f elaffndo carmen gÓmez tejera: perfil de una vida...

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EL MUNDO, SAN JUAN, P. A. - DOMINGO 24 DE JULIO DE 1938. f ELAffNDO VERDAD Y JOtnetá Editora: PUERTO RICO ILUSTRADO INC. DttMtor: Jote CoU v.dai. Administrador: Aniel Ramos. Oficina»; EDIPICIO PDERTO RICO ILUSTRADO Apartado da Corraos 845 Para al Extrañara: Prado da suscripción incluyendo sabatino y dominical En Puerto Rico: maestra «. ss.00 Sameatra «. 0.50 Afio _ _ __ 10.50 Eatadoe Dnidoa » pu- se» dentro del Trata- do Postal: Trimestre _ _ •4.00 Semeatre _ _ 7.50 Ano 14.00 Ano.... _ _ _ «17 00 Semeatre __ J. 0 00 Trlmeatrs __ 476 CARMEN GÓMEZ TEJERA: PERFIL DE UNA VIDA FECUNDA Y CREADORA '!! Por FERNANDO TORREGROSA Breve monólogo sobre la decadencia Por el Dr. GREGORIO MARATÓN Diríjase la correspondencia informativa y literaria t la dirección. Para anuncios, comunicados, etc. diríjase al Administrador. LA CORTE NOCTURNA DE LA CAPITAL Debe ampliarse su jurisdicción 'Conferencia dictada en Universidad, en ocasión del homenaje a ñietinguida educadora portorriqueAa.J Palabras' I i minares Con la más intensa de las satis- facciones he aceptado la invitación que se me ha hecho para hablar acerca de una personalidad feme- nina cuya labor realza extraordi- nariamente los valores de su sexo. La aceptación de ese honroso en- csrgo me pone en un trance muy difícil. La altura. Intelectual de la dama sobre quien debo emitir mi criterio, obliga al trato y estudio de materias para las cuales estoy desprovisto de suficiente prepara- ción. Yo no podría nunca ocupar- me de ella con la 'propiedad y el acierto que lo haría un pedagogo o un temperamento avezado a al- i lucro y rendimiento, resolvieron ' cambiar de rumbo, prefirieron pa- ] sar por otras a ser ellas mismas. Les faltó la capacidad ética que nutre la conciencia y lleva a los individuos a querer ideales y obje- , la elocuencia señorial y avasalla- ! dora de aquellos maestros del ver- ; bo. la ciencia y la poesía; las mu- jeies experimentaban una imperio- . sa e irresistible disposición a se- l guir con mis ahinco todas las ma- ln« mensa dosis de tolerancia a los oyentes, que siempre esperan del escritor el hallazgo de una emoción nueva o un concepto Interesante. Yo no pretendo decir nada que ae aparte de lo que todos conocen y saben. No entra en mi Animo ofre- cer sorpresas ni añadir a la menta de los que me escuchan una ex- presión o idea de resonancia per- durable por su profundidad y deli- cadeza. Me ceñiré a producirme con las limitaciones y la modestia que ca- racterizan mi temperamento. Pe- ro a falta de algo nuevo y suges- tivo en lo que diga, abundará en mis palabras un gran fondo de sin- ceridad. No vacilaré un momento en expresar en toda su med'da la admiración que me despierta el acusado perfil moral y literario de esta dama, en cuyo homena.ie se juntan hoy todas las manos ávidas de aplausos y todos los espíritus ansiosos de tributar justicia y re- conocer el valor de una vk vorosamen'e dedicada a esculpir ca- racteres y animar conciencias pa- ra la lucha y el triunfo ?n las li- des de la inteligencia y de la vida. Vocación y ética Entre las múltiples actividades Por la ley número 37, aprobada el 11 de mayo de 1934, se \ «unos temas de la cultura, estableció la Corte Nocturna de la Capital, disponiéndose orí- De modo <> u « «pilcaré finalmente que dentro de los limites territoriales de San Juan tendría los mismos deberes, facultades, jurisdicción y poderes de las demás cortes de paz de la Isla, con las limitaciones que en el mismo estatuto se fijaban. Por la ley número 39, de 17 de abril de 1935, estos poderes se ampliaron a los que tienen en la actualidad las cortes municipales en materia penal. La Corte Nocturna tiene jurisdicción sobre aquellos deli- tos menos graves que fueren cometidos durante las horas com- prendidas entre las siete de la noche y las ocho de la mañana. Su autoridad para intervenir en estas causas tiene, sin embargo, una importante limitación. Con arreglo a la ley, solamente pue- de resolver aquellos casos en que el acusado se declarare cul- pable. Todos los demás casos, después de haber prestado fian- za el acusado, son trasladados a la corte correspondiente para su disposición final. Aunque al establecerse esta corte se creyó que la misma no llenaría una función esencial dentro del actual sistema de enjuiciamiento criminal, la experiencia ha demostrado que ha- bía verdadera necesidad de ese tribunal. La creación de una corte nocturna persigue dos objetivos fundamentales: en pri- mer término, hacer más expedita la administración de justicia en los casos de denuncias por delitos menos graves cometidos | conocer el valor de una vida fer en el curso de la noche, instituyendo a tal efecto la maquina- ria judicial para la vista e inmediata resolución de estas cau- sas, y además facilitar la prestación de fianza en los casos ocu- rridos durante la noche que correspondan a la jurisdicción de otros tribunales; y en segundo término, aminorar la acumu- lación de trabajo en las demás cortes de la municipalidad. De acuerdo con el informe anual que ha rendido el licen- ¡que puede abarcar la inteligencia ciando V. F. Rodríguez Ortiz, juez de la Corte Nocturna de í uma _ nt . 1 h _'^ 1 , ] na . <1 ^.P* r .