losé Marti

excepcional, o la afinidad tempera­mental con la escuela adoptada, lepermitan salir airoso.Las descripciones que conocemos delas \iistintas escuelas, son tambiénbastante insuficientes y generales.No obstante, recogeremos algunas atítulo de ejemplo. La escuela rusa an­tigua es posiblemente la más estu­diada, por su importancia en la his­toria del ballet, y a través de lo quese expresa sobre ella, tenemos ideassobre algunas de las restantes. Se diceque a finales del siglo XIX, bajo ladirección de Marius Petipa, el balletruso alcanza el apogeo de su evolu­ción, de su desarrollo y perfección.Una nueva escuela se funda allí, unaescuela profundamente rusa que uti­liza sin embargo los aportes de todoslos descubrimientos occidentales enmateria de danza y coreografía. Unaescuela profundamente sintética queconcilia la gracia francesa y el vir­tuosismo italiano "con la ardientealma eslava". Del bailarín ruso suelendestacarse varias características, en­tre ellas un gran "ataque", que se hallamado "atletismo clásico", y sus mo­vimientos amplios, generosos. Se dis­tinguen por la elevación y eleganciade sus saltos, las fuertes espaldas y,particularmente las bailarinas, poruna forma bella y fluida en el movi­miento de los brazos. En ·cuanto a ladanza masculina, es notoria su virili­dad y fuerza. Algunos definen la es­cuela rusa esquemáticamente dicien­do que está formada por tres' cuartaspartes de la escuela francesa y unacuarta parte de lá italiana vistas através del temperamento r~so y rea­lizadas de acuerdo con el físico ruso.En el ballet soviético, que partiendo

Injérlese en nuestras repúblieas el mwulo; pero eltro!,co ha di¡! ser de nuestras repúblicas.

jan la resultante histórica del desarro­llo económico y social de un paísdeterminado, su idiosincrasia nacio­nal, el espíritu de su folklore, y lahuella dejada, a través de las épocas,por sus grandes artistas. Las escuelasrecogen, asimismo, las influencias deldesarrollo de la danza mundial, sustendencias y modalidades coreográ­ficas, así CO~O de las grandes corrien­tes del arte en general. Una escuelase forma, generalmente en el trans­curso de varias generaciones, con elaporte pedagógico y la sistematiza­ción de principios realizada por gran­des maestros. Esto permite que inclu­so usando el vocabulario del balletacadémico, y en obras comprendidasdentro de la más rancia tradición,se pueda diferenciar perfectamente lainterpretación hecha por artistas dela escuela rusa antigua, francesa, in­glesa, italiana, soviética o danesa. Lasescuelas están formadas por una seriede peculiaridades, tan difíciles de con­ceptualizar como difícil es describir elmovimiento, pero que nos permitendiferenciar cuándo baila para nosotrosun bailarín inglés o soviético, danéso cubano. Estas características colec­tivas no atentan en ningún caso con­tra la personalidad individual delbailarín, sU estilo personal. Pero através de ellas se imponen cánonesmás esenciales, comunes a todos losbailarines de una escuela. Tambiénocurre el caso, casi siempre con de­sastrosas consecuencias, del bailarínque es entrenado en otra escuela,ajena a su idiosincrasia nacional. Deaquí resulta una mezcla inconexa,una imprecisión de estilo, que dificul­ta al artista encontrar su propio cami­no, a no ser que su individualidad

La literatura sobre danza a nuestroalcance no ofrece una definición rigu­rosa sobre qué debe entenderse porescuela de ballet. Frecuentemente seusa el término como sinónimo de "es_tilo", y distintos autores designan conél cosas diferentes.En esta ocasión designaremos comoescuela de ballet al conjunto de carac­terísticas de estilo, peculiaridadestécnicas y forma emocional propia deproyectarse en la escena, presente entodos los bailarines formados dentrode principios similares, y que refle-

Qué es una escuela de ballet

Pedro SimónA partir de '1964, con motivo del éxitode varias figuras cubanas en el 1 Con­curso Internacional de Ballet de Var­na, comienza a hablarse por la criticáinternacional de la escuela cubana deballet, fenómeno estilístico hasta en­tonces prácticamente desconocido. Enaños posteriores el Ballet Nacionalde Cuba prosigue un desarrollo ver­tiginoso, y exhibe su arte ante públi­cos diversos y exigentes. Sus bailari­nes obtienen medallas en los másfamosos concursos, y la compañía re­cibe galardones en festivales interna­cionales. Esto hace que el prestigio dela escuela cubana de ballet vaya enaumento, y se comente cada vez máslo que Arnold Haskell calificó como"el milagro cubano"; un pequeño país,sin tradición reconocida en la historiadel Ballet, que aporta a ese arte unanueva escuela, reconocible por su es­pecificidad, indiscutible en cuanto asus aportes originales, que se sumapor derecho propio al resto de las es­cuelas existentes, todas ellas formadasen proceso de varios siglos.

LA ESCUELA CUBANADE BALLET

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miento de algo que sospechamos, perocuya entidad desconocemos. Algo ade­más, que no tiene una entidad fija,sino que ha sufrido Un desarrollo yque es inseparable de sus di" dSmanifestaciones históricas. Ese (¿sa­rrollo y esa historia, sin embargo, vandejando una sedimentación aprecia­ble que nos permite ir indicando al­gunos rasgos distintivos de nuestrapeculiar sensibilidad y nuestra acti­tud ante la isla y el mundo."Creemos que muchos de los señala­mientos realizados por Vitier son per­fectamente válidos parjl la danza. Ypodemos identificarnos con sus obje­tivos cuando dice: "yo no aspiro asacar conclusiones absolutas ni a de­cir: lo cubano es esto o aquello, sino.a que seamos capaces de sentirlo opresentirlo, cobrando conciencia desu magia, de su azar y su deseo. Talvez de su destino",La búsqueda de lo cubano ha sidotambién una constante, para muchoscriticas y creadores, en las artes plás­ticas. Guy Pérez Cisneros se planteóel problema hace varias décadas:u • " para que un arte sea nacional

