la reforma laboral, programa para mexico. documento amplio_antelmo alvarado

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GUERREROCOMITÉ ESTATAL

PONENCIA DEL SENADOR ANTELMO ALVARADO GARCÍA EN EL FORO “PROGRAMA PARA MÉXICO”, EN EL ESTADO DE

GUERRERO.

TEMA: REFORMA LABORAL.

De acuerdo a lo establecido en el documento elaborado por la Fundación Colosio, A. C., denominado “Programa para México”, en donde se establece que en el mes de “Julio del 2012 los mexicanos acudiremos a las urnas para renovar el titular del Ejecutivo federal y a los integrantes del Congreso de la Unión, en una jornada que será decisiva para configurar un nuevo gobierno y darle a México el rumbo que queremos” y de acuerdo con la convocatoria expedida por la propia Fundación para “llevar a cabo una amplia consulta con la sociedad mexicana, a través de un diálogo franco, abierto y libre, para reorientar el rumbo del país hacia una sociedad más democrática y con justicia social”, en donde manifiesta también que: “El programa para México”, forma parte de esa consulta nacional que culminará con la elaboración de la “Plataforma Electoral Federal 2012-2018”, del Partido Revolucionario Institucional, es que la Confederación de Trabajadores de México, con fundamento en la Base Tercera de la Convocatoria respectiva, somete a consideración de la Fundación Colosio, A. C., en su carácter de organismo conductor de la organización, programación y desarrollo de los foros y encuentros, las siguientes propuestas para ser incorporadas a la Plataforma Electoral Federal 2012-2018.

AVENIDA JOSÉ FRANCISCO RUIZ MASSIEU S/N, COL. JARDINES DEL SUR, CHILPANCINGO, GUERRERO.

TEL. (01) 747 49 4 57 18 CORREO ELECTÓNICO: [email protected]

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Introducción.

La Confederación de Trabajadores de México, representa legítimamente al movimiento obrero nacional. Desde su fundación, hace 75 años, ha actuado como una organización sindical y política, que asume plenamente la defensa de los intereses materiales y espirituales de los trabajadores, los cuales forman parte de una unidad indivisible.

La Confederación de Trabajadores de México es la organización obrera típica de la Revolución Mexicana, adopta como propios los postulados, las orientaciones fundamentales y los métodos de lucha de dicho movimiento social y reitera que marchará con éste hasta consumar sus objetivos superiores y de mayor alcance.

La revolución social que nos dio origen, principios e instituciones, constituye el recurso fundamental de los mexicanos. Lo que nos une a todos no da respetabilidad en el exterior.

Por tanto, la Confederación de Trabajadores de México reconoce en el estado social de derecho, portador de su proyecto social, a su aliado natural y la entidad a la que corresponde establecer las condiciones óptimas para el desarrollo nacional soberano, hacer realidad la justicia social y garantizar los intereses individuales y colectivos de los mexicanos. Porque en la medida que el estado social de derecho cumple con estos compromisos, en esa medida se legitima y fortalece.

La Confederación de Trabajadores de México, profesa el mayor respeto a la Constitución que nos rige; la concibe como un sistema de derecho y un programa para conducir la transformación de la sociedad mexicana. Por ello, sostiene que nuestra Carta Magna, no es un



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código intocable sino un cuerpo vivo de principios promotores del desarrollo y reguladores de la vida nacional, que deben ajustarse a la cambiante realidad y aún anticiparse a ésta.

Postula la universalidad del proletariado y por esta razón se declara destacamento nacional de la clase obrera internacional.

Lucha por la unidad de acción y orgánica de la clase obrera que puede manifestarse, de acuerdo con las circunstancias concretas de cada momento, como unidad ideológica, política, económica o sindical.

Es partidaria de la alianza nacional de fuerzas populares y democráticas para alcanzar objetivos de interés nacional.

Es una organización autónoma e independiente de todo poder ajeno al de los trabajadores, asegurando con ello, su independencia de clase, conservando de esta manera, la capacidad y la autoridad moral suficiente para poder convertirse, no solo en un simple objeto o aliado de los gobiernos revolucionarios o instructivos de sus políticas, sino en un aliado reflexivo.

