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Responsables a cargo del nivel: PAI Arq. Leonel Antonini

JTP Arq. Matías Martínez Segunda Etapa Trabajo Práctico N° 8 Título: La presencia humana – primera parte. Reconocimiento y registro del cuerpo humano, sus dimensiones y proporciones

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“Mientras el hombre tenga dos piernas para andar, dos brazos – manos para asir, la escala de su cuerpo es una dimensión obligatoria en arquitectura.”

Arq. Rob Krier La presencia humana es un tema central para pensar los espacios de la arquitectura. Va a ser abordado en los trabajos prácticos N° 8 y 9 y va a estar presente en las siguientes etapas. En este primero, nos centraremos en el reconocimiento del cuerpo y sus dimensiones, en el próximo, en su relación con el espacio que habita. En el reconocimiento del cuerpo humano, nos alejaremos de los juicios de valor y consideraciones estéticas, poco relevantes al interés de la arquitectura. Como organismo, nos interesa comprenderlo como un sistema interactivo con su medio, capaz de realizar diferentes operaciones o acciones, los que le permiten su contacto con el mundo que lo rodea, para desarrollar su vida cotidiana, individual y socialmente. El cuerpo humano como protagonista, habitante de la arquitectura Si bien hay una tendencia a la idealización a lo largo de la historia de las medidas y proporciones del cuerpo humano y sus partes, no existen tales ideales. Medidas y proporciones se formularon durante la antigüedad griega con Sócrates y Platón, en el Renacimiento con los tratados del arquitecto Vitrubio y Leonardo Da Vinci, y en un tiempo más cercano, durante el siglo XX, con la formulación del Modulor de Le Corbusier.

Grecia Antigua

S. IV A.C. Estatua de bronce de Zeus o

Poseidón

Renacimiento S. XVI D.C

El hombre de Leonardo Da Vinci

Movimiento Moderno S. XX D.C

El modulor de Le Corbusier

Es común que los usos y costumbres, las tradiciones, los grupos étnicos y culturales, establezcan pautas de representación en las diferentes épocas y lugares alrededor del mundo. Actualmente se reconoce que cada humano es único y particular, pero como especie, mantenemos ciertos rasgos comunes que nos permiten establecer generalizaciones a la hora de reconocer nuestra estructura formal, más allá de esos patrones o ideales.



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El objetivo es aprender a observar y representar al cuerpo humano y también comprender al espacio, que con sus acciones y posturas, ocupa y delimita.

Imágenes del trabajo académico “La habitación en evolución: Habitar sin espacios desaprovechados”, Universidad TUDelft. Autor: Arq. Ewan Rawn

La forma humana, como organismo u organización formal, puede ser entendida como un objeto-forma, conformada por una diversidad de elementos, que se sostienen a través de una estructura geométrica reconocible, en donde existen relaciones de proporción entre sus partes y la totalidad y de sus partes entre sí. Un análisis formal del cuerpo humano nos permitirá además, reconocer la escala humana, necesaria para la formulación y diseño del espacio arquitectónico. Elementos, relaciones y proporciones del cuerpo humano Los elementos que participan en la conformación del cuerpo humano son las partes que componen básicamente a la figura humana: la cabeza, el tronco y las extremidades. Estas partes reconocibles encuentran relaciones de proporción entre sí y son posibles de dimensionar, como veremos a continuación.



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Estructura de la forma humana Podemos inscribir la forma del cuerpo humano en una “caja”, en donde las proporciones se relacionan a un módulo, la cabeza. Al repetirse, establece la altura del cuerpo, a la vez que permite identificar las medidas de las diferentes partes que lo constituyen. Al analizar el cuerpo humano, se advierte que subyace una estructura a partir de la cual las partes que lo constituyen se organizan y relacionan, para dar como resultado final una forma integrada. Esta estructura se hace presente a partir de ejes que coinciden con las partes (los elementos): cabeza, tronco y extremidades superiores e inferiores que, al intersectarse entre sí, provocan las articulaciones que le posibilitan su movimiento en el espacio. La organización de las partes, a partir de las articulaciones, resume de manera simple, los aspectos más significativos que debemos tener en cuenta a la hora de observar y dibujar la forma humana. Un sistema de proporciones aproximado, para relacionar los elementos del cuerpo, lo establece la altura de la cabeza, cuya repetición en 8 veces se aproxima a la altura total de la forma humana y permite localizar las diferentes partes que lo configuran. Cabe aclarar que este criterio es una generalización, ya que el cuerpo humano tiene variantes en cada individuo, pero resulta eficaz para una aproximación en su análisis visual.

Finalmente, resulta importante comprender que reconocer una estructura geométrica presente en la forma humana y la relación entre sus partes (elementos), facilitará su representación tanto en la bidimensión como en el dibujo perspectívico; pero resulta más importante aún, entender que la estructura geométrica que subyace en la forma de nuestro cuerpo, ayudará a comprender la estrecha e inseparable relación que existe entre la forma arquitectónica y la forma humana.



