Lo que siempre quisiste saber acerca de la

¡y preguntaste!oración

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Un mensaje de apoyoNuestro ministerio es sostenido principalmente con ofrendas voluntarias de personas como tú. Tu generosidad hace posible que podamos ofrecer este folleto inspirador. Nuestro deseo es que la literatura de Unity esté disponible para todo el que la desee, especialmente aquellos que más necesitan apoyo espiritual. Unity se compromete a no excluir a nadie.

©2010 Unity

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IntroducciónSitios tales como Facebook® permiten que nos mantengamos en contacto con nuestros amigos y constituyentes instantáneamente. Recientemente, le preguntamos a nuestros lectores qué querían saber acerca de la oración y cuáles eran sus interrogantes al respecto. Muchos nos enviaron preguntas interesantes y dichas preguntas junto con sus respuestas son el funda­mento de este folleto.

Tal como lo es con todas las herra­mientas espirituales, el poder apreciar completamente el ámbito de la oración afirmativa requiere comprensión y práctica. Le pedimos a varios ministros de Unity que respondieran las preguntas que recibimos acerca de la oración. Esperamos que sus respuestas los ayuden e inspiren a llevar una vida de oración significativa —una que les permita sentirse cerca de Dios cada día.

Damos la gracias a los ministros que proveyeron las respuestas para este proyecto: los Reverendos: Felicia Blanco Searcy, Lynne Brown, Ellen Debenport, Gail Dobert, Paul Hasselbeck, E.J. Niles, Paulette Pipe, Norma Iris Rosado, Thomas Shep­herd, John Strickland, Tom Thorpe y Ed Townley.

Gracias, también, a ustedes y a los muchos amigos que nos enviaron sus preguntas.

Bendiciones,

Sus amigos en Unity

Si deseas ser parte de una comunidad interactiva de oración, puedes encontrarnos en www.facebook.com/silentunitylatino.

Seis de 10 adultos en Estados Unidos dice que ora por lo menos una vez al día.— The Pew Forum U.S. Religious

Landscape Survey, 2008.

“No presumimos ser la autoridad. Nuestra menta es, sencillamente, traer a la luz una experiencia que muchos han estado examinando en la oscuridad”.

— Eric Butterworth, The Universe Is Calling

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La oraciónpor Richard y Mary-Alice Jafolla

Tomado de The Quest for Prayer

Desde el principio, individuos de todas las civilizaciones han orado. Han utilizado desde rosarios hasta círculos de oración, de cantos gregorianos hasta bailes sagrados. Las personas se han desde golpeado la espalda hasta sentado con las piernas cruzadas en la cima de una montaña. Hay tantas maneras de orar como hay personas que oran.

Cuando las circunstancias humanas parecen abrumadoras, instintivamente acudimos a la oración. Encontramos consuelo al tomar tiempo para comulgar con un Poder Mayor

—saborear el dulce lujo de momentos especiales en una conciencia de unidad con Dios. El alma busca la experiencia de elevarse a un nivel espiritual, donde puede contemplar y sentir su divinidad innata. Estos momentos supremos nos satisfacen, nos dan la fortaleza para seguir adelante,

el gozo que conmueve nuestros corazones y el consuelo que mitiga nuestras tristezas.

¿Qué es la oración?La oración, en su forma más sencilla, es un intento consciente de experimentar la presencia de Dios. Es una actividad delibe­rada por medio de la cual buscamos sentir nuestra unidad con Dios, la cual nos abre a Su poder según obra en nosotros de modos nuevos y maravillosos. Una vez que hace eso, la oración se convierte en algo más. A medida que nuestra conciencia de la presencia de Dios se expande, la oración se convierte en la experiencia de ser parte de Dios, de centrarnos directamente

“Cuando las circunstancias humanas parecen abrumadoras, instintiva-mente acudimos a la oración. Encon-tramos consuelo tomando tiempo para comulgar con un Poder Mayor —saborear el dulce lujo de momentos especiales en una conciencia de unidad con Dios”.

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en el fluir creativo del universo, de percibir las cosas partiendo de nuestra divinidad interna y no viendo las cosas con mentes, ojos u oídos humanos. Ya no oramos a Dios o para Dios, como algo separado a nosotros, sino que lo hacemos desde esa presencia sagrada que es nuestra misma esencia.

Un tiempo sagradoLa oración es un tiempo sagrado dentro de nuestros corazones —un momento de alabanza, gozo y acción de gracias en lo profundo de nuestro ser. Un momento para descansar en praderas verdes, para ser guiados junto a aguas de reposo y para que nuestras almas sean renovadas. Luego de orar somos transformados en mente y cuerpo, y nos sentimos en paz con nuestro mundo e internamente.

Tomemos tiempo para orar, ya que es la bendición más grande que podemos dar a otros y que podemos darnos a nosotros mismos.

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¿Cómo?

PREGUNTAMallory R. pregunta: Me gustaría saber: ¿Qué es la “oración afirmativa”? y ¿cómo puedo orar afirmativamente?

RESPUESTA

por la Rev. Felicia Blanco Searcy

La oración afirmativa está basada en la premisa que somos cocreadores con Dios. En Unity creemos que Dios es el principio subyacente a toda la creación, lo que significa que todo tiene su origen en Dios. Debido a que somos expre­siones divinas, nosotros somos los canales por medio de los cuales Dios fluye. Nuestra disposición determina cuánto del bien divino deseamos manifestar. La oración afirma­tiva es una herramienta que nos ayuda a expandir nuestra conciencia de la naturaleza y presencia de Dios para mani­festar el bien que deseamos. Gracias a esta herramienta, ponemos a Dios primero —Dios es el principio exclusivo que rige nuestras vidas.

La oración afirmativa nos ayuda a eliminar aquellos pensa­mientos y creencias que nos mantienen limitados y que afectan nuestra autoestima para que podamos reemplazarlos con la Verdad. Esto prepara nuestras mentes y corazones para que más del bien divino surja de lo invisible a lo mani­fiesto. De este modo, la oración afirmativa se convierte en aquella actividad que nos ayuda a alinear nuestros pensa­mientos, sentimientos y deseos con la voluntad de Dios, convirtiéndonos en cauces para la manifestación del bien divino en el mundo.

Para orar afirmativamente, lo primero que hemos de hacer es conectarnos conscientemente con Dios. Existen varias maneras de hacerlo. La que yo encuentro más efectiva es

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¿Cómo?

centrar la atención en el corazón para sentir la presencia divina en el centro de mi ser. El hacerlo, sencillamente me confirma la existencia de Dios en mí y a mi alrededor.

Luego, analizo los retos que estoy enfrentando, después describo y visua­lizo la experiencia que quiero tener y creo una afirmación que reclame dicha experiencia. Trato de centrar mi atención en la calidad de lo que deseo experimentar. De manera que si enfrento un reto de salud, afirmo: “Soy una expresión de vida divina, creada por Dios perfecta y completamente”.

Al decir esta afirmación, suscito sentimientos que estén en acorde con la imagen que he creado de mí misma como saludable y enérgica. Luego, busco evidencia a mi alrededor de la actividad de Dios en mi vida. Esto me ayuda a anclar mi afirmación aún más fuertemente en mi conciencia. La oración afirma­tiva nos ayuda a entrenar nuestras mentes y corazones para que podamos reconocer y expresar más de Dios en nuestras vidas.

PREGUNTAAndrea W. pregunta:¿Existen medios para hacer que la oración sea más fuerte y sincera? Por ejemplo: encender una vela o arrodillarnos cuando oramos.

RESPUESTA

por la Rev. Paulette Pipe

La oración no afecta, persuade o cambia a Dios, ya que no estamos hablán­dole a un ente fuera de nosotros que necesita convencimiento. De manera que la oración es más para nosotros que para Dios. El utilizar cosas como velas u observar rituales tales como arrodillarnos al orar, se hace real­mente para profundizar la experiencia.

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De acuerdo con el escritor Rocco Errico: “La palabra para ‘oración’ en arameo (el lenguaje de Jesús) es slotha. Proviene de la raíz sla, que lite­ralmente significa ‘atrapar’ o ‘poner una trampa’. Entonces, la oración en su sentido inicial, implica alistar tu mente de manera que pueda atrapar la guía interna y la inspiración que provienen de tu fuente espiritual interna”.

Por tal motivo, algunas personas encuentran favorable el uso de rituales, ya que las ayuda a estar más centradas según preparan sus mentes y cora­zones para recibir la guía e inspiración de su interior.

Yo pienso que existen muchas maneras para prepararnos para orar, tales como: cantar, bailar, escribir en un diario, decir afirmaciones de la Verdad, pasar tiempo en la naturaleza, atender un jardín, hacer manualidades, etc. Estas actividades pueden ser de ayuda si estás abrumado y te es difícil centrarte. Al ser cautivado por la actividad, te vuelves menos consciente del tiempo y de tus alrededores, y entonces puedes cambiar fácilmente tu atención de la cabeza al corazón.

La actividad en sí no es la oración, sino que dicha actividad nos ayuda a lograr un estado de ánimo que promueve la oración. Cuando nos detenemos, podemos lograr un estado de quietud. En la tranquilidad del silencio, nuestra conciencia se magnifica, las dudas y los temores se disuelven, y comenzamos a confiar en el proceso de la vida.

Lo que es importante, más que las cosas o los rituales, es la actitud que tenemos en mente y corazón al orar. Es esencial orar con un corazón sincero. Orar con preocupación afecta a la persona que ora. ¡Una actitud de gratitud es el mejor magnificador del poder de la oración!

