isla negra 254

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1 Isla Negra 6/254 Casa de poesía y literaturas Septiembre - 2010 suscripción gratuita. Lanusei,Italia. Dirección: Gabriel Impaglione. Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO [email protected] http://revistaislanegra.blogspot.es Martín Micharvegas Argentina “Perdido de todo! Ganado de nadie!” "Parajodas (sic)", es una recopilasión escrita en fonética rioplatense, ante los "Fastos del Biserpentario” Otto René Castillo Guatemala - 1936 - 1967 Intelectuales apolíticos Un día, los intelectuales apolíticos de mi país serán interrogados por el hombre sencillo de nuestro pueblo. Se les preguntará sobre lo que hicieron cuando la patria se apagaba lentamente, como una hoguera dulce, pequeña y sola. No serán interrogados sobre sus trajes, ni sobre sus largas siestas después de la merienda, tampoco sobre sus estériles combates con la nada, ni sobre su ontológica manera de llegar a las monedas. No se les interrogará sobre la mitología griega, ni sobre el asco que sintieron de sí, cuando alguien, en su fondo, se disponía a morir cobardemente. Nada se les preguntará sobre sus justificaciones absurdas, crecidas a la sombra de una mentira rotunda. Ese día vendrán los hombres sencillos. Los que nunca cupieron en los libros y versos de los intelectuales apolíticos, pero que llegaban todos los días a dejarles la leche y el pan, los huevos y las tortillas, los que les cosían la ropa, los que le manejaban los carros, les cuidaban sus perros y jardines, y trabajaban para ellos, y preguntarán, "¿Qué hicisteis cuando los pobres sufrían, y se quemaba en ellos, gravemente, la ternura y la vida?" Intelectuales apolíticos de mi dulce país, no podréis responder nada. Os devorará un buitre de silencio las entrañas. Os roerá el alma vuestra propia miseria. Y callaréis, avergonzados de vosotros. Gustavo Pereira Venezuela Somari de los huevos de paloma Los huevos de paloma son como los cohetes Todo el mundo presume que volarán algún día.

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ISLA NEGRA 254

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Isla Negra 6/254 Casa de poesía y literaturas 

Septiembre - 2010 suscripción gratuita. Lanusei,Italia. Dirección: Gabriel Impaglione.

Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO [email protected]  ‐                                                                  ‐ http://revistaislanegra.blogspot.es   

Martín Micharvegas Argentina

“Perdido de todo! Ganado de nadie!”

"Parajodas (sic)", es una recopilasión escrita en fonética rioplatense, ante los "Fastos del Biserpentario”

Otto René Castillo Guatemala - 1936 - 1967 Intelectuales apolíticos

Un día, los intelectuales apolíticos de mi país serán interrogados por el hombre sencillo de nuestro pueblo.

Se les preguntará sobre lo que hicieron cuando la patria se apagaba lentamente, como una hoguera dulce, pequeña y sola.

No serán interrogados sobre sus trajes, ni sobre sus largas siestas después de la merienda, tampoco sobre sus estériles combates con la nada, ni sobre su ontológica manera de llegar a las monedas.

No se les interrogará sobre la mitología griega, ni sobre el asco que sintieron de sí, cuando alguien, en su fondo, se disponía a morir cobardemente.

Nada se les preguntará sobre sus justificaciones absurdas, crecidas a la sombra de una mentira rotunda.

Ese día vendrán los hombres sencillos.

Los que nunca cupieron en los libros y versos de los intelectuales apolíticos, pero que llegaban todos los días a dejarles la leche y el pan, los huevos y las tortillas, los que les cosían la ropa, los que le manejaban los carros, les cuidaban sus perros y jardines, y trabajaban para ellos, y preguntarán,

"¿Qué hicisteis cuando los pobres sufrían, y se quemaba en ellos, gravemente, la ternura y la vida?"

Intelectuales apolíticos de mi dulce país, no podréis responder nada. Os devorará un buitre de silencio las entrañas. Os roerá el alma vuestra propia miseria. Y callaréis, avergonzados de vosotros.

Gustavo Pereira Venezuela

Somari de los huevos de paloma

Los huevos de paloma son como los cohetes Todo el mundo presume que volarán algún día.

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Gabriel Cacho Millet Mendoza, Argentina

Y fue por pensar apasionadamente en todas estas cosas trascendentales e ínfimas, por lo que junté unas palabras con otras, esperando que Borges o su fantasma se aparecieran en algo que pudiera asemejarse a un poema. De los dos, no sé cuál vino. El

recuerdo transforma todo en fantasía. Sé que antes de pasar las primeras lineas al papel, vi a Borges en sueños errar por una selva, como un viejo elefante que busca su secreto cementerio, porque no quiere -por pudor- que los otros de su especie lo vean morir.(Él sabía, por ejemplo, «que hay lugares en los Andes Meridionales donde van a morir los guanacos»). Otra vez, en mi sueño, era un

esquimal cargado de años que, sintiendo la proximidad de su hora -por educación- se aleja del helado caserío sin hacer ruido y se pierde por los glaciares...

Borges

Por perdidos glaciares de Alaska vaga esta noche un esquimal. Fatalmente deja caer la gastada trama de sus huesos al borde de un río invisible. Lo acompañan la inconstante luna y el lento andar del agua bajo el hielo. Antes que la rigidez sea toda su alma, el hombre piensa en la casa que no volverá a ver y que desde esta noche es más grande, en la borrosa imagen de una mujer que amó, en los hijos que festejan su viaje como quien se ha librado de un estorbo, en el gran dios del frío burlado que no puede tender trampas al que solitario adelanta la hora y de antemano fija el lugar de la cita. A orillas de otro río, en el hemisferio austral, otro hombre, por oficio, lo ve salir del mundo y acaso lo envidia. Harto de ser quien es, engarza palabras con el hilo del sueño. Clandestinamente deja la casa, el hábito del verso, Bioy y el bastón de laca. Sus huellas se pierden cerca del Ródano, que es un río que muere en Francia. Ignoro si abrevió su noche. Ignoro si llegó a su patria.

¿Me oye, don Jorge? Derec Walcott Santa Lucía - 1930 El amor después del amor

El tiempo vendrá cuando, con gran alegría, tú saludarás al tú mismo que llega a tu puerta, en tu espejo, y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro, y dirá, siéntate aquí. Come. Seguirás amando al extraño que fue tú mismo. Ofrece vino. Ofrece pan. Devuelve tu amor a ti mismo, al extraño que te amó toda tu vida, a quien no has conocido para conocer a otro corazón, que te conoce de memoria. Recoge las cartas del escritorio, las fotografías, las desesperadas líneas, despega tu imagen del espejo. Siéntate. Celebra tu vida.

