LOS USOS DEL TERRITORIO EN LA VIPIS

UN DIAGNÓSTICO PARA EL DESARROLLO ECOTURISTICO

Resumen

Analizar las posibilidades que existen en un Espacio Habitado de Alto Valor Ecológico (EHAVE) para proponer el ecoturismo como un tipo de desarrollo sostenible y participativo y como una forma de valorización de la naturaleza y la cultura, requiere de un diagnóstico de los usos ancestrales y contemporáneos que las poblaciones locales hacen en el territorio. En la Vía Parque Isla de Salamanca las prácticas y los saberes de las poblaciones locales y de otros actores involucrados en el manejo del territorio pueden estar relacionadas o ir contraposición con la utilización turística del lugar, es por esta razón que intentamos conocerlas y mirar sus potencialidades culturales, sociales e institucionales, así como, analizar los escenarios de negociación y conflicto a los que se enfrenta un pretendido uso eco turístico del lugar. En este artículo se identifican tres usos del territorio que compiten con el uso turístico: subsistencia, investigación-conservación y explotación económica, cada uno de ellos es descrito y alternativamente relacionado con las actividades turísticas que se presentan en diferentes escenarios del parque natural que también son explicadas al detalle en la última sección del texto.

Palabras claveUsos del territorio; conflictos de uso; uso turístico; comunidades; historia de poblamiento; cultura; actores; eco región; parques naturales; VIPIS

Índice temáticoIntroducción1. Los usuarios del nivel de subsistencia

Historial del poblamiento de la Isla de Salamanca1.1 Los pescadores de la VIPIS1.2 Los agricultores1.3 Las poblaciones fluctuantes

2. Los investigadores3. Los explotadores económicos 4. Los usos turísticos del territorio5. Conclusiones

AutoraKELLY ESCOBAR JIMÉNEZ

ColaboradoresStefanie VannieuwenhoveMoraima CamargoGuy Eric Kouakou

AsesorFrançois Melard –SEED - ULG

En el marco deConvenio De Cooperación Científica Universidad Del Atlántico-Universidad Libre De Bruselas –Universidad de Lieja2003-2006

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La Isla de Salamanca es un monstruo de mil cabezas, Mil brazos que golpean el Mar Caribe

y rozan tímidamente el Gran Río de la Magdalena, Mil pies que se entierran en la superficie de sus espejos de agua,

Aves que la rodean como intentando atar todos sus tentáculos,Milenarios aventureros que la observan con éxtasis y con temor,

Centenares de personas la pueblan, las traducen,La hacen comprensible ante nuestros ojos ignorantes.

Introducción

“El manglar es la casa de los peces” dice un pescador mientras disfruta en compañía de sus amigos de un plato de sopas; es medio día en Cuatro Bocas –uno de los caseríos de la VIPIS- el ambiente de la playa es apacible y terriblemente caluroso, allí solo se escuchan las olas del mar y las voces de los pescadores que me hablan sobre el manglar, me muestran todas sus herramientas de pesca y me ofrecen comer un poco del fruto de su jornada de trabajo, “¡pescado de mar fresco!, nada mejor” sin mucho reflexionar acepto inmediatamente el ofrecimiento, me acomodo en un banquito de madera y la conversación continua larga y amena durante varios cuartos de hora.

Para los pescadores de Cuatro Bocas el día transcurrirá entre charlas, reparaciones a sus artes de pesca, una que otra siesta y tal vez por la noche en nuevos intentos de encontrar otro “pescadito”, al día siguiente uno de ellos regresa a su casa “del otro lado” en Barranquilla con los mejores pescados de todas las jornadas y algo de dinero para la mujer y los hijos.

La pesca es una de las actividades que los habitantes permanentes y fluctuantes1 de la Isla de Salamanca han desarrollado ancestralmente, es una de las formas de utilización del territorio que se traduce en saberes y lógicas de apropiación de los recursos naturales.

En este estudio el manglar es entendido como el elemento por el cual se pueden descubrir las redes de actores que se construyen con la utilización de un recurso natural.

Los actores que intervienen en la dinámica de un espacio natural de conservación son comprendidos como usuarios de los recursos naturales, por consiguiente, cada individuo o grupo de actoresorganizados de manera formal o informal, poseen intereses, saberes y prácticas diferentes en relación al medio ambiente, estos elementos que los diferencian pueden ser complementarios o contradictorios los que genera conflictos de uso.

Con el fin de hacer un balance de los usos del territorio que será objeto de una valorización turística, se hará la clasificación y descripción de los actores de la VIPIS como usuarios del territorio, nuestro interés es COMPRENDER (1) cuáles son los diferentes tipos de actividades que se presentan en el territorio, (2) qué actores realizan estas actividades, (3) si existe comunicación, conflictos y/o formas de negociación entre los diferentes actores, y por último (4) si todo este panorama puede ser coherente con una iniciativa de desarrollo eco-turístico en la Isla de Salamanca.

Estos usos, que son las formas de apropiación y utilización de los recursos naturales en la Vía Parque Isla de Salamanca, –en adelante también llamada VIPIS- los hemos agrupado en cuatro niveles flexibles: la subsistencia, la investigación, la explotación económica.

A demás, tenemos en cuenta el uso turístico que durante la historia del parque se ha manifestado de forma incipiente pero que significa nuestra principal preocupación.

1 Cuando hablamos de habitantes fluctuantes nos referimos a los pobladores de la Isla que utilizan el territorio como lugar de trabajo, vienen de cabeceras municipales cercanas a la VIPIS como Barranquilla, Ciénaga o Sitio Nuevo, para permanecer internos en la Isla durante diferentes períodos de tiempo, practican la explotación de los recursos naturales -principalmente la pesca- y construyen viviendas ocasionales para acampar el tiempo que tarde sus jornadas de trabajo. Los habitantes permanentes por su parte, se dedican a trabajos que implican vigilancia, esfuerzo permanente y el desarrollo de un mayor sentido de pertenencia hacia la tierra, como la horticultura, por ejemplo. Sus viviendas son construidas de forma más resistente y viven y trabajan dentro del complejo cenagoso.

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Sobre el mismo realizaremos una pequeña descripción y alternativamente, se relacionará con los tresniveles mencionados anteriormente, por medio de este ejercicio logramos mesurar las posibilidades de desarrollo del turismo en el parque, teniendo en cuenta los siguientes elementos: Las diferentes practicas de la naturaleza que se desarrollan en la eco región, los conflictos de uso que pueden presentarse entre los diferentes actores y en diversos

contextos, los niveles de comunicación entre los visitantes de la VIPIS y la comunidad local, en fin la situación administrativa, cultural, jurídica a la que se enfrenta el incipiente turismo de la

Isla de Salamanca y a la que puede enfrentarse –ya en mayores proporciones- un proyecto de desarrollo eco-turístico en la eco-región.

A continuación iniciaremos con la descripción de los diferentes usuarios del ecosistema

1. Los usuarios del nivel de subsistencia

Comencemos entonces por los actores ubicados en el nivel de subsistencia, estos son los usuarios locales del ecosistema a quienes atribuimos una organización comunitaria.

La historia de conformación de las comunidades que se observan actualmente en la VIPIS data de mediados de siglo XX, pero existe antes de este tipo de organizaciones un pasado ancestral que puede ser de interés a la hora de describir las prácticas tradicionales de usos del ecosistema, los saberes reapropiados de generación en generación y los conflictos entre usuarios.

Podemos definir las comunidades como grupos de actores locales que por lo general se identifican en relación a la actividad productiva que desarrollan en el ecosistema, las principales características de las comunidades de la VIPIS es su heterogeneidad, la flexibilidad de su conformación y una notabledependencia al medio ambiente.

En las poblaciones de la VIPIS el sentimiento de nosotros puede surgir como una forma de auto-reconocimiento, por ejemplo, en los grupos de pescadores que manifiestan un pasado común en la Ciénaga Grande de Santa Marta y han realizado una migración unísona hacía las ciénagas de Isla de Salamanca.

Este sentimiento de nosotros también puede ser el resultado de la influencia del discurso de los funcionarios del parque quienes en su afán de controlar el flujo migratorio hacia la región reconocen en los actuales usuarios deberes y derechos sobre la explotación y preservación de los recursos naturales del ecosistema.

Historia del poblamiento de la Isla de Salamanca

Según Reichel Dolmatof2 los primeros asentamientos de la Costa Norte de Colombia tuvieron origen en la Isla de Salamanca, fueron asentamientos de indígenas cazadores y recolectores que provenían seguramente de Panamá, Venezuela o el interior del País.

Los nuevos habitantes venían con una tradición de cazadores recolectores pero los yacimientos arqueológicos conocidos como concheros3 son evidencias de que a finales del IV milenio A.C, empiezan aparecer algunas poblaciones acostumbradas al ambiente litoral lacustre.

2 Gerardo Reichel-Dolmatoff ha sido el científico social colombiano más prestigioso en el mundo. Nació en Salzburgo Austria en 1912 y murió en Bogotá en mayo de 1994. Realizó estudios de etnografía, lingüística, etnohistoria y arqueología, en la costa Atlántica desde la Guajira hasta Cartagena y en 1966 inició sus investigaciones en la selva amazónica. Recibió el premio Thomas Huxley del Royal Anthropological Institute de Inglaterra, su obra a penas empieza a ser leída en Colombia. Colombia Indígena, DOLMATOFF, editorial Colina 1998, Bogotá Colombia, p.p. 103 Los concheros son cantidades importantes de desechos de moluscos encontrados en varios sectores de la ecoregión

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Tal sería el caso de Puerto Hormiga, Canapote, Rotinet y Barlovento, localizados en las cercanías de la desembocadura del canal del Dique, en ciénagas adyacentes y en lugares del litoral próximos a la ciudad de Cartagena”.4

A partir de entonces, los pueblos costeños como los que se ubican en La eco-región Ciénaga Grande deSanta Marta, han desarrollado una rica variedad de formas de utilización de los productos del manglar. Uno de los mejores ejemplos constituye la diversidad tecnológica en la pesca artesanal.

La Isla de Salamanca ha tenido siempre un carácter de zona de tránsitos y de encuentros, con el correr de los años en esta eco-región y sus alrededores se han fundado numerosos pueblos de tradición pesquera como Pueblo Viejo y Papare que según los investigadores son pueblos descendientes de las tribus mamalinas, salamancas y mahomas del grupo de Los Caribe.

Los Caribes fueron grupos de indígenas prehispanos, seminómadas, tachados de caníbales y salvaje, que durante el periodo de la conquista cedieron a la espada y a las pestes españolas, de ellos hoy solo se hallan algunos indicios de su existencia y la perenne tradición oral que los prolonga en la memoria de sus descendientes.

Criollos, descendientes de indígenas, esclavos, mestizos, en fin un crisol de colores y culturas pobló la eco-región a lo largo de los siglos XVIII y XIX.

