hábitat y dieta de la nutria neotropical lontra ... · resumen 5 4. objetivos 7 5. justificación...

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Hábitat y dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis (Carnivora, Mustelidae) en el río Roble, Alto Cauca, Colombia. Rosemary Mayor Victoria. UNIVERSIDAD DEL QUINDIO FACULTAD DE EDUCACION PROGRAMA DE LICENCIATURA EN BIOLOGIA Y EDUCACION AMBIENTAL ARMENIA, QUINDIO 2008

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Hábitat y dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis (Carnivora,

Mustelidae) en el río Roble, Alto Cauca, Colombia.

Rosemary Mayor Victoria.

UNIVERSIDAD DEL QUINDIO

FACULTAD DE EDUCACION

PROGRAMA DE LICENCIATURA EN BIOLOGIA Y EDUCACION AMBIENTAL

ARMENIA, QUINDIO

2008

Hábitat y dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis (Carnivora,

Mustelidae) en el río Roble, Alto Cauca, Colombia.

Rosemary Mayor Victoria.

Trabajo de grado presentado como requisito para optar por el titulo de

Licenciada en Biología y Educación Ambiental.

Director:

Álvaro Botero Botero

Lic. en Biología y Educación Ambiental

UNIVERSIDAD DEL QUINDIO

FACULTAD DE EDUCACION

PROGRAMA DE LICENCIATURA EN BIOLOGIA Y EDUCACION AMBIENTAL

ARMENIA, QUINDIO

2008

NOTA DE ACEPTACION

______________________________

______________________________

Msc. Isabel Cristina Ávila

Firma del Jurado

______________________________

Biol. Diego Andrés Arcila

Firma del Jurado

______________________________

Lic. José Aníbal Gonzáles

Firma del Jurado

AGRADECIMIENTOS

Pareciera sencillo llegar a este punto y realizar la correspondiente lista de

agradecimientos, sin embargo es mas complicado de lo que parece pues seria injusto

olvidar a alguien y no darle el crédito merecido.

Por ello debo decir que he procurado hacer esto lo mas minucioso posible, aunque

también he apelado a la sencillez.

Agradezco entonces, a mis padres y hermanos por el cariño, la preocupación, el esfuerzo,

la motivación, la paciencia e incluso las oraciones que me prodigaron durante todo este

proceso.

Al licenciado Álvaro Botero, por guiarme de manera paciente, sabia, oportuna y precisa.

Al CIBUQ, por su colaboración con las instalaciones de la reserva, German Darío Gómez

por su diligencia en calidad de administrador de la misma y a Daniel Rodríguez,

guardaselva de esta.

A la John D. and Catherine T. MacArthur Foundation por aportar equipos para la

realización de este proyecto.

Al laboratorio de aguas de la Universidad del Quindío, por la ayuda en la realización del

análisis fisicoquímico de las muestras de agua.

A los laboratorios de Biología y sus funcionarios por la diligencia al momento de facilitar

dichas instalaciones.

Al Grupo de investigación y asesoria en estadística, en especial al profesor Hernando

Hurtado, por su oportuna y valiosa orientación.

A Carolina Gómez funcionaria de WCS Colombia - Ecoandina, por la facilitación de

fotografías aéreas de la zona de estudio.

A los compañeros y compañeras del grupo de estudio en fauna silvestre, particularmente

a Felipe Gómez, Oscar Eduardo Murillo y Jonathan Grannobles por su vital apoyo en las

salidas de campo y también por los momentos de esparcimiento que compartimos.

A los amigos que conocí en esta etapa de la vida, ellos saben quienes son, por su grata e

incondicional compañía, por hacerme crecer con sus experiencias, por alegrar muchas

veces momentos difíciles, por aceptarme como su amiga y por identificarse conmigo en los

avatares y bondades de la vida.

Finalmente, y no menos importante, quiero expresar mi profundo sentimiento de gratitud

a Dios, por ser quien nunca deja de confiar, el que renueva su esperanza en mi cada día,

y el que sueña cosas grandes con mi vida; incluso mas que yo.

1

TABLA DE CONTENIDO

1. Lista de Tablas 3

2. Lista de Figuras 4

3. Resumen 5

4. Objetivos 7

5. Justificación 8

6. Planteamiento del problema 10

7. Estado del arte 12

8. Marco teórico 15

8.1. Contexto taxonómico 15

8.2. Características generales de la nutria neotropical 15

8.3 Descripción de señales de la nutria neotropical 16

8.3.1. Heces 16

8.3.2. Secreción anal 16

8.3.3. Madriguera 17

8.3.4. Paredes con marca de uñas 17

8.3.5. Huellas 17

8.3.6. Sitios de descanso. 17

8.4. Requerimientos de hábitat 17

8.5. Características de la Dieta 18

9. Materiales y Métodos 19

9.1. Área de Estudio 19

9.2. Muestreo 21

9.3. Caracterización y Uso del hábitat 21

9.4. Determinación de la dieta 25

10. Resultados 27

10.1. Caracterización del hábitat 27

10.2. Uso del hábitat 40

10.3. Dieta 46

11. Discusión 52

11.1 Caracterización y Uso del hábitat 52

2

11.2 Dieta 55

12. Conclusiones 57

13. Recomendaciones 58

14. Literatura Citada 59

15. Anexos 68

15.1. Nutria neotropical Lontra longicaudis 68

15.2. Panorámica del Área de Estudio 69

15.3. Heces de Nutria Neotropical 70

15.4. Huella de Nutria Neotropical 71

15.5. Descansadero de Nutria Neotropical 71

15.6. Peces de la Familia Loricariidae 72

15.7. Espécimen de Corydalus sp. 74

15.8. Aspecto de las riberas del río antes del aprovechamiento

forestal de guadua 75

15.9. Aspecto de las riberas del río después del aprovechamiento

forestal de guadua 76

3

1. LISTADO DE TABLAS

Tabla 1. Variables medidas a las rocas con heces de nutria. 25

Tabla 2. Variables físicas y químicas en la zona baja del río Roble. 27

Tabla 3. Densidad de árboles, arbustos, guaduas y troncos caídos 28

Tabla 4. Cobertura de estratos herbáceo, leñoso, hojarasca,

piedras, dosel, suelo desnudo y troncos caídos. 28

Tabla 5. Cobertura de escape a 0, 0,5 y 1 m. 29

Tabla 6. Listado de la ictiofauna presente en la zona baja del

río Roble 40

Tabla 7. Evidencias de nutria en la zona baja del río Roble 41

Tabla 8. Actividad de marcaje por temporada climática 45

Tabla 9. Frecuencia de ocurrencia por temporada climática de

las presas de nutria. 48

Tabla 10. Prueba Kruskal-Wallis entre categorías alimenticias y

temporada climática. 50

4

2. LISTADO DE FIGURAS

Figura 1. Localización del Área de Estudio 21

Figura 2. Dispositivo utilizado para la medición de coberturas 23

Figura 3. Posturas del observador midiendo variables de

hábitat 23

Figura 4. Catalogo de vértebras y escamas 30

Figura 5. Uso del hábitat por la nutria neotropical Lontra

longicaudis para la temporada de verano en la zona

baja del río Roble 42

Figura 6. Uso del hábitat por la nutria neotropical Lontra

longicaudis para la temporada de invierno en la zona

baja del río Roble 43

Figura 7. Actividad de marcaje discriminada por meses 44

Figura 8. Categorías alimenticias consumidas por la nutria

neotropical Lontra longicaudis en la zona baja del

río Roble 46

Figura 9. Peces consumidos por la nutria netropical Lontra

longicaudis en la zona baja del río Roble 47

Figura 10.Dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis

en la zona baja del río Roble 49

Figura 11. Categorías alimenticias discriminadas por temporada

climática 50

5

3. RESUMEN

Se analizó el uso de hábitat y la dieta de la nutria neotropical (Lontra longicudis), a través de

rastros indirectos de la especie, como heces, huellas y sitios de descanso en la parte baja

del río Roble, entre agosto de 2006 y marzo de 2007.

Se realizaron recorridos a pie en una franja que abarca 5 km por el cauce y 5 m de ribera en

cada orilla del río, con un esfuerzo de muestreo de 2.4 horas/km y con replicaciones

quincenales.

Para la determinación de la dieta, se recogieron las heces encontradas en cada recorrido, las

cuales, después de ser lavadas en laboratorio, fueron comparadas con material de referencia

como esqueletos y escamas de los peces de la zona.

Se caracterizó el hábitat terrestre y acuático cada 400 m y se realizó un mapa de cobertura

vegetal con ayuda de una fotografía aérea de la zona, donde se evidencio que la matriz de

paisaje esta dominada por potreros seguidos de bosques mixtos y bosques secundarios;

estos últimos, estructurados por guaduales densos, presencia de arbustos y abundantes

troncos caídos que brindan una alta cobertura de escape y refugio para la nutria.

Los resultados arrojaron que la nutria prefiere como sitios de marcaje en el verano, rocas

emergidas dentro del cauce, siendo el perímetro, la altura, cercanía a la orilla, y cobertura de

dosel (r2=20,44; cp =2,151, n= 10), las características determinantes en la escogencia de

estas en dicha temporada. Mientras que en invierno, las rocas usadas por la nutria fueron

de menor tamaño en comparación a las del verano, pero suficientemente altas como para

quedar emergidas durante una creciente del río, siendo determinadas por el diámetro menor,

altura total y altura emergida, (r2= 24,64; cp= 0,196; n=10).