de la escuela rusa agregó nuevas ca­racterísticas (con el trabajo de labrillante pedagoga Agripina Vagáno­va), se habla de las diferencias esti­lísticas entre el ballet de Leningradoy el de Moscú. El primero se señalacomo heredero directo del estilo delballet imperial, más riguroso en latradici"Ón clásica, en tanto que el se­gundo da más importancia a la ex­presión teatral dramática, con algu­nas libertades con reo;pecto a la danzaclásica. En cuanto a la escuela fran­cesa, se insiste en la elegancia y lagran lógica en el desarrollo del deta­lle. También sus bailarines son nota­bles en las vueltas, otorgan granatención a los pies, y manifiestan unaespecie de naturalidad despreocupa­da, con cierto matiz de jactancia, enla parte superior del cuerpo. Una delas peculiaridades de la escuela in­glesa es que, sin demandar grandeshazañas físicas, exige una correcciónperfecta en todo lo que hace. Es unaescuela sobria, límpia y brillante. Laescuela danesa se distingue por subateria y por la rapidez con que hacetodos los pasos de allegro pequeño, "... se empieza a eusenr-el ballet en Cuba can un sentido profesional.. :'. J<ncaracterística también presente en la , ~la f~~o: Josef~,a Méndez.y Aurora Bosch, alumnas de la Academia de Balletescuela italiana. Los daneses poseen Ahcla Alonso en los anos 50.un buen salto, y en el aspecto inter-' zo más importante lo constituye Lopretativo, sus bailarines suelen ser cubano en la poesía, libro donde elmimos extraordinarios. Otro detalle poeta y critico Cintio Vitier se pro­de la escuela danesa es la manifiesta puso "indicar la presencia, la evolu­superioridad de las figuras masculi- ción y las vicisitudes de lo especifica­nas, que generalmente son además, mente cubano en nuestra poesía".excelentes compañeros de baile. Po- Vitier se plantea, primeramente, quedrian agregarse otros elementos pro- podría decirse que lo cubano en lapios de cada una de las escuelas cita- poesia lo es todo lo que aquí se hadas, pero lo medular, lo verdadera- hecho en ella, porque en cada caso esmente diferenciador, es un fenómeno "manifestación peculiar del hombreexpresivo cuya definición es suma- que la ha hecho, y por lo tanto ex­mente dificil. presión, aunque sea negativa, de su

pais". Pero inmediatamente niegaesto, por considerar que existen valo­res que son internacionales de laépoca y la moda, concluyendo conla afirmación de que usiempre seráprovechoso el intento de ceñir y va­lorar lo que más genuinamente nosexpresa en cada instante del devenirhistórico". Más adelante señala: "Nohay una esencia inmóvil y preesta­blecida, nombrada lo cubano, que po­damos definir con independencia desus manifestaciones sucesivas y gene­ralmente problemáticas, para despuésdecir: aquí está, aquí no está. Nuestraaventura consiste en ir al descubri-

Lo cubano como hecho estético

Antes de referirnos a la "escuela cu­bana", parece lógico que tratemos dedilucidar qué es lo cubano como he­cho estéticó, qué elementos merecental apelativo dentro del arte. La bús­queda de una expresión cubana noes, desde luego, una inquíetud quehaya surgido únicamente dentro delballet. Lo cubano se ha buscádo en laliteratura, en las artes plásticas, enla música. Existen pocos trabajos en­caminados a formular en forma máso menos teQrica este tema. El esfuer-

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... una tarea de selección y asimilación con respecto a otras escuelas". Alicia yFernando Alonso. (Foto: rCAle).

no basta que lo mirado sea cubana; sión mucho más profundo. Esto haráes imprescindible que la mirada sea que los menos avisados no reconoz­siempre cubana y destilla siempre, can como cubanas algunas expresio­con sU propio color, todo aquello en nes que no presentan una trasposiciónlo cual se posa. Es necesario que el directa de lo nuestro.artista cubano tenga el poder de dai'- Críticos de artes plásticas, han bus­le "carta de naturalización" a todo cado lo cubano de nuestros pintoreslo que precisamente, no sea "típica- en la manera especial de encarar unmente cubano". Muy contadas cultu-. color, en la forma característica deras han gozado de ese poder y me apresar la luz, y en otros elementosparece que nosotros no lo tenemos que identifican con un modo de sentiraún. Pero sera solamente cuando -no cubano: "el temperamento cubanosatisfechos con saber que la guanába- está más a sus anchas cuando tienena o la palma son cubanas- podamos entera libertad de manifestar su sen­afirmar con toda seguridad que este sualismo enamorado de los colorescaballo arabe. esa montaña suiza O puros, de las formas femeninas, de lasaquel puentecilla chino han sido vis- líneas barrocas y de todo lo que hala­tos por ojos cubanos que habremos ga la vista y crea atmósfera dioni­logrado el más alto privilegio a que síaca". "El genio cubano se manifiestapuede aspirar un país: tener una sobre todo por un gusto evidente decultura en la cual lo nacional y lo la estructura clara y sencilla, perouniversal están tan íntimamente fun- sobre la cual gusta de aplicar un or­didos que distinguirlo resulta imposi- namento riquísimo." "La eleganciable." De estas interesantes observacio- puede considerarse una característicanes podemos concluir que lo cubano cubana, heredera cultura1mente de lo~

por el tema no es lo que necesaria- numerosos colonizadores andaluce$mente nos da un arte profundamente que vinieron a Cuba. Es la misma ele­nacional, ya que este carácter nos gancia temperamental que encontra­será dado por un proceso de aprehen- mas en Martí y en la mayoría de