A partir del año 1750 se inicia el repoblamiento de la margen derecha del río Magdalena, con la fundación de Sitio Nuevo, Remolino, Salamina y Cerro de San Antonio –todos estos corregimientos cercanos a la Isla de Salamanca, le aportan actualmente gran número de pobladores constantes y flotantes-

A mediados del siglo XIX luego de las confrontaciones militares de la independencia, son repoblados sitios como Tasajeras, La Isla del Rosario y Palmira. Progresivamente grupos de pescadores provenientes de las riberas del río Magdalena construyeron trojas como campamento temporal de pesca en sitios aledaños a las desembocaduras de los caños y las ciénagas, hasta llegar el momento en que estas construcciones se convierten en asentamientos permanentes en el interior de la Ciénaga Grande de Santa Marta y la Ciénaga de Pajaral, dando lugar a los poblados palafitos de Nueva Venecia, Buena Vista y Bocas de Aracataca.5

La pesca ha sido la actividad milenaria de los pobladores de la región, así lo describe Posada Carbó basándose en las crónicas de viajeros que se aventuraban en el descubrimiento del país:

“Desde la época de la Conquista, cuando Pedro de Heredia observó el mercadeo del camarón seco, la pesca fue una actividad económica de primer orden en la Ciénaga. Siglos más tarde, a su llegada a Pueblo Viejo, Eliseo Reclus describía aquellos "negros e indianos (que) iban y venían por delante de las chozas, ofreciendo su pescado a gritos desaforados" 29 . Años atrás, en la década de 1840, un grupo de pescadores de Sitionuevo, a causa de las inundaciones, los mosquitos, y posiblemente la malaria, decidió establecerse en Nueva Venecia, conformando con Buenavista y las Trojas de Cataca las poblaciones pesqueras permanentes en las mismas entrañas de la Ciénaga. En toda esta región, las técnicas milenarias de la atarraya y el trasmallo servían para la pesca de lisa, chivo, lebranche, mojarra, róbalo y otras especies que, además de abastecer el consumo interno, se expendían en los mercados de Santa Marta y Barranquilla, principalmente. Existían en el litoral otros pueblos de pescadores de cierta importancia, como Taganga, o aquellos que, al igual que Barú, atendían la demanda en Cartagena”6

4 SODEIC 1987, tomado de Carlos Angulo Valdez “Arqueología de la Cienaga Grande de Santa Marta, Bogota: Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales del Banco de La Republica, 1978, 172 Pág.5 Boletín Informativo, PRO- CIÉNAGA, dentro del proyecto de Cooperación Colombo- Alemán para la rehabilitación de la Ciénaga Grande de Santa Marta, diciembre de 19936 POSADA CARBO Eduardo, Entre las olas del Caribe: Los recursos naturales durante el siglo XIX, en Caribe Colombia, Varios Autores, Biblioteca Digital Luís Ángel Arango (http://www.lablaa.org/blaavirtual/geografia/carcol/entolas1.htm)

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Esta arraigada tradición pesquera fue interpretada por muchos de los viajeros –observadores externos-como la razón de la falta de desarrollo agrícola de la región, la obra de Fals Borda se desborda en incontables alusiones sobre el tema que se convierte en una de las figuras que caracteriza su teoría de la Cultura Anfibia, categoría utilizada por el sociólogo para describir la capacidad de adaptación de las poblaciones ribereñas a los ciclos intempestivos de sequías e inundaciones.

Ya en los albores del siglo XX se inicia una intensa explotación de los recursos naturales del ecosistema, especialmente en el área comprendida entre el piedemonte de la Sierra Nevada y la Cienaga Grande de Santa Marta, el cultivo del tabaco, banano, palma Africana, y dentro de la Isla de Salamanca en particular, la construcción de las Salinas en el sector del torno, explotación del manglar para la empresa barranquillera Láminas del Caribe, y la acostumbrada actividad de ganadería extensiva, acompañada delarrendamiento de tierras y de ciénagas.

En este período dada la existencia de la empresa United Fruit Company y la consiguiente valorización económica de la eco-región7, se inició el proyecto de construcción de infraestructuras de comunicación.

Primero fue construido el ferrocarril, acompañado de dispersos, pequeños y numerosos senderos –aún existentes- que comunicaron los poblados con las zonas de producción y embarque de la mercancía, pero interrumpieron el curso del agua entre las ciénagas, los caños, el mar y el principal portador de agua dulce al ecosistema: el Río Magdalena, sueño de los comerciantes que abría ante sus ojos el panorama de la búsqueda de los mercados andinos, ahora contaminado por los desechos que arrojan en el los millones de colombianos que pueblan la región mas densa de todo el territorio nacional.

La historia de la intervención antrópica en la eco-región no se manifestaría de forma contundente hasta la construcción de la Troncal del Caribe, hecho que aceleró el proceso de salinización de los humedales del ecosistema, y de sedimentación de los caños los cuales dejaron de ser el medio usual de transporte de pobladores y embarcaciones cargadas de mercancías, fueron abandonados8 y continuando su acelerado proceso de taponamiento hasta desaparecer en número importante.

Todo este proceso hace parte de una larga lista que enumera las causas de la tragedia ambiental que sufrió la eco-región, con la muerte de aproximadamente 8.000 hectáreas de bosque de manglar.

El bosque de manglar representativo de la eco-región fue el refugio de las poblaciones asentadas en la Isla de Salamanca durante todo este periodo hasta producirse su declaratoria como Parque Nacional Natural en el año 1964 por medio de la resolución número 191 del 31 de agosto del mismo año cuando el INCORA (Instituto Colombiano de Reforma Agraria), aplicando su política conservacionista, arrojó de la Isla a sus antiguos habitantes y despojó a los propietarios de las grandes haciendas de sus derechos a la explotación de los recursos naturales.

Este hecho desencadenó una serie de consecuencias a nivel de los flujos poblacionales y de las actividades de auto-sostenimiento que desarrollaban los pobladores tradicionales de la VIPIS

7“La región Caribe en general no cumplía sólo funciones de tránsito. Costa adentro, las selvas vírgenes observadas en 1882 por Ernest Rothlisberger 3 se abrían para darle paso a los hatos ganaderos y a las incipientes plantaciones, mientras comenzaban a explotarse ya sus recursos madereros” POSADA CARBO Eduardo, Entre las olas del Caribe: Los recursos naturales durante el siglo XIX, en Caribe Colombia, Varios Autores, Biblioteca Digital Luís Ángel Arango (http://www.lablaa.org/blaavirtual/geografia/carcol/entolas1.htm) 8 Por ejemplo la última obra de dragado del Caño Clarín –que constituía la principal vía de comunicación de los flujos de agua entre la Ciénaga Grande de Santa Marta y el Río Magdalena- se realizó en el año 1925, por medio de este dragado se recuperó la comunicación entre el departamento del Magdalena y la ciudad de Barranquilla. Caño Clarín y Caño Hondo habían sido desde 1830 las vías principales para el movimiento comercial del puerto samario, comunicación que a partir de 1956 se haría por medio terrestre.

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Los poblados de la Isla de Salamanca han estado sujetos históricamente a modelos de habitación inestable característicos primero del sistema de agricultura migratoria9 y segundo de las pequeñas migraciones que están obligados a hacer en razón de las irregularidades de las crecientes, de la búsqueda de ciénagas con alta productividad pesquera y por último como reacción a los actuales ataques violentos de los que han sido victimas.

Actualmente la Isla de salamanca, se constituye en un área de desfogue rural y urbano, debido a la ampliación de los sectores tuguriales de Barranquilla y al desplazamiento de la población rural presionada por el deterioro general del entorno.

En la actualidad podemos hablar del origen de las comunidades que habitan la Isla de Salamanca en relación a diversos criterios, algunas son producto, por ejemplo, de la iniciativa institucional de la Unidad Administrativa, que cambiando sus estrategias de intervención y su visión de conservación ha comenzado a aplicar desde el año 2000 la política de Parques con la gente, otras comunidades se construyen a partir de las pequeñas migraciones entre los diferentes espejos de agua de la eco-región.

Como podemos notarlo existe multiplicidad de variables a partir de las cuales podemos describir la existencia de las comunidades en la Isla de Salamanca, el inventario que haremos a continuación en relación a este tópico puede ser útil a la iniciativa de desarrollo eco-turístico de la VIPIS en cuanto nos muestra las formas de integración de los pobladores de la Isla, los medios por los cuáles estos pueden organizar su participación en la implementación de un proyecto de este tipo y las dos vías en que la participación se puede desarrollar: como resultado de una iniciativa institucional o como consecuencia de la motivación de las comunidades mismas.

Los saberes que poseen los pobladores de la Isla Salamanca han sido distribuidos y largamente esparcidos en diferentes caseríos, debido a las múltiples migraciones que han realizado sus habitantes dentro de la Isla y al hecho de pertenecer o haber pertenecido a más de una comunidad de práctica en la zona10.

Esta situación hace difícil una descripción exhaustiva de las comunidades, complicación por la cual plantearemos nuestro análisis como un inventario de múltiples posibilidades de encontrar el origen de la formación comunitaria teniendo siempre como punto de referencia los usos del territorio que crean redes o diversos niveles de usuarios.

1. 1. Los pescadores de la VIPIS

La pesca es uno de los usos mas comunes que le dan los habitantes de la Isla de Salamanca al ecosistema en que viven, sea para utilizar el producto en un comercio simple lleno de intermediarios, o para el complemento de la dieta alimenticia.

Esta actividad es la principal razón por la que antiguos habitantes de la Isla que prefrieron salir a buscar oportunidades a la ciudad, regresan constantemente a su forma acostumbrada de sobrevivencia, para muchos pescadores este es su arte, aquella que aprendieron de sus padres y que practica toda su familia11.

9 que consistía en que los dueños de las grandes haciendas, a través de distintos tipos de arreglos laborales, permitían al campesino tumbar las pequeñas áreas de selva relictual y establecer cultivos de plátanos, yuca, ñame y maíz. Después de una o dos cosechas el campesino debía migrar hacia otras zonas que aún conservaran restos de selva, después de haber sembrado pastos artificiales, cuyas semillas eran suministradas por el propietarios para extender el área de la ganadería” Germán Márquez “Región Momposina” Universidad Nacional.10 Recordemos que algunas de las prácticas realizadas de manera tradicional por los habitantes de la VIPIS, como el “palilleo” y la elaboración de carbón vegetal, han sido prohibidas y declaradas ilegales dentro de la zona, esto ha motivado en muchos casos el cambio de ocupación de los pobladores.11 Escuchemos a uno de los pobladores de la VIPIS que nos relata el tipo de uso que le da a los recursos del ecosistema “Bueno ahora se está cogiendo el pescado es para el mantenimiento de la casa, porque si yo salgo hoy y vengo a la casa a los tres días con 10 o 15 mil pesos de pescado, que hago yo con ir a Siape a venderlos, mientras que aquí ni los hijos ni la mujer comen, pues yo digo ¡vamos a comérnoslos! y así sea con dos libritas de arroz y pescado frito; por un lado eso es lo bueno porque entonces yo puedo coger la atarraya, o el anzuelo, o el trasmallo me voy por allá y algo se trae cuando sea hambre, pero algo traigo, pero yo me pongo a pensar que en la ciudad, allá cómo hace uno…”

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La comunidad de pescadores es heterogénea, tanto que podemos afirmar que no existe como unidad, sino que esta se divide de acuerdo a diversos factores.

Por ejemplo, la ubicación geográfica que se relaciona al mismo tiempo con el tipo de actividad pesquera, es decir, los grupos de pescadores que se localizan en las playas del sistema de humedales son por lo general pescadores de mar, sus técnicas están caracterizadas por la utilización del nailon como principal herramienta de pesca.

Por otra parte, el referente histórico común de procedencia y de época de migración o invasión de las tierras dentro del complejo lagunar, constituye otra forma de analizar la organización comunitaria, los pescadores de Puerto Caimán por ejemplo, procedentes todos de pueblos palafitos de ancestral tradición pesquera como Isla del Rosario, Palmira, el Morro, Buena Vista y Tasajeras, se reconocen como una comunidad en relación al periodo y motivaciones de migración a la Isla de Salamanca, a los conocimientos que obtienen como legado generacional y a la cotidianidad que desarrollan entre sus poblados de habitación y los puertos de trabajo.

“Los Hicoteos” es otras comunidad de pescadores ubicados en la costa de la ciénaga Cuatro Bocas, ellos han encontrado en el discurso de los funcionarios del parque un vínculo de unión, trabajar en las cercanías de la sede administrativa los ha impulsado a organizarse como “Grupo Ecológico de los pescadores de Cuatro Bocas” esto significa reclamar cierto derecho a la explotación de los recursos naturales de esta parte de la eco-región, identificarse como nosotros frente a los otros pescadores que llegan a “invadir su territorio de trabajo” y realizan la pesca ilegal, controlar el

ambiente de la sobreexplotación y favorecerse de los proyectos que ocasionalmente propone la administración de VIPIS.

Todos los utensilios domésticos, sus casas –llamadas cambuches o rachos por su inestabilidad- son hechos en madera de mangle, el manglar representa para ellos el lugar donde se anidan los peces en el primer ciclo de vida, por esta razón existe en sus saberes un discurso implícito enfocado a la protección del ecosistema estuario.

