feminismo, igualda, diferencia y postcolonialismo

7/24/2019 Feminismo, Igualda, Diferencia y Postcolonialismo

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FEMINISMO, IGUALDAD, DIFERENCIAYPOSTCOLONIALISMO

Josefna Fernndez1

Esta presentacin estar centrada en la discusin generada en el interior del

feminismo con la introduccin del concepto de diferencia para, desde all, dar

cuenta de las impugnaciones que esto acarrea a las corrientes igualitaristas y

de las maneras en que el mismo concepto es recogido por las posturas post-

colonialistas, ms precisamente, el feminismo post-colonialista. Finalmente,

espero presentar algunas de las alternativas que desde el feminismo, desde

sus propias corrientes, se plantean frente a los problemas que ocasion laintroduccin de la diferencia.

A mediados de los 8, la !crisis" en el feminismo pareca ya ser un #ec#o

totalmente reconocido en el ambiente angloamericano. $as corrientes de

pensamiento dominantes procuraban consolidarse y el impacto de la teora

psicoanaltica francesa fue cambiando los t%rminos del debate en el mismo

ambiente. El feminismo radical era discutido en los crculos feministas

socialistas de &nglaterra y, en los EE'', el radicalismo feminista setransformaba en un feminismo cultural que celebraba lo !femenino". $as

feministas socialistas construan su propia postura poltica, separada de la

ortodo(ia mar(ista y las feministas negras y lesbianas se organi)aban sobre la

base de la ra)a y la preferencia se(ual. *uc#os de los esfuer)os de %stas

estuvieron orientados a se+alar los graves pecados del feminismo blanco,

burgu%s y #eterose(ual. Fue qui)s la reunin de sus crticas, unto al

advenimiento de lo que es conocido como pensamiento posmoderno, lo que

contribuy al cuestionamiento que se #i)o al carcter e(cluyente de lacategora g%nero y al mismo concepto de Mujer, con mayscula. $os debates

sobre identidad y diferencia, el reconocimiento de que no #ay una *uer

universal por la que el feminismo pueda #ablar, se articulan en la crtica de

Activista del movimiento feminista, Antroploga, *agster en /ociologa de la 0ulturay docente de la 'niversidad de 1uenos Aires y de la 'niversidad 2acional de $a 3lata.

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0omo seguramente ustedes saben, la distincin se(o7 g%nero fue

verdaderamente revolucionaria no slo para el movimiento de mueres sinotambi%n para las ciencias sociales y el pensamiento en general. El enfoque de

la diferencia mostr su valor #eurstico como productor de nuevos

conocimientos sobre el pasado de las mueres, #asta el momento las grandes

invisibles de la #istoria. $a avide) con que muc#as tericas e intelectuales

acogieron la demanda por e(plorar terica y documentalmente la !diferencia"

en clave de diferencia de g%nero, llev a revisar la produccin,

fundamentalmente proveniente de la antropologa, la #istoria y la teora

literaria, reali)ada #asta el momento y el sesgo androc%ntrico presente en ella.El nuevo discurso feminista comen) entonces a decir que las mueres tenan

caractersticas espec5cas diferentes, pero no inferiores, de las de los varones.

e la androginia igualitarista de la primera ola se pas a la distincin de lo

femenino y lo masculino. El g%nero, construyendo lo femenino como diferente

de lo masculino, se impuso luego como categora dicotmica referida al

dimor5smo se(ual de la especie #umana.

El concepto !diferencia de g%nero", en aquel momento, pareca no tener otrosigni5cado que el de discontinuidad entre dos g%neros9 la diferencia de g%nero

era igual a la diferencia entre los g%neros masculino y femenino, pero solo dos.

1ast pues que la segunda ola del feminismo descubriera y elaborase entonces

el concepto de g%nero para que la a5rmacin de la diferencia de las mueres

como diferencia de g%nero se instalase a# con todo su esencialismo. 0omo

se+ala Flavio 3ierucci :;;;


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El g%nero como diferencia se(ual, en t%rminos de 4eresa de $auretis :6

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de las relaciones muer-muer. 0laro que estas feministas lesbianas, an

cuando criticaban el descuido dentro de la corriente feminista principal del

lesbianismo, no estaban slo interesadas en las relaciones se(uales, ni siquierala se(ualidad, en s mismas. Ellas advertan sobre el #ec#o que la opcin se(ual

lesbiana afectaba todos los otros aspectos de sus vidas en tanto la sociedad en

general las vea como enfermas. e esta manera, esta #etero realidad que les

di5cultaba el acceso al trabao, al eercicio de la maternidad, etc., deba ser un

foco de toda poltica feminista. En general, tal como pas con las mueres

negras, las feministas #eterose(uales entendieron estas crticas como

provocadoras de divisiones, crticas que rompan la tan mentada #ermandad.

En algunos casos, las mismas crticas fueron tomadas como un deliberadoesfuer)o de #egemoni)ar el movimiento tras un modelo de sociedad que

pusiera en cuestin toda viabilidad poltica de las relaciones #eterose(uales.

$as feministas lesbianas pre5rieron celebrar sus vnculos muer-muer e

impulsaron a todas las mueres no lesbianas a autodenominarse !lesbianas

polticas". ?unto con los varones gays, uno de los primeros intereses de las

feministas lesbianas fue desa5ar la e(tendida idea segn la cual todas sus

relaciones personales y sus elecciones se(uales tenan que ser obeto decontrol y vigilancia. A comien)os de los @, grupos estadounidenses tales como

!4#e Furies" o !adicalesbians" provocaron un profundo malestar en el

feminismo #eterose(ual. Estos grupos cuestionarn los anlisis feministas

centrados e(clusivamente en la #eterose(ualidad y cuya valoracin de la

se(ualidad femenina persegua ciegamente un modelo #eterose(ual

incuestionable. Es necesario, dirn las feministas lesbianas, una reapropiacin

positiva del t%rmino lesbianismo usado indiscriminadamente para de5nir a

cualquier muer que no sigue los patrones socialmente establecidos. e cara adeclaraciones tales como !todas las mueres devienen lesbianas", las

#eterose(uales se mantuvieron, en gran medida, en una actitud defensiva y

tendieron a ignorar las crticas de sus pares sobre la #eterose(ualidad y sus

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instituciones. Esto les di5cult, entre otras cosas, pensar el lesbianismo en

t%rminos de construccin social.

