garaudy, roger - el pensamiento de hegel

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HI'H I"l ¡; ,lla wly nació en Marsella en 111 ¡': IT St'l en el comi té ce ntra l del 1'. 11 [idu Comunis ta fr ancés en 1945, y ( ' 11 I!Jr,ti, en su com it ée jecu tivo. Dipu- Litio )' senador, se le d eben, cu tr e HIl OS tirulos, D' ún reaiis me sans riua- K" ,\ (1961). De ranath éme au diafo- n'U" (1965) )' J\farxisme du síé- d t: (1966). El pcnsa míenta de H egel (1966) es una amplia y documentada introduc- ción a la figura del filósofo de la dia- l écrica. Tras u n ca pítu lo histórico que sitú a al p ensador en la encr uci jada política ' y social de su ti empo, Ga- ra udy est ud ia sucesivame nt e el méto- do hegeliano, la Fc no me no íogia del f'spíri tll, la Lógica y. en un a partado dedicado al h uman ismo, las ideas de Hegel sobre estética, religión y filoso- fía. Ob ra de un o de los mas destaca- dos teó ricos marx istas occide nta les. el present e volumen constituye a la vez uu.r síntesis de la apo rta ción hegclia- ua )' una muestra de la evolución de 10" po\w lado" ideológicos de C ar aud y. I I '1 0

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  • HI'HI"l ; ,lla w ly naci en Marsel la en1 ~ ' I .'i . 111': IT St'l e n el comit central del1'.11 [idu Comunista fr ancs en 1945, y( ' 11 I !Jr,ti , en su com it ejecutivo. Dipu-Litio )' senado r, se le deben , cu treHIl OS t irulos, D' n reaiisme sans riua-K" ,\ (196 1). De ranath me au d ia fo-n'U" (1965) )' J\farx isme du XX~ s-d t: (1966).El pc nsamenta de H egel (1966) esuna amplia y documentada intr od uc-cin a la figura del filsofo de la dia-l crica. Tras u n captulo h istr ico quesit a al pensador en la encrucijadapolt ica ' y social de su ti empo, Ga-ra udy estudia sucesivamente el mto-do hegeliano, la Fcno me no ogia delf'spr i tll, la Lgica y. en un apartadoded icado a l h uman ismo, las ideas deHegel sobre esttica, rel igin y filoso-fa. Obra d e uno de los mas d estaca-dos te ri cos marx istas occidentales. elpresente volu men const ituye a la vezuu.r sntesis de la aportacin hegclia-ua )' una muestra de la evoluc in de10" po\wlado" ideolg icos de C araudy.

    II

    '1 0

  • RO GE R GA RA UD'iE L P E N SAMIE NTO

    D E H EG E L

    2 1

  • ROGER GARAUDY

    El pensamientode Hegel

    SEIX BARRALBARCELONA

  • T tulo original:La pense de llegel

    T raduccin de:FRAI'ClSCO Mo xou

    Cubierta : Alberto CoraznNota del traductorAbreviaturas

    l\' DIC E

    910

    Primera edic in : julio de 1974 1966 : Ilditions Bordas, Pars

    Derechos exclusivos de edicinreservados I./ara todos los pases de habla espaola

    y propiedad de la traduccin castellana : 1974 : Editorial Seix Barral, S. A.,

    Provenza, 219 Barcelona

    ISBN , 84322 3821 XDepsito legal : B. 17.347 .1974

    Printed in Spai n

    CAI' TU LO 1. LA VIDA Y LA PROBLEMTICA DEHEGEL I I

    CAI' TULO u. EL MTODO DE HEGEL 27

    CAI' TULO UI. LA DI AL CTICA DEL CO NOCIMIENTO;F El' OMEl\"OLOGA DEL ESPRITU 61El espritu subjet ivo, fi3; El espri-tu objetivo, 106; El espritu abso-luto, 137.

    CAPTU l. O rv. LA IHAL;CTI CA ma, S E R: LA LGI CA 153La teora del Ser, 171 ; La teora dela esencia, 189; La teora del con-cepto, 203 .

    c .\ P TUI.O Y. EL H UMA:\"ISMO DE H EGEL 229La estt ica, 246; La rel igin, 264 ;La filosofa, 282.

    B iografa 301Bibliografa 302in dia analiico 309

  • N OTA D E L TRAD U CT O R

    En la presente ed icin, las citas de los sigu ien teslibros de Hegel : Fenomenologa del espritu, Cienciade la lgica, Enciclopedia de las ciencias filosficas yFilosofa del derecho, han sido tomadas de las ed icio-nes castellanas tra ducidas di rectamen te de l alemn , y.a su vez, las pginas reseadas se refieren a dicha"ediciones. Esto debido a un doble y evide nte motivo :por una par te. para ajustarse ms fielmente al textoorigina l y. por otra, para que el lector castella no te ngams fcil acceso, en caso d e necesidad, al contextoreferi do por las citas.

    Asimismo, la referencia bibliogr fica final ha sidoampliada con los dos sigu ientes apartados: Obrascompletas de Hegel y Principales obras traducid as alcastellano, Adems. se ha amp liado la resea dePr incipales obras traducidas al francs. y la de Cl PTn-cipales obras criticas y de estudio de la obra de Hegel,esta lti ma de bido principalmente a q ue, en la edicinfrancesa, la resea se limitaba a las obras en esta len-gua y. por otra par te. porqu e se ha pretend ido daruna mnima referencia bibliogrfica total para la in-troduccin al pensamiento hegeliano.

    FRA."CISCO MO:';C F.

  • EEneFFDH PltLPJ HPh RRe

    A llREV ATURAS

    E.thtiqueEnciclopedia de las ciencias filosficasFenomenologa del esprituFiloscfia del derechoHisicire de la phi osophicCiencia de la lgicaLecons sur la philosophe de l' histo reI'hi losophie de la religionR ealphiloscrphie: 1, Filosofa de la natura-leza ; JI, Filosofa del espritu.

    CAP iTU LO 1

    L A VIDA Y L A PR O ll LE MT ICADE H E G E L

    En 1789, Hegel tena d iecin ueve aos . Alcanza, pues,la mayora de edad en un momento en que la historiasufre una ruptura. La Revo lucin Francesa enardeceel animo y el pensam ien to de los jvenes de su gene-racin. En el seminario de T bingen, Hegel, al igualque sus condis cpulos, lec con avidez los peridicosfranceses; con Holderlin y Schell ing, planta un r bolde la li bertad. La Revolucin Fr ancesa significa la rea-lizacin de lo que para l era el modelo de la libertadhumana: la ciudad gr iega y su democracia, la llegadade la filosofa de las lu ces) , la cua l hab a pro clamadoel reinado del hombre sobre las cosas.

    Cuarenta aos despus, al final de su vida, H egelevocar con nostalgia aquella gran esperanza de sujuventud : El pensamiento y el concepto del derechohicieron valer de pronto sns derechos, y el viejo edifi-cio de la iniq uidad no pudo res ist rse les .. . Desde queel sol est en el firmamento ... no se haba visto jam sal hombre .. . basarse en una idea para construir, apartir de ella, la realidad ... Era ste un soberbio ama-necer. Todos los pensadores han celebrado esta poca.Una sublime emocin re inaba en aquellos momen tos,el entusiasmo del espritu agitaba el mundo , como sitan slo en aquel momento se hubiese llegado a la ver-dadera. reconciliacin de lo divino con el mundo(l 'h H , p. 401).

    El sol que se elevaba sobre Francia alumbraba conuna despiadada luz la miseria alem ana: un mundoan feudal, polticamente fragmentado, en el que has-

    11

  • 12 El pensamiento de Hegel l . Vicia y problemtica de Hegel 13

    ta la re ligin estaba p ervertida. con una religiosidadque corresponda a u na sit uacin de indi viduos ais-lados, sin n ingn vnculo con la sociedad, y que b us-caban en el cielo la justi ficacin }' la santificac in d eesta soledad miserable e inhumana .

    La Revolucin Francesa es la ant tesis de esta sr-di da realidad : El hombre- escribe Hegel- debe vivrr en d os mundos q ue 6C contra dicen o El espr ituafirma sus derechos y su dignida d fre nt e a la anarq uay la bru tal ida d de la naturaleza, a la q ue devu elvela miser ia y la violencia q ue sta le ha hecho padecer.Pero esta d ivisin de la vida y de la conciencia crea,para la cult ura moderna y su comprensin, la exigen-cia de resolver d icha contradicci n (E. 1, p. 17).

    H e aq u centrada la problem tica hegeliana. La granrenovacin que sign ifica la Revoluc i n Francesa le hahecho sentir con mayor intensidad todo 10 que elviejo mundo ten a de inacep tabl e y d e agob iante .

    H egel tiene la sensacin de que se est creando u nmundo realmen te humano, obra de la razn y. porello, frente a esta grandiosa epopeya del esp ri tu, larealidad en la que vive le parece inhumana y m ezoqu ina . Ni las instituciones ni las cosas q ue le rodeansatisfacen sus aspiraciones .

    En esta realidad inhu man a, hostil , ex tra a (m s adc-lame la llamar alienada), en la que H egel no llegaa sentirse en su lugar, el problema ms urgen te y vitalconsiste en establ ecer una n ue va armona ent re elhombre y el m undo al quc ha sido ar rojado : el Esta -do , la natural eza, la historia.

    Red escubr ir en las institucion es y en las cosas lahuella del hombre, la obra del espritu; descifrar lassign ificaciones humana s de la tot alidad d e lo real;aprehender, ms all de sus re alizaciones apare ntemen te m uertas, el alma q ue vivifica las cosas y las

    conduce en su movimiento, sta es la primera exigen-cia y la pro blemtica de H egel.

    Hegel vivi el desmoronam iento de un m undo yel nacim ien to de otro.

    El mtodo q ue ela bor para inten tar supera r lasperturbaciones y las contradiccione s de su poca-ladi alctica ideali sta-no puede ser comprendido msque part iendo de la experiencia vivien te y del dram avivido, q ue han suscitado en l la exi gencia filosfica .

    El debate histrico entre el pasado y el fu turo es supropio debate. El drama del m undo es su propio dra -mOl. H egel sabe que el movim iento que engen dr a lascontradicciones ms desgarradoras y q ue exi ge su pro-p ia solu cin es una realidad q ue se impone desde fueraa la conci encia del filsofo. A esta sumisin ob jetiva,fuente de todos los torm entos subje tivos. el pensam ien-to filosfico no puede substraerse, pues de 10 con trar iocaera en la abdicacin y en la de cadencia.

    Pero si H egel ti ene d iecinueve aos cuando se pro-duce la toma de la Bastilla, tiene veinticuatro enTermdor y veintinueve el Dieciocho d e Br umar io.Est acabando la Fenomenologa del espiritu, cuandoen 1807 las tropas fran cesas vivaquean en Jena, delan te(le su casa, y cu ando la paz de T'ilsit t consagra eld esmoronam ien to de su pat ri a, Prusia.

    Escr ibe la Ciencia de la lgica de 1812 a 1816, esdecir, entre el p r in cipio d el levantamiento nacion alde su pas, en 1813, contra el I mper io napolcni~ yel hundi mien to de w atcrloo. El ao en q ue publ icala Filoso fa del derecho, 1821, es el del Congreso de laSan ta Alianza, en Laybnch.

    Da sus cu rsos de Fiosoia de la historia entre 1822y 1831, en el seno de las mayores conmociones de lahi storia. Los emp ieza cuando Grecia . en 1822, procla-ma en Epida uro su independencia ; y m ientras los

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    vuel ve ms compleja. El p robl ema de la libertad sepl an tea, en lo sucesivo, en trminos nuevos: cmo re-encontrar la inmanencia v iviente de la totalidad so-cial en el hombre integrando el momento de la sepa-racin, el momento de la subjetividad? La libertad sedefine siempre por la part icipacin en el todo, pero atr avs de la consciencia de s.

    Con el cri stianismo, la con sciencia conoci una do-bl e convulsin : la oposicin de dos mundos, el d e aquy el del ms all , y la misma oposicin transpuesta a lin ter ior del hombre. El universo cristiano es el de laconscien cia desventurada.