Entre las temporadas climáticas, se manifestó una diferencia significativa, respecto a la

actividad de marcaje (F= 105,41; p < 0,05; n= 130).

Se reconocieron 14 categorías alimenticias, dentro las cuales los peces de la familia

Loricariidae, presentan el mayor porcentaje, particularmente la especie Chetostoma sp.

(22,6%); los insectos fue el siguiente grupo en importancia, con la especie Corydalus sp.

(9,05%) (familia Corydalidae), y en menor presencia los reptiles de la familia Corytophanidae,

especie Basiliscus sp. reconocidos por sus hábitos asociados cuerpos de agua.

6

Al comparar la composición de la dieta entre temporadas climáticas se observa que no hay

diferencias significativas entre las categorías alimenticias.

Se destaca la preferencia de la nutria neotropical por zonas del río con vegetación ribereña

bien conservada, y la relevancia de grupos como Loricariidae en el sustento de la misma,

además de confirmar su condición de oportunista alimenticio.

PALABRAS CLAVES

Nutria neotropical, Lontra longicaudis, hábitat, dieta, actividad de marcaje, río Roble

Departamento del Quindío, Reserva Natural ¨La Montaña del Ocaso¨.

7

4. OBJETIVOS

General

Determinar el uso del hábitat y la dieta de la nutria neotropical, Lontra longicaudis (Olfers

1818) en la zona baja del río Roble, Alto Cauca, Colombia.

Específicos

� Caracterizar y evaluar el uso del hábitat de la nutria neotropical en la zona baja

del río Roble.

� Identificar las principales categorías alimenticias consumidas por la nutria

neotropical en el área de estudio.

8

5. JUSTIFICACIÓN

En los Andes de Colombia los estudios que incluyen medianos y grandes mamíferos son

escasos (Sánchez et al. 2004). La zona Andina posee una gran diversidad biológica por

su heterogeneidad en las condiciones fisiogeográficas; sin embargo es la más impactada

pues soporta aproximadamente el 75% de la densidad poblacional de Colombia; de

hecho se conoce que desde antes de la llegada de los europeos a tierras americanas esta

zona era la más habitada por poblaciones indígenas (ACOPAZOA 2003).

La mayoría de los cascos urbanos allí ubicados, han crecido cerca a las fuentes hídricas

y esta presencia, tiene un efecto directo sobre la calidad del agua, las redes tróficas

acuáticas, el hábitat terrestre adyacente, y por ende sobre las poblaciones de nutria

neotropical, que son muy sensibles a los cambios en dichos aspectos,

(www.otternet.com/species/neotter.htm, Agosto 2006).

De otro lado, el río Roble es uno de los principales cauces del municipio de Quimbaya,

el cual actúa como limite con el municipio de Montenegro, al noroccidente del

departamento del Quindío.

En dicha zona, se estima que solo queda entre el 20 y 30 % de cobertura vegetal

natural, pues las actividades agropecuarias han sido el principal sustento de los

pobladores, convirtiéndose a su vez en el mayor eje de presión para la biodiversidad allí

presente (Agudelo & Gómez 2001).

Se escogió el río Roble en la zona baja, porque es un área donde se han reportado

avistamientos de individuos de nutria; así como heces y huellas, por parte de

estudiantes, pescadores y pobladores (Botero-Botero com. pers., 2006).

Asimismo, cabe resaltar la importancia de trabajos como este, ya que se enmarcan

dentro de los objetivos del Plan de Ordenamiento y Manejo de la cuenca hidrográfica del

río La Vieja, a la cual pertenece el Roble (CRQ 2005).

La nutria también es reconocida como integrante de la fauna autóctona de la cuenca

del Río La Vieja (Agudelo & Gómez 2001) y a su vez considerada como una especie focal,

definida como aquella que es objeto de conservación por amenaza o vulnerabilidad,

actúa como sustituta de otras y/o permite identificar áreas prioritarias de conservación

y estrategias de manejo; por esto, hay que destacar que el sistema regional de áreas

protegidas (SIRAP) para el eje cafetero, dentro de sus prioridades pretende identificar

poblaciones de especies focales, desarrollar planes de manejo para estas y establecer

9

programas de monitoreo de especies y sus ecosistemas (Fundación Ecoandina 2004). La

especie también se encuentra clasificada en el apéndice I de la Convención sobre el

Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), e

insuficientemente conocida por la UICN (Morales-Jiménez et al. 2004).

En el departamento del Valle del Cauca está clasificada como especie en peligro (EN)

(Castillo–Crespo & González-Anaya 2007 en Ávila 2007); y en general, en Colombia, la

situación de la especie es considerada vulnerable (VU) (Trujillo & Arcila 2006).

Sin embargo es incierto el estado de las poblaciones en muchas regiones del país, y se

infiere que han venido desapareciendo por efectos de la cacería, perdida de oferta

alimenticia a causa de la contaminación de las aguas y la disminución del recurso

pesquero (Trujillo & Arcila 2006).

Por otra parte, uno de los aspectos mas importantes de la ecología animal es saber lo

que consumen los individuos; pues la dieta de una especie alude a cada aspecto de su

historia de vida, el sistema social y los patrones de uso del hábitat, por lo tanto, la

información sobre los hábitos alimenticios es esencial para entender la ecología, el

manejo y las necesidades de conservación de una especie (Crawshaw & Quigley 2002).

Sumado a esto, se ha demostrado que hay una fuerte relación entre la disponibilidad de

alimento y la distribución y supervivencia de las poblaciones (Arcila et al. 2006).

Finalmente, es importante resaltar que los efectos de predadores acuáticos en los

ecosistemas neotropicales han sido poco estudiados, haciendo urgente el conocimiento

de las interacciones de la nutria neotropical con el ambiente (Kasper et al. 2004).

10

6. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Las nutrias habitan en áreas con una amplia vegetación riparia, ríos y lagos

permanentes y fuentes de alimento todo el año.

Estos ríos y arroyos deben presentar un flujo rápido y constante de aguas claras; ya

que la especie es rara o ausente en cursos de aguas lentas y con alta carga de

sedimentos (Lariviere 1999).

Se pueden encontrar en zonas ribereñas, bosques deciduos o tropicales, sabanas,

llanos, pantanos y en climas templados y fríos (Emmons 1997).

Requieren también de áreas con potenciales sitios para madrigueras (Lariviere 1999) y

se alimentan gran parte del tiempo en el agua, aunque a veces cazan presas terrestres

(Soler 2002).

Todos estos requerimientos específicos de supervivencia las hacen vulnerables a los

efectos antrópicos sobre los ecosistemas acuáticos y terrestres.

Debido a que el río Roble presenta trayectos de aguas ligeramente contaminadas por

vertimiento de aguas residuales domésticas, de actividades ganaderas y extracción de

material de río, (Echeverri & Alzate 2003); la población de nutria residente en la zona

puede verse afectada por la disminución de presas, refugios y sitios para su

reproducción.

Waldemarin & Barroeta (2004), plantean que las nutrias son sensibles a la actividad

humana, factor que casi siempre se traduce en decrecimiento de la calidad del hábitat.

Así, las perturbaciones tienen un efecto significativo sobre las poblaciones de nutrias

cuando afectan directa e indirectamente la disponibilidad de presas, ya que este es el

factor limitante más importante en la distribución y abundancia de las mismas (Spinola

& Vaughan 1995b).

Arcila (2003), reporta que la presencia de Lontra longicaudis en el río Alicante

(Antioquia) es favorecida por la baja densidad poblacional humana, lo que conserva la

vegetación ribereña y la disponibilidad de refugios para la nutria.

Las amenazas que enfrenta la especie en cuestión, en el área del presente estudio, se

relacionan con la rápida pérdida de hábitat debido a la conversión de los bosques en

extensos potreros dedicados a la ganadería, principal soporte económico de la zona

(Agudelo & Gómez 2001).

11

En adición a lo anterior, el sustento alimenticio de la nutria, también puede estar

siendo vulnerado, debido a la contaminación del agua, extracción de balastro y arena,

sobreexplotación del recurso pesquero y uso del río para actividades recreativas (Botero-

Botero & Torres-Mejía en prensa y obs. pers., 2006).

Considerando los anteriores referentes, el problema que pretende resolver el proyecto

es: ¿Cuáles son las características de hábitat que prefiere la nutria neotropical y cuáles

categorías alimenticias componen su dieta en la zona baja del río Roble?

12

7. ESTADO DEL ARTE

La especie Lontra longicaudis ha sido bien documentada en diversas regiones de Centro

y Suramérica debido a que presenta una amplia distribución.

En dichas investigaciones, uno de los aspectos más estudiados es la dieta, a través de

las heces, y esto es particularmente viable en el caso de carnívoros ya que sus presas

son identificables a partir de estructuras no digeridas como, vértebras, escamas,

otolitos, plumas, pelos, etc.