Y es que hay una diferencia sustancial entre el sometimiento incondicional de la clase trabajadora a cualquier poder y el compromiso de alianza. La alianza implica capacidad de discernimiento. La alianza implica independencia. La alianza implica capacidad de crítica. Y este es el carácter que ha prevalecido en las relaciones de la clase trabajadora con el Estado de origen revolucionario: una alianza reflexiva, una alianza militante.

En ejercicio de su autonomía, los trabajadores que la integran, han decidido militar individual y colectivamente en el Partido Revolucionario Institucional, como medio para mejorar sus condiciones



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de vida y llevar adelante la transformación pacífica de la sociedad. Aprueban y respaldan los esfuerzos que éste realiza por mejorar los métodos de hacer política, actualizar su programa y elevar su aptitud para seguir conduciendo con acierto la vida de la Nación.

La Confederación de Trabajadores de México, propugna por el establecimiento de condiciones de vida materiales y espirituales que hagan posible el desenvolvimiento pleno de las facultades físicas e intelectuales de los trabajadores. Es por eso que mantiene una lucha permanente por la ampliación y preservación del empleo, la actualización de los salarios, la defensa de los contratos colectivos de trabajo, el derecho a la huelga y en suma por el cumplimiento del artículo 123 Constitucional y la Ley Federal del Trabajo y, de igual forma por el fortalecimiento de las instituciones públicas encargadas del bienestar social como la salud, la educación, la vivienda y el abasto popular.

La modernización en el ámbito laboral implica la promoción y la consolidación de una nueva cultura productiva, en donde la realización material y personal de los trabajadores pasa por su participación en el proceso de planeación, ejecución y mando de las empresas. La elevación de la productividad no es sólo mayor producción a través del mejoramiento del potencial tecnológico de las empresas, requiere de nuevos esquemas de organizativos, de mayor colaboración de los agentes de la producción en las empresas y el abandono de esquemas rígidos de funcionamiento. La productividad implica el respeto al trabajo y a los derechos de los trabajadores.

Realizar la justicia social presupone la existencia de una economía nacional sana, fuerte, productiva, competitiva e integrada a la dinámica economía mundial en un contexto de beneficios compartidos que



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eleven el desarrollo de los pueblos y en la búsqueda de un orden internacional armónico, pacifico y constructivo que permita a la humanidad superar los agravios en los que hoy se debate, preserve la especie humana y detenga la destrucción del planeta.

La defensa de la nación y de nuestro nacionalismo ha sido fuente primaria y razón de ser de la lucha de la Confederación de Trabajadores de México. Nos asiste el derecho moral e histórico para afirmar que toda política que propicie una mayor concentración de la riqueza y acentúe la explotación de los trabajadores, trastoca el estado social de derecho y, en consecuencia, es contraria a los intereses nacionales. El sindicalismo ha sido un factor de equilibrio y estabilidad social y ha buscado a través de su práctica consolidar la unidad de los mexicanos.

La Confederación de Trabajadores de México, considera que es positivo el papel que desempeña el capital privado, siempre y cuando, cumpla con el principio de servir a la Nación, produciendo en primera instancia lo que el País necesita, que no se rompa con el equilibrio constitucional de los sectores que componen la economía, ni se transgreda la potestad de la Nación sobre sus recursos estratégicos.

En sus relaciones internacionales, la Confederación de Trabajadores de México reivindica la tradición histórica de nuestro país y se manifiesta por renovar los esfuerzos conducentes a la solución de los problemas que son comunes a la humanidad como lo son la paz mundial, el armamentismo, la segregación racial, la amenaza nuclear, el cambio climático y la contaminación del planeta. Ratifica los principios de autodeterminación de los pueblos, soberanía, integridad territorial y la no agresión entre los pueblos.



