howard

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20 r !"#!$%&' medios digitales. Al ser posible postear cualquier información y cambiarla en cualquier momento, se hace difícil dis- poner del tiempo para encontrar la ver- dad, la belleza y la bondad. –Sin embargo, usted afirma que nuestras posibilidades de encontrar la verdad son hoy mayores que antes. –Toda la información necesaria para descubrir la verdad está ahí, disponible. Lo malo es que uno tiene que estar dis- puesto a tomarse el tiempo para investi- gar esa cantidad de información y para entender los métodos que utilizan las personas –sean científicos, periodistas, políticos o gente común– al hacer sus afirmaciones. –¿Pero cómo podemos reconocer la ver- dad entre tanta saturación de informa- ción que genera Internet? –Hay que reconocer que es difícil. Ne- cesitamos identificar personas, sitios web o instituciones que se han ganado una reputación por presentar la verdad, así como por reconocer cuando come- ten un error y publicar las correcciones necesarias. También es necesario enten- der los métodos que utilizan para deter- minar qué es verdad. Hay una gran dife- rencia entre tomar por cierto lo que cuenta una persona, o sus fotos, acerca de algo que ocurrió, y entrevistar a mu- chas personas haciendo el esfuerzo de descifrar los relatos inconsistentes. Eso es lo que hacen los verdaderos periodistas. –¿Existe una única verdad a la que todos deberíamos aspirar? –No. Pero con el paso del tiempo, es po- sible acercarse más y más a la verdad de las distintas disciplinas, como la historia, la biología, la economía. También, a las verdades de la práctica; por ejemplo, de qué manera se cocina una comida para que sea rica y no engorde, o cómo resol- ver una pelea entre hermanos. –¿Qué opina de la belleza, cuando hay tan- ta publicidad e imágenes con Photoshop que venden realidades que no existen? –Que algo exista o no exista no determi- na que sea hermoso. Pero si queremos sa- ber si una representación es cierta o, me- jor dicho, genuina, debemos conocer los métodos con los cuales la han producido. –¿Por qué considera que es importante mantener un portfolio de lo que uno considera hermoso? –El portfolio no necesita ser físico; puede ser virtual o podemos tenerlo en la cabe- za. Lo bueno del portfolio es que permite a cada uno reconocer los cambios en sus gustos, entender las razones de estos cambios y poder explicárselos a otros. Si el gusto de alguien por la belleza no cam- bia a lo largo de las décadas, debe tratar- se de una persona un tanto extraña. –En cuanto a la bondad, ¿cómo determi- namos qué es bueno? –Cuando se trata de determinar qué es lo bueno, resulta bastante fácil hacerlo en las relaciones con la familia, los ami- gos, los vecinos. Podemos guiarnos por los Diez Mandamientos, la Regla de Oro y otras pautas valoradas a lo largo de los tiempos. El desafío es intentar determi- nar qué es bueno en los roles relativa- mente nuevos, como el rol de un profe- sional, abogado, periodista, ingeniero, y el rol del ciudadano, de un país, de una región, del planeta. Allí no podemos confiarnos en el conocimiento antiguo porque surgen nuevos problemas todo el tiempo. Propongo establecer lugares co- munes, donde la gente pueda discutir qué han hecho en una determinada si- tuación complicada, qué