Crupos como !adicalesbians" intentaron algo ms que una re-presentacin de

la preferencia se(ual, ellas buscaban tambi%n terminar con todo aquello que

divida a las mueres en el patriarcado con vistas a fortalecer los vnculos

personales y polticos entre %stas. 1uena parte de sus escritos advierten sobre

el carcter destructivo que tiene el patriarcado en la vida de las mueres y

sobre el poder atribuido por %l a los roles se(uales. A5rmarn que la necesidad

de categori)ar la identidad a trav%s de la orientacin se(ual desaparecer tras

una utopa andrgina donde los signi5cados sociales atribuidos a tales roles yano e(istan. /e deber enfati)ar y fortalecer, por encima del amor se(ual, la

amistad y vnculos entre las mueres para as eliminar el esfuer)o de la

ideologa patriarcal por evitarlos. A. ic# se+ala que escribi su te(to referido

al continuum lesbiano no con el nimo de incrementar divisiones entre

lesbianas y #eterose(uales sino para alentar a %stas a e(aminar la

#eterose(ualidad como una institucin poltica que priva de poder a las

mueres. /in duda, esta feminista se esfuer)a por establecer un puente a un

lado y otro del feminismo en la medida en que construye el concepto de#eterose(ualidad como una institucin que no afecta slo a lesbianas, ella

tiene poco que ver con la opcin se(ual. $a #eterorealidad es causa de todo

tipo de e(plotacin de las mueres9 prostitucin, violencia contra las mueres,

dependencia marital, etc.

$o cierto es que, puesto que el feminismo #aba asumido el compromiso de

luc#a tanto en el plano poltico como el personal, las lesbianas esperaban que

el mismo prestara atencin a sus problemas. En todo caso, la esfera privada noera sino el reDeo de los sistemas de poder y subordinacin ms amplios.

cupadas en derribar los estereotipos de lo femenino, omitan anali)ar todo el

espectro de estereotipos #omose(uales. Asimismo, mientras la maternidad era

un tema central, los problemas que su eercicio acarreaba a las lesbianas no

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era considerado y slo raramente era discutido. El supuesto liberalismo del

feminismo con respecto a lo se(ual tena una prctica #omofbica que era muy

difcil erradicar. $as lesbianas eran !toleradas" pero se mantenan tericamenteinvisibles. G4ransformara el feminismo la situacin de las personas no

#eterose(ualesH

$a pregunta sigue an sin responderse y otras nuevas aparecern en el

camino. En efecto, a lo largo de los 8 surge una generacin de lesbianas que,

reDeando la diversidad de posiciones que las polticas gays y lesbianas #aban

impulsado, rec#a)arn cualquier nocin uniforme de lo que al momento #aba

sido retratado como identidad lesbiana. Ellas introducen una #eterogeneidadde formas de ser lesbiana retomando discusiones sobre los roles butch emme

y sobre prcticas sadomasoquistas e inician alian)as con varones gays en el

activismo queer.

$legamos a los a+os ;, testigos del surgimiento de la teora queer que

aparece vinculada a los debates posmodernos. El feminismo lesbiano toma un

rumbo diferente y las de5niciones de qu% es ser lesbiana continan siendo

revisadas. Cran parte del desarrollo terico de los estudios l%sbicos seencuentra relacionado estrec#amente con te(tos gay y lesbianos que,

apropindose de algunos aspectos del pensamiento posmoderno, repiensan

sus polticas de identidad. 'n eemplo de ello son las e(ploraciones y crticas

que se #acen en este %poca al esencialismo lesbiano y las preguntas acerca de

qu% intereses, si todava los #ay, comparten las mueres lesbianas y las

#eterose(uales.

As por eemplo, la feminista lesbiana *onique Iittig, basndose en la famosafrase de /imone de 1eauvoir :no se nace mujer, llega una a serlo< se+alar que

el rec#a)o a devenir #eterose(ual siempre signi5c, concientemente o no, el

rec#a)o a devenir varn o muer. Ella sugiere que !varn" y !muer" son

categoras polticas ms que biolgicas, categoras que consiguen su

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signi5cado a trav%s de su insercin en el discurso de la #eterose(ualidad. En

comn con Adrienne ic#, Iittig ve a la #eterose(ualidad como una categora

usada para refor)ar el rol atribuido socialmente a la muer y refor)ar,simultneamente, una ideologa que reproduce las condiciones de e(istencia

de la institucin #eterose(ual. En su !4#e /traig#t *ind" considera que porque

rec#a)an ser #eterose(uales, !las lesbianas no son mueres". $a lesbiana, dice

Iittig, no es el sueto social muer, sino el sueto de una particular !prctica

cognoscitiva" que permite rearticular las relaciones sociales y las condiciones

mismas del conocimiento desde una posicin e(c%ntrica respecto a la

institucin de la #eterose(ualidad. Ella se+ala que

!:J< lesbiana es el nico concepto que cono)co que est ms all de las categoras

del se(o :muer y varn


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cuestionar o partir de una esencia lesbiana y una poltica identitaria basada en

esta esencia compartida que los gays que #an revisado la se(ualidad desde

una perspectiva social constructivista. ir que la tendencia de las lesbianas aad#erir a supuestos esencialistas alrededor de una identidad lesbiana discreta

puede ser bien el resultado del #ec#o que #istrica y socialmente las lesbianas

#abitan una posicin de sueto ms precaria que los varones gays. 2o slo la

invisibilidad lesbiana sigue siendo un #ec#o en el movimiento gay y en buena

parte del movimiento feminista, tambi%n lo es en la obra de importante

tericos que #an trabaado el tema se(ualidad tales como *ic#el Foucault.