nuestros creadores. El cubano, en ge­neral, es grácil y ligero. Sus procesosmentales son .rápidos. Todo esto esexpresión de condiciones culturales,sociales y geográficas."En el campo de la música, lo nacio­nal se debate sobre todo dentro delespinoso tema del folklore. En su en­sayo "Del folklorismo musical", AlejoCarpentier, contra los defensores deun folklorismo a ultranza, afirma queel acento nacional debe brotar de"dentro para afuera", y cita grandesejemplos universales, como lo francés'en Debussy. Es decir, que ese acentose encuentre en el temperamentopropio, en el modo peculiar de expre­sarse, producto de la acción de lasherencias culturales y étnicas. Carac­terísticas profundas entrañables, enla obra de creadores aefinidos por unanacionalidad. Con base en esto, locubano no debe buscarse en la utili­zación del dato directo del folklore,ni en un perfil estilistico determina­do, sino en una manera de ser, unaactitud, que esté presente aÚn en lasobras orientadas hacia las búsquedasde apariencia más remota.

Lo cubano en la danza teatral

La búsqueda de una expresión cubanaen la danza teatral ha estado presenteen los más importantes conjuntos dedanza que han existido y existen ennuestro país. Además del Ballet Na·cional de Cuba, debe citarse la activi­dad de coreógrafos y profesores comoAlberto Alonso, Ramiro Guerra y LuisTrápaga, que en distintos grupos, pordiferentes caminos y con resultadodiverso, han incursionado en estecampo. En esta ocasión nos detendre­mos en el trabajo del Ballet Nacionalde Cuba, sin que ello suponga que novaloramos otros esfuerzos.El movimiento de ballet en Cuba esrelativamente joven, si tenemos encuenta los siglos de tradición con quecuentan otros países. En el siglo XIXpuede encontrarse la visita"frecuentede compañías europeas de baile, el es­treno de algunas de las más importan­tes obras del repertorio de la danzatradicional (poco tiempo después desu estreno mundiál), y la presenciade Fanny Elssler, uno de los grandesmitos del ballet romántico. Ya ennuestro siglo, Anna Pávlova actúa

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llet moderno norteamericano, junto afiguras como Agnes de Mille, JeromeRobbins, Geor.ge Balanchine, EugeneLoring y Michael Kidd. También tra­bajó etirectamente con Mijaíl Fokin,y con el inglés Anthony Tudor.

ALICIA ALONSO: los inicios dela escuela cubana de ballet nofueron algo consciente. no fue quetratáramos de hacerlo. Fue cues­tión de gusto. En primer lugar,yo bailaba diferente Que el restode las bailarinas Que tenia a milado, muchas de las cuales eran,por cierto, muy buenas. Pero yoera diferente. Los mismos pape­les yo los hacía distintos. No po­díamos analizar por qué. Y Fer­nando bailaba diferente también.Los dos empezamos a analizarpor Qué éramos diferentes ennuestro baile, y concluimos Quenuestro gusto artístico era otro.Entonces fue cuando decidimoscrear en Cuba una academia deballet, porQ ue al principio éramosmuy jóvenes, e intentamos crearuna compañía, sin tener primeroel lugar donde formar los baila·rines. de donde nutrimos. La aca­demia la hicimos en 1950. can unanálisis que habíamos hecho dela escuela de un italiano en quehabíamos estado, y la experien­cia adquirida con profesores rusosemigrados y profesores ingleses(especialmente de la escuela deCecchetti). De todos ellos toma­mos lo que nos gustaba a nosotrosdesde el punto de vista artístico,10 que opinamos que era de más'valor para traerlo a la escuelacubana. Y todo lo que se escogiófue de acuerdo con las condicio­nes que teníamos de clima, decarácter, de constitución física ygusto, gusto particular artístico.Eso va ocurriendo lentamente, seva haciendo más consciente, se vateniendo la idea clara de no hacertal cosa en tal forma, porque deesta otra forma es más bonita, seve mejor, se adapta más a noso­tros. Todo empezó con Fernandoviéndome bailar a mí y notandoque bailaba diferente, y despuésconversando con él y discutiendo.Porque la técnica básica es lamisma en todas partes del mun­do, pero se trata del acento Quele damos a diferentes cosas y laimportancia Que le damos a otras.Es un criterio que se forma porproblema de raza (1a mezcla dela herencia española y africana),por crianza, por educación, portradición cultural. La fundaciónde nuestra academia de ballet tie­ne importancia porque a partirde ella, se empieza a enseñar F'"

ballet en Cuba con un sentiaprofesional, cosa Que no se hacía.

en la Sociedad Pro-Arte Musicalj

donde se estudiaba el ballet comoadorno. Y además, se empieza aenseñar de acuerdo a una idio··sincrasia, a una forma de hacerdistinta, que es lo Que va a cul·minar, con los años, en lo queahora llamamos la escuela cuba·t'I.8 de ballet. Fuimos ¡::-asando todop.. " un tamiz. cada vez más ymás, hasta Que llegamos a la es­cuela cubana de ballet. Y ¿por­qué llegamos a la escuela cubanade ballet? Hay dos procesos: uno,el desarrollo de nuestro Rusto yla afirmación en él, y el otro, porlas ventajas que trajo el triunfode la Revolución, que permitióque nos Dudiéramos dedicar com~

pletamente a eso. Mas, escogera los alumnos desde niños, esco­ger varones, porque antes nadamas teníamos mujeres, productode los prej uicios ...

