hist. de la lengua

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HISTORIA DE LA LENGUA Aquilino Suárez Pallasá – Javier González Letras UCA 2010 UNIDAD I A. Presupuestos geográficos, arqueológicos e históricos Geografía minima del mundo antiguo peri mediterráneo, de Europa y de la Península Ibérica. El hombre español y sus culturas: periodos paleolítico, mesolítico, neolítico. Orígenes del neolítico hispánico: procedencia, rasgos y productos culturales característicos, difusión peninsular y extra peninsular. Durante las glaciaciones, los hombres migraban a las penínsulas más cálidas del sur (Balcanes, Ibérica, Grecia, Itálica). Al retroceder el último glaciar (de Wurms) en el hemisferio norte, se hizo más seco y pobre y los hombres vuelven al norte. Hace 20.000 años, el territorio español poseía inmensas selvas y ríos caudalosos a pesar de ser meseta. En la cordillera del norte (cantábrica), en la zona que va desde el País Vasco hasta el occidente de Asturias, antes del 20.000 aC, en pleno Paleolítico Superior, floreció la cultura que produjo las cuevas de Altamira (pinturas rupestres y restos de actividad humana, emparentadas por las técnicas con las francesas de Lascaux; “arte franco-cantábrico”). La teoría difusionista afirma que entre el 8000 y 7000 a.C. comenzó a emigrar desde el Cáucaso gente hacia el sur y hacia el oeste. Ocuparon las costas de Siria, Líbano y Palestina. Se hicieron marineros y haciendo escalas en las penínsulas e islas del mediterráneo, llegaron a la Península Ibérica hacia el 5000 ac hombres primero mesolíticos y después neolíticos procedentes de Asia Menor. Cultura almeriense: Hacia el 3500 ac poblaron en Almería la ciudad de los Millares (cultura neolítica, 1° fase de invasiones). Se dedicaban a la metalurgia, fabricaban joyas y armas de metal, eran alfareros (cerámica). Gente sedentaria, agricultora, urbana, especialización del trabajo. Habían desarrollado la irrigación artificial. Tenían una sociedad jerarquizada. Cultivaron el comercio: comercio de inmigrantes neolíticos del sudoeste de España con españoles del interior, bárbaro. Se enriquecieron con el comercio de manufacturas, lo que generó envidia y guerras, por lo que las ciudades se amurallaron. Hubo una segunda ciudad llamada el Argar, alrededor del 1700 aC (2° fase de invasiones), con los mismos signos pero mucho más evolucionados (bronce). Rodearon toda España: se trasladan hacia el oeste y se asientan en Andalucía; se asientan en la desembocadura del Tajo y desarrollan el comercio; se asientan en Galicia y Portugal; hacia el 2000 ac ya estaban por el País Vasco (aculturación). Luego desbordan España hacia Francia, Alemania, Gran Bretaña y llegan hasta la península Escandinava. Los dos rasgos que definen a esta civilización son: el megalitismo (grandes construcciones de piedra) en los enterramientos de familiares de los ricos y en los dólmenes y menires; y la cerámica de vaso campaniforme. Sobre su lengua no se sabe demasiado. Hay teóricos que los asocian con los sufijos toponímicos –nt, - y –ss. No poseían escritura. Fenicios y cartagineses en la Península Ibérica. Los fenicios se establecieron en las costas meridionales. Fundan emporios comerciales para negociar con los españoles. Hacia el año 1100 AC tuvo lugar la fundación de Gadir (Cádiz). Más tarde, los cartagineses reafirmaron la influencia de sus antecesores los fenicios en el Sur. A los cartagineses se debe la influencia de la nueva Cartago

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HISTORIA DE LA LENGA

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HISTORIA DE LA LENGUAAquilino Surez Pallas Javier Gonzlez

LetrasUCA

2010UNIDAD I

A. Presupuestos geogrficos, arqueolgicos e histricosGeografa minima del mundo antiguo peri mediterrneo, de Europa y de la Pennsula Ibrica. El hombre espaol y sus culturas: periodos paleoltico, mesoltico, neoltico. Orgenes del neoltico hispnico: procedencia, rasgos y productos culturales caractersticos, difusin peninsular y extra peninsular.Durante las glaciaciones, los hombres migraban a las pennsulas ms clidas del sur (Balcanes, Ibrica, Grecia, Itlica). Al retroceder el ltimo glaciar (de Wurms) en el hemisferio norte, se hizo ms seco y pobre y los hombres vuelven al norte. Hace 20.000 aos, el territorio espaol posea inmensas selvas y ros caudalosos a pesar de ser meseta. En la cordillera del norte (cantbrica), en la zona que va desde el Pas Vasco hasta el occidente de Asturias, antes del 20.000 aC, en pleno Paleoltico Superior, floreci la cultura que produjo las cuevas de Altamira (pinturas rupestres y restos de actividad humana, emparentadas por las tcnicas con las francesas de Lascaux; arte franco-cantbrico).

La teora difusionista afirma que entre el 8000 y 7000 a.C. comenz a emigrar desde el Cucaso gente hacia el sur y hacia el oeste. Ocuparon las costas de Siria, Lbano y Palestina. Se hicieron marineros y haciendo escalas en las pennsulas e islas del mediterrneo, llegaron a la Pennsula Ibrica hacia el 5000 ac hombres primero mesolticos y despus neolticos procedentes de Asia Menor. Cultura almeriense: Hacia el 3500 ac poblaron en Almera la ciudad de los Millares (cultura neoltica, 1 fase de invasiones). Se dedicaban a la metalurgia, fabricaban joyas y armas de metal, eran alfareros (cermica). Gente sedentaria, agricultora, urbana, especializacin del trabajo. Haban desarrollado la irrigacin artificial. Tenan una sociedad jerarquizada. Cultivaron el comercio: comercio de inmigrantes neolticos del sudoeste de Espaa con espaoles del interior, brbaro. Se enriquecieron con el comercio de manufacturas, lo que gener envidia y guerras, por lo que las ciudades se amurallaron. Hubo una segunda ciudad llamada el Argar, alrededor del 1700 aC (2 fase de invasiones), con los mismos signos pero mucho ms evolucionados (bronce). Rodearon toda Espaa: se trasladan hacia el oeste y se asientan en Andaluca; se asientan en la desembocadura del Tajo y desarrollan el comercio; se asientan en Galicia y Portugal; hacia el 2000 ac ya estaban por el Pas Vasco (aculturacin). Luego desbordan Espaa hacia Francia, Alemania, Gran Bretaa y llegan hasta la pennsula Escandinava. Los dos rasgos que definen a esta civilizacin son: el megalitismo (grandes construcciones de piedra) en los enterramientos de familiares de los ricos y en los dlmenes y menires; y la cermica de vaso campaniforme.Sobre su lengua no se sabe demasiado. Hay tericos que los asocian con los sufijos toponmicos nt, - y ss. No posean escritura.Fenicios y cartagineses en la Pennsula Ibrica.

Los fenicios se establecieron en las costas meridionales. Fundan emporios comerciales para negociar con los espaoles. Hacia el ao 1100 AC tuvo lugar la fundacin de Gadir (Cdiz). Ms tarde, los cartagineses reafirmaron la influencia de sus antecesores los fenicios en el Sur. A los cartagineses se debe la influencia de la nueva Cartago (Cartagena) capital de sus dominios en Espaa. De origen pnico se dice ser el nombre de Hispania, que en lengua fenicia significa tierra de conejos.B. Lenguas prerromanas no indoeuropeas de la Pennsula Ibrica.

1. Lenguas antiguas preindoeuropeas de la Pennsula Ibrica. Lxico y toponimia que se les atribuye.

Hubschmid se ocupa de los estratos preindoeuropeos o mediterrneos de la pennsula Ibrica. Para l hubo tres substratos:

1. franco-cantbrico: de antigedad incierta. Debe haber tenido relacin con las culturas paleolticas que pintaron las cuevas de Altamira en Espaa y Lascaux en Francia. Se extenda por el norte de Espaa hasta Galicia.

2. euroafricano o protoibrico: de ste proceda la lengua ibrica. 4.000 a.C. Norte de frica, abarcaba Tnez, Argelia y Marruecos hasta Ceuta. En Europa desde Gibraltar por Espaa, sur de Francia, y la parte tirrnica de Italia hasta Sicilia.

3. hispanocaucsico o protovasco: 3.000 a.C. Desde el Cucaso hacia el sur hasta Siria, Lbano y Palestina; hacia el norte y oeste por el sur de Ucrania, Moldavia, Rumania, norte de Grecia, pases balcnicos (ex Yugoslavia), norte y centro de Italia, sur de Francia, norte de Espaa hasta Galicia. Pudo haber llegado a la PI tambin por el Mediterrneo o por el norte de frica.A stos siguen los estratos:

1. indoeuropeo

2. tartsico: 700-600 a.C.

El proceso de evolucin de los substratos euroafricano e hispanocaucsico parece haber sido el siguiente: a) euroafricano ( protoibrico ( ibero (desde Gibraltar al Sur de Francia); b) hispanocaucsico ( protovasco (costas mediterrneas de Asia Menor y tambin en Espaa, en la zona histrica vasca) ( vasco.

Las fases protoibrica y la protovasca parecen haber estado ya en relacin adstratstica en la pennsula Ibrica; la del ibrico y vasco tambin. Clasifica el lxico hispnico preindoeuropeo segn tres orgenes:

1. Euro-africano: chaparro encina joven (vasco tsapar roble joven), carrasca encina pequea, coscojo agalla del querms, cscara, mata.

2. Hispano-caucsico: rosellons quer roca [raz prerronama *kario- = *karri, de donde el vasco arri piedra), carrasco y carrascal, cotorro cerro.

3. Origen desconocido:

A) en Espaa, Francia e Italia: morro hocico y monte, muro montaa, barranco, lastra piedra plana, sapo, barro.

B) reas marginales de la pennsula Ibrica: vega suelo verde, barcia planicie, mogote montculo redondo, carballo roble, sarna escama y sarna, sarra herrumbre, cama, aro, abarca tipo de calzado.

C) En Galicia y Portugal: cencerro, atorra camisa.

D) en Espaa menos en Catalua: chaparrn.

E) en Espaa y Asia Menor: cigarra.

F) en Espaa y regin balcnica: castao, borracha bota para el vino.

G) en Espaa y en Italia: arroyo, gndara terreno arenosos.

Sabemos que estos trminos son preindoeuropeos solamente por eliminacin.

2. El ibero: orgenes, geografa y difusin peninsular y extra peninsular. Lengua ibrica y escrituras ibricas. Epigrafa ibrica. Rasgos grafemticos, fontico fonolgicos, morfolgicos y lxicos del ibrico. Cultura ibrica: en el oriente, desde El Algarbe (Portugal) hasta el sur de Francia. Arte caracterstico: la dama de Elche y la espada Falcata. Toponimia: elemento inicial ili (Ilici = Elche).Fuentes epigrficas: J. Untermann, Monumenta Linguarum Hispanicarum. I, II, III. Wiesbaden, 1975-1990.

Contiene unas 1500 inscripciones ibricas. Hoy el nmero de stas asciende a ms de 1750.

Territorio ibrico antiguo:

1) desde el punto de vista de la toponimia, el territorio ibrico antiguo se delimita con cierta exactitud por la presencia de los elementos iniciales ili- e ilti-, en que il- parece significar ciudad. Frente a estas formas toponmicas est el ide. celt. -briga. Sin embargo, toponimia con -briga desborda el territorio epigrfico ibrico en Valencia y Castelln. 2) Desde el punto de vista de la epigrafa, el territorio ibrico coincide con la anterior delimitacin, pero se interna hacia Cuenca en los lugares mencionados.

Epigrafa ibrica: hay tres tipos de epigrafa ibrica: meridional o sud-levantina, levantina y greco-ibrica. La primera procede del territorio que se extiende desde Castelln y Valencia hasta casi el Algarve; la segunda es propia de la cuenca del Ebro, Catalua y sur de Francia, y la tercera (con alfabeto jnico) es caracterstica del Ampurdn.

