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ALCALÁ DE HENARES

despacio, que bien pronto se dejaalcanzar por la miseria.

Perder el tiempo en la juven-tud, es cosecha de lágrimas parael porvenir,

Esta Biblioteca está dedicada á la instrucciónde la juventud y á ser útil á las personas que deseenconocer la historia y vicisitudes de los pueblos queconstituyen la provincia de Madrid, sus elementosde producción y de riqueza, usos y costumbres desus moradores, monumentos ypersonajes célebres,estado de la instrucción publica, beneficencia y de-más servicios generales y locales, y, en fin, cuantopueda servir para dar á conocer la importancia yvaler de lospueblos de laprovincia de Madrid, enlas múltiples manifestaciones de la vida social.

Es propiedad.

Queda hecho eldepósito que marca !a ley,

Imprenta de E. Rnbiíos, plaza de la Paja, 7 bis, Madrid

Biblioteca de la Proyhcia de MadridCBÓNICA GENEBAL DE SUS PUEBLOS

PffljDE «ÍESPOB

MANUEL AYALA Y FRANCISCO SASTRE

OBRA PATROCINADA POR LA

Excma. Diputación Provincial.

TOMO TERCERO

MADRID

Biilioteca de la Revista ilustrada LA PROVINCIA

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ALCALÁ DE HENARES

ESCUDO Ó BLASÓN DE ALCALÁ DE HENARES

No es, como generalmente se cree, el castillo bla-són propio y exclusivo de Castilla. Dentro y fuerade ella, lo mismo en el escudo nacional que en elmodesto de algunas poblaciones, figura el castillo,símbolo, generalmente, de fortaleza y de poder gue-rrero.

Asi sucede con el escudo de Alcalá; un castillocuadrado con tres torres, del cual se deriva el nom-bre que á la población dieron los árabes, Alkalá,que quiere decir castillo fuerte, y cuyo nombre haprevalecido sobre el de Compluto, que le dieron losromanos y se confirmó después de la Reconquista.

No obstante la sencillez del blasón, hay diver-gencias, figurando unos el castillo redondo, con trestorres iguales, mientras que de los documentos y

diseños que obran en el archivo municipal de Al-calá, el escudo de esta histórica población es— y asilo usa en sus sellos el Ayuntamiento— un castillocuadrado, con tres torres, siendo un poco mayor lacentral, y al pie del mismo, las aguas de un rio,

el Henares, indicando así la posición que ocupabala fortaleza levantada en el cerro de San Juan delViso, bajo el cual se desliza el cristalino rio que danombre á lapoblación.

Este escudo se conserva también en esta mismaforma en una arca de agua en el muro de una delas casas de la calle Mayor de Alcalá, cuya anti-güedad parece ser una garantía más de exactitud.

Respecta á la época en que Alcalá adoptó esteblasón, hay varias opiniones. D. Antonio de Moya,en su obra acerca de los Blasones con que se ilus-tran yconocen los principales Reinos, Provincias,Ciudades y Villas de España, impresa en Madridel año de 1756, supone que fué en tiempo del ReyD. Alfonso VI de Castilla, después que D.Ber-nardo, arzobispo de Toledo, rindió, al frente delas tropas reales, el castillo que ocupaban los mo-ros, y que éstos levantaron al tiempo de establecer-se en las márgenes del Henares.

Sea lo que quiera, no puede negarse la antigüe-dad de las armas que usa Alcalá, y que dejamosdescritas.

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foe Jíítaíá hs leñaras.