PREGUNTAKaren R. pregunta: ¿Cuánta oración es suficiente? Aunque el apóstol Pablo dijo: “Orad sin cesar”, ¿tengo que orar y orar por la respuesta que busco o es suficiente mantener un pensamiento en la conciencia por un momento breve? De

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pequeña, se me enseñó a recitar las mismas oraciones repetidamente luego de decir la intención brevemente antes de orar. Ahora, que conozco la oración afirmativa, ¿cómo sé cuál método es más efectivo?

RESPUESTA

por el Rev. John Strickland La pregunta acerca de cuánta oración es suficiente es bien compleja.

Algunas personas sólo oran cuando tienen un problema. Eso no es sufi­ciente. Otras, viven una vida austera y monástica. Tanto como les es posible humanamente, oran todo el día. Yo no arguyo con dicho enfoque, si esa es la vida que han elegido y a la que han sido llamadas. Mas el enfoque de Unity es orar diariamente y vigilar nuestros pensamientos.

Creemos que éste es el ejemplo que nos enseñó Jesús con Su vida. Él se apartaba con frecuencia del mundo externo para orar y renovarse. Pero después el volvía al mundo para hacer grandes obras.

Cuando pensemos acerca de cuánto orar y cuán frecuentemente, recor­demos cuál es el propósito de la oración. No oramos para cambiar a Dios, ya que Dios no es mezquino. Oramos para alinear nuestra conciencia y mente con la infinita Mente Divina. Realmente no oramos para “obtener” algo sino para reconocer y afianzar nuestra unidad con Dios.

Todos nuestros retos surgen cuando nos sentimos separados de Dios. Al sentirnos separados, enfrentamos todo tipo de retos, desde financieros hasta de salud y de relaciones personales. Cuando concientemente nos reconectamos con Dios, encontramos que dichos retos se resuelven. No oramos para resolver los retos, sino para reconectarnos con Dios y, como resultado, los retos son superados y la vida se torna nuevamente maravillosa.

He aquí una respuesta breve a tu pregunta de cuánto y cómo orar: ora de la manera y por en tiempo que sea necesario para sentirte una con Dios. ¡Amén!

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PREGUNTALaura P. pregunta: ¿Cómo puedo aprender a orar consistente y efectivamente?

RESPUESTA

por el Rev. Tom Thorpe

Cuando nuestra práctica de oración funciona para nosotros, lo más pro bable es que oremos con más consistencia. Después de todo, el éxito promueve más éxito. Unity enseña un modo de orar que, cuando es comprendido correctamente, siempre da resultados positivos.

Sin importar qué pensamos que necesitamos, nuestra verdadera necesidad es una conciencia mayor de lo Divino. La oración efectiva no es para cambiar a Dios. Más bien para cambiar nuestra percepción, nuestro pensar y, cuando nuestra percepción cambia, también lo hace nuestro comporta­miento.

El orar por la curación de una enfermedad dada puede ser vista desde la perspectiva de querer experimentar y realizar la Cualidad Divina de la Vida.

Al orar afirmando Vida, encontramos que, como resultado, nuestro comportamiento fomenta la noción de vida en nosotros. Puede que adquiramos mejores hábitos al comer o que hagamos ejercicios con más regularidad. Tal vez sigamos el ejemplo de Myrtle Fillmore de “hablar palabras de Verdad, Poder y Fortaleza” a todos los centros de vida en nuestro cuerpo. Nuestra creciente conciencia de la Vida nos inspira a continuar y hasta fortalecer nuestra práctica de oración.

A veces, puede que no reconozcamos la Cualidad Divina o Capacidad que nuestra necesidad percibida representa. En esos momentos, podemos seguir el consejo del escritor del Nuevo Pensar, Emmet Fox. Él escribió en La llave de oro: “Deja de pensar en la dificultad, cualquiera que sea, y piensa en Dios”. ¡Una sugerencia tan sencilla y tan efectiva!

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PREGUNTAKris S. pregunta: Me intriga pensar en que todo es una oración. Es tan fascinante, maravilloso y extraordinario que a veces puede ser abrumador. Me pregunto: ¿cómo puedo recordar permanecer en la luz? ¿Cuáles son los modos para lograrlo?

RESPUESTA

por el Rev. Ed Townley

La energía misma y el entusiasmo que irradia de tu pregunta es, cierta­mente, un buen modo para “permanecer en la luz”. Pienso que es el tipo de entusiasmo que Jesucristo tuvo en mente cuando dijo que nos volviéramos como los niños (Mateo 18:3) para entrar en el reino de los cielos.

Los niños ven las cosas de un modo sencillo y claro. Ellos aprecian las maravillas de la vida con gozo y entusiasmo, libres de la duda, el cinismo y el temor que a veces suele convertirse en parte de nuestra conciencia con el pasar del tiempo.

Así que, uno de los secretos que buscas, lo encontrarás sencillamente al continuar viendo tu sendero espiritual como fascinante, maravilloso y sí, a veces, abrumador.

Por otro lado, pienso que tu pregunta puede estar basada en una suposición falsa. Si nuestro único propósito fuera “permanecer en la luz”, no tendría mos necesidad de abordar esta experiencia humana dualista. Verdaderamente, estamos en la luz en el plano espiritual desde el cual nos hemos movido hacia la expresión humana. No estamos en esta experiencia para estar en la luz —ni siquiera para encontrar la luz. ¡Estamos aquí para ser la luz!

Estamos aquí para transformar cada apariencia de sombra y oscuridad en una expresión radiante de Luz verdadera, que es la energía de las posi­bilidades infinitas a la que llamamos Dios. Este es el propósito espiritual maravilloso subyacente en toda la aventura humana —ser la luz y, cons­cientes de esa luz, tomar decisiones creativas que provean luz por doquier.

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No podemos lograr ese propósito espiritual si nos aferramos temerosa­mente a la luz con miedo a ir a los lugares oscuros. No podemos lograr ese propósito divino si nos juzgamos duramente cada vez que una sombra aparece, asumiendo que hemos hecho algo mal. No estamos aquí para evitar las sombras, sino para transformarlas. Y no tenemos que sentir miedo. Puede que pensemos haber perdido nuestro camino —perdido nuestra luz. Mas la verdad es que somos la luz, de manera que donde­quiera que estemos está la luz. Cuatro cortas palabras expresan la única verdad que tenemos que tener presente en toda situación: ¡YO SOY la luz!

PREGUNTABárbara H. pregunta: Orar y conectarse con el Espíritu Crístico en nosotros y saber que la oración es contestada y que todo está en orden divino es el estilo de Unity. Mas, cuando oramos con personas de otras creencias/religiones, ¿cómo podemos honrar a todas las creencias incluyendo a Unity? (El modo antropomórfico de “Dios en el Cielo” es tan comúnmente aceptado). Yo he orado con otros que querían invocar a un “Dios en el Cielo” para que los protegiera de “las obras del diablo aquí en la tierra”. Tanto pesimismo, desaliento y CASTIGO. ¡Aterrador!

RESPUESTA

por el Rev. Dr. Tom Shepherd

La oración afirmativa siempre es apropiada. Cuando alguien aborda un reto desde la perspectiva de lenguaje­aterrador que definiste, la mejor alternativa es ignorar dicha perspectiva y ofrecer palabras de fe y con fianza. Sin embargo, sólo porque una persona sigue una dirección que tú no puedes seguir, no significa que la oración no es productiva para la persona que ora de ese modo. Los ruegos dirigidos a Dios salen del corazón y el rugir de un alma temerosa puede servir para ventilar el miedo y entregarse a la custodia protectora de Dios.

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El papel de la persona que ora partiendo de una conciencia afirmativa es mantener una visión espiritual elevada y saber la Verdad que nos hace libres. No podemos arrastrar a alguien por el valle de la sombra que está experimentando, por mucho que queramos llevarlo a la luz. Hemos de caminar con ellos, afirmando calladamente que Dios los acompaña.

PREGUNTADerrick D. pregunta: Realmente tengo dificultad con la “oración afirmativa”. ¿Cómo acallo los pensamientos negativos en mi mente para poder afirmar que me pueden ocurrir cosas buenas? ¿Cómo puedo aprender verdaderamente a orar afirmativamente? Sé que dicha oración es efectiva, mas batallo con la voz de la negatividad que me dice: “eso nunca ocurrirá”. ¿Cómo logro ser más positivo en mi vida de oración?

RESPUESTA

por el Rev. Dr. Paul Hasselbeck

Cuando comenzamos una práctica nueva tal como orar afirmativamente, es común enfrentar cierta dificultad. Al mismo tiempo, es reconfortante saber que toda oración es efectiva en cierto nivel. La irritante “voz de la negatividad” parece añadir obstáculos. Es importante tener presente que esta “voz” es tu propia voz expresando ciertos pensamientos, sentimientos o creencias. Aunque parezca que no tenemos control sobre ella, esta voz no es algo separado de ni tiene poder sobre nosotros.

Cuando la fastidiosa “voz de la negatividad” está activa, puede parecer difícil controlarla y pararla, ya que siempre es una carga emocional con la cual nos identificamos. Dicha carga mantiene el pensamiento negativo vigente. He aquí cómo quitarle el poder:

1 Crea un recuerdo positivo vívido —Para aminorar la intensidad de la carga emocional, crea una imagen vívida acerca de algo que te haga sentir una emoción positiva fuerte y tenla lista en tu mente. Tan pronto

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te des cuenta de la “voz negativa”, trae a tu memoria dicha imagen posi­tiva junto a la emoción que te produce.