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Mairym Cruz-Bernal Puerto Rico Cateterismo la tarea del poeta es vencer al miedo… y ayudarlo para que el miedo no tenga miedo. Aristóteles España Tengo miedo de las pecas que se esparcen en mis muñecas lunares pequeñísimos muestran la ausencia de caricias artritis florecida manos que se niegan a dar amor

Tengo miedo ahora en este momento de la mujer en el cubículo a mi izquierda amenaza con ser fantasma acabo de abrazarla y repetirle varias veces la palabra Amor pienso que si la digo se ilumina su cuerpo y el mío

Tengo miedo que no llegue a octubre se haya derretido para siempre el helado de turrón que pienso regalarme con él un hombre que también como yo va fragmentándose y desea que cambie el rostro de su espejo

El miedo esta mañana tiene otros nombres ausencias que han dejado de doler

Desde la ventana de mi cuarto el miedo a que me ahogue en el mar por eso coloco mi cama de espaldas y la luz se convierte en miedo a mi desnudez

El miedo anoche fue su voz pedirle hablar con Dios y saber que nadie escucha ni él ni Dios el miedo es esa lágrima que se atasca entre mis ojos como la sangre en el ventrículo izquierdo del corazón de mi madre

El café acelera mi pulso este miedo no está triste ni desea desaparecer no es el miedo de los gatos de Aristóteles que van al circo a disfrazarse de quienes no son

Mi miedo es un ser iluminado que siente en el mundo algo alguien una esquina que ha de encontrarla porque este miedo que me mueve siendo sólo una palabra no es tonto ni inteligente es sólo una palabra que busca como yo su definición

El miedo sigue siendo el abismo entre dos bocas el riesgo de ese último salto lanzarse sin paracaídas posible

El miedo es un apartamento en Manhattan que pide tu boca cuando nadie más pide tu boca libertad y resurrección el miedo puede ser ese apartamento

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sus cuadros como caras vivas esperando aletargados tras los rojos, los violetas de sus labios mudos

El miedo ya no está en mi reloj sin tintagueo ni en el viaje interminable de los aeropuertos

El miedo sopla por mi ventana de cristal abierta después del asesinato sin aclarar de mi vecina muerta muerta muerta cuchillo al cuello un nuevo tango para inventarse a solas por un hombre que se queda solo e inventa el último tango de su vida

El miedo es siempre un miedo que me atrae al exilio de otro cuerpo esta mujer despatriada mira la bahía y sueña con partir camina al mar y sueña con un velero que la lleve

En mis aguas los peces no me hablan, compañero porque en mi vida hay dos peces humanos Daniel Tevini en Buenos Aires Madeline en la isla de Manhattan Pez-Mujer y Pez-Hombre hermana pez, hermano ambos sumergidos respirando leche en el oxígeno del agua anclas de algo bueno que está vivo hermanos peces en esta Amazona mis hermanos peces no tienen miedo se columpian en el vértigo diario de sus países e ignoran que son peces y nadar en el aire no nos salva

El miedo es una palabra imbécil solo una palabra que esta mañana desde este hospital me hace rabiar en tinta negra por las pecas que aun no han manchado mis manos y vendrán Rabiar por las sandalias rotas que calzan mis pies no tienen miedo de caer caer es el primer movimiento para el vuelo

El miedo hace rato me enseñó a ser felíz sola y que las canciones en boca de cualquier cantante son mentiras en Uruguay Chile Cuba en cualquier ciudad que alguien cante el amor tiene que ver con un Tú que no llega o ha llegado y hace doler también la verdad miente

El miedo esta precisa mañana sabe a metal a cuchilla que va a abrir el pecho de mi madre a la cuchilla que mató a mi vecina a mi hija que duerme sola con su perra que ladra y canta sin que entendamos sus palabras

Y ahora siento el miedo en mis brazos fríos que amanecieron sin abrazos y lo sintieron el miedo a la noticia el miedo a entrar al infinito

Porque este poema mío este poema mío de los miedos

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ya no tiene miedo me empujo al vacío y caigo toco el filo de la navaja esa tinta roja me sirve para escribir Amor

Sí, este poema mío ha vencido al miedo ahora habrá que salvar al miedo para que el miedo no tenga miedo del poema 23 de agosto 2010.- después del poema La mueca del miedo de Aristóteles España Mario Trejo Buenos Aires, Argentina - 1926 La loca del rubí 1 Esa mujer no estaba en sus caníbales Amaba con presentimientos feroces Regalaba somníferos en prueba de amistad No insistir No molestarla Que la melancolía ya tiene con sus abejas

2 ¿Dónde están las mujeres de Babilonia Con ombligos de 21 rubíes? Venus está ahora en la casa de los viajes largos Yo resisto aquí, lejos, en otra parte

3 Endemientras conspiras con insomnios y miedos Con silencios y jaguares Eres un blanco fácil en el fondo del desfiladero Despertamos al sueño para escuchar su ruido

4 La loca del rubí aúlla de rabia o gime de placer No es de dolor su alarido Sos vos el único que emite espantos

5 Apagamos la luz para lamer nuestra soledad

Roque Dalton El Salvador - 1935 - 1975

Ballet Para B.H

El último vagón ha matado al cisne…

Su mayor enemigo fue la mancha de barro y he aquí que hoy sus estertores anegan de suciedad los trajes de los traseúntes.

Los niños ríen y traen varitas agudas para rematarlo a estocadas.

Gonzalo Arango Andes, Antioquia, Colombia -1931 - 1976 La salvaje esperanza

Eramos dioses y nos volvieron esclavos. Eramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de lata. Eramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras. Eramos felices y nos civilizaron. Quién refrescará la memoria de la tribu. Quién revivirá nuestros dioses. Que la salvaje esperanza sea siempre tuya, querida alma inamansable.

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Arnold de Vos Holanda – reside en Trento, Italia Las heridas de las olas

Fluyo a lo largo de tus riveras en la larga noche que se cierne sobre mí, tierra prometida que me exilias golpeo tus costas, enjuto arrecife de caricias excavo en tus escollos muralla de moluscos, agua que se lastima en tus puntas de diamante. Diáspora de la noche, ayúdame a despumar de la ley del Talión las heridas de mis olas. Versión de Isabel Ruiz Boggio

James Joyce Irlanda – 1882 -1941 Ella llora en Rahoon

La lluvia en Rahoon cae suavemente, suavemente cae, donde mi oscuro amante yace.

Triste es su voz que me llama, tristemente llama, cuando gris asciende la luna.

Amor, escucha tú cuán suave, cuán triste su voz llama siempre,

siempre sin respuesta y la oscura lluvia cayendo entonces como ahora.

Oscuros también nuestros corazones, oh amor, yacerán fríos como su triste corazón ha descansado.

bajo las ortigas grises de luna, la negra tierra y la lluvia que murmura.

