo empezar bienpara causar la mejor de las impresiones a los oyentes y atraer suatención.Y no es tarea fácil. Lo que digamos (y cómo lo digamos) enestos minutos iniciales determinará el acierto o el fracaso de nues-tra intervención.

Se ha de dar mucha importancia a la parte introductoria del discur-so. En este momento, el orador político emite señales de toda índoleque los oyentes del discurso cifrarán como las primeras impresiones.Es la parte donde se trata de explicar en síntesis el tema que se va aexponer. Se ha de hacer brevemente y, si fuera conveniente, porqueasí lo piden las circunstancias del momento, lo situaremos cronológi-camente (cómo ha surgido y cómo ha ido evolucionando).

Debemos, por tanto, proceder como sigue:

Referirnos al tema siendo breves, explícitos y prácticos.

Si hay que hacer referencia a nuestra propia persona, procú-rese hacerlo de una manera que refleje modestia y sinceridad.

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2.3. Narración

El motivo central de esta parte es exponer los hechos. En el mundopolítico, por lo general, los hechos son suficientemente conocidos, oa través de los medios de comunicación, o por iniciativa del grupopolítico más interesado en que esos hechos se conozcan.

Sin embargo,a veces es conveniente detenerse en ellos,bien para ofre-cer datos inéditos,bien porque se desea crear un clima que favorezcalos propósitos del orador,bien para desmontar una versión espuria deesos acontecimientos que pueden tomarse por verdaderos si no los corre-gimos con nuestro discurso.Es decir,que sólo reconstruiremos los hechospara variar la atención o la emoción de los oyentes ante sucesos comoun atentado,una estafa a gran escala,una ingerencia grave en nuestrasatribuciones como parlamentarios autonómicos,etc.

Ejemplo:El partido conservador quería la renovación de la Monar-quía;el partido radical, la salud del pueblo;el partidoconservador, la educación progresiva de las democra-cias;el partido radical, el advenimiento súbito de lasdemocracias;el partido conservador, el derecho escri-to;el partido radical, el derecho eterno;el partido con-servador, la libertad,pero poniéndole ciertas limitacioneslegales;el partido radical, la libertad, pero extendiéndo-la hasta los mismos límites a donde se extiende la natu-raleza humana;el partido conservador, las reformas graduales;el partido radical, las reformas instantáneas.Fuerzas opuestas,enemigas, que creyeron haber firmado en la Constitución de 1869un pacto, cuando sólo habían firmado una tregua, y que creye-ron haber encontrado en la Revolución de 1868 un cauce don-de mezclar sus corrientes, cuando sólo habían encontrado unnuevo campo de batalla donde medir sus fuerzas.(Discurso pronunciado por Emilio Castelar el 20 de junio de1870 en el debate sobre la “Abolición de la esclavitud”).

2.4. Argumentación

Es la parte nuclear del discurso:aquí debemos concentrar la atencióny el interés de nuestro auditorio.No por ser conocido el asunto pier-de interés nuestra intervención,aunque haya sido precedida por otrasmuchas:quienes nos escuchan quieren ver si defendemos nuestra posi-ción como se merece y desean ver cómo lo hacemos.

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Ejemplo:Vuelvo a ocupar la atención del Senado, en los dramáticosmomentos que vive nuestro país, para ocuparme del docu-mento enviado por mí a diversas personalidades americanasen defensa del prestigio de Chile y que hace una rápida histo-ria de nuestro sombrío panorama político. El Presidente de laRepública ha dado un paso más en la desenfrenada persecu-ción política que lo hará notable en la triste historia de estetiempo, iniciando una acción ante los Tribunales de Justicia,pidiendo mi desafuero para que, desde este recinto, se deje deescuchar mi crítica a las medidas de represión que formaránel único recuerdo de su paso por la historia de Chile. (Discursopronunciado por Pablo Neruda el 6 de enero de 1948)

2.2. Proposición

Sirve para resumir nuestra intención. En el discurso político, sepuede prescindir de ella cuando los hechos son de sobra conocidospor el auditorio y también por nuestros representados, pues nuestraposición ideológica presupone la intención de quien se sube al estra-do y causa mejor impresión la brevedad y la concisión que el alarga-miento innecesario para sustentar nuestras intenciones.

El discurso político en la Asamblea de Madrid tiene limitación detiempo por el Reglamento y no suele abarcar más de un asunto, poreso la proposición o se suprime o debe reducirse a concretar laidea básica que persigue el orador.

Ejemplo:Al hablar ante el Honorable Senado en este día, me siento

acompañado por un recuerdo de magnitud extraordina-ria.En efecto, en un 6 de enero como éste, el 6 de enerode 1941, un titán de las luchas de la libertad, un Presi-dente gigantesco, Franklin Delano Roosevelt, dio al mun-do el mensaje en que estableció las cuatro libertades,

fundamentos del futuro por el cual se luchaba y se desan-graba el mundo.Estas fueron: 1.- Derecho a la libertad de

palabra;2.- Derecho a la libertad de cultos;3.- Derecho a vivirlibres de miseria;4.- Derecho a vivir libres de temor.Este fue el mundo prometido por Roosevelt. Es otro el mundoque desean el Presidente Truman y los también PresidentesTrujillo, Moriñigo, González Videla. (Discurso pronunciado porPablo Neruda el 6 de enero de 1948)

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das si se está seguro de impresionar al auditorio con las queutilizaremos al final, las más robustas. En general, el oyenteespera que cada nueva prueba aporte más luz, por lo quehemos de ser cautelosos ya que lo contrario debilita laargumentación.

No se ha de apabullar con profusión de argumentos por-que se puede dar impresión de inseguridad o falta de con-vencimiento.

Tras el ataque,viene la defensa (siempre por este orden).Ade-más de dar los argumentos que creemos más pertinentes paradefender nuestra posición, es necesario desmantelar losrazonamientos del contrario, lo que técnicamente se deno-mina refutación. Se debe refutar con concisión, con ener-gía y con calor.

Es una de las partes más difícil y crítica,ya que,al ser más larga que lasdemás,se corre el riesgo de perder la disponibilidad del espectador y suconsecuente interés.

Para evitar que el oyente desconecte,existen procedimientos a los quehemos de recurrir y armas que hemos de utilizar:

Hemos de describir brevemente los puntos que vamos a trataral principio para que el oyente se haga su propio planteamien-to mental del discurso.

Pasaremos de la introducción al desarrollo gradualmente,evitan-do un comienzo “ex abrupto”(que hemos citado en el “Exordio”).

Evitaremos la utilización de un vocabulario demasiado técnicoy recurriremos a una sintaxis sencilla, de frases cortas y sinexcesiva subordinación. Son preferibles y más aceptadas por lamente las frases cortas que las largas.

Argumentaremos cada punto que vayamos a tratar.

Si podemos recurrir a ejemplos o lugares comunes para ilustrarlo expuesto, siempre conseguiremos un interés del público.

Como ésta es la parte principal de todo nuestro discurso,hemos de ser extremadamente claros, evitar expresar suposi-ciones, interpretaciones.

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Antes de adentrarnos en la argumentación, señalaremos losiguiente:

Que la argumentación política contiene mayor número deejemplos que de argumentos positivos.

Que las razones y las pruebas son el fundamento de toda elo-cuencia.

Que tras los ejemplos, lo que más influye en la voluntad de losreceptores del discurso político es el crédito del orador.

Que toda deliberación es un cálculo de probabilidades, cuyosdatos han de tomarse de la experiencia.

A partir de aquí, debemos tener en cuenta algunas consideraciones:

Todos nuestros argumentos se dirigen a probar:que alguna cosa es verdaderaque es moralmente rectaque es la más conveniente

Tres cuestiones de naturaleza distinta que exigen probarsede forma separada.

Lo verdaderamente sólido y persuasivo debe extraerse delconocimiento exhaustivo de la materia y de su meditaciónprofunda.

Es indispensable delimitar sin ambigüedades la naturalezadel asunto: si se trata de un problema estrictamente político;o de carácter administrativo; o de cualquier otro matiz, paradefenderlo con los criterios adecuados.

Conviene delimitar si estamos escogiendo entre un bien yun mal; o entre un bien y otro bien mayor; o entre un maly otro menor.

Es importante seleccionar los argumentos.Los criterios más acon-sejables son:que los entienda el público;que sean novedosos;que sean pertinentes;y que sean los más contundentes.

El discurso puede ir avanzando con una gradación estudia-da. No es peligroso comenzar por las pruebas menos sóli-

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Por ser ésta una parte clave,hemos de tener especial consideraciónen lo siguiente:

Recordar brevemente las etapas recorridas durante el desarro-llo del discurso.

Formular nuevamente los puntos de vista propios y las ventajasque aportan para el problema o situación.

Concluir con un reto o un consejo es válido si la naturaleza deltema lo requiere.

Usar como broche final una frase vigorosa, una fórmula valien-te, una cita elocuente, una pregunta en donde el oyente pienseen la solución que se acaba de proponer.

Es el momento de utilizar la principal regla de cualquier conclusión:dejar para el último lugar aquello en que reside la fuerza de nuestracausa: la Verdad, la Justicia, el Amor a la Patria, la Razón, etc. Se pue-den añadir algunas reflexiones breves que realcen lo que ya se haprobado y, si lo consideramos conveniente, pulsar las emociones delauditorio.

Ejemplo:Hijos de este siglo, este siglo os reclama que lo hagáis másgrande que el siglo XV, el primero de la historia moderna consus descubrimientos, y más grande que el siglo XVIII, el últi-mo de la historia moderna con sus revoluciones. Levantaos,legisladores españoles, y haced del siglo XIX, vosotros, quepodéis poner su cúspide, el siglo de la redención definitiva ytotal de todos los esclavos. He dicho.(Discurso pronunciado por Emilio Castelar el 20 de junio de1870 en el debate sobre la “Abolición de la esclavitud”)

2.6. Parte patética

Es en las emociones donde la elocuencia reina y ostenta todo supoder. Es bueno agitar moderadamente los sentimientos porque sonun principio de las acciones humanas y, por ende, de la persuasión.Sin embargo, las emociones no tienen un lugar fijo en la disposicióndel discurso político.

Como consideraciones generales, podemos señalar las siguientes:

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No hemos de exagerar nada de lo que digamos, ha de ser natu-ral y creíble para el oyente.

Siempre será bueno ofrecer experiencias (si viene al caso)sobre el tema que se expone,bien sean propias y teóricamentevividas por uno mismo, bien sean de alguna persona conocida.

Ejemplo:Pero se nos dice: “¡Olvidáis que esta ley debe ser una ley de tran-sacciones, porque se refiere a la propiedad.”¡Propiedad! ¿Propie-dad de quien? ¿Propiedad de qué? ¿Propiedad cómo? ¿Propiedadcon qué títulos? Pues qué, el hombre, el ser inteligente y libre,activo y moral, ¿puede ser propiedad de alguien? Pues qué, sialguien tiene derecho sobre él, ¿no debe el renunciar al ejerci-cio de sus facultades, al ejercicio de sus miembros, de sus bra-zos, de su cabeza? Y si no pueden ni física ni moralmentehacer esto, ¿cómo exigís lo imposible, cómo establecéis la pro-piedad sobre lo que es inapropiable para el amo e irrenuncia-ble en el siervo?

¡Ah, señores diputados! La propiedad supone cosa apropiada.Probadme que el negro es una cosa; probadme que es comovuestro arado, como el terrón de vuestra tierra, que no tieneni personalidad, ni alma, ni conciencia. La propiedad es jusutendi et abutendi. Luego, ¿podéis usar y abusar del esclavo?Luego, ¿podéis usar y abusar a vuestro antojo de una imagendivina, de una naturaleza moral, del alma, de la conciencia,del derecho? Si un hombre puede ser objeto de propiedad,todos los hombres pueden ser objeto de propiedad.(Discurso pronunciado por Emilio Castelar el 20 de junio de1870 en el debate sobre la “Abolición de la esclavitud”).

2.5. Peroración

Por último, sólo nos falta recoger las ideas dispersas antes de ponerfin a nuestro turno de palabra.Es el momento de recoger la idea fun-damental de nuestra intervención para grabarla en el recuerdo de losoyentes.

Es el punto estratégico de un discurso,pues lo que se diga al final deéste serán las últimas palabras que se expresen y quedarán sonandoen la memoria del auditorio por un largo tiempo,ya por el acierto,yapor la reflexión.

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CAPÍTULO IIIEl discurso político

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CAPÍTULO IIIEl discurso político

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3. ¿Cómo se prepara un discurso?

La preparación de un discurso ha de ir precedida siempre por unareflexión sobre el tema, el destinatario y la destreza del emisor:

Desde la perspectiva del emisor, hemos de sopesar lacapacidad comunicativa, la experiencia oratoria y la habilidad deinteracción:

Hemos de conocer hasta dónde alcanza nuestra capacidadde comunicación y de asertividad.

Hemos de saber si somos capaces de “escuchar con la vistaal público”y leer las miradas para interpretar sus pensamien-tos (si se aburren o si se distraen…).

Hemos de sopesar bien nuestra habilidad para usar y recibirretroalimentación.

Desde la perspectiva del tema discursivo: Una vez analizados los puntos anteriores, procederemos a crearnuestro discurso. Para ello hemos de seguir los siguientes pasos:

Selección de un tema. Hemos de escoger un tema para tra-tar y definir en qué variante nos queremos centrar.

Acopio de información. Utilizaremos todos los mediosposibles para conseguir cualquier tipo de información rela-cionada con el tema.

Selección de materiales. Después de una extensa, perominuciosa búsqueda de información,seleccionaremos aque-llo que nos resulte de más interés, evitando rellenos y bana-lidades que no vienen al caso.

Elección de material de apoyo. Siempre es importante,puesto que está demostrado que un material de apoyocomo puede ser aparatos reproductores de presentaciones,diapositivas, hojas anexas, ejemplos, videos, etc., aumenta elinterés del espectador en un 30%.Y queda retenido en sumemoria un 20% más de tiempo que lo habitual.

Construcción del mensaje.Hemos de construir el mensa-je, crear un guión mental y seguirlo paso a paso.

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Es propio del buen sentido considerar si el asunto que vamos atratar admite algún apasionamiento, pues no todos admiteneste recurso.

No se puede emocionar si el auditorio no ha sentido una pizcade emoción provocada por los acontecimientos. La pasión hayque excitarla sobre cosas conocidas de suyo o confirmadas conpruebas.

La principal condición para que se ponga en marcha el podersugestivo de la elocuencia es la convicción de quien habla.Paraconmover a otros debemos estar conmovidos nosotros.

El lenguaje y las descripciones deben ser siempre rápidos yardientes,ya que no es bueno prolongar el pasaje patético pueslas emociones son fugaces.No insistamos,por tanto,demasiadoen lo patético.

Ejemplo:No quiero hacer elegías, no quiero conmover vuestros corazo-nes; yo sé muy bien que los corazones de los legisladores sue-len ser corazones de piedra. La esclavitud antigua tenía unafuente, al fin heroica, que era la guerra. La esclavitud moder-na, la esclavitud contemporánea, tiene una fuente cenagosaque se llama la trata. ¿Comprendéis un crimen mayor? ¿Creéisque hay en el mundo algo más horrible, algo más espantoso,más abominable que el negrero? El monstruo marino quepasa bajo la quilla de su barco; el tiburón que le sigue,husmeando la carne, tienen más conciencia que aquel hom-bre. Llega a la costa, coge su alijo, lo encierra, aglomerándolo,embutiéndolo en el vientre de aquel horroroso barco, ataúdflotante de gentes vivas. Cuando un crucero le persigue, alige-ra su carga, arrojando la mitad al océano. Allí los pobresnegros no comen ni beben bastante, porque el sustento y labebida es cara, y su infame raptor necesita ganancia, muchaganancia.Bajo los chasquidos del látigo se unen los ayes de lasalmas con las inmundicias de los cuerpos.(Discurso pronunciado por Emilio Castelar el 20 de junio de1870 en el debate sobre la “Abolición de la esclavitud”)

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CAPÍTULO IIIEl discurso político

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3.3 Comunicación no verbal. Es aquella que se expresa con lamirada, los gestos, el movimiento.No sólo las palabras componen undiscurso. El 55% de este tipo de comunicación está compuesto porla comunicación no verbal y un 87% de ello llega de forma visual alcerebro del oyente. Dado que es un porcentaje muy elevado, hemosde procurar hacer movimientos que sean rítmicos y coincidentescon nuestra explicación, y que con solo mirarnos faciliten al oyenteparte de lo que queremos decir (en el capítulo siguiente, ampliamoseste punto).

3.4. Uso de conectores. En un discurso solo debe haber unmensaje: a ello contribuye la concordancia de las frases y el enlaceconveniente de unas con otras. Se han de evitar los cambios bruscosde tema para no dar a entender que estamos tratando de puntos dis-tintos, sino de que todo gira y está relacionado con el tema en cues-tión. El uso de conectores (por tanto, también, de esta manera, así,por ejemplo, siguiendo con el siguiente punto…) nos puede ayudaren gran medida a que esto se cumpla a la perfección.

4. La realización del discurso

En suma,el discurso político debe responder a la tríada que apareceen Cicerón como probare, delectare (también conciliare) y movere(o permovere). En el Orador (B. Kytzler:1975: 69:XXI) leemos:

“Un orador perfecto […] será aquel que en el foro y en los pro-cesos civiles habla de tal manera que compruebe, entretengay domine la voluntad de los oyentes.Es necesario probar, entre-tener es agradable;pero el que sepa determinar la voluntad delos oyentes se llevará la victoria; pues ello es lo decisivo paraganar una causa.El número de las obligaciones de un oradores igual al número de géneros del discurso; el género humildese basa en la demostración, el moderado en el deleite, el fogo-so se apodera de la voluntad del oyente; en este último se hallatodo el poder del orador”.

Esta secuencia resulta tan unívoca y tan perfectamente fundamenta-da que apenas precisa comentario. Pues la comprobación descansasobre una capacidad técnica que es, por tanto, la más fácil de apren-der, mientras que la capacidad de entretener ya es más rara y aquellaque provoca pasiones es la que aún más raramente se encuentra y noes fácil hacerse con ella. Si uno analiza los medios de persuasión

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Conclusión. Hemos de crear una conclusión que impactey sea extremadamente receptiva por parte del oyente.

3.1. Construcción del guión. La construcción del guión es a loque nos referimos cuando hablamos de esquema que seguimos alpronunciarlo delante del público.

Por ello, y dada la importancia de este punto, tenemos que fijarnoscuatro características, desde el principio hasta el final del guión, queson las siguientes:

Concisión y exactitud. Hemos de convertir nuestro tema,aunque sea complejo y largo, en una declaración corta ysencilla de entender, en donde la idea principal se manifies-te de forma que los oyentes se queden con algo que anali-zar y acaben en un resultado positivo.

En la exposición, se deben evitar palabras innecesarias como yahemos comentado,procurar mantener una voz activa y entremezclarafirmaciones y preguntas.

Claridad. Hemos de procurar que nuestras palabras esténdirigidas como dardos hacia la conclusión o propósito denuestro discurso. Éstas, por supuesto, deben llamar la aten-ción tanto por su vivacidad como por su entonación.

Originalidad. La expresión de cada individuo es diferentey, por ello mismo, ha de evitarse caer en un estilo corrientey visto.Por ello, se ha de buscar la originalidad no solo en elplanteamiento, sino también en el pensamiento y en suforma de presentarlo.

3.2. La retroalimentación. Como ya sabemos, la retroalimenta-ción es aquel sistema capaz de dar y recibir información.

Es muy importante que durante todo el discurso seamos capaces decrear un ambiente interactivo, y que no se trate solo de un canal detransmisión en un solo sentido. El uso de hacer preguntas en el aire,aunque sean contestadas por uno mismo, crea en el oyente una sen-sación de interactividad, aunque de manera indirecta. En definitiva,tenemos que hacer creer al destinatario del discurso que su presen-cia es realmente importante, y que es lo que da sentido al discurso.

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CAPÍTULO IIIEl discurso político

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5. Modelo de esquema discursivo (A. Elejalde, 1998)

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según su contribución al éxito persuasivo, se ve con Cicerón que esnecesario demostrar; sin embargo, el deleite ya es más importante yla estimulación del pathos, finalmente, es lo más poderoso para incli-nar la voluntad a la acción.

Según Pascal, tanto las palabras como quien las pronuncie en vista deuna función determinada serán los ingredientes capaces de conmo-ver los ánimos más aletargados:

“El arte de persuadir consiste en agradar y en convencer; loshombres se gobiernan más por el capricho que por la razón.Por esto hay que tener en cuenta a la persona que se quieremovilizar, conocer su espíritu y su corazón, los principios conlos que acuerda, qué cosas ama; luego tomar el asunto que setrata, qué relaciones tiene con los principios sostenidos”.

Y esto es así porque la aparente racionalidad humana se amortiguaante el avance de lo sentimental y el torbellino de las pasiones, quenada entienden de nexos causales o evidencias lógicas.

Los discursos parlamentarios, en cuanto textos políticos, pertenecenal género deliberativo, pues ante ellos los receptores se erigen enárbitros y toman decisiones respecto de cosas futuras.Y, en tanto encuanto la finalidad inmediata del texto político y parlamentario es engeneral persuadir al receptor para que éste actúe decidiendo enfavor de lo que el orador le propone,es un texto que tiene fundamen-talmente carácter deliberativo.

Dentro del conjunto de los receptores del texto político parlamenta-rio, son decisivos el concepto de persuasión y el concepto de con-vicción (Perelman, Olbrechts-Tyteca, 1989); los oradores no sólo sedirigen a los miembros de las asambleas políticas, a los que intentanpersuadir, sino también a aquellos otros receptores de sus discursosa los cuales intentan convencer, influyendo en su opinión comomiembros de la sociedad (Albaladejo,1994) y en cuanto sujetos de laopinión pública. Los oradores se dirigen a estos receptores en tantoen cuanto éstos son sujetos de la opinión pública.

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CAPÍTULO IIIEl discurso político

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CAPÍTULO IIIEl discurso político

(II) 1. Secuencia introductoria

Párrafo 1 (reseña histórica):

-Oración temática:

La redacción usualmente es mal enseñada.

Párrafo 2 (presentación de la tesis):

- Tesis y oración temática:

La redacción debe planificarse.

Párrafo 3 (presentación de la metodología de trabajo):

- Oración temática: El examen de los métodos tradicionales servirá para probar la tesis.

2. Secuencia de desarrollo

Subsecuencia 1:

-Argumento 1:

Los medios masivos de comunicación desfavorecen la redacción.

Párrafo 4:

Los medios redactan mal.

Párrafo 5:

Los medios son un mal ejemplo.

3. Secuencia de conclusiones

Párrafo 11:

Párrafo 12:

Subsecuencia 2:

-Argumento 2:

La difusión de la oralidad perjudica el lenguaje escrito.

Párrafo 6:

Párrafo 7:

Párrafo 8:

Subsecuencia 3:

-Argumento 3:

Los libros de lecturas cortas, estilo “diccionario”, vanen contra del desarrollo de la capacidad de abstracción.

Párrafo 9:

Párrafo 10:

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CAPÍTULO IV

El lenguaje parlamentario

1. Arte de hablar y arte de decir

Para ir distinguiendo especies en la pradera de la retórica, es necesa-rio distinguir entre el hablar y el decir y,con ello,entre dos concep-ciones -ciertamente coordinadas, mas no por ello menos diferentes-de la retórica como arte de hablar y como arte de decir (JoséLuis Ramírez, 1999). Elegir la primera concepción implica acercarsea la filosofía y a la psicolingüística, mientras que la segunda nosconecta con la ciencia de la literatura o estilística y con la semiótica.

Hablar y decir parecerán quizá expresiones respectivamente sinóni-mas y ciertamente el uso cotidiano las intercambia e iguala. Pero, sialguien dice, por ejemplo: «El Jefe del Gobierno habló en la televi-sión ayer» y un interlocutor responde preguntando: «Y ¿qué dijo?»,esta pregunta carecería de sentido si el hablar y el decir significaranexactamente lo mismo.

Hablar es, en efecto, hacer uso de una facultad, decir es usar esafacultad en un acto de expresión concreta, empíricamente aprecia-ble. Esto hace relación a la distinción aristotélica entre prãxis y poíe-sis.Naturalmente que nadie puede hablar sin decir o formular expre-siones concretas en una lengua concreta y ningún ser viviente puededecir nada concreto sin poseer la facultad de hablar. No obstante,hablar y decir son aspectos diferentes del acto concreto de hablar,dando esto lugar a sectores de estudio y análisis diferentes.

2. Su relación con la intellectio, con la inventio,con la elocutio y con la pronuntiatio

2.1. Su relación con la intellectio

En el discurso retórico, la primera etapa que debemos acometer es laintellectio, imprescindible para organizar el resto de las operacionesretóricas del discurso y paso obligatorio para que la intervención par-

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RESUMIENDO

El Exordio debe ser breve e, incluso, reducirse a unamera fórmula de cortesía si no lo hemos preparado aconciencia.

La Proposición puede reducirse a una frase.

La Narración en el discurso político sólo la empleare-mos si interesa encender el ánimo de la audiencia.

El meollo del discurso político se centra en la Argumen-tación, en la que fundamentamos nuestra postura.

Una breve y animosa Peroración debe remachar laidea fundamental.

A los sentimientos (Patética) se puede, y se debe, recu-rrir desde la propia emoción en cualquier parte deldiscurso.

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CAPÍTULO IIIEl discurso político

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Aquí, pues, el parlamentario tomará conciencia de la materia que seva a tratar en la intervención correspondiente, si es un tema muyconcreto o más abstracto; si afecta a la mayoría de los madrileños osólo a un sector de la población de la Comunidad de Madrid; si va aser transmitido por los medios de comunicación o no; en fin, comoseñala Arduini (2000:64),“construir el espacio comunicativo/ retóri-co que circunscribirá lo que será dicho”.

En consecuencia, no tendrá la misma base una intervención sobrehechos concretos o reales, que pueden ser objeto de conjetura, queuna sobre planteamientos ideológicos,en los cuales pueden emitirsejuicios de valor.

Hay,por tanto,muchos planteamientos posibles para una intervenciónparlamentaria y es en esta fase donde el orador debe decidir,por el tipode discurso que va a pronunciar o el debate en el que va a intervenir,cómo fundamenta su discurso para ayudar al auditorio a desentrañarlas claves que él ha utilizado con toda la intención.

El planteamiento fundamental de la intellectio consiste en cómoinvolucrar al receptor de la intervención en el planteamiento elegidopara que la persuasión sea más eficaz, en definitiva, nos jugamosconectar o no con quienes nos escuchan. De este modo, como seña-la Capdevila, es posible la cooperación interpretativa.

En resumen,la intellectio es el análisis pragmático del receptor,de sus características y de sus reacciones ante el discurso(Albaladejo:1993:54).

2.2. Su relación con la inventio

La inventio se ocupa de buscar las ideas que deben fundamentar todala construcción textual posterior.Como apunta Capdevila,“debe con-siderarse como una fase de localización de ideas aptas para la persua-sión” (2002:144) y en ella, según Vázquez y Aldea (1991:74) se reali-zan tres grandes operaciones:

La definición de la estrategia.El desarrollo de la estrategia.La argumentación retórica.

Con la inventio, avanzamos un paso en el proceso de construcciónde la intervención que estamos preparando y se plantea, por tanto,

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lamentaria cumpla el objetivo de la persuasión que todo debate o dis-curso político conllevan (Chico Rico, 1987, 1989; Albaladejo, 1989;Chico Rico, 1998; Albaladejo, Chico Rico, 1998; Chico Rico, 2003).

Esta etapa nos marcará, en la estrategia que planteemos, qué partesdel discurso memorizaremos (para mirar de frente al auditorio y valer-nos de los elementos del lenguaje no verbal,que analizamos más ade-lante),y cómo organizaremos la ficha que hemos de llevar al estradoen aquellas partes en que no consideremos necesario el recurso dela memorización,dentro de la función constructora del discurso.

Francisco Chico Rico ha estudiado la intellectio y ha contribuido demanera decisiva para recuperarla para la Retórica moderna,y escribelo siguiente (2003: 208-209):

“[...] la intellectio permite la iniciación y la regulación por partedel orador de las operaciones retóricas de inventio,de dispositio,de elocutio,de memoria y de actio o pronuntiatio dentro de unaestrategia sistemática de producción textual en la que son tenidosen cuenta todos los elementos que componen el hecho retórico.Es misión de la intellectio,pues,el comienzo de la actividad de laserie integrada por las cinco operaciones retóricas tradicionalmen-te establecidas y el mantenimiento de la misma en las condicionescomunicativas más convenientes a la situación comunicativa en gene-ral y a cada uno de sus componentes en particular.Así, la intellec-tio ha sido descrita y explicada como una operación retóricainstructiva que da como resultado no un nivel constructivo en elámbito de la construcción retórica,sino un nivel instructivo en eldominio del hecho retórico.Dicho nivel contendría el conjunto deinstrucciones semántico-semióticas o semántico-extensionales,sintáctico-semióticas -macroestructurales y microestructurales- ypragmático-semióticas o pragmático-comunicativas que,dirigidasa la inventio,a la dispositio,a la elocutio,a la memoria y a la actioo pronuntiatio,contribuirían,entre otras cosas,a la consecucióndel decorum necesario para garantizar la conveniencia y la efecti-vidad del discurso retórico”.

Y, recogiendo en parte las enseñanzas del profesor Chico,AránzazuCapdevila (2002:120) matiza en estos términos:

“Este papel estructurador y planificador del discurso hace de laintellectio una operación retórica principalmente pragmática(...) En esta operación se determina la intencionalidad del discur-so, se elige un determinado modelo de mundo que constituye labase interpretativa y se diseñan las estrategias operativas deinventio, dispositio, elocutio y actio”.

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

parlamentario

CAPÍTULO IVEl lenguaje

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neologismos populistas de dudoso gusto, frases hechas, palabras malutilizadas..., siempre con el objetivo de llamar la atención.

Pues bien,los autores de este Manual queremos romper una lanza paraque se recuperen las dos primeras cualidades elocutivas,dado el des-propósito de muchas intervenciones políticas,que creemos sincera-mente que tendrían mucha mayor efectividad comunicativa si estuvieranelaboradas con la corrección y con la elegancia que tenían aquellasque se pronunciaban en los foros políticos españoles en el siglo XIX.

Creemos,también,que la disyuntiva que se da entre una intervenciónbien escrita, con elegancia en todos sus matices, y la persuasión, quese arrastra desde el período clásico (Capdevila: 2002:180), no tienerazón de ser en la actualidad,en donde la mayoría de los debates polí-ticos, por su incorrección sintáctica y por su impropiedad léxica, esdecir, por su falta de coherencia y de cohesión, revela una falta deinterés alarmante por la ciudadanía,y la ausencia de esas dos cualida-des elocutivas, a las que aludíamos más arriba, son el auténtico ene-migo de la persuasión en la actualidad.

No es,pues, la elocución un mero ornamento del lenguaje en la inter-vención parlamentaria.De lo que se trata es de recuperar, a través dela elocutio, la persuasión en la comunicación política actual.Ademásde este fin primordial,podríamos instaurar el papel de la Asamblea deMadrid como un modelo de cuidado en el uso de la lengua españo-la, que tanta falta hace en una sociedad deslumbrada todavía por elaserto de Mc Luhan,“el medio es el mensaje”.

2.4.Su relación con la pronuntiatio

Es célebre en los estudios de Retórica la anécdota atribuida aDemóstenes quien,al ser preguntado cuáles eran las tres partes prin-cipales de la oratoria, respondió:“La primera, la recitación; la segun-da, la recitación; y la tercera, la recitación”.

Esto nos da una idea bastante exacta de la diferencia entre“recitar” y “leer” un discurso, y de cómo la recitación se pone alservicio de la persuasión, que es el fin de todo discurso parlamenta-rio, pues, si el discurso carece de la fuerza que le proporciona ésta yse convierte en una monótona lectura informativa, perderemos -abuen seguro- la atención de nuestros oyentes,tanto los que estén pre-sentes en la Asamblea,como los que nos puedan escuchar a través decualquier medio de comunicación.

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como una etapa mucho más concreta: el parlamentario debe elegirahora, de entre la amplia gama de recursos argumentativos, los quejuzgue que pueden conectar con su auditorio y debe sopesar concalma esta elección, ya que, si no logra establecer la comunicacióninicial, los recursos argumentativos que vaya utilizando a continua-ción no serán aceptados por el auditorio y toda su intervencióndevendrá en fracaso.

Elegir los argumentos adecuados y ordenarlos (lo que la Retóricallama dispositio) como mejor convengan a su disertación se con-vierte así en la tarea clave de cualquier intervención parlamentaria.Para ello, tendrá en cuenta el tipo de receptor, de entre los muchosque puedan ser destinatarios de sus argumentos, a quien él quiereorientar su discurso. Recordemos, una vez más, que las interven-ciones de los diputados de la Asamblea de Madrid pueden trascen-der los muros de la propia Institución, por lo que se amplía el ecode algunas de las intervenciones que se producen durante la legis-latura.

Y, a su vez,deberá elegir los procedimientos más adecuados que denvalidez a las argumentaciones escogidas por mor de la argumenta-ción retórica.

En resumen,en la inventio el diputado debe encontrar las ideasadecuadas para la persuasión y ordenarlas inteligentemente.

2.3. Su relación con la elocutio

Con la elocutio se produce la conclusión del proceso textual que seha iniciado con la inventio.

En la retórica clásica, cuando se habla de cualidades elocutivas, sehace referencia a las tres siguientes:

la corrección lingüísticala elegancia yla efectividad comunicativa.

En el análisis de los discursos de la Asamblea de Madrid que hemosrealizado en este mismo capítulo, se puede ver que hoy,en el mundode la comunicación política,se da una extremada importancia a la efi-cacia comunicativa, con lo que no se duda en postergar a las dos pri-meras. Así, se pueden encontrar expresiones incorrectas, vulgares,

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

parlamentario

CAPÍTULO IVEl lenguaje

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El segundo elemento que debemos considerar son las pausas.Existen dos tipos: de sentido y enfáticas.

Las de sentido se basan en el papel de los signos de puntuación que,en modo alguno, son subjetivos, nos sirven para respirar y se hacencuando ese “sentido” lo reclama.

Las enfáticas deben utilizarse cuando hacemos una aseveración decierta entidad, y nuestra pausa –mirando al auditorio- permite queeste fije más la atención en lo que hemos dicho y adquiera la impor-tancia que nosotros le hemos otorgado.

El tercer elemento son los tonos. La entonación en español, comoindicamos en el punto siguiente, que aporta una significación preci-sa en español,evita,además, la monotonía que nos produce escuchara personas con el tono bajo y cuya forma de hablar carece de la vive-za necesaria (lo que coloquialmente se conoce como “personas consangre de horchata”). No se trata de que se hable a impulsos de vozque devengan en gritos,pero tampoco en un tono más propio de lasnanas infantiles que todos usamos para dormir a los bebés.Hemos devariar las inflexiones de nuestra voz de acuerdo con la parte del dis-curso en que nos encontramos y con la importancia de lo que este-mos tratando en cada momento.

El cuarto elemento serían los gestos, que trataremos más amplia-mente en el último punto del ANEXO 2.

No somos estatuas de sal, tampoco actores histriónicos que tratan desustituir su falta de escuela con gestos exagerados. Todo lo quehemos dicho hasta aquí debe ser acompañado con los gestos adecua-dos que confirmen la veracidad de nuestras posturas y la ética con laque las envolvemos.

Todo lo que decimos con las palabras debe ser acompañado con ellenguaje de nuestro cuerpo: las manos, los brazos, la cabeza, los ges-tos de la cara... En fin, demostrar que estamos vivos, que ponemostodo nuestro interés en lo que decimos, que creemos en lo quedefendemos y transmitir al auditorio nuestra convicción de que eltrabajo de un parlamentario de la Asamblea de Madrid es de sumaimportancia para el bienestar material y espiritual de todos losmadrileños.

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En primer lugar, debemos atender a una buena pronunciación, esdecir, hablar de un modo que nos entiendan todos (o,al menos, lagran mayoría), y con la fuerza suficiente para que sea creíble loque decimos y cale en quienes nos escuchan (podríamos decir quees una falta de respeto aburrir al auditorio).

Para conseguir esta premisa, es preciso hablar despacio, separarlas palabras y sostener los finales;acertar con las pausas que nosproponen los puntos, las comas y donde la claridad, o la importan-cia de la idea que vamos a expresar lo pida, en definitiva, seguir lasnormas de la ortología o “Arte de pronunciar correctamente y, ensentido más general, hablar con propiedad”, como apunta el DRAE(2001, 22.ª edición).

Nunca debemos apresurarnos y dar la sensación de que nuestro cere-bro va lanzado, pero nuestra articulación se queda rezagada, produ-ciendo un amasijo de sonidos que impiden cualquier comprensiónde lo que se está diciendo, con lo que nuestro discurso se diluyeentre balbuceos y pierde su dignidad.

Una vez asimilado lo anterior, debemos completar nuestro discursocon otros elementos esenciales:

El primero de ellos es el énfasis, es decir, acentuar las expresio-nes en las que queremos expresar una fuerza especial. Se hallegado a decir, incluso,que un mal discurso se puede salvar si ha sidopronunciado con el énfasis adecuado.

Conviene, eso sí, disponerlo con suma atención, pues, si enfatizamosmás de la cuenta, pareceremos esos cronistas deportivos de losmedios audiovisuales que parecen hablar a golpes de voz.

Para manejar bien, por consiguiente, el énfasis debemos saber conexactitud cuáles son las ideas más importantes de nuestro discursopara hacer el adecuado hincapié justo en el momento de recitarlas.Se pueden hacer algunas marcas en nuestro texto que nos recuerdenesta importante cuestión.

Pero si excederse en el uso de los recursos retóricos es malo, hacer-lo con el énfasis puede ser muy perjudicial.Viene bien recordar aquía Montaigne, que decía: “Nadie está libre de decir sandeces; lograve es decirlas enfáticamente”.Si todo es énfasis en nuestro dis-curso, seremos partícipes más del estilo “enfático” que de la ricaexpresión que éste proporciona.

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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(no tenemos,obviamente,constancia de que así lo fueran en su momen-to),pero que nos sirven como ejemplo para señalar que deben ser evi-tadas a toda costa por los parlamentarios de la Asamblea de Madrid:

Terminaciones en –ado

La dicción de un parlamentario, cuando está pronun-ciando su discurso, ha de parecerse a la de un buenactor que interpreta a los clásicos, por ello, pondráatención en la terminación de los participios de losverbos en –ar y en las palabras que terminan en –ado:

El proceso de instalación total, es decir, no solamente de lasposibilidades de realizar ensayos, sino también de otros aspec-tos técnicos, no se ha terminado hasta esta temporada (D. SS.N.º 430, 18/06/2001).

Este recinto (...) ha estado dedicado (...) a 18 conciertos de lapropia orquesta y coros (Ídem).

Es la primera vez en esta Comunidad Autónoma que [los pre-supuestos] no se han dialogado, ni tratado, ni discutido, niconsensuado con los agentes sociales, a quienes tampoco seha informado especialmente (D. SS. N.º 509, 21/ 11/2001).

Terminaciones en –d

Cualquier pronunciación que no defina con claridadesa –d final (“Madriz”,“Madrit”,“Madrí”) es tenida porun regionalismo, que debe ser evitado, como ya seña-laremos más abajo:

... para ver si nos hablaba de Madrid y de su Comunidad (D.SS. N.º 509, 21/11/2001).

... porque tienen con nosotros otro concepto de lo que esMadrid y de la situación actual (Ídem).

Terminaciones en –t

No son muchas las palabras españolas que tienen estaterminación:“cenit”o “cénit”,por ejemplo,o los tecni-cismos “superávit” y “déficit”, más utilizadas en el len-

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3. El nivel fonológico

Para Manuel Seco, el medio auditivo es el “que verdaderamen-te forma parte esencial de la lengua” (1989:45). El medio gráfi-co es sólo una representación del auditivo, por lo que la lenguahablada se convierte en el medio genuino de comunicación de losseres humanos.

La lengua hablada, además, es la que se utiliza en la Asamblea deMadrid de forma mayoritaria pues, salvo las preguntas y las peticio-nes de información por escrito dirigidas al Gobierno autonómico ysus correspondientes contestaciones, todos los demás actos parla-mentarios se realizan de forma oral, aunque luego se plasmen en lalengua escrita al ser recogidos en el Diario de Sesiones, y sufran lanatural conversión que este proceso genera.

Y, así, la lengua hablada se convierte en un edificio perfectamentediseñado y, con los ladrillos que suponen los fonemas (sonidos)ensamblados con la precisión de un maestro constructor, construi-mos nuestros mensajes plasmados en textos.

La lengua española es de las pocas lenguas humanas que pro-nuncian casi todo lo que se escribe,es decir,que salvo la “u”entre“e” o “i” y la “h”, todos los demás sonidos se pronuncian, por lo quees un idioma que no presenta especiales dificultades para hablarlo,aunque no se tenga como lengua materna.

Y eso es precisamente lo que debe hacerse: pronunciar todos sussonidos,con claridad,para ser entendidos sin dificultad.No “comer-nos”, como se dice coloquialmente, algunas sílabas y dejar las pala-bras apocopadas sin regla gramatical alguna que avale esta ilegítimasíncopa.

Pero, además, en nuestra lengua existe en este nivel fónico un ele-mento de crucial importancia para la buena comunicación de losmensajes,que es la entonación,“el conjunto de los tonos de las síla-bas de un grupo fónico o de una frase” (Seco: 74), cuyas formas lastiene establecidas la lengua con una significación precisa.

Ambas cuestiones tienen que estar presentes siempre, por tanto, enla preparación de un discurso parlamentario porque de su buenaconjunción depende también la eficacia de nuestro discurso.

Veamos algunas de las pronunciaciones que podrían ser defectuosas

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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4. El nivel morfológico

La palabra es el principal instrumento del oficio de orador,delque habla con el lenguaje de la política, que es <<aquel ámbito dellenguaje en el que se mueve el agitador desde el punto de vista de lapalabra>>, según G.Klaus (1979:7).

La parte de la Gramática que se ocupa de estudiar laforma y estructura internas de la palabra es la morfo-logía2. Palabra es, según las acepciones primera ysegunda del DRAE (1992:1503), el <<Sonido o conjun-to de sonidos articulados que expresan una idea>> yla <<Representación gráfica de estos sonidos>>.

Los aspectos que analizaremos en este plano atañen principalmentea la diferentes formas que presentan las palabras en cuanto al géne-ro, al número, fallos de concordancia de género, número, etc.

Análisis y explicación de errores

En el fragmento del Diario de Sesiones analizado,se encuentran algu-nos usos incorrectos, como los que señalamos a continuación:

Incorrecciones en la concordancia de género:- La idea de impulsar el deporte en la escuela es buena, y noso-tros siempre lo hemos apoyado (...), (N.º 367, p. 10732).

�� Lo correcto es <<la>> hemos apoyado.

Hemos de ser cuidadosos con esta cuestión,ya que puede causar“ruido”en nuestra comunicación.Quien impone la concordanciaen este caso es el sustantivo “idea” y no “deporte”, por lo que esnecesario que el pronombre que utilizamos para referirnos a ellasea femenino.

Incorrecciones en la concordancia de número:- le decía en mi primera intervención que me explicaran dón-de está el delito, el perjudicado y el beneficiario, (N.º 357,p.10474).

�� Lo correcto sería <<explicara>>.

Es evidente que el orador se está refiriendo a una persona con-creta, como nos lo hace saber un poco más adelante: “Y usted

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guaje parlamentario.A partir de la publicación del Dic-cionario panhispánico de dudas,de la Real AcademiaEspañola y de la Asociación de Academias de la LenguaEspañola (2005),se dice que el plural de estas palabrases “déficits”,“superávits”...Por tanto,si no cuidamos lapronunciación de estas palabras, resaltando el sonidode la –t final,el uso más vulgar acabará imponiendo lapareja “défici/ déficis”y volveremos a perder de vista elétimo latino de este vocablo, así como parte de nues-tra riqueza fonológica:

... si se tiene en cuenta los criterios de la metodología de proto-colo del déficit excesivo (D. SS. N.º 509, 21/11/2001).

La preposición “para”

La pereza tradicional de los españoles para pronun-ciar nuestro idioma, y la rapidez con la que solemoshablar, están siendo especialmente perjudiciales paraesta preposición,de uso tan corriente en español. Esaapócope espuria que da lugar a “pa” no debe entrarnunca en la pronunciación de los debates de laAsamblea de Madrid:

Hicimos un acuerdo de todos los grupos políticos para quehubiera más inversiones determinadas en educación (D. SS.N.º 509, 21/11/2001).

El grupo consonántico –ct-

Es también muy corriente escuchar a los políticospronunciar las palabras que contienen este grupoconsonántico con un inexplicable -zt- (“pazto”) ocon una regionalista reducción del grupo a una solaconsonante, la -t- (“produto”), que no tiene ningunaexplicación fonética ni norma gramatical en la queapoyarse:

...con lo cual también alcanzó el máximo de ruido y de impac-to acústico (D. SS. N.º 791, 3/12/2002).

Insistimos, para concluir, que la dicción de un parlamentario debeadecuarse lo máximo posible a la norma culta de pronunciación delas palabras en español.

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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2. Los objetivos de la morfologíapara J. Pena (1999:4307, 4346)son:a) Delimitar, definir y clasificarlas unidades del componentemorfológico; b) describir cómotales unidades se agrupan en susrespectivos paradigmas; y c)explicitar el modo en que lasunidades integrantes de la pala-bra se combinan y constituyenconformando su estructurainterna.

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resa a un gran número de ciudadanos, y sobre todo de ciu-dadanas, de la Comunidad de Madrid.(...), (N.º 551,p.15953).

De la expresión de pronombres:- (...) me estaba preguntando la señora (...) y la he contestadoque, (N.º 392, p. 11448).

�� Laísmo: se usa <<la>> (acusativo) por <<le>> (dativo).

Hay que ser muy precavidos con el uso de los pronombres per-sonales para no incurrir en estos usos espurios, tildados de vul-gares por la R.A.E.El esquema es muy sencillo:para el complementodirecto, nuestra norma admite “lo/ los” para el masculino, y “la/las”para el femenino”;y como complemento indirecto,“le/ les”.Todo lo que se salga de aquí será, pues, incorrecto, como en elcaso anterior.Sin embargo,hay un uso de “le”muy propio del áreade influencia de Madrid para el complemento directo de perso-na,y sólo de persona,y de género masculino singular,que la Aca-demia admite como correcto.Por ejemplo:“Yo a usted no le quieroaburrir,porque sé que no sabe del tema”(N.º 564,p.16455).

De la conjugación verbal:- Perdone, ya le diré que el gordito Sancho Panza va a desa-parecer, pero comprenda usted que en estos momentos nopuedo ocuparme de ello, (N.º 367, p. 10727).

