Instituto Nacional de Salud Pública

EVALUACIÓN EXTERNA DE IMPACTO DEL PROGRAMA OPORTUNIDADES

VERSIÓN FINAL

Presentado por:

Rodolfo de la Torre García*

* Instituto de Investigaciones sobre Desarrollo Sustentable y Equidad Social. Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.

* Los puntos de vista expresados por el autor de este documento o por los autores de los documentos de evaluación aquí referidos no reflejan una postura institucional por parte del Instituto Nacional de Salud Pública.

Índice

PRESENTACIÓN 8

I. RESUMEN EJECUTIVO 11

II. INTRODUCCIÓN 15

2.1 Marco conceptual del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades 15

2.2 Antecedentes y situación actual de Oportunidades 16

2.3 Sobre el informe de evaluación 20

2.4 Estructura del documento 21

III. METODOLOGÍA DE EVALUACIÓN 22

3.1 Características de la evaluación 22

3.2 Fuentes de información y metodología de evaluación de resultados 23

3.2.1 Evaluación cuantitativa 23

3.2.1.1 Fuentes de información 25

A) Zonas rurales 25

B) Zonas urbanas 26

3.2.1.2 Método de análisis 28

3.2.2 Evaluación cualitativa 29

IV. EDUCACIÓN 31

4.1 Antecedentes 31

4.2 Impactos sobre la educación en niños y jóvenes rurales 32

4.2.2 Análisis cuantitativo 32

4.2.2.1 Inscripción escolar 32

4.2.2.2 Progresión escolar 32

2

4.2.2.3 Logro educativo 32

4.2.2.4 Sostenibilidad de los efectos de corto plazo 33

4.2.2.5 Nutrición y desempeño educativo 34

4.2.2.6 Impacto en habilidades de los estudiantes 34

4.2.3 Análisis cualitativo 35

4.2.3.1 Impactos de mediano plazo 35

4.2.3.2 Desempeño escolar 35

4.2.3.3 Expectativas educativas 36

4.3 Impactos sobre la educación en niños y jóvenes urbanos 36

4.3.1 Inscripción escolar 36

4.3.2 Progresión escolar 37

4.3.3 Logro escolar 37

4.3.4 Desempeño extraescolar 38

4.4 Impactos sobre el trabajo de niños y jóvenes de zonas rurales y urbanas 39

4.4.1 Trabajo e ingreso rural 39

4.4.2 Trabajo e ingreso urbano 40

V. SALUD 41

5.1 Antecedentes 41

5.2 Impacto en las zonas rurales 41

5.2.1 Utilización de servicios de salud 41

5.2.2 Morbilidad y estado de salud 42

5.2.3 Obesidad y enfermedades crónicas 42

5.2.4 Salud reproductiva 43

3

5.2.5 Conocimientos y prácticas 45

5.2.5.1 Mujeres beneficiarias 45

5.2.5.2 Adolescentes y jóvenes 45

5.3 Impacto en las zonas urbanas 46

5.3.1 Utilización de servicios de salud 46

5.3.2 Morbilidad y estado de salud 47

5.3.3 Enfermedades crónicas 47

5.3.4 Salud reproductiva 48

5.3.5 Conocimientos y prácticas 49

5.3.5.1 Mujeres incorporadas 49

5.3.5.2 Adolescentes y jóvenes 50

5.4 Análisis cualitativo 50

VI. ALIMENTACIÓN 52

6.1 Antecedentes 52

6.2 Impacto en las zonas rurales 52

6.2.1 Estado nutricional 52

6.2.2 Desarrollo infantil 54

6.3 Impacto en las zonas urbanas 54

6.3.1 Consumo de complementos alimenticios 54

6.3.2 Estado nutricional infantil 55

6.3.3 Nutrición y adquisición del lenguaje en la niñez urbana 55

VII. ASPECTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES 56

7.1 Efectos sobre el consumo rural y urbano 56

4

7.1.1 Antecedentes 56

7.1.2 Composición del consumo rural 56

7.1.3 Nivel de consumo urbano 57

7.2 Efectos sobre las inversiones en microempresas y actividades de producción agrícola en zonas rurales 58

7.3 Efectos demográficos y sobre la migración 59

7.4 Bienestar, equidad y discriminación de las mujeres 60

7.4.1 Algunos impactos de género en zonas rurales 60

7.4.2 Algunos impactos de género en zonas urbanas 61

VIII. CONCLUSIONES 62

IX. BIBLIOGRAFÍA 65

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Cuadros, recuadros y gráficas

I. RESUMEN EJECUTIVO

Cuadro 1.1 Principales resultados de Oportunidades 11

II. INTRODUCCIÓN

Cuadro 2.1 Gasto federal en el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades por entidad federativa 18

Cuadro 2.2 Familias Beneficiarias en el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades por entidad federativa 19

III. METODOLOGÍA DE EVALUACIÓN

Recuadro 3.1 La ética de la evaluación de los programas sociales 23

Recuadro 3.2 La focalización de Oportunidades 24

Recuadro 3.3 Cumplimiento de metas y reglas de operación 24

Gráfico 3.1. Fuentes de información para la evaluación en zonas rurales 25

Gráfico 3.2. Composición de las muestras en zonas rurales 26

Gráfico 3.3 Fuentes de información para la evaluación en zonas urbanas 27

IV. EDUCACIÓN

Gráfico 4.1 Escolaridad de los niños rurales en 2003 33

Gráfico 4.2 Escolaridad de las niñas rurales en 2003 33

Gráfico 4.3 Escolaridad de los niños urbanos en 2003 38

Gráfico 4.4 Escolaridad de los niñas urbanas en 2003 38

V. SALUD

Grafico 5.1 Impacto en días de enfermedad e incapacidad en zonas rurales 42

Gráfico 5.2 Atención prenatal en la zona rural 2003 44

Grafico 5.3 Impacto en días de enfermedad e incapacidad en zonas urbanas 47

6

Gráfico 5.4 Atención prenatal en zonas urbanas 2002–2003 49

Recuadro 5.1 La calidad de la atención médica 51

VI. ALIMENTACIÓN

Gráfica 6.1 Efecto de Oportunidades en la prevalencia de anemia en niños de 0-12 meses (zonas rurales) 53

Gráfico 6.2 Efecto en talla del Programa durante dos años de Oportunidades en niños menores de 6 meses (zonas rurales) 53

VII. ASPECTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Cuadro 7.1 Efectos de Oportunidades sobre el gasto total y sus componentes (zonas urbanas) 57

Gráfico 7.1 Incremento en la probabilidad de realizar actividad microempresarial de los beneficiarios de Oportunidades en zonas rurales 58

Gráfico 7.2 Motivos de migración de los hogares beneficiarios de Oportunidades en zonas rurales 59

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PRESENTACIÓN

El Programa de Desarrollo Humano Oportunidades es una iniciativa del Ejecutivo Federal que tiene como objetivo contribuir a que las familias que viven en extrema pobreza salgan de esta condición. Para ello, ha dirigido sus acciones a impulsar y fortalecer el desarrollo de las capacidades individuales y colectivas de la población beneficiada, al igual que favorecer la vinculación de ésta con nuevos programas de desarrollo que propicien la mejoría de sus condiciones socioeconómicas y de calidad de vida. Mediante transferencias de ingreso y la inversión en salud, nutrición y educación, el Programa busca, como fin último, romper el círculo intergeneracional de la pobreza.

Oportunidades representa una de las iniciativas más importantes, si no es que la principal, que se haya puesto en marcha en México para el combate a la pobreza, con un presupuesto, en 2005, de más de 32 mil millones de pesos y una cobertura de 5 millones de familias, que representan alrededor de 25 millones de beneficiarios. Desde su inicio el Programa consideró la necesidad de contar con un componente de evaluación que permitiera, por un lado, mejorar la implementación de sus estrategias y acciones, y por otro, documentar los efectos que produce en la población beneficiaria. Actualmente y de acuerdo con lo que establecen el Presupuesto de Egresos de la Federación y las Reglas de Operación del propio Programa, Oportunidades debe ser evaluado por instituciones externas; por tal motivo éste ha resuelto encomendar al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y al Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) la coordinación de la evaluación de impacto1 de sus diversos componentes, la cual involucra el desarrollo de estudios basados, tanto en metodologías cuantitativas (y que fueron coordinadas por el INSP), como en abordajes cualitativos (coordinados en su mayoría por el CIESAS).

Por parte del INSP han tenido un trabajo importante en dicha evaluación Bernardo Hernández, Lynnette Neufeld, Juan Rivera, Stefano Bertozzi, Gustavo Oláiz, Juan Pablo Gutiérrez, Fernando Meneses, José Urquieta, Juan Eugenio Hernández, Javier Carlos, Carlos Oropeza y Manuel Castro con sus respectivos equipos de trabajo; y por parte del CIESAS, Agustín Escobar y Mercedes González de la Rocha, junto con su equipo de investigación. A su vez ambas instituciones han trabajado en la evaluación apoyándose en grupos asesores, constituidos por expertos en diferentes áreas con reconocimiento nacional e internacional como: Susan Parker y Luis Rubalcava, ambos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); Graciela Teruel, de la Universidad Iberoamericana; Fernando Cortés de El Colegio de México; Enrique Valencia de la

1 En el contexto de esta evaluación, el término “impacto” se utiliza como sinónimo de efecto, para guardar consistencia con la anotación empleada por Oportunidades en sus Reglas de Operación.

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Universidad de Guadalajara; Catalina Denman de El Colegio de Sonora; Paul Gertler de la Universidad de California, en Berkeley; Petra Todd y Jere Behrman, de la Universidad de Pennsylvania, Orazio Attanasio, del University College de Londres; y Bryan Roberts de la Universidad de Texas en Austin. Asimismo, es importante reconocer el apoyo de Oportunidades para la conducción de las actividades de evaluación en sus distintas etapas, en especial el de Concepción Steta e Iliana Yaschine, así como el de sus equipos de trabajo. La colaboración de los distintos sectores involucrados en la operación de Oportunidades, especialmente de la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social, y la Secretaría de Educación Pública ha sido fundamental en la conducción de la presente evaluación; esta última también se ha visto beneficiada de la interacción con el grupo de trabajo de Carola Alvarez, del Banco Interamericano de Desarrollo.

El presente documento es una síntesis de una serie de trabajos que conforman la evaluación de los efectos de Oportunidades en el mediano plazo para zonas rurales y en el corto plazo en zonas urbanas. En este informe, editado por Rodolfo de la Torre de la Universidad Iberoamericana, se presentan los diferentes impactos del Programa en las áreas de interés principal: salud, educación, alimentación, vulnerabilidad y bienestar, entre otros temas, subrayando las conclusiones y recomendaciones derivadas de la evaluación.

Los documentos relacionados con el impacto del Programa utilizan como insumo información derivada del trabajo cualitativo (muy especialmente de numerosos estudios de caso de hogares en comunidades seleccionadas para representar la diversidad nacional), así como de distintas encuestas panel, diseñadas específicamente para la evaluación del Programa. Tales encuestas se aplicaron tanto en áreas rurales como en zonas urbanas, y se sustentaron en diseños metodológicos cuasiexperimentales y experimentales; asimismo, contaron con la participación de más de 50 mil familias, a las cuales damos nuestro más sincero agradecimiento por habernos permitido visitar sus hogares y por haber respondido de manera desinteresada nuestros cuestionarios. Las bases de datos generadas como parte de esta tarea constituyen, sin duda, una rica fuente de información que hará posible mantener el ejercicio de evaluación. Considerada como un proceso continuo, como una práctica sistemática, la evaluación de impacto permitirá entender cada vez con mayor profundidad los factores multidimensionales que intervienen en la pobreza de numerosas familias mexicanas, así como identificar las acciones que, de manera más efectiva, contribuyen a remontar esa situación.

El editor de este resumen, así como los investigadores participantes en la evaluación, expresan que los resultados plasmados en este documento son responsabilidad exclusiva de los investigadores, producto de su trabajo profesional y académico, y que no reflejan una postura institucional. Este documento proporciona información relevante sobre la operación o el impacto de Oportunidades hasta el presente. Los resultados

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encontrados son alentadores. No obstante, dado que se refieren a evaluaciones de corto y mediano plazo, en el futuro será necesario continuar con las actividades de investigación, para determinar si Oportunidades logra su cometido de romper el ciclo intergeneracional de la pobreza. Sin duda, la importancia de este Programa en el contexto de la lucha que se da en México para superar la pobreza, permitirá contar con el fundamental apoyo de diversos sectores, de tal manera que sea posible continuar con esta importante tarea.

Dr. Mauricio Hernández Ávila Dr. Agustín Escobar Latapí

Director General del INSP Investigador CIESAS

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I. RESUMEN EJECUTIVO

El presente informe sintetiza los principales resultados de los documentos más recientes elaborados por investigadores nacionales e internacionales como parte de la evaluación externa de impacto del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Dichos documentos reportan los impactos que el Programa ha tenido sobre el bienestar de las familias en condición de extrema pobreza en relación a sus objetivos centrales.

El Programa forma parte de la estrategia Contigo del Gobierno Federal y se propone reducir la pobreza extrema promoviendo la inversión en salud, nutrición y educación al otorgar a las familias más pobres subsidios en efectivo para alimentación y becas educativas a cambio de la asistencia regular de niños y jóvenes a la escuela y la asistencia del hogar a la clínica de salud. El documento resume los hallazgos del impacto de estas acciones entre 1997 y 2003 en áreas rurales (efectos de mediano plazo) y de 2002 a 2003 en áreas urbanas (efectos de corto plazo). Estos plazos de análisis están definidos por las fechas de inicio del Programa en las distintas áreas, así como por los tiempos de medición requeridos por las distintas variables, los cuales tienen una dinámica distinta a los que se establecen para evaluar aspectos como el cumplimiento de metas y el ejercicio del gasto del Programa.

La evaluación de impacto utiliza métodos rigurosos de investigación que permiten medir los efectos del Programa sobre sus aspectos sustantivos, basados en datos duros e información confiable recabada directamente de los hogares. La evaluación cuantitativa utiliza encuestas que siguen la evolución de un conjunto de hogares buscando comparar las condiciones antes y después de Oportunidades y con y sin el Programa. La evaluación cualitativa examina casos de hogares con características diversas buscando factores explicativos del éxito o dificultades de Oportunidades.

El Cuadro 1.1 muestra por zona los tres resultados más destacados del Programa y posteriormente se resumen las principales conclusiones de la evaluación:

Cuadro 1.1 Principales resultados de Oportunidades Zona rural Zona urbana

Educación 64% más de niños y jóvenes que completaron al menos cinco grados escolares

30% de aumento en la proporción de niños y jóvenes con un grado más de escolaridad

Salud 20% menos días de enfermedad al año para menores de 6 años y adultos entre 16 y 49 años

24% menos días de enfermedad al año para los niños de 6 a 15 años

Alimentación Los niños de 24 a 71 meses en el Programa crecen 0.67 centímetros más

50% de los niños de 6 a 23 meses consumen complemento alimenticio por lo menos una vez a la semana

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1) En áreas rurales Oportunidades incrementó la inscripción escolar hasta en un 41.5%, aumentó el porcentaje de niños y jóvenes que completaron al menos cinco grados escolares hasta en un 64%, elevó el logro educativo 14% y promovió una edad más temprana de ingreso a la escuela manteniendo un adecuado progreso en ella. También se registraron impactos positivos en pruebas de lectura, escritura y matemáticas. El análisis cualitativo reitera la existencia de efectos importantes sobre los niveles educativos de los niños y detecta en ellos el aumento de la expectativa de vivir una vida diferente a la de sus padres.