2 Di una negación —Una vez que la imagen y el sentimiento positivo han aminorado la carga emocional negativa, es tiempo de negar el pensa­miento. Una negación no refuta lo que está ocurriendo. Sencillamente le quita el poder o disuelve el pensamiento. Debes decirla con auto­ridad, para ti mismo o en voz alta, como lo hizo Jesús cuando dijo a la tormenta: “¡Calla, enmudece!” (Marcos 4:39). Un ejemplo puede ser: “No doy poder a esta voz” o “disuelvo la voz de la negatividad”. En este caso específico diría: “No doy poder al pensamiento que me dice que no es posible” o “disuelvo el pensamiento que me dice que no es posible”.

3 Usa una afirmación con visualización —Estas afirmaciones han de ser creadas basadas en la Verdad y dichas inmediatamente después de que has dicho la negación, para que tu mente no tenga oportunidad de regresar al pensamiento antiguo y negativo! Digamos que deseas salud. La afirmación es algo como: “Reclamo mi salud y plenitud”, o inclusive más decidida: “Soy imagen y semejanza divina. Soy Cristo, por siempre saludable y perfecto”. Al decir estas afirmaciones, visualiza que eres sano y perfecto.

Repite estos pasos hasta que puedas controlar la “fastidiosa voz de la nega­tividad” y esta sea disuelta y no tenga poder.

PREGUNTAMaja S. pregunta: Unity usa y enseña la oración afirmativa. También he leído mucho en Unity acerca de dejar ir y dejar que Dios se ocupe de los asuntos. Por un lado, tenemos que orar por aquello que queremos dando gracias a Dios por ello —diciéndole, en esencia, a Dios o al universo lo que deseamos. Por otro lado, tenemos que dejar ir y confiar que el universo proveerá y que todo ocurre de un modo ordenado. ¿Cómo reconcilia Unity estas dos ideas que parecen contradictorias?

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RESPUESTA

por la Rev. E. J. Niles

Las ideas realmente no son contradictorias. Cada una forma parte de un proceso. El modo como he reconciliado estos dos conceptos es similar a cómo reconcilié “confiar en el proceso” y “ponerles pies a mis oraciones”. Ambos conceptos son parte de un proceso que requiere dar y recibir (tal como respirar requiere inhalar y exhalar).

Confías en que Dios trabaja en ti y por medio de ti para hacer surgir el bien que deseas, para ti o para otros. Entonces, haces todo aquello que eres guiado a hacer para tomar cartas en el asunto.

También es importante recordar dejar ir el resultado cuando oramos, tal como se nos recuerda en 1 Tesalonicenses 5:17: “Orad sin cesar”. Esta es la mejor manera de acoger la oración.

PREGUNTAPatti K. pregunta:¿Cómo sabes con seguridad que es la voz de Dios la que te responde (al orar) y no tu propia voz? Yo tengo problemas con eso. Tal vez sea que sienta duda. ¿Cómo se por seguro que doy los pasos correctos con Dios?

RESPUESTA

por el Rev. John Strickland

Yo pienso que todos hemos padado por momentos en los que creímos que estábamos siguiendo la voluntad divina y los resultados no fueron placen­teros. Permite que comparta contigo lo que hace 35 años aprendí de uno de mis profesores en el seminario, el Rev. Frank Giudici. Él compartió cuatro reglas generales basadas en las siguientes preguntas:

1 ¿Está esta decisión (este asunto) en armonía con el concepto que tengo de Dios?

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Nunca oramos a Dios. De hecho, oramos al pensamiento más grande que tenemos de Dios. Y espero que todo el mundo piense que Dios se expande y crece en direcciones positivas, compasivas y amorosas. Yo creo que todos conocemos personas que han tomado decisiones egoístas y han dicho que fue lo que Dios los guió a hacer. Mas pregúntate si la decisión o acciones que piensas tomar son amables, justas, amorosas y de ayuda. Si

no lo son, entonces no lo hagas.

2 ¿Está esta decisión de acuerdo con la “Regla de oro”?

Casi todas las religiones tienen este principio en ellas: “Trata a los demás como quisieras que te trataran”. Toma en consideración como te gustaría que te trataran y trata a los demás de esa manera. Creo que si todos practicamos esta enseñanza, retiraríamos nuestros

ejércitos, convertiríamos nuestras espadas en arados y cerraríamos la mayoría de los hospitales y las prisiones.

3 ¿Es esto lo que deseo para mí?

Muchas personas son codependientes, lo que quiere decir que se preo­cupan más por la opinión de los demás que de la suya. En las relaciones con los demás, demuestra amabilidad, compasión y consideración. Pero al hacerlo, no disminuyas tus ideas. Toma en consideración las ideas de tus padres, maestros, ministros, doctores y otras personas en tu vida, mas no olvides mirar a tu interior para ver lo que tú crees, quieres, deseas y necesitas.

4 ¿Puedo vivir con las consecuencias/resultados?

Debes preguntarte si crees verdaderamente que puedes vivir con las conse­cuencias de tus decisiones. Algunas personas nunca se hacen esta pregunta y sufren sin necesidad. Debes decidir por ti mismo lo mejor que puedas.

Utilizar estos lineamientos te ayudará a tomar buenas decisiones la mayor parte del tiempo. Ellos han funcionado bien para mí.

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¿QUIéN?

PREGUNTAMary W.Si nosotros (en Unity) no creemos en un Dios desde un punto de vista teísta, sino en una energía que está en todas partes todo el tiempo, ¿a quién o a qué le oramos? ¿Podemos realmente afectar a algo o a alguien al orar?

RESPUESTA

por la Rev. E. J. Niles

Como en Unity no creemos en un Dios teístico, no oramos a alguien o algo “allá afuera”. Para nosotros la oración es el reconocimiento de un poder en el universo que es inteligente, benevolente y que puede ser experi­mentado de manera personal.

La oración permite que la persona alinee su conciencia con ese poder, afectando consecuentemente, a la persona que ora. La oración impacta a la persona que ora en vez de influenciar a un Dios externo.

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“La verdadera oración hace surgir una radiación exaltada de energía y, cuando está acompañada por la fe, el juicio y al amor, la palabra de Verdad emite un torrente de luz que, al ser mantenido en la mente, ilumina, eleva y glorifica”.

— Charles Fillmore, Atom-Smashing Power of Mind

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PREGUNTAJustin C. pregunta:En el campo de fútbol hay dos equipos, bien equilibrados y listos para comenzar a jugar. En ambos lados del estadio hay un número igual de fanáticos orando fervorosamente por la victoria. ¿Quién gana? Si lados opuestos de una situación oran por la guía y el apoyo de divinos, ¿se pone Dios de parte de uno u otro?

RESPUESTA

por el Rev. Dr. Thomas Shepherd

¡Sí! Dios elije lados. Dios es el Bien omnipotente, pero el poder omnipo­tente de lo Divino está distribuido de manera equitativa y correcta. Eso sólo significa que el equipo con el mejor plan de juego, mayor capacidad atlética y el deseo más fuerte de ganar vencerá.

Cuando un avión se eleva de la pista, la amorosa Mente Divina está con cada persona a bordo, mas la ley de gravedad todavía aplica. Si fuera de otro modo el mundo sería caótico e impredecible, sujeto a la intervención milagrosa por parte de una deidad caprichosa.

Sería un universo en el que las leyes de la gravedad, la fotosíntesis, la evolución biológica y la termodinámica no son confiables. En vez de eso, encontramos la actividad de Dios en el orden natural, el cual opera por medio de leyes científicas y principios espirituales que completan el círculo de la vida.

“Una oración sin deseo, una oración sin sinceridad, una oración sin alma, una oración sin Espíritu, es una oración estéril”.

— Charles y Cora Fillmore, Enséñanos a orar

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PREGUNTASherry G. pregunta: La mayoría de mis oraciones son a un Dios Padre … Mas, ¿es correcto orar a Jesús también? Sé que es la Santísima Trinidad … pero ¿quién exactamente responde las oraciones?

RESPUESTA

por la Rev. Felicia Blanco Searcy

Primero que todo, permíteme decirte que no puedes dirigirte a Dios de una manera inco­rrecta. El propósito de la oración es ayudarnos a darnos cuenta de quienes somos como expresiones divinas del Espíritu. Esta cuestión en particular nos reta a reformular nuestra imagen de Dios. El libro de Unity, La palabra reveladora define a Dios como: “El Infinito; el Eterno … la Verdad subyacente e inmutable”. Dicho esto, el nombre que utilicemos al orar es para nuestro beneficio en vez de para el beneficio de Dios. El nombre que damos a Dios se convierte en una herramienta que nos ayudar a vincularnos más profundamente con el Espíritu en nosotros.

Orar a Jesús también es una manera poderosa de comulgar con Dios. Como nuestro Maestro Supremo, Jesús demostró cómo romper todo senti­miento de separación entre Él y Dios. Él todavía está aquí con nosotros en conciencia, listo para ayudarnos a hacer lo mismo.

La Trinidad es una gran manera de explicar la naturaleza de la oración. Si yo fuera a parafrasear tu pregunta: “¿Quién responde nuestras oraciones?” para reflejar lo que Unity enseña acerca de la oración, yo preferiría preguntar: “¿Cómo son respondidas nuestras oraciones?”

Unity enseña que el Padre es la fuente de toda creación y la base de todo. Como consecuencia, todo el universo proviene del Padre o del campo de las posibilidades ilimitadas.

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El Hijo representa ideas divinas y es engendrado del Padre.

El Espíritu Santo es Dios en acción. Es la energía que toma la idea divina del campo de las posibilidades ilimitadas y la trae a la manifestación.

La oración nos ayuda a alinear ordenadamente todos estos elementos para manifestar la realidad de Dios en nuestras vidas.