    H egel no ve en ello un accidente de la historia,sino una ley nece saria del desarrollo: en lo sucesivo,para alcanzar la felicidad hay que pasar por la des-dicha. ste es un tema central en la obra de Holder-Jin y de Ooc th c. sta es tambin la idea maestra d e lafilosofa de la historia de Hegel. La historia es lallegada de la libertad. Pero el progreso no es lineal.En la Introduccin a sus Lecciones sobre la filosofade la his toria, en las cuales su sistema idealista llegaa su pl eno desarrollo, Hegel dar la ms clara frmuladel carcter con tradictorio, dia lctico, de este pro-greso; carcter con tra dic torio que haba ya descu-bierto en Rousseau y en su concepto de la civi lizacin.

    Comparando la evolucin natural con el progresode la hi storia y del espr itu, H egel escr ibir : El in-d ividuo orgnico se produce a s mi smo, se convi er teen lo que ya es en s ... Esta evolucin se produce demanera inmedi ata, sin oposiciones ni obstculos. Nadapuede inm iscuirse entre el concepto y su real izacin,entre la na turaleza del origen d eterminado en s y laexistencia q ue le corresponde . En el espr itu esto esdiferente. El paso de su determinacin a su realiza-cin se produce gracia s a la consciencia y a la voluntad,

    El pen samiento de H egel

    profesa, el trono de Espaa se ve sacudi do, Amr icaLatina rom pe el yugo colon ial de Espaa, y en 1825 cs.talla en San Pctcrsburgo la insurreccin d e los decem-br istas. Esta Fiiosoj ia de la his toria la escribe duran teel intervalo que va de la muer te de Byron en Mi sso-longhi al p erodo en que Dclacroix pinta L a barricadade la ~cvolucin de J~lio, cuando Sant-Simon y Owenan uncia n una n ueva epoca.. La, ~olosa l obra de H egel slo result a plenamentetn teh glble, e~trc los resplan dores de este apocalipsis.ste es e~ lI111 CO c~ntexto en el que se hace inteligiblela ~en ~a~lva hegeliana de sntesis entre lo universal yel individuo, entre el legos d e los griegos y el m o-men to cristiano d e la sub jetividad .. Cu ando H egel, a los veint e aos, vio en la R evolu-

    cin Francesa la resp uesta a los problema s planteadospor la si tuacin alemana, crey d escubrir el modelode libertad ms p erfecta , el d e la armona en tre elindividuo y la sociedad y, por tanto, de la armonainterior del individuo entre su razn y sus pasiones,en la polis y la religin de los griegos.

    Pero el desarrollo mismo de la R evolucin Francesay las di ficultades con las que choc en Francia, v a nms en Alemania, el antagonismo, cada vez mis evi-gente, en tre el ideal de la (voluntad gen eral y losin tereses privados, sus coaliciones y sus rebeliones, sonla experiencia que cond uce a H egel a buscar las fuen-tes histricas de esta afirmacin del individuo de laparticularidad, contra el todo. El estu dio de la disgre-gacin de la ciudad ant igua . del nacimiento d el cris-

    t~~nismo y ~e su evolucin , l~ conduce a una concep-cien de la libertad mucho mas compleja v rica. A laparticipacin activa del hombre en su ciuead terrestrese aade una n ueva exigen cia : la irreduct ible sub .jetividad del hombre. La problem ti ca de Hegel se

    l . Vida y problemtica de H egel 15

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    en el individuo, d e la particulari dad en lo absoluto. Lainmanencia de lo infinito en lo finito es uno de lostemas fundamentales del sistema hegel iano, y que ensu form a pr imitiva tiene una resonancia mstica .

    Hegel lo expresa, en el S)'stem fragment de 1880,de una forma que ya preanuncia su filosofa total-mente elaborada : El concepto de ind ividualidad im-plica oposicin y unin con la diversidad infinita. Unhombre slo es vida individual en tanto que es otrorespecto a todos los elementos y en tanto que lo infi-nito de la vida individual est fuera de l. Slo esvida ind ividu al en tanto que es uno con todos loselementos, con todo lo infinito de la vida fuera de l.Slo es en tanto q U t el todo d e la vida est di vid ido.l es una par te, el resto la otra. Solamente es en tan toque no es ningun a par te y en tanto qu e no hay nadaseparado de l (Nohl, 346).

    As, cada realidad par ticular , cada exper iencia in-d ividual es revelacin de lo absoluto de la vida irra-d iada en la multiplicidad de sus expresiones concre -tas. C uando en el hombre la tota lidad toma cons-ciencia de s misma, se esboza un movimiento inversode re tomo a la un idad. El desarrollo del todo en ladi versidad y en lo particular es el movimiento de lavida. El movimiento de re tomo mediante el cual elindi vid uo recoge en s el todo es el Espritu: En oposici n a la multiplicidad abstracta de lo que ha muer-to, se p uede llamar a la vida in finita Espritu, puestoqu e el Espr it u es la unidad viviente de lo d istinto"(Nohl. 347).

    Hegel, en lo sucesivo, se dedicar a estud iar en lascosas la man ifestacin d e lo absoluto, y, para l, latarea de la filosofa ser descubrir su verdad , es decir,su relacin con el todo.

    Lo finito no tiene sent ido n i realidad si no es a

    El pensamiento de H egel

    las cuale.s est? en principio. sumergidas en su vidana.tmal inmediata; como objeto y como fin , tienenpr rmero la determinacin na tural como tal, la cua l?ado.que es el espritu el que la anima, es en sI mismainfinita e~ cuanto. ~ su pretensi n, su poder y su r i-q ueza. ASI, el esp ritu le opone a si mismo en s ' espara si mismo el verdadero obstcu lo q ue de be ven-cer; !aevolucin, serena produccin en la natu raleza,consn ruye para el esp r itu una lucha du ra in fini tacon tra s~ mismo. Lo que el espritu quiere e; alcall7a;su prop IO .conc~~to ; pero l mismo se lo esconde yen esta al iena ci n de si mismo se siente arrogan tey. ll eno de alegri a. De esta forma , la evolucin no essl,mple ecl~sin , . sin trabajo y sin lucha, como la de la\:lda org nica, su~o es el trabajo duro y enrgico rca-Hzado sobr." .s ~1.smO)) (Ph H , p. 58).

    ~sta anucrpacon del desarrollo d el pe nsamiento he.ge!lano, al mostrar el. fina l de s.u trayect or ia, nos peromue comprender mejor el sent ido de los pasos in icia-les: Hegel se ,:sfuerza por superar el pesimi smo deRousseau. substituyendo la idea demasiado simple de~rogreso, tal romo habla sido elaborada por la filoso-ha de las 1~~es J) (por Condorcet, por ejemplo), poruna concepcron de progreso que integre el momentode la separacin, de la destruccin de la u n idad dela consciencia de s, que es una consciencia desven-turada.

    He~el . in.ten t realiza r la sntes is del helenismo yd el crlStlanlS~o. D~l .helen ismo, en el que el hom-bre, ~n I~ unidad vivie n te de la polis, no ha tomadoconscrencra de su desdic ha. y del cri stianismo, en elqu e el hombre, llegado a la ms aguda conscienciade s, al desgarramien to y a la desesperanza, no ha to-mado conscien cia de su dicha.

    El destino es la forma de existencia de la tota lida d

    l . Vida y problemtica de Hegel 17

  • 18 19El pensamiento de Hegel

    tra vs de lo infin ito, del cua l es la expresin limitada,es decir , provisional. Pu es por el hecho de su limi-tacin, lo finito no est unido al todo m v que por elmovim iento mismo de su propia superacin, de supropia muer te, que es a su vez la superacin del in-dividuo por el todo. Lo infinito slo se realiza y sedespliega a travs de la sup eracin , la substi tucin deun ser fini to por otro. El movimiento mediante el cuallo finito lleva en si, dada su natu raleza, el princip iode su propia destruccin es el movimiento mismo dela vida como totalidad.

    Hacia 1800, la perspectiva h istri ca se vuelve, paraH egel, obscura. Despu s del T error, el gran sueo he-lnico se ha desvanecido como un espejismo: ya no leparece posible que la totalidad social se halle d irec-tamen te presente y actuante en cada individuo comolo estuvo para el ciudadano libre de la Polis. O latotalidad liquida la pa rt icular idad, como fue el caso,segn el parecer de H egel, de la p oca del Terror, ola red de intereses privados se interpone en tre elindividuo y el Estado, concediendo a la sociedad ci-vil, a travs de la urdimbre de los apetitos y lascodicias econmicas enfrentadas, la dom inacin realsobre los individuos y el Estado, como atestiguan lascorr upciones de los hombr es de negocios del Direc-tor io.

    El Consulado y el rgimen napolenico constituyen.para H egel, la solucin de este problema : el Estadotomando por su cuenta los grandes in tereses econ mi-cos e imponiendo un orden al caos de las compe-tencias.

    De esta form a, el T err or y su fracaso fueron laexperienci a histrica y metafsica de la derrota de la

    l . Vida y prob lemdtica de H egel

    virt ud abstracta. Esta experi encia condujo a Hegela un cambio radical en su actitud respecto a la rea-lidad burguesa. La R evolucin Fra ncesa y el cambioqu e en ella se produjo ejercieron su influencia tan toen el plano ideolgico como en el pol tico. En elplano ideolgico se trata del juicio de 1Ie~el ~obrela evolucin de las luchas internas de Francia. En elplan o poltico se trata de las consecuencias prcticasq ue en Alemania tuvieron las guerras de la Repblicafran cesa contra la intervencin fcudal y absolutista dclos prncipes europeos. Estas dos ser ies ~e ~n.fluenciastendieron a apartar a Hegel de sus prmuu vas con-cepciones. .

    Anali zando el primer aspecto, el de la evolucin dela situacin en Francia , ten emos qu e la r eaccin ter-midoriana )' el Director io fue ron la revancha de lasocieda d civil, del hervidero de egosmos en losqu e el liberalismo, anarqua de las volu ntades parriculares er igidas a la altura de un principio, slo ex-pr esa la perdida del sent ido del Estado.

    Entonces, dice Hegel, se manifest la necesidad ab-solu ta de un pod er gubernamental. Napolen lo ins-tituy bajo la forma de un poder mili tar y se coloc,a continuacin, a la cabeza de este nuevo Estado comovolun tad Individual Wh H , p. 401).

    Contra el T error, triunfo abstracto del Estado, ycontra el li beral ismo, tri unfo abstracto de los indivi-duos , H egel ve en la organizacin napolen ica del Es-tado el modelo de 10 un iversal concreto. es decir, un amonarqu a que integra la pa r ticu lar idad de los inte-reses individuales con una universalidad concreta delEstado.

    La sociedad civil, es decir, la red de intereses pri-vados en el rgi men capitalista, est as integrada enel Estado como uno de sus momentos necesarios. Los

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    1I0s momentos, con amargura : Los d irigen tes de lagran nac in han abandonado los ms sagrados dere-ches de la humanidad al desprecio y a la.s burl as denuestros enemigos. No conozco venganza comparablea la magni tud dc su cr imen.

    Hegel va p erdiendo confianza en el ideal revolu -cionari o. Cmo resolver el conf licto entre sus aspira-ciones y el mundo rea l de su poca? Cmo puede elhombre, en cuanto individ uo, realizar su exigenciahumana de desar rollo de la persona lidad en una so-ciedad cuya ley fundamental de expansin exige yexalta. por una parte. esta ex igencia y. por otra, aplastay degrada con toda su fuerza a la persona hu mana?

    Esta gran contradiccin domina. en lo sucesivo, laevolucin del pensamiento hegeliano. H egel tiene unaconsciencia demasiado lcida y profunda de la reali-dad h istr ica y del movimien to real q ue la animapara predicar la evasin y la rebel in abstractas delromanticismo, y menos a n para exaltar el pasado opara exigir un debe r sin relacin con el ser.

    Desdeando toda ilusin, se vuelve hacia el saber y lahistoria para descubr ir en ellos el secreto de la libertady del desarro llo del hombre. El saber que le perm itidparticipa r en la comprensin de la significacin totalde l m undo. y la h istor ia qu e le asegurar el desarrolloy las conclusiones necesar ias.