2) En las zonas urbanas el Programa aumentó la inscripción para primaria hasta en 13.3% (sugiriendo también un impacto en la inscripción temprana a la escuela) y para secundaria y preparatoria en 10.9%, incrementó el logro escolar en mayor magnitud en las edades de transición a secundaria, la proporción de niños o adolescentes que acumuló un grado más de escolaridad es mayor hasta en un 30% y redujo las tasas de abandono para los estudiantes de 16 a 19 años en 23.7%. También se registra un aumento del tiempo dedicado a las tareas escolares en el hogar.

3) Al dar incentivos para permanecer en la escuela, Oportunidades redujo hasta 35% la probabilidad de trabajar de los jóvenes en zonas rurales mientras que en las urbanas hubo una disminución de hasta 48.6%. Para los beneficiarios mayores de 15 años que trabajan el análisis cualitativo muestra mejoría en las ocupaciones respecto a los no beneficiarios.

4) En zonas rurales, Oportunidades aumentó en 35% el uso de servicios de salud públicos, reduciendo el uso de servicios privados, y disminuyó los días de enfermedad para los menores de 6 años y adultos entre 16 y 49 años en 20%. Los días de incapacidad para personas hasta de 49 años se redujeron en 18%. Respecto a enfermedades crónicas, Oportunidades redujo la prevalencia de obesidad en 6.4 puntos porcentuales, de hipertensión en 7.2 puntos porcentuales y de diabetes en 4.2 puntos porcentuales en el grupo de beneficiarios. En cuanto a la salud reproductiva, el Programa genera una mayor realización del examen de detección de cáncer cervicouterino de 61%, incrementa hasta en 5.9% el conocimiento de métodos de planificación familiar, aumenta en 17.2% el uso de dichos métodos y 6.7% la atención prenatal en la población beneficiaria. Los datos también muestran que de los adolescentes que participan en el Programa, la proporción de individuos que fuman cigarros y consumen alcohol es menor que la proporción del grupo de comparación.

5) En zonas urbanas la asistencia regular a los servicios de salud en general se ha incrementado en 17%, observándose que los niños de 6 a 15 años en hogares incorporados se enferman 24% menos y tienen menos días de incapacidad al año que los de hogares no incorporados. También se registra un incremento significativo en las pruebas de detección de diabetes y en las visitas al médico por parte de enfermos

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diabéticos, aunque aún se requiere tiempo para detectar impactos en el control de la enfermedad. Por otra parte, se incrementa en 6% el conocimiento de métodos de planificación familiar y en 6 puntos porcentuales la atención prenatal. También se encuentra que los beneficiarios que acuden a las pláticas de salud muestran mejor nivel de conocimientos de temas como salud reproductiva, vacunación y cuidado de los niños que los no beneficiarios. Al igual que en las zonas rurales, se confirma que al participar en el Programa una menor proporción de adolescentes fuman cigarros y consumen alcohol respecto a los no beneficiarios.

6) Respecto a la nutrición, en las zonas rurales se observa que la participación en Oportunidades está asociada a una menor prevalencia de anemia infantil. Con el Programa los niños de 24 a 71 meses mostraron un crecimiento promedio de 0.67 centímetros mayor que el de los niños no beneficiarios. También se encuentra una mejora del 15% en promedio en las ocho pruebas de habilidades motoras de los niños, y 10% de incremento promedio en dichas habilidades para las niñas. Adicionalmente, Oportunidades mejoró en alrededor de 9% el desarrollo socioemocional de las niñas. Los hallazgos también sugieren que Oportunidades ayuda a los niños a recuperarse de una nutrición deficiente.

7) En las zonas urbanas el 50% de los niños de 6 a 23 meses de edad en Oportunidades consumen el complemento alimenticio (antes denominado suplemento) distribuido por el Programa por lo menos una vez a la semana, de los cuales el 66% lo consume regularmente (de 4 a 7 días por semana). Entre las mujeres en periodo de lactancia, el 25% reportó estar consumiendo el complemento, y cerca de 60% lo prepararon según las recomendaciones de Oportunidades.

8) En las áreas rurales, después de 5 años y medio de recibir las transferencias monetarias de Oportunidades, los hogares beneficiarios lograron un aumento permanente en su consumo de aproximadamente 22%. Además una exposición prolongada al Programa aumenta los gastos del hogar en educación y ropa para los niños, disminuye los gastos en alcohol y tabaco e incrementa la inversión del hogar en la disponibilidad de agua corriente. La evaluación cualitativa encuentra también una mayor capacidad del hogar beneficiario para compra de enseres domésticos, la mejora de la vivienda y la obtención de crédito. En las zonas urbanas Oportunidades aumenta el consumo total mensual de los hogares hasta 18% (330 pesos) y el consumo de alimentos hasta 12.3%. El consumo de proteínas, frutas y verduras aumenta hasta un 22 y 18% respectivamente.

9) Por cada peso transferido, los hogares beneficiarios consumen 75 centavos e invierten o ahorran el resto. De ahí que estos hogares muestran una tendencia 33% mayor a emprender actividades microempresariales, así como una tendencia 15.9% mayor a poseer animales de tiro, 5% mayor a poseer animales de producción, y alrededor de 14% de usar la tierra para fines productivos. Por otra parte, Oportunidades se asocia

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con una mayor probabilidad de migrar para formar una nueva familia o estudiar, pero gracias al Programa la migración de jefes de familia es 6.5% menor con relación al promedio de los demás integrantes del hogar.

10) Oportunidades contiene elementos de diseño y resultados que favorecen la equidad de género. Por ejemplo, las transferencias monetarias son otorgadas directamente a las madres de familia mejorando su posición en el hogar para procurar un mayor nivel de vida de sus familias. Además proporciona mayores transferencias a mujeres en educación secundaria y media superior, promueve su inscripción escolar a edades tempranas en zonas rurales, y aumenta significativamente su nivel de escolaridad en las zonas urbanas. Otros beneficios específicos provienen de acciones de la atención a la salud reproductiva y las sesiones educativas en salud.

La evaluación identifica las siguientes acciones para lograr un impacto mayor del Programa:

A) Analizar la oferta de servicios públicos, y en particular la calidad de la educación y de la atención médica proporcionada en relación con los impactos del Programa.

B) Fortalecer las actuales acciones para el monitoreo de la obesidad, la calidad de la atención prenatal, la coordinación con el Seguro Popular, la estimulación temprana de los niños, y la capacitación, enseñanza y participación social en temas de salud, nutrición e higiene.

C) Analizar el contexto económico y de políticas públicas que parcialmente determina los resultados del Programa para entender mejor los alcances del mismo y plantear una mejor coordinación con acciones locales.

En conclusión, la evaluación de resultados muestra diversos impactos positivos de Oportunidades y ha permitido plantear recomendaciones concretas, algunas de las cuales han llevado ya a acciones específicas, como la reformulación de los complementos alimenticios, así como la reestructuración de las de pláticas de promoción a la salud. Sin duda alguna, los resultados de la evaluación sugieren la importancia del mantenimiento del Programa considerando que aún están por darse sus mayores impactos y su efectividad podrá aumentarse con la aplicación de las recomendaciones antes expuestas.

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II. INTRODUCCIÓN

2.1 Marco conceptual del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades

La vida humana es una serie de pequeños y grandes logros: nacer, estar adecuadamente nutrido, mantener la salud, conocer el mundo que nos rodea, insertarse en él de forma digna, productiva y participativa, y proporcionar a nuestros hijos la posibilidad de vivir una existencia mejor que la propia.

La pobreza es la privación de las capacidades fundamentales para vivir como persona: es no poder generar suficientes frutos con el esfuerzo propio por carecer de habilidades que la mayoría posee; es limitar la comprensión del mundo y de nuestra existencia al no poder acceder a educación elemental; es ser testigo del deterioro físico de quienes nos rodean por padecimientos fácilmente evitables, por desnutrición o por hambre; es, frecuentemente, heredar la historia de las carencias sufridas a las siguientes generaciones.

La pobreza es una forma de coartar la libertad. Para ser libre no sólo se requiere ser capaz de decidir por convencimiento propio sino también tener al menos un mínimo de alternativas valiosas entre las cuales escoger. Estar libre del hambre, de la enfermedad, y de la ignorancia, elementos que conforman el núcleo de la pobreza, no sólo es cuestión de voluntad, también depende de contar con un mínimo de oportunidades para llevar alimento a la mesa, acceder a la atención médica y atender una escuela.

La pobreza es carecer de derechos elementales ante la sociedad en que se vive. Las personas no sólo pueden reclamar protección ante las agresiones de otros sino también es exigible el derecho a contar con oportunidades para educarse, estar saludable y poder alimentarse ante desventajas fuera de su control. Los derechos a la educación, la salud y la alimentación que también incorporen la necesaria responsabilidad individual, son fundamento de una sociedad equitativa.

Las características de las personas en lo que corresponde a educación, salud y alimentación no sólo son indicativas de su situación de pobreza y los derechos que efectivamente gozan sino también explicativas de la misma y guía para el diseño de las acciones públicas en la materia.

Así, los problemas de nutrición de las familias pueden deberse no sólo a su carencia de alimentos adecuados sino a deficiencias en su estado de salud. Parte de los problemas de salud del hogar provienen de la falta de conocimientos básicos de higiene y prevención de enfermedades. Por otro lado, tanto las deficiencias en salud como en

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nutrición, aunadas a urgencia por procurarse un ingreso, pueden conducir a los hogares a retirar a los niños y jóvenes de la escuela, pues no es claro el beneficio de largo plazo de un aprovechamiento escolar incierto respecto a la recompensa inmediata por su trabajo. De esta forma, hogares sin acceso a conocimientos básicos, pueden agravar sus condiciones de salud y nutrición y dificultar aún más a las nuevas generaciones la adquisición de conocimientos elementales.

Acciones que de forma aislada se ocuparan de la alimentación, la salud o la educación tendrían resultados difíciles de sostener al existir una clara complementariedad entre estos elementos. Por este motivo el ataque a la pobreza extrema requiere una visión integral que no sólo proporcione oportunidades de mejora en cada dimensión, sino también genere incentivos para aprovecharlas y corresponsabilidad en los resultados.

El Programa de Desarrollo Humano Oportunidades comparte la visión del desarrollo que pone en el centro a las personas y en particular lo que pueden ser y hacer; concibe a la pobreza, en particular la extrema, como la ausencia de uno de los componentes centrales de la libertad humana y los derechos sociales: la posibilidad de vivir sin riesgos innecesarios a la integridad física, de forma saludable y con acceso a los conocimientos básicos; señala como prioritaria la atención de los problemas nutricionales, de cuidado a la salud y de adquisición de conocimientos fundamentales; identifica en su diagnóstico de la pobreza la complementariedad entre la educación de las personas y su habilidad para mejorar su estado de salud y nutricional; también reconoce el mecanismo que transmite de una generación a otra la pobreza cuando considera que familias con carencias de educación, salud y nutrición se ven obligadas a retirar a niños y jóvenes de la escuela para procurarse ingresos; finalmente, asume la necesidad de una acción integral en las dimensiones centrales de la pobreza con incentivos a las personas para aprovechar nuevas oportunidades y con su corresponsabilidad en las acciones.

2.2 Antecedentes y situación actual de Oportunidades

La pobreza es uno de los mayores retos que enfrenta México en el siglo XXI. Es por ello que el Gobierno Federal ha planteado impulsar integralmente el desarrollo social y humano dando un especial énfasis a la superación de la pobreza extrema. Este impulso está guiado por el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 que concibe el avance del país como la creación de oportunidades para mejorar los niveles de vida de la población con equidad y armonía social. El planteamiento general de cómo dirigirse a este desarrollo se encuentra en la estrategia Contigo, que propone trabajar en cuatro vertientes: la ampliación de capacidades para las familias, la generación de oportunidades equitativas, la formación de patrimonio y la provisión de protección contra riesgos. De forma específica, los lineamientos para la política de desarrollo social y humano se encuentran

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contenidas en el Programa Nacional de Desarrollo Social 2001-2006 el cual pone en el centro de los esfuerzos para la reducción de la pobreza extrema la participación de la sociedad.

El Programa de Desarrollo Humano Oportunidades es una iniciativa del Ejecutivo Federal, dentro de su estrategia Contigo, que tiene el propósito de desarrollar las capacidades para reducir la pobreza extrema. Para ello promueve la inversión de las familias más pobres en educación, salud y nutrición proporcionándoles subsidios en efectivo para alimentación y becas educativas a cambio de la asistencia regular de niños y jóvenes a la escuela, así como la asistencia del hogar a la clínica de salud. Oportunidades inició en 1997 como Programa de Educación Salud y Alimentación (Progresa), teniendo cobertura inicial en áreas rurales y expandiéndose a zonas semiurbanas a partir de 2001 y a zonas urbanas, ya como Oportunidades, a partir de 2002.

Oportunidades constituye el instrumento más importante para la superación de la pobreza con un presupuesto para 2006 de poco más de 35 mil millones de pesos, operando en 86,091 localidades, en casi todos los municipios o delegaciones políticas de las entidades federativas del país, y beneficiando a 5 millones de familias, lo que representa aproximadamente 25 millones de mexicanos. El gasto ejercido en 2005 representaría más de 24 mil millones de pesos a precios de 2000 y atender alrededor de uno de cada cuatro mexicanos como beneficiario del Programa (ver Cuadros 2.1 y 2.2).

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Cuadro 2.1 Gasto federal en el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades

por entidad federativa Gasto real1

Entidad federativa 2000 2001 2002 2003 2004 20052

Cambio porcentual 2000-2005

Total nacional 9 586,9 11 651,8 15 220,2 19 119,3 20 978,8 24 462,6 155,2% Aguascalientes 8,3 9,5 27,9 75,0 96,4 117,1 1317,9% Baja California 9,6 11,8 22,5 36,2 46,9 63,9 564,7% Baja California Sur 9,7 11,1 18,6 28,0 32,9 41,1 323,8% Campeche 121,7 147,3 193,6 226,7 235,9 273,3 124,5% Coahuila 73,8 86,1 854,5 150,3 146,6 172,7 134,0% Colima 16,4 18,6 79,7 54,5 60,4 70,5 329,1% Chiapas 930,5 1 216,1 980,0 1 991,5 2 088,6 2 387,5 156,6% Chihuahua 68,1 93,4 95,1 163,7 177,7 220,4 223,4% Distrito Federal 107,3 61,6 45,9 233,8 21,3 58,3 -45,7% Durango 116,6 131,9 181,5 234,7 267,9 310,7 166,4% Guanajuato 423,7 492,2 642,1 779,9 880,1 1 031,8 143,5% Guerrero 685,5 759,3 955,0 1 203,8 1 294,4 1 493,6 117,9% Hidalgo 422,3 487,3 617,9 776,6 798,7 926,0 119,3% Jalisco 156,7 197,0 268,6 309,0 413,3 543,3 246,8% México 616,9 696,7 908,0 1 151,1 1 366,8 1 631,4 164,5% Michoacán 534,0 645,2 855,5 1 016,5 1 077,5 1 231,8 130,7% Morelos 72,3 98,5 193,5 281,3 308,6 355,2 391,1% Nayarit 130,7 141,5 175,0 194,5 200,5 230,8 76,6% Nuevo León 60,8 63,1 80,4 92,4 129,7 167,4 175,4% Oaxaca 759,9 1 035,6 1 313,3 1 627,6 1 643,6 1 873,5 146,5% Puebla 768,7 875,9 1 125,1 1 384,5 1 489,4 1 738,1 126,1% Querétaro 149,3 172,7 230,9 290,4 319,7 364,8 144,2% Quintana Roo 85,1 96,0 135,2 186,2 201,6 231,5 172,1% San Luis Potosí 424,1 490,1 577,4 690,4 727,8 854,1 101,4% Sinaloa 258,9 301,3 402,8 452,0 494,2 571,5 120,7% Sonora 98,9 113,3 165,9 229,3 242,3 281,9 184,9% Tabasco 286,1 346,3 478,3 580,3 652,5 756,7 164,5% Tamaulipas 144,8 167,8 218,0 283,5 305,6 357,6 147,0% Tlaxcala 49,2 61,7 113,5 156,1 184,7 220,9 348,9% Veracruz 1 050,5 1 275,7 1 672,1 2 113,3 2 220,9 2 535,2 141,3% Yucatán 251,2 288,3 392,8 488,1 508,4 587,1 133,7% Zacatecas 296,8 354,9 394,9 456,0 445,1 499,2 68,2% Nivel nacional 398,4 704,1 804,6 1 182,1 1 899,0 2 263,8 468,2%

Fuente: Quinto Informe de Gobierno 2005. Presidencia de la República. 1/ Millones de pesos constantes de 2000 con base en el INPC, Banco de México. 2/ Las cifras del 2005 son cifras estimadas al mes de diciembre.

