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La Institucionalización de la Evaluación de Políticas Públicas Un estudio de caso sobre el Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públiques ( ) Máster Oficial en Gestión de los Recursos Humanos y del Empleo Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea Curso Académico 2013-2014 Baixauli Cubells, Mar Directora: Dña. María Ángeles Díez López Bilbao, a 27 de enero de 2014

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La Institucionalización de la

Evaluación de Políticas Públicas

Un estudio de caso sobre el Institut Català

d’Avaluació de Polítiques Públiques ( )

Máster Oficial en Gestión de los Recursos Humanos y del Empleo

Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Curso Académico 2013-2014

Baixauli Cubells, Mar

Directora: Dña. María Ángeles Díez López

Bilbao, a 27 de enero de 2014

2

Resumen

Desde la concepción de la idea del trabajo en junio del año 2013, a raíz del

Máster en Gestión de los Recursos Humanos y del Empleo de la Universidad del País

Vasco, muchas han sido las aventuras y desventuras que han rodeado la elaboración del

que pretendía que fuese un camino hacia la ansiada tesis doctoral. Este trabajo de fin de

Máster es el resultado del trabajo de un puñado de meses, junto al apoyo, paciencia y

cooperación de muchas personas a las cuales les quisiera agradecer su granito de arena.

En especial a mi directora, María Ángeles Díez, por tener la suficiente paciencia como

para soportar mi silencio durante meses y retomar el asesoramiento con excelente

ímpetu. Sin su esfuerzo en compartir el sprint final, este trabajo no hubiera sido posible.

Las políticas públicas, como acciones políticas, actúan en forma de hipótesis de

mejora de una realidad social dada (Subirats, 2010). Para asegurar un retorno hacia la

realidad social modificada por estas acciones políticas –en un marco democrático-, las

políticas públicas deberán evaluarse, entendiendo por evaluación un instrumento al

servicio del gobierno, para la decisión y gestión pública. Ahora bien, ¿desde dónde

evaluar? Al objeto de analizar la Institucionalización de la Evaluación de Políticas

Públicas en las Administraciones del Estado Español, se ha realizado un breve estudio

de caso del Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públiques (Ivàlua); siendo éste el

objetivo del trabajo de fin de máster que se presenta a continuación. Para ello se ha

realizado una revisión de la teoría sobre la Evaluación de las Políticas Públicas en torno

a la Institucionalización de la misma, junto con el análisis de los discursos sobre la

gestión de la evaluación en Ivàlua a partir del desglose y codificación de las entrevistas

realizadas. De este modo, se han podido detectar las contribuciones que éste modelo de

gestión aporta a los problemas a los cuales se enfrenta (el proceso de) la

Institucionalización de la Evaluación de Políticas Públicas, recogidos en la revisión

teórica con la que se inicia este trabajo. Su concepción como consorcio público con

personalidad jurídica propia y la vinculación entre Ivàlua y los demandantes de

evaluaciones a través de un convenio, refuerzan la calidad de la evaluación a realizar,

así como la legitimidad de la misma y de la organización evaluadora.

Bilbao, a 27 de enero de 2014

3

ÍNDICE

Resumen 2

INTRODUCCIÓN:

La Institucionalización de la Evaluación de Políticas Públicas:

Un estudio de caso sobre 4

Objetivos 6

Metodología 8

Estructura del trabajo de fin de máster 14

PARTE I

1. LA EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 15

2. LA IMPORTANCIA DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA

EVALUACIÓN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 21

2.1. El paradigma evaluador en Unión Europea 26

2.2. El modelo español de Evaluación 27

PARTE II

3. INSTITUCIONALIZANDO LA EVALUACIÓN:

EL CASO DE 35

3.1. como modelo de institucionalización de la evaluación de

políticas públicas 40

3.2. La institucionalización de la evaluación:

aportaciones y potencialidades vs dificultades y retos 46

CONCLUSIONES 50

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 53

ANEXOS 56

4

INTRODUCCIÓN:

LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA EVALUACIÓN

DE POLÍTICAS PÚBLICAS

UN ESTUDIO DE CASO SOBRE

El trabajo de fin de máster aquí presente, se inscribe en la línea de estudios que

versan sobre la aplicación de mecanismos de la gestión de la Evaluación de las Políticas

Públicas en las sociedades actuales. Concretamente, el trabajo se ha centrado en la

Institucionalización de la Evaluación de Políticas Públicas en las Administraciones.

Para ello, se ha realizado un breve estudio de caso sobre el que se considera un modelo

novedoso en el Estado Español: el Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públiques

(Ivàlua, a partir de ahora). A través del análisis de la teoría de la Evaluación de las

Políticas Públicas en torno a la Institucionalización de la misma, se pretende

profundizar en el conocimiento de la gestión de la Evaluación por parte de dicho

Instituto.

La Evaluación de Políticas Públicas se ha convertido, desde los años sesenta (y

potenciado a finales de los años ochenta), en uno de los grandes desafíos de los

ejecutivos de los países desarrollados debido al creciente interés de los mismos por

controlar los costes del sector público. Las palabras eficiencia y eficacia inundan los

discursos de los policy makers en busca de la ansiada legitimidad de las instituciones

públicas ante la ciudadanía.

Cabe, entonces, plantear la Institucionalización de la Evaluación en las

Administraciones Públicas como el gran reto en la gestión de la Evaluación de las

Políticas Públicas. Institucionalización entendida como proceso a través del cual la

Evaluación se convierte en una parte aceptada e integrada dentro de la gestión de las

Administraciones Públicas. Es decir, la Institucionalización como proceso, no como

resultado final; y, sin requisitos previos para la Evaluación, presentes en los modelos

predominantes de gestión de las Políticas y Programas Públicos. Este papel integrador

de la Evaluación dentro de la gestión por parte de las Administraciones ha sido

extraoficialmente “transferido” a las Comunidades Autónomas bajo un marcado

discurso procedente de las directrices europeas.

5

Es por ello, que el trabajo aquí presente analiza la Institucionalización de la

Evaluación de las Políticas Públicas desde el ámbito discursivo, normativo y su

aplicación.

Para el análisis de la misma se profundizará en la concepción de la Evaluación

de Políticas Públicas; se identificarán la diversidad de modelos de gestión de la

Evaluación a nivel europeo, así como la gestión estatal, para exponer el modelo de

gestión de la Evaluación, y la Institucionalización de la misma, en Catalunya. Si bien

estos modelos no componen una tipología pura, se intentará identificar las

particularidades de cada modelo en la gestión de Evaluación de las Políticas Públicas

del ejecutivo catalán en este ámbito. El marco contextual del presente trabajo se

establece desde la afirmación que concibe a la realidad social formada por discursos y

acciones, en dónde, las políticas públicas, a través de su lenguaje y posterior aplicación,

intervienen en la construcción de la figura social del fenómeno a tratar en cada caso,

creando paradigmas discursivos más complejos. Paradigmas, los cuales, van

acompañados de acciones. Es por ello que una correcta Evaluación de dichas Políticas y

Programas es una tarea necesaria, a la par de pendiente, por parte de las

Administraciones Públicas del Estado Español. Acción que, a través de su

Institucionalización, fomentará la cultura evaluadora, así como la estabilidad de esta

práctica.

6

La Institucionalización de la Evaluación de Políticas Públicas

Un estudio de caso sobre

Objetivos

Desde finales de los años ochenta, el interés por parte de los Gobiernos para

presentar los resultados de sus actuaciones y fomentar sus efectos ante la ciudadanía

electora, ponen en marcha la Evaluación, tal y como se interpreta actualmente. Es decir,

la justificación de las actuaciones del ejecutivo en busca de la ansiada legitimidad de las

Instituciones públicas ante la ciudadanía (accountability). En palabras de Carol Weiss,

la Evaluación pasaba a entenderse como la racionalización de la política (Alvira, 1991).

La Evaluación se posiciona como elemento clave de la nueva gobernanza para mejorar

la calidad del gasto, además de racionalizarlo, respondiendo a los retos de la calidad

democrática de las sociedades (Garde Roca, 2006). La evaluación se convierte en un

instrumento democrático al servicio de la gobernanza (Aguilar y Bustelo, 2010). Esa

nueva gobernanza supone una gestión de las instituciones orientada a los resultados,

“desarrollando indicadores que permitan medir eficacia, eficiencia y calidad, así como

el fortalecimiento de los mecanismos de seguimiento y control del cumplimiento de

objetivos” (Garde Roca, 2006:11). Pasos que completados con la Evaluación de las

políticas y programas llevados a cabo forman la nueva gestión pública. La Evaluación,

deberá caracterizarse por ser una actividad institucional integrada en la gestión pública

como fase del desarrollo de las propias políticas y programas implantados. La

Evaluación, pues, precisará de su Institucionalización para el completo

aprovechamiento de la misma.

Bajo el ámbito evaluador estatal1, en el año 2006, el fenómeno a estudio se

tomó en consideración en la normativa estatal con la sanción de la Ley 28/2006, de

Agencias estatales para la mejora de los servicios públicos2, en especial la Disposición

Adicional Primera de dicha Ley. A partir de ese momento, ¿cómo se integra la gestión

1 Anteriormente, a nivel autonómico, dicha inquietud se plasmó normativamente en la Comunidad Foral

de Navarra el año 2005, siendo ésta la primera experiencia en materia de Institucionalización de la

Evaluación. 2 Ley 28/2006, de 18 de julio, de Agencias estatales para la mejora de los servicios públicos

http://www.aeval.es/export/sites/aeval/comun/pdf/agencia/Ley_28_2006_de_Agencias.pdf (acceso:

12/1/2014)

7

de la Evaluación dentro de las Administraciones Públicas? ¿Qué posicionamiento toman

las propias Administraciones ante dicho reto? ¿Qué batería de instrumentos y cajas de

herramientas utilizarán para aplicar dicha gestión? ¿La creación de la Agencia Estatal de

Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios (AEVAL) significó la

Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas? Como la naturaleza de

diversas competencias descentralizadas del Estado Español, ¿se descentralizará la

Evaluación? Desde el año 2006, ¿qué experiencia evaluadora persiste en el tiempo?

Estas son las preguntas que saltan una vez adentrado en el terreno arenoso de la

Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas en el Estado Español, y a

las cuales pretende dar respuesta el objetivo central del trabajo aquí presente.

El objetivo del estudio es profundizar en el ámbito de la Institucionalización de

las Políticas Públicas en el Estado Español. Para ello, tras analizar el marco de la

Evaluación a nivel europeo y estatal, se describirá y estudiará con mayor profundidad el

(reciente) caso más característico en el mundo de la Evaluación de las Políticas Públicas

en el Estado Español: el Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públiques3, más

conocido como Ivàlua.

Es por ello que la finalidad del estudio es el desarrollo de una serie de

aproximaciones contextuales, a modo de círculos concéntricos sucesivos a la

Institucionalización de la Evaluación. Estos círculos contextuales irán aproximándose,

progresivamente, al núcleo del mismo: el estudio de caso de Ivàlua.

Las políticas públicas, en tanto en cuanto mecanismos prácticos y locales,

conforman, normalizan, guían e instrumentalizan las aspiraciones, pensamientos y

acciones de los otros, con el objetivo de alcanzar los fines que consideran deseables y al

mismo tiempo como llaves analíticas para entender sistemas de gobierno (Gil Araujo,

2004). Encuadrar y analizar la Institucionalización de la Evaluación de las Políticas

Públicas es un ejercicio de valoración y reflexión necesario en una sociedad que busca

una calidad democrática en la misma.

3 Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Públicas (Ivàlua): http://www.ivalua.cat/ (acceso:

19/01/2014)

8

Metodología

El paradigma de la indagación constructivista es el punto de partida para el

análisis de la Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas en el Estado

Español y concretamente el caso catalán Ivàlua, el cual se apoya en la metodología

cualitativa para interpretar su contexto. A través del enfoque del constructivismo social,

se destaca la generación colectiva del sentido mediante el lenguaje y la interacción

social: la construcción del discurso es fundamental, no sólo el mensaje. Como estudio

del discurso en la Institucionalización de la Evaluación y, por lo tanto, como estudio del

lenguaje de la administración, se ha de tener en cuenta cómo, “la transmisión del

significado de una institución se basa en el reconocimiento social de aquella como

solución “permanente” a un problema “permanente” de una colectividad dada” (Berger

y Luckmann, 2003:91).

.

El análisis crítico del discurso de la Institucionalización de la Evaluación de las

Políticas Públicas recogido en el presente trabajo, se fundamenta en el método

cualitativo para alcanzar una aproximada descripción y valoración -conflicto de

interpretaciones- del proceso de implementación de los mecanismos de evaluación en el

ámbito estatal y catalán. El propósito del método cualitativo, utilizado en este trabajo,

responde en primer lugar, a la identificación del modelo de gestión de la Evaluación de

las Políticas Públicas a nivel estatal y catalán. En segundo lugar, al reconocimiento del

discurso institucional presente en materia de Evaluación; y, por último, a la descripción

del instrumento “evaluador” de Catalunya: Ivàlua.

Cada objetivo establecido para el método cualitativo, ha supuesto la aplicación

de una pluralidad de técnicas en la recogida de datos que posteriormente han sufrido

procedimientos de codificación y categorización. Así pues, el trabajo se ha

fundamentado en el análisis de dos elementos:

En primer lugar, la revisión de fuentes derivadas -datos secundarios- compuesto

por análisis documental oficial y de bibliografía en materia de Evaluación de Políticas

Públicas, así como de Institucionalización de la Evaluación. Análisis que ha permitido

establecer los diferentes modelos de gestión de la Evaluación en Europa, Estado

Español y Catalunya, profundizando en el conjunto de la normativa española en materia

de Evaluación. Tarea que ha facilitado la identificación del discurso sobre la

9

Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas. La revisión de normativa

y teoría en materia de Evaluación ha sido crucial para el desarrollo del trabajo aquí

presente, sentando las bases de una futura ampliación del estudio. Dicha revisión de

documentación especializada en el tema a estudio se establece como etapa preparatoria

para el desarrollo del trabajo.

