75

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO Módulo 3 Capítulo 9

LAS CARACTERÍSTICAS DEL LIDERAZGO ESPIRITUALEs por señalar lo obvio que mencionamos que la persona del líder es el recurso más importante en el liderazgo, así que tienen que ser sus cualidades y habilidades las que determinen la efi cacia del liderazgo. Hemos explicado que no existe un perfi l de un líder, es decir una lista exhaustiva de características que garantizan la excelencia en un líder. Sin embargo, sí existen elementos que son esenciales al buen liderazgo, especialmente el liderazgo espiritual. Explicaremos cuáles son y después veremos cada cualidad con detenimiento.

Los primeros elementos son géneros de la autoridad: autoridad formal, autoridad moral y autoridad técnica. Brevemente, la autoridad formal es la que se confi ere, la autoridad moral es la que se gana por sus cualidades y la autoridad técnica es la que se gana por el conocimiento de lo que uno hace, supervisa, controla o enseña.

El liderazgo también depende de la conducción profesional del líder, la cual se centra en su forma de trabajar: estilo de liderazgo, trabajo en equipo, administración del tiempo, comunicación, animación de grupos, motivación, delegación, manejo de confl ictos, toma de decisiones, etc.

Entonces, un buen líder logra la infl uencia a través de estos componentes: Autoridad Formal (AF), Autoridad

Moral (AM), Autoridad Técnica (AT), y Conducción Profesional (CP). En el caso de la Pastoral Juvenil tenemos que agregar otro componente, los requisitos espirituales. Más adelante analizaremos en qué consisten estos requisitos, pero aquí simplemente queremos comunicar que si no hay requisitos espirituales (RE = 0), no hay liderazgo espiritual. Prácticamente se ejemplifi caría de esta manera:

Si alguien no tiene los requisitos espirituales, aunque tenga 100% de los demás componentes, no tiene un liderazgo espiritual, sino un liderazgo natural.

(AF 100% + AM 100% + AT 100% + CP 100%) x RE 0% =LIDERAZGO NATURAL

76

MÓDULO 3

Y si alguien tiene todos los requisitos espirituales pero no tiene los demás componentes, no es un líder espiritual, sino un cristiano maduro.

(AF 0% + AM 0% + AT 0% + CP 0%) x RE 100 % = CRISTIANO MADURO

LA AUTORIDAD FORMAL La autoridad formal es la típica autoridad militar; el tener una estrella más en el uniforme confi ere autoridad sobre aquel que carece de ellas o tiene una menos. Sin duda en la mayoría de los casos cuando la gente piensa en el líder de un grupo de jóvenes piensa en la persona a la cual se le ha dado la autoridad formal de ser el responsable del grupo. A veces esta autoridad se da por medios democráticos (el grupo elige a un líder), a veces por medios autocráticos (el pastor o los líderes de la iglesia nombran un líder o pastor de jóvenes) y a veces por medios laisser faire (alguien llega a ser visto como el responsable porque asume el trabajo).

En cualquier caso, la autoridad formal es un recurso que le da a esta persona la oportunidad de infl uir sobre el desempeño de un ministerio y en la conducta de otros. Esta autoridad tiene poder legítimo, ya que toda la organización acepta que tiene una posición dentro de la jerarquía, y produce que esta persona ejerza infl uencia sobre otros en virtud de la posición que ocupa.

Hay que reconocer que hay graves problemas en el ámbito de la iglesia con respecto al tema de la autoridad. Muchas veces son los líderes los que no entienden cabalmente todo el signifi cado del término desde el punto de vista bíblico y en otras ocasiones son los seguidores los que no lo entienden. Sin embargo, y a pesar de que somos conscientes de esta realidad, generalmente no la enfrentamos. ¿Por qué? Quizás porque la “autoridad” es tratada o como algo malo, nos irrita, nos hace mal, o tal vez porque se percibe como cosa sacra y sería irreverente hacerlo.

Uno de los grandes malentendidos entre los cristianos es que la autoridad formal descansa dentro de una persona, pero no es así. Veamos un ejemplo; la constitución de un país establece niveles de autoridad para los distintos cargos del gobierno, incluyendo el presidente. Si la posición del presidente quedara vacante, la autoridad no desaparece con la persona, porque la autoridad es inherente a la posición y no a esa persona.

La perspectiva bíblica de autoridad es sencilla: todo cristiano debe estar en obediencia al Señor y a aquellos en los que el Señor delegó su autoridad (Romanos 13:1,2), siempre y cuando no contradigan la Palabra de Dios (Hechos 5:29).

Dios es el rey supremo; todos estamos bajo Su autoridad y el líder cristiano debe ejemplifi car la sumisión a Dios en su vida y a los que Dios ha puesto sobre él o ella. Hasta el Señor Jesús, cuando estaba en la tierra, se sometió, no solamente a la autoridad de Dios (Porque esa misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, y que estoy haciendo... Juan 5:36), sino también a la autoridad del gobierno (…Y les dijo: dad pues, a César lo que es de César; y a Dios lo que es de Dios. Mateo 22:21)

El ámbito actual que promueve la doctrina de la igualdad social no nos debe cegar al patrón bíblico de la autoridad. Dios delega autoridad formal para lograr sus propósitos. En Éxodo 18 podemos apreciar niveles de autoridad en el pueblo de Dios: Dios, Moisés, los jueces, el pueblo. En el Nuevo Testamento también vemos una estructura de autoridad: Dios, los apóstoles, los diáconos, la iglesia (Hechos 6).

La explicación de la autoridad que hace el centurión en Mateo 8:7-9 nos ayuda a entender la autoridad y nos la muestra en acción. El centurión interpreta su autoridad como algo que le fue concedido por el gobierno romano y por lo tanto tiene el derecho de usarla. También reconoce el poder que esta autoridad tiene sobre la

La autoridad formal descansa dentro de la posición y no la persona

77

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO ejemplos típicos a organizaciones en las que la autoridad la sustenta el jefe, pero el poder, su secretaria. En algunos casos el esposo tiene la autoridad y la esposa el poder o los padres tienen la autoridad y el hijo el poder, etcétera.

La autoridad moral le permite a un líder ejercer una poderosa infl uencia sobre la gente, no porque tienen que obedecerle sino porque le respetan. Dado a que esta autoridad no es conferida sino ganada, no se le puede quitar a alguien, aunque uno mismo la puede perder.

Para ayudarte a entender la diferencia entre la autoridad formal y moral, veamos un ejemplo bíblico. Nicodemo (el fariseo que vino a visitar a Jesús en Juan 3) era una de las setenta personas más importantes entre el pueblo judío y, como miembro del Sanedrín, ayudaba a gobernar la nación. En contraste, Jesús no tenía ni un ofi cio religioso, ni una categoría.

No cabe duda de que Nicodemo tenía más autoridad formal que Jesús; pero, a pesar de ello, cuando los dos se reunieron Nicodemo comenzó la reunión dirigiéndose a Jesús como “Rabí”, que quiere decir maestro. Jesús poseía una autoridad interna que nadie, ni siquiera sus detractores, le negaron.