*,. m ¿. tle ; San Juan, la labor de la misma ha ido en aumento constante. En julio de 1937 se radicaron 601 casos; en mayo de 1938 el número de casos atendidos ascendió a 1,007. En el curso del año 1937-38 despachó la corte un total de 8,500 causas, de las cuales 2,342 fueron trasladadas a otros tribunales y en 6,151 se dictaron sentencias condenatorias. En los casos en que pro- cede el traslado la labor del magistrado consiste en radicar y leer las denuncias, señalar y admitir fianzas, librar manda- mientos de excarcelación y remitir los expedientes al siguien- te dia a los tribunales que corresponden. En los casos en que ' voc0 , . el lnt «n l o de dar con la di- hay declaración de culpabilidad, el juez fija la multa proce- ¡gSJS con'í..° a^lSTS nuestro espíritu. La mayor parte de nuestros compatriotas se con- funden y pierden en esta faena, haciendo que después derrochen y malbaraten sus talentos en ocupa- clones en c,ue no pueden ejercer una Influencia beneficiosa para ellos mismos ni para los demás. Mucha gente viene a compren- der muy tarde el derrotero que debieron elegir. Unas, por ese tor- bellino de obstáculos que la exis- tencia de hoy siembra en el cami- no de cada cual; otros, por el ter- co desconocimiento de si mismos. Aquí estamos hoy en presencia de una de las personalidades que no se han malogrado, porque des- cubrió a tiempo su propia esencia, la Intima razón a que debía aco- modarse todo el curso y movimien- to de su vida. Carmen Gómez Tejera, dama en quien la cultura portorriqueña ha tenido siempre una infatigable y ejemplar colaboradora, pertenece a : de este solo punto. Porque ia sa- biduría o erudición no es la ünica j materia que puede hacer del indi- viduo un ciudadano ejemplar y i responsable. Se conocen muchos hombres que asombran por su ha- gaje Intelectual, pero que descon- ciertan por !a crueldad de su con- ducta, por su flaqueza ante el vi- cío y las peores corrupciones. La pedagogía que solamente piensa en convertir a los seres en científicos, eruditos y técnicos corre el riesgo de producir tipos de esta especie, en que haya demasiada instruc- ción y muy débiles cimientos mo- rales. Pero el maestro del que Carmen Gómez se forja desde pequeña una clara visión, es el que piensa con preferencia en esa zona que levan- ta al hombre como ciudadano y le compone y afianza para que en te- do instante sea un Invencible y genial domesticador de toros los Instintos e Impulsos. Ella quiere ser una Incubadora de Bondades, uní creadora de estímulos purificantes y ennoblecedorés. Carmen Gomes Tejera en la noche en que tuvo lugar el homenaje. tos que puedan perfeccionar la ru- ta de su vida. Escenario de la voz ne un significado especlalisimo y que juzgo la más productiva y útil ruando en ella se logra un pleno y decisivo triunfo. Me refiero a la tarea para descubrir la verdadera vocación que a los seres correspon- de. En el caos y confusión que la vi- da y sus Inquietudes nos imponen a los portorriqueños, es sobrema- nera dificultoso y expuesto al equi- denta con arreglo a las circunstancias de la denuncia. Tam- bién se ha registrado un aumento considerable en los ingresos por concepto de multas y costas. Mientras en el mes de julio de 1937 solamente ingresaron $251.52, en el mes de mayo de 1938 hubo un ingreso de $847.79. La suma total que percibió el Tesoro durante el pasado ejercicio económico por concep- to de multas y costas procedentes de la Corte Nocturna as- cendió a $6,062.79. Estos datos bastan para poner de manifiesto la extraordi- naria labor que viene realizando la Corte Nocturna de San Juan y evidencian el positivo servicio que presta a la admi- nistración de justicia en la Capital, especialmente en lo que concierne al rápido despacho de miles de causas criminales que ocurren durante la noche, y cuya resolución reduce en forma considerable el trabajo de los tribunales que funcionan por el día. A pesar del crecido número de causas que ventila al año la Corte Nocturna, creemos que si se enmendara la ley dán- dole al tribunal poderes para decidir, no solamente los casos en que el acusado se declara culpable, sino también aquéllos en que hace alegación de inocencia, se lograrían de manera más cabal los objetivos que determinaron su creación. Es ver- dad que la Corte Nocturna de San Juan se ha constituido co-' «»e r»r° linaje de almas que lógra- me un tribunal de policía y que no cuenta con más funciona- rios que el juez y un secretario-alguacil, que es un sargento regular del Cuerpo de la Policía designado, en comisión, por el Gobernador por recomendación del Procurador General. Pero también es cierto que el estatuto dispone que el juez de- berá ser abogado: requisito que asegura la capacidad jurídica del incumbente para el desempeño de todas funciones judi- ciales necesarias para la resolución de causas de esta naturale- za. La actual restricción que impone el estatuto, en el senti- do de que el juez sólo podrá resolver aquellos casos en que el acusado se declare culpable, no tiene razón de ser ni en lo que respecta al magistrado que preside la Corte ni en lo que con- cierne al acusado que hace alegación de inocencia. Por su con- dición de letrado, ya vimos que el juez está plenamente capa- citado para resolver cualquier alegación que formulara el acu- sado, examinar la prueba de cargo y defensa y decidir el ca- so en su fondo con arreglo a la ley. En cuanto al acusado, fun- cionando una corte nocturna, no debe aplazarse la vista de su caso, sino dársele la oportunidad de una justa y rápida defen- sa, sin someterlo a prisión ni a demoras innecesarias. Por todas estas razones, entendemos que debe enmendar- se la ley que regula el funcionamiento de la Corte Nocturna de San Juan, ampliando su jurisdicción para que pueda cono- cer y decidir todos los casos de delitos menos graves que ocu- rran en el curso de la noche. A tales fines, procedería dotar al tribunal de todo el personal necesario y proveer adecua- da compensación a todos sus funcionarios, especialmente al juez, sobre quien recaería un considerable volumen de tra- bajo. _ "La Prensa*' aplaude al Bajas en los empleos de presidente López NUEVA YORK. N. Y., julio 22. (Prensa Unida).