Por último, para describir el modelo de Institucionalización de la Evaluación de

las Políticas Públicas, se ha optado por la realización de una serie de entrevistas

focalizadas a personal influyente y gestor del mismo (también conocido como

informantes clave). A través de la utilización de fuentes orales se facilita un

acercamiento a la realidad social complementaria a la revisión documental. Escuchar y

recoger los testimonios de las personas protagonistas y actores sociales que posibilitan

la Institucionalización de la Evaluación en Catalunya. Lo importante no son sólo las

declaraciones estampadas en el papel, si no las prácticas que se realizan sobre las

mismas. Mediante las entrevistas focalizadas (focused interview), como entrevistas que

son, se obtiene la información de un modo pragmático a través de la conversación entre

informante y entrevistador, el cual la dirige y registra para su posterior transcripción

(véase Anexos, pp. 57 en adelante) y análisis.

En este tipo de entrevistas, iniciadas por Robert Merton, las personas

informantes han estado expuestas a una situación concreta; la persona investigadora ha

estudiado previamente la situación a través del análisis de contenido, el cual crea el

guión de la entrevista; y, por último, la entrevista se centra en las experiencias

subjetivas hacia la situación a estudio (Valles, 2003:184). Merton y Kendall especifican

cuatro puntos para que la entrevista focalizada sea productiva: la no dirección,

especificidad; amplitud; y profundidad a través de la aproximación abierta o

semidirigida (1946:545 citado en Valles, 2003:185). La modalidad de entrevista

utilizada ha sido la semidirigida a través del planteamiento sucesivo de directrices

temáticas (dimensiones) derivadas del objetivo de la investigación y del curso de la

propia entrevista.

Se distinguen tres fases en las entrevistas focalizadas, las cuales responden a la

muestra elegida. En la primera fase, se debe incluir la entrevista realizada a la antigua

directora de Ivàlua, la cual dejó el cargo el 1 de enero de 2014. En la segunda fase se ha

entrevistado a las personas informantes clave agentes de la Administración catalana

directamente relacionadas con Ivàlua. En la segunda fase se ha entrevistado a las

personas informantes clave agentes del propio Instituto Ivàlua, lo cual ha proporcionado

10

el discurso opinático de los técnicos analistas responsables de las actividades de Ivàlua.

De este modo se cubrían los tres niveles de conexión dentro del Instituto:

Gráfico 1. Fases entrevistas focalizadas a las personas informantes clave

Fuente: Elaboración propia.

1. Primera fase. Entrevista realizada a la persona informante clave responsable

de la gestión de Ivàlua. Las dimensiones en las que se ha profundizado han

sido las siguientes:

a) Creación Ivàlua.

b) Integración de Ivàlua en la gestión pública.

c) Percepción de la eficacia global de la actividad investigadora del

Instituto.

d) Aportaciones novedosas en materia de Evaluación del Ivàlua.

e) Propuestas de mejora.

f) Retos a los cuales se enfrentará el Instituto.

En esta fase de la investigación cualitativa se han realizado entrevistas

focalizadas a la siguiente informantes clave:

Exdirectora4 del Institut Català d’Avaluacions de Polítiques

Públiques (Ivàlua).

Quedando una segunda entrevista establecida con el Expresidente del

Institut Català d’Avaluacions de Polítiques Públiques (Ivàlua), la

cual no pudo ser realizada por causas ajenas a la investigación.

4 La elección de realizar la entrevista a la exdirectora en vez de a la directora en funciones se tomó bajo el

criterio de implicación, éste hace referencia a la implicación de la exdirectora desde proceso de creación y

desarrollo del Instituto hasta finales del año 2013. Su experiencia y conocimiento sobre el mismo pesaba

sobre la reciente investidura de la nueva directora, la cual ha coincidido con la etapa de trabajo de campo

realizado.

11

2. Segunda fase. Entrevistas focalizadas realizadas a las personas informantes

clave agentes de la Administración catalana. Personas que ocupan una

posición privilegiada en el ámbito político y social, cuyas opiniones sobre la

puesta en marcha y gestión de Ivàlua adquieren una relevancia especial.

Dichas entrevistas consideraron las dimensiones siguientes:

a) Integración de Ivàlua en la gestión pública.

b) Institucionalización de la Evaluación a través de Ivàlua.

c) Profesionalidad de Ivàlua.

d) Cultura Evaluadora Ivàlua.

e) Retos a los cuales se enfrentará el Instituto.

En esta fase de la investigación cualitativa se han realizado entrevistas

focalizadas a las siguientes personas informantes clave:

Jefa del Área de Proyectos Estratégicos, Dirección General de

Seguimiento y Evaluación de Programas de Estabilidad y

Crecimiento del Departamento de Economía y Conocimiento de la

Generalitat Catalana.

Jefe del Gabinete Técnico del Departamento de Empresa y Empleo

de la Generalitat Catalana.

Quedando una tercera entrevista establecida para la Subdirectora General de

la Secretaría Técnica del Servicio de Empleo de la Generalitat Catalana, la

cual no pudo ser realizada por causas ajenas a la investigación.

3. Tercera fase. Entrevista realizada a las personas informantes clave

responsable del desarrollo de Ivàlua. Las dimensiones en las que se ha

profundizado han sido las siguientes:

a) Integración de Ivàlua en la gestión pública.

b) Percepción de la eficacia global de la actividad investigadora del

Instituto.

c) Aportaciones novedosas en materia de Evaluación del Ivàlua.

d) Profesionalidad de Ivàlua.

e) Cultura Evaluadora Ivàlua.

f) Retos a los cuales se enfrentará el Instituto.

En esta fase de la investigación cualitativa se han realizado entrevistas

focalizadas a las siguientes personas informantes clave:

Analista Coordinador Ivàlua.

12

Analista Ivàlua.

Existe, pues, el propósito de favorecer la producción de un discurso

conversacional continúo del entrevistado sobre el tema definido en la investigación: el

caso de Ivàlua como ejemplo de la Institucionalización de la Evaluación de las Políticas

Públicas en el Estado Español.

El trabajo de campo de dichas entrevistas focalizadas se concentró en dos

semanas: del 9 de enero al 16 de enero de 2014. Las entrevistas fueron realizadas vía

Skype debido a la imposibilidad de viajar a las localizaciones de las diferentes personas

entrevistadas (Barcelona y Girona). La información generada fue digitalizada para su

posterior transcripción5 y análisis junto con la documentación previamente analizada.

Corpus único compuesto por las transcripciones, anotaciones y textos

previamente existentes en la materia a estudio, para su posterior análisis cualitativo a

través del programa informático ATLAS.ti6. Pese a que el trabajo aquí presente no

corresponde puramente a los principios fundamentales de la Grounded Theory (Teoría

Fundamentada), se ha optado por la utilización de este sistema de análisis ya que sí que

asume uno de sus principios: no partir de una hipótesis preconcebidas que quisiéramos

poner a prueba, sino que el objetivo del presente estudio era (y es) el profundizar en el

ámbito de la Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas en el Estado

Español a través del estudio de caso de Ivàlua, sin pretensión de desarrollar una teoría

sino construir un marco para comunicar los datos esenciales, debido al carácter

exploratorio del estudio.

La codificación de los registros obtenidos se desarrolló mediante la adjudicación

de relevancia al problema a tratar: la codificación abierta (open coding) la cual ha

permitido identificar las dimensiones centrales del análisis del estudio de caso; la

codificación axial (axial coding), la cual permite observas la relaciones entre los

códigos anteriormente formulados; y, por último, el desarrollo de la categoría central

(selective coding) dada por aquellas relaciones anteriormente descritas.

5 La totalidad de las entrevistas se realizaron en catalán. En pro de facilitar la comprensión de las mismas,

aquellos fragmentos utilizados para reflejar el análisis del estudio de caso, se han traducido fielmente al

castellano manteniendo las transcripciones originales en los anexos (véase Anexos, pp.57) 6 CAQDAS: Computed Assisted Qualitative Data Analysis Software.

13

En respuesta a la validez externa del estudio, puntualizar su desarrollo para un

contexto claramente definido: el estudio de caso del Institut Català d’Avaluaciò de

Polítiques Públiques (Ivàlua).

Para responder a las preguntas de investigación, el análisis empírico del trabajo

aquí presente, establece como punto de partida el análisis estructural a través de la teoría

en materia de Evaluación de las Políticas Públicas e Institucionalización de la misma,

además del marco institucional estatal a través de la normativa atendiendo a las

directrices europeas en materia de Evaluación.

Las herramientas analíticas para examinar el proceso de Institucionalización de

la Evaluación de las Políticas Públicas en Catalunya -facilitadas por el Máster en

Gestión de los Recursos Humanos y del Empleo de la Universidad del País Vasco en su

edición 2012/2014- utilizan tanto la perspectiva teórica de la filosofía de la Evaluación,

como los estudios sobre la Gobernanza. En primer lugar, la filosofía de la Evaluación,

da forma a una teoría pública sobre la gestión de dicha materia por parte de los

diferentes ejecutivos y sus contextos. Desde la Antropología de las Políticas Públicas se

considera a éstas como “textos culturales, narrativas que interpretan, justifican o

condenan una realidad dotando de poder a unos grupos y excluyendo o silenciando a

otros” (Pecharromán y Bullen 2005:69). Por último, los estudios de la nueva gestión de

la Gobernanza, orientada a los resultados, potencia –desde el nivel europeo- mejorar la

calidad del gasto, “eficacia, eficiencia y calidad, así como el fortalecimiento de los

mecanismos de seguimiento y control del cumplimiento de objetivos” (Garde Roca,

2006:11). La Evaluación, de políticas y programas, como instrumento de buena

Gobernanza necesitara de su correcta institucionalización.

14

Estructura del trabajo de fin de máster

El trabajo aquí presente, ha sufrido una serie de variaciones desde su

planteamiento inicial. Variaciones lógicas ya que los trabajos cobran vida propia

mientras se van conformando. De una inicial metaevaluación, se ha pasado al estudio de

caso de una experiencia más que relevante en el ámbito de la Institucionalización de la

Evaluación de las Políticas Públicas: Ivàlua.

Siguiendo el principio de embudo, de lo contextual a lo específico, el trabajo

queda conformado por dos partes completamente relacionadas y dependientes:

La primera de ellas, la Evaluación de las Políticas Públicas, expone y detalla

tres conceptos centrales del trabajo: las políticas públicas, la Evaluación y la

Institucionalización; para más adelante aludir al contexto de las mismas en el paradigma

europeo. Esta parte del trabajo de fin de Máster, culmina con la explicación del modelo

de Evaluación aplicado en el Estado español, fomentado a través de la producción

normativa en dicha materia; y, concretado en la gestión de la Evaluación a través de la

Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios

(AEVAL).

La segunda parte del trabajo aquí presente, Institucionalizando la Evaluación: el

caso de Ivàlua, expone el tema central de análisis del estudio de caso del Institut Català

d’Avaluació de Polítiques Públiques (Ivàlua). Para ello, se establece una pequeña

descripción de la entidad; un análisis de las características del know-how que hacen de

esa experiencia un referente en Evaluación de Políticas Públicas; y, por último, el

análisis de las aportaciones, potencialidades, dificultades y retos del modelo catalán de

Evaluación.

Para finalizar, se exponen las conclusiones del trabajo destacando las

aportaciones del modelo Ivàlua al ámbito de la Evaluación de las Políticas Públicas; así

como la intención de seguir indagando en el análisis de la Evaluación de las Políticas

Públicas.

15

PARTE I

1. LA EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

You don’t get very far in studying evaluation before realizing

that the field is characterized by enormous diversity

Michael Quinn Patton (1997:64)

La gestión de las políticas públicas se ha convertido en uno de los grandes retos

de los Estados actuales, los cuales potencian el control del gasto del sector público en

busca de la eficiencia y la eficacia, y por lo tanto de un reconocimiento y legitimidad

hacia la ciudadanía. Aquí entra en juego la Evaluación de las Políticas Públicas. Pero,

¿qué son las políticas públicas?, ¿qué incidencia tienen entre la ciudadanía?, ¿por qué

llevar un control sobre las mismas?

En palabras de Joan Subirats, las políticas públicas “son hipótesis de mejora de

una realidad social que pretende modificarse” (2010:28). Como actuaciones políticas

llevadas a término para alcanzar un determinado objetivo suponiendo así una alteración

o modificación de dicha realidad afectando a todos o algunos ciudadanos (Beltrán

Villalva, 2010). Es por ello que las políticas públicas construyen sus objetos de

intervención, estructuras de entendimiento, sujetos y subjetividades. Bajo esa

consideración, las políticas públicas se deberían leer, tal y como proponen Shore y

Wright (citados en Gil Araujo, 2004:6), “como textos culturales con diversos sentidos,

como narrativas que sirven para justificar o condenar el presente, como elementos

retóricos y formaciones discursivas que funcionan para dar poder a algunos sectores y

silenciar otros.” Las políticas se han convertido en un instrumento del Estado para la

organización y control de la sociedad civil, instrumento categorizador de la misma;

políticas que otorgan posiciones y relaciones entre individuo-grupo y entre lo público-

privado.

Como apunta Gil Araujo, “las políticas son portadoras de la historia y el

contexto cultural que las genera. Tienen importantes implicaciones morales, éticas,

legales y económicas. Se presentan como una herramienta para lograr una mayor

eficiencia y eficacia” (2004:7). Desde la antropología de la política, Cris Shore y Susan

Wright (1997) exponen la importancia del despliegue de las políticas públicas como

narrativas sobre los significados de la sociedad en la que se crean. Favell (2000)

16

clasifica las argumentaciones de las políticas como una teoría oficial, previa a la

formulación del debate del problema, la cual:

(1) describe y conceptualiza hechos y realidades básicas de la situación social a la que se

aplica (epistemological claims); (2) teoriza el sentido de las intervenciones y establece

causalidades entre procesos políticos y sociales (explanatory claims), y (3) da cuerpo a

alguna clase de núcleo de valores que constituye el objetivo de las políticas y que será su

justificación filosófica subyacente (normative claims) (Gil Araujo, 2004:82).

