7 present la capilla sixtina iconografía

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  • MIGUEL ANGEL: LA CAPILLA SIXTINA. ICONOGRAFA

    A pesar de que M. ngel no se consideraba pintor (deca que la pintura era tanto mejor cuanto ms se pareca al relieve), desde joven demostr grandes dotes para la pintura y gran capacidad para innovar, tanto en los temas como en las composiciones, y la concepcin de las figuras.

    Su gran obra la realiza en la Capilla Sixtina para Julio II, decorando toda la bveda y posteriormente el frontal del altar.

    Durante el pontificado de Sixto IV se decoraron las paredes de la capilla, con 16 frescos de temas que ponan en paralelo el antiguo y el Nuevo Testamento: en un lado episodios de la vida de Moiss, dador de la ley antigua o escrita, y en el lado opuesto episodios de la vida de Jess, dador de la gracia o Ley nueva, evanglica.

    En esta foto se enumeran todos los temas que hoy podemos ver en la Sixtina

  • En la parte superior vemos uno de los frescos de Botticelli, que narra el momento en que dios habla con Moiss en el monte Sina, mientras el pueblo judo espera.

    En la parte inferior la Entrega de las Llaves a San Pedro, de Peruggino.

    Hoy solo quedan 14 frescos tras la demolicin del muro del altar en el que Miguel ngel pinto el Juicio Final.

    Por encima, entre las ventanas aparecen los primeros papas, que testimonian la legitimidad del papa como sucesor de Cristo.La bveda estaba pintada de azul con estrellas doradas.

  • El programa iconogrfico de Miguel ngel y Julio II completa el anterior al aadir en la bveda la historia del mundo anterior a la ley de Moiss. En tres cuadros, sobre el altar, aparece la creacin del mundo, en otros tres, centrales, la creacin del hombre y la historia de Adn, y en los tres ltimos, sobre la puerta, la historia de No, que representa el nuevo pacto de Dios con el hombre.

    Los profetas y sibilas anunciaron el advenimiento del redentor. De tal manera que todo el programa iconogrfico de la Sixtina podra resumirse en el acto de la creacin y la redencin del hombre.

  • Miguel ngel crea una compleja composicin en la bveda dividiendo el espacio en tramos de varios tamaos, mediante elementos arquitectnicos fingidos (arcos fajones, cornisas, entablamentos) falsas esculturas y pinturas, logrando una magnifica sntesis las tres, en una composicin muy equilibrada, en la que nada se subordina a nada sino que todo resalta con la misma importancia (clasicismo).

    En la parte central de la bveda se narran acontecimientos del Gnesis, en rectngulos alternativamente mayores y menores, como si fueran cuadros pegados a la bveda y no como un cielo abierto; y en las esquinas sita cuatro figuras de jvenes desnudos (los ignudi), en muy variadas posturas y actitudes que sostienen mediante unos paos unos medallones de cobre, cuya interpretacin resulta muy difcil y polmica.

  • Las escenas del Gnesis van siendo progresivamente ms sencillas, con menos figuras de menor tamao y colorido ms simple, a medida que avanzamos hacia el altar donde se representa los primeros momentos de la creacin.

    1. Embriaguez de No: primera escena sobre la puerta, la ms reciente cronolgicamente. Su interpretacin no es muy clara, ni la razn de que se incluya entre las dems.

    2. El diluvio: Aparecen multitud de figuras agitadas por el viento, y vemos a los hombres en las ms variadas posturas y gestos de desesperacin, miedo, violencia, etc. (se ve como la vida es presa de la muerte, as como del miedo, del temor y del desprecio de toda cosa...Vasari). En el centro una lucha feroz en una barca, a la derecha unos hombres ayudan a otros a sobrevivir y en la izquierda varias madres protegen a sus pequeos

    3. Sacrificio de No: por medio del cual Dios hace un nuevo pacto con la humanidad y que anuncia el Sacrificio de la Cruz.

