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La Capilla Sixtina es uno de los más famosos tesoros artísticos de la Ciudad
del Vaticano, construida entre el 1471 y el 1484, en la época del papa Sixto IV, de donde procede el nombre por el que es conocida, aunque inicialmente se llamó
Capilla Palatina. Su arquitecto fue Giovanni d'Dolci siguiendo los modelos de las antiguas plantas basilicales romanas
las cuales por su parte se inspiraban estructural y arquitectónicamente en
antiguos edificios griegos
La capilla es de forma rectangular y mide 40,93 m de longitud por 13,41 de anchura (las dimensiones del Templo de Salomón
según el Antiguo Testamento). Su altura es de 20,7 m.
Las pinturas de su interior fueron realizadas por un equipo de pintores formado originariamente por Pietro Perugino, Sandro Botticelli, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli, coadyuvados por sus respectivos talleres y por algunos de
sus colaboradores El 15 de agosto de 1483 Sixto IV consagró la nueva capilla a
la Asunción de la Virgen, pero decidió modificar parcialmente la decoración de ésta, confiando el encargo a
Miguel Ángel en 1508, quien pintó la bóveda y los lunetos, en la parte alta de las paredes.
La pared sobre el altar mayor, con una superficie de 13,7 m por 12,2, la ocupa el Juicio Final.
El techo de la Capilla Sixtina se divide en varias secciones: La bóveda que es donde están pintadas las
escenas del Génesis, los lunetos y las enjutas laterales que es donde están los antepasados de
Cristo, los triángulos donde se encuentran los profetas y las enjutas de las esquinas donde están las
cuatro historias clave de la Salvación del pueblo de Dios.
Ahí se encuentra La creación de Adán, probablemente la escena más bella o en todo caso la más conocida.
Obras del techo
La separación de la Luz y la Oscuridad La Creación del Sol, la Luna y la Tierra
La separación de Tierras y Aguas La Creación de Adán La creación de Eva
La tentación y la expulsión El Sacrificio de Noé La Gran Inundación
La embriaguez de Noé
Frescos laterales
A lo largo de la Capilla Sixtina se encuentra una sucesión de frescos. Estas pinturas en las dos
paredes laterales, son paralelas. Casi cada fresco está relacionado con el que está enfrente, es por eso que a continuación se reflejaran los frescos enfrentadas y no contiguos. Debían representar la vida de Moisés (Antiguo Testamento) de una
parte, y la vida de Cristo (Nuevo Testamento), de la otra, según el uso de todas las antiguas
iglesias.
Obras laterales
La Circuncisión Fresco de Pinturicchio El Bautismo de Cristo Fresco de Pinturicchio. Historia de Moisés Fresco de Sandro Botticelli
La Tentación de Cristo: Fresco de Sandro Botticelli. El Paso del Mar Rojo: Fresco de Cósimo Rosselli
La Llamada de los Apóstoles: Fresco de Ghirlandaio Dios entregando las tablas de la Ley a Moisés Fresco de Cósimo
Rosselli. En el Sermón de la montaña: Fresco de Cósimo Rosselli.
El castigo de los rebeldes Fresco de Sandro BotticelliCristo entregando las llaves a San Pedro Fresco de Pietro Perugino
La Cena Fresco de Cósimo Rosselli.
Castigo de los rebeldes
Sandro Botticelli, 1481–1482
Pruebas de Moisés
Sandro Botticelli, 1481-1482
La tentación de Cristo
Sandro Botticelli, 1481-1482
El Bautismo de Cristo Pinturicchio, 1454 - 1513
En cada rincón de la capilla es un pechinas triangulares que llena el espacio entre las paredes
y el arco de la bóveda y que forman el tímpano sobre las ventanas de las esquinas más cercano
En estas curvas formas de Miguel Ángel ha pintado a cuatro escenas de historias bíblicas que están asociados con la salvación de Israel por cuatro grandes hombres y héroes de la mujer Judios,
Moises, Esther,David y Judith.
Daniele da Volterra 1509 – 1566 Se le recuerda por su asociación -para mal- con la obra de Miguel Angel. Daniele cubrió los genitales
de El Juicio Final con vestimenta, lo que le ganó el nombre de «Il Braghettone».
En 1535, el papa Pablo III encargó a Miguel Ángel, el más grande fresco jamás pintado que trataría sobre el Juicio Final y que se ubicaría en la pared del altar de la Capilla
Sixtina. La pintura provocó el escándalo y las críticas más violentas, pues se consideraba vergonzoso que en tan sagrado lugar se hubiesen representado tantas figuras
desnudas, especialmente algunas parejas cuyas posturas podían parecer comprometidas. Según algunos obispos, el fresco no correspondía a un recinto tan sagrado como la
Capilla sino a una taberna.
La censura de los desnudos del Juicio Final
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