Origen de la escritura ibrica: la escritura ibrica deriva de la escritura paleohispnica de la regin tartsica o andaluza, la cual a su vez deriva de un silabario fenicio antiguo, de acuerdo con la teora monogentica.

Sistema de la escritura ibrica: la escritura ibrica es en parte silbica y en parte alfabtica. En ella no se distinguen con grafas especiales las slabas comenzadas con oclusivas sordas de las comenzadas con oclusivas sonoras. Sin embargo, en el rea de la escritura ibrica levantina se ha innovado para representar esta distincin.

Soportes de las inscripciones: son stos monedas, losas sepulcrales, tablas de plomo y objetos cermicos.

Desciframiento de las inscripciones ibricas: conocemos bien la fontica ibrica, pero todava no se han podido traducir fehacientemente los testimonios.

El Plomo de Alcoy: es la ms extensa de las inscripciones ibricas. En el corpus de J. Untermann (MLH, III, G. 1. 1.) se lo translitera de la siguiente manera:

Cara A:

i(ike: orti ga(okan dadula ba(k | bui(tiner baga(ok SSSCi tu(lbai | lu(alegu(egik base(okeiunbaida | u(ke basbidi(bartin i(ike ba(er | okar tebind belaga(ikaur isbin | ai asgandis tagisga(ok binike | bin (alir kidei gaibigait | saka(iske(arnai

Cara B:

iunstir (alirg basi(ti( saba(i | dai birina( gu(( boi(tingi(did | se(ge((du(an ses di(gadedin | se(aikala naltinge bidudedin ildu | ni(aenai beko( sabagedi(anFontica y fonologa ibricas: el ibero tena 5 vocales (a, e, i, o, u); 5 consonantes oclusivas (-/b, t/d, k/g), con falta de /p/; 3 nasales (n, m, y una tercera de naturaleza difcil de precisar); 2 vibrantes (transcriptas convencionalm. r y (); 2 laterales; 2 silbantes. Las vibrantes no pueden estar en comienzo de palabra [coincidencia con el vasco]. La estructura silbica presenta notables restricciones: el ncleo voclico no puede ser precedido nunca por ms de una consonante. Puede ser seguido, empero, por un nmero indefinido de consonantes, con la condicin de que aparezcan en orden descendente de abertura (U+R+S+T) [coincidencia con el proto-vasco, segn la reconstruccin de L. Michelena]. Los fonemas /y/ y /w/ son raros o inexistentes en comienzo de palabra.Morfologa ibrica: en algunos temas nominales hay alternancia de los elementos -n/-r/-(, pero no sabemos con certidumbre si se trata de hecho morfolgico o fontico. Parece haber coincidencia con la heterclisis indoeuropea primitiva [tambin coincidencia con el vasco: egun da / egur-aldi tiempo atmosfrico / egu-berri tiempo nuevo = Navidad, segn A. Tovar]. El elemento -en marca determinacin nombre-nombre, con orden determinante-determinado (Iltirbikis-en, quiz tumba de Iltirbikis) [tambin en vasco hay un sufijo posesivo -en]. La yuxtaposicin nombre-nombre tambin funciona como determinante-determinado (calun seltar tumba de Calun) [tambin exista en el proto-vasco, segn L. Michelena]. Formas con el sufijo -(s)cen corresponden a otras griegas en genitivo plural como ((((((((( [semejante, segn algunos, al genit. vasco con -en, acaso derivado por contraccin de un antiguo *-agen]. El morfema -ka tiene valores de ablativo y dativo de inters, segn J. De Hoz; segn J. Untermann -ka y -ke (dialectal) tienen funcin de ergativo, -te y -tai (variante) de dativo, -ar de posesivo, etc. [en vasco hay un caso ergativo con desinencia -k].Lxico ibrico: completamente inseguro. Slo reconocemos con certidumbre (alir plata. En una lpida sepulcral las palabras iberas are tace estn seguidas por las latinas HEIC EST, pero no sabemos si stas traducen aquellas. El trmino eban(en), que aparece en lpidas sepulcrales, significa para A. Tovar piedra, sepulcro, para L. Michelena hijo, para J. Untermann curavit o fecit.

3. El euskera: orgenes, geografa y difusin peninsular y extra peninsular. La cuestin de las relaciones del ibero y del euskera: relacin genealgica vs. relacin adstratstica. Tendencias actuales en el tratamiento de la cuestin y el aporte decisivo de la reconstruccin del protovasco.

Orgenes de la lengua vasca

Textos ms antiguos: s XVI, Bernard Dechepare, compilacin de poesas en los distintos dialectos. El vasco no es una lengua indoeuropea. Tiene 8 dialectos. Los vascones, pueblo cuyo nombre latino, vascones, ha pasado a vascos y basques, ocupaban, cerca de la Era cristiana, el territorio de la Navarra actual y algunas de las provincias vecinas. Tenan por vecinos a los Celtberos, pueblo de lengua celta. Es probable que Vascones y Aquitanos hablasen lenguas semejantes, o dialectos de una misma lengua, y que ciertos dialectos vascos continen dialectos vascones. En Aquitania y en Vasconia se hablaba igualmente cltico. La nica lengua indoeuropea (?) hablada en otro tiempo cerca de Aquitania y del pas de los Vascones y de la que poseamos textos es el ibero. El vasco no viene del ibero. El aquitano y el vascn, de donde sin duda procede, eran lenguas diferentes del ibero. No se puede decir actualmente si el aquitano y el vascn estaban emparentados con el ibero o si las concordancias que entre ellos se observan son debidas a prstamos.

Es en el otro extremo de Europa donde se encuentran lenguas emparentadas con el vasco: las lenguas caucsicas. El vasco, salido del aquitano y del vascn, forma con las lenguas caucsicas una familia que se puede llamar euscaro-caucsica. El vasco es la nica lengua viva de la Europa occidental que no pertenece a la familia indoeuropea.

La segunda opinin respecto al origen de la lengua vasca, es que el vascuence es de procedencia africana y presenta significativas coincidencias con las lenguas camticas (berber, copto, cusita y sudans).

Hiptesis: a) procedencia africana (parentesco con lenguas camticas); b) procedencia asitica (parentesco con lenguas caucsicas); c) lengua mixta (africana y caucsica).

El aporte de la romanizacin es decisivo: 80% del lxico actual es latino, adaptado a la fisonoma de la lengua vasca.

Toponimia: prefijo iri- y sufijos berri nuevo (Iriberri ciudad nueva = Elvira), -gorri rojo (Irigorri ciudad roja = Lascuarre) y erri lugar.

Relaciones del ibero y el vasco: en el siglo XIX W. von Humboldt y H. Schuchart propusieron relacin de parentesco (relacin genealgica: vasco-iberismo, lenguas hermanas que evolucionaron en lugares distintos; substrato comn mediterrneo-caucsico); en el siglo XX A. Tovar se opuso tenazmente a tal clase de relacin y propuso, en cambio, la de contacto o adstrato (las similitudes se deben a prstamos; fusin de substrato caucsico + influjo norafricano), y en ello le siguen otros lingistas (F. Villar, etc.); actualmente la solucin de la cuestin de la relacin de vasco e ibero se plantea como dependiente de la reconstruccin previa del proto-vasco. El vasco antiguo, muy diferente del moderno, parece brindar nuevos aportes a favor de la relacin de parentesco.Conclusiones de F. Villar y L. Michelena:

Estas peculiares relaciones entre vasco e ibero resultan ms bien desconcertantes, pues parecen demasiado escasas para basar sobre ellas un parentesco gentico, pero demasiado abundantes para explicarlas como simples prstamos (F. Villar, pg. 477).

Y es aqu, en este subconjunto digamos onomstico, donde se ha encontrado la mayor parte de las coincidencias entre ibero y vasco. Hay, sin duda, coincidencias cuyo nmero es demasiado elevado como para poder atribuirlo al azar. Pero aun reservando su lugar al azar, las coincidencias son muy llamativas en nmero y en calidad. Por lo que tambin dudaramos en ver ah prstamos masivos y

Se dira que el ibero y el vasco haban formado una especie de pool onomstico, que posean un stock en gran parte comn, de elementos y de procedimientos de formacin, del que cada uno dispona con gran libertad. Sin embargo nada obliga a pensar que esos elementos hubieran de ser homogneos en cuanto a su origen (L. Michelena, ibid.).

4. Fenicios y cartagineses en la Pennsula Ibrica. Toponomstica fenicia y cartaginesa.Establecimiento en las costas meridionales. 1100 aC fundacin de Gdir recinto amurallado, deformado por los romanos (Gades) y por los rabes (Qadis), dando el actual Cdiz. Otras colonias fenicias: Mlaka (Mlaga). Los cartagineses reafirmaron influencia, fundaron la nueva Cartago (Cartagena), capital de sus dominios en Espaa. Hispania ("tierra de conejos") e Ebusus (Ibiza, "isla o tierra de pinos", "isla del dios Bes"). Ncleos de poblacin en el sur que conservaron su lengua hasta el comienzo de la poca imperial romana.UNIDAD II

A. Presupuesto geogrficos, arqueolgicos e histricos

Geografa mnima del mundo antiguo peri mediterrneo, de Europa y de la Pennsula Ibrica. Geografa, arqueologa e historia de la expansin indoeuropea: migraciones curgnicas antiguas en Europa y cultura de los campos de urnas. Migracin de los Pueblos del Mar. Migracin de los Pueblos Clticos. Indoeuropeos antiguos, tartsicos y celtas en la Pennsula Ibrica. Griegos y colonias griegas en Espaa.

Respecto al Centro y Oeste de la Pennsula, atestiguan inmigraciones indoeuropeas que, procedentes de la Europa Central, comenzaron con el primer milenio antes de nuestra era y se sucedieron durante varios siglos. Parece ser que las primeras corresponden a la cultura de los campos de urnas funerarias (incineracin de difuntos), lo cual fue llamativo porque la cultura almeriense enterraba, no incineraba, y los Urnenfelder tienen su foco en el centro de Europa. Las primeras invasiones (de los kurganes; Kurgan = sepulcro) (M. Gimbutas) tuvieron lugar en Europa centro-oriental entre 4.400 aC y 3.400 aC y de ah se desparramaron por toda Europa. Zona: este de Alemania, este de Austria, sur de Polonia, norte de los Balcanes, Hungra. Su lengua se ha extinguido. Las lenguas IE actuales no derivan de sta sino de una segunda migracin indoeuropea, despus del 3.400 aC. La primera dej rastros en la toponimia (Hans Krahe).

En el 600-700 aC se da la primera gran invasin celta (originarios del territorio alemn, desplazados por los germnicos). Entran por Roncesvalles y ocupan el centro de la meseta. Multitudes de tribus distintas, independientes unas de otras. Tratndose de una poca en que las distintas etnias no estaban plenamente configuradas, es muy difcil precisar si los invasores centroeuropeos que llegaron aqu en tiempos ms remotos eran preceltas, esto es pueblos anteriores a la existencia o venida de los celtas, o eran protoceltas, es decir, celtas que todava no se llamaban as y cuya lengua no se haba diferenciado marcadamente an de las de sus vecinos ilirios o vnetos, protogermanos, etc. Hay tambin quienes suponen que en las primeras migraciones participaron junto a los protoceltas, pueblos afines (paraceltas), ya fuesen indoeuropeos, ya de otro origen. Las tres teoras precltica, protocltica y paracltica tratan de explicar el hecho de que en las inscripciones peninsulares indoeuropeas hay algunos rasgos lingsticos ajenos al arquetipo celta. En el 300-200 aC se da la segunda migracin celta, al territorio en las fuentes del ro Ebro (Castilla la Vieja y Aragn). Se trata de los celtberos.Muchas ciudades fundadas por los celtas tienen nombres guerreros, compuesto con -briga fortaleza`o sego, segi victoria`: Conimbrga > Coimbra, Mirobrga (Ciudad Rodrigo), Mundobrga > Munbrega, Lacobrga (Carrin) Segontia > Sigenza, Segvia > Segovia y Sigeya (Len). Otros nombres clticos que contienen en vez de briga su sinnimo dunum, se encuentran en el Pirineo central y oriental: Navardn (Zaragoza), Berdn (Huesca).