Jorge Boccanera Bahía Blanca, Argentina - 1952 Suceso X

los pájaros que construyen la noche sueñan con ella prolongan sus silencios hasta inventar países y cuidan de ella como si ella fuese su corazón un ala o una rama los pájaros que construyen la noche la brisa de la noche sueñan con ella porque los gestos de ella como pájaros senos muslos bocas se ponen a volar ella se pone a volar

en fin los pájaros que construyen la noche aullan por ella. de Noticias de una mujer cualquiera

"¿Creen que los hijos del país puedan volver a las cadenas?¿No conocen los enemigos que, aún cuando logren nuestro exterminio, nuestros hijos han de vengar la muerte de sus padres?"- Mariano Moreno

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Martín Micharvegas Argentina – reside en España. Santoriada 1971

Vino el Radicheta y dale que habla que te habla que el moco va entre la guerra civil y la guerra revolucionaria Desde la ventana del bar no se veía nada Pero eran días crápulas Media con miedo la calle y la gente Y dijo el Radicha que Ongaro se hizo cargo de sacar la jeta aclara que no concilia con nadie desde la cárcel y que se considera “uno más entre los prisioneros“ y esas no eran fanfarronadas de pequeñoburgués El Radicheta estaba entusiasmado y nos entusiasmó Vino una mina que quiso hacerla fácil: peronismo guión antiperonismo Y llegó uno que estaba en la del Ghandi ( pero para mi acababa de dejar plástico en alguna puerta ) Sin violencia! No violentos: Sin Violencia! - astillando recursos de amparo para sindicalistas presos Y en malón llegaron los que decían saber que el contenido latente de este mierdoso sueño popular y nacional era liquidar la guerra de las guerras ( episteme: la guerra de guerrillas ) Todos estos muchachos dejaron sus manuales sobre el estaño junto a las ginebras Y como un coro de trogloditas entraron los que hablan de 16 años - de los últimos 16 años ( siempre están los que hablan de una cantidad equis de últimos años ) Y que años de conciencia flotante Y que años de resistencia artesanal Y que floridos años de reorganización El bar estaba lleno de infelices ilusiones El mostrador abarrotado de manuales juveniles La caja registradora clink! La calle estaba en calma La gente mansa El músculo dormía Todos veían la Guerra Civil Española en la borra de sus copas Y entré yo Diciendo que venía de lejos Y patatín y patatán Aquello de arrastrando cosas que me confiaron La vida pura dije Giraron las cabezas al unísono ante esta situación vieja por excelencia Aclaré que no gozaría de ningún peculiar privilegio Les gustó Convinimos: no mencionaríamos ninguna belleza ni verdad hasta allí sino para hacerlas mierda Dijo el Radicheta: háganlé un lugar Pero con la noche arribarían los que ejecutan en la calle En descampados Y largas filas de ejecutados dentro de coches Qué beber asesinados y los obligados a arrodillarse en lagunas En arroyos tersos En canales

Vendrá

Vendrá la noche Entrará la calle mansa por su café con leche La gente mansa entrará por su ginebra después de haber quemado sus manuales No confíen en nadie Ni en mi canción Ni en nuestra poesía Bajan persianas los que recelan de la paciencia popular

Por cada ojo Los dos ojos Por cada diente Toda la cara Madrid, 1978.- poema para Roberto publicado en el libro-homenaje: De SANTORO // Ediciones del Rescate -serie de los trabajadores de la cultura represaliados en argentina, Madrid, 1979

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Luis Ricardo Furlan Buenos Aires, Argentina -1928

En la penumbra se desliza un gato

Crece la sombra de fantasma solo. Corre detrás de un ilusorio bolo,

se amodorra en la cueva del zapato.

Brilla el ojo pirata en el retrato con el delirio de inocente dolo.

Lo cautiva la pausa del gladiolo en el jarrón. (La luna, sin boato,

circula en el tejado; es una tea de cal y miel mojando la azotea).

Ronronea su vida libre y fatua:

ya se diluye en patio de azulejos, ya ñoño se refleja en sus reflejos

o tirita su miedo ante una estatua. Raúl Zurita Santiago, Chile - 1950 Guárdame en ti

Amor mío: guárdame entonces en ti en los torrentes más secretos que tus ríos levantan y cuando ya de nosotros sólo quede algo como una orilla tenme también en ti guárdame en ti como la interrogación de las aguas que se marchan Y luego: cuando las grandes aves se derrumben y las nubes nos indiquen que la vida se nos fue entre los dedos guárdame todavía en ti en la brizna de aire que aún ocupe tu voz dura y remota como los cauces glaciares en que la primavera desciende. Daniel Montoly Montecristi, República Dominicana - 1968 El viaje al altiplano

Si cruzo frente a ella la observo desplazarse por todos lados como una estrella en la majestad de la bruma, encendidamente cálida. Entierra sus ojos en mi silencio hasta rozar mi piel con sus deseos y luego se disuelve, soterrada y fría, dejándome un vendaval de angustia en cada célula.

Dionisio López Cabral República Dominicana - 1956 - 2006

Enigma

El enigma de la lluvia

es morir para ser flor.

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Mohammed Bennis Fez, Marruecos - 1948

Silencio - 4

En mi borrachera tropecé con rostros

Yo sabía que habían nacido en una tierra de lindes perdidas en el silencio

Rostros que imaginé como un espectro

que llama a la puerta y aterroriza a una noche y a la noche que sigue a esa noche

Eh tabernero

estamos aquí venimos buscando vino de Burdeos

un amigo que se nos parece llegará ligero

con el rocío de su amanecer ábrenos el cerrojo

para que baje su cuerpo como un resplandor entre el vaso que bebía

y el vaso que tal vez ha colmado el hueco de su pecho

He hecho una invocación y ya están devorando las tinieblas

una estrella que refulgía al tiempo que

refulgía el vaso Ch'en Ling China - siglo III El último paseo

Dejaste caer en el suelo el tulipán rojo que yo te había dado. Lo levanté. Estaba blanco. Bastó ese levísimo instante para que nevase sobre nuestro amor. Traducción de Álvaro Yunque Charles Tomlinson Stoke-on-Trent, Inglaterra - 1927 El arte de la poesía

Al principio, la mente se siente magullada. La luz hace blancos agujeros a través del negro follaje o la niebla esconde todo lo que no es ella misma.

¿Pero cómo dirá uno eso?— Siendo así que, cuando la verdad no es suficientemente buena exageramos. Las proporciones importan. Es difícil atraparlas de manera adecuada. Debe de haber algo superfluo, nada que no sea elegante Y nada que sea si es simplemente eso.

Este verde crepúsculo tiene orillas violeta.

Las mariposas amarillas que apresuradas se trasladan desde las flores escarlata a las de bronce desaparecen mientras la tarde aparece.

“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”. - Eduardo Galeano

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José Campus San Juan, Argentina – 1930 - 2009 1

Fue ayer. No. No fue ayer. Quizá fue hace mucho tiempo. Lo cierto es que era niño. ¿Era niño? Sí, tal vez era niño. Estaba en el campo. Era la noche del... No importa qué noche era. Esa noche abrí la ventana. Nunca lo hice antes. Miré. A lo lejos, los perros querían comerse la luna. No lograban aburrirse. Entre los ladridos vi una sombra. Era azul y se movía. No me importaron los perros. Aquello se agrandaba. Llegó al marco de la ventana. Cuando quise apresarla, echó a correr. La seguí. Después vi el sol. había corrido toda una noche. Al llegar a la ciudad, se detuvo. Era un gato. Un gato azul. Caminamos juntos. Pasábamos los autos y los árboles. Nos metíamos en todas las casas. Pudo detenerme el agrio grito prendido en el humo de cada chimenea,o el canto salado que se filtra por los poros del cansancio. Mi gato azul, maullando de modo indescifrable pero armonioso al oído me empujaba. Por las esquinas nos cruzaba algún camión, Cristo, los bomberos... y así no podíamos seguir. Entonces le dije: -¿Compremos esta casa? -¿Cuánto vale esta casa? ...Y nos instalamos en la casa.