—"La Prensa", dia- rio hispánico de Nueva York, elo- gia editorlalmente las declaraciones del presidente Alfonso López cuan do ésta recomendó que Colombia se retirara da la Liga de Naciones. "La actitud del Presidente, abier- ta, liberal y decidida, es digna del aplauso de todo ndlvlduo o sociedad que aienu la verdadera y única de- mocracia: es decir, la democracia basada tn los principios del dere- cho, la justicia y la libertad." Agrega el editorial que Europa necesita una Liga, especialmente ahora; pero que "se trata a secas de que la presente Liga no «s agen- da sincera y efectiva cual creyóse en Sus comienzos, sino un mero instrumento de las conveniencias y caprichos de las potencias que siem- pre la han regido." las industrias WASHINGTON. D. C. Julio 22. (Prensa Unida).—Informa el Negc- ciaao del Trabajo que el empleo no agrícola bajó 100.000 en junio debi- do principalmente a las reducciones de personal en las Industrias del acero, automóviles, maquinarias, zapotes y textiles. Se cree que los empleos en las manufacturas bajaron 2.2 por cien- to y que isa listas de pagos dismi- nuyeron 3.2 por ciento, o *a como $4 500000 a la semana. Sin embar- go, la oaja de junio es menos se- vera jue las de abril y mayo. Aun- que dieciocho estados registraron ganancias en el número de empleos, "la mayoría de los más grandes es- tados industriales del esta y del norte informaron menos empleos durante Junio. Entre estos «stadoa están Michigan. Masiachusettj, Nue- va York y Pensllvania." pasos de actividad y empeño. La enseñanza fué el punto hacia el cual se inclinaron desde tem- prano todas las potencias entusias- madas de su espíritu. Pero a veces no basta atinar ' con el cauce por donde debe dis- 1 currlr el torrente de nuestras fe- 1 cuitadas. * Podemos tener vocación para de- terminada rama de la actividad o del conocimiento y no entregar- nos a ella por la desproporción que ofrece entre los sacrificloi c,u» exi- ge y las ingratas compensaciones que promete. Esto demuestra que no sólo im- porta llegar a saber nuestra voca- ción, sino que también se necesita darla cantidad de valor para afron- tarla. En Puerto Rico tenemos muchas personas que se hallan operando en terrenos extraños a su vocación. El hecho sorprende porque se tra- ta varias veces de personas que ron poco esfuerzo hubieran caldo en la cuenta de aquello para que sirven. Pero el caso es que esas personas averiguaron su camino y decidieron abandonarlo por otro. Determinaron hacer el simulacro o farsa de una personalidad que no poseían a vivir la Insustituible, la propia personalidad. ¿A qué se debe este fenómeno que con frecuencia se observa en el cuadro de nuestras costumbres? Es un problema que no ha sido suficientemente estudiado y al que debe dedicarse un más alto grado de atención. Probablemente uno de los resortes explicativos de nues- tra tragedla como pueblo podría en- contrarse en este deliberado tras- trueque o cambio de destinos y papeles a que se han habituado muchos de nuestros compatriotas. Para mi el asunto carece de pe- numbras y misterios. Todas esas personas que desviaron sus apti- tudes naturales, han amado huér- fanas de esa virtud, de ese espíritu de- sinceridad que baña como una corriente el carácter y le nace se- guir su propia trayectoria. El egoís- mo y la especulación mataron en ellas el necesario estimulo de la verdad, hasta el extremo de supo- ner que les quedaba mejor un tra- je que no era el suyo. Al ver que la vocación recién descubierta no ofrecía perspectivas inmediatas de La enseñanza en Puerto Rico es una de las vocaciones que debe inspirar mis titubeo y duda en el inimo que ae sienta tentado a se- guirla. El profesorado, aunque re- presenta una de Jas ocupaciones de Inconmensurable influjo en los des- tinos cívicos y el progreso cultu- ral de cada pueblo, no ha llegado a tener entre nosotros la aureola y el brillo que traen a quien lo ejerce, la pública gratitud y las satisfacciones compensadoras de todos los esfuerzos y martirios afrontados. Siendo el profesor uno de los pilares básicos del mundo espiritual a que siempre ha aspi- rado el hombre, se hace demasia- do poco por que su obra conquiste grandes alientos y se sobrepone* a los tropiezos y hostilidades que ae- be encontrar en el camino. No obstante, Carmen Gómez Te- jera, leal a los dictados de sa con- ciencia, indiferente a esos cálculos materialistas y especulativo» que otros suelen tomar como base o norte para resolverse por una em- presa, no vacila un minuto; abra- za esta carrera y a ella rinde to- das las avideces y