El lenguaje es un sistema simbólico a través del cual se nombran y clasifican los

elementos que conforman el mundo más cercano construyendo imágenes, percepciones

y definiciones de los otros. El lenguaje, pues, dibuja distintas realidades (Malgesini y

Giménez, 2000). El lenguaje de las políticas públicas es de gran importancia para

conocer cómo una administración entiende un proceso social. Su implementación

repercutirá en el discurso que su sociedad reproducirá. Al fin y al cabo, las políticas

públicas suponen un mecanismo de asignación política hacia los recursos y

oportunidades entre los diferentes actores y grupos sociales, ataviados con sus intereses

y preferencias, mayoritariamente en conflicto. Recursos y oportunidades repletos de

valores, paradigmas e ideas, las cuales son trasladadas como concepciones, referentes

normativos e intereses a la espera de la decisión colectiva (Subirats y Gomà, 1998).

Ahora bien, ¿hasta qué punto se puede justificar dicha asignación política?,

¿cómo saber corroborar que u aplicación ha supuesto una hipótesis de mejora? Éste

papel corresponde a la Evaluación. Y, ¿qué es evaluar?, y, más aún, ¿para qué sirve la

Evaluación?

En un sentido amplio, la Evaluación se presenta como un instrumento para la

decisión y para la gestión, en tanto en cuanto verifica la racionalidad implícita en cada

acción. Así pues, mediante la evaluación ha de entenderse el estudio del conjunto del

proceso. Es decir, “evaluar para la transformación” (Nirenberg, 2000). Garde Roca

expone la evaluación como una actividad “institucional que tiene vocación de integrarse

en la gestión pública y en el funcionamiento del sistema político que solo alcanza(rá) su

sentido (…) si se inserta como una fase del desarrollo de las políticas públicas”

(2006:4). La evaluación no es el paso final de un proceso, es una fase que debería darse

tanto en el caso del principio como después: ex ante (evaluación de necesidades, por

ejemplo) y evaluación on going (evaluación del proceso) y ex post (evaluación de

resultados y de impacto).

17

Cabe preguntarse, ¿por qué es importante evaluar las políticas públicas? En

palabras de Gil Araujo (2004) entendemos las políticas públicas como mecanismos

prácticos, locales y aparentemente intranscendentes, a través de los cuales distintas

clases de autoridades buscan conformar, normalizar, guiar e instrumentalizar las

aspiraciones, pensamientos y acciones de los otros, con el objetivo de alcanzar los fines

que consideran deseables y al mismo tiempo como llaves analíticas para entender

sistemas de gobierno. La evaluación siempre ha de entenderse como un instrumento

para la decisión y gestión pública (Mondragón, 2003), es por ello que la evaluación

tiene que situarse dentro de la política (Ballart, 1993).

Tres son las aproximaciones al mundo de la evaluación de políticas públicas que

Subirats propone: En la primera de las perspectivas, la evaluación queda entendida y

enmarcada como un “problema de medición de resultados de un programa o actuación

pública concreta” (2010:28), convirtiendo en objetivable la función evaluadora. En

segundo lugar, se puede entender la evaluación como la explicación de los resultados

bajo el criterio de la conexión de los mismos con el funcionamiento del programa

(variables internas). Se esclarecería, así, el cambio en la situación de un problema tras la

intervención pública. Por último bajo la perspectiva más sociopolítica o pluralista, el

proceso evaluador se incorpora en las distintas perspectivas de los actores implicados en

la política pública a estudio. Es decir, la evaluación sería el resultado de un debate

social orientado por los valores e interés de cada actor, tratando de “construir

argumentos plausibles, generando conocimiento aplicable, considerando la pluralidad de

posiciones al respecto al respecto, y ‘negociando’ que es y en qué consiste el éxito de

una política” (Subirats, 2010:28).

En el presente proyecto, se entiende por Evaluación “la aplicación de métodos

de investigación sistemáticos con el objetivo de examinar el diseño, la implementación

y la utilidad de las políticas y programas públicos” (Ballart, 1993:200). Según Bustelo,

una definición completa de evaluación debe reflejar tanto lo referido al objeto como lo

referido a los procedimientos (Bustelo, 2001). En este trabajo de fin de master, la

evaluación se concibe como una actividad programada de reflexión sobre la acción a

través del análisis e interpretación de información obtenido con un trabajo de campo

previo, con la finalidad de emitir juicios valorativos fundamentados y comunicables

sobre las actividades, resultados e impactos de dichas políticas a evaluar para, más

tarde, formular recomendaciones influyentes en la tomar de decisiones. Otra definición

18

que también se ha considerado, de manera complementaria, en este trabajo ha sido la

aportada por Vedung que considera la evaluación como un proceso mediante el cual se

realiza una “cuidadosa valoración retrospectiva de los méritos, importancia y valor de la

aplicación, productividad y resultados de las intervenciones gubernamentales, que se

pretende desempeñe un papel en futuras situaciones y acciones prácticas” (Vedung,

1997: 19).

Según la Guía de evaluación de programas y proyectos sociales (2012:12), las

principales características de la evaluación son las siguientes:

- Carácter útil y práctico: La evaluación ha de servir para la mejora de la intervención y

debe ser concebida hacia la acción.

- Sistematicidad durante todo el proceso de evaluación: Toda evaluación ha de recoger de

modo sistemático la información pertinente para la valoración de los criterios de

evaluación.

- Necesidad de flexibilidad: Junto con el cariz sistemático de la evaluación, ha de primarse

la flexibilidad metodológica a lo largo de todo el proceso de evaluación.

- Ajuste a los plazos temporales: La evaluación tiene que responder a los plazos temporales

acordados con el fin de que pueda contribuir al aprendizaje y la mejora de la intervención.

- La evaluación se centra en el análisis de políticas, planes, programas y proyectos; nunca

de personas.

- Emisión de juicios de valor: La evaluación exige el análisis valorativo de los

componentes estudiados.

- Realización antes, durante o con posterioridad a la ejecución: Se trata de una actividad

que puede llevarse a cabo en las distintas fases del ciclo de las intervenciones.

- Variabilidad del objeto de evaluación: La evaluación puede estar referida al diseño de una

actividad, a los procesos de ejecución o a sus resultados y efectos, previstos o no

previstos, priorizando uno u otro enfoque según la finalidad del trabajo.

- Criterios de evaluación: En la evaluación se revisarán la eficacia, la eficiencia, la

pertinencia, el impacto y la viabilidad entre otros componentes.

A través de la evaluación se realiza un análisis de la relación entre la relevancia

del programa, la eficacia y eficiencia del mismo.

19

Gráfico 2. Evaluación: Descripción

Fuente: Elaboración Propia.

La evaluación, además de actuar como garante de la conformidad de la acción

pública, “expresa un juicio de valor, a partir de las evidencias detectadas en la acción

evaluativa, sobre el éxito de los resultados y los impactos-deseados o no- de las políticas

públicas” (Carcedo Roces, 2010: 46). La evaluación, pues, tiene un carácter

retrospectivo en tanto en cuanto valora el impacto y los resultados de un programa

determinado; y, un carácter prospectivo ya que mediante el análisis retrospectivo

elabora formulaciones para el futuro del programa evaluado.

20

El cuadro 1 sintetiza y expone de una manera clara y visual el concepto de

evaluación bajo su compendio de funciones, propósitos y características.

Cuadro 1. Evaluación: Concepto, funciones, propósitos y características

CONCEPTO DE EVALUACIÓN

Recopilación y análisis sistemático de información que permite la emisión de juicios

–también sistemáticos – sobre el mérito y el valor del programa evaluado

FU

NC

ION

ES

I. IMPROVEMENT

- Perfeccionamiento o mejora del programa o política.

- Permite la retroalimentación y el aprendizaje sobre la

propia práctica.

- Garantiza la calidad del programa.

- Refuerza la atención en el contexto del programa, las

necesidades y naturaleza de los destinatarios y de todos los

agentes críticos.

II. ACCOUNTABILITY

- Rendimiento de cuentas o responsabilidad sobre la gestión

y resultados de un programa.

- Práctica que forma parte del sistema democrático como

resultado del derecho a saber en qué y cómo se utilizan los

fondos públicos (idoneidad, eficacia, eficiencia).

- Perspectivas del accountability

- Perspectiva política.

- Perspectiva técnico-organizativa.

- Perspectiva de los ciudadanos.

- Perspectiva del cliente.

III. ENLIGTENMENT

- Ejemplificación o iluminación para acciones futuras.

- La evaluación contribuye a construir conocimiento desde

los aportes teóricos, técnicos y metodológicos.

- Orienta sobre un modo de afrontar los problemas sociales.

PR

OP

ÓS

ITO

S

- Facilitar el proceso de toma de decisiones

- Aumentar la calidad de la ayuda

- Facilitar la transferencia de buenas prácticas

- Solución de problemas

- Facilitar el aprendizaje organizativo el

cambio institucional

- Favorecer la coordinación y la armonización

- Mejorar la gestión

- Promover la participación

- Fomentar el alineamiento

- Desarrollar capacidades

- Legitimar la intervención

- Orientar la planificación

- Corregir desviaciones

- Ampliar el aprendizaje

CA

RA

CT

ER

ÍST

ICA

S

CARÁCTER POLÍTICO

- Contextualizada

- Capacidad de respuesta

- Sensibilidad social y política

- Oportunidad en el tiempo realismo y rentabilidad

- Continuidad

- Flexibilidad metodológica

- Imparcialidad

- Participación

CARÁCTER

PRÁCTICO

Fuente: Elaboración propia a partir de Guía de evaluación de programas y proyectos sociales, 2012 y

Manual de gestión de evaluaciones de la Cooperación Española, 2007.

A la información recogida en el cuadro 1, cabe sumarle las distintas dimensiones

que componen la evaluación: en primer lugar la dimensión cognoscitiva, la cual supone

21

una fase de recogida y tratamiento de informaciones; en segundo lugar la normativa, es

decir, la generación de juicios y valoraciones; en tercer lugar, la dimensión

instrumental, en la cual se establecen recomendaciones en cuanto a políticas y técnicas;

y, por último, la movilización, gracias a las dimensiones anteriores, se produce un

conocimiento nuevo, el cual supone la base de un proceso abierto de aprendizaje

colectivo, empoderamiento, con dicha información.

2. LA IMPORTANCIA DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE

LA EVALUACIÓN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

¿Qué alcance tiene la institucionalización dentro del total de acciones

sociales en una colectividad dada? En otras palabras:

¿Cuál es la dimensión del sector de actividad institucionalizada

comparado con el que queda sin institucionalizar?

Peter L. Berger y Thomas Luckmann (2003:102)

Como anteriormente se ha detallado, la evaluación de las políticas públicas actúa

como instrumento de bueno gobierno dentro de la caja de herramientas para la gestión

de lo público. Evaluando las acciones de las Administraciones Públicas se realiza un

“ejercicio de transparencia democrática que ayuda a corregir defectos en la aplicación

de las políticas, mejorando su eficacia y funcionamiento” (Subirats, 2010:27). Es decir,

a través de la evaluación, los ejecutivos de cualquier nivel administrativo generan

confianza y mejoran de manera continuada la gestión pública, y por lo tanto la atención

(y la percepción de la misma) y la oferta de servicios a la ciudadanía. Es por ello que la

evaluación debe instaurarse como parte de la cultura administrativa, es decir:

institucionalizarse. Como instrumento democrático, evaluar la Gobernanza de un

ejecutivo es un ejercicio que facilita evaluar el desarrollo democrático de un país

(Aguilar y Bustelo, 2010: 21).

Mediante la Institucionalización de la Evaluación, las Administraciones Públicas

incorporan procedimientos los cuales valorarán en qué medida la gestión e implantación

de la acción pública cumple con los objetivos para los que se había diseñado. Tal y

como establece Osuna, tras la mala gestión de un ejecutivo cabe pensar el hecho de que

“la alternativa al mal Estado no es el no-Estado y, por ello, el objetivo es conseguir un

Estado que sea cada vez más eficiente y cada vez más transparente; lo que reposiciona

22

muy positivamente el valor de la Evaluación de Políticas Públicas a tal fin” (2010:50).

Así pues, la evaluación realizando un estudio de la eficacia y eficiencia de la

intervención pública adoptada por las Administraciones, da cuenta del impacto de la

misma sobre la ciudadanía. Evaluar, como expone Beltrán Villalva, “implica un

‘principio de realidad’, que valora las políticas públicas no tanto por su respeto al

principio de legalidad cuanto por su efectos sobre la realidad social” (2010:24).

Insertar la evaluación dentro de la gestión de las Administraciones Públicas se

está consiguiendo bajo el marco de la Gobernanza. La Gobernanza, actividad de

dirección de la sociedad, representa:

“las formas de un gobernar nuevo, descentralizado, asociado, con la consecuencia de que

un gobierno y sociedad sin perder su diferencia e independencia coproducen ahora un buen

número de políticas, inversiones, proyectos y servicios públicos, definiendo cómo se

dividirán el trabajo, la autoridad y la responsabilidad y qué cantidad y tipo de recursos

aportarán tanto el gobierno como las organizaciones económicas y civiles (Aguilar y

Bustelo, 2010: 9).

Dicho enfoque exige a su vez un enfoque de evaluación participativa y

pluralista. Como especifican Aguilar y Bustelo, la gestión de los gobiernos “deberá

aplicar una evaluación con criterios de legitimidad política y social que implica

necesariamente la participación de los diferentes actores gubernamentales y no

gubernamentales presentes en el modo de gobierno” (2010: 13).