Estudios en diferentes lugares, han reportado variedad en las categorías alimenticias

preferidas por la nutria, por ejemplo, Arcila (2003) señalo que la dieta de la nutría en el

cañón del río Alicante (Antioquia) está compuesta principalmente por peces (36.3%),

insectos (29.5%), material vegetal (27.3%), cangrejos (2.3%), reptiles (2.3%) y caracoles

(2.3%).

Botello (2004) identificó que las nutria en el río Cauca se alimentan fundamentalmente

de peces cuyas tallas oscilan entre 10 y 20 centímetros, entre los cuales se destacan el

corroncho (Hypostomus plecostomus), la mojarra (Aequidens pulcher), el lángaro

(Pygidium striatum) y la sardina (Astyanax fasciatus), además se alimentan de una

especie de camarón (Macrobrachium sp).

Espitia et al. (2006) registro para el bajo Sinú, el consumo de peces (82,0%), entre los

cuales la especie mas predada fue el chipe Hoplosternum magdalenae, seguido por

crustáceos (10,3%), reptiles (6,3%), insectos (1,2%) y moluscos (0,2%).

Otros estudios acerca de la dieta son, Parera (1993), Passamani & Camargo (1995),

Pardini (1998), Macias-Sánchez & Aranda (1999), Colares & Waldemarin (2000a),

Quadros & Monteiro-Filho (2000 y 2001), Kasper et al., (2004) y Alarcon & Simoes-

Lopes (2004).

Algunos autores se han enfocado en otros aspectos ecológicos como: distribución,

evaluación y utilización del hábitat; por ejemplo, Gallo-Reynoso (1989), evalúa

distribución y estado en la Sierra Madre, al sur de México.

Spinola & Vaughan (1995a, 1995b) describieron la abundancia relativa, la actividad de

marcaje y la dieta de L. longicaudis, en la estación biológica La Selva en Costa Rica.

Pardini & Trajano (1999) en la región sur este de Brasil, encontraron que el uso de

madrigueras por parte de la nutria estuvo distribuido por todo el cauce del río y las

marcas de heces no se concentraron alrededor de ellas.

13

Posteriormente Colares & Waldemarin (2000b), verificaron la frecuencia en el uso de

madrigueras y sitios de descanso en una región del sur de Brasil; reportando que

dichos sitios de descanso, se hallan principalmente fuera del agua y asociados a la

vegetación y que la zona de estudio no es utilizada para la reproducción.

Lacomba et al (2001), en la cuenca Atlántica uruguaya, reportaron distribución y

estado de conservación de la nutria, mientras que Utrera & Gonzáles (2001) reseñaron

la distribución de la nutria neotropical en los Andes Venezolanos, puntualizando

factores de riesgo para las poblaciones como: reducción de su hábitat y contaminación

de las fuentes de agua.

Quadros y Monteiro-Filho (2002), describieron en la localidad de Santa Catarina, sur de

Brasil; sitios de marcaje para la nutria, corroborando la importancia del bosque

umbrófilo en el mantenimiento de hábitats favorables para la especie.

Posteriormente, Macias-Sánchez (2003) realizó la evaluación del hábitat de la nutria en

dos ríos del estado de Veracruz, México; concluyendo que las condiciones más

favorables para esta incluye calidad del agua, disponibilidad de alimento y cobertura

vegetal.

Gori et al. (2003), consideraron la distribución espacial y la dieta, en el lago Ibera, norte

de Argentina; encontrando una relación positiva entre el número de marcas y la

estructura física de los lagos, así como de la composición vegetal.

Waldemarin (2004) realizó estudios ecológicos para L. longicaudis en la zona baja del río

Mambucaba Brasil, donde evaluó aspectos de selección de microhábitat, uso de las

márgenes del río y la dieta, manifestando que la nutria tiene preferencia por las

madrigueras y sitios de descanso cuyos alrededores estén cubiertos de vegetación,

mientras que los sitios con heces y rasguños se encuentran rodeados de menos

vegetación y con poca hojarasca.

La preferencia de microhábitat en la región central del estado de Chihuahua, México,

fue analizada por Carrillo-Rubio & Lafon (2004), hallando que la especie prefiere ciertas

características como: profundidad de las pozas, cobertura vegetal y cobertura de rocas.

De otro lado, en Colombia se conoce el trabajo de Arcila (2003) sobre la distribución, el

uso de microhábitat y la dieta de la nutria neotropical en el cañón del río Alicante,

Antioquia; Botello (2004) evaluó el estado de la población de nutria en el río Cauca,

departamento del Valle del Cauca.

14

Arcila & Ramírez (2004) se enfocaron en aspectos reproductivos de la especie en

cautiverio, Arcila et al. (2006), consideraron la distribución y dieta, y realizaron el plan

de manejo para la conservación de la especie en la cuenca baja del río Sinú y la

fundación Ecoandina elaboró el plan de manejo para el departamento del Valle del

Cauca (Ávila 2007).

Para el departamento del Quindío, González (2005) realizó un plan de manejo para la

especie, y Botero-Botero & Torres-Mejía (en prensa), estudiaron la distribución y

abundancia de la especie en la cuenca del río La Vieja, encontrando que la nutria se

distribuye en los principales ríos de la cuenca y registrando la mayor abundancia

relativa para la zona baja del río Roble.

15

8. MARCO TEORICO

8.1. Contexto taxonómico

La nutria neotropical (Lontra longicaudis Olfers 1818) está incluida en el Orden

Carniivora, familia Mustelidae, la cual está dividida en 6 subfamilias: Mustelinae,

Melinae, Mellivorinae, Taxidiinae, Mephitinae y Lutrinae.; siendo esta última la que

incluye la especie estudiada (Laviviere 1999).

Actualmente son reconocidos 6 géneros dentro de la subfamilia: Aonyx, Amblonyx,

Enhydra, Pteronura, Lutra, y Lontra que en total agrupan 13 especies (Koepfli & Wayne

1998).

Se han reportado tres géneros y seis especies de nutria en el continente americano:

Pteronura brasiliensis, Lontra felina, Lontra provocax, Lontra longicaudis, Lontra

canadensis y Enhydra lutris, estas dos últimas se distribuyen solo para América del

norte, las demás en el resto del continente. (Foster–Turley et al.1990)

8.2. Características generales de la nutria neotropical

En su aspecto general puede observarse de pelo corto y denso, la parte dorsal de color

marrón brilloso, el labio superior, parte baja de las mejillas, garganta y vientre plateado

blancuzco o amarillento. Cabeza pequeña y achatada, hocico ancho, almohadilla nasal

total o parcialmente pelada, orejas cortas y redondeadas; la cola es larga, ancha en la

base, afinándose hacia la punta; las patas cortas y sólidas, los pies con membrana

interdigital; la longitud total oscila entre 50 y 80 cm., y el peso de 5 a 15 kg., en general

los machos son entre un 20 a 25 % mas grandes que las hembras (Emmons & Feer

1997, Lariviere 1999). Generalmente los machos son solitarios, mientras que las

hembras pueden ser vistas con 2 o 3 crías, por un largo tiempo.

Lontra longicaudis es un mamífero semiacuático, presente desde el norte de México,

hasta el sur de Uruguay, Paraguay, norte de Argentina y parte de Brasil (Emmons &

Feer 1997, Lariviere 1999); en alturas desde el nivel del mar hasta los 3885 m (Castro-

Revelo & Zapata-Ríos 2001).

En Colombia su distribución incluye las vertientes Atlántica y Pacífica de la región

Andina hasta 2800 msnm., los valles del Cauca y Magdalena, las cuencas del ríos San

16

Juan, Sinú, Orinoquía y la región Amazónica (Botello 2004), aunque Alberico et al.

(2000) la reportan para toda Colombia.

En el Quindío se distribuye en la cuenca del rio la Vieja, ríos: Quindío, Espejo, Roble, y

Barbas (Botero-Botero & Torres-Mejía en prensa).

Habitan en ríos y quebradas pequeñas bordeadas de vegetación boscosa media o alta,

en zonas bajas y húmedas, o montañosas y templadas (Linares 1998).

Se les considera uno de los carnívoros mas importantes en los ecosistemas acuáticos; y

aunque han sido descritas con una dieta piscívora, cancrívora e insectívora; también se

ha reportado la presencia de frutos en sus heces (Quadros & Monteiro-Filho 2000).

8.3. Descripción de señales de la nutria neotropical

Los mustélidos dejan señales olorosas las cuales cumplen diversas funciones como,

defensa del territorio, indicación del estatus social, comunicación sexual, defensa de las

crías, reconocimiento individual y grupal (Barja 2005).

La distribución espacial de esas marcas puede indicar el funcionamiento de estos

comportamientos en una determinada población (Brandt 2004).

De esta manera, los rastros indirectos son una herramienta importante, para reportar

la presencia de una especie y determinar como hace uso del hábitat (Navarro y Muñoz

2000).

8.3.1. Heces

La nutria neotropical deposita heces de forma cilíndrica, de hasta 12 cm. de longitud y

un grosor entre 0,8 y 2,5 cm., son de consistencia firme, y con pequeñas partes duras,

correspondientes por lo general a las escamas u otras partes de las presas, presentan

un fuerte olor a pescado y su color es negro verdoso (Groenendijk et al. 2005).