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La Confederación de Trabajadores de México es una organización moderna, porque desde sus orígenes descentralizó las funciones que competen al sindicato al estructurarse en federaciones locales, regionales y estatales y en sindicatos nacionales de industria. Es moderna porque sus concepciones estratégicas superaron el espíritu gremialista y de la época y la práctica de un sindicalismo limitado a las tareas puramente reivindicativas. Y es moderna porque planteó postulados y esquemas de acción que se adelantaron a su tiempo, anticipando los sucesos que hoy ocurren en el mundo.

Tomando en cuenta el nuevo periodo por el que transcurre la humanidad, caracterizado por la crisis de los modelos políticos e ideológicos, como la internacionalización de los proyectos nacionales, el reacomodo mundial en grandes bloques, la persistencia de la pobreza, las transformaciones científico-tecnológicas, sociales y culturales que han venido configurando un panorama de colosales retos nacionales y mundiales, la CTM ha adoptado una táctica tendiente al equilibrio justo y la armonización de los intereses de las distintas clases social, con el fin de encauzar éstas hacia una perspectiva de progreso, estabilidad, justicia social y democracia, como premisa para el fortalecimiento de la Nación.

Ante el derrumbe del socialismo, el sindicalismo constituye hoy el único obstáculo de importancia que se opone a la hegemonía del capital, lo cual explica el porqué se han recrudecido los ataques en contra de los movimientos obreros de todos los países.

La baja de las tasas de crecimiento, productividad y ganancia, ha obligado a los países industrializados a ensayar distintos tipos de estrategia para salir de sus crisis generalizadas. La que recomendó Keynes, consistente en la igualación del proceso de plusvalía con el



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aumento del salario real y la creación del Estado del Bienestar, que estuvo en boga en los años setenta y ochenta, y fue paulatinamente reemplazada por otra destinada a restaurar la tasa de ganancia del capital, lo cual hizo necesario anular las deudas acumuladas, reducir las conquistas sociales de los trabajadores y castigar los niveles de vida de la población.

Esta última estrategia está implicando un alto costo social: desempleo y declive del salario real. Los trabajadores le opusieron y le oponen una dura resistencia hasta la fecha.

Las dificultades experimentadas por las economías de los países de alto desarrollo condujeron al conflicto, la abierta competencia y la internacionalización de la economía y sus componentes: el capital, las finanzas y el comercio, fenómeno al que se conoce como neoliberalismo o globalización económica, porque se trata de un proceso que ha rebasado las fronteras de los estados nacionales, ha venido suprimiendo el carácter nacional de la propiedad y del capital y la inversión, que ahora se instalan en donde mejor se garantiza su reproducción, e impulsado vigorosamente la investigación científica y tecnológica, que introdujo transformaciones profundas y radicales en los sistemas de producción y en la composición de la fuerza de trabajo.

Un signo más de los tiempos que estamos viviendo, es el representado por la necesidad de las economías de todos los países, desarrollados y en vías de desarrollo, de fomentar su eficiencia y productividad, con el fin de hacer frente a la competencia internacional, fuertemente dominada por Estados Unidos, Alemania y Japón, así como, de propiciar vinculaciones conducentes a la constitución de bloques regionales y realizar ajustes y cambios



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radicales de sus estrategias económicas, tal como ha ocurrido y está ocurriendo en muchos países.

Para los trabajadores mexicanos, mientras haya abismos entre la opulencia y la indigencia, la economía se reducirá al amargo testimonio histórico de lo que no podemos lograr y se convertirá en la angustia de una sociedad que debe responsabilizarse de su destino, porque todavía vemos a muy grandes sectores de la población que viven en la marginación, en el desamparo.

El gran desafío de nuestro sistema político y de nuestro partido, es encontrar la unidad, la que ajuste, la que satisfaga todas las conciencias y llene los propósitos y esto no sólo puede ser una intención declarada en el discurso público o en el programa o la plataforma política, sino que debe ser un propósito de conciencia nacional.

En la CTM creemos que lo que está ocurriendo en la sociedad es contrario a los intereses nacionales, porque no puede admitirse una acomulación de riqueza entre pocos, la riqueza está mal distribuida y si somos consecuentes con los principios del partido y de la CTM, tendremos que repartirla mediante el salario y el fisco como medios legales para hacerlo.