�� El uso correcto en vez de <<diré>> tiene que ser hedicho.

El uso de este futuro no es posible,porque el emisor ya ha enun-ciado tal idea. Por tanto, como ya es conocida por el receptor,debe expresar la acción verbal en pasado. Al elaborar nuestrodiscurso, tendremos cuidado con la relación temporal que exigenuestro idioma.

-Realmente nadie recibimos contestación, nadie de los queintervinimos recibimos contestación (...), (N.º 551, p. 15958).

�� Lo correcto es <<recibió>> o <<recibe>>.

Fuera del “yo”o del “tú”, en español todo es tercera persona. Portanto, la concordancia en primera persona del plural del ejemploanterior no es posible: “nadie” es tercera persona del singular.Además, tal y como se ha escrito, el contexto aparece ambiguo

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me decía que sí con la cabeza desde su asiento, y me decíaque me lo iba a explicar” (N.º 357, p. 10474). Por ello, el tonodel discurso ha de ser siempre en tercera persona del singularen cuanto a la concordancia de número, y sólo cambiará estacuando se dirija explícitamente a toda la Asamblea.

Expresión redundante del género que demuestra descono-cimiento del valor genérico que tiene el plural que incor-pora los valores del género masculino y femenino endeterminados contextos:- (...) los derechos de los niños y de las niñas, (N.º 357, p.10482).- (...) del bolsillo de los madrileños y de las madrileñas, (N.º344, p. 10040)- (...) cinco días es lo que le queda para dar la cara ante losmadrileños y las madrileñas (...), (Nº 564, p. 16448).- Lo vamos a defender como un sistema público que garanticeprecisamente todas aquellas necesidades de los ciudadanosy de las ciudadanas, (N.º 564, pp. 16481 y 16482).

Hay una batalla más social y política que lingüística con estosusos, no sólo en el ámbito político, sino en el de la sociedad engeneral. La Real Academia Española, que se atiene a criteriosestrictamente lingüísticos, recuerda que en cuanto a los dosgéneros “el masculino es el de mayor extensión, y el femenino elde mayor intensión. Quiere esto decir que cuando el uso lingüís-tico ha decidido la indistinción de los géneros, lo que se empleaen la expresión es el significante propio del masculino”(Alarcos:1994:62).También es cierto que el uso del masculino plural ocul-ta, a veces innecesariamente, la presencia del femenino, y pode-mos en esos casos buscar el recurso de genéricos o colectivosque engloben a ambos.Por ejemplo:“los derechos de la infancia”,“necesidades de la ciudadanía”, aplicando un criterio más incli-nado al equilibrio de estos usos.

Sin embargo, en algunos casos, esta distinción es necesa-ria, pues la diferencia de género conlleva la de sexo, y elcontenido del mensaje obliga a realizar esta especificación.Por ejemplo:“la igualdad entre hombres y mujeres” (N.º 378,p. 11018); “van a estar separados niños y niñas en la educa-ción” (N.º 378, p. 11018); “¿Se van a financiar nuevos centrosque segreguen entre alumnos y alumnas?”(N.º 378,p.11018);“Señoría, tengo que decirle que ésta es la pregunta más direc-ta, más difícil de contestar, y, probablemente, la que más inte-

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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En el presente trabajo, estamos tratando los distintos niveles dela lengua en la comunicación política por separado, para sumejor análisis y comprensión. Pero esto en la realidad de la len-gua no es así, todos los planos está interrelacionados.Como biendijera Rafael Sánchez Ferlosio, “una cosa es tejer y otra muy dis-tinta hacer un jersey”. Y, si retrocedemos a la lengua del Cratilopara recordar que texto proviene de tejido, podremos figurarnoslas letras como la materia prima de una prenda hecha de pala-bras,confección del lenguaje donde se entrecruzan todos los pla-nos por hileras de oraciones.

Veamos,con un sencillo ejemplo,cómo el nivel morfológico apare-ce comprometido con el sintáctico.

- Señora Consejera, recientemente ha habido una reunión delViceconsejero, señor Armada, con la delegada de su partido enel territorio.Por cierto, ¿no cree usted que le debe una expli-cación al ayuntamiento? Sobre todo para que luego no sequeje de que le hace lo mismo a ustedes el Gobierno de lanación. Deberían ustedes predicar al menos con el ejemplo.(N.º, 551, p. 15961).

Debemos tener cuidado con los “ruidos” que podemos produ-cir en nuestro discurso con resultado desafortunado para lacomunicación. En este caso concreto, el mensaje no quedaclaro por la ambigüedad que provoca el alejamiento de lostérminos que se refieren a los protagonistas de la acción. Eneste ejemplo, se solapan los aspectos morfológicos y sintácti-cos y se aprecia una mala construcción por ambigüedad delos marcadores morfológicos en su relación con sus referen-tes sintácticos y contextuales: ¿quién le debe la explicación alayuntamiento, la señora Consejera, el Viceconsejero o la dele-gada de su partido?

Recordemos, para concluir, que el lenguaje político no es un lengua-je que pueda caracterizarse como único. No puede considerarse untipolecto aparte, ya que tiene “ismos”: centrismo, comunismo, ecolo-gismo, fascismo, nacionalismo, pacifismo, sindicalismo, socialismo...Cuando puede identificarse una ideología, resulta más apropiadohablar de <<lenguajes políticos>>, así, en plural.

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por la homomorfia entre la forma primera plural del presente yel pretérito (“recibimos”ahora, o “recibimos”o hace días).

- (...) pero deben ser ustedes los únicos liberales del mundoque entienden esa libertad como la obligación del Estado definanciar dos redes (...), (N.º 437, p. 12587).

�� Lo correcto es deben <<de>> ser.

El español permite distinguir de forma sutil entre la obligacióny la posibilidad.En un discurso parlamentario,es necesario expre-sar exactamente lo que queremos decir.Así,pues,el ejemplo ante-rior presenta una perífrasis incompleta,ya que la idea de posibilidadse indica con el régimen preposicional “deber de + infinitivo”.

Uso de las preposicionesMal uso del régimen preposicional- El problema de las listas de espera no se resuelve a base detrucar las estadísticas o a base de propaganda (...), (N.º 551,p. 15956).

�� Lo correcto es <<con trucar las estadísticas>>,o <<con lapropaganda>>.

- La mejora en la calidad de vida a las personas con enferme-dad mental es un asunto de todos, (N.º 367, p. 10733).

�� Lo correcto es la calidad de vida <<de las personas>>.

-¿Quién cree su campaña?, (N.º 564, p. 16462).

�� Lo correcto es <<en su campaña>>.

- Por nuestra parte, la Comunidad de Madrid nos comprome-temos a servir de punto de referencia para la integración deesos nuevos madrileños, (N.º 564, p. 16473).

�� Lo correcto sería <<en la Comunidad de Madrid... >>

El apropiado uso de las preposiciones en español indica un buen domi-nio de la lengua:“Las preposiciones son como las columnas del idio-ma y sobre ellas se sustenta mucho más que matices de significado:sobre ellas descansa la construcción. Por todo ello, conviene utili-zarlas con discernimiento y tino” (Sarmiento y Vilches:2004:80).

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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- (...) a diferencia con otros partidos, nosotros sí que cumpli-mos lo que prometemos, (N.º 437, p. 12609).- Nosotros apostaremos por ser más competitivos, por ser másabiertos al exterior y por ser más solidarios, mientras elGobierno socialista de España apuesta por no hacer nada enlo económico, (N.º 437, p. 12600).- Y yo quiero dejar aquí bien claro, Señorías, que yo recha-zo absoluta y totalmente el insulto; lo rechazo, y lo quierodecir aquí. El insulto es la descalificación del adversario, delque no es o no piensa como nosotros, con la intención de des-calificarle, y yo, lo mismo que dije entonces, lo digo ahora: lorechazo absoluta y totalmente, (N.º 320, p. 9362).- Yo sé que hay un famoso socialista, con el que yo tuve elhonor de trabajar, que dijo que las promesas electorales esta-ban para no cumplirlas. Pues yo, como no soy socialista,estoy decidida a cumplir mis promesas, y ésta la he cumplidoy con cinco meses de antelación. (N.º 564, p.16649).

Esta especie de determinismo personalista lo ha detectado Mari-na Fernández Lagunilla (1999:51-85).Y aunque para ella <<no exis-ten rasgos y construcciones sintácticas específicas de la lengua enla comunicación política>>, recomienda aproximarnos al estudiosintáctico de los discursos políticos observando <<las marcas dela presencia del emisor en su enunciado>>. No conviene abusarde la presencia del emisor en el discurso para evitar que se trasmi-ta una cierta prepotencia en el orador.Sí es precisa esta presenciapara asumir ante nuestros electores errores o responsabilidades endeterminadas actuaciones.

O su ausencia: caso del emisor político que vierte <<conte-nidos sin asumir la responsabilidad individual de haber-los expresado>>.

- Ha dicho usted que la semana pasada hubo una reuniónentre el Viceconsejero de Transportes e Infraestructuras y, hadicho usted literalmente, “la delegada de mi partido” (...),(N.º 551, p. 15961).- Si acordamos que lo que sube por encima del presupuesto esprioritario y lo que no sube por encima del presupuesto no loes, como dicen ustedes muchas veces, podemos decir clara-mente que la educación no lo es en esta Comunidad. (N.º 551,p. 15962).- Usted dice que yo ayer no fui al hospital de Móstoles, (N.º330, p. 9649).

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5. El nivel sintáctico

En este nivel, se considera la palabra desde una perspectiva externa,esto es, describiendo sus relaciones con el resto de términos lingüís-ticos que la rodean en la oración: nombres o sustantivos, adjetivos,artículos, pronombres, verbos, adverbios, conectores, preposiciones.

En la Gramática Descriptiva de la Lengua Española, J.Pena (1999:4311) explica que “la sintaxis estudia la pala-bra en cuanto a su relación con elementos externos a ella,esto es, en cuanto unidad constituyente de otra unidadmás amplia” 3 (...).

El nivel sintáctico limita al máximo de sus posibilidades con el tex-tual, donde alcanza su verdadero sentido.

Análisis y explicación de errores

Una mala sintaxis lleva al parlamentario a incurrir en elanacoluto o “inconsecuencia en el régimen o construc-ción de una cláusula” (DRAE, 1992:94):- Asimismo, la Comunidad de Madrid también cuenta con elplan de gestión integrada, que nos indica, de residuos de laconstrucción, y un marco legislativo, lo cual es importantepara iniciarlo, (N.º 448, p. 12908).

El anacoluto es un “recurso estilístico en el que la frase se nospresenta desprovista de coherencia sintáctica, por adoptar elhablante, en el desarrollo del discurso, una construcción acor-de con su cambio de pensamiento mejor que con los usos gra-maticales (…) Es frecuente cuando se intenta reproducir ellenguaje hablado y también en los casos más radicales deexpresión del flujo de conciencia” (Marchese y Forradellas:1994:24-25). El anacoluto, en consecuencia, es la expre-sión caótica del emisor, por lo que debe evitarse en tododiscurso parlamentario.

Merece destacarse que la lengua en la comunicación política se pre-senta determinada por el broncíneo mecanismo con que el parla-mentario marca las propias inclusiones y exclusiones en el discurso.Se trata de un determinismo subjetivo,que configura en último tér-mino el mensaje,ya sea por exceso o por defecto de la presencia delemisor en él.

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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3. Esta “otra unidad más amplia”a la que se refiere Pena

es la oración, que el DRAE(1992: 1481) define, muy

a nuestro propósito en este trabajo, como el “razonamiento

pronunciado en público a finde persuadir a los oyentes o

mover su ánimo”. En la oración, las palabras adquieren

su verdadero sentido según la función desempeñada

dentro de ella.

Page 35: Manual de Retorica Parlamentaria

La tendencia en el lenguaje político será emplear la subjetividadcomo elemento intensificador o atenuador del emisor,para hacerpatente su presencia directa o indirecta en la predicación.Este deter-minismo sintáctico de carácter personalista que hemos glosadocon los ejemplos del corpus sí constituye un rasgo propio del len-guaje de la comunicación política. Lo es en el sentido de que eldiscurso se ve forzado por la inclusión o la exclusión del emisoren él,según convenga a los intereses políticos de cada momento.Lingüísticamente, esta estrategia política se apoya en el empleode ciertos recursos modalizadores y valorativos de la lengua.

El político carece de libertad sintáctica, ya que está limita-do por la consecución de una serie de intereses que se expli-can en la “Teoría de la elección pública”, (Public choice).Esta teoría económica del Nobel Buchanam, recogida porFurio Blasco (2005), establece que los políticos son maxi-mizadores o acaparadores de votos de igual manera que losempresarios lo son de beneficios. Ganar votos, debates, elec-ciones, etc. es el objetivo principal que tiene la lengua enla comunicación política, el factor determinante por el quese rigen todas las estrategias discursivas de un político 4.

6. El nivel léxico-semántico

La recomendación de emplear el sintagma ‘lengua en la comunicaciónpolítica’mejor que ‘lenguaje político’es la propuesta de Marina Fernán-dez Lagunilla,ya que no se trata de un lenguaje especial (como sí loson el lenguaje científico-técnico, los argots, etc.) sino un uso espe-cial de la lengua común, aunque esta autora sí le reconoce, como alos lenguajes especiales, la existencia de un léxico propio (1999:13).

Silvia Hurtado González (2003:185) considera que el lenguaje de lapolítica es de los llamados

lenguajes sectoriales o especiales que designan las variedadeslingüísticas utilizadas en los ámbitos socio-culturales y profe-sionales (el lenguaje de la política, del deporte, de la econo-mía, de la ciencia...).

Es inolvidable el gran acierto con el que lo caracterizó FernandoLázaro Carreter (1977):

lenguaje formal, cuyo rasgo más constante es el rechazo depalabras directamente inteligibles, buscando en cambio el tec-

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Como en los ejemplos anteriores, también habremos decalibrar la ausencia del emisor que puede ser interpreta-da como una dejación de responsabilidad o como tratarde echar la culpa de todo siempre al adversario, lo que colo-quialmente se conoce como “echar la culpa al árbitro”.

Esta influencia determinista de tipo personal conduce,en el casode la ausencia del responsable de la predicación,a preferir las cons-trucciones sintácticas que lo mantengan alejado,como <<imper-sonales,negativas,pasivas,entre otras>>.Veamos algunos ejemplos:

Impersonales:- Hay más problemas, (N.º 448, p. 12892).- Hablan ustedes de los gastos, (N.º 448, p. 12933).- Se han realizado actuaciones muy significativas a lo largodel año 2004, a pesar de la situación de la oficina, (N.º 564,p.16463).

Negativas:- No siga usted por esa vía, (N.º 405, p. 11751).-En política no todo vale, Señorías, (N.º 448, p. 12904).-No hay nada nuevo, (N.º 564, p. 16460).

El abuso, por tanto, de estas construcciones sintácticas sepercibe en el receptor no profesional, es decir, entre losciudadanos, como un recurso pobre y una falta de madu-rez ante las responsabilidades políticas. Asumir la respon-sabilidad de unos hechos, tanto como reconocer los aciertosdel adversario en determinadas cuestiones, da credibilidadal orador.

Pasivas- Ha sido publicado también en “El País”, (N.º 564,p.16466).-Señor Fernández Martín, lo lamento pero su tiempo ha sidosobrepasado, (N.º 320, p. 9415).- (...) los ciudadanos madrileños, pese a ser castigados y olvi-dados por el Gobierno (...), (N.º 367, p. 10729).- Si nosotros aprobamos aquí una ley, la Empresa Municipalde Transportes se verá obligada a modificar su Reglamento,que en este momento es el que lo impide, (N.º 551, p. 15954).

Para Álex Grijelmo (1997:181), es aconsejable que se dé prio-ridad a la voz activa, forma natural de la construcción sintác-tica en español.

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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4. De hecho, autores que se hansignificado en el estudio delléxico político, como J. F. GarcíaSantos (1980:11), señalan que:Al estudiar el lenguaje políticode cualquier época, nos encontramos -de modo inevitable- con que una de suscaracterísticas definitorias es,precisamente, el extraordinariorelieve que en él tiene la función apelativa en un senti-do específico. Pues no se tratasólo de una llamada de aten-ción del oyente para establecerla comunicación, sino de reali-zarla en tales condiciones quese produzca una respuesta enel campo del comportamientosocio-político. De ahí que el lenguaje político pueda aparecer polarizado -en medida variable según sus formas estilísticas y lassituaciones históricas concretas- más hacia la volun-tad que hacia la inteligencia de quien escucha.

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Italianismos- una enmienda “in voce”, (N.º 357, p. 10488 ).- es una proposición que un italiano definiría como de“manca finezza” (...), (N.º 367, p.10783).

Como señala el profesor Sarmiento en alguna de sus con-ferencias, ahora somos ignorantes en, al menos, tres idio-mas. No es pertinente en ningún discurso parlamentariodemostrar a la Cámara nuestros conocimientos en otraslenguas. Podemos caer fácilmente en dos errores: la pedan-tería, y que no se nos comprenda, y, siendo malos los dos,es mucho peor el segundo, pues la misión de cualquier miem-bro de la Asamblea de Madrid es que lo entiendan la mayo-ría de los madrileños. Es, pues, necesario que encontremosla expresión en español y, si esta se resiste por una cau-sa justificada, entonces, y sólo entonces, recurriremos alextranjerismo, que inmediatamente explicaremos.

Latinismos- (...) los accidentes “in itínere” (...), (N.º 357, p. 10430).

�� El latín no tiene tilde, lo correcto sería decir <<in iti-nere>>, si es una cita de una secuencia no incorpora-da al uso general del español.

- Pero bueno, “pecatta minuta”, (N.º 367, p. 10757).

�� Lo correcto es <<pecata>> con una sola ‘t’.

Puede avasallarse al interlocutor con traducciones arroja-dizas de frases en latín, lengua culta que, aunque ArthurSchopenhauer señalaba que era de inexcusable conoci-miento para toda aquella persona que se preciara de cul-tivada, su estudio y dominio ha decaído notablemente enla actualidad, incluso en el nivel culto. Por tanto, quien lohace en el lenguaje público incurre en una actitud depedantería: “quosque tandem abutere patientia nostra”.Sino maneja usted el latín, se lo traduciré para que lo entiendaperfectamente. Señor Vicepresidente, ¿hasta cuándo nos va atocar usted la moral? (N.º 367, p. 10719).

Dentro de este nivel léxico,“encrucijada donde confluyen otrosdominios, desde los estrictamente lingüísticos (morfológico ysintáctico) hasta los extralingüísticos (históricos, ideológicos y

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nicismo, el extranjerismo, los calcos, los términos abstractos,los rodeos, los eufemismos, las voces misteriosas y solemnes ylos estereotipos.

En esta línea de indagación sobre la existencia o no de un vocabula-rio propio de la política, o de los políticos, otro destacado estudiosodel lenguaje político, como J. F. García Santos (1980:16), opina que

La presencia del léxico general en el vocabulario político,nos podría llevar a plantear aquí el problema de la propiaexistencia de un vocabulario político (...) en realidad esteplanteamiento del problema es falso, ya que encierra doscosas completamente distintas: por una parte, lo que llama-mos léxico político, cuya existencia para nosotros es eviden-te, y por otra, <<el uso que, en una circunstancia determina-da, pueden hacer los políticos de cualquier palabra de la len-gua>> (...).

Análisis y explicación de errores

La norma recomienda el empleo del término en español y sólo <<encaso de extrema necesidad>>, como aconsejan Sarmiento y Vilches(2004:22),recurrir al extranjerismo. A continuación,mostramos algu-nos ejemplos localizados en el corpus, aunque los que están malescritos pueden ser debidos a la transcripción:

Anglicismos- (...) se conoce como “binge eating”, que es el trastorno poratracón (...), (N.º 482, p. 13927).- (...) establecer mecanismos que eviten lo que se está denomi-nando el “dumping social” (...), (N.º 471, p. 13589).- (...) operaciones de préstamos o “leasing” realizadas (...) (N.º461, p. 13291).- Telemadrid no se ha beneficiado del “overbooking” econó-mico publicitario, (N.º 418, p. 12069).- (...) la Comunidad de Madrid ha escalado siete puestos en el“ranking” europeo (...), (N.º 437, p. 12599).

Galicismos- (...) una “boutade”de Gobierno de la Comunidad de Madrid,(Nº. 471, p. 13605).- La cloaca –en francés “la cloaque”- les hizo perder ya unaselecciones, (N.º 357, p 10471).- El “affaire” (...), (N.º 357, p. 10464).

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sán, y leo la noticia de que el señor Consejero propone (...),(N.º 471, p. 13572).

En las páginas que preceden, hemos ido salpicando el tex-to de afirmaciones que avalan la importancia de evitar los“ruidos” en nuestra comunicación parlamentaria. Y, entreellos, están las incursiones en el plano de la intimidad queno se manifiesten como pertinentes en el discurso. Si, enlos ejemplos anteriores, eliminamos esas referencias, el dis-curso transcurre de forma más directa.

Ruptura de secuencias gramaticales y léxicas:- tienen ustedes una crisis entre concejales (...) porque no seponen de acuerdo en cómo distribuir el botín de las parcelaspúblicas entre los especuladores, (N.º 344, p. 10032).

Aunque un botín no se distribuye en el uso más frecuen-te del contexto, sino que se reparte, se aprecia la malé-vola intención del orador de querer mezclar dos ámbitossociales: el delictivo y el administrativo.

Debemos ser precisos en la utilización del léxico. En espa-ñol es relativamente fácil esta precisión pues, ante cualquierduda, podemos recurrir al Diccionario de la Academia (DRAE)en el que se nos muestra el significado exacto de la palabraque queremos usar. Por tanto, una recomendación que hace-mos los autores de este Manual es que dispongamos siemprea mano de esta herramienta de trabajo cuando vayamos a pre-parar nuestras intervenciones en la Asamblea.

Usos no pertinentes al contexto. A veces, aunque seemplee el español, aparecen usos en el corpus que seapartan de lo correcto o pertinente: - (...) estoy convencido de que ustedes no son conscientes deque utilizan los servicios públicos con fines partidarios (...),(N.º 482, p. 13889).Lo correcto sería <<del partido>> o <<partidistas>>. En elsiguiente ejemplo, el parlamentario opta por la segundaforma que propone la doctrina: “y, por lo tanto, mala es lapolítica que antepone los intereses partidistas a la soluciónde los problemas de los ciudadanos”, (N.º 437, p. 12592).

El empleo de palabras como <<partidario>> es otra mues-tra de la “manía de sustituir por un adjetivo extravagante

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sociales) pasando por los retóricos o discursivos” (F. Lagunilla,1999:7), encontramos en el corpus los errores siguientes,usos noadmitidos y secuencias no pertinentes al discurso:

Neologismos populares o dialectales, así como otras formas no registradas en el DRAE- (...) se la van a “entoligar” (...), (N.º 357, p. 10487).

Las expresiones coloquiales, los regionalismos o los loca-lismos no han de salir nunca del ámbito en el que se creany se usan corrientemente. Fuera de ahí, se perciben comovulgarismos y no son adecuados en un discurso parlamen-tario. La creación de palabras es más propia de poetas y nove-listas que de quienes se dedican a menesteres más prosaicos.Ahora bien, el uso de neologismos es válido, como señalá-bamos en lo referente a los extranjerismos, cuando no seencuentra la expresión adecuada en nuestro idioma.

Usos de vocablos pretenciosos o de progresión lexicogenésica no normativa: - (...) la problemática de ambos colectivos (...), (N.º 461,p.13324).- (...) empeoraba cada vez más la situación climatológica (...),(N.º 320, p. 9365).Lo correcto es los “problemas de ambos colectivos” o“estamos hablando de cambio climático”, (N.º 320,p.9368).

Hay una tendencia generalizada a alargar las palabras,como señalan M.ª V. Romero Gualda (1993:216 ss), Santia-go Alcoba (1999:67) y Á. Grijelmo (2000:147 ss), que son efec-tos perversos de la hegemonía de la cultura anglosajona enel mundo tecnificado de hoy. Parece que a palabras más lar-gas, más prestigio para el orador. Muy al contrario, este usodistrae al receptor, que se ve invadido por unos vocablos pre-tenciosos que le impiden entender con claridad el mensa-je que se le ofrece. Usemos, pues, “problemática” como adjetivo;y pensemos que “climatología” y sus derivados pertenecenal “Tratado del clima”, es decir, a la ciencia que lo estudia.

Incorporaciones léxicas autobiográficas no pertinentes a la argumentación-Miren ustedes, yo soy un aficionado a la gastronomía y,cuando se va a un restaurante y se cena bien, lo normal es feli-citar al cocinero (...), (N.º 367, p. 10784) -Ayer me levanto, desayuno un café con leche y un crua-

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

parlamentario

CAPÍTULO IVEl lenguaje

parlamentario

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Esos “pareados” que detectamos al hablar suelen ir acom-pañados de alguna expresión de excusa hacia el interlocu-tor, porque los sentimos como una incorrección en el hablanormal. Mucho más si se insertan en un discurso, por lo quehemos de ser muy cuidadosos al preparar nuestra interven-ción y eliminar estas rimas internas.

� Léxico propio del lenguaje coloquialEl adverbio de negación con valor de prefijoide negativo:- ¿Se va a adoptar alguna medida respecto a los menoresextranjeros no acompañados?, (N.º 448, p. 12937).- No entendemos por qué ese instrumento se ha derogado ypor qué hemos pasado al no instrumento (...), (N.º 367, p.10748).-Probablemente, su no visita tuvo que ver con lo que le conta-ron que estaba pasando allí, (N.º 330, p. 9648).

En un discurso parlamentario, es preferible que la mayo-ría de las frases que pronunciemos aseveren o afirmenalgo y, así, como señala Miguel Á. Rebollo (1999:175) sedebe formular en forma afirmativa una buena argumen-tación, en lugar de la forma negativa correspondiente.

Algunos parlamentarios reclaman claridad en la argumentacióndel contrario:-Quisiera que me contestara con precisión –lo que segura-mente será un milagro- a las siguientes preguntas concretas(...), (N.º 320, p. 9370).- (...) quiero decirle que tanto usted como yo nos hemoshecho un lío con el enunciado de la comparecencia, porqueestá horrorosamente mal redactada (...), (N.º 471, p. 13599).

Parece que no les resulta fácil a algunos parlamentarios encon-trar la palabra precisa, el texto coherente, la redacción cla-ra, la argumentación pertinente. Y recordemos que, cuandoalguien dice “no encuentro palabras para expresar” tal o cualsituación, el problema está siempre en la capacidad dialéc-tica del emisor, pues nuestro acervo lingüístico permite siem-pre encontrar las palabra adecuadas si preparamos biennuestras intervenciones.

El discurso parlamentario es un género oral, pero ello no impideque aspire a la plenitud de perfección que pudiera tener un pen-samiento bien ordenado y elaborado de antemano:

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los normales complementos preposicionales”, (LázaroCarreter, 1984:3), “porque es <<los intereses del parti-do>>, o <<el programa del partido>> lo que se quiereexpresar de modo tan sintético como poco ético (...) dis-pónganse a decir, en lugar de <<dolor de cabeza>>,<<dolor cabezario>>; y <<un kilo sardinario>>, en vez de<<un kilo de sardinas>>”.

Pobreza y riqueza léxica de los parlamentarios. Para GómezTorrego, (1992: 251), “la pobreza léxica constituye uno de losdefectos de estilo más frecuente (...) debido a un acervo léxicolimitado”.

� Pobreza léxica:- Creamos la mitad del empleo que se crea en España, (N.º437, p. 12599).Repetición del mismo verbo en distintas formas.

- (...) estamos trabajando muy fuerte sobre el tema del aho-rro de la energía; a este tema contestaré en la siguiente pre-gunta (...), (N.º 564, p. 16455).Repetición de palabras en la misma oración.

A veces, nos es difícil encontrar las palabras sinónimasque eviten repeticiones como las de los ejemplos anterio-res. Por ello, también recomendamos que en la mesa detrabajo del parlamentario esté siempre un buen dicciona-rio de sinónimos (el más clásico, no superado todavía, esel “Ideológico” de Julio Casares). Con ello, encontraremosla fórmula para expresar esas ideas que han de repetirsesin tener que usar los mismos vocablos. Como en losejemplos siguientes: “Al haberse retirado del orden del díalas preguntas (...) pasamos a sustanciar la siguiente pregun-ta”, (N.º 330, p. 9640); “un inquietante frufrú [onomatopeyade la seda] de sotanas”, (N.º 551, p. 15965).

� Rimas internas. A veces se producen rimas impensadas enla prosa parlamentaria. “Si las rimas —según Gómez Torrego(1992:249) — son un recurso importante en el verso, deben sereliminadas de la prosa normal porque resultan desagradablesal oído”.- Señoría, estoy segura de que más de 80.000 usuarios dia-rios que utilizan la M-45 (...), (N.º 437, p. 12600).Rima consonante.

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

parlamentario

CAPÍTULO IVEl lenguaje

parlamentario

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vacías, colón de cien vanidades, vive de supercherías, quevende como verdades”, (N.º 424, p. 12263).-Ustedes son el león domesticado que ruge en los jardines de laMoncloa, (N.º 551, p. 15964).- (...) ese es un problema de vaporosidad “cantinflista”(...), (N.º551, p. 15958).- “Perdónale, Señor, porque no sabe lo que dice”, (N.º 564, p.16452).

Utilizar el registro literario en la comunicación políticacuando no se trata de un discurso institucional, pronun-ciado en las grandes ocasiones, tiene sus riesgos: el pri-mero, que, a falta de argumentos para responder o paradefender una posición, recurrimos a este registro cultoque tapa otras carencias; segundo, dar la impresión deque queremos demostrar nuestro gran nivel cultural ycausar un efecto contrario al deseado: dejar al descubier-to un cierto grado de pedantería. Cervantes dejó escritoen su obra universal, “Llaneza, muchacho, no te encum-bres, que toda afectación es mala”.

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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- Mi intervención la tenía preparada en tres apartados:inmigración, cooperación al desarrollo y el papel en todo estode la Dirección General, (N.º 424, p. 12272).Manifestación de la dispositio, es decir, el orden y la dis-posición de las ideas, previa a la actio de su discurso, osea, los argumentos.

En resumen, observamos que los parlamentarios de la Asambleade Madrid parece que intuyen o conocen la diferencia másgeneral entre lengua y lenguaje. Cuando los interlocutores nohablan la misma lengua, pueden entenderse con un traductor,como de hecho ocurre. Pero, cuando no se expresan en el mis-mo lenguaje técnico especializado, la comunicación será enton-ces muy difícil:- (...) no podemos hablar la misma lengua, no podemoshablar el mismo lenguaje, y entonces, es difícil que podamosllegar a un acuerdo, (N.º 471, p. 13610).

Pensemos que este tipo de argumentos puede volverse encontra de quien los utiliza, porque lo que quieren los elec-tores es que, al menos en la Asamblea, sus representanteslleguen a hablar el mismo idioma para intentar el consen-so en los temas cruciales de nuestra Comunidad.

La etimología de <<comunicar>>, como advirtió EmilioGarcía Gómez (1982:3), relaciona este vocablo con<<común>>. Por común puede entenderse, en el contextoparlamentario, el establecimiento de un sistema de comu-nicación que permita la consulta de opiniones y pareceresentre los parlamentarios. En suma, “lo que llaman el códi-go con el que se deben entender un emisor y un receptor”.

Para que la comunicación se produzca con eficacia comprensi-va, los interlocutores han de coincidir en el instrumento verbalque emplean en sus parlamentos.Es muy frecuente la incomuni-cación voluntaria entre los políticos, esto es, hecha adrede. Haymuchos ejemplos en este sentido,pero uno muy sutil es el apre-ciado por el columnista y poeta Álvaro García5, referido a cuan-do los políticos responden, a propuestas y preguntas objetivasy directas, recurriendo al lenguaje lírico con valor elusivo yvalorativo.

- (...) no puedo reprimir la tentación de recitarle un proverbiode Machado, que se me viene a la cabeza (...): “El cascanueces

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CAPÍTULO IVEl lenguaje

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5. “Qué abismo”, La Opiniónde Málaga, 28-09-02, u.p.

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CAPÍTULO V

Praxis parlamentaria: análisis retóricode intervenciones

La praxis parlamentaria es la realidad de la práctica comunicativa quetiene lugar en los Parlamentos, instituciones de representación polí-tica en las que quienes representan a la ciudadanía hablan, pronun-cian sus discursos, exponen sus ideas e intentan convencer a losdemás de ellas y persuadirles de que las apoyen.

Las formas más representativas de la praxis comunicativa parlamen-taria, desde una perspectiva retórica, son los discursos y los debates,como construcciones comunicativas formadas por distintos discur-sos e intervenciones de índole discursiva. La sociedad es representa-da en los Parlamentos por quienes son elegidos para ello en los pro-cesos electorales, pero el ejercicio pleno de la representaciónrequiere que exista comunicación en la Cámara, que los represen-tantes pronuncien discursos, que hagan intervenciones parlamenta-rias. El conjunto de la sociedad puede ser interpretado pormedio del componente ideológico o cognitivo que propusoMijail Bajtín; gracias a los procesos electorales, son elegidoslos parlamentarios que forman parte de los grupos parlamen-tarios, organización que equivale al componente ético deBajtín; la pronunciación de discursos, la participación de losmiembros de los distintos grupos en los debates, sería equi-valente al componente verbal o estético de Bajtín, en unapolifonía representativa de la pluralidad de la sociedad (Bajtín,1986, 1989;Albaladejo, 2000, 2003).

La retórica ha sido y sigue siendo un instrumento imprescindi-ble para la ideación del discurso, para la gestación de su con-tenido, así como para su estructuración y su verbalización,pero también para su pronunciación en el acto comunicativoen el que el orador hace llegar su discurso a un conjunto deoyentes que es de por sí variado y plural, a un conjunto de per-sonas entre las que tiene partidarios y rivales y a quienes, conel noble arte de la palabra, del discurso como expresión delpensamiento y de las ideas, intenta convencer y persuadir,intenta atraer hacia su posición y también intenta conse-guir que actúen dándole su apoyo.

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Desde una perspectiva lingüística, el debate parlamentario pre-senta una serie de fenómenos enunciativos como polifoníadiscursiva (Miche 1995; 1998); estrategias de interacción(Carbó, 1995; Miche 2 1998); aspectos pragmáticos comonormas de conducta o cortesía verbal y fórmulas de tratamien-to (Ilie, 2000; 2004; Bevitori; 2004; Bolívar; 2000; 2001); argu-mentación y retórica (Antaki & Leudar, 2001; Santibáñez;2002), etc.

Desde una perspectiva institucional y temática, el debate exhi-be fenómenos específicos derivados de la función quedesempeñan las instituciones legislativas como agentes deplanificación sobre objetos sociales, ya generales ya indivi-duales.

El debate es el producto final de un proceso parlamentario cuyas eta-pas previas corresponden a la presentación de una iniciativa legis-lativa (proyectos y proposiciones de iniciativa legislativa,Reglamento de la Asamblea de Madrid 176.1, en adelante RAM) y ala evaluación de ésta por parte de un órgano legislativo (Comi-siones, RAM 72) competente en la materia consignada en la pro-puesta (Carbó, 1995: 133-138).

1.3. Estructura discursiva

En relación con su estructura discursiva,el debate parlamentario pre-senta ciertos rasgos formales y funcionales que permiten distinguir-lo de otros géneros de interacción oral-dialogal.

� 1.3.1. RASGOS FORMALES

La interacción entre parlamentarios es cara a cara en una dimensiónmúltiple (polifónica) (Carbó, 1995: 398) y exhibe, además, unaserie de rasgos propios de los géneros de interacción oral(Leudar, 2001; Santibáñez; 2002), como los siguientes:

Es oral: se emite por un canal fónico y es percibido oral-mente;Es dialogal: se produce con la sucesión de intercambios depalabra entre dos o más participantes;Es inmediato: se desarrolla en la coordenada espacio-tem-poral: aquí, ahora, y ante mí;Es dinámico: porque se da la constante permuta de funcio-

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Pero los discursos no son oídos solamente por quienes forman partede la representación parlamentaria, por quienes son miembros de laCámara,sino también por los ciudadanos que están en las tribunas depúblico o que lo oyen (y ven) a través de la gran tribuna social de losmedios de comunicación.A ellos también se dirige el orador, quien,previendo o no previendo que su propuesta o su planteamiento va arecibir el apoyo de la mayoría de la Cámara, está hablando para quie-nes no forman parte de ésta, pero son quienes en el sistema demo-crático periódicamente tienen la capacidad de elegir a sus represen-tantes, a los miembros de esa Cámara.

En este capítulo, daremos unas indicaciones sobre las peculiaridadesdel debate parlamentario y, a continuación, haremos un análisis retó-rico de los debates,como realización de la práctica retórica en la quese pronuncian discursos que llegan a estar dialécticamente entrelaza-dos, con sus argumentaciones, con sus refutaciones y que, precisa-mente por su producción y por su pronunciación pública, hacenposible que la representación política se ejerza con la exposición delas propias ideas y con la finalidad de convencer y de persuadir a losdemás.En este análisis se atiende,sobre todo,a la construcción retóri-ca de los discursos, de las intervenciones comunicativas por las queestán formados.

1. El debate parlamentario

1.1. ¿Qué es un debate parlamentario?

Es una práctica discursiva con unas características formales y mate-riales que están condicionadas por el ámbito socioinstitucional enque se produce y por los temas que se debaten. (Reglamento de laAsamblea de Madrid, Cap. III. De los debates).

1.2. Características

El debate parlamentario es una forma de interacción verbal cara acara, que presenta rasgos propios de los géneros discursivos orales-dialogales, pero que se distingue de ellos por seguir una alternanciade turnos, fijados por el Reglamento de la Cámara.

Las características del debate pueden ser analizadas desde dos pers-pectivas:

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CAPÍTULO VPraxis

parlamentaria:

análisis retórico

de intervenciones

CAPÍTULO VPraxis

parlamentaria:

análisis retórico

de intervenciones

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sía verbal y agresividad constituyen terrenos dignos de explora-ción [Ilie, 2000; 2004; Bevitori; 2004; Bolívar; 2000; 2001].

� 1.3.3. RASGOS DE ESTRUCTURA TEMÁTICO/FUNCIONAL

En relación con la estructura temático/funcional del debate, éstedebe constar de tres tipos de secuencia:

secuencias de apertura;secuencias temáticas;y secuencias de cierre.

Las secuencias de apertura y de cierre siguen el ritual institucio-nal y sus opciones de contenido proposicional se limitan a las dosúnicas posibilidades proferidas por la Presidencia de turno:

‘Se abre la sesión’ y ‘Se levanta la sesión’.

Las secuencias temáticas corresponden a los intercambios ubica-dos entre las secuencias de apertura y la de cierre (secuenciasmarco), las cuales se agrupan articulando el debate por excelencia.Estas constituyen el cuerpo o núcleo de la interacción y permitendesarrollar la discusión de los temas o tratar las materias de algunasde las iniciativas que forman parte del Orden del día (de la mesa).

La estructura funcional del debate parlamentario es la que puedeobservarse en la figura siguiente:

� 1.3.3.1. Secuencias temáticas

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nes de los interlocutores a diferencia de una conferencia oclase magistral;Es cooperativo: porque se obra juntamente con otro uotros.

No obstante,presenta rasgos exclusivos como la alternancia prede-terminada de turnos asignada por el Reglamento,rasgo que le sitúaen el polo opuesto al discurso conversacional (Sacks et al, 1974).

� 1.3.2. RASGOS INSTITUCIONALES Y FUNCIONALES

Desde una perspectiva institucional, la interacción en la Asambleaestá regulada reglamentariamente (RAM,112.1,5,6;y 113,113,5).Porejemplo, la asignación de los turnos de intervención o la toma de lapalabra -que están predeterminados- obedecen a un ritual derivadode una normativa institucional.Así, se puede distinguir pragmática-mente (Cecilia Quintrileo, 2005) :

El acto de solicitud formal del uso de la palabra (RAM,112.1). Es una forma excepcional de acceder al uso de la palabrapor parte de un diputado:

(Un/-a parlamentario/-a):- Señor/-a Presidente/-a, pido la palabra.

Por normativa institucional, el acto de petición formal del usode la palabra elevado a la persona que preside la sesión a travésdel vocativo “Señor/-a Presidente/-a”constituye la fórmula ritualpara acceder a un turno de palabra, turno en la discusión par-lamentaria.

El acto de concesión formal del uso de la palabra. A su vez,por reglamento institucional, la Presidencia debe conceder lapalabra en el orden en que se le haya solicitado:

(El Presidente al solicitante del turno):- Su Señoría tiene la palabra.

Los actos de cortesía o descortesía parlamentaria. Porejemplo,en este mismo plano,puede observarse cómo los parla-mentarios reaccionan frente al reglamento de adopción de lapalabra (actitudes de deferencia o de hostilidad) respetando oignorando las restricciones prescritas por los reglamentos decada órgano legislativo. Los fenómenos de interrupciones, corte-

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CAPÍTULO VPraxis

parlamentaria:

análisis retórico

de intervenciones

CAPÍTULO VPraxis

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análisis retórico

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Apertura:‘Se abre la sesión’

Secuencias temáticas

Cierre:‘Se levanta la sesión’

Secuencias marco

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� 1.4.2. LA POLIFONÍA DISCURSIVA

El discurso parlamentario se prepara y elabora teniendo en cuentalas distintas categorías de producción y de recepción del mensaje:

Los diputados se dirigen,en primer lugar, a otras señorías identificán-dose e identificándolos dentro de la categoría interactiva de partici-pante-receptor, lo que implica controlar algunas de las estrategias detratamiento, de cortesía y de persuasión en el debate.

Pero sus señorías saben, en segundo lugar, que también pueden serescuchados adicionalmente por los periodistas (a menudo, a travésde los medios de comunicación), por los votantes e, incluso, poralgún grupo, organización u otra comunidad autónoma para los queel discurso resulta relevante.

Por tanto, en el proceso de elaboración del discurso hay que echarmano de los recursos retóricos que permiten a lo largo del debatereferirse a los votantes y a otros grupos extraparlamentarios a los queinterese aludir.

En este sentido,se afirma que es un discurso polifónico porque en élparticipan varios emisores y porque el enunciado contiene versionesdiferentes del mensaje.

� 1.4.3. LA INTERACCIÓN VERBAL

Los parlamentarios, en las mismas acciones que realizan, se definennormalmente como representantes y defensores del Gobierno o dela Oposición.Estas estrategias ‘interactivas’,en tanto categorías comu-nicativas, vienen definidas por la interacción verbal: uno es oponen-te cuando en realidad se asume la función de ‘hacer oposición’.Y éstase manifiesta no solamente en los actos de habla, actos del tipo ata-car y defender, sino también en algunas de las propiedades de losdebates que las funciones de interacción controlan.

� 1.4.4. FUNCIONES SOCIALES

Los parlamentarios participan también de unos determinados intere-ses.Al hacerse portavoces de determinadas categorías sociales, gru-pales, institucionales o de partido, pueden identificarse con ellas,representarlas o defenderlas.Así hablarán como hombres o mujeres,como blancos o negros,como viejos o jóvenes,etc.; y,por definición,como parlamentarios.

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Los temas o materias tratadas en el debate parlamentario con-ciernen a distintas áreas de la legislación: asuntos de Gobierno,Justicia, Cultura, Economía, Educación, Ciencia y Tecnología; deDerechos Humanos, etc.

Son, por tanto, temáticamente variadas y diversas aunque previ-sibles reglamentariamente.

� 1.3.3.2. Secuencias argumentativas

Las secuencias argumentativas se pueden agrupar en torno a dosactos de habla: argumentar y contra-argumentar.

El debate se caracteriza por el enfrentamiento de opiniones,valo-raciones y argumentos divergentes de dos personas, al menos,que convocan a los representantes de dos colectividades políti-cas opuestas para pronunciarse sobre los problemas de contin-gencia regional o nacional, o sobre un tema concreto de interéspolítico.

1.4. Las funciones discursivas del diputado

Los diputados, al pronunciar sus discursos en una sesión de laAsamblea de Madrid, al controlar al Gobierno o al preguntar, estánrealizando la actividad propia de su función parlamentaria.

� 1.4.1. LA FUNCIÓN DE INTERMEDIACIÓN

Los miembros de la Asamblea de Madrid conforman el cuerpo legis-lativo,pero no sólo legislan,sino que también son intermediariosque participan en algunos actos generales del dominio políticocomo son:

Representar a sus electores.Controlar al Gobierno.Relacionarse con la oposición.Hacer política.Tomar decisiones.Etc.

Para hacer más explícitas estas percepciones,es necesario analizarlasen relación con los diferentes tipos de funciones que realiza el dipu-tado en tanto emisor de un mensaje político.

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CAPÍTULO VPraxis

parlamentaria:

análisis retórico

de intervenciones

CAPÍTULO VPraxis

parlamentaria:

análisis retórico

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La situación son las circunstancias personales o el contextosocial en el que se encuentran el emisor y el receptor en elmomento en que ocurre una argumentación.Y estas circunstan-cias han de ser controladas, porque la interpretación de estasituación es de vital importancia para la argumentación.

El emisor puede interpretar la situación en forma diferente acómo lo hace el receptor y, si esta interpretación es diferente entodos los aspectos relevantes, el intercambio de ideas resultaimposible o es totalmente negativo. Pero, en general, la situaciónque rodea un debate parlamentario está en gran medida prede-terminada y los interlocutores deben obedecer ciertas reglasestablecidas y tienden a considerar cómo interpretan la situaciónlos otros interlocutores.

La interpretación de la situación y el estatus de los interlocutoresconstituyen un conjunto de presuposiciones generales (porejemplo,el hablante puede asignar ciertos derechos y deberes alreceptor y viceversa).Al mismo tiempo, también hay presuposi-ciones particulares que se relacionan con el conocimiento,ideas,actitudes y valores que un interlocutor asigna al otro (por ejem-plo, un diputado puede suponer que el receptor de su mensajeconoce ciertos hechos y no los plantea;en este caso,el diputadono solo presupone los hechos, sino también que sus destinata-rios saben que él asume que los conoce).

EL PROPÓSITO DISCURSIVO: EL MUNDO COGNITIVOEl propósito discursivo es todo aquello que envuelve el mensajeparlamentario y le sirve de presentación; es una categoría cogni-tiva importantísima que refleja un modelo mental presente en lamemoria episódica colectiva.Tanto en el momento de la produc-ción como en el de la comprensión, el fin que se propone undiputado,al interactuar,resulta fundamental y está condicionado,además, por lo siguiente:

Si el objetivo general de un parlamentario es criticar unaproposición de ley del gobierno actual, su propósito dis-cursivo se ha de centrar en controlar la manera en la queaquél va a presentar o describir esa ley y también a quiense vaya a responsabilizar de ella.