En realidad Jesús poseía ambas autoridades: la formal conferida por Dios —Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escúchenlo! (Mateo 17:5)— y la moral ganada por sí mismo —La gente se asombraba de su enseñanza, porque la impartía como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley (Marcos 1:22).

gente que le responde. Es importante notar que Jesús no reprende ni corrige al centurión con respecto a cómo entiende la autoridad, así que existe un papel para la autoridad formal dentro de la iglesia.

Pero es importante notar que la perspectiva bíblica no concluye con establecer niveles de autoridad, sino que también establece claramente cómo los líderes cristianos deben ejercer esa autoridad. Las instrucciones y el ejemplo de Jesús al respecto son bien conocidos. Y Pedro lo explica en los versículos que estamos usando como patrón para el liderazgo en la Pastoral Juvenil,

Les ruego esto: cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con afán de servir, como Dios quiere. No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño. (1ª Pedro 5:1-3)

Como personas lideradas debemos someternos a la autoridad que Dios delegó en nuestros líderes y cómo líderes debemos ganarnos la autoridad por servir a los demás con amor. Aunque es cierto que la persona que tiene la autoridad formal en una iglesia o ministerio con jóvenes tiene un recurso que abre el paso a que él o ella ejerza infl uencia en las vidas de los que están a su cargo, también es muy importante entender que la autoridad formal es solamente el punto de partida en el liderazgo. Recuerda que el líder espiritual también necesita ganar el respeto de la gente, necesita un conocimiento profundo de lo que hace, necesita una buena administración y habilidad para liderar y, fi nalmente, necesita la plenitud del Espíritu Santo. Todo esto es preciso si queremos un liderazgo espiritual.

LA AUTORIDAD MORAL La autoridad moral no depende de ningún puesto ni nombramiento, sino de las cualidades de la persona, su carácter e integridad. La autoridad moral es el respeto que logra la persona por lo que es como persona. Se puede decir que es autoridad informal o interna. Algunos la llaman poder.

La autoridad formal se puede obtener por decreto, pero la moral hay que ganarla, así es que tenemos como

78

MÓDULO 3

no jefes, esclavos y no amos. Es la verdad que cierta autoridad corresponde a los líderes, es más, el liderazgo sería imposible sin ella, pero el énfasis de Jesús no se centró en la autoridad del líder que dirige, sino en el líder que sirve. La autoridad de un líder cristiano no es mediante el poder sino mediante el amor; no es por la furia sino por el ejemplo; no emplea la coacción, sino la persuasión razonada.

Jesús era Señor de todos, sin embargo, se hizo siervo de todos. Se puso el delantal de servidumbre, se arrodilló y lavó los pies de los apóstoles. Ahora nos dice que hagamos lo mismo, que nos revistamos de humildad y que en amor nos sirvamos unos a otros. Ningún liderazgo es auténticamente a imagen de Cristo si no se caracteriza por un espíritu de servicio humilde y gozoso.

Pero ¡cuidado! Muchas veces tras la fachada del servicio a los otros, nos estamos sirviendo a nosotros mismos.

Corazón compasivoEl liderazgo que permanece, que tiene impacto positivo y de largo alcance, es el que se caracteriza siempre por la compasión. El líder compasivo se preocupa siempre por las personas individualmente y como grupo, tiene un corazón sensible hacia los demás y procura el bienestar para cada individuo. El líder compasivo se interesa aun por los sentimientos de los que se ven afectados por sus decisiones. Nunca es arrogante ante el sufrimiento producido por su liderazgo y se esfuerza a fi n de que éste resulte lo mejor posible, tanto para el individuo como para el grupo y su misión.

El líder compasivo también cuida de sus seguidores y de su entorno. Las personas que forman parte de nuestro equipo resultarán efi caces y estarán concentradas en la misión y la visión que como equipo estamos llevando adelante sólo cuando sus necesidades y las necesidades de sus familias sean suplidas.

Una de las características más notables en Jesús era su corazón compasivo: Y al ver las multitudes, tuvo

Lo que gana el respeto de una persona tal vez no logra lo mismo con otra, pero hay cualidades que son dignas de respeto en un líder. Si la gente no las respeta, muestra que la falta queda en ella y no en el líder. Veremos tres rasgos distintivos que inspiran el respeto que resulta en autoridad moral: mostrar un espíritu de servicio, tener un corazón compasivo y ser un modelo digno de imitar. Espíritu de servicio La sociedad de hoy origina y refuerza una mentalidad individualista, con lo cual la atención a los otros y la importancia del otro es una realidad declarada con palabras y totalmente negada con los hechos. Esta mentalidad hace que nos volvamos indiferentes y pasemos por alto las necesidades de los otros.

Jesús introdujo un estilo de liderazgo completamente nuevo. Expresó la diferencia entre el antiguo y el nuevo liderazgo en Marcos 10:42-45,

Así que Jesús los llamó y les dijo: —Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos ofi ciales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

Así pues, entre los seguidores de Jesús, liderazgo no es sinónimo de señorío. Nuestro llamado es a ser siervos y

Ser nombrado líder, no lo convierte a uno en líder

EL VALOR DEL SIERVO

En el hablar corriente, la palabra “siervo” muchas veces asume contornos y signifi cados bastante despreciativos, o es utilizada demasiado a menudo con una connotación negativa; pero esto no es ni el sentido etimológico ni el sentido bíblico que esta palabra encierra. En cuanto al signifi cado originario es importante resaltar que posee un signifi cado noble y bello. Muchas veces el siervo era designado como heredero de todo el patrimonio familiar. En algunos textos bíblicos que hablan de la vida de la corte, el siervo era considerado en como el “ofi cial regio” al cual se le confi aban trabajos de altísima responsabilidad y confi anza, e incluso era considerado “siervo” quien ejercía funciones en el templo y que por desempeñar dicha tarea gozaba de una gran estima por parte de todos.

79

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO

compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor (Mateo 9:36). Las palabras que se utilizan en este pasaje para describir la condición del pueblo son de carácter vívido: desamparadas es una traducción del griego eskulmenvi que puede designar un cadáver que es víctima de las aves de rapiña y signifi ca que el pueblo es “esquilmado” por hombres rapaces.

La palabra que se traduce por “dispersas” en el original griego es errimenvi, que signifi ca “estar postrado” o que también puede describir tanto al que está postrado a causa de haber bebido demasiado (lo emborracharon para hacer de él cualquier cosa) como al que está postrado después de una pelea, por haber recibido heridas mortales.

Cuando Jesús veía a las multitudes, las veía postradas, siendo esquilmadas por hombres rapaces y sentía compasión. (Cualquier relación con lo que hoy vemos en nuestros países y sociedad... es pura coincidencia.) William Barclay en su comentario del libro de Mateo, hace el siguiente análisis exegético de este pasaje:

La palabra que se usa en el original griego para describir el sentimiento de Jesús es splagchniszais. Es la palabra

más fuerte que posee el griego para expresar la piedad que puede experimentarse por otro ser humano. Se deriva del sustantivo splagchna que signifi ca “entrañas.” Es una compasión entrañable, lo cual describe ese tipo de piedad que nos conmueve hasta lo más profundo de nuestro ser. En los evangelios esta palabra sólo se utiliza, con excepción de algunas parábolas, con referencia a Jesús (Mateo 9:36, 14:14; 15:32; 20:34; Marcos 1:41; Lucas 7:13). Cuando estudiamos estos pasajes podemos darnos cuenta de cuáles eran las cosas que más conmovían a Jesús.

