LA NUEVA JERUSALEN

Lic. Josué E. Turpo

• Esta presentación esta basada en el libro del Dr. Hans K. Larondelle “Las profecías del Fin”.

• Apocalipsis 21:1-2. “Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido, y el mar ya no existía más. Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, engalanada como una novia para su esposo”.

• La visión de “un cielo nuevo y una tierra nueva” (21:1) sigue a la segunda venida de Cristo (19:11-16) y al milenio.

• La visión de Dios morando con los hombres en Apocalipsis 21:1-8 forma el punto culminante de todas las visiones de Juan.

• Si hiciéramos un análisis del concepto de Jerusalén en el AT sabríamos que la ciudad de Jerusalén desempeña el papel de tipo de una Jerusalén futura y más gloriosa.

• La nueva Jerusalén de Apocalipsis 21 y 22 se describe con la misma imagen simbólica de una “mujer” o “esposa” como se ha descrito a la iglesia en el Nuevo Testamento.

• Es la misma “mujer” que aparece en Apocalipsis 12:1 y 2. En la Nueva Jerusalén la iglesia ya no sufrirá por causa de la persecución o de la adoración apóstata.

• Esta colocada en contraste con Babilonia, la ciudad prostituta.

• El Apocalipsis de Juan pone en contraste a Jerusalén como la ciudad del Cordero con Babilonia como la ciudad de la bestia.

• En Apocalipsis 21 y 22 Juan revela “lo último de las últimas cosas”. Dios garantiza de una manera explícita la confiabilidad de sus promesas.

• Las palabras de Juan, “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más”, señalan al nuevo acto creador de Dios que está confirmado por su declaración “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”

• La expresión que dice que Dios “morará” con los “hombres” es profunda, porque recuerda la presencia redentora de Dios en el antiguo tabernáculo.

• De esa manera la promesa de la Nueva Jerusalén conecta la gloria de Dios con la gloria de Cristo y le asegura a la iglesia que Dios vendrá a morar entre los hombres en cumplimiento de su promesa de pacto, lo que significa que el primer advenimiento de Cristo es garantía de la futura venida de Dios con los seres humanos.

• Juan usa un estilo interesante para describir la novedad de la era futura. Define la nueva creación en términos negativos.

• No habrá más mar, no habrá más muerte, lagrimas, llanto o clamor, no habrá más templo, no habrá más necesidad de Sol o de Luna, no habrá noche, no habrá más pecado, no habrá más maldición.

• Juan escribe con profundo interés pastoral para sus lectores que estaban sufriendo persecución y estaban amenazados por los poderes anticristianos del mar.

• Juan no escribe sencillamente para informarnos acerca de los acontecimientos futuros o para satisfacer nuestra curiosidad acerca del futuro.

• Su propósito práctico es alentar a los creyentes que debían pasar por pruebas a perseverar en la Palabra de Dios y en el testimonio de Jesús a pesar de la cruel oposición. Insta a cada creyente para que haga su decisión final entre la fidelidad o la deslealtad a Cristo Jesús.

• El propósito de Juan es animar a cada cristiano a hacer un compromiso total con Cristo. Juan trata de lograr este objetivo colocando en contraste al Cordero y la bestia, la esposa y la prostituta, la Nueva Jerusalén y Babilonia.

• Este dilema de pertenecer a una comunidad o a la otra, nos insta a hacer ahora una elección existencial porque en ella están involucrados destinos eternos.

• No debería escapar a nuestra atención el hecho de que Juan comienza la lista con “Los cobardes” (Apoc. 21:8). Los cobardes son los que rehúyen confesar a Cristo en la hora de prueba y por eso fallan en perseverar en la fe.

• En Ap. 21:8, Juan menciona a los “mentirosos”. La designación de los mentirosos es significativa, porque señala la mentira religiosa que pervierte la verdad acerca de Dios y el Cordero.

• La mentira es la negación de la verdad. Los mentirosos están en notorio contraste con los 144 000 que siguen al cordero, de tal manera que “en sus bocas no fue hallada mentira” Ap. 14:5.

• Desde su énfasis en al cobardía, hasta la mentira, el interés de Juan apunta a la elevada vocación del creyente de testificar de Cristo, de seguir al cordero.

• El esplendor de la Nueva Jerusalén, con el trono de Dios y el árbol de la vida, trasmite este mensaje: El paraíso será restaurado con una gloria mayor que el jardín del edén porque el creador establecerá su presencia y su trono allí para siempre.

• Allí en este cielo especial que Dios preparó para ti, podrás aspirar a las más grandes ciencias, conocer lo que ahora por las diferentes limitaciones no se puede conocer.

• Que emoción será esa, ese cielo será un lugar donde viviremos en una felicidad eterna.

• “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” Apocalipsis 22:17.