La escuela cubana de ballet persigueun arquetipo, un modelo ideal de bai­larin, que se pone como eterno obje­tivo a conseguir. Ese patrón imagina­rio se constituyó de acuerdo a lasensibilidad cubana, a nuestro sentidode la belleza, reuniendo en si todoslos elementos de otras escuelas que seconsideraron idóneos para nosotros.Toda una gama de escuelas y estiloscoreográficos, fueron estudiados conun sentido critico y selectivo por Ali­cia y Fernando Alonso, quienes supie­ron transformarlos y enriquecerlospara crear una nueva modalidad esti­lística, estrechamente vinculada a lascondiciones del bailarín cubano, susnecesidades expresivas y su formapeculiar de concebir la belleza dentrode la danza. Cuando se analizan in­fluencias, se suele señalar, por ejem­plo que la escuela cubana se acercaa la italiana en la gran rapidez delmovimiento de los pies; a la inglesa,en la limpieza técnica, en el precio­sismo; a la francesa, en la esponta­neidad; y se identifican las influen­cias de la danza norteamericana enla utilización de algunos recursosde la danza-moderna.

ALICIA ALONSO: ¿Quiere quele diga al~unas cosas que se no­tan físicamente en la escuelanuestra? Pues por ejemplo, lalínea en el arabesque, la posicióndel cuerpo, de las piernas y delos brazos. La tapidez de los pies,especialmente en las mujeres, larapidez del movimiento de lospies en los batidos, en un entre­chat, en todo. La limpieza de

línei:l, el respeto a las posiciones:.3. quinta, la segunda. la cuarta;cuando se hace una posición setiene Que ver clara, muy limpia.Pero hay algo Que hace muchoefecto en los concursos de balleta los que van nuestros bailarines,y es el baile de dos, los pas dedeux de hombre y mujer. el sen·tido que le damos nosotros, laimportancia de los dos. O sea, quela mujer le está bailando a él yel hombre a ella, y durante el pasde deux hay una conexión con­tinua, como si fuera una conver­sación entre los dos. Pues la ten­dencia en otros lugares es Que élla sujeta, la lleva, hacen vueltas,pero no se siente Que están bai­lando el uno para el otro. sinoQue están bailando los dos parael público. Eso es algo Que hemosconseguido, y que llama la aten­ción en todas partes. Esto lo habíatrabajado yo mucho tiempo confgor Youskevitch. y 10 hemosaportado al ballet de Cuba. Otracosa son los balances. la sensaciónde que, de buenas a primeras,una bailarina se queda sin mover­se en una posición. Y además, laforma de hacerlos. siempre haciaarriba. porque el acento de nues­tro baile es todo hacia arriba. Haytres formas de bailar: abajo, enténninos medios y arriba. Noso­tros bailamos arriba· completa­mente, con una especie de acentoflotante.

El arabesque de la escuela cubana esderecho, y nace de la flexión del tron­co, utilizando la espalda con másflexibilidad que en la escuela norte­americana. El attitude es completa­mente cuadrado, colocándose la rodi­lla a la misma altura que el pie; sediferencia mucho del attitude sovié­tico, en este aspecto. En cuanto algiro, se acusa una marcada tendenciaal pirouette lento. Fernando Alonsoaplica al giro dos leyes tisicas, opo­niendo la fuerza centrípeda a la fuer­za centrífuga, valiéndose de .m ejebásico, desde la cabeza, la correctacolocación de la espalda, a los pies,para asegurar la mayor estabilidaddel pirouette. Habiendo analizado pre­viamente que una de las .cualidadesdestacables en el físico cubano, es lapropensión al giro, lo ha ¡¡uesto alservicio de la danza, figurando comouna de las propiedades de la escuela.La limpieza de la~ posiciones, la elas-.ticidad en el empeine, la agilidadpara ejecutar los pequeños pasos, larapidez de las baterías, son el aportede la escuela italiana. En la utiliza-

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ción de los port de bras hay unafusión de las escuelas inglesa y sovié­tica. Pero la colocación de los brazosestá más cerca del estilo norteameri~cano, buscando no obstante, la redon­dez del antebrazo a los dedos. Es unapreocupación inherente a la escuelacubana de ballet, que en la proyeccióndel bail\: no se sacrifique la interpre­tación a expensas de detalles exter­nos. La pantomima que usa el balletcubano en las obras del siglo pasadono es formalista, tradicional, sino queestá imbuida de una mayor frescura,con elementos teatrales de más actua­lidad. Las pantomimas se hacen ade­más, lo más bailadas posible, y "~san­do todo el cuerpo". Se han rechazadolas formas estereotipadas, mecánicas.En ello influyó, probablemente, elhecho de que la compañía interpretatambién repertorio moderno.

FERNANDO ALONSO: yo nocreo que nosotros transformamoslos p890S que heredamos de latradición, lo que hacemos es apli­carlos en una forma específica,yendo a buscar la pureza del pasoen si (hablamos del paso, no dela interpretación>' Nosotros no lehemos añadido cosas nuevas a lotécnico, al academici.\mo. Senci­llamente hemos interpretado delas diferente9 escuelas, una fo'rmade bailar. Y seleccionando deellas lo que más nos ha I{ustado.los elementos Que más interesan­tes nos parecían de cada una deellas, sin dejar que ,*na influyerademasiado sobre la otra. hasta elpunto que esta última se perdie­ra. Yo creo que ha 5i,\0 el resul­tado de todas tas escuelas exis­tentes; yo no creo que \sea algúnfenómeno especial, sino exacta­mente 10 que ha pasado en todoslos lugares. El aporte que ha he­cho la escuela cubana de balleta la danza es un problema deacento, de expresión de la sensi­bilidad cubana. Esto está sujetoal proceso de asimilación, de d'e­sarroHo. El acento de lo cubano.pues, se vuelca en la danza clá­sica y le imprime su sello. Enotros tiempos estos acentos en lasdiferentes naciones eran muchomás notables, porque habia undistanciamiento mayor. Hoy hayuna mayor interrelación en elcampo del art~.