    Evocando la situacin de su pas y la'> rebelionesde su juvent ud, Hegel escribi : Las sigu ientes pgi-nas son la voz de un alma q ue. con con trar iedad. sedespide de aquella esperanza de ver surgi r el Estadoalemn de su Insigni f icancia )' q ue, antes de abandonarpor completo esas esperanzas, que rr a un a vez msrecordar in tensament e sus deseos cada vez ms dbi-les y gozar a n, por ltima vez, en la dbil fe de sur ea l izaci n (Verassung des deutsc hen R eiche.f).

    El pensam iento de Hegel

    intereses privados, egostas. de sgarran la sociedad, peroH egel, en lo sucesivo, ren unciar a afrontar de form arevolucionaria este desga rram ien to.

    El sc~undo aspecto de la influencia ejercida en elpensamiento de H egel por el desarrollo de la Revolu -

    C ~Il Francesa esut un ido a un pro blema poltico inme-(hato planteado al pu eblo alemn por la transforma -cin del car cter de las guerras de la R evolucin Fran-cesa. Defensivas en un pri nci pio, se con vierten luegoen agresivas. Pr imero revolu cionarias y tendentes a li-q uidar las supervivencias feudales de los paises veci-nos, bases de agresin con tra la joven Repblica fran -cesa, van convirtind ose en guerr as de conq uista vde rapia. '

    En Alemania, las consec uencias de las victorias delos ejrci tos franceses son contradictor ias : los espri tu..ms progresistas de Alemania esperan un cambio en la" ida pol tica y social. Hegel, al igual q ue Goethe,Sch ill~r y Fichte, comparte esta esperanza . Pero laconquista francesa agrava la divisin nacional en Ale-mania, pu es otorga a las fue rzas feudales absolutistas,en Austria y Pru sia, una impor tancia cada vez mayor .La creacin de un Estado uni tar io se convier te en unaperspectiva con grandes posibil idades reaccionarias.

    En Fra ncia, la causa de la nacin y de la libertadson una misma cosa. En Alemania, la victor ia de lalibertad sign ificaba la destru ccin de la nacin , la vic-toria de la unidad. nacional conduca a la destruccinde la libertad.

    La decepcin de Hegel es sumamente violen ta des-pus del Congreso de Rasrad t (diciembre de 1797.abr il de 1799), el cual acaba con la p rimera guerra decoalicin cont ra Francia. El Congreso de Rasradt lepareci un mezqu ino mercadeo por el cual el territo-rio alemn result amputado. Hegel escr ibi, en aque-

    J. Vida y problemtica de Hegel 2 1

  • 22 El pensamiento de H egel l . Vida y problemtica ele H egel 23

    H egel decide as, sigu iendo la corr ien te (ca rtadel 9 de feb rero de 1797. Bre wechsel, l . p. 49), re-conciliarse con el mundo real.

    Su afirmacin de la soberana del hom bre le hab acond ucido, hasta en tonces, a d istingu ir en la historiatres etapas fundamentales :

    (a) la de la ciudad an tigua , de esas repbl icas li -bres en las que el ciudadano se rea liza totalm en te ;

    (b) la del cristiani smo, perodo d e servid umbre enel que el individuo, re plegndose sobre s mismo, con-cibc la naturaleza y la sociedad como poderes ex tra-os (alienados):

    (e) la de la R evolucin Francesa, que permi te unareconquista de la libertad concreta del ciudadano an otiguo al asegurar la part icularidad de cada individuo.

    Ahora H egel , tras la experiencia de Tcrmidor , elDirectorio, las guerras de conqu ista del Consulado. elestablecimiento del statu quo socia l en Alemania, su -fre do lorosamente las contrad icciones de su poca.

    Puesto que ya no se trata de una transformacinrevolucionaria de este mun do, hay que re plantearlodesde dentro y, sin cambiar el orden o los desrde nes,encontrar en l las significacion es vivas que p ermitir nal hombre indi vidual superar en el pensamiento laprosa mortifican te de esta re alidad, y vivir sin embargoen ella una vida humana. El problema pol ti co y socialse convier te en problema filosfico y moral.

    E~ H egel se manifie sta toda la grandeza y todas lasde bilidades de su poca , que es la d e la RevolucinFrancesa, pero vista a travs del prisma de la realidadalemana de esta m isma poca, en la qu e la burguesaalemana era incapaz de realizar este sueo.

    De aqu se desprende la contrad iccin principal dela obra de H egel: una exaltacin ter ica de la Revo-

    lu cin f rancesa. q ue en la pr ctica se transforma enuna justi ficacin de la monarqua prusiana.

    Las contrad icciones histr icas se encuentran trans-puestas a u n plano moral, r elig ioso y finalmente filo-sfico; la tarea de la filosofa de H egel es, pues, la deelevar hasta el concepto el sentimiento de desgarro,esta experiencia vivida de la conrradiccnv el dolor.

    ste es un tema d efinitivo en el pen scrmento hege-liano : en la D terencia en tre los sistemas filosficosde Ficht e y Schelling (p. 139), Hegel proclama ya quela supresin de la escisin est planteada como latarea formal d e la filosofa: en sus Lecciones sobrela filosofa de la religi, plant ea el problema en . l.asmismos trminos: se tra ta de alcanzar la reconcil ia-ci n , y esto slo es posible sl la escisin est reeuel-ta (1" par te, p . 27).

    H egel toma de la teolog a cristian~ ~us temas [un-da mentales ; Encarnacin, Ca lda . Tnmdad.

    El Dios-hombre del cristian ismo es, para l, el pro-totipo concreto de toda realidad viviente, es de~ir , detoda realidad que rechaza encerrarse. en si m isma rq u e consiente en morir para d.evem r 10 otro de 51,p ara realizar de esta [arma m~dlante ~u m~erte y suresur reccin el paso de 10 fini to a lo infi n ito .

    El espri tu fin ito es el espritu infinito reconciliado:el hombre tomando consciencia de su divinidad y lodivino tomando en el hombre consciencia de s mismo,ste es el con tenido que Hegel tra ta de concep tualizar.Co nsidera q ue la tarea de la filosofa cons iste en res-t aurar la unidad y la totalidad origi nales del univer-so, desgarrado por el pecado y la cad a.

    La totalidad concreta, vivien te, no p ued e alcanzarsems que a tr avs d el desgarramiento, la separacin, eldolor. Aceptar el desgarramien to, la separacin , el do-lar, comprendiendo su n ecesidad e integrndolos en

  • 24

    La Revolucin Francesa vuelve a considera r, porvez primera desde los siglos de la cr istiandad, el lugardel hombre como individuo en la natura leza y en lasociedad.

    La negacin, en el pensamiento p rerrevolucionariodel siglo XVIII francs, del orden trad icional en todossus espectos-c-pol tt icos, re ligiosos, econm icos, socia-les, estticos, morales-e-ha da do al hombre la sensacinde una vertiginosa libertad. .

    La Revolu cin Fran cesa es p..ara H egel la expen -men taci n prctica de esta libertad. Espera de ella unarespuesta a la pr egunta que se planteaba d esde su es-tancia en el seminari o de T bi nge n, a la preguntaque no han cesado de plan tearse los ho,?~res d~s~cla conmocin del mundo feu dal y de la visi n reli gio-sa del mundo que le corresponda : la libertad apare ceen lo sucesivo al hombre bajo un doble aspecto : comoel poder individual que puede rechazad o tO(~O ycomo la responsabilida d social q ue debe constr uir elfuturo de todos.

    El prob lema de H egel estri ba en reconci liar estosdos momentos de la liber tad : la libertad que slop uede real iza rse totalmente en la sociedad (H egel d ir :en el Esta do), cuyo pri mer modelo se lo hab a propor-cionado la Ciudad ant igua, y la liber tad basa da en lasingularidad personal, de la cual el cr istian ismo for -mul una total exigencia .

    El n uevo orden surgido de la Revolucin Francesa,el orde n de la burguesa y del cap ital vencedor del sis-tema feu dal, m an ifest, desde S1I victoria, las contra -dicciones fundam entales q ue const itu iran en 10 suces i-\ '0 el motor de su desarrollo; las q ue lo conducirfana su apogeo ), a su d ecad encia.

    El problema de H egel nace en la experiencia vividade estas contrad icciones, de la necesidad de superarlas :

    El pensamiento de H egel

    la feli cidad como uno de sus momen tos, sta es la pro-blemtica d e H egel. El cristianismo dar a esta acti -tud su just ificacin.

    La posib ilidad de una en tera placidez desp us d eun desgarro tota l es, para H egel, lo esencial d e lareligin y lo esencial tambi n de la filosofa, de lavida d el espr it u.

    La d ialct ica de la vida nos arroja. mediante el mo-vimiento de cada ser finito , en el in finito que lo su-pera . Este movimiento, mediante el cua l se descubrela presencia viva del tod o en cada part e y ms alhl d eel la, es el esprit u. 1.0 dado, lo pasivo, el ser lim itado,se conv ier te en un momen to de l todo, deviene,

    Este mundo Iausti ano, como l o conceb a Co cthe, esesfuerzo ~ ncesan tc e in cesante cr eacin. D ios csnl p re-sente y VI VO en la mu erte de cada ser finito Medianteesta mis ma muerte se re vela en un m undo en el cualel d esgarramiento es la ley, pu esto que lo absoluto nopuede man ifestarse como tal y no p uede ser en trevistoms que a travs de la muerte y la superacin, a tra-vs del deveni r de cada cosa. El movimi ento y el ter-mento de las cosas son la imagen visible de lo invi-sible y constant e gnesis de Dios.

    La tarea de la filosoffa es en tonces parecida a la dela religin : supcrar el d esgarramiento y la separacin .Lo q~e la rel igin expresa bajo las especies de la re-vela cin y de la tra scendencia, la filosofa lo traduce apensam iento especula tivo de una forma inman en te:todo est en Dios, Dios est en todo.

    En este instante podemos replant earnos en su un idadlos gra ndes mom entos de la toma d e consciencia, porpart e de H egel, del probl ema fundamen tal d e sutiemp o,

    l . Vida y problemtica de Hegel 25

  • 26 El pensam iento de H egel

    cmo encontrar una reconciliaci n inmanente deestas contrad icciones?

    Con un gran sent ido de la realidad y de la h istoria.Hegel no q uiere n i moderar estas contrad icciones. nisometer a examen el rgimen que las engendra . y q ueera en aquel entonces el nico posible. No espera delext erior ni ngu na salvacin, pues no conoce m srealidad que la que nace de los esfuerzos de la huma-nidad realizados a lo largo de su historia.

    Para qu e el hom bre conquiste a la vez la mayor li-bertad y la felici dad, para qu e se encuentre totalmen teen su casa en el mundo qu e acaba de nacer, es precisosup erar todas las contradicciones, pero no mediant e elcomb ate, puesto que el principio del nuevo orden noha sido puesto en duda, sino por una racional izacintotal de lo real, por la toma de consciencia de la nece-sidad de la contradiccin}' de su racionalida d.

    Slo en tonces el hombre superar la experienciav~vida del desgar ramiento. de la angustia . de la pr-dida ~e lo que l crea q ue era su centro y su esencia.su DlOS. y slo entonces alcanzar la sabidura, elsaber absolu to de la natu raleza y de la h istor ia, elcual se ident ifica con el mismo acto de su creaciny lo coloca en el lugar de Dios.

    C A P iT UL O 11

    E L ~I I':TODO D E H EG EL

    Cuando Hegel presenta su mtodo como la conclusinde la empresa de sus predecesores, no deja nu nca derecordar la fuen te primera de esta inter ior idad ab-solu ta, de esta autonoma del esp ritu con respectoal mundo natu ral y social, }' que constituye el pu ntoele par tirla de su pensamien to: la Reforma lut erana.Esta conquista de la verdadera subjetividad, de la in-ter ior idad del espr itu, est en el origen de la libe-racin del hombre respecto a toda esclavitu d y a todaalienacin. De esta manera se colocaba el Iundamen-to de un mon ismo del espritu que Hegel busca ati entas durante toda su juventud y que organiza ensistema tan pronto como consigue la total elaboracinde su mtodo.

    Descar tes es, para l, el h roe de la filosof a mo-derna que convier te el pensamien to puro en el pri n-cipio de todas las cosas y en el que est contenida todarealidad obj etiva. Pero este pensamiento es an abs-t racto y no pu ede adquirir , sin recurrir a la experie n-cia, un conteni do concreto.

