estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

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Universidad de La Salle Universidad de La Salle Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle Medicina Veterinaria Facultad de Ciencias Agropecuarias 2008 Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles del Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles del zoológico Jaime Duque entre el año 1991 y el 2006 zoológico Jaime Duque entre el año 1991 y el 2006 Javier Ricardo Herrera Ramírez Universidad de La Salle, Bogotá Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/medicina_veterinaria Part of the Veterinary Medicine Commons Citación recomendada Citación recomendada Herrera Ramírez, J. R. (2008). Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles del zoológico Jaime Duque entre el año 1991 y el 2006. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/ medicina_veterinaria/145 This Trabajo de grado - Pregrado is brought to you for free and open access by the Facultad de Ciencias Agropecuarias at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Medicina Veterinaria by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. For more information, please contact [email protected].

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Page 1: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Universidad de La Salle Universidad de La Salle

Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle

Medicina Veterinaria Facultad de Ciencias Agropecuarias

2008

Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles del Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles del

zoológico Jaime Duque entre el año 1991 y el 2006 zoológico Jaime Duque entre el año 1991 y el 2006

Javier Ricardo Herrera Ramírez Universidad de La Salle, Bogotá

Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/medicina_veterinaria

Part of the Veterinary Medicine Commons

Citación recomendada Citación recomendada Herrera Ramírez, J. R. (2008). Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles del zoológico Jaime Duque entre el año 1991 y el 2006. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/medicina_veterinaria/145

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Page 2: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

ESTUDIO PATOLÓGICO RETROSPECTIVO DE MORTALIDAD EN REPTILES

DEL ZOOLÓGICO JAIME DUQUE ENTRE EL AÑO 1991 Y EL 2006

JAVIER RICARDO HERRERA RAMÍREZ

UNIVERSIDAD DE LA SALLE FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA

BOGOTA D.C. 2008

Page 3: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

ESTUDIO PATOLÓGICO RETROSPECTIVO DE MORTALIDAD EN REPTILES

DEL ZOOLÓGICO JAIME DUQUE ENTRE EL AÑO 1991 Y EL 2006

JAVIER RICARDO HERRERA RAMÍREZ CÓDIGO: 14971049

Trabajo de grado presentado como requisito para optar por el título de Médico Veterinario

Director LEONARDO ARIAS BERNAL

Codirector IOVANA CASTELLANOS

UNIVERSIDAD DE LA SALLE FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA

BOGOTA D.C. 2008

Page 4: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

DIRECTIVOS

RECTOR Hno. Carlos Gabriel Gómez Restrepo.

VICERRECTOR ACADEMICO Hno. Fabio Humberto Coronado Padilla.

VICERRECTOR ADMINISTRATIVO Hno. Mauricio Fernández Fernández.

VICERRECTOR DE PROMOCION Hno. Carlos Alberto Pabón Meneses. Y DESARROLLO HUMANO

DECANO DE LA FACULTAD DE Dr. Pedro Pablo Martínez Méndez. MEDICINA VETERINARIA

SECRETARIA ACADEMICA Dra. María Teresa Uribe Mallarino.

DIRECTOR CLÍNICA VETERINARIA Dr. Juan Pablo Pinedo Méndez.

Page 5: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

ACEPTACION

DIRECTOR _____________________________

Dr. Leonardo Arias Bernal.

CODIRECTOR _____________________________ Dra. Iovana Castellanos

JURADO _____________________________

Dr. Héctor Eduardo González. JURADO _____________________________

Dr. Rafael Neira Rairan.

SECRETARIA ACADEMICA _____________________________

Dra. María Teresa Uribe Mallarino.

Page 6: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

AGRADECIMIENTOS

Al Doctor Leonardo Arias Bernal, por elegir este estudio como trabajo de grado.

A la Doctora Iovana Castellanos, que con su empeño, sus conocimientos, su

orientación y asesoría fue posible desarrollar este proyecto.

Al Doctor José Luís Azumendi Ollo, por su orientación en la parte de parasitología.

A mi tío, por su apoyo incondicional en mi tesis de grado.

A mi esposa e hijo por apoyarme y esperarme en los momentos más difíciles de

mi vida.

A mi abuela que desde el cielo me mandó bendiciones y me animó en la

culminación de mi carrera.

A mis padres, y a las personas más cercanas que me han apoyado a lo largo de

mi carrera y en el desarrollo de este trabajo de grado.

A Fernando y Aquilino que me colaboraron durante el desarrollo del estudio.