Si tiene que elegir entre las posibles actuaciones lainformación que pueda resultar más relevante o el argu-mento que parezca más convincente para los receptores,

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Estas categorías sociales y políticas controlan, por ejemplo, el uso depronombres (Nosotros frente a Ellos) y, en general, la estrategia de ladescripción positiva del endogrupo y de la negativa del exogrupo,tan típica de todo discurso ideológico.

1.5. Las premisas de la intervención en el debate

Tres son las principales premisas que condicionan el debate enla Asamblea: el tema, el contexto y el propósito.

Antes de intervenir en un debate parlamentario, conviene fijar bien,al menos, dos aspectos: el tema o la materia sobre la que se va adebatir y el contexto, esto es, el alcance o límite del tema; porque,de esta operación discursiva,depende en buena medida la eficacia dela argumentación y el éxito del mensaje que se propone transmitir ala ciudadanía.

EL TEMA.El tema es el elemento más fácil de identificar en la argumenta-ción.Sin embargo,el diputado,para evitar controversias estériles,ha de distinguir entre “el tema” general en que la acción parla-mentaria se incardina y “el problema propiamente dialéctico”sobre el cual concretamente ha de debatir, que, en este caso, sedenomina “proposición de debate”.

El tema o materia discursiva puede ser más amplio que la propo-sición objeto de debate; conviene, pues, delimitarlo bien previa-mente, porque favorece la argumentación.

EL CONTEXTO SOCIAL Y LA SITUACIÓN.El contexto debe estar siempre presente en una proposición dedebate, por dos razones fundamentales:

Porque evita la ambigüedad de la proposición, y, a su vez,impide que se desarrollen debates en los que no se oponendirectamente los puntos de vista. En la sabiduría popular,esta circunstancia se denomina ‘discusión de sordos’.

Porque permite circunscribir la investigación de los parla-mentarios, facilitando el debate y evitando el peligro desacarlo del contexto.

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CAPÍTULO VPraxis

parlamentaria:

análisis retórico

de intervenciones

CAPÍTULO VPraxis

parlamentaria:

análisis retórico

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de género deliberativo como de género judicial, es decir, del géne-ro en el que los oyentes toman decisiones sobre hechos futuros ydel género en el que los oyentes toman decisiones sobre hechospasados.

Todo discurso retórico es un discurso en el que quien lo pronunciaestá pidiendo algo a quienes le escuchan, está solicitando su apoyo,su decisión favorable a su propuesta.De ahí lo importante que es queel orador intente mostrarse convencido de lo que está diciendo yconvincente respecto del auditorio y lo imprescindible que es que semuestre atento a los oyentes,que haga una buena introducción de sudiscurso, que les esté agradecido por su atención.

En el discurso de investidura pronunciado por el candidato a laPresidencia de la Comunidad de Madrid el 6 de julio de 1999, el ora-dor comienza su discurso con un exordio en el que da las gracias alos votantes y a la sociedad por la confianza que han depositado enél al darle un número de votos que hacen posible que la Presidenciade la Cámara le proponga como candidato para la investidura. Elexordio, como toma de contacto comunicativo entre el orador y elauditorio,es fundamental como introducción discursiva,y así lo tieneen cuenta y practica el orador al declarar de manera expresa la razónpor la que va a pronunciar su discurso:

“Gracias, señor Presidente.Señorías, comparezco, tal y como meha recordado el Presidente de la Asamblea, a quien quiero dedi-car mis primeras palabras, junto a los demás miembros de laMesa, para felicitarles por su elección y desearles todo el éxitoen la importantísima obligación que asumen como órgano deGobierno de este Parlamento regional; comparezco, digo, anteesta Asamblea, para expresar el programa político de un nuevoGobierno y para solicitar su confianza en el cumplimiento delartículo 18 [sic] del Estatuto de Autonomía.”(D.SS.2,V Leg.,p.19).

El orador no puede dar por supuesto que todo el auditorio conoce larazón por la que él va a pronunciar su discurso, aunque, como eslógico, la conoce. Sería un signo de prepotencia el no expresar lamencionada razón, con humildad, pues quien pronuncia un discur-so retórico está sometiéndose a la decisión de las personas a las quese dirige.Por ello,y también por las ventajas que en la comunicacióntiene dejar claro aquello de lo que se va a hablar, es importante queel orador centre el tema de su discurso y que lo haga expresamenteal comienzo de este, es decir, que indique de qué va a hablar, de quéva a ocuparse en su discurso.

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el parlamentario, en el momento en que se desarrolla laintervención, debe saber, para obtener éxito, cuál es elconocimiento que los otros parlamentarios tienen deltema. Sin embargo, no es algo que resulte sencillo, puestoque unas veces ese conocimiento puede estar repetido; y,en otras ocasiones,puede que sólo se cuente con parte dela información, como sucede, por ejemplo, con la presu-posición.

Si el parlamentario carece del conjunto de conocimientosque sus interlocutores comparten, necesita no solo infor-marse, sino también contextualizar los datos que vaya a uti-lizar, porque esa falta de información afecta a lo que cadauno de ellos da por sabido y porque numerosas estructurasdiscursivas dependen de ese conocimiento (presuposi-ción, compleción, etc.).

2. El debate de investidura

El debate de investidura es uno de los debates más importantes en lacomunicación parlamentaria, puesto que conduce a la toma de deci-sión sobre la candidatura o las candidaturas que se presentan para suposible elección para la presidencia de la Comunidad.

Los discursos que se pronuncian en dicho debate forman parte deuna o de varias organizaciones comunicativas macrodiscursivas,según haya una sola propuesta de candidato o, en el caso de que elprimer candidato propuesto no obtenga los votos necesarios, hayamás propuestas de candidatos. Cada una de estas organizacionesmacrodiscursivas está constituida por el discurso del candidato ypor los discursos de respuesta al suyo que son pronunciados porlos representantes o portavoces de los distintos grupos parlamen-tarios, así como por los distintos discursos que se pronuncian en loque es una cadena dialéctica de discursos o de intervenciones.

2.1. El discurso de investidura.

El discurso de quien es candidato a la Presidencia de la Comunidades un discurso fundamentalmente de género deliberativo, pero,como se verá a continuación, contiene componentes propios tanto

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cuándo concluye la exposición correspondiente al tema parcial delque está ocupándose.

En el discurso deliberativo, la parte denominada como la narracióno exposición de los hechos con frecuencia se mezcla o fusiona conla argumentación, parte del discurso en la que el orador lleva a cabola defensa de sus tesis (probatio) y la refutación de la tesis de la parteo partes contrarias (refutatio).

En el debate de investidura, el primero de los discursos que se pro-nuncia es el del candidato a la Presidencia de la Comunidad, quienen su discurso argumenta a favor de su tesis, a favor de su posición,y en contra de las tesis que se oponen a esta, refutando las argumen-taciones que han hecho a su posición en el exterior de la Cámara oque supone van a hacerse a su posición cuando sea el turno de dis-cursos de otros grupos parlamentarios. En este sentido, la presenta-ción del programa de Gobierno, que forma el que se puede conside-rar cuerpo central del discurso de investidura, es un construcciónnarrativa-argumentativa, puesto que está formada por la exposiciónde los contenidos del mencionado programa de Gobierno y, a la vez,por la argumentación a favor de ellos,es decir,por la probatio o argu-mentación positiva, aunque, si es necesario, de dicha argumentaciónformará parte la correspondiente refutatio de las razones o argumen-tos contrarios al planteamiento que hace el orador, que puede cono-cer por haber sido expuestos antes de que pronuncie su discurso ytambién por las presuposiciones que debe tener en cuenta a partirdel análisis de las posiciones de los otros grupos parlamentarios.

Así, en el discurso de investidura del 6 de julio de 1999, en la partecorrespondiente a la narratio en la que se está exponiendo el pro-grama de Gobierno,el orador se refiere a una cuestión tan importan-te como la de que la Administración autonómica ha de ocuparse deaquellas cuestiones que preocupan a los ciudadanos sin poner comoexcusa para no hacerlo el que no existan competencias autonómicasen la materia de la que se trate.Incluye así argumentación en la narra-ción, dentro del carácter narrativo-argumentativo de la parte centraldel discurso:

“Y les quiero decir que me parece bien;que he expresado en muchasocasiones que jamás podré decirle a un ciudadano que se diri-ja a nuestra Administración que el Gobierno no tiene compe-tencias para resolver la cuestión que le preocupa.Mi obligacióncomo responsable público es, si no tenemos esas competenciasatribuidas, canalizar su preocupación hacia aquellas institu-

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En el discurso que estamos tomando en consideración,el orador con-tinúa dando las gracias a la ciudadanía madrileña.El orador no puededejar fuera del exordio, como entrada al discurso que es, a los ciuda-danos representados en la Cámara,a quienes se debe como diputadoy como aspirante a la Presidencia. La consideración de las promesaselectorales como un contrato en las elecciones es incluida en el exor-dio, que, en cierto modo, es también una declaración de los princi-pios sobre los que se asienta el intercambio comunicativo institucio-nal, del que forma parte el compromiso con la representación parla-mentaria de los ciudadanos, que habrán de decidir en la votaciónposterior al debate que se ha iniciado con el discurso de génerodeliberativo del candidato a la Presidencia.

El orador es consciente de la poliacroasis (Albaladejo, 1998) de sudiscurso, que es oído e interpretado por diputados de las distintasopciones políticas presentes en la Asamblea y también por quienesno son miembros de ella y están en las tribunas del público o losiguen por los medios de comunicación que lo transmiten. El oradorpuede dirigirse en algunas partes de sus discurso a un determinadogrupo de oyentes,en una realización de la ‘divided illocution’o ilocu-ción dividida (Fill, 1986).

Tras el exordio, en el discurso de investidura se pasa a la narración,aquella parte en la que el orador hace una exposición del mandatocorrespondiente a la legislatura anterior y, asimismo, de la victoriaelectoral que le ha llevado a encontrarse en la situación de pronun-ciar el discurso de investidura.Esta parte,que suele ser extensa en undiscurso que tiene que narrar los hechos, necesita de una organiza-ción interna en la que se oriente el propio orador y en la que seorienten sobre todo los oyentes,por lo que quien diserta hará uso demarcadores de la propia organización discursiva. Una vez que eldisertante se ha referido a la cuestión de la participación en las elec-ciones y a los parlamentarios alcanzados por las formaciones políti-cas que han concurrido a estas, da por terminada esa parte de suintervención:

“Concluyo.A mi juicio los ciudadanos saben muy bien lo quehacen, saben muy bien por qué lo hacen y saben muy bien lamedida con que lo hacen.” (D.SS. 2,V Leg., p. 22).

El orador, como señala la Retórica clásica,debe combatir el ‘taedium’o tedio de los oyentes,para lo que habrá de emplear múltiples recur-sos, entre ellos el de fragmentar en la medida de lo posible el discur-so,señalando los cambios de tema parcial de su discurso y,por tanto,

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Por tanto, el orador que pronuncia un discurso de investidura ha depresentar su narratio impregnada de argumentatio como partesretóricas del discurso que se combinan en la praxis comunicativa delos discursos de investidura.Así, el orador ha de referirse a aquellasactuaciones del pasado que puedan ser consideradas logros de suactividad política, de tal modo que los oyentes, en el momento dedecidir, lo hagan también sobre cosas pasadas como es propio delgénero judicial, además de hacerlo sobre cosas futuras como es pro-pio del género deliberativo.El orador expresa en el discurso de inves-tidura pronunciado el 6 de julio de 1999:

“La especulación —espero que no se le escape a ninguna deSS.SS.— nace, sobre todo, de las políticas de retención especu-lativa del suelo, y nosotros hemos liberado suelo. Con lasherramientas citadas hemos alcanzado resultados inéditos enmateria de vivienda en nuestra región; Madrid tiene en estosmomentos la mejor ejecución del Plan Nacional de Vivienda ySuelo; ha creado un Plan Regional de Vivienda propio ajusta-do a las necesidades concretas de los madrileños, y la actua-ción del Instituto de la Vivienda de Madrid ha llevado a nues-tra Comunidad a alcanzar cifras históricas; este Instituto haconstruido y entregado 8.561 viviendas en cuatro años, un 37por ciento de ellas en el sur y el Corredor del Henares, lo querepresenta, Señorías, un 56 por ciento más del número deviviendas entregadas en los cuatro años de la anteriorLegislatura.” (D.SS. 2,V Leg., p. 34).

Las referencias a cosas pasadas son necesarias en el discurso,porquelos oyentes van a tenerlas en cuenta junto a las cosas futuras, estric-tamente propias del discurso deliberativo.Sin embargo,el orador quepronuncia el discurso de investidura ha de controlar adecuadamentela presencia en su discurso de dichas cosas pasadas, propias de dis-curso judicial, de tal modo que no lleguen a ocultar lo que es la pre-sentación del programa de Gobierno (parte discursiva eminentemen-te deliberativa), sino que contribuyan a sostener argumentativamen-te dicho programa.

La importancia de las cosas pasadas en este discurso,conectadas conla argumentación a favor de las propuestas que en él hace el orador,se ve reflejada en la diferenciación entre hablar y hacer. Aunquehablar es pragmáticamente una forma de hacer, el orador distingueen los hechos, que forman parte de un pasado que él presenta a losoyentes que han de decidir como un aval,una garantía,una forma deprobatio, en definitiva, que apoya su actuación futura:

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ciones que hayan de resolverla, e, incluso, me atrevo a decir quenuestra obligación es buscar soluciones innovadoras aunqueno tengamos competencias.” (D.SS.2,V Leg.,p.27).

Es inmediatamente a continuación cuando aporta el argumento a favor,cuando lleva a cabo la probatio de lo que está diciendo con el ejemplodel caso de “la seguridad en el sector del taxi”:

“Buen ejemplo de ello fue cuando se nos demandaron pro-blemas de seguridad en el sector del taxi, como recordaránSus Señorías. No tenemos competencias en materia de segu-ridad, sino que son del Estado; no tenemos competencias enmateria del sector del taxi, ya que está regulado por los pro-pios ayuntamientos. Al final, el dispositivo del 112 para sulocalización por satélite fue la respuesta de esta Institucióna un sector respecto a un problema sobre el que carecía decompetencias.Y ése es el discurso político que tenemos quehacer.” (D.SS. 2,V Leg., p. 27).

La aportación de pruebas dentro de la parte de la argumentación quees la probatio se da en el discurso de investidura en combinación dis-cursiva con la narratio como parte expositiva del discurso.

El discurso de investidura como parte del debate de investidura es undiscurso que, como antes se ha dicho, si bien es de género delibera-tivo -es decir,pertenece al género retórico en el que los oyentes deci-den y lo hacen sobre cosas futuras-, cuenta con componentes de dis-curso deliberativo,pero también de discurso judicial -aquel en el quelos oyentes deciden y lo hacen sobre cosas pasadas-, siendo el com-ponente dominante el deliberativo, lo cual hace que el discurso seadscriba a este género.

La presencia de componente judicial (decisión sobre cosas pasadas)en el discurso de investidura es importante: el orador ha de tener encuenta que los miembros de la Cámara,como destinatarios de su dis-curso que han de decidir sobre él, votando a favor o en contra de suinvestidura como Presidente de la Comunidad en la votación que hade producirse al final del debate,no sólo lo harán teniendo en cuentalos elementos propiamente deliberativos del discurso,es decir,los ele-mentos de futuro,las propuestas que son el programa de Gobierno,lasactuaciones anunciadas o prometidas, sino también los elementosjudiciales del discurso,es decir, los elementos de pasado, las actuacio-nes pasadas, tanto en la acción de Gobierno en el caso de reeleccióncomo los hechos pasados anteriores a dicha acción de Gobierno.

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so de su discurso parlamentario de género deliberativo con los dis-cursos electorales previamente pronunciados por los candidatos arepresentantes políticos.Una vez que el orador del discurso de inves-tidura del 6 de julio de 1999 ha finalizado la exposición de su progra-ma de Gobierno, dice:

“Señor Presidente, Señorías, hasta aquí les he explicado el pro-grama de Gobierno que vamos a aplicar, si esta Cámara merenueva su confianza, el día de mañana.Pero, al mismo tiem-po, Señorías, he querido hacer un breve balance de por quénos han apoyado mayoritariamente los madrileños por todolo hecho, pero, sobre todo, por todo lo que nos hemos compro-metido a hacer.” (D.SS. 2,V Leg., p. 43).

Hay que destacar la importancia que en todo discurso retórico y,por tanto, en todo discurso parlamentario tiene el uso de citas oreferencias de autoridad cultural, filosófica, literaria, política, etc.como refuerzo argumentativo del discurso. El discurso de investi-dura no sólo no es ajeno a dicho recurso retórico, sino que es unode los tipos de discursos, dadas las características y la significacióninstitucional de la sesión en la que es pronunciado, en los quemejor se sitúa y funciona aquél. Por ejemplo, el orador del discursodel 6 de julio de 1999 cita a Borges y a Roosevelt como apoyo desus planteamientos.

La peroratio, como parte final del discurso, tiene la función de servirde recordatorio a los oyentes de los principales contenidos del dis-curso, de las propuestas más importantes e interesantes, de loshechos más significativos que han sido expuestos y argumentados.En la peroratio, además, el orador aprovecha las que son sus últimaspalabras en su discurso para intensificar la captatio benevolentiae, lacaptación de la benevolencia,del favor de los oyentes que van a tenerque decidir después de la pronunciación de los diferentes discursosque componen la sesión de investidura.El orador ha pronunciado sudiscurso para obtener el apoyo de la Cámara, lo cual ha de recordaren la peroratio del discurso:

“Solicito, por tanto, Señorías, formalmente a esta Asamblea, yde conformidad con lo establecido en el artículo 18 [sic] denuestro Estatuto, su apoyo al programa de Gobierno que heexpuesto y a mi propia persona para ser elegido Presidente dela Comunidad de Madrid.” (D.SS. 2,V Leg., p. 46).

Y poco después:

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“Siempre hemos hablado de discriminar positivamente a lamujer, de dar la vuelta a una situación para favorecer la igual-dad;pero no solamente hemos hablado, hemos hecho una labormuy importante en este terreno.”(D.SS.2,V Leg.,p.38).

Una de las cuestiones fundamentales a la hora de preparar y pronun-ciar un discurso de investidura tiene que ver con la pertenenciacanónica de éste al género deliberativo. Se trata de la conveniencia,incluso de la necesidad, de que el orador exprese, como reconoci-miento institucional de la situación comunicativa en la que seencuentra y, consiguientemente, como expresión de respeto a laCámara, a sus componentes y a los ciudadanos a los que éstos repre-sentan, que aquellos elementos propiamente deliberativos que sonlas cosas futuras que presenta en su discurso los supedite a recibir laconfianza de la Cámara, la decisión favorable en la correspondientevotación de investidura. Así, el orador utiliza expresiones como lassiguientes:

“… mayor ha de ser también el nivel de exigencia que voy ademandar del equipo de Gobierno que me propongo formarsi esta Cámara mañana me concede su confianza.” (D.SS. 2,VLeg., p. 21).

“La cultura habrá de ser el lenguaje en el que nos encontre-mos todos, habrá de ser el tiempo y el espacio en el que se defi-na el carácter abierto del Gobierno que, si SS. SS mañana meeligen Presidente, me propongo presidir.” (D.SS. 2,V Leg., p. 41).

La oración condicional revela la naturaleza y condiciones del discur-so deliberativo que el orador está pronunciando: es un discursocuyas propuestas de realidad (Albaladejo, 2001) dependen de quequien lo pronuncia reciba el apoyo de las personas a las que se diri-ge con su discurso, las cuales tienen la capacidad de decidir con suvoto.La función de la expresión condicional,que es manifestación deque la propuesta discursiva está condicionada a la decisión de losoyentes que deciden, es altamente importante en el discurso delibe-rativo. El orador no puede dejar de expresar que es consciente deque su elección depende de quienes oyen su discurso.

La combinación del componente de discurso judicial y del compo-nente de discurso deliberativo en un discurso que es globalmente yen su conjunto de género deliberativo puede ser explicitada por elorador, y de hecho lo es, al referirse a las cosas pasadas y a las cosasfuturas como el fundamento de su discurso,enlazando el compromi-

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lo que sea necesario, pero con una idea de la economía de tiempoque impida que se alargue innecesariamente.

� ASPECTOS QUE CONVIENE TENER EN CUENTA PARA EL DISCURSO DE INVESTIDURA QUE PRONUNCIA EL CANDIDATO.

Atención a todos los oyentes, con el fin de tener presen-tes en el discurso a los parlamentarios pero también a losciudadanos.Atención a los distintos sectores que componenel auditorio en la Cámara y fuera de la Cámara.

Fijación por el orador del tema del discurso y explicitaciónde éste.

Estructuración de la exposición, incluyendo elementosdel pasado, propios del discurso de género judicial, con loselementos del futuro, propios del discurso de género delibe-rativo, sin olvidar que el discurso es un discurso propiamen-te deliberativo,a pesar de incluir elementos de otros génerosde discurso.

Exposición que, sin dejar a un lado los aspectos técnicos,sea comprensible para los oyentes no especializados.El dis-curso se dirige a los miembros de la Cámara,pero en realidadva dirigido a toda la sociedad.

Argumentación de las afirmaciones,propuestas y plante-amientos que se hagan. Refutación de las objeciones quele son conocidas o que prevé.

En cuanto a la duración, ha de ser la que se necesite parala exposición y argumentación que se va a hacer, peroteniendo en cuenta que hay que evitar el taedium.

El orador buscará y utilizará siempre que sea posible losrecursos de expresividad que son las figuras,especialmen-te los tropos, sobre todo la metáfora, sin abusar en ningúncaso de ellos.

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“Consecuentemente con lo que vengo afirmando, solicito,señor Presidente, y ésta es la última vez que lo haré ante esteParlamento, la confianza de SS.SS.para formar un nuevo Gobier-no que cumpla nuestro programa.” (D.SS.2,V Leg.,p.43).

El agradecimiento es algo que no puede faltar en un discurso retóri-co, por la razón antes expuesta de que quien pronuncia un discursoretórico siempre está pidiendo algo a quienes le oyen. Pero el agra-decimiento ha de ser un elemento inexcusablemente presente, aunmás si cabe, en un discurso de investidura, porque quien lo pronun-cia está en situación precisamente de pedir el apoyo, la confianza, elvoto, en definitiva, de quienes le oyen y, como miembros de laCámara de representación política, tienen la capacidad de voto y,portanto, de votarle o de no votarle. Precisamente, el discurso de inves-tidura del 6 de julio de 1999 termina con el agradecimiento del ora-dor a quienes han oído el discurso que ha pronunciado, representa-ción como Cámara del conjunto de los ciudadanos de la Comunidadde Madrid.La captatio benevolentiae se ve reforzada por la expresióndel agradecimiento, así como por la reiteración que en los momen-tos finales del discurso hace el orador a la consideración del trabajoy del esfuerzo por Madrid como una tarea colectiva.

Una de las características del discurso del candidato propuesto a lainvestidura es que no tiene limitación de tiempo, por lo que no seve constreñido a terminar en un momento dado, de tal modo quepuede llevar a cabo sin premura no sólo el discurso en su totalidad,sino sobre todo la parte final que es la peroratio, que el oradorpuede pronunciar con el sosiego y sin la tensión de tener que termi-nar una vez transcurrido un determinado tiempo. No obstante, elorador siempre ha de tener en cuenta que uno de los elementos quepeligrosamente acechan a la comunicación retórico-discursiva y asu eficacia perlocutiva en quienes reciben e interpretan el discursoes el taedium, el tedio, que ya había sido identificado por la retóricade la Antigüedad.

Muchos de los recursos retóricos tienen como finalidad luchar con-tra el taedium, pero el orador ha de tener en cuenta también que sudiscurso no sea excesivamente amplio, si bien esto no tiene queimplicar que haya de dejar fuera contenidos que es pertinente y con-veniente incluir. Dada la significación institucional del discurso deinvestidura,en la medida en que contiene la presentación del progra-ma de Gobierno y la primera intervención en la legislatura de quienpuede ser elegido Presidente de la Comunidad, está justificado queeste discurso dure más de lo normal. Se trata de que el discurso dure

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El orador es consciente de la poliacroasis de su discurso y felicita acontinuación también a otro partido:

“Quiero felicitar también al Partido Socialista porque yo creoque es el único grupo parlamentario que se sienta en estosescaños con un apoyo superior al que tenía antes de las elec-ciones.” (D.SS. 2,V Leg., p. 47).

Pero,tras el exordio, los discursos correspondientes a las intervencio-nes de los Grupos Parlamentarios que no apoyan al candidato que hapronunciado el discurso de investidura suelen estar organizadossobre todo refutativamente, lo cual tiene su lógica en la dialéctica dela retórica parlamentaria.

El orador ha tomado nota del discurso del candidato a la investiduray en su discurso hace un recorrido por el discurso a propósito delcual interviene,ofreciendo sus propios puntos de vista, la mayoría delas veces en contraste con los contenidos presentados en el discursode investidura.Todos los discursos que se pronuncian en una sesiónparlamentaria y, por tanto, los que se pronuncia en una sesión tanespecial como es la del debate de investidura constituyen una orga-nización polifónica (Albaladejo, 2000) en la que cada uno de los ora-dores expresa con su propia voz sus planteamientos, su constituciónideológica, sus perspectivas sobre la cosa pública. Sin embargo, seentiende que el ejercicio de la Presidencia de la Comunidad suponeuna ampliación de las perspectivas,una acogida a perspectivas distin-tas de la propia, en la medida en que representa a la institución cuyogobierno se ejerce o se va a ejercer.

Las llamadas a tener en cuenta no sólo la propia posición, sino tam-bién las de los demás grupos, se encuentran tanto en los discursosde investidura como en los discursos de las intervenciones de losGrupos Parlamentarios, que por lo general piden que quien seainvestido como Presidente adopte una visión general de los asun-tos públicos que vaya más allá de la visión estrictamente correspon-diente a su posición inicial de representante de un partido políticodeterminado.

La parte de la argumentatio, argumentación del discurso retórico, seconstruye principalmente como refutatio en los discursos de los por-tavoces de los grupos que no apoyan a quien ha pronunciado el dis-curso de investidura. Pero el orador no puede limitar su discurso auna refutación constante o sistemática del discurso de investidura,debiendo también ofrecer argumentación positiva,probatio, plantea-

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2.2. Los discursos de los portavoces de los Grupos

Parlamentarios de la Cámara.

El carácter dialéctico de la comunicación retórica es reconocidoformalmente por la propia regulación del Debate de Investidura(RAM, artículo 183). Una vez pronunciado el discurso de investidu-ra por el candidato a la Presidencia de la Comunidad, pronunciansus discursos los portavoces de los Grupos Parlamentarios. Sus dis-cursos se sitúan en el género deliberativo,con un componente pro-piamente deliberativo, pero también con presencia del componen-te judicial, en la medida en que tratan de cosas pasadas, que sonpresentadas para que la decisión que ha de tomarse se tome tenién-dolas en cuenta.

Los discursos en los que consisten las intervenciones de los portavo-ces de los Grupos Parlamentarios son discursos en los que la estruc-tura retórica de las partes orationis o partes del discurso se mantie-ne, si bien esta estructura está orientada hacia el discurso de investi-dura respecto del cual se hacen las intervenciones.El orador que pro-nuncia el discurso de intervención sobre el discurso de investiduraha de estructurar su discurso de tal forma que éste sea coherente ytenga en cuenta aquellos puntos narrativos y argumentativos del dis-curso de investidura que son objeto de su apoyo o de su refutación.Lógicamente, los discursos de los portavoces de los grupos que noapoyan la investidura se distinguen de los grupos que sí la apoyan.Enlos discursos de los primeros el componente de argumentación ensu dimensión refutativa, la refutatio retórica, tiene un mayor peso enel discurso y una mayor fuerza en el conjunto de propuestas y plan-teamientos que en ellos se hacen.

El exordio no puede faltar tampoco en estos discursos. La cortesíaparlamentaria hace necesario que en esta parte de los discursos hayauna felicitación a quien, en función del número de diputados de sugrupo, ha sido propuesto para pronunciar el discurso de investiduray para someterse,posteriormente, a la votación correspondiente.Así,en el primero de los discursos de intervenciones de los GruposParlamentarios pronunciados el 7 de julio de 1999 en la sesión deinvestidura de la V Legislatura, el orador dice:

“Muchas gracias, Señor Presidente, Señorías. Señor candidato,quisiera, en nombre de mi grupo, que mis primeras palabras fue-ran para reiterar la felicitación al Partido Popular y a su can-didato, a la vez que reconocer el legítimo y democrático derechoque le ampara al solicitar su investidura.”(D.SS.2,V Leg.,p.47).

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llevada a cabo por el partido que ha gobernado en la legislatura ante-rior se une la propuesta de una política explícita de vivienda.

En estos discursos es más breve la peroratio que en el discurso deinvestidura,pero no deja de estar presente,es la parte del discurso enla que más intensa se hace la captatio benevolentiae. El orador nodebe terminar bruscamente su discurso, tiene que recapitular, aun-que sea brevemente, y finalizar gradualmente.

En el debate de investidura pronuncian sus correspondientes discur-sos de intervención los representantes o portavoces de todos losGrupos Parlamentarios que así lo soliciten (RAM, art. 183, 3). Comoes sabido, dicho artículo limita la duración de estos discursos a 30minutos, lo que lleva a los oradores a prestar una especial atención ala economía de tiempo,a la duración y,como se puede ver en el casode la cita precedente,al agradecimiento a la Presidencia de la Cámaraen lo que se refiere a la administración del tiempo.

El segundo de los discursos de intervención de los portavoces de losGrupos Parlamentarios es también un discurso de un grupo que noapoya al candidato a la investidura.La oradora comienza con un exor-dio bien construido en el que da las gracias a quienes han deposita-do la confianza en su opción política y felicita al partido que ha obte-nido la mayoría y al candidato a la Presidencia.

Si los discursos de género deliberativo tienen un componente domi-nante de carácter propiamente deliberativo, junto a un componentejudicial, según antes se ha explicado, hay que añadir que tambiéncuentan con un componente epidíctico o demostrativo,es decir,conun componente propio de aquellos discursos ante los que los oyen-tes no han de tomar decisiones. Este componente epidíctico odemostrativo no es, sin embargo, dominante en los discursos deldebate de investidura, que son de género deliberativo por ser preci-samente el deliberativo su componente dominante, pero tiene suimportancia en la medida en que gracias a dicho componente,discur-sos de las más diversas ideologías pueden coincidir en puntos comu-nes de apoyo al desarrollo de la sociedad y de sus instituciones.Así,la oradora incluye en el exordio de su discurso una reflexión sobrela Comunidad de Madrid, que no es ajena a los contenidos de otrosdiscursos de la sesión de investidura:

“…desde luego, para agradecer a los ciudadanos y ciudada-nas de Madrid el respaldo que con su voto han dado a unainstitución como la Comunidad de Madrid, que, cuando

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miento de la posición de su grupo sobre cuestiones de interés parala Cámara y para los ciudadanos que están representados en ella.Así,en el primero de los discursos de intervención de los GruposParlamentarios en el debate de investidura de la V Legislatura, el ora-dor se refiere a la unidad de los partidos de izquierda:

“Izquierda Unida no dejará de impulsarla con más claridadque en los últimos cuatro años;una unidad basada en una refe-rencia política:la superación alternativa de las propuestas delseñor Gallardón; una articulación plural y respetuosa y pro-yectos mensurables por los ciudadanos y las ciudadanas.”(D.SS.2,V Leg.,p.50).

Importante en un discurso de respuesta al discurso de investidura esque contenga propuestas que se articulan sobre la organización retó-rica de las intervenciones de los oradores de los Grupos Parlamen-tarios en el sentido del carácter deliberativo de sus discursos, conpropuestas de cosas futuras, que son sometidas a los representantesde la ciudadanía. El orador del primero de los discursos de respuestaexpresa positivamente las propuestas:

“Como primer punto de reflexión y también como índice de nues-tro trabajo y como alternativa a las propuestas hechas aquí ayerpor el señor Gallardón, Izquierda Unida les propone tres gran-des iniciativas:una iniciativa por las condiciones de trabajo yel empleo;una iniciativa por la calidad de vida de los ciudada-nos y ciudadanas; una iniciativa contra la exclusión.” (D.SS. 2,V Leg.,p.50).

Uno de los valores de los discursos de las intervenciones en el deba-te de investidura de los portavoces de los Grupos Parlamentarios esque en ellos se ofrece también una propuesta de realidad,en muchosaspectos alternativa de la propuesta hecha en el discurso del candi-dato a la investidura,con la consiguiente relación narrativa (en el sen-tido de la narratio como parte expositiva del discurso) y argumenta-tiva en el plano dialéctico con el discurso en relación con el queestos discursos son respuesta.

La combinación de refutatio y propuestas alternativas a las de la polí-tica del partido del candidato a la investidura es una de las claves retó-ricas en la construcción argumentativo-narrativa del discurso derespuesta al de investidura.Sirva como ejemplo el tratamiento de la cues-tión de la vivienda en el primero de los discursos de respuesta del deba-te de investidura de la V Legislatura,en el que a las críticas a la política

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balidad el discurso de investidura; la tercera y última es por la actituddel candidato en su actividad política,que no es de su agrado.El “no”de la oradora lo fundamenta en su oposición al modelo político delcandidato y en la convicción de la necesidad de proponer un mode-lo alternativo.Y,a partir de ahí,en su narración-argumentación, la ora-dora propone su modelo político, sobre el que se basaría su progra-ma en caso de haber sido designada como candidata para la investi-dura. La utilización de una pregunta:“¿Cómo construir el Madrid delnuevo siglo?” (D.SS. 2,V Leg., p. 60), a la que la propia oradora va res-pondiendo al ocuparse a continuación de distintos aspectos de supropuesta de realidad en discurso de carácter deliberativo que tratade cosas futuras.Véase,por ejemplo,el siguiente fragmento de su dis-curso, en el que responde a su propia pregunta, antes citada:

“Madrid debe situarse al nivel de las regiones capitales másavanzadas de la Unión Europea, no sólo en desarrollo econó-mico, en puro crecimiento. Debe serlo también en niveles deredistribución de la riqueza, de bienestar social, de igualdadde oportunidades para su hombres y mujeres. Pero para queello sea así, Madrid debe elevar sustancialmente su protago-nismo en la política nacional.” (D. SS. 2,V Leg., p. 60).

Pero el componente judicial del discurso, componente por el que eldiscurso se ocupa de cosas pasadas, reaparece constantemente,como no puede ser de otro modo en la oratoria política, al hacer laoradora una revisión de las actuaciones anteriores, llegando incluso areferirse al discurso de investidura que el candidato pronunció cua-tro años antes.

Es lógico que el discurso con el que interviene a propósito del discur-so del candidato el portavoz del Grupo Parlamentario que le apoyasea un discurso muy diferente de los de los portavoces de los gruposque no le apoyan y que van a constituir la oposición.Este discurso tie-ne,como los demás, su estructura retórica,con un exordio en el queanuncia que comparte el programa del candidato, como correspon-de al Grupo Parlamentario que lo apoya. La organización narrativa yargumentativa del discurso está al servicio,como es de esperar,del apo-yo que el Grupo al que representa el orador va a dar al candidato.

Así, la parte expositiva del discurso, tanto en lo que se refiere a cosaspasadas -componente propio de discurso de género judicial- comoen lo que trata de cosas futuras -componente de discurso de génerodeliberativo-,constituye un apoyo al discurso de investidura,a propó-sito del cual interviene el orador. El orador dice:

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acabe esta V Legislatura, cumplirá 20 años, que esperamossean considerados, por el esfuerzo realizado y por el que ten-gamos que realizar, en beneficio del conjunto de los ciudada-nos de la Comunidad y no de frustración de los sectores másnecesitados.” (D.SS. 2,V Leg., p. 57).

Los elementos con los que se construye el componente epidíctico odemostrativo son elementos temáticos con los que los distintos oyen-tes, independientemente de sus preferencias ideológicas, están engeneral de acuerdo. Por ello, son puntos temáticos que están presen-tes en los discursos de los portavoces de los distintos GruposParlamentarios.

A continuación, forma parte del discurso una narración-argumenta-ción en la que, como discurso de oposición, se contienen las refuta-tiones a los planteamientos del discurso del candidato. En la refuta-ción contenida en el discurso, hay cosas pasadas, que constituyen elcomponente judicial del discurso deliberativo, es el caso de la refe-rencia que hace la oradora a que el candidato a la investidura no par-ticipó en debates con otros candidatos de otras fuerzas políticasdurante la campaña electoral. No hay que olvidar que los discursosde las intervenciones que en el debate de investidura se producen acontinuación del discurso de investidura son discursos dialéctica-mente relacionados con éste,por lo que los oradores incluyen en susdiscursos las críticas que consideran oportunas al discurso del candi-dato.La oradora que pronuncia el segundo discurso se defiende refu-tando la afirmación que el día anterior había hecho el candidato apropósito de que el Partido Socialista presentaba como cabeza delista a una persona que no era miembro de dicho partido.

Uno de los rasgos de los discursos de intervención de los portavocesde los Grupos Parlamentarios en el debate de investidura es el de latoma de posición en cuanto al discurso de investidura, pronunciadopor el candidato a la Presidencia.La oradora que pronuncia el segun-do discurso de respuesta al de investidura en el debate de investidu-ra de la V Legislatura anuncia que votará “no” en la votación que hade tener lugar después de todas las intervenciones que constituyenel debate. Como corresponde al discurso retórico, esta informaciónes argumentada; así, la oradora, tras expresar que su grupo va a votar“no”,enumera y expone las distintas razones en lo del voto negativo,que son tres: una es por la experiencia de la legislatura anterior, porlo que está actuando como ante un discurso de género judicial; lasegunda es por el programa de Gobierno, y así actúa como ante undiscurso de género deliberativo, género al que pertenece en su glo-

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Exponer sus propios planteamientos como líneas funda-mentales de los programas de Gobierno que habrían presen-tado en caso de haber sido candidatos a la investidura.

Cuidar el exordio y la peroratio de los discursos, que,por su carácter de inicio y cierre discursivo,facilitan la comu-nicación.

2.3. Discurso de respuesta del candidato

a las intervenciones de los portavoces

de los Grupos Parlamentarios.

El discurso de respuesta del candidato a los discursos que los GruposParlamentarios de la oposición han pronunciado respecto de su pro-pio discurso de investidura es un nuevo paso en la relación dialécti-ca entre los discursos parlamentarios,es un discurso fundamentalmenteargumentativo,ya que se construye en relación con los discursos pro-nunciados por las intervenciones de los portavoces de los Grupos Par-lamentarios. El artículo 183, 4 del Reglamento de la Asamblea señalaque “El candidato podrá contestar individualmente o de forma glo-bal, sin limitación de tiempo”.En el debate de investidura de la V Legis-latura,el candidato responde globalmente a los discursos pronunciadosconsecutivamente por el portavoz del tercer grupo en número de dipu-tados y por la portavoz del segundo grupo en número de diputados.El discurso de respuesta a las intervenciones que se han producidorespecto del discurso de investidura,sin que falten exordio y perora-tio,convenientes para la viabilidad de la comunicación,contiene fun-damentalmente una parte argumentativa en la que se argumenta a favorde aquellos planteamientos y tesis que han sido objeto de refutaciónen las intervenciones de los portavoces de los Grupos Parlamentariosque no apoyan la investidura del candidato.

Así, como ejemplo, el candidato refuta una de las críticas que se leha hecho en uno de los discursos de respuesta a su discurso de inves-tidura:

“Señor Pérez, me reprochaba usted que no hiciéramos infra-estructuras sociales.Yo la verdad es que cuando habla de pre-estructuras no sé a qué se refiere, pero le pregunto:¿Hay algunainfraestructura más social que el transporte público? ¿Hay algu-na infraestructura de transporte público más social que el Metro?”(D. SS.2,V Leg.,p.88).

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“No quiero extenderme excesivamente, aunque tampoco, comohabrán podido comprobar SS. SS., he prometido ser excesiva-mente breve.Un debate de investidura debe, por definición, miraral futuro más que hacer balance de lo pasado. Por eso, sola-mente me voy a permitir pormenorizar algunos de los logrosalcanzados durante los últimos cuatro años, aunque tampo-co pretendo glosar aquí ahora el programa de Gobierno queya ha expuesto el candidato Alberto Ruiz-Gallardón, por másque, como todos ustedes comprenderán, mi Grupo lo compar-te y lo asume plenamente.” (D. SS.2,V Leg.,p.115).

El discurso del portavoz del grupo del candidato contiene la expre-sión de que el voto de los miembros del grupo será a favor del can-didato,pero también la aclaración de que ese voto no será un chequeen blanco, lo cual podría defraudar el mandato que los ciudadanoshan dado al grupo en las urnas. En la peroratio, cabe destacar la refe-rencia a que todos los parlamentarios representan en su conjunto alos mismos ciudadanos, a raíz de lo cual expresa su convencimientode que juntos pueden aunar y multiplicar sus esfuerzos en pro de laComunidad (D.SS. 2,V Leg., p. 120), en lo que sería un elemento dediscurso de género epidíctico o demostrativo dentro de un discursode género deliberativo. Este elemento epidíctico o demostrativo esexpresado así:

“Con la misma actitud constructiva que desde la lógica discre-pancia he solicitado al principio de mi intervención a los demásGrupos de esta Asamblea, quiero decir que no podemos olvidarque los que nos sentamos en estos escaños representamos a losmismos ciudadanos.Yo estoy convencido de que juntos podre-mos aunar y multiplicar nuestros respectivos esfuerzos en el obje-tivo común de construir una Comunidad de Madrid más justay más solidaria, más moderna y más emprendedora, más equi-librada social y territorialmente, y en la vanguardia de una Espa-ña y una Europa que miren decididamente al siglo XXI.Muchasgracias.” (D.SS.2,V Leg.,p.120).

� ASPECTOS QUE CONVIENE TENER EN CUENTA PARA LOS DISCURSOS DE LAS INTERVENCIONES DE LOS PORTAVOCES

Centrarse en los puntos del discurso de investidura quevan a refutar. Centrar el tema al comienzo del discurso.

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su discurso de investidura.En el primer caso,el discurso del candida-to se repite tantas veces cuantos discursos ha habido.En el segundo,el discurso del candidato es el último que se pronuncia.En el debatede investidura de la V Legislatura,el candidato responde,por un lado,agrupadamente a las intervenciones de los dos Grupos Parlamen-tarios de oposición y,por otro,a la intervención del Grupo Parlamen-tario que le apoya.

En su discurso de dúplica a los discursos de réplica de los portavo-ces, el candidato refuta, por ejemplo, la calificación como política dederechas de su defensa de la iniciativa social:

“Por lo tanto, estando absolutamente de acuerdo, como estoy,en que no es lo mismo la sociedad que la iniciativa social,déjeme que amplíe la frase, y no lo califique como una políti-ca de derechas, como usted ha dicho -y sé que no lo dice entono despreciativo, sino como un componente ideológico-:nosotros no podemos, de verdad, pensar que este Gobierno,que esta Administración, que la Administración General delEstado, puede y debe sustituir a la iniciativa privada; antes alcontrario: pensamos que nuestra obligación es generar lascondiciones objetivas de competitividad de esa iniciativasocial.” (D. SS. 2,V Leg., p. 108).

Es importante que quien pronuncia el discurso de investidura como can-didato tenga en cuenta cuál es su última intervención en el debate,for-mado por un conjunto de discursos dialécticamente relacionados entresí,de tal modo que constituyen una especie de macrodiálogo o de cons-trucción macrodiscursiva.En la última intervención,que es en sí un dis-curso de respuesta al último de los discursos pronunciados,el orador actúacomunicativamente haciendo una peroratio que más que serlo de esaintervención final lo es del conjunto de los discursos con los que ha inter-venido en el debate.

� ASPECTOS QUE CONVIENE TENER EN CUENTA PARALOS DISCURSOS DE RÉPLICA Y DÚPLICA

Es conveniente que los oradores se ciñan a aquellos puntosde los discursos a los que se refieren que van a refutar oapoyar.

Por lo general, en estos discursos predominan los elementosargumentativos,por lo que los oradores deben trasmitir a los

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2.4. Discursos de réplica de los portavoces

de los Grupos Parlamentarios.

Son discursos en los que predomina la construcción argumentati-va, con refutación de elementos del discurso de respuesta del can-didato. Como en todos los discursos retóricos, puede desempeñaruna interesante función la cita literaria, como apoyo para lo quese dice; es ejemplo de ello la cita del Quijote que en su discursode réplica hace el orador que intervino en primer lugar en los dis-cursos de intervención de los portavoces de los GruposParlamentarios sobre el discurso de investidura del candidato:

“Citando a Cervantes, le dejo con un sabio consejo de AlonsoQuijano a Sancho Panza, le decía: 'Al que has de castigar conobras, no trates mal con palabras, pues le basta al desdichadola pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.' Muchasgracias, señor Presidente, tiene usted mi respeto también.”(D.SS.2,V Leg.,p.102).

Los discursos de réplica de los portavoces son discursos en losque se acentúa el carácter dialéctico de la comunicación discursi-va parlamentaria, al ser discursos pronunciados después de otrosmuchos discursos en el conjunto de la construcción polifónicaque todos ellos forman.

Al tratarse de discursos que están situados en el conjunto macrodiscur-sivo que en realidad constituye el debate de investidura en su conjun-to, están estrechamente relacionados unos con otros, por lo que hayconstantes referencias cruzadas tanto en el ámbito narrativo como enel argumentativo, lo cual contribuye a la cohesión de la construcciónpolifónica en la que distintas ideas son expresadas con voces distintas,aportando perspectivas complementarias sobre la cosa pública.

2.5. Discurso de dúplica del candidato a los discursos

de los portavoces.

Nuevamente nos encontramos con un discurso que prolonga elcarácter dialéctico (y dialogado) de la comunicación retórica parla-mentaria.

Las situaciones comunicativas son diferentes según el candidato hayarespondido separada o agrupadamente a los discursos de las inter-venciones de los portavoces de los Grupos Parlamentarios relativas a

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Comunidad de Madrid para el año 2004.El discurso comienza con elimprescindible exordio en el que la oradora abre el contacto comu-nicativo con el auditorio y pondera la importancia del Proyecto deLey que presenta en nombre del Gobierno y su significación en lavida y en el funcionamiento de la Comunidad y en el que justifica lafecha en la que se presenta dicho Proyecto de Ley. Cuestiones comola diferenciación entre la mera gestión de recursos y la intervenciónen el origen de los problemas con el fin de resolverlos o como la cre-dibilidad del presupuesto y su carácter social (D.SS. 141,VII Leg., p.3728) son incluidas por la oradora en el exordio, que tiene una fun-ción comunicativa decisiva en la presentación del tema del discursoy en la captatio benevolentiae de quienes lo oyen y, en la medida enque es un discurso de género deliberativo, han de decidir a propósi-to de sus propuestas en la votación correspondiente. Hay que seña-lar que de la complejidad del discurso político forma parte la posibi-lidad,con frecuencia activada,de que la organización argumentativa,correspondiente a la argumentatio o argumentación como parte deldiscurso, se proyecte sobre otras partes, como el exordium o exor-dio, que es lo que sucede cuando, de manera adecuada respecto dela naturaleza de su discurso y de la situación comunicativa en la quese encuentra,se apoya argumentativamente en Cervantes para funda-mentar su comunicación de que la elaboración del presupuesto tienecomo finalidad garantizar el bienestar de la ciudadanía:

“Esto es lo que pretendo transmitir a SS.SS., como diría Cervan-tes, siempre presto a la cita, con palabras significantes, honestasy bien colocadas.” (D.SS.141,VII Leg.,p.3728).