funcionó, qué no, qué podría mejorarse la próxima vez. –¿Qué conlleva ser una buena persona? ¿Por qué afirma que no es lo mismo ser una buena persona que ser un buen ciu- dadano, o un buen trabajador? –Se trata de una afirmación empírica, para la que existen muchas pruebas. Una buena persona es aquella que trata bien a sus amigos y vecinos. Un buen trabaja- dor es quien hace su trabajo con respon- sabilidad. Un buen ciudadano trabaja para el bien de la comunidad. Hay perso- nas que son buenas en todas estas áreas, y otras que son malas en todas. Pero la ! Cómo encontrar la verdad entre tanta saturación de información que genera Internet? ¿Cómo juz- gar la belleza, o distinguir lo bueno de lo malo? Estos y otros tantos interrogantes intenta responder el reconocido psicólo- go norteamericano Howard Gardner, en su nuevo libro Verdad, belleza y bondad reformuladas. Gardner, que este año recibió el premio Príncipe de Astu- rias de Ciencias Sociales, máximo galardón de España, es reco- nocido en el mundo entero por su teoría de las inteligencias múltiples. El espe- cialista sostiene que no existe una inte- ligencia única, sino que cada individuo posee al menos siete habilidades cog- noscitivas, y plantea un nuevo modelo educativo que potencie las habilidades innatas de cada uno. Ahora, en su nuevo libro, analiza cómo han evolucionado la verdad, la belleza y la bondad en la sociedad actual, amena- zadas por el posmodernismo y las nuevas tecnologías; intenta dotarlas de un nue- vo sentido y estudia cómo trasmitirlas en un mundo abrumado por la saturación de información. –Para empezar, ¿cómo define la verdad, la belleza y la bondad? –La verdad es una propiedad de las pro- posiciones y afirmaciones. Una afirma- ción puede ser cierta o falsa. La belleza, en cambio, es propiedad de las experien- cias. Las experiencias bellas son intere- santes, se dan de forma memorable e in- vitan a repetirlas. La bondad se da en las relaciones entre los seres humanos. Te- nemos buenas relaciones cuando somos respetuosos y nos comportamos de for- ma ética hacia los demás. –¿Cómo han cambiado estos conceptos a lo largo del tiempo? –Los conceptos no cambian, pero si a la gente no le interesa la verdad, eso signi- fica que acepta de buen grado los rumo- res, chismes y mentiras. Con respecto a la belleza, lo que consideramos intere- sante es que cambia a través del tiempo. Mis definiciones son in- temporales, pero en estos tiempos debemos repensar cómo se identifi- can y utilizan estas virtudes. Por ejemplo, determinar la veracidad de una afirmación es más sencillo cuando contamos con un método científico. Pe- ro, a la vez, es más difícil cuando existen millones de blogs y redes sociales, y cada uno empuja sus propias ideas. –¿Cuáles son los principales retos para estas virtudes? –En mi libro, hablo sobre las dos princi- pales amenazas: una viene de la filoso- fía. El posmodernismo y el relativismo aseguran que nadie tiene el derecho de definir estos términos. La otra amenaza viene de la tecnología, de los nuevos En su nuevo libro, Verdad, belleza y bon- dad reformuladas, el reconocido psicólo- go Howard Gardner asegura que cada día estamos más cerca de encontrar la verdad. Además, predice que en el futuro la educación será on-line. !"$%&'( )*+(,*-)() 20a22Howard:MasterNUEVO 11/23/11 4:31 PM Page 20

