la fe

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La Fe ÍNDICE Gradualidad de la fe Contenido de la fe Deberes del cristiano respecto de la fe

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Page 1: La fe

La Fe

ÍNDICE

• Gradualidad de la fe• Contenido de la fe• Deberes del cristiano respecto de la fe

Page 2: La fe

La fe: DefiniciónLa fe es una virtud sobrenatural por la que

creemos en Dios y en su revelación, no con evidencia sino por la Autoridad de Dios, que no puede engañarse ni engañarnos.

• Hemos de aclarar ciertos términos de la definición para evitar errores:• Virtud sobrenatural: Don que Dios hace a todo ser humano para alcanzar la

plenitud.• Creemos en Dios y su revelación: En toda, se nos ha dado plenamente por Jesús y

se ha transmitido inalterable en la historia por la Iglesia.• No con evidencia: Que no sea evidente no significa que no sea racional. La fe es un

don y un misterio pero exige por parte del hombre buscarla activamente y profundizar en su significado por la Razón natural.

• Autoridad de Dios: La mentira es no-Dios. Si Dios nos mintiera no sería Dios.

Page 3: La fe

Tengo fe en Dios ¿Qué tengo?

Page 4: La fe

Origen de la Fe

FE: Don

de Dios para todos

Deseo en la persona

Todos queremos más… Felicidad, plenitud, sentido, bienestar,

etc

AménAsí es

Así lo CreoAsí lo Anuncio

Respuesta = la FE• Dios existe

• Camino: Buscar a Dios

Page 5: La fe

Posible Evolución en la feRevelaciones particulares

FE

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Page 6: La fe

La fe: Resumen

– Es siempre un don de Dios. El Espíritu Santo está en nosotros– Fe, en hebreo, es “aman” (amén): estar firme, ser estable y

digno de confianza. – En primer lugar surge como deseo, precisamente de tenerla.

Eso ya es la semilla de la fe. Hay que esperar que crezca.– Posteriormente se convierte en confianza en los testigos, que

nos convencen de su fe en la experiencia– Esta confianza por la experiencia personal se va convirtiendo

en Creencia.– A algunos Dios les hace una revelación personal que deja lo

creído sin ninguna duda. La llamamos en este punto certeza. – Ahora la fe nutre a la esperanza y ambas engendran el amor.

Page 7: La fe

La fe: ContenidoEl contenido central de la fe es

Jesús, el Señor. Por Él hemos conocido el resto de la revelación de Dios

que resumimos:• En el credo, breve resumen de la fe:

• Creemos en la unidad de Dios y la trinidad de personas divinas : Padre, Hijo y Espíritu Santo.

• El Hijo se encarnó y murió y resucitó, realmente en la historia• La fe se vive en una comunidad: la Iglesia, el grupo de los discípulos-testigos

de Jesús. • Creemos en la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la

resurrección de la carne y la vida eterna.

• En la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición, que es aclarada por el Magisterio en los diversos concilios y por los diferentes dogmas.– Los mínimos de la fe vienen recogidos en el CATECISMO DE LA

IGLESIA CATÓLICA.

Page 8: La fe

Ejemplos de la fe

Page 9: La fe

Deberes del Cristiano para con la fe.El cristiano, que recibe la fe en Jesús, debe seguir acrecentándola y

cuidándola, teniendo muy en cuenta que la fe es el motor del discipulado y de la acción caritativa.

• Responder a la llamada de Dios: Adecuar mi libertad a la llamada y voluntad de Dios

• Ilustrar la fe: para tener buen fundamento, debemos buscar las razones de nuestra fe, y que así no se sea algo ciego.

• Defender la fe: Frente al laicismo y la cultura actual, porque van en contra del ser humano y del plan de Dios.

• Comunicar la fe: Es el mandato de Jesús de dar testimonio y predicar

• Vivir de acuerdo con la fe: ser coherentes, no ser hipócritas

El Espíritu Santo actúa y nos ayuda en todo esto.

