gonzález # 306

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 enviado por Daniela Cárdenas Me lo encontré por ahí... no es mio: “ ... que me expliquen el miedo de algunos estudian- tes uniandinos de que en nuestra Universidad haya gritos, chiflidos y protesta. Hasta donde sé nadie agredió a Uribe, ni a sus copartidarios ni a ningu- no de los organizadores del evento (ellos, también, estudiantes y miembros de la comunidad uniandina que ejercen su derecho a expresar sus inclinaciones políticas al organizar el evento). Que le insultaron a la mamá. Sí. Todavía nadie en el universo se ha muerto por eso. Que le recordaron sus vínculos con los paramilitares. Nada nuevo ahí. Qué hubiera sido mejor que entraran a “debatir” con el senador Uribe  y compa ñía, tal como él mismo lo propuso? Difíc il. El evento, la mayoría de sus asistentes, sus organi- zadores (y por lo tanto quienes establecen las reglas de “debate”) militan en el Centro Democrático, ra- zón por lo cual la garantía de una posibilidad real de confrontamiento de ideas es bastante limitada. Que los estudiantes que se oponen a las ideas de Uribe y a su forma de ejercer el poder y de comportarse en el mundo político lo esperen a la salida para gritar- le “No más guerra, no más oportunismo”, desde mi punto de vista es un acto que merece aplausos. Como también los merecen quienes en respuesta gritaron “Uribe, amigo, el pueblo está contigo”. La manifestación pública y emocionalmente comprometida de un grupo de jóvenes estudiantes (o dos grupos enfrentados, en este caso) es espe- ranzadora en este país, por decir lo menos. Es una muestra de que no todo el mundo ha perdido la fe en la democracia, en la cosa pública, en la libertad de expresión y en la capacidad de la palabra (por opo- sición a la guerra y el conflicto) para decir ‘este es el país que yo quiero’.  Y para adela ntar me a los que ya está n pensa n- do en contestar que qué se logra con estos enfrenta- mientos verbales agitados en términos de encuentro, de intercambio de ideas y de consenso, les respondo por adelantado. Aparentemente no mucho y al mis- mo tiempo algo enorme. Por supuesto que en medio de la gritería, la mofa de los uribistas, la actitud de superioridad de algunos de ellos (muy evidente en muchos de los videos que circulan por ahí) y de la grosería de algunos protestantes, la posibilidad de dar cabida a la idea del contrincante es nula. Pero no por eso la manifestación tanto de unos como de otros deja de ser importante. ¿Por qué? Primero, porque a los políticos les recuerda que hay un grupo enorme de personas jóvenes, educadas (en el verdadero sen- tido de la palabra) y políticamente comprometidas que no solo dependen de su gestión sino que están  vigila ntes y ante quien es deben respo nder (tant o simpatizantes como detractores). Segundo, y lo que es todavía más importante, nos recuerda a todos que los demás no son como nosotros y no tienen porqué serlo. Nos recuerda que nuestro compañero de pupi- tre puede militar en el parti do que me causa escozor, que el que se sienta frente a mi en la biblioteca tiene opiniones completamente contrarias a las mías, que el que me presta la bata del laboratorio cada miérco- les no tiene las mismas ideas que yo y que no por eso la Universidad de los Andes ha dejado de ser un es- pacio que nos acoge a todos cada día y en el que tene- mos todas las posibilidades para tomarnos nuestra felicidad en nuestras manos. Que precisamente por eso, en el ejercicio de nuestras carreras, de nuestras  vidas , de nuest ra for ma de ver y v ivir la democraci a ese otro tiene que tener siempre un lugar preponde- rante. Que lo que yo siento y pienso, que mi ideal de país, no siempre podrá ser tal y como yo lo imagino, porque voy a tener que imaginarlo y construirlo con ese otro tan diferente a mí. ¿Que los uniandinos hoy quedamos como unos “maleducados”? La etiqueta y buenos modales, por mí, que los metan a un contenedor y los manden a donde sí se necesiten. Si los jóvenes fuéramos siem- pre respetuosos de las reglas, de lo que se considera de buen gusto, apropiado y “educado” (en el peo r uso de esa palabra) la Constitución del 91 no se le habría ocurrido a nadie. El respeto absoluto e incontestado a esos supuestos modales y esa mal llamada “buena educación” lo único que hace es limitar la posibili- dad de expresión y con ello cualquier posibilidad de progreso.  Porque creo que es una forma de que el país y sus dirigentes se den cuenta que sí hay jóvenes com- prometidos, críticos y dispuestos a actuar entonces, por mí, que chiflen y rechiflen, abucheen, griten e  juego de reglas editorial González  es una publicación del Departamento de Arte / González  solo publicará textos y co- laboraciones que tengan como remitente a correos de "uniandes.edu.co" y bajo el crédito de la persona que los envía. En caso de que sean enviados por miembros de la universidad ya graduados o profesores retirados que no tengan este tipo de cuentas de correo se vericará su  vinculación / En los textos donde se haga mención explícita a una persona del Departamen- to de Arte, o a miembros o dependencias de la universidad, se enviará copia de ese correo a los sujetos en cuestión con el n de ofrecer la posibilidad de una contracrítica en el próximo número de González / González  publica lo que se quiera hacer público, todo lo que quepa en esta hoja de papel. Esta hoja circula por impreso y por correo al comienzo de cada semana del periodo académico . 27 al 30 de abril, 2015 archivo: http://arte.uniandes.edu.co/gonzalez/ Si desea estar con González , envíe su colaboración al correo electrónico: [email protected] circula en el departamento de arte facultad de artes y humanidades, universidad de los andes G NZÁLEZ #306