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Los espacios arquitectónicos son habitados y diseñados por los humanos para albergar su vida cotidiana, en las diversas actividades que se desarrollan, para los que están pensados y diseñados. IMPLEMENTACIÓN DEL TRABAJO PRÁCTICO Reconocimiento y registro de las dimensiones de la forma humana Se realizará el reconocimiento y registro del sistema de dimensiones, relaciones y proporciones de los elementos que conforman el cuerpo humano: sus partes y las articulaciones que las relacionan y organizan. Su dibujo se hará en escala 1:10, siguiendo los pasos detallados a continuación:

a.- INSTANCIA DE OBSERVACIÓN: Observar con detenimiento el propio cuerpo o recurrir a otro modelo físico presente (evitar la fotografía) de un familiar o un amigo. Reconocer su sistema de proporciones y las partes básicas que componen su forma y medidas: cabeza, tronco y extremidades. Tomar las siguientes medidas: alto total del cuerpo, ancho de hombros y en base a esas medidas dibujar una figura rectangular, en donde se inscribirá la silueta posteriormente. Medir también el alto de la cabeza desde su cúspide hasta la barbilla y el largo de brazos y piernas (extremidades).

b.- INSTANCIA ANALÍTICA-DESCRIPTIVA: Inscripta en la figura rectangular, dibujar una primera imagen de manera sintética, a modo de silueta o contorno, en postura parado/a de frente, identificando las partes del cuerpo (cabeza, tronco, extremidades superiores e inferiores) Cotejar en la silueta, las medidas registradas de alto de cabeza y largo de extremidades, en donde se podrán reconocer las relaciones dimensionales y proporciones entre el cuerpo y sus partes, en base a una grilla geométrica modulada por el alto de



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la cabeza. Identificar los ejes estructurantes y articulaciones de cabeza, tronco, extremidades superiores e inferiores, en base a las medidas registradas anteriormente.

Dibujar los elementos (partes) estructurantes de la figura inicial, operar con sus posibles subdivisiones para delimitar las distintas partes del cuerpo humano (cabeza, tronco, extremidades). Considerar las variaciones dimensionales y proporcionales de los modelos, en donde no necesariamente la repetición del alto de la cabeza sea el propuesto en la ficha.

d.- INSTANCIA DE REPRESENTACIÓN GRÁFICA Y EXPRESIVA: Redibujar la figura humana en una nueva hoja, de forma sintética, incorporando indumentaria y los rasgos básicos de su rostro y cuerpo. Se pueden incluir luces y sombras mediante técnicas expresivas de lápiz monocromo (sombreado).



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Respecto de la escala de representación gráfica, hay que considerar que cuanto mayor es la escala, su síntesis lo es también, simplificando las formas y expresiones de la figura humana. Por ejemplo, en una escala 1:100, la forma se sintetiza en una silueta en donde los rasgos faciales desparecen, y se presta más atención a las proporciones y postura (parado, sentado, caminando, recostado, subiendo, etc.). Cuanto la escala es menor, por ejemplo 1:10, se pueden observar más detalles en los rasgos faciales y corporales, aunque simplificados y sus texturas (ojos, nariz, boca, cabello, indumentaria, accesorios, etc.)

Walter Gropius

(1883-1969) Alemania

Le Corbusier (1887-1965)

Francia

Norman Foster (1935-)

Inglaterra

Peter Cook (1936-)

Steven Holl (1947-)

EEUU

Santiago Calatrava (1951-) España

Kazuyo Sejima (1956-)

Japón

Representación gráfica de la figura humana por arquitectos del siglo XX

Técnica: Dibujo de lápiz negro, a mano alzada. Importante: Recordar que el dibujo del cuerpo humano en arquitectura es de carácter sintético-esquemático y no realista. Por esta razón, tiende a tener menor definición de rasgos y gestos para ganar mayor énfasis en las posturas de la figura (acciones: parado, sentado, caminando, hablando), mostrando y manteniendo las correctas proporciones de la misma. ENTREGA

Como resultado de este trabajo de preparación de materiales, se solicita la entrega de fotografías que registren lo realizado. Se hará en formato digital, a través de fotos de los materiales producidos, documentando los mismos mediante cámara fotográfica o celular, en el momento que establezca el docente de la comisión.

Los archivos digitales a enviar por correo o Facebook serán en formatos JPG, TIF, PNG o PDF, es fundamental nominar el archivo identificando el nivel (C1), número de TP (TP1), secuencia de archivo (a,b,c...) apellido del estudiante, apellido del docente, año de cursada (2020): Ejemplo: C1TP1a_Lopez_Garcia2020.jpg

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