Si a esta situación se añade el enfoque de la Gestión Pública Innovadora7 (GPI),

de ahora en adelante), la evaluación cobra gran importancia dentro de la gestión pública.

La evaluación encarna el papel de “mecanismo potente de rendición de cuentas,

accountables frente a la ciudadanía, de seguir siento legítimas” (Subirats, 2010:28,

énfasis añadido). En contraposición a la Nueva Gestión Pública, la cual se ve

perjudicada por la aparición de factores no controlables y no previstos; la GPI, incluye

las innovaciones que la evaluación de eficiencia permite y por tanto facilita las

Administraciones: “alcanzar el mismo nivel de resultados (incluyendo el nivel de

calidad en la prestación de servicios) con menores recursos, o, alternativamente, un

mayor nivel de resultados con los mismos” (Feinstein, 2012:141). Dichas innovaciones

pueden ser, como expone Feinstein (2012), de cuatro tipos diferentes: el primero de

ellos, son innovaciones directas de proceso; el segundo tipo de innovaciones se realiza

directamente sobre los productos o servicios; el tercer tipo de innovaciones deriva de las

innovaciones indirectas de los procesos; y por último, las innovaciones indirectas de

7 Expresión extraída de Feinstein, 2012.

23

productos y servicio. Si se identifican las innovaciones, la eficiencia de la gestión

pública se hará patente con la reducción de costes unitarios, por ejemplo. Por ello será

necesario establecer un sistema apropiado de seguimiento de dicha gestión pública. Este

es el papel dentro de la GPI reservado para la evaluación, la cual permite:

vincular ‘lo que sucede’ con ‘lo que se espera que suceda’,determinando el grado en que los

objetivos planteados fueron alcanzados (algo esencial para la rendición de cuentas), la

relevancia de los objetivos planteados, la eficiencia en la utilización de los recursos, la

calidad de los servicios prestados y de los procesos llevados a cabo, la sostenibilidad de los

resultados, la equidad en la distribución de los resultados y las consecuencias no buscadas

de las intervenciones (Feinstein, 2012:149).

Identificar la evaluación de políticas (y programas) públicas como un

instrumento democratizador y legitimador, fomenta la creciente institucionalización de

la función de la evaluación en los gobiernos y las Administraciones públicas. Pero, si

las Administraciones ya realizan evaluaciones puntuales, ¿a qué se refieren los

diferentes autores por institucionalización de la evaluación? El concepto que ofrece

Garde Roca es el adoptado en este estudio. Así pues, la institucionalización de la

evaluación es:

el proceso político por el que se legitima un marco normativo adecuado para el desarrollo

de la función de la evaluación, a partir de la estructuración de espacios e instancias de las

Administraciones a las que encargar tal función, ubicándolos en los distintos niveles de

gobierno y según las distintas actividades o sectores a evaluar (2006:4).

No es el mero hecho de realizar evaluaciones de las políticas y programas

implantados, sino que la institucionalización es incorporar la evaluación al nacimiento

mismo de las políticas y programas, configurar un proyecto político de gobernanza bajo

un modelo permanente de análisis a través de la estimulación evaluadora hacia

estructuras culturales y formales. Ahora bien, como expone Alvira (1991), la

institucionalización de la evaluación en las Administraciones no les da permiso para

marcar o imponer valores/criterios de valor, métodos y los tiempos a utilizar en la

evaluación. La imposición desvirtúa la esencia de la institucionalización de la

evaluación ya que prima la perspectiva tecnocrática y/o política en detrimento de la

legitimidad democrática. Además, otra amenaza a considerar, es la posibilidad de

conflictos intraburocráticos y con el nivel político, que deriven en un desinterés de

quienes debieran impulsarla (Cohen y Franco 1988 en Mondragón, 2003:8).

Para analizar la Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas,

en el trabajo aquí presente, tras la revisión de las referencias bibliográficas en materia

de Evaluación, se han seleccionado cinco criterios los cuales se consideran necesarios y

24

integración en la Gestión

Pública

estabilidad

cultura evaluadora

profesionalidad

legitimidad

condicionantes para fomentar la Institucionalización de la Evaluación en las

Administraciones Públicas. Estos criterios actúan como dos fases dentro del proceso de

institucionalización de la evaluación: la primera fase está compuesta por la integración

de la evaluación dentro de la gestión pública y la estabilidad; y, la segunda fase

compuesta por la cultura evaluadora, profesionalidad y la legitimidad.

Gráfico 3. Criterios para la Institucionalización de la Evaluación

Fuente: Elaboración propia.

La primera fase, llamada en este estudio fase de “institucionalización ex ante”

(aludiendo a términos propios del mundo evaluador), refleja el camino de la evaluación

hacia la institucionalización. Como anteriormente se ha mencionado, el mero hecho de

que las Administraciones Públicas realicen en contadas (y selectivas) ocasiones

evaluaciones no supone la institucionalización de las mismas. Es un avance, no hay

porque negarlo, pero no supone el establecimiento del instrumento evaluador dentro de

los ejecutivos. Es por ello que el primer paso en esta fase del proceso de

institucionalización de la evaluación es la integración de la misma, de una manera, más

o menos, sistemática en la gestión pública (primer criterio) “sin perjuicio de una

colaboración externa” (Mondragón, 2003:8). Esta integración dotará a la evaluación del

segundo criterio: estabilidad. Un ejecutivo que toma en consideración a la evaluación y

la integra en los planteamientos de sus programas y políticas públicas, asegura una

estabilidad necesaria para el desarrollo de la institucionalización de la evaluación. Como

25

describe Garde Roca, el uso instrumental de las evaluaciones por parte de las

Administraciones “significaría un aprovechamiento continuo de los resultados de las

mismas y una ampliación sobrevenida de conocimientos para aquellos poderes”

(2006:9). Además, cabe recordar que el valor añadido de la evaluación de políticas (y

programas) públicas reside en “el propio proceso de evaluación más que en el informe

final de sus resultados” (Zapico, 1998:56).

La segunda fase llamada “institucionalización on going” refleja ese paso más de

las instituciones por institucionalizar la evaluación. On going en el sentido de que la

institucionalización no es un resultado si no un proceso de convergencia de prácticas y

voluntades políticas y técnicas. El primer criterio, en esta segunda fase, hace alusión a

la cultura evaluadora. Las instituciones no sólo deberán evaluar si no también fomentar

la cultura evaluadora a través de sus prácticas (evaluación como “práctica institucional

cotidiana”, según Garde Roca, 2006:9) y transmisión de conocimiento a través de la

formación, elaboración de guías metodológicas, etc. Como aspecto positivo, la cultura

de la evaluación “ayuda a caminar hacia un modelo de Estado más eficiente y

transparente” (Osuna, 2010:49). Esa cultura evaluadora alimenta al segundo criterio, la

profesionalidad, ya que la difusión de los conocimientos y las experiencias en

evaluación de una Administración fomenta la profesionalidad de las personas

involucradas al rendir cuentas con sus propios trabajos evaluativos. Y una vez se tiene

la profesionalidad ligada a una cultura evaluadora y a estabilidad en la integración de la

gestión pública, llega la ansiada legitimidad/credibilidad. Ya que, como anteriormente

se ha detallado, la incorporación de la evaluación a la cultura administrativa

corresponde a un proceso de modernización administrativa bajo el interés de las

Administraciones Públicas por racionalizar y legitimar la acción pública, así como a

exigencias legales (Mondragón, 2003:4). Para poder asegurar la credibilidad de sus

actuaciones, las Administraciones Públicas deberán tener en cuenta la participación de

los agentes sociales interesados desde el diseño metodológico del proceso de la

evaluación así como la necesaria comunicación fluida entre las partes interesadas y

participantes (Bustelo, 2013).

El último aspecto que cabe destacar en el proceso de Institucionalización de la

evaluación, versa en torno a la independencia de las mismas. Sin tener en cuenta el

origen -interno o externo- de la evaluación, ya que éste no incide en la independencia de

la misma, el factor clave para la independencia y por tanto para la credibilidad de las

26

evaluaciones reside en una práctica profesionalizada donde la evaluación se realice “por

parte de entidades y personas que no están bajo el control de los responsables del diseño

y la implementación de la intervención para el desarrollo” (Feinstein, 2012a: 48). Este

es el caso de Ivàlua, el cual se profundizará en la segunda parte del trabajo aquí

presente.

2.1. El paradigma evaluador en la Unión Europea

Como moneda de cambio al gran rembolso de los Fondos Estructurales, se

estableció un importante imperativo, en cuanto a evaluación se refiere, establecido por

la Unión Europea (UE)8. A través de sus dos vías de trabajo, la UE ha potenciado la

evaluación de las políticas y programas (co)financiados con dinero procedente de sus

arcas. Como detalla Derlien, por una parte, la Corte Europea de Auditores (European

Court of Auditors) bajo una relación de cooperación con los tribunales nacionales9 de

cuentas, lleva a cabo comprobaciones legales y de cumplimiento de los mismos; por

otra parte, se realiza una inspección internacional de finanzas en la Comisión lo cual

estimula una variedad de evaluaciones delegadas en varios países. Esta imposición

puede implicar una cierta tendencia a la burocratización de la evaluación “inducida

externamente, en particular si se realiza en los tribunales tradicionales de cuentas”

(Derlien, 1998:20).

Con objeto de potenciar la evaluación, en el año 2000, la Comisión de la UE

publica el Libro Blanco de Gobernanza10

, el cual establece las directrices -principios-

para constituir una buena gobernanza. Estos son: la apertura, participación,

responsabilidad, eficacia y coherencia. En primer lugar, apertura entendida como forma

de trabajo colaborativa y accesible; en segundo lugar, participación de la ciudadanía,

bajo un enfoque integrador, en el proceso de planificación, gestión y planificación de las

políticas públicas; en tercer lugar, responsabilidad en los procesos tanto legislativo

como ejecutivo; en cuarto lugar, la eficacia de las medidas tomadas por cada ejecutivo

8 Para ampliar sobre el papel de la Evaluación en los Fondos Estructurales véase: Díez López, María

Ángeles e Izquierdo Ramírez, Beatriz (2005). 9 Alemania, al no contar con tribunales de cuentas , establece contacto con la UE a través de los auditores

subnacionales. 10

COM-2001-428 final.

27

para producir los resultados acordes, bajo una aplicación proporcionada, y evaluar el

futuro impacto y experiencia de las medidas; y, por último, la coherencia así como la

comprensión de las políticas y acciones desarrolladas, bajo un liderazgo y compromiso

político por parte de las Instituciones para garantizar dicha coherencia.

Los anteriores cinco principios para la buena gobernanza reforzaban los ya

establecidos de acuerdo con la proporcionalidad y subsidiariedad. La elección del nivel

en el que han de desarrollarse unas políticas (comunitario hasta local) y la selección de

los instrumentos a utilizar deben ser proporcionales a los objetivos establecidos. A la

hora de realizar una evaluación no hay una metodología estandarizada para poder

aplicar sobre todos los casos a estudio (Díez López, 2001), el diseño de la evaluación y

su metodología dependerá del contexto y la política a estudio. Esto requiere la

comprobación sistemática a la hora de lanzar una iniciativa de: “a) si la actuación

pública es realmente necesaria; b) si el nivel europeo es el más apropiado para dicha

actuación; y c) si las medidas previstas son proporcionales a los objetivos” (COM-2001-

428 final, 2001:12).

¿Cómo llevar a cabo estas directrices en gobernanza y evaluación? Pese a estar

enmarcado en la UE, la cultura política de cada país difiere de los demás, es por ello que

el grado de aplicación de la buena gobernanza, y por lo tanto la institucionalización de

la evaluación vendrá dada por los siguientes factores (Derlien, 1998): en primer lugar,

la situación fiscal, la cual hace variar ligeramente el objetivo de la evaluación (recorte

del presupuesto en lugar de buscar una mayor aplicación de programas; en segundo

lugar, la constelación política, más que la situación económica, las actitudes y

voluntades políticas afectan a la “perversión” de la evaluación; por último, las propias

características constitucionales de cada país. Como expone Derlien el poder legislativo

puede ayudar a “mantener en forma apropiada las capacidades de evaluación del poder

ejecutivo (…) puesto que necesita de estos equipos de análisis para mantener el

equilibrio de poder de información vis a vis con el Congreso” (1998:16), lo que potencia

el control sobre las mismas. Cabe recordar, pues, que pese a que la evaluación esté

institucionalizada, esta situación es un sinónimo de cantidad y calidad de las propias

evaluaciones.

28

2.2. El modelo español de Evaluación

Hablar del modelo español de Evaluación implica reconocer la evaluación

limitada al cumplimento de las revisiones legales (Subirats, 2010:28). Como detalla

Ballart (1993), en el Estado Español se pasó de una preocupación del uso de la

evaluación para cuantificar el impacto de las políticas públicas, al análisis en busca de la

productividad y la racionalización de la gestión de los recursos y el gasto. A esta

característica, cabe añadir la limitación de la función de control del Parlamento; así

como, el papel meramente supervisor que han ido adquiriendo los Tribunales de

Cuentas del Estado a pesar de la obligatoriedad legal por examinar la eficacia y la

eficiencia de las políticas públicas. Panorama poco alentador para los profesionales en

el ámbito de la Evaluación que retroalimenta la escasez de los mismos. Dichos factores

explican el retraso del Estado Español en materia de Evaluación: cultura y práctica.