Es necesario anotar que existen comunidades de pescadores que no mantienen relación de ningún tipo con la sede administrativa del parque natural: Puerto Caimán, por ejemplo, es un puerto ubicado en la parte oriental de la Isla de Salamanca y es el área de trabajo de una comunidad de pescadores que allí pernocta para pescar en la Ciénaga Grande de Santa Marta, como la Ciénaga no está bajo jurisdicción de la VIPIS, esta comunidad desconoce las funciones del Ministerio del Medio Ambiente dentro del área.

La Ciénaga Grande de Santa Marta es dividida por los pescadores, los límites de propiedad –desconocidos por los observadores externos- se hacen visibles en la noche, cuando el mundo entero duerme y los pescadores trabajan en sus piraguas iluminando con antorchas el oscuro paisaje.

Este escenario debe ser seguramente un gran espectáculo: el silencio de la noche, el ruido del viento, los pescadores laboriosos, somnolientos, esperanzados en la fortuna que traerá otra larga jornada de trabajo.

Es un paisaje simple, cotidiano, logrado a largos trazos sin grandes esmeros, la temible serenata de los insectos y otros animales del bosque tropical, el dolor en la piel a causa de las múltiples picaduras, las risas de hombres sencillos que cuentan sus historias y beben café para mantenerse despiertos, atentos.

La luna en el cielo del Caribe brilla mil veces mas fuerte que en cualquier lugar del mundo y se refleja inquieta en la Ciénaga Grande su espejo, el bosque de manglar vela la faena de pesca desde todas las orillas del humedal, los pescadores observan con sigilo el juego de los camarones con la luz en las jaulas donde han sido capturados.

Los “Hicoteos” Cuatro Bocas VIPIS

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La comunidad de pescadores de Puerto Caimán, que viene de poblados palafitos erigidos en medio de la Ciénaga, no encuentra ningún valor en el bosque de manglar, entre las razones de este hecho cuenta por ejemplo el desconocimiento del discurso de conservación de los funcionarios del parque y la importancia que estos aluden a las barras y a los cuerpos de agua en lugar del ecosistema estuario.

Hemos notado la gran diversidad de comunidades de pescadores, sus prácticas cotidianas convergen en contextos geográficos a veces relacionándosede manera armónica o de forma problemática generando conflictos de uso.

Existen conflictos de uso por ejemplo entre los pescadores de camarones y los pescadores de peces de agua dulce, por el manejo de las barras donde se comunica el agua de mar con el agua de ciénaga.

Existen otros espacios donde se relacionan el discurso de la conservación y la actividad organizada de las comunidades: el bosque de manglar necesita niveles equilibrados de salinidad, estos niveles fueron afectados por la variación de sedimentación que causo la construcción de la Troncal del Caribe, las comunidades locales contribuyen a buscar este margen de equilibrio del ecosistema para hacer mas productivas sus jornadas de trabajo.

Como notamos existen lugares geográficos donde los diferentes usos convergen de una manera conflictual, existen también diferentes discursos y saberes que se contraponen o se complementan, a esta situación se suma las actividades de contemplación, recreación y descanso que realizan los visitantes de la VIPIS.

Las actividades “ecoturísticas” se relacionan con las prácticas tradicionales de los actores locales en diferentes tipos de espacios geográficos como las ciénagas, los caños, pero especialmente en la Costadel mar Caribe, podemos decir que en la actualidad este es uno de los escenarios dentro del parque masfrecuentado por turistas.

Un mismo lugar se transforma entonces de escenario de trabajo a paisaje de contemplación y de recreación, los visitantes que deciden aventurarse al conocimiento de las ciénagas entran al territorio de trabajo de los pobladores y son acogidos por las comunidades de pescadores que prestan servicios de guía, dan indicaciones a los visitantes para desarrollar las técnicas de pesca o ponen a disposición sus canoas para realizar pequeños recorridos en el complejo de humedales, teniendo como objetivo una retribución económica en dinero o en la venta de parte del fruto de su trabajo, ambas posibilidad surgen de un acuerdo informal vista la inexistencia de un contrato de prestación de servicios.

Estas actividades, caracterizadas por la espontaneidad y la informalidad, son muestra de que existen procesos de negociación de saberes entre los pobladores de la Isla y los visitantes, a demás podemos hablar de un acuerdo implícito entre los funcionarios del parque y la comunidad de pescadores de Cuatro Bocas, dos actores que en base a las relaciones de confianza que mantienen han establecido de manera espontánea un recorrido “turístico” de atracción recreacional, paisajística y cultural para los intempestivos visitantes.

1.2. Los agricultores

Las comunidades de cultivadores de la Isla de Salamanca están caracterizadas por cierta homogeneidad en su relación con el territorio y sus formas de apropiación, incluso en relación a su discurso sobre el manglar.

“Puerto Caimán” VIPIS

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Su patrones de poblamiento están determinados por las laderas de los caños, allí construyen sus casas haciendo mayor atención a la estabilidad, la amplitud y la ubicación de las terrazas de cultivo, los caños representan entonces vías de transporte, el recurso hídrico para el riego y fertilizante natural de las tierras, en otras palabras, los caños son el elemento que marca una considerable importancia en sus prácticas cotidianas, en comparación a otros recursos del ecosistema como el manglar.

En la actualidad se cultivan productos variados como cebolla, cebollín, col, cilantro, ají, y árboles frutales que funcionan como barreras protectoras contra los vientos que amenazan quemar los cultivos más débiles, normalmente se utilizan químicos para fertilizar la tierra y venenos para matar las plagas, las tierras se lavan en épocas de lluvia y los venenos y químicos van a dar a las ciénagas ocasionando mortandades de peces, una de las razones de los constantes conflicto de uso entre los pescadores y las comunidades de agricultores.

Como notamos una de las variables de organización comunitaria de los agricultores es la ubicación geográfica, así dentro de la Isla de Salamanca existen comunidades de cultivadores ubicados en Caño Clarín Nuevo, Caño Clarín Viejo y Caño Valle. El sentimiento de pertenencia al territorio, el recuerdo de un pasado de conflictos con el INDERENA y la notable transformación del entorno en zona de cultivos frutales, a demás de la existencia de una figura de liderazgo encarnada en el director de la invasión12 de Caño Valle, cuentan como principales motivaciones a la hora de comprender el surgimiento de formas endógenas de organización reproducidas en dos clarasintenciones de carácter institucional como la formación de la Escuela Rural Mixta y del grupo Ecológico Corazones Verdes de Caño Valle.

En las comunidades de agricultores se combina el nivel de aprovechamiento económico y el nivel de subsistencia en las prácticas de las comunidades de cultivadores de la VIPIS, en razón de la intención de ampliación de los terrenos de cultivo y la tendencia al aumento de la utilización de técnicas sofisticadas de riego.

En los discursos de los horticultores de la VIPIS encontramos que el manglar es valorado por su corporeidad, utilizan en su descripción elementos de calidad paisajística, como colores y tamaños de los arbustos, existe un recuerdo nostálgico del bosque abundante de manglar y todas las posibilidades de aprovechamiento que este brindaba antes de la “tragedia ecológica” que acabo varias hectáreas de manglar.

Existe por otra parte la perspectiva de competencia por el área cultivable, esta se refleja sobretodo en los discursos de nuevos pobladores de la eco-región, ubicados en el Caño Clarín Nuevo y Caño Clarín Viejo, quienes llegaron a establecer allí sus terrazas de cultivos como consecuencia del fenómeno de desplazamiento por la violencia, 13 o por la inexistencia de ofertas laborales en las cabeceras municipales cercanas a la eco-región, según ellos el manglar es un ecosistema invasor de las tierras cultivables y es necesario cortarlo para volver apto el terreno de siembra.

Los modos de apropiación que estas comunidades hacen de los recursos naturales pueden estar en cooperación o en competencia con la iniciativa de conservación, en cooperación porque existen iniciativas

12 Este grupo de personas invadió las laderas del Caño Valle –a pesar de la continua lucha con el INDERENA- en el año de 1981, después de haberse organizado en un número de 26 familias que venían de sectores como el Torno y la Isla 1972, donde trabajaban en las salinas que allí existieron y fueron cerradas para esa época, o alquilaban las tierras para cultivar por uno o dos años y después de dejarlas aptas para el cultivo, tenían que salir por exigencias de los propietarios13 son personas que han tenido que huir de sus contextos habituales en los departamentos de Bolívar y Magdalena al verse en medio de diversos fuegos armados,

“Caño Clarín Viejo” VIPIS

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de desarrollar cultivos con certificado ecológico y de trabajar en la reforestación del manglar14 y encompetencia porque en ellos permanece una motivación constante de ampliar el área de cultivo aunque para este fin sea necesario cortar sectores del bosque de manglar.

Por otra parte en la historia de frecuentación de la VIPIS la comunidad de cultivadores ubicada en Caño Valle ha sido un foco de recepción de visitantes, este caserío se erige justo en frente de la ciudad, esta cercanía ha sido un factor para que Caño Valle fuera frecuentado por visitantes que realizan sus paseospor el río Magdalena, y se detienen allí a buscar frutas o agua de Coco, para consumir, o a sentarse a descansar en alguna de la parcelas.

Las relaciones entre los visitantes y la comunidad de Caño Valle están caracterizadas –como el caso de los pobladores de Cuatro Bocas- por la espontaneidad y la informalidad, los servicios de atención, música, juegos, bebidas y comidas se intercambian por una remuneración económica.

Este tipo de relaciones –a diferencia de las que se produce en el caserío de los “Hicoteos”- no goza ni de intercambio de saberes sobre las formas tradicionales de utilización de los recursos naturales, ni de una organización implícita de la sede administrativa para motivar la frecuentación.

1.3. Las poblaciones” fluctuantes”

Cuando hablamos de poblaciones fluctuantes de la eco-región nos referimos a las poblaciones que llegan a la Isla de Salamanca como resultado de tres tipos de desplazamiento: desplazamiento por la violencia armada, desplazamiento por las necesidades insatisfechas en la ciudades vecinas –Barranquilla, Santa Marta, Ciénaga, Pueblo Viejo, entre otras- y pequeñas migraciones por la búsqueda de mejores escenarios para la pesca y de suelos con menor riesgo de inundación para el optimo desarrollo de la agricultura

Las comunidades fluctuantes gozan de flexibilidad en su ubicación, utilizan la VIPIS para trabajar y viven allí en diferentes épocas del año y durante periodos indeterminados que se extienden en días, semanas o meses.

Utilizar el término comunidad para definir el grupo de usuarios de la VIPIS que, como notamos, tiene porprincipal característica la inestabilidad en la ubicación geográfica, en la historia de frecuentación del ecosistema, en las practicas de subsistencia, en la interacción y en el número de miembros, puede ser un hecho pretensioso pero justificado por que la construcción de estas comunidades surge como resultado de una iniciativa exógena a los grupos mismos.

La unidad administrativa de la VIPIS exige a este tipo de pobladores -dedicados a practicas declaradas ilegales o sujetas al control institucional, como el “palilleo15” y la pesca- organizarse en grupos ecológicos para facilitar el control de sus actividades, evitar el aumento de usuarios de los recursos naturales y

14 Cabe anotar que estas iniciativas se manifiestan realmente sobre la forma de una aceptación y disposición comunitaria para la realización de este tipo de proyectos, los grupos ecológicos y cooperativa de reforestadores de la margen derecha del Caño Clarín Nuevo hayan su nacimiento en motivaciones exógenas a las de a propia comunidad15 Esta técnica se empieza a desarrollar aproximadamente desde el año 1961, principalmente el las Ciénagas El Torno, La Atascosa, La Honda y Lirial, y se expandió mucho mas cuando la barra de la Ciénaga las Piedras se abrió, y permitió mayor comunicación del agua de mar con las ciénagas alrededor, se formó así un nuevo bosque de manglar. La actividad consiste en la tala de madera de mangle para la elaboración de los bastones de las escobas. La madera de mangle se comercializa en el mercado de Barranquilla con los fabricantes de estos artículos de uso doméstico.