Adicionalmente también quiero agradecer a los trabajadores y al personal del

Zoológico Jaime Duque por su colaboración prestada.

Por último quiero agradecer a la Facultad de Medicina Veterinaria y a sus

directivas de la Universidad de La Salle, por permitirme llevar a cabo este proyecto

con el fin de realizarme como estudiante de pregrado.

Page 7: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

DEDICATORIA

“Quiero dedicar este trabajo de grado a Dios, pero principalmente a mi abuela

María del Carmen, por todas sus enseñanzas y su acompañamiento en mi carrera

por la vida…”

A mi esposa y a mi hijo, que son la razón de mí existir,

… y a mi tío Justo Pastor Rodríguez, por su apoyo y comprensión…

En general dedico este trabajo a todas las personas que quieren ser Médicos

Veterinarios.

Page 8: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

TABLA DE CONTENIDO

Pág. RESUMEN 1

ABSTRACT 4 INTRODUCCIÓN 7 1. OBJETIVOS. 9 1.1. GENERAL. 9 1.2. ESPECÍFICOS. ` 9 2. REVISION DE LITERATURA. 10 2.1. INTRODUCCION. 10 2.2. REPTILES. 11 2.3. CLASIFICACIÓN DE LOS REPTILES. 12 2.4. GENERALIDADES ANATÓMICAS. 13 2.5. ENFERMEDADES DE LOS REPTILES. 16 2.5.1. Enfermedades bacterianas . 17 2.5.1.1. Estomatitis Ulcerativa bacteriana. 17

2.5.1.2. Enfermedad Ulcerativa Cutánea Septicémica (SCUD). 17 2.5.1.3. Enfermedad Ulcerativa Del Caparazón. 18 2.5.1.4. Gastroenteritis bacteriana. 18 2.5.1.5. Tuberculosis. 19 2.5.1.6. Leptospirosis. 20 2.5.1.7. Neumonía bacteriana. 20 2.5.1.8. Abscesos. 21 2.5.2. Enfermedades micóticas. 21 2.5.3. Enfermedades virales. 23 2.5.3.1. Herpesvirus. 23

Page 9: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2.5.3.2. Iridovirus. 24 2.5.3.3. Adenovirus. 24 2.5.3.4. Poxvirus. 25 2.5.3.5. Retrovirus. 26 2.5.3.6. Paramyxovirus. 26 2.5.4. Enfermedades parasitarias. 27

2.5.4.1. Endoparásitos. 27 2.5.4.1.1. Protozoarios. 27 2.5.4.1.1.1. Amebas. 27 2.5.4.1.1.2. Coccidiosis. 28 2.5.4.1.1.3. Hemoparásitos. 29 2.5.4.1.1.4. Protozoarios Flagelados. 29 2.5.4.1.1.5. Sarcosporidiosis. 30 2.5.4.1.2. Tremátodos. 30 2.5.4.1.3. Cestodos. 32 2.5.4.1.4. Nemátodos. 32 2.5.4.2. Ectoparásitos. 35 2.5.4.2.1. Moscas, mosquitos y pulgas. 35 2.5.4.2.2. Garrapatas. 35 2.5.4.2.2. Ácaros. 35 2.5.5. Enfermedades nutricionales. 36

2.5.5.1. Hipovitaminosis A. 36 2.5.5.2. Hipovitaminosis D. 36 2.5.5.3. Hipovitaminosis B1 (Deficiencia de Tiamina). 37 2.5.5.4. Hipovitaminosis C (Deficiencia de ácido ascórbico). 37 2.5.5.5. Hipovitaminosis E. 37 2.5.5.6. Hipervitaminosis D. 37 2.5.5.7. Lipidosis Hepática. 38 2.5.5.8. Gota. 38

Page 10: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2.5.5.9. Enfermedad Metabólica del Hueso (EMH). 39 2.5.5.9.1. Osteodistrofia fibrosa. 39 2.5.5.9.2. Hiperparatiroidismo nutricional secundario. 39 2.5.5.9.3. Osteoporosis. 39 2.5.5.10. Deficiencia de carbohidratos. 40 2.5.6. Otras enfermedades. 40 2.5.6.1. Disecdisis o muda anormal de la piel. 40 2.5.6.2. Enfermedades neoplásicas. 41 3. MATERIALES Y MÉTODOS. 42 3.1. SELECCIÓN DE LOS CASOS. 42 4. RESULTADOS. 43 4.1. DIAGNÓSTICO HISTOPATOLÓGICO EN REPTILES. 44 4.1.1. Lesiones de origen bacteriano. 45