Son depositadas en lugares conspicuos y en ausencia de estos sitios las deposita en las

orillas de los cauces (Botero-Botero & Torres-Mejía en prensa), y generalmente se

encuentran de forma individual, no obstante es posible encontrar varias juntas, con

diferencias de tiempo en la deposición (obs. per., 2006).

8.3.2. Secreción anal

Consiste en una sustancia mucosa, secretada por la glándula anal, caracterizada por

poseer un fuerte olor (Groenendijk et al. 2005), es depositada en lugares conspicuos así

como las heces y puede estar mezclada con parte de estas (obs. per., 2006).

17

8.3.3. Madrigueras

Localizadas bajo sistemas de raíces y entre las rocas, la entrada tiene usualmente unos

18 cm. de diámetro y entre 15 y 18 cm. de altura y puede estar al borde o bajo la línea

de agua (Groenendijk et al. 2005).

8.3.4. Paredes con marcas de uñas

Son áreas verticales localizadas en bancos de tierra a la orilla del río, pueden estar

asociados con sitios de descanso o de defecación, pero también es posible encontrarlos

individualmente (Groenendijk et al. 2005).

8.3.5. Huellas

La huella de la pata posterior mide en promedio 5.8 cm. de ancho con 7.2 cm. de

longitud; mientras que la de la anterior, 5.8 cm. de ancho y 6.1 cm. de longitud. Los

cojinetes de los pies generalmente no son visibles, sin embargo si es posible observar la

punta de las uñas en la huella (Groenendijk et al. 2005).

8.3.6. Sitios de Descanso

Generalmente usados durante el día ubicados en los bancos del río; en ellos se

encuentra usualmente una depresión como de deslizamiento llamada “cama”. La nutria

también descansa en troncos de árboles y ramas sobre el agua (Groenendijk et al.

2005).

8.4. Requerimientos de hábitat

Las poblaciones de vertebrados están limitadas principalmente por las condiciones del

hábitat; y éste se define como un área o un ambiente donde vive un organismo,

población o especie (Ojasti 2000); y donde estos satisfacen todos sus requerimientos

vitales (Villareal 1999), por consiguiente, para entender como actúan dichas

condiciones, deben examinarse algunos componentes básicos como: alimento,

cobertura, agua y espacio.

Los estudios de hábitat, se basan en el hecho de que los animales no ocupan los

ambientes de forma homogénea y uno de los mecanismos que causa esta ocupación

18

diferencial es la selección de hábitat; de esta forma las especies prefieren cierto espacio

conformado por determinadas características.

Así, el objetivo de la mayoría de los estudios es identificar aquellas que una especie

reconoce como relevantes (Krebs 1985).

Varios autores como: Colares y Waldemarin (2000), Gori et al., (2003), Botello (2004) y

García & Quintana (2005) entre otros; afirman que los requerimientos de hábitat de las

nutrias incluyen vegetación riparia y cobertura de escape, ya que en las márgenes es

donde realizan actividades de descanso, limpieza de pelaje y cría de cachorros (Chanin

1985 en Waldemarin 2004).

Otro de los factores críticos para la permanencia y subsistencia de las poblaciones, en

un área dada, es la disponibilidad de recursos alimenticios dentro del hábitat; estos

determinan de manera clave, la distribución y el estado de “salud” de las especies (Scott

1999).

8.5. Características de la dieta

La dieta puede definirse como la materia que los organismos ingieren, digieren y

utilizan en su metabolismo, siendo la alimentación el proceso principal que enlaza los

recursos del hábitat con la dinámica poblacional (Ojasti 2000).

Así mismo, un componente básico dentro del hábitat para cualquier especie es la dieta,

por esto, el organismo en busca de presas debería consumir el renglón más provechoso,

es decir aquel que ofrece la máxima ganancia de energía por tiempo invertido,

ignorando categorías de menor calidad, independientemente de la abundancia (Ojasti

2000).

De esta manera, un animal especialista es el que selecciona ciertos alimentos y rechaza

otros, mientras que un generalista come lo que encuentra en relación directa con la

disponibilidad y el oportunista es una especie que explota gran variedad de recursos

procurando escoger lo mejor de lo disponible en cada lugar e instante (Ojasti 2000).

Esta explotación del medio va a exigirles, sin embargo, el desarrollo de una serie de

ajustes ecológicos y etológicos que les permitan acceder al alimento en circunstancias

suficientemente ventajosas para su supervivencia (Telleria 1987).

Por todo lo anterior, se puede decir que la descripción en la composición de la dieta es

el primer paso para establecer los requerimientos alimentarios de una especie, así como

patrones de uso del recurso (Fasola et al. 2006).

19

9. MATERIALES Y METODOS

9.1. Área de Estudio

El Río Roble se encuentra al noroeste del Departamento del Quindío a 4º 41’- 4º 33’ N y

75º 26’- 75º 22’ O, nace en la confluencia de las quebradas Los medios y Portachuelo a

2100 msnm; convirtiéndose en el límite intermunicipal entre Filandia – Circasia,

Quimbaya – Circasia y Quimbaya – Montenegro (Londoño et al 2001).

El área de la Cuenca del Río Roble es de 134,46 km², el perímetro 77, 58 km. y posee

una longitud de 39.45 km. (Vargas 1996, Lozano 2002).

La parte alta de la cuenca está estrechamente relacionada con la reserva forestal

Bremen- La Popa, la cual es responsable de grandes aportes hídricos, la parte media

está más desprovista de vegetación y presenta altas pendientes, concluyendo en la parte

baja, sitio especifico del estudio, en medio de guaduales y pastizales; así mismo, en esta

zona de la cuenca, el río recibe las aguas de las quebradas: La Española, Los Monos, El

Caracolí, Los Pimpanos, La Bruja, Playa Azul, y Los Coclí (Agudelo & Gómez 2001).

Las pendientes en la zona alta son fuertes y forman un gran cañón que a medida que el

río Roble se acerca a su desembocadura se va haciendo más amplio y suaviza las

pendientes hasta la entrega de sus aguas al río La Vieja (Echeverri & Alzate 2003).

Otro de los aspectos relevantes para la cuenca baja del río Roble, es el hecho de estar

incluida en la zona de influencia de la reserva natural “La montaña del Ocaso”, la cual

es un reducto selvático intervenido que consta de 85 hectáreas (Villa & Vila 2003) y

pertenece a la vereda El Laurel, municipio de Quimbaya, al noroccidente del

departamento.

Finalmente, según datos del centro meteorológico La Española, la zona del Ocaso se

encuentra bajo un régimen de lluvias bimodal, registrándose dos temporadas lluviosas

(abril a mayo y octubre a diciembre), dos temporadas secas (enero a marzo y junio a

septiembre), una precipitación de 1691 mm/año, una temperatura media de 24°C y una

humedad relativa de 76% (Agudelo & Gómez 2001) (Figura 1).

20

Figura 1. Localización del área de estudio

21

9.2. Muestreo

Entre agosto de 2006 y marzo 2007 se realizaron 8 salidas a la reserva natural “La

montaña del ocaso”. En cada salida se recorrió a pie, entre las 10:00 a.m. y 4:00 p.m.,

la parte baja del río en una franja que incluye 5 km. por el cauce y cinco metros de

orilla medidos a partir de la línea de agua sobre ambas márgenes. El esfuerzo de

muestreo fue de 2.4 horas/km. recorrido y el número de personas en cada salida varió

entre una y cuatro.

En cada recorrido se buscaron rastros de la presencia de nutria tales como: sitios de

descanso, madrigueras, letrinas, sitios de alimentación, presencia de huellas y heces.

Cada punto positivo, es decir un sitio con la presencia de uno de los rastros, fue

georeferenciado con la ayuda de una unidad de posicionamiento satelital (GPS sigla en

inglés) Garmin e-trex y las rocas fueron señaladas con pintura en aerosol de color

fucsia para evidenciar si había remarcaje.

9.3. Caracterización y Uso del hábitat

Para esta caracterización se siguió una modificación de la metodología empleada por

Spinola y Vaughan (1995b), Waldemarin (2004) y Botero-Botero & Torres-Mejía (en

prensa) descrita a continuación: la vegetación fue evaluada utilizando una parcela de 10

m por 10 m, cada 400 m medidos desde el inicio del recorrido, donde se evaluó

porcentaje de cobertura del estrato herbáceo y leñoso, cobertura foliar, cobertura de

piedras, cobertura del dosel, obstrucción visual a 0 m, 0,5 m y 1 m, número de troncos

caídos número de árboles, número de arbustos, número de guaduas y la pendiente del

terreno. Para esta última se utilizó una vara de un metro, la cual se ubicaba sobre el

suelo, y con la ayuda de un nivel, se buscaba la posición de equilibrio de este, para

medir la altura en centímetros que tomada la vara, siendo esa altura, el porcentaje de

inclinación.

Las coberturas determinan la espesura de los bosques, la cobertura de dosel determina

la protección de varios componentes climáticos como la radiación y lluvias. La cobertura

de hojas es importante para la construcción de madrigueras, por razones estructurales

y para la regulación de la temperatura.