sutilezas de su espíritu estudioso y despierto. Probablemente muchos de los que me oyen no vean esta actitud revestida con los elementos de consideración y de grandeza que yo la aprecio. Habituado yo por ¡n« cllnación a vivir en una zona don- de las cosas se observan desde una altura que las enciende de temblo- res imprevistos y comunica a sus ademanes una gracia embellecedo- ra y fina, lo más seguro es que tomen como fantasía o arbitrarie- dad esta forma que me lleva a atribuir rasgos admirables a esa generosa consecuencia con que Carmen Gómez ha dado su talento y su afán al oficio, a la dirección que le marcó el destino. Sin embargo, sobrados motivos hay para que asi yo Juzgue las li- neas especiales de este caso. Hace tiempo me honro con la amistad de Carmen Gómez, y tuve el pri- vilegio de ser uno de los especta- dores más interesados de ese mo- mento en que su alma comenzó a abrirse como una fresca rosa a los primeros destellos de su pre- ferencia por la carrera educativa. Este instante se vincula con lc¡9 días fantaseadores y quiméricos de mi niñez, cuando mis ojos se que- daban perplejos y asombrados an- te la rubia sinfonía del horizonte, y todo mi ser era como una cuer- da tensa y dócil a los vientos más sutiles de la Irrealidad y la aven- tura. Vivíamos ambos en Aguadllla, ciudad de nuestro nacimiento, don- de se echó a correr mi niñez por una avenida orlada por el lujo deslumbrante de venturas y opor- tunidades que luego supe no eran tan accesibles y mansai como en- tonces las vela y que a ellas se Iba tras penosos y prolongados ata- ques de violencia y de astucia. En aquel tiempo la villa aguad!- llana era un prestigioso centro de elegancia y aristocrático tono. Otras ciudades se distinguían por el dinamismo de su puerto o la acción politice de los gobernantes en ellas radicados. Aguadilla ofre-jNo es simplemente la tarea' de ha. ""cer que lleguen con exactitud a la cia la aureola del talento y la fi nura social. Abundaban los cená- culos literarios, presididos por al- gunas de las cabezas más Ilustres que ha tenido el país y a los que afluían literatos y perio- distas de otras ciudades. De Diego, doctor Stahl, José de J. Esteves, hablan nacido allí, y sus figuras tenían entonces una magnética y poderosa atracción sobre la Juven- tud intelectual y los públicos Ilus- trados de toda la Isla. De todas partes del país venían eminentes personalidades nada más que para ver -y oír a estos hombres, que pasaban entonces como los capita- nes de la Inteligencia y la cultura en Puerto Rico. En Aguadllla el hombre se sentía poseído- por esa extraña sugestión que elaboraba en ISV. atmosfera al énfasis brillante, nlfestaclones y preferencias que han dado un aire de agraciada fri- volidad y suntuosa coquetería a su sexo. En las labores y afanes del talento, el hombre parecía ver la ocupación más honro«a. elevada y propia; la mujer pensaba en igual forma del cultivo de todas las ar- tes que se han Ideado para fomen- tar ni vanidad y adular su excesi- va afición a los trajes bonitos y las modas elegantes. No era frecuente ni comprensible entonces que una señorita reser- vase un rincón muy escaso y obs- curo a las frivolidades de su sexo y diese toda la abundancia de su espíritu y entusiasmo a las tareas en que los hombres se sentían más poblados de orgullo y mas dueños de si mismos. En aquel amálente, en que las mujeres softabín apasio- nadamente en ser un Otare ador- no de aristocracia social y j's hom- bres erigirse en campeones de la erudición y la oratoria, surge la nota distintiva y sorprendente Je una muchacha que busca con te- sonero ardor el conocimiento y na- da atiende de los menesteres y ru- tinas que embargan y enloquecen la curiosidad de las señoritas de i su época. Esa niña que tiene en ! su gesto una viva claridad de sa- i ber y que todos miran con una atónita gesticulación es Carmen Gó- mez. Tiene unos ojos grandes > meditabundos y el paso sereno, en- trecortado por paréntesis de in- movilidad y de éxtasis, que corres- ponde a los espíritus que llevan una enorme y luminosa carga de reflexiones y de ideas en el pen- samiento. Aquella voz femenina, de sello diferencial y llamativo, alo- jada en una cabeza voladora y vi- sionaria. traia un mensaje nuevo y audaz. Aquel cambio de sentido en sus preocupaciones era el anuncio y preparación de una naturaleza destinada a actuar con aliento pro- cer en la marcha e impu'so de las ideas pedagógicas en nuestro sue- lo. La auténtica pedagogía De aqui en adelante toma vue'o y se exalta todos los días con más brio la idea de ser maestra, pero no en la significación reducida y corriente que la palabra recibe. Se piensa comúnmente que él maestro es aquella persona que reúne y atroja un conjunto de co- nocimientos, que luego por deber profesional tiene el cargo de tras- mitirlo al discípulo. Esta noción se ha expandido más de lo propio y actualmente existen maestros que no se ajustan al verdadero canon, a las genuinas y profundas virtu- des que entraña esta ocupación. SI lanzamos una mirada ai pano- rama actual y permanecemos un momento pensativos y analizantes, veríamos la grave, la dramática ausencia de maestros auténticos que el mundo padece. Notaríamos de repente que hay muchas perso- nas que saben decir y enseftar con regla el saber aprendido y el «gen- ciado; pero dejan vacia y nula la