<30>cmo. Sz.:

h\u25a0\u25a0' Si publicar el presente libro, dedicado á

dar á conocer á la juventud, en forma sen-

cilla y clara, los principales acontecimientos

históricos de (fue ha sido teatro Slcalá dehenares, presentando, de paso, al lado deun pasado glorioso, un presente (fue no está

exento de grandeza,, y un porvenir (fue son-ríe como una, esperanza, bienhechora, falta-ríamos á un deber de cortesía y cometería-mos una inconveniencia imperdonable sino

acudiéramos á la, benevolencia de V. E. ro-

gándole se digne mirar con indulgencia estelibro,más (jue por lo (fue vale, (fue no es mu-

cho, por los fines educadores á (fue se dirige.3:1 efecto, séanos permitido, Excmo. Sr., la

libertad, de dedicarlo á esa ilustre Corpora-

ción, representante del pueblo de Cervantes

y Cisneros, cuyo amor á las glorias de la

ciudad complutense no se ha desmentidoen ningún tiempo.

dígnese V. E. aceptar esta dedicatoria, y

reciba por este señalado beneficio el testimo-

nio de la consideración y respeto de

Los autores

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ORIGEN E HISTORIA

M t omo sucede con todos los pueblos deV>\antiguo abolengo, la ciudad de Alcalá

hace remontar su origen á época antiquísimay, por tanto, desconocida é incierta.

Averiguar si Alcalá fué fundada por losfenicios ó por los griegos , tendrá, indu-dablemente, cierto interés científico; perodudamos mucho que importe á los habitan-tes de esta antigua y en todos los tiemposimportante población, lo que puede habersido antes de la época en que su nombreempezó á verse citado por los cronistas éhistoriadores.

Después de todo, cuando faltan datosprecisos en que fundar las opiniones y creen-cias, poco valor real puede darse á lo que seinvente, máxime cuando, como hoy acon-tece, los pueblos se preocupan más de su

importancia actual que de su origen histó-rico, sobre todo cuando éste se oculta trasel espeso velo del tiempo.

Alcalá tiene, sin duda, en más estima suhistoria cierta y comprobada desde los tiem-pos de la dominación romana, que cuanto sediga de su origen griego. Podrá ser, comose tiene por más verosímil, que la antiguaComplutum haya sido fundada por una colo-nia griega que vino á España después de laruina de Troya al mando de Tehuero , allápor los años de 1100 antes de Jesucristo;quizá tengan razón los que esto afirman,fundándose en la etimología de la palabraKómpluto, que, á juicio de sabios arqueólo-gos, significa, según unos, castillo rico, y,según otros , tierras fuertes, lo cual no es lomismo, según podrán apreciarlos que no sonsabios ni se dan de calabazadas por inqui-rir cosas tan antiguas y de tan difícilave-riguacion

Demos, pues, como un hecho que Alcaláse fundó por una colonia de griegos , quequisieron de este modo matar el aburrimien-to en que les dejó la terminación del famosositio de Troya, y respetemos la satisfacciónque pueda causar este remoto origen á al-gún apasionado de estas cosas. En tanto,vengamos á tiempos más modernos, peromás reales, y de seguro de mayor gloria yy esplendor para la hermosa ciudad que bañael Henares con sus tranquilas aguas.

Por su situación geográfica, Alcalá perte-

necia á la antigua Carpetania, como Madridy como todos los pueblos comprendidos entrela Celtiberia y los montes carpeto-vetónicos.Probablemente existía antes de la domina-ción romana, y lucharía, como lucharontodos los pueblos de esta región, contra losinvasores, con el denuedo, el valor yla cons-tancia de que hablan los historiadores roma-nos. Vencidos, como lo fueron todos los es-pañoles, y sometidos á la dominación de losromanos, de los que tomaron el habla, lareligión, los usos y las costumbres, Alcalápasó á ser una población romana , y no asícomo quiera, sino una de las más importan-tes por su situación próxima á las vías mili-tares construidas por los dominadores, y álas que éstos concedían tanta y tan justifi-cada importancia.

Compluto ó Complutum la llamaron losromanos, y éste fué el nombre con que ladesignan Plinio, Ptolomeo y otros antiguoshistoriadores; pero los árabes, que, comotodos los conquistadores, eran muy dados ábautizar los pueblos que caían bajo su domi-nación, cambiaron este nombre por el de Al-Kalá-en-Narj que significa castillo fuerte, re-firiéndose este nombre al castillo levantadopor los árabes en las alturas de Vera-Cruz.