LASVOCESDELFEMINISMONEGRO: OTROADISALAHERMANDAD FEMINISTA

/egn se consigna en algunos documentos, el movimiento feminista negro de

los EE'' comien)a en ;@=, despu%s que una escritora, oris Irig#t,

convocara a un encuentro para discutir la relacin de las mueres negras con el

movimiento de mueres y que result luego en la conformacin de la

Organizacin acional de Feministas egras en virtud de la imposibilidad de

acordar acciones conuntas con las feministas blancas. 4anto esta organi)acin

como su par britnica :!rupo de Mujeres egras< contribuyeron por entonces aconcienciar a las mueres negras de la necesidad de organi)arse alrededor de

cuestiones de etnicidad, adems de las relativas al g%nero, a los 5nes de que el

movimiento de mueres atendiera a sus necesidades espec5cas.

En el inicio de los 8 aparece "#o$ $o una mujer%&, esa protesta antirracista

gritada al feminismo etnoc%ntrico, protesta que retomaba, = a+os despu%s,

el ttulo de un e(traordinario relato de la e(periencia personal de una muer

negra, e(plotada como esclava, de nombre /oourner 4#rut#. $a feministanegra bell #ooLs se+al agudamente que el feminismo blanco era sin duda

racista en tanto asuma, sin cuestionamiento alguno, que la palabra muer era

sinnimo de muer blanca, deando con ello a las mueres de otras ra)as

ubicadas en el lugar del tro, seres des#umani)ados que no se incluan bao el

;

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encabe)ado *uer. bell #ooLs reali)a un planteo similar al de *onique Iittig y

de iana Fuss respecto al feminismo lesbiano, aunque desde otra posicin.

3ara Iittig, por eemplo, rec#a)ando la #eterose(ualidad las lesbianasrec#a)an la opresiva categora !muer". #ooLs y otras feministas negras

declaran que un aspecto intrnseco en la luc#a de las mueres negras en los

EE'' desde los tiempos de la esclavitud, #a sido aquella orientada a conseguir

que se atribuyera a ellas el mismo estatus de !muer" que era otorgado, tanto

material como ideolgicamente, a las mueres blancas. $a segunda ola de

feministas blancas, en su continuo uso retrico de los dos grupos, !mueres" y

!negros", no tom en cuenta la especi5cidad de la identidad de las mueres

negras, al punto de que %stas no pudieron presentar su identidad sin antes nocomprometerse con la luc#a por la visibilidad de las mueres blancas y de los

varones negros.

Algunas feministas radicales blancas, por eemplo Mate *illet y /#ulamit#

Firestone, establecern por entonces analogas entre la posicin social de las

mueres y la posicin de las minoras raciales y %tnicas en la cultura occidental.

Ellas declaran de manera bastante categrica que fue el movimiento

abolicionista el que dio a las mueres americanas la primera oportunidad deaccin y organi)acin poltica. El emergente movimiento de mueres y el

movimiento anti esclavitud fueron vistos como aliados mutuamente

fortalecedores. 2o obstante, cuando ellas #ablan de mueres se estn

re5riendo a mueres blancas y la vo) de las mueres negras en los encuentros y

reuniones pblicas era sistemticamente silenciada. /u derec#o al sufragio no

era equivalente al de las mueres blancas. 0omo se+ala bell #ooLs, cuando

pareca que los varones negros podan ser bene5ciarios del derec#o al voto

antes que las mueres blancas, se olvidaron %stas de toda solidaridad poltica yurgieron a los varones blancos a la solidaridad racial con ellas. 3or otro lado, si

bien muc#as se unieron a favor del abolicionismo, el centro estuvo puesto en

conseguir el 5n de la esclavitud y no se tuvo en cuenta la equidad en el

conunto de las reas de la vida social y poltica. 0omo sea, las mueres negras

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estaban atrapadas entre dos posibles elecciones9 ellas deban elegir la

solidaridad racial o elegir la solidaridad se(ual y, en cualquiera de los dos

casos, slo se apuntaba a la mitad del problema. $a e(periencia #abamostrado que el feminismo solamente se refera a las necesidades de las

mueres blancas y los derec#os civiles apuntaban a combatir la subordinacin

de los varones negros. En t%rminos, otra ve), de bell #ooLs, en tanto el

feminismo consideraba anlogo el t%rmino !mueres" a mueres blancas y el

t%rmino !negro" a varones negros, e(isti en el mismo lenguae de un

movimiento que deca combatir la opresin se(ista, una actitud se(ista-racista

#acia las mueres negras. #ooLs nos dir que aunque las feministas blancas

asuman tcitamente que el #ec#o de identi5carse a s mismas como oprimidaslas liberaba de ser opresoras, ellas lo eran y su racismo debilitaba su misma

nocin de !#ermandad", a la que las mueres negras no se sentan convocadas.

En comn con las mueres lesbianas, las negras reconocan que las feministas

#eterose(uales blancas conceban el movimiento de mueres como propio, y

todas aquellas que e(perimentaban otro tipo de opresin, adems de la se(ual,

eran consideradas como agentes que provocaban distracciones a lo que era el

principal cometido del feminismo. Esta #omogenei)acin que se #i)o sobre lavida de las mueres separ del feminismo a aquellas otras que se sentan ms

afectadas por el racismo dentro de la sociedad occidental. 3ero lo peor de ello

residi en no #aber advertido que negar las diferencias entre las mueres, sean

dadas por la ra)a o por cualquier otra ra)n, era participar de la misma nocin

masculina de poder. $a no consideracin de otras erarquas corre el riesgo de

reproducir, y no desmantelar, las bases mismas de la subordinacin.