ALICIA ALONSO: lo cierto esque en las distintas etapas de laescuela cubana de ballet, yo hesido el modelo. O sea, Fernandoha experimentado en mí, yo hesido su "conejillo de Indias". Seme ha preguntado con frecuencia

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cuál es el aporte de mi personali­dad como bailarina a la escuelacubana de ballet. Creo Que sí,Que ha jugado un papel de sumaimportancia. ¿Por qué razón?Pues porque usted sabe que el ar­te de la danza entra por los ojos.y como he dicho antes, el gusto deFernando se formó en parte conlo que me' veia bailar. Y tenerun modelo es algo Que ayudamucho a los bailarines. Nuestrasbailarinas parten de ahí: tratamosde desarroll'8rles una personali­dad propia, pero tienen una baseQue ellas van mirando, tienenuna meta, y yo creo que en parte,es una de las razones por las quese ha avanzado tan rápido, que sehaya podido inyectar con tantarapidez esa escuela cubana. Elhecho de haberme tenido a mí,como ejemplo visual. Porque yoconozco otros lugares donde se hatratado de hacer una escuela pro­pia, y no han podido. por no te­ner un modelo. pues todo está enel aire, es algo abstracto. ¿Misaportes personales especificas? Larapidez de los pies. Y tratar nosolamente de puntear Jos piescomo si fueran necesarios parala línea, sino que para mi el piehabla. o por lo menos eso es loque .yo, quiero, y eso.es 10 que hetrabajado: Que el movimiento deun pie no sea para seguir unalínea, sino como si moviera unamano, como elemento expresivo.Eso, yo se Que es muy mío. Otracosa es la lentitud de las vueltas.En lugar de dar vueltas rápidas,hacerlas lentas, 10 cual es porcierto mucho más dilicil, porqueestá jugando uno con el balance.Luego, la limpieza, yo se que hesido siempre una bailarina muylimpia al bailar. Limpieza quieredecir, respetar las posiciones bá­sicas del ballet. Yeso siempreme lo han comentado. Pero quie­ro dejar bien aclarado Que todoesto no va en detrimento de laDersonalidad propia de cada cual.Nosotros tenemos cuatro primerasbailarinas en la actualidad. yninguna de ellas baila igual. Te­nemos mucho cuidado, al ense~

ñarJes un papel, no hacerlo exac­tamente como lo hago yo. Lemuestro distintas posibilidades deun movimiento, dentro del estilode que se trate, y dejo Que ellaescoja. Les· dejo escoger su per­sonalidad según sientan el papel.

La escuela cubana de ballet es unhecho emocional de proyección escé­nica particularís~ma, de sentido mu­sical y cualidad teatral propia. Estosaspectos son acentuados con detallesy características de índole. técnica,que son su soporte imprescfndible, y

se funden en un todo imico con losresultados de la línea artística segui­da por el Ballet Nacional de Cuba.Parte importante de esta línea es laamplitud de criterios en el aspectocoreográfico. En el repertorio de lacompañía se encuentran algunos delos ballets clásicos y románticos másfamosos, obras neoclásicas, ballets conelementos del folklore o de contenidorevolucionario, coreografías sin argu­mento y experimentaciones vanguar­distas.La forma de concebir lo tradicionales un detalle fundamental en el balletcu bano. Lo clásico se concibe comoalgo viviente, al que hay que dar unnuevo sentido de acuerdo a nuestraépoca, aunque sin traicionar su esti­lo. Se respeta la tradición, pero seexpresa a través de una sensibilidadmoderna. Otro aspecto importante esel principio de que hay que conocertodos los estilos, partiendo desde ladisciplina académica y llegando a lasmanifesté\~ioresmás contemporáneas.para .er capaces luego de expresarnuestra realidad en una forma pro­funda y efectiva, poniendo el domi­nio del lenguaj e al servicio de losnuevos contenidos. Y el criterio deque la lucha por una "danza culta"nacional logra su meta más elevadacuando se logran expresar las viven­cias del país a través de diseños plás­tiCOS corporales. Que la manifestacióndel espíritu nacional se debe lograra través de formas estéticas universa­les. La expresión de lo cubano nossalvará del desarraigo, nos llevará areafirmar nuestra propia identidad,a rec~:mocernos nosotros mismos, perosu busqueda debe ser una lucha porapresar los signos ambientales no unregodeo en manifestaciones ehernasy primarias, en el pintoresquismo yel IIcolor local".

De la preservación futura de laescuela cubana de ballet

Toda escuela de ballet tiene, en sudesaITollo, períodos de crisis, deteni­mientos momentáneos, puntos de in­decisión. Una escuela como la nuestra,joven y cuantitativamente pequeñaen sus componentes, donde queda mu­cho por consolidar y no poco porcrear, no será, lógicamente, una ex..cepción. Quizás el punto más impor­tante para la escuela cubana de ballet,

grantes: profesores, coreógrafos, prin­cipales bailarines, etc, La dispersiónde los esfuerzos, el trabajo aislado dealguno' de sus integrantes fuera de la,compañía por tiempo prolongado, enla actual etapa de su desarrollo ten­dría consecuencias negativas. Otroaspecto que es necesario mantener atoda costa es el rigor, la disciplina.La falta de rigor puede destruir es­cuelas, aun aquellas de mayor anti­güedad y tradición. Es necesario lalucha incesante por la limpieza téc­nica, por la pulcritud en las posicio­nes, la perfección de cada movimien­to. El rigor artístico y técnico, ladisciplina profesional, la creencia enel trabajo, son las bases en que se sus­tenta la escuela cubana de ballet.El cuidado de la pureza de la escuelacubana, la preservación de sus carac­terísticas con respecto a otras escue­las, es uno de los, puntos más com­plejos. El peligro. está en el bailarínque se siente atraído por un detallede estilo Q un manierismo propio deotra escuela, y .lo adopta pOr .-sí mis­mo, por iniciativa individual. Estoatenta gravemente contra la pureza yla permanencia de la escuela cubanade ballet. La asimIlación de elemen-