La planeación del desarrollo, difícilmente puede llevarse a cabo con eficacia dentro de un sistema formado por varios centros decisorios autónomos. Por eso en la CTM celebramos que nuestro partido convoque a todos sus sectores y a las organizaciones adherentes al mismo, a la integración del “Programa para México”, en donde participaremos todos.



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En el sector privado las grandes empresas programan su propio ejercicio de propuestas, que con frecuencia permanecen desarticuladas al no ser vinculadas a las grandes decisiones nacionales.

El sector social por su parte, sencillamente no programa; el sector social es la imagen viva de la marginación, salvo por algunos esfuerzos inducidos por el Estado en áreas críticas de su desarrollo.

Como regularmente acontece, los programas o los planes de desarrollo no son aplicados o ejecutados, o no existen los recursos suficientes para llevarlos a cabo, o no terminan dando respuestas positivas a los distintos sectores de la sociedad, ocasionando que la gente acuda de forma masiva a los grandes centros urbanos en busca de satisfactores, de servicios, de empleos, de seguridad, de tranquilidad, que se supone existen en las grandes ciudades. Pero, a nuestro juicio, esa no es una solución porque sobreviven en el desempleo, la acumulación de los cinturones de miseria, el rezago de los servicios, el subempleo y otras calamidades sociales de los grandes centros urbanos.

Conforme el país ha ido avanzando, se ha hecho cada vez mas imperioso el aprovechar mejor los recursos porque somos más y el país es el mismo, por lo cual, una mayor población demanda mas satisfactores, propósito que sólo se logra con la organización de la productividad, mediante un ordenamiento y una coordinación: ordenar primero y coordinar después, y esto entrañan la necesidad rigurosa de armas las flechas sueltas en un solo haz.

Es posible pensar en una solución nacionalista en la que la solidaridad nacional nos permita plantear nuestros problemas, aprovechar



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nuestros recursos y mantener nuestra independencia política y económica, no podemos permitir que las contradicciones internas de nuestra sociedad nos impidan la acción concordada, la acción unitaria, en este sentido la respuesta constitucional es clara: es posible establecer el equilibrio de intereses si se respetan los valores que justifican nuestra convivencia. Toda acción deformante es, de una parte, antijurídica y de otra, profundamente injusta, y en este momento la injusticia compromete ya la esencia misma del desarrollo.

Debemos hacer posible que el Estado se apoye precisamente en las causas propuestas por la mayoría de los mexicanos que sea la sociedad mexicana la que pueda proponer un proyecto nacional para realizar y justificar el modelo de país que queremos ser y que en este sentido sea el conglomerado social el que proponga a nuestro Partido un programa coherente con impacto no solo para los próximos seis años sino para las próximas décadas y generaciones venideras.

Si reconocemos nuestra capacidad para actuar en el tiempo por venir, nuestra razón nos permitirá ser autores de nuestro destino.

Un país con carencias acumuladas, con recursos escasos, con problemas de organización, de coordinación, con deformaciones estructurales, con situaciones de dependencia del exterior, en fin, con tantas y tantas cuestiones que entrañan problemas difíciles, exige un esfuerzo de racionalización para anticipar etapas, aprovechar recursos y ganar tiempo.

Si tenemos la decisión de planear podemos concertar, reformar, calificar metas, evaluar y hacer así un esfuerzo de eficiencia del que está urgido un país tan comprometido como el nuestro por sus



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instituciones y desde luego por sus objetivos; todavía hay muchos propósitos institucionales pendientes de cumplirse.

Es absolutamente indispensable enfrentar los problemas del futuro con un esfuerzo de racionalización, que significa prever, planear para aprovechar tiempo, para aprovechar experiencia, para apoyarnos en la historia y utilizar de mejor manea los recursos.

Es indispensable disponer de un plan integral que norme el desarrollo de la oferta y establezca medidas para racionalizar la demanda; busque la explotación más adecuada de los recursos disponibles; evite desperdicios y dispendios; fortalezca las finanzas de las empresas gubernamentales y coordine la acción del Gobierno con las exigencias del desarrollo y las responsabilidades del pueblo.