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Cuadro 2.2 Familias beneficiarias en el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades por entidad federativa

Familias Entidad Federativa

2000 2001 2002 2003 2004 2005 Cambio

porcentual 2000-2005

Total nacional 2.476.430 3.116.042 4.240.000 4.240.000 5.000.000 5.000.000 101,9%

Aguascalientes 1.265 3.033 15.009 14.924 26.195 26.245 1974,7%

Baja California 1.787 2.880 9.027 7.910 14.965 17.891 901,2%

Baja California Sur 2.377 3.451 6.900 .332 10.370 10.344 335,2%

Campeche 30.969 35.879 46.353 7.493 57.013 56.114 81,2%

Coahuila 21.678 25.868 39.526 8.949 42.166 38.982 79,8%

Colima 3.820 5.256 14.401 3.716 16.914 16.623 335,2%

Chiapas 283.026 396.885 497.201 97.627 554.525 549.567 94,2%

Chihuahua 17.991 28.697 40.606 0.760 57.402 59.529 230,9%

Distrito Federal n.d n.d n.d n.d n.d 17.788 n.d

Durango 30.342 37.568 58.748 8.530 73.811 75.325 148,3%

Guanajuato 113.035 145.077 192.768 91.052 238.582 230.946 104,3%

Guerrero 183.179 198.981 276.023 74.100 319.235 316.101 72,6%

Hidalgo 103.600 119.973 179.082 77.944 198.774 197.110 90,3%

Jalisco 42.201 64.695 79.166 8.225 147.580 155.828 269,3%

México 159.383 196.790 278.092 81.919 381.536 392.113 146,0%

Michoacán 143.196 193.096 264.631 66.138 287.091 279.076 94,9%

Morelos 18.292 38.047 69.873 9.737 74.130 69.595 280,5%

Nayarit 35.821 39.568 47.741 4.705 49.677 47.565 32,8%

Nuevo León 15.783 20.110 24.611 25.536 49.564 47.968 203,9%

Oaxaca 241.093 320.405 399.564 02.314 423.965 411.430 70,7%

Puebla 205.941 235.380 324.354 22.098 383.260 385.118 87,0%

Querétaro 37.572 47.559 67.157 8.401 74.568 75.107 99,9%

Quintana Roo 20.106 26.131 42.928 1.344 46.153 47.754 137,5%

San Luis Potosí 104.509 115.275 148.237 51.685 185.374 190.090 81,9%

Sinaloa 68.208 88.623 103.842 03.577 123.706 128.134 87,9%

Sonora 27.545 31.479 59.970 5.971 64.827 62.565 127,1%

Tabasco 67.181 89.377 117.554 21.930 150.222 149.836 123,0%

Tamaulipas 39.066 42.805 70.553 1.593 84.608 86.155 120,5%

Tlaxcala 12.064 19.087 35.146 6.079 51.094 51.160 324,1%

Veracruz 290.786 369.446 500.703 98.060 558.833 559.991 92,6%

Yucatán 68.594 81.271 116.809 116.870 133.883 133.277 94,3%

Zacatecas 86.020 93.350 113.425 14.481 119.977 114.673 33,3%Fuente: SEDESOL, www.oportunidades.gob.mx/informacion_general/historicodecobertura12012006.pdf n.d.: Previo a 2005 no se había realizado incorporación de familias en el Distrito Federal.

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Las familias beneficiarias, además de las transferencias monetarias, reciben complementos alimenticios (antes denominados suplementos) para niños menores de 5 años y mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, un paquete de servicios de salud preventiva, sesiones educativas en materia de salud, nutrición e higiene; becas educativas desde tercero de primaria hasta educación media superior y una cuenta de ahorro como incentivo adicional para que los becarios concluyan la educación media superior. Estos alicientes actúan en conjunto con las corresponsabilidades que deben cumplir los beneficiarios (asistencia a la escuela, a consultas preventivas y a las sesiones educativas de salud) para generar una mejor nutrición, mayor utilización de servicios de salud preventiva, y la permanencia en la escuela de niños y adolescentes. De esta forma se busca desarrollar nuevas capacidades humanas que rompan la transmisión intergeneracional de la pobreza.

2.3 Sobre el informe de evaluación

Oportunidades contempla, desde su diseño inicial, la evaluación de su impacto. Esta evaluación permite conocer si el Programa está cumpliendo con sus objetivos y si hay aspectos que puedan modificarse o fortalecerse para incrementar los efectos positivos sobre sus beneficiarios. Asimismo, la evaluación debe ser desarrollada por instituciones externas al Programa y es una obligación establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación y las Reglas de Operación del propio Programa y forma parte del esfuerzo de transparencia y rendición de cuentas del Gobierno Federal.

La evaluación de Oportunidades tiene un componente cuantitativo y otro cualitativo. Desde el año 2001, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) ha coordinado la evaluación cuantitativa, mientras que desde el año 2000 el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) se ha encargado de la cualitativa. Bajo la coordinación de estas dos instituciones se convocó a un equipo de especialistas en diversas disciplinas, nacionales y extranjeros, quienes conformaron el Grupo asesor de esta evaluación. Entre ellos se incluyen investigadores de: el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), la Universidad Iberoamericana (UIA), El Colegio de México (COLMEX), la Universidad de Guadalajara, El Colegio de Sonora, la Universidad de Pennsylvania, la Universidad de California en Berkeley, el University College en Londres y la Universidad de Texas en Austin.

El presente informe sintetiza los principales resultados de los documentos más recientes elaborados por investigadores nacionales e internacionales como parte de la evaluación externa de impacto del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Dichos documentos reportan los impactos que Oportunidades ha tenido sobre el bienestar de las

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familias en condición de extrema pobreza en relación a los objetivos centrales del Programa.

Este documento resume 18 estudios contenidos en cuatro volúmenes temáticos publicados en 2005 por el INSP y el CIESAS. Las investigaciones comprendidas en dichos tomos se basaron en información recolectada desde 1997 hasta 2003.

2.4 Estructura del documento

El presente documento describe primeramente las características de la evaluación, considerando que el Programa se inició en zonas rurales en 1997 con un número limitado de beneficiarios, y se extendió a zonas semiurbanas en 2001 y a zonas urbanas en 2002, alcanzando para este último año a más de cuatro millones de hogares. Posteriormente, se hace explícita la distinción de resultados entre zonas urbanas y rurales, así como entre los resultados de tipo cuantitativo y los cualitativos, todo ello para los temas de educación, salud y alimentación. En una sección aparte se abordan los efectos de Oportunidades sobre el consumo, la actividad productiva, la composición del hogar y la migración, nuevamente distinguiendo los resultados rurales de los urbanos. Otro elemento analizado en esta sección es la equidad de género del Programa. En la sección final se presentan las conclusiones y se reportan las lecciones de política social derivadas del ejercicio de evaluación.

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III. METODOLOGÍA DE EVALUACIÓN

3.1 Características de la evaluación

En los primeros años del Programa la evaluación estuvo a cargo del Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias (IFPRI por su nombre en inglés). Dicha evaluación analizó los impactos del Programa en el corto plazo para la población rural y los hallazgos fueron presentados en el año 2000.

Posteriormente, la incorporación de hogares en áreas urbanas y la nueva información recolectada en los últimos años, ha hecho posible evaluar el impacto en la población beneficiaria en el mediano plazo en áreas rurales (desde 1997 hasta 2003) y los impactos del Programa en el corto plazo en áreas urbanas (desde 2002 a 2003). Estos plazos de análisis están definidos por las fechas de inicio del Programa en las distintas áreas, así como por los tiempos de medición requeridos por las distintas variables, los cuales tienen una dinámica distinta a los que se establecen para evaluar aspectos como el cumplimiento de metas y el ejercicio del gasto del Programa.

Con lo antes mencionado se puede conocer si los impactos documentados por la evaluación del IFPRI a los dos años de iniciado el Programa en comunidades rurales se sostienen después de aproximadamente seis años, y si es posible observar impactos similares a los detectados por esa institución en zonas urbanas a un año de la intervención del Programa.

La vertiente cuantitativa de la evaluación rural y urbana realizada en 2004 ha considerado los principales componentes del Programa, como son la educación de las niñas y los niños, la salud y nutrición de las personas, el consumo de las familias, la estructura demográfica de los hogares, la inversión productiva de las familias.

Para la evaluación cualitativa se analiza el efecto del Programa en la calidad de vida de los beneficiarios en comunidades rurales en el mediano plazo. Estos estudios abordan los temas de salud, educación, consumo y nutrición, relaciones intra-familiares, relaciones comunitarias y capital social.

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Recuadro 3.1 La ética de la evaluación de los programas sociales Dos principios centrales en la evaluación de programas sociales son realizar investigación sistemática con los más altos estándares técnicos y respetar la dignidad de las personas (ver, por ejemplo, Guiding Principles for Evaluators, American Evaluation Society, 2004; Guidelines for Ethical Conduct of Evaluations, Australasian Evaluation Society, 2002). Para evaluar adecuadamente el desempeño de Oportunidades debe compararse la situación y comportamientos de hogares pobres con características similares cuya diferencia central es que unos están incorporados al Programa y otros están fuera de él. Sin embargo, la evaluación implica entonces que cierta parte de la población elegible para recibir los apoyos de Oportunidades se encuentren sin ellos ¿Es esto moralmente aceptable? Desde tiempo atrás se ha dado un amplio debate entre los expertos respecto a situaciones de este tipo (ver Ferber y Hirsh, 1978). De esta discusión ha emergido un consenso que concilia la rigurosidad científica y la protección de valores humanos: cuando no existen suficientes recursos para incluir a toda la población en una política pública potencialmente benéfica, existen razones éticas para realizar la evaluación de tal política comparando a sus beneficiarios con aquellos no atendidos siempre y cuando se seleccionen a las personas participantes de forma aleatoria (Riecken, 1974, p.250). Así, la imposibilidad de atender a todos crea inevitablemente un grupo con el cual contrastar los efectos de la intervención, y éste puede ser analizado con rigurosidad estadística y equidad si quienes pertenecen a él tuvieron la misma probabilidad de haber sido incluidos en el programa que quienes finalmente lo fueron.

Desde su inicio, Oportunidades y sus evaluadores han tomado en cuenta esta situación (véase por ejemplo, Parker y Teruel, 2003, p. 13). En el caso de la evaluación en áreas rurales, al inicio del Programa la pertenencia o no al mismo fue decidida seleccionando al azar el grupo de comunidades de entre aquellas elegibles por su alto o muy alto grado de marginación, lo que evitó sesgos estadísticos y favoritismos para seleccionar a los beneficiarios. Adicionalmente, en cuanto la disponibilidad de recursos lo ha permitido, los hogares inicialmente no incorporados se han ido convirtiendo en beneficiarios, no importando que esto dificulte el diseño de la evaluación. En el caso de las zonas rurales, todos los hogares de la muestra de evaluación que inicialmente conformaban el grupo de no incorporados, se convirtieron en beneficiarios en el año 2000, lo cual planteó retos importantes para la evaluación rural. En el caso de la evaluación en áreas urbanas, el diseño de evaluación consideró el proceso de incorporación ya definido por Oportunidades, de tal forma que la evaluación en sí no influyó ni retrasó la incorporación de ningún hogar al Programa.

En suma, la evaluación de Oportunidades no sólo ha observado los principios de rigurosidad técnica y respeto a las personas, sino que enfrentado al dilema de facilitar el primero a costa del segundo ha estado del lado de la dignidad humana.

3.2 Fuentes de información y metodología de evaluación de resultados

3.2.1 Evaluación cuantitativa

La evaluación cuantitativa busca la representatividad estadística de los datos examinados en una muestra de la población. Se propone encontrar patrones sistemáticos en las características de interés que pueden ser capturadas mediante variables numéricas. La evaluación cuantitativa se concentra sobre todo en las consecuencias de estar incorporado o no al grupo de beneficiarios de Oportunidades, más que en los procesos que ocurren en las comunidades y los hogares cuando se aplica el Programa. Sin embargo, hay algunos elementos de procedimiento que son evaluados cuantitativamente (ver Recuadros 3.2 y 3.3).

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Recuadro 3.2 La focalización de Oportunidades Focalizar es la acción de dirigir los beneficios de una política pública hacia un grupo prioritario en espera de obtener el mayor impacto con los recursos disponibles.

Al respecto Amartya Sen (1995, p. 15) indica “Las políticas económicas- aquellas dirigidas a la eliminación de la pobreza así como otras – intentan obtener algunos resultados. Cualquier intento así debe involucrar alguna focalización”.

De acuerdo a lo anterior cabe preguntar ¿Qué tan buena es la focalización de Oportunidades?

Coady, Grosh y Hoddinott (2004) presentan los resultados sobre el desempeño de la focalización de 122 programas de 48 países en desarrollo. Estos autores encuentran que Oportunidades tiene un desempeño entre 2.5 y 4 veces mejor que lo comúnmente encontrado, a juzgar por el porcentaje de beneficios canalizados a la población pobre respecto a la proporción que ésta representa del total. En consecuencia, el desempeño de la focalización de Oportunidades resulta sobresaliente de acuerdo a los estándares internacionales.

Recuadro 3.3 Cumplimiento de metas y Reglas de Operación La evaluación de Oportunidades se centra en sus resultados, pero no por ello dejan de considerarse las acciones y los procesos que conducen a ellos. Así, entre 2002 y 2004 fueron registrados los siguientes avances:

• 54.4% de aumento en las familias incorporadas al Programa con lo que se logra la meta de cobertura del sexenio.