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Page 1: González # 306

7/21/2019 González # 306

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enviado por

Daniela Cárdenas

Me lo encontré por ahí...no es mio:

“ ... que me expliquen el miedo de algunos estudian-tes uniandinos de que en nuestra Universidad hayagritos, chiflidos y protesta. Hasta donde sé nadieagredió a Uribe, ni a sus copartidarios ni a ningu-

no de los organizadores del evento (ellos, también,estudiantes y miembros de la comunidad uniandinaque ejercen su derecho a expresar sus inclinacionespolíticas al organizar el evento). Que le insultarona la mamá. Sí. Todavía nadie en el universo se hamuerto por eso. Que le recordaron sus vínculos conlos paramilitares. Nada nuevo ahí. Qué hubiera sidomejor que entraran a “debatir” con el senador Uribe

 y compañía, tal como él mismo lo propuso? Difícil.El evento, la mayoría de sus asistentes, sus organi-zadores (y por lo tanto quienes establecen las reglasde “debate”) militan en el Centro Democrático, ra-

zón por lo cual la garantía de una posibilidad real deconfrontamiento de ideas es bastante limitada. Quelos estudiantes que se oponen a las ideas de Uribe ya su forma de ejercer el poder y de comportarse enel mundo político lo esperen a la salida para gritar-le “No más guerra, no más oportunismo”, desde mipunto de vista es un acto que merece aplausos. Comotambién los merecen quienes en respuesta gritaron“Uribe, amigo, el pueblo está contigo”.

La manifestación pública y emocionalmentecomprometida de un grupo de jóvenes estudiantes(o dos grupos enfrentados, en este caso) es espe-

ranzadora en este país, por decir lo menos. Es unamuestra de que no todo el mundo ha perdido la fe enla democracia, en la cosa pública, en la libertad deexpresión y en la capacidad de la palabra (por opo-sición a la guerra y el conflicto) para decir ‘este es elpaís que yo quiero’.

 Y para adelantarme a los que ya están pensan-do en contestar que qué se logra con estos enfrenta-mientos verbales agitados en términos de encuentro,de intercambio de ideas y de consenso, les respondopor adelantado. Aparentemente no mucho y al mis-mo tiempo algo enorme. Por supuesto que en mediode la gritería, la mofa de los uribistas, la actitud de

superioridad de algunos de ellos (muy evidente emuchos de los videos que circulan por ahí) y de grosería de algunos protestantes, la posibilidad ddar cabida a la idea del contrincante es nula. Pero npor eso la manifestación tanto de unos como de otrodeja de ser importante. ¿Por qué? Primero, porquelos políticos les recuerda que hay un grupo enormde personas jóvenes, educadas (en el verdadero sentido de la palabra) y políticamente comprometidque no solo dependen de su gestión sino que está

 vigilantes y ante quienes deben responder (tantsimpatizantes como detractores). Segundo, y lo ques todavía más importante, nos recuerda a todos qulos demás no son como nosotros y no tienen porquserlo. Nos recuerda que nuestro compañero de puptre puede militar en el partido que me causa escozoque el que se sienta frente a mi en la biblioteca tienopiniones completamente contrarias a las mías, quel que me presta la bata del laboratorio cada miércles no tiene las mismas ideas que yo y que no por esla Universidad de los Andes ha dejado de ser un epacio que nos acoge a todos cada día y en el que ten

mos todas las posibilidades para tomarnos nuestfelicidad en nuestras manos. Que precisamente poeso, en el ejercicio de nuestras carreras, de nuestra

 vidas, de nuestra forma de ver y vivir la democracese otro tiene que tener siempre un lugar prepondrante. Que lo que yo siento y pienso, que mi ideal dpaís, no siempre podrá ser tal y como yo lo imaginporque voy a tener que imaginarlo y construirlo coese otro tan diferente a mí.