Ser un modeloJesucristo es nuestro modelo y nosotros, a su vez, somos modelos de otros, modelos de actitud, modelos de conducta y modelos de liderazgo. Dice el apóstol Pablo en 1ª Corintios 11:1, Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Este versículo dice que si queremos imitar a Cristo, debemos imitar a Pablo. Ahora, no nos gusta hablar del llamado bíblico a ser modelos. Preferimos decirles a las personas que miren

LA COMPASIÓN DE JESÚS

Experimentaba una compasión entrañable por el dolor y el sufrimiento de los hombres. Experimentaba piedad por los enfermos, por los ciegos, por los que eran víctimas de la posesión demoníaca. Él es afl igido por todas nuestras afl icciones.

Experimentaba compasión por la tristeza del mundo. La visión de la viuda en Naín, que seguía el cortejo fúnebre de su hijo, conmovió su corazón (Lucas 7:13).

La presencia, alrededor de él, de una multitud hambrienta y cansada constituía, por sí misma, un llamado a emplear su poder (Mateo 15:32). Ningún cristiano puede estar satisfecho teniendo mucho, mientras hay a su alrededor quienes tengan poco.

La soledad le inspiraba piedad. El leproso que vivía en la más absoluta soledad y abandono evocaba tanto su compasión como su poder (Marcos 1:41).

Le conmovía la confusión de la gente. Es esto, precisamente, lo que inspiró piedad en Jesús en la ocasión que vimos anteriormente. Los escribas y los fariseos, los sacerdotes y los saduceos, pilares de la religión judía de su tiempo, no tenían nada qué ofrecerles, no eran capaces de dar orientación ni consuelo ni fuerza para vivir.

•

•

•

•

•

80

MÓDULO 3

a Cristo y no a nosotros porque podemos caer, podemos fallarles. Obviamente, es cierto. Pero sin duda la Biblia nos enseña que debemos poder decir: mírenme a mí, imítenme, porque yo imito a Cristo.

Añadido al mandato bíblico, tenemos nuestras propias experiencias y muchos precedentes históricos que nos muestran la infl uencia, la autoridad moral, de los modelos por ejemplo en Hungría por 180 años el Protestantismo fue ilegal. En 1800 se permitió predicar y al año y medio había 180 iglesias luteranas. ¿Cómo se explica esto? Mientras no podía ser enseñada en colegios e iglesias, las familias siguieron transmitiendo la fe. Los padres mostraron un modelo de vida.

La sinergia de autoridad formal y moralPara concluir este apartado relacionado con la autoridad moral queremos mencionar la sinergia que existe entre la autoridad formal y la moral. Hay personas que piensan que son líderes porque alguien les eligió para un puesto y otros que piensan que porque no tienen un nombramiento ofi cial no pueden ejercer el liderazgo. Queremos enfatizar que ser nombrado líder, no lo convierte a uno en líder; el llegar a una posición de liderazgo no es el fi nal, sino el comienzo. Por otro lado, el no tener un cargo formal no te niega la posibilidad de ejercer infl uencia porque la autoridad moral puede ser una manera muy poderosa de infl uir en la gente.

Es muy importante que cada seguidor de Jesús entienda que Dios tiene un papel de liderazgo para él o ella en su Reino. No es valido el concepto que tienen muchos que el ministerio es algo de lo cual se encargan los ministros pagados. Jesús nos dice a cada uno, Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos... (Mateo 28:18,19). Él nos da la autoridad formal para ser sus embajadores, sus agentes de la reconciliación (2 Corintios 5:18-20) y no sólo nos delega la autoridad, sino nos provee lo que necesitamos para lograr la autoridad moral, el poder de llevar a cabo nuestra tarea: Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo… (Hechos 1:8).

LA AUTORIDAD TÉCNICA Esto refi ere a la formación para el ministerio...qué tan preparado y hábil es el líder para ser un educador y un pastor. No vamos a mencionar todos los conocimientos

y destrezas que son necesarios para llevar a cabo la Pastoral Juvenil, dado a que esto se pretende hacer a lo largo del material (el apartado El líder y su formación para el ministerio que se encuentra en el NIVEL DE COMPETENCIA PARA LÍDERES DE JÓVENES detalla varios puntos específi cos que un líder debe dominar para tener autoridad técnica en la Pastoral Juvenil), sin embargo, hay tres características tan esenciales que no podemos pasarlas por alto en este momento. El liderazgo debe tener un propósito, tener la mente de estratega y tener la capacidad de adaptarse al cambio.

Tener propósito y visión En el ámbito del liderazgo se usan los términos propósito, misión, visión y objetivo con una variedad de signifi cados. Lo importante no es la palabra en sí, sino el concepto que se quiere comunicar; lo importante es que el líder sabe hacia dónde va y cómo va a llegar. Si alguien no sabe adónde va ni cómo llegar, no puede ser líder.

Una de las tareas primarias de un líder es conocer su propósito y contagiar una visión. El ejemplo de Jesús nos muestra que un líder de éxito tiene bien defi nido su propósito y sabe cómo lo va a cumplir. Jesús se proyectaba hacia una sola cosa: restaurar la relación entre la humanidad y Dios, El hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10). Y desde el principio de su relación con sus discípulos les invitó a la misma tarea: ... Os haré pescadores de hombres... (Marcos 1:17). Jesús siempre tenía presente su misión y supo trasmitirla con fervor y hacerla sencilla e irresistible.

Es un hecho signifi cativo y simbólico que los dos hombres del siglo XVI que le dieron al cristianismo su más dinámica interpretación con relación al orden secular, el francés Juan Calvino (reformador) y el español Ignacio de Loyola (fundador de la orden Jesuita), fueron educados más o menos al mismo tiempo, en la misma universidad y por el mismo maestro. Ambos desarrollaron un profundo sentido de misión personal. Su gran pregunta fue y continuó siendo durante toda su vida: ¿Qué quiere Dios de mí, de la Iglesia y de la humanidad?

Dios nos eligió porque tiene un propósito, una misión,

81

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO

para nosotros, la cual es muy sencilla: extender el reino de Dios, y hacerlo para su gloria. Dios no nos eligió para que lo pasemos bien aquí en la tierra, sino para hacer las obras que Dios preparó de antemano para que las hiciésemos (Efesios 2:10). Por supuesto que no hay felicidad mayor que conocer a Dios y glorifi car su nombre participando en su plan. El Señor nos da herramientas para contribuir a que venga su Reino, tales como nuestras propias vidas, nuestra vocación, estudios, trabajo, familia, comunidad de creyentes, etcétera, pero todo eso son medios, no son fi nes. El fi n es la extensión del reino de Dios.

Tal como hemos enfatizado una y otra vez, el líder necesita saber para qué existe el grupo que lidera y cómo el grupo puede cumplir este propósito. Hay muchas personas, organizaciones e instituciones que no pueden contestar las siguientes preguntas: ¿para qué existo?, ¿hacia dónde voy? Y muchos líderes en iglesias dan por sentado que está claro cual es su propósito pero nunca lo han defi nido de forma específi ca y por esto no pueden evaluar si se están acercando a la meta o no. Lo mejor es que el líder pueda comunicar el propósito o misión de su grupo en un lema que capta su esencia de forma breve.