Page 10: La fe

Fin de la presentación

Page 11: La fe

Porta Fidei 13 - Benedicto XVI

Durante este tiempo [año de la fe], tendremos la mirada fija en Jesucristo, «que inició y completa nuestra fe» (Hb 12, 2): en él encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano. La alegría del amor, la respuesta al drama del sufrimiento y el dolor, la fuerza del perdón ante la ofensa recibida y la victoria de la vida ante el vacío de la muerte, todo tiene su cumplimiento en el misterio de su Encarnación, de su hacerse hombre, de su compartir con nosotros la debilidad humana para transformarla con el poder de su resurrección. En él, muerto y resucitado por nuestra salvación, se iluminan plenamente los ejemplos de fe que han marcado los últimos dos mil años de nuestra historia de salvación.

Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su entrega (cf. Lc1, 38). En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (cf. Lc 1, 46-55). Con gozo y temblor dio a luz a su único hijo, manteniendo intacta su virginidad (cf. Lc 2, 6-7). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes (cf. Mt 2, 13-15). Con la misma fe siguió al Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario (cf. Jn 19, 25-27). Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en su corazón (cf. Lc 2, 19.51), los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo (cf. Hch 1, 14; 2, 1-4).

Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para seguir al Maestro (cf. Mt 10, 28). Creyeron en las palabras con las que anunciaba el Reino de Dios, que está presente y se realiza en su persona (cf. Lc 11, 20). Vivieron en comunión de vida con Jesús, que los instruía con sus enseñanzas, dejándoles una nueva regla de vida por la que serían reconocidos como sus discípulos después de su muerte (cf. Jn 13, 34-35). Por la fe, fueron por el mundo entero, siguiendo el mandato de llevar el Evangelio a toda criatura (cf. Mc 16, 15) y, sin temor alguno, anunciaron a todos la alegría de la resurrección, de la que fueron testigos fieles.

Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad reunida en torno a la enseñanza de los Apóstoles, la oración y la celebración de la Eucaristía, poniendo en común todos sus bienes para atender las necesidades de los hermanos (cf. Hch 2, 42-47).

Por la fe, los mártires entregaron su vida como testimonio de la verdad del Evangelio, que los había trasformado y hecho capaces de llegar hasta el mayor don del amor con el perdón de sus perseguidores.

Por la fe, hombres y mujeres han consagrado su vida a Cristo, dejando todo para vivir en la sencillez evangélica la obediencia, la pobreza y la castidad, signos concretos de la espera del Señor que no tarda en llegar. Por la fe, muchos cristianos han promovido acciones en favor de la justicia, para hacer concreta la palabra del Señor, que ha venido a proclamar la liberación de los oprimidos y un año de gracia para todos (cf. Lc 4, 18-19).

Por la fe, hombres y mujeres de toda edad, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida (cf. Ap 7, 9; 13, 8), han confesado a lo largo de los siglos la belleza de seguir al Señor Jesús allí donde se les llamaba a dar testimonio de su ser cristianos: en la familia, la profesión, la vida pública y el desempeño de los carismas y ministerios que se les confiaban.

También nosotros vivimos por la fe: para el reconocimiento vivo del Señor Jesús, presente en nuestras vidas y en la historia.

Page 12: La fe

Carta a Diogneto"Los cristianos no se distinguen de los demás hombres, ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por sus costumbres. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto. Su sistema doctrinal no ha sido inventado gracias al talento y especulación de hombres estudiosos, ni profesan, como otros, una enseñanza basada en autoridad de hombres. Viven en ciudades griegas y bárbaras, según les cupo en suerte, siguen las costumbres de los habitantes del país, tanto en el vestir como en todo su estilo de vida y, sin embargo, dan muestras de un tenor de vida admirable y, a juicio de todos, increíble. Habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho. Viven en la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el Cielo. Obedecen las leyes establecidas, y con su modo de vivir superan estas leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida.Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo.Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida.Los.judíos los combaten como a extraños y los gentiles los persiguen, y, sin embargo, los mismos que los aborrecen no saben explicar el motivo de su enemistad. 