u • •• la escuela cubana de ballet no sólo ha p~oducido bailarines y coreógrafos,siDo también magníficos profesores". En la foto: una clase de José Parés.(Foto: Lezcano).es mantener e incrementar la másestrecha unión de los centros forma­dores de bailarines con las compañíasprofesionales. Si no se es intransi­gente en el desarrollo de los criteriosde la escuela cubana en la enseñanza,se corre el riesgo de crear algo en loque no nos reconozcamos. Esto re­quiere un control exigente y riguroso.Los jóvenes estudiantes y sus profe­sores, para asimilar los principios dela escuela cubana, necesitan del con­tacto directo con sus representantesmás desarrollados. Esta relación tienevital importancia, porque la escuelacubana no es algo estático. Su desa­rrollo jamás se detendrá, nunca serácompleto. Constantemente adquierenuevos elementos, producto de su pro­pio desarrollo, o de experiencias deotras escuelas. La clase, el entrena­miento diario de los profesionales, esel lugar donde estos cambios se refle­jan más pronto. Además, es de vitalimportancia que el alumno comiencesu experiencia escénica desde susúltimos años de estudio, factor im­prescindible a su formación.La escuela cubana necesita, porque enello le va la existencia, mantener eltrabajo mancomunado de sus inte-

tos de otras escuelas debe hacerse através del trabajo conciente y respon­sable de los profesores, que tienenque partir para su análisis de un pro­fundo conocimiento de la escuela cu­bana, SU formación, sus principios. Eneste sentido es aún determinante, enla presente etapa, el trabajo de Aliciay "ernando Alonso, quienes durantevarias décadas han realizado esa tareade selección y asimilación con res­pecto a otras escuelas. Otros profeso­res que pueden jugar un papel im­portante son José Parés y Joaquín

. Banegas, ya que es justo señalar quela escuela cubana de ballet no sólo haproducido bailarines y coreógrafos,sino también magníficos profesores.La adopción en forma inconsulta dedetalles de otras escuelas, sobre todocuando es realizada por jóvenes bai­larines sin madurez ni larga expe­riencia, expone a que se tomen carac­terísticas que no se avienen a nuestrotemperamento y posibilidades. Esteproblema es más posible en los hom­bres que en las mujeres, por no haberexistido durante mu~ho tiempo unafigura masculina cubana con granpersonalidad y calibre artístico comobailarín, que haya marcado la lineaque señaló Alicia Alonso a las jóve­'les.Por último, un factor que es impor- .tante incrementar, es que la escuelatenga cada día más conciencia de símisma. Que desde las primeras figu­ras del Ballet Nacional de Cuba hastael último estudiante de ballet, conoz­can la razón de ser y las caracterís­ticas fundamentales de la escuela cu­bana. Que se comprenda el porquéde una escuela propia. Que en loartístico, ello representa enriqueci­miento para el arte de la danza, conel aporte de una nueva manera debailar, la cual es en nosotros más au­téntica que lo que podría ser cualquierotra, porque parte de nuestras propiasesencias. En el aspecto revolucionario,tal actitud de selección crítica detécnicas y estilos, para d,evolverlosluego en un lenguaje en el que locubano y lo universal aparezcan uni­dos en una nueva y poderosa' realiza­ción, es la más rotunda negación, tan­to al colonialismo. cultural que copia.servilmente lo foráneo, como a unequivocado aislamiento de todo lopositivo que pueda ofrecer el patri­monio de la cultura universal.

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ti••• una tradición de bailes populares yun folklore rico".

"... ballets de contenido revolucionario...n

En las fotos: Joaquín Banegas en"Despertar" (Parés-Fariñas)~ obrainspirada en el triunfo de la Revolucióncubana, estrenada por el BalletNacional de Cuba en febrero de 196'0.(Foto: Tito Alvarez).

Jorge Esquivelen "Viet Nam: la i~cción". (AlbertoAlonso-Brouwer). (Foto: Tito Alvarez).

CRITIICOS y PERSONALIDADESDE LA DANZA MUNDIAL OPINAN

SOBRE LA ESCUELA CUBANADE BALLET

Arnold Haskell (crítico inglés)Antes de que empezara el concursode Vama-1964 nos percatamos de al­gunos nombres cubanos, pero no pen­samos nada sobre ellos. Tres días mástarde todo el mundo del ballet habla­ba de Cuba. Los nombres de sus baí­larines fueron familiares a todos, nocomo bailarines indíviduales, sínocomo representativos de una nuevaescuela, una escuela cubana. De lanoche a la mañana, con su baile, sehabían situado no sólo en nuestroscorazones, sino en la historia de síglosdel ballet. Nadíe que no hubiera esta­do allí puede imaginar el efectoproducido, no sólo en un año, sinotambién en los años posteriores. ¡Ynosotros que llegamos a Vama cre­yendo que sabíamos todo sobre elmundo del ballet, y que nada nossorprendería! . " Una escuela de ba­llet, reconocible, independientementede bailarines individuales, requierelas siguientes condiciones: un pueblotalentoso y artistico con una tradiciónde bailes populares y un folklore rico.Un bailarín que soaresalga como unainspiración, y que esté completamen­te consciente de su arte. Un granmaestro en el salón de clase, que sepano sólo el lenguaje completo de ladanza, sino que comprenda la psico­logia de sus alumnos. Un coreógrafoque pueda expresar lo que está pro­fundamente en su pueblo. Un gobier­no que comprenda el valor de todoesto y que lo aliente hasta el límíte.El resto es fácil: como el buen vino,es sólo cuestíón de tíempo... Unaescuela depende del físíco y del tem­peramento nacionales, y de las con­dicíones sociales en que surja. Lafuerza del clasicismo está en queconstituye un idioma que puede serhablado con varios acentos ... Se meha pedido a menudo describir las ca­tracteristicas de la escuela cubana. Yola puedo reconocer, y ustedes tam­bién, pero es casi imposible explicarel movimiento ...La cubana es flexible y rítruica, tieneun "turn-out" natural y una granextensión. Ella es sensual y pareceque acaricia la música. Esa frase "aca-