La cobertura de escape es la más importante, ya que de esta depende la sobrevivencia

del individuo, pues entre mayor cobertura de escape halla, menor es la visibilidad frente

a depredadores; ésta es determinada por la cantidad de árboles y arbustos que se

22

encuentran alrededor (Guzmán-Lenis & Camargo-Sanabria 2004).

Los troncos caídos no solamente funcionan como madriguera o sitio de descanso

(Jiménez & Palomo 1998), sino que puede llegar a ser refugio para mamíferos pequeños

y medianos (Guzmán-Lenis & Camargo-Sanabria 2004) presas potenciales para las

nutrias.

Las medidas de cobertura del dosel, obstrucción visual a 0 m, 0,5 m y 1 m, cobertura

de piedras y hojarasca del suelo, se realizaron utilizando el dispositivo propuesto en

Freitas et al. (2002), el cual consiste en un marco de madera de 50 cm. a cada lado,

dividido al interior en 100 pequeños cuadrados de igual tamaño, separadas por una

cuerda o lazo (Figura 2).

Las medidas de las diferentes coberturas se realizaron sosteniendo el dispositivo con los

brazos estirados perpendicular a la línea del cuerpo de manera que el marco queda

paralelo al suelo; se observo y contó, a través del marco, el numero de cuadros

ocupados en mas del 50 %, por los diferentes estratos: herbáceas, foliar, hojarasca, etc,

de manera que al final la sumatoria de todos era de 100 % (Figura 3).

Las obstrucciones visuales, se realizaron ubicando el dispositivo perpendicular al suelo

y hacia el centro de la parcela, a las tres alturas mencionadas (Figura 3).

Para caracterizar el hábitat acuático en cada parcela, se tomaron valores de ancho y

profundidad del cauce.

También se realizó un análisis fisicoquímico de la calidad del agua del río Roble, para lo

cual se tomaron dos muestras, en la misma fecha y en el punto inicial del recorrido, y

se obtuvo el valor de oxigeno disuelto, pH, demanda bioquímica de oxígeno (DBO),

demanda química de oxigeno (DQO), sólidos totales, sólidos suspendidos y dureza, de

acuerdo con la metodología recomendada por la APHA (1992) y Wetzel & Likens (2000).

23

50 cm

Figura 2. Dispositivo utilizado para la medición de coberturas (Tomado de Freitas

et al. 2002).

Figura 3. Posturas del observador midiendo variables de hábitat (Tomado de

Freitas et al. 2002).

24

Con la ayuda de una fotografía aérea del año 2003 y posterior actualización en campo,

se realizó un mapa de cobertura vegetal y en dicho mapa se agruparon los puntos de

positivos, discriminados por temporada climática para determinar el uso del hábitat por

la nutria.

Las rocas que presentaron evidencia de uso por parte de la nutria, se caracterizaron

midiendo diámetro mayor, diámetro menor, distancia a la línea de agua mayor y menor,

altura total, altura emergida y perímetro en la línea de agua (Tabla 1); de acuerdo a los

sugerido por Spinola y Vaughan (1995b).

Tabla 1. Variables medidas a las rocas con heces de nutria.

Variable Descripción

Diámetro mayor Diámetro mayor de la roca,

tomado en la superficie de esta.

Diámetro menor Diámetro menor de la roca,

tomado en la superficie de esta.

Distancia mayor a la

línea de agua

Distancia a la orilla más lejana.

Distancia menor a la

línea de agua

Distancia a la orilla más cercana.

Altura total

Altura de la roca, desde el fondo del río,

hasta su punto más alto.

Altura emergida

Altura de la roca, desde la superficie del

agua hasta su punto más alto.

Perímetro en la línea

de agua

Perímetro de la roca sobre la

superficie del agua.

Se aplicó una prueba de modelos de regresión con selección de variables para las 10

medidas de las rocas, y se estableció cuáles son las más influyentes a la hora de

escoger un sitio de marcaje por parte de la nutria.

25

La comparación en la actividad de marcaje, entre temporadas climáticas se hizo a través

de una prueba de anova de un factor. Los datos fueron procesados en la oficina del

grupo de investigación y asesoría en estadística de la Universidad del Quindío.

Para completar la evaluación y determinación de uso del hábitat, se realizó un mapa de

cobertura vegetal en el cual se agruparon los puntos positivos discriminados por

temporada climática, utilizando el programa ARCVIEW GIS 3.2; dicho mapa se realizó a

partir de una fotografía aérea de la zona del año 2003, y posteriores actualizaciones en

campo.

9.4. Determinación de la dieta

Para determinar la dieta, las heces se recogieron individualmente en una bolsa plástica

la cual fue rotulada con datos de posición, altura, fecha, y nombre del colector;

adicionalmente se registro el nivel de desecación (seca, húmeda, con presencia de

baba), estado (fresca o vieja), y número, cuando se observaba mas de una.

Posteriormente en el laboratorio, cada muestra fue lavada con agua corriente y

tamizada para separar fragmentos identificables de las diferentes categorías

alimenticias (escamas, vértebras, pelos, huesos, exoesqueleto de insectos, restos

vegetales, aletas, etc.), y se preservaron en alcohol al 70%.

Para la identificación de las categorías alimenticias consumidas por la nutria se

utilizaron los criterios propuestos por Arcila et al. (2006) quienes proponen la

comparación de los restos presentes en las heces con vértebras de los peces obtenidos

de la zona de estudio. Así se elaboró un catálogo de vértebras y escamas, como es

recomendado también por Marrero (1994) para estudios de dieta.

La obtención de los peces para el catálogo se realizó por medio de dos eventos de pesca

en donde se capturaron ejemplares con red de arrastre y atarraya, a los ejemplares se

les registró la coloración en vivo y conservaron en formaldehído al 10% posteriormente

fueron trasladados al laboratorio de biología de la Universidad del Quindío para su

determinación con base en claves, descripciones y registros (Maldonado-Ocampo et al.

2005, Román-Valencia 1995).

Las estructuras óseas obtenidas de los peces colectados en la zona, así como las heces

recogidas en los recorridos, se depositaron en la colección personal del docente director

de este trabajo.

26

Para el análisis de la ocurrencia de cada taxón en la dieta se dividió el número de

muestras donde se encontró una categoría alimenticia sobre la sumatoria de todas las

categorías encontradas, multiplicando por 100. (Gori et al. 2003).

� Porcentaje relativo de frecuencia

Fr = (ni/∑n )*100

ni = Número de heces con dicha presa.

n = Total de heces encontradas.

27

10. RESULTADOS

10.1. Caracterización del hábitat

El río Roble presenta un ancho entre 15-30 m. y una profundidad media de 0,50

m. Las riberas de la zona baja se encuentran colonizadas por remanentes

boscosos de guadua y bosques mixtos con estrato secundario conformado por

caña brava (Poaceae) y heliconias (Heliconia sp.) y sistemas productivos como

potreros para la ganadería (Anexo 15.2).

El sustrato de textura mixta, está conformado principalmente por arena, piedras

y materia orgánica en descomposición. El agua se observa cristalina,

especialmente en la temporada de verano, mientras que al presentarse las lluvias,

se torna café oscura, debido a procesos de escorrentía y erosión que sufre la

cuenca.

El oxigeno disuelto varió entre 1,5 mg/lit y 2,13 mg/lit. y el pH presentó valores

cercanos a 7 (6,77 a 7,07) (Tabla 2).

Tabla 2. Variables físicas y químicas en la zona baja del río Roble (mayo de

2007).

Parám etros Dato 1 Dato 2

Dureza (m g/lit C aCo 3 ) 214 20

Oxigeno d isuelto (m g/lit) 1 ,5 2 ,13pH 7,07 6 ,77

Sólidos tota les (m g/ lit) 371 403

Sólidos suspend idos (m g/ lit) 252 266

DBO (m g/lit de O ) 12 ,6 8 ,73

DQO (m g/lit de O ) 71 ,76 83 ,28

Los bosques en la zona están dominados por las guaduas con una densidad de 0,21

individuos por m2 (X=0,21; Std=0,20; n=7) seguida por troncos caídos (X=0,16; Std=

0,19; n=7) y arbustos (X=0,12; Std =0,26; n=7), presentan un bajo número de árboles

(X=0,01; Std =0,02; n=7) y arbustos (Tabla 3).

28

Tabla 3. Densidades de árboles, arbustos, guaduas y troncos caídos.

Densidad (m2)

Árboles Arbustos Guaduas Troncos caídos X 0,01 0,12 0,21 0,16

Std 0,02 0,26 0,20 0,19

Respecto a la cobertura, se encontró que la mayor proporción esta dominada por

plantas herbáceas y leñosas (X=46,06; Std=38,03; n=7), seguido por hojarasca

(X=35,60; Std =25,52; n=7), piedras (X=12,91; Std =34,17; n=7), suelo desnudo (X=5,36;

Std=6,82; n=7) y troncos caídos (X=4,03; Std =5,19; n=7) (Tabla 4).

Tabla 4. Cobertura de extractos herbáceo/leñoso, hojarasca, piedras, dosel,

suelo desnudo y troncos caídos.