Después de la Reconquista, se volvió ádar á la población el nombre de Nueva Com-jpluto, ya situada en el lugar que ocupa; peroni este nombre, ni el de Sancti Justi, llegó ápopularizarse. Como sucede frecuentemente,

la fuerza de la costumbre pudo más que lavoluntad de los hombres, y la poblacióncristiana, la que llegó á ser lugar designadopara la celebración de los concilios de laIglesia Católica, lapatria, en fin, de los san-tos niños Justo y Pastor, siguió llamándosecomo la llamaron los infieles, Al-Kalá-en-Nar, es decir, Alcalá de Henares.

Si esta población es de origen griego, fué,en cambio, engrandecida por los romanos pri-mero, ypor los árabes después, aunque másdeba á los primeros que á los segundos, noobstante su proximidad á Toledo,corte de losreyes moros hasta sureconquista por Alfon-so VI;pero su mayor esplendor , como vere-mos muy luego, lo alcanzó durante los rei-nados de los Reyes Católicos y sus sucesoreshasta Carlos II.

Como hemos dicho,la historia fabulosa deAlcalá termina con la dominación romana.Durante ella, Gomplutum adquiere tan gran-de importancia, que mereció ser visitada poralgunos Emperadores. Trajano mandó cons-truir dos grandes vías, cuyos restos se descu-bren aún.

Las persecuciones del feroz Dioclecianocontra el naciente Cristianismo tiñeron desangre á Alcalá, que vio con espanto el mar-tirio de los niños Justo yPastor, sacrificadosá la barbarie del tirano, que no pensó que lasangre inocente que derramaba había dehacer brotar con vigor y lozanía la semilla

Respecto á sus relaciones con los romanos,antes de la dominación de éstos, baste saberque Alcalá figuraba entre las ciudades es-tipendiarías; nombre que daban á las pobla-ciones que los habían resistido.

Durante la dominación de los godos, Com-pluto llegó á aumentar su importancia, sobretodo desde el punto de vista religioso. Elapóstol Santiago, según la tradición, fundóen ella, hacia el año 37 de Jesucristo, sedeepiscopal, designando para ocuparla á SanGregorio, una de las lumbreras de la Iglesiacatólica.

La invasión de los árabes causó la des-trucción de Compluto, y dio lugar á su re-edificación, ó, mejor dicho, á su traslación ála derecha del Henares. Los árabes, que nodesconocieron un solo momento la importan-cia de la población, la fortificaron y engran-decieron, dando el título de Grebab-Zulema álacuesta que hoy se conoce con el último nom-bre, levantando el castillo ó Alkalá, con quedesde entonces se designa á la población.

Ningún hecho extraordinario ocurrió enAlcalá durante la dominación de los maho-metanos, si no es el que hace resaltar unhistoriador de esta población :la toleranciade los invasores en materia de cultos, pues allado de las mezquitas subsistieron las iglesiasde los católicos, y tanto éstos como los 6.000judíos que residían en Alcalá, pudieron en-tregarse tranquilamente al ejercicio de su

En el siglo xiiise reunió un Concilio enesta población con asistencia de muchosObispos y sabios religiosos; se celebraronCortes para pedir la Alcabala, destinada á cu-brir los gastos de la expedición á Gribraltar.

En el siglo xv se celebró otro Concilio, nomenos notable que el anterior. En este siglotuvo lugar la muerte del arzobispo Carrillo,se colocó la primera piedra de su famosaUniversidad, y sufrió el territorio de Alcaláterrible devastación por las tropas del reyde Navarra, en guerra con el Monarca cas-tellano

El año de 1606 fueron trasladadas á Alca-lá las cenizas de San Félix, martirizado enCórdoba durante el reinado de Abderramán,que fueron colocadas en 1607 junto á lasreliquias de los niños Justo yPastor, halla-das algunos años antes y trasladadas desdeHuesca, donde se encontraban en 1568.