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r!"#!$%&'medios digitales. Al ser posible postear

cualquier información y cambiarla en

cualquier momento, se hace difícil dis-

poner del tiempo para encontrar la ver-

dad, la belleza y la bondad.

–Sin embargo, usted afirma que nuestras

posibilidades de encontrar la verdad son

hoy mayores que antes.

–Toda la información necesaria para

descubrir la verdad está ahí, disponible.

Lo malo es que uno tiene que estar dis-

puesto a tomarse el tiempo para investi-

gar esa cantidad de información y para

entender los métodos que utilizan las

personas –sean científicos, periodistas,

políticos o gente común– al hacer sus

afirmaciones.

–¿Pero cómo podemos reconocer la ver-

dad entre tanta saturación de informa-

ción que genera Internet?

–Hay que reconocer que es difícil. Ne-

cesitamos identificar personas, sitios

web o instituciones que se han ganado

una reputación por presentar la verdad,

así como por reconocer cuando come-

ten un error y publicar las correcciones

necesarias. También es necesario enten-

der los métodos que utilizan para deter-

minar qué es verdad. Hay una gran dife-

rencia entre tomar por cierto lo que

cuenta una persona, o sus fotos, acerca

de algo que ocurrió, y entrevistar a mu-

chas personas haciendo el esfuerzo de

descifrar los relatos inconsistentes. Eso es

lo que hacen los verdaderos periodistas.

–¿Existe una única verdad a la que todos

deberíamos aspirar?

–No. Pero con el paso del tiempo, es po-

sible acercarse más y más a la verdad de

las distintas disciplinas, como la historia,

la biología, la economía. También, a las

verdades de la práctica; por ejemplo, de

qué manera se cocina una comida para

que sea rica y no engorde, o cómo resol-

ver una pelea entre hermanos.

–¿Qué opina de la belleza, cuando hay tan-

ta publicidad e imágenes con Photoshop

que venden realidades que no existen?

–Que algo exista o no exista no determi-

na que sea hermoso. Pero si queremos sa-

ber si una representación es cierta o, me-

jor dicho, genuina, debemos conocer los

métodos con los cuales la han producido.

–¿Por qué considera que es importante

mantener un portfolio de lo que uno

considera hermoso?

–El portfolio no necesita ser físico; puede

ser virtual o podemos tenerlo en la cabe-

za. Lo bueno del portfolio es que permite

a cada uno reconocer los cambios en sus

gustos, entender las razones de estos

cambios y poder explicárselos a otros. Si

el gusto de alguien por la belleza no cam-

bia a lo largo de las décadas, debe tratar-

se de una persona un tanto extraña.

–En cuanto a la bondad, ¿cómo determi-

namos qué es bueno?

–Cuando se trata de determinar qué es

lo bueno, resulta bastante fácil hacerlo

en las relaciones con la familia, los ami-

gos, los vecinos. Podemos guiarnos por

los Diez Mandamientos, la Regla de Oro

y otras pautas valoradas a lo largo de los

tiempos. El desafío es intentar determi-

nar qué es bueno en los roles relativa-

mente nuevos, como el rol de un profe-

sional, abogado, periodista, ingeniero, y

el rol del ciudadano, de un país, de una

región, del planeta. Allí no podemos

confiarnos en el conocimiento antiguo

porque surgen nuevos problemas todo el

tiempo. Propongo establecer lugares co-

munes, donde la gente pueda discutir

qué han hecho en una determinada si-

tuación complicada, qué funcionó, qué

no, qué podría mejorarse la próxima vez.

–¿Qué conlleva ser una buena persona?

¿Por qué afirma que no es lo mismo ser

una buena persona que ser un buen ciu-

dadano, o un buen trabajador?

–Se trata de una afirmación empírica,

para la que existen muchas pruebas. Una

buena persona es aquella que trata bien

a sus amigos y vecinos. Un buen trabaja-

dor es quien hace su trabajo con respon-

sabilidad. Un buen ciudadano trabaja

para el bien de la comunidad. Hay perso-

nas que son buenas en todas estas áreas,

y otras que son malas en todas. Pero la

!Cómo encontrar la verdad entre

tanta saturación de información

que genera Internet? ¿Cómo juz-

gar la belleza, o distinguir lo bueno de lo

malo? Estos y otros tantos interrogantes

intenta responder el reconocido psicólo-

go norteamericano Howard Gardner, en

su nuevo libro Verdad, belleza y bondad

reformuladas.

Gardner, que este año recibió el premio

Príncipe de Astu-

rias de Ciencias Sociales,

máximo galardón de España, es reco-

nocido en el mundo entero por su teoría

de las inteligencias múltiples. El espe-

cialista sostiene que no existe una inte-

ligencia única, sino que cada individuo

posee al menos siete habilidades cog-

noscitivas, y plantea un nuevo modelo

educativo que potencie las habilidades

innatas de cada uno.