En el 3000 aC llegan a Espaa los galaico-lusitanos, que ocupan gran parte del territorio portugus actual y parte de Galicia. Cultura difusa pero lengua clara; aculturacin con los celtas.

Alrededor del 1000 aC penetran los germanos o proto-germanos, los celtas o para-celtas y los ambro-ilirios (testimonios en la toponimia, correspondencias con rusos, balcanes, etc.)

La actual Baja Andaluca y el Sur de Portugal fueron asiento de la civilizacin tartesia o turdetana (cultura andaluza o de Tartessos-Schulteng). Se ha relacionado a los tartesios con los tirsenos de Lidia, en Asia Menor, de los cuales proceden los tirrenos o etruscos de Italia. Incluso se ha dado como posible una colonizacin etrusca en las costas espaolas del Medioda y Levante, ya que desde Huelva al Pirineo hubo topnimos que reaparecen con forma igual o anloga en Etruria o en otras zonas italianas. El florecimiento de la civilizacin tartesia fue largo. La Biblia dice que Salomn enviaba sus naves a Tarsis el nombre bblico de Tartessos, de donde volvan cargadas de oro, plata y marfil. Tambin los fenicios sostenan relaciones comerciales con el Sur de Espaa. Herdoto cuenta que Argantonio, rey de Tartessos, proporcion a los focenses plata bastante para construir un muro, con el que resistieron algn tiempo los ataques de Ciro. La longevidad y riquezas de Argantonio se hicieron proverbiales en la Hlade. Fenicios y griegos se disputaron el predominio de la regin tartesia.

En el 700-600 aC llegan tambin los griegos, que instalan colonias en el sur de Italia y de Francia y de all entran a Espaa. La colonizacin helnica, desterrada del Sur, prosigui en Levante, donde se hallaban Lucentum (Alicante), Hemeroscopion (Denia), Rhode (Rosas) y Emporion (Ampurias). Al contacto con las civilizaciones oriental y griega se desarroll el arte ibrico (la Dama de Elche).

B. Lenguas prerromanas indoeuropeas de la pennsula ibrica1. Indoeuropeo a e indoeuropeo a/o. El indoeuropeo antiguo o paleoeuropeo: testimonios de la toponimia y de la hidronimia extrapeninsulares y peninsulares. Rasgos fonticos, morfolgicos y morfosintcticos caractersticos del paleoeuropeo. Paleoeuropeo, ligur, ilrico, para o proto germnico, para o proto cltico y el denominado substrato mediterrneo occidental. Primera Europa indoeuropea. La arqueologa ha detectado que las primeas invasiones kurgnicas de Occidente procedentes de las estepas rusas y ucranianas del norte del mar Negro tuvieron lugar en Europa centro-oriental entre los aos 4.400 y 3.400 a. C. La lengua de estos primeros inmigrantes indoeuropeos en Europa se ha extinguido. Las lenguas ide. antiguas y actuales de Europa, en efecto, no derivan de la primera kurgnica o indoeuropea, sino de otra tambin ide. llegada a Europa en una segunda migracin ocurrida hacia el ao 3.400 a. C. Damos el nombre de paleoeuropeo a aquella primera lengua kurgnica o indoeuropea no conservada y el de lenguas indoeuropeas histricas a las derivadas de la -o las- de la segunda invasin.

Toponimia. Desconocida e inaccesible la lengua de la primera invasin kurgnica o ide. por haberse extinguido sin dejar descendientes histricos, slo podemos acceder a ella indirectamente por medio de la toponimia, en especial la hidronimia, estudiada por primera vez por H. Krahe. Lleg a la conclusin de que la hidronimia paleoeuropea era abundante en toda Europa, pero, aunque existente, escasa en la Pennsula Ibrica. F. Villar demuestra que, por el contrario, la hidronimia paleoeuropea es copiosa en Espaa. De donde se deduce adems que la poblacin paleoeuropea de la pennsula Ibrica fue tan intensa al menos como la del resto de Europa.

Algunas races paleoeuropeas hidronmicas caractersticas y sufijos con que suelen aparecer derivadas:

a) races nominales sustantivas propiamente dichas:

*war- agua ro,

*pal- agua estancada,

*mar- laguna mar,

b) races nominales adjetivas que pueden acompaar a las anteriores o aparecer independientes:

*tar- fuerte,

*albho- claro, blanco,

*ais- rpido,

c) sufijos derivativos empleados en esta hidronimia:

*-o-, *-yo-, *-wo-, *-ro-, *-lo-, *-nto-, *-so-, *-to-, *-mo-, *-no-, *-ko-.

Hidrnimos europeos e hispnicos de origen paleoeuropeo portadores de estos elementos u otros del mismo origen:

- de *al- fluir, manar: letn alu(ts fuente (nombre apelativo), lava (Asturias, hidrnimo), Alence (Burgos, hidrnimo), Almar (Salamanca, hidrnimo), Almera (hidrnimo y topnimo derivado de l);

- de *sar- fluir, discurrir: Sarre o Saar (nombres francs y alemn de un ro afluente del Rin), Sar (fuente de Burgos), Sarrn (arroyo de Asturias);- de *mar- agua quieta, lago mar: irlands muir mar, alemn Meer mar, latn mare mar, Marantes (hidrnimo de Galicia);- de *war- agua ro: Varma (ro de Noruega), Wohra (ro de Alemania), topnimo prerromnico hispnico Baria > Vera (Almera), Barantes y Barrantes (ros de Galicia);

- de *arg- brillante, blanco: como nombre sustantivo y adjetivo, snscrito rjuna- luminoso, latn argutus brillante, claro y latn argentum plata; Arga (ro de Navarra).

Conclusiones. 1) La existencia de la peculiar hidronimia -y toponimia relacionada con ella- paleoeuropea ejemplificada se comprueba fehacientemente en la Pennsula Ibrica. Luego, ha habido inmigracin paleoeuropea en Espaa por lo menos tan intensa como en el resto de Europa. 2) Hay diferencias fonticas fundamentales entre el paleoeuropeo de la primera invasin y el indoeuropeo de la segunda invasin, por las cuales se puede afirmar la genuina identidad de aquel frente a ste. En consecuencia, en virtud de tales diferencias no se pueden atribuir al indoeuropeo posterior hidrnimos, topnimos, etc. que en verdad pertenecen al paleoeuropeo. Se trata de tales diferencias a continuacin.

Rasgos fonticos caractersticos fundamentales del paleoeuropeo. 1) presencia de a breve en races paleoeuropeas en vez de o breve de las correspondientes races del indoeuropeo segundo. La presencia de sufijos con o breve en palabras paleoeuropeas puede obedecer a muy diversos influjos perturbadores del fonetismo original.

2) Ausencia de los efectos de la primera mutacin consonntica germnica (Lautverschiebung, cf. Ley de Grimm) en hidrnimos del dominio lingstico germnico contra la tendencia natural de sus lenguas a tal proceso con respecto al patrimonio indoeuropeo segundo.

3) Ausencia de palatalizacin de *k > *k > ( en los testimonios toponmicos e hidronmicos del dominio lingstico bltico contra la tendencia natural de sus lenguas a tal proceso con respecto al patrimonio indoeuropeo segundo.

4) Presencia de a breve donde normalmente el cltico y el latn tienen o breve.

Propuestas de identificacin del pueblo portador de la lengua paleoeuropea. Antes del descubrimiento de los rasgos fonticos caractersticos del paleoeuropeo se haba vislumbrado vagamente la presencia de la gente portadora de tal lengua y se propusieron diversas identificaciones de la misma. Algunos consideraron que se trataba de lgures antiguos; H. Krahe sostuvo primero que se trataba de ilirios antiguos (teora del panilirismo), pero despus, que en realidad era pueblo y lengua Alteuropisch; W. P. Schmid crey que la lengua no era paleoeuropeo, sino indoeuropeo comn antiguo y que el pueblo portador era el indoeuropeo ya conocido. En cuanto a los nombres que se han dado a este pueblo de Espaa antigua, ellos han sido el de lgures, ilirios, ambrones, ambro-ilirios, protogermanos o paragermanos, protoceltas o paraceltas.

Un solo paleoeuropeo o varias lenguas paleoeuropeas? J. Untermann ha observado que la forma y distribucin de los hidrnimos antiguos no son homogneas en Europa, por lo cual los hidrnimos no pueden derivar de un solo pueblo ni pueden pertenecer a una sola lengua -como el ide. comn, etc.-. Por el contrario, la heterogeneidad de las formas hidronmicas sugiere que en Europa antigua no hubo una sola lengua paleoeuropea, sino muchas lenguas paleoeuropeas. Funda su afirmacin en casos divergentes como el siguiente, en el cual puede reconocerse sin dificultades la presencia de la nica raz *ais- rpido: Aisa, Eisa, Isa, Eisia, Aisia, Isna, Aisena, Isana, Isina, Eisra, Eisara, Isara, etc. La conclusin de F. Villar al respecto es: la vieja hidronimia europea no es tanto el legado de una lengua indoeuropea concreta, cuanto el testimonio de toda una poca perdida de la indoeuropeidad (Los indoeuropeos y los orgenes de Europa, p. 103).

Sobre el paleoeuropeo o antiguo europeo en Espaa. De acuerdo con el estado actual de la investigacin de las lenguas antiguas de Espaa, pueden ser identificados con certidumbre tres estratos o acaso tres lenguas de origen indoeuropeo prerromano: antiguo europeo o paleoeuropeo, antiguo lusitano o galaico-lusitano y antiguo celta. Los criterios fonticos apropiados para la distincin de las lenguas espaolas prerromanas de origen indoeuropeo son los siguientes:

1) prdida vs. conservacin del fonema / p / inicial o intervoclico;

2) carcter / a / vs. carcter a / o de la lengua en cuestin.

Sabido que la prdida o la conservacin de / p / en las condiciones mencionadas define la celticidad o no celticidad de la lengua considerada, y que el carcter de lengua / a / o de lengua / a / + / o / (esto es a / o) define el de paleoeuropeidad o no paleoeuropeidad, es decir el de europeidad segunda, de la lengua estudiada, luego las lenguas espaolas indoeuropeas prerromanas se clasifican del siguiente modo:

a) lenguas clticas espaolas: por causa de 1) prdida de / p / inicial e intervoclico (ide. *porkos; irl. orc), 2) carcter / a / + / o / (esto es a / o) de la lengua;

b) lusitano antiguo: por causa de 1) conservacin de / p / inicial e intervoclico (a. lus. porgom), 2) carcter / a / + / o / (esto es a / o) de la lengua;

c) lengua (o lenguas) paleoeuropea(s): por causa de 1) conservacin de / p / inicial e intervoclico, 2) presencia de un nico fonema / a / (es decir, carencia de la oposicin a / o por inexistencia de los dos fonemas voclicos / a / + / o /.

Testimonios del paleoeuropeo (una o ms lenguas) en Espaa. Tenemos testimonios escritos de las lenguas clticas espaolas y del lusitano antiguo, pero no de la lengua (o lenguas) de la tercera clase, que denominamos paleoeuropeo. Constatamos su presencia en la Pennsula Ibrica indirectamente, como queda dicho, por los topnimos e hidrnimos subsistentes de este estrato hipottico. Demostracin:

1) Cambeses, Cambil, Cambrn, Cambar, etc. son hidrnimos espaoles cuyo radical camb- tiene / a / y corresponde a la R. ide. *(s)kemb- curvar, doblar, como aparece en el noruego hempa asa, en el griego (((((( nudo; pero la R. ide. *(s)kemb- que da hempa y (((((( tiene / e /, mientras que en los hidrnimos espaoles la vocal radical es siempre / a /, no / e / ni / o / como en las otras lenguas; luego, la lengua de los hidrnimos espaoles es lengua / a / y no puede ser lengua cltica ni lusitana, puesto que stas son lenguas a / o. Luego, la lengua de los hidrnimos es, en principio, paleoeuropeo.