    Spinoza ha captado el pensamiento y el ser en suunidad. Su obra constituye un pun to crucia l en lafilosofa moderna. Pero concibe la substancia de un aforma muy pobre, ignora la negacin de la negacin,y, en consecu encia, la subjetividad y la personalidad.Su mtodo, tomado de las matemticas, permanece ex-terior al Ser concre to y no pu ede expresar lo real en sutotali dad vivien te.

    La mnada pensante de Leibniz devuelve sus de-rechos a la ind ividualidad y al dinamismo de la subs-

    27

  • m ien te es activo, product ivo, y {Iue no puede com-prender ms q uc lo que ha hecho, Fich~e tuvo el m-r ito, reconocido por H egel, de ser el pn mero en con-cebir el verdadero mtodo filosfico : el de la consrruc-cin especulativa, q ue par te del esp r itu y progrese d enegacin en negacin al oponerse su contrarro y sup e-ra rlo.

    Este m todo fu e extend ido por Schell in g a toda lanatura leza, al aplicar un esq uema ex ter ior a las cosas,e n virt ud de analoga s ar bitrarias. Hegel dijo enca re -cidamen te {Ille Schell ing ha sustituido el concep topor el ant-mtodo del presen tim ient o y el ent usiasmo"(F, p. 33). . ,

    H egel piensa que no se p uede partir de la maten apara obtener de ella la consciencia, n i de la puraconsciencia de s para obtener la mat er ia. M..is .all d elmaterialismo mecan icista y d el ideal ismo sub jetivo, H e-gel busca en las p erspecti vas del id ealismo objetivoun mtodo que capte la totalidad de 10 real.

    La ide ntidad del sujeto y del obje to debe ser esta-blecida de tal forma q ue cada uno pueda llegar aell a : hay q ue demostrar q ue est cn la n aturaleza delo subjetivo cl tra nsformarse en obje tivo y que lo ob -jetivo de be transformarse en subje tivo.

    Lo absoluto debe ser entend ido concretamente :l . Como sujeto, es deci r, como poder espontneo

    de d iferenciacin y de realizacin .2. Como resultado, es dec ir , como un ser vivi ente

    q ue slo se realiza al final por el conju nto de su desa-ITalia.

    No puede, pues, man ifestarse Inm edia tamente enuna int uicin in telectual q ue exija una inspi racinprivilegiada o excepcional. La identidad del sujeto ydel objeto no est en el inicio, sino en el fin. Exigeuna demostracin rigurosa : la Feno meno ogia del es-

    El pensamiento de Hegel

    landa. Pero no llega a u nir el mome nt o dc la mu lti-pl icidad }' de la pasividad de las mnadas, unas en re-lacin con las otras, Con el momento de su interiori -dad }' de su act ividad. Entonces se ve obligado a recu -rrir a Dios para superar esta contradiccin y establecerla armon a ; Dios se convier te en una especie dearroyo por el que desap arecen todas las contrad lcco-nes (H PIl , J1f, 2, e, 1).

    El verdadero pr incipio especula tivo slo sera des-cu bic:(o.P?T Kant y form ulado totalment e por Ficht e.El pn nclplO de la sobera na del pensamiento hu manoen la nat uraleza y cn la sociedad fu e planteado en laprctica po r la Revolucin Francesa y en la teo rapor Kant. Contra la an tigua m etafsica y contra el em-pi rismo que tienen la comn caracterstica de su d ogornati smo, de par tir de datos (de la razn o de lossent idos), Kant tu vo el mri to esencia l d e despertar Iaconsciencia de la in terioridad absolu ta v d e re cha zarabsolutamente el dejar actu ar y prevalecer en ella unelemento cual qu iera que tenga un carcter de extc-rioridadlJ (Ene, 60). De esta forma, el espri tu hatomado consciencia de s mismo, y es por ello por loq ue H egel cons idera la filosofa de Kant como (dabase )' el pum a d e part ida de la filosof a moderna ale.mana) (L , 1, p. 80). Pero por el mismo hecho de ha.ber planteado este pr in cip io fundamen tal de la sobe-ran a absoluta del pen samient o. hace ms escan dalosala incongruencia ~e no ver en las categoras ms q ueuna forma extenor q ue no nos permitir a penetraren el corazn de las cosas.

    Fich te no logr li berarse de este subje tivismo prima-r io que n iega al hom bre el conocimiento dc la natu -ra leza y d e Dios, Conti nuando la obra de Kan t, q ues~n taba las bases dc un mtodo d e constru ccin a prio-n , y partiendo de la idea kantiana de q ue el pcnsa-

    /l . M todo de H egd 29

  • 30

    Las mismas matemticas y la fsica han tom adootro ru mbo: las matemticas deben levan tarse al ni -vel de las nuevas exigencias de la fsica. que revelacmo la na tura leza es mucho ms compleja d e lo quepoda creerse med io siglo atrs. El estud io d e las per-turbaciones en la mecnica celeste. de la propagacinde los movimient os (cuerdas vibratorias, tubos sono-ros, propagacin del Calor) condujo al empleo d e nue-" OS instrumentos matemticos (ecuaciones de derivadasparciales. funciones discontinuas, etc.) en los q ue lasopera ciones tradicionales del clculo infin itesimal nopod an ap licarse mecn icamen te. En su L gica, H egelse re fiere explci tamente, en var ias ocasiones, a lostra bajos de mat emticos contemporneos, princip al-mente a las Reflexiones sobre la m cta sica del clcul oinfin itesimal de Lazare Carnot, aparecidas en 1797,y a la Teovia de las funciones analticas de Lagrange,aparecida tambin en 1797.

    En cuanto a las ciencias humanas, la R evolucinFrancesa renov profundamente la concepcin mismade la histor ia y d io sentido al deven ir de las socieda-des, a sus con trad icciones y a sus crisis.

    Se mani fiesta cla ramente q ue la racionalidad de lana tura leza, y menos an la de la hi stori a, no puede re-ducirse a un modelo nico e in mutable. La natura lezacambia. El m undo tiene una historia. Van crendosecoru in uamente n uevas formas. La creacin es un mito,No hay civili za ci n et erna o ideologa definitiva.

    La teor a del desarrollo, la di alct ica concreta d e lanat uraleza , d e la h istoria y d el pensamien to, no pued eser todava elaborada en su totalidad ; el desarrollode la termod inmica y el fundamento cientfico de lateor la de la evoluci n le apor tarn elementos deci-SIVOS.

    Pero H egel puede superar ya las concepciones me -

    El remamiento de Hegel

    p rit u nos inici ar a las etapas que la conscienci a debeatravesar pa ra alcanzar el saber absoluto.

    Esta. supera~in de la trad icin filosfica fue posible~Clas al ni vel de desarrollo alcanzado por las cien-eras en la poca de Hegel. Esta es precisamente lasegunda fuen te de su mtodo .

    Los materialistas fra nceses del siglo XVIII basaban susanlisis filosficos en un a ciencia p uramente mecani -elata, debido a que solamente la mecnica habla lle-gado a un al to grado de desarrollo. Los fen menos dela vida, tan to en el animal como en el hombre, eranexplicados a par tir de modelos mecn icos. N i la mis-ma filo.s~fa ~uper apc~as este nivel de explicacin :las anticipaciones de Diderot r especto a la evolucinde las especies, la concepcin de la natural eza como

    ~otal.i~ad orgn ica en Rob inet no son a n ms q uein tUiCIOnes conf usas sobre una reali dad todava no ex.p lorada.

    Sin embargo, H egel dispone )'a de nuevos elemen-tos: Kant y Laplace han form ulado sus h ip tesis so-bre la for macin del sistema solar , Lama rck-c-despu sde Buffon y Geoffroy S.lin t-H ilaire_ ha elaborado laidea centra l del transformismo, Lavoisier ha extirpa-do de la, 9.umica las teoras de la flogstica, Goethe--cuya VISIn del mun do ejerci una profunda inluen-d a en el pensam iento d e H egel- ha dado form a llr.iraa la idea de la unidad org nica d e la naturaleza, habuscado con el mtodo del fen meno or igi nario lasformas fundamen tales capaces de producir. por meta -morfosis: todas las d ems formas, dando as cuerpoa la noci n de un pensamiento orgn ico, de un con-cepto que no ser a un a abstraccin , sino un germenvivo en el corazn mismo del con cep to,

    JI. M todo de H egel 31

  • 32 El pemamielllo de Hegel JI . Mtodo de H egel

    can icistns y metafsicas de SllS predecesores )' formular.aunque bajo unas formas especulati vas, algunas de lasgrandes leyes del deven ir.

    Dos elementos nuevos. dos caractersticas gen era les,que condiciona n el desarrollo de todas las ciencias dela poca, han con tr ibuido poderosamente a la elabo-racin del pensamient o d ialctico, stas son la ideade q ue la natura leza no puede ser concebida sin mo-vimien to. la de q ue el movim iento es inseparable dela mat er ia, y la idea de totalidad org nica y d e vida .

    La idea centra l de Goethe de que el universo esUIl organ ismo, es un a de las p r incipales conqu istas delestu dio cientfico del deven ir concreto, El conceptode totalida d domi na en lo sucesivo en las cienciasnatu rales y socia les. Si Lessing proclama q ue nada enel mu ndo est aislado. H erder por su pan e abordala historia con un espr itu similar.

    Cuando H egel, en su juven tu d, resum a su progra ma con esta frmula: {( pensar la vidu, de fin a a lavez la intuicin cen tral de su obra . La idea del de-venir concreto y del desarrollo. la de la totalidadorgn ica. la d e la contrad iccin, la del cambio cuali -ta tivo. son expresiones del fen meno de la vida. H e-gel se inspira r en estos temas para conceb ir la natu -raleza, la h istoria y el pensam iento como u n organismoq ue realiza progresivamen te sus diversos aspectos, susdiversos momentos.

    Con ceb ir la vida de la sociedad como la de u n a l"ganismo tiene. por otra parte, una determ inada sigui-ficacin histrica y poltica. Aqu d escubrimos la ter-ceTa fuen te del mtodo hegeli an o: las condiciones his-tr icas y pollticas de su poca han determinado engran medida. d ebido a la na tu ra leza de los proble-mas planteados. la naturaleza del mtodo adecuadopara resolverlos.

    H egel realiz esta tar ea con una clara conscienciade sus objeti vos y de su mtodo. . .

    En p rimer lugar re chaza la utopla , Combate la Ideade que tila prueba de u n pen samien to libre ra diq ueen el no-conformismo. Conde na los desordenados en -tusiasmos que ti enden Ha disolver en la exaltacindel nimo .. . esta r ica articu lacin ntima d el Estado,su arqu itectura ra cional, que. por !a d ist incin m.uyclara de las esferas de la vida p blica y de su legt ri-midad respectiva, por el r igor d e la medida que manotiene cada pilar . cada arco, cada contrafu erte, ~acenacer la fu erza del todo de la armona de sus rmem-bros. Estigmatiza la liber tad d el vado . .. tanto po-l tico como religioso, el fanat ismo de la destruccinde todo orden social ex istente (FD, prefacio. p . 25).

    Con tra lo ar bitrario d e las preferencias subj etiva).H egel estima q ue la filosofa. p uesto q ue es el Iun -damento de lo racional, es la in teligencia del presentey de 10 real y no es la constr uccin de un ms all quesabe Dios dnde se encontra r a ... Se tra ta de recono-cer en la apar iencia de lo temporal y de lo pasajero lasubsta ncia qu e est inman ente y lo eterno que estpresente ... descubrir la pulsacin in terior y sent irlala tir ha sta ba jo su apari encia ex teri or .. . As, ~uestrotra tado, al ofrecer la ciencia del Estado. no qUIere serms q ue un intento de concebir el Estado como algoracional en s . o. Concebir lo que es es la tarea de lafilosofa, pues lo q ue es es la razn o Reconocer la ra-zn como la rosa en la cr uz del sufr imiento presentey regocijarse con ella es la visin ra ciona l y m:diador.aque reco ncilia con la realidad (FD, prefacio, pgi-nas SS35).