porción más significativa y fecun- da de su cometido: la Influencia modeladora de los sentimientos. He aquí el área, el dominio en que el verdadero maestro puede trocarse en un formidable y cons- ciente auxiliar de la cultura y ei perfeccionamiento de los puebloa. Educación, ventana de Dios La decisión está hecha centro se disparan todas rlosldarles del estudio y la Carmen Gómez se traslada y a su las cu- lectura, a es'a universidad, y aquí, entre las gran- des síntesis del intelecto y la idea que se colocan en sus manos, prln- dpla su Iniciación en el Vcreto de la ciencia a la que su temperamen- to avizor Incorporará valiosas mo- difleaciones y conceptos que abren nuevas trayectorias al conocimien- to y dominio de las circunstancia» que deben regir la obra y fine» de la escuela. Una tarde enamorada de luz, cuando los árboles prodigaban la deuda aromosa de sus frutos y sa- lla de los labios e| hilo transparen- te de risas y canciones, Carmen Gómez volvía a su pueblo. Con *o- , hresalientes distinciones habla da- do fin a aquellos cursos que la ¡ orientaban al sendero de su predi- j lección. Cuándo todas las jovenci- j tas soltaban su alegría por las ca- lles, Carmen caminaba con el mis- ¡ mo paso sereno y contemplativo de ames. Su triunfo se mostraba con proporciones más amplias que el de su» compañeras, y. en cambio, su gesto ofrecía una mirada de distinto humor. Aquel dia no sólo representaba para ella la meta de un deseo obstinadamente perseguí do y ansiado; no era el motivo pa- ra que el alma abriese de par en par sus alas a un goce fugitivo: Aquel día era él amanecer tran- quilo y seguro de una Jornada más intenta y más larga. Aquélla tarde sintió ella, allá dentro, el campa- neo solemne del rumo lneambia- h!é y fijo de su conciencia y de su vida. Aquel día no era el flore- cimiento de un goce, sino la per- cepción diáfana de un deber que nac« con sus llamadas más impe- rativas y serlas. ¿Cómo respoMerla ella a esa corriente que se apodera de su es- píritu y la insta a manipular con los problemas y mandatos de la enseñanza? ¿Lograra ella carae- terlzar en sus acciones y proyec- to» lo» atributos de esa imagen tan sutil y afinada que del maes- tro se ha forjado? Todos los »eres buscan abrir una ventana, para desde ella enderezar la vista y las ideas hacia Dio». Unos eligen la religión; otros se resuelven por el arte. Carmen Gó- mez abre la ventana que da a la educación, ventana la más dulce Encontré al gran escritor y amigo mió. en su paseo de desterrado «or ios muelles del Sena. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos, ¡5 urd^ ¿gunos seglndo. en responder .1 saludo que le hice saludo «i«n#»«í romo solía cara a cara y acompañado de su efusivo abrazo. ;E1, q^ue eail sin veílos. presentí, a los amigos en tiempo de normalidad! * Estab" en los pocos días en que habla dejado de verle, arrugad* v como emp¿qu"fteddo. ¿Serla posible que 1. .«tal*MJMW |¿Sle hu- biera quebrado hasta este punto la salud y la serenidad. Porque «r. luí la predicaba a todos con el ejemplo de su fortaleza y el que sabia encontrar fórmula, nuevas a los consejos «wj.« di Séne^ para aliviar el singular dolor, singular y paradójico, que causa en lo más Intimo del alma la patria remota e UUMSWaWM. Le pregunté si alguna cosa le ocurría, dando por hecho que le oo rHa alga con la impertinencia que nos da a los médicos la profesión v la eos ímbre de que los demás no. perdonen ^"".'^Vo'lí misma" le pasaba nada nuevo en relación con su país. Soportaba, con la^ misma serKa calma de siempre, la no.talgla del de.tlerro. Lo que le atorme- flia Ihera er. una preocupación distinta, una preocupación universal co- mo 1. que hubiera Sentido" "all" ("Alir. decía siempre con unddn des que daba a la vaga palabra firmeza topográfica de infinita precisión' SI "allí", en el observatorio de «u huerto, bajo lo. arbole, seculares (en e toadlas de Julio su sombra alcanzará sin duda, su gffjg^ desde donde se ve la Vega umbría y. al otro ladOjla dudad «g»»*^ da de luz y de campanas; al "allí", donde su «rezón I*********; feble, en el espacio sin pasiones, cómo las alondras £ ^J*"* " 1 no, hubiera leído que sus propios discípulos anunciaban su ««Manda la herida le traspasara el ánimo con «áwlt enaMeM «• iaquJ,en .- destierro, en la metrópoli ruidosa, donde el vivir, más que visir, era sólo un esfuerzo Inacabable para olvidar. II Como si se desclavase una espada del pecho, sacó del bolsillo r,. eOndito el articulo procaz escrito por la pluma de un Judas. Deeaden cía, decadencia. La palabra terrible, la que mata Inexorablemente, por- que si hoy es. por azar, todavía mentira mañana no lo será, había so- nado por primera vez en su conciencia. No se acordaba si antes la be- bía oído alguna vez. Acaso, si; acaso, en las hora, de lucha, la palabra cruel habla silbado en sus oídos entre las Injurias, entre las criticas sarcásticas. entre la negación audaz de los jovenzuelos que alimenta- ban —historia eterna— su apetito de caníbales devorando la ajena glo- ria. Pero resbaló siempre, si 'legó hasta él, sobre la indiferencia magni- fica que le daba la certidumbre de su propia fortaleza. Ahora, en cam- bio, la palabra se llenaba de sentido y le hacia vacilar como un solp» recibido en la nuca. Se daba cuenta, por primera vez. de que estaba ha- jando el camino de «u vida: porque sólo cuando se