Era una pieza grande con una ventana no tan grande. La abrí. Había otra ventana. Luego otra, y otra y otra. Fui abriéndolas a todas. De pronto mi gato me arañó. La sangre asomó negra de dolor. No le hice caso. Mi gato fue hasta la puerta. Quedó como esperando que le abrieran. El timbre sujetó mi intento. Era un mensajero. Un telegrama. Mi gato aprovechó la puerta abierta. Quise alcanzarlo, pero alguien dijo: -Firme aquí. En el telegrama cabía una sóla palabra

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Entonces, el buen relojero puso en marcha todos los relojes y se retiró a descansar. En el principio la marcha era acorde.

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Luego, algunos se retrasaron, otros, se adelantaban desesperados. -Atiende eso. Dijo el relojero a su ayudante. Un hombre joven entró al local de los relojes locos. Era lamentable la falta de ritmo. No se desanimó. Comenzó lentamente su trabajo. Los regulaba según los latidos de su corazón. Era tarea ardua. En tres años sólo consiguió igualar a doce. El ruido de los demás era ensordecedor. La desesperación crecía. Uno de aquellos doce, rompió el ritmo, otro se negó tres veces. El hombre sintió miedo. Miró hacia la planta alta donde habitaba el relojero, pero éste estaba en otra cosa. No oyó su grito. Pensó que lo había abandonado. Corrió por las escaleras. No regresó jamás. En la relojería nadie logra entenderse. Las paredes del edificio están agrietándose

Candelario Reyes García Honduras

Sep

La hostilidad es una escapatoria de responsabilidades que divierte de los señores de Xibalbá, horror,

pincelazos sueltos, pretensiosas bestialidades uniformadas simulando seguridad en su atroz desconfianza de la democracia

y describiendo la injusticia posible bajo su mano, sólo por la fuerza. La desidia y el egoísmo vuelan en sus miradas

son alas que forman un compás de tijeras violentas, medidas de ajuste y estructuras piramidales

de sujetar a los pobres con estucos de miseria y grilletes. -- Desde donde la oligarquía reprime la cultura y asesina la patria. Circe Maia Montevideo, Uruguay – 1932 Unidad

Una pequeña tarea como esta de cortar el pan y llevarlo a la mesa, empieza y luego acaba -círculo de sentido que se cierra- la pequeña molécula de un proyecto /cumplido.

¿Trivial? Tal vez, pero mira dibujarse con perfección acabadísima cada gesto enlazado en el siguiente anillado en la suave espiral invisible que va del pensamiento hacia la mano del ojo hacia el cuchillo. “Ammatula ca t'allisci e fai cannola, 'u santu è di mammuru e nun sura”. (Es inútil que te embellezcas y le hagas

rulos al cabello, el santo es de mármol, y no transpira)- proverbio siciliano.

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Jorge Eduardo Eielson Perú, Lima – 1924 - 2006

¿por qué estoy vivo y el vaso lleno de agua y la puerta cerrada y el cielo igual que ayer y los pájaros dorados y mi lengua mojada y mis libros en orden?

¿por qué estoy muerto y el vaso igual que ayer y la puerta dorada y el cielo lleno de agua y los pájaros en orden y mi lengua cerrada y mis libros mojados? Ida Vallerugo Meduno, Italia - 1946 La cena

Todos se fueron juntos aún cenamos esta noche. Ningún reloj para cargar ni en la mesita de luz ni en la Historia que casualmente pasa afuera, sobre el puente, hacia el Centro después de haber puesto los huevos en los escalones de Redipuglia, se saca del vestido, irritada, los cascotes, el polvo.

Meduno, una escalada de gritos dormidos. Y tu frente lisa que aún más se distiende.

Esos ojos negros tibetanos llenos de picudas nubes y aguas y helechos y azul profundo su almendra severamente dulce -mi fuerza- que me sonríe por debajo de la muerta.

No me dejes. Quizá la realidad no dura apenas más que el sueño, quizá no es sólo un sueño que se puede tocar.

Mañana te llevan.

Mañana será un día perfecto como un huevo. Como el huevo que descascaro entre las manos, [lentamente para no molestar tu clara transfiguración con el ruido de la cascara que se despega Traducción: Rocco Carbone

Leonel Rugama Nicaragua – 1949 - 1970

Jacinto Baca

Con el brazo izquierdo de mampuesta y con el derecho disparando su pistola.

Sí señores. Hay una patrulla de JACINTOS arpillando al enemigo

y una gran estatua aunque rota ya su sangre

creció en una plaza de Rota.

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Luis Pérez Oramas Caracas, Venezuela - 1960 Gazela de Hugo

Nunca has visto las montañas que nos son blancas, blancas. Nunca has visto sólidas las nubes como inmensas piedras erguidas en tu sombra. Prepara para todos tus desvelos las armas del silencio. Que repita el cuerpo sus olvidos que de nuevo traiga en sus senderos la unción matinal del eucalipto los arándanos, los jazmines de agua el vino acariciando la piel dulce de los higos y a la espera. De: Prisionero del aire - 2008.-

Antonio Arroyo Silva Islas Canarias

Se deslizan, se cruzan en las calles. No se ven si tropiezan de improviso,

No se tocan el hombro aunque se toquen. Y sonríen, sonríen para enseñar los dientes.

Y entonces se saludan, agachan la cabeza con humilde desvelo manteniendo la vista

cruzada en el rencor. Si el otro inclina su máscara de asceta, entonces el que abre

los ojos callará para esconder su culpa, callará hasta el temor vestido de veneno

mordiendo la secura de sus quebrados labios.

Deberían tener un corazón de pájaro, no un pájaro

en cada corazón. De: Casi luz.

Sonia Sales Brasil Costuro Estrelas

Céu cinzento luzes de coral. O crepúsculo é apenas um anúncio, enxertado de relâmpagos no vestido azul que usarei domingo. Costuro estrelas brilhos e vidrinhos. Um alfaiate no anil sideral. As andorinhas pousaram no Bezerro de Ouro, o vinho escorre da taça em chamas, mas em segredo inventarei a Primavera, cantarei no coral da igreja, tocando meu violão, e usarei no domingo o vestido azul costurado de estrelas.

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Luali Abdalahe Sáhara Occidental

Tres Las miserias del mundo

yacen olvidadas bajo el escombro de los metalenguajes.

El lenguaje con que chillan los intestinos del sur

es un enigma en los oídos del norte.

El monstruo de la ciudad se comió nuestra inocencia.

La fe se estrella contra los gigantes que rascan un cielo que no pica.

Los pequeños dioses agonizan ante el vacío de los verbos

politizados. Y la guerra es una proyección

del diablo que deambula como una posibilidad en las desoladas

praderas de nuestra esperanza. De Quince poemas saharauis Jesús Aparicio González Cabanillas del Campo, Guadalajara, España - 1961 Miserable el momento si no es canto Claudio Rodríguez Mi pupila despierta con la sed y acierta a desandar las luces no cantadas. El tiempo de la espera es hoy fecundo en arpegios y no se escapa ninguna golondrina sin su beso. Abrazo cada instante, así me impulso con los sueños para mover la roca y salir con el rostro encendido como el más bello de los pájaros. Por mis venas aún corren amapolas. 22 de Febrero de 2005- De: Las cuartillas de un naufrago.Edic. Vitruvio,España- Walter Mondragón Colombia Eclipse de sol no previsto

Estás de perder la cabeza de aventarse al abismo del agua por tí se represan las cataratas de Iguazú por tí, las nieves perpetuas de los picos Colón y Bolivar se derriten mientras tú te elevas quien puede contra el cálido pedernal de tu viva presencia! quién con el áureo matiz de tus pestañas y la risa de tus ojos de tús ojos miel de los bosques relictios! Estás hecha a la medida de mi ansia: un eclipse de sol no calculado está ocurriendo; empiezo a soñar a plena tarde, eres la luz que parpadea en este crepúsculo glorioso en que asisto a tu esplendor..., (pero) si hasta el arco iris ha salido para que tu pases!. La sombra que se aleja contigo me ha oscurecido ...es cosa perder la cabeza!

