los cinco hermanos mata

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Cuenta una vieja leyenda que cinco hermanos vivían en una pequeña aldea de la cual no se conocía de su existencia, hasta ahora .Los hermanos eran tan parecidos entre sí que casi ninguna persona era capaz de distinguirlos. Cada uno de los hermanos había nacido con un don especial. Mata nº 1 podía hacer uso del mar a su antojo; lo llamaban “Madoca”, Mata nº 2 era inmune a todo ataque; podían tenerlo bajo ataque durante gran cantidad de tiempo y sin sufrir algún daño, lo llamaban “Ariel”, Mata nº 3 podía estirar su cuerpo a su antojo, pues eran elásticas: le decían “Julius”, Mata nº 4 era tan resistente como cualquier otro metal sobre el mundo: lo llamaban “Rahyan”. Mata nº 5 sabia el lenguaje que hablan los animales: lo llamaban “Maincra”. Mata nº 1 pescaba, Mata nº 2 cocinaba, Mata nº 3 pasa las cosas de un lugar a otro; Mata nº 4 cultivaba la tierra y Mata nº 5 cuidaba los animales domésticos y así pasaban los días felices.

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Historia antigua y editada

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Cuenta una vieja leyenda que cinco hermanos vivan en una pequea aldea de la cual no se conoca de su existencia, hasta ahora .Los hermanos eran tan parecidos entre s que casi ninguna persona era capaz de distinguirlos. Cada uno de los hermanos haba nacido con un don especial. Mata n 1 poda hacer uso del mar a su antojo; lo llamaban Madoca, Mata n 2 era inmune a todo ataque; podan tenerlo bajo ataque durante gran cantidad de tiempo y sin sufrir algn dao, lo llamaban Ariel, Mata n 3 poda estirar su cuerpo a su antojo, pues eran elsticas: le decan Julius, Mata n 4 era tan resistente como cualquier otro metal sobre el mundo: lo llamaban Rahyan. Mata n 5 sabia el lenguaje que hablan los animales: lo llamaban Maincra.

Mata n 1 pescaba, Mata n 2 cocinaba, Mata n 3 pasa las cosas de un lugar a otro; Mata n 4 cultivaba la tierra y Mata n 5 cuidaba los animales domsticos y as pasaban los das felices.

Llego un da a la aldea, donde ellos vivan, el jeque de la ciudad, acompaado de amigos y criados. Maincra, es decir Mata n 5 estaba pastoreando su rebao y observo que el jeque preparaba sus flechas para dispararlas. -Corran, corran! Ese hombre los va a matar. Les grito en su idioma a los corderos. Ese hombre los va a matar. Ellos escaparon velozmente. A continuacin, Mata n 5 desapareci para prevenir a los dems animales del peligro, aconsejndoles que no salieran de sus escondites. El jeque no pudo cazar ni siquiera un gorrin y, sospechando de Mata n 5, ordeno que lo detuvieran. -Confiesa, confiesa! Exclamo enfurecido el jeque, dirigindose a l. Por qu huyeron los animales? -Cmo voy a saberlo? Respondi Maincra. Supongo que usted es el responsable, pues quera matarlos. El jeque ordeno a sus hombres que llevarn a Mata n5 a la ciudad y lo encerraran en la jaula del tigre. Maincra entro a la jaula y le hablo a la fiera. -Hermano tigre, le dijo, he venido con l fin de hacerte compaa. El animal lo considero su amigo y permaneci tranquilo a su lado. Al darse cuenta el jeque de que el tigre no le haca nada, zapateo de furia: -Squenlo, maana, en las primeras horas, y crtenle la cabeza! GRITO. Aquella noche sus hermanos se enteraron de que Mata n 5 seria decapitado al. Da siguiente. Mata n 4 es decir Rahyan exclamo: -Voy a reemplazarlo. A m me tiene sin cuidado el sable. Corri a la ciudad se subi a la jaula y le dijo desde afuera a su hermano: -Puedes salir con el tigre. Yo me encargare de todo. Dejemos la puerta abierta; as creern que nicamente se escap el animal. Tan idnticos eran los hermanos que los guardias, al da siguiente, solo notaron la huida de la fiera, pero no descubrieron que un hermano haba sustituido al otro. Momentos despus apareci el jeque. -CRTENLE LA CABEZA! Grito. Uno de los guardias desenvaino su sable y crack! Lo descargo sobre el cuello de Mata n 4. El sable vol partido en pedazos. -Otro sable! exclamo el jeque Y uno tras otro, todos salieron rotos por el aire. Mata n 4 sin un rasguo en el cuello, sonri a sus presuntos guardias. Al Jeque se le desorbitaron los ojos de la ira y, casi sin poder hablar, ordeno: Encirrelo; y maana lncenlo desde lo alto de una roca.Por la noche supieron la noticia sus hermanos. Me corresponde el turno a m, manifest Mata n 3 es decir Julius Vigilare desde cual montaa pretenden arrojarlo-. Al da siguiente descubri el sitio y cuando ya lo iban a lanzar, ordeno a sus piernas: -Crezcan!Las piernas crecieron y, en el momento preciso, lo rescato en el aire. Ambos salieron corriendo, pero Mata n 3, que haba recobrado su tamao natural, fue alcanzado por los agentes del Jeque y llevado ante su presencia Los ojos del Jeque lanzaban rayos de furia. -Viglenlo bien, idiotas- dijo, pues deseo que todo el mundo vea, maana, como hago yo justicia. Ser quemado en una hoguera en presencia del pblico, para escarmiento de cuantos pretendan burlarse de m. En la mitad de la plaza, amaneci lista la muchedumbre para quemar a Mata n 3. Mata n 2, Ariel, manifest: -Ahora debo actuar yo-. Y cuando Mata n 3 caminaba hacia la hoguera, Mata n 2 dijo a los guardias que lo llevaran, que su hermano era inocente Yo soy el culpable, agrego, y pido que me quemen vivo Y en un momento sorpresivamente, se cambi por Mata n 3. El espectculo sigui como si nada hubiera sucedido. -quemen a ese monstruo en el fuego-, orden el Jeque. Mata n 2 se sent tranquilamente en la hoguera. Las llamas lo envolvieron sin hacerle el menor dao. Aqu s que la ira del Jeque subi a su ms alto grado. Apretando lo puos, como enloquecido, ordeno: -Preparen una barca para tralo al mar! Ahora le corresponda el turno a Mata n 1 es decir Madoca. Efectivamente, cuando el Jeque llago a la playa, ya Mata n 1 estaba ah esperando. Lo vio entrar al mar en el bote con sus secuaces, y se dio cuenta de que llevaban a Mata n 2. Despus dejo que la embarcacin se alejara unas cuadras y grit:

-ARIEL trate al agua! ARIEL, es decir Mata n 2 salto al agua y, en ese mismo instante, Mata n 1 Madoca, absorbi gran parte del lquido de un solo trago. La barca quedo en seco. Mata n 2 Ariel, emprendi la carrera hacia la orilla, ponindose a salvo. Y cuando el Jeque y sus guardias quisieron hacer lo mismo, Madoca devolvi el agua, arrojndola directamente contra ellos. El Jeque quedo sepultado para siempre en el fondo del ocano, en compaa de sus guardias.