La iglesia no es nuestra, es de Jesucristo, por tal motivo Él se ocupa de defi nir la misión de su iglesia. Hemos dicho que el propósito de la Pastoral Juvenil es que los jóvenes piensen y vivan como Jesús. Pero hay muchos pasajes en la Biblia que expresan el propósito del pueblo de Dios en otras palabras:

Que cada miembro llegue a la medida de la plenitud de Cristo (Filipenses 4:11-16)Glorifi car el nombre de Dios (Isaías 43:7) Ser testigos (Hechos 1:8)Hacer discípulos (Mateo 28:19)Ser agencia redentora (Efesios 1:1-10 y 3:8-11)Extender el reino de Dios (Colosenses 1:13-14)

Según Peter Senge, visión (deriva del latín videre que signifi ca ver) es una imagen del futuro que deseamos crear, descrita en tiempo presente, como si sucediera ahora. Rick Warren amplia nuestro entendimiento de visión:

La mayoría de la gente piensa que “visión” es la habilidad de ver el futuro. Pero hoy en un mundo de rápidos cambios, visión es también la habilidad de estimar exactamente los cambios que ocurren y sacar ventaja de ellos.

Tiempo atrás, la revista norteamericana Fortune hizo una encuesta de opinión a los presidentes de la lista de las 500 empresas de Fortune. Al preguntárseles qué factores caracterizarán el alto liderazgo, lo número uno de la lista fue la visión. Las organizaciones necesitan una visión para motivar a las personas, comprometer el espíritu y guiar. La visión se apodera de nosotros y nos moviliza. Puede remontarnos a nuevas alturas y superar las limitaciones impuestas sobre nosotros mismos.

¿Cómo se ve en la práctica cuando un líder en la Pastoral Juvenil tiene un propósito para su vida personal, un plan para cumplirlo y lo transmite a otros?

El líder tiene un concepto integral de su propósito en la vida.

El líder se capacita y entrena para servir con excelencia al Señor.

El líder motiva a los jóvenes a estudiar, trabajar, ser responsables y trabajadores.

El líder apoya y anima a algún joven que siente un llamado específi co a servir de tiempo completo al Señor.

El líder apoya y anima a los jóvenes que sienten un llamado también específi co de Dios a estudiar, trabajar, crecer profesionalmente o laboralmente con valor agregado de conocimiento, tecnología o dinero y les ayuda a ver que todas esas son herramientas de Dios para el soporte del propósito integral que El tiene para sus vidas.

La experiencia ministerial de Gerardo ha sido que algunos del equipo de liderazgo retomaron sus estudios, otros se animaron a aventurarse en carreras que en la cultura evangélica de su momento eran tabú, otros recuperaron la idea de progreso y avance dentro de la organización en la que estaban trabajando y, fi nalmente, otros descubrieron que para Dios el dinero en sí no es pecado (aunque pecado puede ser el destino que le damos a nuestro dinero).

1)

2)

3)

4)

5)

•

•••••

82

MÓDULO 3

El doctor Martín Luther King, Jr. dijo: Yo tengo un sueño. El sueño de la igualdad racial de la cual hablaba el doctor King era un estado deseado y difícil de alcanzar, pero llegó al corazón de la gente y suscitó una respuesta que cambió la historia de toda una nación.

El punto inicial de cualquier jornada es un sueño, la visión de algunas posibilidades distantes. Esta visión debe ser emocionante y conmovedora. Cuando te produce entusiasmo el lugar al cual te diriges, fi jas posteriormente algunas metas y algunos hitos que te ayudarán a llegar. Cuando estas metas a corto plazo se convierten en un fi n, la pasión se extingue.

Hay una historia que representa muy bien la importancia de la visión:

Había una vez un sabio científi co y poeta que solía ir a la playa a escribir. Un día mientras caminaba vio a lo lejos una fi gura humana que se movía como un bailarín en la playa. Se acercó y pudo apreciar que se trataba de un joven. No bailaba sino que se agachaba para recoger algo y lo arrojaba al mar. Lo saludó y le preguntó qué es lo que estaba haciendo. “Arrojo estrellas de mar al océano,” le contestó el muchacho. “La marea está bajando, el sol brilla y si no lo hago todas estas estrellas de mar morirán.”

El escritor lo miró y le dijo irónicamente, “Pero hay cientos y cientos de kilómetros de playa y miles y miles de estrellas de mar. ¿Tiene sentido arrojar estrellas de mar al océano?” El muchacho tomó otra estrella de mar y arrojándola al océano le dijo: ”Para aquella, tiene sentido.”

El escritor se sintió molesto por la respuesta. Se fue a su casa a seguir trabajando, pero no pudo dejar de pensar en este joven y en lo que le había expresado. En ese anochecer el escritor se dio cuenta que como sabio se le había escapado la naturaleza esencial de la acción del joven. Ese muchacho había escogido no ser un mero observador en el universo. Eligió ser protagonista, eligió participar en él.

A la mañana siguiente el escritor se levantó muy temprano. Encontró al joven y juntos pasaron todo el día arrojando estrellas de mar al océano.

Mente de estrategaPiensa por un momento en estas frases:

Una visión sin acción es un sueño. Una acción sin visión carece de sentido.Una visión puesta en práctica puede cambiar el mundo

El concepto de estrategia proviene de la palabra griega strategos que signifi ca jefes del ejército. Para los militares, la estrategia es la ciencia y el arte de emplear las fuerzas armadas de una nación para conseguir los fi nes que sus líderes determinan pero en nuestro caso podríamos decir que la estrategia es la ciencia de la acción al servicio de nuestra misión y visión. Para nosotros, estrategia sería la

forma o el camino que seguimos para, adaptándose al contexto, lograr los objetivos.

Ahora bien, hay dos cosas que no puedes dejar de tener en cuenta. Primero, para ser estratega se necesita conocer el campo de batalla. Sólo aquel general con un conocimiento profundo y familiar de lo que sucede en el campo de batalla está en posición de desarrollar una estrategia efi caz. La estrategia brota del fango, no del ambiente antiséptico de una torre de marfi l. Todos los grandes estrategas conocieron primero la lucha. Hacer estrategia es pensar para quienes deben lograr sus propósitos entre la sangre y el fuego. Segundo, la estrategia es aprendizaje siempre. Dijo Platón: Sólo los muertos han visto el fi nal de la guerra. Las personas que no estén abiertas al aprendizaje, es más, que no están dispuestas al aprendizaje permanente, no tienen posibilidad de sobrevivir en un mundo en que la constante es el cambio.

Un líder con mente de estratega usa el Ciclo de crecimiento como un viaje desde hoy hacia el futuro. Tener planes y una estrategia nos permite llegar de donde estamos a donde queremos ir.

DONDE ESTAMOS DONDE QUEREMOS IR

Jesús tenía una mente estratégica. Vemos un ejemplo en la elección de los apóstoles. En Marcos 3:13-19 leemos: Y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. Así fue como un publicano, un cobrador de impuestos, un segregado de la sociedad, tomó de pronto una decisión que cambió el curso de su vida; pasó de Mateo, el publicano, a apóstol de Jesucristo.