Cobertura (%)

Herbáceo/Leñoso Hojarasca Piedras Dosel Suelo desnudo Troncos caídos

X 46,06 35,60 12,91 57,49 5,36 4,03

Std 38,03 25,52 34,17 45,97 6,82 5,19

Entre las principales familias vegetales presentes en la zona se encuentran

Heliconaceae, Moraceae, Solanaceae, Araceae, Asteraceae, Poaceae y Lauraceae. Otras

familias con menos representación son Cucurbitacea, Palmae, Piperaceae,

Boraginaceae, Leguminosae, Maranthaceae, Rubiaceae, Meliaceae, Euphorbiaceae,

Myrsinaceae y Sapindaceae (Agudelo & Gómez 2001).

Las pendientes del terreno son suaves, encontrando en promedio un 19,39 % de

inclinación; la mayor obstrucción visual se presento a los 0 metros, es decir al nivel del

suelo, (X= 84,39; Std =13,91; n=7) (Tabla 5).

29

Tabla 5. Cobertura de escape a 0, 0.5 y 1m.

Obstrucción Visual (%) 0 m 0,5 m 1 m Pendiente X 84,39 65,91 45,18 19,39 Std 13,91 35,21 43,22 29,30

La ictiofauna colectada esta representadas por tres órdenes, ocho familias y 16 especies

(Tabla 6), con las cuales se elaboró el catálogo de vértebras y escamas (Figura 4).

30

Figura 4. Catálogo de vértebras y escamas

Familia Characidae

Brycon henni

Vértebra Abdominal

Vértebra Toráxica

31

Vértebra Caudal

Escama

32

Familia Loricariidae

Chaetostoma sp.

Vértebra Abdominal

Vértebra Toráxica

33

Familia Loriicaridae

Hypostomus sp

Vértebra Abdominal

Vértebra Toráxica

34

Vértebra Caudal

Familia Loricariidae

Ancistus sp

Vértebra Abdominal

35

Vértebra Caudal

Familia Heptapteridae

Rhamdia sp.

Vértebra Abdominal

36

Vértebra Toráxica

Vértebra Caudal

37

Familia Characidae

Astianax fasciatus

Vértebra Abdominal

Vértebra Toráxica

38

Vértebra Caudal

Escama

39

Familia Lebiasinidae

Lebiasina sp.

Escama

40

Tabla 6. Listado de la ictiofauna presente en la zona baja del río Roble.

Orden Familia Especies Nombre común

Siluriformes Pimelodidae

Pimelodus sp. Bagre

Heptapteridae

Rhamdia sp. Bagre

Loricaridae

Chaetostoma sp. Corroncho

Lasiancistrus sp. Corroncho

Hypostomus sp. Corroncho

Ancistrus sp. Corroncho

Trichomycteridae

Characiforme Paravandellia phaneronema Sanguijuela

Prochilodontidae

Ichthyoelophas longirostris Jetudo

Prochilodus magdalenae Bocachico

Lebiasinidae

Lebiasina sp. Rollizo

Characidae

Argopleura magdalenensis Sardina

Brycon henni Sabaleta

Creagrutus caucanus Cabeza de candado

Bryconamericus caucanus Sardina

Astyanax fasciatus Sardina

Roeboides dayi Juan viejo

Gymnotiformes

Apteronotidae

Apteronotus sp. Jetaeperro

10.2. Uso del hábitat

En total se registraron 136 evidencias de la presencia de la especie, siendo las heces las

más abundantes con 95,6 % del total de evidencias, huellas (2,9%), sitios de descanso

(0,73 %) y avistamientos (0,73%).

Todas las heces fueron registradas en rocas emergidas dentro del cauce del río, las

huellas fueron registradas en las orillas en sustrato arenoso; fue registrada una zona de

descanso que consistió en una cama en tierra debajo de un barranco a la orilla del río

con presencia de heces frescas y sólo se realizó un avistamiento en el mes de marzo

(verano), en horas de la mañana (Tabla 7).

41

Tabla 7. Evidencias de nutria en la zona baja del río Roble.

Se presentaron diferencias en el uso del hábitat entre temporadas climáticas, así, en el

verano la nutria presentó un rango de acción amplio abarcando los 5 km. de estudio

(Figura 5), mientras que en invierno se restringió a una zona pequeña no mayor de 1

km. de longitud de cauce (Figura 6).

Evidencias de nutria Cantidad Porcentaje (%) Rastros/ km. Descripción

Heces 130 95,6 26

Registradas en rocas

emergidas dentro del

cauce del río.

(Anexo 15.3)

Huellas 4 2,9 0,8 Registradas en las orillas

en sustrato arenoso.

(Anexo 15.4)

Descansadero 1 0,73 0,2 Cama de tierra debajo de

un barranco, en la orilla

del río y con presencia de

heces frescas

(Anexo 15.5)

Avistamiento 1 0,73 0,2 Consistió en el paso de la

nutria por el lado de la

investigadora y ante la

presencia humana se

sumergió, realizando

metros más adelante un

movimiento de periscopio.

42

Figura 5. Uso del hábitat por la nutria neotropical Lontra longicaudis para la temporada de verano en la zona

baja del río Roble.

43

Figura 6. Uso del hábitat por la nutria neotropical Lontra longicaudis para la temporada de invierno en la zona baja

del río Roble.

44

La actividad de marcaje con heces fue el factor que más se diferenció entre las

temporadas, presentando mayor número de marcas en el verano (72) que en el invierno

(9), siendo los meses de noviembre y diciembre los de mayor creciente y en los que no se

tuvo registro de ninguna marca (Figura 7).

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

Agosto Septiembre Octubre Enero Febrero Marzo

Número de Rocas Marcadas Número de Heces

Figura 7. Actividad de marcaje discriminada por meses.

El análisis estadístico para las variables medidas en las rocas arrojó 638 modelos para

el verano y el invierno, siendo la combinación de las variables: perímetro de la roca en

la línea de agua, distancia menor a la línea de agua, altura emergida, y cobertura de

dosel; determinante en la escogencia de sitios para marcaje en el verano (r2= 20,44 ; cp=

2,151); mientras que en la temporada de invierno, la combinación de diámetro menor,

altura total de la roca, y altura emergida, es la mas influyente en la escogencia de las

rocas (r2= 24,64 ; cp= 0,196) (Tabla 8).

45

Tabla No 8. Actividad de Marcaje por temporada Climática.

Verano Invierno

Restringido a una zona deaproximadamente 1 km.

Características escogidas por lanutria para marcaren rocas.

Perímetro, altura emergida,distancia a la orilla y coberturade dosel.

Número de Rocasmarcadas 72 9

Número de hecesregistradas 113 17

Rango de acciónDistribuidoa lo largode toda lazona de estudio (5 km.).

Altura total, altura emergida ydiámetro menor.

46

10.3. Dieta

Se analizaron 61 heces de nutria, donde se identificaron un total 14 categorías

alimenticias.

En orden de importancia las categorías más representativas fueron peces (76,7 %),

seguidos por insectos (12,67%), reptiles (0,70%) y un renglón que se clasificó como

“otros” (9,86%), el cual incluye elementos no considerados directamente como parte de

la dieta, sino como de ocurrencia accidental (Figura 8).

0 20 40 60 80

PECES

INSECTOS

REPTILES

OTROS

Porcentaje relativo de frecuencia

Figura 8. Categorías alimenticias consumidas por la nutria neotropical Lontra

longicaudis en el río roble

Dentro de los peces, la familia más consumida fue Loricariidae (corronchos) (Anexo

15.6) donde Chaetostoma sp. fue la especie mas depredada por la nutria, representada

con un 22,61 %; seguida de Hypostomus sp. 9,55% y Ancistrus sp. 8,54%.

Otras especies de peces que están siendo aprovechadas por la nutria, incluyen el

jetaeperro Apteronotus sp. (11,6 %), la sabaleta Brycon henni (9,86 %), el rollizo

Lebiasina sp. (0,70 %), y el bagre Rhamdia sp. (9,15%).

La categoría alimenticia no identificada 1 (4,52 %) corresponde a una especie de pez, la

cual no se logro identificar con el material de referencia obtenido (Figura 9).

47

Figura 9. Peces consumidos por la nutria neotropical Lontra longicaudis en el río

Roble.

El siguiente grupo en importancia son los insectos representados por las larvas de

cigarros Corydalus sp. (familia Corydalidae) (12,68%) (Anexo 15.7).

El lagarto Jesucristo, Basiliscus sp. (familia Corytophanidae) fue el único reptil

consumido por la nutria (0,70 %). La categoría de otros incluye en mayor porcentaje,

pelos de la nutria (7,75 %) probablemente ingerido cuando esta se acicala, caracoles

(Orden gastropoda) (0,70 %), semillas (3,52 %) y restos vegetales (4,02 %); que por su

tamaño pequeño pueden ser parte de los contenidos estomacales de los peces

consumidos por la nutria (Tabla 9).

Lebiasina sp. 0.70 %

Brycon henni

9,86 %No identificado 1

4,52 %Apteronotus sp.

11,6 %

Rhamdia sp.

9,15 %

Ancistrus sp.

8,54% Chaetostoma sp.

22,61%

Hypostomus sp.