El Estado Español, debido a su organización cada vez más descentralizada, ha

desarrollado no un sistema cohesionado de evaluación, sino más bien, una constelación

de organizaciones con mandatos y/o prácticas de evaluación sin relación entre sí

(Feinstein y Zapico, 2010). La no coordinación (ni difusión) de las experiencias y

prácticas evaluadoras hace que la cultura de la evaluación emerja lentamente y con una

diversidad de enfoques. Dada esa organización descentralizada del Estado Español, la

perspectiva evaluadora debería, en palabras de Subirats, introducirse en el ‘Gobierno

multinivel’ avanzando hacia un ‘sistema público de evaluación de políticas’, el cual,

“manteniendo la autonomía de sus distintos componentes, articule mecanismos fiables

de comparación y de análisis, compartiendo información y procesos de aprendizaje

comunes” (2010:30). Mecanismos fiables en tanto en cuanto sean entendidos como

metodología para la credibilidad, ya que “lo relevante de la evaluación es la

construcción de sus juicios de valor” (Carcedo Roces, 2010:48) a través de dicha

metodología.

El modelo español de evaluación en cuanto al grado y práctica de la

institucionalización de la evaluación, pese a sus avances, se sitúa entre los más bajos de

los países de la OCDE11

. Este modelo se caracteriza por dos etapas fundamentales. La

primera de ellas, desde finales de los años 80 hasta 2006, concebía la evaluación como

11

Furubo y Shandal, 2002; Varone et al. 2005; Viñas, 2009 en citado en Lázaro, 2012.

29

el ejercicio obligatorio establecido por la Unión Europea debido a la cofinanciación de

programas. En esta etapa la evaluación, también, se abrió a la cooperación al desarrollo.

La segunda etapa, a partir de 2006 y hasta la actualidad, se caracteriza por la voluntad

política de llevar la evaluación un paso más allá: institucionalizarla a través de la

propuesta de creación de la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la

Calidad de los Servicios (AEVAL, en adelante)12

. Como compromiso del Partido

Socialista en las elecciones generales del año 2004, se planteó la institucionalización de

la evaluación de políticas y programas públicos, a través de la creación de una Agencia

Estatal. Pero como ya se ha mencionado anteriormente, la creación de un órgano

específico o la integración de la evaluación en la gestión administrativa, no garantiza

una adecuada institucionalización. Promover cultura evaluadora dentro de la

Administración favoreciendo un sistema público de evaluación es el gran reto para el

proceso de institucionalización y para la AEVAL.

En julio de 2006 la voluntad política hacia la evaluación se reafirma con la

sanción de la Ley 28/2006 de 18 de julio, de Agencias Estatales para la mejora de los

servicios públicos13

, concretamente la disposición adicional primera, referencia

normativa de la creación de la AEVAL. A través de esta ley, el Gobierno en funciones

pretendía satisfacer las necesidades y demandas ciudadanas con el nivel de calidad

exigido por la ciudadanía mediante la implantación de un modelo de gestión que

equilibre adecuadamente los principios de autonomía, control y responsabilización por

resultados.

Adscrita en sus orígenes al Ministerio de Administraciones Públicas, AEVAL

tiene por objetivo (misión) la promoción y realización de evaluaciones de las políticas y

programas públicos cuya gestión corresponde a la Administración General del Estado.

AEVAL además, quedaba subordinada al Consejo de Ministros, el cual aprueba

anualmente los programas y políticas públicas a evaluar por la Agencia, marcadas por el

Plan Nacional de Reformas. A raíz de esas evaluaciones, AEVAL, anualmente presenta

un Informe al Congreso de los Diputados. Como Agencia de Evaluación estatal, el

12

AEVAL se considera la primera experiencia de institucionalización de la evaluación bajo el marco

estatal, aunque se debe puntualizar que no fue una experiencia pionera. En el año 2005 se aprobó la Ley

foral 21/2005, de 29 de diciembre, de evaluación de las políticas públicas y de la calidad de los servicios

públicos de Navarra. Experiencia pionera que considera la evaluación como un materia transversal del

Gobierno y crea la Comisión Foral para la Evaluación de las Políticas y la Calidad de los Servicios. Para

ampliar información, véase: http://www.lexnavarra.navarra.es/detalle.asp?r=4650 (acceso: 22/01/2014). 13

Y la aprobación de sus Estatutos a través del Real Decreto 1418/2006, de 1 de diciembre, por el que se

aprueba el Estatuto de la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los

Servicios (BOE, 14 de diciembre).

30

Gobierno dotó a AEVAL de la potestad de evaluar políticas públicas gestionadas por las

Comunidades Autónomas, previo convenio con las mismas. Según Carcedo Roces,

antigua presidenta de la Agencia, con la creación de AEVAL, el Gobierno materializaba

su propósito de:

poner la Administración al servicio de los ciudadanos haciéndola más transparente, tanto

para que pueda tener lugar una completa y cabal rendición de cuentas de los gobernantes y

gestores públicos, como para que sea posible una informada y eficaz participación

ciudadana en los asuntos públicos. (…) en sintonía con los principios de eficiencia,

participación y responsabilidad que fundamentan el buen Gobierno (Carcedo Roces, 2010:

47).

Los principios rectores14

que inspiran la Agencia Estatal de Evaluación de las

Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios son los siguientes:

1.- Independencia de criterio, dictamen y juicio en la realización de sus trabajos sobre la

base de valores de responsabilidad pública y competencia profesional.

2.- Transparencia y Participación, entendidos respectivamente como la rendición de

cuentas a los ciudadanos y como el compromiso de consulta y participación de los

interesados en la realización de sus trabajos.

3.- Autonomía y Responsabilidad, entendidos respectivamente como la capacidad de la

Agencia de gestionar con autonomía los medios puestos a su disposición para alcanzar los

objetivos comprometidos, y como la disposición de la misma a asumir las consecuencias de

los resultados alcanzados.

4.- Cooperación interadministrativa y Participación institucional, entendidos

respectivamente como la disposición activa a colaborar con otras administraciones e

instituciones, así como a fomentar la participación directa de las comunidades autónomas

en la Agencia y el desarrollo de trabajos compartidos.

5.- Calidad y mejora continua, entendido como el compromiso sistemático con la

autoevaluación y la utilización de modelos de excelencia que permitan establecer áreas de

mejora y prestar sus servicios de forma innovadora.

6.- Ética profesional y responsabilidad pública, entendido como el compromiso del

personal de la Agencia y especialmente de sus directivos, de observar en su actuación los

valores contenidos en el código de ética profesional del personal de la Agencia, y en las

normas de conducta aplicables a los Empleados Públicos de la Administración General del

Estado.

Los principios de la Agencia muestran la doble finalidad de la misma: una

finalidad política, en primer lugar, ya que el ejecutivo potencia la rendición de cuentas a

través el trabajo realizado por la Agencia, potenciando la transparencia y la calidad

democrática. Y una finalidad económica, ya que la Agencia apuesta por la eficiencia y

la evaluación de los resultados de las políticas en la sociedad. En síntesis, AEVAL, con

su labor evaluadora busca “generar valor público combinando los elementos técnico-

gerenciales de las intervenciones públicas sin desvincularlos de los elementos sociales

que las justifican” (Carcedo Roces, 2010:48).

14

Extraídos de los Estatutos de AEVAL,

http://www.aeval.es/export/sites/aeval/comun/pdf/agencia/RD_1418_2006_Estatuto_Agencia.pdf

(acceso: 21/01/2014)

31

Una vez definida y aprobada, la puesta en marcha de la Agencia requería del

establecimiento de una relación con los demandantes. La apuesta de la Agencia por

ofrecer sus servicios fue el llamado contrato de gestión. Este es un punto importante ya

que marca la relación de las dos partes contratantes. Una vez firmado, el contrato de

gestión establece una relación de cuatro años. En él se detallan los objetivos y el

rendimiento esperado de esa contratación, con sus respectivas implicaciones en la

adjudicación de recursos. La Agencia, mediante el contrato, para a ser un mero

proveedor de eficiencia.

32

Cuadro 2. Vinculación funciones, productos y servicios de la Agencia

FUNCIÓN PRODUCTO Y SERVICIO

Realización de las evoluciones de políticas y

programas públicos incluidas en el plan de acción

de la Agencia por encargo del Consejo de

Ministros.

INFORMES DE EVALUACIÓN

Realización de los trabajos de consultoría y

asistencia técnica que en materia de evaluación o

para la mejora de la calidad en la gestión sean

acordados con organismos públicos.

INFORMES DE CONSULTORÍA

Elaboración y difusión de guías metodológicas en

materia de evaluación y calidad. PUBLICACIONES

Seguimiento de las actuaciones del plan de

gestión de calidad de las Agencias Estatales. INFORME AL CONGRESO DE LOS

DIPUTADOS

Certificación de Cartas de Servicios o del nivel de

excelencia de las organizaciones de las distintas

administraciones públicas españolas.

CERTIFICACIONES

SELLOS AEVAL

Análisis de la Percepción de los Ciudadanos

sobre los servicios Públicos.

Seguimiento anual del grado de implementación y

resultados de los Programas que integran el

marco general para la mejora de la calidad en la

Administración General del Estado.

INFORMES DEL OBSERVATORIO DE

LA CALIDAD DE LOS SERVICIOS

PÚBLICOS

Gestión de los Premios de Calidad e innovación

en la Gestión Pública. PUBLICACIÓN DE CONVOCATORIAS

Y DE RESOLUCIÓN DE CONCESIÓN

Colaboración con otras administraciones –Red

interadministrativa de Calidad en los Servicios

Públicos-.

METODOLOGÍAS Y GUÍAS,

ESTUDIOS, CARTA DE

COMPROMISOS DE LA CALIDAD Y

CONFERENCIAS ESTATALES DE

CALIDAD EN LOS SERVICIOS

PÚBLICOS

Participación sistemática en actividades

formativas. MATERIALES FORMATIVOS

Representar a la Administración española en

regiones, foros e instituciones nacionales e

internacionales relacionadas con materias de su

competencia.

PRESENCIA Y PERTICIPACIÓN EN

EVENTOS NACIONALES E

INTERNACIONALES

Promover la investigación, la formación, la

difusión de experiencias y la realización de

estudios y publicaciones.

ORGANIZACIÓN DE CURSOS,

JORNADAS Y/O SEMINARIOS

Fuente: Carta de servicios, AEVAL.

El cuadro 2 muestra, en síntesis, la relación entre las funciones que la Agencia

asume y los productos y servicios que la Agencia ofrece. Observando en detalle las

funciones se constata la intención de AEVAL por avanzar en la institucionalización de

la evaluación en el Estado Español.

33

Feinstein y Zapico señalan once puntos de la experiencia de la creación de la

Agencia como referentes para aquellos países en desarrollo que estén en un proceso de

constitución del a evaluación:

1. Inspirarse en otras experiencias, pero no copiarlas.

2. Tomar en cuenta que la institucionalización de la evaluación requiere un tiempo

significativo.

3. Establecer órganos asesores como mecanismo de apoyo y legitimación.

4. Incorporar representantes de instituciones académicas y del sector público.

5. Involucrar a los diferentes niveles de Gobierno, incluidos los sectores y regiones.

6. Establecer la garantía de control de calidad de las evaluaciones, prácticas y

sistemas.

7. Vincular la evaluación de políticas con la evaluación de la calidad de los servicios.

8. Utilizar diferentes métodos y enfoques de acuerdo al contexto, necesidades y

capacidades.

9. La ubicación institucional debe optimizar la coordinación, la rendición de cuentas y

el aprendizaje.

10. Desarrollar procedimientos para vincular la evaluación de políticas con la

programación y el presupuesto.

11. La difusión de las evaluaciones debe ir más allá de simplemente publicación en

Internet. (traducido, 2010:9)

Con la creación de la AEVAL queda ejemplificado que el diseño del

instrumental evaluador no es suficiente, debe de aplicarse para poder tener un efecto

real. Dicha aplicación dependerá de las motivaciones y resistencias de los diferentes

actores público-políticos que intervienen en su gestión. Un ejemplo de esa resistencia

hacia la Agencia se produce cuando se reestructura el propio Gobierno en enero de

2012. En ese momento AEVAL pasaba de depender del Ministerio de las

Administraciones Públicas al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas15

. La

adhesión al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, muestra un cambio de

enfoque del ejecutivo para y por la Agencia, junto con la reducción de la partida

presupuestaria correspondiente. En palabras de Osuna, “el Gobierno (…) aminora el

papel de la AEVAL e incluso algunos, próximos al staff de decisiones, ponen en duda

su futuro” (2010:51), reduciéndose así la evaluación como prioridad en la agenda

política16

. Bustelo (2013) expone en términos de credibilidad e independencia el error

de encuadrar a la Agencia dentro del Ejecutivo, cuando la mejor opción hubiera sido

haberle asociado al poder Legislativo.

En síntesis, la mera creación de agencias especializadas en el campo de la

evaluación, no es suficiente para establecer la institucionalización de la evaluación en

15

Real Decreto 256/2012. 16

Recordar que AEVAL fue concebida, creada y desarrollada por el Partido Socialista y desmantelada en

los años del mandato Popular.

34

las Administraciones Públicas. Esta implantación institucional deberá ir de la mano de

otros elementos favorecedores, como detallan Aguilar y Bustelo, tales como:

indicadores de institucionalización de la función de la evaluación (…) como son la creación

e asociaciones profesionales de evaluación nacionales y supranacionales, la puesta en

marcha de formación de postgrado específica, la producción de literatura y materiales de

evaluación – tanto libros y manuales, como revistas especializadas, como guías y

orientaciones metodológicas- , así como la propia práctica de evaluación y la existencia de

estudios de procesos de evaluación (2010: 6-7).

¿Está la evaluación en el Estado Español, tras el “aminoramiento” de la

AEVAL, institucionalizada? Pese a que la creación de AEVAL supuso un compromiso

político en pro de la evaluación, actualmente no se puede afirmar que la AEVAL sea un

referente, ni siquiera un ejemplo de institucionalización de la evaluación de las políticas

públicas. Tras su intento por prosperar, el recorte presupuestario del Gobierno, junto a la

dedicación de mayores recursos y esfuerzos a la rama de la Calidad en detrimento de la

evaluación, así como la carencia de una coordinación estatal a través de AEVAL de

todas las experiencias y los organismos evaluadores del Estado, han deslegitimado la

función de la propia Agencia.