Antes de esto, en 931, el rey D. Ramiro Ide León, en sus excursiones por tierras de loque hoy es Castilla la Nueva, después dearrasar á Madrid, se dirige á G-uadalajara ytala los campos de Alcalá.

En el año de 1040, D. Fernando I, élMagno, puso sitio al castillo, cuyo cerco le-vantó, cediendo á los ruegos y presentes deAl-Munum, rey moro de Toledo; y en 1083cupo igual suerte al rey D. Alfonso VI,que hubo de retirarse sin poder rendir alcastillo; pero algunos años después, en 1114,una vez sometida Toledo á las armas del rey

de Castilla, cayó en poder del obispo donBernardo la hasta entonces invulnerablefortaleza árabe.

Elaño de 1135 empezó á regir el llamadoFuero viejo de Alcalá, dado por el obispoD. Raimundo, sucesor del conquistador delcastillo, desde cuya fecha empezaron á fun-cionar los alcaldes jurados, especie de juecesá quienes se sometía el conocimiento de todaclase de faltas y delitos. Este notabilísimodocumento histórico ha desaparecido.

Elaño de 1164, el rey D. Alfonso VIIhizo donación del señorío de Alcalá y su tér-mino al arzobispado de Toledo, que lo des-empeñaba entonces el referido D.Raimundo.

Tenemos necesidad de pasar por alto mu-chos sucesos de relativa importancia, comodonaciones, fueros y privilegios concedidosá esta ciudad, á fin de no dar á nuestro re-lato mayores proporciones que las que per-mite nuestra obra, limitándonos, por consi-guiente, á narrar los hechos de mayor im-portancia y relieve. Por esta razón, no men-cionaremos los muchos favores que la con-cedió el rey D. Sancho IV, sino él másimportante de ellos, la creación, en 1293,de los estudios de Alcalá, á los que concedió,por documento fechado en Valladolid, losmismos privilegios que otorgara á los deesta última ciudad. Con esto y con la resi-dencia en la misma de este Monarca demos-traba su cariño hacia la antigua Compluto.Hallándose en ella enfermo, recibió la visita

8 DE HENARES

del célebre D. Alonso Pérez de Guzmán, áquien la Historia concedió el sobrenombrede Bueno, por su heroica acción al arrojar,desde los muros de Tarifa, cuya defensa leestaba encomendada , el puñal que había deservir para dar muerte á su hijo, que teníanen su poder los enemigos, y cuya vida ofre-cían á cambio de la traición del noble ca-ballero.

Otro Concilio, aunque sólo con carácterprovincial, hubo de celebrarse en Alcalá el25_de Junio de 1326, al que asistieron losobispos de Segovia, Osma, Cuenca, Jaén, ylos procuradores de los de Palencia, Siguen -za y Córdoba, para tratar de la inmunidadeclesiástica. En 1333, el arzobispo de Tole-do D. Jimeno de Luna, convocó otro Conci-lio con el mismo objeto; en 1347, su sucesoren el Arzobispado, D. Gil Alvarez de Cuen-ca, conocido mejor con el nombre de GilAlvarez de Albornoz, presidió otro Concilio,al que asistieron los obispos de Plasencia,Cuenca, Jaén, y los procuradores de Toledoy_ demás cabildos, para tratar asuntos de ladiócesis.

En 1348, Alfonso XI convocó Cortes enla antigua Compluto para reformar ycorregirlas célebres Partidas de su padre el rey donAlfonso el Sabio. A estas Cortes se debe lapublicación del Ordenamiento Real, que seconoce con elnombre de Ordenamiento de Al-calá. Otras Cortes fueron también convo-cadas por el citado Rey, para pedirles re-

cursos con que atender al sitio de Gibraltar,que había caído en poder de los moros afri-canos. Estas Cortes, que se reunieron en lacasa del marqués de Lanzarote, se hicieroncélebres, no sólo por haber votado la Alca-bala, sino por las disputas de los procurado-res de Toledo y Burgos, acerca del quedebía ocupar el primer lugar y tener la pri-macía del voto; disputa que el Monarca cor-tó eon estas célebres é ingeniosas palabras:Yo hablo por Toledo, y hará lo que le manda-re. Hable Burgos.