• 33.15% de incremento en el número de becarios con apoyo educativo. • 6.2% de expansión en el total de familias en control médico para alcanzar una cobertura del

97.9% de las familias en el padrón. • 26.5 % más de niños de 2 a 4 años en control nutricional alcanzando una cobertura de 96.9%

del padrón

Para el año 2004 el presupuesto asignado a Oportunidades fue de 22,406 millones de pesos de los cuales 93.8% fueron dedicados a apoyos a los hogares y 6.19% a gastos de operación. Por otra parte entre 2003 y 2004 las reglas de operación cambiaron para revisar periódicamente la permanencia de los beneficiarios en el Programa, así como para mejorar la coordinación institucional y dar mayor claridad a los lineamientos para la suspensión definitiva y la atención de quejas y denuncias. Mediante una encuesta a la población beneficiaria de 30 localidades del país se evaluó el cumplimiento de las reglas de operación y se recopilaron las siguientes opiniones sobre Oportunidades:

• 95.7% de las entrevistadas negaron que cause divisiones comunitarias • Más del 86% conocen los beneficios del Programa y los consideran una ayuda significativa para

su familia. • Más del 86% de quienes respondieron consideran que la atención personal en la entrega del

apoyo monetario es buena. • 97% de las beneficiarias han recibido atención medica cuando la solicitan • Más de 90% de las beneficiarias que recibieron la recomendación de suministrar papilla a sus

hijos recibió instrucciones para hacerlo. • Más de 93% de quienes atendieron las platicas de salud las consideraron de ayuda para su

vida • Más del 91% considera la participación de las vocales de los Comités de Promoción Comunitaria

como buena

Resultados similares también se obtuvieron de vocales, personal médico, directores de escuela y directivos de salud. Fuente: Meneses et. al. (2005)

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3.2.1.1 Fuentes de información

El componente cuantitativo se basa en datos de encuestas que siguen la evolución en el tiempo de un grupo de hogares incorporados y no incorporados al Programa. Los mismos hogares han sido entrevistados entre 1997 y 2003, para las zonas rurales, y entre 2002 y 2003, en las urbanas. Ocasionalmente se usa información de estudios específicos, como en el área de nutrición.

A) Zonas rurales

Para el área rural se emplea como base de referencia la información de una encuesta aplicada antes del inicio de operaciones del Programa para la identificación de los hogares elegibles para incorporación, llamada Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares 1997 (ENCASEH 1997).

La evaluación rural se realizó comparando grupos representativos de lo que ocurre antes (línea basal) y después de la entrada del Programa y comparando beneficiarios y no beneficiarios de Oportunidades. De esta forma se puede apreciar el efecto en el tiempo de contar con los beneficios del Programa y la diferencia entre estar dentro de él o no.

La representatividad estadística de los grupos se alcanzó seleccionando al azar 506 localidades en siete entidades federativas en donde inició operaciones el Programa, incluyendo 320 localidades que fueron incorporadas al Programa en 1997 (localidades de intervención temprana) y 186 localidades que fueron incorporadas cerca de dos años más tarde (localidades de intervención tardía).

Para la obtención de la información se levantó, a los 24,000 hogares de las localidades seleccionadas, la Encuesta de Evaluación Rural (ENCEL) captando información sobre educación, nutrición, salud, empleo, ingreso, consumo, gasto y condiciones de vida, entre otros aspectos. Esta encuesta se aplicó a los hogares de la muestra de evaluación en dos rondas anuales en 1998, 1999 y 2000.

Gráfico 3.1. Fuentes de información para la evaluación en zonas rurales

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Para la medición del impacto a mediano plazo en zonas rurales se levantó nuevamente la ENCEL en 2003 (ver Gráfico 3.1). Debido al avance del proceso de incorporación de hogares a Oportunidades, para el año 2000 todos los hogares de la muestra de evaluación ya se encontraban incorporados, por lo que fue necesario incluir un nuevo grupo de comparación. Por lo tanto, la ENCEL 2003 se aplicó a una muestra que incluye el grupo original de 506 localidades y un grupo adicional de 151 localidades en donde aún no operaba el Programa en ese momento (localidades de control), el cual fungió como grupo de comparación (Gráfico 3.2). Este nuevo grupo de comparación se conformó seleccionando localidades con características semejantes a las que participaban en el Programa.

La ENCEL 2003 recolectó también información adicional para evaluar otros aspectos del Programa, como por ejemplo, cuestionarios de fecundidad, precios, y características de las escuelas y localidades; muestras de sangre; mediciones antropométricas; pruebas de desarrollo cognitivo para niños pequeños y de habilidades para adolescentes.

Gráfico 3.2. Composición de las muestras en zonas rurales

Este diseño de las encuestas rurales permite que se hagan evaluaciones del impacto del Programa sobre diversos aspectos a corto (con 2 años de intervención) y mediano plazo (con 4 a 6 años de intervención).

B) Zonas urbanas

Para integrar la muestra de evaluación en áreas urbanas se llevó a cabo una selección de manzanas y hogares en localidades donde el Programa iniciaría operaciones en el

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2002 (zonas de intervención). Identificando características similares a esta muestra se seleccionó también un grupo de comparación en localidades donde el Programa iniciaría operaciones hasta el 2004 (zonas de no intervención). En zonas de intervención la muestra estuvo conformada por cuatro tipos de hogares: hogares elegibles según los criterios de selección de Oportunidades, incluyendo hogares incorporados y no incorporados al Programa2, hogares muy cercanos a ser elegibles (aquéllos con características apenas encima del límite para su incorporación al Programa) y hogares no elegibles. En zonas de no intervención la muestra estuvo integrada por hogares elegibles y cercanos a ser elegibles. Para determinar los hogares de cada categoría que serían incluidos en la muestra de evaluación se aplicó en el 2002 una encuesta de Tamizaje en las zonas seleccionadas para el levantamiento, en ésta se recolectaron las mismas variables utilizadas por el Programa para determinar la elegibilidad de los hogares (clasificación usada exclusivamente para los fines de la evaluación).

El diseño de la evaluación urbana incluyó varios levantamientos de información a la misma muestra. La muestra de evaluación fue visitada por primera vez en el 2002, con la Encuesta de Evaluación de Hogares Urbanos 2002 (ENCELURB 2002), que sirvió como base de referencia, y se llevó a cabo una encuesta de seguimiento a esta muestra en el 2003 (ENCELURB 2003) (Gráfico 3.3). En estas encuestas se captó información sobre las características socioeconómicas de los hogares y de sus integrantes. Esta información se asemeja a aquella recabada para la muestra rural. Adicionalmente se recolectó información específica de un grupo de adultos sobre control de diabetes y para el área de nutrición se aplicaron estudios de dieta y toma de muestras de sangre capilar para detección de anemia, y mediciones de peso y talla en niños y mujeres.

Gráfico 3.3 Fuentes de información para la evaluación en zonas urbanas

Además, para evaluar el patrón de consumo de complementos alimenticios y consumo dietético se realizó un estudio específico con cuatro visitas a lo largo de un año (julio 2003 – junio 2004) en una muestra de niños que tenían de 6 a 23 meses de edad (en la medición inicial) y de sus madres en periodo de lactancia. Se aplicaron cuestionarios a

2 Existen hogares elegibles no incorporados a Oportunidades en zonas de intervención debido a que el mecanismo de focalización de Oportunidades en zonas urbanas en el 2002 fue por demanda y no todos los hogares elegibles acudieron a solicitar su incorporación al Programa.

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este grupo sobre el consumo dietético, así como mediciones antropométricas, recolección de muestras de sangre y una aplicación de una prueba de desarrollo de lenguaje.

Con la información disponible en áreas urbanas es posible realizar hasta este momento una evaluación de corto plazo, a 1 año de operación del Programa. En 2004 se levantó un tercer panel de la ENCELURB, con la cual podrán realizarse evaluaciones futuras después de un mayor periodo de exposición de los beneficiarios al Programa.

3.2.1.2 Método de análisis

Evaluar es fundamentalmente comparar: qué ocurre antes y después de una acción y qué sucede con ella respecto al caso de no haberse dado. En consecuencia dos elementos son de gran importancia para comprender el método de evaluación:

1. Los grupos de hogares comparados

2. El método de comparación

En el caso de las zonas rurales, se pueden comparar los siguientes grupos:

A) A los beneficiarios que primero se introdujeron al Programa (hace seis años) respecto a los que lo hicieron más tarde (hace cuatro años): esta comparación refleja los impactos del Programa por diferentes tiempos de exposición al mismo.

B) También se puede comparar a los que entraron tardíamente respecto a los que nunca entraron a él, lo cual muestra resultados de corto plazo del Programa.

C) Otra posibilidad es comparar a los hogares de intervención temprana con los que nunca entraron a Oportunidades, lo cual muestra los efectos de mediano plazo del Programa.

Aunque la mayoría de los autores incluyeron en su análisis más de una de las comparaciones mencionadas, los resultados integrados en este documento se refieren a las comparaciones que reflejan los impactos de mediano plazo en zonas rurales. Excepcionalmente se reportan resultados de corto plazo.

Para las zonas urbanas se puede comparar los siguientes grupos:

28

A) Al grupo de hogares que entró al Programa con los hogares que calificaban para entrar en el mismo pero que no fueron incorporados, en las zonas donde operó Oportunidades (control interno).

B) Al grupo de hogares que entró al Programa con los hogares que calificaban para entrar en el mismo pero que no fueron incorporados porque habitan en las zonas donde no había intervenido Oportunidades (control externo).

Los resultados de cualquiera de estas comparaciones constituyen los impactos de Oportunidades en el corto plazo, a un año de beneficiar a hogares urbanos.

En el caso de la metodología de comparación, los investigadores utilizaron uno o varios de los siguientes procedimientos:

A) Para los análisis de corto plazo en zonas rurales y urbanas realizaron:

Análisis de diferencias. Para un mismo momento en el tiempo se comparan los distintos grupos (por ejemplo con y sin el Programa).

Análisis de dobles diferencias. Después de un tiempo de operación del Programa se ve la diferencia que existe entre los hogares que lo tienen y los que no respecto a la diferencia que existía entre ellos antes del Programa.

B) Para los análisis de mediano plazo en zonas rurales, la mayoría de los autores compararon hogares de características socioeconómicas similares en donde la distinción central entre ellos era que unos tenían el Programa y otros no (correspondían al nuevo grupo de comparación).

3.2.2 Evaluación cualitativa

La evaluación cualitativa no busca representatividad estadística, sino se propone comprender y mostrar las razones por las cuales varía el éxito en la incorporación, la permanencia y el impacto del Programa. Se busca observar los procesos que ocurren en las comunidades y los hogares cuando se aplica el Programa profundizando en las razones por las cuales ciertos hogares tienen dificultades para incorporarse o para cumplir con las corresponsabilidades y en la manera en que el Programa tiene efectos sobre los beneficiarios y sus comunidades.

29

Este tipo de evaluación se ha basado en estudios de caso, tanto a nivel de los hogares como de las comunidades e instituciones de educación y salud. En dichos estudios se han entrevistado a beneficiarios, no beneficiarios, autoridades locales y municipales, maestros, directores de escuela, médicos y enfermeras. Para seleccionar los casos se han buscado situaciones con diferencias notables, tanto de la aplicación e incorporación dentro de Oportunidades como de los resultados. Para esto último se han seleccionado comunidades con características contrastantes dentro del Programa y comunidades con características muy similares pero distinguidas por su incorporación o no al Programa. En el caso de los hogares, en las comunidades participantes en el Programa los estudios de caso se han realizado en pares de hogares de mayor bienestar, bienestar medio y bienestar muy bajo. En general, cada par debe estar compuesto por un hogar incorporado y otro no incorporado. Esto con la finalidad de distinguir las diferencias que pueden derivarse de la operación del Programa de aquellas más relacionadas con las características de las comunidades y los hogares. Como complemento a los estudios de caso en todas las comunidades se han organizado grupos focales de mujeres, de hombres y de jóvenes, incluyendo beneficiarios y no beneficiarios. En cada evaluación se han aplicado los instrumentos o estudios de caso necesarios para intereses específicos.

En el año 2004, se analizó el impacto a mediano plazo del Programa en comunidades rurales. Para esta evaluación se realizó el trabajo en seis localidades, cuatro de ellas seleccionadas del conjunto de comunidades estudiado en 1999 y 2000, y otras dos a partir de la base de datos del Programa. El re-estudio de las primeras cuatro comunidades y de sus hogares hizo posible evaluar de manera más directa los cambios ocurridos en ese lapso de tiempo. En total se analizaron 48 hogares en las seis localidades, se hicieron entrevistas con beneficiarios, no beneficiarios, médicos, enfermeras, directores de escuelas y autoridades locales, y se realizaron grupos focales con hombres, mujeres y jóvenes en edad de bachillerato. En este año no fue posible en todas las localidades comparar hogares con características socioeconómicas similares, unos incorporados y otros no incorporados al Programa, debido a que en algunas comunidades ya no se encontraron hogares pobres no incorporados ante la avanzada cobertura de Oportunidades.

Además de los impactos de mediano plazo en educación y salud, un objetivo central fue estudiar los primeros impactos en el mercado de trabajo. Para ello se aplicó un formato especial de trayectorias de vida, con el que se recopilaron 730 años-vida de diversos individuos entrevistados. Adicionalmente, en el grupo focal de jóvenes se inquirió especialmente sobre las alternativas de estudio y trabajo, las primeras experiencias laborales y sus perspectivas sobre la unión marital y la familia.

30

IV. EDUCACIÓN

4.1 Antecedentes

Oportunidades otorga becas educativas en la forma de transferencias monetarias bimestrales a lo hogares. Originalmente, el Programa daba apoyos a niños entre tercero de primaria y tercero de secundaria. En 2001, se extendieron al nivel medio superior. El monto de la beca varía según el grado y, a partir de secundaria, varía también según el sexo (las becas para niñas son hasta 14.2% mayores que las becas de los niños). Por ejemplo, en el segundo semestre de 2003, la beca oscilaba de un mínimo de 105 pesos por mes para niños y niñas inscritas en tercer grado de primaria, a un máximo de 580 y 660 pesos por mes para los jóvenes hombres y mujeres, respectivamente, inscritos en tercer grado de educación media superior. El Programa también proporciona apoyos para útiles escolares. Todas las transferencias se dan a la madre de familia con excepción de la beca de nivel medio superior que puede ser recibida directamente por los mismos jóvenes. La asistencia regular a la escuela es un requisito para la continuidad de los apoyos, asimismo los estudiantes de nivel medio superior deben asistir a ocho pláticas de salud durante el ciclo escolar. Las reglas del Programa permiten a los estudiantes repetir una vez cada grado, pero no está permitido a los estudiantes cursar el grado más de dos veces, en ese punto los beneficios de la educación son suspendidos permanentemente para el becario.

Además de la introducción de apoyos a la educación para nivel medio superior en 2001, en 2003 se introdujo al Programa un nuevo componente llamado Jóvenes con Oportunidades. Este nuevo componente consiste en depositar cierta cantidad de puntos (equivalentes a pesos) en una cuenta a nombre del joven estudiante (no de la madre) por cada año que avance a partir de tercero de secundaria y hasta que termine la preparatoria. Cuando el joven termine la preparatoria (siempre que concluya antes de los 22 años), puede escoger entre esperar dos años para utilizar el dinero de la cuenta (más intereses) en lo que desee, o tener acceso inmediato a los fondos para utilizarlos en una de las siguientes iniciativas: 1) asistir a la universidad; 2) adquirir un seguro de salud 3) obtener un préstamo para iniciar un negocio; 4) solicitar crédito para vivienda. Aunque este nuevo esquema provee más incentivos para invertir en educación, no parece ser un factor que contribuya a los impactos que se estiman en esta ronda de evaluaciones, dado que se introdujo mientras el levantamiento de la ENCEL 2003 se llevaba a cabo.

31

4.2 Impactos sobre la educación en niños y jóvenes rurales

4.2.2 Análisis cuantitativo

4.2.2.1 Inscripción escolar

En áreas rurales, el análisis muestra que es más probable que los niños y niñas incorporados que tenían de 6-8 años de edad en 1997 (de 12 a 14 en 2003) se inscriban en la escuela. En particular, Oportunidades incrementó en 41.5% y 32.9% respectivamente la proporción de niños de 12 y 14 años de edad (en 2003) que entran a la escuela secundaria. Para las niñas las estimaciones son similares aunque ligeramente menores en magnitud (Behrman et. al., 2005).