2) Palantia (topnimo antiguo que hoy tiene la forma Palancia y Palencia), Pramo, Pacina, Palari, Apinus, etc. son topnimos espaoles genuinamente indoeuropeos porque se corresponden con trminos cognados de otras lenguas indoeuropeas segundas, pero que, adems de tener sus races con / a /, conservan / p / inicial e intervoclica. Luego, se trata de topnimos indoeuropeos genuinos (sus races son indoeuropeas genuinas), pero no son afines al lusitano (porque tienen solo / a / y el lusitano es lengua a / o) ni al cltico (porque el cltico comn pierde siempre / p / inicial e intervoclico). Luego, la lengua de los topnimos citados es el paleoeuropeo.

Descripciones ms precisas. H. Krahe registra unas treinta races productivas de topnimos e hidrnimos antiguos. F. Villar afirma que deben ser ms de treinta, y de casi todas ellas tiene documentacin hispnica. Este autor resume sus rasgos en la lista siguiente:

1) es lengua indoeuropea / a /;

2) conserva / p / inicial e intervoclica (elimina conexin con lenguas clticas);

3) la serie de las consonantes sonoras aspiradas aparece como sonora no aspirada (elimina conexin con lenguas indoiranias: esquema consonntico del snscrito);

4) no posee ninguna clase de rotacin o mutacin (Lautverschiebung) consonntica (no es afn a lenguas germnicas);

5) no palataliza las velares (k>s/sh/ch; elimina el grupo de lenguas eslavas);

6) conserva labiovelar sorda (no hay indicios de las otras) (kw, como lenguas itlicas);

7) vocaliza en / u / las sonantes (consonantes usadas como vocal de apoyo);

8) conserva libre la posicin del acento (se distingue del latn y del cltico y germnico; elimina relacin con lenguas itlicas);

9) posee el nombre sustantivo *akwa (aparece slo en latn y germnico, pero el valor de "ro, corriente no ocurre en latn; elimina conexin con latn);

10) emplea *akwa agua como estereotipo hidronmico ro (ocurre slo en paleoeuropeo y en germnico);

11) orden sintctico nombre personal + nombre comn.

Notas. Sobre el rasgo N 7: los tres grados voclicos de la R. ide. *ter- frotar, romper por friccin, perforar son *ter- *tar- y *tur- (grado cero, con vocalizacin de la sonante *tr- > *tur-). Sobre el punto N 11: este orden aparece, por ejemplo, en un hidrnimo hispnico antiguo como Turaqua (Galicia) o en la correspondiente forma moderna Turraguas (La Rioja) = Ro Tura. Como estereotipo toponmico est solamente en germnico. El orden de los elementos sintcticos de los hidrnimos hispnicos es como en germnico (no como en latn).

Difusin de la onomstica paleoeuropea en la Pennsula Ibrica. Los nombres toponmicos e hidronmicos de forma caractersticamente paleoeuropea estn difundidos, con mayor o menor profusin, por todo el territorio peninsular, incluida la zona levantina desde Almera hasta los Pirineos catalanes. Por el contrario, en el territorio propio de la Hispania indoeuropea, que excluye las reas levantinas mencionadas, aparece slo onomstica cltica y lusitana antigua.

(La Espaa posterior a la segunda invasin kurgnica de celtas y lusitanos tuvo menos difusin que la primera de los beros. Mitad NE de Espaa es la ide. celtas, etc.- y la otra mitad es de los beros y otros.)

Fecha de implantacin del paleoeuropeo. La arqueologa detecta vestigios de hechos culturales indoeuropeos procedentes del centro de Europa (campos de urnas y otros elementos materiales de la misma cultura) en dos momentos distintos: el primero de hacia el 1.500 a. C. y el segundo de hacia 1.300 a C. Sin embargo estos vestigios no son plenamente indicativos de que las gentes paleoeuropeas hayan entrado en Espaa slo en las fechas mencionadas ni de que no lo hayan hecho mucho antes de ellas. El propio F. Villar supone que el ingreso pudo haberse producido hacia mediados del cuarto milenio a. C. Lo cierto es que los vestigios centroeuropeos de hacia 1.500 y 1.300 a. C. prueban que hubo entonces gente indoeuropea en Espaa (la portadora de la cultura de los Urnenfelder), pero no que no la hubo antes. Por mi parte, considero que establecer la presencia de indoeuropeos kurgnicos en el centro de Europa hacia el 4.500 a. C. y demorar la presencia de esta gente en la Pennsula Ibrica hasta los aos 1.500 y 1.300 a. C., en virtud de la identificacin de la fecha de los restos arqueolgicos del tipo de los Urnenfelder con la fecha de los primeros ingresos indoeuropeos en Espaa, no es coherente con otro dato de capital importancia acerca de los hbitos bien comprobados de esa gente: su perpetua movilidad. Dejar anclados e inmviles a los primeros indoeuropeos durante dos milenios en el centro de Europa me parece francamente excesivo.

Menndez Pidal llama al substrato indoeuropeo anterior al que origin las lenguas ide. Histricas substrato mediterrneo occidental, que l considera ambro-ilirio (ambrones provenientes de Liguria e ilirios del centro de Europa). Encuentra coincidencias formales entre topnimos espaoles y otros de zonas italianas o francesas que se han venido considerando ligures. Sufijo asco, -osco, -usco; sufijo ona (Barcelona); analogas tambin con el dominio ilirio.2. El lusitano antiguo y las inscripciones de Lamas de Moledo, Cabeco das Fraguas y Arroyo del Puerco. Rasgos fonticos, morfolgicos y lxicos no clticos de estas inscripciones. Sonorizacin vs lenicin cltica. Controversia lusitanismo vs celtismo de las inscripciones. Los lusitanos habitaban el occidente de la pennsula entre los ros Duero y Tajo y llegaban casi al centro.

El lusitano antiguo es lengua ide. que entr en la Pennsula en la segunda migracin (rama independiente; centum; tipo occidental).

1 migracin ide.: paleoeuropeos con su lengua o lenguas (hacia 1500 aC o antes, por la conexin con la cultura de los campos de urnas)2 migracin ide.: galaico-lusitanos o lusitanos antiguos (dps de 1500 o 1300 aC y antes del 800 o 700 aC)3 migracin ide.: celtas con su lengua o lenguas (desde 800 o 700 hasta mitad del siglo I aC).Demostracin de la identidad tnica y lingstica lusitana antigua. Antropnimos Plendius, Paramecus; gentilicios o etnnimos Pelendones; topnimos: paramus, poemana, palantia, etc. Presentan algunos rasgos impropios de las lenguas clticas. Por ejemplo: todos tienen / p /, procedente de *p indoeuropea, o / b /, tambin procedente de *p ide. Ahora bien, es hecho bien conocido que ide. *p inicial o intervoclico se pierde en las lenguas clticas. Cf. lat. pater : irl. athir; lat. porcus : irl. orc; preposic. ide. *pro : lat. pro : irl. ro, etc. La prdida del fonema / p / ide. inicial e intervoclico es rasgo caracterstico y exclusivo de las lenguas del grupo cltico, incluso las de las ramas ms antiguas (galo, galo lepntico y celtibrico). Prueba de la antigedad y celticidad de esta prdida de / p / ide. es que tambin falta en el celtibrico, aunque esta lengua es ms arcaica que las restantes del grupo y mantiene rasgos que han perdido todas ellas. En cltico hay ciertamente / p /, pero este fonema deriv de la labiovelar ide. / *qw /. De otro lado, la identificacin definitiva del celtibrico como lengua perteneciente al grupo cltico se produjo cuando en los textos epigrficos atribuidos a esta lengua se hallaron casos seguros de prdida de / p / ide. originaria.

La inscripcin de Pealba de Villastar. En la conocida inscripcin rupestre celtibrica de Pealba de Villastar est el siguiente segmento textual: VIROS VERAMOS, interpretado en latn como vir supremus. El trmino VERAMOS procede de una forma precltica como *uperomos, anterior a la cada de / p / ide. y afn a la latina supremus.

Cuestin geogrfico-lingstica. Est comprobado 1) que hay presencia del fonema / p / (< ide. */ p /) en toda la Hispania indoeuropea, y 2) que esa presencia es menos densa en Celtiberia y Carpetania que entre vacceos, vetones y lusitanos, pueblos situados al occidente de la regin propiamente celtibrica (Soria, este de Burgos, sur de La Rioja, oeste de Zaragoza), es decir los vacceos en Palencia (su capital), Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora (incluida por los romanos en la provincia Lusitania), los vetones en vila, Salamanca, Segovia, norte de Extremadura (donde estaba Caurium, hoy Coria, su capital), los lusitanos en Portugal y en la parte occidental del territorio de los vacceos y de los vetones. Aunque vacceos y vetones suelen ser incluidos entre los celtas e incluso entre los celtberos, su pertenencia tnica y lingstica no ha sido definitivamente demostrada.

Inscripciones occidentales. De muchos pueblos indoeuropeos de la Pennsula Ibrica, tanto clticos como no clticos, no poseemos ningn testimonio escrito en ningn sistema de escritura. Han sido y permanecido pueblos grafos. Es lo que ocurre con los astures, cntabros, galaicos, vetones, vacceos, carpetanos, pelendones, y muchos otros pueblos. Sin embargo, en lugares como Lamas de Moledo (Portugal), Cabeo das Fraguas (Portugal), Arroyo del Puerco (Cceres, Extremadura) se han conservado inscripciones de un pueblo del occidente de la Pennsula Ibrica realizadas con caracteres del alfabeto romano y en lengua no cltica o difcilmente cltica. Contienen descripciones de rituales y ofrendas a diversos dioses, y consta en ellas el rito indoeuropeo arcaico de la suovetaurilia (sacrificio de cerdos, carneros y toros). La distribucin geogrfica de tales inscripciones coincide grosso modo con el territorio de la Lusitania antigua.

Rasgos lingsticos de las inscripciones de la lengua lusitana1) la conservacin de / p / inicial e intervoclica indoeuropea: porcom, porgom (< ide. *porko-m), praisom, trebopala, toudopalandaigae, contra la prdida general en cltico;

2) forma de la conjuncin copulativa indi (cf. alemn und, ingls and, snscrito tha), contra el cltico kue y uta (cf. latn que y et);

3) paso de la oclusiva sonora aspirada ide. / bh / a fricativa aspirada sorda / f /, contra el paso a oclusiva sonora / b / en cltico. Argumentos a favor del celtismo de las inscripciones (Untermann)1) Presencia de topnimos clticos terminados en briga en Lusitania antigua. Esto lleva a la tesis extremada de considerar clticos a todos los pueblos de la pennsula.

2) Homogeneidad de la antroponimia ide. de la pennsula. Lleva a decir que se habl una sola lengua: el cltico.

3) Nominativo plural temtico masculino -oi igual al cltico. Ergo, la lengua de las inscripciones es cltica.

Refutacin de los argumentos proclticos

1) la presencia de toponimia con briga cltico en territorio lusitano no arguye unicidad de celtismo, sino superposicin y heterogeneidad humana y lingstica. Los celtas, gente ms numerosa y fuerte que los lusitanos, o de mayor prestigio cultural que ellos, se han extendido al territorio de stos y se han producido los consabidos efectos de adstrato o contacto de lenguas y culturas (cf. cmo subsisten en toda Amrica topnimos aborgenes junto con los nuevos de origen europeo, y cmo no puede afirmarse en modo alguno por ello que las gentes americanas hayan sido europeas o hayan hablado alguna lengua europea).

2) La homogeneidad de la antroponimia no es argumento vlido, porque es hecho comprobado que los nombres propios personales se prestan con mucha facilidad (efecto de adstrato o contacto de lenguas y culturas). (cf., por ejemplo, el habitual uso de nombres hebreos -Mara, Isabel, Juan, Jos, Manuel, etc.- por gentes no hebreas de muchas partes del mundo).

3) a.- En la lengua indoeuropea haba dos nominativos masculinos plurales temticos: uno en *-os y otro en *-oi. Luego, la opcin *-oi del lusitano no es ms que coincidencia con la del cltico, supuesto que *-oi est en muchas otras lenguas indoeuropeas: latn (*-oi < -( ), griego (-((), bltico, eslavo. b.- El vocabulario comn tampoco es prueba aceptable de celticidad del lusitano, porque es hecho notorio en la investigacin lingstica que el lxico se presta con extraordinaria facilidad entre lenguas en contacto (cf. el caso notable del vasco, cuyo vocabulario est constituido por un 80% de prstamos de diverso origen, a pesar de que es lengua de sistema gramatical completamente diverso del de las que estuvieron y estn en contacto con ella, como el cltico, el latn, el castellano).