El mes de Octubre de 1390 murió en estapoblación el rey D.Juan Ide Castilla á con-secuencia de la caída de un caballo, y enocasión en que se disponía á emprender unviaje á Andalucía. Este triste suceso tuvolugar entre las huertas del palacio arzobispaly del actual monasterio de San Bernardo.

En 1394 visitó esta ciudad el rey D.Enri-que III,recibiendo en ella á los embajado-res de Navarra y Portugal; en 1399 presidióel Concilio en esta misma población celebra-do, al que asistieron todos los Obispos deambas Castillas y representantes de los ca-bildos, acordando separarse de la obedienciadel Papa Benedicto XIII.

En 1444 el rey de Navarra, con escasasfuerzas, hizo atrevida correría por el reinode Toledo, apoderándose de esta ciudad, queevacuaron á la presentación de las tropas deCastilla.

Durante el turbulento reinado de D.Enri-*

que IV, el arzobispo de Toledo, D. AlonsoCarrillo, afiliado al bando del marqués deVillena y de otros magnates desafectos alMonarca, se refugió en su palacio de Alcalá,al que acudieron los descontentos, conjurán-dose para declarar incapacitada de heredarel trono á la infanta doña Juana, conocidaen la historia con el sobrenombre de La Bél-traneja. Proclamada reina de Castilla la ex-celsa Isabel la Católica, hubo de sentir elhondo pesar de saber que entre los parti-darios del rey de Portugal se contaba elarzobispo de Toledo ,cuyo carácter inquietole conducía siempre á la rebelión. Despuésde infructuosas tentativas de lapiadosa Rei-na, se consiguió al fin domar el tesón delArzobispo, del que se cuenta que salió de lapoblación por una puerta, mientras por otraentraba la regia comitiva, con objeto deatraer al Arzobispo.

Por mediación del arcediano de Toledologró Fernando él Católico someter al prela-do, quien hizo entrega alMonarca de las for-talezas de Uceda, Canales, Almonacid, LaGuardia, Brihuega, Santorcaz y Alcalá.

En 1479 convocó el arzobispo de Toledoun concilio de personas doctas en Alcalá deHenares para tratar del libro publicado porPedro Oxomense, lector de teología en Sala-manca, á quien se impuso la pena de exco-munión si no se retractaba de sus doctrinas.

En 1485, hallándose en Alcalá la corte,dio á luz doña Isabel una niña, á la que se

puso el nombre de Catalina, siendo bautiza-da en la iglesia de los Santos Justo y Pastor.Esta infanta casó con el príncipe Enrique,después rey de Inglaterra, del que fué re-pudiada para casarse secreta y sacrilega-mente con la célebre Ana Bolena, su man-ceba.

En 1492 publicó en esta ciudad el maes-tro Elio Antonio de Nebrija ó Lebrija, sufamosísima gramática, por expreso encargode Isabel la Católica.

En 1496 celebró el cardenal Cisneros síno-do diocesano, y el 13 de Abrilde 1499 expi-dió el papa Alejandro VIlas bulas necesa-rias para la fundación del Colegio Mayor,después celebérrima Universidad, cumplién-dose de este modo una de las más altas con-cepciones del eminente cardenal Cisneros,elevado á esta dignidad y al arzobispado deToledo, no sin tener que apelarse, para ven-cer su modestia, á toda la autoridad del Pon-tífice

Por dichas bulas se otorgaba la fundaciónen Alcalá de Henares de un colegio y cáte-dras donde se cursasen los estudios de Artesliberales, Teología y Cánones, en la mismaforma que se hacía en Valladolid y Salaman-ca. El14 de Marzo de 1499 se colocó la pri-mera piedra de este célebre edificio, cuyadescripción haremos en lugar oportuno.