•••

83

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO Escoger a un cobrador de impuestos, como persona clave en la naciente iglesia no parece ser una decisión demasiado inteligente, ni demasiado sabia humanamente hablando. La gente clasifi caba a los publicanos en el mismo lugar que las rameras; eran pícaros, avaros, no aptos para la sinagoga. Humanamente hablando, la elección de Mateo era una mala decisión; desde el punto de vista de Dios, era magnifi ca. Prueba de esto es el evangelio según Mateo. Cuando Jesús vio a Mateo, en primer lugar vio a la persona. En segundo lugar vio a alguien que se sumaría a la diversidad del equipo que quería formar. En tercer lugar vio a una pieza importante que le a y u d a r í a a lograr su misión. En cuarto lugar vio a alguien c a p a c i t a d o para llevar adelante la misión cuando Jesús ya no estuviese. En quinto lugar vio al escritor de uno de los evangelios. Seguramente vio mucho más.

Hoy miramos hacia atrás y vemos que con esta elección Jesús demuestra que el líder debe dar consideración a la diversidad al formar su equipo, a todo tipo de diversidad, de temperamentos, talentos, experiencia, etcétera. Parte de la estrategia de Jesús era elegir trece hombres que cambiaron el curso de la historia, uno por su traición y once por su dedicación. Los discípulos de Jesús llegaron a ser el equipo más fuerte y de mayor infl uencia que el mundo jamás haya conocido, logrando más que cualquier otro equipo a través de la historia. Sólo la mente de un estratega se anima a escoger hombres tan diversos para formar un mismo equipo, únicamente un líder extraordinario podía lograr que diera resultado.

Capacidad de adaptarse al cambioEl cambio: característica de la época actual. Sí tuviéramos que elegir una característica que defi ne los tiempos actuales, esa característica sería el cambio. En su libro La tercera ola, escrito en 1980, Alvin Toffl er nos da una vista panorámica del cambio:

La especie humana ha experimentado hasta ahora dos grandes olas de cambio, cada una de las cuales ha sepultado culturas o civilizaciones anteriores y las ha sustituido por formas de vida inconcebibles hasta entonces. La primera ola de cambio, la revolución agrícola, tardó miles de años en desplegarse. La segunda ola, el nacimiento de la civilización industrial, necesitó sólo trescientos años. La historia avanza ahora con mayor aceleración aún, y es probable que la tercera ola inunde la historia y se complete en unas pocas décadas. Nosotros, los que compartimos el planeta en estos explosivos momentos, sentiremos, por tanto, todo el impacto de la tercera ola en el curso de nuestra vida.

Toffl er considera que la era de la primera ola comenzó hacia el 8000 a. de J.C. y dominó en solitario la tierra hasta los 1650-1750 de nuestra era. A partir de este momento, la primera ola fue perdiendo ímpetu a medida que lo iba cobrando la segunda. La civilización industrial, producto de esta segunda ola, dominó entonces hasta que también alcanzó su cresta culminante.

Este último punto de infl exión histórico llegó a los Estados Unidos durante la década iniciada alrededor de 1955, cuando el número de empleados y trabajadores de servicios superó por primera vez al de obreros manuales. Fue esta la misma década que presenció la generalizada introducción de la computadora, los vuelos comerciales de reactores, la píldora para el control de la natalidad y muchas otras innovaciones de gran impacto. Precisamente durante esa década la tercera ola empezó a cobrar fuerza en los Estados Unidos y desde entonces ha llegado, con escasa diferencia en el tiempo, a la mayor parte de las demás naciones industriales.

Otras olas de cambio han aparecido en las últimas décadas... podríamos hablar de la ola de las telecomunicaciones, de la ingeniería genética, la ola espacial,

etcétera.

Como dice Toffl er, en el pasado el cambio tenía

lugar a un ritmo mucho más

lento. Nos dábamos el lujo de hacer

Sólo un estratega escogería los doce discípulos, únicamente un líder extraordinario podía lograr que diera resultado

84

MÓDULO 3

proyecciones de largo plazo y elaborar planes con cierto grado de certidumbre. Pero en la actualidad, el ritmo del cambio se acelera en forma exponencial, y los virajes se producen con tal rapidez que es difícil hacer predicciones, y menos con exactitud. Podemos contar con certeza que el cambio drástico seguirá desafi ando nuestro entendimiento y seguirá removiendo las bases del mundo que nos rodea en todos los aspectos. Cualquier cosa que hagamos y dondequiera que la hagamos, todo —estilos de trabajo, condiciones económicas, tecnología, estructuras

corporativas, comunicaciones globales, estilos de vida, responsabilidades ambientales— está cambiando a un ritmo vertiginoso.

¿Cómo te sientes cuando, en el mar, una ola gigante te toma desprevenido? ¿Te ha tocado hundirte en la arena, sentir cómo la arena rascaba tu espalda, tragar agua, golpear tu cabeza contra otro a quien también la ola ha revolcado, etc.? Imagínate tres, cuatro o cinco olas como esa. Muchos de nosotros estamos siendo

CASO DE ESTUDIO: EL CAMBIO PARADIGMATICO

En 1968 habrías esperado la misma respuesta de toda persona a quien se le hubiera formulado la siguiente pregunta: ¿Qué nación dominará en 1990 la fabricación mundial de relojes? La respuesta era obvia: Suiza. ¿Por qué? Porque Suiza había dominado el mundo de la fabricación de relojes durante los últimos sesenta años.

Los suizos hacían los mejores relojes del mundo y estaban perfeccionando sus relojes constantemente. Ellos habían inventado las manecillas para los minutos y los segundos. Ellos encabezaban la investigación para descubrir mejores maneras para fabricar los engranajes, los ejes y los resortes de los relojes modernos. Eran los pioneros de la investigación en la fabricación de relojes a prueba de agua. Pusieron en el mercado los mejores relojes de cuerda. Los suizos no se durmieron en sus laureles, sino que eran innovadores constantes. Trabajaban continuamente en la fabricación de mejores relojes.

En 1968 los suizos tenían más del 65% de las ventas en unidades en el mercado mundial de los relojes y disfrutaban de más del 80% de las utilidades. Por un amplio margen, eran los líderes mundiales en la fabricación de relojes. Sin embargo, en 1980 su participación en el mercado había descendido del 65% a menos del 10%. Su inmenso dominio de las utilidades había caído por debajo del 20%.

¿Qué sucedió? Algo muy profundo. Los suizos habían chocado con un cambio paradigmático, un cambio en las reglas fundamentales de la fabricación de relojes. El funcionamiento mecánico estaba a punto de dar paso al mecanismo electrónico. Todo aquello en que los suizos eran buenos, la fabricación de engranajes, ejes y resortes, era irrelevante en la nueva concepción. Y de esta manera, en menos de diez años el futuro suizo en la fabricación de relojes, que parecía tan seguro, tan provechoso, tan dominante, fue destruido. Entre 1979 y 1981, cincuenta mil de los sesenta y dos mil fabricantes de relojes perdieron sus trabajos. Y, en una nación tan pequeña como Suiza, aquello fue una catástrofe.