4.1.2. Lesiones de origen parasitario. 46 4.1.3. Otras lesiones. 47 4.2. DIAGNÓSTICO HISTOPATOLÓGICO POR ORDEN 48

TAXONÓMICO. 4.2.1. Lesiones encontradas en Quelonios. 48 4.2.2. Lesiones encontradas en Ofidios. 50

4.2.3. Lesiones encontradas en Saurios. 51

4.2.4. Lesiones encontradas en Crocodilianos. 53 5. DISCUSIÓN. 54

5.1. ENFERMEDADES BACTERIANAS. 54 5.2. ENFERMEDADES PARASITARIAS. 60 5.2.1. Nemátodos. 60 5.2.2. Protozoarios. 61 5.2.3. Tremátodos. 62 5.3. ENFERMEDADES NUTRICIONALES. 64 6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. 66 7. BIBLIOGRAFIA. 69

Page 11: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

8. ANEXOS. 78

Page 12: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

LISTA DE TABLAS

Pág. Tabla 1. Mortalidad de reptiles del zoológico Jaime Duque, 44

clasificados taxonómicamente y por especie

(1991 - 2006).

Tabla 2. Lesiones de posible origen bacteriano en reptiles. 46 Tabla 3. Lesiones asociadas a parásitos. 47 Tabla 4. Otras lesiones histopatológicas. 48

Tabla 5. Lesiones histopatológicos encontrados en Quelonios. 50 Tabla 6. Lesiones histopatológicas encontradas en Ofidios. 51

Tabla 7. Lesiones histopatológicas encontradas en Saurios. 52

Tabla 8. Lesiones histopatológicas encontradas en 53

Crocodilianos.

Page 13: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

ANEXOS

Pág. Figura 1. Necrosis hepática en una tortuga icotea (Trachemys 78

scripta spp.). H&E 100x.

Figura 2. Neumonía granulomatosa en una tortuga icotea 78 (Trachemys scripta spp.). H&E 100x.

Figura 3. Neumonía abscedativa en una tortuga icotea 79

(Trachemys scripta spp.). H&E 100x.

Figura 4. Huevos de Spirorchis spp., en el hígado de una 79

tortuga icotea (Trachemys scripta spp.). H&E 400x.

Figura 5. Filaroides spp., en el pulmón de una falsa coral 80

(Lampropeltis triangulum). H&E 400x.

Figura 6. Dracunculus spp., en el intestino delgado de una boa 80

constrictora (Boa constrictor). H&E 100x.

Figura 7. Hastospiculum spp., en la luz del intetino delgado 81

de una boa constrictora (Boa constrictor). H&E 100x.

Figura 8. Tremátodo en la serosa del intestino delgado de una 81

serpiente guardacaminos (Matigodries pleii). H&E 400x.

Figura 9. Filaroides spp., en el pulmón de una iguana 82

verde (Iguana iguana). H&E 400x

Figura 10. Nemátodo gastrointestinal en una iguana verde 82

(Iguana iguana). H&E 50x.

Figura 11. Cambio graso en el hígado de una iguana 83

verde (Iguana iguana). H&E 100x.

Figura 12. Uratos en túbulo renal de una tortuga icotea 83

(Trachemys scripta spp.). H& 100x.

Page 14: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

RESUMEN

Se escogieron 46 casos de mortalidad de los registros del Zoológico Jaime Duque

entre los años 1991 y el 2006, los cuales contaban con necropsia y estudio

histopatológico, correspondientes a los siguientes porcentajes de mortalidad por

grupo: 45,65% (21/46) al orden Quelonia con especies como: tortuga mata-mata

(Chelus fimbriatus), tortuga morrocoy (Geochelone spp.), tortuga tapaculo

(Kinosternon leucostomum.), tortuga icotea (Trachemys scripta spp.) y tortuga

charapa (Podocnemys spp.), al orden de los Escamosos el 41,30% (19/46), de los

cuales el 21,73% (10/46) pertenecía al suborden Ofidia, con las siguientes

especies: anaconda (Eunectes murinus), boa constrictora (Boa constrictor), falsa

coral (Lampropeltis triangulum), serpiente guardacaminos (Matigodries pleii) y boa

arcoiris (Epicrates cenchria cenchria), y al suborden Sauria el 19,56% (9/46) en

especies como: iguana verde (Iguana iguana) y lobo pollero (Tupinambis teguixin),

por último, el orden de los Crocodilianos con las babillas (Crocodylus fuscus) con

un 13,04% (6/46), se evaluaron nuevamente para observar las diferentes lesiones

morfológicas microscópicas, dar un diagnóstico morfológico y tratar de precisar un

diagnóstico final.