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Pablo Armando Fernández Las Tunas, Cuba - 1930 La construcción del templo

¿En qué se igualan la acción, la palabra, o lo que es más oscuro y pavoroso, el silencio, ante nuestra mirada que aún no se hizo oficio y testimonio? Me contaba mi madre que aquel sabio sentado ante la puerta cerrada del santuario: piedra de inesperada pero auténtica lumbre antigua que se alzaba lentamente al espacio. Me contaba que nunca abrió los labios ante la indiferencia o el obsequio; sólo sus ojos eran dóciles y seguían las huellas de quienes por temor, gracia o misterio otorgaban sus dádivas suntuosas a impenetrables dioses. Pero mi madre, que lo vio sentado, mudo, como príncipe que rechazó de manos ancestrales fortuna y dones, supo del andrajoso y magro y penitente que no se alzó, juntó piedras, ni a ellas consagró palabras de blasfemia o alabanza, pero día tras día, humildemente, construyó en el silencio, con ardua, tenaz, inquebrantable audacia, el templo y congregó a los fieles. Ana Ajmatova Rusia – 1889 - 1966 La tierra natal

No la llevamos en oscuros amuletos, ni escribimos arrebatados suspiros sobre ella, no perturba nuestro amargo sueño, ni nos parece el paraíso prometido. En nuestra alma no la convertimos en objeto que se compra o se vende. Por ella, enfermos, indigentes, errantes ni siquiera la recordamos.

Sí, para nosotros es tierra en los zapatos. Sí, para nosotros es piedra entre los dientes. Y molemos, arrancamos, aplastamos esa tierra que con nada se mezcla. Pero en ella yacemos y somos ella, y por eso, dichosos, la llamamos nuestra. Versión de María Fernanda Palacio

“Al plantar el arroz cantan: primer encuentro con la poesía.”- Matsuo Basho

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Euphrase Kezilahabi Tanzania - 1944 El hombre pobre

El hombre pobre sacrificó miles de hormigas Para su última cena. Vivas, aún sin masticar Ellas entran y salen Con pedazos de carne De su boca ampliamente abierta. Él murió de hambre anteayer. Cada transeúnte le arroja una hoja verde Para evitar la maldición Pues será enterrado por el ayuntamiento Bajo ningún nombre. Traducción desde el inglés por Raúl Jaime- http://www.webislam.com

Lourdes Vázquez Puerto Rico - 1950

La superficie y su imagen

Fijo los ojos en esta fotografía nuestra. Yo a tu lado que miro de frente

el aparato en cuyo interior la transparencia de la luz nos compromete.

Es cuando aprieto bien los latidos e indago por el muro que debo brincar, la planta gigante que debo escalar, la

pantalla de proyección de cine que debo penetrar. Entinto el revelado, como fósil

en su yacimiento. Es cuando recuerdo este humano corazón mio.

Pedro Shimose Bolivia - 1940 La esfera y el río

Se engaña y engañándose te engaña sin querer. No ve más que el dolor lento de las cosas. Ignora el movimiento de la luz. El ve sólo la montaña.

Es su realidad una maraña de símbolos, un puro sentimiento o un sueño donde el sueño es pensamiento, cristal de tiempo que la sangre empaña.

Ojo burlado y burlador, tu instante, tu fragmento de certidumbre inerte no ve sino diamante en el diamante.

Tú sabes lo que sabes al no verte e ignoras lo que ignora el nigromante, lo que ignora la vida de la muerte. Claribel Alegría

Nicaragua - 1924 Muero de a poco

Muero de a poco, amor no es la muerte sorpresa

que deseaba la que libera

y lanza es la otra

la lenta la que corta en pedazos

da estocadas y de perfil se escurre.

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Sonia Figueras Argentina El hombre

La tarde declina. Frío inmoral insolente quema las manos gastadas paspadas en el arrastre de pesados tablones de carretillas cargadas.

La sirena suena interminable estridente ya, cesan los ruidos dantescos en los golpes de las mazas. Lento con pausa cansino, moja su cabeza.

Y la rutina lleva sus pies helados, con llagas y besa la frente de su niño dormido.

Cuatro chapas una lona por cortina manso, replegado, la respiración entrecortada,

se entrega sumiso a su destino.

Ya no piensa, sueña. Un día fue hombre. Hoy no sabe de dolores hoy espera simplemente dejar de respirar.

Larga fila negros rostros desamparados pies arrastrados llanto en los ojos bajos los brazos en sus despojos cunde el horror.

Esta noche tiene miedo los ojos negros mojados de agua salada y el cuerpo, chiquito, indefenso.

Muchos no vuelven... …quizás algunos... retumba el aire. . . Gritos... la bronca excita el desaliento de las mujeres cierra la mina no habrá trabajo aunque haya marcha.

No se detiene la bestia… y lloró.

“La poesía es mi principal fuente de conocimiento. Me enseña el mundo, y en ella aprendo a conocerme a mí mismo. Ella nos hace unánimes, comunicativos.”- Manuel Altolaguirre

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Lêdo Ivo Maceió, Alagoas, Brasil - 1924 El sueño de los peces

No puedo admitir que los sueños sean privilegio de las criaturas humanas. Los peces también sueñan En el lago pantanoso, entre pestilencias que aspiran a la densa dignidad de la vida, sueñan con los ojos abiertos siempre.

Los peces sueñan inmóviles, la bienaventuranza del agua fétida. No son como los hombres, que se agitan en sus lechos estropeados. En verdad, los peces difieren de nosotros, que todavía no aprendemos a soñar. Y nos debatimos como ahogados en el agua turbia entre imágenes hediondas y espinas de peces muertos.

Junto al lago que yo mandé cavar, volviendo la realidad a un incómodo sueño de infancia pregunto al agua oscura. Las tilapias se ocultan de mi sospechoso mirar de propietario y se resisten a enseñarme cómo debo soñar. Gustavo Lespada Argentina - 1953 Simulacro

de verbos insectívoros de frase del mesías de señales de nombres / de palabra revelada de sonido hermanable / de sentencia que restaure el sentido el equilibrio el orden: un olor a comida cociéndose en el fuego puertas que se abren / el sonido de un saxo meciendo las cortinas / el mantel en la mesa con el pan compartido / con el vino la saliva y la noche

nada de eso: es la grieta en la pared la viga que se parte / humedad del cimiento es carbón en la olla / mugre bajo las uñas hervidero de ácaros / sobre la piel cuarteada: otra pelambre asoma / otra corteza aborta su reseca tentativa su repliegue de huesos su fósil ceniciento. Adriana Versiani Ouro Preto/MG, Brasil - 1963 castanha -VI

Chove e não me lembro que estou molhada. Toda mãe é capaz do ódio. Quando criança, juntei gravetos, mutilei insetos. A areia é meu abrigo e ninguém me acompanha. Ele apontou para mim e disse: — Mulher, estás grávida, respeites o silêncio das coisas. Tomado de revista Escritoras Suicidas.