Conclusin: aunque no podamos llegar a certezas por escasez de material, hay indicios para decir que es una lengua ide. antigua desconocida no celta. 3. Las lenguas clticas de la Pennsula Ibrica: a) el cltico de tipo galico del noroeste; b) el cltico del tipo glico de Celtiberia. Orgenes, geografa, perodos de formacin y difusin de la cultura celtibrica. Las inscripciones de Botorrita (Contrebia Belaisca) I, II y III. La epigrafa celtibrica: origen y valor fontico de la de forma ibrica. Rasgos morfolgicos notables del celtibrico. Sonorizacin vs lenicin cltica.

En lo fundamental sigo aqu la exposicin de F. Villar en Los indoeuropeos y los orgenes de Europa (pgs. 485 ss.).

Celtberos = de acuerdo con los gegrafos antiguos los habitantes clticos de Iberia.Celtiberia: emplazamiento ms antiguo y slido de celtas en la PI. Expansiones posteriores.

Territorio celtibrico: estaba delimitado al Norte por el curso medio del ro Ebro, al Sur por los cursos altos del Tajo y del Jcar, al Este por los iberos de Levante y al Oeste por la Carpetania antigua. Comprenda los territorios de las actuales Soria, Logroo, lava, Navarra hasta Pamplona, Sudoeste de Zaragoza, Cuenca, Guadalajara, parte de Teruel, parte de Madrid, Segovia y Burgos. (En el centro hacia arriba de la pennsula, al oriente de stos estaban los beros)Antroponimia celtibrica: en la antroponimia indoeuropea prerromana de la PI hay abundantes NP clticos (Uramus < *Uperamos), pero tambin hay otros NP indoeuropeos y no indoeuropeos que no son celtibricos. Es preciso tener presente la gran difusin de la onomstica personal y geogrfica celtibrica, causada sobre todo por el carcter expansivo (y belicoso) de esta gente.

Toponimia celtibrica: los cinco componentes ms caractersticos de los topnimos clticos hispnicos son los siguientes:

seg- (Segovia, Segobriga, Segontia);

eburo- ciudad (Eburobriga, Ebura, Ebora);

-samo llanura (Uxama, Ledesma, Segisama);

-briga lugar elevado, fortificado (Nemetobriga, Segobriga, Conimbriga);

-dunum (Verdn).

El ms frecuente de ellos es *-briga (< *bhrgh- alto, elevado), se extiende por todo el territorio de la PI (con excepcin del Algarve y del Levante ibrico), y aparece con mltiples variantes:

-briga/-brega: en las regiones centrales (Alcbriga, Longbriga, Sobrega);

-bra: en Portugal y Galicia (Cambra, Anobra, Coimbra);

-bre: en Galicia (Alobre, Cambre, Magobre).

Sobre la base de la distribucin de los dos ltimos, los lingistas establecen dos estratos celtas: a) uno ms antiguo (s. VIII aC, -briga) en NO de la PI: Cultura de Hallstatt, Celtiberia, dialecto arcaico de tipo goidlico (coetneo a las invasiones clticas en GB: goidlico insular); Celtibrico: dialecto cltico no britnico (conserva labiovelares ide.) (Tovar)

b) uno ms moderno (galos, britnico, s. III-II aC, -dunum) en NE de la PI: Cultura de La Tene. El celtibrico se alinea con el irlands o galico (celta q) mientras que el galo y el lepntico se alinean con el britnico (celta p).

Epigrafa celtibrica.

La epigrafa celtibrica consta en las siguientes clases de soportes:

- leyendas monetales (Kontebakom = /kontrebakom/, adj. deriv. de Contrebia, nom.-acus. neutro sg. = contrebiense);

- inscripciones sepulcrales (tirtanos abulokum letontunos ke belikios Tirtano de los Abulokos de Letondu hijo Beligio, inscripc. de Ibiza);

- tesserae hospitales (Bronce de Luzaga, Tsera de Uxama, etc. Ejemplo de tsera breve: libiaka kortika kar[uo] de Libia tsera hospital);

- inscripciones rupestres (las de Pealba de Villastar, etc.);

- Bronces de Botorrita I, II, III, IV, V. De gran extensin los dos primeros y de extraordinaria importancia para el conocimiento del celtibrico y del cltico antiguo.

La edicin moderna de los testimonios epigrficos celtibricos ha sido realizada por J. Untermann en Monumenta Linguarum Hispanicarum (3 tomos. Wiesbaden, 1975-1990).#Escritura celtibrica.

Los celtberos adoptaron dos sistemas ibricos alfabtico-silbicos de escritura para escribir su lengua, uno sudlevantino, en el cual no hay grafas distintas para representar oclusivas sordas y oclusivas sonoras, y otro levantino (Catalunia, oriente y cerca de Pirineos) evolucionado, en el cual existen estas grafas distintas. Los celtberos no emplearon nunca el alfabeto latino ni el alfabeto griego para representar su lengua.

Lengua celtibrica.

En la lengua celtibrica se reconocen los siguientes procesos genuinamente clticos:

1.- Cada de /p/ inic. e intervoc.: uer < *uper, ro < *pro, letaisama < *pletaisama.

2.- Vocal ( > ( en slaba final (o larga > u larga): usamos > usamuz.

3.- Vocal ( > ( en slaba tnica (o larga > a larga): kombalkez.

4.- Vocalizacin en /ri/ de /r/ sonante: ide. *bhrgh- > celtib. brig-.

5.- Paso de oclusivas sonoras aspiradas > oclusivas sonoras.

6.- Conservacin de rasgos indoeuropeos arcaicos contra otras lenguas clticas:

a.- no monoptongacin de los diptongos voclicos: tokoitei, boustomue;

b.- ausencia del cambio ( > ( (e larga > i) ;

c.- conservacin de la labiovelar sorda indoeuropea kw: kue, conjuncin copulativa (= conj. cop. lat. -que);

d.- conservacin de posposiciones, adems de preposiciones;

e.- conservacin de genitivo temtico en o, no en -( como las otras lenguas clticas (tauro, turo, aualo);

f.- conservacin de m final; etc.

Celtbero, cltico espaol y antiguo lusitano.

Algunos de los rasgos caractersticos de la lengua celtibrica (como la prdida del fonema / p / inicial e intervoclico y el carcter a / o de su sistema voclico) certifican la independencia del lusitano antiguo con respecto a esta lengua y a las restantes lenguas clticas de la PI.

Lenicin y sonorizacin.

Se ha atribuido persistentemente a la lenicin cltica de substrato la sonorizacin de las sordas oclusivas intervoclicas de las lenguas romances peninsulares y extrapeninsulares, esto es de las lenguas romnicas occidentales gallego-portugus, castellano, cataln, occitano, francs, franco-provenzal y retorromano. Lo han hecho grandes autores como A. Tovar en diversos estudios (The Ancient Languages of Spain and Portugal, etc.), A. Martinet (La economa de los cambios fonticos), R. Penny (Gramtica histrica del espaol), etc.

Refutacin de la identificacin de lenicin cltica con sonorizacin romnica occidental.

Sin embargo, no todos los investigadores son favorables a esta identificacin. Contra ella utiliza F. Villar los siguientes argumentos:

1.- lenicin y sonorizacin no son procesos idnticos.

a.- Porque lenicin es debilitacin articulatoria de las consonantes que, en las lenguas clticas medievales, no produce necesariamente las sonoras respectivas. En efecto, por lenicin ocurren los cambios p > ph (= f), t > th (= (), c (= /k/) > ch (= (); pero no p > b, t > d, k > g, que son los caractersticos de la sonorizacin. Por mi parte agrego que la lenicin cltica tambin puede afectar a otras consonantes, como en gals m > v.

b.- Porque sonorizacin no es debilitacin articulatoria de las consonantes, sino adicin de rasgo sonoridad: p (oclusiva sorda) > b (oclusiva sonora), t (o. sorda) > d (o. son.), k (o. sor.) > g (o. son), de modo que la oclusiva sonora es tan oclusiva como la respectiva sorda.

2.- No hay lenicin ni sonorizacin en celtibrico (o cltico peninsular). Las inscripciones celtibricas en escritura ibrica no adaptada son ambiguas al respecto, pero las inscripciones en escritura ibrica modificada y adaptada al celtibrico son perfectamente claras acerca de la inexistencia de estos procesos en celtibrico.

3.- La sonorizacin es frecuente en el occidente peninsular (territorio lusitano) (porcom/porgom, touto/toudo), pero, dado que el occidente peninsular no es cltico, este proceso ha de ser ajeno al cltico y debe ser atribuido a lengua o lenguas distintas del cltico.

Conclusin.

La conclusin de F. Villar acerca de la fisonoma caracterstica del celtibrico, acerca de su relacin con otras lenguas clticas no hispnicas y con otras lenguas hipotticamente clticas de la PI, y acerca de la fecha de su implantacin y de las circunstancias de su habitat en ella es la siguiente:

Los rasgos que separan al celtibrico de otras lenguas clticas son generalmente arcasmos, por lo que ms que una clasificacin del celtibrico en trminos tradicionales de dialectos galicos o britnicos, hay que limitarse a decir que se trata de una variedad de celta sealadamente arcaica en comparacin con cualquier otro celta conocido. Introducidos en la Pennsula, segn se cree, en torno al s. VIII a. C. probablemente a travs de los pasos occidentales del Pirineo, a juzgar por su ubicacin histrica, buscaron asentamiento al sur de la alta montaa pirenaica y quedaron separados de los celtas de las Galias por poblaciones no indoeuropeas de ndole vasco-pirenaica, convirtindose as en un rea aislada, propicia para la conservacin de estados lingsticos arcaicos (pg. 497).

Nota suplementaria sobre lenicin. Agrego, por mi parte, que, dados los argumentos de F. Villar y otros lingistas contra la identificacin de lenicin cltica y sonorizacin romnica occidental, es difcil sostener que en Espaa como en el resto de la Romania occidental haya habido tal efecto atribuido al substrato lingstico cltico. Sin embargo, hemos de reconocer la existencia de una circunstancia que no puede ser omitida en el momento de considerar unos hechos tan complejos como los debatidos. Es de ndole geogrfica o, mejor, geogrfico-lingstica, se conoce desde antiguo y tiene innegable peso en la argumentacin: el fenmeno fontico de la sonorizacin romnica occidental (que no es sino el de la sonorizacin de las consonantes oclusivas sordas intervoclicas o intersonoras del latn vulgar hablado en el dominio correspondiente) ocurre precisamente en el territorio del Imperio Romano habitado por celtas, y no fuera de l, o al menos no de la misma manera. En la pugna entre argumentacin propiamente lingstica y argumentacin geogrfico-lingstica se advierte la falta de otro que pueda dar la razn a uno de ellos, a ambos en conjunto o a ninguno.

4. El tartsico: orgenes, geografa y difusin hispnica, restos arqueolgicos y epigrficos, el alfabeto tartsico. El denominado influjo orientalizante. Controversia sobre el origen de la lengua tartsica: indoeuropesmo vs. no indoeuropesmo.

Rama ms occidental de los Pueblos del Mar, mastienos y tirsenos (relacionados con los tirsenos de Lidia = tirrenos o etruscos). 2 opiniones: 1) No hubo una cultura tartesia sino un conjunto de influjos orientalizantes; 2) Hubo un imperio tartesio (1100-600 aC), Herdoto y Estrabn hablan de las riquezas del rey Argantonio.