riciar la música", es, créanme, expre­siva de lo que siento. La bailarinaexpresa SU psicología nacional. La cu­bana es esencialmente una personagenerosa y expansiva y esto se revelaen el baile. Hay "ataque" e inmediatocontacto con el público ... Todos losbailarines son fuertes trabajadores;el bailarin cubano trabaja más fuerteque ningún otro que yo conozca, tra­baja con gozo y con ardor verdadera­mente revolucionario... Es posiblediscutir la escuela cubana con máscomprensión, pero sin intentar fijaruna fórmula. El fisico cubano es ex­cepcionalmente flexible. Las bailari­nas giran desde las caderas, tienen unenorme alcance y sus espinas dor.alesson muy flexibles ... En los clásicospuros el C1adagio" es más lento enUtempo" que en los otros. Aquí todomovimiento es acabado. He visto unatibia y sensual cualidad latina, la cua­lidad de gente que se despereza bajoel sol. El equilibrio de estas bailarinases excepcionalmente notable. Creentener suficiente tiempo para disfrutardel movimiento en toda su plenitud.Están disciplinadas en común con to­das las escuelas y, cosa rara, hacen decada pequeño papel uno importante.Dentro de la disciplina se l.es ha pe~­

mitido pensar por si mismas. Un de­talle único del ballet es la integraciónde razas. Esto todavía no ha produci­do efecto notable en la escuela, peroseguramente lo producirá. En qué di­rección exactamente, no lo sé. Peroinfluirá e inspirará a los coreógrafosmodernos a buscar direcciones físicasy dramáticas que nunca antes preten­dieran. Agregará una dimensión nue­va a un arte muy viejo. En fin: existeuna escuela cubana de ballet, la másjoven nacida en unos 300 años de his­toria y que ya puede reconocerse sinlugar a dudas.

Clive Barnes (critico anglo-nortea­mericano)El estilo de danza del Ballet Nacionalde Cuba PS una mezcla soberbia. Creoque ello ha sido impuesto tanto porFernando Alonso como por SU esposa(Alicia Alonso), y parece ser un in­tento concienzudo de combinar lasvirtudes de muchas escuelas de danza.La herencia rusa es obvia, a la vista-el elocuente "port de bras", las fuer­tes espaldas, los violentos y delicados

saltos, y esa muy obvia, casi dogmá­tica preparación clásica para cadapaso-. Pero hay también una fuerteinfluencia norteamericana en ellos:esa flexibilidad, fluidez potencial, elsentido del espacio y el encanto extro­vertido. Y además, hay algo británico-especialmente lo británico de la es­cuela de Cecchetti- con su veloz ynítido trabajo de pies. Sea lo que fue­re el ballet cubano es, ciertamente,mi..y ecléctico, lo cual es magnifico ...Aquí vemos a un pequeño pais, sub­desarrollado y pobre, proporcionandouna de las grandes escuelas de ballet·del mundo ...

Fernau Hall (crítico inglés)Aunque la influencia norteamericana,rusa y propiamente cubana se ve cla­ramente, también hay una leve in­fluencia inglesa, que se explica porlas clases tomadas en New York pOrlos Alonso, de la distinguida maestraMargaret Craske, de la escuela deCecchetti. Otra influencia penetrantefue el baile de Alicia Alonso: todas lasmuchachas mostraban su manera pe­culiar de sostener los brazos y man­tener el torso erguido, hasta en pasosdonde esperábamos verlos doblar ha­cia adelante ...

Leo Kirsley (crítico inglés)El hecho de que estos bailarines, de lamás joven compañia nacional de ba­llet establecida, estén capacitadospara atacar tanta variedad de estiloscon la misma facilidad, coloca comoúnica a la compañía cubana en elmundo contemporáneo del ballet.

Galina Ulánova (bailarina soviética)Creo que Arnold Haskell se ha refe­rido a ello, y habló correctamen!..cuando dijo que habia ya una escuelacubana de ballet. Los ballets clásicosse bailan en ella muy puramente. Lanitidez con que bailan lo clásico essorprendente. La escuela cubana estámuy próxima a la escuela francesa ya la soviética, y es esta última la quecompone la base del ballet mundial.La escuela cubana es un complejo deotras escuelas, y ya está reconocida entodo el mundo ... En ella me ha cau­tivado siempre que, en sus espectácu­los, junto al ballet clásico puro, seperciben el colorido y el tempera­mento nacionales. Esta armonía con­gratula ...

Maya Plisétkaya (bailarina soviética)Creo que sí; existe una escuela cuba­na de ballet. Las bailarinas cubanasposeen un alto nivel de individuali­dad desarrollado de acuerdo a prin­cipi~s propios, con ur.a .pedagogíapropia.

Natalia Dudínskaya (bailarina sovié­tica)El ballet cubano es un fenómeno ex­traordinario en el ballet contempo­ráneo. La maestría interpretativa delos artistas cubanos se caracteriza porun sentido riguroso de la forma,por su sentido del estilo y de la mú­sica, por su tendencia a lograr el másperfecto acabado de cada movimien­to, de cada actitud. Se ve que tienenuna magnífica escuela y su estilosiempre se le puede distinguir de to­dos los demás estilos del ballet clá­sico.

Revista URSS (publicación soviética)La escuela cubana de ballet fue unade las mejores y más interesantes delas representadas en el Primer Con­curso Internacional de Ballet celebra­do en Moscú, en 1969.

Maurice Béjart (coreógrafo y Direc­tor del Ballet del Siglo XX deBruselas)Alicia Alonso ... no es solamente unade las más grandes danzarinas denuestra época, sino también una ar­tista que ha sabido ser en su país unode los pioneros de la danza, y que hacontribuido a renovar el interés co­reográfico que se manifiesta actual­mente en el mundo entero. Bajo ladirección de su esposo, FernandoAlonso, la escuela cubana de balletse ha podido colocar entre las másgrandes tradiciones del ballet, con­servando sin embargo una personali­dad profundamente original.