En el discurso de presentación del Proyecto de Ley, tiene un papelperfectamente establecido la narratio, la narración, la exposición delos hechos que, en el caso de este discurso legislativo, están consti-tuidos tanto por la situación en la que se presenta el proyecto, situa-ción que hace que el proyecto sea como es y que, por tanto, lo jus-tifica, como por el propio Proyecto de Ley,por sus contenidos,orga-nización, por su forma (Gretel, 1986).

En el caso del discurso de presentación del Proyecto de Ley dePresupuestos, la oradora hace una narración en la que aparecen ele-mentos propios de discurso de género judicial (hechos pasados)junto a los elementos propios del discurso de género deliberativo(hechos futuros), decisivos en la configuración del discurso que pro-nuncia, que es un discurso de género deliberativo, como discursopolítico parlamentario después del que los miembros de la Cámarahabrán de tomar una decisión sobre las enmiendas al Proyecto de

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oyentes la importancia de aquello que se está tratando desdeel punto de vista de la argumentación.

No hay que olvidar la importancia del exordio y de la perora-tio, por su funcionalidad comunicativa, por su conexión conquienes oyen y por la captatio benevolentiae que permiten.

3. El debate legislativo

Si el debate de investidura constituye un acto comunicativo de una sig-nificación institucional extraordinaria y de una gran trascendencia socialpor el hecho de que,por medio de la votación posterior a él,se va a pro-ducir la elección de quien ha de desempeñar la Presidencia de la Comu-nidad y va a nombrar a los miembros de su Gobierno, su realidad y suconfiguración retórica no difieren mucho de otros debates que tienenlugar en la Cámara,que,como el de investidura,se caracterizan por estarconstituidos por diversos discursos de género deliberativo dialécticamen-te relacionados entre sí,en los que,sin que ello suponga que no sean degénero deliberativo,se encuentran componentes de género judicial e inclu-so de género epidíctico o demostrativo.

No obstante,a pesar de los puntos que tienen en común los distintosdebates, cada uno de ellos posee rasgos y características que les dis-tinguen de los demás, sobre la base de una estructura comunicativafundamental compartida, que es la de pronunciación de un discursoinicial por un orador,discurso en relación con el cual pronuncian susrespectivos discursos otros oradores que intervienen en el debate.Elesquema de la comunicación discursiva que tiene lugar en el plenode la Cámara es el de presentación del Proyecto de Ley o de laProposición de Ley, los discursos que defienden las enmiendas y lascorrespondientes réplicas y dúplicas.Todo ello constituye, como entodo debate parlamentario, un macrodiálogo de discursos que seconectan y entrelazan configurando una organización de polifonía ypoliacroasis que representa la constitución plural de la sociedad,consu diversidad de posiciones ideológicas y de perspectivas relaciona-das con ellas.

En la sesión plenaria de 6 de mayo de 2004, la Consejera deHacienda,en nombre del Gobierno,pronuncia su discurso de presen-tación del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la

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“Una vez finalizado someramente el análisis económico delestado de ingresos y gastos del presupuesto consolidado de laComunidad de Madrid y sus organismos autónomos y estable-cido el grado de interrelación entre su actividad financiera ysu actividad real, conviene a continuación avanzar en ladeterminación de cuál será el efecto de este presupuesto en lahacienda autonómica.” (D.SS. 141,VII Leg., p. 3734).

O como éste:

“Para cerrar el análisis de la política de gasto, repasaré some-ramente los créditos destinados a las Secciones de Presidencia,Hacienda y Tecnología de la Información y Comunicaciones.”(D.SS. 141,VII Leg., p. 3740).

Los marcadores de la propia organización discursiva, además de ser-vir para una mejor pronunciación del discurso a quienes lo pronun-cian,constituyen un imprescindible conjunto de hitos de orientacióndiscursiva para quienes están oyendo e interpretando el discurso,porlo que facilitan su comprensión y pueden contribuir a facilitar la per-suasión retórica de los oyentes. Es importante que estos marcadoresvayan acompañados de pausas y de cambios de tono o de volumende voz en la pronunciación del discurso, con el fin de apoyar su máseficaz funcionamiento en él.

La exposición del efecto del presupuesto que se presenta está clara-mente asentada en la argumentación del discurso retórico.Se ofrecenunos hechos futuros (elemento propio de discurso deliberativo) decarácter positivo que,en el planteamiento de la oradora,se harán rea-lidad si es aprobado el Proyecto de Ley que presenta.Así, el examende las políticas de gastos que tienen incidencia en los servicios públi-cos que son prestados a los ciudadanos (D.SS. 141,VII Leg., p. 3735)que hace la oradora es una forma de introducir elementos de argumen-tación positiva,es decir,de probatio,del interés para la ciudadanía delpresupuesto cuyo Proyecto de Ley está presentando.Esta parte del dis-curso se desarrolla en lo que es un repaso que la oradora hace a losdistintas áreas de la Comunidad que son atendidas por el presupues-to,con justificación de los gastos que están incluidos en él;este repa-so constituye la guía temática de esta parte del discurso, dándole lacoherencia que corresponde a la presentación de un Proyecto de Leycomo es el de los presupuestos,que inciden en los diferentes aspec-tos de la sociedad.La oradora presenta ejes de actuación presupues-taria,lo cual contribuye a la comprensión del discurso en virtud de laorientación en él,que es así facilitada a los oyentes.

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Ley y, en definitiva, sobre el Proyecto de Ley mismo.Y la narración,como sucede en el discurso político, está entreverada de elementosde argumentación, que es necesario introducir adecuadamente en eldiscurso para que no supongan una distorsión en él,sino todo lo con-trario, un apoyo a su organización y a su finalidad persuasiva.

Así, las referencias que la oradora hace al crecimiento del ProductoInterior Bruto de la Comunidad de Madrid por encima de su creci-miento medio en el conjunto de España es uno de estos elementosconstituidos por hechos pasados (y,por tanto,propios de discurso degénero judicial) que se hacen necesarios en la presentación dehechos futuros, como corresponden al discurso que presenta preci-samente un Proyecto de Ley, es decir, una configuración de realidadtodavía no existente, pero que comienza a ser construida discursiva-mente para proponerla al auditorio, al conjunto de los representan-tes políticos de los ciudadanos. No es posible presentar adecuada-mente aquello que se propone sin la narración de los hechos pasa-dos y sin la proyección argumentativa de éstos; se trata de un recur-so retórico de necesaria utilización, en la medida en que apoya lafuerza del propio discurso a la vez que constituye un elemento infor-mativo inestimable para quienes oyen el discurso, que no hay queolvidar que son quienes están facultados para decidir mediante lavotación correspondiente, pero también quienes no son miembrosde la Cámara,pero que,como ciudadanos,están interesados en el dis-curso y son objeto de atención por quien lo pronuncia.

El discurso de presentación del Proyecto de Ley de Presupuestostiene un importante contenido técnico que ha de ser expuesto demodo que pueda ser comprendido por el conjunto de la ciudadanía.La estructuración del propio discurso sigue en buena medida la orga-nización del Proyecto de Ley, atendiendo a ingresos y a gastos y refi-riéndose a los capítulos y a las partidas presupuestarias que en él sedistinguen. La narración retórica se ve constantemente apoyada porla argumentación, ya que sin ella no se podría manifestar la justifica-ción por parte de la oradora del presupuesto que defiende al presen-tar el Proyecto de Ley.

Quien pronuncia un discurso político, especialmente en el caso dediscursos complejos por su naturaleza técnica, como sucede en eldebate legislativo de presupuestos, pero también en otros asuntosobjeto de Leyes y de los correspondientes debates, ha de ir marcan-do con las expresiones lingüísticas correspondientes el cambio detema dentro de la linealidad de su discurso.Así, son necesarios frag-mentos como el siguiente:

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tivo, se combinan narratio y argumentatio. El orador califica elProyecto de Ley como decepcionante en el comienzo de su narra-ción-argumentación, en la que pone más énfasis en los elementospropiamente argumentativos,en especial,dado que es un discurso dela oposición en el que se defiende una enmienda a la totalidad, enaquellos que corresponden a la refutatio, a la refutación de lo que enel discurso de la oradora que ha presentado el Proyecto de Ley eranelementos y aspectos positivos.

En aras de la claridad expositiva, el orador sintetiza en cinco epígra-fes la valoración negativa que su grupo hace de los presupuestosobjeto de debate. En la dinámica retórico-discursiva de este tipo dediscursos, se combinan la exposición de la visión de la realidad quetienen quienes los pronuncian con la argumentación en contra de lasmedidas que los Proyectos de Ley constituyen para resolver los pro-blemas de esa realidad, de acuerdo con la visión que se tiene de ella.Así, por ejemplo, el orador presenta el dato consistente en el incre-mento previsible del producto interior bruto de la Comunidad para,en relación con ella, argumentar en contra (actuando en la refutatio)de que los presupuestos supongan un incremento respecto del añoanterior inferior al del producto interior bruto.

La argumentación puede adoptar la forma técnica de contraposiciónde aquello que se hace con aquello que se deja de atender. Es la téc-nica argumentativa empleada por el orador cuando refuta conjunta-mente y en contraposición que las universidades no tengan la finan-ciación necesaria y que se atienda más a las construcciones:

“Las universidades son nuestra gran oportunidad, pero lasuniversidades en Madrid carecen de un marco estable y sufi-ciente de financiación: aquí sólo hay dinero para especulado-res, constructores y dueños de tuneladoras, Señorías.” (D.SS.141,VII Leg., p. 3744).

La argumentación en contra del Proyecto de Ley se desarrolla conjunta-mente con la afirmación de que las necesidades existentes no son aten-didas por los presupuestos que el orador está criticando en su discurso;así,los considera negativamente en una recapitulación parcial que hacedurante el desarrollo de su discurso:

“Estamos, por lo tanto, ante un presupuesto restrictivo e insu-ficiente, sin recursos para atender los retos y necesidades de losmadrileños, menos inversor que en años anteriores, hipoteca-do por las facturas pendientes, con más gasto corriente y con

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La peroratio, como parte final del discurso, acoge también la capta-tio benevolentiae que lleva a cabo la oradora, que en ella da las gra-cias a todos los que han participado en los debates y en los trabajosde presentación de los presupuestos y pronuncia la expresión“Muchas gracias a todos” (D.SS. 141,VII Leg., p. 3741). La peroratiodel discurso y el discurso mismo concluyen con la petición de laaprobación de los presupuestos (D.SS. 141,VII Leg., p. 3741). Quienpronuncia un discurso retórico siempre pide, siempre solicita a losoyentes que tienen la capacidad de tomar decisiones, que apoyen suposición, que en el caso de este discurso es la combinación de laaprobación de los presupuestos y el rechazo de las enmiendas quehan sido presentadas. No importa que esa petición la presuponganquienes oyen el discurso, quien lo pronuncia tiene que hacerla demanera expresa, intentando captar la benevolencia del auditorio y,dentro de éste, de quienes con su voto podrán actuar aprobando orechazando.

En el debate del 6 de mayo de 2004, a continuación del discurso depresentación del Proyecto de Ley, el Portavoz del GrupoParlamentario Socialista pronuncia su discurso de defensa de suenmienda a la totalidad. Este orador, en su discurso, centra la cues-tión y hace referencia a los presupuestos con la expresión de ele-mentos propios de discurso de género epidíctico o demostrativo,que plantean una cuestión aceptable para todos los oyentes y, portanto, para todos los Grupos Políticos, como es su valoración de lasignificación del presupuesto:

“El presupuesto supone la materialización, en términos concre-tos y cuantificables, de las políticas que se anuncian.La hora delpresupuesto es la hora de la verdad;es la hora de pasar de las pro-mesas a las realidades, de la prédica al reparto del trigo.” (D.SS.141,VII Leg.,p.3741).

El orador apoya su valoración del presupuesto con un símil organiza-do como estructura paralelística, en el que a ‘promesas’ y a ‘prédica’contrapone ‘realidades’ y ‘reparto del trigo’. La afirmación de laimportancia del debate de presupuestos le sirve para,a continuación,expresar su crítica de que no sea la Presidenta de la Comunidadquien en el debate defienda los presupuestos.

En este discurso de defensa de enmiendas a la totalidad que pronun-cia el orador que interviene después de la oradora que ha presenta-do el Proyecto de Ley, tras el exordio comienza una exposición en laque, como es frecuente y lógico en los discursos de género delibera-

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A continuación, centra el tema para pasar al conjunto narrativo-argu-mentativo del discurso, en el que el orador, como Portavoz de ungrupo parlamentario de la oposición, se basa en una estructura deelementos propios de discurso de género judicial y de discurso degénero deliberativo para construir su discurso deliberativo parlamen-tario, en el que refuta el Proyecto de Ley, que su grupo ha enmenda-do a la totalidad, así como distintas actuaciones políticas delGobierno de la Comunidad.

Un recurso de construcción argumentativa de gran eficacia, obliga-do, pero que no siempre se cumple por perder las referencias al dis-curso pronunciado anteriormente, es decir, porque se lleva previa-mente escrito,es el basado en la contraposición.El orador hace explí-cita una contraposición entre el modelo político que constituyen orepresentan el Proyecto de Ley presentado y el propio modelo de sugrupo parlamentario. La contraposición es explicitada por el orador,que desarrolla en la refutatio los elementos del modelo del Gobiernode la Comunidad, a los que opone su propuesta de modelo:

“Los presupuestos definen políticas y las políticas deberíanfavorecer los intereses de los que más lo necesitan y, créanme,se pueden hacer otras políticas si hay voluntad de hacerlas.Yen este debate venimos, desde Izquierda Unida, a confrontarmodelos. El suyo, el que se refleja en el proyecto de presupues-tos que traen a la Cámara, nos encamina preocupantementehacia una sociedad dual; […]Izquierda Unida quiere unmodelo más justo para una sociedad compleja, si se quierecontradictoria.” (D.SS. 141,VII Leg., p. 3750).

La valoración de los presupuestos la hace el orador argumentando encontra de ellos y, por tanto, del discurso con el que han sido presen-tados. Los califica de generosos con lo que considera que no debenserlo y de tacaños con lo que considera que no reciben la atenciónpresupuestaria que merecen, en una serie de estructuras paralelísti-cas que hace más evidente la contraposición:

“Sus presupuestos son benevolentes con los poderosos…”(D.SS. 141,VII Leg., p. 3752).

“Sus presupuestos son cicateros con los servicios públicos…”(D.SS. 141,VII Leg., p. 3752).

El orador utiliza en su argumentación el exemplum o ejemplo de per-sonas a las que se refiere por su nombre,como Juana,trabajadora actual-

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más deuda.En definitiva, un año perdido desde la perspectivadel interés general.” (D.SS. 141,VII Leg., p. 3744).

Las recapitulaciones parciales tienen la utilidad de servir de recorda-torio de lo dicho,adelantándose en ello a la peroratio,y de contribuirasí a la ordenación de los contenidos del discurso facilitando su com-prensión por quienes lo oyen.

Hechos sucedidos,como son los accidentes laborales, son combina-dos con los hechos futuros en el discurso de enmienda, para consi-derar que los presupuestos no prestan la necesaria atención a resol-ver el problema de la siniestralidad laboral (D.SS. 141, VII Leg., p.3745). Los discursos de oposición al de presentación de unProyecto de Ley plantean los hechos futuros en contraposición aeste discurso, refutando que con la aprobación del Proyecto de Leypresentado van a solucionarse en el futuro los problemas que sepretende resolver.

La peroratio de un discurso de defensa de enmiendas pone fin al dis-curso y, como la peroratio de todo discurso, incluye una breve reca-pitulación de los temas tratados, la captatio benevolentiae. El discur-so contiene la petición explícita de la devolución al Gobierno de laley objeto de enmienda a la totalidad y la propuesta sintética, enforma de recapitulación,de los presupuestos que desea y propone elorador,con el acierto comunicativo que supone que sus últimas pala-bras sean las que expresan lo que como Portavoz de un grupo parla-mentario de la oposición propone (D.SS. 141,VII Leg., p. 3749).

En el procedimiento del debate legislativo,a continuación intervieneel Portavoz del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, que organi-za su discurso con el imprescindible exordio, en el que incluye unelemento de carácter epidíctico o demostrativo, sobre el que no vana tomar una decisión los oyentes que están facultados para votar des-pués de los discursos del debate legislativo:

“Quiero hacer un homenaje a los trabajadores y a las trabaja-doras madrileñas que sufrieron el atentado del pasado 11 demarzo, porque, aunque el atentado fue contra toda la socie-dad, fue la gente sencilla la que sufrió los muertos, los heridosy los afectados, y quiero homenajearlos representando en esteforo sus legítimos intereses, los intereses de quienes todos losdías tienen que acudir a su centro de trabajo, de los que todoslos días, todos los años, todas las semanas, todos los mesesviven de su salario.” (D.SS. 141,VII Leg., p. 3749).

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se han beneficiado en los servicios públicos de la Comunidadde Madrid, que cogen el Metrosur y tardan mucho menostiempo en llegar al puesto de trabajo y, después, su hijo va uncolegio concertado de los nuevos que acaba de hacer laComunidad de Madrid, y posteriormente tiene unos beneficiosfiscales que tiene y aprueba este Gobierno regional.” (D.SS.141,VII Leg., p. 3760).

En la peroratio, anuncia de manera explícita el rechazo de los votosde su Grupo Parlamentario a las enmiendas a la totalidad presentadasal Proyecto de Ley y el apoyo de dichos votos al texto del Consejo deGobierno de la Comunidad.

En el procedimiento del debate legislativo, se pronuncia, a continua-ción, el discurso de respuesta de la Consejera, que es argumentativo,en el que defiende el Proyecto de Ley que ha presentado con su dis-curso inicial y refuta las razones contrarias a éste expuestas en susdiscursos por los Portavoces de los Grupos Parlamentarios de la opo-sición, los cuales pronunciarán después sus discursos de réplica, aligual que el Portavoz del Grupo Parlamentario que apoya alGobierno. Después, la Consejera pronuncia el discurso de respuestaa los Portavoces, que pronuncian dúplicas con la correspondienterespuesta de la oradora cuyo discurso comenzó el debate legislativodel Proyecto de Ley de presupuestos.

� ASPECTOS QUE CONVIENE TENER EN CUENTA PARA LOS DISCURSOS DEL DEBATE LEGISLATIVO

Atender a todas las cuestiones a las que afecta el Proyecto deLey o la Proposición de Ley y,consiguientemente,a todos losciudadanos.

Centrar el tema en el exordio.

Seguir en la exposición el Proyecto de Ley o la Proposiciónde Ley del modo más ordenado posible a la hora de argu-mentar a favor o en contra de él.

Llevar a cabo una recapitulación final, en la peroratio, de losprincipales asuntos tratados en el discurso, y, si es necesario,una recapitulación en medio del discurso.

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mente desempleada,Quique,trabajador de una empresa de telemar-keting,Félix,comercial de una empresa de servicios empresariales oVicente,jubilado,para presentar a través de sus situaciones persona-les la realidad de muchos ciudadanos que considera que los presu-puestos que están siendo debatidos no van a resolver. Este recursocontribuye a acercar los problemas a los oyentes y facilita su com-prensión.

La peroratio de este discurso es bastante breve, sus últimas palabrasson siempre las de petición de devolución de los presupuestos, trasexpresar que son injustos y se olvidan de la mayoría de los madrile-ños (D.SS. 141,VII Leg., p. 3755).

En el debate,interviene el Portavoz del Grupo Parlamentario Popular,que en su discurso refuta las razones de los portavoces que en susdiscursos han refutado, a su vez, el discurso de presentación delProyecto de Ley y,consiguientemente, los presupuestos.Por ello,estediscurso es, en la dialéctica parlamentaria, un discurso fundamental-mente argumentativo con una probatio a favor del discurso inicial ydel Proyecto de Ley.

Es un discurso que, tras el breve exordio, combina la probatio con larefutatio en su parte narrativa-argumentativa, que descansa sobretodo en la argumentación; así, por ejemplo, por un lado se refiere aque es un proyecto de presupuestos sin déficit y, por otro, critica laspolíticas de la izquierda respecto del déficit (D.SS. 141, VII Leg., p.3756).

Igualmente, el discurso combina hechos pasados con hechos futu-ros: se refiere a la tasa favorable de crecimiento económico de laComunidad de Madrid y a los beneficios que producirán a la socie-dad los presupuestos que están siendo debatidos (D.SS.141,VII Leg.,p. 3757).

La interacción dialéctica entre los discursos del debate legislativo esuna de sus características. El orador toma en cuenta, para relativizar-los, los ejemplos de personas concretas que, para refutar el discursode presentación de los presupuestos, había puesto el orador que leprecedió en el uso de la palabra, ampliando la posibilidad de losejemplos a los casos de personas para las que la actuación políticadel Gobierno que apoya su Grupo Parlamentario es positiva:

“...con las gracias que nos ha hecho de esos ejemplos, que tam-bién puedo poner yo unos cuantos sobre los ciudadanos que

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Como en todo discurso pronunciado en un parlamento, centrar eltema y exponer las razones por las que se pronuncia el discurso sonimprescindibles para la claridad comunicativa, para que el auditorioesté plenamente informado del tema y de la justificación del discur-so que ha comenzado pronunciarse.

Después del exordium, la oradora pasa en el discurso a una narra-tio - argumentatio, propia del discurso político, en la que junto a laexposición del Plan que presenta lleva a cabo una argumentación afavor de éste. La oradora resalta la necesidad del Plan, el hecho deque es la primera vez que se presenta un Plan de Apoyo a laFamilia en la Comunidad de Madrid, su proceso de elaboraciónno sólo por la Administración, sino también con participaciónsocial, su transversalidad y otras características de éste. La propiadescripción del Plan está llena de elementos argumentativos que,enla dimensión de probatio de la argumentatio, constituyen unadefensa de la posición de la oradora en el discurso y del propio Planque presenta. La enumeración de las once áreas de actuación delPlan es en sí misma una forma de argumentar a la vez que se cum-ple con las exigencias expositivas de la narratio retórica.Y todo ellose basa en el convencimiento de que la política de familia es un prin-cipio motor de la actuación social.

Aunque los oyentes no tengan que tomar una decisión mediantevotación al final del debate respecto del discurso de comparecencia,ésta es una intervención con características de discurso deliberativoante el que los oyentes toman posiciones, que muy probablementese proyectarán, en situaciones posteriores, en decisiones sobre dis-cursos deliberativos en los que hayan de ser sometidas a aprobaciónalgunas de las medidas relacionadas con el Plan.

El discurso de comparencia a petición propia tiene la característicade que en éste toma la iniciativa el Ejecutivo y genera un debate delque pueden salir enriquecidas, por las distintas perspectivas que seofrecen en él en las intervenciones correspondientes, las propuestaspresentadas.

Tan importantes como el cuerpo central del discurso de compare-cencia son su comienzo,que ya hemos expuesto, como su final, conla imprescindible peroratio que permita que el discurso no terminebruscamente y que haga posible captar la benevolencia del audito-rio, además de una breve recapitulación de lo más importante deldiscurso que acaba. Así, la Consejera finaliza su discurso con estaspalabras:

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Marcar los cambios de asunto o tema en el discurso.

Utilizar un lenguaje que sea asequible para todos los oyentes,sean o no parlamentarios.

4. La comparecencia de un miembro del Consejo de Gobierno ante el Pleno

Las comparecencias, previstas y reguladas en el Título XIII del Regla-mento de la Asamblea de Madrid, son unos actos parlamentarios enlos que se lleva a cabo una comunicación discursiva en la que partici-pan los comparecientes y los representantes de los Grupos Parlamen-tarios,con intervenciones sobre la cuestión por la que se comparece.

Las comparecencias de los miembros del Consejo de Gobierno pue-den ser ante el Pleno o ante las Comisiones y están reguladas, respec-tivamente, por el artículo 208 y 209 del mencionado Reglamento.Asu vez, las comparecencias de los miembros del Consejo deGobierno, tanto ante el Pleno como ante las Comisiones, pueden sera petición propia o por acuerdo de la Mesa y de la Junta dePortavoces a iniciativa de un Grupo Parlamentario o de la quintaparte de los Diputados.

También puede haber comparecencias de autoridades y funcionariospúblicos de la Comunidad de Madrid y comparecencias de otras enti-dades o personas a efectos de informe y asesoramiento.

El análisis retórico que vamos a hacer a continuación es de una com-parecencia de la Consejera de Familia y Asuntos Sociales a petición pro-pia para presentar el Plan de Apoyo a la Familia de la Comunidadde Madrid el 22 de diciembre de 2005.El discurso de la Consejera comien-za con el motivo de la comparecencia, al que dedica el exordium, enel que se refiere al compromiso electoral por el que se presenta el Plan:

“Éste es un Plan que obedece a un compromiso adquirido contodos los madrileños en el programa electoral con el que elPartido Popular concurrió a las elecciones y asumido por laConsejería de Familia y Asuntos Sociales al inicio de estaLegislatura.” (D.SS. 601,VII Leg., p. 17782).

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mucho a mi familia, y estoy encantada de tener la familia quetengo, pero no me gustaría que mi familia fuera eso.Y ése esel primer párrafo de la introducción del Plan de Familia.”(D.SS. 601,VII Leg., p. 17785).

Junto a esta refutación,que aparece en distintos lugares del discurso,la oradora se ocupa de distintos aspectos formales y de planteamien-to del Plan que es objeto de la comparecencia, en una posición queen general es de refutatio constante.Hay en su discurso una vincula-ción de los problemas de la familia a los problemas de la mujer,lo quele permite intensificar la refutatio:

“En primer lugar, el papel de la mujer. Cuando hablamos deprestación de servicios, de socialización, de integración, esta-mos hablando del papel de la mujer, del sostén y de todo el tra-bajo que la mujer le ahorra a esta sociedad.” (D.SS. 601, VIILeg., p. 17786).

En su turno de intervención, la representante del Grupo Parlamen-tario Socialista mantiene una línea de oposición al discurso y al Planpresentado en éste.En su discurso, la oradora refuta diversos puntosdel discurso de la Consejera y del Plan, resalta la falta de conexiónque ve entre él y su dotación presupuestaria y su falta de concreciónen distintos aspectos:

“El plan es una serie de objetivos y medidas muy loables, máso menos bien intencionados.Ahora bien, ¿cuándo van a hacer-se? ¿Cómo? ¿Cuántas medidas? ¿Cuántos objetivos? ¿Con quérecursos? No hay ninguna concreción.” (D.SS. 601,VII Leg., p.17787).

La crítica de la oradora representante del Grupo Parlamentario Socia-lista también se extiende a los planteamientos del Plan respecto de larealidad de las familias de la Comunidad de Madrid, en una constanterefutatio que domina la estructura de su discurso,predominantemen-te argumentativa. Por encima o más allá de los datos, se refiere a losproblemas de las familias:

“Entrando en detalles concretos del plan, se habla de la estruc-tura, de la forma, de la evolución demográfica de la familia,pero con una ausencia completa de cuáles son los problemasde las familias en la Comunidad de Madrid, cuáles son laspeculiaridades y las cuestiones, cuáles son las posibles caren-cias o posibles satisfacciones.” (D.SS. 601,VII Leg., p. 17787).

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“Confío, Señorías, en que este documento que hoy presentamosse traduzca en el primer paso de un camino de respaldo y opor-tunidades para las familias madrileñas. Para ello, Señorías, esnecesaria la colaboración de todos los sectores implicados; esnecesaria la colaboración de los profesionales, de los agentessociales, de los partidos políticos, de la Administración centraly de los ayuntamientos, y, sobre todo, es necesaria la implica-ción de las familias y de las asociaciones de muy diversa índo-le que las representan, a quienes desde aquí vuelvo a mostrarnuestro agradecimiento por todos sus esfuerzos y por la cola-boración que nos han prestado para la elaboración de esteplan. Señorías, el Gobierno regional de Madrid ya ha dado elprimer paso. Estoy convencida de que es un buen comienzo yque, desde luego, seguiremos dando más pasos en esta direc-ción. Muchas gracias por su atención, y muy buenas tardes.”(D.SS. 601,VII Leg., p. 17784).

Apelar al final del discurso a la colaboración de todas las instituciones,partidos políticos y componentes de la sociedad es un importante recur-so que todo orador debe tener en cuenta para que nadie sea ni se sien-ta excluido de una tarea que es de interés para toda la sociedad.

El acto parlamentario de la comparecencia de un miembro delConsejo de Gobierno ante el Pleno incluye las intervenciones de losrepresentantes de los Grupos Parlamentarios. Los discursos de losrepresentantes de los Grupos Parlamentarios de la oposición suelentener una organización principalmente argumentativa, a diferenciade la organización narrativa-argumentativa del discurso de quiencomparece.

La representante del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida pro-nuncia en la comparecencia el primero de los discursos de losGrupos Parlamentarios.Critica la propuesta del Plan y la concepciónde la familia en la que éste, según dicha representante, se basa, esta-bleciendo la posición argumentativa de su discurso, en el que refutael de la Consejera:

“Yo, si la familia que estamos defendiendo es, como dicen enla introducción, una prestadora de servicios, que incluyen,entre otros, la satisfacción de las necesidades básicas y desocialización, la educación de los hijos, el cuidado a menores,enfermos y personas en situación de dependencia o el sosteni-miento de los miembros que carecen de independencia econó-mica, sinceramente, creo que eso no es la familia, y yo quiero

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Los discursos pronunciados en la comparecencia son breves, peropermiten a quienes los pronuncian desarrollar una argumentación(tanto probatio como refutatio) con la que contribuyen a la forma-ción de opinión en los oyentes, sean éstos miembros de la Cámara ociudadanos que oyen los discursos,y al apoyo de las respectivas posi-ciones sobre la cuestión objeto de la comparecencia, cuya estructurade debate responde a la pluralidad de la representación política.

� ASPECTOS QUE CONVIENE TENER EN CUENTA EN LAS COMPARECENCIAS

El discurso de quien comparece, por la limitación del tiem-po del que dispone, debe exponer brevemente la cuestión ylos argumentos a favor de la posición que se defiende.

Es conveniente que los discursos de las intervenciones de losrepresentantes de los Grupos Parlamentarios sean principalmen-te argumentativos,atendiendo para su organización a la del dis-curso del compareciente y a la del documento presentado.

Es conveniente que el discurso de contestación del compa-reciente a las intervenciones de los representantes de losGrupos Parlamentarios contenga, además de las refutacionesde las argumentaciones contrarias a su posición, apoyo aaspectos del propio planteamiento que no hubiera tratadoen su discurso inicial,pero que puede tratar a partir de aque-llas intervenciones.

5. La pregunta de respuesta oral en pleno

Es una de las vías por las que discurre la comunicación parlamenta-ria, es una de las formas que ésta adopta. Se caracteriza por su inme-diatez y por su carácter directo.Su regulación en el Reglamento,porlos artículos 191 y 192 (“De las preguntas”) y del 193 al 195 (“De laspreguntas de respuesta oral en pleno”) hace que se configure comouna forma de interacción comunicativa breve, directa y concreta, enla que la estructura dialéctica viene dada explícitamente por elhecho de que la pregunta de respuesta o contestación oral en plenorequiere la formulación lingüística de la pregunta por el Diputado y

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El discurso correspondiente a la intervención de la representante delGrupo Parlamentario Popular presenta un planteamiento completa-mente diferente de los discursos de las representantes de los GruposParlamentarios de la oposición. Este discurso tiene una estructuraque, como los dos anteriores, es fundamentalmente argumentativa,pero en la dimensión de probatio de la argumentatio, ya que es undiscurso de apoyo al discurso de la oradora compareciente. Una delas bases temáticas de este discurso y de su argumentación es la ideade los efectos sociales de la familia:

“Si la familia produce ese bienestar social, Señoría, si lo pro-duce, insisto, y si, además, Señoría, los ciudadanos desean quese apoye a la familia, yo creo que los responsables públicos vie-nen obligados a adoptar esas medidas; por eso hacemos unplan de familia.” (D.SS. 601,VII Leg., p. 17789).

En la línea de argumentar a favor de la familia y de su significación eimportancia en la sociedad, la oradora relaciona el Plan con el futuro,en su breve peroratio, parte final del discurso:

“Yo creo que la Comunidad de Madrid va a tratar de ayudara las familias porque entendemos que invertir en la familia esinvertir en el futuro y que los esfuerzos que nosotros vayamosa implantar ahora los estaremos ahorrando en el futuro.”(D.SS. 601,VII Leg., p. 17790).

Los tres discursos de las representantes de los Grupos Parlamentarioscontribuyen con sus respectivas orientaciones argumentativas a laconfiguración de la polifonía discursiva en el acto de comparecencia.El discurso final de la Consejera compareciente se caracteriza por suorganización argumentativa, en la que se refutan algunas de las argu-mentaciones de los discursos de las representantes de los GruposParlamentarios de la oposición, pero también se continúa la defensade la posición presente en su discurso inicial. La oradora dice, diri-giéndose a la representante del Grupo Parlamentario Socialista:

“La verdad es que ustedes -y esto también lo ha manifestadoasí Izquierda Unida- me acusan de no apoyar a todas lasfamilias. Esta acusación, evidentemente, Señoría, no es cierta.Aceptamos, y lo he reiterado esta tarde ya en muchas ocasio-nes, a todas las familias, y en ningún momento me habrá oídoafirmaciones como las suyas de ningún tipo de familia.” (D.SS.601,VII Leg., p. 17792).

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“Muchas gracias, señor Presidente. Señora Consejera, ¿quémedidas va a adoptar la Consejería de Integración Social,encaminadas a solucionar los graves prejuicios producidospor la paralización de las obras de construcción de un Centrode Ocupacional en el Parque Coimbra, en Móstoles, paraminusválidos psíquicos? Muchas gracias, señor Presidente.”(D.SS., 505, III Leg., p. 10665).

La Consejera de Integración Social responde informando del coste totaldel proyecto y que es subvencionado mayoritariamente por su Conse-jería,siendo el resto subvencionado por la Consejería de Cooperación.Tras informar de que los pagos los hace la Consejería contra certifica-ciones de obra,añade:

“Esta Consejería, puesto que no es la que construye ni es latitular, lo único que puede hacer es ir entregando el dinerocontra las certificaciones de obra, como no puede ser de otraforma. Gracias, señor Presidente.” (D.SS., 505, III Leg., pp.10665-10666).

La réplica de la Diputada que ha hecho la pregunta contiene una argu-mentación de la propia posición en la que pide a la Consejera que res-ponda a las protestas de la asociación de padres a cuyos hijos vadestinado el centro cuya construcción ha estado paralizada y que sebusquen salidas transitorias mientras se terminan las obras,y refuta laposición de la Consejera de que está haciendo lo único que puede hacer.La Diputada incluye en su argumentación una exposición de la situa-ción de los cinco centros ocupacionales proyectados en 1989.La répli-ca constituye,con su brevedad,una importante forma de intervenciónretórica, en la cual quien la pronuncia puede hacer una breve narra-ción de los hechos,muy estrechamente conectada con la argumenta-ción, una narración-argumentación en la que se contiene, junto a suplanteamiento,la refutatio del planteamiento de quien ha respondidoen nombre del Consejo de Gobierno.Incluso puede tenerse en cuen-ta la existencia de una peroratio en la que se busca la captatio bene-volentiae del auditorio, del conjunto de los miembros de la Cámara;en el caso de la pregunta 44/93,ésta es la peroratio:

“[…] y Móstoles se encuentra en la situación que antes le he dicho,y todo ello a pesar de esta urgente necesidad.Y los compromi-sos adquiridos con estas asociaciones de padres, que están uni-dos sólo por la circunstancia de tener un hijo discapacitado ytambién de no disponer de recursos públicos suficientes.Muchasgracias, señor Presidente.” (D.SS.,505, III Leg.,p.10666).

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la respuesta del Consejo de Gobierno, que es a quien se le hace, porparte del miembro del Consejo de Gobierno encargado de respon-der a ella. Quien ha hecho la pregunta puede intervenir para repre-guntar o para replicar y está prevista, a continuación, la contestacióndel miembro del Consejo de Gobierno.

La brevedad del tiempo de que disponen conjuntamente quien pregun-ta y quien responde, tiempo que no puede exceder de seis minutos,que son repartidos a partes iguales por la Presidencia entre uno y otro,propicia que ambos tengan que hacer sus intervenciones ajustándosetodo lo posible a la cuestión y planteándolas de un modo breve,sin porello dejar de expresar adecuadamente el contenido de la pregunta,delas respuestas y de la repregunta o réplica.

La retórica no es ajena a estas intervenciones tan breves,para las queregula la adecuación a las circunstancias, entre las que se encuentrael tiempo y la precisión, especialmente en la formulación de la pre-gunta. El Diputado que hace la pregunta sabe que cuenta con unturno de repregunta o réplica en el que puede referirse a la respues-ta recibida,pero también introducir algún matiz a propósito tanto dela pregunta como de la respuesta. Del mismo modo, el miembro delConsejo de Gobierno que responde dispone de un segundo turno encaso de que el Diputado repregunte o replique. Como han escritoChaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca en Tratado de la argu-mentación. La nueva retórica (1989: 744): “El hecho de poder pre-guntar, elegir como quiera las preguntas y el orden en el que sevan a plantear constituye una ventaja incontestable para quienargumenta”.

Por lo general,en la pregunta de respuesta oral conviene hacer la pre-gunta del modo más concreto posible en el primer turno de que dis-pone quien la hace, el Diputado, y reservar su turno de repregunta oréplica para argumentar positivamente (como probatio) en relacióncon lo planteado en la pregunta y para refutar aquellos elementos dela respuesta con los que no esté de acuerdo.

Véase la pregunta para respuesta oral en el Pleno 44/93,hecha por unaDiputada del Grupo Parlamentario Popular al Consejo de Gobierno “sobremedidas que va a adoptar la Consejería de Integración Social enca-minadas a solucionar los graves perjuicios producidos por la para-lización de las obras de construcción de un Centro Ocupacional enel Parque Coimbra en Móstoles, para disminuidos psíquicos”(D.SS.,505, III Leg.,p.10665).La Diputada, tras darle la palabra el Presidentede la Asamblea, formula la pregunta siguiente:

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Page 64: Manual de Retorica Parlamentaria

También es conveniente que quien pregunta aproveche laparte final de su repregunta o réplica para hacer una breví-sima recapitulación y captatio benevolentiae.

La respuesta debe ser hecha con brevedad, pero sin renun-ciar por ello a una configuración argumentativa de la posi-ción expresada en ella.

En la respuesta a la repregunta o réplica, quien respondedebe hacerlo brevemente e incluir al final una brevísimarecapitulación y captatio benevolentiae.

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El conjunto de intervenciones que constituye la llamada pregunta derespuesta oral en Pleno termina con la intervención en la que la Con-sejera responde a la réplica:

“Simplemente reiterarle a la señora Diputada que esta Conse-jería ha cumplido todos los compromisos, y solamente lo pue-de hacer contra certificaciones de obra; por tanto, señoraDiputada, no se me ocurre qué otra cosa más es mi obligaciónhacer, aunque usted sabrá que esas obras de Móstoles continú-an ya, hayan tenido los problemas que hayan tenido con la cons-tructora, pero, desde luego, esta Consejera lo que no podría, enningún caso se me ocurre, sería quitarle la obra a la construc-tora y dársela a otro o iniciarlo con otro; no tengo capacidadpara hacerlo”. (D.SS.,505, III Leg.,p.10666).

La respuesta final es también un espacio para la argumentación en defen-sa de la posición de la Consejera.

Aunque respecto de la pregunta no es necesario tomar después deci-sión alguna, hay que tener en cuenta que tanto las preguntas oralescomo las respuestas que éstas reciben contribuyen a la creación deopinión pública, sobre todo por la difusión que los medios de comu-nicación pueden dar a algunas preguntas y respuestas.Así,por la polia-croasis discursiva,tanto quien hace la pregunta como quien la respon-de están dirigiendo sus respectivas intervenciones a sus interlocuto-res, pero también al resto de los miembros de la Asamblea y a la ciu-dadanía, que hace su propia valoración de las preguntas, como detodas las intervenciones parlamentarias, y va formándose -afianzándo-la o modificándola- su opinión sobre quienes hablan en la cámara derepresentación política y sobre las distintas opciones políticas a lasque los oradores pertenecen.

� ASPECTOS QUE CONVIENE TENER EN CUENTA EN LAS PREGUNTAS Y RESPUESTAS ORALES

La pregunta debe ser hecha con brevedad, con concrecióntemática y con precisión lingüística en su formulación.

Es conveniente que quien hace la pregunta aproveche suturno de repregunta o réplica para presentar,del modo másbreve posible, los argumentos a favor de su posición y, ensu caso, en contra de la posición de quien responde, si noestá de acuerdo con su respuesta.

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1. La argumentación

Argumentar forma parte de la experiencia de toda persona en cuan-to ser humano racional.Todos argumentamos para defender las pro-pias aseveraciones o acciones y todos contra-argumentamos enfren-tándonos con las de otras personas. Hay ciertos rasgos peculiares dela argumentación que están presentes en toda discusión, y cuya pre-sencia marca una forma especial de usar el lenguaje:el uso argumen-tativo.

1.1. ¿Qué es argumentar? Si analizamos una intervención par-lamentaria, podemos descubrir algunos rasgos que sirven para defi-nir la argumentación. Observaremos que argumentar:

Es una actividad intelectual.Es una actividad verbal.Es una actividad social.Es un asunto de opinión.Consiste en una serie de enunciados.Es proponer argumentos que justifiquen o refuten una opi-nión para obtener la aprobación de los demás.

Como puede advertirse, argumentar es una acción (actividad) y unproceso (serie de argumentos concatenados) tendentes a obteneruna finalidad determinada (convencer a los demás de la prevalenciade nuestros argumentos). De acuerdo con lo expuesto, podemosestablecer que argumentar es una actividad intelectual, verbal ysocial consistente en una serie de enunciados cuya finalidad es justi-ficar o refutar una opinión para obtener la aprobación de los demás(de la audiencia).

1.2. Modelo básico de argumentación. En términos genera-les, decimos que un hablante que intenta justificar o refutar una opi-nión mediante un argumento está trasmitiendo información quecomienza con la formulación (oral o escrita) por su parte y que ter-mina con la interpretación y evaluación por parte del oyente. Por

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Recursos oratorios

ANEXO

ANEXOS

1. Recursos oratorios

2. Recursos retóricos

3. Percepción social del lenguaje

parlamentario de la Asamblea de Madrid

Page 66: Manual de Retorica Parlamentaria

4.3. Análisis de los argumentos: el enunciado. Para el análisisde los argumentos,hay que partir de ciertas premisas generales de laTeoría de la Argumentación que suponen que ese argumento se dioen una situación como la que sigue (Grice, H. Paul, 1975) :

Los interlocutores usan el lenguaje normalmente ensituaciones normales.

Los hablantes que participan en la argumentación lohacen de forma voluntaria y seria.

El que argumenta dice lo que quiere decir y se com-promete con lo que dice.

El oyente entiende lo que el hablante dice y lo evalúacon arreglo a este entendimiento.

Los interlocutores pueden aducir cualquier punto devista que deseen y cualquier información que conside-ren relevante para justificar o refutar una opinión.

El interlocutor que intenta justificar o refutar una opi-nión no debe dar por adelantado que los otros inter-locutores comparten su punto de vista.

Cualquier interlocutor puede debatir cualquier afir-mación hecha por cualquier otro interlocutor parajustificar o refutar una opinión.

Los interlocutores deben estar dispuestos a defendertodas sus afirmaciones contra las críticas de los otrosinterlocutores.

Al asumir una situación en la que es posible centrarse en los aspec-tos específicamente relevantes para la argumentación,estas premisasfacilitan la comprensión y explicación de la argumentación, porqueson, de algún modo, premisas prácticas.

Las cuatro primeras premisas son relevantes para la transmisión deinformación,aunque no son específicas de la argumentación.Indicanqué tipo de situación debe asumirse en el campo de la Teoría de laArgumentación si se quiere evitar factores que no tienen que vercon la argumentación.

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consiguiente, el proceso completo de transmitir información se rea-liza en tres fases: proporcionar información (formulación), adquiririnformación (interpretación) y procesar la información (evaluación).

Desde el punto de vista de un receptor, en toda argumentación cabedistinguir el mensaje,el proceso argumentativo y el resultado evalua-tivo. El mensaje consiste en un enunciado que cumple la función deuna opinión; el proceso argumentativo está formado por la serie deuno o más enunciados que sirven como argumentación a favor o encontra de cualquier opinión; y el conjunto compuesto por los enun-ciados que expresan la opinión y el conjunto de oraciones que cons-tituyen la argumentación como argumentos a favor o en contra deuna opinión, los denominamos texto discursivo.Y, cuando el recep-tor entiende que el mensaje verbal es un texto discursivo en el cualse aducen los argumentos a favor o en contra de una opinión y cuan-do evalúa la función de justificación o de refutación de dichos argu-mentos, se completa el proceso de transmisión de información pormedio de la argumentación (Perelman & Olbretch Tyteca, 1970) .

El receptor, dependiendo del resultado de esta evaluación, puedeaceptar o rechazar la argumentación y la opinión; o bien, si necesitaclarificación o nuevos argumentos,puede esperar una nueva transmi-sión de información. Es decir, puede iniciar un diálogo que tiene laforma de una discusión o debate en el que se intercambian los pape-les comunicativos de los hablantes.

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

HABLANTE

TEXTO DISCURSIVO

OYENTE

Formulación de la argumentaciónOPINIÓN > Argumento1 + argumento2 +… n

InterpretaEvalúa

Page 67: Manual de Retorica Parlamentaria

B � Si atendemos a la función de una oración, es posibleclasificarlas por los aspectos siguientes:

1.º Por su función informativa. El lenguaje lo usamos con laintención de transmitir información sobre el mundo circundan-te, es decir, cuando se afirma o niega que algo es, lo hacemos deun modo particular. Podemos describir las características delmundo, expresar un conocimiento, describir actitudes y creen-cias, etc.

Ejemplos:Me gusta el ParlamentoCreo que la noción de infinito es absurdaUn enunciado es una oración

Lo que caracteriza propiamente a todas las oraciones usadasinformativamente es que admiten la prueba de preguntarnos siaquello que la oración afirma o niega es verdadero o falso. Porejemplo: ¿Es verdad o es mentira que me gusta el Parlamento?