Refugio sobre el mar- estructura provisional-ubicación final sobre la ciénaga.Fuente: El Refugio Katia Villadiego

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hacerlos partícipes de los proyectos productivos que desde 1999 impulsó el convenio entre SENA, Ministerio del Medio Ambiente, y UAEPNN (Unidades Administrativas Especiales de Parques Nacionales Naturales)16.

Uno de las consecuencias de estos intentos exógenos de organización es que las comunidades se disuelven y los esfuerzos de la unidad administrativa en mantener los vínculos disminuyen con el tiempo y la carencia de presupuesto para facilitar la comunicación entre los diferentes grupos dispersos por toda la eco-región.

Por otra parte, la segunda variable que determina la construcción de comunidades fluctuantes es la extrema dependencia al medio ambiente, este tipo de poblaciones reconocen que el territorio no lespertenece jurídicamente están sujetos a la posibilidad latente de partir, están obligados a obtener un beneficio diario e inmediato para satisfacer las necesidades básicas propias y de sus familias.

La poblaciones fluctuantes se construyen en la incertidumbre de no poseer un territorio y en el intenso aprovechamiento de la naturaleza como refugio y como único medio de subsistencia, el sentimiento de comunidad está relacionado entonces a las practicas que cada grupo de agentes desarrolla, caza, pesca, tala de madera, recolección de sal, recolección de huevos de tortuga…

A la hora de pensar en las posibilidades del desarrollo eco turístico en la eco-región la existencia de las poblaciones flotantes puede provocar las siguientes dificultades:

dificultad para medir la influencia de la población local en la conservación y el uso de los recursos de la zona,

dificultad para conocer la cifra exacta de habitantes y sus problemas socio-económicos, dificultad para abrir canales de comunicación porque la inestabilidad de la población

plantea preguntas como ¿con quienes negociar los saberes y los usos de los recursos?;¿quienes hacen parte de la comunidad?; ¿cómo definir un sentido de pertenencia de los pobladores al territorio?, ¿Existe realmente tal sentido de pertenencia o en su lugar solo un sistema de aprovechamiento rapaz de los recursos naturales?

y finalmente revela problemas, a la hora definir la forma de negociación actividades eco turísticas y el sector de la población que puede beneficiarse con este tipo de actividad

2. Los Investigadores de la VIPIS17

Este nivel de usuarios del ecosistema porta un doble discurso, por un lado un discurso de aprovechamiento de los recursos para el desarrollo de la ciencia y por otro el discurso de conservación.

Los actores que hacen parte de este nivel están repartidos en diferentes categorías: entre los funcionarios de la VIPIS, las redes regionales, nacionales e internacionales de protección y manejo de los recursos naturales, las universidades de la región y diversos centros de investigación.

Todos estos actores tienen en común que entienden la VIPIS como un laboratorio de carácter natural y social, esta visión varía desde el arraigado conservacionismo, de los que piensan que la VIPIS en lugar de un laboratorio debería ser un museo, hasta la intensión de uso indiscriminado de todos los recursos del parque 18

La mayor parte de los actores que hacen parte del nivel de utilización de los recursos para la investigación, pertenecen a las disciplinas de las ciencias naturales, ellos poseen interpretaciones específicas sobre la evolución del ecosistema estuario y sobre las causas de su deterioro en la eco-

16 Todas estas iniciativas están determinadas por el cambio en la visión de la protección del medio ambiente materializada a nivel nacional en el año 2001 con la creación del programa Parques con la Gente del Ministerio del Medio Ambiente.17

Este parte se hace en base a CAMARGO, Moraima , Informe final , “Alrededor de las prácticas, usos y saberes en torno al manglar en la Vía Parque Isla de Salamanca”, 2005 Convenio de Cooperación Interinstitucional ULB, UA, ULG18 Este último extremo es utilizado solo como categoría de análisis puesto que en los actores del nivel de conservación de la VIPIS no hemos encontrado hasta el momento este tipo de discurso

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región, también desarrollan saberes y prácticas específicas de la naturaleza que intentaremos describir a continuación al mismo tiempo que mostraremos la convergencia de este discurso con el discurso de conservación.

La tendencia conservacionista hace cada vez mas difícil la implementación de un modelo de desarrollo eco turístico, pero conociendo este tipo de posiciones podemos pensar en posibilidades de negociación valiéndonos de los niveles de usuarios mas flexibles que gozan de una posición integradora dentro de toda esta gama de actores.

Todos los biólogos que actúan en la VIPIS se ven fuertemente tocados con lo que anunciaron los medios como la tragedia ecológica de la eco-región: 8000 hectáreas de manglar muerto, disminución de la diversidad biológica y plantas invasoras que colonizan la superficie de los espejos de agua de la Isla de Salamanca.

La ideología ambientalista de los años 60s y 70s, período en que se observaron las manifestaciones mas frapantes de la tragedia, avivó el fuego de los intelectuales que, en número incipiente, comenzaron a interesarse en la evolución de la problemática y a esgrimir explicaciones en las cuales el desarrollismo de los gremios económicos y su desconocimiento del equilibrio natural, cuentan como los principales culpables de esta perdida.

Según nos cuenta el biólogo Heliodoro Sánchez el primer estudio hecho en la Isla Salamanca fue en 1958 – años antes de su declaratoria como Parque Nacional Natural efectuada en el año 1964-, y se refiere a un estudio de flora; ahora, el primer estudio sobre la problemática del manglar fue arrojado por el INDERENA en 1978 un año después que la muerte de los árboles de mangle se volvió catastrófica; siete estudios más fueron realizados en los años 1971, 1972, 1976, dos en 1979 , 1984, respectivamente, y “el último estudio –hasta el año 1988- y de mayor integridad encaminado a dar soluciones al estado de deterioro corresponde a INDERENA – SODEIC LTDA del año 1987, quedó en proyecto por falta de presupuesto y la final desaparición del INDERENA.

En la actualidad los biólogos que realizan investigaciones en la VIPIS vienen de instituciones educativas de todo el país, en especial grupos de investigación de la Universidad del Atlántico de Barranquilla y lasuniversidades Jorge Tadeo Lozano y Universidad del Magdalena de la ciudad de Santa Marta.

El interés de los biólogos en la VIPIS ha estado históricamente determinado por la fragilidad del estuario, pero también, lo largo de varias investigaciones, el manglar ha sido enzarzado por ser indicador de biodiversidad.

Bajo esta perspectiva afectar el bosque de manglar significa afectar su fauna asociada y los procesos de regulación de la temperatura ambiental19, y en este mismo sentido investigar en la Isla de Salamanca significa tener acceso a un gran laboratorio natural en campos de investigación como la fauna, la avifauna, la ictiología, las dinámicas ecológicas, la flora y otras tantas especialidades de la disciplina.

El bosque de manglar es apropiado por los investigadores por medio de “instrumentos que representan una intermediación entre ellos y el medio con los que miden y evalúan aquel espacio que debe ser protegido por el bien de la humanidad y del ecosistema en si mismo.

Algunas veces la relación entre los biólogos y el ecosistema es transitoria, los procesos de observación se realizan bajo parámetros preestablecidos proporcionados generalmente por la academia (y también por la experiencia si hablamos de antiguos investigadores del terreno).

19 En sus saberes existe una noción global de los beneficios que representa el ecosistema de manglar, así entienden también de forma global las fuentes que impactan el ecosistema: contaminación del Río Magdalena, intervención antrópica a nivel de usuarios para la subsistencia y usuarios para la explotación económica, aumento del proceso natural de sedimentación de los caños, entre otros son según este nivel de usuarios las razones del deterioro general del medio natural en la VIPIS.

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Los actores del nivel de investigación realizan mediciones, extraen muestras de la naturaleza y las analizan, este método representa una apropiación del medio diferente a aquella que pueden hacer las comunidades locales, los biólogos se apropian de fragmentos los descontextualizan y a partir de esto explican la totalidad del ecosistema.

“En el caso de los biólogos el manglar es utilizado como una fuente de información para comprender las dinámicas del medio, para producir conocimiento científico y, en algunos casos, intentar solucionar problemas del ecosistema”20.

A pesar que identificamos en este nivel de usuarios una negativa a la intervención antrópica, podemos señalar que para ellos la oferta ambiental de bienes y servicios que proporciona el ecosistema es importante para el sostenimiento de las poblaciones locales en la situación actual de crisis económica que vive el país.

Ante este panorama, los actores del nivel de investigación reclaman estrategias adecuadas para el control de la explotación de los recursos naturales de la VIPIS, los funcionarios del parque que comparten el saber científico y el saber local cumplen el rol de intermediarios en la multiplicación y aplicación de este discurso que encuentra una posible vía de éxito en la conformación de Grupos Ecológicos para promover la conservación participativa del medio ambiente.

Es evidente hasta el momento la convergencia discursiva y práctica del nivel de usuarios para la investigación con el nivel de usuarios para la conservación, los actores de este nivel están en varias ocasiones ubicados dentro de la esfera institucional que los remite a ambas motivaciones, podemos mostrar como ejemplo los biólogos funcionarios de la VIPIS, o aquellos que trabajan en las ONGs locales para la conservación y educación medio ambiental –Sila Kangama- y por último aquellos que hacen parte de los organismos regionales encargados del manejo de los recursos naturales –entiéndase INVEMAR, INCODER entre otros21.

El nivel de investigación en un espacio natural reúne entonces las redes de amantes de la naturaleza, la conservación institucional que incluye el ordenamiento del territorio y la valoración mucho mas científica de la Isla.22

Dentro del parque hay dos tipos de funcionarios: profesional universitario y apoyo técnico, todos suman 9 en total, la mayor parte de los primeros está constituido por biólogos y cuentan también con un abogado; los segundos, que están encargados de las labores de vigilancia directa dentro de la VIPIS, tienen una formación técnica y algunos de ellos tienen la particularidad de haber nacido en la eco-región o llevarmuchos años trabajando en la misma, esto al parecer facilita su acercamiento y movilización dentro de las comunidades locales.

Los funcionarios de la VIPIS cumplen con roles de investigación en el campo social y natural, esto lo vemos reflejado por ejemplo en la revisión de los proyectos de tesis que solicitan los estudiantes de las universidad arriba mencionadas, en los objetivos del Plan de Manejo, en las actividades de reconocimiento de las generalidades económicas, sociales, históricas y culturales de las comunidades que se han iniciado desde que se produjo el cambio de la administración de INDERENA al Ministerio de Medio Ambiente.

20 CAMARGO, Moraima , Informe final de trabajo de campo en la VIPIS, “Alrededor de las prácticas, usos y saberes en torno al manglar en la Vía Parque Isla de Salamanca”, Al respecto téngase en cuenta la avalancha de estudios sobre las razones del deterioro, evolución y formas de manejo del bosque de manglar. Bibliografía Plan de Manejo VIPIS 2005- 2009 21 INVEMAR Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras "José Benito Vives de Andreis"; INCODER Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, entidades de naturaleza mixta y estatal –respectivamente- vinculadas al Ministerio del Medio Ambiente que cumple funciones de investigación, protección y creación de normas para del manejo de los recursos naturales.22 MORMONT, Marc et MOUGENOUT, Catherine, Gouverner la Biodiversité, en Symposium on environmental valuation, Vaux de Cerney 4- 7 Octobre, 1997 Unité Société et Environnement Fondation Universitaire Luxembourgeoise Arlon, Belgique

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De acuerdo al perfil y los roles que desempeñan los funcionarios podemos decir que los conocimientos que ellos manejan se “mueven permanentemente entre los saberes populares y los saberes científicos, es una constante negociación entre los dos mundos que posiciona a los funcionarios en el rol de intermediarios de cualquier nuevo proceso que se pretenda realizar dentro de la VIPIS, ellos se convierten así en negociadores idóneos entre los intereses de la población, las obligaciones institucionales de conservación y las iniciativas de actores externos al parque (sociólogos, arquitectos, especialistas en turismo).

Su conocimiento empírico de la población y del medio, sumado al conocimiento científico adquirido a través de su formación profesional y de las capacitaciones ofrecidas por el Ministerio del Medio Ambiente, les permiten una comunicación relativamente fácil con distintos agentes.