4.2.2.2 Progresión escolar

El análisis de los impactos de mediano plazo muestra también que los niños que se encuentran en el Programa están progresando más rápido en la escuela. La proporción de niños de 9 a 12 años de edad en 1997 (de 15 a 18 en 2003) y de niñas de 9 y 10 años en 1997 (15 y 16 en 2003) que progresaron en forma consecutiva (es decir, completaron al menos 5 grados escolares completos, durante los 6 años entre 1997 y 2003) proviene de un efecto directo de Oportunidades. La proporción que progresaron en forma consecutiva aumentó entre 38% y 64% en el caso de los niños, y entre 30% y 39% en el caso de las niñas, reflejando los estimadores para diferentes rangos de edad (Parker et. al., 2005).

4.2.2.3 Logro educativo

Otro resultado del análisis de mediano plazo indica que, para niños y niñas de 9 a 12 años de edad en 1997 (15 a 18 en 2003), Oportunidades generó un impacto en el logro educativo, de un grado adicional, durante el periodo de 6 años analizado (ver Gráficos 4.1 y 4.2). Esto significa un aumento en promedio de 14% en el logro educativo para niños y niñas que reciben Oportunidades comparados con el grupo de control (sin el Programa).

32

Gráfico 4.1 Escolaridad de los niños rurales en 2003

7.0 7.0

7.3 7.4

7.9 8.18.6 8.5

6

7

8

9

15 16 17 18años de edad

años

de

esco

larid

ad

sin beneficios del Programa

con beneficios del Programa por 6 años

Fuente: (Parker et. al., 2005)

Gráfico 4.2 Escolaridad de las niñas rurales en 2003

6.8

7.1

7.5

7.77.88.1

8.4 8.5

6

7

8

9

15 16 17 18años de edad

años

de

esco

larid

ad

sin beneficios del Programa

con beneficios del Programa por 6 años

Fuente: (Parker et. al., 2005)

Para los niños mayores, es decir, de 14 a 15 años de edad en 1997 (20 a 21 años en 2003), el análisis arroja pocos efectos significativos en grados de escolaridad completados. Sin embargo, no es inesperado, ya que dichos jóvenes debieron haber estado en la edad límite superior de elegibilidad para Oportunidades en 1997 y probablemente la mayoría ya había dejado la escuela años antes (Parker et. al., 2005).

4.2.2.4 Sostenibilidad de los efectos de corto plazo

Los impactos de corto plazo de Oportunidades sobre logro educativo se sostienen en el mediano plazo. La evaluación de mediano plazo también muestra fuertes impactos en los niños inscritos en los primeros años de la escuela primaria cuando el Programa empezó.

Para niños de 6 a 8 años de edad en 1997 (12 a 14 años en 2003), existen efectos claramente positivos del Programa sobre el logro educativo. En particular, los niños de 6

33

a 8 años de edad en 1997 muestran aumentos significativos, de entre 0.42 y 0.90 años adicionales de escolaridad comparados con un grupo similar de niños pero sin los beneficios del Programa.

Niñas de 6 a 8 también muestran efectos importantes. Por ejemplo, las niñas de 6 años de edad en 1997 lograron 0.73 años más de escolaridad. Adicionalmente, el Programa genera aumentos de casi el 33% en la proporción de niños y niñas que ingresan a la escuela secundaria (Behrman et. al., 2005).

4.2.2.5 Nutrición y desempeño educativo

Aunque la mayoría de los niños inician su vida escolar a los seis años, que es la edad mínima establecida por la ley, el análisis muestra que Oportunidades tiene un impacto positivo en la probabilidad de que los niños de 0 a 2 años de edad en 1997 (de 6 a 8 años en 2003) ingresen a la escuela a una edad ligeramente más temprana, de avanzar consecutivamente (progresar rápidamente) en la escuela y de completar más grados de escolaridad. En particular, niñas y niños de un año de edad en 1997 (7 en 2003) tienen probabilidades de 44% y 28% respectivamente de progresar a tiempo en la escuela (es decir, completar al menos cinco grados escolares en seis años) que los niños del grupo de comparación. Además, niños y niñas de un año de edad en 1997 (7 en 2003) tienen probabilidades de 37% y 58% respectivamente, de completar el primer grado de escolaridad en 2003 con relación al grupo de comparación (Behrman et. al. 2005).

Para niños de 3 a 5 años de edad en 1997, el análisis arroja pocos impactos significativos. Tal vez no sea sorprendente, toda vez que la mayoría de los niños entre 3 y 5 años en 1997 no recibían los beneficios del Programa, o recibían muy pocos beneficios más allá de las revisiones médicas y los complementos alimenticios entregados en su momento a niños que presentaron algún grado de desnutrición (Behrman et. al., 2005).

4.2.2.6 Impacto en habilidades de los estudiantes

El análisis de las pruebas de habilidades Woodcock-Johnson muestran impactos significativos en las tres pruebas de habilidades en: lectura, matemáticas y lenguaje escrito, especialmente para niños de 10 años de edad en 1997 (16 en 2003), quienes también alcanzaron los mayores impactos en grados de escolaridad (Parker et. al. 2005). Sin embargo, los resultados del impacto de mediano plazo de Oportunidades sobre las habilidades de los estudiantes en áreas rurales son menos concluyentes que los impactos encontrados sobre otros indicadores de educación. El análisis fue limitado

34

debido a una muestra más pequeña y selecta, así como por la falta de datos de una línea basal sobre los puntajes de habilidades anteriores al Programa.

4.2.3 Análisis cualitativo

4.2.3.1 Impactos de mediano plazo

Los resultados de la evaluación cualitativa de mediano plazo en zonas rurales documentan un impacto muy importante y acumulativo en el tiempo en el nivel educativo de los hijos de las familias Oportunidades. Se observa que los padres tienen una mayor disposición a promover la continuidad educativa de sus hijos, aún cuando esto supone una inversión de recursos propios complementaria a las becas de Oportunidades.

La diferencia antes mencionada es sustancial en comparación con la situación observada en años previos, cuando se visitaron por primera vez las comunidades altamente marginadas incluidas en este estudio. En aquella época, la transición de primaria a secundaria y posteriormente a preparatoria era rara, mientras que hoy la transición a secundaria es mayoritaria, y el ingreso de los estudiantes a la educación media superior se ha incrementado de manera importante.

Adicionalmente al impacto en los niveles educativos de los becarios, Oportunidades ha generado un efecto de demostración en el resto de la población, por lo que ahora hay más interés en la educación por parte de la generalidad de las familias de la comunidad. A pesar de lo anterior se encontraron casos aislados de hogares donde confluye una acumulación de desventajas que impiden a los niños acceder al nivel de primaria, como por ejemplo, discapacidad de los niños, alcoholismo de los padres o niveles severos de pobreza (Escobar y González de la Rocha, 2005).

4.2.3.2 Desempeño escolar

En lo que respecta al desempeño escolar los maestros y las familias han señalado respecto a la operación del Programa lo siguiente (Escobar y González de la Rocha 2005):

1) Hay más incentivos, y mayor respaldo, por parte de las familias a la realización de tareas y otras obligaciones escolares.

2) Los maestros que logran convencer a los padres de que el desempeño laboral de sus hijos dependerá de sus habilidades reales y no de un certificado escolar

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han conseguido mucho más apoyo sustantivo a sus tareas, y mayor aplicación de sus estudiantes.

3) Si bien el Programa incentiva la permanencia escolar de niños y jóvenes que de otra manera se retirarían de la escuela en algunos casos cae el desempeño del grupo.

Cabe mencionar que al retener niños que normalmente abandonarían la escuela es posible que el desempeño escolar de los grupos descienda temporalmente ante el esfuerzo adicional que requerirá enseñar a un mayor número de alumnos, algunos de los cuales pueden necesitar atención especial.

4.2.3.3 Expectativas educativas

Los incentivos que ha otorgado el Programa durante varios años han logrado también cambiar las percepciones de los niños y jóvenes respecto a su futuro y a la posibilidad de vivir una vida diferente a la de sus padres. Los jóvenes beneficiarios mencionan que su proyecto personal incluye el querer casarse después de los 20 años de edad, el no tener hijos en los primeros años de la unión y el propósito de seguir estudiando y terminar una carrera profesional (Duarte et. al., 2005). Un ejemplo de esto es que en las comunidades beneficiarias se documentó un incremento de alrededor del 10% en los jóvenes que piensan que concluirán la preparatoria, en comparación con aquéllos jóvenes de comunidades que aún no habían recibido los beneficios de Oportunidades (Gutiérrez et. al., 2005).

4.3 Impactos sobre la educación en niños y jóvenes urbanos

4.3.1 Inscripción escolar

Durante el año escolar 2002-2003, que corresponde al periodo de referencia para la evaluación urbana, Oportunidades presenta efectos positivos sobre la inscripción de niños y niñas en primaria y en niños de secundaria y nivel medio superior.

En el rango de edad asociado con la escuela primaria, las tasas de inscripción antes de Oportunidades eran de cerca del 100%. Después de ese rango (es decir, en edades vinculadas con la escuela secundaria y preparatoria) las tasas de inscripción caen constantemente. En primaria, Oportunidades logra incrementar las tasas de inscripción

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para la edad de 6 años en 2002 (7 en 2003), en 7.7% para niñas y en 13.3% para niños, sugiriendo que el Programa alienta la inscripción temprana a la escuela a pesar de que no hay subsidios para esas edades.

Existe poco campo de acción para observar impactos en la inscripción a la escuela en las edades de 7 a 12 años en 2002 (8 a 13 en 2003), ya que la tasa de inscripción para este grupo es muy alta aún sin el Programa. En el rango de edad asociado con la educación secundaria y preparatoria, Oportunidades incrementa la inscripción de niños de 15-18 años en 2002 en un 10.9%. Dado que los impactos en inscripción se restringen al ciclo 2002-2003, es posible que estos estimadores subestimen los impactos del Programa, debido a que varias familias durante el otoño de 2002, cuando se llevaba a cabo el levantamiento de la ENCELURB 2002 e inscribían a sus niños a la escuela, no tenían certeza si habían sido aceptados como beneficiarios del Programa (Todd et. al., 2005).

4.3.2 Progresión escolar

Oportunidades tuvo un impacto positivo en el corto plazo en el progreso escolar de las niñas y niños en áreas urbanas, dependiendo de la edad. De hecho, el Programa aumenta significativamente el porcentaje de niños de 6 a 18 años de edad en 2002 y niñas de 6 a 14 años de edad en 2002 que acumularon un grado adicional de escolaridad en la escuela durante el ciclo escolar 2002-2003, en alrededor de 20% a 30%, variando según el grupo de edad. También se encontró que Oportunidades disminuye las tasas de abandono significativamente en 23.7% en niños de 15-18 años en 2002. Dado que el abandono escolar se define comparando el estatus de inscripción del año escolar 2002-2003 con el de 2001-2002, el impacto del efecto del Programa puede estar también subestimado porque muchas familias no sabían en el otoño de 2002 con certeza si habían sido aceptados en el Programa (Todd et. al., 2005).

4.3.3 Logro escolar

Oportunidades aumentó los niveles de logro educativo de 0.12 a 0.20 grados para niños que en 2002 tenían de 8 a 18 años de edad (ver Gráficos 4.3 y 4.4). El logro educativo, para niñas de 6 a 18 años de edad también aumentó, con estimadores que van desde 0.08 hasta 0.15 grados de escolaridad extra. En ambos casos observándose el mayor impacto a las edades cuando se da la transición de primaria a secundaria. La magnitud de los impactos evaluados en cuanto a logros son equiparables para niñas y niños de 8 a 11 años de edad (Todd et. al., 2005).

37

Gráfico 4.3 Escolaridad de los niños urbanos en 2003

7.0

7.9 8.0

7.6

7.2

8.0 8.3

7.5

6

7

8

9

15 16 17 18años de edad

años

de

esco

larid

ad

sin beneficios del Programa

con beneficios del Programa por 1 año

Fuente: (Todd et. al., 2005)

Gráfico 4.4 Escolaridad de los niñas urbanas en 2003

7.5 7.6

8.2

8.0

7.7 7.78.2 8.2

6

7

8

9

15 16 17 18años de edad

años

de

esco

larid

ad

sin beneficios del Programa

con beneficios del Programa por 1 año

Fuente: (Todd et. al., 2005)

4.3.4 Desempeño extraescolar

La evaluación de corto plazo en las áreas urbanas muestra que Oportunidades aumenta la cantidad de tiempo que los niños y jóvenes dedican a sus tareas escolares, después de la escuela. Los niños dedican, en promedio, una hora más por semana a sus tareas escolares. Niñas de 6 y 7 años de edad en 2002 dedican alrededor de 0.81 horas extra (o 49 minutos más) por semana, niñas de 8 a 11 años de edad dedican casi 0.39 horas extra (o 23 minutos más) por semana y niñas de 15 a 18 años dedican alrededor de 1.5 horas más de estudio por semana. Se encuentra también en el análisis que el porcentaje de niños (de 6 a 11 años para niñas y de 8 a 11 años para niños) que reciben ayuda de sus padres para hacer la tarea disminuye. El análisis muestra que este patrón podría ser

38

consistente en hogares participantes donde los padres trabajan más, en sustitución de sus hijos que trabajan menos.

4.4 Impactos sobre el trabajo de niños y jóvenes de zonas rurales y urbanas

4.4.1 Trabajo e ingreso rural

El efecto potencial de Oportunidades en el trabajo de los niños y jóvenes es doble. Por un lado, al pasar más tiempo en la escuela, el Programa puede reducir el trabajo realizado. Por el otro, para los que ya dejaron la escuela, pero que tienen mayor educación como resultado del Programa, se podría esperar una mejora en el empleo y la remuneración recibida.

La evaluación de mediano plazo en áreas rurales refleja que, en el caso de los niños el primer efecto domina al segundo, ya que ambos conjuntos de resultados muestran reducciones sobre su empleo atribuibles a Oportunidades, mientras que para las niñas el efecto es insignificante. En el mediano plazo Oportunidades reduce la probabilidad de trabajar de los niños que tenían 10 y 14 años de edad en 1997 (16 y 20 en 2003) en alrededor de 35% y 29% respectivamente. Para los niños, Oportunidades reduce significativamente la probabilidad de participar en el trabajo agrícola. Las niñas suelen tener tasas de participación menores en el mercado de trabajo antes de la introducción del Programa, por lo que una vez iniciado éste sus efectos pueden parecer de menor magnitud. Estos resultados son consistentes con evaluaciones previas en las que se encontraron efectos pequeños sobre el trabajo para las niñas con la excepción del tiempo dedicado al trabajo doméstico. Esta evidencia también es consistente con una caída observable en los ingresos mensuales promedio, particularmente para los niños. Sin embargo, parece ser temprano para evaluar el impacto del Programa sobre las oportunidades de trabajo para los jóvenes (Parker et. al., 2005).

La evaluación cualitativa coincide en señalar que aún es prematuro un análisis sobre el impacto de Oportunidades en el trabajo de los jóvenes ex – becarios, ya que en las localidades estudiadas aún son pocos los que se han graduado de la educación media superior. Sin embargo, el análisis de las trayectorias de vida realizado registra una pequeña mejoría en el estatus de las ocupaciones de los individuos mayores de 15 años beneficiarios del Programa, en comparación con los no beneficiarios.