desciende, esos mez- quinos empujones por la espalda nos ponen en trance de caer. "Lo que más me anonada, concluyó, no es la agresión á.l*na sino mi sensibilidad. Cada critica tiene su hora, y sólo en esa hora es eficaz Para mi. puesto que tanto me hiere que aludan a mi decadencia, es que ha llegado, sin duda, la hora más triste, la del declinar". III "Vanvi a hablar de la decadencia, le contesté, ruando *| hubo r¿ liado; y cuando un silencio suficiente quitaba a mis palabras lo qu«- hubieran podido tener de ese consuelo automático que a las almas no- bles le hiere más agudamente que las mismas ofensas. La decadencia no existe, amigo mío, en la Obra de la Inteligencia La decadencia es una realidad trágica para los boxeadores y para lo- cábanos de carrera; acaso también para los tenores y las tiples: seré. de destino maravillosamente trágico porque viven la gloria más gus- tosa, la más profundamente sensual, la de dominar a los demás ser»' humanos con lo que está más hincado en nuestra vanidad, con una sim- ple cualidad física; pero también la más frágil porque está sujeta al ciclo Irremediable de la humana evolución. Más el hombre que crea, no tiene decadencia. No la puede tener Su creación llega, a su dma y de allí nadie la moverá. Cuándo los músculos del luchador se aflojan, ya no puede derribar, sin duda, a los otros campeones y no le queda más qué hacer: sólo vegetar y morir. Pero cuando el escritor empieza a n* saber qué decir o cuando los pinceles del pintor titubean, su obra, sigue siendo él; y es más él que su celebro confuso o que sus manos trému- las. SI no fuera por esto, ¡qué tristeza serla crear! Pero por esto, la creación precisamente, la «uprema fruidón qué puede alcanzar el hombre; la que. a veces, explica en su frente —que se tornará nn día en polvo.- un refleje de la soberbia de tquel ángel que quiso encarar- se con Dios. La obra creada se incorpora al ciclo de lo perdurable y nada tiene que ver con la evolución mortal, como la garganta del candante e el puño del luchador. El que habla de la decadencia de quien ha sabido crear algo, ea simplemente un majadero: porque confunde a la obra con ti hombre y es incapaz, de Incorporar ai hombre, cuando ya es sdlo un pebre hombre, a «u obra. Para e.to, claro es, aa neee.lta generosidad, es decir, larga vista. Y el majadero,-lo es, por *er miope del ánima, Incapaz de «er generoso.' Los hombres miopes, cómo eso. mozalbetes del panfleto, vanidosos I de su juventud —as decir, esclavos de- un tirano hecho de humo— son ; hermano, de aquellos que leyeron un dia entre risotadas los versos de I Jorge Manrique: lo. que ya no podían superar a la. Coplas que escribió ! a su padre, el maestre. Entonces también, dijeron que el poeta estaba en j la decadencia. Ignoraban que toda, las vidas —las de los genios eomo ' la de su. críticos— van a dar en la mar que es el morir. Pero que. en i cambio, la. altas cimas del pensamiento se ven más alta, a medida que te alejan. La única decadencia es la de lo. que ignoran que la verdad y la belleza se miden con un patrón distinto del que nos sirve para medir el sistema muscular. Tu mortal catadura, amigo mjo. está, ya lo creo, en decadencia. Asó- mate al pretil «pasábamos en aquel momento al otro lado del rio)— y verá, tus cana, y tus arrugas reflejadas en el agua; e, incorporadas a ella, las verás correr Junta., al mar que es el morir. Má. le etre. tu obra, se ha desprendido hace tiempo lo que será mortal carroña y flota ya, en el alma del mundo, hecha pensamiento de los que creen que piensan, ellos, con lo que ha. pensado tú. Rompe ese papel y olvida a su autor. ¡Ay del que dice que el creador apostóllca para contemplar les •*** * n decadencia! Perqué en el fondo ea eomo aquellas cortesana. In- ' significantes que ae rieron de las primeras arrugas de au magnifica rei- na; y ésta, sin ira. les dijo: "Cuando a vosotros o. salgan en el rostro, ¿quién 10 notará?". IV Seguimos largo rato en silencio, lejos ya del rio, por las calles rui- dosas, como un bosque de árboles vives, animados de una danza fre- nética. MI amigo habla rete maqulnalmente el papel e iba arrojando sus pedazos, eemo el niño perdido del cuento: cerne si quisiera ne olvidar su camino. Pero el camino que no se debe volver, nunca, a pasar. París. Julio de 193S. (Propiedad literaria asegurada. Prohibida la reproducción). mente del niño o el Joven las no- ciones y datos amontonados de acuerdo con las disciplinas profe- sionales. La pedagogía más alta y de valor más extenso es aquella que encamina sus pasos a desarro- llar en el individuo una fortaleza, un equilibro invencible contra ei acecho y persecución de los tos- cos apetitos y bajas pasiones; en suma, la formación de un espíritu básicamente organizado para que haga un empleo efectivo y respon- sable de aquellas norma, que fl- Jan y definen la. virtudes del ciu- dadano honesto, produeente. eom- prenj.ve y tolerante. La pedagogía no se limita < slvamente a hacer sabioa o técni- cos. Envuelve un grave peligro cuando se la toma y entienda dea- paisajes de Dios. En Aguadllla se presencian las revelaciones y destelles de esta mujer a favor de una doctrina más estimulante en los usos edu- cativo». Dijimos que para ella la enseñanza era más bien un pro- blema espiritual y que interpreta- da de esta manera es que la edu- cación puede ofrecer un hábil