Estas oraciones tienen lo que llamamos significado cognitivo.

Por consiguiente,dado el conjunto de todas las oraciones,vamosa identificar un subconjunto conformado por los enunciados.Estosserán aquellas oraciones susceptibles de ser verdaderas o falsas:

Y de ellos nos ocuparemos más adelante.

2.º Por su función directiva. Usamos el lenguaje en su funcióndirectiva cuando queremos causar un cambio. El uso más obvioes una orden (Cierren las puertas para proceder a la votación),pero también puede ser una petición cortés (Por favor, guardensilencio) o una pregunta como ¿En qué días hay Pleno esta

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Las cuatro últimas premisas también son prácticas, pero, al mismotiempo,están determinadas por principios,ya que todas se refieren alas condiciones básicas para la argumentación significativa.El incum-plimiento de cualquiera de estas condiciones implicaría una degrada-ción de la importancia que la argumentación tiene para los interlocu-tores.

Dentro de la Teoría de la Argumentación existen distintos enfoquesque dependen de las distintas concepciones de racionalidad. Si argu-mentar es apelar a la audiencia de una evaluación racional, entoncesla Teoría de la argumentación debe proporcionar una definición oelucidación de las normas de racionalidad que deben aplicarse a talevaluación. Los distintos enfoques resultan de la respuesta filosóficaa la concepción de racionalidad.

1.4. Análisis de los usos de la lengua. Para argumentar, esnecesario conocer cómo funciona la lengua y saber utilizarla bien.Los argumentos se transmiten bajo el ropaje lingüístico de usos con-cretos,conocidos como enunciados,u oraciones.Y,generalmente,sedefine la oración como la unidad del lenguaje que expresa un pensa-miento completo.

� 1.4.1. CLASIFICACIÓN DE LOS ENUNCIADOS ORACIONA-LES. Los enunciados oracionales pueden ser clasificados según suforma y su función.

A � Por su forma o estructura gramatical, las oracionespueden ser:

Declarativas:Los debates son una forma de inte-racción discursiva en los parlamen-tos actuales.

Interrogativas:¿Cómo se desarrolló el debate?

Imperativas:Estate atento al llamamiento paravotar.

Exclamativas: ¡Qué buen debate!

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Oraciones

Enunciados

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 68: Manual de Retorica Parlamentaria

Sí juro

Las oraciones performativas no son verdaderas ni falsas. Austinseñala (en How to do things with words) que resulta obvio queel uso performativo de las oraciones (en las circunstancias apro-piadas, por supuesto) no es describir lo que hago ni afirmar loque estoy haciendo: es hacerlo. Cuando digo Sí, acepto delantede la Autoridad Civil, no estoy describiendo un casamiento; meestoy casando.

5.º Por su función ceremonial. El lenguaje es usado ceremonial-mente cuando las costumbres y hábitos sociales forman la basedel uso del lenguaje y nos ayuda a interactuar. Puede servir pararomper el hielo cuando conocemos a alguien o relacionarnoscon alguien en un contexto social.

Ejemplos:Con la venia, Sra. Presidenta.

Por los ejemplos vistos, sabemos que un discurso puede cumplirvarias funciones a la vez. Así, un poema puede ser básicamenteexpresivo, pero también informar, tener una moraleja, o incluso unademanda más o menos encubierta. La clasificación, aunque útil, nopuede aplicarse mecánicamente. La gran complejidad del lenguajeno nos permite eliminar ambigüedades,dobles sentidos y confusión,pues la mayoría de los usos ordinarios del lenguaje son mixtos.

A pesar de que no haya un método para identificar el lenguaje usadoinformativamente, la forma gramatical nos da una pista sobre la fun-ción.Sin embargo,es necesario advertir de que no hay una conexiónnecesaria entre función y forma gramatical.

Cuando intentamos determinar qué función cumple unaoración podemos:

Pensar si tiene sentido preguntarnos ¿Esta oración estáusada para afirmar que algo es verdadero o falso? Si la res-puesta es sí, entonces la oración está funcionando informati-vamente. Si la respuesta es no, entonces tenemos que:

Pensar si tiene sentido preguntarnos ¿Debo aceptar o no loque me están diciendo que haga? Si la respuesta es sí, enton-ces la oración está funcionando directivamente. Si la respues-ta es no, entonces tenemos que:

2

1

133

semana? Estos son ejemplos de uso directivo del lenguaje,ya queen una situación típica, cuando uno hace la pregunta, estáactuando sobre la conducta verbal del oyente e instándole a quela conteste, a que actúe verbalmente; o en el primer caso deCierren las puertas para proceder a la votación está actuandosobre la conducta no verbal e instándole a que realice la acción.

La característica que comparten todas las oraciones usadas direc-tivamente es que la pregunta ¿debo responderla, o debo actuar?puede ser hecha con sentido en todas esas instancias.

Pero, a diferencia de las oraciones usadas informativamente, enestas no tiene sentido preguntarnos si lo que expresa esa oraciónes verdadero o falso.Una orden como Cierra la puerta no puedeser verdadera ni falsa.

En todo caso, podremos estar de acuerdo o no con lo que indi-ca,obedecerla o no,pero no podemos predicar de ellas la verdadni la falsedad.

Pregunta:¿Qué podemos predicar entonces de este tipo de discurso?

3.º Por su función emotiva. Usamos el lenguaje emotivamentecuando el hablante expresa sentimientos,emociones o actitudes,o evoca ciertos sentimientos, emociones o actitudes ante laaudiencia, o ambas cosas.

Ejemplos:¡Hemos ganado el debate!De nuevo ha funcionado el rodillo¡Buen argumento!

Resulta obvio que carece de sentido preguntarnos si una oracióncon función emotiva es verdadera o falsa; de estas oraciones, nopodemos predicar la verdad ni la falsedad, porque son la expre-sión de la subjetividad del hablante.

4.º Por su función performativa. El lenguaje es utilizado perfor-mativamente cuando se usa para realizar la acción que se dice(cuando decir es hacer):

Ejemplos:Sí, prometo

132

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 69: Manual de Retorica Parlamentaria

2. Enunciados y argumentos

Cuando argumentamos o intentamos justificar o refutar una opinión,aducimos razones como evidencia o justificación de que algo esmás razonable, o más conveniente o más verdadero. Son argumenta-ciones bajo el ropaje lingüístico de enunciados. Hasta ahora, hemosutilizado indistintamente argumento y argumentación. Aunqueambos términos están estrechamente relacionados, dan cuenta derealidades conceptuales diferentes.Se usa argumento para referirnosa una entidad lingüística perceptible y argumentación para una enti-dad conceptual abstracta:

Como lo muestra el esquema,un argumento es una entidad lingüís-tica formada por enunciados (oraciones susceptibles de ser verda-deras o falsas), mientras que una argumentación es una entidadconceptual formada por proposiciones.Una proposición es lo quese afirma o niega en un enunciado.Del mismo modo en que a distin-tos enunciados puede corresponderle una misma proposición,a dis-tintos argumentos,puede corresponderle la misma argumentación. Porejemplo,los enunciados siguientes (orales,escritos,etc.) expresan todosla misma proposición: Pluit, il pleut, llueve, it’s raining, es regnet,

Un argumento es un intento de probar una cosa mediante la aporta-ción de una evidencia o prueba en su favor.Técnicamente consisteen una serie de proposiciones que se infieren unas a otras. La propo-sición que se desea probar recibe el nombre de conclusión, y lasproposiciones a partir de las cuales se infiere la conclusión se deno-minan premisas.

135

Pensar si tiene sentido preguntarnos ¿Esta oración expresalos sentimientos del hablante o evoca sentimientos en mí? Sila respuesta es sí, entonces la oración está funcionando emo-tivamente. Si la respuesta es no, entonces tenemos que:

Pensar si tiene sentido preguntarnos ¿Estoy realizando unaacción más allá de la actividad lingüística de usar el len-guaje? Si la respuesta es sí, entonces la oración está funcio-nando performativamente. Si la respuesta es no, entoncestenemos que:

Pensar si tiene sentido preguntarnos ¿El significado y propó-sito de la oración proviene de la función de ciertas prácticasespecíficas, culturalmente determinadas? Si la respuesta essí, entonces la oración está funcionando ceremonialmente.

Pasamos ahora a analizar, desde el punto de vista de la lógica, el len-guaje usado informativamente (B. Lemennicier, 1996-2003).Y, paraello, resulta imprescindible identificar el discurso informativo y evi-tar, asimismo, caer en la tentación de identificar la forma con lafunción.

5

4

3

134

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Plano lingüístico Plano lógico

Palabras

Enunciados

Argumento

Conceptos

Proposiciones

Argumentación

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

FORMA FUNCIÓN=

Page 70: Manual de Retorica Parlamentaria

Todos los presidentes de Gobierno en España fueronhombresCarlos es hombreLuego Carlos fue presidente de Gobierno

� 2.1.2. FORMAS DE DEDUCCIÓN. La forma más común dededucción es el silogismo, de los que se distinguen tres formas:

1. Silogismos de proposición categórica (de clasifica-ción)

2. Silogismos de proposición disyuntiva3. Silogismos de proposición hipotética

El análisis de los argumentos permite constatar la existencia deargumentos que,a pesar de tratar temas diferentes,comparten lamisma forma o estructura.

Veamos algunos ejemplos muy simples de argumentos categó-ricos o de clasificación para comenzar el análisis:

(1)Todo hombre es mortalSócrates es hombreSócrates es mortal

En este argumento se presenta una información previa (Todohombre es mortal, Sócrates es hombre) a partir de la cual se pre-tende justificar otra información, que es nueva (Sócrates es mor-tal). A los enunciados que presentan la información previa losdenominamos premisas y al enunciado correspondiente a lanueva información, conclusión.

Como puede advertirse, un argumento es una estructura lin-güística constituida por los siguientes términos:

a) un conjunto (eventualmente vacío) de premisas (Pre1,Pre2 ….Pren ); yb) un único enunciado que corresponde a la conclusión(Con).

Podemos representar esta estructura mediante el siguienteesquema, donde la barra expresa la relación entre las premisas yla conclusión:

1

137

2.1. La Argumentación. Es común distinguir entre inferenciasinductivas e inferencias deductivas.

� 2.1.1. LAS INFERENCIAS DEDUCTIVAS. La indeferencia deduc-tiva va de lo general a lo particular, como por ejemplo:

Todos los políticos desean el bien común (prop. universal)Carlos es un político (prop. particular)Por tanto, Carlos busca el bien común (inferencia)

La inferencia deductiva es válida si la premisa asegura o garanti-za la conclusión: si la premisa es verdadera, la conclusión tam-bién lo será,puesto que es una necesidad de inferencia lógica;esdecir, hay una relación de implicación entre la premisa y la con-clusión:una inferencia deductiva trata de la manera en cómo unaproposición está incluida en la otra.

Sin embargo, es necesario no confundir la coherencia de unaargumentación con la verdad de un silogismo. Una inferenciadeductiva es un buen argumento si a la vez es coherente y suspremisas son verdaderas, puesto que se puede construir unaargumentación correcta, y, sin embargo, ser falsas todas las pro-posiciones. Por ejemplo:

Algún político no sabe cantar González es un políticoLuego González no sabe cantar

O a la inversa: se pueden elaborar argumentos deductivos queson incoherentes,a pesar de que cada proposición particular seaverdadera. Por ejemplo:

136

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Inductivo Deductivo

Conclusión

Premisa 2

Premisa 1

Premisa 1

Premisa 2

Conclusión

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 71: Manual de Retorica Parlamentaria

2.Algún X no es Y: los dos conjuntos (el conjunto de políticos y elde responsables) son disjuntos:

3.Algunos X son unos Y: existe algún lugar en donde hay políticosy entre ellos se cuentan algunos responsables:

4.Si algunos X no son unos Y: existen algunos políticos que no sonresponsables:

Para ser coherente, un silogismo de clasificación debe verificar obli-gatoriamente las reglas de inferencia:

139

Veamos otro ejemplo:

(2)Todos los diputados de la Asamblea están atentosJuan está en la AsambleaJuan presta atención.

Según lo dicho anteriormente, al argumento precedente lecorresponde la siguiente argumentación:

(3)Todo diputado de la Asamblea es atentoJuan está en la AsambleaJuan es atento.

Al analizar los ejemplos (1) y (3), resulta fácil advertir que ambosargumentos tienen la misma forma. Es decir, responden a la fór-mula siguiente:

(4)Todo A es BX es AX es B

Estas fórmulas lógicas prueban la existencia de ciertas estructu-ras argumentales que aseguran la obtención de nueva informa-ción para aumentar nuestros conocimientos.Desde esta perspec-tiva, el estudio de dichas estructuras argumentales resulta indis-pensable para el buen retórico, puesto que, al controlar lasestructuras que garantizan el aumento cognoscitivo, podremosobtener nueva información.

En realidad, hay cuatro formas de proposición deductiva:

Todos los X son unos Y (Todos los políticos son responsables)Algún político X no es Y (Algún político no es responsable)Algunos X son Y (Algunos políticos son responsables)Algunos X no son Y (Algunos políticos no son responsables).

Y una manera simple de clasificarlos es recurrir al diagrama deVenn:

1.Todos los X son unos Y: el subconjunto X de políticos estáncontenidos en Y, el conjunto de responsables:

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Y X 1

Y X 2

3

4

Y X

Y X

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 72: Manual de Retorica Parlamentaria

Si X, luego Y (si trabajas, cosecharás el triunfo)Si Y, luego Z (si cosechas el triunfo, obtendrás ventajas)Pues, si X, luego Z (pues si trabajas, luego puedes obtenerventajas).

En este caso, la premisa y la conclusión deben tener el mismoantecedente (iniciada por si); la segunda premisa y la conclusióntendrán el mismo consecuente, precedido de luego).

3. Tipos de argumentos

3.1. Argumentos deductivos.Los argumentos deductivos pose-en la propiedad de transmitir o preservar la verdad. Es decir,garantizan la preservación de la verdad de las premisas; acrecientannuestro conocimiento mediante recursos exclusivamente formalessin importar el tema del argumento.

Nótese que la corrección lógica de un argumento es de carácter ónti-co y no epistémico. Es decir, el argumento será correcto indepen-dientemente de lo que se piense, se crea o se sepa acerca de él. Larelación de implicación es una relación formal,objetiva:se da o no seda independientemente de que alguien lo crea o sepa.

Veamos algunos ejemplos de argumentos deductivos:

1. Todo lo que es bueno es caro. Por lo tanto, si todo es bueno,entonces todo es caro

Premisa 1: Todo lo que es bueno es caroConclusión: Si todo es bueno, entonces todo es caro

Supongamos que todo lo que hay es bueno. Dado que, según la pre-misa 1, todo lo que es bueno es caro, entonces todo lo que hay escaro. Luego, todo lo que hay es caro. Por lo tanto si todo es bueno,entonces todo es caro.

2. Todos los que han nacido en Chamberí han nacido enMadrid. Todos los que han nacido en Madrid han nacido enEspaña. Todos los que han nacido en España han nacido enEuropa. Por tanto, como Marta ha nacido en Chamberí, enton-ces ha nacido en Europa.

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Debe constar de tres términos (X, Y, Z) que guardarán elmismo sentido a lo largo del razonamientoEl término presente en la premisa mayor, pero ausente enla conclusión, debe hacer referencia a toda la claseSi uno de los términos aparece en la conclusión, debe apa-recer en una de las premisas y las dos premisas no debenser negativasSi una de las premisas es negativa, la conclusión es negativaLas dos premisas no deben ser universales.

El silogismo con proposiciones disyuntivas resulta de lasalternativas del tipo:

O bien X o bien Y (o el paro resulta de la subida de lossalarios o de la caída de la demanda de trabajo)No X (no resulta de la subida de salarios)Luego, Y (por tanto, el paro resulta de la caída de lademanda)

Una sola regla de coherencia se debe respetar en el silogismocon proposiciones disyuntivas:en una de las premisas,debe estarla negación de una de las alternativas, para poder afirmar la otraen la conclusión.

Por ello, sería incoherente el razonamiento siguiente:

O bien X o bien Y (o el paro resulta de la subida de lossalarios o de la caída de la demanda de trabajo)X (no resulta de la subida de salarios)Luego,no Y (por tanto, el paro no resulta de la caída de lademanda)

Un silogismo con proposiciones hipotéticas es la forma máscomún de silogismo: presupone que una de las premisas contie-ne una proposición condicional o hipotética. Cuenta, además,con una proposición antecedente y otra consecuente.

Se hace una distinción entre el silogismo hipotético puro y elmixto, esto es, que es a la vez clasificatorio e hipotético. El silo-gismo hipotético puro es del tipo siguiente:

3

2

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 73: Manual de Retorica Parlamentaria

Premisa 3: Si la ley de seguridad vial de la legislación españo-la es excesivamente permisiva, es una mala ley.Conclusión:La ley de seguridad vial de la legislación españolaes una mala ley.

Supongamos que la ley de seguridad vial de la legislación española esinsuficiente.Entonces,por la premisa 2 concluimos que la ley de segu-ridad vial de la legislación española es mala.Ahora supongamos que laley de seguridad vial de la legislación española es excesivamente per-misiva.Entonces,por la premisa 3 concluimos que la ley de seguridadvial de la legislación española es mala. En cualquiera de los dossupuestos, la ley de seguridad vial de la legislación española es mala.Por lo tanto,la ley de seguridad vial de la legislación española es mala.

5. O hay vida en otros planetas o no la hay. Si hay vida, enton-ces los que han dicho haber avistado ovnis estaban en lo cierto.Si no la hay, entonces, dado lo limitado de los conocimientoscientíficos en este campo, persistirá la duda sobre los avista-mientos de ovnis.

3.2. Argumentos no-deductivos. Un argumento es no-deductivo o lógicamente incorrecto cuando la conclusión no sesigue necesariamente de las premisas.A un argumento no-deducti-vo también se le denomina falacia o argumento falaz. Veamosalgunos ejemplos:

1. Los contratos en prácticas proporcionan mano de obra amenor coste. Además, contratar a jóvenes en práctica supone elpago de menores cuotas a la Seguridad Social. Luego si quere-mos mejorar la calidad del empleo de este tipo, hay que subir lascotizaciones a la Seguridad Social de dichos contratos.

2. Algunos niños juegan bien al fútbol y algunos niños jueganbien al baloncesto. Por tanto, algunos niños juegan bien al fút-bol y al baloncesto.

3. Algunas casas son de piedra y otras muchas están pintadasde blanco. Por tanto, algunas casas son de piedra y están pin-tadas de blanco.

4. Algunos seres humanos son mujeres y algunos seres huma-nos son hombres. Por lo tanto, algunos seres humanos son hom-bres y mujeres.

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Premisa 1: Todos los que han nacido en Chamberí han naci-do en Madrid.Premisa 2: Todos los que han nacido en Madrid han nacidoen EspañaPremisa 3: Todos los que han nacido en España han nacidoen EuropaConclusión:Como Marta ha nacido en Chamberí, entonces hanacido en Europa.

Supongamos que Marta ha nacido en Chamberí.Como todos los quehan nacido en Chamberí han nacido en Madrid, entonces Marta hanacido en Madrid. Pero, como todos los que han nacido en Madridhan nacido en España, entonces Marta ha nacido en España. Pero,como todos los que han nacido en España han nacido en Europa,entonces Marta ha nacido en Europa. Por lo tanto, como Marta hanacido en Chamberí, entonces ha nacido en Europa.

3. Todos los múltiplos de 16 son múltiplos de 8. Todos los múlti-plos de 8 son múltiplos de 4 y todos los múltiplos de 4 son múl-tiplos de 2. 64 es múltiplo de 16. Luego, 64 es múltiplo de 2.

Premisa 1: Todos los múltiplos de 16 son múltiplos de 8.Premisa 2: Todos los múltiplos de 8 son múltiplos de 4 y todoslos múltiplos de 4 son múltiplos de 2.Premisa 3: 64 es múltiplo de 16.Conclusión: 64 es múltiplo de 2.

Dado que todos los múltiplos de 16 son múltiplos de 8 y que todoslos múltiplos de 8 son múltiplos de 4, tenemos que todos los múlti-plos de 16 son múltiplos de 4. Dado que todos los múltiplos de 16son múltiplos de 4 y que todos los múltiplos de 4 son múltiplos de2, tenemos que todos los múltiplos de 16 son múltiplos de 2. Como64 es múltiplo de 16, entonces es múltiplo de 2. Luego, 64 es múlti-plo de 2.

4. La ley de seguridad vial de la legislación española es insufi-ciente o es excesivamente permisiva. Si la mencionada ley esinsuficiente, es una mala ley; y si es excesivamente permisiva,es una mala ley. Luego, la susodicha ley es una mala ley.

Premisa 1: La ley de seguridad vial de la legislación españolaes insuficiente o es excesivamente permisiva.Premisa 2: Si la ley de seguridad vial de la legislación españo-la es insuficiente, es una mala ley.

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 74: Manual de Retorica Parlamentaria

ren las evidencias o negar hechos que modifican totalmente lasconclusiones.

Por ejemplo:Este conejo está sanoEste que veo tambiénTodos los conejos que conozco están sanos.Nunca he visto conejos con misomatosisLuego ningún conejo padece misomatosis

Esta conclusión es muy razonable y muy probable. Sería absurdorechazarlo…y, sin embargo, es falsa. Bastaría tropezar con uncisne negro para contradecirla.

La inducción es, por tanto, paradójica; se debe utilizar un silogis-mo para pasar de las premisas menores a la generalización.Tomemos el ejemplo del sol: desde que hemos nacido constata-mos que el sol ha salido diariamente. Concluir que saldrá maña-na, como lo ha hecho diariamente, es afirmar:

El sol salió en el pasado diariamenteSiempre se ha observado que el sol sale diariamenteLuego continuará haciéndolo en el futuro

La premisa mayor (lo que ocurrió en el pasado se repetirá en elfuturo) supone una regularidad, una uniformidad o una repeti-ción de los hechos observados.Pero no se puede pasar de la pre-misa menor a la mayor; todos los hechos regulares o los más uni-formes no pueden servir de prueba para establecer la verdad dela premisa mayor.

Una dificultad similar se observa en los razonamientos estadísticos:

Se ha observado que el precio de las acciones en la bolsa sigueun movimiento aleatorio (premisa menor).Toda ley estadística seguida en el pasado también se repetirá enel futuro (premisa mayor).Por lo tanto, los precios futuros de las acciones en la bolsa segui-rán un movimiento oscilatorio (conclusión).

El análisis estadístico de los datos pasados no aporta evidenciaalguna o prueba que permita justificar una regularidad de estaley estadística (marcha aleatoria de los precios) en el futuro. Laobservación regular de los precios de la bolsa no resulta de la

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5. Si 2+2=5, entonces 2x2=5, entonces el mundo no tiene pro-blemas. Por tanto, a menos que todos los hombres sean inmor-tales o 2x2=5, el mundo no tiene problemas.

3.3. Argumentos inductivos

Un argumento inductivo es aquel en el que se pretende (porparte de alguien) que la conclusión se siga probablemente de laspremisas.

Los argumentos inductivos pueden contener información en la con-clusión que no está contenida en las premisas. A diferencia de losargumentos deductivos, en ellos no hay preservación de la ver-dad, es decir, aunque todas las premisas sean verdaderas y respaldena la conclusión, ésta puede ser falsa. El ampliar la información de laspremisas puede implicar riesgos: existe la posibilidad de que la con-clusión sea falsa. En un argumento inductivo las premisas apoyan laconclusión con mayor o menor fuerza.Todo argumento inductivo es(más o menos) fuerte o (más o menos) débil. En los argumentosdeductivos no hay grados intermedios de evaluación:o es correcto ono lo es. En los argumentos inductivos sí se admiten grados, cuyamedida cuantitativa es la mayor o menor probabilidad de que laconclusión se siga de las premisas.

� 3.3.1. LAS INFERENCIAS INDUCTIVAS. Contrariamente a lainferencia deductiva, una inferencia inductiva va de lo particulara lo general; generaliza a partir de hechos concretos y de analo-gías. Por ejemplo, alguien (A) observa un hecho que se repite envarias personas (X):

Caso 1 de A, se observa X: Carlos es alegreCaso 2 de A, se observa X: Juan es alegreCaso 3 de A, se observa X: Eduardo es alegre

Caso A: Todos son políticosLuego todos los A son X: Todos los políticos son alegres

En la inducción, la premisa sugiere la conclusión. Si es verdad,probablemente lo será la conclusión.Lo que se espera es la ver-dad de las premisas y una cierta probabilidad de las conclusio-nes. No obstante, se pueden cometer errores de razonamiento:se puede fundar sobre un número insuficiente de observacio-nes o premisas, y no ser tan fuerte la conclusión como lo sugie-

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 75: Manual de Retorica Parlamentaria

4. Falacias

Las falacias son aquellos argumentos no deductivos que se usan pre-tendiendo la misma fuerza de los argumentos deductivos. En las fala-cias, la verdad de las premisas no logra garantizar la verdad de la con-clusión (Van Eemeren, Franz, 2002).

Por supuesto que muchas falacias pueden caer en más de una de lasclases mencionadas. Lo importarte a la hora de explicar una falaciano es sólo mostrar que eso no es así, sino intentar fundamentar porqué razón las premisas no garantizan la conclusión.

Si bien en muchas ocasiones reales la ocurrencia de falacias está liga-da a un interés por mentir, también muchas veces se cometen pordescuido o por falta de cuidado en la reflexión. Distinguiremos, portanto,tres tipos de falacias:a) las falacias inductivas;b) falacias depertinencia; y c) falacias de ambigüedad:

4.1. Falacias inductivas

Las falacias inductivas se dan cuando las premisas no resultan perti-nentes para probar la conclusión. He aquí algunos ejemplos:

� 4.1.1. SECUNDUM QUID. Es el principio de la generalizacióninsuficiente. De un solo ejemplo se pasa a la generalización:Porque exista un político corrupto, no se sigue que todoslos políticos lo sean, por ejemplo.

� 4.1.2. DICTIO SIMPLICITER. También es una generalizacióninsuficiente rehusar las excepciones. Por ejemplo, afirmar queeres rico por el hecho de ganar 6 000 euros al mes, y sintener en cuenta la circunstancia de que tienes ocho perso-nas a tu cargo.

147

observación pasada de esta ley estadística, sino de la teoría eco-nómica de la imposibilidad de predecir el curso de los mercadosfinancieros.

No se puede pasar de la premisa menor a la mayor. Estoshechos regulares o uniformes no pueden servir de prueba paraestablecer la verdad.

Veamos algunos ejemplos de argumentos inductivos:

1. El informe dado por el servicio de meteorología señala quehoy avanza un frente de baja presión sobre la Comunidad deMadrid con formación de un amplio frente de nubes y habi-tualmente en esas condiciones llueve. Por lo tanto, hoy lloveráen la Comunidad de Madrid.

2. El 80% de los que fuman más de quince cigarrillos al díaacaban teniendo cáncer de pulmón. Por lo tanto, Juan, quefuma unos veinte cigarrillos al día, terminará teniendo un cán-cer de pulmón.

3.Todas las esmeraldas encontradas hasta ahora han sido ver-des. Por lo tanto, la próxima esmeralda que se localice seráverde [argumento inductivo, no muy fuerte].

4. Un 40% de la población infantil de Madrid tiene problemasde obesidad. En una escuela Nº 38 hay 400 niños. Por lo tanto,160 de estos niños deben tener problemas de obesidad.

5.Aunque el dado no está trucado, en las diez últimas tiradasque Jaime hizo con él le ha salido siete veces un cuatro. Por lotanto, seguro que una de las tres próximas tiradas que Jaimehaga con ese dado saldrá un cuatro.

Por ello hay tres grupos de sofismas o falacias:

Falacias inductivasFalacias informales de pertinenciaFalacias de ambigüedad

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

inductivas

de pertinencia

de ambigüedad

Tipos de

FALACIAS

Page 76: Manual de Retorica Parlamentaria

ros mueren cuando se les clava una estaca en el corazón.A este individuo yo le clavé una estaca en el corazón ymurió. Así que era un vampiro.

� 4.1.4. ACCIDENTE INVERSO. Ocurre cuando consideramoscomo verdadero en general algo que sólo es verdad en ciertoscasos particulares.Caen en esta falacia cierto tipo de razonamien-tos inductivos. Los razonamientos inductivos siempre puedenfallar al pasar de la verdad de las premisas a la verdad de la con-clusión. Sin embargo, una buena inferencia inductiva puedehacernos pensar que una determinada conclusión posiblementesea cierta.

Esto ocurre generalmente cuando ciertas afirmaciones sonválidas solo para ciertos grupos y con éste motivo se tratan dehacer generalizaciones sobre un colectivo más amplio. Delhecho de que muchos adolescentes consuman alcoholen exceso no se deduce que todos los adolescentes con-sumen alcohol en exceso. Tampoco del hecho de quetodos los seres humanos sean mortales puede dedu-cirse que todos los mortales son seres humanos.

Además, también se incurriría en esta falacia cuando se aplicauna excepción en vez de la regla general, es decir, cuando hacede una excepción una regla general, confundiendo una reglageneral con una regla absoluta. Una regla absoluta vale paratodo individuo en toda ocasión, una regla general vale paratodo individuo, pero solo en circunstancias “normales”. Porejemplo, incurriría en esta falacia quien afirmase que Todostenemos derecho a hacer el examen parcial fuera defecha porque a ella se lo dejaron hacer porque la atro-pelló un coche.

Muchas veces la generalización es demasiado apresuradadebido a una muestra muy pequeña usada como base de lageneralización. Este error se comete al usar analogías queestán incorrectamente construidas, de manera que alguno delos componentes tiene elementos que harían improcedente laasimilación. Es decir, no se apoya en una semejanza relevanteo se olvidan diferencias que impiden la conclusión.

Por ejemplo,cuando a partir de una cierta experiencia política seafirma: Los gobiernos son como violines, se toman con laizquierda y se tocan con la derecha.

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� 4.1.3. ACCIDENTE. Consiste en aplicar una regla general a uncaso particular en el que las condiciones accidentales son unaexcepción de la regla; consiste en inferir de condicionesexcepcionales una regla general. Por ejemplo, ¿Debes poner enpeligro tu vida para salvar la de otra persona que está entrelas llamas o cuelga de la ventana de un décimo piso? Si res-pondes afirmativamente es que generalizas esta conducta y laaplicas a la vida diaria y debes aceptar las consecuencias: obien estimas en poco tu vida o eres irracional porque piensasque tu vida vale menos que la del que intentas salvar y, si valemás, al ponerla en peligro, sacrificas algo de valor a favor de loque vale menos.

Suele darse esto al manejar equivocadamente los argumentos detipo estadístico:Que, de cada cinco personas que nace, unanazca en China, no significa que todos aquellos que tie-nen cinco hijos tienen uno que es chino.

También se cae en esta falacia cuando se afirma una regla gene-ral en circunstancias excepcionales. Del hecho de que no sedeba conducir a cierta velocidad no se extrae que en unacircunstancia de peligro, para escapar de un grupo deasesinos, uno no deba sobrepasar el límite de velocidadpermitido.

A veces puede ocurrir que,a partir de un enunciado general quees verdadero, se concluya algo que no lo es en el caso particular.Generalmente ocurre por una confusión de clases. Por ejemplo:Yo no he matado a ningún ser humano. Todos los vampi-

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Secundum quid

Accidente

Estadística ex post facto

Dictio simpliciter

Accidente inverso

Falsa analogía

FALACIAS

INDUCTIVAS

Page 77: Manual de Retorica Parlamentaria

Se utiliza la fuerza o presión como medio de persuasión: Si unprofesor no soporta la contradicción y afirma que lademanda de un producto aumenta su precio, el estudian-te en un examen se esforzará en probar la validez deesta relación por la cuenta que le trae.

� 4.2.2. ARGUMENTO CONTRA EL HOMBRE (AD HOMINEM).Es un ataque personal directo. Cuando no se puede controlar elargumento del adversario, se ataca con este argumento: resaltan-do el interés personal que tiene el adversario en lo que dice.

Es un argumento eficaz cuando los oyentes no pierden tiempoen comprender que la falsedad o veracidad de la argumenta-ción es independiente de la situación profesional, social o desexo.Vosotros ponéis la seguridad social en peligro y la privati-záis, como hizo Pinochet en Chile (¿que la experiencia harechazado?). ¿Cómo podéis tomar en serio a Leonardo da Vincio a John Maynard Keynes que eran homosexuales? Y, aunqueno lo fueran, tú no puedes aportar la prueba.

No se atacan los argumentos del oponente, sino las característi-cas personales (nacionalidad, religión, ética, etc.) del que argu-menta. Muchas veces, incluso, ocurre que se señala que lo quealguien dice es falso sólo porque, si fuera verdadero, él sacaríauna ventaja de ello (el caso extremo –pero que sirve para mos-trar hasta dónde puede llevar una postura así- es el de un aboga-do acusador que sostuviera: El acusado miente cuando diceque es inocente porque sabe que si le creyéramos sal-dría libre.

También se comete esta falacia cuando se ataca lo que alguiendice porque quien lo dice no se comporta de esa manera.

Hay otra falacia que habitualmente se llama falacia del espanta-pájaros y que podría incluirse en esta categoría. Ocurre cuandose reconstruye un argumento opuesto y se combate contra susrazones más débiles creyendo con eso haber desmantelado todoel argumento. Incurriría en esa falacia quien sostuviera: ¿Quépuede llevar a que alguien se oponga a la venta de lasEmpresas Públicas? Sin duda que hay un altísimo com-ponente de nostalgia porque todos hemos crecido en unpaís orgulloso de sus Empresas Públicas. Ese era el paísde nuestros padres y de los padres de nuestros padres.Pero madurar implica dejar la nostalgia y tener una

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� 4.1.5. ESTADÍSTICA EX POST FACTO. Rechaza el azar comomodo de explicación. La desaparición del hombre de la tierraes improbable. La causa de esto hay que buscarla en Dios.

� 4.1.6. FALSA ANALOGÍA. Es una inducción débil. Por ejemplo, elimperio egipcio ha desaparecido, como el romano, el espa-ñol, el británico, el soviético. Como el capitalismo es una for-ma de imperialismo, está amenazado de desaparecer.

4.2. Falacias de pertinencia

Son aquellas inferencias que no proceden por alguna de las causasque se aducen a continuación.

� 4.2.1. APELACIÓN A LA FUERZA (AD BACULUM).Ocurre cuan-do se abandona toda razón para fundamentar algo y se pasa direc-tamente a la alusión más o menos velada de que tal cosa debe hacerseporque quien tiene el poder para sancionar lo hará si eso no se hace.Es decir,no hay argumento a favor,sino una amenaza contra quienuse un argumento en contra.Debes arreglar tu habitación aho-ra porque, si no, tendrás prohibido salir el fin de semana.

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Argumento ad baculum

Argumento ad populum

Argumento ad misericordiam, odium

Argumento ad ignorantiam

Argumentum ad hominem

Argumento ad verecundiam

Petitio principii

Plurium interrogationum

Non causa pro causa

Conclusión no pertinente

FALACIAS dePERTINENCIA

Page 78: Manual de Retorica Parlamentaria

patía o al odio para sustentar una opinión.En otros términos,la razónsuplantada por la emoción:

Los que están a favor de la proliferación de las armasnucleares deberían estudiar un poco más sus efectosdevastadores: ciega si se la mira, la bola de fuego se pro-paga a una velocidad supersónica, y destruye todo a supaso. Emite también rayos electromagnéticos, compues-tos de rayo gamma y flujos de neutrones que penetran ydestruyen el organismo humano. La proyección de un videoexplicando los efectos de esta bomba bastaría para persuadir.Pero la cuestión no es esta:de lo que se trata es de saber si la pro-pagación preserva o no la paz.

Las personas que están a favor de la liberalización delcomercio de la droga deberían, según sus oponentes, versiempre de cerca los efectos nefastos que sobre los niñosy los humanos causan las drogas. Un video bastaría paraconvencer,pero el debate es saber si los efectos nefastos y la des-trucción observadas no son producto de la prohibición misma.

� 4.2.6. APELACIÓN A LA EMOCIÓN (AD EMOTIONEM).Ocurrecuando en vez de presentar verdaderas pruebas para garantizar loque se quiere concluir,lo que se hace es movilizar al interlocutor pormedio de la sensibilidad.

Es muy común tanto en publicidad como en política. Llegó labebida joven. Búscala ya o Hemos apoyado esta medidaporque nos parece que el país exige de todos una mues-tra de entrega y de patriotismo.

A veces esto puede hacerse aduciendo consecuencias desagrada-bles de que algo sea verdad. La evolución no puede ser cier-ta porque entonces corremos peligro de en algún momen-to, como especie, desaparecer y no haber sido más queun momento en la historia.

Muchas veces se enjuicia negativamente a un supuesto opositora lo que decimos, como paso de evitar que alguien tome esaalternativa. Un ejemplo sería: Sólo alguien que no estuvieracomprometido con el bienestar de la gente y del paíspodría negarse a votar esta ley.

Se apela a las emociones para que se crea lo que se dice por-

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visión realista de la vida. La nostalgia no nos va a ayu-dar a sacar adelante el país y la venta propuesta, sí.

� 4.2.3. ARGUMENTO POR LA IGNORANCIA (AD IGNORAN-TIAM).Esta falacia ocurre cuando la única razón que se da para afir-mar algo es que no existe todavía una prueba en contrario,o porquees imposible establecerla.

Se afirma la veracidad de una opinión por el hecho de que nose puede demostrar que es falsa. Es variante de una falsa dicoto-mía:o los hechos soportan el argumento o es falso.Pero el argu-mento puede ser verdadero aunque los hechos no permitanconcluir en un sentido o en otro.En ausencia de pruebas se sus-pende le juicio.

Por ejemplo, caería en esta falacia quien pretendiera afirmar queDios no existe porque no hay aún prueba en contrario, o quienafirmara que Dios existe porque tampoco hay todavía prueba encontrario. En esta cuestión el agnóstico intenta evadirse de ladicotomía. No se trata en realidad de una tercera posición. Laposición del agnóstico es presentada a menudo como sigue:nadie ha probado que Dios existe, nadie ha probado queno existe. En consecuencia, el ateísmo es un acto de fecomo puede ser el teísmo. Otro ejemplo sería: Gané el pre-mio porque hice control mental para atraer cosas positi-vas en mi vida.

Algunas veces ocurre que se pretende probar algo citando comorazón a favor nada más que el hecho de que eso ha ocurrido y sehace imposible demostrar que no ocurrió por esas causas: Túfuiste a la Asamblea para encontrarte con el diputado, amí no me engañas.

� 4.2.4. ARGUMENTO AD POPULUM.Un argumento será bueno por-que todos lo piensan así,es una apelación a la opinión pública,ala creencia popular,que reposaría sobre un fondo de verdad o desabiduría:Puesto que un gran número de personas piensanuna cosa, algo no es falso, porque si se equivoca una per-sona, no se puede equivocar todo el mundo.Desgraciadamen-te, la verdad de algo no depende del número de personas que lasostengan, si no, la tierra sería siempre plana.

� 4.2.5. APELACIÓN A LA PIEDAD (AD MISERICORDIAM, ADODIUM). Al utilizar este argumento, se apela a la piedad,a la sim-

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 79: Manual de Retorica Parlamentaria

empresa x es la segunda en importancia en el mundo encuanto a producción y facturación. La revista tal lo afir-ma claramente.

Otra variante de esto es la apelación a rumores o a fuentes anó-nimas.Es claro que muchas veces no se cita a las fuentes para sal-vaguardar el canal de información, pero la falacia ocurre en quese afirme que algo es verdad porque lo dice tal o cual fuente,cuando no puede ser comprobado eso que se dice.

� 4.2.8. PETICIÓN DE PRINCIPIO (PETITIO PRINCIPII).Es el argu-mento utilizado cuando la conclusión está ya contenida implícita-mente en la premisa:es un razonamiento circular.

Parece muy fácil de evitar,pero muchas veces las premisas estánexpresadas de tal manera que parecen querer decir algo diferen-te de lo que se quiere probar,aunque un análisis más atento demos-traría que quieren decir lo mismo.Por supuesto que,en términosestrictos, un argumento de estas características siempre es váli-do,pero lo es trivialmente.Es una falacia,porque no explica nada.Es como si se dijera, si tal cosa ocurre entonces tal cosa ocurre.

Un buen libro siempre es bueno para el alma, porque el espíri-tu siempre se beneficia con la buena literatura.

Emparentado con esto, está lo que se llama definición circular,donde aquello que se define forma parte de la definición. Porejemplo: Un individuo es humano si y solo si tiene padreshumanos.

No debe confundirse con un razonamiento encadenado perfec-tamente correcto. Los precios suben porque los salarios suben.Los salarios suben porque los precios suben.

� 4.2.9. CAUSA FALSA (NON CAUSA PRO CAUSA / POST HOCERGO PROPTER HOC).Consisten en confundir el efecto con lacausa o en identificar X como causa de Y, porque el elemento X estácolocado antes de Y.

Ocurre porque, cuando ciertas cosas se dan juntas, o una segui-da de la otra, asumimos que una es causa de la otra, sin atender aotras posibles causas. Muchas veces esos fenómenos tienen unacausa común que los explica. Es célebre el ejemplo que delhecho de que pueda probarse que en los lugares donde

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que quien lo dice está o estaría, si no se le cree, en una situa-ción lastimosa. No voy a hablar ahora de todo el dolorque he padecido, de toda mi entrega, de las cosas quehe postergado por este proyecto que someto a vuestraaprobación...

� 4.2.7. ARGUMENTO DE AUTORIDAD (AD VERECUNDIAM).Esuna apelación inapropiada a la autoridad científica cualificada o a lanotoriedad en el dominio,para argumentar en otro ámbito.

Se comete esta falacia cuando se toma como garantía o bien laopinión de alguien no calificado en el tema o cuando se acude aalguien profesionalmente adecuado,pero que puede dar una opi-nión sobre un asunto en controversia en su área de estudio o ensu ámbito de actuación.

Es frecuente en publicidad encontrar que se propone que deter-minado producto es bueno solo porque alguien famoso lo dice.Y no pocas veces algunas personas sostienen que tal o cual opi-nión es la correcta solo porque tal o cual presentador o analistade televisión o radio lo dijeron. Otras veces ocurre que se pre-tende asegurar la necesidad de tomar determinadas medidaseconómicas solo porque lo dicen algunos economistas que ocu-pan puestos importantes o de los que se pide la consideraciónde inteligentes. Incluso a veces se olvida que alguien puedesaber hacer algo y tener opiniones equivocadas o injustificadasacerca de cómo se hace; esto es común cuando se cita a artistascomo garantía de que tal o cual producto artístico es mejor queotros o de que el proceso creativo es de tal o cual manera.

Pensemos en la falacia de la siguiente afirmación: Si el PremioNobel en Literatura, hombre de reconocida trayectoriaintelectual y de profundos conocimientos, dice que en laquinta carrera del domingo hay que jugarle al caballonúmero cinco, es que hay que jugarle al número cinco.

Muchas veces, en particular los periodistas, dan como ciertasalgunas informaciones sin poder tener control de la fuente y lasdan por confirmadas solo porque la fuente tiene reputación deimportante.Supongamos que una revista especializada en econo-mía señala que la empresa X está segunda en la lista de las másimportantes del mundo a nivel de producción y facturación. Nohay ningún problema en decir que tal fuente afirma eso. Pero secomete una falacia si se afirma algo como: Es indiscutible. La

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 80: Manual de Retorica Parlamentaria

para que haya ocurrido la causa, pero no es una condición sufi-ciente. Esto es porque la consecuencia se puede deber a otrascausas.Por ejemplo,caería en esta falacia quien luego de esta-blecer que, si se comen sustancias nocivas, entonces setendrá un malestar de salud, afirmara que, porque setiene un malestar de salud, es que se han ingerido sus-tancias nocivas. Otro ejemplo de este tipo de errores, peroun poco más complejo en su construcción, se da cuando de ungrupo se afirman dos propiedades y luego se pretende quecualquiera que tenga una propiedad tendrá la otra. Por ejem-plo: Si una persona es decente, entonces paga susimpuestos y si una persona es decente, entonces jamásrobará. Por lo tanto, si alguien paga los impuestos,jamás robará.

Otra forma de hacer una falacia de este tipo es cuando estable-cida una relación causal, al no ocurrir la causa, eso significa queno ocurrirá la consecuencia (negación de la causa). Esto pierdede vista que bien podría ocurrir que la causa no fuera la únicaque da origen a esa consecuencia Se confunde una causa sufi-ciente (compatible con otras causas suficientes) con una causanecesaria (sin la cual no se produce el efecto). Por ejemplo,incurriría en esa falacia quien dijera: Mira, no sé adóndehemos llegado, pero de seguro no es Europa. Barcelonaestá en Europa y te aseguro que esta ciudad no esBarcelona.

El balance de pagos es deficitario.El gobierno practica una defla-ción que desacelera la recuperación y favorece la inflación.Pocotiempo después el balance de gastos se vuelve deficitario. Estapolítica de deflación es poco eficaz.

� 4.2.10. PREGUNTA COMPLEJA (PLURIUM INTERROGATIO-NUM).Es el principio de la pregunta compleja.Encierra un argumen-to que postula una cuestión sobre la base de una respuesta a unapreestablecida y enmascarada: Por ejemplo,¿ha dejado de mal-tratar a tu hijo? Si contesta no,es que continúa haciéndolo;y, sicontesta afirmativamente,es que lo ha maltratado realmente.

Ocurre cuando se hace una pregunta tal que se presupone la ver-dad de lo que se pregunta.Por lo tanto, la respuesta, sea cual sea,siempre confirmará lo preguntado.El truco está en que se formu-lan varias preguntas en una. Generalmente, esto va acompañadode la petición de responder sí o no.

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hay más alta tasa de natalidad hay mayor cantidad decigüeñas no puede deducirse que la causa de ello sean,precisamente, las cigüeñas.

A veces también se da una encadenación fantasiosa de causasconcluyendo una transitividad que no vale,por no ser necesaria.Por ejemplo:Si tomas un trago de alcohol y te gusta, segu-ramente tomarás más. Y otro día volverás a beber y cadavez lo harás más y más frecuentemente hasta que vivirásborracho todo el día.

También se origina esta falacia cuando se afirma una causa que,aunque verdadera, resulta insignificante al lado de otras causasque determinan el fenómeno, o cuando luego de dos eventosocurre otro y tomamos por causa el que no lo es.Un ejemplo deesto sería: Una comida que evite las flatulencias nos ayu-dará a disminuir la contaminación ambiental. Otras vecesno es insignificante,pero sin duda dista de ser la causa principal.Por ejemplo, Le pegaron tres balazos en el corazón y, alcaer hacia atrás, tuvo la mala suerte de caer incrustán-dose la punta de una reja en la espalda, incrustándoselemortalmente.