39

4.4.2 Trabajo e ingreso urbano

La evaluación en zonas urbanas, a un año de la intervención del Programa, presenta un patrón similar al rural, tomando como referencia las edades en 2002. Para los niños con 12 años o más en 2002 hay una reducción significativa del porcentaje que trabaja. En particular, es de destacar la disminución del 48.6% en la proporción de hombres de 19 y 20 años que trabajan. En las mujeres el efecto es de menor magnitud, y destaca que entre las de 15 y 18 años la reducción de la proporción que trabajan es de alrededor de un 36.7% en comparación con el grupo de control (Todd et. al. 2005).

Debe enfatizarse que la reducción de la participación en el mercado laboral tanto en el caso urbano como en el rural es un efecto esperado, dado que el objetivo del Programa es retener a los niños y jóvenes en la escuela para que en el futuro puedan mejorar su posición en el empleo y sus remuneraciones. Esta reducción en la participación en el mercado laboral es consistente con los resultados educativos mostrados anteriormente que indican una elevación en la matriculación y grados de escolaridad de los jóvenes, ambos objetivos buscados por el Programa.

40

V. SALUD

5.1 Antecedentes

Oportunidades se ocupa de mejorar la salud de la población beneficiaria, particularmente de niños menores de 5 años y de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, mediante un paquete esencial (básico) de servicios gratuitos y disponibles para todos los miembros de las familias beneficiarias. El Programa procura aumentar el uso de estos servicios, especialmente los de atención preventiva. Los servicios básicos de salud incluyen atención primaria, prenatal, al nacimiento y al cuidado del bebe, inmunizaciones, tratamiento de casos de diarrea, tratamiento antiparasitario para los integrantes del hogar, tratamiento de problemas respiratorios, planificación familiar, revisiones preventivas para adultos (prevención y control de tuberculosis pulmonar, hipertensión arterial y diabetes mellitus, detección y control de cáncer cervicouterino, entre otras) y la participación en sesiones educativas sobre salud, higiene y nutrición. Los servicios son provistos en áreas urbanas a través de las clínicas de la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social y en áreas rurales por la Secretaría de Salud y el sistema Instituto Mexicano del Seguro Social - Oportunidades.

5.2 Impacto en las zonas rurales

5.2.1 Utilización de servicios de salud

Al evaluar el Programa en zonas rurales debe considerarse que Oportunidades podría reducir la demanda de servicios de salud curativos al mejorar la alimentación y el uso de servicios preventivos. Sin embargo, esto pudiera no observarse si antes de su incorporación al Programa, las familias beneficiarias hubieran hecho menor uso del deseable de los servicios curativos.

En tales áreas, se observa que, a mediano plazo, Oportunidades está aumentando el uso de servicios de salud preventivos (ambulatorios) y que este incremento va acompañado por una reducción en el uso de servicios de salud privados. En general, las familias Oportunidades demandan por año 2.7 visitas más, tanto preventivas como curativas en clínicas de salud públicas, esto es un aumento del 35% (Gutiérrez et. al., 2005a).

41

5.2.2 Morbilidad y estado de salud

La participación en Oportunidades se traduce, en el mediano plazo, en menor incidencia de enfermedades y reducción en la severidad de los episodios. El análisis realizado en áreas rurales muestra que el Programa reduce en 20% el número de días de enfermedad para los niños menores de 6 años y adultos de 16 a 49 años. En términos de días anuales por familia, esto representa una caída de 2 y 6 días menos de enfermedad respectivamente en los dos grupos de edades ya señalados. Cuando el grupo de familias beneficiarias incorporadas al Programa en 2000 (grupo de intervención tardía) es comparado con el grupo de control, el análisis también muestra que Oportunidades reduce el número de días de enfermedad en niños de 6 a 15 años de edad (Gutiérrez et. al., 2005a) (ver Gráfico 5.1).

Grafico 5.1 Impacto en días de enfermedad e incapacidad en zonas rurales

Fuente: (Gutiérrez et. al., 2005a)

Por otro lado, se encuentra que Oportunidades reduce en 18% los días de incapacidad en los individuos de 6 a 49 años de edad (en promedio 1.6 días menos para los niños de 6 a 15 años y 1.3 días menos para los individuos de 16 a 49 años). El análisis también encuentra que el Programa aumenta la habilidad de los individuos beneficiarios para realizar actividades cotidianas moderadas y pesadas (Gutiérrez et. al., 2005a).

5.2.3 Obesidad y enfermedades crónicas

Muchos países en desarrollo, incluyendo México, empiezan a parecerse al mundo desarrollado por la alta frecuencia de sobrepeso y obesidad, así como de la morbilidad asociada a enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión arterial. La diabetes mellitus (DM) caracterizada por un alto nivel de glucosa en la sangre, es una enfermedad crónica cuya frecuencia ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial. De

42

acuerdo con el Reporte de Mortalidad de la Secretaría de Salud de 2002, la DM es ya la primera causa de muerte en México con más de 50 mil fallecimientos cada año.

Algunos de los beneficios de Oportunidades están diseñados para prevenir las enfermedades crónicas en adultos. Así, todos los adultos entre 20 y 49 años de edad deben someterse a una revisión médica cada semestre durante la cual se les realizan pruebas de detección de diabetes e hipertensión. Los adultos de más de 50 años deben someterse a una revisión médica anual con el mismo propósito. Adicionalmente, son alentados a participar en sesiones regulares de promoción de la salud las cuales podrían tener un efecto positivo en el hogar sobre normas sociales relacionadas con la alimentación y otras actividades. Por otro lado, la transferencia que se le otorga al hogar podría generar ciertos comportamientos que incrementen el riesgo a contraer enfermedades crónicas (por ejemplo, consumo de comida chatarra, refrescos, alcohol).

En las áreas rurales pobres el estudio muestra una muy alta frecuencia de obesidad. Oportunidades, después de casi 6 meses de operación en dichas zonas redujo significativamente la prevalencia de obesidad en adultos en 6.4 puntos porcentuales lo que representa una reducción de 24% a 17.6% de la población obesa.

La hipertensión estaba presente en el 39% de la población beneficiaria estudiada. El análisis encuentra que Oportunidades reduce significativamente la prevalencia de hipertensión de la población incorporada en 7.2 puntos porcentuales. El Programa también está aumentando la probabilidad de revisión de la hipertensión en el grupo beneficiario en los últimos cinco años. También se ha presentado una caída en los síntomas relacionados con la hipertensión como dolores de cabeza, mareos o zumbido de oídos.

La diabetes estaba presente en el 19% de la población. El análisis muestra que Oportunidades disminuye la prevalencia de diabetes en 22% en el grupo incorporado, aunque los resultados no son estadísticamente significativos. Sin embargo, el Programa incrementa significativamente la probabilidad de revisión de diabetes en los últimos 5 años y disminuye significativamente la presencia de síntomas relacionados con la diabetes.

5.2.4 Salud reproductiva

En las zonas rurales la evaluación de impacto de mediano plazo encontró que el conocimiento sobre los métodos de planificación familiar era hasta 5.9% mayor entre mujeres del grupo de intervención que en el grupo de control. También se encontró que el uso actual de los métodos es 17.2% mayor para mujeres incorporadas comparado con

43

las que no recibieron el Programa. Esto sugiere que Oportunidades tiene éxito, en el mediano plazo, en aumentar el conocimiento y uso de métodos de planificación familiar en áreas rurales.

En cuanto a atención a las mujeres durante el embarazo, el análisis de impacto muestra que la proporción de nacimientos con atención aumentó en al menos 6.7% para mujeres del grupo de intervención comparado con las no incorporadas al Programa. Además, se encontró que mujeres en los grupos de intervención tienen un control más apropiado en términos de visitas y de inicio de atención prenatal durante el embarazo. El análisis sobre los procedimientos realizados a las mujeres durante las visitas de atención prenatal muestra que, en promedio, las mujeres de los grupos de intervención reciben de 1.5 a 2 procedimientos más que aquellas mujeres que pertenecen al grupo de control (con un promedio de 10 de los 14 procedimientos mencionados en las normas oficiales). Esto sugiere que el Programa ha tenido un impacto positivo en las áreas rurales en el porcentaje de embarazos con atención prenatal (ver Gráfico 5.2), así como en la calidad de la misma. Sin embargo, es necesario reforzar la práctica de algunos procedimientos, incluyendo la prueba de detección de sífilis, información sobre el grupo sanguíneo, exploración de mamas y pruebas de orina, las cuales fueron practicadas en menos de la mitad de las embarazadas de acuerdo a lo que reportaron las mujeres beneficiarias (Hernández Prado et. al., 2005).

Fuente: Hernández et. al. (2005)

44

5.2.5 Conocimientos y prácticas

5.2.5.1 Mujeres beneficiarias

Las sesiones educativas sobre salud (pláticas) tienen el objetivo de aumentar el conocimiento sobre salud y de mejorar las prácticas actuales de los beneficiarios. El conocimiento en salud incluye temas sobre vacunación, cuidado de los niños, métodos de planificación familiar, señales preventivas durante el embarazo, cáncer de mama y cáncer cervicouterino; mientras que prácticas actuales incluyen visitas de salud preventivas de niños y adultos, pruebas ginecológicas, uso de métodos de planificación familiar y consumo de alcohol y tabaco.

Para zonas rurales, se observa en el análisis que los no beneficiarios de Oportunidades asisten a consultas de salud preventivas para adultos 43% menos que los beneficiarios. Además, las mujeres beneficiarias se realizan la prueba del Papanicolau 61% más que las no beneficiarias. Ambos efectos se incrementan con el tiempo que los beneficiarios permanecen incorporados al Programa. Respecto a métodos de planificación familiar, los beneficiarios tienen mayores conocimientos sobre dichos métodos que los no beneficiarios (Duarte et. al., 2005).

Con base en el estudio cuantitativo realizado, se observa que en zonas rurales entre mayor es el tiempo que permanecen los individuos en el Programa, mayor es su conocimiento sobre temas de salud.

5.2.5.2 Adolescentes y jóvenes

Existen numerosos mecanismos por los cuales se esperaría que Oportunidades tenga algún efecto sobre los comportamientos de riesgo. Por un lado, el aumento de recursos disponibles en el hogar a causa de las transferencias del Programa, debe incrementar el consumo de bienes en general, lo que podría traducirse en consumo de bienes asociados a comportamiento riesgoso como consumo de cigarro, alcohol y en prácticas de sexo inseguro. Por otro lado, las sesiones sobre salud recibidas como parte de las intervenciones del Programa, deberían incrementar el conocimiento de las consecuencias de los comportamientos de riesgo y por tanto llevar a una reducción de los mismos. Finalmente, al incentivar la asistencia a la escuela, los apoyos educativos podrían contribuir a disminuir la probabilidad de participar en comportamientos de riesgo, por ambas razones, ya sea por tener menos tiempo disponible para el ocio o por los efectos de la educación.

45

Tanto en el medio urbano como en el rural, los datos muestran que de los adolescentes que participan en el Programa, la proporción de individuos que fuman cigarros y consumen alcohol es menor que la proporción del grupo de comparación. En las áreas rurales, el estudio permite atribuirle al Programa la reducción de 14% en adolescentes que han fumado alguna vez, y de 12% en los que consumen bebidas alcohólicas. Adicionalmente, el análisis encontró una reducción en el consumo de alimentos con alta densidad calórica (papitas, dulces y refrescos) en áreas rurales. Para los grupos de adolescentes que se encuentran en áreas incorporadas al Programa en 1998 (intervención temprana), el consumo semanal de refrescos cayó en media unidad con relación al grupo de comparación (en promedio se reportó un consumo de alrededor de tres unidades). En cuanto al grupo de adolescentes incorporados en 2000 (intervención tardía), el gasto en papitas y pastelillos fue menor en casi 20% que el grupo de comparación (Gutiérrez et. al., 2005b).

5.3 Impacto en las zonas urbanas

5.3.1 Utilización de servicios de salud

En zonas urbanas, en el corto plazo, se espera que Oportunidades incremente el uso de servicios de salud preventivos y curativos del sector público, reduciendo el uso de servicios de salud privados. Por otro lado, si el acceso a los servicios de salud y el servicio que se provee es el adecuado, se esperaría una reducción en el número de enfermedades y su gravedad, y por lo tanto se reducirían los días de hospitalización.

Después de un año de operación, Oportunidades, aumenta en 20% el número de visitas preventivas por parte de los miembros de las familias beneficiarias para todos los grupos de edad. Además, el análisis muestra que, en promedio, una familia beneficiaria aumenta en 17% el número de visitas curativas y preventivas. Esto corresponde a una visita más por año. Asimismo, el Programa reduce la probabilidad de que un miembro de una familia urbana se hospitalice en 2.5% (0.4 eventos de hospitalización menos al año para una familia beneficiaria promedio en áreas urbanas). Finalmente, aún cuando una familia enfrente una hospitalización, Oportunidades reduce 18 días la estadía en el hospital (Gutiérrez et. al., 2005a).

46

5.3.2 Morbilidad y estado de salud

Después de un año de implementación del Programa en áreas urbanas, se muestra que los niños de 6 a 15 años de edad se enferman 3.5 días menos, y están incapacitados 3.2 días menos al año para realizar sus actividades en comparación con el grupo de control. Dada la estructura demográfica de las familias Oportunidades, dicho impacto se traduce, por familia, en 20% menos días de enfermedad para niños de 6 a 15 años de edad (6 días menos), 5.7 y 6 días menos de incapacidad por familia para individuos de 6 a 15 años y de 16 a 49 años, respectivamente (ver Gráfico 5.3).

También, es más probable que adultos de 18 a 49 años de edad lleven a cabo actividades moderadas y pesadas (de 1% a 3%, mayor respectivamente). Para adultos de 50 años de edad y mayores, Oportunidades aumenta la probabilidad de llevar a cabo actividades básicas (4%) y actividades moderadas (4%) (Gutiérrez et. al., 2005a).

Grafico 5.3 Impacto en días de enfermedad e incapacidad en zonas urbanas

Fuente: (Gutiérrez et. al., 2005a)

5.3.3 Enfermedades crónicas

Un estudio realizado con población de enfermos diabéticos mostró que en áreas urbanas en 2002 el grupo de intervención presentaba un uso anual de 33.5% de la prueba de detección de diabetes (medición de concentración de glucosa en sangre). Esta proporción se incrementó a 40.8% en 2003. Dicho aumento de más de 7 puntos porcentuales fue significativamente mayor y no fue observado en ninguno de los grupos de comparación.

Respecto de la demanda de servicios médicos básicos, la población beneficiaria reportó mayor número de visitas al doctor en el último año (la mediana observada para el grupo beneficiario fue de 11 visitas, lo que fue significativamente mayor que la mediana de los

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grupos de control). Además, cuando se compara la frecuencia de vigilancia inadecuada por grupo de estudio, el grupo incorporado tiene la menor frecuencia de “mal comportamiento” en relación con los demás grupos. El grupo de intervención también tiene el menor costo de tratamiento y mayor uso de medicinas para reducir la concentración de glucosa en la sangre.

Sin embargo, estos resultados alentadores todavía no se ven reflejados en un mejor control del padecimiento, ya que en este caso no se observaron diferencias significativas entre el grupo incorporado y los grupos de control.

Los resultados de esta evaluación indican que el Programa tiene éxito en incrementar el acceso a servicios de detección oportuna de diabetes y de salud para la población beneficiaria, pero estos cambios no han resultado aún en un mejor control de la enfermedad (Hernández Ávila et. al., 2005).