$as feministas blancas, radicales y las socialistas, se comprometanapasionadamente en la luc#a contra el sistema dominado por los varones, lo

llamaran patriarcado o no, y en ese proceso atacaban instituciones tales como

la familia que, a su uicio, sostenan fuertemente dic#o sistema. e manera

inversa, las feministas negras se posicionaban frente a una realidad en la que

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la familia pareca ser el nico refugio frente al sistemtico racismo sufrido en el

mbito pblico. Estas feministas combatan el mito y las ideologas que

presentaban a las comunidades negras como matriarcales en su organi)acin,donde !matriarcal" tena por 5n connotar un poder femenino material, no slo

resultado de verdadera falta de !virilidad" masculina sino de #aber privado a

los varones de su rol como cabe)a de familia. $os anlisis sobre la estructura

matriarcal de la familia negra fueron muy e(tensos en los a+os y

afroamericanas como Angela avis discuten por entonces con tesis como la

sostenida por aniel *oyni#an, para quien los problemas econmicos y

sociales de la comunidad negra estn vinculados a esa misma estructura

matriarcal. /e se+al por entonces que los orgenes de este matriarcadoestaban en el trabao que las mueres negras desarrollaban durante el perodo

de la esclavitud, donde se las requera para desarrollar tareas que eran

valoradas #abitualmente como masculinas desde el punto de vista de varones

y mueres blancas. 0omo lo se+ala bell #ooLs, para e(plicar la #abilidad de las

mueres negras para sobrevivir sin ayuda de sus pares varones y para

desarrollar tareas que eran culturalmente de5nidas como masculinas, los

varones blancos dieron que las mueres esclavas negras no eran mueres

reales sino que eran criaturas sub-#umanas masculini)adas. 2o era improbableque los varones blancos temieran que las mueres blancas, testigos del trabao

que reali)aban las negras, desarrollaran ideas acerca de la igualdad entre los

se(os y, as, alentaran su solidaridad poltica con las negras. /i las mueres

negras fueron vistas como una amena)a potencial, la situacin econmica real

era que ellas constituan el grupo econmico y social ms e(cluido de los

EE''. $a tesis del matriarcado negro poda avergon)ar a los varones negros

por sus pares masculini)adas pero no a un sistema que #aca del colectivo

femenino la fuer)a de trabao ms barata. 3erspectivas tales como las de*oyni#an encubran, en realidad, una gran desigualdad. $o cierto es que las

feministas fracasaron en su #iptesis sobre la institucin familiar al no tener en

cuenta las diferencias que asume %sta cuando se la pone a ugar a lo largo de

los ees ra)a y7 o clase.

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tra de estas diferencias fue la conocida como tradicin de las !otras

maternidades" propias de familias afro-americanas y derivadas de formas defamilia africanas. Esta tradicin consista en la asistencia y ayuda de madres

que asistan a las !reales" madres, madres de sangre, en el cuidado de los7 as

ni+os7 as por perodos cortos o largos. Estas otras madres podan tener

vinculacin sangunea, abuelas, #ermanas, tas, primas, o tener un parentesco

5cticio. El rol de las otras madres no era simplemente proveer algn tipo de

sost%n a la madre natural en lo que respecta al cuidado sino que tambi%n

implicaba el acompa+amiento permanente de ese eercicio. Este rol conduo a

las mueres negras a reconocer una responsabilidad comunitaria y, al mismotiempo, a considerar como victoria colectiva un %(ito que las mueres blancas

lo estimaban como en el orden privado9 el eercicio de la maternidad.

El sistema present, y an presenta, a las mueres negras como no femeninas,

sub-#umanas, como criaturas puramente se(uales, disponibles tanto para los

varones blancos como para los negros. 0ontrariamente a las blancas, frgiles y

se(ualmente vulnerables, las negras eran caracteri)adas como promiscuas,

mueres que bao ningn punto de vista podan ser suetas de violacin y abusoen virtud de ser ellas mismas voraces se(ualmente. e la misma manera, los

varones negros encarnaban el estereotipo del violador. Estas imgenes no

fueron muy cuestionadas por la corriente feminista principal y como nos

recuerda Angela avis las feministas #acan marc#as en contra del abuso

se(ual contra las mueres en reas predominantemente negras.

tro tema de gran difusin en torno al cual se e(plicitaron las diferencias entre

blancas y negras fue la discusin sobre aborto y derec#os reproductivos. 0omoseguramente muc#os7 as de ustedes saben, las campa+as por el derec#o al

aborto impulsadas en los a+os @ por las feministas norteamericanas no

incluy en sus 5las a las mueres negras. *ientras algunas e(plicaban este

fenmeno como resultado de la implicacin que tenan las mueres de color en

=

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la luc#a contra el racismo, otras se+alaban que el se(ismo no ocupaba un lugar

importante entre ellas, la conciencia de g%nero an no les #aba llegado. En

realidad, las activistas de los a+os @ no revisaron la #istoria de las mueresnegras, no repararon por eemplo en la esterili)acin compulsiva de la que

#aban sido vctimas, en el accionar del movimiento eugen%sico, etc. En

resumen, no consideraron que la opresin se(ual es muy diferente cuando el

cuerpo sobre la que se eerce no es blanco. $as negras debieron esperar a que

los medios de comunicacin denunciaran estas cuestiones. 3ero cuando sale a

la lu) la esterili)acin for)ada de las #ermanitas elf, una de 6 y otra de >

a+os, ya era demasiado tarde, miles de negras no podan tener #ios.

En el marco de estos debates, bell #ooLs propondr cambiar el concepto de

!#ermandad" por el de solidaridad, entendiendo que el primero encubre el

posible #ec#o de que una muer puede oprimir a otra. 3or otro lado, plantea

que el llamado a una #ermandad que tiene en sus cimientos la comn opresin

de las mueres es un llamado a reconocer la naturale)a de la victimi)acin y a

celebrar como vctimas, ms que como rec#a)o, la posicin de sueto de las

mueres. Finalmente, ese reconocimiento como vctimas conduce a la

reproduccin de aquel estereotipo que e(clua a las mueres negras por suaparente fortale)a y capacidad propositiva. 0oncentrarse en una concepcin de

las mueres como vctimas impide que %stas analicen la compleidad de sus

propias respuestas a otras mueres, tanto como a otros varones.