y precioso aporte a la vida futura de les pueblos. Carmen Gómez bus- ca en nuettro sistema ordenadas vias de aproximación y acuerdo a esta norma. En esta ciudad ella en- carrila sus empeños, a los que da atinado logro mediante escrúpulo- »os análisis del alma del niño v sus peculiares reacciones ante las nuevas formas que va sacando de su creciente experiencia y su pe- netrante obtervaclón de todos los pormenores. Los años transcurrie- ron y el ansia de saber, en vez de apocarse y disminuir, se redobla y aumenta en exigencias. La mujer que recogió sus primeras etapas formativas en esta universidad y tuvo a su pueblo natal cerno teatro Iniclativo sus ensayos, retorna a este centro. Circunstancias que quizás algunos abonen a la cuen- ta del azar, pero que la historia acredita como producto de una perseverancia lúcida y fértil, ha- cen que ella ocupe una cátedra donde antes habla sido una aplica- da y talentosa dlscipula. Su voz aleccionadora va a oírse en las au- las universitarias. Se confirman hasta la esplendidez los altos au- gurio, formulados respecto a su competencia expositiva y su perspi- cacia para discurrir con método y eficiencia en torno a las cuestio- nes que Integraban la base de su cátedra. Con ella hizo tu entrada en la universidad un talento de recia y genuina estirpe memora. Labor literaria Al lado de su Incansable y Jui- ciosa labor en la cátedra va ere- ciendo cada vez mát su cultivo de las letras. Atraída por los temas vincula- dos a las artes pedagógicas, Car- men Gómez redacta páginas y 11- brot en lot que examina y comen- ta los postulados en que debe apo- yarse el maestro para que su ac- tuación educadora se desenvuelva plena y satisfactoriamente. En es- tea libres «a condenas y principia a tomar cuerpo la propensión que luego reforzará een los má. deli- cados-materiales y fervores de su espíritu: proporcionar al niño lea detalles que sutilicen su alma y le despierten el sentimiento' de la be- lleza y el gusto admirativo por las grandes creaciones del genio literario y arti.tlco de nue.tra lengua. El comprensivo y fructuoso des- empeño de tus funciones en la cá- tedra logra que él Departamento de Educación la llame a su seno pa- ra dirigir y marcar pautas a la en- señanza del idioma español. Su in- greso en esta posición inaugura un periodo de saludables transforma- clones, abre nuevas vías al método e Inicia el fermento intelectual del que surgen otras inquietudes y mo- dalidades más progresiva, e Inten- sas de interés y amor al Idioma vernáculo. Puede decirse que del pariodo que Carmen penetra en el Departa- mento arranea la época máa subs- tanciosa, rica y brillante del cas- tellano en nuestras escuelas. Pero este éxito con.tante en aus gestiones, esta gran aptitud que no le abandona nunca de busear derrotero. 'de superación, y que ha- ce qué el Departamento realice e Introduzca a través da ella refor- ma, de Incalculable, servicios, no quita a Carmen Gómez ninguna de su. virtude. de modestia y senci- llez. Aunque tiene la conciencia' de que iu trabajo cumple la. aspira- done, apetecida, y que los libros que ha Ido escribiendo han contri- buido a un culto má. Inteligente y mejor canalizado dql Idioma y au literatura. Carmen Gómez aigue tiendo la misma mujer bondadosa y amable, a quien todos pueden tratar en la perfecta . conceden de que encontrarán en ella un es- píritu llberalmente predispuesto a la benevolencia y la tolerancia, Carmen no tiene nunca una nota de irritación o de rudeza, que mu- cha. veeea suele traducir un orgu- llo mal disimulado o una irrespetuo- •a desenoílderaelón « im personali- dad y los méritos ajenos. La ilus- tre superviso español puede sostener posibilidades triunfadoras en aus iniciativa, sin desertar la socrática humildad de su natura- leza, sin disfrazarse de dómine in- transigente ni aprovechar les des- lices y defectos que nota en les dé- más como un motivo para raalzar sus propias ventajas y produdrie con sarcasmo y desdén acarea de lo. otros. Carmen tendrá aiampre para todo, la frase de aliento, la palabra de necesaria aimpatla que puede salvar una vocación mal en- tendida o poner ánimo en el que comienza sin mucha .egurldad en el camino. La .everidad de Carmen no ha excluido nunca los bellos dones de la atención y la prudencia. Ello cato frecuente cuando hay tn la persona una gran amplitud de eu: tura o está muy desarrollada la ap- titud educativa. A.1 vemos que un escritor cuanto más elevado as su espíritu y más ancha la órbita de sus conocimiento, y su saber, mu- cho más benévolo reaulta aa su sen- tir de los demás. En eate grade e altura, el Individuo pierde ata agresiva inclinación al desdén o intransigencia que caracteriza al vano o al petulante ineomprensive. En Carmen Gómez aa apreda •aa exquisita facultad, que as pro- ducto de la coincidencia en su tem- peramento de las dea eondleiones señaladas; gran riqueza cultural y pronunciada virtualidad educa- dora. Le qua explica al qua en sras opiniones y criticas encuentre siem- pre algo bueno que encomiar y tfn razonable pretexte que disculpe les «rrores y ayude a la voluntad aja- tn , ,u *** •. de corregirlo* y eu- perárlos. En él paraíso ét . loa niños Ea natural qua una idiosincrasia •si pudiese obtener un partéete •xitó en la confección de Ubre, pa- ra el entendimiento Infantil. Un al- (Centinúa en la página 13, Col.