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Gerardo Guinea Diez Guatemala - 1955 IV Puede que él no sepa de mujeres fenicias ni de galeones españoles ni de sefarditas con su ladino de siempre en África o Nueva York.

Pero ella, más torrencial parpadea y habla según sus cálculos de mares de mediodía con sus fragatas inglesas con algo del Caribe filtrado ventarrones por añadidura, y por análogas razones de atmósferas con peces de colores y señoritas con su cuerpo a la vista.

Entonces él reconoce su ignorancia de esos desusados hombres, accede a que ella desafíe sus saberes, no de Ovidio ni los dioses griegos, menos sus conocimientos de geografía, sino aquellos que resumen miserias morales y dudosas legalidades.

Siendo así las cosas, ella muestra su espinazo entrado en eternidades para danzar en el corredor con un silencio que no se mueve más allá de sus fronteras en la palma del sueño. De: Casa de nosotros

Eugenio de Andrade Portugal – 1923 - 2005

Retrato Ardente

No teu peito é que o pólen do fogo se junta à nascente, alastra na sombra. Nos teus flancos

é que a fonte começa a ser rio de abelhas,

rumor de tigre. Da cintura aos joelhos é que a areia queima,

o sol é secreto, cego o silêncio. Deita-te comigo.

Ilumina meus vidros. Entre lábios e lábios

toda a música é minha.

“El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la

antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra.”- Rodolfo Walsh

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Eduardo Dalter Buenos Aires, Argentina - 1947 de Bocas Baldías (2000 – 2001) rota en la cuneta, ¿quién la bebió?, ¿quién la rompió? Una botella rota, con su etiqueta y su barro. Su pico apunta al cielo, y si te acercas, a tu frente, como un dedo vacío, sin uña, sólo borde. Una botella rota, más allá de todo olvido, en la media cuadra del suburbio. Luis Luchi Buenos Aires, Argentina - 1921 –2000 Ropa en la soga

La limpieza expone a efectos públicos esa intimidad tan custodiada. El sol elige el centro de la bandera la convierte en zona de combate; las golondrinas hacen sus primaveras y los gorriones el resto de los solsticios. Vientos de paso silban los broches, les cierran las bocas. Entre las guerras de pañuelos pierden los del luto en los orillos, los lloros de los mayores con lágrimas, con mocos inconsolables a secarse. Parado en un extremo atado al alambre cubro las estaciones, los fantasmas disfrazados con sábanas exaltan la pasión escéptica de los domesticados. En la otra punta un poste me deja hacer y no se cae de asombro. En “Jardín zoológico”, Ediciones Último Reino, 1995. Tomado de Revista Aromito Juan Gelman Argentina - 1930 La acción lírica

teniendo en cuenta sus desastres íntimas destrucciones y asia áfrica américa latina caras caídos en la lucha cuba que obliga a respirar el poeta se entrega a sus ciclones carga sus rabias consecuentes en general el gran lirismo va y degüella esperanzas sentadas sonríen con sus bobas

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José Watanabe Trujillo, Perú - 1945 - 2007 Vieja con perra

Una vieja flaca y traposa como un arbusto seco en este aire polvoriento espera que su perra de tetas flaccidas beba el agua turbia de la acequia de los maizales.

Mientras espera, embozada en su manta, nos observa largamente: pasajeros aburridos de un ómnibus cuyo desmañado conductor mea como un caballo detrás de una tapia.

La perra ahita se le va pero regresará pronto con más perritos. En este caserío tan pequeño nadie se aleja nunca.

El ómnibus reanuda su marcha y los pies de la vieja ahora parecen penetrar el subsuelo. Como la Baucis del mito, enraizada, ya no dará un paso más, y el sol que se enciende de súbito la convierte a lo lejos en una fogata oscura. Alda Merini Milán, Italia -1931- 2009 A Vanni, última flor

Mi vivencia paradójica, aquello que no termina, es que, después de haber arrancado del corazón la última flor, he visto florecer otras. Es posible que la muerte no haya caído sobre el universo, y que un diluvio de lágrimas no me haya devastado? Ya te odio. Y no sé más a quién echarle la culpa de esta lejanía. Debiste al menos advertirme Debiste darme el último adiós. Juan Larrea Bilbao, España - 1895 – 1980 Razón

Sucesión de sonidos elocuentes movidos a resplandor, poema es esto y esto y esto Y esto que llega a mí en calidad de inocencia hoy, que existe porque existo y porque el mundo existe y porque los tres podemos dejar correctamente de existir

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Víctor Hugo Escandell Salta, Argentina Duelo A la memoria de Olgui, mi esposa

La rosa refugió tu ausencia amada luz para mi sombra. Sepultaron tu vientre huérfano de pájaros azules. A qué cielo clamar cuando la piedra es sorda y la palabra se coagula en las espadas. Bebo el agua sedienta de tu muerte. Mi batalla sin ti es polvo astillado tiniebla agazapada en el silencio. Oculto llagas entre los harapos de la hierba y el rocío. Me hundo por laberintos ahuesado de espantos y de miedos. Mientras revolotean mariposas negras con un estertor de alas por el aire mi derrota es la tierra.

María Pugliese Vicente López, Argentina

a.

lo mecí al son de un arrullo

antiguo simple a media lengua

en un idioma neutro un compás de latidos le ofrecieron regazo

a sabiendas de que la ciénaga

desconoce senderos ironiza los pasos

ofrece sólo sueños de sogas caballos fuerzas

no obstante le di mis brazos

lo mecí del poemario Ejecuciones. Miguel Angel de Boer Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina Cuestión

El asunto es como lograr seguir siendo en medio del atroz desamparo del espanto

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Eugenio Montejo Caracas, Venezuela - 1938 - 2008

Vuelve a tus dioses profundos

Vuelve a tus dioses profundos; están intactos,

están al fondo con sus llamas esperando; ningún soplo del tiempo las apaga.

Los silenciosos dioses prácticos ocultos en la porosidad de las cosas.

Has rodado en el mundo más que ningún guijarro; perdiste tu nombre, tu ciudad,

asido a visiones fragmentarias; de tantas horas ¿qué retienes? La música de ser es disonante

pero la vida continúa y ciertos acordes prevalecen.

La tierra es redonda por deseo de tanto gravitar;

la tierra redondeará todas las cosas cada una a su término.

De tantos viajes por el mar de tantas noches al pie de tu lámpara,

sólo estas voces te circundan; descifra en ellas el eco de tus dioses;

están intactos, están cruzando mudos con sus ojos de peces

al fondo de tu sangre. Miquel Martí I Pol Catalunya, España - 1929 - 2003 De "Quince poemas" - 5. Hay un remolino de agua donde las palabras se hacen dulces, donde las palabras se hacen lentas y claras como profundidades.

Hay un lugar en el espacio donde la voz os resuena, donde la voz os rodea y seduce como si gritárais en una cueva.

Si esto os digo es para sinceraros con vosotros mismos .

No queráis descubrir qué fuerzas os mueven.

Hay la vida y la muerte, inmutables.

Lo demás son palabras.