El feminismo negro #a crecido desde que empe) a #acer escuc#ar su vo) y

a#ora forma parte de importantes debates sobre la teora postcolonialista y

sobre diferencia y etnicidad. Ellas son, de alguna manera, precursoras del

feminismo postcolonialista. $a organi)acin y el activismo de mueres afro-americanas #an ayudado tambi%n a la organi)acin de otros grupos de mueres

no blancas y revisar con ellas el etnocentrismo y racismo dominantes. $a

creacin de espacios como %stos, en el interior de los cuales se cuestionan

nociones de diferencia e identidad racial, se(ual y econmica dentro de la

>

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categora !muer", #a impulsado al feminismo a nuevas preguntas y nuevos

trabaos en pases con variedad de e(presiones religiosas y culturales.

Nemos visto entonces cmo, desde mediados de los 8, comien)a a

identi5carse la e(istencia de tendencias universali)adoras dentro del mismo

pensamiento feminista. $a categora uni5cada !muer" como sueto del

feminismo comien)a a ser despla)ada. 3ero, Gqu% acerca de la categora de

g%nero y las maneras en que ella se mani5estaH

GNEROENCUESTIN

El concepto de g%nero, en sus formulaciones originales, lo presentan como una

construccin cultural, sea de la diferencia se(ual o de la actividad se(ual

procreativa. As como la categora *uer sufre los embates de mueres negras y

lesbianas, el turno llega tambi%n para el g%nero y, ms precisamente, para la

oposicin entre %ste y el se(o. 4rataremos a#ora la problemati)acin de la

distincin se(o7 g%nero proveniente de dos corrientes que, aunque diferentes,

tienen puntos en comn9 el materialismo feminista y el feminismo

posmodernista, el primero en la 5gura de 0#ristine elp#y y el segundo en lade ?udit# 1utler.

Aunque dic#o de manera general, mientras las feministas materialistas

enfati)an las vinculaciones socio estructurales, tratando a varones y mueres

como grupos sociales fundados sobre la base de relaciones desiguales, las

feministas posmodernas enfati)an las e(plicaciones culturales, viendo a

!varones" y !mueres" como categoras discursivamente construidas.

3ara 0#ristine elp#y, de cu+o materialista, !varones" y !mueres" no son dos

grupos naturalmente dados que alguna ve) se vincularon errquicamente.

Esta feminista se opone a la idea de las feministas de la diferencia se(ual,

argumentando que la idea de diferencia femenina deriva de un ra)onamiento

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patriarcal y sirve para usti5car y encubrir la e(plotacin. ebe rec#a)arse

cualquier nocin de muer que no est% conte(tuali)ada, dir elp#y. El se(o es

para ella un producto de la sociedad y la cultura. Esta feminista revierte lalgica usual de la distincin se(o7 g%nero sugiriendo que ms que ser el g%nero

construido sobre la base de la diferencia se(ual biolgica, el se(o #a devenido

un #ec#o pertinente, una categora percibida, debido a la e(istencia del

g%nero. El g%nero crea al se(o anatmico en el sentido en que la divisin

errquica de la #umanidad en dos transforma una diferencia anatmica en una

distincin relevante para la prctica social. En sus ltimos trabaos, elp#y

a5rmar ms enfticamente el carcter social del se(o y dir que ms que ser

la diferencia entre varones y mueres un #ec#o biolgico auto-evidente, elreconocimiento de esa diferencia es un acto social. El potencial de la idea de

g%nero no es slo que desnaturali)a la diferencia entre varones y mueres sino

que pone nuestra atencin en la misma e(istencia de la divisin de la

#umanidad en dos categoras gen%ricas. 2o es su5ciente, dice, tratar el

contenido g%nero como variable si se asume que el !contenedor" :la

categora muer o varn< es inmodi5cable. ebera considerarse entonces al

contenedor mismo como producto social.

El vnculo entre elp#y y 1utler lo dio *onique Iittig, quien identi5c la

categora se(o como la categora poltica que funda la sociedad como sociedad

#eterose(ual. 1utler se basa en Iittig cuando anali)a la matri) #eterose(ual, el

orden compulsivo del se(o7 g%nero7 deseo que vincula el se(o y el g%nero en la

#eterose(ualidad normativa. 3ara 1utler, tanto el g%nero como el se(o son

5cticios en el sentido que ellos son construidos a trav%s de prcticas

discursivas y no discursivas. /i el se(o, tanto como el g%nero, son constructos,

entonces el cuerpo no tiene un se(o esencial pre-dado. *s bien, los cuerposse vuelven inteligibles a trav%s del g%nero y no tienen una e(istencia

signi5cativa antes de ser marcados por el g%nero. $os cuerpos devienen

generi)ados a trav%s de la continua representacin :performance< del g%nero.

El g%nero, ms que ser parte de nuestra esencia interna, es performativo9 ser

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femenina es actuar la feminidad. 0uando un varn representa un drag,

vistiendo y actuando como una muer, es visto usualmente como imitando o

parodiando un modelo original, una muer real. El punto de 1utler es que, dadoque el g%nero es una construccin, no #ay original. $a parodia es de la misma

nocin de un original. El dragdesnaturali)a el g%nero, separa sus elementos

performativos y despliega la 5ccionalidad de su co#erencia y revela la

estructura imitativa del g%nero mismo.

0laro que decir que el g%nero es performativo no es decir que una7 o lo toma

por la ma+ana y se lo saca luego. 3or el contrario, 1utler dir que estamos

constre+idas7 os en el g%nero. En respuesta a quienes la critican por negar lamaterialidad del cuerpo, ella responde que la materialidad es un efecto del

poder y que los cuerpos se(uados son for)adamente materiali)ados a trav%s

del tiempo. 1utler toma el concepto de performatividad proveniente de la

lingOstica, adonde es usado como aquellas formas de #abla que en su

declaracin dan e(istencia a lo que nombran. El eemplo clsico que se da es el

rito del matrimonio o casamiento, cuando la autoridad dice !los declaro marido

y muer". En ese momento queda constituido, se da e(istencia al matrimonio.