    H enos aqu ante el ob jetive persegu ido, ante la na-turaleza d el problema que hay que resolver y, portan to, ant e 10 que determin ar el mtodo que corres-

  • 34 El pensamiento de Hegel 11. M todo de H egel 35

    ponda. Se trata de una justi ficacin del orden estable-cido. de una d ialct ica de justificaci n, y no, como enel caso de Marx , de una d ial ct ica de superacin . Parauno el pr esent e es un resultado, un punto de llegada.Para el otro el preseme es un pun to de partida .

    Hegel se asign como tarea encontrar un mtodocapaz de justificar lo real en su totalidad (y. por tanto,en sus contradicciones mismas) y en su conclusin . Ladialctica especulat iva de H egel ti ene como final idadpensar la vida, es decir, probar q ue el mundo esenteramente la obra del espritu, hasta en lo que apa-ren temente contra dice las ex igencia s mismas del es-pritu.

    Cu ando la burgu esa triunfante ha instaurado. conNapolen , su orden slidamen te no puede ya darlejustificaciones basadas n icamen te en la h istoria, puestales ju stificaciones seran peligro sas: establecer an almismo ti empo la neces idad del orden actual y la ne-cesidad de su superacin .

    Hegel es perfectamente consciente de este peligroy por ello. aunque reconoce los mritos de este m-todo. rechaza finalmen te su prin cipio.

    Mon tesq ui eu concib i la idea de la neces ida d h is-trica no considerando las leyes abstractamente. sinocomo elementos de una totalidad. Pero se contentcon esta blecer una necesidad histrica y no una neocesidad racional. Ahora bi en , como subraya Hegel,llega a esta legiti macin por la historia cuando con-funde la gnesis temporal con la gnes is conceptual dehacer inconscien tem ent e lo contrario de lo que ellapre tend e. Cu ando una institucin nace, en unas cir -cunstancias det erminadas. totalment e necesaria y adap-tada, y llenando as el lugar q ue el punto de vistahi strico exige, entonces, si se generaliza este tipo dejusti icacin, se produce lo contrario, pues, puesto que

    las circunstancias no son ya las mi smas, la insti tu cinha perdido su sentido y su derecho (FD, p. 41).

    H egel es pl enament e conscien te de que las [ustifi-rac iones de los m todos vlidos en el perodo prerrevo-lucionat io para suprimir las insti tu cion es feu dales sevuelven pel igrosas en el perodo de instalacin )' esta-hilizacin del nuevo rgim en. Solam ente u n mtodoespe culativo, ide alista, dar las justificacion es necesa-rias. En las ltimas pag inas de su Lgica. Hegel dice(I" t el mtodo d ialcti co es (da asp iradn ma'y0r Jd el(espri tu ] d e re encontrarse )' r econocerse a .s\ .nusmoy por s mismo en todo . Es, pues. la apropia ci n delmundo por la razn.

    ste es el secre to de la gran inversin idealista rea-lizada por H egel y de la cual su Filosot a llel derecho.ro mo ha sealado Mar x, nos da a la vez las razonesprofundas y el mecanismo.

    Al comentar el prra fo 262 d e esta Filoso/la del-terecho . Marx recuerda que si, en la realidad , (da fa-milia y la sociedad civil son los presupuestos del Es-tado, son. propiamente hablando, activos ; en la es-[ut cu lacin es todo lo cont rario .. . , act an a cama dela idea real, no es su propia vida 10 que las une )'hace de ello un Estado, es, al con tra rio, la vida de laidea lo q ue las ha he cho ... La condicin se erige cornosi fue se lo cond icionado. lo determ ina nt e como lo de-termi nado, el productor como el producto de su pro-d ueto ... El hecho que sirve de p rincipio no es concc-hido como tal. sino como resultado mstico. 1..0 real seconviene en fenm eno, pero la idea no ti ene mscont en ido que este fenmeno . .. En este prrafo se en -cuent ra depositado tod o el misteri o de la filosofa delderecho y de la filosofa hegeliana en genera l (Marx,Crit ica de la filosofa del Estado de H egel).

    A consecuencia de esta in vasin ideali sta. la ex is-

  • la toma de consciencia hegeliana de este orden. a surealizacin final : 10 re al es racional y 10 racional esreal. Con este ax ioma no se glor ifica todo, pero en losucesivo cualq uier cambio fu ndamental no es posibl ey. por tanto. tampoco es legtimo. . .

    La total justificacin de la reali dad exige que lacontradiccin sea integrada por la Ta7Dn como uno desus momentos. La contradiccin se convier te en el pro-ble ma cent ral del mtodo.

    Los mayores escritores de esta poca ha n dado tes-I iruon io de esta contradiccin . Balzac, en la Comedietnunaine )' principalmen te en las l llus ons perdues,present las consecue ncias humanas del d esarrollo delmaqu inismo. Ccet he, en su Wlhe m M eister }" en suFausto, expres con incomparable fu erza el car ctertrg ico de estas contradicciones en la conciencia de loshombres.

    H egel, que es pl enamente .consciente de esta s .con-tradiccloues y de esta traged ia. se esfuerza por m te-grarlas en su sistema total: 1'\0 se ext iende. como ~lgunos romnticos. en jeremiadas acerca de la desd icha .1'\0 ma ld ice el progreso tcnico. No opone a las form ascapitalistas, burguesas, de.l desarroll? h is.tr ico, la no~ ralga de una Edad Medi a feu dal idealizada y poen-zada . 1'\0 cae tampoco en la utopa, en u n sueo en elllue lo bueno del progreso seria opuesto abst racta-mente )' de una forma mera mente moral a las cense-cuencias que ne cesar iamente se desprenden de lasleves funda mentales del rg imen . H egel n o busca nin-guna evasin . ni en un pasado lrico n i en un futur out pico. H egel no acepta una oposicin abstracta ent re10 ideal }' lo real. Trata de ex tender lo presen te, loreal, en su totalidad y en su neces idad , Percibe cla-ram ente cmo el desarrollo inel uctable del cap italis-mo crea a la vez las con diciones de un desarrollo sin

    El jJctlsumie llto de H egel

    ten cia parti cular, emp rica, del Estado (y d e cualq uie rcosa) se encuentra deducida de la idea, colocada porella.

    La construccin especulat iva del Estado no es masq ue U I~ captulo de la Lgica, la rea lizacin ms altad.e la .h ber tad . .. en no mbre de la cual H egel ded u-c!r )) Imp.ertt~ rba.blemente el tt ulo heredi tario y m ulotitud de mstuuconcs de este tipo.

    La correcta comprensin de esto ex ige pr imero elrechazo de las concepcion cs prerrevolucionar a, de~ousscal.l, del derecho naural }' de l Cont rato 50'clal,. segun las cua les el Estado emanar a de un pactoreali za do entre los in dividuos que lo componen. Elerror de Rousseau }' de Fich te, segn H egel. est..i enhaber concebido la voluntad como volun tad indi vi.dua l y lila voluntad general. no como lo racional ensi ~' para s de la voluntad, sino como la volun tad co-m uo : esUI l.:ldo de las volun tade, ind ividuales q ue soncomClen tes (FD , 258, R)_

    De ello se d esprenden las consecuenc ias destr ucto-ra s del carcrer d ivino del Estado. de su autoridady de su majestad absoluta.

    A este desorden opone su concepcin especu la tivadel Es~ado: (( Es ~l espri tu in manent e y la hi storia- la histor ia no SIendo m s que su histori a-los q uehan hecho y hacen las constituciones (EIlC, 540 R).

    Lo que coloca un a cons tit ucin fuera del alca nce~e las accio nes in di" idua les o colecti vas. con una re.S1S t~nc ia similar al antiguo derecho divino, }' seala~s t ~' l c tamen te a cada u no sus deberes es la moral ob-jenva, (( que, situndose por encima de la op in in yla buena ~olu.nta~ subj etivas, es el sostn de las leyes}' de las msntucon es que existen en s y para sl(FD, 144).

    La histor ia ha llegado, con el orden napol en ico }'

    l/. M todo de H egel 37

  • 38

    El concepto clave del mtodo hegeliano es el de tota-lidad.

    Desde la pr imera pgina del Prlogo de su Peno-me nologio del espritu. al evocar Hegel el carcter ne-cesariamente sistemtico de la filosofa. toma com?analoga el organism o vivo : (La an~tom{a-

  • -!O

    es expresar tan to la imposi~ilida? d e la in tuicin sen-sible directa como la del a islam iento absolu to de unconcepto.

    Este doble rechazo se basa en la cons ideracin de lanatura leza misma del ser por conocer. Si el mundoconstituye una tot alidad org,n i~a y si GH.llbia como unser viviente. cu alqui er conce pcin estti ca y.con~l~sade su conocimiento. cualquier cor te de l~ m~l.lI CInsensible o del entendimiento abstracto son ilegtrimos;no pueden darnos un conocimiento real d el ser. de ~amisma manera que un cubo de agua sacado del n ono nos p ermite estudiar la corriente. .

    Sin emba rgo. esta l ti ma metfora es inadecuada,puesto que uno de los rasg~ n~s. import?ntes de l~concepcin hegel iana de la di al cti ca co~slste en ex~ giro para que un sab er absolu to sea posible, la finalt -zacin del movimiento mediant e el cua l el Ser seconstituye.

    En efecto, si u na intu icin sens ible o un conceptono p ueden tomar todo su ,scntido y con tener u na ver:dad si no es en sus relaciones con el todo. no podrha ber n inguna verdad absoluta si el. Todo no , ~s.tconcl uido. El fin de la historia es la pnmera condi ci np ara la posibilidad de una verd ad absoluta.

    De esta forma , slo a tra vs de la cir cu laridad puedeH egel dar u n fu ndamento a su cr iter io supremo de laverdad . Lo verdadero es el d even ir de s m ismo. elcrculo qu e presupone y t iene por comienzo. su tr -m ino como su fin y qu e slo es real por medi e de sudesarrollo y de su fin (F. ,P' 16). ,. . .

    Esta nocin de circulandad C~ in dispensabl e parajustificar el mtodo del desarrollo del sistema hegel ia-no . que es a su vez para s mismo su propia prueba.En efecto . si existe una tot ali dad completa. acabada. delos conceptos y de las cosas, se pued e partir de cual-

    El pensamiento de H egel

    tesis de la unidad y d e la negat ividad. En ella el Serse reafirma en su identidad despus de haberse nega-do a s mi smo. El m todo expresa esta estructura dela totalidad orgn ica del ser : El mtodo no es sinola estructu ra del tod o presentada en su esencialidadpura (p. 32).

    Esta totalidad orgnica no puede concebirse de uuaforma esttica, puesto que est en movim ient o en de-veni r ; vive. ' ~l IlTodo)) de la re alidad no viene, pues, expresadourucament e por su resu ltado final, ni por las etapa s?el desar;o~ l? por las que ha llegad o a l, ni por elImpulso inicial que lo ha cond ucido hasta a ll, sinopor el conju nto de estos moment os de una totalidadorgnica viviente. ((En efecto, la cosa no se reducea su fin. sino que se halla en su desarrotlo. n i el re.sultad? es el todo real. sino q ue lo es en unin con sudevenir : el fin para s es 10 u niversal carente de vid adel mjst~o m odo que la tendencia es el simple im-pulso pr~vado todava de su rea lidad. y el resul tadoescueto Simplemen te el cadver q ue la tendencia dejatras ei (F. p. 8).

    T odo conocim ien to real debe pa~ar por tres mo-men tos: por el de Jo inmediato o de lo universalabs~r,acto, de~p~s por el d e su negacin , que es re.Flexi n, med iaci n, y por el d e la totalidad concreta,de lo u niversal, concreto: es d ecir. de l resul tado q ueconserva y contiene en SI el momento de la n egacin .de la re flexin . de la mediacin.

    Decir que el mtodo del conocimiento es dial cticoes decir que no ~az ~ono cimi ento in mediato. Es ne garno tao" s!o.la pO~lb.lhdad de poseer la ver dad mediante

    u~~ intuici n sens ible y directa. sino tambin la posi-bilidad d e poder alcanzar la verdad mediante u n con.cep to aislado. Lo caracterstico del m-todo d ialct ico

    ll. Mtodo de Hegel 4 1

  • 42 El pensamien to de Hegel 1I . M todo de H egel 43

    quie~ lugar. pues este punto de vista q ue parece in-mediato debe. en el in ter ior de la ciencia [es decir,del sistema. R .G .]. convertirse en el resu ltado y hastaen el ltimo resultado ; en ste alcanza de nuevo suprincipio y vuelve a sI misma. De esta manera la filo-sofa aparece como un circulo que vu elve sobre smismo (Ene. 17).