Otras veces se equivoca la relación causal. Sería una falacia deeste tipo sostener que el SIDA ha ido en aumento a causade la educación sexual, ya que la educación sexual ha aumen-tado desde el descubrimiento del SIDA.

También ocurre que se pone como causa de una conclusión ele-mentos que a primera vista parecen correctos, pero que exclu-yen la evidencia importante que puede cambiar el juicio final.Esto pasaría si se afirmara que un boxeador que lleva diezpeleas seguidas ganadas por knock out en el último mespodría ganarle al campeón de la categoría que ganó lasultimas tres veces por puntos y hace más de dos mesesque no pelea. Claro que las diez victorias podrían ser contraoponentes ínfimos y sin potencial alguno, mientras que escomún que un campeón del mundo defienda su título cada cier-to tiempo y que las peleas por el título sean más parejas.

También incluiremos dentro de esta categoría a la falacia queconsiste en creer que, dada una relación causal, si es verdad laconsecuencia, entonces lo es la causa (afirmación de la conse-cuencia). Es que la consecuencia es una condición necesaria

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 81: Manual de Retorica Parlamentaria

Como no son todas altas, entonces son todas narigudas.Puede citarse como parte de esta falacia aquellos casos en quelas premisas que se usan para explicar tienen que ver con la cla-sificación,pero no con la causalidad.Por ejemplo:A mi perro legustan los huesos porque es perro.Claro que ello se susten-ta en que a todos los perros les gustan los huesos, pero eso noexplica por qué.

4.3. Falacias de ambigüedad.

Se dan cuando se usan términos ambiguos, es decir, con más de unsentido o con más de un criterio en la argumentación.

� 4.3.1. ROBO DE CONCEPTO:El ejemplo más conocido de sofis-ma de ambigüedad es la célebre frase de Proudhon: ‘la propie-dad es un robo’.En efecto, la palabra robo no tiene significadosi previamente no se define el concepto de propiedad.Robar sig-nifica justamente tomar algo sin el consentimiento de su dueño.Donde no hay propiedad no puede haber robo. Aquí hay una con-tradicción interna. Utilizar la palabra robo que niega el concep-to de propiedad obliga a utilizar un concepto -la noción de robo-mientras que se ignora o niega la validad del concepto sobre elque se funda la propiedad.Este acto intelectual se denomina robode concepto.

� 4.3.2. FALSA DICOTOMÍA: Las premisas del argumento son falsas.Por ejemplo,“¿estás con nosotros o contra nosotros?; no estáscon nosotros, luego estás contra nosotros”. La primera pre-misa es falsa.Puede existir una tercera opción.“¿Eres socialistao eres de derechas; eres de derecha, luego no eres socia-lista”.Pero puedes ser liberal.La argumentación es falsa.

� 4.3.3. EQUÍVOCO.Ocurre cuando la palabra tiene más de un sig-nificado y se pasa de un sentido en las premisas a otro en la con-clusión. Suele ser el error más evidente y por ello se utilizamucho en el humor. El consabido Nadie puede arreglar estepaís. Vote a Nadie utiliza este recurso,tal como los chistes con“doble sentido”.

Otro ejemplo se da cuando se usa un término relacional, quedepende del contexto en dos sentidos diferentes: Todo hombregrande es un gran hombre; un edificio pequeño es unobjeto pequeño.

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Toma la forma de una pregunta doble y la falacia se evitaríahaciendo las dos preguntas por separado.Por ejemplo, si alguienpreguntara a otra persona, supongamos en un juicio, si es ver-dad o no que su adicción al alcohol lo llevó a robar dine-ro de la empresa. Si el interrogado sólo dijera no, podría suinterrogante querer afirmar que es adicto al alcohol.

� 4.2.11. CONCLUSIÓN NO PERTINENTE (IGNORANTIA ELEN-CHI).Si bien en el fondo ninguna falacia prueba lo que quiere,estetérmino se utilizará para designar otro tipo de falacias de pertinen-cia que no caigan dentro de las clasificaciones anteriores.Un ejem-plo de ellos sería: Es necesario apoyar este paquete de medidaseconómicas porque es necesario tomar una serie de medidas eco-nómicas para mejorar la economía, reducir el déficit fiscal y gene-rar más trabajos.Esta es una manera de desviar la cuestión y no probarlo que se pretende,sino que se acepten otros valores que todos con-sideran como buenos.

Por ejemplo, también se incurre en una falacia de ignorantiaelenchi cuando se tienen dos premisas negativas, de las cualesno puede haber conclusión. Por ejemplo: Ningún ser humanoes un simio y ningún simio habla. Por lo tanto, ningún serhumano habla.

Se puede incluir aquí la falacia de la afirmación gratuita,donde quien habla saca una conclusión sin que se den razonespara ello. Generalmente, es una actitud de no querer aceptarcausa en contrario: No solo los seres humanos, también losanimales tienen derechos. Se llama a esa premisa eludir lacarga de la prueba, lo cual es una forma de eludir la cuestión.

Otra falacia se da cuando se asume que pequeñas diferencias sonirrelevantes en una serie continua de sucesos. Supone creer quelos extremos son lo mismo y que cualquier diferencia que se pre-tenda hacer en el medio es arbitraria. Por ejemplo: Si un granono es un montón, y si agrego un grano de arroz tampocoes un montón y si agrego otro tampoco, entonces nuncahay un montón de granos de arroz.

También es una falacia proponer una alternativa no exhaustiva y,al rechazar una de las alternativas, creer que es la otra la quequeda afirmada. Una verdadera alternativa debe darse entre tér-minos que sean exhaustivos y excluyentes. Por ejemplo: Laspersonas pueden ser todas altas o todas narigudas.

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 82: Manual de Retorica Parlamentaria

función específica, entonces el ser humano tiene una fun-ción específica en el mundo. Un ejemplo del segundo casoocurriría si se pretendiera que, dado que las bombas atómi-cas generan más muertes que cualquier otra bomba uti-lizada en una guerra, las bombas atómicas han causadomás muertos que todo el resto del armamento junto.

� 4.3.7. DIVISIÓN. Ocurre (al contrario de la de Composición)cuando a las partes se les adjudican las propiedades del todo,como si el todo fuera una simple sumatoria de las partes. En ver-dad el conjunto de las partes puede tener propiedades que cadaparte no posee por sí sola.

Por ejemplo, se cae en esta falacia cuando se atribuyen a las par-tes propiedades que valen para el colectivo. Que la Universi-dad de Harvard sea famosa no significa que cada perso-na que estudia o trabaja allí lo sea.

Otro caso de este tipo de falacia se comete cuando algo que valepara una colección de elementos se atribuye a un elemento deesa colección. Un ejemplo de lo segundo es que si bien en laUniversidad los estudiantes hacen diversas carreras,eso no significa que cada estudiante estudia.

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Otros ejemplos: La felicidad es el fin de la vida. El fin de lavida es la muerte. Luego la felicidad es la muerte.La mitad de un pan es mejor que nada. Nada es mejorque la salud. Luego la mitad de un pan es mejor que lasalud.

Otra forma de caer en el equívoco es utilizar definiciones que noson lo suficientemente exhaustivas,generando problemas de cla-sificación.Una definición señala que,si se cumple la causa,enton-ces se cumple la consecuencia, pero, a la vez, lo otro tambiénvale,es decir,que si se cumple la consecuencia,entonces se cum-ple la causa. Por lo tanto, cuando la definición es incompleta,impide que valga lo segundo.Por ejemplo es una falacia concluirque un cuadrado es una figura que tiene cuatro ladosiguales, o que un gato es un animal peludo y con bigotes.

� 4.3.4. ANFIBOLOGÍA. Ocurre cuando se utilizan enunciadoscuya construcción gramatical imperfecta da lugar a dobles senti-dos o los vuelve ambiguos:

No regalo caramelos a los alumnos que tenga siempre enmi bolsillo

Generalmente, se trata de expresiones que dan lugar a comenta-rios humorísticos, como la solicitud de trabajo que dice Inútilsin experiencia o el aviso de venta de medias para hombresde lana.

� 4.3.5. ACENTO.Ocurre cuando a partir de darle más peso a algu-nas palabras del enunciado se sacan conclusiones que no se darí-an si se consideran las mismas palabras de otra manera.

Del enunciado Difícilmente va a llegar a ser un buen juga-dor de fútbol se comete una falacia de acento si se concluyeque va a llegar a ser un buen jugador de fútbol aunque leva a costar mucho trabajo y dificultades.

� 4.3.6. COMPOSICIÓN.Ocurre cuando se afirma sobre el todo loque sólo es cierto de las partes, o cuando se atribuyen propieda-des de ciertos elementos a una colección que contiene esos ele-mentos.

Un ejemplo del primer caso ocurriría si se pretendiera sostenerque dado que cada órgano del cuerpo humano tiene una

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Concepto robado

Equívoco

Acento

Falsa dicotomía

Anfibología

Composición

División

FALACIAS deAMBIGÜEDAD

Page 83: Manual de Retorica Parlamentaria

es necesario que se planteen algunas preguntas sobre las contra-dicciones, debilidades o incoherencias de los discursos.

A través de las preguntas se puede ir madurando la refuta-ción final. La solidez de un argumento se investiga necesaria-mente a través de la interrogación.

Cuantas más preguntas soporta un punto de vista en su pre-paración, más inmune se hace a la refutación en un debate.

Por esta razón, se recomienda a los diputados debatientesque en el proceso de preparar sus intervenciones se expon-gan todo lo posible a las preguntas de sus compañeros,padres, amigos y docentes.

Buscar coherencia entre lo verbalizado y los elementos noverbales presentes en el discurso.

Un elemento vital, en la argumentación cara a cara, es la sinceri-dad o la coherencia entre el discurso público y el privado.Nadiele da crédito a las palabras de una persona que acostumbra atener una versión pública de sus opiniones y otra privada muydiferente.

El concepto de sinceridad vincula la confianza con la transparen-cia o correspondencia entre el discurso de acceso público y elprivado.

Es difícil defender aquello en lo que no se cree.Las personas sue-len depositar su confianza en los debatientes que muestran cier-ta correspondencia entre los aspectos verbales y no verbales enel acto discursivo.Es decir,es más creíble un debatiente que hacecorresponder sus emociones con el contenido de su discurso y,al mismo tiempo, estos dos con su motricidad.

5.2. Saber redactar un discurso argumentativo, esto es,construir un texto argumentativo escrito, adecuado para ser dichocomo si no fuera escrito.

� Escrito para ser dicho como si no fuera escrito: los guio-nes de televisión,las obras de teatro (aunque se utilicen recur-sos del discurso oral: riquezas de entonación, inflexiones dela voz, frases inconclusas, tics, repeticiones, onomatopeyas,

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5. Aplicación oratoria.

Hemos definido argumentación como la acción y el acto lingüísticode debatir al que se recurre como resultado o extensión de un con-flicto:

� En un sentido amplio, decimos que se argumenta en formarefleja, al contestar una pregunta, al dar una recomenda-ción, al enviar un mensaje, etc.

� En un sentido más restringido, por argumentar se entiendela habilidad de poner en juego ciertas condiciones prepara-torias o cualidades oratorias.

5.1.¿Cuáles son esas cualidades (aptitudes y actitudes)?

Saber escuchar críticamente. De escuchar crítica y atentamen-te, se derivan muchas ventajas entre las que destacan estas dos:

Quien escucha a sus oponentes sigue el hilo argumental desus ideas; y tiene, por lo tanto, mayores oportunidades derefutarlas certeramente.

Y, para el que sigue el debate, es muy importante la agudezade los comentarios, la espontaneidad y la pertinencia de lasaclaraciones.

Comprender la estructura argumental del orador. El requi-sito previo para la comprensión del texto oral es ser capaz devisualizar la estructura argumental de éste.

Para ello, es necesario:

Distinguir cuál es su objetivo o propósito de la intervención,sus apoyos argumentales, los datos que tácitamente garanti-zan sus conclusiones, etc.

Una vez conocido el argumento en su estructura, se puedendiscernir sus fortalezas y debilidades contrastándolas con lainformación que posea sobre el tema.

Plantearse preguntas. Tras identificar la estructura argumentaly discernir las fortalezas y debilidades de la argumentación total,

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

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Es importante señalar que las anotaciones van surgiendo paralela-mente a la práctica del discurso. Cada vez que el debatiente reiterasu discurso van apareciendo recomendaciones de sus compañeros,que enriquecen las anotaciones y las posibilidades o alternativas parala misma ejecución.En el caso ideal,el debatiente debiese haber inte-grado en su discurso la crítica grupal construyendo un texto oralbasado en un texto dramático o guión, que intenta asemejar un dis-curso espontáneo en una ocasión real de habla.

5.5. Recordar el orden en que aparece la producción

del discurso oral argumentativo:

Lo primero que se debe hacer es determinar la proposicióno tema de debate, puesto que a partir de ella, en nuestroenfoque, se puede ordenar toda la argumentación necesariapara el debate.

Luego,es necesario informarse de lo que se ha dicho o publi-cado sobre el tema.

En tercer lugar, teniendo presente que la labor de investiga-ción está ya resuelta, se pasa a analizar los argumentos y suorden de exposición en el debate.

Y, finalmente, cabe desarrollar el tema central del debate o“lo que se pone en juego en el debate”: La exposición de losargumentos.

Es recomendable que la distribución estratégica del discurso en elequipo de debate siga la organización de la Retórica clásica,que con-templa:una introducción,una exposición de los argumentos y un cie-rre retórico.

5.6. Elementos constitutivos de una argumentación. Escompletamente necesario desarrollar un esquema o modelo argu-mental que permita a los asistentes a un debate poder distinguir,comprender y hasta evaluar discursos argumentativos orales.

A continuación,se ofrece un cuadro explicativo con los distintos ele-mentos o partes fundamentales que conforman cualquier argumen-to, a saber:

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sintaxis simple, etc., se conservan algunas características delescrito).A este estilo narrativo pertenecería el debate.

� Escrito para ser dicho: los discursos de los políticos (sinimprovisación, se recurre a la redundancia y a las reiteracio-nes para asegurar la comprensión), los boletines de noticias(que resumen al final de la edición los hechos más impor-tantes).

5.3. El estilo propio de una buena argumentación oral

pasa, en primer lugar, por la práctica de un discurso que asemeje laespontaneidad y por la posibilidad de integrar elementos pertinentesal contexto en que se da el discurso,acercándolo o dando una sensa-ción de diálogo con la audiencia.

Persuasivamente, un discurso será más efectivo si la audiencia sesiente partícipe,tanto de los contenidos y objetivos del discurso,comode la situación u ocasión misma de la interacción comunicativa.

En segundo lugar, se pueden comparar las situaciones de comunica-ción,en el discurso oral y en el escrito: la comunicación oral es gene-ralmente espontánea, transitoria, inmediata en el tiempo, acompaña-da de señales paralingüísticas (tono de voz, expresión facial, sistemade posturas y gestos), se apoya en el contexto extralingüístico, etc.

5.4. La dramatización o puesta en escena. El discurso oralintegra elementos paralingüísticos como los cambios de tono, inten-sidad vocal, gestualidad, etc.; que no considera el texto escrito. Unbuen precedente entonces para la práctica, o transición necesariaentre el texto argumentativo escrito y el texto argumentativo oral,será el estilo de composición dramática.

Existe todo un sistema de anotaciones e indicaciones propias delmundo de la dramaturgia que se utilizan para la construcción deguiones (de cine, de cómics, etc.) y que pueden estar al servicio dela composición de textos argumentativos orales para el debate.

No obstante, el equipo de debate puede cultivar o crear un sistemapropio de anotaciones para su texto oral. Lo importante es quepueda destacar todos los elementos paralingüísticos necesarios en eldiscurso para acercarlo lo más posible a un discurso espontáneo enuna situación real de habla.

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Page 85: Manual de Retorica Parlamentaria

Lo importante de esta función es el derecho, idea, máxima, pen-samiento, etc.; que pretendemos garantizar o asegurar con lagarantía.

¿Dado el punto inicial, cómo justificas el paso desde estasbases hasta esta pretensión?¿Qué camino debes tomar para ir desde este punto inicialhasta este destino?¿Qué estamos garantizando con las bases que hemos entrega-do para sostener una determinada tesis o pretensión?

� 5.6.4. APOYOS.Las justificaciones que recurren a argumentos autorizados endiversos campos del razonamiento requieren distintos tipos derespaldo: los estatutos legales deben estar validados legislativa-mente; las leyes científicas deben estar cuidadosamente verifica-das; etc.Aparte de hechos particulares que sirven como base encualquier argumento dado, necesitamos ubicar, por lo tanto, elcuerpo general de información,o respaldo,que presupone la jus-tificación a la que se apela en el argumento.

La función de apoyo recuerda en algo al tekmerion, es decir, lacategoría que nos remite a los fundamentos, razones o baseempírica para una opinión, creencia, tesis, etc., (...).

Documentos históricosEstadísticasArtículos periodísticosPublicaciones científicasDocumentos legalesOtros¿Se trata realmente de un paso seguro? ¿Por qué? ¿Con quéinformación respaldaremos nuestra tesis?¿Esta ruta nos lleva al destino requerido con seguridad y con-fianza? ¿En qué basamos esta confianza?¿Qué otro tipo de información general tienes para respaldartu confianza en esta justificación particular?

� 5.6.5. CALIFICADORES MODALES.No todos los argumentos sostienen las pretensiones o conclu-siones con el mismo grado de certeza. Algunas justificacionesnos llevan invariablemente a la conclusión requerida; otras lohacen frecuentemente, pero no con el ciento por ciento deconfianza. Otras lo hacen sólo condicionalmente o con signifi-

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� 5.6.1. TESIS.Proposición para hacer o pensar. Una tesis es una aserción quecomporta un aviso, un propósito de transformar el mundo o deevitar el ya anunciado. En toda argumentación debe haber unatesis u objeto de debate que queremos refutar o sustentar. Paraello, es necesario asegurarse de que hemos captado con preci-sión dicho objeto:

¿Cuál es exactamente la formulación de la tesis?Como resultado de la argumentación, ¿qué pretendo de losasistentes al debate?¿Hasta dónde quiero llegar con la argumentación?

� 5.6.2. DATOS.Son las pruebas teóricas o empíricas que se exigen para que algosea aceptado como sólido, consistente y fiable.

¿De qué información se dispone? ¿Sobre qué bases construyomi tesis?¿Por dónde debo comenzar para que parezca convenienteaceptar la argumentación y, por lo tanto, llegar a estar deacuerdo con mi tesis?¿Cuál es la información de la que parte mi tesis?

� 5.6.3. JUSTIFICACIÓN.La justificación es una garantía racional que a modo de reglame permite ir de un caso dado a una conclusión más general.La garantía,por su parte,proviene de un ‘apoyo’o ‘respaldo’,quees la base empírica (trátese de un código legal, de una teoríacientífica, un estudio estadístico, una costumbre arraigada, etc.).

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ANEXO 1Recursos oratorios

ANEXO 1Recursos oratorios

Tesis

Justificación

Calificadores Modales

Datos

Apoyos

Refutaciones Posibles

Partes de laArgumentación

Page 86: Manual de Retorica Parlamentaria

El primer presupuesto de la Escuela de Palo Alto es: “No se puedeno comunicar”, lo que significa que todo es comunicación.

Aplicada esta frase a la política, se puede expresar en los términossiguientes: “En política, no se puede no comunicar”. Es buenorecordar algunas evidencias como éstas:“La premisa para aplicar una política es ser elegido”. “No basta ser elegido sobre la base de una política para poderipso facto aplicarla”.

La comunicación aparece, pues, en dos niveles: para poder hacerseelegir y para poder aplicar aquello para lo que uno es elegido.

¿Existe alguna característica específica de la comunicaciónpolítica? Ciertamente; es frecuente recurrir a los grandesprincipios de la teoría de la comunicación. Por ejemplo,se recurre evidentemente a todas las técnicas que permi-ten crear una atmósfera de buena relación con el elector,el conocimiento de los meta-programas (nada que ver conlos programas electorales), la sintonización...

La comunicación política es una realidad en las democracias, no sepuede comunicar en las dictaduras o se comunica bajo el imperio delmiedo.

1. El mapa no es el territorio. Razonamiento emocional.

�� “¡Os voy a explicar cuál es mi visión de las cosas!”

Es la frase que “mata”. No existe más que una sola realidad (territo-rio) y,por tanto,existen infinitas percepciones diferentes de la reali-dad y de golpe una infinidad de representaciones (mapas geográficos)de esta realidad.De hecho,existen tantas percepciones como indivi-

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cativos matices: ”generalmente”,“posiblemente”,“en condicio-nes ideales”, etc.

¿Con cuánta certeza esta justificación da solidez al paso desdelas bases hasta la pretensión?¿Garantiza absolutamente este paso?¿La sostiene sólo con ciertos matices?¿O nos da, al menos, la base para una apuesta más o menosriesgosa?

� 5.6.6. REFUTACIONES POSIBLES.Sólo podremos entender plenamente los méritos racionales delos argumentos en cuestión sólo si somos capaces de reconocerbajo qué circunstancias (raras, pero posibles) no se podría con-fiar en ellos.

¿Qué tipos de factores o condiciones podrían sacarnos delcamino?¿Qué posibles elementos podrían desvirtuar este argumento?¿Qué asumimos implícitamente cuando confiamos en estepaso?

� 5.6.7. EJEMPLO.Partamos de un hecho cotidiano:

“En una tarde de verano voy a buscar a un amigo. Lacasa está a oscuras, pero las ventanas están abiertas depar en par”.

En él, se pueden reconocer las siguientes secuencias:

Conclusión / Tesis: No hay nadie en casaDatos / Bases: La casa está a oscurasGarantía: Cuando una casa está a oscuras es porque no haynadieModalizador / Calificador: Esto no es del todo seguroRespaldo: Puede ser que la casa esté a oscuras porque hacecalor y quieren espantar a los mosquitos.

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ANEXO 1Recursos oratorios

Recursos retóricos

ANEXO

Page 87: Manual de Retorica Parlamentaria

La multiplicación de los partidos políticos presenta una ventaja: lade “contar con sus huestes”.Y dos inconvenientes mayores: el pri-mero, la fragmentación que explica en parte la derrota de la izquier-da o de la derecha en algunas Comunidades autónomas; el segun-do, la dificultad de agrupar los partidos que son de una ideologíacercana, pero que la deriva nacionalista de alguno de ellos los alejade esta posibilidad.

2.1. La sintonización en política.

�� Saber sintonizar es sin duda el medio más eficaz paracomunicar bien

La estructura del Estado es la máquina más formidable para des-sintoni-zar a la población.Es la trampa en la que caen sin excepción todos lospolíticos de todas las tendencias con poder.

La sintonización permite crear una atmósfera de buena relación.Sintonizarse es establecer una relación de proximidad con uno o conmuchos interlocutores. Se trata de poner delante lo que nos asemejay, por tanto, en el cuadro de la psicología humana, lo que tiende aunirnos. Las personas lo identifican y lo verbalizan bajo las expresio-nes siguientes:

es cercano a la gentees asequibleestá con nosotrosme comprendecompartimos idéntica visión de las cosas…

2.2. La sintonización no verbal.

�� Se trata de una sintonización física

Consiste en aproximar los gestos, las posiciones del cuerpo a laspersonas que se nos acercan. Cuando la sintonización es eficaz, y labuena relación funciona,se pasa a la segunda etapa: la de la conduc-ta, que consiste en cambiar de posición para ser seguido en estecambio. La sintonización es tanto más eficaz cuanto más natural,sincera, verdadera y de calidad (El caso más evidente en la políticaespañola es el de Felipe González en la campaña del referéndum dela OTAN).

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duos hay,por lo que frecuentemente tendemos a confundir nuestrapercepción de la realidad con la realidad misma.Se puede constatardurante las campañas electorales que cada individuo cree saber lo quees necesario hacer para que esto vaya mejor.Pues,evidentemente lamayor parte del electorado no busca al político por lo que piensa nise plantea qué haría en su lugar,sino que busca a quien se aproximamás a sus propios planteamientos,a su manera de pensar.En otras pala-bras,cuando un político parece inteligente, sensato… es por-que él dice lo que nosotros habríamos deseado decir.

Cuando una persona dice lo que entiende que es necesario hacerpara que todo marche mejor,¿de qué habla? ¿Pensamos que dice estoporque está en los libros de economía,geopolítica,de sociología,por-que sabe todo del PIB, del aparato del Estado, o porque está versadosobre la realidad socioeconómica? ¿O pensamos que dice que esnecesario hacer esto porque lo siente, porque su razonamiento esemocional?

Sócrates decía sagazmente: “me parece que yo soy un poco mássabio que los demás porque esto que yo no sé, no creo nosaberlo”.Cuando uno está emocionado,cree saberlo todo muy bien.

2. La Sintonización: interrelación en la multiplicación de los partidos políticos.

�� La sintonización es la manera más eficaz, la más podero-sa de construir una buena relación

Sintonizar es estar más cerca del otro,de su «mapa del mundo»,de suspreocupaciones, de su modo de funcionar… Es difícil funcionarsimultáneamente con dos personas de características opuestas, ¡ycuando se trata de dos millones…!

Supongamos que los artesanos alfareros crean su propio partido,¿quién podría sintonizar mejor con cada uno de ellos, el nuevo parti-do o un líder artesano alfarero? Para un líder sindicalista es más fácilsintonizar con un alfarero o con un funcionario que para cualquierlíder político.

Si hay partidos políticos, es más fácil para cada líder sintonizar consus electores, porque las características de cada grupo son más fáci-les de captar y más sencillo reducir el antagonismo.

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 88: Manual de Retorica Parlamentaria

No reinventamos nuestra manera de funcionar para cada situación,tenemos nuestros propios programas. Ellos determinan cómo nospercibimos,cómo representamos el mundo y también los comporta-mientos que se derivan de él. Intervienen en la elaboración de lainformación.Estos metaprogramas son inconscientes,yo no me digo:“en esta situación quiero funcionar de esta manera”.

En política uno se interesa por los metaprogramas del electorado, elpolítico, para acceder a ello,“desciende” al terreno y multiplica loscontactos. Este acercamiento tiene la ventaja del “directo”y el incon-veniente de dar una visión parcial de la realidad: uno encuentra másventajas de los partidarios que los demás. Los sondeos ofrecen unavisión más global pero no dicen nada sobre cómo enjucician lascosas las personas sondeadas.

El conocimiento de los metaprogramas del electorado permite esta-blecer un mapa mental del electorado sobre el que ha de sintonizarel político.

� ALGUNOS METAPROGRAMAS DETERMINANTES:

Busca/evitaPara tratar de los problemas de delincuencia, es mejor decir: “esnecesario combatir la inseguridad” (es evitar la inseguridad), o“hay que tomar medidas para proteger los bienes y a las personas”(es buscar la seguridad). Significa ir hacia la seguridad o evitar lainseguridad.

Global/específicoDecir global implica el conjunto, visión amplia (zoom hacia atrás);lo específico significa detalle (zoom hacia adelante). Hablar de unmodelo de sociedad constituye un acercamiento global mientrasque, a la inversa, hablar de los problemas cotidianos es una aproxi-mación específica. En una campaña autonómica, el metaprogramade elecciones es ciertamente específico;a la inversa,el metaprogra-ma global es apropiado para unas elecciones nacionales.

Referencia al tiempo¿Para tomar decisiones, tomo como referencia el pasado,el presen-te o el futuro?

“España debe encontrar sus valores verdaderos, lo que le haceser lo que es”. Referencia al pasado.“Debemos preservar lo alcanzado. Implica no cambiar nada enla presente situación”. Referencia al presente.

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La forma de vestir,el look juega un importante papel en esta sintoni-zación.Algunos presidentes de gobierno,e incluso jefes de estado comoF.Miterrand (para recibir a los ferroviarios en huelga se puso una cami-sa de obrero) modifican su vestuario según la ocasión política.

2.3. La sintonización verbal.

�� Aproximarse más a la manera de expresarse la gente

Los buenos comunicadores tienen un lenguaje «camaleónico». Setrata de aproximar, sin hacer el ridículo, el lenguaje ordinario al delinterlocutor,en vocabulario,en la estructura gramatical,o adoptar untono intermedio.

Adoptar un lenguaje simple con las personas sencillas; un lenguajeculto, con las personas cultas; y uno más complejo, con las personasrefinadas… ¡Si atraes a una persona con tu lenguaje,es porque hablascon decoro!

2.4. La sintonización sobre la manera en que las personas

viven y representan lo que les rodea.

�� Se trata de hablar de aquello que preocupa verdaderamen-te a la gente

Es un asunto de los programas. Cuántas veces hemos escuchado:«esto no es lo que preocupa verdaderamente a la gente», recordan-do el discurso de un político.No basta recordarlo una vez para entraren sintonización. Si, además de la palabra, se menciona la preocupa-ción, mejor que mejor.

Puede tropezarse con la dificultad de sintonizar con grupos de inte-reses diferentes. Los funcionarios esperan oír hablar de acercar sussueldos a los de la empresa privada, los empresarios de bajadas deimpuestos, los asalariados están preocupados por el peligro del paro,las personas mayores por la inseguridad…

2.5 La sintonización sobre los metaprogramas.

�� Los metaprogramas hacen referencia al funcionamientomental

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 89: Manual de Retorica Parlamentaria

Sintonizarse es,como acabamos de ver,una fase.Es difícil para el polí-tico protegido, aislado de los demás ciudadanos “en el palacio delpoder”, ponerse en contacto con los ciudadanos (en la democraciaespañola, es vieja la frase “síndrome de la Moncloa”).

� METAMODELO Y EL MODELO MILTON

El metamodeloEs el lenguaje de la precisión que permite ofrecer o dar informa-ciones más precisas.El lenguaje de la precisión es el lenguaje de losexpertos, de los economistas, de los técnicos.

El modelo MiltonPor el contrario,el Modelo Milton (de Milton Erison,psiquiatra nor-teamericano) es un lenguaje adornado con imágenes o voluntaria-mente suave por la vía de la imprecisión, es, por antonomasia, ellenguaje de la influencia. Dos lenguajes que se complementan.

Frente al lenguaje Milton utilizado por los políticos, los periodistasreplican cuestionando el metamodelo:

Ejemplo:- «Nuestro objetivo es bajar los impuestos».Pregunta:- «¿Qué impuestos? ¿Cuánto? ¿Cuándo?».

El modelo Milton es un lenguaje lleno de imágenes:- “Se nos promete un otoño caliente”.

¿Qué significa eso? Todo el mundo ve bien lo que es unaentrada caliente.

Las pequeñas frases.

�� Tienen la fuerza del eslogan publicitario

Deben constar de un inicio, fácilmente de memorizar:“ética”, «esosuena bien». Aunque sean cortas, para ser eficaces, deben corres-ponder a una realidad concreta, si no,carecen del efecto bumerán.

El efecto negativo que produce en las personas del clan opuestopuede ser atenuado por un desmentido o por las excusas (cuandoen la campaña electoral de las últimas elecciones autonómicasgallegas se hizo referencia a la edad de Fraga).

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“España, a la vista de los déficits del mundo moderno, debeir a la cabeza”. Referencia al futuro.

Eficacia de la motivación.¿Tomo yo la iniciativa? Proactivo. Yo cambio de coche.¿Reacciono a la vista de la elección de los demás? Reactivo.Mi vecino ha cambiado de coche, luego yo tambiéncambio de coche.¿Estoy en el movimiento? Receptivo. Mi vecino ha cam-biado de coche, hizo lo que yo pienso hacer.¿No hago nada para cambiar? Pasivo. Mi vecino ha cam-biado de coche; yo no voy a cambiar.

Si el político siente o ha verificado por estudios de opinión que suelectorado tiene voluntad de cambio, deberá sintonizar con laacción. Y, a la inversa, si el electorado desea que las cosas siganigual, para sintonizar su discurso deberá basarse en la inacción: porejemplo, decir: “mirando alrededor de nosotros, no hay más ceraque la que arde, la nuestra; ¿por qué poner en peligro el progre-so alcanzado, lo que hemos conseguido con tanto esfuerzo…?”.Para sintonizar con su electorado reactivo, un político debe contra-argumentar.

2.6. La sintonización sobre estados internos de opinión.

�� Es el estado interno de opinión que podemos sentir: gozo,tristeza, cólera, agresividad, indiferencia…

Por ejemplo,decir a cualquier infeliz que la vida es bella y que mere-ce la pena vivirla. Seguro que se puede hacer, pero previamente hayque hacer parte del camino con él, malhumorado (sintonización)para en un segundo momento, progresivamente, una vez que la rela-ción sea sólida, proponer otra visión (conducta).

El político, frente a una persona (o electorado) desesperada, reco-nocerá la desesperanza por la actitud y por un vocabulario propio(sintonización) y, después, en un segundo momento, cambiará deregistro para proponer otra opción (conducta): votadme que irámejor…

El humor es necesario en todo esto.Permite sintonizarse con el esta-do de ánimo interno: nos reímos juntos.Y, sobre todo, ¡jamás depen-demos de los otros!

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 90: Manual de Retorica Parlamentaria

situación en que se produce dicho acto de habla. En el caso con-creto de nuestro estudio,el uso del lenguaje coloquial debe estarrestringido:

- (...) eso de la cesión gratuita, tararí que te vi (...), (N.º461, p. 13348, 13349).- Diputados, permítanme iniciar mi intervención con unapequeña broma (...), (N.º 471, p. 13592).- Por tanto, ve recogiendo para que no te pase lo mismo,(N.º 392, p. 11449).- (...) lo único que resalta son los dos huevos duros másque pone el Gobierno (...), (N.º 461, p. 13309).- menos rollos, (N.º 392, p. 11463)- (...) está usted cayendo en el menudeo (...), (N.º 551, p.15965)

Nos encontramos en estos ejemplos con los antípodas del usodel registro literario. Es muy peligroso, también, el uso delregistro coloquial en el discurso parlamentario, pues unbuen orador no es un fotógrafo de la realidad idiomática quelo rodea, sino que debe ser siempre un ejemplo en el uso dela lengua que refleja la norma gramatical de la Real AcademiaEspañola. Más que una utilización graciosa de la lengua, unelector de cultura media puede percibir este uso como vulgary desafortunado.

El uso de los diminutivos con sentido irónico es frecuente:- (...) los ciudadanos de Madrid quieren menos propagan-da, menos cuñitas (...) Cuando digo cuñitas, me refieroa las de radio (...), (N.º 564, p. 16649).- (...) hoy no toca hablar de suelos, pero yo creo que ahítambién se va un dinerito. (N.º 551, p. 15963).- (...) menos mal que no hay elecciones cerquita (...), (N.º551, p. 15790).-El año pasado también salió a relucir porque puso ustedaquellos barracones cinco estrellas, pintados de burdeospara disimular un poquito, (N.º 551, p. 15964).- (...) de ella hemos escuchado hace un momentito unapágina de publicidad muy interesante (...), (N.º 334, p.10047).

Y con sentido cordial, aunque no es muy frecuente, tambiénhay algún ejemplo:

- Termino en un segundín y ya me voy, (N.º 367, p. 10739).

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Se puede utilizar con tal de no abusar:demasiado es demasiado,noes el número lo que importa (era el estilo Bono en Castilla LaMancha,en donde dejó “k.o.”a un adversario,cuando le adjudicó elmarbete de “arrancacepas”).

Pero quien utiliza con profusión las pequeñas frases,a pesar de queposea un talento de comunicador, se arriesga al hacer uso de ellasa menos que alguien le ponga en guardia contra el uso excesivo.Ala larga, el peligro de ser tomado por una persona inconsistente esevidente,porque el funcionamiento de los medios es tal que,de undiscurso de dos horas, no se retendrá más que una frase de quincesegundos.

La comunicación es indisociable de la política y de lademocracia, las dictaduras no comunican sino quehacen uso de la propaganda.

En toda comunicación, hay contenido y relación, cadauno de estos aspectos no debe ensombrecer el otro.

Sin relación, el contenido “no se transmite”. Para unpolítico, la pregunta es: qué efecto produce esto quedigo y la manera en como yo lo digo.

El peligro para el político está en aislarse de la pobla-ción y, por tanto, no tener ocasión de sintonizarse paraconducir y conseguir que el mensaje sea transmitido, esnecesario que sus convicciones se sintonicen: sinto-conducta.

3. Recursos lingüísticos

En relación ahora con los registros lingüísticos 6 empleados por losparlamentarios madrileños en sus intervenciones, podemos destacarlos siguientes:

EL COLOQUIAL. Tiene por objeto teñir con una tonalidadpopulista el discurso,pero,coincidiendo con Sarmiento y Vilches(2004:43, 44), señalamos que no es del agrado de un lector decultura media. El uso de este nivel de habla viene determinadopor el contexto comunicativo, y su adecuación depende de la

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

6. Como señala Guillermo DíazPlaja (1976:3), la expresión delhombre culto debe respetar las

exigencias de excelencia idio-mática, como rechazar aquellos

niveles que se consideran vulgares.Y cita al respecto a

Eugenio d'Ors: “Siempre elespectáculo del hombre culto

pasándose al lenguaje del inculto lo llamaré traición”.

Page 91: Manual de Retorica Parlamentaria

tecnicismos propios de este tipo de lenguajes especia-lizados, debemos tratar de explicarlos en los térmi-nos más comprensibles que podamos.

EL CULTO GENERAL. En este registro,comenzaremos por la citasde autoridad,cuyo empleo denota cultura,pero también refuerza laargumentación por el prestigio del citado:

- El Diccionario de la Real Academia tiene muchasacepciones de la palabra especulación, pero yo tengo quesuponer que S.S. se refiere a la que está tipificada en elartículo 284 del Código Penal (...), (N.º 471, p. 13555).- Un famoso escritor suizo, Friedrich Dürrenmatt, dejódicho:“Desdichados son aquellos países en los que hay queluchar por lo que es evidente”, (N.º 543, p. 15716).- Ya que hoy todos estamos citando al Quijote y a SanchoPanza, yo también voy a citar algo más de El Quijote:“que no son gigantes, señor, que son molinos”, (...), (N.º367, p. 10732).- Decía Borges, señor Consejero:“Que la memoria elige loque olvida”, (Nº 437, p. 12610).

Una cita adecuada es siempre un buen recurso.Reforzar nuestra argumentación con lo que se hadado en llamar “citas de autoridad” puede ser unaayuda muy oportuna. Pero, una vez más, llamamos laatención sobre la prudencia que se debe tener coneste tipo de recursos cultos, cuya proliferación puedeconvertirse en un bumerán para quien los utiliza.

EL LITERARIO. Se realiza con los mismos elementos de la lenguacomún,pero dándoles un revestimiento que llame la atención del recep-tor,que cause su <<extrañamiento>>.La comunicación política actualya no es tan literaria como la de otros siglos.Esta es más eficaz.Y comoel carácter literario se detecta muy bien por la figuras retóricas, vea-mos algunas de ellas:

Paronimia: mediante palabras de sonido semejante y sig-nificado distinto, se realiza una operación conceptualpor semejanzas que provoca un contraste de gran efecti-vidad:

- En Madrid hace falta más banda ancha y algo menosde manga ancha, señor Peral, (N.º 405, p. 11746).- En Pozuelo, su Partido acaba de adjudicar un negociogolfístico y golfo, las dos cosas (...), (N.º 344. p. 10032).

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3

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El abuso de estos recursos nos puede traicionar y hacernos pare-cer a esa juventud, poco formada lingüísticamente todavía, queabusa de los superlativos y, al fin y a la postre, para ella todoes “super”. La fuerza de la utilización de estos usos está en supertinencia y tino.

EL LENGUAJE ESPECIALIZADO.Puede pertenecer a cualquier área,por ejemplo científica,jurídica,económica:

Científica:- Tomografía axial computerizada (...), (N.º 320, p.9377).- En Madrid se va a investigar con células madreembrionarias, pero vamos a tener mucho cuidado de noconfundir los fines terapéuticos con los fines eugenésicoso con la clonación reproductiva (N.º 378, p. 11020).

Comparación con el nivel matemático- Proceso de normalización igual a conflicto social eincremento de gasto, (N.º 424, p. 12273).

Jurídica:- “Constituyen un firme compromiso social los avances legis-lativos que, en materia de lucha contra la violencia hacialas mujeres, han supuesto las sucesivas modificaciones delCódigo Penal, del Codigo Civil, de la Ley de Enjuiciamien-to Criminal, de la Ley 27/2003, reguladora de la Ordende Protección, y de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 dediciembre, de Medidas de Protección Integral contrala Violencia de Género”, (N.º 564,p.16445).

Económica:- (...) en Madrid también ha crecido ese producto inte-rior bruto en los últimos nueve meses;mientras que en elconjunto de España decreció el 2,6 por ciento, en Madridhemos crecido en el producto interior industrial, segúnel Instituto Nacional de Estadística, nada menos que el2,3 por ciento, (N.º 564, p. 16446).

Por imperativo de los temas, como en los casos ante-riores, debe usarse el lenguaje especializado en formarestringida o reducida y sólo cuando no existe unequivalente claro en la lengua culta general. Si porrazones del debate nos vemos obligados a utilizar los

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 92: Manual de Retorica Parlamentaria

Alegoría:Serie metáforica que se prolonga por toda la oración.- (...) quiere extender ahora el certificado donde se digaque, tras una larga agonía, ha fallecido definitivamenteya la vivienda protegida en esta región, (N.º 320,p.9373).- Voy a hacer un giro de palabras. Este proyecto que va aser albergado en “el barco” convertirá a éste en una espe-cie de Arca de Noé donde se van a ver recogidas (...) Y através de este “barco” va a realizar una singladura, quetodos estamos seguros que va a llevar al deporte madrile-ño al mejor puerto posible, (N.º 367, p. 10732).

Antífrasis:- Señora Aguirre, voy a rogarle en nombre del GrupoParlamentario Socialista y en nombre también de la dig-nísima institución que usted representa (...), (N.º 357, p.10411).- ¡Cómo no hay urbanismo en Madrid! Hay cuatro ins-pectores para toda la Comunidad de Madrid; cuatro, (N.º461, p. 13320).- El señor Yanke es una persona que yo aprecio mucho,es una especie de Urdaci estrambótico, que realmenteestá bien; yo le tengo aprecio, porque, en fin, me diviertomucho cuando le oigo, comunica una cierta proximi-dad, (N.º 405, p. 11768).- (...) el metro “vuela”, pero muy despacio, (N.º 392,p.11390).

Ironía de pensamiento:Por disimulación:consiste en esconder el propio pensamiento fin-giendo incertidumbre;y por simulación:apropiarse de la opinióndel interlocutor porque se refuta por sí misma:

� Por disimulación:- (...) estoy sumamente preocupado por lo que usted nodice (...), (N.º 330, p. 9648).

� Por simulación:- (...) todos a trabajar con la “fregoneta”, como decía suViceconsejera cuando se refería a este tipo de alumnos.(N.º 320, p. 9366).- Después de decir que Keynes era liberal, lo único que lefalta a usted es decir que Marx era de centro, y ya se que-dará usted muy contenta en su caos mental sobre políticaeconómica (...), (N.º 471, p. 13595).

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Paronimia al servicio de la intensificación descalifica-dora de <<golf + ístico>>, que se contamina en su baseléxica por el significado de golfo (cfr.Neologismo semán-tico,nota 8,p.176).

Gradación de elementos cuya intensidad va en aumento,paralelismo sintáctico y elipsis:

- Su Señoría ha mezclado los accidentes leves, con losgraves y con los mortales (...), (N.º 482, p. 13915).- (...) quieren extender un manto de sospecha sobre esteGobierno, que es todo limpieza, honradez, eficacia ybuena gestión, (N.º 357, p. 10410).

Geminación o reduplicación:- (...) no era fácil, no era fácil señora Presidenta (...), (N.º543, p. 15727).- Los ciudadanos demandan soluciones y demandanatención (...), (N.º 482, p. 13952).- Se ha roto un diseño de televisión compartido, se haroto el consenso... (N.º 418, p. 12070) - ¡Qué le vamos a hacer, Señoría! ¡Qué le vamos ahacer! (N.º 367, p. 10721).

Sinécdoque:Figura que consiste en tomar la parte por el todo:ladrillo por sec-tor de la construcción:

- (...) de los manejos que van de la política al ladrillo ydel ladrillo a la política (...), (N.º 357, p. 10409).

Metáfora:- Usted no preside un Gobierno, usted preside un pelotónde asalto al Gobierno de España (...), (N.º 543,p.15730).- Esto que ustedes firman es una joya, lo voy a guardar ya enmarcar para enseñarlo (...), (N.º 471,pp.13610,13611).- (...) para que el agua siga siendo el lazo de la vida (...),(N.º 461, p. 13287).- (...) creen que la mentira es un arma política (...), (N.º357, p. 10410).- ustedes han impuesto un apagón informativo, (N.º 344,p. 10043).- (...) no estoy en mi mejor momento político ni tampo-co de olfato por un catarro que tengo, pero le aseguroque hasta aquí huele mal lo de Majadahonda (...) (N.º357, 10410).

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 93: Manual de Retorica Parlamentaria

Hipérbole al servicio de una metafóra sinestésica:- ¿A qué espera para cesar al pirómano que tiene usted alfrente de la sanidad pública?, (N.º 405, p. 11736) y- (...) usted es un simple peón (...). (N.º 357, p. 10470)

Estos dos últimos ejemplos constituyen una descalifi-cación metafórica contra los principios de cortesía. Taly como veíamos anteriormente que el nivel morfológi-co podía entrecruzarse con el sintáctico, en este caso,mediante el uso de figuras como <<pirómano>> y <<peón>>dichas de un parlamentario, puede observarse que estenivel léxico-semántico en el que nos encontramos aho-ra está entrecruzado con el nivel de análisis pragmáti-co, ya que el objeto de algunos tropos empleados escometer descortesía.

Tras este análisis tropológico, cabe destacar que, en general, los polí-ticos continúan sin mejorar aquella “pobreza retórica de que suelenhacer alarde estrepitoso muchos líderes consagrados o aspirantes”,que observara Lázaro Carreter (1984:3).

Y, con respecto al uso específico del vocabulario, unidad básica deconstrucción textual, se aprecian las siguientes tendencias parlamen-tarias:

Expresiones tradicionales ya desgastadas:Este tipo de frases y oraciones,que también forman parte delacervo lingüístico y literario tradicional con que puede expre-sarse un político, tienen que ser usadas con cautela en el len-guaje público pues son más bien propias del lenguaje populary coloquial. La modernización lingüística debe entendersecomo un principio inexcusable de renovación y claridad en lasestructuras comunicativas:

- (...) da la callada por respuesta (...), (N.º 357,p.10409).- (...) mezclando churras con merinas (...), (N.º 471, p.13609).- (...) están ustedes jugando con fuego (...), (N.º 543,p.15730).- (...) corramos un tupido velo sobre el tema (...), (N.º448, p. 12920).- muerto el perro, se acabó la rabia, (N.º 424,p.12263).- (...) lo hemos dicho por activa y por pasiva (...), (N.º437, p. 12601).- es la pescadilla que se muerde la cola, (N.º 330, p.9644).