Para otra nación, sin embargo, fue una oportunidad única. Japón, que tenía menos del 1% del mercado mundial de relojes en 1968, se encontraba en pleno desarrollo de la tecnología electrónica en el ámbito mundial. El reloj de cuarzo electrónico fue una consecuencia natural. Seiko lideró la acometida y actualmente los japoneses tienen cerca del 33% del mercado y una participación equivalente de los benefi cios.

La ironía de esta historia para los suizos radica en que la situación hubiera sido totalmente evitable si los fabricantes de relojes suizos hubieran sabido cómo pensar respecto a su propio futuro, si sólo hubieran conocido la clase de cambio que estaban enfrentando: un cambio paradigmático.

Lo interesante es que fueron los propios suizos quienes inventaron el movimiento del cuarzo electrónico en su instituto de investigación en Neuchatel, Suiza. No obstante, cuando los investigadores suizos presentaron esta revolucionaria idea a los fabricantes suizos en 1967, la idea fue rechazada. Tan seguros estaban los fabricantes suizos de tal conclusión que permitieron que sus investigadores exhibieran su inútil invento en el congreso mundial de relojería de aquel año. Seiko le dio un vistazo y el resto es historia.

85

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO

sacudidos por las diferentes olas de cambio y nuestra impresión es que en la caída no estamos muy seguros de terminar bien parados.

Hasta hace pocos años, aquellos que lideraban organizaciones, instituciones, proyectos y actividades actuaban bajo el supuesto de disponibilidad de recursos y tiempo para llevar adelante sus objetivos pero desde hace ya un tiempo las nuevas tecnologías y la aceleración del cambio solicitan para poder sobrevivir esfuerzos sin precedentes a todas las organizaciones. Alguien dijo, sólo aprovecharán el cambio, en vez de verse sorprendidos por él, aquellos directivos que aprendan a prever o incluso inventar el futuro.

Alguien que lidera en este contexto del cambio tiene que estar actualizándose de forma constante. En la década del 90 se decía que el conocimiento acumulativo de la humanidad se había duplicado durante la década del 80 y se duplicaría nuevamente cada cinco años. Esto signifi ca que si uno necesitaba leer al menos 10 libros en la década del 70 para concentrar la totalidad del conocimiento desde el punto de vista de consejería bíblica, por ejemplo, serían 20 los que se necesitarían en la década del 80, 40 en los primeros cinco años del 90, 80 en los segundos cinco y 160 en los primeros cinco años del nuevo siglo.

Y no sólo ha cambiado lo que es necesario saber. Los antiguos métodos que daban buen resultado en un mundo de ritmo más lento ya no son efi caces. Para afrontar los nuevos retos no podemos atenernos a lo comprobado y verdadero porque lo comprobado ayer ya no tiene validez hoy. Necesitamos una nueva forma de pensamiento, una forma que constituya un alejamiento radical del pasado.

Los líderes que se adhieren a las fórmulas convencionales no sólo perderán grandes oportunidades sino que también verán a sus organizaciones luchar contra la corriente. Para un liderazgo efi caz hoy, un líder necesita un cambio fundamental

en la mentalidad, que sea tan radical como la magnitud, el nivel y el ritmo del cambio actual.

Jesús, un líder de cambio. Jesús introdujo, aportó, más cambios a la vida que ninguna otra persona, especialmente en el ámbito religioso, y nos anima a hacer lo mismo cuando enseña a sus discípulos acerca del vino nuevo:

[Jesús] les contó esta parábola: --Nadie quita un retazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo. De hacerlo así, habrá rasgado el vestido nuevo, y el retazo nuevo no hará juego con el vestido viejo. Ni echa nadie vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, el vino nuevo hará reventar los odres, se derramará el vino y los odres se arruinarán. Más bien, el vino nuevo debe echarse en odres nuevos. Y nadie que haya bebido vino añejo quiere el nuevo, porque dice: el añejo es mejor. Lucas 5:36-39

Un estudio de las varias posturas que tomó Jesús ante el cambio nos sirve para ver otra vez su sabiduría y su liderazgo situacional. Después de que Jesús sana un hombre poseído por un espíritu maligno (Marcos 5:1-20) la gente de la zona comenzó a implorar a Jesús que saliera de sus territorios (v.17). Jesús podría haberles dicho: Acabo de hacer un milagro que ha benefi ciado a uno de los vuestros, ¿no queréis ver más de este mismo poder? Sin embargo, hizo la evaluación, vio que esa ciudad no estaba lista y se retiró. Aquí Jesús nos enseña que muchas veces es necesario aceptar las pérdidas, cambiar nuestros planes, alterar nuestra programación, y aun revisar nuestras metas y objetivos. Esta es una gran lección sobre el liderazgo. En algunas ocasiones un cambio de planes puede ser la medida más estratégica

que podemos tomar como líderes.

Este relato también nos muestra que lo natural en las personas es tratar de no cambiar. Es común que la gente opine El añejo es mejor. El problema es que muchas veces somos nosotros los líderes quienes no vemos la necesidad de cambiar o si la vemos tenemos una resistencia natural a hacerlo. Si no estamos dispuestos a cambiar, corremos el

riesgo de volvernos irrelevante.

Alguien que lidera en un contexto de cambio tiene que estar actualizándose de forma constante

86

MÓDULO 3

Pero en muchas otras ocasiones Jesús enfrenta el cambio y lo lleva a cabo aunque signifi cara una confrontación directa con la gente que no querría cambiar. Como resultado lo desafi aban y confrontaban, especialmente los líderes religiosos de su época. Sin embargo, Él enfrentaba cada lucha con respuestas razonadas, bien elaboradas. Sin perder nunca de vista sus valores, evaluó continuamente el contexto en el que se le preguntaba y ocurrían las cosas.

Por ejemplo, en el relato de la mujer samaritana (Juan 4:1-9), vemos a Jesús como alguien que rompe barreras. La lucha entre judíos y samaritanos era una historia muy vieja, tenía más de 400 años pero el resentimiento, el odio y amargura seguían vigentes con la misma intensidad. Por este motivo la mujer samaritana se extraña cuando Jesús, un judío, le habla a ella, una samaritana. Pero Jesús no sólo derribó esta barrera de que judíos y samaritanos no se hablaban. La samaritana era una mujer y los rabinos prohibían que un rabino saludara a una mujer en público. Un rabí no podía hablar en público ni con su propia mujer, hijas o hermanas. Para un rabí el hecho de que lo vieran hablando con una mujer signifi caba el fi n de su reputación, sin embargo, Jesús habló con esta mujer. Pero no sólo era mujer, sino que tenía una personalidad muy conocida y una muy mala reputación. Ningún hombre decente, y menos un rabí, se hubiera acercado a ella y mucho menos entablado una conversación. Pero Jesús le habló.

En este pasaje vemos a Jesús rompiendo con las barreras del nacionalismo y de la costumbre judía ortodoxa. Es el comienzo de la universalidad del Evangelio; es Dios amando al mundo en gran manera y en forma práctica. En resumen, Jesús, cuando vio la necesidad del cambio, sobrellevó la crítica, rompió con barreras y lideró el cambio.