La institucionalización, como anteriormente se ha detallado, no es un requisito

estático en el tiempo, es un proceso que requiere dedicación y voluntad política y

técnica, además de –en el contexto del Estado Español- un profundo cambio en la

cultura administrativa.

35

PARTE II

3. INSTITUCIONALIZANDO LA EVALUACIÓN:

EL CASO DE

¿Se están llevando a cabo realmente evaluaciones? ¿De qué tipo? ¿Están sirviendo para algo?

¿Contribuyen a la institucionalización y normalización de la

función de evaluación en las instituciones públicas?

María Bustelo (2001:3)

Las experiencias evaluadoras en el Estado Español son diversas, pero la

experiencia catalana, a través del Institut Català d’Avaluacions de Polítiques Públiques

conocido como Ivàlua, ha supuesto una experiencia exitosa y continuada en la práctica y

fomento de la cultura evaluadora desde el inicio de sus actividades17

en 2008.

En los siguientes apartados se explicará qué es Ivàlua y cuáles son sus

peculiaridades que han hecho de ésta una experiencia en materia de evaluación digna de

mención. Además, se incluirán los resultados del análisis de la institución extraído en la

codificación de las entrevistas focalizadas, explicadas anteriormente en el apartado de

Metodología (véase pág. 8). Con ello se pretende describir y entender el funcionamiento

de Ivàlua para una posible mejora en el desarrollo del proceso de institucionalización de

la evaluación de las políticas públicas de otras Comunidades Autónomas. En síntesis, se

pretende exponer la experiencia del desarrollo de un sistema de evaluación en Catalunya

a modo de buenas prácticas para aquellas Administraciones que decidan iniciar –o

reestructurar- su sistema de evaluación, es decir, su modelo particular de

institucionalización de la evaluación.

¿Qué es Ivàlua? ¿Quién lo forma? ¿Para qué sirve? ¿Qué misión tiene? Estas son

varias de las preguntas que saltan a la mente cuando se intenta describir esta institución.

El Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públiques18

es un consorcio público,

dotado de personalidad jurídica propia, constituido por los diferentes niveles de la

Administración autonómica además de diversas instituciones públicas y del tercer

sector. Así pues, Ivàlua actualmente está compuesto por:

17

La constitución formal de Ivàlua data de octubre del año 2006 pero no es hasta 2008 cuando se

materializa el Instituto de Evaluación. 18

Para ampliar información sobre Ivàlua, véase http://www.ivalua.cat/generic/static.aspx?ID=668&

(acceso: 22/01/2014).

36

- La Generalitat Catalana, a través del Departamento de Economía y

Conocimiento, como primer nivel de la Administración y la Diputación de

Barcelona representando al nivel de la Administración local;

- Además, Ivàlua, cuenta con la asistencia experta de la Universidad Pompeu

Fabra y del Consejo Interuniversitario de Cataluña;

- Los intereses económicos y sociales encuentran su representación dentro del

Instituto a través del Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña

(CTESC); y, por último,

- La Fundación Jaume Bofill representa a las entidades sin ánimo de lucro.

Gráfico 4. Composición y relación del personal de Ivàlua

Fuente: Elaboración propia.

Concretamente las instituciones fundadoras de Ivàlua fueron el Departamento de

Economía y Conocimiento, la Diputación de Barcelona, la Universidad Pompeu Fabra

37

y la Fundación Jaume Bofill. Esta multiplicidad y transversalidad de instituciones, y

por lo tanto de actores, además de la profesionalidad de las personas analistas

trabajadoras en los mismos, ha hecho de la labor evaluadora de Ivàlua una experiencia

completa e implicada. Pese a que la composición del consorcio es considerada uno de

los puntos fuertes de esta experiencia, presenta un “anclaje institucional algo débil que,

aunque le otorga una cierta independencia (…) puede comportar un déficit de

autoridad” (Lázaro, 2012: 32).

La misión del Instituto versa en torno a la promoción de la evaluación de

políticas públicas y de programas del tercer sector social en Catalunya, para mejorar su

efectividad, la eficiencia y la transparencia hacia la ciudadanía. Contribuyendo así a la

generación de un “sistema de evaluación donde ésta sea una práctica ordinaria y

continuada, plenamente interiorizada por las propias administraciones como

instrumento de mejora interna, pero también de rendición de cuentas” (Lázaro,

2012:32).

El objetivo general del Instituto es que los resultados extraídos de las

evaluaciones realizadas se utilicen de forma efectiva y verificable por parte de los

cargos electos, directivos y gestores de los programas, contribuyendo así al debate

público sobre las soluciones más efectivas y eficientes para los problemas sociales.

Todo a través de seis criterios de actuación: independencia y objetividad; rigor e

innovación técnicas; focus en sectores y programas de especial relevancia; implicación

activa de las administraciones y tercer sector; trabajo en red con organismos de

evaluación y con evaluadores cualificados; transparencia de las actuaciones que se

llevan a cabo.

En Catalunya, bajo un contexto de no-impulso de la evaluación y un

conglomerado de normativa vinculante en materia de evaluación de dudosa aplicación,

Ivàlua se dispone a realizar su trabajo a través de cuatro líneas estratégicas:

La primera de ellas, actividad de investigación y evaluación, pretende abordar

los siguientes cuatro puntos: la realización directa por parte de Ivàlua de evaluaciones

en materias que responden a prioridades de las administraciones o con posible efecto

ejemplar; realizar asesoramientos a organismos del sector público y tercer sector para la

realización interna de evaluaciones o su encargo externo; desarrollar actuaciones

38

preparatorias de evaluación en ámbitos sectoriales prioritarios: confección de agendas

de evaluación, mejora de condiciones de evaluabilidad, sistemas de información, etc.; y,

por último, participar en otros proyectos de investigación que permitan profundizar en

el conocimiento sobre la efectividad de políticas públicas y de programas sociales en

sectores prioritarios para las administraciones.

A través de la segunda línea estratégica, formación y recursos, Ivàlua se

compromete a realizar acciones de formación de evaluadores en métodos cuantitativos y

cualitativos de evaluación, evaluación de impacto y evaluación económica; así como a

elaborar y difundir recursos sobre métodos y técnicas de evaluación que se ofrecen a las

entidades del sector público y del tercer sector para facilitar su labor evaluadora.

La tercer línea estratégica del Instituto, promoción, tiene como objetivo realizar

acciones de información, formación introductoria y sensibilización de directivos,

técnicos, agentes sociales y ciudadanía, para fomentar una disposición favorable a la

evaluación como práctica habitual de buen gobierno; así como actuaciones de difusión

de los resultados de las evaluaciones, especialmente entre decisores del sector público,

personas expertas y sectores implicados, para fomentar el debate y su utilización en la

toma de decisiones.

Por último, a través de la línea estratégica evaluación de la evaluación, Ivàlua se

compromete a realizar un seguimiento de la aplicación de los resultados de las

evaluaciones realizadas y de sus efectos; y el seguimiento de la evolución general de la

evaluación en las administraciones catalanas.

En relación a estas líneas estratégicas puntualizar que el alcance de la cobertura

de aquellas acciones relacionadas con sensibilización, capacitación y evaluación, así

como el seguimiento, es limitado y una tarea que el Instituto quiere mejorar a través de

la “colaboración con ámbitos de investigación académica y práctica profesional

evaluadora, y así como facilitar y fomentar la interacción entre éstos y la

administración” (Lázaro, 2012:34).

El público objetivo de las actividades realizadas por el Instituto está compuesto

por los distintos niveles de la administración pública catalana; entidades del sector

público autonómico y local; entidades del tercer sector social; universidades; centros de

investigación, institutos universitarios e investigadores individuales que trabajan en el

análisis y la evaluación de políticas públicas; empresas, entidades o expertos

individuales que ofrecen servicios de evaluación en el sector público; así como aquellas

39

entidades de representación de intereses sociales y económicos y a la ciudadanía en

general. En síntesis, las actividades de Ivàlua están enfocadas para la ciudadanía y

agentes sociales que, mediante la evaluación, deseen conocer el funcionamiento y

resultados de la acción de gobierno, así como de sus alternativas de intervención.

Añadir a esta descripción general del Institut Català d’Avaluació de Polítiques

Públiques, dos experiencias en las cuales participa y suponen un avance para la

institucionalización de la evaluación en la Administración Pública Catalana y Estatal.

La primera de ellas es la Red de unidades de análisis y evaluación en las

administraciones autonómica y local catalanas19

. Dicha Red, de naturaleza informal,

establece un espacio abierto de comunicación, intercambio de experiencias y reflexión

como estímulo para el desarrollo de la evaluación. La segunda experiencia, iniciada en

noviembre de 2009, es el Grupo de trabajo de las administraciones general,

autonómica y local para el impulso de la evaluación20

. Este grupo está compuesto,

además de por la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de

los Servicios (AEVAL), por las CCAA de Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Islas

Baleares, Navarra, País Vasco y Valencia, así como por la Federación Española de

Municipios y Provincias (FEMP). Coordinado por Ivàlua, este grupo tiene por

objetivos: identificar elementos clave para el desarrollo de la evaluación en los ámbitos

competencia de los miembros del grupo; intercambiar información sobre estrategias y

actividades concretas; así como, desarrollar proyectos conjuntos que permitan

aprovechar de forma eficiente las capacidades, experiencias y recursos. Este grupo es un

signo positivo, así como un instrumento clave, para el proceso de institucionalización de

la evaluación en las Administraciones.

A continuación, se expone el estudio de la Institucionalización de la Evaluación

en las Políticas Públicas a través del Instituto Ivàlua mediante el análisis de las

entrevistas focalizadas junto con la revisión de la bibliografía en materia de Evaluación.

Es decir, la codificación del corpus único21

y su posterior análisis.

19

Formada por 30 organismos públicos catalanes: http://www.ivalua.cat/generic/static.aspx?ID=534&

(acceso:22/01/2014) 20

Para ampliar información véase: http://www.ivalua.cat/generic/static.aspx?id=1002 (acceso:

22/01/2014) 21

Corpus compuesto por la bibliografía en materia de Evaluación y de Institucionalización, así como por

el material del trabajo de campo al realizar las entrevistas focalizadas (transcripciones y anotaciones).

40

3.1 como modelo de institucionalización de la

evaluación de políticas públicas.

Analizar la Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas a

través del caso de Ivàlua, ha supuesto la revisión de referencias bibliográficas en

materia de Evaluación y el desglose de las transcripciones de las entrevistas focalizadas

realizadas. La codificación de todos los registros obtenidos se desarrolló mediante la

adjudicación de relevancia a estudio: el proceso de Institucionalización.

La realización de la codificación abierta (open coding), ha permitido identificar

las dimensiones centrales del análisis del proceso de Institucionalización y, por lo tanto,

del estudio de caso de Ivàlua. Cinco son los códigos que se han considerado necesarios

para fomentar el proceso de Institucionalización de la Evaluación en las

Administraciones Públicas. La siguiente codificación, llamada axial (axial coding), ha

permitido identificar las relaciones entre los códigos abiertos agrupándolos en dos fases

dentro del proceso de Institucionalización de la Evaluación. Y, por último, el desarrollo

de la categoría central (selective coding) dada por las relaciones anteriormente

mencionadas y que se explicarán a continuación.

Como se ha mencionado anteriormente (vèase pág. 24), se han detectado dos

fases en el proceso de Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas.

La primera fase (primera axial coding), llamada “Institucionalización ex ante”

refleja los primeros pasos de la Evaluación hacia su Institucionalización. Esta fase se

compone de dos pasos básicos (open coding): la integración de la Evaluación dentro de

la gestión pública, por un lado, y la estabilidad de la misma, por el otro.

Referente a la integración de la misma, de una manera sistemática en la gestión

pública (primer open coding), se puede observar a través de los discursos de las

personas informantes clave, que existe tanto interés por la evaluación como instrumento

de mejora como interés por ensayar fórmulas novedosas para incluir la evaluación en la

cultura administrativa.

En primer lugar, se destaca la composición propia de Ivàlua. Composición que

las diferentes personas entrevistadas definen de la siguiente manera:

<<Ivàlua es una institución bastante original. Lo es por su arquitectura institucional,

como por la misión que tiene. Porque en el entorno internacional lo que normalmente

encontramos son entidades que están adscritas a un poder del Estado. Normalmente, al

Ejecutivo, a veces al Parlamento. A veces, conviven entidades de evaluación con los dos,

eh? Aquí, en cambio, nos encontramos con un consorcio público que incluye dos niveles de

41

Administración – regional y local- y, que además, incorpora Universidades e incorpora

agentes sociales, además de la Fundación Bofill…>> Entrevista-Dirección.

<< (...) aceptando que es necesario evaluar lo que hacemos (...) cómo transitar hasta aquí,

¿no? Entonces, la fórmula ésta de crear un observatorio participado por un conjunto de

instituciones, me parece una buena fórmula. >> Entrevista-Administración I.

<< (…) es novedoso el encaje institucional del Instituto vía consocio público de las

Administraciones, Universidades y agentes sociales. Ahora bien, ¿quién manda? Pues, no

somos del Gobierno pero tampoco somos totalmente independientes. >> Entrevista-

Analista II.

En segundo lugar, se destaca como un instrumento muy valioso del proceso de

integración la forma mediante la cual Ivàlua establece sus relaciones con las diferentes

Administraciones y entidades a la hora de realizar las evaluaciones: el convenio. El

convenio, tal y como es definido por las personas informantes, consiste en:

<< (…) hemos evitado actuar como proveedores de la Administración. (…) pensé que la

vía del contrato no era la adecuada sino que debíamos actuar vía convenio, ¿eh? Para

situarnos al mismo nivel que las Administraciones como un socio, ¿eh? Que, con la

contraparte administrativa, se pone a hacer un proyecto común. Una evaluación debe ser

un proyecto compartido entre la Administración competente del programa a evaluar y, en

este caso, pues Ivàlua. A los dos nos interesa promover la evaluación de ese proyecto y

debemos colaborar necesariamente para que salga bien. >> Entrevista-Dirección.