Entre los saberes identificados dentro del discurso de los funcionarios podemos mencionar la existencia de una visión global compartida de la Isla de Salamanca que es entendida como una sub-región dentro de la gran eco-región que comprende el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, Parque Nacional Natural Tayrona, Santuario de Fauna y Flora Ciénaga Grande de Santa Marta y Santuario de Fauna y Flora los Flamencos.

Los funcionarios manifiestan una notable claridad sobre la interdependencia de los sistemas y sobre la coherencia en las motivaciones de conservación conjuntas, esta visión se traduce en el manejo del concepto de ecosistema hídrico, que indica la interconexión entre los flujos de materia y energía que se produce entre todas las sub-regiones

Esta particularidad es también descubierta en el discurso de las comunidades locales, que en base a la observación y a los rigores a que fueron sometidos a causa de la crisis ecológica de la eco-región comienzan a descubrir este tipo de interconexiones y sobre todo a sufrir las consecuencias de los desequilibrios presentados en el ecosistema.

En cuanto a las prácticas cotidianas de los funcionarios en el ecosistema podemos afirmar que son multifacéticos, por razones del gran tamaño de la reserva que tienen como responsabilidad y del reducido número de capital humano para tal fin deben cumplir entonces múltiples funciones entre otras: de vigilancia, de control, de administración, de investigación, de atención a los visitantes, de educadores ambientales, todas estas son funciones que ellos aprenden en el ejercicio de la práctica manteniéndose abiertos al aprendizaje en diversos campos.

En esta situación se produce en la VIPIS un constante intercambio de saberes entre funcionarios /investigadores; funcionarios/población local que propone en la actividad institucional de conservación un clima interesante gracias a estas múltiples interacciones

La investigación figura entonces como un medio para desarrollar el objetivo institucional de conservacióny como un espacio donde se producen interesantes interacciones entre los saberes empíricos y científicos, por medio de la investigación los funcionarios de la VIPIS construyen objetos (especies, zonas, recursos, conocimientos, comunidades) y estrategias de conservación (documentos, normas, zonificaciones, programas de educación)

Por medio de los diversos énfasis en la investigación, la VIPIS se valoriza en diversos ámbitos:

Por ejemplo, la tipificación de especies según su fragilidad en relación a las amenazas de la evolución del ecosistema, despierta un interés especial por la avifauna, los reptiles y anfibios.

En el campo de las ciencias sociales –con la ayuda de ONG’s- se desarrollan tentativas de análisis soci-económico de la población con la iniciativa de cuantificar y controlar la intervención antrópica dentro del ecosistema; ha sido realizado un estudios en base a encuestas realizadas en diferentes zonas de la VIPIS y su área de amortiguación que arroja datos sobre las

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actividades productivas y extractivas de la población, nivel económico, nivel educativo y otras características generales.

Se han visto ya algunos intentos de conocimiento de la cultura, la historia de la las poblaciones y de su relación con el medio ambiente, en relación ha esto se ha desarrollado un inventario de personajes de la margen derecha del río Magdalena23, y algunos recorridos para el reconocimiento de los nombres autóctonos que los pobladores dan a diversos sitios de la Isla.

Por medio del contacto con las poblaciones algunos lugares del parque adquieren importancia por sus calidades paisajísticas, por su historia, por la frecuentación de fauna o la existencia de flora desconocida y por el descubrimiento de senderos, caños, escenarios importantes en el ecosistema que han desaparecido por causa de la sedimentación, de el trazo de la carretera y de otras incontables razones.

Finalmente, el elemento jurídico, reivindica el territorio como área de reserva, por medio de los útiles jurídicos sobre ordenamiento del territorio, el conocimiento científico sobre las zonas de importancia para la conservación, el conocimiento empírico de ecosistema y el análisis de las lógicas de apropiación del territorio por parte de las comunidades locales, los funcionarios construyen una visión de sus límites y formas de acción para aplicar el objetivo de conservación.

Por otra parte para los actores del nivel de conservación- investigación la utilización turística del territoriotambién es un tipo de intervención antrópica que amenaza el sistema, según ellos el impacto que producen los motores en los espejos de agua y la circulación de autos en la carretea son motivos de estrés general y constante en todo el ecosistema.

De una manera general podemos decir que para los actores del nivel de investigación la Isla de Salamanca es un ecosistema apto para recibir un tipo de turismo especializado que visite este complejo con fines de investigación, contemplación y genere el mínimo impacto en la naturaleza.

Según el testimonio de Heliodoro Sánchez –uno de los biólogos que ha desarrollado progresos en la investigación del ecosistema de manglar en Colombia- “la Isla de Salamanca posee valores estratégicos para la preservación de especies endémicas y diversidad genética, es importante a demás, por su localización, su alta productividad de gran significación para la pesca regional y por que constituye un área irremplazable para la investigación, educación, entrenamiento, recreación y turismo24”, a partir de esto podemos deducir entonces la existencia de una visión integradora que vuelve posible la negociación entre los actores de la conservación, de la investigación, del turismo y del nivel de subsistencia.

3. Los explotadores económicos del parque natural

En las poblaciones de la VIPIS se produce progresivamente el aumento de procesos de aprovechamiento económico que se sale de los límites de la utilización de los recursos para la subsistencia y deben ser entonces caracterizados como tipos utilización para el beneficio económico.

Con el general aumento de la pobreza y de los flujos de población desplazada que invade el territorio, este nivel de usuarios, adquieren cada vez mas representatividad, lo que significa un notable aumento de la presión antrópica en la VIPIS, aumento difícil de mesurar y de controlar en vista de todas las características de inestabilidad y hasta de clandestinidad de las redes de explotación económica.

Sin embargo, el uso de los recursos naturales para el beneficio económico, está caracterizado por su irregularidad, por la incertidumbre de los participantes en las transacciones, por la ausencia de contratos

23 Documento en borrador “Inventario de personajes de la margen derecha del río Magdalena” Archivo Institucional VIPIS, Marta Claro Funcionaria24 SÁNCHEZ PAEZ, Heliodoro “Hacia la salvación del Parque Nacional Natural Isla de Salamanca”, *, en Revista TRIANEA #2 Septiembre 24 de 1988, Bogotá - Colombia

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formales, por la multiplicación indefinida de los intermediarios y finalmente por la flexibilidad de los intercambios25.

A pesar de todas estas características podemos trazar a grandes rasgos la dinámica de estos circuitos de producción:

La Horticultura es una actividad que se desarrolla en el Caño Clarín Nuevo, Caño Clarín Viejo y en Caño Valle, los caños son los ejes principales de los pobladores que realizan esta actividad porque el flujo de agua abona las tierras y porque representan vías rápidas y fáciles de transporte.

En esta actividad, se utilizan químicos para fertilizar la tierra y venenos para matar las plagas, las tierras se lavan en épocas de lluvia y los venenos y químicos van a dar a las ciénagas ocasionando mortandades de peces.

De cara a este problema, algunas organizaciones han incentivado a las comunidades a desarrollar proyectos de agricultura ecológica, en tal iniciativa se puede distinguir la utilización de la tierra para el beneficio económico y también el inicio de procesos de conscientización para el uso racional de los recursos.

Los horticultores conocen los periodos de alta productividad y distribuyen sus actividades en función a estos regímenes, en tiempo seco -de Marzo a Agosto- trabajan largas jornadas y entregan a los intermediarios del comercio en Barranquilla, Ciénaga y Santa Marta grandes cantidades de verduras.

Las lluvias disminuyen la productividad y algunas veces la anulan, cuando provocan la inmersión de las tierras, en este periodo algunos horticultores cambian el cultivo de hortalizas por el de arroz, otros cambian el tipo de ocupación y utilizan los recursos solo para fines de subsistencia dedicándose a la pesca para buscar el sustento diario de las familias26.

La diversificación de actividades es una característica común de los pobladores de esta zona, en su gran mayoría todos se han dedicado a la pesca, a la tala de madera, la explotación de sal y al cultivo de hortalizas y árboles frutales, todos los recursos que proporciona el ambiente han sido aprovechados por los pobladores en diferentes épocas del año y en las diversas etapas de la dinámica del estuario27.

De acuerdo a la diversificación de actividades los horticultores le dan diferentes valores al manglar por su corporeidad y calidades paisajísticas, pero también por la competencia por el área cultivable.

Otra actividad económica es la producción de Sal, se da en una corta época del año en unas cuantas pozas que se forman entre los Kilómetros 22 y 27 –cerca de Cangarú- se hace con una técnica rústica, y es vendida por 2500 pesos el bulto, o cambiada por bolsas de víveres con administradores de fincas ganaderas de la región, que la utilizan para suministrarla al ganado.

También se presentan, actividades ilícitas como la producción de Carbón y de bastoness para palos de escoba con madera de mangle, se realizan en las ciénagas la Larga, La Lama, Ciénaga de Poza Verde, Cienaga las Playitas, Ciénaga el Loro, Ciénaga Burro Afuera y Ciénaga la Playa del Perro, ubicadas en la parte nor-occidental de la Isla de Salamanca, muy cercanas al río magdalena. En los alrededores de estos sitios, los habitantes que se dedican a estas

25 “En el sector agropecuario sobresalen los cultivos de tomate y hortalizas (ají, cilandro, col, cebolla etc.) y en menor escala el maíz y la yuca; en los permanentes se destacan el mango y otros frutales como la guayaba y la guanábana; Otros productos que están tomando importancia en el Municipio son el melón, la patilla, la papaya, el coco y en los últimos años el arroz; Durante las épocas de verano (diciembre - abril) se cultivan en las orillas del río (playa) y de los caños y durante el invierno en la parte interior del Municipio”. PLAN DE DESARROLLO DEL MUNICIPIO DE SITIONUEVO, 1995 – 1997, Documento Institucional. http://www.corpamag.gov.co/pmunicipales.html

26 “La pesca nunca me ha gustado, los muchachos que salen por ahí a buscar la comida, pero vivir de la pesca, no aquí más bien vivimos de la agricultura”27 “todo lo que esta en la naturaleza tiene que servir, por algo esta aquí” dice uno de los pescadores fluctuantes de la Isla de Salamanca

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actividades, construyen canales artificiales para salir clandestinamente al Río Magdalena, normalmente por el caño Limón y el Caño el Torno, que son los mayores afluentes.

En el año 1998 los bultos de carbón que salían del parque sobrepasaban la cifra de 300 por semanacuando 37 familias desarrollaban este tipo de actividad, en la actualidad no existen cifras claras al respecto pero se tiene conocimiento que después que la unidad administrativa inició el proceso de conscientización y de organización de grupos ecológicos como “Tizón Apagado”, –de la comunidad de pobladores de Caño Valle- para el control de la actividad y del aumento del número de personas dedicadas a esta, el número de carboneros ha disminuido a 7 familias.

La tala de mangle para la elaboración de carbón vegetal es una actividad ilegal dentro de la VIPIS, pero en base a la relación que ha tenido la Unidad Administrativa con el grupos de familias que se dedican a esta se piensa en la posibilidad de considerar esta actividad como beneficiosa para el mantenimiento del ecosistema, esto en base al acuerdo que asumieron los “carboneros” de no talar el mangle sino recoger aquel que se ha caído en los caños y obstruye el flujo normal del agua siendo causa de sedimentación.

La pesca es una actividad que se realiza en todos los espejos de agua de la Isla de Salamanca, pero existen ciénagas que son más utilizadas por los grupos de pescadores de la región y por los que vienen de Barranquilla, estas son:

Ciénaga la Palestra, Ciénaga Poza Verde, Ciénaga el Torno, Ciénaga las Piedra, Ciénaga la Atascosa yCiénaga Burro Afuera.

“Los procesos de deterioro ambiental de l eco-región han conducido a:

El aumento en el esfuerzo pesquero de las especies tradicionales (mojarra rayada, lebranche, lisa, róbalo, sábalo, chivo)

El aumento de la pesca de especies que antes no eran demandadas ni apetecidas por el mercado (meona, macabí, cachaca, mojarra blanca y jaibas).