9,55%

48

PECES 70,71 82,734 49,020

Familia Characidae

Brycon henni 7,07 7,914 5,88

Familia Lebiasinidae

Lebiasina sp 0,51 0,719 0,00

Familia Loricariidae

Hypostomus sp. 9,60 11,511 5,88

Chaetostoma sp. 22,73 25,899 17,65

Ancistrus sp. 8,59 10,791 3,92

Familia Heptateridae

Rhamdia sp. 6,57 6,475 7,84

Apteronotus sp. 11,11 12,950 7,84

No identificado 1 4,55 6,475 0,00

INSECTOS 13,13 4,317 39,216

Familia Corydalidae

Corydalus sp. 9,09 0,719 33,33

Restos de insectos 4,04 3,597 5,88

REPTILES 0,51 0,719 0,000

Familia Corytophanidae

Basiliscus sp. 0,51 0,719 0,00

OTROS 15,66 15,108 19,608

Pelo de nutria 6,57 7,914 3,92

Vidrio 1,01 0,000 3,92

Semillas 3,54 3,597 3,92

Restos vegetales 4,04 2,878 7,84

Gastropoda

Familia Hydrobiidae 0,51 0,719 0,00

Total 100 100 100

Global verano inviernoPresas de la nutria

Porcentaje relativo de frecuencia

Tabla 9. Presas de la nutria y su frecuencia de ocurrencia, total y por temporada

climática.

Comparando las categorías alimenticias por épocas climáticas se observó, que el grupo

de los peces presenta mayor ocurrencia en verano que en invierno, aunque en ambas

temporadas son el renglón de mayor consumo; los insectos en cambio, son un grupo

importante en el invierno y casi inexistentes en verano; mientras los reptiles aparecen

solo en la época seca, aunque con baja frecuencia (Figura 10).

49

0 20 40 60 80 100

PECES

INSECTOS

REPTILES

OTROS

Porcentaje relativo de frecuencia

verano invierno

Figura 10. Dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis

por temporada climática.

Se evidenció también variación estacional en la dieta, para las especies de peces

consumidas; siendo ampliamente importante Chaetostoma sp. en la temporada del

verano; y donde algunas categorías aparecen exclusivamente como la especie Lebiasina

sp., el lagarto Basiliscus sp. y el pez no identificado No 1.

En el invierno, la especie Corydalus sp. es la que evidencia mayor aparición en las

heces de nutria. Otras especies que se diferencian en su ocurrencia son Hypostomus

sp., Ancistrus sp., Apteronotus sp., mientras que las otras categorías presentan

ocurrencias similares (Figura 11).

A pesar de la aparente diferenciación en categorías alimenticias entre las temporadas

climáticas, la prueba de Kruskal-Wallis, arrojó que no hay diferencias significativas en

el consumo de las presas (Tabla 10).

El único factor que se diferenció fue el vidrio con mayor importancia en el invierno,

aunque el vidrio per se no puede considerarse una categoría alimenticia, pues no realiza

ningún aporte nutricional, además se considera de ocurrencia accidental.

50

Categoría Alimenticia Estadístico de prueba

N= 61 (V=51 I=10)

Resultado

Peces H1=0,211 p = 0,646 No significativa

Reptiles H1=0,196 p = 0.658 No significativa

Insectos H1=2,15 p= 0,142 No significativa

Semillas H1= 0,025 p= 0,658 No significativa

Pelo H1=0,696 p= 0,404 No significativa

Orden Gastropoda H1= 0,196 p= 0,658 No significativa

Vidrio H1= 10,37 p=0,0013 Significativa

Tabla 10. Prueba Kruskal-Wallis entre categorías alimenticias y temporada

climática.

51

0 5 10 15 20 25 30 35 40

Brycon henni

Lebiasina sp.

Hypostomus sp.

Chaetostoma sp.

Ancistrus sp.

Rhamdia sp.

Apteronotus sp.

No identificado 1

Corydalus sp.

Restos de insectos

Basiliscus sp.

Otros

Porcentaje relativo de frecuencia

verano invierno

Figura 11. Categorías alimenticias consumidas por la nutria discriminados en

temporada climática

52

11. DISCUSIÓN

11.1. Caracterización y Uso del hábitat

Las nutrias depositan heces como marcas olfativas en lugares visibles de su área de

vida, otorgando a éstas un papel importante en la comunicación intraespecífica

(Lariviere 1999) y en la delimitación de territorios (Quadros & Monteiro-Filho 2002). Es

por esto que los sitios seleccionados por las nutrias para depositar las heces se

convierten en un buen indicativo del uso que la especie hace del hábitat.

En verano la nutria tiene en cuenta las variables perímetro de la roca, altura emergida,

distancia a la orilla y cobertura del dosel, coincidiendo con Spinola & Vaughan (1995b);

quienes encontraron que las rocas con heces, presentan valores más altos en las

variables, diámetro mayor, diámetro menor, altura emergida y cobertura, lo que se

traducía en rocas conspicuas y sitios de mayor cobertura arbórea y arbustiva.

En invierno las variables seleccionadas no corresponden con las rocas más conspicuas

(diámetro menor, altura total y emergida), pero el aumento en el nivel del cauce en esa

temporada climática, lleva a la nutria a preferir rocas que sobresalgan de la creciente

aunque su diámetro no sea el mayor.

Para la nutria neotropical en el río Roble, es de vital importancia la disponibilidad de

rocas, en particular las de mayor tamaño por su fácil identificación visual, ya que estas

se constituyen como el principal sitio de marcaje para las dos temporadas climáticas,

posiblemente por la importancia que tiene para la especie el comportamiento de

marcaje a través de las heces.

En relación a esto, Waldemarin (2004) encuentra un nexo entre la selección de rocas

para marcaje y su disponibilidad, Quadros & Monteiro-Filho (2002), afirman que en

ausencia de elementos conspicuos, las nutrias escarban el sustrato para fabricar

elevaciones y defecar arriba de estas, y Kasper et al. (2004) hallaron que la baja

disponibilidad de sitios conspicuos favorece el marcaje al interior de sitios de refugio.

Respecto a la diferencia en el número de marcas entre estaciones climáticas; se

presenta concordancia con Spinola y Vaughan (1995b), quienes también reportaron

aumento en el número de marcas en la estación seca atribuido a que se presenta

variación estacional en la actividad de marcaje y/o variación en el número de individuos

de nutria marcando el territorio.

Waldemarin (2004) sugiere que el aumento en el número de marcas se da en épocas en

53

que la disponibilidad de presas disminuye, aumentando la competencia intraespecifica.

Para el presente estudio no se evaluó la variación en la disponibilidad de las presas, o

el aumento en el número de individuos de nutria, por lo que no es posible concluir que

factor induce la diferenciación en el número de marcas entre las temporadas climáticas.

La agrupación de los puntos positivos en el área de estudio, evidencia relación con los

sitios de mejor cobertura vegetal en las riberas del río; coincidiendo con Waldemarin

(2004); quien encontró que en áreas cuyas márgenes son más heterogéneas los puntos

están agrupados en zonas con cierto grado de preservación. Igualmente Quadros &

Monteiro-Filho (2002) afirman que el registro de un número elevado de heces esta

relacionado con la densidad de la vegetación presente en las márgenes del río.

Arcila (2003) en el cañón del río Alicante, departamento de Antioquia (Colombia),

encontró una alta y positiva correlación entre el estado de conservación de las riberas y

el número de heces depositadas.

Botero-Botero & Torres-Mejía (en prensa.) registraron que la combinación de la

densidad de arbustos, la cobertura de troncos y la cobertura de escape a cero metros

son los tres factores que determinan la preferencia de hábitats por parte de la nutria en

la cuenca del río La Vieja. De la misma forma, Carrillo-Rubio & Lafon (2004) aseguran

que la nutria prefiere áreas con una saludable estructura en la vegetación riparia.

Para otras especies de lutrinos como Lutra lutra y Lontra provocax se reporta también la

preferencia hacia áreas con gran cantidad de vegetación y la importancia del

mantenimiento de las riberas en el estado de la población (Jiménez & Palomo 1998;

Choupay 2006; Astorga 2006).

En consecuencia, el estado de conservación de las riberas, es determinante para la

presencia de la nutria en la zona de estudio, siendo favorecida por los porcentajes

obtenidos para las diferentes coberturas vegetales.

Por todo lo anterior se puede afirmar que, al momento de este estudio, la zona baja del

río Roble, es un hábitat óptimo para la sobrevivencia de la nutria neotropical, ya que

ofrece una buena presencia de rocas que son utilizadas como zonas de marcaje de

Sin embargo después de terminada la fase de campo del presente estudio, entre los

meses de junio y agosto de 2007, los propietarios de predios aledaños al cauce

realizaron una explotación de guadua, esto con el aval de la corporación autónoma

regional del Quindío (CRQ), en la cual, por recorridos realizados, se observó la perdida

54

de la cobertura de escape y disminución en la densidad de hierbas, árboles, arbustos y

guaduas, siendo desconocidos hasta el momento los efectos sobre la nutria (Anexos

15.8 y 15.9)

Expediciones posteriores realizadas en el mes de agosto de 2007, por el curso en

mamíferos silvestres de la Universidad del Quindío se recorrió el área de estudio y solo

se colectaron heces viejas y en bajo numero (7.5 heces por km. recorrido) (Botero-

Botero com. pers., 2007).