Como complemento á esta grandiosa obra,que por sí sola bastaría para enaltecer sunombre, fundó Cisneros siete colegios meno-

res: el de Teólogos de la Madre de Dios, elde San Pedro y San Pablo, el de Santa Cata-lina ó los Físicos, el de Santa Balbina ó losLógicos, el de San Eugenio, el de San Isido-ro, y el hospital de San Lucas y San Nico-lás, para estudiantes.

El 10 de Marzo de 1503 la princesa Ma-ría, esposa del rey de Portugal, que residíaen el palacio arzobispal de Alcalá, dio á luzel infante D. Fernando, más tarde empera-dor de Alemania, siendo bautizado por elcardenal Cisneros en la entonces Colegiatay hoy Iglesia Magistral.

En 1509 otorgó Cisneros el nuevo fuerode Alcalá, documento notable que se conser-va cuidadosamente en el archivo municipal^y cuya descripción sentimos no poder hacercomo quisiéramos.

Cisneros partió de esta ciudad en el mes deEnero de 1509 con dirección á Cartagena Ten cuyo puerto se alistaba la escuadra quehabía de conducir á los soldados españoles ála, famosa conquista de Oran, empresa diri-gida por el eminente Prelado. Con éste mar-chó una lucida comitiva, y la compañía deAlcalá, al mando de |D. Pedro del Castillo.

Con la toma de Oran vio cumplido en par-te el cardenal Cisneros el objeto que le llevóal África, yregresó á Alcalá, siendo uno desus primeros cuidados el establecimiento depósitos, tanto en esta población como en To-ledo y en Torrelaguna, patria del Cardenal.

En 1513 fué visitada esta población por el

reyFernando él Católico, quien tuvo mucho

gusto en admirar el floreciente estado de la

Universidad y demás centros de enseñanza

fundados por Cisneros. Muerto el rey Fer-nando y designado el humilde franciscanopara el altísimo cargo de regente del reinohasta la llegada del rey Carlos I,no por esodejó de ocuparse de esta ciudad ni de consa-grar sus escasos ocios á obras de ciencia yaldesarrollo de la ilustración de la juventud.

El 31 de Mayo de 1515 se terminó laBiblia Políglota ó Biblia Complutense, obrainmensa á la que el cardenal Cisneros, ayu-dado por los hombres más notables de aqueltiempo, dedicó un caudal considerable de

saber y de esfuerzos.Con la muerte de Cisneros, ocurrida en la

villa de Roa, cuando se disponía á recibir alrey Carlos I,perdió Alcalá su protector yapoyo más decidido, y España uno de loshombres que más han enaltecido á su patriapor su saber y sus virtudes.

Las turbulencias producidas por los pri-meros actos de Carlos Ihallaron eco enla antigua Compluto, en cuya población, yaadherida á la liga de los Comuneros , entróel obispo D.Antonio de Acuña capitaneandolas huestes comunistas.

El 8 de Junio de 1521 pasó por Alcalá elrey Francisco Ide Francia, hecho prisione-ro en la batalla de Pavía yque era conducidoen tal concepto á Madrid. Los estudiantesde la Universidad complutense organizaron

14 DE HENARES

un buen recibimiento al Monarca francésEste es, sin duda, el período más brillan-te de la historia de Alcalá, la Atenas deOccidente, la afortunada rival de la sapien-te Salamanca. A los estudios del ColegioMayor acudían jóvenes ávidos de saber yen sus cátedras explicaban las Artes libera-les, la Teología ylos Sagrados Cánones, losHombres más eminentes de España.