Amaos, hermanos, por lo que os duele y os hechiza. De "Quince poemas"- Versión de Adolfo García Ortega

Jorge Castañeda Río Negro, Argentina - 1951

La médula del río -XI – Sucedáneo

Postrado como un fósil ardiente, Nomenclatura difícil de explicar

Donde yace el cañaveral de los nichos, ¿ a quien explicamos el verbo ?

(...si nosotros, masticando la mística del lenguaje cantáramos al ritmo de los salmos

el universo en polvo se arrastraría por las venas de los muertos...).

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Efrain Espinoza Falconi Riobamba, Ecuador - 1963 II

Regresa a sí, en busca de algún sentido

No conozco otros temas y hablo de mis alambradas

Sin encontrar nubes para subirme tuve que bajar al pavimento en donde se vive precozmente es el bosque de cemento

Allí se esconden solitarios versos abatidos por ausencias Viven - desviven aún no mueren pájaros trovadores terriblemente tristes de alimento y melodía

¿De dónde surgen los poemas? ¿Y los poetas? los poetas se hacen de la palabra la palabra hace poetas los poetas son los que hacen palabras las palabras y los poetas hacen poesía la poesía hace poetas los poetas la palabra…

¿Una inexistencia actual…? Me pregunto sin nunca responderme

Sus voces roncas o melodiosas sus versos que únicamente no tienen alas para vivir del viento o de tan usados zapatos sus callos ya no duelen al caminar

La palabra separa a ella de la vida y la transforma en enredadera creciendo en el humo de cafeterías y construyendo la vida desde la exquisita especulación De: 10 60 90- 10 poetas ecuatorianos de los 90s (nacidos en los 60s)- K-Oz Editorial Rafael Alberti Cádiz, España - 1902 - 1999 Santoral agreste

¿Quién rompió las doradas vidrieras del crepúsculo? ¡Oh cielo descubierto, del montes, mares, viento, parameras y un santoral del par en par abierto!

Tres arcángeles van por las praderas con la Virgen marina al blanco puerto del pescado; ayunando, entre las fieras, se disecan los Padres del desierto.

El santo Labrador peina la tierra; Santa Cecilia pulsa los pinares, y el perro de San Roque, por el río,

corre tras la paloma de la sierra, para glorificarla en los altares, bajo la luz de este soneto mío.

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Carmen Berenguer Santiago, Chile - 1946 Naciste pintada

"Vengan los cuervos, Chile es un gran panizo. A la chuña, señores, corred todos, que todavía quedan migajas sobre la mesa." Vicente Huidobro

Ruinas

La noche no es la noche ideal ni romántica de los cantos versallescos, ni trinos de pájaros en algún amanecer. La noche de la novela triste, es cuando sus luces se apagan y aparecen las sombras criminales en las esquinas de los bares, de las casas, a los pies de la cama, debajo de las sábanas, en los colores de los muebles, en la opacidad de las tablas, detrás de los cuadros, arriba del armario, en los rincones de la escalera en este libro, en medio de estas páginas, en el temblor de tu sonrisa, en ese espejo del baño, en el cepillo del pelo, en el olor de tu traje, en el cubierto de la mesa, en la cajita de música, en el calcetín; broche de una noche antigua, en la maleta, en la página del medio, en el candor, en la maceta de flores; detalles del tejido, y el pañuelo a rayas en el sillón Bauhaus, en el cuadro de Frida Kahlo, en el retrato de revistas viejas en los platos de comida, en el charquicán y el luche, en los juegos de luces pascueros, en los vasos de vino, en la ponchera, en el apiao y pajarete, en el chaleco azul, en el anillo, en el collar de un cuello, en los aretes, en el piso de la cocina, en la heladera, en la silla de paja, en el jarro del café, en la azucarera, en la mermelada, como si arriba, en la cucharita del té, crochete del estío en la biblia latinoamericana, en el cantar de los cantares, en el libro de Job y Jeremías. en las páginas sueltas, aquí mismo, en el hilo del medio, ¡Es algo que da naúseas! Tiene paredes, tiene paredes blancas, tiene rejas, tiene perros rabiosos tras las rejas, tiene mercados, tiene malls, tiene edificios de vidrios, tiene edificios nuevos con más vidrios donde se reflejan nubes grises, tiene todo nuevo, tiene comunicaciones, tiene celulares, tiene policía, tiene policía nueva, tiene autos nuevos, tiene camas nuevas, tiene puertas nuevas, tiene ventanas nuevas,

"Chile aparece como un inmenso caballo muerto, tendido en las laderas de los Andes bajo un gran revuelo de cuervos". Vicente Huidobro

Páramos y ruinas, en el sahumerio, en el escapulario, en el sagrado corazón de Jesús, a la entrada de la casa, en el póster de psicosis, en el cuarto, en la música de Bélla Bartók, en el afiche del cojo Días, en la postal del indio, en el rostro sudaca, en estos ojos chinescos, debajo de todo eso, en las puntas, como si nada, en los santitos, en el ulpo, tiene metro nuevo, tiene bancos nuevos, tiene rejas nuevas, tiene seguridad nueva,

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tiene miedo nuevo, tiene comida nueva, tiene hambre nueva, en todo eso, cuando te acuestas, cuando te levantas, cuando miras de reojo, cuando fijas la vista, cuando te acercas, cuando hablas, cuando callas, cuando brincas, cuando te das vueltas, en la mañana, una hora después, cuando te agachas, cuando sudas, cuando aguantas, cuando aúllas, cuando todo eso,

"El poeta inglés pudo decir: Algo huele a podrido en Dinamarca", pero nosotros, más desgraciados que él, nos veremos obligados a decir:

"Todo huele a podrido en Chile". Vicente Huidobro

A las siete de la tarde, cuando las nubes rosas se van por el poniente, la ciudad es recorrida en una sola dirección: para arriba. Se deja ver una intención, una idea pretenciosa detrás de todo esto. Quiere ser alegórica en su construcción y mítica en su necesidad de Ritual. Noble pretensión de ser ciudad inventada,

“¡Pobre Chile! Un país que ha tenido por toda industria el aceite de Santa Filomena y los dulces de la Antonia Tapia”. Vicente Huidobro

después de quedarte escuchando las gotas de la llave mala, después de la lluvia de Julio, después de Julio, después del frío, después de la helada de invierno, después de la remesa de Julio, después de la carta de Julio, después de las cuentas del invierno, después de la piel seca del invierno, después de las noticias del invierno,

Irene Paulova ES LA REINA DE LAS NOCHES MOSCOVITAS Se parece a Rusia, se parece a Hong kong, se parece a mayamicito en Bolivia, se parece a Blade Runner, se parece a los derrumbes, se parece a la tarde, se parece a las nubes rosadas de la tarde, se parece a un justo invierno, se parece a las telarañas de la Babuchka, se parece a mi amigo viejo, se parece a su abrigo gris, se parece a su semblante adusto, se parece a la niebla, se parece a los pobres del sur, se parece a los pobres del norte, se parece a los pobres del oriente, se parece a los pobres del este, se parece a esta ciudad, se parece a este rincón, se parece a este vacío, se parece a este abismo, se parece a esta angustia, se parece a este insomnio, se parece a este chifón, se parece a tu rostro,