Así que cuando oramos, no oramos a “alguien” allá afuera con la esperanza de que responda nuestras oraciones; más bien permitimos que Dios se exprese más por medio de nosotros. Dicho de otro modo, Dios no hace las cosas por nosotros, Dios obra por

medio de nosotros, y nuestras oraciones son respon­didas en la medida que dejemos a Dios actuar.

La oración nos ayuda a eliminar cualquier obstáculo que se interponga entre nosotros y el bien de Dios que anhela expresarse por medio de nosotros.

PREGUNTAChristi S. pregunta:¿Es egoísta orar por mí?

RESPUESTA

por el Rev. John Strickland

A primera vista, la respuesta a esta pregunta parece sencilla. La contestación parecería ser no. Mas la pregunta y la(s) respuesta(s) son más complejas. Primero cuestionaría: “¿Qué tiene de malo satisfacer nuestras necesidades personales? ¿Acaso no somos creaciones de Dios? ¿No tenemos tanto derecho a las cosas buenas del reino de Dios como los demás?”

Hace muchos años, David Seabury escribió el libro: El arte del egoísmo. Al principio, el título me sorprendió y me preocupó. Pero leí el libro y me gustó mucho. El texto promueve cuidar de sí mismo. Esto es bueno.

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Mas, si oraras para que tus necesidades sean satisfechas a costa de los demás, esa petición no sería buena. Una manera de orar es hacerlo por el mayor bien de todos los interesados. Tal oración cubre a todos los involu­crados.

Sin embargo, hay algo más que debemos tomar en cuenta. Hay dos tipos de oración: específica y no específica. La oración específica le pide a Dios una bendición en particular. Ésta es una manera común de oración y es utilizada frecuentemente en Silent Unity.

Una oración no específica podría ser: “Hágase Tu voluntad” o “que así sea”.

El doctor, Larry Dossey, ha hecho grandes investigaciones acerca del poder de la oración para sanar el cuerpo. Su investigación llegó a la sorprendente conclusión de que la oración no específica es en realidad más poderosa que la específica.

Yo utilizo ambas formas de oración en mi vida. Está bien utilizar uno de dichos enfoques o ambos. Lo importante es recordar que la oración considere siempre el mayor bien de todos.

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PREGUNTATuyet Van J. pregunta:¿Cuál es la manera “correcta” de orar por una “tercera persona” no presente? Religious Science enseña que no debemos orar por otra persona sin que ésta nos lo pida, ya que puede no ser su voluntad o para su mayor bien. Cuando hice el entrenamiento para ser capellán de oración de Unity, se me dijo que es correcto orar por alguien sin que la persona te lo pida.

RESPUESTA

por la Rev. Ellen Debenport

En el movimiento espiritual del Nuevo Pensamiento, la meta al orar por otros es reconocer su bienestar, afianzarse en la fe. Ver más allá de las apariencias, aún cuando ellos nos puedan, y ver su perfección. Así realizó Jesús Sus mila­gros. Él utilizó la ley espiritual y reconoció la verdad —que todas las personas son creadas perfectas y completas.

Ahora bien, “perfección” es una condición espiritual y puede incluir o no un cuerpo saludable, prosperidad, claridad, amor o todas las otras cosas que la gente pide en oración. Viendo desde lo externo, no podemos saber si alguien es “perfecto” o “sano” o lo que es mejor para él en el viaje de su alma. Por eso es preferible orar por su mayor bien en vez de hacerlo por un resultado especí­fico. No puede haber conflicto con sus oraciones o metas espirituales. De todos modos no somos los suficientemente poderosos para vencer los deseos del alma o de la voluntad de Dios para otra persona.

Unity ora por terceras personas que no lo han solicitado directamente. Silent Unity, nuestro ministerio de oración por teléfono, recibe incontables peticiones de oración de

¿QUé?

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personas que desean que oren por sus seres queridos, y hasta por sus mascotas.

“Orar, creyendo que la oración puede o no ser respondida según la voluntad de Dios es errar el blanco”.—Charles Fillmore, Curación cristiana.

PREGUNTATroy F. pregunta:¿Qué es un laberinto de oración?

RESPUESTA

por la Rev. Norma Iris Rosado

En su artículo, I Come to the Garden, que apareció en el ejemplar de Agosto/Septiembre de la revista Contact, Bernardette Swanson, de Ministerios Mundiales Unity, describe un laberinto como “una herra­mienta para la transformación personal y espiritual. No hay que tomar una decisión en cuanto a qué lado ir. Hay sólo una entrada y un camino contrario de salida. Tu “trabajo” es dejar ir, poner un pie frente al otro y prestar atención con tu corazón mientras caminas. Se piensa que los laberintos aumentan la actividad intuitiva y creativa del lado derecho del cerebro”.

El sendero simbólico del laberinto te invita a caminar meditativa y reflexi­vamente, lo que promueve el descubrimiento de la perfección interna y espiritual. No hay una manera correcta o incorrecta de caminar en el laberinto, porque es una experiencia personal de adoración —aunque camines con un grupo de gente. Mientras más camines, más tomas conciencia del Espíritu divino en tu ser interno.

El laberinto de Unity Village, localizado al norte del Hotel y Centro de Conferencias de Unity, está diseñado como el famoso laberinto medieval que fue tallado en el piso de piedra de la catedral de Chartres, en Francia, alrededor del año 1200 de la era cristiana. El laberinto en Unity está abierto al público durante el día y está diseñado para aceptar sillas de ruedas.

¿QUé?

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PREGUNTALeona G. pregunta:¿Qué pueden decirme acerca de la visualización como oración?

RESPUESTA

por la Rev. Paulette Pipe

Utilizando recortes de revistas, unas tijeras, goma de pegar y un cartón para ayudarme a hacer realidad las metas de mis oraciones: creé un CD de medi­tación; hice un retiro de silencio de 40 días; pagué el equivalente a 15,000 dólares en deudas y volví a la universidad para completar mi carrera.

No fue por magia que logré estos deseos, sino por una forma de oración que habla al poder de la imaginación —la oración visualizada.

Visualizar lo que deseamos lograr con nuestras oraciones por medio de un mapa del tesoro es una manera creativa de ayudar a enfocar tu mente y aclarar tus metas. Yo utilizo una técnica de mapa del tesoro que me enseñó la Dra. María Nemeth, la cual incluye metas específicas, mensurables, factibles, realistas; basadas en un período de tiempo. Intenciones claras que incluyan de seis a ocho palabras descriptivas que expresen cómo me sentiré cuando logre la meta.

El hecho de aclarar la meta y crear una intención específica me motiva a dar pasos apoyados en oración que me guían a lograrla. Orar conlleva tener la atención centrada y abierta a la guía divina, y vincularnos con el Espíritu a un nivel profundamente personal. Las oraciones visuales me ayudan a estar receptiva y a seguir la guía de mi corazón, aún cuando los resultados sean diferentes a los que anticipé.

En mi mapa del tesoro coloqué el terminar mi carrera. Puse la meta siguiente en la parte superior de la cartulina: “Obtengo mi título con honores para el 30 de diciembre del 2001”. La intención que pegué en la parte inferior fue: “Tener una buena educación”.

Coloqué las siguientes palabras descriptivas en mi mapa del tesoro para exponer cómo me sentiría cuando lograra mi meta: Digna, maravillosa,

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confiada, vibrante, emocionada, inteligente y dispuesta a la aventura. Los recortes que seleccioné de las revistas captaban la esencia de la meta, la intención y los sentimientos, haciéndolo más fácil para que yo mantuviera la idea de éxito en el “ojo de mi mente”. También fue una fuente tangible de inspiración que me motivó a la acción.

PREGUNTALaura P. pregunta:¿Qué otras formas de oración existen de otras religiones? Sé que hay más que el Ave María y el Padrenuestro con las que crecí en el catolicismo.

RESPUESTA

por el Rev. Tom Thorpe

En su libro Enséñanos a orar, Charles y Cora Fillmore dicen: “Cada impulso o deseo del alma por mayor vida, amor y luz, es una oración”. Con esta idea, Unity anima a las personas a no limitar su práctica de oración a las oraciones tradicionales, sino a permitir que el deseo de sus almas por mayor vida, amor y luz se exprese de manera singularmente hermosa.

Puedes explorar una colección de oraciones, meditaciones y artículos que te inspirarán en http://unity.unityenlinea.org/oracion/index.html. La Palabra Diaria® ofrece una oración afirmativa para cada día, junto con un mensaje basado en el pensamiento afirmativo y un verso bíblico. Puedes informarte más acerca de La Palabra Diaria y leer el mensaje de hoy en www.lapalabradiaria.org.

Las afirmaciones y negaciones son herramientas espirituales que han formado parte de la práctica de oración de Unity desde su comienzo. Las negaciones son frases que dejan ir pensamientos o ideas que no están basados en la Verdad. Las afirmaciones son frases de Verdad dichas y

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mantenidas en el pensamiento. Lecciones acerca de la Verdad, un libro clásico de Unity escrito por H. Emilie Cady, ofrece una excelente intro­ducción a la práctica del uso de las afirmaciones y negaciones.

PREGUNTAVedat K. pregunta:¿Qué es la oración? Es lo que pensamos diariamente, ¿verdad?

RESPUESTA

por el Rev. Ed Townley

“Nuestros pensamientos son oraciones y siempre estamos orando” es parte de la letra de una canción utilizada en muchos centros Unity. “Nuestros pensamientos son oraciones, escucha lo que dices”.

Recuerdo haber oído esas palabras —y haberlas cantado— cuando comencé a asistir a un centro Unity. Y, francamente, las encontré más alarmantes que reconfortantes. ¿Mis pensamientos son oraciones? ¿De verdad? ¿Todos mis pensamientos? ¿Hasta los más oscuros y tenebrosos que ni soñaría compartir o reconocer?