    A travs de las ltimas pginas de la L gica, dedi-cadas a la Idea absolu ta , muestra cmo esta nocinde circu laridad es la clave de bveda de su mtodo.de su dialctica especula ti va: ( El mtodo de la verdad

    s~be q ue el principio no es perfecto porq ue es prin ci-plO, pero sabe tamb in qu e esta im perfeccin es u nanecesidad. puesto qu e la verdad no es ms que el re-torno a s a travs de la negacin de lo inm ed iato . ..E:,n ~zn de l mtodo que acabamos de describ ir , lacrencra se presen ta como un crculo cerr ado sobre smismo.. . (L , p. 581).

    Esta concepcin concede un carcter finalista a ladialctica hegeliana. Su motor es la finalidad, y la con-tradiccin slo toma su sen tido en funcin de estafinalidad. Slo se puede comprender la h istor ia deldesarr ollo al conocer su fin . Todo el desarrollo est yac?n tenido en el ori gen, pues el comienzo es ya tota-lIdad concre ta, y lo que aparece en l como contrad ic-tor io, como contrad iccin motriz, no es en realidadms que la imposibilidad de este principio u origen,o de esta realidad inmed iata, de bastarse a s mismos.Pero esta insuficiencia slo existe y se man ifiesta enreferencia a la total idad . En efecto, en re lacin con eltodo, cada momento es abst raccin , y como tal es insu-ficient e.

    Desde el principio ello es as en la Lgica de Hegel.El ser y la nada no existen como tales para constitu irpor sntesis el devenir , sino que, al contrario, el de-

    venir es la pr imera realidad concreta, en cuyo in te-rior el ser y la nada aparecen como abstracciones enSIl insuficiencia y en su con tradiccin .

    Al ir al fondo de las cosas, se enc uentra todo eldesarrollo incluso en su or igen (L, 1, p. 54-). Y se leencuentra porque en realidad la totalidad concreta,en vez de ser construida a partir de trminos abstrac-to!'>, insuficientes y contradictorios, y q ue estn en mo-vimiento a causa de su propia contrad iccin, de suinsufici en cia y dc su abstraccin, es, al con trari o, elfin q ue llama para si a todo el devenir y que por supresencia , ya en accin des?e el p rin.cipio, pone ? eman ifies to la abstraccin, la in su ficiencia, la conrr adic-cin de cada trm ino.

    En resumen, esta concepcin de la tota lidad, obramaestra del mtodo di alctico hegeliano, implica :

    (a) un mundo conclu ido, un a hi stor ia acabada o dela que se perciba el fin ;

    (b) qu e conozcamos este . fin, sin lo cual la circula-ridad necesar ia para la existencia de un a verdad ab-soluta no se realiza.

    Con esta doble condicin, la realidad puede ser vi-sible a la ra zn , puesto que en su fondo ambas sonidn ticas.

    Esta es la segunda caracterstica fundament al delmtodo hegeliano ; es decir , el mtodo no es exter ioral objeto. .

    El mtodo no es nicamente un medio para llegaral conocimiento, un instrumento exterior. El mtodoes la razn q ue se ree ncuentra y se reconoce a smisma a travs de cualqu ier cosa. El mtodo es elconcepto que toma conscienc ia de l~ iden t i~a~ dc susign ificacin subjetiva y de su realidad objetiva.

    Aquello a 10 q ue Hegel llama la seriedad de lavida es la penetracin en la experiencia de la cosa

  • J1

    quiera de nuestros conocin~ ien ~os. d isringuir lo q ue enl es subjeti vo y lo que existe mdependlen!c~en te detodo conocimiento (y de lo cual. por defin ici n, nadapodemos dec ir ). La nocin de cosa en st es absolu-tamente vaca y fantsti ca : pret ende exp resar la rea-lidad cuando se la vaca de todo lo que sabe mos d eella.

    Esta pretendida separacin c.n tre el conten~do d e laconscie ncia)' su form a conduje y.a a los l gicos dog-maticos a usu poner que la materia del conOCimientoexiste como un mundo acabado. en s y par.t s. fueradel pensamiento, q ue ste por s es vaco y que .seaade como una forma extrnseca a aquella matcna,se llena de ella. y solamen te en tonces adquiere un con-ten ido y se convier te as en conocimien to real (L ,l. p. 59). .

    El con tenido no es nun ca un dato ai slado ; el con- de e~taexperiencia. Entonces es cuando recono.cemos la obje-rividad de la exper iencia misma. la unidad profu ndadel su jeto y del obj eto , el movimi ento de las cosas enel movim iento de los conceptos.

    El paso del conocim iento inmed iato .a la Idea se des-cr bir con todos sus momentos sucesn"os en la Peno-menologio del esp ritu, Al trmino d: e!'> t~ iniciacinmetdica al saber ab solu to. la consciencia ser ((SU -mergida en la materia. procediendo se~~ el ffi? \"i-miento propi o de esta mater ia .. . El conocnmcn to eren -

    El pensamiento de Hegel

    m isma . La dialct ica no es s610 la vida del pensa-m ien to. sino tambin la vida de la naturaleza v de lamate r ia en rodos sus gra dos de comple j idad.

    El mtodo tan slo alcanza totalmente su objetivocua ndo no hay nada extra o a la razn m isma ; n itra nscendencia d e Di os, ni exterioridad de las cosas.

    H egel opone su mtodo tan to a la metafsica comoa las matemt icas.

    En la metafsica tra dicional cada cosa ten a sen tidopor su dependencia respecto a un D-ios transcenden te:El sen tido de cuanto es rad icaba en el hil o de luz quelo una al cielo (F. p . 11).

    En el conocimient o ma tem tico la reflexin es unaoperacin exter ior a la cesa (F, p . 29). Esto se debeen primer lugar a la naturaleza de su objeto q ue esla magnitud. lo espacial. de una man era genera l lacant idad. a 10 cual no puede re ducirse el Ser. Estesaber es, pues. abstracto y form al ; es un conoc im ient ode entend im iento que slo se refiere a un aspecto, aun moment o abstra cto del Ser. Esto se trad uce, des-de el punto d e vista d el sujeto q ue conoce. en laausencia de finalidad en la demostra cin ma temtica.

    Este mtodo ma temtico ex terior a la cosa no con-viene, pues. ms que a objetos ab stractos. mien trasq ue en filosofa el mtodo es la consciencia rel a tivaa la forma del automovimien to interior de 5U con te-nido (L. 1. p. O).

    H e?"el reprocha con iron a a Kan t el haber quer idoexamin ar el valor de nuestro poder de conocer antesde conocer : es, d ice. q uerer apre nder a nadar sinecharse al agua. Empresa con tradictoria , pues la cr ti -

    ~, ~ el conocim ient o del conocimiento, ya es un cono -Cim iento. y por ello esta mos encerrados en u n crculovic ioso.

    Es, en efecto, arb itrario preten der. partiendo de cual-

    11. M I lodo (le H egc 45

  • 46

    Esta frmula re sume toda la filosofa de H egeL Loprop io del id ealismo objetivo, en genera l, consiste encreer que las ideas ti enen una existencia objet iva. PeroHegel no slo presta a las ideas la existe ncia , sino eldeven ir y la vida. , . ' . .

    El sujeto no es el Ycu del idealismo subjet ivode Fichte. por ejemplo ; ms bien es Dios. El pensa-mien to no es un fenmeno subjetivo, es una reali dadobje tiva.. .

    El sujeto as definido es el pun to ~e partida '!tambin el trmi no de la filosofa hegeliana , la pn -mera y ltima palabra.

    En primer lugar es li ber tad. . . ,Podemos d efinir esa libertad por OpOS1ClOn a lo que

    Hegel llamaba en su juventud la posirividad.La liber tad es lo contrario del dato, ya se trate

    de ese dato que consti tuye la ex ter ioridad de lascosas como de ese dato que cons tituir a la tra ns-cen dencia de D ios. La liber tad es la inmanencia pura,el surgimiento puro d el Ser. Se identifica co~ .l~ infi-nito, puesto que lo fini to es el dato (la p.oSltlvldad).Esta liber tad implica tres momentos esenciales :

    l . El mom ent o de la separacin respecto de tododato, de todo fin ito. Es el momento de la abstraccin .Momento indispensable. pues el pensamien to ganaen independencia y autono m a (L , 1, p . 45).

    2. El m ome nto d e la d eterminacin , por el cua lel pensam ien to, de spus de hab erse abstrado. de tod oconten ido, se fija u n cier to obj eti vo o u n cierto fin ,es deci r. se dicta una ley. Este segu ndo momento esla negacin del primero , pues, al darse las detenni-nacion es del ser, la consciencia se re fiere a l comoa algo exterior (Ene, 114).

    3. El momen to de la especulacin, que es snte-sis de los d os primeros. Los dos pr imeros no son mas

    El pensam entc de H egel

    t fico, exige entregarse a la vida del obje to o. lo que eslo m ismo, tener ante s y expresar la n ecesida d int er -na de l (F, p. 36).

    H egel considera que el objetivo principal de su obrafilosfica es realiz.:-r la tarea que Aristt eles asign aba ala filosofia : dejar act uar en si a la Cosa (Enc~ 577). En las ltimas lineas de su Enciclopedia lorecordar solemnemente.

    .~a liber tad encuen tra ah su expresin ms alta rdi vin a. El saber absolu to no form a sino uno con elacto d e la creacin.

    El m ovim ien to de la ciencia es dialctico porque re-produce la dialctica de la realidad. Lo verd adero esa la "el concep to realizado y rea lidad concebida . Elconcep to es Ind ivisiblemente movimien to d e la cosay acto de comprenderla. El concepto es el objeto, elproducto y el contenido del pensamiento, es la cosa ensi y para si, el L agos, la razn de lo que es, la verdadde lo ~ue ll ~va el nom bre de las cosas (L , 1, p . 51).

    La dial ctira no es, pues, solament e la re produccinen el p ensamien to del r itmo de d esen volvimiento dela totalidad org ni ca ; es ese desarrollo mismo. No esla reproduccin del mismo ; es la produccin.

    El m undo es la obra d el espr itu . o ms bi en es es-pri tu . H egel no vacilar en defini r el conten ido d esu L gica como (C una representacin de Dios, tal comoest en su ser e terno, an tes de la crea cin d e la natu-raleza y ele un espr it u fini to) (L , 1, p. ( 6).

    Esta ascens in a la vida de Dios es u n rasgo funda.men tal del mtodo hegeliano.. La ~ida ~e Dios y el conocer divino son expre.~lOne~ Imagll~a~as p ara tra ducir la idea pri ncipal d elidealismo objetivo d e H egel. Aprehender y expresarJo Verdadero, no como substancia, sino como sujeta n(F, p, 16),

    11. Mitodo de H egel 47

  • 48 El pensamiento de Hegel LI, Mtodo de Hege l 49

    tanto en el seno del serla contradiccin, alma

    que abstracciones, el uno como lo universa l abstrac-to, el otro como lo par ticular aislado. Este tercer mo-ment o es el el,e la negacin de la negacin , es el re -torn o a lo universal, pero a lo universal concreto elq ue lleva en s la negatividad y las detcrlllinacio~cs.

    H egel, en el texto en que se refie re a estos tresm~Illcnto~ de .la lib ertad- la infinitud abstrac ta, lofinito, lo Infin ito rea l-c-, considera que con ello llega-~o~ al coraz n de la espe culacin, de esta fu en teu.ltlIl: a de toda act ividad, de toda vida y de toda cons -cienc ia (FD, 7).

    E,n ello, cnef~to, se afirm a el princip io de la dia -l ctica especulativa : El esp ritu es la causa del un -verso (Ene, 8, R) .

    . ~s~e espritu 'es actuante. El saber absoluto es in -divis iblemenre conocimiento y accin. Su acto crea-dor e~ conocimiento, su conocimien to es productor desu objeto.