Toponimia: en el rea comprendida entre Lisboa, Ciudad Real, Mlaga y el Algarve, con especial profusin en el territorio delimitado por Cdiz, Sevilla, Crdoba, Granada y las costas del Mediterrneo y el Atlntico (sur de Portugal y occidente de Andaluca, frontera ro Guadalquivir) hay una toponimia especial de tipo no indoeuropeo ni ibrico. La caracterizan tres elementos compositivos distintos:

1) ip- / -i(p)po (Olisipo, Iptuci relacionados por los lingistas con Hippo Regius del norte de frica)2) obu- / -uba (Oba, Obulco, Corduba comparados con Obba tambin del N de frica) 3) bae- (Baelo, Baetis, el ro, Baesucci, etc.).

F. Villar ha estudiado en detalle la distribucin geogrfica de los topnimos de la primera clase y demostrado que se extienden alrededor de los mares Mediterrneo y Negro, y, ms espordicos, en Francia, Italia, la antigua Mesopotamia e Irn.

Estratificacin: por causa de aparecer dos de los elementos mencionados compuestos en un nico topnimo (Iponuba, Baesippo) algunos lingistas afirman que pertenecen a un mismo estrato humano y lingstico. Sin embargo, tal composicin no es prueba suficiente, porque abundan los topnimos compuestos con elementos procedentes de estratos claramente distintos, como los romano-clticos Augustobriga, Iuliobriga, etc. Por otra parte, la distribucin geogrfica de los topnimos compuestos con el primero y el tercero de los elementos desborda ampliamente la de los compuestos con el segundo en la Pennsula Ibrica. En conclusin, no sabemos si los topnimos compuestos con uno o dos de los tres elementos mencionados pertenecen a un solo estrato lingstico y humano o a tres estratos distintos.

Antroponimia: en lugares marginales de las reas de difusin de los topnimos constituidos con alguno de los elementos mencionados y en especial al E. de las mismas, en la parte oriental de Andaluca, se han registrado antropnimos de forma no indoeuropea formados con la raz sis-, siempre en posicin inicial (Sisiren, Siseanba, Sisen, Siseia, etc.). Aunque se ha relacionado la poblacin portadora de estos antropnimos con la portadora de los topnimos del primer tipo, no tenemos ninguna seguridad de que en realidad se trate de un estrato lingstico y humano distinto de los anteriores.

Epigrafa: en el extremo suroccidental de estas reas toponmicas y antroponmicas, es decir en el Algarve, pero tambin en menor cantidad en Andaluca occidental y en Extremadura, se halla una serie de inscripciones realizadas con una variedad de escritura distinta de las ibricas, aunque emparentada con ellas, denominada con preferencia sudlusitana o suroccidental por unos autores, y tartesia o de ambos modos por otros. El sistema de esta escritura parece haber sido el primero derivado de la escritura paleohispnica de origen fenicio.

Interpretacin de la epigrafa sudlusitana: la epigrafa sudlusitana consta en dos clases de soportes: monedas y lpidas funerarias. Las inscripciones lapidarias, las ms extensas, presentan dificultades de interpretacin fontica y de desciframiento no superadas hasta hoy. Dos son las causas de ello: conocimiento parcial del valor fontico de los signos y dificultad de segmentacin de los textos. Los textos lapidarios sudlusitanos estn formados por un continuo circular o espiraloide de signos carentes de marcas de separacin lxica o sintctica.

La lengua de las inscripciones sudlusitanas o tartesias: pese a las enormes dificultades que presentan la interpretacin fontica y el desciframiento de estas inscripciones, los lingistas que han intentado identificar su lengua, supuesto que se trate de una sola y no de ms de una, se dividen en dos clases: los que la relacionan con las lenguas del grupo anatolio (hitita, etc.) y los que la relacionan con lenguas del grupo cltico.

Lengua sudlusitana o tartesia y lenguas anatlicas: esta tesis es la ms antigua y entre sus precursores hay que contar a A. Schulten y a A. Tovar, quienes, sobre todo el primero, estableca conexiones de elementos lexicales tartesios con otros de la Estela de Lemnos, considerada como pieza clave para la explicacin de la migracin anatlica lidia a Occidente representada por los etruscos de Italia y los tirsenos y mastienos del sudeste de la Pennsula Ibrica. J. Wikander, trabajando sobre la frmula bare nabe keenti (cuyo tercer elemento aparece tambin como keeni), propuso identificar keenti/keeni con sijeni de inscripciones funerarias licias, cuyo valor es situs est. Se tratara de la raz ide. *kei- yacer, presente en el gr. ((((((, scr. (te, provista del mismo sufijo que los verbos hetitas del tipo ijannai. En las variantes keeni/keenti propuso ver una diferencia singular/plural de acuerdo con la conjugacin en -hi a la manera anatolia. Los rasgos ide. no se limitaran para l a esta palabra. En nabe tendramos la desinencia ide. de locativo *-bhi. La frmula, o parte de ella, podra interpretarse como en este sepulcro yace, o algo similar. Tambin crey haber hallado Wikander una desinencia -el con valor de genitivo, lo cual tambin nos remite a las lenguas anatlicas.

Lengua sudlusitana o tartesia y lenguas clticas: con posterioridad, J. A. Correa, si bien confirma el elemento verbal de la frmula de acuerdo con J. Wikander, discrepa en cuanto a la interpretacin de los restantes elementos. En cuanto a nabe, por ejemplo, considera que no puede darse por segura la lectura -be y por tanto la comparacin con ide. *-bhi. En cambio cree haber identificado en otros segmentos la desinencia ide. *-bho de dativo plural. As, pues, en logobo niirabo podra estar el nombre del dios celta Lugu en plural, como en otras inscripciones de la Pennsula Ibrica. Adems, logra aislar e identificar otro posible verbo con desinencia -nt- (arenti). Con respecto a segmentos como turaaio, poti, tala, tirtos, Correa considera que se los puede comparar con los antropnimos ide. (clticos) peninsulares Turaius, Boutius, Talaus, Trita (Tritius). Por todo ello, Correa propone identificar como cltica la lengua de las inscripciones sudlusitanas o tartesias. F. Villar, sin descartar definitivamente esta identificacin, llama la atencin sobre las dificultades que ella entraa: no sera una lengua cltica afn al celtibrico, sino al galo. Lo cual es por lo menos desconcertante (qu hace esa lengua tan lejos y en s. VIII aC?).

Indoeuropesmo vs. no indoeuropesmo: cualquiera de las dos teoras que resulte aceptable, la lengua de las inscripciones sudlusitanas o tartesias sera indoeuropea. Este hecho implica, aunque no haya sido advertido por los lingistas, una nueva dificultad: si la toponimia y la antroponimia caractersticas del rea epigrfica sudlusitana no son, como hemos visto, indoeuropeas, qu significa que la lengua de la poblacin de la misma regin sea indoeuropea?

Argantonios: la tradicin griega recuerda a un legendario rey de Tartesos, Argantonios, amigo de los griegos de Asia Menor hasta el punto de donarles cantidades de plata suficientes como para amurallar sus ciudades para defenderse de los invasores persas. El nombre Argantonios es claramente ide., puesto que contiene la raz *arg- blanco, brillante con que en varias lenguas de esta familia se designa la pata (lat. argentum, gr. (((((((), y tiene forma caractersticamente cltica. Por tanto, son celtas los tartesios o el nombre de su rey, si en verdad existi, es prstamo de vecinos celtas de los tartesios no clticos?

Dispersin geogrfica de los topnimos del tipo sudlusitano o tartsico: para una comprensin profundizada del fenmeno sudlusitano o tartsico es imprescindible la consulta de las cartas geogrficas publicadas por F. Villar en las actas del congreso internacional sobre lenguas y culturas prerromanas de la Pennsula Ibrica del ao 1996, las cuales he puesto a disposicin de los alumnos. Asimismo ha de tenerse en cuenta el mapa de los yacimientos arqueolgicos de tipo tartsico. En ste se advierte cmo tales yacimientos se concentran en el territorio andaluz a lo largo del ro Guadalquivir, de sus afluentes y de otros menores de la misma regin. Se advierte tambin cmo estos yacimientos tartsicos estn prximos a enclaves y colonias fenicios cuya antigedad se remonta hasta el ao 1000 a. C. (Huelva, Sevilla, Crdoba, Jan, Granada, Mlaga, Cdiz). En la primera de las cartas de F. Villar consta la distribucin geogrfica de los topnimos tartsicos construidos con el elemento ipo / ippo ciudad (no caballo como se vena sosteniendo). Este elemento toponmico se construye de tres modos: 1) segundo elemento del compuesto (Acinippo); 2) primer elemento del compuesto (Iponuba); 3) precedido de un aparente sufijo (Dipo). Se comprueba que las tres variantes de topnimos con ipo / ippo se concentran al Este del ro Guadalquivir, pero aparecen ms dispersos al Oeste del mismo y muy dispersos hasta el centro de la Pennsula y en la mitad sur del actual Portugal. En la segunda carta se precisan la zona nuclear de la toponimia con ipo / ippo, las zonas nucleares de sus variantes y la dispersin en la Pennsula Ibrica. En la tercera carta se seala la zona nuclear hispnica de ipo y la dispersin del mismo fuera de la Pennsula Ibrica. Se comprueba que 1) el gran mbito de dispersin de ipo es el mar Mediterrneo (sur de Espaa, sur de Italia, Grecia, Anatolia, Siria, Fenicia, Palestina, Egipto, Tnez, Argelia); 2) la presencia es abundante en las costas y en el interior de Anatolia; 3) se extiende a las costas septentrionales del Mar Negro; 4) se extiende tambin a la Mesopotamia hasta Irn; 5) ha llegado al interior de Francia. La conclusin es que el fenmeno tartsico peninsular se inscribe, desde el punto de vista de la toponimia, en otro mucho ms amplio perimediterrneo y minorasitico. Por mi parte, considero que tales fenmenos perimediterrneo, minorasitico e hispnico no son independientes de la difusin del neolitismo y en especial de dos de sus manifestaciones caractersticas: el megalitismo y la metalurgia.

5. Los griegos en la Pennsula Ibrica.UNIDAD IIIA. Presupuestos de geografa e historia del Imperio Romano.

Expansin de Roma en Europa y en el mundo perimediterrneo. Sumario de territorios y pueblos antiguos ocupados por Roma y pocas de ocupacin. La romanizacin del mundo antiguo. Divisin del Imperio Romano: Imperio Romano de Oriente e Imperio Romano de Occidente. Migracin de los pueblos germnicos y otras migraciones conexas. Cada del Imperio Romano de Occidente y formacin de los territorios y de las nacionalidades nuevas. Onomstica personal y geogrfica en los antiguos territorios romanos europeos y perimediterrneos. Repblica romana

509 a. C. 27 a. C. La Repblica romana fue un estado de la antigedad (509 a. C. 27 a. C.) que englobaba la ciudad de Roma y sus territorios. Contaba un sistema de gobierno democrtico regido y perpetuado por la aristocracia. Durante esta etapa de su historia, Roma experiment un extraordinario crecimiento territorial, cultural y econmico.

En el siglo V a. C. consolid su poder en el centro de Italia y en los siglos IV y III a. C. se impuso como potencia dominante de la pennsula Itlica sometiendo a los dems pueblos de la regin y enfrentndose a las ciudades griegas del sur. En la segunda mitad del siglo III a. C. proyect su poder fuera de Italia, lo que la llev a una serie de enfrentamientos con las otras grandes potencias del Mediterrneo, en los que derrot a Cartago y Macedonia, anexionndose sus territorios.

En los aos siguientes, siendo ya la mayor potencia del Mediterrneo, expandi su poder sobre las polis griegas; el reino de Prgamo fue incorporado a la Repblica y en el siglo I a. C. conquist las costas de Oriente Prximo, entonces en poder del Imperio Selucida y piratas.

217 aC desembarcan en la Pennsula Ibrica.

191 aC ocupan la Galia Cisalpina.

167 aC ocupan Dalmacia (ilrico).

146 aC se instalan en norte de frica. Cada de Cartago.

120 aC ocupan la Galia meridional (acceso por tierra a Pennsula Ibrica).

50 aC campaa de Csar en la Galia septentrional.

55 aC Csar pasa a Britania y en 43 dC se hace conquista efectiva.

107 dC Trajano incorpora el ltimo territorio, la Dacia.