  • 1. El pecado original: incluye dos episodios en una sola escena, contraponiendo a ambos lados del rbol (eje central de la composicin) un paisaje desolado y otro verde, una Eva llena de belleza y voluptuosidad y otra envejecida y encorvada, la serpiente y el ngel, consiguiendo gran expresividad con limitados recursos expresivos.

    2. Creacin de Eva. Donde aparece por primera vez la figura de Dios padre. Composicin muy simple en elementos y de lneas contrapuestas.

    3. Creacin de Adn: escena que representa mejor que ninguna otra el momento de la creacin, con un Adn que se recuesta lnguidamente, sin vida, pero no carente de belleza, potente musculatura y dignidad, que apenas tiene fuerzas para levantar un brazo por donde recibe la vida. El conjunto de figuras que acompaan, incluso sostienen a Dios y se recogen dentro de su manto, son de muy difcil interpretacin (Dios como compendio de hombre y mujer, de nio y anciano?, corte celestial?...)

  • 1. Dios separando la tierra de las aguas. A partir de este momento se produce una gran simplificacin en las escenas.

    2. Creacin de los astros: el fresco representa dos escenas sin ningn elemento que las distinga, con un dinamismo que anticipa el barroco, con dos difciles escorzos en los que Dios levanta poderosamente los brazos en un gesto magnifico de potencia creadora, que el rostro acompaa, y con una gran economa de recursos como es caracterstico de su estilo.

    3. Separacin de la luz y las tinieblas: es el ms abstracto de todos y parece que una densa atmsfera rodea la figura de Dios que se gira violentamente, absolutamente solo, unido al espacio sideral del que parece liberarse en el momento de la creacin.

  • En los registros laterales, entre los tringulos que rematan los arcos de la pared, aparecen representados los profetas y las sabinas (profetisas de la antigedad pagana). Desde la Edad Media se representan juntos como los que anuncian la llegada del Mesas. Los representa en las ms variadas actitudes que podemos encontrar en un estudioso: algunos leen concentrados, otros abren o cierran el libro, algunos parecen distraerse por un momento, otros parece que dudan de lo que leen, meditan o toman notas, mientras el ltimo, Jons, sobre el altar, parece retroceder fulminado por la verdad que acaba de vislumbrar (el sacrificio de Cristo?).

    Desgraciadamente la interpretacin de todos estos personajes es muy compleja y Miguel ngel no dejo pistas.

    Arriba Ezequiel, debajo la Sibila Cumana, y al lado Jons.

  • En las cuatro pechinas aparece el tema de la lucha de Israel por su libertad, temas que preanuncian el sacrificio de Cristo y San Juan Bautista:

    La crucifixin de Aman (aunque segn la Biblia fue colgado), en la que realiza un escorzo fantstico,

    La serpiente de bronce (aparece en forma de cruz al fondo como forma de salvacin).

    Judit y Holofernes (decapitado como San Juan)

    David y Goliat (tambin decapitado).

    En los tringulos que quedan entre los profetas se representan los reyes de Israel, y entre las ventanas, en los lunetos, los antepasados de Cristo.

  • En conjunto aparecen ms de trescientas figuras, lo que da una sensacin increble de monumentalidad, de grandiosidad, lo que se incrementa por la gran fuerza expresiva de las figuras al hacerlas llenas de potencia fsica, muy musculosas, de miradas y gestos llenos de expresividad (dolor, ira, temor, etc.) y al mismo tiempo de una gran simplicidad. Las composiciones estn llenas de dinamismo pero sin perder el sentido del equilibrio clsico, evitando repetir los mismos gestos y posturas para no caer en la monotona.

    En definitiva un ejercicio sublime de equilibrio entre la concepcin unitaria de la obra, en composicin y tema, y una variedad en las partes.