Disminución en el tamaño medio de los peces capturados. Desmejoramiento de los ingresos de los pescadores.

Durante los años 93, 94 y 95, para los cuales se cuenta con información del INVEMAR28, la pesca total en la Ciénaga Grande de Santa Marta se mantuvo alrededor de las 6.000 toneladas.

Especies de importancia económica como los moluscos prácticamente desaparecieron de la CGSM. En años anteriores a 1996, este era el principal recurso pesquero estuario que se extraía.29

En el año 2000 la producción pesquera de la Ciénaga fue alta. Se explotaron en el área 8500 toneladas. El principal recurso que se capturó fueron los peces con un total de 7.774 toneladas, esto equivale al 92% de la producción total de la CGSM. Entre las especies de peces de mayor importancia comercial en el área tenemos la mojarra rayada la Lisa y la mojarra lora. Estas se muestran en la siguiente gráfica.

Durante los últimos dos años la producción pesquera del estuario ha sido relativamente alta. Sin embargo, se ha observado que ha ocurrido un cambio en las especies capturadas. Actualmente son frecuentes especies de agua dulce como la tilapia, el bocachico y la cachama. Esta última entró al estuario por el Río Magdalena”30.

La pesca que se produce en escenarios de la Isla de Salamanca como la Ciénaga la Atascosa es recogida por intermediarios en los lugares de pesca, o es llevada por los mismos pescadores a la Intendencia, un lugar de comercio en Barranquilla, otra parte es guardada como reserva para el sustento de la cuadrilla de pescadores y una tercera parte es destinada para el consumo familiar.

28 Fuente: Rubio, C.E., Fundamentos para el Desarrollo de la Pesca Artesanal Marítima en la Zona de la Ciénaga Grande de Santa Marta: Una Alternativa para su Conservación y el Desarrollo. CORPAMAG. Octubre, 1997.29 Fuente: INVEMAR, Estado de los Recursos Marinos y Costeros en Colombia año 1999-2000.30 Universidad de los Andes- CEDE Informe Final, Estrategias de Sostenibilidad Financiera de la Sierra Nevada de Santa Marta

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Las rutas de acceso a esta ciénaga son los caños El Torno y Caño Limón que comunican a los pescadores con el río Magdalena, donde navegan hasta llegar a la Intendencia, ubicada en Barranquilla en la Vía 40 con la calle 46, aproximadamente.

Existen otros sitios de embarque, que se encuentran en la Carretera en el Kilómetro 13, allí llegan los pescadores de Cuatro Bocas, a venderles sus productos a intermediarios o a trasportarlos personalmente por medio de la ruta de buses que funciona desde hace varios años y los lleva desde el Kilómetro 13 hasta el Mercado de Barranquilla, donde venden sus productos generalmente a intermediarios.

Por otra parte los pescadores de las Ciénagas la Ronca, Las Piedras, el Lirial, Marchena y Calentura, hacen sus embarques, en el Kilómetro 7 de la Carretera Troncal del Caribe, donde utilizan el mismo sistema de transporte de los pescadores de Cuatro Bocas.

En la parte oriental de la Isla de Salamanca, se encuentran unas Ciénagas que son reconocidas por su alta productividad, y por congregar pescadores de tradición, que vienen de los pueblos palafitos, de Tasajera y Palmira- estas son las Ciénagas La Caleta, La Luna, La Auyama y Ciénaga la Riqueza.

Los pescadores de la Ciénaga la Redonda, utilizan el Kilómetro 30, para realizar sus embarques y aquellos que se encuentran mucho mas cerca de Tasajeras y Palmira y Pueblo Viejo, llevan sus productos hasta ese lugar, debido a que ellos se dedican casi exclusivamente a pescar camarones y jaibas (lo que ellos le llaman rehelear) normalmente venden el fruto de su actividad a mujeres que van a recogerlo en los Puertos –como Puerto Caimán- para procesarlos y distribuirlos a comerciantes y almacenes de Barranquilla, Ciénaga, Santa Marta, y pueblos aledaños.

Para estos intermediarios existe un gran conocimiento de las épocas de pesca, de la talla, el color y el aspecto ideal de los moluscos que serán vendidos a buen precio, normalmente los intermediarios son mujeres, las esposas o las hijas de pescadores, como vemos la actividad pesquera en estos puertos de embarque está caracterizada por la creación de redes de trabajo entre un mismo grupo familiar.

Según la literatura dedicada a la problemática de la pesca en la eco-región Ciénaga Grande de Santa Marta e Isla de Salamanca, de la comercialización del producto de esta actividad corresponde a los pescadores entre el 25-35% del producto final (es decir a precios de venta al detalle) y la mayor parte del beneficio porcentual corresponde al minorista. El beneficio total depende de otros factores, esencialmente del volumen vendido y recae posiblemente sobre el mayorista, mientras que el pescador asume el riesgo de que el esfuerzo resulte mayor que el ingreso, los riesgos de mayoristas y minoristas resultan igualmente altos. (Llanes Regueiro, 2000)31

La cuarta actividad en este circuito de producción es la cría de animales, es una practica que se comparte con el desarrollo de las otras actividades, en los ranchos de pescadores podemos observar, en bajo número, cerdos y gallinas, los animales son sostenidos como otra alternativa para afrontar los tiempos de invierno o de malas cosechas, debido al reducido número de animales que son criados, en algunas ocasiones, estos son percibidos como acompañantes mas que como mercancía de engorde y venta.32

Entre la reducida actividad pecuaria se cuenta la cría de bovinos, porcinos y en mayor cantidad la cría de gallinas que fue incentivada por uno de los proyectos que surgió del convenio SENA- MinAmbiente, a esta actividad se dedicaron las mujeres de las parcelas ubicadas en el caño Clarín organizadas en la Asociación Mujeres Campesinas Ecológicas del Caño Clarín Nuevo.

31 Tomado de documento institucional de la VIPIS, Plan de Manejo 2005-2009 UAESPNN32 A propósito nos comenta uno de los pobladores del caserío Caño Valle “esos cerditos ya tienen 45 días, a veces los compran a veces no, esta marranita me la dio ese señor, me la dio chiquita tenia por allí unos 10 kilitos, y me la trajeron y yo la recibí, bueno ahora es mi compañía y yo por querer trabajar llegue y le dije que si, no se si la puerca también será compañía o los hijito, bueno por allí la puerca me parió 10 marranito se me murió uno y ya me quedaron 9 y esos son los que están allí”

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La explotación económica del territorio por parte de entidades de carácter privado, en este caso nos referimos a macro-proyectos que son llevados a cabo desde los años 50’ dentro de los límites del parque y su zona de amortiguación.

A lo largo de la historia el ecosistema de la VIPIS ha sido directamente impactado por cinco macro-proyectos de capital privado, sin contar aquellos impactos que causa la zona Industrial de Barranquilla ubicada en el perímetro de la zona de amortiguación del parque.

Estos impactos han sido precedidos por negociaciones entre los dos actores, el desaparecido INDERENA, que era la antigua figura que administró la Isla de Salamanca hasta 1998 y no poseían ningún pliego de requisitos claros para controlar las acciones de las empresas interventoras en el ecosistema y en ese entonces procedía a hacer algún tipo de control por medio de convenciones particulares y el Ministerio del Medio Ambiente con la respectiva Unidad Administrativa que se encarga actualmente del manejo del Sistema de Áreas protegidas y posee todo un aparato legislativo para legalizar las acciones de diferentes actores en estas áreas de conservación.

Los proyectos que han sido desarrollados en la VIPIS están caracterizados por el impacto prolongado e indefinido que causan al ecosistema, por el imperativo de un constante mantenimiento técnico y por constituir redes de transporte de materias delicadas, debido a esto las empresas requieren la colaboración de las comunidades en el marco de control del riesgo y mantienen con estas cierto tipo de contacto por medio de talleres y charlas que se realizan de forma esporádica.

Por otra parte, las entidades que desarrollan los macro-proyectos han respondido a las obligaciones de estudios de impactos ambientales y han contribuido con las compensaciones, la VIPIS ha utilizado el dinero de las compensaciones para realizar proyectos de investigación, de educación ambiental, de desarrollo sostenible para las comunidades y proyectos de reforestación del bosque de manglar.

El capital invertido en tales fines ha servido para proponer ocupaciones temporales a las comunidades de la Isla, este capital junto con los fondos provenientes del convenio SENA- Ministerio del Medio Ambiente se reconocen como uno de los pilares –financieros- de la iniciativa de conformación de grupos ecológicos, la Unidad Administrativa funciona en estos procesos como veedora33 de los proyectos y son Organizaciones no Gubernamentales las encargadas de canalizar la inversión y emplear la mano de obra local.

En cuanto a las prácticas de las empresas en el ecosistema, podemos decir que se hacen por medio de la contratación de grupos de proyecto34 y la utilización maquinarias especializadas, podemos deducir entonces que es un contacto lejano con el ecosistema, pero en algunas ocasiones la relación prolongada con la comunidad, con el medio ambiente y con los funcionarios del parque hace que en los trabajadores de las empresas surjan conocimientos sobre las calidades del ecosistema, la problemática social y la importancia de la conservación en este lugar.

Sin embargo, estos usos económicos del parque pueden estar relacionadas con la necesidad de conservación, por ejemplo el consorcio de la carretera encuentra necesario apagar los incendios que se producen en los límites de la vía para evitar que sea afectada la visibilidad de los usuarios, a esta razón principal se le agrega el discurso del interés por la conservación de la naturaleza.

Pero esta diversidad de prácticas puede estar también considerablemente alejada de la necesidad de conservación del área natural, por ejemplo cuando las raíces de los mangles constituyen un obstáculo para el mantenimiento de las redes técnicas que atraviesan gran parte del subsuelo de la Isla de Salamanca y deben entonces ser cortadas.

4. Los usos turísticos de la VIPIS 33 Sobre el particular nos relata uno de los funcionarios del parque “Si somos los veedores para ese proyecto, primero para que se construyan bien esas unidades, y segundo el manejo y el uso que la gente le esté dando, y que sea transparente”34 Son las compañías consultoras contratadas por las empresas para realizar los estudios de impacto ambiental.

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En el siglo XIX un primer viajero se aventuró por los caños de la Isla de Salamanca, su paso por esta selva de mangles y mosquitos era una obligación para llegar a Santa Marta, una tierra de ensueño donde quería asentarse para realizar algunos cultivos y vivir la vida de un extranjero, geógrafo y amante de la naturaleza en tierras perdidas, perfecto escenario para todas sus ambiciones.

Nos describe Salamanca con un lenguaje exquisito, ese utilizado por la intelligenticia europea de siglo XIX que revela el asombro por la naturaleza “virgen” y la erudición de una vida dedicada al estudio y a la contemplación:

“Recuerdo una parada que hicimos en la península de Salamanca a la entrada de la ciénaga de Santa Marta, laguna cubierta de islotes y de una superficie de mas de ochocientos kilómetros cuadrados. Al este se levantan las escarpas de la Sierra Nevada como una formidable muralla apoyada en enormes contra-fuertes; a los otros lados demoran extensos bosques que han brotado en un terreno de aluviones formados por las avenidas del río Magdalena. La península de Salamanca, que separa el mar de la ciénaga, se asemeja a los Nebrungen del mar Báltico y a esa notable punta de Arabat, bañada de un lado por el mar de Azof, del otro por el mar Pútrido.

Como todas las penínsulas de la misma naturaleza, la de Salamanca ha sido formada a la entrada del pantano por despojos amontonados allí por las aguas: la arena se ha depositado gradualmente hasta formar un cordón litoral; en seguida los vientos han amontonado dunas errantes que se trasladan a uno y otro lado, excepto en lugares en que con el curso de los siglos se ha formado una selva que les opone la infranqueable barrera de sus troncos. Una sola abertura comunica a través de la punta Salamanca las aguas salobres y cálidas de la ciénaga, con el agua comparativamente mas fresca del mar de las Antillas”.