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- Quisiera agradecer a los Grupos Parlamentarios el tonode sus intervenciones y también sus aportaciones, y demanera muy particular dirijo un agradecimiento muyespecial a la señora Ferré como economista por sus apor-taciones a la teoría económica moderna según la cual elsector industrial es el único que vale frente a los des-preciables y obsoletos sectores de las telecomunicacio-nes, de la intermediación financiera, de la exportacióny de los servicios de las empresas (...), (N.º 405,p.11802).

Prosopopeya:Figura consistente en la atribución de cualidades de seres anima-dos a inanimados,o cualidades humanas a seres animados e ina-nimados:

- (...) Los hechos son tozudos (...), (N.º 320, p. 9362).- (...) la vivienda protegida ha agonizado durante diezaños (...), (N.º 320, p. 9373).

Paralelismo:Con esta figura retórica se puede apreciar la interrelación de losniveles de la lengua.El paralelismo es un fenómeno de orden sin-táctico y pragmático,que consiste en la repetición de varias uni-dades sintácticas,compuestas de varios elementos que sirven a lacohesión oracional dentro de un mismo contexto.Apreciemos esteelocuente ejemplo parlamentario:

- Lo que ocurre es que no lo ha publicado;nos lo va dandopor entregas.Es un plan que sirve a unos intereses concre-tos y, poco a poco, nos va dando entregas: nos va dan-do entregas cuando hace un tema de vivienda; nos vadando entregas cuando hace un tipo de actuaciones;nosva dando entregas cuando apuesta por radiales;nos vadando entregas, evidentemente, (N.º 392,p.11448).

Todos los recursos que la Retórica pone a nuestro alcan-ce pueden ayudar al propósito comunicativo de quien losutiliza. Aquí, la norma no existe, ni la receta que nos per-mita saber cuándo es oportuno y cuándo se revela comoinadecuado. La intuición, el tema que estamos tratando,o la ocasión, sumados a nuestro sentido de la oportuni-dad política, pueden ayudarnos a decidir utilizarlos y aelegir los más adecuados. Lo que sí debe evitarse siem-pre es la utilización de los llamados argumentos “adhominem”, es decir, los argumentos contra las personasy no contra sus ideas o sus actuaciones.

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

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- (...) ahora que estamos con el síndrome olímpico (...),(N.º 392, p. 11390).

La comparación del ámbito político con el deportivo eneste contexto produce una gran fuerza apelativa y expre-siva por el contraste de tales ámbitos.

Dentro de este nivel léxico-semántico cabe también que nos ocupe-mos de la cuestión lexicogenésica.A los políticos, como a aquel per-sonaje de Cela interpretado por el propio Cela en la película LaColmena, les gusta mucho inventar palabras.Veamos a continuaciónel ejemplo de una composición desmesurada:

- (...) podríamos decir que es una proposición “epigrama-ticometafisicofestiva” (...), (N.º 367, p.10783).

Formar palabras7 es una tarea que ha correspondido prin-cipalmente a los poetas, que son los mejores conoce-dores de la corteza fónica de un idioma. Intentarlodesde otras profesiones, como la política, es una arduaempresa. Y la desmesura nunca es un buen recurso parael discurso parlamentario.

Veamos algunos ejemplos del corpus en que las creaciones léxicas enmuchos casos no son las más claras y naturales:

- (...) y se tienen que avisar verbal o “vocealmente” (...),(N.º 471, p. 13607).-Ustedes siguen instalados en el monopolio, en el dirigis-mo, en el proteccionismo, en el arancelismo, (N.º 471, p.13596).-No vamos a querer, y no queremos, psiquiatrizar laanorexia y la bulimia (...), (N.º 482, p. 13927).- En cuanto a la sexualidad de la población infantojuve-nil de la Comunidad, hoy hay un plan (...), (N.º 405, p.11788). [Palabra de uso restringido]- (...) la deszonificación de Alcorcón y Móstoles (...), (N.º378, p. 11018).- También quiero destacar los planes de microdestinos(...), (N.º 461, p. 13352).- (...) no le voy a hablar de las 242.000 infraviviendasque hay en nuestra Comunidad (...), (N.º 551, p. 15967).

La práctica de la creación neológica en el lenguaje político,como en el periodístico, ya ha sido convenientemente seña-lada. Pero esta debe tener un límite, pues, como señala el pro-

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- (...) solamente se acuerda de Santa Bárbara cuandotruena, (N.º 448, p. 12892).

Al igual que se critica a los periodistas por el uso de titu-lares que copian títulos de obras literarias, películas o can-ciones, o que estos se parafraseen, se debe criticar el usode este tipo de expresiones que denotan una perezamental en quienes los utilizan. Huyamos siempre de laspalabras “baúl” o de los tópicos desgastados por el pasodel tiempo y su prolífico uso en el lenguaje político.

Los nuevos giros lingüísticos. Pertenecen también al regis-tro literario.Son frases ingeniosas que se agradecen más que lasanteriores. El giro provoca una sorpresa en el interlocutor, por-que no lo espera. Suele partir, como todo, de la tradición, peroproduciéndole un quiebro sintáctico, un regate, un muletazo.Veamos algunos ejemplos parlamentarios:

-Las comparaciones no son odiosas, pero sí ociosas (...),(N.º 471, p. 13567).- Yo no dudo de que su decreto va a quitar al menos ungranito de arena de la enorme montaña a la que seenfrentan las personas con discapacidad todos los días,(N.º 461, p. 13310).- Ustedes definen a Madrid como la locomotora de la eco-nomía nacional (...) Madrid es una locomotora, pero avapor y del siglo XIX, (N.º 461, p. 13357).

Adjetivaciones peyorativas:- (...) en eso son insuperables, Señoría, en la confiteríaestadística y en todo lo que se le pueda ocurrir, (N.º 482,p. 13915).- Están ustedes, desde luego, al quite de los nuevos tiem-pos vaticanos (...), (N.º 448, p. 12890).- (...) beatificaciones exprés (...), (N.º 448, p. 12890).

Estos giros y adjetivaciones son un recurso propio del talen-to muy empleado por los grandes columnistas de pren-sa. Al contrario que las frases hechas, aquí sí se demuestraun esfuerzo intelectual muy loable para reforzar lasargumentaciones de quienes los utilizan.

Desplazamientos semánticos:- (...) y ahora otro “galáctico”(...) del pelotazo urbanístico(...), (N.º 344, p. 10040)

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

7. Los investigadores López Eirey De Santiago Guervós (2000:126), han analizado cómo lospolíticos utilizan la lexicogéne-sis. En opinión de estos autores,los neovocablos que alumbranlos políticos, no tienen siemprela función de aclarar los conceptos, sino la de oscurecerlos discursos:El neologismo léxico es unaespecie de seudotecnicismo.Su objetivo es el mismo: sebusca la ampulosidad,la novedad, la distinción presti-giosa, la singularidad, la frasemás sonora, o sea, darle al receptor la sensación de autoridad, para que reaccioneemotivamente, subjetivamente.Políticos ignorantes en elcampo lingüístico y estilístico(...) acaban por parecer a losojos del elector lúcidos y extraordinarios hechiceros de la palabra.

Page 95: Manual de Retorica Parlamentaria

Nada que objetar a estos recursos de neología de sentido,muy al contrario, nos parecen fruto del ingenio (unos másque otros) y es la capacidad del orador y su fino dominio dellenguaje los que marcarán el límite y el acierto de estas crea-ciones.

Entre otros aspectos semánticos destacables, podemos concluir conuno muy significativo en su desplazamiento al ámbito político. Es lapalabra teatro, o <<poesía puesta en pie>>, que dijera FedericoGarcía Lorca.Término que implica una determinada condición quelos actores de la representación política se reprochan constante ymutuamente a lo largo de toda la función parlamentaria. Algunosdiputados son capaces incluso de precisar de qué género en concre-to se trata, lo que no deja de sorprendernos, habida cuenta del con-texto en que se realizan las intervenciones:

- (...) me parece que lo que hemos representado hoy,Señorías (...) es un montaje teatral rayando con el vode-vil (...), (N.º 367, p. 10745).- (...) debería formar parte, desde nuestro punto de vista,del teatro del absurdo, Ionesco, si lo hubiera conocidolo habría nombrado coautor, (N.º 471, p. 13606).- (...) cada día estoy más convencido de que usted haceteatro aquí (...) haciendo aquí un teatro en el que nocree, (N.º 320, p. 9367).- No voy a tener que darle clases de interpretación, seño-ra Aguirre, porque ha aprendido usted sola, (N.º 543, p.15727).- (...) están convirtiendo la Asamblea de Madrid en unescenario (...), (N.º 543, p. 15729).- (...) esa es la forma que usted conoce de hacer política,que es la farsa, la comedia (...), (N.º 471, p. 13612).- Como son ustedes tantos, creo que hace tiempo que handecidido convertirse en un circo ambulante, eso sí, de afi-cionados, donde hay prestidigitadores, funámbulos,trileros, payasos y también, en alguna ocasión, artis-tas invitados (...), (N.º 564, p. 16465).

La respetable condición teatrera, así como todo su campoléxico, cuando se le atribuye a oficios que se encuentran fueradel ámbito teatral, tiene siempre connotaciones peyorativas.Llamar, pues, a un adversario político “actor” en el sentido deque “interpreta un papel”, es decir, que forma parte del“engaño” que supone este viejísimo género literario, no nos

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fesor Vilches, “cuando un orador político se sube a la tribuna(da igual que sea en las Cortes Generales, en los parlamentosautonómicos o en un simple mitin) todo neologismo es pocoy parece existir una competición para ver quién suelta el neo-logismo más disparatado” (2006: 265). Seamos, por tanto,muy prudentes con esta práctica.

Pero existe también otro tipo de neologismo,es el llamado “neologis-mo semántico8”.

Así, en nuestro corpus de estudio hemos encontrado,entre otros, lossiguientes ejemplos con valor enfático y connotativo:

- ¡Cómo le molesta a S.S. la libertad!, (N.º 471, p. 13554).- (...) le voy a solicitar a usted en nombre del interés gene-ral de esta Comunidad (...), (N.º 424, p. 12245).- Mire, en cuanto al derecho al trabajo y al empleodigno, estamos de acuerdo. ¡Claro que sí! ¿Pero es que hayempleo digno y derecho al trabajo?, (N.º 543, p. 15727).- le pido (...) que nos explique el pacto de hierro que tie-nen ustedes con la privada concertada (...), (N.º 367, p.10725).- Por cierto, hablando de extrema derecha, le voy a deciral señor Consejero que quien le ha preparado esta orden ini-cua e ilegal son los halcones que anidan en la DirecciónGeneral de Ordenación Académica (...), (N.º 320,p.9367).- (...) ya me parecía a mí que no iba a aguantar un plenomás sin verse atacado de nuevo por la “roucofobia” quele atacó en dos ocasiones hace dos plenos. ¡Ya me parecíaa mí! (N.º 551, p. 15963).- (...) por qué no deja usted de ser “roucofílico” (...), (N.º551, p. 15965).- “La deslocalización es un fenómeno natural”, (N.º 405,p. 11805).- (...) En Telemadrid han cambiado las noticias por elparte de doña Espe (...) (N.º 418, p. 12075).- ¡Pónganse ustedes a trabajar!, hagan las cosas bien yhagan lo que tienen que hacer para satisfacer, valorar yaumentar la calidad de vida de los ciudadanos (...), (N.º367, p. 10721).- ¿Está dispuesta la Presidenta de la Comunidad de Madrida mantener unas relaciones con el Gobierno de España basa-das en la cooperación leal?, (N.º 424,p.12245).- Su orden es puro conservadurismo destilado; respon-de a una filosofía segregadora (...), (N.º 320, p. 9366).

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

8. Del neologismo semántico,que tiene mayor trascendencia

ideológica que el formal, se hanocupado varios autores, como

los citados López Eire y DeSantiago Guervós, así como

Fernández Lagunilla.Para López Eire y De SantiagoGuervós (2000: 127), el neolo-

gismo semántico es muy emple-ado en política por su valor dia-

léctico y así <<se envilecen o seembellecen los significantes de

las palabras clave>>:Con el neologismo semántico se

acomodan los contenidos. El significante se mantiene, pero el

significado se adecua a losintereses de quien lo usa. La

palabra democracia o democrá-tico, por ejemplo, de significan-

te tan positivo y, por ello,frecuente en boca de cualquierpolítico de cualquier tendencia

que se imagine, se rellena de sig-nificados distintos, muchas

veces antagónicos. Lo importan-te, en todo caso, es mantener el

significante, pues es lo sonorolo que permanece, mientras que

la función referencial quedaoscurecida por la expresiva:

autodeterminación, nacionali-dad, nación, centro, no son más

que cáscaras dentro del lenguajepolítico.

Para Fernández Lagunilla, la neo-logía de sentido o neologismosemántico (1999: 57, 63), es el

procedimiento más habitual decreación léxica en el vocabula-

rio político. Para esta autora ade-más, “la creación léxica en el

lenguaje político esta ligada ala realidad social y a las cir-

cunstancias políticas”.Una palabra existente (en elvocabulario común o en el

vocabulario político) que recibeun significado nuevo, en el caso

que nos ocupa una acepciónpolítica. Generalmente se trata

de términos que pertenecen a lalengua común.

Page 96: Manual de Retorica Parlamentaria

Consideramos el párrafo una unidad de sentido más allá de lovisual, o sea, de su disposición y ordenación geométrica y tipo-gráfica en el papel12.

Con la intención de esclarecer el concepto de unidad,Van Dijk señalaque la unidad de un texto radica “por un lado, en una propiedad inter-na semántica (la coherencia semántica) y, por otro, en una propie-dad externa pragmática (la adecuación pragmática)”.

En suma, en un párrafo tenemos que distinguir los elemen-tos fundamentales siguientes:

Un núcleo temático. Es el tema central en torno al quegira prácticamente todo el resto del contenido de estaunidad de información. Suele manifestarse por unaoración o grupo de oraciones, y aparecer al principioo después de un premargen; también podemos encon-trarlo al final del párrafo, sintetizando los márgenesque lo preceden.

Los márgenes. El margen es la unidad subsidiariatemático-conceptual del parágrafo; es formante deuna unidad comunicativa superior y puede estarincluso coordinada con el núcleo (fenómeno que noocurre en la sintaxis intraoracional). El margen puedeser una oración o varias oraciones que, a su vez, pue-den estar relacionadas por cualquier tipo de conector.En un mismo parágrafo, podemos encontrar múlti-ples márgenes, distintos y sucesivos; por eso, convie-ne distinguir entre premargen y postmargen. En unparágrafo, hay mayoritariamente postmárgenes, perotambién puede haber premárgenenes, previos alnúcleo, que pueden ser de introducción, de enumera-ción gradual o de preparación al núcleo temático. Losmárgenes pueden aportar un desarrollo especificati-vo, ampliación, ilustración, solución, contraste, reite-ración, resultado, o una recapitulación del contenidonuclear.

También influye en la comprensión de los párrafos,fuera de la organiza-ción de su estructura temática, la longitud de las oraciones y la recursi-vidad de éstas,ya que la comprensión de los auditores o lectores se entorpececuando se alargan las oraciones o se prolonga la complejidad de la ora-

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

parece a estas alturas ni original ni acertado, aunque enten-demos que es un recurso muy manido, utilizado por todos losparlamentarios, por lo que aporta al juego de las connotacio-nes.

No tenemos más prueba que la impresa en este trabajo, pero, dehaber podido escuchar las intervenciones anteriores, las encua-draríamos en el género dramático. Continuando, hay que aña-dir que esta costumbre de emplear los términos del léxico teatralno es nueva para los políticos9.

4. Recursos textuales

La lingüística del texto plantea una manera diferente de estudiar ellenguaje.Atiende a la construcción de los textos mediante la conside-ración de los procedimientos idiomáticos que intervienen en ellos.Antes de entrar en el análisis, recordemos para su mejor compren-sión que texto proviene de tejido. Hebras que se van entrecruzandohasta componer una prenda armónica. Unimos palabras como hilos.Y, al hilo precisamente de nuestro estudio sobre los discursos parla-mentarios, podemos entender el texto como un desarrollo organiza-do de expresiones lingüísticas que configuran una unidad.

El texto es un nivel organizativo que trasciende a las oraciones.Es un producto de carácter visible y audible que conserva lascaracterísticas de la situación en que se produce el discurso. Elconcepto de texto no puede desligarse del de contexto, ya queel texto se encuentra siempre inserto dentro de un contexto desituación. El contexto situacional está estrechamente relacio-nado con el de cohesión, lo que para el caso de este trabajo pue-de comprobarse en el determinismo sintáctico que marca lainclusión o exclusión de los interlocutores, como rasgo que con-figura de los discursos parlamentarios. Si el texto es el produc-to, el discurso es la actividad de carácter lingüístico social enla que se inserta dicho texto10.

En la construcción del texto, el párrafo11 se presenta como una mag-nitud fundamental. Como tal unidad de construcción textual, elDRAE lo define (1992:1534) como <<Cada una de las divisiones deun escrito señaladas por letra mayúscula al principio del renglón ypunto y aparte al final del trozo de escritura>>.

9. J. F. García Santos (1980:30)recoge en su estudio opiniones

de anteriores investigaciones,que resultan muy interesantes a

este respectoEl valor de la política como

<<simulación>> es señalado yapor M.ª Paz Battaner (Estudio

sobre vocabulario político ysocial en España de 1868-1873,

Tesis doctoral, Univ. deSalamanca, pp. 54 y 55) en elperíodo estudiado por ella, es

decir, el periodo histórico queva de 1868 a 1873, en el queatestigua los términos farsa y

farsantes como usos propios deesa época en su acepción políti-

ca. Hay que pensar, pues, quefarsa y farsantes son los prime-

ros vocablos teatrales introduci-dos en el léxico político y losque abren camino a comedia,

tragedia, tragicomedia y teatra-lería, atestiguados por nosotros

en el lenguaje republicano.

10. Manuel Casado Velarde(2000: 9, 10) observa que:

Actualmente se cultivan almenos las tres siguientes for-

mas de lingüística del texto: 1.La lingüística del texto propia-

mente dicha: se ocupa delámbito lingüístico constituido

por los actos de habla, o elentramado de los actos de

habla, que realiza un determi-nado hablante en una situa-

ción determinada, y que puedeestar integrado por manifesta-ciones habladas o escritas (...)

2. La gramática del texto: seocupa del texto como nivel de

la estructuración de un determinado idioma. Recibe

diversas denominaciones: gra-mática del texto, gramática

transoracional, análisis transo-racional... Su objeto es, por

tanto, la constitución de textosen determinadas lenguas, en

la medida en que existen

reglas específicamente idiomáticas que se refieran a ellos (...) 3. Mezcla indiscriminada deambos puntos de vista: esteenfoque identifica y mezclainjustificadamente la funcióntextual comprobada en determinado texto con la función idiomática que setrata de elucidar.

11. En este sentido, según MaríaMoliner (1987:646), párrafo es cada trozo de un discurso o deun escrito que se consideracon unidad y suficientementediferenciado del resto parasepararlo con una pausa notable o, en la escritura, conun punto y aparte.

12.A este respecto, GabrielArrabal (1995:40) precisaque un párrafo tiene unidadporque las oraciones que lointegran tratan exclusivamen-te sobre el mismo asunto.Los párrafos generalmente contienen una idea principal yuna o varias ideas secun-darias. La idea principal sueleaparecer al principio (lo másrelevante es lo primero que selee); las frases que siguen desarrollan el tema y se unenal resto mediante conectores;la última frase puede recapitular las ideas del párrafo y cerrar su unidad.

Page 97: Manual de Retorica Parlamentaria

- Gracias, señora Presidenta.Señoría, [Premargen introduc-torio y de fundamentación] a las pruebas y a los datos meremito. [Núcleo] En este momento, en el sector industrial enMadrid estamos prácticamente en pleno empleo; el índice deparo está en el 3,5 por ciento, frente al 4,2 por ciento del con-junto de España.[Postmargen de ampliación] Además, hoysomos la segunda región en España en empleo industrial,(N.º 564,p.16446).

En muchos casos, en el diálogo parlamentario, el núcleode cada párrafo puede ser focalizado por una preguntao interpelación previa, como en el caso mostrado en elejemplo anterior.

�� 3. PÁRRAFO INCORRECTO- [Premargen introductorio] Creo que es importante señalarque en todos los índices que se publican,incluido el que publi-ca el Instituto Nacional de Estadística, [núcleo] el producto inte-rior bruto industrial, en Madrid también ha crecido eseproducto interior bruto en los últimos nueve meses;[postmar-gen comparativo aclaratorio] mientras que en el conjuntode España decreció un 0,1 por ciento,en Cataluña decreció el2,6 por ciento,en Madrid hemos crecido en el producto inte-rior industrial, según el Instituto Nacional de Estadística,nadamenos que el 2,3 por ciento,(N.º 564,p.16446).

Este párrafo tiene una serie de oraciones subordinadasy frases explicativas que hacen que esté sobrecargado ysu comprensión se dificulte. No debemos olvidar que elalargamiento injustificado de las oraciones y párrafos loshacen más difíciles de entender. De acuerdo con la prác-tica y los estudios en español, una oración con más detreinta palabras dificulta la comprensión. En el ejemploseleccionado, que es un párrafo-oración compleja, encon-tramos ochenta y dos palabras que se reparten en diezproposiciones con o sin verbo explícito. El exceso y fal-ta de organización favorece la aparición de algunos ana-colutos en el texto citado, por lo que se aconseja un discursomás organizado sin exceder en la recursividad oracional,esto es, en la secuencia de oraciones subordinadas, fra-ses explicativas e incisos pleonásticos en una misma ora-ción compleja. Además de todo lo anterior, el núcleo delpárrafo está mal construido y presenta un anacoluto mani-fiesto.

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ción compuesta.Por las prisas de la improvisación aparecen párrafos malestructurados y confusos.

Análisis y explicación de errores

A continuación, mostraremos dos párrafos correctos y, finalmente,uno mal organizado:

�� 1. PÁRRAFO CORRECTO- [Expresiones iniciales de cortesía] Gracias,señora Presi-denta. [Núcleo] La energía juega un papel primordial en elcrecimiento económico de cualquier Comunidad Autónoma,[Postmargen amplificativo intensificador] pero más enuna Comunidad como la de Madrid que no produce ener-gía y que tiene que depender en su práctica totalidad de laenergía importada. [2º Postmargen de ampliación] Poreso el tema del ahorro y la eficiencia energética es para noso-tros muy importante, y es muy importante el trabajo de laComisión, [3º Postmargen consecutivo] y, por tanto laselección de sus miembros;estos son seleccionados con cri-terios técnicos entre expertos que representan a las organi-zaciones que firmaron, en mayo de 2001, el protocolo deintenciones para la creación del centro de ahorro y eficien-cia energética de la Comunidad de Madrid.Gracias, (N.º 461,p.13289).

Este párrafo está bien construido ya que explicita con cla-ridad el núcleo o tema central que es matizado con los post-márgenes del núcleo, que a su vez son introducidos pormarcadores discursivos que matizan la función de estoselementos textuales adyacentes (pero más, por eso ypor tanto). Esta buena organización permite superar laextensión de las oraciones (40 palabras hasta el primerpunto y seguido; 71 en el resto de la segunda oración).

�� 2. PÁRRAFO CORRECTO- Gracias, señora Presidenta (de la sesión parlamentaria).[Núcleo expresado en una pregunta] ¿Considera que supolítica, señora Presidenta [vocativo de cortesía (referidoa la Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid)],está contribuyendo a fortalecer el sector industrial en nues-tra Comunidad? Gracias, señora Presidenta. (N.º 564, p.16446).

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

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- Un impulso contra la violencia de género y en un com-promiso de nuestra sociedad por acabar con ella, (N.º564, p. 16445).

El pronombre personal <<ella>> sustituye anafórica-mente a la <<violencia>>.

La ELIPSIS.Consiste en omitir en el discurso una o varias pala-bras necesarias para la construcción gramatical y compren-sión del texto, pero que por estar consabidas no afectan almensaje.Así, en el ejemplo siguiente, la intervención se basaen un discurso previo, ahora elíptico: <<es un plan que vienede la mano, yo creo, que de grandes objetivos: reforzar laatención específica a personas con discapacidad, mejorar lainformación a personas con discapacidad y a sus fami-lias...>>. El trozo que sigue sólo se entiende por el consabidotextual anterior:

- Termino.Promocionar el conocimiento de la discapacidad,optimizar y mejorar la atención primaria, promocionar laatención específica a niños con graves trastornos mentales ypromocionar la atención a la salud, (N.º 564,p.16478).

Uno de los más importantes procedimientos de coherencia es elUSO DE LOS CONECTORES. Básicamente, el conector u operadordiscursivo une los dos segmentos de la fórmula donde aparece. Sonunidades lingüísticas invariables, no ejercen una función sintácticaen el marco de la predicación oracional y poseen un contenidocoincidente en el discurso: el de poner de acuerdo con sus distintaspropiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas las inferen-cias que se realizan en la comunicación.Aunque engloba a todas lasformas de enlace, ofrecemos a continuación una pequeña muestrade los principales conectores detectados en el corpus:

� I. PRIMER GRUPO: conectores con visión de aperturay valor de topicalización:- (...) no vamos a estar de acuerdo prácticamente en nadacon respecto a este tema, (N.º 424, p. 12254).- Además, en cuanto a los mecanismos de grabación (...),(N.º 424, p. 12287).- En cuanto al voluntariado, estamos en este momentoelaborando, de nuevo contando con todos (...), (N.º 424,p.12282).- Por lo que se refiere a la red de Metro, quiero decirleque (...), (N.º 330, p. 9642).

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En este nivel textual, también nos interesa conocer qué forma con-creta adopta la cohesión y coherencia de los esquemas mentalesque se plasman por escrito, por lo que vamos a detectar los marca-dores del discurso que organizan estos textos convirtiéndolos enunidades discursivas coherentes.Ellos contribuyen a lograr la propie-dad fundamental de todo texto: la coherencia.

Por coherencia entenderemos una perfecta conexión de las par-tes en un todo, una organización estructurada de la informaciónlógico-semántica del texto. Por cohesión, la relación de significa-dos en la proposición y en la secuencia de proposiciones. Lacohesión, propiedad a la que debe aspirar todo texto, consiste en larelación de accesibilidad que se logra por medio de lazos for-males y semánticos en el texto.

La cohesión implica una serie de procedimientos.Entre los que des-tacan los siguientes:

La RECURRENCIA,o repetición de un elemento del texto en eldiscurso. Puede ser de varios tipos:� a. Mera reiteración léxica.

- (...) estamos trabajando muy fuerte sobre el tema delahorro de la energía;a este tema contestaré en la siguien-te pregunta (...), (N.º 564, p. 16455).

� b. Sinonimia relativa.- Creemos que es una herramienta para la cohesión delterritorio regional, creemos que es un factor de equili-brio, (N.º 564, p. 16450)

� c. Uso de hipéronimos.- Tuve numerosísimas reuniones con profesionales de lamedicina: médicos, enfermeras, profesionales sanitarios,y familiares de enfermos (...) y uno de los problemas queme pusieron de manifiesto tanto los familiares como losenfermos que vi en los hospitales, como los profesiona-les, era la espera quirúrgica (N.º 564, p. ).

La SUSTITUCIÓN (uso de proformas):- Especialmente las personas que murieron durante este año,(N.º 564, p.16445)

El pronombre relativo <<que>> es un sustituto de suantecedente <<personas>>.

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

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4. Conectores que expresan conformidad:

• Con valor de equivalencia- Es decir, la prioridad real es la privada concertada(...), (N.º 551, p. 15963).- Es un sector importante porque, tal y como nos hadicho el consejero, representa un (...), (N.º 330,p.9641).- (...) para evitar en lo posible que cualquier ciudada-no madrileño pueda caer en situación de marginali-dad, evitando las causas, es decir, evitando que esténen situaciones de riesgo de exclusión social, (N.º 564,p. 16649).

• Con valor de inclusión- (...) en los debates que importan, por ejemplo, eldebate sobre la financiación (...), (N.º 424, p. 12246).- Así viene siendo desde que en el año 1985 se aprobóla LODE, (N.º 437, p. 12587).- En cuanto al teatro, hemos recibido de nuevo a lasmejores compañías del mundo: (...), como ejemplo,(N.º 564, p. 16467).

• Con valor de causalidad o consecuencia- De esta manera, avanzamos en nuestro compromi-so electoral de eliminar el impuesto sobre las heren-cias (...), (N.º 551, p. 15959).- Pues bien, esta Consejería está estudiando lo quetiene que hacer (...), (N.º 424, p. 12256).- La Comunidad de Madrid trabaja, pues, en ese sen-tido (...), (N.º 424, p. 12283).- En todo caso, tengo que reconocer que he sentidoesa doble alma (...), (N.º 424, p. 12303).- En consecuencia, digamos las cosas como son (...),(N.º 330, p. 9659).- Por tanto, si siguiéramos la estrategia (...), (N.º 424,p. 12302).- Señor Consejero, reciba, pues, las felicitaciones deeste Grupo Parlamentario (...), (N.º 564, p. 16468).- Por lo tanto, Señorías, a mí me parece increíble (...),(N.º 424, p. 12246).

5. Conectores que expresan disconformidad con valorde oposición:- En cualquier caso, la informo, Señoría, de (...), (N.º 424,p. 12252).

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� II. SEGUNDO GRUPO: conectores con visión de segui-miento:

1. Valor de adición:- (...) y, en ese sentido, tengo que decirle que (...), (N.º 424,p. 12249).- Además, incluso habíamos teorizado las tres partes (...),(N.º 551, p. 15961)- Tampoco podemos pasar por alto el esfuerzo que esteGobierno está realizando (...), (N.º 424, p. 12287).- Asimismo, la Comunidad ha sido pionera a la hora deimpulsar los concursos (...), (N.º 424, p. 12298)- Por cierto, ¿de dónde sacan ustedes los datos del creci-miento?, (N.º 424, p. 12273)- Aparte del informe del Consejo Nacional de Transportes,hay muchísimas cosas (...), (N.º 330, p. 9642).- En este sentido, han sido de vital importancia las suce-sivas campañas de promoción de nuestra región (...), (N.º330, p. 9641).- Asimismo, nos gustaría, si fuera posible, que los demásgrupos de esta Cámara (...), (N.º 330, p. 9646).

2. Valor de continuidad:- (...) no sabemos nada de este proyecto de decreto ni, porsupuesto, de las medidas que contemplaba (...), (N.º 424,p. 12253).- Por otro lado, Señorías, durante el ejercicio 2005 se pro-cederá, ni más ni menos, a la creación (...), (N.º 424, p.12286).- Por otra parte, mantenemos la deducción del IRPF porarrendamiento a jóvenes menores de 35 años. (N.º 551,p.15959).

3. Valor de orden y distribución del contenido:3.1. de enumeración:- Entre sus principales novedades me gustaría desta-car, en primer lugar, la eliminación de la tributaciónde las donaciones (...), (N.º 551, p. 15959).- En segundo lugar, se contempla también la concu-rrencia automática (...), (N.º 424, p. 12254)

3.2 de distribución- No habiendo ningún criterio técnico que, por unaparte, cambie el criterio (...), (N.º 330, p. 9638).

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 100: Manual de Retorica Parlamentaria

secuencia de párrafos con un marcador (En cualquier caso) convalor restrictivo y conclusivo:

- Mire, usted, en primer lugar, no es cierto, porque laaportación que hace el Estado a sanidad no son 500millones de euros, ni 400 y pico, como usted dice.La apor-tación directa son 67,5 millones de euros, y, mírelo usteden la Sección 32 de los Presupuestos Generales del Estado.A eso, habría que añadirle los 19 millones de euros, con-secuencia de la recaudación de impuestos especiales.Pero, es más, los fondos de cohesión sanitaria evidente-mente, se van a aplicar a la sanidad en su totalidad.Venimos reclamando esos fondos que existen muchoantes de que gobernase el señor Rodríguez Zapatero, por-que aquí tenemos mucho más gasto del que recibimospor esos fondos.Pero le digo más; la cuantía es incierta, porque lascuantías que anunciaron no aparecen en los Presu-puestos Generales del Estado, y porque en el Consejo dePolítica Fiscal y Financiera de anteayer, los criterios dereparto que se había aprobado ya se cuestionaban, y seproponían, mediante un informe, nuevos criterios deaplicación.En segundo lugar, los cálculos son tramposos, porqueusted suma las entregas a cuenta, las entregas a cuenta esun dinero de la Comunidad de Madrid, y lo único que sehace es que se anticipa dos años su cobro.¿Sabe usted cuán-to ha anticipado la Comunidad de Madrid en los tres últi-mos años al Estado? Pues, 1.241 millones de euros;justamentelo que ha anticipado la Comunidad al Estado por el temade las entregas a cuenta.Ése no es un dinero del Estado, niun esfuerzo del Estado, señor Piñedo.En tercer lugar, yo creo que los madrileños deben saberque el Gobierno de la Comunidad de Madrid realiza en el2006 un importante esfuerzo; el 40 por ciento del incre-mento de nuestro presupuesto va para sanidad. ¿Sabeusted cuánto va en las Comunidades Autónomas quegobiernan ustedes, después del decreto y después de lasentregas a cuenta? El 30 por ciento, señor Piñedo.Esos sonlos datos, y no la demagogia.En cualquier caso, este importante esfuerzo presupues-tario viene a sumarse al que ya viene haciendo laComunidad de Madrid, que ha aumentado el presupues-to, desde que se hicieron las transferencias, un 50 por cien-to. (N.º 564, p. 16453).

197

- No obstante, nosotros siempre hemos hablado de lealtadinstitucional (...), (N.º 424, p. 12279).- Señor Consejero, con todo esto quiero llamar su aten-ción sobre los incumplimientos de su Gobierno (...), (N.º424, p. 12253).- En todo caso, señoría, yo lo que le ofrezco es que llegue-mos a un acuerdo (...), (N.º 551, p. 15954).- Con todo ello, creemos que la valoración tiene que serpositiva (...), ( N.º 330, p. 9640)- En todo caso, quiero decirle a usted que (...), (N.º 330,p.9646).-Por el contrario, desde el año 95 al 99 se construyeron53,6 kilómetros de red, con un total de 38 estaciones más,(N.º 564, p. 16459).

� III. TERCER GRUPO: conectores con valor de cierre oepílogo:- En suma, Señorías, el Gobierno de la Comunidad deMadrid trabaja para lograr (...), (N.º 424, p. 12277).- Para concluir, sí quiero dejar claras algunas cuestio-nes, (N.º 424, p. 12279).- Por último, hay algo que nos llama mucho la atención(...), (N.º 424, p. 12274).- En definitiva, se trata del paquete de medidas fiscalesmás amplio y ambicioso abordado por una Adminis-tración autonómica (...), (N.º 551, p. 15959).-En resumen, voy a hablar del precio (...), (N.º 330, p.9661).- Señoría, me tranquiliza mucho que usted, finalmente,no tenga un informe que nosotros no tenemos (...), (N.º437, p. 12593).

Para una mejor visión global de su verdadera dimensión, lo más apro-piado es observarlos mientras operan en el conjunto completo de unpárrafo. En el ejemplo seleccionado a continuación, se aprecia cómoen algunas secuencias de párrafos los marcadores están al servicio dela ordenación de éstos para una mayor cohesión y coherencia deltexto. En los siguientes párrafos, se ve claramente que predomina eluso de los marcadores para la distribución del contenido mediante laordenación de los párrafos en una enumeración (en primer lugar,ensegundo lugar y en tercer lugar).Y, a la vez, se usan otros para mati-zar la continuidad de la argumentación dentro de los párrafossemánticos aunque puedan, en algún caso, aparecer como párra-fos ortográficos (Pero le digo más). Finalmente, se concluye la

196

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 101: Manual de Retorica Parlamentaria

La cohesión y la coherencia son absolutamente primordiales para quenuestro discurso parlamentario cumpla su misión fundamental: quelas ideas que exponemos en él, las propuestas o las críticas que ofre-cemos a la Asamblea (y,a través de ellas, a nuestros electores) tenganun hilo conductor que permita a los destinatarios entenderlo sin espe-ciales dificultades.Si las ideas son buenas, la argumentación sólida, laentonación adecuada…,pero no está bien tejida su estructura,los recep-tores desconectarán de nuestro discurso por su “incoherencia”y porsu falta de cohesión.Ya se ha dicho en estas páginas que “texto”pro-viene del latín textus,que significa “tejido”.Si una alfombra está hechacon la mejor lana del mundo,pero está mal cosida,mal anudada,nun-ca podrá venderse como un producto de calidad.Si el envés de la alfom-bra no tiene una buena urdimbre,el haz nunca podrá ser bello.

5. Recursos pragmáticos

Este es el nivel donde se tratan principalmente las relaciones decortesía entre el emisor y el receptor en relación con el contenidodel mensaje. Por cortesía entenderemos en primer término, y deacuerdo como siempre con el DRAE (1992:412), la “demostracióno acto con que se manifiesta la atención, respeto o afecto quetiene una persona a otra”. La lengua en la comunicación política,el acto social concreto que venimos analizando en el presenteManual, se presenta de manera muy reglada en virtud al contextosituacional en el que ocurre, tanto en la Sesión Plenaria como en lasComisiones13.

Análisis y explicación de errores

Hay una persona, el presidente o presidenta, encargada de dirigir losdebates. Cuándo comienza y cuándo concluye o se levanta la sesión.

Estas son las fórmulas de cortesía más empleadas por la presiden-cia para dar comienzo a la sesión. Se saluda a los participantes y alos invitados si los hubiere, se anuncia la apertura del acto y los pri-meros puntos pactados en el orden del día.

- Buenas tardes, Señorías. Se abre la sesión, (N.º 344, p.10029).- Buenos días, Señorías. Comenzamos la sesión del Plenomonográfico, (N.º 543, p. 15715).

199198

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

SUSTITUCIÓN

ELIPSIS

a) Reiteración léxica

b) Sinonimia relativaRECURRENCIA

c) Uso de hiperónimos

I. Apertura / topicalización

1. Con valor de adición

2. Con valor de continuidad

3. Con valor de orden y distribución del contenido

Enumeración

DistribuciónII. SeguimientoCONECTORES DISCURSIVOS

4. Expresan conformidad

Valor equivalencia

Valor inclusión

Valor causalidad

5. Expresan disconformidad

PROCEDIMIENTOS DE COHESIÓN

PROCEDIMIENTOS DE COHERENCIA

1

2

3

III. Cierre o epílogo

13. En opinión de IgualadaBelchí (2002: 2.592 y ss.)La existencia de normas queregulan todo lo relativo a lasintervenciones de los diputa-dos restringe la libertad de losoradores no sólo para haceruso de la palabra, sino también en el tiempo, la formae incluso el contenido de las mismas.

Page 102: Manual de Retorica Parlamentaria

-Muchas gracias, Señoría. En nombre del Grupo Parla-mentario Socialista, tiene la palabra la señora García Rojaspor un tiempo máximo de diez minutos, (N.º 344, p.10061)

La presidencia, tras agradecer siempre, como hemos dicho, la inter-vención que se haya producido,concede inmediatamente después elturno de réplica. El presidente o la presidenta de la Asamblea anun-cia al resto de los participantes qué diputado tiene en ese momentola palabra, y si la intervención consistirá en una pregunta o una res-puesta, réplica o dúplica mediante las diferentes fórmulas lexicaliza-das que existen para ello:

- Gracias, señora Presidenta. Señor Simancas, tiene la pala-bra en turno de réplica (N.º 495, p. 14226).-Para la formulación de su pregunta, tiene la palabra elseñor Beteta Barreda, (N.º 495, p. 14228).- Gracias, Señoría. Señor Consejero, su turno de contesta-ción, (N.º 495, p. 14237).- Muchas gracias, Señoría. Señor Consejero, su turno dedúplica, (N.º 495, p. 14240).

Si se produjera algún cambio, tendrá que someterlo a votación. Encada nueva propuesta que va a llevarse a cabo, la presidencia inme-diatamente después de su anuncio, siempre pregunta:

-¿Acepta el Pleno de la Asamblea de Madrid la propuesta?(N.º 344, p. 10029).- ¿Acepta el Pleno de la Asamblea de Madrid la designa-ción y modificación propuestas?, (N.º 544, p. 15757).-En primer lugar, esta Presidencia, en los términos previstosen el artículo 106.3 del Reglamento de la Asamblea, propo-ne al Pleno de la Cámara la siguiente alteración del ordendel día:(...) ¿Acepta el Pleno de la Asamblea de Madrid estaalteración en el orden del día? (N.º 564, p. 16445)

Tras la revisión exhaustiva de un año completo asambleario,sabemosque los diputados no tienen por costumbre respetar los tiempos deintervención estipulados en el debate parlamentario, por lo que hayque interrumpirles desde la presidencia o retirarles directamente lapalabra en aplicación del Reglamento (RAM, 133).Se apela a su capa-cidad de síntesis para que no se alarguen en sus parlamentos sinmedida:

- Termine, por favor, (N.º 320, p. 9437).- Le ruego vaya terminando, (N.º 344, p. 10088).- Señor Consejero, vaya finalizando, (N.º 320, p. 9411)

201

- Buenas tardes.Señora Presidenta, señores Consejeros, por-tavoces, Señorías, se abre la sesión con el primer punto delorden del día, correspondiente a las preguntas de contesta-ción oral en pleno, (N.º 471, p. 13553).

Si hay presentes invitados dignos de mencionarse, desde la presi-dencia se tendrá unas palabras para ellos antes de comenzar lasesión:

- (...) quiero dar la bienvenida a los representantes de lasasociaciones de víctimas del terrorismo, a los embaja-dores, a los alcaldes y a la representación de laDelegación del Gobierno que hoy han querido estar pre-sentes en la tribuna de invitados (...), (N.º 367, p.10717).

Y, también, si desgraciadamente están ausentes, la cortesía obliga atener un recuerdo para los que faltan:

- Seguidamente, vamos a guardar dos minutos de silen-cio en homenaje y recuerdo de las víctimas de violenciade género en nuestra Comunidad.Ruego a SS.SS que se pon-gan de pie. (Los señores Diputados, puestos en pie, guardandos minutos de silencio), (N.º 564 , p. 16446 ).

Al término de la sesión, la presidencia tiene distintas fórmulas dedespedida:

- Muchas gracias, Señorías. Se levanta la sesión, (N.º 461,p. 13359).- Gracias, Señorías.Levantamos la sesión, hasta las 17 horasen que está convocado el Pleno ordinario, (N.º 543,p.15747).

El presidente del pleno tiene también que observar el cumplimientode otras normas (D. Igualada, op. cit.), como las tiene también elPresidente del Congreso:

El Presidente del Congreso tiene, entre otras funciones, la dedirigir los debates y llamar al orden y sancionar, retirandola palabra, a quien se aparte de las normas; administra lapalabra e impone silencio.

Veamos algunas de las funciones presidenciales para mantener elorden, encontradas en nuestro corpus:

- Ruego a los invitados que no se estén comportando quedesalojen la tribuna (...) Ruego a los ujieres que desalo-jen todas las tribunas de invitados, (N.º 392, N.º p. 11436).- Por favor, Señorías, guarden silencio, porque el murmulloes muy alto y no se oye a la interviniente, (N.º 544,p.15804).

200

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 103: Manual de Retorica Parlamentaria

usuarios comparten y aplican sobre una base cooperativa. Estasnormas y principios regulan quién tiene la palabra, cuánto puededecir y cómo puede decir lo que quiere decir.

Tanto para los estudiosos del lenguaje como para los propios políticosy hasta para los ciudadanos,es fundamental conocer cómo se debate:

- Tenga usted la más absoluta seguridad de que siempreque yo debata con usted lo haré con la mayor cordiali-dad y cortesía, porque es sin duda lo que usted se merece,(N.º 367, p. 10767).- Pediría (...) que me dejen hacer uso de mi libre derecho apoder expresarme en este Parlamento, si no les importa,(N.º 320, p. 9363).

Aunque parece que a veces se pierde, la cortesía es un tema que pre-ocupa a los parlamentarios.Veamos según los testimonios de los dia-rios de sesiones cómo se reflexiona sobre este concepto y sus prin-cipales formas de manifestarse:

- Señor Navarro, guarde la cortesía parlamentaria debidaa esta Cámara, y vaya finalizando, por favor, (N.º 320, p.9367).- Señoría, esas palabras contradicen la cortesía, y, portanto, les ruego a las señoras taquígrafas que las retiren delDiario de Sesiones. (N.º 330, p. 9690).- (...) si no me dirijo a usted, no es por descortesía parla-mentaria (...), (N.º 357, p.10470).- (...) perdón por la descortesía (...), (N.º 405, 11775).

Los clásicos decían que “la forma es el fondo”.La Asamblea de Madrides el lugar donde trabajan los representantes de todos los madrile-ños,por tanto se les debe exigir que su comportamiento sea siemprecorrecto, tanto en sus actitudes corporales (que no son tema de esteManual) como en sus manifestaciones orales. Si se tiene razón, sedemuestra con argumentos contundentes, pero si se pierden las for-mas, se pierde la razón.Y también se falta a la cortesía cuando nues-tro discurso es farragoso,complicado de entender y se excede el ora-dor en el tiempo reglamentario que le corresponde.La claridad ha deser también un rasgo de la cortesía del parlamentario.

En el diálogo de la comunicación política puede estudiarse, tambiénen este mismo nivel pragmático, la función relevante de los atenuan-tes conversacionales. Los parlamentarios están obligados por las nor-mas de cortesía más elementales a atenuar el decir y lo dicho en susintervenciones.

203

-Señor Diputado, lo siento, pero tengo que retirarle lapalabra. (Aplausos), (N.º 551, p. 15989).

Los diputados cuando interrumpen el turno de palabra de otros par-lamentarios, incurren en una descortesía. Esta descortesía puedeproducirse por faltar al debido silencio de respeto mientras transcu-rren las otras intervenciones y también por no responder estrictamen-te a lo que se les pregunta,entre otros casos.En definitiva,exhibiendopúblicamente conductas que contravienen las formas estratégicas esta-blecidas en la cooperación conversacional,cuando no causando alte-raciones en el orden público.En todos estos casos,la presidencia tienela obligación de reconvenirles de su conducta descortés en aplica-ción del Reglamento (RAM, 112.5,135-138):

- Señora Fernández, le ruego se comporte, (N.º 320,p.9363)- Señor Suárez Machota, respete la cortesía parlamen-taria, (N.º 344, p. 1003)

También la Presidencia tiene la obligación reglamentaria de la “llama-da a la cuestión”(RAM,112.5 y 134):

- Señor Martín Vasco, aténgase a la cuestión, (N.º 344,p.10098)- Señoría, escuche usted, por favor. Si antes no he permitidoque fuera por ese camino la interviniente del PartidoPopular, a usted tampoco se lo voy a permitir. Entre en lacuestión. (N.º 330, p. 9668).