Pues sí —y no. La canción afirma una verdad espiritual importante y universal: Todos somos uno con el poder creativo que llamamos Dios por medio del Cristo, la expresión de lo divino, que es nuestra verdadera iden-tidad espiritual. Así que sí, “nuestros pensamientos son oraciones” y esas oraciones son respondidas. Pero no por un Dios distante, sino por el poder creativo de lo divino expresándose por medio de nosotros.

En cualquier momento dado, hay miles de pensamientos escurriéndose por mi mente, compitiendo por mi atención. Algunos son pensamientos amorosos, prósperos, creativos que expresan claramente mi conciencia crística más elevada. Otros, son juicios y resentimientos llenos de rabia y miedo derivados de las partes más oscuras de mi mente humana. ¿Son todos ellos oraciones —igualmente poderosas? ¿Se expresarán todos ellos en mi vida?

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¡Afortunadamente, no! Cada pensamiento ocioso no es una oración. Los pensamientos que elijo entretener y creer —pensamientos a los cuales les adhiero el poder creativo de mi YO SOY —esos pensamientos se convierten en mis oraciones, y esas oraciones se convierten en mis experiencias de vida.

Charles Fillmore describió la oración como: “La acción mental más acelerada”. Lo que acelera mi pensamiento a nivel de oración es mi fe y el poder creativo. Si elijo entretener resentimientos y juicios negativos, se expresarán por medio de mí y se convertirán en mi experiencia. Mas la decisión es siempre mía. Nunca soy una víctima de mis pensamientos, positivos o negativos. Podemos llegar a sentirnos exhaustos al tratar de eliminar cada pensa­miento negativo por temor a que pueda convertirse en una experiencia. Pero no se supone que le tengamos miedo a nuestro poder creativo. Se supone que lo aceptemos gozosamente y, junto con el don de la fe, podamos elegir los pensamientos con los que deseamos construir nuestras vidas.

PREGUNTAMike H. pregunta:¿Qué pasa si nuestras oraciones parecen ser un régimen y simplemente las hacemos de manera automática?

RESPUESTA

por el Rev. Dr. Thomas Shepherd

Las personas que oran, tanto en el oriente como en el occidente, han llegado a una variedad sorprendente de prácticas y creencias acerca de la manera de comulgar con lo Divino. Algunas religiones asiáticas fomentan la repetición al punto de crear ruedas de oración, cilindros sagrados que ellos piensan que archivan una oración con cada giro. Según la página

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Web Tibetanprayerwheels.com “… mientras más mantras existan dentro de una rueda de oración, más beneficiosa es”.

La oración repetitiva es practicada no solamente por religiones del Lejano Oriente; es casi un cliché ver imágenes de judíos asintiendo con la cabeza en oración incesante en el Muro de los lamentos en Jerusalén. A los católicos se les invita a rezar el rosario regularmente. La ley islámica requiere que los musulmanes devotos oren cinco veces al día, y en tiempos de tribulación los Bahais invocarán la Divina Presencia repitiendo muchas veces “El que elimina las dificultades”.

Sin embargo, existe otro punto de vista, adoptado por quienes señalan las palabras de Jesús en el evangelio de Mateo, quien advirtió acerca de las repeticiones vanas en el Sermón del Monte. “Al orar no uséis vanas repeti­ciones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos” (Mateo 6:7).

Quizás lo clave aquí es que la crítica de Jesús está dirigida contra las repeticiones “vanas”.

La ironía aquí es que, si la persona ora partiendo de una conciencia elevada, la repetición es innecesaria y beneficial a la vez.

“Dios es la Fuente inagotable de mi bien; disfruto de sabiduría, paz y luz”. Esta afirmación puede ser dicha una sola vez y será suficiente o dicha diez mil veces y no lo será.

La oración es un movimiento consciente en la conciencia hacia la unión mística con Dios. El viaje termina tan pronto como lo Divino en nosotros es reconocido, lo cual también es el punto en el que el viaje eterno a la conciencia de Dios acaba de comenzar.

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PREGUNTACarrie T. pregunta:¿Qué tipo de petición de oración es la que Silent Unity más recibe y qué entrenamiento reciben las personas que contestan el teléfono? Siempre están tan calmadas e inspiran tanta seguridad.

RESPUESTA

por la Rev. Gail Dobert, directora del Ministerio de oración por telé-fono de Silent Unity

Silent Unity recibe peticiones por curación por sobre todas las demás —aunque prosperidad, paz interna y guía son oraciones muy solicitadas.

Antes de venir a Silent Unity, los asociados deben tener una base fuerte de los principios de Unity y una conciencia de oración sólida. Necesitan una comprensión espiritual firme, fe y una conciencia de oración profunda. La calma y seguridad que transmiten provienen de sus corazones, a medida que establecen un vínculo con cada persona que llama y afirman: “no soy yo, sino el Cristo en mí quien hace la obra”.

El enfoque de Unity acerca de la oración es afirmativo —basado en oraciones y frases positivas que tienen un sentido universal e interfé. Silent Unity está disponible para ofrecer apoyo confidencial de oración de lunes a viernes de 7 a.m. a 7:30 p.m., sábados y domingos de 7 a.m. a 4 p.m.

Llama: 1-866-379-1500 (llamada gratuita en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico) o al 816-969-2020 (llamadas internacionales).

Escribe: Silent Unity, 1901 NW Blue Parkway, Unity Village, MO 64065-0001 U.S.A.

Visíta: www.silentunity.org/oracion.

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PREGUNTAAngie O. pregunta:Encuentro que no oro consistentemente. Puede que ore y utilice diligente-mente otras prácticas durante meses, y luego algo en mí parece que se disuelve y dejo de orar. Luego, con el tiempo, regreso a mi práctica de oración y oro, oro, oro de nuevo. ¿Qué hace que las personas “dejen” de orar por un tiempo? ¿Alguna recomendación?

RESPUESTA

por el Rev. Tom Thorpe

Por supuesto, existen muchas razones por las cuales las personas inter­rumpen su práctica de la oración y otras prácticas espirituales. A continua­ción tres razones bastante comunes, junto con sugerencias sobre qué hacer al respecto.

1. Mis oraciones han sido respondidas. No hay nada por lo cual necesite orar ahora. Cuando identificas esto como la razón por la cual has estado orando, recuerda que el propósito de la oración no es “obtener cosas”. Más bien el propósito de la oración es conocer la Unidad —estar inmerso tan completamente como te sea posible en la conciencia de Dios. Nuestra conciencia creciente de nosotros mismos y de todas las demás personas como expresiones de Dios nos lleva a obtener una perspectiva más satis­factoria acerca de cada área de la vida.

Charles Fillmore no veía la necesidad de la formalidad en la práctica espi­ritual. Él recomendó a sus estudiantes que “sintieran a Dios”. Cada uno de nosotros puede ciertamente encontrar una manera de “sentir a Dios” que funcione para nosotros.

2. He estado orando y orando y no veo resultados. Me siento descorazonado. Aquí, de nuevo, recuerda que el propósito de la oración es conocer la Unidad, conocer a Dios en vez de adquirir posesiones o recompensas temporales.

En Mateo 6:33 Jesús dijo: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Recordar estas palabras en

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momentos de decaimiento pueden inspirarte a “sentir a Dios” con nuevo entusiasmo.

3. Mi vida se ha complicado últimamente. No encuentro tiempo para orar. Probablemente todos nos hemos sentido tan presionados por las respon­sabilidades que descuidamos nuestra práctica espiritual. Recuerda que el dedicar tiempo a la oración posiblemente mejorará tu atención y te ayudará a cumplir con tus responsabilidades de manera más eficiente, y con mayor satisfacción.

Recuerda, siempre puedes encontrar un minuto para enfocar tu atención en una frase de Verdad, quizás una afirmación preferida de La Palabra Diaria. Por 60 segundos, centra toda tu atención en la Verdad subyacente en las palabras. Posiblemente, descubrirás nueva energía, productividad y creatividad para proseguir con tu labor.

PREGUNTAMary E. pregunta:¿Cuál es el vínculo entre la oración y el ayuno?

RESPUESTA

por la Rev. Norma Iris Rosado

En el Metaphysical Bible Dictionary, Charles Fillmore define el ayuno como la negación o la “abstinencia de pensamientos erróneos, con el fin de que podamos meditar sobre las verdades espirituales e incorporarlas en nuestra conciencia de unidad con el Padre”.

En otras palabras, al abstenernos de comida o bebida por cierto período de tiempo, el cuerpo se limpia y descansa, convirtiéndose en el canal o instrumento por medio del cual el poder de la energía de la oración fluirá. El ayuno también puede ser el rechazo de compartir pensamientos erróneos o perturbadores que impedirían la quietud y el silencio necesarios de nuestras mentes para estar conscientes de la energía espiritual divina que somos.

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PREGUNTADana W. pregunta:¿Cuándo sabes que te has entregado y vives en el camino de Dios y no en el tuyo?

RESPUESTA

por el Rev. Ed Townley

Jesús se refirió a tu pregunta muchas veces. ¿Cómo sabemos que lo estamos haciendo “correctamente”? Lo primero y más motivador es que Jesús nos asegura que no podemos hacerlo incorrectamente mientras nuestra intención sea clara.

“Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). Buscamos “primeramente el reino” cuando tomamos decisiones basadas en nuestro deseo de “ser luz” —de aumentar y expandir la expresión de Dios en el mundo. Al tomar esa decisión nos convertimos en canales abiertos por medio de los cuales el amor y la abundancia infinitos pueden vertirse en el mundo.