De otro lado, para el análisis fisicoquímico solo fue posible realizar una vez la toma de

las muestras y coincidió con una época de lluvias fuertes y aumento del caudal del río.

Por esto los valores de dureza, por ejemplo, muestran valores tan disímiles, a pesar de

ser muestras del mismo sitio, y uno de los valores (214 mg/l) está bastante alejado de

los valores de referencia posiblemente por un error al realizar la prueba; por esto se

toma el otro dato (20 mg/l) como el que aporta información del parámetro en cuestión.

Según Roldan (1992) un valor entre 10 a 25 mg/l, son aguas suaves y medianamente

productivas, lo que permite el establecimiento de una flora y fauna variada.

Los sólidos totales y sólidos suspendidos, mostraron valores elevados, si se comparan

con los datos de Echeverri & Alzate (2003) evidenciando la turbiedad causada por las

lluvias; los valores de oxigeno disuelto, al ser comparados con los de Aldana et al.

(1993) y Echeverri & Alzate (2003) se consideran bajos y poco benéficos para los

organismos como peces e insectos acuático, estos datos posiblemente se obtuvieron por

la fuerte temporada de lluvia.

Los valores de DBO y DQO presentan valores alejados de los puntos de referencia para

aguas poco contaminadas; los cuales se encuentran para D.Q.O entre 2,3 y 6,3 mg/l. y

para la D.B.O entre 0,3 y 0,9 mg/l.

Ya que solo se tomaron dos datos en el mismo sitio y al mismo tiempo, se considera

insuficiente la información para concluir acerca del estado fisicoquímico de las aguas

del río Roble, además, la mayoría de resultados se encuentran alejados de otros

estudios de la zona, los cuales reportan que este es de aguas limpias y posee

condiciones optimas para el establecimiento de fauna bentónica, lo que favorece las

redes tróficas acuáticas (Aldana et al. 1993, Londoño et al. 2001, Echeverry & Alzate

2003).

55

11.2. Dieta

Lontra longicaudis es un predador tope de las redes tróficas acuáticas; y es reconocida

como una especie ictiófaga (Gonzáles et al. 2004, Espitia et al. 2006) que a su vez

consume organismos asociados a los cuerpo de agua tales como insectos, reptiles y

cangrejos (Arcila 2003).

En el presente estudio, la categoría alimenticia de mayor ocurrencia son los peces;

coincidiendo con numerosos estudios que reportan el alto porcentaje de estos dentro de

la dieta de dicha especie (Colares & Waldemarin 2000, Gori et al. 2003, Arcila 2003

Kasper et al. 2004, Botello 2004).

Aunque para la zona de estudio están reportadas siete familias de peces, y se tiene

evidencia de otros organismos que podrían ser potenciales presas como: pequeños

mamíferos, aves acuáticas, reptiles e incluso frutos de algunas plantas; la nutria dirige

su esfuerzo de captura a especies de peces de la familia Loricariidae, y dentro de esta,

a la especie Chaetostoma sp.

Gonzáles et al. (2004), para los Andes venezolanos reporta que la especie de mayor

frecuencia de aparición es Chaetostoma milesi atribuyendo este resultado a

características biológicas de la especie como su lento desplazamiento y la utilización del

lecho rocoso, troncos caídos y otros elementos para refugiarse, lo que facilita su

captura. Kasper et al. (2004), afirman que la ocurrencia de familias como Loricariidae

entre los grupos mas consumidos esta relacionada con los hábitos de estas especies.

Brandt (2004), reporta que el mayor porcentaje de consumo corresponde a peces

Siluriformes (71,79%), Perciformes (53,85%) y Characiformes (44,87 %), así como

Loriicaridae (32,91%).

En consecuencia, estas características pueden estar determinando el consumo de

presas por parte de la nutria en la zona de estudio, ya que allí se encuentran, además

de Chetostoma sp. otras especies de la misma familia, con características similares.

Un reporte similar realiza Choupay (2006), para el huillin, Lontra provocax, quien afirma

que la preferencia por un tipo de presa podría deberse a la alta disponibilidad y

facilidad de captura en ambientes dulceacuícolas.

De otro lado, la presencia de insectos como Corydalus sp. en la dieta fue reportada por

Pardini (1998) y por Brandt (2004), afirmando que su presencia es abundante en

56

invierno; coincidiendo con los datos encontrados para el río Roble. La biología de esta

especie, se encuentra asociada a hábitats lóticos, como ríos de alta montaña y es

posible observarla al levantar piedras o remover el sustrato (Romero 2001), asociado a

esto, algunos autores (Spinola y Vaughan 1995a), observaron a las nutrias voltear

piedras para conseguir sus presas, de esta forma es posible asociar la aparición de

Corydalus sp. en la dieta, con el consumo que hace la nutria de corronchos, ya que

ambos, permanecen bajo las piedras y en el sustrato.

Especies de reptiles asociadas a los cuerpos de agua, también han sido mencionadas

como parte de la dieta de L. longicaudis. (Macias-Sánchez & Aranda 1999, Arcila 2003)

aunque en una baja proporción.

El “lagarto Jesucristo”, Basiliscus sp. (familia Corytophanidae), presenta hábitos

estrechamente relacionados con los cuerpos de agua, y una conocida habilidad para

cruzar corriendo sobre la superficie del cauce de los ríos haciéndose presa potencial de

la nutria.

El recurso alimenticio en la zona, permanece más o menos constante, lo que se

evidencia al no encontrar diferencias significativas en la aparición de presas entre las

temporadas climáticas.

La aparición importante de familias de peces como Characidae, Apteronotidae,

Heptapteridae y Lebiasinidae; evidencian el carácter oportunista de la nutria, pues

aunque estos son peces de movimientos rápidos e implican un mayor esfuerzo en su

captura, aparentemente la nutria también hace uso de este recurso.

La presencia de pequeñas semillas, pelos y objetos extraños como vidrio, se consideran

totalmente accidentales y no hacen parte en la dieta de la nutria.

57

12. CONCLUSIONES

• Ya que el comportamiento de marcaje a través de heces es un indicativo del uso

de hábitat por parte de la nutria, la presencia de rocas emergidas en el cauce del

río Roble, es un recurso vital en la manifestación de dicho comportamiento en

ambas temporadas climáticas.

• En temporada seca hay un aumento en el marcaje con heces, en el que son

utilizadas las rocas conspicuas, emergidas del cauce del río.

• Se comprueba la importancia que tiene para la nutria, la presencia de vegetación

aledaña a las riveras de los ríos, representada en el caso del río Roble, por la

densidad de árboles, guaduas, arbustos y troncos caídos.

• La nutria neotropical, es una especie principalmente ictiófaga donde los peces de

la familia Loricariidae son el principal sustento alimenticio, presentando mayor

consumo de la especie Chaetostoma sp.

• Lontra longicaudis muestra un comportamiento oportunista respecto a la dieta,

ya que aprovecha en un porcentaje considerable de otras grupos alimenticios

como insectos y en menor importancia otros vertebrados como reptiles.

• La selección de las presas esta relacionada con los hábitos de las especies, como

el lento desplazamiento de los peces y la permanencia en el lecho rocoso de las

larvas de insectos como Corydalus sp.

58

13. RECOMENDACIONES

Se recomienda en áreas adyacentes a la Reserva Natural “La montaña del Ocaso”, la

conservación de las franjas de bosque aledaño al cauce y la no explotación comercial de

los guaduales asociados, así mismo se hace necesario un mayor control por parte de la

autoridad ambiental del Departamento (CRQ) en la zona de estudio para evitar la

sobreexplotación del bosque de guadua, la presencia de bañistas, pescadores y

cazadores.

Es prioritario evaluar los posibles efectos negativos sobre la nutria, causados por la

extracción de guadua realizada entre los meses de junio y agosto de 2007.

Se debe reestablecer la conectividad a lo largo de las orillas del río para permitir la

movilidad de la nutria desde y hacia el río La Vieja.

Es necesario prestar atención a la pesca con atarraya, ya que esta puede vulnerar la

población de ¨corronchos¨, (Familia Loricariidae), que son el principal sustento

alimenticio de la nutria.

Finalmente, es necesario realizar otros estudios que amplíen el conocimiento en otros

aspectos de la ecología de la nutria y generar procesos de educación ambiental en la

zona que propendan por la conservación de los hábitats ribereños, a escala de la

cuenca hidrográfica del río La Vieja.

59

14. LITERATURA CITADA

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15. ANEXOS

15.1 Nutria neotropical (Lontra longicaudis) (Fotos: A. Botero y R. Mayor)

69

15.2. Panorámica del área de estudio (Fotos: A. Botero)

70

15.3. Heces de Nutria Neotropical (Fotos: A. Botero)

71

15.4. Huella de Nutria Neotropical (Foto: A. Botero)

15.5. Descansadero de Nutria Neotropical (Foto: R. Mayor)

72

15.6. Peces de la Familia Loricaridae (Fotos: A. Botero)

73

74

15.7. Larva de cigarro Corydalus sp. (Fotos: R. Mayor)

75

15.8. Aspecto de las riberas del río Roble antes del aprovechamiento de Guadua.

(Fotos: A. Botero)

76

15.9. Aspecto de las riberas del río Roble después del aprovechamiento de Guadua.

(Fotos: A. Botero)