En los puntos anteriores del presente trabajo,hemos venido haciendosintaxis y semántica, complementarias de nuestro análisis del discur-so parlamentario,pero lo principal es hacer pragmática. La pragmáti-ca,según Van Dijk,es una parte del análisis del discurso que estudia engeneral el uso del lenguaje como acción dentro de un contexto socio-cultural. La cuestión pragmática resulta esencial ya que es imposibleprocesar cualquier tipo de información faltando el contexto14.

Ahora bien, una proposición tiene que ser pragmáticamente acepta-ble, del mismo modo que hemos ido viendo cómo las oraciones erasintácticamente correctas o incorrectas.A este respecto,Robin Lakoff(1998:265) propone dos reglas básicas15:

sea claro y sea cortés.

En la conversación parlamentaria rige, o debería, lo que Urrutia yMiranda (2003:26) establecen para la conversación en general comola expresión más prototípica de la interacción social está altamen-te estructurada y regulada por normas y principios que todos los

202

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

14. Esta es la opinión de LópezEire y De Santiago Guervós

(2000:8)(...) la información pura y

objetiva aislada del contextosocial no existe, puesto que las

palabras serían signos improcesables sin un contextoy porque además resulta que

toda información es indiscutiblemente fruto

de una previa selección.

15. Estas dos reglas, segúnUrrutia y Miranda (2003:62, 63)

combinan lo estrictamenteconversacional a un nivel de

intercambio eficiente de infor-mación; sea claro, y la otra,

inmersa en el área de la pragmática atendiendo a la

dimensión social; sea cortés. Laprimera nos evoca uno de los

principios cooperativos deGrice y la segunda implica el

comportamiento interpersonaly social en el intercambio

comunicativo (...) La cortesíaes un modo de comporta-

miento humano regido por determinados principios de

racionalidad para mantener elorden social y la armoniosa

relación entre los miembros deuna sociedad. El principiolatente es “no hagas a los

demás lo que no te gustaríaque te hicieran a ti”, o “di a los

demás lo que te gustaría quete dijeran a ti” (...) La cortesía

es una conducta adquirida.

Page 104: Manual de Retorica Parlamentaria

- Señor Cuenca, le ruego silencio, (N.º 437, p. 12591).- ¿Considera suficiente la oferta pública de plazas deeducación infantil?, (N.º 437, p. 12586).- Espero que esto no le cueste a usted el puesto, (N.º 437,p. 12589).- Algunas cuestiones creo yo que tienen que quedar cla-ras, (N.º 437, p. 12587).

� 2) Atenuación pragmática por modificaciones “al mar-gen” (modalizadores del acto de habla):

- Es verdad que en el proceso de selección se produjerondos peticiones (...), (N.º 437, p. 12593).- (...) guarderías aparca niños que a lo mejor a su par-tido le gustan más (...), (N.º 437, p. 12586).

� 3) Atenuación pragmática por elipsis de la “conclu-sión” (por ejemplo, elipsis de la exhortación o exhortaciónindirecta):

- ¿Para qué pide la palabra, señor Marín?, (N.º 418, p.12065).- Señora Presidenta, para explicación de voto, (N.º418, p. 12065). [Señora Presidenta, pido la palabrapara explicación de voto]- Dispone de cinco minutos, Señoría, (N.º 418, p. 12065).- Gracias, señora Presidenta, (N.º 418,p.12065). [Gra-cias, por concederme la palabra, señora Presidenta]

La elipsis consiste en la omisión de los verbos y sus com-plementos en las respuestas.

ATENUACIÓN DIALÓGICA:

Se atenúa el desacuerdo o disconformidad con el interlocutor.-Realmente, Señorías, a mí me parece que los festivos enMadrid son perfectamente previsibles, (N.º 437,p.12590)- Me parece sorprendente que usted diga que Telemadrides una televisión manipuladora (...), (N.º 418,p.12070).- (...) un argumento que a mí me parece grotesco (...),(N.º 437, p. 12591).- (...) nos parece que está suficientemente cubierto, (N.º437, p. 12586).

Todas las fórmulas que propician que el debate transcurra porderroteros en los que la educación y la cortesía estén por enci-

2

205

Se trata principalmente de tres tipos de atenuaciones: la atenua-ción pragmática, la semántica y la dialógica. En la primera deellas, se opera afectando al nivel de la enunciación: el decir, la fuerzaelocutiva de un acto o el papel de los participantes de la enuncia-ción; en la segunda, la atenuación afecta al nivel del enunciado: lodicho,el contenido proposicional y conceptual;y,en la tercera, la dia-lógica, se mitiga el desacuerdo o disconformidad con el interlocutor.Esto puede apreciarse mejor con algunos ejemplos del corpus:

ATENUACIÓN PRAGMÁTICA:

Se atenúa la fuerza ilocutiva de un acto

� 1) Atenuación pragmática performativa

Por modificación del verbo performativo:- Quería aprovechar esta pregunta para informar cómoestá yendo la economía madrileña en lo que va de año,(N.º 437, p. 12599).- Ante estos buenos resultados, nuestra región no quiereolvidar que pertenecemos a un todo (...), (N.º 437, p.12599).- Señorías, queríamos saber qué opinión le merecen lasactuaciones del señor Director (...), (N.º 418, p. 12069).- (...) queremos transmitir a la ciudadanía madrileñael mensaje de que toda persona que viene a nuestraComunidad (...), (N.º 437, pp. 12585 y 12586).- (...) la invitamos, señora Aguirre, a que lidere un cam-bio sustantivo de orientación en el desarrollo deTelemadrid (...), (N.º 418, p. 12070).- Además de eso, quiero decirle, Señoría, que se estánrealizando experiencias piloto (...), (N.º 437, p. 12602).

Por la acción atenuadora de dicho verbo:- (...) y yo creo que no debería decir usted ahora que lastransferencias son insuficientes (...), (N.º 437, p. 12587).- Yo creo que eso sería muy importante, (N.º 437,p.12589).- Segunda cuestión que creo que debo aclararle (...),(N.º 437, p. 12587).- Yo espero que la señora Álvarez tenga para el año2006 mejores ideas (...), (N.º 437, p. 12598).- Ustedes tienen obsesión por el señor Soriano y creoque esa obsesión se la deben tratar con un especialista(...), (N.º 418, p. 12071).

1

204

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 105: Manual de Retorica Parlamentaria

vieran terminado, si lo tuvieran hecho, no estarían pasandocosas como las que están pasando, (N.º 367, p. 10720).

Falsa cortesía:- Permítame decirle que le gusta a usted jugar a muchascosas a la vez, (N.º 551, p. 15962).

Expresión impersonal que amortigua la imputación delemisor:

- Hay que ver lo que les gusta a estos liberales el presu-puesto público, (N.º 551, p. 15970).

Pregunta retórica descalificadora:- ¿No les da vergüenza?, (N.º 564, p. 16453).

Adjetivo descalificador:- ¡Mentirosa! , (N.º 482, p. 13890).

Negación de lo dicho y acusación:- No es verdad, miente, (N.º 471, p. 13557).

Descalificación:- Es una vergüenza, (N.º 448, p. 12907).

Acusación:- Está mintiendo, (N.º 461, p. 13324).

Imputaciones reiteradas:- (...) el señor Fermosel le decía al Grupo Socialista desde estatribuna –se lo decía y, además, se lo demostraba- que uste-des mienten, manipulan y engañan (...) la única políticaque usted maneja, señor Fernández, es precisamente la de lafalsedad y la demagogia (...), (Nº 471, p. 13612).

Manifestación expresiva intensificadora aunque formal-mente inapropiada en el contexto de la sesión parlamen-taria:

- ¡Manda carallo!, (N.º 564, p. 16491).

Los autores de este Manual hemos presenciado algunos debates dela Asamblea y hemos podido advertir muestras de descortesía queafectan a los dos aspectos que traspasan los límites de la propiaInstitución: el de las actitudes personales y el de los discursos de losdiputados. Posturas como leer un periódico, trabajar con el ordena-

207

ma de las legítimas diferencias ideológicas son recursos que redun-dan siempre en beneficio de quienes los emplean. Por muy duroque sea el fondo del debate, los ciudadanos apreciarán que losmodales educados eviten que se añada crispación a lo quedebe ser mera confrontación (en su sentido original de “cote-jo” y no en el de “enfrentamiento” que le ha dado el mal uso).Y no es lo mismo utilizar una expresión como “es evidente” queotra como “a mí me parece”; una vez más, debemos calibrar elefecto que puede producir en nuestros receptores la elecciónde un discurso sin atenuación, como indica el vocablo “eviden-te” o con atenuación, que recorta lo suficiente la generalidadde nuestra observación.

Aunque en esta última ejemplificación del corpus se haya visto unamplio uso de la cortesía parlamentaria, también pueden producirserupturas sorprendentes de la cortesía en la lengua de la comunica-ción política.

El diálogo parlamentario es un acto social que destaca por la signifi-cativa exquisitez con que comienzan y concluyen generalmente lasdistintas intervenciones de los políticos. Nótese que más arriba nohemos dicho cómo transcurren, ya que en muchas ocasiones se faltaa la cortesía parlamentaria.

Veamos algunas de estas manifestaciones que se realizan con elempleo de recursos intensificadores negativos al servicio de la desca-lificación del interlocutor.Algunos de ellos, los que están entre parén-tesis y en cursiva, se corresponden con intervenciones que han inte-rrumpido el turno de otro orador, añadiendo a la descortesía semán-tica la descortesía dialógica:

Orden expresada sin atenuación en el modo verbal impera-tivo:

- (...) ¡Modernícese, señor Marín, porque si no, no va a con-seguir votos! (...), (N.º 564, p. 16448).- (...) descuenten la puñetera cuota (...), (N.º 471,p.13628).

Acusación directa sin atenuante ni presunción de inocen-cia:

- (...) saquean el patrimonio del suelo público con la com-plicidad de los ayuntamientos (...), (N.º 344, p. 10032).

Imputación directa sin atenuación:-Ustedes no tienen terminado ese plan, porque si lo tu-

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ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

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- Señor Beteta, ¿en base a [sic] qué artículo solicita la pala-bra?, (N.º 418, p. 12067).- Sí, señora Presidenta, por el artículo 128.1., (N.º 418, p.12067).- Tiene la palabra, Señoría, por cinco minutos, (N.º 418, p.12067).- Muchas gracias, señora Presidenta, (N.º 418, p. 12067).

Es de Perogrullo el aserto de que los diputados deben conocer elReglamento de la Asamblea que rige sus actuaciones.Ateniéndonos,aunque de forma menos solemne,a la máxima jurídica “dura lex, sedlex”, el Reglamento es el que es,nos guste más o menos,o pensemosque no es el adecuado para el funcionamiento de la Asamblea. Porello, los parlamentarios deben saber en todo momento lo que les per-mite o no el Reglamento y no dar la sensación de una ignorancia cul-pable o de tratar de efectuar un acto parlamentario de imposible rea-lización, porque el reglamento no lo permite. Cuando esto ocurre, eldiputado puede llegar a ponerse en ridículo o puede dar la sensaciónde que quiere cometer una chiquillada por cabezonería.

En otros casos,el éxito del diálogo se logra reparando un error u ol-vido:

- Perdone, señor Trabado, me había olvidado de usted.Tienela palabra, (N.º 424, p. 12269).- Gracias, señora Presidenta; está disculpada.Usted es la quemodera el debate, (N.º 424, p. 12269).

Reconocer los errores propios, y ponerles el remedio inmediato,siempre será percibido por los ciudadanos como una muestra deseriedad, honradez y tolerancia, porque errar es humano.

Además,el aspecto físico de los interlocutores y las características desu voz (tono empleado: agresivo, agrio, cordial, etc.) no son ajenos aléxito o al fracaso de la comunicación.No se olvide que,en última ins-tancia, lo que analizamos son los papeles interpretados por los acto-res políticos en su actuación en el escenario de la Asamblea deMadrid16.

Comprobemos con qué celo observan los oradores la preceptiva deldecoro en los ejemplos del corpus siguientes:

- (...) estoy seguro de que con los años nos traerá a estaAsamblea un atuendo menos espectacular que con el queha entrado aquí, pero no hablemos de atuendos. (Risas).Vayamos al tema de la cuestión, (N.º 367, p. 10725).

209

dor portátil, estar recostados en el escaño, hablar sin recato con otromiembro de su grupo…, mientras un orador está en la tribuna ointerviniendo desde su escaño, causan una sensación muy negativaen la tribuna de invitados y, si se está transmitiendo por televisión,enquienes están en ese momento ante el televisor.Si a estas posturas sele añaden la descortesía semántica y la descortesía analógica, elespectáculo es francamente desagradable. El insulto, la expresiónsoez, las acusaciones sin pruebas son un camino muy peligroso y par-ticipan en un alto porcentaje en la falta de interés que despiertan lasactuaciones de la Asamblea de Madrid entre los ciudadanos de estaComunidad. Si antes decíamos, parafraseando a los clásicos, que “laforma es el fondo”, demos la vuelta al argumento y digamos ahoraque, también, “el fondo es la forma”.

Fuera de los aspectos pragmáticos de la cortesía en la interacciónparlamentaria, el peso del formalismo ceremonial del reglamentohace que la posibilidad de comunicación fracase o tenga éxito.Veamos algunos ejemplos:

� Ejemplo 1.º: Estrategia comunicativa con resultado de fracaso:

- (La señora Martínez Herrando pide la palabra), (N.º 437, p.12594).- Señoría, ¿en base a [sic] qué artículo solicita la palabra?,(N.º 437, p. 12594).- No sé por qué artículo.Solamente quiero entregar a la Mesael Informe del Defensor del Pueblo.- Lo lamento, Señoría. Si no conoce el artículo, no puedosaber si tiene derecho a intervenir, (N.º 437, p. 12594).- Quiero hacer entrega del informe, (N.º 437, p. 12594).- Señoría, lo lamento, pero no es el momento el Pleno paraformular esta cuestión, (N.º 437, p. 12594).- Sí, es el momento, señora Presidenta, (N.º 437, p. 12594).- Le ruego que se siente, (N.º 437, p. 12594).- Es el momento, señora Presidenta.Quiero hacer entrega deeste informe, (N.º 437, p. 12594).- Señoría, si no sabe por qué artículo solicita la palabra, lolamento, pero no puedo decidir si tiene derecho a ello. Leruego guarde silencio, Señoría.Continuamos con la siguien-te pregunta del orden del día, (N.º 437, p. 12594).

� Ejemplo 2.º: Estrategia comunicativa con resultado de éxito:

- (El señor Beteta Barreda pide la palabra), (N.º 418,p.12067).

208

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

16. En este sentido, cabe incluirel atinado punto de vista deLópez Eire y De SantiagoGuervós (2000:13, 14), quienesse hacen eco de Quintiliano deCalahorra, recogiendo las pala-bras de éste referidas a la obser-vancia del porte y aspecto físicoque luzca el político, así comotambién su forma de hablar, sumanera de comportarse ysu bien medido empleo de unvocabulario y de una sintaxisapropiadas a lo que las masasesperan que sea el lenguaje deun líder político <<carismáti-co>>, su disimulada exhibi-ción a través de la palabra deun carácter atractivo, su con-trol de gestos y visajes, y, ensuma, su esmerada ejecuciónteatral del acto de habla retóri-co que es su discurso político(...) cuidar del traje y el vestirde una manera viril y elegan-te, sin rebuscamiento ni negli-gencia; modular la voz y domi-nar su tono en cada ocasión,pues éste ha de ser adecuadoal asunto del que se esté tra-tando, y, además, claro paraque no se confunda al oradorcon un individuo rústico y sinformación, y adornado sin lle-gar por exceso a los primoresdel canto; y prestar atención alos gestos y los ademanes parahablar con todo el cuerpo, quees una maravillosa e infalibleestrategia para producir en losoyentes la impresión de espon-taneidad que le proporciona-ría la deseada credibilidad.

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En conclusión, después del estudio exhaustivo de un ejercicio políti-co completo en la Asamblea de Madrid, hemos adquirido un conoci-miento mayor sobre el uso del lenguaje político oral. Desde el nivelpragmático,podemos lamentar que la cortesía de la lengua en la comu-nicación política está,en general,restringida en su uso a los premárge-nes y postmárgenes textuales. Lo que sin duda determina el tono enque se producen los debates.Si la cortesía aparece alguna vez en el núcleode la intervención,a menudo será con un matiz irónico que la desvir-túe como estricta cortesía.La práctica social de la cortesía en la Asam-blea se reduce a fórmulas lexicalizadas,automatizadas por la costumbreque implican todos los ritos ceremoniales. En este acto de la palabraen democracia, las marcas de la cortesía en el discurso parlamentariosólo son percibidas claramente a la hora de dar comienzo a la sesión,a la de concluirla,cuando toma o deja la palabra un diputado,esto es,al principio y al final de las intervenciones.El vocativo de respeto másempleado es el de <<Señoría>>, aunque también es costumbre men-cionar el cargo público desempeñado:presidente,ministro,secretario,etc.,que puede ir acompañado o no del título de <<señor>>:

- (...) tengo que decirle, señor Consejero, que seguimos con-vencidos de que sería útil y necesaria, (N.º 564, p. 16486).

Volvemos a hacer hincapié en la cuestión de los modales plasmadosen las fórmulas de cortesía: los diputados de la Asamblea de Madridtienen todos como misión defender su ideología y defender los pro-gramas de sus respectivos partidos, pero, más allá de esta primeraobligación, está el interés de todos los madrileños, les hayan votadoo no.Y, desde esta ética ejemplar, que a todos les concierne, siemprees preferible emplear los buenos modales, en el lenguaje corporal yen el verbal, que están al alcance de todos.

En la comunicación política, predomina el lenguaje genérico en elsentido meramente informativo y expositivo, más que argumentati-vo: no tratan de convencerse sino de expresar mutuamente su doc-trina.Con esto último no puede restituirse el lenguaje político al altarde los géneros literarios, donde lo tenían ubicados los griegos.Tampoco este lenguaje, por lo dicho, está concebido en general paraargumentar sin prejuicios, ya que la mayoría de los temas y asuntosvienen determinados por la realidad externa que les afecta y condi-ciona a todos y a cada uno de los partidos.

Entre los recursos principales de los que se valen los políticos, en suestrategia de comunicación,y a la que conduce esta forma de emple-ar el lenguaje común en la comunicación política, se han señaladocomo principales:

211

Este es el típico argumento “ad hominem”, del que hablábamos másarriba, que debe evitarse a toda costa. Si su atuendo no falta al deco-ro parlamentario, es improcedente su calificación o su crítica.

- Habla del tono; mi tono generalmente suele ser, comosiempre, un tono educado, un tono firme, porque estoyconvencido, como mis compañeros y compañeras de nues-tros principios, y defendemos nuestros principios, (N.º 543,p.15727).- (...) he de decir a SS.SS.que tengan cuidado con estas acti-tudes vociferantes que se han observado hace unmomento porque a lo mejor el Fiscal General del Estadoconsidera que SS.SS son sospechosas de haber cometidodelito. ¡Tengan cuidado! ¡Son actitudes vociferantes!, (N.º482, p. 13891).

Después del análisis anterior, queda claro que el lenguaje políticoprocede de lo que puede entenderse por <<el lenguaje comunicati-vo corriente>>,que es unitario y de él derivan otros muchos lengua-jes, cada uno con su terminología específica. Uno de ellos es el len-guaje político o <<lenguaje de la política>>. Georg Klaus (1979:35)aclara que <<sólo determinando correctamente la naturaleza de lapolítica pueden captarse los aspectos específicos de su lenguaje>>.Su naturaleza y su objeto. Cuanto mayor sea nuestro conocimientocientífico del mundo y sus disciplinas, concebiremos con mayoramplitud el verdadero significado del discurso político.

Los especialistas cuyas obras hemos consultado coinciden todos enadmitir que exclusivamente con análisis semióticos no se alcanza talpropósito. En este sentido, es recomendable que ellos mismos, lospropios políticos, sean quienes nos aclaren en última instancia quéobjeto tiene su apasionante actividad. Ellos deben ser quienes defi-nan en lo posible, con un discurso unívoco, cuál es el modelo desociedad que buscan para que los ciudadanos manifiesten su confor-midad o disconformidad en relación con la moral del discurso y laacción política concreta:

- (...) realmente lo que a ustedes les interesa es unaAdministración desarticulada que no interfiera en los inte-reses económicos de promotores y constructores (...), (N.º461, p. 13323).-“¿No desarrolla usted de una vez la Ley 1/2002 porque elCuerpo de Agentes Forestales, con sus competencias legales,les resulta incómodo para los intereses urbanísticos?”, (N.º461, p. 13325).

210

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

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No obstante, al ser el receptor del mensaje quien otorga la significa-ción de éste, el lenguaje no verbal está caracterizado por una mayorcredibilidad, ya que el individuo tiende a confiar en aquellos aspec-tos dotados, en principio, de mayor espontaneidad. En suma, es másfácil mentir con la palabra, plenamente estudiada y preparada en lamayoría de las ocasiones,que con la entonación o el gesto, supuesta-mente más espontáneo y personal, al menos en la percepción cons-ciente o no de los receptores.

Es esta credibilidad de la comunicación no verbal la que la dota de granimportancia en el debate político,ya que puede colaborar tanto en lareafirmación del mensaje como en su debilitación.Señales contradic-torias o de debilidad en las propias convicciones dificultan el posibleimpacto de un discurso,por bien construido que esté.

Sabedores de la importancia de la comunicación no verbal, los dipu-tados adoptan soluciones que permiten reafirmar su posición. Eneste sentido, encontramos elementos de lenguaje no verbal “adapta-bles”, como la presencia física y la vestimenta. En este sentido, losdiputados de la Asamblea de Madrid acuden con vestuario formal,como corresponde a la solemnidad de la situación, pero con un atil-damiento dispar en función de la formación política a la que perte-necen.

A su vez, es sabido que determinados aspectos de la comunicaciónno verbal (gestos, posturas, soltura en el discurso, entonación) pue-den ser “adiestrables”mediante un entrenamiento específico (telege-nia, logopedia, etc.). En estos casos, la Asamblea puede servir tantocomo lugar de enfrentamiento dialéctico de parlamentarios experi-mentados, como de centro de adiestramiento y evaluación de políti-cos noveles.

El lenguaje no verbal, en el entorno de los parlamentos, proporcionaun matiz respecto de otras circunstancias comunicativas que se rela-ciona con los distintos planos que intervienen en la comunicación:

En la actividad parlamentaria contamos con un emisorprincipal (el orador en uso de la palabra), pero tambiéncon los oyentes (líder político, aludido, experto en lamateria); aun cuando no estén en el uso de la palabra,emiten, mediante un sistema de comunicación no verbal,señales que a su vez pueden ser percibidas por múltiplesreceptores.

213

el no atenerse en las respuestas a lo que estrictamente se les pregun-ta u objeta,y el alboroto público como recurso de silenciar al que hace uso dela palabra por el procedimiento de introducir ruido en la comunica-ción:ovaciones,zapatazos,aplausos,jaleos,etc.

Pero el recurso más elaborado dentro de esta estrategia de subterfu-gios con idea de desviarse del tema, es la de responder en lenguajetropológico o figurado a las preguntas u objeciones.

Ni afirmamos ni desmentimos el tópico de que todos los políticosdicen lo mismo, pero, tras este análisis exhaustivo, tenemos elemen-tos suficientes para reivindicar a Ricardo Gullón (1986:3) en su afir-mación de que los políticos <<discrepantes en el fondo —en loenunciado — coinciden, con variedad de matices, en la manera detransmitirlo>>.

Atender a la cuestión pragmalingüística es culminar la aprehensióndel sentido impletivo,esto es, la finalidad comunicativa específica deldiscurso político17.

6. Recursos del lenguaje no verbal

Usualmente,“se utiliza el término ‘no verbal’ para describir todos losacontecimientos de la comunicación humana que trascienden de lapalabra dicha o escrita”18.

La palabra, tanto oral como escrita, es el elemento primordial sobreel que gira la acción de la Asamblea. No en vano, como su propionombre indica, la palabra parlamento, en una de sus acepciones, serefiere a “acción de parlamentar”, o sea, hablar. Sin embargo, en todoacto de comunicación presencial mediante el lenguaje oral, intervie-nen distintos elementos que pueden pasar a formar parte del hechodiscursivo incluso con entidad propia.

La comunicación no verbal está referida habitualmente a “señalesa las que se debe atribuir significado y no al proceso de atribucióndel significado”. Esto es, se trata de un tipo de comunicación noformal en la que interviene en mayor grado la propia percepcióndel receptor, y por lo tanto está dotado de una mayor carga de sub-jetividad.

212

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

17. Recordemos lo que el siem-pre combativo Teun van Dijk, en

el prólogo a la obra de IreneVasilachis (1997:15), indicara

acerca de todo cuanto conllevarealizar:

Un verdadero análisis del dis-curso social y político (...) en

primer lugar, requiere una teo-rización acerca del modo enque las estructuras y los gru-pos sociales, las relaciones de

poder y las coacciones organi-zacionales dan forma al dis-

curso y, al propio tiempo, sonconfigurados por éste. En

segundo lugar, es capaz demostrar cómo la dominación yla desigualdad son representa-das, constituidas y reproduci-

das por las diversas formasque asumen los textos orales yescritos en la sociedad. El aná-

lisis crítico del discurso vaincluso más allá: toma una

posición explícita en favor delos grupos dominados, y ofre-

ce instrumentos analíticospara denunciar, exponer y cri-

ticar el discurso de la elite y supoder persuasivo en la cons-trucción del consenso y de la

hegemonía ideológica. Porende, aspira a contribuir a las

condiciones de resistenciasocial y política contra las a

menudo sutiles formas dedominación en las sociedades

contemporáneas.

18. “La comunicación no verbal” Mark L. Knapp.

Ed. Paidos Comunicación.2005

Page 109: Manual de Retorica Parlamentaria

La poca incidencia en la opinión pública del día a día parlamentario,implica también que sólo aspectos muy llamativos de la comunica-ción no verbal terminen trascendiendo. El escaso coste político-elec-toral de la comunicación no verbal en los parlamentos legislativosfavorece las conductas que, en otras condiciones, el electoradopodría juzgar como inapropiadas.

Sin embargo,no debe desdeñarse la importancia de la comunicaciónno verbal para fortalecer el mensaje político, y así aumentar el inte-rés y la estima de los ciudadanos por sus instituciones.Tampoco debesoslayarse la posibilidad de corregirla y utilizarla de manera eficazmediante soluciones prácticas y accesibles de adiestramiento.

Con ello,se facilitaría la mejora de la imagen de la Asamblea y la cohe-rencia, eficacia y comprensión de la actividad de sus miembros.

215

Al igual que sucede con la comunicación verbal, en la noverbal se habla tanto al interlocutor o interlocutores pre-sentes en la cámara, como al conjunto de ciudadanos yelectores (bien presencialmente, bien retransmitido porlos medios).

Lo anterior implica distintos planos de comunicación que interactú-an: tanto emisores como receptores procuran,de manera conscienteo no, comunicarse con el entorno (otros parlamentarios, prensa yelectores), ya con el código verbal o con los no verbales.

En ocasiones, la comunicación no verbal es la única vía de participa-ción. Pese a que la Asamblea está diseñada físicamente para la parti-cipación colectiva,se facilita a su vez la comunicación individual caraa cara.Sin perjuicio de lo anterior, los diputados que no participan enese momento en el diálogo pueden exhibir comportamientos queindiquen desinterés (conversaciones paralelas, utilización de teléfo-no u ordenador personal, entradas y salidas de la Cámara, etc.).

No obstante, en momentos de especial intensidad, como ya se haanticipado, hay expresiones colectivas (pataleos, ovaciones, abu-cheos,etc.) que sirven para apoyar o sabotear determinadas interven-ciones.

Con todo, la comunicación no verbal requiere una participación másactiva por parte del receptor,no ya para la interpretación de las seña-les, sino incluso para su propia percepción.

Obviamente, para poder percibir los signos no verbales, es precisoestar presente en la situación comunicativa en que se producen.Así,la comunicación no verbal no se percibe, al menos no directamente,mediante la prensa (excepto en casos de trifulca excesiva y, en todocaso, llega mediatizada por la crónica),ni por la radio,salvo en el casoconcreto de participación colectiva (como hemos reseñado anterior-mente: risas,abucheos,etc.),o en determinados aspectos de la comu-nicación oral (titubeos, calidad de la dicción, etc.).

Sólo los medios audiovisuales proporcionan elementos de comunica-ción no verbal directos con el filtro mínimo de la selección de esce-nas para emitir. Pero éstos sólo transmiten los principales debatespolíticos o aquellos que se producen en condiciones excepcionales,por lo que las ocasiones en que el elector puede percatarse de lacomunicación no verbal en la Asamblea son escasas.

214

ANEXO 2Recursos retóricos

ANEXO 2Recursos retóricos

Page 110: Manual de Retorica Parlamentaria

bronco (80%) frente a sus respectivos opuestos sencillo, ingeniosoy amable.

Con todo,debemos señalar que el hecho de que el discurso parlamen-tario se perciba mayoritariamente como técnico y complicado no esun valor negativo en sí, ya que parte de la ciudadanía entiende quelas materias debatidas implican la utilización de un lenguaje no nece-sariamente asequible a todos.Antes al contrario,en algunos casos sejuzgaba que la utilización de un lenguaje excesivamente coloquial res-taba altura y dimensión al debate,perjudicándolo al final.Con todo,la mayoría del electorado juzga positivo los esfuerzos por utilizar unlenguaje lo más fácilmente comprensible sin caer en la vulgaridad.

No sucede lo mismo con aquellos conceptos más vinculados a la acti-tud personal (bronco, vulgar), que a las materias tratadas.Y que seconstituyen, por tanto, en percepciones negativas del lenguaje parla-mentario cuando se hacen patentes.

Debemos destacar, no obstante, que para casi la cuarta parte de losciudadanos, la actividad parlamentaria se produce en un entornoeducado, como corresponde a la importancia de la institución.Así ytodo,para casi el 75% de los ciudadanos, el lenguaje utilizado por losparlamentarios es también carente de formas (“maleducado”) en tér-minos generales.

En suma, la percepción del lenguaje que se emplea en los parlamen-tos está marcado por una serie de connotaciones negativas que, sibien en algunos casos puede entenderse y justificarse,en general dis-tancian al gran público de la actividad de su cámara legislativa.

Como consecuencia de esta percepción ciudadana del lenguajeempleado en los parlamentos, el grado de interés con que se siguenlas distintas actividades de la Asamblea es dispar:

El Pleno de Investidura y los debates sobre el Estadode la Región son los dos momentos políticos en que laAsamblea de Madrid acapara mayor atención, ya queel 6% de los ciudadanos dice seguirlos con muchointerés y hasta el 14% afirma que los siguen con bas-tante interés.

De forma análoga, si bien sólo el 2% dice seguir conmucho interés las comparecencias del Gobierno, hasta el18% de los electores les presta bastante atención.

216 217

El lenguaje parlamentario está marcado por una doble dimensión ine-ludible en su evaluación general.De esta forma,el lenguaje parlamen-tario tiene por marco y objeto fundamental facilitar el debate entor-no a todas aquellas cuestiones relativas a la res pública,pero a su vezdebe de poder comunicar y transmitir adecuadamente las ideas fun-damentales de dicho debate a la ciudadanía.

Se trata de dos planos comunicativos en ocasiones opuestos porquela especialización de las materias tratadas dificultan su comprensiónpara el gran público, mientras que, a la inversa, un discurso excesiva-mente centrado en la comunicación pública puede hacerle perder sucarácter parlamentario.

Por ello, una valoración integral del lenguaje en el entorno del dis-curso parlamentario no puede substraerse de su profunda relacióncon la comunicación hacia la ciudadanía de ideas, postulados, pro-puestas, etc. En este sentido, la reciente investigación realizada porel Instituto de Investigaciones Sociológicas (INSIGHT) para esteManual, analiza, entre otras cuestiones, la percepción que los ciu-dadanos tienen del lenguaje utilizado por los diputados en la activi-dad parlamentaria.

Dicha investigación,en lo que a la evaluación del lenguaje parlamen-tario se refiere, se basó en mostrar pares de conceptos para que elencuestado escogiera aquel que mejor describiera su percepción dedicho lenguaje.

En este sentido,para casi todos los ciudadanos encuestados en la cita-da investigación, el discurso parlamentario es, fundamentalmente,lento y complicado, frente a sus opuestos dinámico y sencillo.

Los siguientes conceptos vinculados con más frecuencia al lengua-je político son: técnico (90% de los encuestados), vulgar (84%) y

216

Percepción social del lenguaje parlamentario

de la Asamblea de Madrid

ANEXO

ANEXO 3Percepción social

del lenguaje

parlamentario de la

Asamblea de Madrid

Page 111: Manual de Retorica Parlamentaria

Sin embargo, la actividad de estos medios es insuficiente para la con-figuración de un conocimiento cabal y amplio de las competencias yfuncionamiento de las diferentes instituciones legislativas que con-fluyen en Madrid: el Congreso de los Diputados, el Senado y laAsamblea de Madrid.

En el caso de la Asamblea de Madrid, el 72% de los encuestadosafirma conocer poco su funcionamiento y sus competencias.A éstos hay que añadir el 14% que dice no conocer nada de laactividad de la Asamblea.

La tasa de conocimiento de la Asamblea de Madrid entre losmadrileños es sólo de un 14%. Dicho porcentaje, no sólo es bajo,sino que es aún menor que el de aquéllos que conocen el funciona-miento de las Cortes Generales (el 18%20).

219

En situación contraria están los debates y actividadesde carácter más técnico y con temática más específica.Las comisiones y los debates de tramitación legislativa,que sólo son seguidos con bastante interés por el 12%y el 10% de los ciudadanos, respectivamente.

El Debate sobre los Presupuestos Generales de la Comu-nidad de Madrid, marcado por un carácter intermedio,al ser un debate de temática muy técnica pero con unmarcado componente político, tiene a su vez un gradode interés a medio camino entre los dos tipos de deba-tes vistos, y es seguido con cierto interés por el 18% delos ciudadanos.

Este interés desigual por las distintas actividades de la Asamblea tienesu reflejo en la diversa importancia de los medios de comunicaciónempleados por los ciudadanos para mantenerse informados.

En este sentido, los medios de información preferidos por los ciu-dadanos de la Comunidad de Madrid son los predominantementelocales:

En su mayoría, el 58,3% de los madrileños utiliza latelevisión autonómica o local para informarse de aque-llos asuntos relativos a la región.

Además, el 52,1% se informa mediante la lectura de laprensa local (que incluye la gratuita, diseñada con unimportante componente localista).

Le siguen las televisiones de ámbito nacional (50,0%), la prensanacional (43,8%) y, finalmente, la radio (41,7%).

Otros medios de comunicación de carácter informal son mínima-mente empleados por los ciudadanos madrileños. La participaciónen partidos o asociaciones, o el seguimiento de medios telemáticosvía Internet19, como la participación en foros o el seguimiento decuadernos de bitácora, tienen una repercusión todavía reducida en laformación de la opinión pública de Madrid.

De esta forma, la importancia de los medios masivos tradicionalessigue siendo una herramienta fundamental para la transmisión deinformación y la conformación de la opinión pública madrileña.

218

ANEXO 3Percepción social

del lenguaje

parlamentario de la

Asamblea de Madrid

ANEXO 3Percepción social

del lenguaje

parlamentario de la

Asamblea de Madrid

19. Debemos señalar que ladifusión de prensa por la web

se ha incluido en el apartado deprensa tradicional.

20. Un 16% conoce dice conocer bastante el funcionamiento del parlamento, a los que hemos sumado el 2% que dice conocerlo mucho.

Page 112: Manual de Retorica Parlamentaria

GLOSARIO

Acto locutivo -o locucionario- (2.5.3.): el acto de expresar untexto con sentido y referencia

Acto ilocutivo -o ilocucionario- (2.5.3.): la forma de realizar unaacción lingüística convencionalmente asociada al acto locutivo

Acto perlocutivo -o perlocucionario- (2.5.3.): se refiere a los efectosen pensamientos,creencias, sentimientos o acciones del interlocutor(oyente)

Alegoría (Anexo 2): sucesión de metáforas que se prolongan portoda una oración

Anacoluto (4.5.): recurso estilístico en el que la frase se nos presen-ta desprovista de coherencia sintáctica,por adoptar el hablante,en eldesarrollo del discurso, una construcción acorde con su cambio depensamiento mejor que con los usos gramaticales

Análisis del discurso: es un nuevo campo de estudio configuradoen los últimos años con una orientación claramente interdisciplinariagracias a la confluencia de distintas materias principalmente huma-nísticas,que tiene por objeto fijar los procesos de persuasión y deter-minar los sentidos de los discursos en contextos públicos

Argumentación (3.2.4): parte del discurso en la que se produce elverdadero discurso o confirmación, donde debemos concentrar laatención y el interés de nuestro auditorio-(Anexo 1. 2.): es una entidad conceptual abstracta formada por pro-posiciones (lo que se afirma o niega en un enunciado)

Argumentar (Anexo 1.1): actividad intelectual, verbal y social con-sistente en una serie de enunciados cuya finalidad es justificar o refu-tar una opinión para obtener la aprobación de los demás

Argumento (Anexo 1.2): es una entidad lingüística perceptible for-mada por enunciados (oraciones susceptibles de ser verdaderas o fal-sas). Los argumentos pueden ser:

- racionales: se basan en ideas y verdades admitidas y aceptadaspor el conjunto de la sociedad

- de hecho: se basan en pruebas observables- de ejemplificación: se basan en ejemplos concretos

221

ANEXO 1Recursos oratorios

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siste en omitir en el discurso una o varias palabras necesarias parala construcción gramatical y comprensión del texto, pero que porestar consabidas no afectan al mensaje

Elocutio (4.3.2.):operación retórica en la que se produce la conclu-sión del proceso textual que se ha iniciado con la inventio

Estrategia discursiva de contradestinatario (2.2.1.): discursode polémica consistente en un diálogo en términos de réplica ocontradiscurso

Estrategia discursiva de paradestinatario (2.2.1.): discurso depersuasión con la finalidad de captación de prosélitos

Estrategia discursiva de predestinatario (2.2.1.): discurso derefuerzo,dirigido al electorado que nos apoya,para consolidar y man-tener el apoyo de sectores simpatizantes

Exordio -o introducción- (3.2.1.):parte del discurso que consiste enla introducción o puerta de acceso al discurso, son las primeras pala-bras pronunciadas acompañadas de los primeros gestos

Falacias de ambigüedad (Anexo 1.4.3): se dan cuando se usan tér-minos ambiguos,es decir,con más de un sentido o con más de un cri-terio en la argumentación

Falacias inductivas (Anexo 1.4.1): se dan cuando las premisas noresultan pertinentes para probar la conclusión

Falacias de pertinencia (Anexo 1.4.2): son aquellas inferenciasque, por diferentes causas, no proceden

Función ceremonial (Anexo 1.1.4.1.B): el lenguaje es usado cere-monialmente cuando las costumbres y hábitos sociales forman labase del uso del lenguaje y nos ayuda a interactuar.Puede servir pararomper el hielo cuando conocemos a alguien o relacionarnos conalguien en un contexto social

Función directiva (Anexo 1.1.4.1.B):usamos el lenguaje en su fun-ción directiva cuando queremos causar un cambio,como una orden,una petición o una pregunta

Función emotiva (Anexo 1.1.4.1.B): usamos el lenguaje emotiva-mente cuando el hablante expresa sentimientos, emociones o actitu-

223

Glosario- de autoridad: se basan en la opinión de una persona de recono-cido prestigio

- que apelan a los sentimientos del destinatario: con estosargumentos se puede mostrar halago, compasión, amenaza

- deductivos (Anexo 1.3.1): poseen la propiedad de transmitir opreservar la verdad

- no deductivos -o falacias- (Anexo 1.3.2): la conclusión no sesigue necesariamente de las premisas

- inductivos (Anexo 1.3.3): son aquellos en los que se pretendeque la conclusión se siga probablemente de las premisas

Captatio benevolentiae (5.2.2.): se produce cuando el oradorintenta captar la benevolencia, el favor de los oyentes

Coherencia (Anexo 2.4): perfecta conexión de las partes en untodo, una organización estructurada de la información lógico-semán-tica del texto

Cohesión (Anexo 2.4): la relación de significados en la proposicióny en la secuencia de proposiciones, es decir, la relación de accesibili-dad que se logra por medio de lazos formales y semánticos en eltexto

Conectores discursivos (3.3.4.): son las diferentes expresiones lin-güísticas que sirven para enlazar convenientemente las frases y laspartes de un discurso, por ejemplo: por tanto, de esta manera, etc.

Discurso de género deliberativo (1.2.):aquél ante el que el oyen-te ha de tomar decisiones sobre hechos futuros

Discurso de género epidíctico -o demostrativo- (1.2.): aquélante el que el oyente no ha de tomar decisiones

Discurso de género judicial (1.2.): aquél ante el que el oyente hade tomar decisiones sobre hechos pasados

Discurso de investidura (5.2.1.): discurso inicial de quien es can-didato a la Presidencia de la Comunidad

Dispositio (4.2.2.): operación retórica que consiste en la elec-ción y puesta en orden de los argumentos más adecuados para eldiscurso

Elipsis (Anexo 2. 4.3.): es un procedimiento de cohesión que con-

222

Glosario

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Glosariodes, o evoca ciertos sentimientos, emociones o actitudes ante laaudiencia, o ambas cosas

Función informativa (Anexo 1.1.4.1.B): uso del lenguaje paratransmitir información sobre el mundo circundante; es decir, cuandose afirma o niega que algo es, lo hacemos de un modo particular

Función performativa (Anexo 1.1.4.1.B): el lenguaje es utilizadoperformativamente cuando se usa para realizar la acción que se dice(cuando decir es hacer)

Hipérbole (Anexo 2.3.4): figura retórica que consiste en aumentar odisminuir excesivamente aquello de que se habla

Hiperónimo (Anexo 2.4.1): palabra cuyo significado es amplio eincluye al de otras, por ejemplo: profesionales de la medicina es unhiperónimo de médicos, enfermeras, etc.

Inferencia deductiva (Anexo 1.2.1.1):va de lo general a lo particu-lar y es válida si la premisa asegura o garantiza la conclusión

Inferencia inductiva (Anexo 1.3.3.1): va de lo particular a lo ge-neral; generaliza a partir de hechos concretos y de analogías

Intellectio (4.2.1): operación retórica en la que se determina laintencionalidad del discurso, se elige un determinado modelo demundo que constituye la base interpretativa y se diseñan las diferen-tes estrategias operativas

Inventio (4.2.2):operación retórica que se ocupa de buscar las ideasque deben fundamentar toda la construcción textual posterior

Metáfora (Anexo 2. 3.4): figura retórica que consiste en trasladar elsentido recto de las palabras a otro figurado, por ejemplo, llamararma política a la mentira

Narración (3.2.3):parte del discurso cuyo motivo central es expo-ner los hechos

Nivel fonológico (4.3.):plano lingüístico que analiza la pronunciaciónde sonidos y palabras y la entonación de las frases en la lengua oral

Nivel léxico-semántico (4.6.):plano lingüístico que analiza todo loreferente al significado de las palabras

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Glosario Nivel morfológico (4.4.): plano lingüístico que analiza aspectosque atañen principalmente a la diferentes formas que presentan laspalabras en cuanto al género, al número, a los fallos de concordanciade género, número etc.

Nivel sintáctico (4.5.): plano lingüístico que analiza la palabradesde una perspectiva externa, esto es, describiendo sus relacionescon el resto de términos lingüísticos que la rodean en la oración

Operaciones -o estructuras- retóricas fundamentales: Inven-ción, Disposición, Elocución, Memoria,Actuación, Intelección

Oración (Anexo 1. 1.4.): unidad del lenguaje que expresa un pensa-miento completo

Ortología (4.2.4.): arte de pronunciar correctamente y, en sentidomás general, hablar con propiedad

Partes del discurso (3.2): exordio, proposición, narración, argu-mentación, peroración, patética

Patética (3.2.6): parte del discurso en la que se aprecia la expresiónde los sentimientos y emociones

Peroración (3.2.5): parte del discurso en la que se recoge la ideafundamental de la intervención, es decir, la conclusión

Poliacroasis (1.3.): consiste en la recepción e interpretación delos discursos por un conjunto de oyentes caracterizado por supluralidad

Polifonía discursiva (5.1.4.2.): en el debate parlamentario partici-pan diversos emisores y el enunciado contiene versiones diferentesdel mensaje

Pragmática (Anexo 2.5.):parte del Análisis del discurso que estudiaen general el uso del lenguaje como acción dentro de un contexto socio-cultural

Premisa (Anexo 1.2.):proposición a partir de la cual se infiere la con-clusión de un argumento

Probatio -o argumentación positiva- (5.2.1.):técnica argumentativa queconsiste en la defensa de las tesis propias

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O 1Recursos oratorios

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Pronuntiatio -o actuación- (4.2.4.): operación retórica que consisteen la correcta y adecuada recitación del discurso,teniendo en cuentaaspectos como la buena pronunciación,el tono, los gestos,etc.

Proposición :- a) (3.2.2.) parte del discurso que sirve para resumir nuestra intención- b) (Anexo 1.2):es lo que se afirma o niega en un enunciado

Proposición de debate (4.3.1.): problema propiamente dialécticosobre el cual,concretamente,se debate (no confundir con el tema dedebate, más general)

Prosopopeya (Anexo 2.3.4):figura retórica que consiste en la atribu-ción de cualidades de seres animados a inanimados, o cualidadeshumanas a seres animados e inanimados

Recurrencia (Anexo 2. 4.1.): es un procedimiento de cohesión queconsiste en la repetición de un elemento del texto en el discurso

Refutatio -o refutación- (3.2.4.): técnica argumentativa que consisteen desmantelar los razonamientos y tesis del contrario

Retroalimentación (3.3.2.): es aquel sistema capaz de dar y recibirinformación

Secuencias de apertura y de cierre (5.1.3.3.):son las secuencias mar-co de un debate que corresponden,respectivamente,a la primera y ala última intervención del mismo por parte de la Presidencia

Secuencias temáticas (5.1.3.3.):corresponden a los diferentes inter-cambios comunicativos ubicados entre las secuencias marco y concier-nen a distintas áreas de la legislación

Secuencias argumentativas (5.1.3.3.2.): se agrupan en torno a dosactos de habla:argumentar y contra-argumentar

Silogismo (Anexo 1.2.1): forma más común de deducciónSinécdoque (Anexo 2.3.4):figura retórica que consiste en tomar la par-te por el todo,por ejemplo, ladrillo por sector de la construcción

Tesis (Anexo 1.5.6.1):una tesis es una aserción que comporta un avi-so,un propósito de transformar el mundo o de evitar el ya anunciado.En toda argumentación debe haber una tesis u objeto de debate quequeremos refutar o sustentar

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