    La accin traslada el sujeto al objeto. Es sta laque . ~xprcsa lo infin ito .bajo la forma de lo finito, yda vida a los seres finitos cmpujndolo, con stante-mente a fra nquear su limite. Este m ovimi en to, por el

    q~c lo fini to supera su lmite, lleva la volicin a smisma, a su infinitud.

    El motor de esta d ialcticacomo en el pensami ent o e~del mtodo. '

    ~l ~~pritu que .cncue.ntra en s m ismo su p ropi a ne-gacron, su prcpto lmite, que lo en uncia y lo Sllpera,es la . tercera caracterstica fundamental del mtodohegeliano.

    La con tradiccin es el con cepto central del mto-do, de la lgica hegeli anos.

    Decir que esta lgica (que al mismo ti empo es unaontologa) est basada en la contradiccin sign ifica,en la p erspecti va hegeliana, q ue es una lgica de larelacin , una lgica del confl icto, una lgica del mo-vimiento, una lgica de la finali da d.

    Estos son los principales aspec tos de una lgica q ueestud ia las relaciones reales que se desarrollan en unatotalidad orgnica.

    L a dialct ica es una lgica de la relacin . En suforma ms simple, lo negativo es lo otro ; la con tra-diccin es la relacin .

    Pa ra H egel, el mundo const it uye un todo y la ver-dad es la reconstruccin de ese todo. Lu ego, tod a re-lacin real es contradiccin, cada parte no puede de-Iinirsc ms que por su relacin con el todo, cada cosaes todo 10 que no cs. La frmula de Spinoza: Orunisdcterminat io cst ncgatio, ad quiere un sentido muchoms rico en la concepci n de Hegel, que concibe elmundo como una totalidad orgnica.

    Una cosa existe en s y al mismo tiempo es supropia carencia o negativo (L, n , p . 710). Lo finitoy lo infinito son pa rtes, momentos de u n mismo uni-verso, y por ello exis te entre cada una de las partes,ent re cada cosa finita y las dems u n vnculo d edeterminacin recproca en el interior del todo. Sise pregunta q u son las cosas en s, seala Hegel,no hay respuesta posib le a esta pregunta, porque todacosa es a la vez en s y para los otros, en una re-lacin con algu na cosa y en prin cipio con todas lascosas: es la relacin con todas las condiciones de lasque depende. H ay r eciprocidad entre lo positivo ylo negativo : Al ser cada uno por s, y no ser lo otro,cada uno aparece en lo otro y slo es en tanto quelo otro (Ene, 119).

    Este condicionamiento recproco de las cosas da

  • 50 El pensam iento de Hegel ll , M toda de Hegel 51

    nacimiento a sus propiedades) : el peso y el calorilustra esta idea. La cua lidad no se convierte en pro-pi edad ms que cuando se revela, en una relacinexterio r, como determinacin inmanen te (1., 1,p . 148). Esta idea pr imordi al de la dialctica hege-liana ser retomada por Marx en El cap ital : uLaspropi edades reales de una cosa no hacen m s queconfirmarse en sus relaciones ex ter iores en l ugar dedespren derse de ellas.

    No slo es impos ib le concebir una cosa absolu ta-mente aislada , desprendida de toda relaci n con cua l-qu ier cosa, ya se trate de n uestro espr itu o de 10 quesea, sino que nada parecido a ello p uede existir . Lofini to y su con tingencia slo tienen sentido y realidaden rel acin con lo infinito }' lo necesario, a los cualesre torna n. Toda cosa, tanto en la naturaleza como enel pensamien to, exige la existencia de su contrar io,de lo que ella no es, de lo otro respecto a ella , q ue essu corre lat ivo necesari o.

    Ent re lo Fi ni to y lo Infinito hay determi nacinrecp roca ; lo Finito es fini to slo en relacin con eldeber ser, o sea, con el I nfin ito, y el Infin ito es infi -ni to slo en relacin con lo Finito. Son insepara bl esy al m ismo tiempo son absolutamente "otros" u nofrente al "otro"; cada uno tiene su otro en el mis-mo; yas, cada uno es la u nidad de s r su "otro", yes una existencia en su determinacin d e no ser loq ue es clla misma ni lo q ue es su "otro". Esta deter-minacin recproca que se ni ega a s misma y a sunegacin constit uye lo q ue se presen ta como el pro-greso al infinito .. . Este progreso, por lo tanto, es lacon tradiccin que no ha sido resuelta, sino que siem-pre se expresa slo como p resemell (L , 1, p . 181).

    sta es una id ea consta nte en H egel. Desde la L -gica de J ena, conside raba ya q ue lo d eterminado no

    tiene , en tanto que tal , ni nguna otra ese~cia que estainqu ietud de no ser lo que es. Lo repetl~ en su En-ciclopedia: Lo fin ito no existe, es d ecir , no es laverd ad, sino solam ente un traspa so al ms all , una.m peracin de sin (ElIC, 386, R).

    Ello es totalmente verdadero con respecto a l~ n a-turalcza y a la h istoria, y ms an en el pensanllent?q ue es enterament e relacin con otra cosa. La .re ali-I d bajo todas sus formas y en tod os sus ni veles,( a , d . . 1desde el guijarro al espritu , es un T o o um co en e

    cual los fenm enos se encuen tran vinculados los u nosa los otros. . . .'

    La filosoffa t iene como tarea adqUltlr con~Cl:nClade los vncu los nec esar ios, aprehender el n~c.1011entoinmanente en las d iferencias, de las oposrctones, yabarcar as todo el uni verso. .

    Cada cosa ti ene u n vnculo y una relaci n con to-das las dems, y lo mismo sucede con el ~oncepto .

    La d ialct ica consci en te retoma esos vlIl;cu los en suobje tividad, en el conjunto d e las r e.laclOnes realesent re las cosas, en su oposicin y su Interdependen-cia en su unidad .sas contradicciones, en el interior del todo, en t relo particular y lo universal. 10 con ti ngen te y lo, ne-cesarlo, lo finito y lo infinito, no tienen un caract~resttico, sino d inm ico. De ah la segu nd a caractens-tica de la dialctica. .

    La do ct ica es lUla lgica del con/b c.to. Las cosas,al li mitarse mutuamente pon indo l~m1tes a su res-pectiva expansin, se hall an en relaciones de enfren-tam ien to o de antagon ismo. El ((de~er ser de cadaesencia (y H egel recuerd a que una pled.r~ o una plan -ta, como un espritu, superan)) tamll1~n s,: ba rr e-ra ), se ext iende. en principio, ha sta lo m fim to: Cadarealidad fini ta se halla as conten ida, o ms bien re -

  • 52 53El pensamiento de H egel

    chazada den tro de sus lfm ites por otra re alidad, porel con junto de las otras realidades que le impiden ..erel Todo."

    La forma ms simple de este con flicto, de esta con-trad iccin , es la polarid ad. La representacin d e po-lar idad q ue desempea tan important e papel en fosica, encierra la determinacin ms exacta d e la opo-sici n (Ene, 119, R). El papel pri mordial a tr ibui-do por Newton y por Kant a la atraccin y a la rc pul-sin en sus teor as cosmogn icas, el uso (y el ab uso)que hada Schelli ng, en su filosofa de la natu ral eza,de los descubrimientos realizados en el domin io dela elect ricidad y del magnetismo y su extensin ana-lgica, colocaron en un primer plan o esta nocin depolaridad.

    Leibniz haba elaborado ya una repr esent acin di-nmica d el mundo basada en la accin armn ica delas cosas. La mn ada rene en s todo el uni verso yse ext iende hasta sus con fines; la individualidad con-tiene en s m isma, de alguna m anera, lo infinito engerm en.

    A partir de ese momento, el universo no es ya COIl -cebible como un conglomerado de tomos in ertes, sillacomo un cam po de fuerzas enfre ntadas.

    En la Fenomenologa del espritu, H egel mostrcmo la pr eocupacin de pensar la relacin viva y deromper las limitacion es espacia les de la percepcin ,condujo al entendimiento a pasar de la cosa a la fuer-za. As solamen te puede pensarse el trnsi to, el vnc u-lo mvil y viviente q ue une los moment os de lo real ,de la misma manera que los opone. El ser-ah sensl-

    " Es de notar que la fisica cunt ica, en su etapa actu al,aporta una sorprenden te ilustraci n, al nivel mismo de lamateria, a este aspecto de la dialctica hegeliana.

    ll , Mtodo de H egel

    ble no podra tener esa flu idez y esta vi.da que slopuede ser elevada al concepto como conflicto d e fuer-zas. .. . 1

    H egel seala q ue la nocin de. a traccron un~versatie ne la ventaja de d isipar la Ilusin de la c0',ltm gen-cia y de la independencia de la represe~tactn sen -sible y de devolver el movim ien to y la VIda a la rea-lidad. . . El

    La dialctica es una lgica del movl1n1en to. ver-dadero comienzo de la Lgica de H egel no es el ~oncepto del ser, sino el del deven ir, pr imera totalidadconcreta, real, de la qu e el Ser y la Nada son dos mo-mentos abstractos y contradictor~os . .

    El movimiento es un corolano de la nterd epen-dencia un iversal. Si tod o perm anece. todo .se mueve.La larga refutaci n de las apor as de Zenon _d e Eleacondujo a la idea fundamental ~e ~ue es posibl e d:fi.n ir el reposo par tiendo del movirmcn to, y no a la m -versa . Porque slo el movim ien to es rc~~. en tantoque el reposo no es ms q ue una abstraccin . T odo eldesarrollo de las ciencias, desde H egel, confi~ est epunto de vista, Para un ojo que res~ma en un insta n -te cent enas de milen ios, las mon tanas se elevaran ydesmoronaran como las olas . Slo la to~qued~~ d emi visin me impide ver , ms all de la inmovilidadilusor ia d e mi mesa, el h ervidero de tom os que lacomponen . . 1

    El movimien to, hasta el ms elemental, el snnp emovimiento mecn ico, el de splazamiento en el espa-cio es una -contradiccin viva, puesto que supone queen 'u n mismo instante un cuerpo est y no est en unlugar. Pretender q ue est en l sucesivamen~e .sed afalso, pu es sera descr ibir el resultado del movlI~1t~l1 topero no el movimiento mismo. hacer del movumen-te una suma de re posos, es decir. excluir finalmente

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    Aula y misma relacin una cosa existe en s .y es, almismo ti empo. su pr opia caren cia o n egaCln , !.aIdent idad abstracta en s no represen~a. todava m~gene vitalidad . sino que. como lo posrnvc en s~ mIS1110 es negati vida d, sobresale de s,l .y se empella enllIodificarse, Por 10 tan to, algo es VIViente s610 cuandoronriene en s la con tradiccin y posee la fuerza pararnntener'la y sostenerla .. . La negatividad es la yu!-Ilacin inmanente del au tomovim iento y de la vital i-dad (L . JI , pp . 73-74 Y 76).

    s ta es el alma de la dialctica . .La dialctica es una lgica de la vida. Es el conj\l~

    I() an imado de las relaciones int ernas de una totali-dad orgnica en devenir. (I La ...idea in_mediat~ es lavida (Ene, 216; L , 11, p . 4 /). La Ide~ T?lsma esla dialctica q ue etername nte separa Y d isti ngue loIdnt ico en s de lo diferen te .. ' y slo con, ~sta con-licin es creacin eterna, vida eterna y espm tn eter-no . .. la intu icin eterna d e si en lo O tro ; ~s .la. no -ci n que se ha realizado a s misma en su objeu\'ldadesencial (Ene, 214, R). .

    La finalidad de las cosas es, p reCisam ente, este m~vimiento que ellas llevan en s, esta tendencia".nacr-lb de la con trad iccin en tre su natu~leza fi l1l~. Yque las conduce ms all. de el1~s m ismas, . hacia loinfinito. P ues la constr ucCin racional hegeliana pro-cede de negacin en negacin, y nos eleva de 10 a~strac to a lo concreto, de 10 continge nte a lo nece~arto .de lo fini to a lo in fini to, por medio d e un movi mie nto('1) el curso del cual cada trm ino contiene . todos losmomentos anteriores hasta que se logra un nstema to-tal d e con cep tos que se identi fi~an con 1,0 real en sutotali dad o, si se quiere, con DIOS. En cierta maneraesta construccin jerarqu iza los seres por grados d eperfeccin. de racionali dad o de reali dad .