El Estado mexicano en los próximos años, tendrá que significarse por un severo esfuerzo de organización, de orden, de coordinación y de planeación, para sacar adelante los grandes rezagos nacionales.

Para los trabajadores la historia representa una lucha continua para defender sus intereses, hay que entenderla de esa manera y continuarla con responsabilidad.

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, proponemos a nuestro Partido, a través de la Fundación Colosio, A. C., las siguientes propuestas, para ser incorporadas al “Programa para México”, mismo que a su vez servirá de base para la elaboración de la Plataforma Electoral Federal 2012-2018, la cual, se presentará a las autoridades del Instituto Federal Electoral como programa de campaña de nuestro próximo candidato a la presidencia de la República.



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PROPUESTAS:

l. La Confederación de Trabajadores de México por una Sociedad Mejor

1. Los trabajadores mexicanos asumimos, conjuntamente con nuestro Partido, del compromiso histórico de empeñar todos nuestros esfuerzos y nuestros medios de lucha para lograr el surgimiento de una sociedad mexicana en la que las carencias, desigualdades, privilegios injustos y rezagos del presente, sean fenómenos del pasado y México sea una patria justa y libre en el interior, sin ningún tipo de sujeciones o dependencias respecto del exterior y capaz de contribuir vigorosamente al establecimiento de un nuevo orden internacional en el que sea una plena realidad la justicia social, el progreso y la paz.

2. La sociedad por la que luchan los trabajadores, no está concebida conforme a los modelos socioeconómicos generados e implantados en medios históricos diferentes al de México, sino que debe surgir y construirse por la vía pacífica, democrática y constitucional, llevando a sus últimas consecuencias los ideales históricos del pueblo mexicano y las decisiones fundamentales inscritas en nuestra Ley Suprema.

3. El trabajo debe ser reconocido y respetado como el recurso fundamental de la economía y el factor determinante para la



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distribución de la riqueza y del ingreso. El desarrollo económico y social estará basado principalmente en el trabajo y el derecho al trabajo. La función liberadora del trabajo será apoyada por normas e instituciones que, además de garantizar la justicia en las relaciones de producción, propicien el mayor desenvolvimiento de los recursos humanos del país. El trabajo debe ser un derecho plenamente ejercido y una obligación libre y voluntariamente aceptada; será la fuente de la dignidad de todo individuo y la fuerza que impulse el desarrollo independiente de la Nación.

4. Como ya se dijo, la globalización de la economía trajo consigo la exigencia de la competitividad del aparato productivo, lo que supone del gobierno, los trabajadores y los empresarios, acordar estrategias comunes para mejorar la producción, con el fin de defender los intereses del país, sin que ello implique renunciar a demandas legítimas.

5. En este orden de ideas, más que reformar las leyes del trabajo, es aconsejable modificar los métodos de producción y los criterios de funcionamiento del centro de trabajo y de las ramas industriales, para elevar su eficiencia y productividad.

6. Se requiere reconvertir la industria para modernizarla, más no unilateralmente, sino con el concurso de todos los factores de la producción.



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7. El desarrollo educativo y cultural, científico y tecnológico, será tarea primordial para la construcción de la nueva sociedad. La distribución social de los bienes de la educación y la cultura, es tan importante como la justa distribución de la riqueza material y del ingreso. Rezagos históricos como el analfabetismo y la insuficiencia de los medios para elevar el promedio de escolaridad nacional, deberán quedar superados para siempre. El acceso de las clases populares a las altas disciplinas científicas técnicas y humanísticas, será un deber social sin cuyo cumplimiento no podrá hacerse efectiva la democracia cultural.

8. Los derechos de los individuos, los derechos sociales y los derechos de la Nación deberán integrarse en la plenitud de un orden jurídico que garantice, al mismo tiempo, libertad para el hombre, justicia para el pueblo e independencia para la Nación.

La nueva sociedad será una colectividad de personas verdaderamente libres, a la que habremos llegado por el camino de la libertad.