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EL MUNDO, SAN JUAN, P. A. - DOMINGO 24 DE JULIO DE 1938.

f ELAffNDO VERDAD Y JOtnet

Editora: PUERTO RICO ILUSTRADO INC. DttMtor: Jote CoU v.dai. Administrador: Aniel Ramos.

Oficina; EDIPICIO PDERTO RICO ILUSTRADO Apartado da Corraos 845

Para al Extraara: Prado da suscripcin incluyendo sabatino y

dominical En Puerto Rico:

maestra . ss.00 Sameatra . 0.50 Afio _ _ __ 10.50

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do Postal: Trimestre _ _ 4.00 Semeatre _ _ 7.50 Ano 14.00

Ano.... _ _ _ 17 00

Semeatre __ J. 0 00

Trlmeatrs __ 476

CARMEN GMEZ TEJERA: PERFIL DE UNA VIDA FECUNDA Y CREADORA

'!!

Por FERNANDO TORREGROSA

Breve monlogo sobre la decadencia Por el Dr. GREGORIO MARATN

Dirjase la correspondencia informativa y literaria t la direccin. Para anuncios, comunicados, etc. dirjase al Administrador.

LA CORTE NOCTURNA DE LA CAPITAL

Debe ampliarse su jurisdiccin

'Conferencia dictada en l Universidad, en ocasin del homenaje a l ietinguida educadora portorriqueAa.J

Palabras' I i minares

Con la ms intensa de las satis- facciones he aceptado la invitacin que se me ha hecho para hablar acerca de una personalidad feme- nina cuya labor realza extraordi- nariamente los valores de su sexo.

La aceptacin de ese honroso en- csrgo me pone en un trance muy difcil. La altura. Intelectual de la dama sobre quien debo emitir mi criterio, obliga al trato y estudio de materias para las cuales estoy desprovisto de suficiente prepara- cin. Yo no podra nunca ocupar- me de ella con la 'propiedad y el acierto que lo hara un pedagogo o un temperamento avezado a al-

i lucro y rendimiento, resolvieron ' cambiar de rumbo, prefirieron pa- ] sar por otras a ser ellas mismas.

Les falt la capacidad tica que nutre la conciencia y lleva a los individuos a querer ideales y obje-

, la elocuencia seorial y avasalla- ! dora de aquellos maestros del ver- ; bo. la ciencia y la poesa; las mu- jeies experimentaban una imperio-

. sa e irresistible disposicin a se- l guir con mis ahinco todas las ma-

ln mensa dosis de tolerancia a los oyentes, que siempre esperan del escritor el hallazgo de una emocin nueva o un concepto Interesante. Yo no pretendo decir nada que ae aparte de lo que todos conocen y saben. No entra en mi Animo ofre- cer sorpresas ni aadir a la menta de los que me escuchan una ex- presin o idea de resonancia per- durable por su profundidad y deli- cadeza.

Me ceir a producirme con las limitaciones y la modestia que ca- racterizan mi temperamento. Pe- ro a falta de algo nuevo y suges- tivo en lo que diga, abundar en mis palabras un gran fondo de sin- ceridad. No vacilar un momento en expresar en toda su med'da la admiracin que me despierta el acusado perfil moral y literario de esta dama, en cuyo homena.ie se juntan hoy todas las manos vidas de aplausos y todos los espritus ansiosos de tributar justicia y re- conocer el valor de una vk vorosamen'e dedicada a esculpir ca- racteres y animar conciencias pa- ra la lucha y el triunfo ?n las li- des de la inteligencia y de la vida.

Vocacin y tica

Entre las mltiples actividades

Por la ley nmero 37, aprobada el 11 de mayo de 1934, se \ unos temas de la cultura, estableci la Corte Nocturna de la Capital, disponindose or- De modo u pilcar finalmente que dentro de los limites territoriales de San Juan tendra los mismos deberes, facultades, jurisdiccin y poderes de las dems cortes de paz de la Isla, con las limitaciones que en el mismo estatuto se fijaban. Por la ley nmero 39, de 17 de abril de 1935, estos poderes se ampliaron a los que tienen en la actualidad las cortes municipales en materia penal.

La Corte Nocturna tiene jurisdiccin sobre aquellos deli- tos menos graves que fueren cometidos durante las horas com- prendidas entre las siete de la noche y las ocho de la maana. Su autoridad para intervenir en estas causas tiene, sin embargo, una importante limitacin. Con arreglo a la ley, solamente pue- de resolver aquellos casos en que el acusado se declarare cul- pable. Todos los dems casos, despus de haber prestado fian- za el acusado, son trasladados a la corte correspondiente para su disposicin final.

Aunque al establecerse esta corte se crey que la misma no llenara una funcin esencial dentro del actual sistema de enjuiciamiento criminal, la experiencia ha demostrado que ha- ba verdadera necesidad de ese tribunal. La creacin de una corte nocturna persigue dos objetivos fundamentales: en pri- mer trmino, hacer ms expedita la administracin de justicia en los casos de denuncias por delitos menos graves cometidos | conocer el valor de una vida fer en el curso de la noche, instituyendo a tal efecto la maquina- ria judicial para la vista e inmediata resolucin de estas cau- sas, y adems facilitar la prestacin de fianza en los casos ocu- rridos durante la noche que correspondan a la jurisdiccin de otros tribunales; y en segundo trmino, aminorar la acumu- lacin de trabajo en las dems cortes de la municipalidad.

De acuerdo con el informe anual que ha rendido el licen- que puede abarcar la inteligencia ciando V. F. Rodrguez Ortiz, juez de la Corte Nocturna de uma_nt.1

h_'^1,]na.