En su recorrido Reclus visita y describe también otros lugares de La Isla de Salamanca, de su paso por el Caño Clarín, por ejemplo dice:

“Después de haber costeado por largo rato una de las riberas del río, erizada de raíces y troncos de árboles entrelazados, el bonguito penetró de repente en un pequeño canal cuya entrada estaba destruida por matorrales, en los cuales reposaban enormes iguanas inflando y desinflando el cuello. Este canal conocido bajo el nombre de Caño Clarín … no es mas ancho que uno de esos fosos que, en algunas partes de Francia, separan dos propiedades, y mas de una vez me entregué al placer infantil de saltar de una a otra ribera por encima del bonguito”

Finalmente describe su estancia en Cuatro Bocas: “Al caer la tarde, el bonguito echó el ancla en el agua negra del lago Cuatro Horcas, llamado así a causa de cuatro caños que vienen a derramarse en el… la luna y la luz zodiacal brillaban con una rara intensidad… la brisa de la noche soplaba impetuosa y retenía en las plantas los mosquitos, que vuelan ordinariamente por miríadas sobre toda la extención de las aguas estancadas… los chillidos de los monos aluates me mantuvieron despierto toda la noche… al día siguiente , atravesamos nuevas ciénagas y canales tortuosos, poco mas o menos semejantes a los que habíamos recorrido el anterior, pero de un aspecto mas grandioso, gracias a la magnífica vegetación que sombrea las orillas. Las raíces de los mangles, estribadas unas sobre otras, se reunían a cinco o seis metros de la superficie del agua y formaban así gigantescas trípodes sobre las cuales se levantaban los trocos lisos como mástiles de una nave”

Quien diría que poco tiempo después, toda su experiencia en la selva colombiana -y seguramente en muchas partes del mundo- lo llevaría a escribir una reflexión sobre la relación del hombre moderno con la naturaleza35, texto que se convierte en una oda a todos los espíritus aventureros que viajan con la simple intención de dejarse seducir por los encantos de la naturaleza y las tierras desconocidas.

Sin duda, Eliseo Reclus muestra ante nuestros ojos la riqueza e importancia de un ecosistema que despierta tantos tipos de intereses, léase, interés en la contemplación de sus paisajes, en la investigación de la biodiversidad que acoge, en la multiplicidad de usos que le han dado sus habitantes a lo largo de los años, en fin toda una gama de características que impresionaron los sentidos de este curioso visitante y

35 Edición electrónica a partir del texto de Élisée Reclus, “Du sentiment de la nature dans les sociétés modernes” EN Revue des deux mondes, numéro 63, 15 mai 1866, pp.352-381. 14 avril 2003 en Chicoutimi, Québec.

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aún en la actualidad se erigen como atractivos que motivan a un público heterogéneo interesado en tener un determinado contacto con la naturaleza.

En la Isla de Salamanca se ha desarrollado un tipo de uso del territorio que nosotros llamamos uso turístico, en este agrupamos a todos los visitantes de la Isla de Salamanca para describir sus formas de interpretar el ecosistema, las motivaciones que guían sus visitas, sus prácticas y sus relaciones con las dinámicas de conservación y las dinámicas sociales de la VIPIS.

Llamamos la atención sobre la utilización del término visitantes en contraposición al concepto de turistas, debido a que los actores que frecuentan la VIPIS movidos por diferentes motivaciones de recreación, permanecen en el complejo de humedales cortos periodos de tiempo que no rebasan las 24 horas porque la VIPIS no oferta lugares de hospedaje a los actores que la frecuentan.

Partimos de la idea que los actores del turismo en la VIPIS existen pero son poco identificables, en la investigación de Sebastian Godet se hace referencia a un inventario de actores que estando cerca del complejo de humedales posee en ciertos casos tendencias a aprovechar la oferta medioambiental del área protegida.

En otras ocasiones hemos hecho referencia a visitantes esporádicos que motivados por la necesidad de contemplación, de tranquilidad, de practicar la pesca como deporte, de recibir educación ambiental o de encontrar un área de recreación, frecuentan la VIPIS y a veces sostienen relaciones informales con las comunidades locales.

Según el testimonio de funcionarios de la VIPIS dentro de la región se han desarrollado este tipo deactividades de recreación y de contemplación desde la década de los 60’s cuando la Isla de Salamancafue declarada área natural de conservación, pero no podemos referirnos a este lugar como foco de una verdadera actividad turística, sino como un lugar de recreación y de diversión para grupos de visitantes de Barranquilla que hallaban en este medio el único “espacio natural” cercano a la urbe.

Comprendemos entonces que para gran parte de los visitantes de la VIPIS el ecosistema de manglar es un lugar de singulares bellezas paisajísticas, por otra parte, representa también un área de tranquilidad para escapar de la confusión que genera la ciudad, generalmente utilizada en el acostumbrado paseo familiar de los fines de semana, por grupos de personas pertenecientes a la clase media de Barranquilla que poseen medios de transporte privado para llegar hasta este lugar.

Para las escuelas visitantes la VIPIS es una zona que acoge un ecosistema frágil que necesita protección, sus visitas están orientadas al conocimiento de detalles sobre la estructura natural, social y administrativa del parque.

La Isla de Salamanca fue un importante escenario de recreación durante la administración del INDERENA cuando se ofrecían pequeñas embarcaciones para hacer paseos por los caños menos profundos del complejo; en 1978 con el proyecto “cocodrilia” que mantenía en cautiverio a más o menos 500 representantes de la fauna local, la VIPIS era un escenario muy visitado por familias y grupos de estudiantes de diferentes barrios y planteles educativos de la región.

Algunos de los visitantes actuales reclaman la existencia de este tipo de ambientes en la VIPIS, según ellos las ofertas de recreación para los visitantes han disminuido, en realidad este tipo de ofertas han disminuido a causa de los cambios en el paradigma de conservación –por ejemplo la idea de un zoológico es actualmente irreconciliable con la idea de un área natural de reserva- ,como consecuencia de la disminución del presupuesto institucional y como resultado de la variación del nivel de visitantes.

Entre otras razones del cambio en la cifra de visitantes se citan problemas de inseguridad como el secuestro de la laguna el Torno y las masacres de los pueblos palafitos en la Ciénaga Grande de Santa Marta y el Caño Clarín Nuevo; el cambio de administración del INDERENA al Ministerio del Medio

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Ambiente36; el deterioro del patrimonio natural que se traduce en la sedimentación de los caños –que en adelante se convirtieron en vías de difícil navegación para los propietarios de embarcaciones- y en el deterioro de la fauna y la flora elementos que representan la atracción de un paisaje que ahora en algunos lugares de la VIPIS es sinónimo de ruina y desolación37.

A pesar de este panorama, no muy alentador, las actividades turísticas representaron un foco de interés para las comunidades locales que han intentado dinamizar su economía y mejorar su nivel de vida concertándose en proyectos productivos que cuentan con el apoyo de la Unidad Administrativa de la VIPIS pero desgraciadamente no han sido muy exitosos debido a todos los problemas de tipo administrativos, de seguridad, de comunicación y de financiamiento que ha tenido que enfrentar.

En el marco del convenio SENA y Ministerio del Medio Ambiente del año 2000 fueron lanzados diferentes proyectos para promover la gestión participativa de las comunidades locales, uno de estos fue el proyecto piloto de ecoturismo para la VIPIS y su zona de amortiguación

Este proyecto tenía por objetivos: identificar la oferta eco turística de la zona establecer rutas e itinerarios para que los visitantes pudieran conocer los aspectos mas

importantes de la VIPIS crear una infraestructura necesaria para la recepción de los visitantes reforzar la organización comunitaria encargada del proyecto establecer un acuerdo con la administración de la VIPIS para la gestión común de las

actividades eco turísticas de la zona promover los paisajes naturales de la VIPIS y el proyecto mismo

El proyecto es aprobado y en 1999 con la participación de 35 jóvenes de Escuela Ecológica Maestros de Vida, el Grupo Ecológico Caño Aguas Negras del Municipio de Sitio Nuevo, quienes se capacitaron en Interprete Ambiental, Informador Turístico, Reconocimiento terrestre y de Ciénagas en el área de la VIPIS, para obtener el título de guías ecológicos del Parque.

Luego de los hechos violentos –y por otras razones como la falta de comunicación con la Unidad Administrativa- el grupo motivado en el desarrollo del proyecto se desmembró y en la actualidad solo queda la motivación de los jóvenes que fueron capacitados y que prestan esporádica y voluntariamente el servicio de guía ecológico en las instalaciones de los Cocos.

Por medio de este ejemplo podemos notar que existe por parte de la comunidad local un interés en el desarrollo del ecoturismo, pero el éxito o fracaso de la comunicación ascendente entre la Unidad Administrativa del Parque y los grupos ecológicos cuenta como un hecho determinante para el logro de los objetivos propuestos por los actores locales.

Para finalizar con la descripción de este nivel queremos proponer algunos sitios que por medio de las prácticas de los visitantes de la VIPIS se han constituido en territorios con diferentes funcionalidades “eco-turísticas”

Los visitantes en la sede de los Cocos disfrutaron de las ofertas de recreación durante la administración del INDERENA que desde 1968 con la creación del parque construyó en esta sede un museo con dos salas presentando los ecosistemas del parque y un sendero elevado sobre pilotes a

36 El primero organismo contaba con el apoyo de la cooperación Alemana y Estadounidense en la oferta de embarcaciones para la recreación, a demás de una planta numerosa de empleados y presupuesto institucional mayor al que ahora proporciona el Ministerio del Medio Ambiente, a esto se suma que la VIPIS en la actualidad es dos veces mas grande que durante la administración INDERENA37 Nos referimos a los lugares donde la muerte de manglar dejó sus mayores víctima: en las cercanías de la carretera el pasaje de Cangarú a la sede de los Cocos nos hace espectadores de la tragedia ecológica que en este sector de la Isla ha sido difícil superar pese a los esfuerzos de la Unidad Administrativa, si bien este paisaje causa un fuerte impacto estético puede servir como escenario para sensibilizar a los diferentes actores de la VIPIS sobre la urgencia de la conservación y de la recuperación del ecosistema.

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través del manglar para la observación de aves y del paisaje marino38, además se ofrecía a los visitantes bicicletas marinas para hacer pequeños paseos por los caños y una gran variedad de comidas y bebidas.

El lugar era visitado por grupos de universitarios y sobre todo por grupos de amigos de la clase media Barranquillera que lo utilizaba como sitio de descanso, recreación y “salón de fiestas”.

En la actualidad los visitantes de los Cocos no son atraídos por todas estas ofertas debido a que luego del cambio de la administración del INDERENA a Ministerio del Medio Ambiente, el presupuesto, recurso humano e infraestructura de recreación disminuyeron quedando solo 8 de 30 empleados, notándose un gradual deterioro del sendero, la desaparición de las bicicletas marinas y una disminución general de la ayuda que brindaba la cooperación extranjera a este organismo para el mantenimiento de la infraestructura recreacional y del ecosistema.

Ahora los colegios y grupos de investigadores de las universidades son atraídos por la posibilidad de recibir charlas sobre educación ambiental y desarrollar sus proyectos de investigación utilizando el ambiente como un laboratorio.

Como un intento de analizar de forma sistemática la oferta de educación ambiental dentro de esta sede se han propuesto tres etapas39, la primera concierne a la administración del INDERENA entre 1974-1995, la segunda a los recorridos que ofrecían los grupos ecológicos Maestros de Vida y Guardianes Verdes durante el período de 1998-2000 y la época actual que va desde el año 2003 hasta el presente en quelas guías por la sede de los cocos son ofrecidas por los funcionarios de la VIPIS y los guarda parques.

Notamos en el comienzo un interés ambivalente entre la valorización de la educación ambiental y de los atractivos del tipo recreacional; en la segunda etapa –con el cambio de administración y la aplicación de las nuevas políticas de conservación40- percibimos un mayor compromiso por la conservación participativa y una respuesta positiva por parte de la comunidad y en el último período notamos la disminución de la participación comunitaria.