  • EL JUICIO FINAL: en 1533 el papa Clemente VII encarga a M. ngel que pinte en el muro del altar un Juicio final. Miguel ngel adopta elementos de la tradicin cristiana (Apocalipsis de S. Juan), y algunos elementos de la obra de Dante (Caronte y Minos en los infiernos).

    Miguel ngel vive un momento de crisis personal y religiosa, lo que se refleja en la obra. Rompe con el clasicismo de la bveda y concibe una obra plenamente manierista, tanto en la composicin como en el tema, en el que muestra una visin mucho mas pesimista del hombre y del mundo, al presentarnos unos hombres atormentados, merecedores de castigo, en posturas que han perdido la dignidad anterior, llenas de expresiones dramticas. Los justos y los condenados aparecen mezclados y tan aterrorizados unos como los otros ante la escena que se desarrolla ante sus ojos.

  • En la composicin ya no aparece la divisin geomtrica de la bveda, sino que toda la pared es ocupada por una sola escena, donde los personajes se mueven, caen en inslitas posturas y difciles escorzos, siendo los propios cuerpos los que estructuran el espacio en dos crculos concntricos. El orden ha dejado paso al caos, el sereno equilibrio a la tensin de un movimiento circular de ascenso (izda) y descenso (decha). El espacio carece de profundidad, ya no hay perspectiva, limitndose a un fondo azul, como un teln; solo aparecen elementos de la naturaleza muy simples en la parte inferior. Tampoco la luz es natural, ni la proporcin de las figuras se ajusta a norma ninguna.

    Parece que M. ngel ha roto con todas las normas de representacin renacentistas y que sus figuras flotan en el espacio infinito, o en un espacio mental, como en el romnico.

  • En el centro aparece Cristo y la Virgen rodeados de un halo amarillo, centro en torno al que gira toda la composicin. Lo representa como un juez amenazador, marcando con sus brazos el movimiento de ascenso y descenso, rodeado de santos y apstoles en actitudes variadas llenas de dramatismo. La virgen aparece en un gesto mezcla de pudor, amor y dolor, pero aislada, como ajena a la escena que le rodea, indiferente a su hijo, sin interceder por los hombres como era la tradicin cristiana (lo que nuevamente ha dado lugar a interpretaciones muy variadas).

    Parece que a la izquierda se sitan los personajes anteriores a la venida de Cristo y a la derecha los otros. Algunas figuras han sido identificadas sin ninguna duda: San Andrs con su piel en la mano y el rostro, autorretrato de M. ngel, deformado por el horror, San Lorenzo con la parrilla en forma de escalera, San Sebastin con unas flechas en la mano y adoptando la postura de un arquero, San Pablo y San Pedro con las llaves y a su lado S. Juan. Pero la mayora de las figuras no han sido identificadas.

    Por encima los ngeles que portan los objetos de la pasin, en un difcil escorzo, parece que van a ser aplastados por la columna o la cruz, (que lleva a un crucificado) y con gestos llenos de violencia.

  • Mucho se ha escrito sobre el color oscuro que cubra todo el juicio, que muchos interpretaban como signo de manierismo, de pesimismo... pero la limpieza ha puesto de manifiesto un brillante colorido que ha dejado atnitos a los expertos, como si se hubiera descubierto una nueva obra del artista, lo que ha hecho necesario replantearse toda la ltima etapa de su pintura... y es que hasta el final el genio de M. ngel no deja de asombrarnos.

    En la parte inferior de la pared se representa el mundo terrenal: los ngeles con sus trompetas despiertan a los muertos (izda), los justos ascienden (ayudados por los ngeles que le pelean los cuerpos a los demonios) y los castigados (decha) caen en la barca de Caronte que los descarga a palazos en el infierno donde van a ser torturados (serpientes...), con Minos al fondo, rodeado por una serpiente (clara influencia del Laoconte) como juez de los infiernos. Algunos intentan escapar pero los ngeles los expulsan a puetazos.