9. Se ha afirmado cada vez más la idea de que no sólo es posible sino necesario que cada Nación busque y encuentre su propio camino de realización histórica, sin dogmatismos, sin



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prefiguraciones mesiánicas, con realismo y también con imaginación creadora.

10. Los mejores hombres y mujeres de México, llegarán pronto a adquirir conciencia de que no pueden encontrar un sentido más elevado para sus vidas, que el de participar entusiastamente en el gran quehacer colectivo que tiende a la transformación positiva de la sociedad.

ll. Política laboral

Desde siempre la Confederación de Trabajadores de México, se ha preocupado porque los trabajadores no sólo sus militantes, sino la clase trabajadora en general mantenga un nivel de vida adecuado, por lo que constantemente ha puesto en práctica nuevas tácticas de lucha para lograr este propósito, y en especial en la actualidad en que las circunstancias golpean a los trabajadores y al pueblo en general.

La CTM, se ha caracterizado por ser la más seria y responsable central obrera, la cual cuenta entre sus antecedentes, el haber presentado iniciativas para modificar y mejorar no sólo la Ley Federal del Trabajo, sino un gran número de leyes siempre en beneficio de las grandes mayorías del pueblo de México, la CTM tuvo una participación destacada en la promulgación de la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social, en la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, en la Ley Federal del Trabajo que entró en vigor en 1970, y en las modificaciones procesales de 1980.



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Nuestra organización se ha enfrentado a las crisis económicas más serias que en estos últimos años han azotado a nuestra Nación y que afortunadamente se pudieron superar, en gran parte gracias a la comprensión, participación y sacrificio de los trabajadores y en particular de los militantes de nuestra central. En estas crisis recurrentes se ha llegado a lastimar seriamente el salario de los trabajadores, ya que el costo de la vida se encareció, se elevó la inflación, aumentó el desempleo y el poder adquisitivo de los salarios se ha deteriorado de forma tal, que ya no son suficientes para subsistir, de tal manera que si no logran superar en el corto plazo estas circunstancias podrían presentarse situaciones sociales bastante complicadas.

No debemos olvidar y debemos tener siempre presente que en nuestro país, que gracias a la unidad y apoyo que le han dado los trabajadores a los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana, nuestra Nación ha podido vivir con tranquilidad y paz social.

1. Siendo trabajadores responsables y mexicanos nacionalistas, no aceptamos provocaciones y exigimos, porque es nuestro derecho, que se respete la Ley Federal del Trabajo y el Artículo 123 Constitucional.

2. Los trabajadores mexicanos deseamos la modernización, no nos oponemos a ella, sabemos que es necesaria, pero como la plantea la CTM, el proceso de cambio debe darse hacia una sociedad que garantice mejores niveles de vida para quienes trabajan, asegurándoles el sustento, habitación, educación, cultura, recreación y esparcimiento, es decir, lo que requiere un ser humano para obtener bienestar y condiciones de vida dignas y adecuadas.



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3. A pesar de los avances que nuestra sociedad percibe, prevalecen los desajustes sociales porque la situación de los trabajadores sigue siendo critica, sobre todo con aquellos segmentos de trabajadores que perciben el salario mínimo que ha perdido todo el contexto constitucional que lo diseñó, por lo que demandamos el replanteamiento de un salario mínimo justo que cumpla con la función que establece el artículo 123 constitucional.

4. No aceptaremos enmiendas a la legislación que planteen imposición de topes salariales, la facilitación del despido de trabajadores, la descontextualización del derecho de huelga en perjuicio de los trabajadores, la contratación colectiva, en suma, la pérdida de las garantías y derechos laborales previstos en la Ley suprema, y que tratándose de las relaciones de trabajo, estas se mantengan en un real equilibrio.

5. Demandamos también la puesta en marcha de estrategias nacionales que incentiven la modernización de la planta productiva y la capacitación verdadera de los trabajadores como ejes fundamentales para lla productividad.

6. Los trabajadores están conscientes de que las condiciones del país van a mejorar y que dado que ellos están colaborando en esta superación, consideran que deben ser copartícipes de ella y no seguir con rezagos de tipo salarial que sólo ocasionan descontento social, consideran que ya no pueden posponerse las soluciones de vivienda, de seguridad, de medio ambiente, de seguridad social universal y la satisfacción de todas aquellas necesidades sin las cuales se degrada el ser humano.