Ahora, en su nuevo libro, analiza cómo

han evolucionado la verdad, la belleza y

la bondad en la sociedad actual, amena-

zadas por el posmodernismo y las nuevas

tecnologías; intenta dotarlas de un nue-

vo sentido y estudia cómo trasmitirlas en

un mundo abrumado por la saturación

de información.

–Para empezar, ¿cómo define la verdad,

la belleza y la bondad?

–La verdad es una propiedad de las pro-

posiciones y afirmaciones. Una afirma-

ción puede ser cierta o falsa. La belleza,

en cambio, es propiedad de las experien-

cias. Las experiencias bellas son intere-

santes, se dan de forma memorable e in-

vitan a repetirlas. La bondad se da en las

relaciones entre los seres humanos. Te-

nemos buenas relaciones cuando somos

respetuosos y nos comportamos de for-

ma ética hacia los demás.

–¿Cómo han cambiado estos conceptos

a lo largo del tiempo?

–Los conceptos no cambian, pero si a la

gente no le interesa la verdad, eso signi-

fica que acepta de buen grado los rumo-

res, chismes y mentiras. Con respecto a

la belleza, lo que consideramos intere-

sante es que cambia a través del

tiempo. Mis definiciones son in-

temporales, pero en estos tiempos

debemos repensar cómo se identifi-

can y utilizan estas virtudes. Por

ejemplo, determinar la veracidad de

una afirmación es más sencillo cuando

contamos con un método científico. Pe-

ro, a la vez, es más difícil cuando existen

millones de blogs y redes sociales, y cada

uno empuja sus propias ideas.

–¿Cuáles son los principales retos para

estas virtudes?

–En mi libro, hablo sobre las dos princi-

pales amenazas: una viene de la filoso-

fía. El posmodernismo y el relativismo

aseguran que nadie tiene el derecho de

definir estos términos. La otra amenaza

viene de la tecnología, de los nuevos

En su nuevo libro, Verdad, belleza y bon-

dad reformuladas, el reconocido psicólo-go Howard Gardner asegura que cadadía estamos más cerca de encontrar la verdad. Además, predice que en el futuro la educación será on-line.

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vida es complicada; se puede valorar el

trabajo y la condición de buenos ciuda-

danos de Bill Clinton y Mahatma Gand-

hi, pero ninguno obtendría una buena

nota por cómo trataron a sus esposas.

Los mafiosos suelen ser muy buenos fa-

miliares pero…

–¿En la vida, es más importante ser inte-

ligente o poseer estas virtudes?

–Al mundo no lo salvarán las personas

inteligentes, cualquiera sea el significado

que le demos al término. En cambio, en

caso de que alguien salvara al mundo,

serían las personas que luchan por en-

contrar qué es lo correcto y actúan en

consecuencia. En otras palabras, perso-

nas con carácter; personas buenas.

–¿Cómo se enseñan estos valores, tanto

en casa como en las aulas?

–Se puede predicar acerca de estos valo-

res para siempre, pero es mucho más im-

portante hacerlo con el ejemplo, personi-

ficar de qué se trata ser una persona que

valora la verdad, que aprecia la belleza y

que lucha para ser una buena persona y

corregirse cuando se equivoca. Siempre

digo: “Los niños no escuchan lo que uno les

dicen, pero invariablemente notan lo que

uno hace”. También, la historia, la litera-

tura y los libros religiosos nos han ense-

ñado importantes lecciones.

–Hablando de educación, ¿a qué atribu-

ye la causa de la actual crisis en el siste-

ma educativo?

–Pienso que las causas son dos. Por un la-

do, la educación solía ser para los ricos y

para aquellos que apren-

dían con facilidad, pero

ahora intentamos edu-

car a todos, y eso es más

desafiante. Por otro la-

do, en el pasado las per-

sonas tenían un mismo

trabajo por décadas.