$a performatividad es efectiva porque es citacional, dice 1utler, se citanprcticas del pasado, convenciones e(istentes, normas conocidas. En este

sentido, la declaracin !es una ni+a" #ace de ese infante reci%n nacido una

ni+a. P all comien)a el proceso de dar e(istencia a una ni+a. P esto tiene que

ver con las convenciones que #an establecido lo que es una ni+a. En nombre

del se(o se citan las normas del se(o. El se(o es materiali)ado a trav%s de un

compleo de prcticas citacionales que son normativas y regulatorias y tambi%n

coercitivas.

$a perspectiva de 1utler sobre el se(o y el g%nero est vinculada a la nocin de

muer como una construccin sin realidad o unidad anterior al discurso.

LATEOR!APOST"COLONIALISTA

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$a teora post-colonial se desarroll en los ltimos 6 a+os, como una vertiente

#istrica de la i)quierda interesada en anali)ar y teori)ar las conDictivasrelaciones centro-periferia, creadas con el colonialismo pero mantenidas con

posterioridad a la descoloni)acin, tanto en aquellos pases que fueron

coloni)ados como en los coloni)adores. E(amina cmo el colonialismo, ms

que muerto, es recon5gurado despu%s de los procesos de descoloni)acin. /e

trata de una teora preocupada por el legado actual de las relaciones coloniales

e imperialistas. $a variedad de autores posibles de adscribir a esta corriente

postcolonial es tan grande como lo son sus diferentes posiciones tericas-

metodolgicas. Algunos enfati)an el anlisis en las estructuras polticas yeconmicas de inspiracin mar(ista, otros escogen el estudio de la subetividad

y adoptan enfoques propios de la teora foucaultiana, etc. $o cierto es que, en

todo caso, todos ellos constituyen una contra-postura a la #omogeni)acin

cultural en la que la diferencia es pensada en clave desigualdad y de erarqua,

relaciones de e(plotacin y dominacin entre estados econmicamente

dominados y dominantes y entre clases dominadas y dominantes o, desde una

perspectiva foucaultiana, de las relaciones materiales y discursivas de poder7

saber. elaciones que no slo implican diferencia sino, sobre todo, desigualdad.1uena parte de estos tericos postcoloniales provienen de sociedades e(

coloni)adas. $a sagrada trinidad, como suelen ser identi5cados Cayatri /pivaL,

EdQard /aid y Nomi 1#ab#a provienen, respectivamente de la &ndia, 3alestina y

3aListn. $a crtica postcolonial se #a visto atrada por la investigacin de la

complicidad de una gran parte de la cultura occidental con las actitudes y

valores ideolgicos de la empresa de e(pansin capitalista-colonial. Aunque

desde perspectivas diferentes, sus autores #icieron de la diferencia y de la

alteridad, temas postcoloniales.

0omo el conunto de autores enrolados en esta teora, las feministas tampoco

constituyen un grupo uni5cado. Algunas #an reaccionado a la falta de

tratamiento de la temtica de g%nero dentro de la teora post-colonial misma.

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As por eemplo, #an puesto en cuestin el supuesto de que la subetividad

colonial puede ser descripta desde un simple anlisis de los suetos

masculinos, como si la masculinidad no fuera un categora generi)ada eimplicada en relaciones de poder. En otras palabras, ellas #an empe)ado a

decir que el imperialismo no puede ser entendido sin una teora de g%nero,

entendido %ste como relaciones de poder. Estas relaciones no fueron una

ptina super5cial del imperio respecto a los mecanismos ms decisivos de

clase y ra)a. *s bien, las dinmicas de g%nero fueron fundamentales para la

seguridad y el mantenimiento de la empresa colonial. As por eemplo, el

dominio colonial se constituy como un mbito en el que los varones

occidentales podan e(presar sus fantasas se(uales de una manera que no eraposible dentro de los con5nes de la moral victoriana. $o e(tico es un eemplo

especial del modo en que el conte(to colonial est imbuido de esas fantasas

se(uales. $os #arenes presentes en la literatura del siglo R&R, con mueres

desnudas o semidesnudas, representadas muc#as veces como siendo de tipo

caucsico pero ubicadas en lugares tales como 4urqua y la &ndia, dominaron

muc#as de las representaciones coloniales sobre oriente.

*uc#as veces incluso el paisae colonial fue representado como un cuerpofemenino, un territorio virgen abierto a la penetracin imperial. 4anto Sfrica

como la misma Am%rica llegaron a ser para la imaginacin europea una

especie de trpicos porno, una fantstica pantalla mgica sobre la que Europa

proyect sus deseos se(uales pro#ibidos y sus temores se(uales.

En igual lnea de trabao, muc#as tericas post-coloniales #an notado que a

pesar de la aparente ausencia de mueres britnicas en los relatos #istricos

del imperio, ellas estn en la produccin simblica que sostieneideolgicamente al imperio. Aunque ellas no aparecen como agentes de la

colonia, uegan un importante papel en el modo en que el imperio se mantuvo

a un nivel ideolgico. $a postcolonialista ?enny /#arpe, por eemplo, relata

como fue representado el Al)amiento de 8B@ en la &ndia, cuando los soldados

;

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indios enrolados en la armada britnica se rebelaron contra sus maestros

coloni)adores y los regresaron a sus casas. $os britnicos representaron este

evento poltico en t%rminos de amena)a de des#onor para sus mueres yc#icos. $a amena)a de ser violadas por nativos fue construida como un destino

peor que la muerte, pero el %nfasis puesto en la posible violacin tambi%n tuvo

el efecto de construir el lado nativo como brbaro. En todo caso, la muer

blanca en riesgo es usada para enmascarar e incluso usti5car la violencia

contra los insurgentes en el conte(to colonial.