Durante el perodo que abarca el final del siglo II a. C. y el siglo I a. C., Roma experiment grandes cambios polticos, provocados por una crisis consecuencia de un sistema acostumbrado a dirigir slo a los romanos y no adecuado para controlar un gran imperio. En este tiempo se intensific la competencia por las magistraturas entre la aristocracia romana, creando irreconciliables fracturas polticas que sacudiran a la Repblica con tres grandes guerras civiles; estas guerras terminaran destruyendo la Repblica, y desembocando en una nueva etapa de la historia de Roma: el Imperio Romano.

El Imperio romano fue una etapa de la civilizacin romana en la Antigedad clsica caracterizada por una forma de gobierno autocrtica. El nacimiento del imperio viene precedido por la expansin de su capital, Roma, que extendi su control en torno al Mar Mediterrneo. Bajo la etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando, llegando a su mxima extensin durante el reinado de Trajano, abarcando desde el Ocano Atlntico al oeste hasta las orillas del Mar Negro, el Mar Rojo y el Golfo Prsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los ros Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Su superficie mxima estimada sera de unos 6,14 millones de km.

Durante casi tres siglos antes de Csar Augusto, Roma haba adquirido numerosos dominios en forma de provincias directamente bajo administracin senatorial o bajo gestin consular, y tambin mediante pactos de adhesin como protectorados de estados aliados. Su principal competidora en aquella poca fue la ciudad pnica de Cartago cuya expansin rivalizaba con la de Roma y por ello fue la primera gran vctima de la Repblica. Las Guerras Pnicas obligaron a Roma a salir de sus fronteras naturales, la pennsula Itlica, y poco a poco adquiri nuevos dominios que deba administrar, como Sicilia, Cerdea, Crcega, Hispania, Iliria, etc.

Los dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron difcilmente gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital ni de tomar decisiones con rapidez. Asimismo, un ejrcito creciente revel la importancia que tena poseer la autoridad sobre las tropas, de cara a obtener rditos polticos. As fue como surgieron personajes ambiciosos cuyo objetivo principal fue el poder. Este fue el caso de Julio Csar, quien no slo ampli los dominios de Roma conquistando la Galia, sino que desafi por vez primera la autoridad del Senado romano.

El Imperio Romano como sistema poltico surgi tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio Csar, en los momentos finales de la Repblica romana. l fue, de hecho, el primer hombre que se alz como mandatario absoluto en Roma, hacindose nombrar Dictator (dictador). Tal osada no agrad a los miembros del Senado romano, que conspiraron contra l asesinndole durante los Idus de marzo en las mismas escalinatas del Senado, restableciendo as la repblica, pero su retorno sera efmero. El precedente no pas desapercibido para el joven hijo adoptivo de Csar, Octavio Augusto, quien sera enviado aos ms tarde a combatir contra la ambiciosa alianza de Marco Antonio y Cleopatra.

A su regreso victorioso, la implantacin del sistema poltico imperial sobre un imperio territorial que de hecho ya exista, resulta inevitable, aun manteniendo las formas republicanas. Augusto asegur el poder imperial con importantes reformas y una unidad poltica y cultural (civilizacin grecorromana) centrada en los pases mediterrneos, que mantendran su vigencia hasta la llegada de Diocleciano, quien trat de salvar un imperio que caa hacia el abismo. Fue ste ltimo quien, por primera vez, dividi el imperio para facilitar su gestin. El imperio se volvi a unir y a separar en diversas ocasiones siguiendo el ritmo de guerras civiles, usurpadores y repartos entre herederos al trono hasta que, a la muerte de Teodosio I el Grande, qued definitivamente dividido.

Finalmente en 476 el hrulo Odoacro depuso al ltimo emperador de Occidente, Rmulo Augstulo. El senado enva las insignias a Constantinopla, la capital de Oriente, formalizndose as la capitulacin del imperio de Occidente. El imperio oriental proseguira varios siglos ms bajo el nombre de Imperio Bizantino, hasta que en 1453 Constantinopla cay bajo el poder otomano.

El legado de Roma fue inmenso, tanto es as que varios fueron los intentos de restauracin del imperio, al menos en su denominacin. Destaca el intento de Justiniano I, por medio de sus generales Narss y Belisario, el de Carlomagno as como el del propio Sacro Imperio Romano Germnico, pero ninguno lleg jams a reunificar todos los territorios del Mediterrneo como una vez lograra la Roma de tiempos clsicos.

Con el colapso del Imperio de Occidente finaliza oficialmente la Edad Antigua dando inicio la Edad Media.

El comienzo de las invasiones al Imperio Romano. Entre los aos 235 y 285 Roma estuvo sumida en un perodo de anarqua y guerras civiles. Esto debilit las fronteras, y los germanos, en busca de nuevas tierras, se desplazaron hasta la frontera norte del imperio. Los emperadores de la poca permitieron el ingreso de los germanos bajo dos condiciones: deban actuar como colonos y trabajar las tierras, adems de ejercer como vigilantes de frontera. Sin embargo, esta pacificidad se acab cuando Atila, el rey de los hunos, comenz a hostigar a los germanos, que haban invadido el Imperio. Luego de la retirada de los hunos, las tribus brbaras se establecieron en el interior del imperio: los francos y burgundios tomaron la Galia; los suevos, vndalos y visigodos se asentaron en Hispania; los hrulos tomaron la Pennsula Itlica tras derrotar y destituir al ltimo emperador romano, Rmulo Augstulo. Posteriormente, los hrulos se enfrentaran a los ostrogodos, saliendo estos ltimos victoriosos, y tomando el control de toda la Pennsula Itlica. Cabe destacar que si bien los germanos no eran muy desarrollados culturalmente, asimilaron muchas de las costumbres romanas, formando as la cultura europea que origin la actual cultura jamonica.

Causas del derrumbamiento del Imperio Romano. Despus de los siglos dorados del Imperio Romano (perodo denominado Pax Romana, siglos I al II), comenz un deterioro en las instituciones del Imperio, particularmente la del propio Emperador. Fue as como tras las malas administraciones de la Dinasta de los Severos, en particular la de Heliogbalo, y tras la muerte del ltimo de ellos, Alejandro Severo, el Imperio cay en un estado de ingobernabilidad al cual se le denomina Anarqua del siglo III.

Entre 238-285 pasaron 19 emperadores, los cuales incapaces de tomar las riendas del gobierno y actuar de forma concorde con el Senado, terminaron por situar a Roma en una verdadera crisis institucional. Durante este mismo perodo comenz la llamada invasin pacfica, en la cual varias tribus brbaras se situaron, en un principio, en los limes del Imperio debido a la falta de disciplina por parte del ejrcito, adems de la ingobernabilidad producida en el poder central, incapaz de actuar en contra de esta situacin.

Por otro lado, las guerras civiles arruinaron al Imperio, el desorden interno no slo acab con la industria y el comercio, sino que debilit a tal punto las defensas de las fronteras imperiales, que privadas de la vigilancia de antao, se convirtieron en puertas francas por donde penetraron las tribus brbaras.

Tras una breve "estabilizacin" del Imperio, en manos de algunos emperadores fuertes como Diocleciano, Constantino I el Grande y Teodosio I, el Imperio se dividi definitivamente a la muerte de este ltimo, dejndole a Flavio Honorio el sector de Occidente, con capital en Roma, y a Arcadio el sector Oriental, con capital en Constantinopla. Consecuencias del derrumbamiento. Las invasiones provocaron la paralizacin del comercio y la industria, la destruccin del Imperio Romano de Occidente, es decir el fin de una civilizacin antigua avanzada, y tambin el comienzo de una nueva era en Europa, la Edad Media.

B. Orgenes, variedad y clasificacin de las lenguas romances.

Historia de la lengua de Roma y romanizacin: la teora de G. Grber. Perspectivas diacrnica y diatpica de los latines de la romanizacin: historia del latn y substratos prelatinos de Italia. Substratos europeos del latn: itlicos, etrusco, griego, siciliano, sardo, corso, lgur, rtico, vneto, ilrico, dacio, tracio, cltico lepntico, glico, hispnico y britnico, ibrico, aquitano, vasco. Efectos de adstrato y superestrato: germnico, griego. Romania antigua y nueva: ganancias y prdidas territoriales. Romanus, Romania, romanicus y romanice. Prstamos latinos en el berebere, vasco, cltico, ingls antiguo, lenguas germnicas, griego y eslavo. Clasificaciones de las lenguas romnicas. Lingstica contrastiva elemental de las lenguas romances: rumano, dlmata, ladino o retorromano, sardo, italiano, provenzal, gascn, franco-provenzal, francs, cataln, castellano y gallego-portugus. Los primeros testimonios escritos de estas lenguas romances.

Perspectiva diacrnica: G. Grber ha buscado la causa del paso de la relativa unidad del latn comn a la pluralidad de las variedades neolatinas en la diferencia cronolgica de la colonizacin de las varias provinciae. Grber bas las semejanzas y diferencias fonticas entre las principales lenguas romances en las diferencias cronolgicas del latn hablado por el hombre en la calle, por parecerle que el latn en las colonias ms recientes representaba una fase ms adelantada que el que soldados y colonos llevaron a las ms antiguas colonias. Objeciones: 1) no tuvo en cuenta que las provincias romanizadas quedaron durante siglos en contacto con Roma despus de su ocupacin y que su latn continu recibiendo nuevo alimento de la lengua madre; 2) es insuficiente porque el desarrollo del latn durante los 400 aos que dur la romanizacin no ha sido considerable y se ha limitado a morfologa y lxico.Conclusin. El latn nunca fue una lengua homognea; la lengua de Roma cambia con el tiempo y es heterognea ya desde el arcaico; ergo, la teora de Grber explica ciertas diferencias pero no la diversidad y el origen de las lenguas romances. Es necesario aadir una perspectiva geogrfica y diatpica: el latn se fue renovando con elementos adquiridos de las lenguas con las que entraba en contacto (Tagliavini).

Por substrato entendemos aquellas lenguas a las que se fue superponiendo el latn durante su expansin histrica; por adstrato entendemos las lenguas vecinas territorialmente, a las que el latn no se superpuso; y por superestrato, las lenguas de los pueblos que ms tarde habitaron, a menudo como dominadores y seores, los territorios lingsticamente romanizados.- Substratos prelatinos de ItaliaSe hablaba de un grupo itlico que comprenda: 1) grupo osco-umbro; 2) grupo latino-falisco, pero fue descartado como grupo. Latn: en principio era la lengua de Roma y sus alrededores inmediatos. Incluso Roma no es palabra latina, ni siquiera ide, y latinu es un etnnimo derivado de Latium (posiblemente lo llano en oposicin a Sabina, la altura). Los latini eran los pueblos aledaos a Roma, que gozaban de beneficios comerciales y facilidades para acceder a la ciudadana. Se difundi primero por Italia y luego por Europa y ms all. Roma no impona su propia lengua; eran por lo general las poblaciones sometidas las que deseaban elevarse culturalmente empleando el latn. El derecho romano otorgaba diversos grados de ciudadana o mejoras cvicas a los conquistados.- Substratos europeos del latn

Sustrato itlico

Las palabras no compuestas con f- intervoclica son atribuidas al sustrato itlico (al osco). Algunas figuran en el latn (osc. bufalus lat. bubalus) y otras en las romances (lat. Scarabeo it. scarafaggio). Una de las caractersticas de los dialectos itlicos, comparados con el latn, era la asimilacin nd > nn, mb > mm. Esta misma asimilacin se encuentra en todos los dialectos italianos centro-meridionales.

Sustrato etruscoEl nombre mismo de Roma es probablemente de origen etrusco (nombre etrusco del ro Tiber; Ruma). El etrusco era una lengua completamente distinta del latn, ni siquiera era una lengua indoeuropea. Orgenes de Roma: dominada por los etruscos; monarqua, dinasta de los Tarquinos.

Los frecuentes contactos entre etruscos y latinos hicieron que el latn asimilase cierto nmero de palabras etruscas que podemos aislar en virtud de la ausencia de correspondencias indoeuropeas o merced a la presencia de ciertos elementos morfolgicos caractersticos, especialmente sufijos, como -na, -ena, -enna, -ina; al igual que los nombres propios con dichos sufijos (Ravnna, Maecnas) podemos tener por precedentes del etrusco las palabras catna, sagna, sacna (scna), etc., y parecidamente algunos nombres en -issa, -isa.