5.3.4 Salud reproductiva

En las zonas urbanas la evaluación de corto plazo muestra un aumento de 6% entre 2002 y 2003 en el conocimiento de métodos de planificación familiar, en mujeres incorporadas en áreas urbanas comparadas con las del grupo control, aunque no se encontró impacto en el uso de dichos métodos en el periodo referido.

Durante este mismo periodo, el porcentaje de embarazos con atención prenatal se incrementó en 6 puntos porcentuales en mujeres incorporadas, comparadas con mujeres que pertenecen al grupo de control (ver Gráfico 5.4). Considerando el número de visitas y el inicio de la atención prenatal conjuntamente, se observó que el Programa ha aumentado la proporción de embarazos con atención prenatal satisfactoria. Sin embargo, no se encontró un aumento en la calidad de la atención prenatal medido por el número de procedimientos realizados y se observó que una proporción pequeña de mujeres recibió información sobre el grupo sanguíneo, exploración de mamas y pruebas de sífilis y orina.

48

Gráfico 5.4 Atención prenatal en zonas urbanas 2002-2003

11.039.20

5.04

Recibió atención prenatal en el último embarazo. Partoúltimo año

Por

cent

aje

Mujeres incorporadas en zonas de intervención

Mujeres NO incorporadas en zonas de intervención

Mujeres elegibles en zonas de NO intervención

Fuente: Hernández et. al. (2005)

5.3.5 Conocimientos y prácticas

5.3.5.1 Mujeres incorporadas

Para las áreas urbanas, el estudio encuentra que las mujeres incorporadas a Oportunidades que acuden a las pláticas muestran mejor nivel de conocimientos que las no incorporadas en temas como salud reproductiva, vacunación y cuidado de los niños. Lo anterior se mide mediante un breve examen de conocimientos sobre los temas abordados en las pláticas.

En general, las personas que asisten a las pláticas en áreas urbanas muestran mejores prácticas de salud que las personas que no asisten, aunque la diferencia en este caso no es tan grande como la brecha registrada en el conocimiento en temas de salud. Por ejemplo, la mayor diferencia entre incorporados y no incorporados se observa en la consulta de revisión del niño sano a la cual asistieron alrededor del 57% de los beneficiarios, mientras que sólo el 16% de los grupos restantes asistieron al mismo tipo de visitas. El grupo de no incorporados que no atendió a las pláticas muestra el porcentaje más bajo en las prácticas evaluadas.

49

5.3.5.2 Adolescentes y jóvenes

Como se mencionó, tanto en el medio urbano como en el rural, los datos muestran que de los adolescentes que participan en el Programa, la proporción de individuos que fuman cigarros y consumen alcohol es menor que la proporción del grupo de comparación. En las áreas urbanas, estos porcentajes son significativamente menores (4% y 2%, respectivamente), sugiriendo que entre más tiempo estén los individuos en el Programa, mayor será el efecto, o que en las áreas urbanas existe mayor exposición a medios masivos de comunicación y otros factores que incentivan el consumo de alcohol y tabaco.

En cuanto a conocimiento de los jóvenes sobre asuntos de salud, no se registró diferencia alguna entre los incorporados y no incorporados, en temas como señales preventivas durante el embarazo, probabilidad de embarazo y cáncer cervicouterino. Este es un resultado que puede atribuirse a la existencia de diversas fuentes de información sobre estos temas y que se encuentran disponibles para los jóvenes de todos los grupos en comparación.

5.4 Análisis cualitativo

En el área de salud la evaluación cualitativa de las áreas rurales observó impactos positivos comunitarios, familiares e individuales que coinciden con aquellos derivados del análisis cuantitativo. Los efectos comunitarios tienen que ver con la mejoría de las condiciones de sanidad y de salud pública de las comunidades que se explica debido a los conocimientos adquiridos en las pláticas de salud, a las campañas de salud y a las faenas comunitarias. Los efectos en las familias y personas son resultado de las acciones del Programa dirigidas a su población beneficiaria e incluyen descensos en la desnutrición; mejor atención a enfermedades crónicas; mejorías en la cobertura, aceptación y tiempo de respuesta de las pruebas de cáncer cervicouterino; e incremento en la cobertura de la planificación familiar. Asimismo, también se observa una mejoría en la provisión de medicamentos (Escobar y González de la Rocha, 2005).

50

Com de s reco calid recib La i moti sido pers Med Opo

Esta salu

Recuadro 5.1 La calidad de la atención médica

o parte de su estrategia Oportunidades promueve el uso de los servicios públicosalud para fortalecer las capacidades de las personas. Sin embargo el Programanoce la necesidad de evaluar la oferta de estos servicios, y en particular suad. Un primer avance en este sentido es el análisis realizado de la atención quee la población diabética usuaria de Oportunidades (Hernández et. al. 2005).

mportancia de la diabetes mellitus como problema nacional de salud públicavó este estudio para evaluar si los beneficiarios del Programa reportaban haber examinados con más frecuencia, mayor apego a la Norma Oficial Mexicana poronal de salud y un mejor control de la enfermedad.

iante cuestionarios respondidos por un subgrupo de los sujetos de evaluación dertunidades se encontraron los siguientes resultados:

• 40.8% de los adultos de 40 años o más beneficiarios recibieron la prueba deglucosa. Esto representa 7 puntos porcentuales más de diferencia respectoa los no beneficiarios.

• Los beneficiarios de Oportunidades tienen las frecuencias más bajas de“mala conducta” en la atención de la enfermedad

• Aún no se encuentran diferencias significativas en el control delpadecimiento entre beneficiarios y no beneficiarios.

primera evaluación recomienda la revisión de los contenidos de las pláticas ded del Programa para acelerar su posible efecto sobre el control de la enfermedad.

51

VI. ALIMENTACIÓN

6.1 Antecedentes

El objetivo del componente nutricional de Oportunidades es mejorar la dieta y el estado nutricional en los grupos vulnerables, alcanzando con ello un mayor desarrollo físico de los mismos. La intervención del Programa en esta área está estrechamente relacionada con su componente de salud y se enfoca en niños menores de 5 años de edad y mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. Este énfasis se justifica por el bienestar inmediato de los niños y por el impacto negativo que la desnutrición en etapas tempranas de la vida tiene sobre su desarrollo físico y mental así como en su estado de salud cuando sean adultos.

Las acciones en esta área incluyen: proporcionar educación relacionada con temas de dieta y nutrición a la familia; monitorear el crecimiento de los niños menores de 5 años de edad; otorgar complementos alimenticios para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, así como a los niños de cuatro meses a dos años y a los de dos a cuatro años en estado de desnutrición.

6.2 Impacto en las zonas rurales

6.2.1 Estado nutricional

Con base en comparaciones de incorporados y no incorporados para 1999, 2000 y 2003, se observó que la prevalencia de anemia fue menor en 10.6 puntos porcentuales (19%) con el Programa que sin él, para el subgrupo de niños de 0 a 12 meses (ver Gráfico 6.1).

Al comparar incorporados y no incorporados para los años citados, se observó que la prevalencia de anemia fue 7.2 puntos porcentuales menor cuando se introdujo el Programa de forma temprana respecto a donde hubo una intervención tardía, para el subgrupo de niños de 48 a 59 meses. En el subgrupo de niños de 60 a 71 meses incorporados se presentó mayor concentración de hemoglobina y menor prevalencia de anemia respecto a los no incorporados.

Comparando los grupos de beneficiarios y no beneficiarios se encontraron diferencias significativas en el indicador de talla para la edad y en la prevalencia de talla baja. En los niños menores de 6 meses se encontró una diferencia de 1.1 centímetros entre aquellos que habían sido beneficiarios del Programa por dos años respecto a los que sólo lo

52

habían recibido el último año (ver Gráfico 6.2). Por otra parte, los niños de 24 a 71 meses del grupo de beneficiarios mostraron un crecimiento promedio de 0.67 cm más que los niños del grupo de no beneficiarios (Neufeld et. al., 2005c).

Gráfico 6.1 Efecto de Oportunidades en la prevalencia de anemia en niños de 0-12 meses (zonas rurales)

Neufeld et. al. (2005c)

Gráfico 6.2 Efecto en talla del Programa durante dos años de Oportunidades en niños menores de 6 meses (zonas rurales)

%

La grafica hace referencia a niños que recibieron el programa sólo un año y 2 años

Neufeld et. Al. (2005c)

53

6.2.2 Desarrollo infantil

El análisis encuentra impactos significativos y duraderos sobre desarrollo motor y el comportamiento en niños de 2 a 6 años de edad, en 2003, expuestos al Programa. En particular, la evaluación muestra, una mejora del 15% en promedio en las ocho pruebas de habilidades motoras de los niños, y 10% de incremento promedio en dichas habilidades para las niñas. Adicionalmente, Oportunidades mejoró en alrededor de 9% el desarrollo socioemocional de las niñas.

El análisis también encuentra que, en general, hay niveles muy bajos de desarrollo cognoscitivo y de lenguaje en los niños de las comunidades rurales, sobre los cuales Oportunidades tuvo un impacto reducido, al no tener componentes centrados en este aspecto. Los hallazgos también sugieren que Oportunidades ayuda a los niños a recuperarse de una nutrición deficiente y de enfermedades de la madre durante el embarazo (Gertler y Fernald, 2005).

6.3 Impacto en las zonas urbanas

6.3.1 Consumo de complementos alimenticios

Los complementos alimenticios que Oportunidades entrega regularmente, Nutrisano (para niños) y Nutrivida (para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia), proporcionan la totalidad de los requerimientos diarios de varios micronutimentos y aproximadamente el 20% de la energía diaria necesaria por esos grupos de población.

El estudio encontró que aproximadamente el 50% de los niños de 6 a 23 meses de edad en zonas urbanas consumen Nutrisano por lo menos una vez a la semana, de los cuales el 66% lo consume regularmente (de 4 a 7 días por semana). Entre los niños de 24 a 36 meses de edad con algún grado de desnutrición, el 30% reporta haber consumido el complemento. La mediana del consumo diario del complemento es aproximadamente 20 gramos o menos, significativamente menor que los 44 gramos recomendados por Oportunidades.

Aproximadamente el 57% del consumo diario del complemento es preparado según las recomendaciones de Oportunidades, mientras que el 43% restante reportaron haber agregado azúcar y/o leche. Entre las mujeres en periodo de lactancia, el 25% reportó estar consumiendo el complemento, y cerca de 60% lo prepararon según las recomendaciones de Oportunidades. Entre 40% y 50% de las familias reportaron que los

54

complementos los consumían otros miembros de la familia además del niño en la edad indicada (el promedio de miembros del hogar con quienes se compartió varió entre 2.5 y 2.9 personas) (Neufeld et. al., 2005a).

6.3.2 Estado nutricional infantil

En niños incorporados de 6 a 23 meses de edad existe un incremento en la concentración de hemoglobina de 0.5g/dL, mientras que no se observó diferencia en el grupo de comparación. Por otro lado, se estimó que la prevalencia de anemia disminuyó 62.5% para el grupo de menores incorporados. Dado que el estudio es sobre una muestra limitada, los datos son todavía preliminares y deberán ser corroborados con nueva información que se obtendrá de la ENCELURB 2004.

Es importante mencionar que si bien se ha encontrado un descenso significativo en la prevalencia de anemia en niños en zonas rurales y urbanas, los resultados son menores a los que se esperaba. Estudios complementarios sobre la composición del complemento nutricional, analizando en especial el contenido de hierro del mismo, sugieren que la formulación de hierro empleada inicialmente en los complementos Nutrisano y Nutrivida es de baja absorción por el organismo, y su impacto puede mejorarse si se modifica por una forma de hierro de mayor absorción.

Más del 95% de los niños de 6 a 23 meses de edad en zonas urbanas tuvieron peso apropiado de acuerdo a su talla. Ambos grupos, de incorporados y no incorporados, mostraron un aumento en el indicador talla para la edad, acercándose a la mediana de la población de referencia. Sin embargo, no se encontró diferencia significativa alguna entre los dos grupos (Neufeld et. al., 2005a). Estos resultados también son preliminares y deben ser corroborados con nueva información que se obtendrá en la ENCELURB 2004.

6.3.3 Nutrición y adquisición del lenguaje en la niñez urbana

Se observó una tendencia a adquirir lenguaje de manera más rápida en los varones del grupo de intervención que en los del grupo de control, aunque esta diferencia no es significativa estadísticamente. Los varones sin anemia tuvieron puntajes estadísticamente significativos mayores que aquellos con anemia. No hubo diferencia en los puntajes de la prueba CDI3 entre niñas del grupo de intervención y no intervención, ni entre niñas con y sin anemia (Neufeld et. al., 2005b).

3 Inventario de Desarrollo Comunicativo, por sus siglas en inglés.

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VII. ASPECTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

7.1 Efectos sobre el consumo rural y urbano

7.1.1 Antecedentes

Las familias en Oportunidades reciben una transferencia monetaria mensual para alimentación, sin distinción de su ubicación, tamaño o composición del hogar, siempre y cuando cumplan con la corresponsabilidad de acudir a las consultas de salud establecidas. Los hogares elegibles con niños y jóvenes que asisten a la escuela entre tercero de primaria y tercero de nivel medio superior tienen derecho al apoyo educativo (becas), el que está condicionado a la inscripción y asistencia de los niños y jóvenes a la escuela, así como a la asistencia de éstos últimos a pláticas de salud. Existe un monto mensual máximo de beneficios por hogar, y el valor nominal de los apoyos monetarios se ajusta dos veces al año, en enero y en julio.

En zonas urbanas, la transferencia promedio mensual para los hogares participantes fue de 350 pesos durante 2003. El monto es similar en las zonas rurales. Las transferencias monetarias de Oportunidades representaron el 19% del consumo promedio mensual de los hogares elegibles en zonas de intervención urbanas del Programa (Angelucci et. al., 2005).

7.1.2 Composición del consumo rural

Uno de los estudios realizado en las zonas rurales demuestra que después de 5 años y medio de recibir las transferencias monetarias de Oportunidades, los hogares beneficiarios en el grupo de intervención lograron un aumento permanente en su consumo de aproximadamente 22%. Este efecto en el consumo muestra que Oportunidades en el largo plazo puede proporcionar un aumento permanente en los niveles de vida debido a incrementos en inversiones productivas por parte de los hogares beneficiarios, los cuales sería posible sostener aún sin el Programa (Gertler et. al., 2005).

Otro estudio que compara hogares beneficiarios en localidades rurales donde el Programa empezó en 1998 (grupo de intervención temprana) con hogares beneficiarios que viven en comunidades incorporadas en el año 2000 (grupo de intervención tardía), concluye que una exposición mayor al Programa aumenta los gastos del hogar en educación y ropa para los niños, y disminuye los gastos en alcohol y tabaco. Estos

56

efectos son pequeños, pero estadísticamente significativos. Finalmente, se encontró que una mayor exposición a Oportunidades tiene un efecto significativo en inversiones del hogar para mejorar la disponibilidad de agua corriente (Attanasio y Di Maro, 2005).

La evaluación cualitativa por su parte documentó impactos positivos en el consumo total de los hogares rurales beneficiarios. Se encontró que las transferencias monetarias han aumentado la capacidad de compra de las familias, liberando en algunos casos parte del presupuesto doméstico para otros gastos, como son las compras a crédito de enseres, el pago de servicios (agua, electricidad y gas) y la mejora de viviendas. Asimismo se observa que debido a la seguridad que otorga la entrega constante de los recursos de Oportunidades, las familias se han convertido en sujetos de crédito o fiado en sus comunidades, lo cual les permite sostener un mejor nivel de consumo.