0laro que tambi%n #ay te(tos anticolonialistas en los que la 5gura de la muer

es puesta en t%rminos simblicos. $a identidad anticolonial nacional se proponecon la 5gura de la nacin como una *adre. Algunas veces, lo femenino que

corpori)a la nacin post-colonial es representada como una nutriente que cuida

y protege a sus #ios, otras como una muer fuerte e independiente que

renuncia a su feminidad por la luc#a poltica y algunas veces, incluso, como

una prostituta, ya que el cambio bao el imperialismo desde una cultura feudal

tradicional o comunal a una economa capitalista es meor imaginada por

ciertos escritores en la mercantili)acin de las relaciones se(uales entre

varones y mueres.

As como la 5gura de la muer no nativa tuvo un importante rol simblico en el

conte(to colonial, tambi%n lo tuvo la esfera dom%stica, ese lugar privado, de

trabao femenino. $a produccin de la domesticidad durante el colonialismo fue

parte integral del mismo. $a limpie)a obsesiva de los victorianos, que se centr

en el entrenamiento del trabao de las mueres en el #ogar, produo un

particular tipo de domesticidad que fue el mismo trabao intensivo. urante el

perodo victoriano, el nmero de tareas #ogare+as aument debido a lapreocupacin por la limpie)a y, dentro de la esfera colonial, el rol de la muer

britnica fue el de manager de sirvientes empleados para mantener el #ogar

colonial como un eptome de este tipo de entrenamiento dom%stico civili)ado.

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C%nero e imperialismo se vuelven a entrela)ar. $a ideologa de la domesticidad

fue una manera de controlar al coloni)ado.

3ero tambi%n #ay feministas postcoloniales cuyo %nfasis #a sido puesto en las

tendencias universalistas del pensamiento feminista occidental. Autoras como

Cayatri /pivaL, 0#ela /andoval, Anne *c0lintocL, ?enny /#arpe y 0#andra

*o#anty espec5camente, se #an preocupado por dar cuenta de la naturale)a

generi)ada del colonialismo y se preguntan insistentemente sobre la

naturale)a de universales como *uer para referirse a lo que las mueres

quieren. Es en este sentido que retoman los cuestionamientos que se+al% al

comien)o y que derivaron en uno de los adioses a la #ermandad feminista.

0#andra *o#anty :'ajo los ojos de occidente( eminismo $ estudios

postcoloniales, 1)*+< cuestionar la categora !muer del 4ercer *undo", como

una categora #omogenei)adora que e(iste en la produccin feminista

occidental. Ella discute el tipo de universali)acin que ciertas feministas

occidentales e(presan, asumiendo que mueres son un grupo ya constituido,

co#erente y con id%nticos intereses y deseos, sin consideracin de cuestiones

de clase, etnia, ra)a y, por tanto, con caractersticas que pueden ser aplicadasde modo universal y transcultural. 2o se trata de una simple cuestin de

representacin sino de la agenda poltica que se asume.

Cayatri /pivaL :Guede el subalterno hablar%, 1))-


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dominio colonial. Al momento de discutir el sueto femenino subalterno, /pivaL

nota que tanto como obeto de la #istoriografa colonialista y como sueto de

insurgencia, la construccin ideolgica del g%nero mantiene el dominantemasculino. /i en el conte(to de la produccin colonial el subalterno no tiene

#istoria, y no puede #ablar, el subalterno femenino est an ms

profundamente en la sombra. Al #ablar de este sueto femenino subalterno la

crtica feminista occidental tiene muc#o que desaprender, tiene que pensar

acerca de la #istoria de su posicin en relacin a lo subalterno.

3or su parte, 0#ela /andoval se enrola en lo que ella llama feminismo del

tercer mundo en EE'', que describe una forma de teora feminista que seconstituye como opuesta al feminismo #egemnico angloamericano, blanco y

de clase media. En algn sentido, se trata de una posicin que llama tercer

g%nero, desarrollada, precisamente, en los escritos de las feministas del tercer

mundo en EE''. 4ercer g%nero que es resultado de no austarse a la

categori)acin de g%nero que las feministas occidentales #an formulado. $as

mueres de color, dir, e(isten en los intersticios entre las categoras

legitimadas del orden social. /ostiene que ms que responder a esta

conciencia diferencial de las feministas del tercer mundo en EE'', elfeminismo #egemnico la #a caracteri)ado como un problema a ser resuelto a

trav%s de las teoras de la diferencia pero la e(periencia de articulacin terica

y poltica de las negras no forma parte de las curr.culade las casas de estudio

del primer mundo.

Esta rese+a de algunas feministas post-colonialistas muestran, en todo caso,

que estamos ante un feminismo que convoca al despla)amiento de la teora

feminista desde un tratamiento parroquial, blanco, de clase media, a uno quese interesa por las mueres de diferentes conte(tos nacionales y culturales. En

este despla)amiento se #a ido constituyendo como una teora propia y no

simplemente como una reaccin, sea a la teora feminista occidental o a la

post-colonial general.

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GNERO, MUJERYDESPUS

G0ules son, pues, las alternativas que plantean las feministas de cu+o

igualitarista, aunque crtico, las enroladas en el pensamiento posmoderno y

tambi%n las post-colonialistas frente a este sueto *uer cuestionado a partir de

la diferenciaH En otros t%rminos, Gcmo asumir una perspectiva que cuestione

el carcter universal de la *uer si con ello se dea a las mueres sin posicin

alrededor de la cual movili)arse polticamenteH

4eresa de $auretis propondr una posicin para la muer como sueto en losmrgenes del g%nero. /e trata de un sujeto e/c0ntricoque no est fuera del

sistema ya que eso sera imposible, sino en sus mrgenes. 'tili)a la metfora

del !espacio oculto" del cine, un espacio que no aparece en la pantalla pero

que el7 la espectador7 a puede inferir. /u sueto e(c%ntrico encuentra su

identidad en ese otro lugar del g%nero asignado y ello supone un

despla)amiento del sitio otorgado por la sociedad.