Encuentro ayuda en la observación de Un Curso de Milagros de que todo está basado en amor o en temor. Los pensa­mientos basados en amor fluyen directamente de mi fuente divina, bendiciéndome y creando expresiones de amor en el mundo. Los pensamientos basados en el temor surgen de la mente mortal (la cual se preocupa por las apariencias de escasez e insuficiencia) y crean expresiones temerosas de escasez e insuficiencia en el mundo.

Lo cual nos lleva a uno de los lineamientos más claros y directos de Jesús para ayudarnos a saber que estamos en el camino correcto. “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da

¿CUáNDo?

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frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos” (Mateo 7:16­18).

Metafísicamente, los árboles son nuestras decisiones basadas en nuestras creencias. El fruto representa los resultados que vemos en nuestras vidas. Si no nos gustan los resultados, necesitamos sembrar nuevos árboles de creencia y dedicación. Podemos pensar que estamos tomando las decisiones espirituales apropiadas; pero si nos sentimos ansiosos, inciertos o infelices en nuestras vidas, estamos eligiendo creer en un “árbol malo”. Esto no quiere decir que obtendremos todo lo que queramos, o que nuestras vidas estarán libres de retos y sombras. Pero cuando experimentamos un sentimiento de paz aún en medio de nuestros retos, podemos estar seguros de que estamos unidos a nuestro propósito espiritual, expresando luz en la oscuridad de las sombras.

PREGUNTACarolyn A. pregunta:¿Cuándo recibiré las respuestas a mis oraciones, y cómo las reconoceré?

RESPUESTA

por la Rev. Lynne Brown

Recientemente hablé con un grupo de personas en Unity quienes se han dedicado a una vida de oración. Discutimos las “respuestas” a las oraciones no en el contexto de por lo que oramos, sino más bien de la conciencia de la cual oramos. Ésta es una distinción importante. Si oramos “por” algo, puede que lo hagamos partiendo de pensamientos de necesidad o escasez. Con este estado mental, nuestras oraciones pueden estar ancladas en la ansiedad, la preocupación y el temor. Jesús enseñó la importancia de la oración anclada en la fe.

“Por tanto, os digo que todo lo que pidáis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. (Marco 11:24).

¿CUáNDo?

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En Unity creemos que Dios está presente en todas partes. En oración, centramos nuestra atención en Dios en nosotros, y oramos partiendo de una conciencia de Dios como nuestra fuente de sabiduría divina, siempre presente para guiarnos e inspirarnos.

Entonces, nuestra intención no es orar para “lograr” una respuesta, sino más bien para discernir la respuesta que resuena con nuestra alma. Cuando reconocemos la respuesta a una interrogante en nuestro corazón, sentimos paz. De esta manera, tenemos la seguridad acerca de cuándo actuar y cómo hacerlo.

Nosotros determinamos el plazo para las respuestas —por medio de nuestra receptividad, voluntad y diligencia. El regalo de la oración es valioso a medida que comulgamos con Dios —al aliarnos con Dios en nuestro viaje sagrado de transformación.

“La oración no es un medio para hacer que Dios haga algo. Más bien, es el proceso de despertar de nuestra somnolencia para que podamos vernos, no oscuramente en un espejo, sino cara a cara”.

—Eric Butterworth, Celebrate Yourself!

PREGUNTAKaren M. pregunta:Creo que hablo con Dios todo el tiempo. El aspecto más difícil de la oración para mí es el escuchar. Todavía deseo las cosas a mi manera y rendirme lo suficiente para escuchar requiere mucha autodisciplina. Especialmente cuando la respuesta es “no”, “ahora no” o “no es de tu incumbencia”. ¿Cómo puedo orar para que pueda escuchar mejor?

RESPUESTA

por el Rev. Paul Hasselbeck

Hay muchas maneras de orar. Algunos dicen que orar es hablar a Dios y meditar es escuchar a Dios.

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Si creemos que Dios es una persona, nuestras oraciones estarán diri­gidas a Dios, el Padre. Y, al igual que los adolescentes se rebelan contra sus padres, así también a veces la gente se rebela contra Dios. Cuando pedimos ayuda a Dios y obtenemos respuestas como “no”, “ahora no” o “no es de tu incumbencia”, nuestras personalidades/egos desean rebelarse porque no es la respuesta que queremos oír.

Una manera de prepararse para la oración es cambiar nuestro concepto de Dios. Unity enseña que Dios no es una persona, un ser o entidad. Dios es principio y Mente Divina. Y Dios es el centro mismo de quienes somos. Dios no está separado, no es diferente ni está lejos. Está aquí mismo —cerca, en nosotros.

Este nuevo concepto de Dios hace posible ver la oración y el escuchar de manera diferente. Tu voluntad y la voluntad de Dios no están separadas ni son diferentes. Eric Butterworth escribió en su libro, En el fluir de la vida:

“Algunas personas se sienten confundidas con la pregunta: ‘¿Cómo puede uno distinguir entre la guía divina y la voluntad humana?’ La pregunta misma implica dualidad —un sentimiento de Dios ‘allá afuera’ que podría desear para ti algo contrario a tus deseos personales. La guía divina no es una fuerza externa que actúa sobre ti. Es la semilla de tu divinidad (tu Cristo) buscando llevar a cabo su patrón en el proceso externo de tu vida”.

No existe un Dios separado diciéndonos qué hacer. Cuando oímos “no”, “ahora no” o “no es de tu incumbencia”, no es una autoridad suprema diciéndonos qué hacer. Es nuestra autoridad divina. Tenemos la habilidad de comprenderla y utilizarla. En Unity, oramos partiendo de la conciencia de Dios. Gracias a esta conciencia percibimos las ideas divinas relacionadas con nuestras peticiones de oración, y utilizamos estas ideas para manifestar lo que deseamos. Escuchamos con nuestros corazones y sencillamente sabemos.

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EL PRoCESo DE oRACIóN DE CINCo PASoS

La oración es vincularnos con Dios. En oración, creas un espacio sagrado en el cual comulgas. Utiliza el Proceso de oración de cinco pasos para profundizar tu vínculo con Dios, aumentar tu conciencia de Dios en ti y sentir el poder de la oración.

Descansa

Aparta tiempo cada día para la oración. Comienza tu tiempo callado descansando tu cuerpo y abriendo tu mente a la conciencia de Dios. Respira profundamente, sabiendo que estás en la presencia de Dios y que esta Presencia está en ti. Deja ir tus preocupaciones y siente que todo está bien.

Concéntrate

Al cerrar los ojos y dejar ir cualquier pensamiento del mundo a tu alrededor, comienza a pensar en Dios … acerca de Su presencia en tu vida. Enfoca tu mente en un pensamiento, una idea o una escritura que resuene contigo. Repite esta idea una y otra vez, bien sea en silencio o en voz alta, hasta que se convierta en tu único pensamiento.

medita

Permite que este estado mental te lleve a una conciencia más profunda de Dios. “Estad quietos y conoced que Yo soy Dios” —Salmo 46:10. Aquiétate a medida que te vinculas con esta presencia divina en ti.

Comprende

Desde lo profundo de tu ser, siente que eres uno con Dios. Este cono-cimiento, este darte cuenta a medida que sientes la presencia sagrada de Dios es una “comunión silenciosa del alma”. En este estado receptivo de mente y corazón, escucha la inspiración de Dios, las respuestas a tus oraciones.

Da gracias

Permite que la gratitud sea tu respuesta gozosa a esta experiencia de comunión con Dios y con Su infinita bondad. Da gracias por las bendi-ciones por venir, mantente listo para recibir tu bien.

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PREGUNTAKatie W. pregunta:Si se reciben muchas peticiones de oración por la misma persona (por ejemplo, un soldado herido), ¿hace eso que la petición sea “más importante”?

RESPUESTA

por el Rev. John Strickland

Mi respuesta a esta pregunta es hacer otra pregunta: “¿Más importante para quién?”

Esta petición de oración es de suma importancia para el soldado herido y para las personas que hicieron la petición. Para Dios, es tan importante como cualquier otra petición.

La Biblia nos dice que Dios no es parcial para con las personas. Diría que Dios no es parcial para con las peticiones de oración. Todas son importantes para Dios. Su poder está disponible para todos sin importar lo seria o trivial que parezca la petición a la mente humana.

Para una preocupación de salud, de finanzas, de empleo, de una relación personal o de cualquier otro tipo, sepamos con fe absoluta: Dios es la provisión instantánea, constante y abundante de todo bien en nuestras vidas.

Lo que hace que algo sea serio o no es realmente la mente de la persona que pide la oración. Nada es imposible para Dios. Nada es demasiado grande ni demasiado pequeño. Aprendamos a dirigirnos a Dios en oración para todo lo que nos concierna. Y, cuando alguien viene a mí por ayuda de oración, no doy importancia al grado de severidad que parezca tener la petición, todas las peticiones son dignas. ¡Y Dios siempre es la respuesta!

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PREGUNTAFaith N. pregunta:¿Por qué oramos por curación por las personas con “enfermedades”, pero no para que las personas que han perdido una pierna o un brazo, les sea reemplazado?

RESPUESTA

por la Rev. Ellen Debenport

Hacemos esto porque no creemos que sea posible reem­plazar un brazo o una pierna. Tristemente, la gente a menudo fija límites en un universo ilimitado.