Hoy por hoy, muchas

antiguas ocupaciones

han desaparecido, hay

muchas tareas que aho-

ra las hacen las compu-

tadoras y las personas

cambian de trabajo to-

do el tiempo. Enton-

ces, resulta mucho más

difícil educar cuando

se desconoce la forma

del futuro mercado la-

boral, y cuando la gen-

te cambia sus trabajos

varias veces a lo largo

de sus vidas.

–¿Qué opina de los recortes en educa-

ción, producto de la crisis?

–No todos los gobiernos aplican recortes

a la educación, y los recortes difieren

enormemente en las distintas socieda-

des. Cuando se considera que la educa-

ción es realmente importante, como en

Singapur, son reacios a hacer ajustes. En

Estados Unidos, la gente dice que la

educación es importante, pero preferi-

rían pagar menos impuestos; entonces,

es más fácil reducir el presupuesto. Me

gusta citar algo que una vez dijo Derek

Bok, presidente de Harvard: “Si cree que

la educación es cara, considere el costo

de la ignorancia”.

–¿Qué cambios le haría al sistema para

adaptarlo a los tiempos modernos?

–En el futuro, gran parte de la educación

se dará on-line, y no habrá escuelas como

en el pasado. Si las escuelas perduran, los

profesores serán más bien como coaches,

que guiarán a los alumnos para elegir el

software, el hardware y las experiencias

apropiadas, y darán menos clases en for-

ma de lección. Mi trabajo en inteligen-

cias múltiples reclama una educación

personalizada, en la que se enseña y se

evalúa al alumno de la manera adecuada

para él. Esto solo es posible en la era digi-

tal, ya que las materias curriculares se

pueden dar de muchas maneras y los

alumnos pueden mostrar lo que enten-

dieron también de muchas maneras. En

mi libro Las cinco mentes del futuro, invito

a prestarles atención a la mente discipli-

nar, la mente sintetizante, la mente crea-

tiva, la mente respetuosa y la mente éti-

ca. Las últimas dos representan la “bon-

dad” de la que hablo en el título de mi

nuevo libro.

–Volviendo a su libro, ¿por qué conside-

ra importante escribir acerca de la ver-

dad, la belleza y la bondad? ¿Qué busca

con esta nueva obra?

–En un libro anterior, había dicho que el

propósito de la educación es traspasar lo

que es cierto, lo que es bello y lo que es

bueno. Había escrito acerca de estas vir-

tudes con cierta ingenuidad, como si

fueran evidentes. Pero por las razones fi-

losóficas y tecnológicas de las que habla-

mos antes, la verdad, la belleza y la bon-

dad son en realidad un tanto controver-

tidas y difíciles de defender. En este nue-

vo libro, intento entender qué queda de

estas virtudes en el siglo XXI. No estoy

seguro de haber encontrado la respuesta

acertada, pero sí estoy seguro de haber

hecho las preguntas correctas.

Por Dolores Gallo.

Fotos: www.sxc.hu

Sobre el autorHoward Gardner es profesor de la cátedra de Cognición y Edu-cación John H. & Elisabeth A. Hobbs en la Escuela Superior deEducación de la Universidad Harvard y director del Proyecto

Zero de esa misma universidad. Es conocidopor su teoría de las inteligencias múltiples,basada en que cada persona tiene –por lomenos– siete inteligencias o habilidadescognoscitivas: inteligencia musical, inteli-gencia cinético-corporal, inteligencia lógico-matemática, inteligencia lingüística, inteli-gencia espacial, inteligencia interpersonal einteligencia intrapersonal. Es doctor HonorisCausa por varias universidades, como las deTel Aviv, Princeton y Mc Gill. Fue galardona-do con el premio de la Fundación John D. &

Catherine T. MacArthur, además de recibir otros veintiún títu-los honorí!cos. Es autor de una extensa obra en la que desta-can títulos como Arte, mente y cerebro, Inteligencias múltiples,Mentes !exibles, Mentes creativas, Mentes líderes, La inteligenciareformulada y La mente no escolarizada. En 2011, le otorgaronel premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales.

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