$as feministas de cu+o materialista ponen en cuestin la categora !mueres"pero sin negar la e(istencia material de las mueres como un grupo social

de5nido no por su esencia sino por su lugar dentro de la erarqua de g%nero.

Entienden que esta perspectiva permite tomar en cuenta la diversidad que

e(iste dentro de las mueres en t%rminos de sus posicionalidades

materialmente diferentes en t%rminos de clase, se(ualidad, nacionalidad,

etnicidad, etc.

Eli)abet# /pelman, feminista negra, dir que no #ay que tomar lassingularidades desde una perspectiva aditiva. Esto es decir, subalterni)ar todas

las diferencias a la categora muer, descuidarlas sin reparar en los conte(tos y

su impacto en la e(periencia del se(ismo. Es precisamente por lo situado de la

6=

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prctica que las diferencias de ra)a, clase, etc. son determinantes que #acen

tanta diferencia :o ms< que el se(o.

Feministas tales como 2ancy Fraser, entienden que si bien es necesario

cuestionar un discurso feminista totali)ante, dependiente de categoras tales

como g%nero, consideradas demasiado unitarias y universales, #ay ra)ones

para suponer que an el despla)amiento de las metanarrativas demandan una

crtica social que puede abra)ar lo local y lo conte(tual T y este es claramente

el caso de una respuesta feminista creble. 3olticamente, las feministas tienen

buenas ra)ones para retener el binario masculino7 femenino en su discurso, a

los 5nes de descubrir las diversas y multifac%ticas maneras a trav%s de lascuales este binario an se mantiene tan poderoso. En todo caso, deben

abandonarse conceptos unitarios tales como muer y reempla)arlos por otros

como identidades sociales plurales y compleas.

4ericas simpati)antes con posturas posmodernas sugieren una propuesta que

no niegue los conte(tos materiales de la vida de las mueres sino que abogue

por una visin de !mueres" como provisional y conte(tuada y que permita

diferentes posicionalidades desde las que el concepto !mueres" puedamovili)arse :2ic#olson, ;;>


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fuera del cuestionamiento poltico. $o que se necesita es interrogarse sobre la

propia construccin del sueto como algo dado. A uicio de esta 5lsofa, el

sueto est constituido por una e(clusin y diferenciacin que es ocultada,revestida por el efecto de autonoma. Esta autonoma no es ms que una

dependencia no declarada. Ella se pregunta sobre la necesidad de asumir

tericamente desde el principio un sueto con agencia, antes de poder articular

los t%rminos de una tarea poltica de transformacin, resistencia,

democrati)acin radical signi5cativa desde el punto de vista social y poltico.

$a respuesta es que, teniendo en cuenta que las condiciones de posibilidad del

sueto y su agencia residen en un campo de articulacin en el que poltica y

poder se dan al mismo nivel, no #ay ra)n para suponer un sueto agente comodado antes de esa misma articulacin. esde su perspectiva, entonces, se

cuestiona la idea de construir un sueto emancipatorio !mueres", en tanto,

!mueres" se utili)a como una categora que no incluye ni la de los opresores ni

la de los oprimidos. Nabra que construir la categora !mueres" e(plicando los

procesos de e(clusin que #an constituido a las mueres y no presuponer el

sueto !mueres" como sueto de la emancipacin. espondiendo a las crticas

recibidas respecto a la !muerte del sueto", 1utler dir que el #ec#o de

considerar la construccin del sueto como polticamente problemtica, noimplica eliminar al sueto o negarlo. econstruir es suspender todos los

compromisos a los que se re5ere !el sueto" y tomar en cuenta las funciones

lingOsticas a las que sirve en la consolidacin y ocultamiento de autoridad. Es

abrir sus posibilidades de signi5cacin. $a peticin de demandas en nombre de

las mueres :como madres, dominadas, etc.< conlleva serios riesgos al

movimiento feminista, la #ermandad no se produce all. En sus palabras,

contrariamente a lo que se supone, si el feminismo considera que !mueres"

designa un no-designado campo de diferencias, un campo que no puede sertotali)ado ni sumado por una categora de identidad descriptiva, entonces

estamos ante un t%rmino que est en un lugar de resigni5cacin permanente.

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Finalmente, concientes tambi%n del problema devenido de cuestionar el

carcter universal de la *uer, esto es, dear a las mueres sin posicin

alrededor de la cual movili)arse polticamente, las feministas post colonialistas,Cayatri /pivaL concretamente, aboga por la adopcin de un esencialismo

estrat0gico. Esto es, ms que asumir que una es un tipo particular de sueto y

entonces un tipo particular de esencia, pueden e(istir determinadas

circunstancias, particularmente en los movimientos de resistencia, donde es

necesario adoptar estrat%gicamente un tipo particular de rol y de posicin de

sueto. $o que quiero dir /pivaL es una teora de la agencia y de la estrategia,

no una teora de la esencia. /e trata de una necesidad estrat%gica de

esencialismo riesgoso. Este riesgo e(iste porque se asume que la nicaalternativa a la reconstruccin posmoderna es disponer de alguna diferencia

esencial entre varones y mueres y alguna unidad esencial que apele a

!mueres" como colectividad. 0on el nimo de esquivar los riesgos

esencialistas y tambi%n colonialistas :blanco, #eterose(ual y de clase media


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conciliar y que es necesario seguir discutiendo. Vale recordar que el inter%s

relativamente reciente pero cada ve) ms grande por lo local se constituye en

conuncin con el impacto de lo global. Es precisamente el marLeting denic#os, que e(plora la diferencia de lo local uno de los modos en que opera lo

global. 3or tanto, no se trata de pensar en sustituir lo global por lo local, qui)s

el desafo sea pensar en una nueva articulacin entro lo global y lo local. 2o

reparar en aquellas locali)aciones de identidades slidas y e(cluyentes sino en

una que funciona dentro de la lgica de la globali)acin, que produce y elabora

identi5caciones globales con identi5caciones locales nuevas.

6@

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feminismo, igualda, diferencia y postcolonialismo

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