¿Que los uniandinos hoy quedamos como uno“maleducados”? La etiqueta y buenos modales, pomí, que los metan a un contenedor y los manden

donde sí se necesiten. Si los jóvenes fuéramos siempre respetuosos de las reglas, de lo que se considerde buen gusto, apropiado y “educado” (en el peor usde esa palabra) la Constitución del 91 no se le habrocurrido a nadie. El respeto absoluto e incontestada esos supuestos modales y esa mal llamada “bueneducación” lo único que hace es limitar la posibildad de expresión y con ello cualquier posibilidad dprogreso.  Porque creo que es una forma de que el paíssus dirigentes se den cuenta que sí hay jóvenes comprometidos, críticos y dispuestos a actuar entoncepor mí, que chiflen y rechiflen, abucheen, griten

 juego de reglas editorial

González  es una publicación del Departamento de Arte / González  solo publicará textos y

laboraciones que tengan como remitente a correos de "uniandes.edu.co" y bajo el crédito

la persona que los envía. En caso de que sean enviados por miembros de la universidad

graduados o profesores retirados que no tengan este tipo de cuentas de correo se verificará

 vinculación / En los textos donde se haga mención explícita a una persona del Departam

to de Arte, o a miembros o dependencias de la universidad, se enviará copia de ese corre

los sujetos en cuestión con el fin de ofrecer la posibilidad de una contracrítica en el próxi

número de González / González  publica lo que se quiera hacer público, todo lo que quepa

esta hoja de papel. Esta hoja circula por impreso y por correo al comienzo de cada semana

periodo académico.27 al 30 de abril, 2015

archivo: http://arte.uniandes.edu.co/gonzalez/

Si desea estar con González , envíe su colaboración al correo electrónico:

[email protected]

circula en el departamento de arte

facultad de artes y humanidades, universidad de los andes

G NZÁLEZ #306

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7/21/2019 González # 306

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insulten a Santos y a Vargas Lleras, a Uribe, a Cabal y a Valencia, a Robledo y a Cepeda y hasta al profesorde Constitución y Democracia si quieren.”

enviado por

María Margarita Jimenez

 “Obituario”

Familia: Juglandaceae

Altura máxima reportada: 30 mDiámetro máximo del tronco a la altura del pecho:120 cmEs el árbol insignia de Bogotá.  Este Nogal vivió al lado del edificio TX (Depar-tamento de Arte Universidad de los Andes) por másde 50 años. Fue talado para ampliar la zona de des-canso del actual edificio TX.  El Nogal está en peligro de extinción porque de-

 bido a la calidad de su madera casi todos los bosquesde nogales que existían a lo largo de las vertientesde las cordilleras de los Andes Colombianos fuerontalados. Actualmente el único bosque en Colombiaesta situado en el Parque Regional Natural Ucumarí,en Risaralda.  Muda de hojas cada año y permanece varias se-manas sin hojas. Sus frutos son redondos y la nuézque llevan adentro,es comestible y se puede utilizarpara teñir telas y pelo.  En el costado sur de la calle 77 entre la 7ma y la9a, hay uno, es por este árbol que el barrio y el clubllevan el nombre de “El Nogal”.

enviado por

Natalia Abril

...me encontré con unos manchones de tinta en piso, la verdad solo pude pensar en fluidos, fluidoque salen de mi, de mi cuerpo, fluidos que se genran a partir de una experiencia sensorial, sexual. Mpropio lubricante, mi propia vagina viniendose, lofluidos del que esta al lado mio, los fluidos de la pe

sona que me excita, los fluidos del que me dan gande tirarme, fluidos revueltos, fluidos mutuos, fludos untados, en los dedos, en la cara, en las piernaen las caderas, por todo el cuerpo, solo me imagin

 ba cuerpos brillantes después de un coito satisfatorio de un coito pleno, mejor dicho después de u

 buen polvo, pero llegue al final del recorrido fluid y solo me encontré con una frase que me llamabIDIOTA, claro que sí, idiota por relacionarlo todcon sexo, idiota por querer tener sexo todo el tiempo,idiota porque no todo es sexo, idiota porqusolo es pintura, idiota porque jamás tengo un coisatisfactorio, idiota porque los hombres no sabemeterla, idiota porque la vida me hizo idiota...

enviado por

Andrés Pardo

enviado por

Redacción González

ÚLTIMA SEMANA Beatriz González el segundo original

fecha de cierre: abril 30, 2015

CHARLA Beatriz González, Alejandro Martín, Lucas Ospina

María Fernanda Dominguez y Jose Luis Ruiz.lunes 27 de abril, 5:30 p.m.

Salón 1003, Edificio Santo Domingo