Page 13: La fe

Abrahán

• «Por la fe, Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba» (Hb 11, 8)

• «Sal de tu tierra; y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y serás tú una bendición.( ...) Por ti serán bendecidos todos los linajes de la tierra» (Gn 12, 1-3)

Page 14: La fe

María

«¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»(Lc 2, 34-38)

¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! (Lc 2,45)

Page 15: La fe

Beata Teresa de Calcuta• La imperfección, que está en la esencia de la condición humana, y también la duda, la

falta de certeza. Por eso, si uno ya tenía suficientes razones para admirar a la Madre Teresa de Calcuta, ahora, ante la publicación de sus cartas en el libro recién aparecido Ven y sé mi luz, esas razones vienen a crecer mucho más. Porque dudaba. Sentía que a veces no creía en Dios, una fe que en ella, como religiosa, se supone cerrada e inquebrantable.

Sólo los farsantes se afirman en la certeza absoluta y niegan la duda. Desde lo hondo de una vida entregada a los miserables, esta mujer habla en sus cartas de oscuridad y soledad, los vacíos del alma que también sintieron San Juan de la Cruz y Santa Teresa. La noche de los sentidos. Un estado de tortura para quien siente que no creer es la peor de las frustraciones, desde luego que sus vidas están hechas para creer. Por tanto, frente al gran vacío, no le queda sino el sentimiento de la falsedad y la hipocresía, el rostro del incrédulo debajo de la máscara del creyente; una máscara cuyo peso la atormenta.

• “El silencio y el vacío es tan grande que miro y no veo, escucho y no oigo”.

• «No padre, no estoy sola, tengo su oscuridad, tengo su dolor, tengo una terrible nostalgia de Dios. Amar y no ser amado, yo sé que tengo a Jesús en la unión que no ha sido rota, mi mente está fija en Él y sólo en Él».

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San Isidro y Santa María de la Cabeza• María e Isidro tan sólo tuvieron un hijo. Son varios los milagros que se atribuyen al

santo:• Uno de los milagros más conocidos del santo es aquel según el cual S. Illán, su hijo,

cayó a un pozo muy profundo. Santa María rogó a su marido que lo salvase y al instante el agua del pozo subió milagrosamente hasta el brocal, llevando al niño sobre sus aguas intacto. El pozo se encuentra en la que fue casa de Iván de Vargas, amo de Isidro.

• El milagro de los Ángeles, popularmente, narra como que los ángeles araban el campo mientras que San Isidro rezaba (según las actas de la canonización, Iván de Vargas vió cómo dos ángeles ayudaban a Isidro a arar más rápido tras haberse detenido éste anteriormente a rezar en todas las parroquias por las que pasaba de camino al trabajo).

• Relatos sencillos que presentan en pinceladas el retrato de una familia cristiana, de campesinos trabajadores que, amando a Dios manifiestan su amor al prójimo compartiendo sus bienes con los necesitados.

Ejemplos de otros Matrimonios Cristianos Santos

http://www.autorescatolicos.org/thomaskevinkraft01.pdf

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Mensaje del papa Benedicto XVI para la Jornada mundial de las misiones 2010

“Sólo a partir de este encuentro con el Amor de Dios, que cambia la existencia, podemos vivir en comunión con Él y entre nosotros, y ofrecer a los hermanos un testimonio creíble, dando razón de nuestra esperanza (cf. 1Pe 3,15). Una fe adulta, capaz de abandonarse totalmente a Dios con actitud filial, alimentada por la oración, por la meditación de la Palabra de Dios y por el estudio de las verdades de la fe, es condición para poder promover un humanismo nuevo, fundado en el Evangelio de Jesús”.

“Como los peregrinos griegos de hace dos mil años, también los hombres de nuestro tiempo, quizás no siempre conscientemente, piden a los creyentes, no solo que «hablen» de Jesús, sino que «hagan ver» a Jesús, que hagan resplandecer el rostro del Redentor en cada ángulo de la Tierra ante las generaciones del nuevo milenio”.