Paradigmas que nos impiden enfrentar el cambio. Todos estamos de acuerdo en que el mundo está cambiando, sin embargo, no podemos desconocer que la reacción más habitual frente al cambio es la resistencia. Alguien dijo que las únicas personas que realmente dan la bienvenida al cambio son los bebés que tienen los pañales mojados. Si somos sinceros, reconoceremos que el cambio es perturbador, tan perturbador que a veces nosotros mismos nos convertimos en obstáculos para el cambio. Frases típicas como: “No va a funcionar,” “Siempre lo hemos hecho así,” “Todo algún día

volverá a la normalidad,” “Más vale bueno conocido que malo por conocer” son frases que, de alguna manera, demuestran nuestra resistencia interior al cambio.

Hay que reconocer que la falta de disposición a cambiar ha causado muchos fracasos en el liderazgo. El caso de estudio es una historia real que comenzó en 1968 y que ilustra por qué necesitamos aprender cómo explorar el futuro. La industria relojera Suiza no es la única que ha cometido tal error. Naciones enteras lo han hecho. Muchas sociedades y organizaciones lo han hecho. Muchas personas también. ¿Cómo se puede evitar el error cometido por los suizos?

Unos párrafos atrás mencionamos la palabra “cambio paradigmático.” Pero, ¿qué es un “paradigma”? La palabra “paradigma” proviene del griego paradeigma que quiere decir “modelo, patrón, ejemplo.” Fue originariamente un término científi co y, en la actualidad, se emplea por lo general en el sentido de modelo, teoría, percepción, supuestos o marco de referencia. En el sentido más general es “el modo en que vemos el mundo,” no en el término de nuestro sentido de la vista sino como percepción, comprensión, interpretación.Cuando nos referimos al “mundo” queremos decir todas aquellas cosas, absolutamente todas, las que pasan a tu alrededor. Ahora, todos tendemos a pensar que vemos las cosas como son, que somos objetivos. Pero no es así, vemos el mundo no como es, sino como somos nosotros o como nos han condicionado para que lo veamos.

Personas sinceras e inteligentes ven las cosas de modo distinto, pues cada uno mira a través del cristal de su paradigma. Cuanto más conciencia tengamos de nuestros paradigmas, en mayor grado podremos asumir la responsabilidad de tales paradigmas, examinarlos, someterlos a la prueba de la realidad, escuchar a los otros, estar abiertos a sus percepciones.

¿Qué es lo que nos impide aceptar ideas nuevas? El hecho de que no estamos dispuestos a cambiar el modo en que vemos el mundo, nuestro paradigma. Thomas S. Kuhn, un historiador científi co y autor de La estructura de las revoluciones científi cas, llevó el concepto del paradigma al mundo científi co. Kuhn descubrió que los paradigmas actuaban como un fi ltro que seleccionaba los datos que llegaban a la mente del científi co. Los

Nuestra paradigma es el modo en que vemos el mundo

87

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO

científi cos tenían difi cultades con datos que no coincidían con sus paradigmas, los rechazaban o los cambiaban para adaptarlos a sus paradigmas... y en algunos casos llegaban hasta no percibir algunos datos y eso era realmente muy grave. Esto, desgraciadamente, nos pasa mucho a nosotros.

El gran peligro es que acomodamos los datos a nuestros paradigmas. El problema es lo que se conoce como efecto paradigma. ¿Qué es el efecto paradigma? A veces nuestros paradigmas pueden convertirse en El paradigma, es decir, en la única manera de hacer algo, y frente a una innovación o alternativa, la rechazamos. Esto puede llevarnos a un desorden llamado “parálisis paradigmática.” El efecto paradigma puede cegar a muchos en cuanto al futuro, en cuanto a nuevas oportunidades, porque tratamos de descubrir el futuro bajo nuestros viejos paradigmas

Hay que ver más allá de los propios paradigmas. Si no estamos dispuestos a revisar nuestros paradigmas, corremos el riesgo de desaparecer. Veamos una historia que explica esto muy bien:

Un muchacho tenía un hermoso auto deportivo y todos los días salía a pasear con su vehículo por caminos solitarios, disfrutando el aire libre, la dulce brisa de los árboles, el aroma de la campiña y el hermoso paisaje. Un día, un auto rojo, también deportivo, dobló una curva a toda velocidad y de forma impetuosa se dirigió zigzagueando hacia él. Cuando estaba a punto de golpearlo, la persona dio un volantazo y le gritó al muchacho ¡¡¡Cerdo!!!. El muchacho, ni corto ni perezoso, sacó casi medio cuerpo por la ventanilla y le gritó ¡¡¡Por qué no te vas a....!!!! Cuando el muchacho todavía masticaba su rabia, dobló la curva... atropelló a un cerdo... cayó al precipicio y se mató.

¿Sabes por qué murió este muchacho? Murió a causa de su antiguo paradigma. Él creyó que cuando alguien le gritaba “cerdo” en realidad le estaba insultando... pero esta vez esa expresión era un alerta que él no advirtió y, por no advertirla, murió.

Hemos llegado al momento de hacer una síntesis de lo más importante dicho acerca del cambio:

Vivimos en una época cuya característica principal es el cambio.

Existe, en todos nosotros, una cierta resistencia al cambio.El cambio es inevitable.Podemos resistir o favorecer al cambio.Hay paradigmas, formas de ver la realidad, que nos llevan a resistir el cambio.Nuestra supervivencia va a depender de nuestra adaptabilidad o no a ese cambio.

CONDUCCIÓN PROFESIONAL Como su nombre explica la conducción profesional se centra en la forma que el líder conduce su liderazgo a nivel relacional. Esto abarca su habilidad en la selección e implementación del estilo de liderazgo más apto para cada circunstancia, su manejo del trabajo en equipo, la toma de decisiones, la comunicación, la animación, de grupos, la motivación de individuos, la delegación de responsabilidades, la supervisión de responsabilidades delgadas, el manejo de confl ictos, etcétera.

Pero el líder no solamente tiene que conducir de forma bíblica y profesional sus relaciones con los demás, también tiene que ser responsable, integro y profesional en su propia vida, en

la administración de su energía, su tiempo, su familia y los demás recursos que Dios le ha dado.

En el capítulo La ejecución y evaluación veremos más a fondo cómo debe conducirse el liderazgo, especifícamente en su relación con Dios y con los jóvenes, así que en este momento queremos enfocar en un solo elemento que tal vez te sorprende: la pasión. Si nos preguntas “¿Qué tipo de líderes necesita la Pastoral Juvenil?” responderíamos:

Personas que conozcan profundamente las Escrituras.Personas que tengan experiencia en el trabajo con jóvenes.Personas que han demostrado éxito en trabajos anteriores.Personas que conozcan la real problemática de los jóvenes.Personas que ganan la confi anza de los jóvenes con su modelo y servicio.Personas que tengan fuego en el corazón.

•

•••••

•

Lo que diferencia a un gerente de un

líder dinámico e inspirador, está más allá de la capacidad,

es pasión

••••

•

88

MÓDULO 3

REQUISITOS ESPIRITUALESComo hemos dicho anteriormente, si alguien no tiene los requisitos espirituales, aunque tenga 100% de los demás componentes, no tiene un liderazgo espiritual, sino un liderazgo natural. Sin líderes espirituales no podemos llevar adelante una tarea espiritual. Se pueden resumir los requisitos espirituales simple y sencillamente: ser lleno del Espíritu Santo.