7.1.3 Nivel de consumo urbano

Oportunidades aumenta el consumo total mensual de los hogares beneficiarios en zonas urbanas en una cantidad considerable (entre 14%, 259 pesos y 18%, 330 pesos) independientemente del método de estimación que se utilice (Angelucci et. al., 2005). Cuando sólo se compara el gasto promedio en áreas donde opera el Programa (en las que hay beneficiarios y no beneficiarios), con áreas donde no está presente, se encuentran los efectos descritos en el Cuadro 7.1.

Cuadro 7.1 Efectos de Oportunidades sobre el gasto total y sus componentes (zonas urbanas)

Gasto Total Alimentos Hortalizas Arroz, papas y otros vegetales

Cambio porcentual 6.0 10.3 16.2 8.5

Gasto Proteínas Otros alimentos Servicios del hogar Enseres domésticos

Cambio porcentual 18.5 5.1 -2.0 12.0 Fuente:Angelucci et. al. (2005)

Por otra parte Oportunidades incrementa el consumo mensual en alimentos de los hogares beneficiarios de 7.5% a 12.3% o de 67 a 119 pesos. La mejora significativa sobre la calidad y la cantidad del consumo en alimentos proporciona evidencia del efecto benéfico del Programa sobre los hogares pobres de zonas urbanas, y confirma los resultados de la evaluación de corto plazo del Programa en zonas rurales. Dentro de los alimentos, el consumo de proteínas, frutas y verduras aumenta hasta en 22% y 18% respectivamente.

57

7.2 Efectos sobre las inversiones en microempresas y actividades de producción agrícola en zonas rurales

Al reducir restricciones de liquidez, las transferencias de Oportunidades aumentan las posibilidades de que los hogares realicen inversiones. De hecho, por cada peso transferido, los hogares beneficiarios consumen 75 centavos directamente, e invierten o ahorran el resto. Al invertir, las evaluaciones muestran que lo más probable es que los hogares beneficiarios dediquen los recursos a una microempresa (agrícola o no agrícola) o que incrementen el uso de la tierra para fines productivos. Los hogares Oportunidades tienen una tendencia 33% mayor de emprender actividades microempresariales respecto a los hogares del grupo de comparación (sin el Programa) aunque sólo 7% de los hogares participantes han desarrollado inversiones productivas tales que les permitan generar ingresos. La inclinación a actividades de microempresa es 43% mayor para actividades típicamente realizadas por mujeres (costura de ropa o elaboración de comida, por ejemplo) (Ver Gráfico 7.1).

Gráfico 7.1 Incremento en la probabilidad de realizar actividad microempresarial de los beneficiarios de Oportunidades en zonas rurales

Microempresa; 33%

Microempresa femenina; 43%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

Fuente: Gertler et. al. (2005)

Los resultados de la evaluación también muestran un aumento en la participación de los hogares en actividades productivas agrícolas como consecuencia de la participación en Oportunidades. Se observaron cambios en la posesión de animales de tiro, de animales de producción y en el uso de la tierra. Se encontró que los hogares beneficiaros muestran una tendencia 15.9% mayor a poseer animales de tiro y 5% mayor a poseer animales de producción y alrededor de 14% mayor de usar la tierra para fines productivos, en comparación con los hogares que pertenecen al grupo de comparación. Asimismo, el aumento en la posesión de animales de tiro y de producción es aún mayor en hogares que realizaban actividades agrícolas antes del Programa. Manteniéndose todo constante, es más probable que los hogares que reciben cantidades mayores de transferencias a lo

58

largo de un tiempo más amplio inviertan en actividades microempresariales y agrícolas (Gertler et. al., 2005).

7.3 Efectos demográficos y sobre la migración

Al proveer a los hogares transferencias en efectivo, el Programa podría producir efectos inesperados sobre su estructura demográfica. Existen múltiples canales por los cuales se podría inducir a que se incorporen nuevos miembros a la familia o que otros emigren. Por ejemplo, nuevos miembros de la familia podrían unirse a los hogares incorporados para beneficiarse de las transferencias monetarias que reciben.

El análisis por comparación de hogares con características similares con y sin el Programa muestra un 8% más de mujeres beneficiarias de Oportunidades emigrando de su comunidad con el objeto de formar una nueva familia. Los hombres en hogares incorporados sólo lo hacen en un 3% adicional. Sin embargo, cuando la decisión de emigrar obedece a la búsqueda de nuevas oportunidades de empleo, los hombres beneficiarios de Oportunidades se alejan de su localidad en un 5.5% adicional en relación con las mujeres (ver Gráfico 7.2). Gracias a Oportunidades, la migración de jefes de familia es 6.5% menor con relación al promedio de los demás integrantes del hogar, y mudarse a otra localidad por cuestiones de estudio es más importante para los individuos beneficiarios del Programa que tenían 7 a 12 años en 1997.

Gráfico 7.2 Motivos de migración de los hogares beneficiarios de Oportunidades en zonas rurales

Fuente: Rubalcava y Teruel (2005)

0

2

4

6

8

10

12

Hombres Mujeres

POR CASAMIENTO POR TRABAJO POR ESTUDIO

7-12 años de edad

MOTIVOS DE MIGRACIÓN

8%

3%

11%

6%

1.5%

El análisis del conjunto de la información muestra que los impactos demográficos y migratorios estimados son más bien pequeños. Por ejemplo, entre los hogares de Oportunidades, es probable que individuos de 7 a 15 años de edad en 1997, dejen sus hogares de 0.5% a 1.0% más, que los individuos que pertenecen a los hogares control,

59

para el año 2003. Entre individuos de 16 a 21 años en 1997 el impacto es aún más pequeño (Rubalcava y Teruel, 2005).

7.4 Bienestar, equidad y discriminación de las mujeres

En sus distintos análisis, los trabajos de evaluación se han ocupado de los efectos de Oportunidades sobre el nivel de vida de las mujeres. Adicionalmente, desde la forma en la cual el Programa se enfoca en los grupos de mayor pobreza, se reconocen componentes promotores de la equidad de género que intentan compensar las desventajas de la mujer en el hogar y en la comunidad.

Algunos de los elementos favorecedores de la equidad de género son la entrega a las mujeres de las transferencias del Programa, el mayor monto de las becas para las mujeres a partir de secundaria, las acciones sobre salud reproductiva y de educación para la salud.

7.4.1 Algunos impactos de género en zonas rurales

En zonas rurales los grados de escolaridad adicionales completados por niños y niñas dentro del Programa resultan ser similares (por ejemplo 1.14 y 0.94 años respectivamente para quienes tenían 10 años en 1997). Esta similitud de logros se confirma para niños y niñas que tuvieron de forma temprana los beneficios de Oportunidades, aunque todavía existen avances relativamente mayores para los varones en otras áreas, como por ejemplo mejoras del 10.4% en exámenes de escritura de los niños contra avances del 7.6% en las niñas. Sin embargo, en algunos casos, como el incentivo a entrar a edad temprana a la escuela, el impacto es mayor para las niñas que para los niños. Por otra parte, cabe mencionar que el efecto del Programa en la reducción del trabajo de las jóvenes, menor que el correspondiente a los hombres, no debe subestimarse pues muy probablemente se deba a que ellas ya participaban menos en el mercado laboral antes de su incorporación a Oportunidades.

En cuanto a salud, para las niñas incorporadas entre cero y 5 años se reporta menor número de días de enfermedad que los hombres, así como un mayor uso de los servicios públicos de salud y mayores ahorros en atención medica por no usar servicios privados, todo ello atribuible a las acciones del Programa. En cuanto a los efectos en la nutrición y desarrollo infantil, destaca que el 9% de las niñas incorporadas presentan una reducción en los problemas de comportamiento social, porcentaje significativamente superior al de los niños. Otro tipo de avances son muy similares entre niños y niñas.

60

Es importante mencionar las acciones e impactos en salud reproductiva que al estar orientadas únicamente hacia las mujeres les permiten contar con un tratamiento único. También merecen mención especial las sesiones educativas de salud para mujeres y varones de media superior, en particular los contenidos que se refiere a la equidad de género y salud reproductiva. Cabe mencionar que el cambio en las expectativas de jóvenes mujeres y varones respecto a su vida futura muestra resultados particularmente favorables en las mujeres, con perspectivas de superar la forma de vida de sus padres. El documento de evaluación cualitativa confirma los impactos de género del estudio cuantitativo y documenta otros que son un avance en el bienestar y la equidad. Por ejemplo, la mayor cobertura de hogares donde las mujeres trabajan, el apoyo que el Programa representa para los hogares con jefatura femenina, el promover que se vea con naturalidad que las hijas estudien y la mejor posición de la mujer en el hogar que le permite tomar decisiones y promover el nivel de vida de la familia.

Debe recordarse, además que entre los hogares con Oportunidades hay una mayor probabilidad de emprender actividades microempresariales y que ésta es más grande para actividades típicamente realizadas por mujeres.

7.4.2 Algunos impactos de género en zonas urbanas

En las zonas urbanas, los aumentos en los niveles de escolaridad de las niñas de 6 a 18 años son proporcionalmente mayores que las de los niños de 8 a 18 años (16.3% y 3.8% respectivamente en algunas comparaciones). En otros aspectos los logros son similares entre niños y niñas, como en el porcentaje de quienes acumulan un año adicional de educación. Sin embargo, hay logros de los varones que suelen ser todavía mayores en términos relativos, como por ejemplo el incremento en matriculación de 13.3% para los niños respecto al 7.7% para las niñas de seis años de edad

Cabe mencionar que algunos componentes del Programa, por estar dirigidos exclusivamente a las mujeres, proporcionan un servicio especial a ellas. Tal es el caso de las pláticas sobre salud reproductiva y cuidado a los niños, las cuales pueden estar ligadas al mejor conocimiento y uso de los métodos de planificación familiar y a las mejoras en salud y nutrición del hogar.

61

VIII. CONCLUSIONES

El Programa de Desarrollo Humano Oportunidades parte de una adecuada visión del desarrollo que pone en el centro a las personas y a su libertad. El Programa, puede entenderse como una forma de dar cumplimiento a derechos sociales específicos: la posibilidad de vivir sin riesgos innecesarios a la integridad física, de forma saludable y con acceso a los conocimientos básicos.

Oportunidades tiene prioridades claras, los problemas nutricionales, de cuidado a la salud y de adquisición de conocimientos fundamentales de la población más pobre, que parten de un diagnóstico apropiado, donde la complementariedad entre la educación de las personas y su habilidad para mejorar su estado de salud y nutricional, y el mecanismo que transmite de una generación a otra la pobreza son piezas clave. En consecuencia, asume una estrategia indispensable de atención integral a las dimensiones centrales de la pobreza, con incentivos a las personas para aprovechar nuevas oportunidades y con la participación de las mismas en las acciones.

En congruencia con las bases conceptuales del Programa, la evaluación ha planteado estimar las nuevas capacidades que poseen las personas que han sido incorporadas a él. Lo anterior se ha hecho comparando en el tiempo lo que pueden ser y hacer quienes están en el Programa respecto a quienes no lo están. La evaluación ha considerado indicadores robustos de los estados y acciones al alcance de las personas (como determinaciones de hemoglobina glucosilada, mediciones antropométricas y determinación de anemia, pruebas de habilidades y desarrollo cognoscitivo, matriculación escolar y utilización de servicios de salud). Este enfoque ha permitido identificar impactos del Programa, así como sugerencias concretas para mejorar su funcionamiento.

Los resultados de la estrategia adoptada por Oportunidades son claramente positivos para la población pobre: la matriculación y el desempeño escolar se han incrementado; ha aumentado notablemente el uso de los servicios públicos de salud con un consecuente mejoramiento del estado físico de las personas que se muestra en la menor recurrencia de enfermedades y la detección anticipada de posibles padecimientos; finalmente, la nutrición de niños y mujeres muestra una mejoría, atribuible a la mayor capacidad de compra y al uso de los complementos alimenticios distribuidos por el Programa. Cabe mencionar que los resultados rebasan las dimensiones básicas de la pobreza que centran la atención del Programa, pues se logran aumentos en el consumo, en el ahorro y en la inversión productiva con una evidente promoción de la equidad de género.

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Asimismo, la evaluación presentada identifica áreas donde es posible fortalecer acciones para lograr un impacto mayor. Algunas de las lecciones sobre el funcionamiento del Programa y su evaluación futura que se desprenden del análisis reseñado son las siguientes:

1. Oportunidades se concentra en fortalecer las capacidades de las personas mediante el uso de los servicios públicos de educación y salud. Para el futuro, se requiere analizar los componentes de la oferta de estos servicios, y en particular la calidad de la educación y de la atención médica en relación con los impactos del Programa. De este análisis pueden derivarse acciones complementarias del lado de la oferta.

2. En el presente algunas acciones por el lado de la provisión de los servicios son posibles: añadir el monitoreo de los problemas de peso a los procedimientos seguidos para detectar la hipertensión y diabetes en las consultas preventivas; fortalecer la atención prenatal con la inclusión de todas las acciones señaladas en la Norma Oficial Mexicana respectiva; y, coordinar acciones con el Seguro Popular. También es posible fortalecer los programas de educación inicial para elevar el desarrollo motor y cognitivo de los niños pequeños, enseñando y promoviendo su estimulación temprana.

3. La evaluación muestra la conveniencia de fortalecer la estrategia de comunicación educativa en materia de salud, nutrición e higiene que contribuiría a incrementar los impactos del Programa en estas áreas. Algunas acciones a incluir serían: mejorar las técnicas pedagógicas, diferenciar temas por grupos y promover la participación comunitaria en las sesiones de salud.

4. En lo que respecta a los temas de alimentación, la evaluación realizada apunta a proporcionar mayor y mejor capacitación a personal de salud, vocales y titulares del Programa sobre los beneficios del complemento alimenticio, su preparación adecuada y su utilización.

5. Finalmente debe reconocerse que los efectos del Programa dependen también del contexto económico en el que se desenvuelve, por lo que debe existir un estudio de estas circunstancias y una coordinación estrecha con otras políticas. Así, el ahorro de los hogares incorporados puede generar mayor bienestar removiendo obstáculos locales a las actividades de inversión. Similarmente, la presencia de servicios financieros populares y el acceso amplio a programas de microcrédito,

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aunque fuera de control del Programa, pueden eliminar las restricciones de liquidez que inhiben la actividad económica en sus zonas de operación. En general, la presencia de políticas sociales que promuevan la creación de empleo en las comunidades beneficiarias elevará los beneficios del Programa.

En conclusión, la evaluación de resultados sugiere que Oportunidades tiene impactos positivos en distintas áreas. Esta evaluación también ha permitido formular recomendaciones concretas, algunas de las cuales han llevado ya a acciones específicas. Por ejemplo, derivado de las recomendaciones de la evaluación y de estudios complementarios se enriqueció la fórmula de los complementos nutricionales. También se fortaleció el componente de salud alineándose a las estrategias de Línea de Vida (para la Secretaría de Salud) y PREVENIMSS (para el Instituto Mexicano del Seguro Social) tanto para la atención de las familias como para la capacitación en el autocuidado de la salud.

Sin duda alguna, los resultados de la evaluación externa muestran impactos positivos que sugieren la importancia del mantenimiento del Programa, tomando en cuenta que aún están por presentarse sus efectos de mayor alcance, los de largo plazo, y que su efectividad en el futuro podrá aumentarse mediante la aplicación de las recomendaciones derivadas de la evaluación.

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