<< A través del convenio no somos ni proveedores, ni clientes. Se refuerza el papel de

evaluadores ya que se vehicula una colaboración a través del convenio ya que el

presupuesto lo permite. Es decir, la Administración aporta un 80% del presupuesto para

poder realizar la evaluación e Ivàlua, por su parte, aporta un 20%. Esta vinculación nos

está dando muy buenos resultados y refuerza la calidad de las evaluaciones hechas por el

Instituto. >> Entrevista-Analista II.

La integración de la evaluación dentro de la gestión pública dotará a Ivàlua de

una cierta estabilidad (segundo open coding). Esta estabilidad puede observarse a lo

largo de los diversos discursos de las personas informantes pertenecientes a la

Administración que la dota de partida presupuestaria y que, a su vez, es la

Administración más usuaria de Ivàlua: el Departamento de Economía y Conocimiento

de la Generalitat Catalana. Esta administración considera a Ivàlua como:

<< (…) un instrumento, digamos, de apoyo con toda la política de evaluación de las

políticas públicas de la Generalitat. >> Entrevista- Administración II.

La visión positiva de la Administración hacia la evaluación, hace que se refuerce

la voluntad política de evaluar y, por tanto, supone un apoyo muy importante a la labor

realizada por Ivàlua. Este apoyo es apreciado y sentido por las personas pertenecientes

al Instituto.

<< El Gobierno actual está seriamente comprometido con la evaluación (…)>>

Entrevista-Dirección.

<< (…) el papel de Ivàlua no es un papel de un operador que sólo hace evaluaciones. Lo

que me parecería un papel muy limitado y pienso que no solucionaría los problemas. >>

42

Entrevista-Administración I.

<< El proyecto de Ivàlua, digamos, que puede ser un proyecto muy solvente. >>

Entrevista-Administración I.

<< La misión de Ivàlua es una misión que pienso que está bien enfocada, y en el

departamento donde estoy, el Departamento de Empresa y Ocupación, igual que otros

departamentos de la Generalitat, que somos usuarios, creo que Ivàlua ha de hacer este

papel; no tanto de evaluar nuestras políticas a hacer, que también, pero sobre todo,

digamos, ayudarnos a construirnos a saber el papel de la evaluación: cómo se internaliza

en la organización. Por internalizar quiero decir que entre la nueva consciencia de la

Gestión Pública adecuada, buena y solvente. >> Entrevista-Administración I.

<< (…) no es un objetivo, digamos, depender menos de Ivàlua, sino un poco todo lo

contario: ir reforzando Ivàlua como la Agencia de Evaluación de referencia en

Catalunya.>> Entrevista-Administración II.

<< Este enclave, o posicionamiento, nos dota de una estabilidad que da fuerza a nuestro

trabajo durante los últimos cinco años. Aunque el Instituto ha sufrido recortes del

Departamento de Economía de la Generalitat, se han posicionado como los principales

demandantes de nuestros servicios. >> Entrevista-Analista II.

Se observa, pues, que existe una voluntad política clara por tomar en

consideración la evaluación al integrarla gradualmente, con un uso instrumental, en los

planteamientos de sus programas y políticas públicas. De este modo, se asegura la

estabilidad necesaria para el desarrollo de la Institucionalización de la Evaluación.

Además, tanto su composición como la vinculación vía convenio, como más tarde se

comentará, no se consideran solamente como mecanismos de entrada dirigidos a la

integración de la Administración, sino que estos mecanismos influyen asimismo en el

resultado final de las evaluaciones. La composición de Ivàlua y el convenio son sus

mayores aportaciones al mundo de la Institucionalización de la Evaluación de las

Políticas Públicas.

La segunda fase del proceso de Institucionalización de la Evaluación en las

Políticas Públicas (segunda axial coding), llamada “Institucionalización On going”

refleja los pasos necesarios para mantener la Evaluación como un instrumento necesario

dentro de la cultura administrativa. Esta fase se compone de tres aspectos básicos (open

coding): la promoción de la cultura evaluadora; la profesionalidad de las personas

analistas; y, por último, la legitimidad del trabajo realizado.

Referente a la promoción de la cultura evaluadora (tercer open coding),

Ivàlua considera la promoción, y también la formación, como bandera de su trabajo y un

signo propio de identidad. Como ya se ha mencionado, la promoción de la cultura

evaluadora, ya sea en las Administraciones públicas como en entidades de todo tipo, es

43

la principal línea de trabajo del Instituto para potenciar la demanda de evaluaciones. Es

decir, explicar qué es la evaluación, para qué sirve y cómo desarrollar un adecuado

trabajo de evaluación, es la tarjeta presentación y de entrada a las Administraciones para

animarles a evaluar e inducir nuevas demandas:

<< (…) Ivàlua se diseña como una institución que está orientada a promover la

evaluación, no tanto a evaluar, todo y aunque también evalúa. >>

Entrevista-Dirección.

<< (...) promover la evaluación ofrece muchísimas más posibilidades porque es,

precisamente, trabajar en sensibilización, en capacitación, en evaluación, pero buscando

siempre un punto de conexión con la Administración (…) >>

Entrevista-Dirección.

<< (…) el papel de Ivàlua no es un papel de un operador que sólo hace evaluaciones. Lo

que me parecería un papel muy limitado y pienso que no solucionaría los problemas. (…)

Su papel fundamental es inocular y, por lo tanto, propagar en las organizaciones públicas

esta necesidad y dar las herramientas necesarias para que la evaluación se pueda ir

incorporando a las organizaciones públicas. >> Entrevista-Administración I.

Dentro de la promoción de la cultura evaluadora se incluyen también temas

relacionados con la formación y con la difusión de los resultados de las evaluaciones

que se van realizando. En materia de formación, las personas vinculadas a la

Administración ven esta labor como una parte fundamental de Ivàlua:

<< (...) elaboración de guías, elaboración de cursos de niveles diferentes, digamos, dentro

de los propios departamentos de manera específica, digamos ad-hoc, (…) de un área

determinada para implantar la evaluación. Todo esto a mí me parece, digamos, la fórmula

correcta para abordarlo. >> Entrevista-Administración I.

<< (…) el proceso de cambio cultural dentro de la organización, ya sea con el apoyo a la

formación del personal. Nosotros detectamos también cuáles son las necesidades

formativas en temas de evaluación (…) y a través de Ivàlua, pues, organizamos cursos de

formación. >> Entrevista-Administración II.

Las personas del Instituto entienden la formación como una práctica necesaria

para la promoción de la evaluación, pero a la vez como una puerta de entrada a las

instituciones públicas, ya que puede derivar en una demanda concreta de evaluaciones:

<< Hay cursos de introducción o más avanzados, de corte cualitativo o cuantitativo (…)

Además de la oferta regular cursos de Ivàlua se le suma los cursos por encargo: gente de

un Departamento, o de algún Ayuntamiento o Institución, tiene interés, o su equipo, de

saber qué es la evaluación, qué estamos haciendo, en qué consiste (dependiendo del ámbito

que toque), ¿no? Pues, eso nos viene muy bien porque es una puerta de entrada a las

instituciones públicas. >> Entrevista-Analista I.

Por otro lado, la difusión de los resultados de las evaluaciones realizadas es un

tema necesario para fomentar la cultura de la evaluación, que las personas informantes

valoraban como:

<< (…) toda la vertiente de la difusión, de poner en valor que la evaluación no es sólo una

cuestión técnica sino que también tiene una vertiente muy importante, como instrumento

importante de calidad democrática. >> Entrevista-Dirección.

44

<< (…) a parte de la formación, también en la difusión de la cultura de la evaluación

participamos conjuntamente con Ivàlua en Jornadas y Congresos, como asistentes o como

ponentes. >> Entrevista-Administración II.

<< (…) los recursos metodológicos son las guías y la revista de “Avaluació per al bon

govern22

”. >> Entrevista-Analista I.

<< Acciones de difusión que básicamente, pues, seguimos por Jornadas, ¿no?, de temática

diversas: ámbito educativo, social, etc. Y también, junto a las Jornadas, hemos hecho

presentaciones de informes y estudios que hemos ido haciendo durante estos cinco años,

para que la Administración tome consciencia de rendir cuentas ante la ciudadanía. >>

Entrevista-Analista I.

<< Esta función de difusión de los resultados es bastante importante ya que evaluar, como

aplicación práctica, supone la influencia sobre las decisiones de la eficiencia y la

legitimidad de una política pública. >> Entrevista-Analista II.

La profesionalidad de las personas analistas que trabajan en Ivàlua (cuarto open

coding), es un tema clave en el proceso de Institucionalización de la Evaluación. Este

aspecto, junto con el enclave administrativo, eran dos puntos que las personas

informantes valoraban positivamente de Ivàlua. La profesionalidad, como primer paso

hacia la legitimidad, viene definida por la preparación de las personas analistas que

trabajan en el Instituto, así como por el grado de independencia a la hora de realizar su

trabajo de evaluación. Desde Ivàlua, el mensaje sobre la profesionalidad en torno a la

preparación de las personas trabajadoras era el siguiente:

<< Mi experiencia en Ivàlua, claramente, me ha hecho ver que una persona, un evaluador,

sobre todo si estamos hablando de una evaluación de efectividad, ha de ser una persona

con un bagaje investigador importante. Si no, es muy difícil hacer buenas evaluaciones, al

menos aquellas que son metodológicamente más sofisticadas. >> Entrevista-Dirección.

<< Ivàlua tiene un magnífico equipo que ha quedado allí, que es el principal activo del

instituto. Estando ese equipo allí, yo pienso que la continuidad y el seguir potenciando la

evaluación a Catalunya, pues, creo que está asegurada en estos momentos y confío que sea

así. >> Entrevista-Dirección.

Por otro lado, el mensaje en relación al grado de independencia a la hora de

realizar una evaluación estaba muy ligado al instrumento de compromiso con la

Administración: el convenio.

Como se explicaba en el marco teórico, la credibilidad de las evaluaciones, es

decir su legitimidad, reside en una práctica profesionalizada en donde la evaluación se

realice desde entidades que no estén bajo el control de las personas responsables del

diseño y/o la implementación de la intervención a evaluar (Feinstein, 2012a). Es por

ello que junto con la profesionalidad, dentro de la fase de “Institucionalización On

22

Evaluación para el Bueno Gobierno, disponible en http://www.avaluacio.cat/ (acceso: 25/01/2014)

45

going”, el último aspecto a tener en cuenta es la legitimidad (quinto open coding) del

trabajo realizado por el Instituto y, por lo tanto, del propio Ivàlua. En primer lugar,

sobre el trabajo realizado por el Instituto en sus cinco años en funcionamiento, se han

recogido las siguientes afirmaciones:

<< Como hemos trabajado bien los aspectos de sensibilización y capacitación y demás,

pues, nos hemos ido introduciendo en esta orientación más bottom-up y nos hemos ido

encontrando contrapartes implicadas interesadas que se han dejado guiar por nosotros:

sobre cómo debían orientar el trabajo de evaluación, dejarnos acceder a los datos, etc. O

sea, hemos podido sortear la falta de autoridad obteniendo un reconocimiento, no tanto

porque formalmente seamos una Agencia legitimada para evaluar, sino porque el trabajo

que hemos hecho está muy bien hecho, bien juzgado y muy bien reconocido como un

trabajo de calidad y nos hemos ido legitimando por la acción. No tanto por cuestiones

formales. >> Entrevista-Dirección.

<< (…) inocular las necesidades y, además, ayudarles a poder llevarlas a cabo. Es el

papel básico a realizar, y pienso que Ivàlua lo hace exitosamente. >>

Entrevista-Administración I.

<< (…) se ha hecho un trabajo muy bien hecho y eso hace que la gente les tenga como un

referente de calidad. Eso es muy importante. Que tenga credibilidad con sus evaluaciones,

eso es fundamental. Yo pienso que lo ha conseguido. >> Entrevista-Administración II.

<< (…) el boca-oreja es muy importante. Como antes te he comentado, la confianza que

obtenemos de nuestros socios al realizar una evaluación hace que, normalmente, vuelvan a

realizar más evaluaciones con nosotros y nos recomienden. >> Entrevista-Analista II.

Y en segundo lugar, por la vinculación vía convenio que mantiene un alto grado

de independencia en las evaluaciones. Así pues, Ivàlua se percibe así misma de la

siguiente manera;

<< Por su grado de independencia y por su rigor, fundamentalmente por el trabajo de los

analistas, se puede diferenciar una organización dedicada a la evaluación. Ivàlua es una

entidad autónoma que dice lo que cree conveniente en cada momento. Esa es la virtud. >>

Entrevista-Analista I.

A través de los fragmentos de las conversaciones, se ha pretendido

contextualizar y fortalecer el proceso de Institucionalización de la Evaluación detectado

(categorización principal-selective coding), tanto en el material bibliográfico como en

los discursos de las personas relacionadas con Ivàlua. De este modo, se observa como

Ivàlua cumple todos y cada uno de los criterios establecidos (axial coding y open

coding). Se puede concluir que el Institut Català d’Avaluacions de Polítiques Públiques

(Ivàlua) supone un caso exitoso de Institucionalización de la Evaluación de las Políticas

Públicas. Ahora bien, para poder seguir con su labor de promoción de la Evaluación

dentro de la gestión pública catalana deberá superar los retos que se le proponen desde

su comienzo, así como potenciar las características tan novedosas que lo conforman.