Vemos un ejemplo de cómo Dios enfrentó el problema de un liderazgo no espiritual en el caso del Rey Saúl. Cuando Saúl fue espiritual, llevó adelante muy bien su tarea. Cuando no lo fue, el Señor lo reemplazó. El profeta Samuel le dijo al Rey Saúl, Más ahora tu reino no será duradero, Jehová ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó (1 Samuel 13:14).

Dios busca hombres espirituales para hacer su tarea que es espiritual. Los programas tienen un lugar importante en la vida de una iglesia, pero la infl uencia positiva a largo plazo y con resultados duraderos sólo viene de relaciones signifi cativas y líderes espirituales.

Intimidad con Dios. Sobre todo Jesús era un líder espiritual; sus pensamientos, palabras y acciones refl ejaban su íntima relación con su Padre. Los Evangelios muestran que tuvo un hábito de apartarse para estar a solas con su Padre, muy de madrugada si no había otro momento. Es evidente que se sentía fortalecido por el tiempo dedicado a la oración y a estar a solas con su Padre, listo para avanzar y salir a desarrollar la tarea que tenía por delante. Un líder no

Ahora, si tuviésemos que elegir entre las cinco primeras características y la última, escogeríamos, sin duda, a alguien que tuviera fuego en el corazón, por encima de alguien que llenara todos los requisitos de experiencia y educación. Tal vez te sorprende. Pero piénsalo...podemos lograr que una persona que no conoce las Escrituras las conozca, podemos enseñar sobre las problemáticas del adolescente y joven de hoy... pero es muy difícil lograr es que alguien sienta verdaderamente pasión.

Alguien puede saber un montón, pero si no tiene pasión no podrá llegar a ninguna parte. No le quitamos para nada el mérito a la primeras opciones. Todo lo contrario. Quienes nos conocen saben que es así. Creemos que los conocimientos, la capacitación, la excelencia son fundamentales pero eso alcanza para una califi cación sólo de “Regular” o “Buena.” Para un “Muy Bueno” se necesita pasión y para excelencia se necesitan todas.

Las personas que tienen fuego están motivadas, son más fl exibles, trabajan con más ahínco y tienen más recursos. Hechos 17:16 dice: Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. La palabra enardecer signifi ca “avivar una pasión.” Pablo tenía un corazón pasional y tengamos en cuenta que la pasión produce perseverancia (2 Corintios 11:16-33) y estímulo (2 Corintios 9:2). La pasión es contagiosa.

Se hizo una investigación entrevistando a más de 500 grandes realizadores provenientes de todas las áreas de trabajo, las artes y los deportes. No se encontraron dos personas iguales, pero tenían una cualidad en común: la pasión. La pasión constituía su energía, su entusiasmo y el deseo que los distinguía a todos.

Le preguntaron a un alto ejecutivo, buscador de talentos: “¿Qué cualidades, características, busca usted de un líder?” Contestó: “Lo que diferencia a un gerente de un líder dinámico e inspirador, está más allá de la capacidad, es pasión.”

La pasión es un compromiso ardiente que hace vibrar todo nuestro ser: nos hace sentir rebosantes de energía y llenos de vida; nos permite activar la fortaleza interna, recursos, capacidades y energías de los que no teníamos conocimiento. La pasión enciende una chispa que nos inspira a nosotros y a quienes nos rodean para conquistar mayores alturas. Los líderes, como los campeones, necesitan pasión.

89

LOS RECURSOS PARA EL LIDERAZGO

puede esperar disciplina espiritual de sus seguidores, a menos que él sea ejemplo de la misma, y Jesús fue ejemplo. Estas disciplinas espirituales no acortan el tiempo del líder, ni le quitan nada a su efectividad, sino agregan a su efectividad y la multiplican. Son un requisito que un líder sabio incluye en sus planes.

Pero la relación que Jesús tenía con Dios no pasaba solamente por una cita diaria, o por un tiempo a solas con Dios, sino que era muchísimo más profunda. Jesús estaba permanentemente en comunicación con Dios y recibía instrucciones de Él. Jesús aclara que no actuaba ni juzgaba, al menos que viera al Padre hacer alguna de estas cosas. Ningún acto u obra ocurría sin la dirección del Padre. Él estaba tan unido y sincronizado con Dios que pudo decir: ...yo soy en el Padre y el Padre en mí (Juan 14:11). Lo que Jesús hacía era traducir a Dios. Cuando Dios hablaba, Jesús hablaba.

Muertos al pecado. La espiritualidad también signifi ca que estamos crucifi cados y muertos, como dice Romanos 6:6: Nuestro viejo hombre fue crucifi cado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fi n de que no sirvamos más al pecado.

Ahora, con la muerte de nuestro “viejo yo” formalmente terminó nuestra relación con el pecado, pero no terminó con la existencia del pecado. El pecado y Satanás siguen estando a nuestro alrededor tan fuertes y seductores como siempre. Pero nosotros ya no estamos en obligación de servir a ese pecado, salvo que voluntariamente decidamos actuar de una manera independiente de Dios como lo hacía el viejo hombre. Cuando actuamos así, estamos violando nuestra nueva naturaleza, nuestra nueva identidad.

Por eso el texto, Con Cristo estoy juntamente crucifi cado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí, es una realidad que debemos vivir cada día. No para romper la relación que ya esta rota, sino para no desdibujar nuestra identidad. Cada día tenemos que ir a la cruz, cada día tenemos que crucifi carnos con Cristo, cada día tenemos que negarnos a nosotros mismos para poder derrotar al pecado y a Satanás.

A veces se dice este mundo no es mi hogar para comunicar la realidad de que aunque vivimos en este

mundo estamos muertos a este mundo. La siguiente historia muestra cómo debe ser nuestra perspectiva que refl eja esta realidad:

En la habitación del famoso rabino polaco Hofetz Chaim los únicos muebles eran una mesa, un banquillo y unos cuantos libros.

“Maestro, ¿dónde están tus muebles?” le preguntó un turista que había ido a visitarlo.

“¿Y los suyos, dónde están?” replicó Hofetz.

“¿Los míos? Pero si yo estoy de visita. Estoy sólo de paso...”, respondió el turista.

“También yo”, sostuvo parcamente el rabino.

90

MÓDULO 3

AUTOEVALUACIÓN1)

2)

3)

4)

5)

6)

7)

8)

9)

¿Por qué se denominan los elementos explicados en este capítulo “recursos” para el liderazgo en la Pastoral Juvenil?

¿Cuáles son los elementos necesarios para un liderazgo espiritual?

¿Cómo son diferentes el liderazgo espiritual, el liderazgo natural y un cristiano maduro?

¿Qué es la autoridad formal? Da un ejemplo de su presencia en el liderazgo de Jesús.

¿Qué es la autoridad moral? Da un ejemplo de su presencia en el liderazgo de Jesús.

¿Qué es la autoridad técnica? Da un ejemplo de su presencia en el liderazgo de Jesús.

¿Qué es la conducción profesional? Da un ejemplo de su presencia en el liderazgo de Jesús.

¿Por qué son importantes los requisitos espirituales? Da un ejemplo de su presencia en el liderazgo de Jesús.

Usando ejemplos concretos, explica la actitud de Jesús frente al cambo.