A sus aulas concurrieron muchos que hoyconstituyen las más preciadas glorias de lanación, bastando consignar, en demostraciónde este aserto, los nombres de Cervantes ySan Ignacio de Loyola, Figueroa, Alejan-dro Farnesio, D. Juan de Austria, Lope deVega, y otros muchos que sería prolijo enu-

El 29 de Septiembre de 1547 nació enAlcalá el insigne autor del Don Quijote, elinmortal Cervantes, cuya vida, obras y he-chos levados por la fama á todos los ámbi-tos del mundo civilizado, no son ya descono-cidos por nadie. El nombre de Cervantesconstituye la más preciada de nuestras glo-rias iterarías y el más hermoso ornamentode Alcalá cuna de tantos hombres ilustres.Puede decirse que con la decadencia de lanación española coincidió la de Alcalá depenares Las guerras extranjeras absorbie-ron nuestros recursos y diezmaron nuestrapoUaoxon, y apenas quedaba tiempo á losMonar para gns divergioneg , Jscíos piadosos, en los que alternaban con fre-

cuencia. Alcalá fué, pues, quedando, si noolvidada, confundida entre las demás pobla-ciones de la nación que después de la unifi-cación de España consiguieron también so-bresalir y engrandecerse.

Pocos sucesos de importancia registra,pues, la historia particular de Alcalá, á par-tir del reinado de Felipe III.En el de susucesor Felipe IV, la retirada del validoconde-duque de Olivares á su palacio deLoeches, es el único suceso notable de aque-lla época; pero si la población no ganó enimportancia, tampoco decayó mucho hasta laépoca infausta de la supresión de su Univer-sidad, cerrada en 1836 por su traslación áMadrid.

La decadencia en esta época llegó á tal

punto, que la célebre Universidad, la obramás querida del inmortal Cisneros, no sólodesapareció de Alcalá, sino que hasta llegóá verse en el más absoluto abandono el her-moso edificio en que se hallaba instalada.

Alejada esta ciudad de las luchas políti-cas; pacíficos sus habitantes por tempera-mento y por educación, no ha habido queregistrar en las páginas de su historia lu-chas civiles, ni motines, ni asonadas. Quizágracias á eso ha podido conservar los valio-sos elementos de que aún dispone, y que sevienen aplicando con perseverante inteligen-cia por las autoridades locales al fomento desu riqueza y al bienestar de sus hijos.

Damos fin á esta parte de nuestro libro,

convencidos de no haber hecho más que unaligerísima reseña de la historia de Alcalá.Las condiciones de esta obra no nos han per-mitido otra cosa, obligándonos á suprimirinfinitos detalles históricos, tan abundantesy de tanto interés como lo son todos los quese relacionan con una población de la índoley del carácter de la antigua y célebre Com-plutum.

Después de todo, no era ese tampoco nues-tro objeto, que llenan á la perfección las va-rias obras consagradas á describir minucio-samente el pasado espléndido de la ciudadque bañan las aguas del Henares.

Nuestras aspiraciones, más modestas, aun-que de no menos utilidad, quedan satisfechascon estos brevísimos apuntes.

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SITUACIÓN Y LIMITES

fimita el partido judicial de Alcalá de-f6—AHenares ,al N., con la provincia deGuadalajara; al S., con el partido judicial deChinchón; alE., con la citada provincia entoda su extensión, y por el O., con los par-tidos judiciales de Getafe, Colmenar y Ma-drid.

Su extensión es de 46 kilómetros del N. alS., y 35 de E. á O., y su superficie de 137.213hectáreas.

Aldividir la España los romanos en Cite-rior y Ulterior, la subdividieron en conven-tos jurídicos, uno de los cuales tuvo porcabeza á Complutum. Más adelante se agre-garon á lo que hoy comprende el partidojudicial territorios de la inmediata provin-cia de Guadalajara.