46

3.2 La institucionalización de la evaluación: aportaciones y

potencialidades vs dificultades y retos

El modelo de Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas

expuesto a través del caso de Ivàlua, muestra una serie de puntos fuertes y débiles a

tener en cuenta. A continuación, se expondrán las aportaciones de Ivàlua al mundo de la

Institucionalización de la Evaluación, así como las dificultades que se le plantean. Para

ello, fragmentos de las entrevistas focalizadas serán utilizados para contextualizar y

esclarecer los elementos a explicar.

Las aportaciones que realiza Ivàlua como modelo de Institucionalización de la

Evaluación de las Políticas Públicas son, principalmente, dos: su composición y la

vinculación de trabajo escogida, el convenio.

Su composición es una situación novedosa en el ámbito de la

Institucionalización de la Evaluación: el encaje institucional a través de un consorcio

público23

, dotado de personalidad jurídica propia, constituido por diferentes niveles de

la Administración además de diversas instituciones públicas y del tercer sector. No sólo

su composición resulta una aportación innovadora, la vinculación para la realización de

evaluaciones mediante convenio es, sin duda, un aspecto a destacar y potenciar.

Retomando las declaraciones anteriormente citadas,

<< A través del convenio no somos ni proveedores, ni clientes. Se refuerza el papel de

evaluadores ya que se vehicula una colaboración a través del convenio, ya que el

presupuesto lo permite. Es decir, la Administración aporta un 80% del presupuesto para

poder realizar la evaluación e Ivàlua, por su parte, aporta un 20%. Esta vinculación nos

está dando muy buenos resultados y refuerza la calidad de las evaluaciones hechas por el

Instituto. >> Entrevista-Analista II.

La vinculación entre Ivàlua y los demandantes de evaluaciones a través del

convenio asegura una relación colaborativa, no contractual, reforzando la calidad de la

evaluación a realizar y la legitimidad de la misma.

Junto a las aportaciones que brinda el modelo Ivàlua de Institucionalización, se

pueden destacar también dos potencialidades que el Instituto encontrará en su futuro.

23

Consorcio formado por la Generalitat Catalana, a través del Departamento de Economía y

Conocimiento, como primer nivel de la Administración y la Diputación de Barcelona representando al

nivel de la Administración local; la asistencia experta de la Universidad Pompeu Fabra y del Consejo

Interuniversitario de Cataluña; el Instituto a través del Consejo de Trabajo Económico y Social de

Cataluña (CTESC); y, por último, la Fundación Jaume Bofill representa a las entidades sin ánimo de

lucro.

47

La primera de ellas, viene de la mano del nuevo Presidente de Ivàlua, Frederic Udina el

también director del Instituto de Estadística de Catalunya, quien tiene un proyecto de

creación de un sistema de producción estadística que, de aplicarse, mejorará la

evaluabilidad de las políticas públicas de Catalunya. La segunda potencialidad que

beneficiaría a Ivàlua es el llamado Acuerdo de Gobierno de la Generalitat Catalana, de

naturaleza normativa, el cual obliga desde el año 2011 a que aquellos proyectos que

superen una dotación de 10 millones de euros realicen un informe de impacto

económico y social de su implantación. Aquí el papel de Ivàlua sale reforzado ya que:

<< (…) para nosotros, pues, Ivàlua entonces es un apoyo (…) técnico de este proceso de

implantación de la generalización de la evaluación económica a toda la, a todo el grueso

de la Generalitat Catalana. >> Entrevista-Administración II.

Ante este panorama de oportunidades, cabe recordar la profesionalidad de las

personas que trabajan en Ivàlua, como un punto fuerte más a añadir a esta lista.

En cambio, las dificultades que Ivàlua encuentra a la hora de aplicar su modelo

de Institucionalización de la Evaluación de las Políticas Públicas son, principalmente, la

reducción o limitación presupuestaria que han sufrido en los últimos años, por un lado;

y, el tamaño de la propia institución, por otro.

En el momento económico actual, la reducción presupuestaria en cualquier

ámbito de las Administraciones es un hecho constatable. Ivàlua no ha sido ajena a este

proceso, pero pese a que ha notado la reducción de su partida presupuestaria, este

recorte no ha comportado una importante limitación de sus capacidades evaluadoras.

Ahora bien, como explica una de las personas informantes vinculada a la

Administración:

<< (…) las finanzas de la Generalitat son las que son, por lo tanto, eso, bueno, pues yo

diría que obliga a un proceso de desaceleración de ciertas dinámicas. >>

Entrevista-Administración I

La segunda dificultad que encuentra Ivàlua en el desarrollo de sus actividades es

su propio tamaño. A continuación, se exponen los fragmentos discursivos más

característicos sobre este hándicap:

<< (…) hoy en día, tiene pocos recursos. Hay poca gente, hay pocos analistas. (…) están

súper especializados en temas concretos y, claro, dentro de la Generalitat hay multi-

políticas (…) >> Entrevista-Administración II.

<< (…) no quiero decir que la Agencia se deba dotar de una superestructura, si no que

puede ser, pues, que tenga que hacer más evaluaciones propias, y hacerlas con recursos

internos o mediante una red con las Universidades. Lo único es que tenga todos los

recursos dentro, ¿no? >> Entrevista-Administración II.

48

<< La debilidad de Ivàlua es su tamaño. Somos un equipo de profesionales analistas muy

pequeño especializado en pocas áreas. >> Entrevista-Analista II.

Por último, el trabajo de investigación realizado ha permitido también identificar

los retos que se le plantean a Ivàlua en su futuro. Por un lado, la búsqueda de palancas

para acelerar la integración de la evaluación en la gestión pública; y, por otro lado, la

falta de autoridad que se puede llegar a derivar por la composición del consorcio

público.

Para afrontar la lenta integración de la evaluación en la gestión pública catalana,

desde Ivàlua se plantean la búsqueda de mecanismos que puedan acelerar este proceso

de integración. La visión de las personas que integran, o integraban, Ivàlua sobre este

reto es la siguiente:

<< La Administración catalana era y es una Administración aún bastante burocrática.

Bastante burocrática con algunas unidades con una cultura ya más de New Public

Management gerencialista pero, en gran parte, es una Administración muy Antigua y muy

orientada a... vacía de una cultura genérico-administrativa. (...) Por lo tanto estaba muy

claro que si nos poníamos directamente a querer evaluar, nos íbamos a encontrar unas

barreras muy importantes para poder avanzar. Barreras de todo tipo: barreras de cultura;

barreras administrativas, tanto en los cargos públicos y los propios funcionarios; barreras

en cuanto a las condiciones técnicas necesarias para poder evaluar, disponibilidad de

datos (…) >> Entrevista-Dirección.

<< Se empieza a consolidar un interés bastante estructurado por la evaluación, sobre todo

en el caso de las políticas de ocupación. Y en esta Agencia embrionaria, el reto es cómo

hacerlo avanzar. >> Entrevista-Analista I.

<<lo más crucial es que haya algún tipo de presión externa que puede venir de la mano de

la financiación. Quiero decir, que a parte del dinero que llega del departamento (…) pidan

este tipo de análisis. A veces, esta palanca de fuerza viene de fuera: de la Unión Europea,

sobre todo en el campo de las políticas activas de empleo, dónde la presión viene de la

Comisión Europea. Esto exige que gente de Catalunya y del resto del Estado, empiecen,

pues, a relacionarse de manera activa con la evaluación. >> Entrevista-Analista I.

El segundo reto identificado, tras la realización del estudio de caso, versa sobre

una aportación que Ivàlua hace al ámbito de la Institucionalización de la Evaluación: la

composición del consocio público. Esta composición, según las personas implicadas en

Ivàlua, entraña un riesgo ya que podría llegar a derivar en falta de autoridad debido a la

carencia de un anclaje institucional claro:

<< No estamos adscritos a la Generalitat, ni estamos adscritos a la Diputación de

Barcelona, ni somos tampoco un centro de investigación bajo el paraguas de una

Universidad. Somos una cosa diferente, y eso puede comportar un déficit de autoridad,

¿eh? No somos nosotros quién para evaluar nada si la otra parte no se deja, ¿eh? Por lo

tanto, hemos trabajado siempre por intentar inducir la demanda de evaluaciones. No

hemos podido imponer evaluaciones porque tampoco pensábamos que fuese lo adecuado.

>> Entrevista-Dirección.

49

Este conjunto de factores, positivos y negativos, es el escenario con el que

Ivàlua, junto con su nueva dirección y presidencia, deberá lidiar para promover la

evaluación en la gestión pública catalana y seguir avanzando en su institucionalización.

50

CONCLUSIONES

Al objeto de analizar la Institucionalización de la Evaluación de Políticas

Públicas en las Administraciones del Estado Español, se ha realizado un breve estudio

de caso sobre el que se considera un modelo novedoso: el Institut Català d’Avaluació

de Polítiques Públiques (Ivàlua); siendo éste el objetivo del trabajo de fin de máster

realizado. Para ello era necesario, en primera instancia, asociar la teoría de la

Evaluación de las Políticas Públicas en torno a la Institucionalización de la misma, para

profundizar en el conocimiento de la gestión de la Evaluación por parte de dicho

Instituto. Gestión explorada a partir del desglose de las transcripciones de las entrevistas

focalizadas realizadas.

La codificación de los registros obtenidos permitió abordar el análisis el objeto

de estudio de caso: el proceso de Institucionalización de las políticas públicas a través

de Ivàlua. Una vez detallado el proceso, se han expuesto las potencialidades,

dificultades y los retos de futuro identificados igualmente en el discurso de las personas

implicadas en el desarrollo de Ivàlua.

En base al análisis de la Institucionalización de la Evaluación de Políticas

Públicas en las Administraciones catalanas a través de la labor de Ivàlua, se han

detectado las contribuciones que éste modelo de gestión aporta a los problemas a los

que se enfrenta la Institucionalización de la Evaluación de Políticas Públicas y como se

recoge en la revisión teórica con la que se inicia este trabajo de fin de máster.

La Institucionalización de la Evaluación de Políticas Públicas se enfrenta a dos

factores que ralentizan su desarrollo: el bajo nivel de cultura evaluadora instaurado en

las instituciones públicas (si es que lo hay), por un lado; y, el encaje institucional, el

lugar que ocupa el organismo encargado de realizar las evaluaciones de las Políticas

Públicas dentro del complejo entramado institucional.

En primer lugar, como anteriormente se ha especificado, una condición esencial

para la introducción de la Evaluación de Políticas Públicas en las Administraciones de

cualquier Ejecutivo es la existencia de una cultura evaluadora en las mismas. Es decir,

el reconocimiento por parte de las Administraciones de que la Evaluación es un

instrumento legítimo de rendición de cuentas ante la ciudadanía y, por tanto, un síntoma

51

de calidad democrática. Ahora bien, para que se introduzca la cultura evaluadora en el

seno de las Administraciones de necesitará de un cambio cultural radical en la gestión

de la misma (hacia la New Public Management), el cual tiene que ir acompañado de una

voluntad política respaldando la evaluación. Ivàlua, desde su creación en el 2006, ha

hecho del fomento de la cultura evaluadora, su bandera. Conscientes de las barreras que

supone la falta de una cultura evaluadora en las Administraciones, han trabajado muy

especialmente en la promoción de la Evaluación a través de la formación y la difusión

de los resultados de las evaluaciones que se van realizando, todo ello como

instrumentos de inoculación de la evaluación en las Administraciones.

En segundo lugar, el enclave institucional que adquiere aquel organismo

encargado de realizar las evaluaciones de las Políticas Públicas puede suponer un

problema. Como ya se ha detallado, muchas de las experiencias existentes tienden a

ubicar al órgano evaluador dentro del poder Ejecutivo o en el poder Legislativo, o

incluso en ambos. Este enclave puede llegar a desarrollar tres situaciones que van en

detrimento de la evaluación: en primer lugar, la obligación de evaluar puede derivar en

una concepción negativa de la evaluación si no se refuerza, al mismo tiempo, la

promoción de la Evaluación y la formación; en segundo lugar, puede llegar a derivar en

falta de independencia en la realización de las evaluaciones con consecuencias

desfavorables en la objetividad que la actividad evaluadora necesita; y, en tercer lugar,

puede dañar la legitimidad de las evaluaciones realizadas y, por lo tanto, del propio

organismo evaluador. Ivàlua, supera estas tres situaciones gracias a dos elementos. El

primero de ellos es su novedosa composición, su particular enclave institucional vía

consorcio público con personalidad jurídica propia. Pese a que este enclave pueda

derivar en una falta de autoridad en un ambiente reacio a la integración de la evaluación

en las Administraciones, el Instituto trabaja, de manera muy intensa, la línea de

promoción, la formación y el desarrollo de una cultura evaluadora para cambiar (poco a

poco) la cultura administrativa. Este enclave, junto con la vinculación vía convenio de

colaboración para la realización de las evaluaciones en las Administraciones, derrumban

el prejuicio de la falta de independencia en la realización de la evaluación. Evitar la

relación contractual y, por lo tanto, de proveedor, sitúa a demandante y evaluador en el

mismo plano: socios de mutuo acuerdo, con un acuerdo de colaboración. Acuerdo que,

sumado con la labor del personal cualificado y profesional de Ivàlua, hacen de su

trabajo (sus evaluaciones) una referencia en cuando a calidad en materia de evaluación.

Es decir, su propio trabajo les legitima.

52

A lo largo del presente trabajo se han establecido las bases para el posterior

estudio sobre el proceso de Institucionalización de la Evaluación de Políticas Públicas a

lo largo del Estado Español, queriéndose ampliar la muestra de las Agencias

evaluadoras a investigar, así como la realización de una mayor profundización de la

gestión evaluadora estatal. A través de una real Institucionalización de la Evaluación de

Políticas Públicas se puede alcanzar la transparencia en la gestión administrativa,

actualmente tan aclamada por la ciudadanía.

53

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