    El pensamien to de Hegel

    la posibilidad del movimiento mismo. Los eleticostuviera? razn al denunc~ar esta con tra d iccin, perose equivocaron al concluir negando el movimien topor no haber qu eri do reconocer la contradiccin enel corazn de la realidad misma .. H egel, en las lti mas pginas de su L gica, enun-

    era esta ley en toda su gene ralidad : La negativa . ..es la fuente ms ntima de toda actividad, de todoautomovimi en to viviente y espiri tual (L , Il , p . 563).

    No es u na fu erza exter ior lo que transforma lo Ii-n ito en in finito. sino su propia na tura leza. En la na-turaleza misma de lo fini to est el superarse, el negarsu negacin , y volverse infin ito.

    La id ea de total idad orgn ica y la de infinito de s-empean aq ui un papel capital. T oda realidad fini ta ,del tiP? q ue sea- Hegel da sucesivamente el ejemplode la p iedra, de la plan ta y d el pensam icnt o-c-, no tie-ne existencia y sign ificacin sino en relacin con eltodo. Las cosas finitas se transforman , pasa n . se des.vanecen, desde la pi edra q ue se desintegra, se disper-sa, la planta o el an ima l q ue se alime n tan d e em-bri n se con viert en en ad ultos , y luego mu ere n y sedescom ponen, ~asta el espritu q ue experime nta . condolor, la negacin que todo ser lleva en s, q ue lo des-garra y le obliga a superarse.

    En su Lgica, H egel multip lica las formulacionesde esta idea centra l de la d ialct ica :

    La contra~icci~ es l~ raz de todo movimiento yde toda m ani festaci n vi tal : slo en la medida enque .en~ierra una co~t.radiccin. una cosa es capaz d emovmnen to, de act ividad, de manifestar ten denciaso impulsos .. . El automovimiento interno propiamen-t:: dich? la tendencia o impulso en general (ape ten-CIa o rusus d e la mnada , [a enteleq u ia del ser abso-lu tamente simple) sign ifica nicamen te que bajo una

    JI. M todo de Hege 55

  • 56 57El pensamien to de Hegel

    ~l conj u~ to del sistema est as impregnado de fi.nalidad, amOlado. por. u na finali dad interna, q ue esla de la su bstancia-suje to y a la vez es conoc im cnroy voluntad.

    Ahora bi en , la act ividad misma. productora delSer as como del conocimient o del Ser, es con trad ic-toria . ~rans~ormar es siempre destru ir primero.y dc~tr~l~ pnmero lo q ue es un ilateral, abstracto, enla ob}etl vld~d ?e~n llda o la subjet ividad pura.

    ASI , la dial ctica es el movim ient o que procede,tant o. en el ser como en el pen sami en to. por desdo-blamien to de lo uno y superac in de la contradiccinnacida de esta escisin .

    H ege.l ~e~olvi~ as .el problema, planteado por Kan t,de los JUICIOS ain t ricos a priori. El mtodo es crea .do:. o m:u bi en es. creacin, del conocim iento y de suo.bJeto. No reconsti tuye el todo de la realidad, lo cons-tit uye.

    El esp r it u produce sus p ropias determ ina ciones,las po~e y: al mismo tiempo. su pera su finit ud y vuel-ve ~ .SI mismo. Por esta nega cin d e la negaci n, elesp!n tu .reencuentra la identidad consigo m ismo, nola identidad abstra cta, sino la ident idad concreta, laque es la s~ntes i s de la identidad y de su negacin.

    El esp ri tu se reconoce en las cosas, puesto qu c lla~ ha creado. El espr itu renuncia a su soledad, se haalIena.do en el ob jeto. y el objeto ha perdido su uni-versali dad ab stracta e inerte. La escisin se superaas. por esta doble muer te, la del p uro ser -para-s delsujeto, la del S-mismo sin vida d el sujeto. El saberabsoluto p uede as ya nacer.

    La cosa es yo, la consciencia descubre el mu n-do como su propiedad, el mundo en su tota lidad esdecir, naturaleza e historia. ' -

    Es to.. son los momentos esenciales de este mtodo

    ll , M todo de Hegel

    dialctico, del que la obra ult erior de H egel . ser laaplicacin sistemt ica, y q ue haba ya conceb ido des-de 1801. . . _ .

    El mtodo la dialct ica. es, p ues, lI1dl\'l Slbleme~.te, ley de de;a rrollo del ser y movimiento del conoc-mien to. . .

    H egel opone su dialet.i c~ a la lgica tra~ Lc~onalcomo la ra zn al entendll1llento. El entend im ien toslo es un momento de un conocimien to ms proun -do que el de la razn . _ . . .

    El en tendimiento desempea un papel posrn vo altomar distancia respecto a todo cont~ni.do conc reto.Esta primera nega cin , este desrl'endH~l1ento respec-to al da to, es la ms tosca forma de libertad .

    Si no s atenemos al solo entendim iento, el pensam icn -Lo permanece n icamente crtico y ~~estructivo, o S~ :lescptico. El momento d.e la .negaclOn permanec~:L ,tentonces aislado. Este a islamiento, esta abstraccin ,es lo propio d el entendim iento. Es un ~nstrum~n.lode anlisis q ue se ha expre sado en, ~a lgica rra dicio-nal y en su reorla del concepto estan co elaborada porScra tes Platn, Aristteles.

    Obra 'emin en temente t il que permit i por 'pri~:e.ra vez poner en orde~ el p~~samie~ to : . la const.ltucwnde con ceptos, la clasifi cac in , el silogismo y la cohe-re ncia del discurso. .

    El silogismo es el princip al medio de q ue se sirveel en tendim iento, y t iene un gran papel que d es-empean > (L. 1, p. 50). siempre que pueda hace:seabstraccin del movimiento de las cosas y de ~u m-terpretac in . siempre. que se las 'pueda considerarcomo relati vamente aisladas )' relativamente estables.

    Las matemticas dependen tamb in n icamente

  • 58 El pen somientc de H egel JI. Mtodo de H~gel 59

    del solo en tendimiento. Como la lgica tien en unmtodo adecuado a sus objetos abslracls y a la de.tenninacin cuantita tiva bajo la cual estud ia estosobje tos (L. 1, p. 70).

    Sin :~bargo. lgica y I~latemt icas siguen siendoprocedimientos de pcnsanu enrc ex teriores al obje tosubjet ivos. '

    El p aso de la concepcin kantiana a la concepcinhegeliana de la Ra zn se ala el paso del idealismo~u ~jctivo al idealismo objet ivo. Para el idealismo sub.jeuvc de K.allt. el pensamien to es legislador del mun-do cognoscible . Para el ideal ismo objetivo de H egel,el pensamien to es creador de todo el mundo real.

    Con la Razn, qu e salva los lmi tes de las determi-nac ion es del entendimiento, se alcanza el momentode lo concreto, no en el sentido en que lo entiendenlos emp ricos, es decir . en el sentido de in mediatezsino en el sen tido de totalidad . '

    Todas las contrad iccion es queda n entonces supera.das, pcro slo lo son especulativamente.

    El acto d el conocimi ento se iden tifica con el mo-vimi en to de su obj eto. El desenvolvimiento de loscon ceptos no forma mds qu e u no con el desenvolv .m iento de las cosas.

    Ya el c:lt endi:n ien to haba separado el pensam ien-t~ de lo inmediam y. de l da to. pero su gestin e raa~m puramente negativa. Desprenderse de un conre-nido y pasar a otro, y esto in defini damente. no liberaa la voluntad de su carcter fin ito. Sera concebir loinfin ito slo como negativo.

    La libertad no es slo negacin , rechazo. Comien-U:,con la negacin , pero se realiza slo por la crea.Clan .

    La Razn reali za la plena libertad del hombre por-que en ella el ser dad o se ha tra nsform ado en ser

    creado. Es la negacin de la negacin : el entend -miento, al romper la intuicin sens ible inm ed iata,n a la primera n egac in ; la razn. al superar el en -tendim iento subjet ivo y fin ito, es la segu nda negacin .

    Supr ime la exter ior idad del suje to )' del obj~to .Supera las oposiciones. pues esta segunda n egaci n,esta supresin de la contradiccin constituye el mo-mento ms profundo, ms ntimo y ms ob jet ivo dela vida y del espri tu ; gr acias a ello un sujeto se con-vierte en persona, y en persona libre (L, 11 , p. 573).En la En ciclopedia , H egel da un nuevo paso declaran-do q ue (Ces slo por la razn que el hombre subsiste)' q ue sta es el conocimient~ ~le Dos (~ne- . 63).

    Supera , en efecto . la OpOSICin de lo mtenor y delo exteri or . de lo fini to y de lo infin ito. Lo fini to se-parado de lo infinito era una ilusin d el en tendi-miento. mientras q ue 10 fini to, tal como es paTa larazn q ue lo conserva como momen to de lo infini to.( 'S solame nte u n paso para ir ms all (Ene, 386,H.). Lo h istr ico y lo contingente adqu ieren su ver -dadero sen tido en la p erspect iva de l desarrollo totaly necesario. , .

    En fin , Ia Idea Ab soluta representa la identidad1le la id ea prctica y de la idea ter ica, cada una delas cuales, todava unilateral de por s, t ien e en sla idea misma, slo con un ms a ll que se busca ym illo un fin que no se logran (L . 11, p. 559). La Ideat '~ accin. En su realizacin total, se id entifica conr-l Bien ,

    Es tendencia a rea lizarse hasta el momento en qu ese identifica con lo real mismo, tota lmente racional.En el silog ismo d e la acci n (L , 11. p. 554 ). es laR:l1.(Sn la que procura el fin como pr imera premisa.p ucs la razn es la operaci n confor me a un f in (1', p . 17).

  • so El pensamien to de H egel

    . Al trm.ino del d esen volvimiento de la razn se rea-h~ lo u".lversal concreto, es decir, la totalidad orga-mea y ra cional ?cI mundo, que se prod uce a s mismacon sus dctermmaClOnes y su s con tradiccion es

    1Un ~todo as responde exactamente al pr~blemap an.te~ 0 , pues comp rende el m undo, con SUs contrad icciones, en su un idad y su necesidad EsI ,-todo conduce a colocar al hombre en el J ~~r deeD~ca.hacer ddel . universo natu ral y social su propia c::;:el n, es ecrr, su obra.. Este mtod o d esemboca en la constitucin de un~~~:";. conservador que ju stifica el rgim en estable-pues' lIl1cmbargo, es profundamente revolu cionario

    en se exp resa el d inamismo d e una oca 'la 9-ue se puso en evidencia el carcter rov1so: ioen~~vlsabI~ ~c las institucion es al igual q ue fte las id ea;no :~v~~ento que lleva en s este mtodo, aunqu'~h < S q.ue el. de los concep tos, difci lmen te lo

    a ogan las eXIgenCias del sistema que qui ere ser roservador En J n-

    . ' . o sucesivo, toda cosa entra en el ciclodel nac muen to, del desarrollo de la dec d .la muer te. ' a eca encra y d e

    C A P iTU L O 111

    LA D I A L f. CTI C AD E L C O NOCnI I E NTO :

    LA F E N OM E NOLO GIA D EL E SP I R IT U

    En mi Fenomeno ogia del espritu, llamada por estarazn, luego de su publicacin , primera parle del sis-lema de la ciencia, par t de la pri mera y ms simpleaparicin del espr itu, la consciencia inmed iata , paradesarrollar su d ialctica hasta llegar al pun to de vis-l a del conocimiento filosfico, cuya necesidad es pues-la de manifie sto por este mismo desarrollo (Ene,~ 25, R).

    Siend o el esp r it u absoluto, in divisiblemente, des -envolvimie n to de l Ser y del conocimien to del Ser , con-d ucir el in divid uo al sab er absolut o es, en primerlugar , hacer asimilar al individuo la experien cia tootal de la especie , elevar el yo individual al yo huma no.

    El saber ms completo es pri mero aquel que al-ca nz la hu mani dad haciendo siempre ms tra nspa-rente a su razn , en el curso de su historia, la vidade la natura leza y de la sociedad.

    El individuo _. . tiene que recorrer las fases de for -macin d el espritu universal , pero como figuras yadom inadas por el espritu, como etapas de un cami -no ya t