Enla actualidad, el partido de Alcalá de

Henares comprende los siguientes pueblosAjalvir, Algete, Ambite, Anchuelo, Bara-

jas, Camarma de Esteruelas, Campo Real?Canillas, Canillejas, Cobeña, Corpa, Coslada,Daganzo de Arriba, Fresno de Torote, Fuen-te el Saz, Loeches, Meco, Mejorada del Cam-po, Nuevo Baztan, Olmeda de la Cebolla,Orusco, Paracuellos de Jarama, Pezuela delas Torres, Pozuelo del Rey, Ribas de Jara-ma, Ribatejada, San Fernando, Santorcaz,Los Santos de la Humosa, Torrejón de Ar-doz, Torres, Valdeavero, Valdeolmos, Valde-torres, Valdilecha, Valverde, Vallecas, Veli-11a de San Antonio, Vicálvaro, Villalvilla,Villardel Olmo, y además los anexos La Ala-meda, Camarma del Baño, Campoalbillo, Da-ganzo de Abajo, Los Hueros, Serracines,Vaciamadrid y Alalpardo.

Alcalá de Henares, cabeza del partido, dis-tante de Madrid 30 kilómetros por carreteray 33 por ferrocarril, se halla situado á los40° 31' de latitud N.y 0o 26' de longitud E.del meridiano de Madrid, en una espaciosallanura á la derecha del río Henares, quepasa al pie de las alturas de San Juan delViso y de Veracruz, en los cuales estuvo enotro tiempo edificado el castillo, y dondeactualmente existe una ermita.

Confina el término municipal de esta po-blación al Norte, con Daganzo; al Sur, conTorrejón de Ardoz; al Este, conAnchuelo, yalOeste con Paracuellos y Barajas.

No fué ésta, como indicado queda en la

historia de Alcalá, la posición que ocuparasiempre la patria de Cervantes. Fué funda-da en la cuesta que se conoce hoy con elnombre de Zulema; corrióse luego á la faldadel cerro de San Juan del Viso, en tiemposdel emperador Adriano, ocupando el sitioque ahora se llama Huerta de las Fuentes yfuente del Juncal; y, por último, al princi-pio del siglo V, habiéndose descubierto elsitio en que se encontraban los niños JustoyPastor, martirizados por el pretor Dacia-no durante las persecuciones ordenadas porel feroz Diocleciano, empezaron á edificarseiglesias y habitaciones en el sitio santifica-do por los niños mártires, convirtiéndoseComplutum, en Sede episcopal que ocupó elarzobispo de Toledo, Asturio, según unos,aunque otros suponen, cuando menos, laexistencia de tres ó cuatro Obispos anterio-res al descubridor de los restos de San JustoyPastor.

De cualquier modo, resulta evidente que,á partir de este descubrimiento, Complutoocupó el sitio en que se suponeocurridoelmar-tirio, y después de la destrucción de la po-blación por los árabes, hubo de correrse alsitio que enestá en la actualidad.

Difícilmente podrá decirse cuál de los dossitios, siel que ocupa ahora ó el que ocupó an-tes, es mejor; pero esto es cosa que no me-rece discusión. La situación de Alcalá, dadala topografía del territorio que la rodea yde los escasos accidentes que ésta ofrece, es

por muchos conceptos ventajosa,más si se fomentase el arbolado, d<esta comarca se halla tan escasa.

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Tal es, al menos, la opinión c

personas competentes, que se condiaridez que reina en esta parte decia de Madrid, tan abundante en ,

no sería difícil utilizar para el de:toda clase de especies arbóreas.

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CLIMA

.1 Pisfeuta Alcalá de Henares de un ex-«-^ tenso y despejado horizonte, un cielo

hermoso, pocas veces empañado, y un am-biente puro y sano.

Su situación en el centro de una gran lla-nura, únicamente limitada al Sur por cerrosde poca elevación, hace que reciba sin difi-cultad todos los vientos, pero muy especial--mente los del primer cuadrante, que no en-cuentran á su paso obstáculo alguno, por ladesnudez del. suelo, completamente despro-visto de arbolado.

No ha debido ser así en otro tiempo, por-que según testimonio de los historiadoresantiguos que se han ocupado de Alcalá, enlas eminencias de San Juan del Viso yVera-cruz crecía con profusión el arbolado, par-ticularmente la encina yotras especies simi-