Patrice de Nussac (crítica francesa)Todo el conjunto manifiesta un mag­nífico deseo de danzar: ello"debe pro­venir, en parte, del temperamentocubano... '

Claude Baignhes (crítico francés)Una compañía cuyo instinto obedecea los ritmos modernos y la mímica alestilo romántico ...

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Pág. siguiente:i956:. c~n motivo de la agrestoneconomlca de la tiranía batistiana alBallet Nacional de Cuba la compañíarealiza una gira de prote;ta por todo elp~is.. En la foto, Alicia Alonso habla alpublico desde el escenario del TeatroSauto, de Matanzas.

Pág. 48!uAdemás que no presumió de ÚDico.para mostrar la curvatura desu distineión como estilo habitado tambiénpor su pueblo...". En la foto: duranteuna filmación, Alicia Alonso se protegedel sol y por una feliz coincidencia,la universal Odette queda investidadel típico sombrero cubano de yarey(Foto: ICAIC).

tados muy interesantes desde el pun­to de vista coreográfico.

AlIan Fridericia (crítico e historiadorde ballet danés)Quiero decir en la forma más efusiva,que para mí el ballet cubano es qui­zás en estos momentos, 10 más inte­resante en ballet en todo el mundo;

'y esto por tres razones principales:porque tiene una línea artística pro­pia, creada por Alicia Alonso; porquetiene una actitud honesta con respec­to a la tradición en él arte del ballet;y porque tiene una visión muy ampliapara recibir de todo, y asimilar hastalos más nuevos elementos en el aspec­to coreográfico. El ballet cubano esuna compañía que siente en toda suenvergadura la responsabilidad quesignifica actuar ante un público.

Der Morguen (periódico de la Repú­blica Democrática Alemana)Lo logrado en los dos últimos dece­nios bajo la dirección artistica de lamundialmente famosa primera baila­rina Alicia Alonso y su esposo Fer­nando Alonso, sólo puede ser expresa­do con una gran sorpresa: un cuerpode baile en el cual se unen felizmentela elevada técnica del ballet clásicocon el temperamento cubano. Tantola realización artistica de los solistas,especialmente en los "part de bras"y los desplazamientos del "corp deballet", confirman la presencia de unaelevadisima cultura danzaria, quepuede ser comparada con aquellospaíses que poseen una rica tradiciónen el arte del ballet.

un concepto que aclara y defin~ conuna amplia capacidad de síntesis, lascoordenadas de un estilo propio.

Zelda Heller (critica canadiense)A pesar de' todo lo que habia oidodecir sobre la escuela cubana de ba­llet, no dejó de ser sorprendente elenfrentamiento con su cuerpo de bai­le. Todos muy jóvenes, muy capaces,muy frescos y muy perfectos; en elespíritu de búsqueda artística que loanimal parece existir un elementoque añade intensidad emocional agran parte de los logros de la compa­ñía ...

Birgit Cullberg (coreógrafa sueca)Existe en los cubanos además de unafuerte técnica, una forma nueva debailar. Ponen en escena los númerosclásicos con una técnica muy nove­dosa. Su danza está llena de pequeñosdetalles, como un trabajo de joyería.Tengo un gran aprecio por la laborque han realizado Alicia, Fernando yAlberto Alonso, porque ofrece re~ul-

Violeta KonsúIova (crítica búlgara)Si queremos clasificar la representa­ción de los rasgos caracteristicos dela escuela cubana de ballet, tendría­mos que tocar sobre todo su funda- Octavian Stroja (Director de la Es­mento, los indices técnicos en la reali- cuela coreográfica de Cluj, Rumania)zacióh de la léxica del baile. En este_ ,LJebemos destacar una combinaciónsentido se debe subrayar, junto al creadora de los estilos de las escuelascélebre' "balance" de los intérpretes de Leningrado, de la italiana con lacubanos, la coordinación precisa de americana. inglesa y francesa. Lógi­los movimientos en todo el cuerpo, camente, que no ha faltado el especí­que los libera de la tensión muscular, fico interpretativo cubano, dado pory les da la posibilidad de destacar su Alicia y Fernando Alonso, directorvirtuosismo. Particular impresión del conjunto, y por los otros integran­hace la suave fuerza expresiva de los tes del mismo.pies, que acerca sU elocuencia a la delas manos. Además, se guarda laabsoluta pureza clásica de la inter­pretación, impregnada de auténticamusicalidad. En otras palabras, loscue.pos de los artistas cubanos estánafinados como instrumentos precisos,que pueden reflejar en el baile clási­co las particularidades estilísticas decada pieza de ballet, acentuar los ma­tices imperceptibles en los movimien­tos clásicos, que distinguen un autorde otro, una época estética de otra.Por otra parte, en lo que se refierea la íntegra educación artística delos artistas del ballet cubano, éstaabarca no sólo su cultura puramenteplástica, sino también su cultura tea­tral, como intérpretes que represen­tan en la escena siempre lógica, de­tallada y muy convincentemente, lacultura de sus héroes. La actitudhacia el valor teatral de la represen­tación de ballet se subraya no sólopor los artistas, sino también por lassoluciones escénicas encontrada!:; encada oQra, lo cual es también un ras­go distintivo de la escuela cubana deballet. .

Toma George Maiorescu (crítico ru­mano) .¿En qué reside el secreto del éxitodel conjunto cubano? La presenciade una escuela de ballet con un sis­tema pedagógico unitario, científica-

. mente constituido, llevando el sellode la total seriedad clásica, que haconvertido y asimilado, sin ningunainhibición, audazmente, todo lo quepodia serIe útil en la conquista deuna escuela de tradición. Situada alcruce de las grandes tendencias delballet mundial (10 técnico y lo emo­cional), la escuela cubana demuestra

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