El etrusco fue asimismo mediador entre latn y griego para algunas palabras que, por su aspecto fontico y morfolgico no pueden haber sido tomadas directamente del griego (gr. lamter > etr. lanterna > lat. linterna). Intenssimo fue el influjo etrusco sobre la onomstica romana, comenzando por el sistema nominal trimembre (praenomen, nomen, cognomen) comn tambin a otros pueblos itlicos, pero diferente del de todos los dems pueblos indoeuropeos. Adems algunos nombres romanos frecuentes en latn tienen correspondencias precisas en etrusco (Aulus = etr. Aule; Fabius = etr. Fapi; Petronius = etr. Petruni, etc.).

Sustrato griegoBajo proteccin de Roma por peligro de ser invadidos por pueblos itlicos. Dialectos helnicos sobre todo de tipo drico, que empezaron a asimilar elementos latinos. Pero romanizacin difcil por superioridad de la cultura griega.

Desde poca relativamente antigua, el latn haba asimilado elementos griegos, recibidos de la Magna Grecia, como lo muestra el carcter fontico propio de los dialectos dricos, p. ej. machina (y que por su /a/ no puede representar el tico ), en tanto que mchanicus exhibe con su // un origen jnico-tico; as malus manzano`, y malum manzana`, proceden de la forma drica (pero las lenguas romances parten todas de un prstamo jnico-tico posterior, mlum < ). Las influencias del sustrato griego se revelan asimismo en el campo de la sintaxis.

El sur de Italia tiene abundantes elementos griegos, pero se cree que muchos de ellos son influencia del dominio bizantino en la regin.

Sustrato sicilianoNo quedan dudas de la desaparicin de la grecidad scula, aunque muy lentamente, despus de la romanizacin de la isla.

Hay topnimos que muestran la lengua de los sicanos y de los sculos, pueblo probablemente itlico. Topnimos griegos, pnicos, ligures.

Sustrato de Cerdea y CrcegaEl aislamiento de Cerdea tuvo como consecuencia que el idioma neolatino all desarrollado represente el tipo romance ms cercano a la base de origen. Es indudable que, si bien espordicamente, asoman elementos pnicos no slo en la toponimia sino en el lxico sardo; as el topnimo Magomadas ha de interpretarse como pnico (maqom hadas, ciudad nueva`). Tambin la antroponimia revela huellas del elemento pnico.

Pero los estudios del sustrato sardo descubren reliquias bastante ms antiguas que las pnicas; sea en la toponimia, sea en el lxico, se pueden aislar elementos de carcter preindoeuropeo-mediterrneo (de tipo vasco o bereber, como prefijos a-, ta-, tsi- en animales; como el vasco tiene aversin a f- y tendencia a agregar vocal ante r- inicial), que de seguro se remontan a las lenguas de estratos antiqusimos de la poblacin sarda.

Sustrato lgur y rticoAparecen rastros del sustrato lgur especialmente en la toponimia de la alta Italia y regiones vecinas; particularmente notable es el sufijo -asco, -asca que se encuentra ora en topnimos del tipo Cherasco, Salasco, Bogliasco, ora en nombres tnicos como bergamasco, de Bergamo, comasco, de Como, etc. Tampoco dejan de aparecer palabras en la toponimia; as el nombre del ro Polcvera deriva de porko-bhera, cuyo primer elemento recuerda el latn porcus, puerco`, y el m. irl. orc, pez puerco = salmn`, y el segundo el ie. *bher-, llevar` (lat. fero).

Huellas del sustrato rtico se encuentra casi exclusivamente en la toponimia.

Sustrato clticoLos galos habitaban la mayor parte de Italia septentrional antes de la colonizacin romana. Pertenecan al grupo cltico, rama de la familia lingstica indoeuropea, y descendieron desde la Galia propiamente dicha, correspondiente ms o menos a la Francia actual, al norte de Italia, expulsando a los lgures, los etruscos y otras poblaciones precedentes. Es bien conocida su gran victoria sobre Roma en 390 a.C: consiguieron apoderarse de la ciudad misma. Slo consiguieron establecerse en Italia septentrional, fundando la Galia Cisalpina.

Ya a principios del siglo III a.C los romanos empezaron a conquistar el territorio cisalpino ocupado por los galos; el dominio romano se fue extendiendo por toda Italia septentrional, y a mediados del siglo II se extendi tambin por la parte meridional de la Galia Transalpina, organizando desde fines de ese siglo la Galia Narbonense o Transalpina como provincia. Gracias a las picas conquistas de Csar, toda la Galia pas a ser provincia romana y sigui sindolo hasta la cada del imperio. El galo forma parte de la familia de las lenguas clticas. stas se reparten en dos grupos: el cltico continental, representado slo por el galo, compuesto por mltiples variedades dialectales, que se extingui por completo hacia el siglo V d.C, y el cltico insular, dividido en dos subgrupos, uno, galico o goidlico, formado por el irlands, el escocs y el dialecto de la isla de Man, y otro, britnico, constituido por el cmbrico, cmbrico o gals, el hoy extinto crnico y el bretn. La romanizacin de la Galia Cisalpina fue ms rpida y profunda que la de la Transalpina. Entre las palabras latinas de origen cltico se pueden recordar carrus, carro de cuatro ruedas`< gal. carros.

El elemento cltico es tambin muy considerable en la toponimia de Francia e Italia septentrional.

Son particularmente notables los compuestos con -dunum oppidum`. Caractersticos tambin son los topnimos en -acus > fr. -ac al sur, ai, -i, -y al norte (Aureliacum > Aurillac y Orly; Catiliacum > Cadillac y Chailly).

La influencia del sustrato cltico no se limita a reliquias lxicas sino que se extiende a tendencias fonticas, a elementos formativos y a la composicin de las palabras.

Entre las tendencias fonticas, un problema muy debatido ha sido el del cambio > . Numerosos lingistas no vacilaron en ver esta mutacin como consecuencia de una reaccin del sustrato glico. Pero no se sabe si el galo tuvo jams el fonema .

Pudiera admitirse que la presencia de en los territorios romnicos de sustrato cltico se debiera a una tendencia de origen glico que se manifiesta tanto en el campo neolatino como en el germnico de sustrato glico (neerlands), aunque no pueda excluirse la posibilidad de desenvolvimientos independientes.

Otro cambio fontico que diversos autores han atribuido al sustrato cltico es el del grupo -ct- que en francs, provenzal, portugus y gran parte de los dialectos galo-itlicos da -it-; tambin el espaol, que hoy presenta la fase (escrito ch), se remonta, como parte del lombardo, a it: p. ej., de nocte tenemos piam. nit, franc. nuit, port. noite (esp. noche, prov. nuech).

Sabemos que el galo tenda a transformar ct en t; esto lo confirman alternaciones grficas en nombres propios como Luterios al lado de Lucterios, etc. Que se leen en monedas e inscripciones galas. La tendencia a la reduccin ct > t > it est difundida en las lenguas clticas, tanto en el material hereditario (de un ie. *noqt- el irlands tiene noch) como en las voces tomadas del latn (lat. lacte > irl. lacht; lat. doctu(s) > cmbr. doeth). El paso ct > it se halla justamente en el territorio que fue cltico: Italia septentrional, Francia y Pennsula Ibrica.

Un fenmeno fontico de mayor alcance y extensin, que algunos estudiosos propenden a atribuir al sustrato cltico es el de la sonorizacin o lenicin de las consonantes sordas intervoclicas, que abarca toda la Romania occidental; esto se ha vinculado a un fenmeno parecido de lenicin que se aprecia en las lenguas clticas.Sustrato de la pennsula ibricaHabitada desde pocas antiqusimas, la Pennsula Ibrica presenta condiciones tnicas complejas. Es, de hecho, la sola regin de Europa en que persiste, no reducido a reliquias toponomsticas sino como lengua todava viva y hablada, un idioma prerromano ciertamente preindoeuropeo. Se trata del vasco. No faltan nombres de lugar que, de origen evidentemente prerromano, pueden encontrar explicacin gracias al vasco o a lenguas antiguas extintas prximas al vasco.

En las lenguas romances de la Pennsula Ibrica y en el extremo occidental del dominio provenzal (gascn) no son raros los elementos atribuibles al sustrato. Los ms generales podrn considerarse penetrados en el latn regional de Espaa, otros acaso sean posteriores prstamos y adaptaciones del vasco, especialmente en las regiones donde el espaol se superpuso al vasco. Entre las voces documentadas en latn como peculiares de la Pennsula Ibrica y que con certidumbre o probabilidad pueden atribuirse al sustrato, recordaremos: arrugia; de esta voz procede, espa. arroyo, port. arroio, gasc. arroulho, fosa, canal`(y tambin el vasco tiene arroila fosa, cavidad`).

En cuanto a tendencias fonticas debidas al sustrato, adems de la prtesis voclica ante r inicial (rota > errota, rege(m) < errege, etc.), la ms evidente es el trnsito f > h; f falta en el sistema fonolgico del vasco, que vierte f- inicial en las palabras latinas con p-, b-, con h- o eliminando de plano el fonema. El espaol vuelve h- la f- (ferrum > hierro) salvo ante ue (fcu > fuego) y ante consonante (frgidus > fro). El cambio ocurri en espaol cuando h era una verdadera aspirada; aunque la prdida de f no aparezca hasta el siglo XV, no era un fenmeno nuevo sino la generalizacin de una pronunciacin considerada dialectal y vulgar, pues desde el siglo XI hay, en la regin septentrional de Burgos, ejemplos de h por f; es justo as suponer que la prdida de la f en Castilla es un fenmeno primitivo, hijo de la influencia ibrica de los dialectos indgenas vecinos al vasco (M. Pidal). La tesis de la reaccin tnica es reforzada por el hecho de que el cambio f- > h- [> 0] se encuentre tambin en algunos dialectos gascones que tocan el territorio vasco.

Sustrato paleovnetoEst fuera de duda el origen indoeuropeo del paleovneto. No cabe duda de que nos encontramos en la toponimia con restos que de cierto se remontan al paleovneto. Nombres locales proparoxtonos del tipo de bano, solo, etc., y el propio nombre de Pdova (Padua) pueden tenerse por paleovnetos.

Sustrato ilrico y tracioEn la regin de Iliria se form una sola lengua romance, extinta hoy: el dalmtico. El dalmtico presentaba notable afinidad con el rumano y con los elementos latinos del albans. Semejante afinidad se debe no slo a razones de continuidad geogrfica y al relativo aislamiento de las dos lenguas, sino tambin probablemente a afinidad, si no es que identidad, del sustrato prerromano. Sustrato tracio tiene de fijo la romanidad de Rumania. El tracio era de seguro una lengua indoeuropea del grupo satm.

Sufijo esc formador de adjetivos es de origen tracio; formacin del futuro con volo.

- Efectos de adstrato y superestratoLa influencia griegaEl griego representa una lengua de sustrato solamente en aquellos territorios que, grecfonos en un tiempo, fueron luego romanizados. Pero all donde la romanizacin lingstica no consigui imponerse y las dos lenguas fueron habladas una al lado de la otra, el griego fue para el latn (como tambin el latn para el griego) una lengua de adstrato. La mayor parte de las palabras griegas entradas en las lenguas romances por va popular pas por la hilera latina. Se sabe que el latn, desde los tiempos ms antiguos de su historia, merced a las relaciones comerciales entre romanos y griegos, a la simbiosis grecorromana en Italia primero y fuera de Italia despus, y la influencia cultural sufrida por obra del helenismo, asimil un nmero bastante elevado de elementos griegos. Su presencia en escritos de carcter popular prueba que semejantes elementos no fueron slo un privilegio de las clases cultas, sino que penetraron hasta la lengua del pueblo.

El gr. , con la forma parable y el sentido de semejanza`, aparece ya en Sneca, pero por ser usada por los autores cristianos sali la palabra de la terminologa retrica y asume, especialmente aludiendo al de ejemplo`(o parbola` como seguimos di