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Entonces te tomas un bromazepam, te tomas un diazepam, te tomas un tricalma, te tomas un alprazolam, un lorazepam, benzodiazepinas, fluoxetinas, elixir de la dicha, te lo tomas todo, te lo comes todo, te lo hablas todo, te lo tragas todo, y en medio de la semana, para los sentidos, marroquíes, colombianos, y paraguayos, y aparece por arte de magia el desierto florido, y la palabra ( NO de añañuca amarilla y de añañuca roja, se entrelazan con los lirios del campo y terciopelos, enrredándose como cabelleras enamoradas; garras de león, Diego de la noche y chinas, hierba del hielo, encintan coronillas de fraile, cardo blanco, flor del minero, y fucsias, pata de huanaco, malvillas, renillas y c actus, azulillos, monjitas y pajaritos, TOCAR ) creo que tiene que ver con el olvido, creo que tiene que ver con una madre muerta, Se parece a ciudad miseria de Perú, Se parece a ciudad oculta en Argentina, Se parece a las fabelas de Brasil, Se parece a South Bronx de Nueva York, Se parece a Blade Runner, Se parece a los derrumbes, Se parece a los ojos que salen de las capuchas en Chiapas, En todo eso, cuando te acuestas, cuando te levantas, cuando miras de reojo, cuando fijas la vista, cuando te acercas, cuando hablas, cuando callas, cuando brincas, cuando te das vueltas en la mañana, una hora después, cuando te agachas, cuando sudas, cuando aguantas, cuando aúllas, cuando todo eso,

Y más allá donde el inventario no alcanza a contarse: Se parece a los barrios bajos de Los Angeles. Allí asesinaron a Sal Mineo de una estocada en el corazón. Se parece a la cárcel de Chorrillos en Lima, donde tienen encerrada a Sibila Arredondo viuda de José Arguedas. Se parece a los rostros de las mujeres viejas que gritan AIMARA amarradas a la bandera de Bolivia en la Paz. Se parece a las mujeres jubiladas que toman el sol en las Plazas. Esta ciudad ayer parisina, antier española, tiene socavadamente una intención moderna de ciudad, después de la modernidad.

José María Pallaoro La Plata, Argentina

Lo leí

Lo leí o lo escuché decir: subirse a un árbol

y arrancar las hojas gritando

“soy el otoño” “soy el otoño”

1994

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Mariana Bernárdez México Alguna vez el ciervo

Ganar silencio en el exceso o en la ausencia Aquietarse para vislumbrar el movimiento ligero Rastro apenas logrado cuando palpas la humedad de la tierra para descubrir el abismo de adentro Contener el cuerpo en su arrojo aún de que la finura del aire lo seduzca prometiéndole plumaje Sentir los músculos en tensión Saltar Escuchar el chasquido de las pezuñas contra las piedras el aliento entrecortado de la carrera y la lanza en la diestra deslizándose en vuelo. Alguna vez el Ciervo.. Cuarta de Félix Suárez. México: Editorial Praxis, 2010. Roberto Fernández Retamar La Habana, Cuba - 1930 Con la forastera

Pues no tendrán en común ni un idioma (No digamos una ciudad, un hogar, un hijo), Ni siquiera esas canciones, esos sitios, Esos olores que acaso sólo nos parecen hermosos porque nos recuerdan un recuerdo, Porque nos recuerdan a nosotros mismos, y quizá lo que llamamos belleza No sea sino la terca persistencia del ser más allá de sí mismo, Más allá de su lugar y su tiempo, como la luz de un astro hace siglos apagado. Pero astros sí tendrán en común. Al levantar los ojos No habrá en el cielo país extranjero. Aquellas estrellas son estas mismas estrellas, No distan más de esa ciudad lejana que de ésta. Aquellas montañas y este mar les son igualmente familiares O igualmente extraños. Y también unas desperdigadas horas de febrero pertenecientes para siempre Al insaciable pasado. De Siempre por primera vez

Arturo Corcuera Trujillo, Perú - 1935

La fuga

¡Espinita de la tierra hiérele sus pies desnudos!

Mi Camucha, tan porfiada, se quiere fugar con otro

degollando mi cariño. ¡Espinita de la tierra

hiérele sus pies desnudos! ¡Avispa de los aires

pícale en el corazón! Si ahora niega quererme

por qué no lo negó aquella noche en la yerba.

¡Avispa de los aires pícale en el corazón!

Cantoral, Lima 1953.

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Carlos López Guatemala A duras penas Para Jessica Creo fielmente en la infidelidad tanto en el campo como en la ciudad. Creo en la nada y en lo infinito; en las quijadas del cangrejo y en el talón de Aquiles; en los colores que sólo ven los ciegos y en el Guernica de Picasso; en los abedules viejos, cansados, confiables; en los árboles quemados en su mejor verdor y en sus raíces bien echadas. Creo en el huevo de la gallina y, fielmente, creo que el huevo fue primero. Creo en las Homeomerías, en las mañas y en la dialéctica de Heráclito de Efeso; en Demócrito de Aduera como el papá de los pollitos. En lo que no tiene nombre y en los cuatro elementos, en el azul y verde que separa el cielo de la tierra. Creo que creo en algo y eso es algo. Jorge Ariel Madrazo Buenos Aires, Argentina – 1931 Dulces, cálidos espacios

llamados “cama”, “silla”, planetas urgidos de acoger éste tu cuerpo el palpitar de tu cuerpo tangencial al trajín Sorda mezcla o escena teatral lámpara oscilando de uno al otro fiel del escenario: cuerpo cuyo jadeo alumbra un no-físico ritual

olla hasta ayer genérico metal (y hoy: cocción encebollada de la que pende el universo). De: De mujer nacido

Alberto Szpunberg Buenos Aires, Argentina - 1940 egepé

Abajo aquí sus huesos sus fusiles ese atadito de hombre no sé la tierra cómo hace que se aguanta los que avanzan sobre ella son las mejores noticias que nos llegan de ustedes

delen, muertos de amor, sostengan que nacemos. de El che amor (1965)

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Waldo Leyva Cuba - 1943

El rumor más inocente

La oscuridad es un puente sobre el vacío.

Indefenso busco las rutas del origen,

pero la noche tiene muros,

gargantas ilusorias, falsos ruidos.

Una gota de agua, el golpe del reloj,

una vieja campana lejanísima, pueden ser catastróficos.

La noche del insomne es un despeñadero

sin fondo. Juan Antonio Vasco Argentina – 1924 - 1984 Noticias del Paraíso

Cuando el pueblo deja caer su quijada en el polvo y recoge en cambio una moneda alza la cabeza esa mujer que conoce las artes del nacimiento y hace sombreros de barro para las criaturas la esperanza urde su mal con pasos de filo de sombra en el agua y cada pájaro tiene un nido detrás de su nido para construir con paciencia el infinito Adán y Eva liberados por fin de su injusta condena domestican aves del paraíso y las sueltan en la asamblea del pueblo De su libro "Cambio de Horario"- Ediciones Letra y Línea, Buenos Aires, 1954. “Poesía... tristeza honda y ambición del alma ¡cuándo te darás a todos... a todos, al príncipe y al paria, a todos...

sin ritmo y sin palabra!”. León Felipe

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“... porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más... “-Sancho. (Quijote, 11, cap. 74.) Miguel de Cervantes Saavedra