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7. Los trabajadores y su partido, exigen una correcta distribución de la riqueza entre todas las capas de la sociedad, que garanticen para esta, alimentos, vestido, vivienda, salud, recreación, cultura y un orden jurídico actualizado.

8. Es inadmisible que los trabajadores y los sectores proletarios, llevan la carga de las crisis, que también son responsabilidad de los otros sectores que como empresarios deben ser eficientes, competitivos, productivos, creadores de los satisfactores a precios justos sin que la intermediación o la distribución las encarezcan, dado que hacerlo especulación, causa de la inflación y miseria que propician los desajustes sociales.

9. Por otro lado, es inconsecuente que frente a una libertad de precios casi absoluta, un lucro mayúsculo y una depreciación continua de la moneda nacional, los salarios sigan dentro de su concepto tradicional fijándose únicamente, por el valor del servicio, sin atender las causas o fenómenos antes mencionados como son hoy en día las determinantes de su valor económico. Los esfuerzos de la CTM, por lograr incrementos salariales, cuando se obtienen, se ven inmediatamente mermados, ya no hay aumentos que sirvan a los trabajadores para mejorar sus condiciones de vida, en razón del ascenso de los precios en forma indiscriminada.

10. El desempleo, es un grave problema grave problema frente al cual, los trabajadores no pueden permanecer indiferentes, éste se genera por las actitudes negativas de los empresarios mexicanos que no invierten, salvo obteniendo de antemano estímulos fiscales y seguras utilidades. Los empleos que se han generado estos últimos años, han sido el resultado, en su



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mayoría, de la instalación de maquiladoras de capital extranjero que han venido en busca de seguridad y mano de obra barata, los patrones en nuestro país realizan falsos intentos de modernización despidiendo masivamente a trabajadores e impidiendo a las nuevas generaciones la posibilidad ocupacional.

11. En 1978, se agregó al Artículo 123 Constitucional un párrafo inicial, simplemente declarativo, reconociendo el derecho al trabajo digno y socialmente útil, el cual requiere de una urgente reglamentación y propiciando instituciones adecuadas, a fin de que el derecho al trabajo corrija la realidad de una sociedad reincidente en la injusticia que parece alérgica a un desarrollo equilibrado, el que sólo se alcanzará con la reinversión obligatoria por parte de los empresario de las utilidades que obtienen; otorgando a los trabajadores capacitación, prestaciones adicionales al salario, pago de renta, de transporte, de energía eléctrica, seguro social obligatorio en relación con el empleo, mayor recreación, contratación colectiva obligatoria, mayores causales de huelga, un aguinaldo mayor y más elevadas primas de antigüedad y vacacional, así como, una legislación laboral consecuente con la protección que merecen los trabajadores.

12. No debemos olvidar que la Ley es tutelar de los trabajadores, por el grave desequilibrio que existe entre los obreros que sólo cuentan con la fuerza de su trabajo y los empresarios que ostentan el poder económico y consecuentemente las posibilidades técnicas y legales para plantear y sostener un conflicto legal, por lo que la legislación laboral debe fortalecer este sentido tutelar del Estado para que



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prevalezca el espíritu social del artículo 123 Constitucional y de la Ley Federal del Trabajo.

Esta es la aportación de la Federación de Trabajadores de México, filial de la Confederación de Trabajadores de México al foro de consulta que para la construcción del gran programa nacional, lleva a cabo la Fundación Colosio, Asociación Civil en todo el País, los trabajadores guerrerenses, estaremos atentos al contenido de la propuesta general que al final de este ejercicio democrático de exponga a la nación.

Chilpancingo, Guerrero a 30 de Julio del 2011.

“POR LA EMANCIPACIÓN DE MÉXICO”

C. ANTELMO ALVARADO GARCÍA.

SENADOR DE LA REPÚBLICA



75 AÑOS AL SERVICIO DE MÉXICO Y DE LOS TRABAJADORES

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