En la conciencia de las masas, hemos aceptado que algunas enfermedades o heridas son más difíciles de curar que otras. Creemos que una cortada con un papel sanará rápidamente, pero que el cáncer sólo puede ser sanado con dosis masivas de veneno o radiación. Los huesos rotos puede sanar, pero la mayoría de las personas no creen que éstos puedan aumentar de tamaño. Sin embargo, las personas que donan parte de su hígado, saben que éste se regenerará. ¿Entonces, dónde hemos trazar la raya para lo que es posible?

Solíamos creer que era imposible para el cuerpo humano correr una milla en cuatro minutos o realizar un giro cuádruple sobre el hielo, hasta que alguien lo hizo. Ahora es algo común.

Charles Fillmore, cofundador de Unity, dijo que él utilizó herramientas espirituales para alargar una pierna tullida que se había lastimado durante su niñez. (Él relata esta historia en el libro de Unity El poder de la mente de destruir átomos). Si Jesús pudo sanar al ciego y al cojo, entonces sabemos que puede hacerse. Y Jesús dijo que cualquier cosa que Él podía hacer nosotros podíamos hacerla también (Juan 14:12).

¿PoR QUé?

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“¿Dónde está el límite de la curación? No hay límite”, escribió Fillmore en Guarda una Cuaresma verdadera.

Dicho esto, nuestro trabajo no es orar por un resultado específico, con respecto a la salud de otra persona. Oramos por su mayor bien, cualquiera que sea. Nunca podemos saber cuál es el camino del alma de otra persona, lo que están creando en su experiencia y qué regalos le serán revelados.

Nuestra sociedad está de acuerdo que las amputaciones o ciertas enfermedades son permanentes, mas ésa es solamente nuestra experiencia hasta los momentos. Cuando dejamos ir las etiquetas, los resultados y afirmamos bienestar para quienes amamos, nos sorprenderíamos de la curación que tiene lugar.

PREGUNTALila H. pregunta:¿Por qué hemos de orar el Padrenuestro?

RESPUESTA

por la Rev. Lynne Brown

En Unity vemos a Jesucristo como nuestro maestro, guía y ejemplo. El evangelio de Mateo contiene muchas de las enseñanzas de Jesús que incluye cómo orar. En Mateo 6:8, Jesús recalcó Su creencia y el principio subyacente al Padrenuestro. “Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis”. Jesús utilizó el término Padre para referirse a Dios.

Con el Padrenuestro, Jesús nos instruyó a orar con fe en que Dios es omni­presente. Él enfatizó este principio en el evangelio de Lucas 17:21: “El reino de Dios está entre vosotros”. Al orar, hemos de mantener esta fe, esta comunión con Dios. Nuestra oración no debe ser un ruego o una súplica, sino una afirmación. Y, en el Padrenuestro, proclamamos la naturaleza de Dios y acogemos Su reino.

¿PoR QUé?

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La presencia y el poder de Dios: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”.

La provisión divina: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”.

El amor incondicional de Dios: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en ten­tación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria,

por todos los siglos. Amén”.

El orar el Padrenuestro hace que estemos conscientes de Dios como una presencia omnisciente y omnipresente, y que reconozcamos que Su reino está en nosotros. También nos insta a reconocer nuestra unidad y a honrarlo.

“Nos elevamos en alas de oración para llegar a un reino de gozo para luego llevar la belleza de la experiencia a todo lo que hacemos

en nuestras vidas”. —May Rowland, Atrévete a creer

PREGUNTALysa A. pregunta:¿Por qué orar antes de comer?

RESPUESTA

por la Rev. Gail Dobert

Toda actividad puede ser bendecida con una oración, y comer no es una excepción. La oración nos centra en el poder y la pre­sencia de Dios en nosotros y a nuestro alrededor. Cada vez que enfocamos nuestra atención en la energía viviente que es Dios en nosotros, energi­zamos nuestros cuerpos, mentes y espíritus.

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Cuando oramos antes de comer, lo hacemos con una actitud de gratitud; manteniendo pensamientos positivos en cuanto a los alimentos y cómo éstos nutrirán nuestros cuerpos.

Al orar por nuestra comida, enviamos energía positiva a las personas que la prepararon, que la sembraron y que la sirvieron. También damos energía a los alimentos que consumiremos, lo cual nos beneficia.

“La verdadera oración es unificarnos con lo divino en nosotros”. —Donald Curtis, New Age Understanding

PREGUNTAJoanne L. pregunta:El tema de orar por otros me confunde. Si ellos están en su propio sendero espiritual y tienen su propia relación con lo Divino, ¿por qué hemos de orar por ellos?

RESPUESTA

por la Rev. Felicia Blanco Searcy

Muy buena tu pregunta, y es una que es vital en las enseñanzas de Unity. Nuestra fundación misma es el orar por los demás. Primero, observemos la definición de orar. En Unity enseñamos que orar es sencillamente buscar realinearnos conscientemente con el fluir divino para despertar la presen­cia de Dios en nosotros.

No oramos a Dios, nos consagramos a orar partiendo de Dios en nosotros. Luego, consideramos lo que los fundadores de Unity discernieron intui­tivamente y que la ciencia ahora prueba. Que tenemos la facultad de afectarnos unos a otros por medio de nuestros pensamientos y emociones. Podemos hacerlo porque hemos nacido, y vivimos, en la única Mente a la que llamamos Dios.

Tienes razón en tu observación de que cada uno de nosotros está en un sendero espiritual propio. Sin embargo, al mismo tiempo, compartimos el propósito común de estar conscientes de Dios, de despertar. De manera

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que cuando me doy cuenta de mi conexión con los demás, mis oraciones por ellos cambian.

En vez de orar a un poder externo con la esperanza de que “él” me cumpla mis deseos, me mantengo consciente de la Verdad universal que todos

buscamos alcanzar.

Para que la oración sea efectiva, primero debo reco­nocer dicha Verdad. Esto es lo que Jesús quiso decir cuando nos instó a amarnos unos a otros. Él enseñó que no existe separación entre nosotros y los demás. Consecuentemente, a medida que yo crezco

en conciencia divina, ayudo a los demás a lograrlo también.

Nuevamente, Jesús, como nuestro ejemplo, maestro y guía, oró consciente de ello. Él, al reconocer y saber la Verdad, vio sólo Dios hasta que la persona que le pidió ayuda pudiera verlo por sí misma y manifestar el bien

que deseaba en el plano externo. Así que podemos orar por nosotros mismos y por los demás, honrando nuestros

senderos espirituales propios. Al hacerlo, despertamos y contri­buimos al despertar de la humanidad.

PREGUNTAJoanne F. pregunta:¿Por qué parece que Dios no nos escucha? Yo soy parte de un grupo que ha estado orando por un niño enfermo y, aunque la Biblia nos dice que busquemos y encontraremos, que toquemos y se nos abrirá, pareciera que nuestras oraciones son en vano. Yo no creo que la voluntad de Dios sea que un niño sufra y muera, o que millones perezcan en un terremoto. Yo continúo orando, mas a veces me pregunto si Dios realmente se interesa por nuestras vidas y nuestros retos.

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RESPUESTA

por la Rev. Paulette Pipe

Hace algún tiempo tuve un programa de radio llamado “Ladrándole al árbol equivocado”. Éste estaba diseñado para aclarar algunas de las inte­rrogantes acerca de por qué la oración no era contestada.

“Ladrándole al árbol equivocado” implica que asumimos falsamente algo. Proviene de la analogía de los perros que son entrenados para cazar y que ladran incesantemente al pie de un árbol donde, erróneamente, ellos piensan que la caza se esconde.

Sí, pareciera que “buscamos, tocamos y pedimos” y, sin embargo, no recibimos una respuesta. Mas Jesús nos enseñó a no juzgar por aparien­cias. Si pensamos que la oración es una apelación a una entidad suprema fuera de nosotros que arbitrariamente decide si sí o si no; entonces, no solamente nos sentiremos desalentados, sino que también juzgaremos negativamente el resultado de la situación por la cual oramos.

La oración no persuade a un Dios fuera de nosotros para que mejore nuestras vidas. Es una actividad que nos ayuda a alinearnos con el bien que ya existe. Nos asiste para que renovemos y profundicemos nuestra conciencia de Dios de manera tal que ya no nos dejemos llevar por las apariencias y confiemos en que un plan de bien existe para nuestra vida y para las vidas de las personas por quienes oramos.

Las oraciones nos cambian a nosotros, no a Dios. Orar ancla nuestra fe en la seguridad de que el bien, visible o invisible, siempre está presente en toda situación. El objetivo de la oración no es necesariamente cambiar las circunstancias de la vida, sino ayudarnos a estar receptivos a percibir y experimentar la Presencia Divina por doquier y en toda circunstancia.

De manera, que “busca, toca y pide” con fe en que todos estamos en un sendero espiritual, el cual nos instruirá, sanará, inspirará o bendecirá de alguna manera en algún momento, aún cuando no podamos percibirlo.

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PREGUNTAHarrison O. pregunta:¿Por qué las personas que no creen en Dios parecen tener prosperidad en todo lo que emprenden, mientras que aquellos que temen a Dios y Le sirven fielmente, tal como mi padre, no experimentan la misma prosperidad?

RESPUESTA

por la Rev. Ellen Debenport

Es frustrante cuando alguien que conoces, y quien es devoto e íntegro, parece batallar en la vida, ¿no es cierto? Mas la prosperidad no está rela­cionada con tu creencia en Dios; está relacionada con tu creencia en las posibilidades. Las personas que son ricas, sencillamente se sienten merece­doras, y creen que hacen lo que se requiere para disfrutar de prosperidad.

Algunas personas creen que si trabajan duro, están predestinadas a ser prósperas. Algunas veces trabajan hasta acabarse por temor a que su abun­dancia se acabe.