Los pobladores que habitan en la cercanía de la sede de los Cocos reconocen que en esta hay un importante flujo de visitantes y algunos manifiestan el deseo de mejorar el aspecto del caserío para causar buena impresión a las personas que se pasean a lo largo del Caño Clarín, pero no se reanuda en ellos la iniciativa de crear proyectos de ecoturismo como aquella que existió en 1997 con el Grupo Ecológico Maestro de Vida y fracasó por problemas de comunicación y falta de apoyo de la Unidad Administrativa.

Sin embargo, este cercano caserío es recomendado a los visitantes de los Cocos como un lugar para hacer paseos, interactuar con la comunidad local, conocer las actividades productivas que desarrollan y se destaca un interés especial por los trabajos realizados por la Cooperativa de Reforestadores del manglar que se ubica en una de las parcelas del Caño Clarín Nuevo.

Los trabajos de reforestación son mostrados a los visitantes poniendo en juego una estrategia de educación para la sensibilización con el medio ambiente y el conocimiento del ecosistema de manglar.

38 Tomado de Memoria de grado de Sebastian Godet, practicante del Proyecto PIP Colombia de la Universidad Libre de Bruselas, estudiante del Instituto de Gestión del Medio Ambiente y Ordenamiento del Territorio39 Reporte de prácticas de Investigación Yina Mora Acosta 2005- dentro del marco del proyecto PIP Colombia Universidad de Bruselas –Universidad del Atlántico40 El ecoturismo en los parques nacionales “está dirigido prioritariamente hacía un público específico interesado en la educación ambiental, mas que en la recreación misma.” en esta perspectiva se busca que a través del ecoturismo y su visión pedagógica, se diseñen acciones educativas, tendientes a lograr que los visitantes se apropien de los valores naturales y socio-culturales de las áreas protegidas, convertir a los visitantes en aliados de la conservación y que a su vez sean voceros del papel que cumplen las áreas protegidas. Parques Nacionales Naturales. Política de Participación Social en la Conservación. Bogotá 2001. P 57.

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Nótese entonces la marcación espontánea de un itinerario de visitas donde la interacción con la comunidad juega un papel importante, esta situación se ha señalado también para el caso de los visitantes de las playas de Cuatro Bocas y se produce gracias a las relaciones de confianza que existe entre los pobladores de estos caseríos y los funcionarios de parque.

La sede de los Cocos se ha erigido entonces como un lugar de “eco-turismo para la educación ambiental” dejando su antigua funcionalidad como lugar de recreación, por el contrario, en la sede de Cangarú la motivación de los visitantes continúa siendo, como en el primer período de su fundación, el interés en la recreación.

La sede de Cangarú era propuesta por los funcionarios como un lugar de esparcimiento, este sitio nunca ha tenido características de balneario por la fuerza de la marea, pero existían kioscos puestos a disposición de los visitantes donde se vendían bebidas y comidas, se construyeron baños públicos y podía también realizarse el camping.

A pesar de la amenaza que representaban los grupos de delincuencia común que utilizaban la zona para realizar robos a los buses que transitaban por la vía, los funcionarios del parque -vista la frecuentación del lugar- hicieron un aviso para señalar que las playas de Cangarú estaban abiertas al público e iniciaron al mismo tiempo una serie de negociaciones con la policía para ofrecer mas seguridad a los visitantes, después de estas iniciativas un funcionario nos da testimonio de un considerable aumento del número de visitantes, pero sobre este hecho no existen evidencias estadísticas.

En la actualidad como lo hemos señalado, existe en Cangarú la misma intención de frecuentación, familias enteras y grupos de amigos viven en las playas momentos de distracción, donde cocinan en leña, consumen bebidas, escuchan música y bailan, desarrollando una especie de turismo de duplicación de la realidad cotidiana.

A este tipo de visitantes se le suman aquellos apasionados por el habito de la pesca que pasan largas horas en la playa dedicados a esta actividad, vienen en grupos de amigos o en compañía de familiares, combinan la pesca por hobbie con las rutinas descritas anteriormente, para muchos de estos visitantes venir a Cangarú se ha convertido en un hábito que cumplen cada 15 días una vez al mes.

Descubrimos en estos pescadores aficionados un conocimiento especial de la eco-región y de las dinámicas del ecosistema, lo que se traduce en sensibilidad ante la tragedia que sufrió y desprecio por los tipos de pesca ilegal como el uso de la dinamita y la captura indiscriminada de especies.

En varias ocasiones los visitantes hacen referencia a las características del manglar en relación a la comodidad que producía el bosque espeso para cocinar y descansar en las orillas de la playa luego la rutina de pesca; también hacen alusión a las calidades estéticas de “un paisaje verde y virgen” y comentan a grosso modo la evolución del ecosistema anotando una visible recuperación.

Los turistas han adquirido estos saberes de forma empírica, a base de la observación y del contacto con el ecosistema y cabe desatacar, a demás, la atención prestada a los medios de comunicación durante el debate a propósito de la tragedia ecológica de la Isla Salamanca41.

Podemos decir que la práctica de la pesca como hobby en Cangarú, combina en los visitantes la motivación por la recreación, el deporte, el escape de la rutina de la ciudad y del trabajo, así como el interés en la contemplación del paisaje.

La inseguridad que se alude a la zona de Cangarú ha sido según varios visitantes causal del abandono de la frecuentación, pero para aquellos que vienen al área desde hace muchos años y han construido

41 Téngase en cuenta por ejemplo cómo un visitante cita la expresión de un periodista que escribió varios artículos sobre la problemática ecológica de la VIPIS “sabemos que es Salamanca – dice- y que en una ocasión estuvo cerrado, porque hubo muchos problemas, en una ocasión leí en periódico un escrito de Juan Gosaín que dijo que “el último cocodrilo se tragó al último mico”

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pequeñas redes de información, la seguridad está garantizada por el testimonio de pobladores conocidos y por la presencia de los funcionarios de la VIPIS42.

Estas actividades de pesca por hobby se realizan también en la ciénaga de Cuatro Bocas, sobre este elemento no contamos con referencias de entrevistas de visitantes, solo con los comentarios de los funcionarios y la comunidad de pescadores de la ciénaga quienes dicen recibir periódicamente a “turistas” que llegan allí interesados en pescar y en aprender las diferentes artes de pesca utilizadas por los pobladores de la Isla, a demás de su motivación por la recreación y el recorridos por los caños.

Según estos testimonios las costas marinas de la Ciénaga de Cuatro Bocas fueron fuertemente frecuentadas por visitantes que llegaban a bañarse en el mar, a pescar y a cocinar en la playa, estos eran -como en el caso de Cangarú- grupos de amigos y familias que solicitaban el transporte desde el kilómetro 13 o desde la sede de los Cocos a pescadores de la zona o a funcionarios del parque y se quedaban en la Ciénaga de Cuatro Bocas un día entero del fin de semana.

La comunidad de pescadores que realiza sus actividades en esta zona menciona que los visitantes gozaban de una adecuada acogida, que incluía el ofrecimiento de pescados frescos para las preparaciones, algunas indicaciones para realizar una pesca mas fructífera, un ambiente seguro y transporte por la ciénaga y los caños a la hora de entrar o regresar a la ciudad.

Este grupo de pescadores nos comenta las conveniencias que representaban para ellos el recibimiento los estos “turistas”, puesto que vender pescados frescos en el mismo lugar de la captura significa disminuir el costo de refrigeración y de transporte, estos beneficios se han terminado por que ya no existe mas el transporte sistemático de visitantes hasta la costa de Cuatro Bocas y por que el aumento del nivel de inseguridad en la zona crea desconfianza en los individuos interesados en hacer este tipo de actividades de recreación.

Por fuera del sistema de visitas “controladas” por la administración del parque, los visitantes propietarios de embarcaciones privadas, circulaban a través del complejo lagunar durante los fines de semana, estas embarcaciones partían del Club de pesca de las Flores, atravesaban el río Magdalena y entraban en el parque por Caño Valle hasta la laguna el Torno o la ciénaga la Atascosa.

Los visitantes eran atraídos hasta este lugar para realizar la pesca por hobby y para recrearse a lo largo del viaje, estas actividades se desarrollaban aproximadamente desde el año 196443

El Torno y Caño Valle son percibidos por la administración del parque como lugar con un perfil adecuado para el desarrollo del ecoturismo, para ellos la riqueza del paisaje, la oferta de peces –para la pesca deportiva- y la acogida calurosa que brindan las comunidades locales a los visitantes representan puntos a favor del desarrollo de una dinámica eco-turística.

En Caño Valle por ejemplo las comunidades ofrecían a los visitantes música, bebidas, comidas e infraestructuras sencillas para hacer juegos de mesa –como el billar por ejemplo- o de cancha como el fútbol lo que se prestaba a un escenario de interacción entre visitantes y pobladores de la región.

Esta frecuentación ha disminuido y de este hecho se han calculado varias razones, la mas evidente es el temor de los visitantes a la inseguridad luego del secuestro de la Ciénaga el Torno, otra menos mencionada pero lógica es la disminución de la navegabilidad de los caños que ya no son aptos para ser transitados por las embarcaciones que años atrás los utilizaban para transportarse dentro de la VIPIS.

42 En relación a este importante elemento, uno de los visitantes nos comenta que viene a Cangarú días antes a la visita para preguntar a los pobladores cómo ha estado últimamente el ambiente de seguridad y de acuerdo a la información que recoja decide regresar con su familia o con sus amigos durante el fin de semana.43 Un diario de la época da registro de este tipo de recorridos, Revista Barranquilla Gráfica Diciembre de 1964 No32, escribiendo un artículo con las siguientes características “"Un día de pesca en la Atascosa" Secuencia de seis fotos: Partida 6AM del club de pesca, Vía a la Atascosa (en la foto se ve con claridad un letrero que anuncia la Atascosa; Caño de la Ciènaga y Canal hacia la Atascosa; -la edición termina diciendo: 5PM !Al fin la Pesca!, lo que nos hace pensar que la principal atracción era pescar.

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A partir de esta descripción comprobamos entonces que existen diferentes tipos de relaciones entre los visitantes y las comunidades locales del tipo por ejemplo, oferta de servicios/Los pobladores locales ofrecen servicios a los visitantes de forma espontánea y de forma negociada por medio de los funcionarios del parque.

También de intercambio de saberes /los visitantes que realizan la pesca como deporte en la Ciénaga de Cuatro Bocas y son enseñados en las artes de pesca por las comunidades de pescadores

También se produce intercambio de saberes cuando los visitantes de la sede Los Cocos reciben charlas sobre educación ambiental ofrecidas por algunos de los jóvenes que fueron capacitados como Guías ecológicos durante la primera parte de desarrollo del fallido proyecto de ecoturismo.

5. Conclusiones

Los actores de la VIPIS, poblaciones locales, empresarios de macro-proyectos, funcionarios e investigadores, realizan diferentes usos del territorio, cada uno de estos usos produce diferentes saberes, interrelaciones, conflictos, valoraciones del bosque de manglar y, por su puesto, se relaciona de manera diferentes con el incipiente ecoturismo de la zona.

Por consiguiente es interesante concluir destacando algunas relaciones encontradas entre estos usos y el uso turístico: Existe un conflicto entre la actividad de conservación –investigación y las intensiones de turismo

no especializado Entre los funcionarios del parque natural y las poblaciones locales se presentan niveles de

comunicación donde los primeros pueden ser intermediarios de los segundos en el caso de la negociación de actividades ecoturísticas

Durante el tiempo en que se han presentado una incipiente actividad turística en el parque, se ha marcado un recorrido espontáneo de lugares de interés para los visitantes donde se valoran criterios como el paisaje, la atención y confianza con las comunidades locales y la posibilidad de pescar por hoobie

Algunas comunidades locales –como Caño Valle- han recibido en sus parcelas visitantes y les prestan servicios de alimentación y bebidas de una manera informal.

Las investigaciones en ciencias naturales y sociales han valorizado elementos de la VIPIS como la biodiversidad –avifauna, reptiles y pequeños mamífero- y la cultura

Finalmente, los usuarios económicos de empresas privadas han tenido unas relaciones contractuales con la Unidad Administrativa de la VIPIS que muestra la posibilidad de diálogos interinstitucionales para la implementación de proyectos que vinculen la conservación y el aprovechamiento de los recursos