Otras personas, se sienten predestinadas a las riquezas porque han nacido en familias adineradas o se han casado con alguien de dinero. La clave aquí es que se imaginan y creen prósperas. Puede que hasta sean ateas o sean infelices en otros aspectos de la vida, más en cuanto al dinero, lo tienen porque lo esperan.

También hay personas con una conciencia de pobreza. Ellas piensan que no tienes ni la educación ni los talentos que se requieren para ser prósperas. Pueden creer, a veces hasta subconscientemente, que no lo merecen. Dentro de los cristianos existe cierta creencia en que la pobreza, de alguna manera, tiene más virtud que la riqueza. Otros piensan que sólo los que logran el favor divino serán ricos.

La prosperidad no es una recompensa que se le da al virtuoso. De hecho, a medida que nos volvemos más conscientes de nuestra divinidad, los asuntos mundanos dejan de tener prioridad y lo que anhelamos es

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experimentar el reino de los cielos. Las personas que han edificado una conciencia suprema pueden o no tener dinero, más a ellas eso ya no les importa. Se consideran ricas en otros aspectos: sus vidas tienen propósito y se deleitan a diario en la abundancia de Dios.

Todo lo que podemos desear ya está disponible para nosotros. Nuestro cometido al orar debe ser, sencillamente, alinear nos con el bien que deseamos ¡y éste se manifestará!

PREGUNTATerry N. pregunta:¿Por qué finalizamos la oración con la palabra “amén”?

RESPUESTA

por la Rev. Gail Dobert

En su libro The Universe Is Calling, el Rev. Eric Butterworth explica que la palabra “amén” es dicha para afirmar “que así sea”. Muchos de los minis­tros de Unity prefieren utilizar “que así sea” en vez de amén. En el Nuevo Testamento, “amén” es usada para denotar: “en verdad”, “ciertamente”, “que conste”. Los manuscritos más antiguos de los Evangelios dictan que Jesús decía: “Amén, amén, les digo …” Mas, en las traducciones actuales, se utiliza: “De cierto, de cierto os digo …”. Amén tiene un sentido más amplio y profundo.

Butterworth también dice que: “Cuando decimos ‘amén’ a todo lo bueno, te vuelves más receptivo, espiritual y mentalmente, a recibirlo y aceptarlo. Te pones en contacto con el poder que te apoyará para manifestarlo”.

En Unity, practicamos la oración afirmativa. Es decir, centramos nuestras mentes y nuestros corazones en el poder de Dios en nosotros. Declaramos nuestros deseos utilizando un lenguaje positivo y fructífero, con confianza en que nuestras palabras son poderosas porque están respaldadas por nuestra fe. Seguiremos la rica tradición de decir “amén” para reafirmar nuestras oraciones y … que así sea.

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¿Qué hacer después que has orado?por Eric Butterworth

A veces puede que llegues al final de momento de oración sintiéndote vacío, dudoso, preguntándote si la oración dará frutos. Recuerda, Dios no puede hacer más por ti de que hace por medio de ti.

Puede que pienses: “Bueno, ya oré, así que el resto se lo dejo a Dios”. Mas como dicen en el juego de tenis: “Ahora la pelota está en tu cancha”. Tu oración no es para Dios. Él no necesita ni tus oraciones ni tu alabanza. No necesita que Le supliques para entender tus necesidades. “Ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan” —Mateo 6:32 (Versión Popular).Y: “A vuestro Padre le ha placido daros el Reino” —Lucas 12:32. En Dios hay un sí eterno, tu parte es mantener también una conciencia de sí y afianzarte a ella. “Cambia tu mente y mantenla cambiada”.

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Tus oraciones pueden haber renovado tu fe y agudizado tu visión, mas todavía: “Tu fe te ha salvado”—Marcos 5:34. No es que Dios haya hecho algo especial por ti, ya que Dios ya ha hecho todo lo que iba a hacer. Él te creó a Su imagen y seme­janza, y te dotó con las posibilidades del Reino. De manera que ya Dios hizo su obra. Ahora tú debes tener fe y actuar según esa fe.

Cuando tú abres los ojos una vez que has orado, potencial­mente haz nacido de nuevo en el mundo, tienes un nuevo nivel de conciencia. Eres una nueva persona. ¿No es eso maravilloso? Abres los ojos y exclamas: “¡Caramba, es mi cumpleaños!” Es un nuevo día. Eres una persona nueva. Y llega a ser verdad cuando tienes fe en que la vida es un proceso constante de despertar, de dejar ir, de soltar lo nega­tivo, de permanecer en armonía con el fluir positivo de la vida divina.

El reto yace en actuar creyéndote una nueva persona, confiar en el proceso y permitir que te guíe a una nueva experiencia —y seguramente lo hará. Tu “amén” afirma: “así sea”. Cree que así será.

Has orado por un trabajo, por una buena relación o por cura­ción. Ahora, pon manos a la obra. Comienza. Serás tentado a posponer la acción, a esperar por una señal espiritual, a comenzar mañana. Goethe dice: “Todo aquello que puedes hacer o que sueñas que puedes hacer, comiénzalo. El arrojo tiene genio y poder y magia”.

Así que, comienza, y sigue avanzando hasta que la obra esté terminada. Recuerda, la oración es una actividad interna de la mente. No es poner en la mente de Dios nuestros problemas y necesidades. Más bien, es permitir que la Mente de Dios hable por medio de nosotros.

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Gracias a nuestros contribuidores:

Rev. Felicia Blanco Searcy: Ministra de Unity, ordenada en 2008. Es la reverenda encargada de Unity Church of Life en Murfreesboro, Tenn. Autora de un nuevo libro de Unity House, Do Greater Things: Following in Jesus’ Footsteps, el cual explora las enseñanzas de Jesús.

Rev. Lynne Brown: Ministra de Unity. Ha servido en Unity por más de 25 años en varias capacidades. Lynne actualmente es la vicepresidenta de Silent Unity, el cual incluye el Ministerio de Oración, los Servicios de Correspondencia, Mensajes de Esperanza y los Ministerios Internacionales.

Rev. Ellen Debenport: Es la ministra encargada del Unity of Wimberley en Texas, y autora del libro The Five Principles, publicado por Unity House. Fue ordenada en 1999. Ella también tiene un programa de radio llamado Absolute Living en www.unity.fm.

Rev. Gail Dobert: Directora del Ministerio de Oración de Silent Unity en Unity Village, U.S.A. Se graduó del programa ministerial de Unity en junio del 2010.

Rev. Dr. Paul Hasselbeck: Actualmente es el decano del programa Enriquecimiento y Educación Espiritual (E.E.E.). Autor de Heart-Centered Metaphysics. Él dedica su tiempo a ayudar a los estudiantes a despertar tu potencial espiritual. Tiene un programa de radio titulado: Metaphysical Romp en www.unity.fm, la estación en línea de Unity.

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Rev. E.J. Niles: Ministra ordenada. Forma parte de la facultad del Instituto Unity enseñando estudios bíblicos. También tiene un ministerio alternativo con Ministerios Mundiales Unity llamado: “Embracing the Bible”, el cual aparea los escritos bíblicos con el desarrollo de la conciencia.

Rev. Paulette Pipe: Ministra ordenada de unity desde el 2001. Tiene el don especial de facilitar meditaciones y oraciones afirmativas poderosas. Ella expone en Estados Unidos y el exterior mediante retiros, talleres y sesiones personales de consejería. Tiene el programa radial Touching the Stillness auspiciado por www.unity.fm.

Rev. Norma Iris Rosado: Ministra ordenada en 1983. En la actualidad forma parte de la facultad del programa de Enriquecimiento y Educación Espiritual (E.E.E.). Ella también es la reverenda encargada de Unity Church of Peace en Jefferson City, Mo., y tiene un programa en la red radial en línea de Unity llamado: Reclama tu poder interior, que puedes oír en www.unity.fm.

Rev. Dr. Thomas Shepherd: Es conocido en Unity como el autor de la columna: That’s a Good Question, la cual ha sido publicada por más de 15 años en Unity Magazine. Él es capellán retirado de la Armada Estadounidense y veterano condecorado de la Guerra de Vietnam. El Dr. Shepherd fue ordenado en 1976. El es autor de uno de los libros publicados por Unity House recientemente: Good Questions.

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Rev. John Strickland: Ministro de Unity ordenado en 1976. Creció asistiendo a Atlanta Unity Church y hoy en día es el ministro encargado de dicha iglesia. Él también ha servido como ministro en otras iglesias Unity incluyendo: Nueva York, Hawai, Florida, California y Unity Village, Mo., donde sirvió como director de Silent Unity desde 1984 hasta 1991.

Rev. Tom Thorpe, M.A.R.: Ministro de Unity ordenado. Forma parte de la facultad del Instituto Unity con principal enfoque en educación a distancia con el programa de educación continua.

Rev. Ed Townley: Ministro ordenado de Unity desde 1991. Conocido como uno de los mejores profesores de Biblia en el movimiento Unity. Escribió: The Secret According to Jesús, que esboza una exploración metafísica del Sermón del Monte. Él escribe el popular “blog” llamado “Interpret This” para www.unity.org, en el cual provee interpretaciones bíblicas.

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Para ayuda confidencial de oración…

Llama: 1-866-379-1500 (01-816-969-2020 llamadas internacionales)

Visita: www.silentunity.org/oracion

Escribe: Silent Unity 1901 NW Blue Parkway Unity Village, MO 64065-0001

Silent Unity, al igual que todos los ministerios de Unity, es mantenido gracias a ofrendas voluntarias. Si disfrutaste de este folleto y deseas hacer una donación, puedes llamar al 1-866-498-1500 o visitar www.unityenlinea.org/donar.

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