De los cuarenta y seis casos, el 4,34% (2/46) no se pudo valorar

morfológicamente, ya que presentaba cambios avanzados de autolisis y en el

19,56% (9/46) no se observaron lesiones histopatológicas o no contaba con el

número suficiente de tejidos a evaluar que permitieran establecer la causa de la

muerte. En los demás casos con el 76,08% (35/46) se encontraron uno o más

tejidos con diferentes alteraciones histológicas, que fueron clasificadas como

consecuencia de patologías de posible origen bacteriano en 48 tejidos, de origen

parasitario en 10 tejidos y otras lesiones encontradas cuyos agentes etiológicos

pueden ser diversos en 29 tejidos.

1

Page 15: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Las causas de muerte en este estudio de acuerdo con las lesiones observadas en

el microscopio, se debieron en su gran mayoría a posibles infecciones bacterianas

en un 77,14% (27/35). Los Quelonios fueron los que presentaron mayor porcentaje

de lesiones hepáticas de posible origen bacteriano con un 33,33% (7/21), los

Saurios con 22,22% (2/9), los Crocodilianos con 33,33% (2/6) y los Ofidios con

10% (1/10). También los Quelonios presentaron más problemas respiratorios de

posible origen bacteriano con un 13,04% (6/21), que los Crocodilianos con 33,33%

(2/6) y que los Ofidios con 10% (1/10). Las gastroenteritis de posible origen

bacteriano afectaron a Quelonios en un 9,52% (2/21), a los Crocodilianos en un

33,33% (2/6), a los Ofidios en un 10% (1/10), y a los Saurios en un 11,11% (1/9) y

septicemia se presentó en 22,85% (8/35), en Quelonios en un 19,04% (4/21), en

Saurios 22,22% (2/9), en Ofidios 10% (1/10) y en Crocodilianos 16,66% (1/6).

Las dermatitis necróticas ulcerativas se observaron en un 8,57% (3/35), en una

tortuga icotea (Trachemys spp.), en una babilla (Crocodylus fuscus) y en una boa

constrictora (Boa constrictor).

Los reptiles son afectados frecuentemente por estomatitis ulcerativa bacteriana,

pero en el presente estudio se observaron pocos casos con esta lesión 5,71%

(2/35).

Los parásitos que se encontraron en los reptiles en este estudio fueron nematodos

en pulmón e intestino delgado en un 11,42% (4/35); se encontraron en el pulmón

protozoarios como coccidias en un 5,71% (2/35) y los tremátodos que se

observaron en el intestino delgado, el estómago y el hígado 5,71% (2/35).

En este estudio las lesiones asociadas a trastornos de origen nutricional como los

cambios grasos hepáticos fueron los más observados en los reptiles con 34,28%

(12/35) en Quelonios en un 23,80% (5/21), en Ofidios en un 20% (2/10), en

Saurios en un 22,22% (2/9) y en Crocodilianos en un 50% (3/6). La nefropatía por

2

Page 16: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

uratos se observo como lesión importante en el riñón en un 20% (7/35), donde el

23,80% (5/21) en Quelonios y el 33,33% (2/6) en Crocodilianos, en donde esta

lesión se encontró asociada con deshidratación en un 14,28% (3/21) en

Quelonios.

Aunque la literatura reporta patologías de origen viral, en el presente estudio no se

evidenciaron lesiones compatibles con estos agentes, tampoco se registran

lesiones de origen micótico.

Es importante hacer estudios específicos que ayuden a identificar los agentes

infecciosos, revisar las dietas de los animales y la población parasitaria que

afectan a los reptiles cautivos en el zoológico Jaime Duque.

Palabras claves: Exámen histopatológico, mortalidad, enfermedades bacterianas,

enfermedades parasitarias.

3

Page 17: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

ABSTRACT

46 cases of mortality of the Zoological Jaime Duque registrations were chosen

among the years 1991 and the 2006, which had autopsy and histopathological

study, corresponding to the following percentages of mortality for group: 45,65%

(21/46) to the order Quelonia with species like: turtle bush-bush (Chelus

fimbriatus), turtle morrocoy (Geochelone spp.), turtle tapaculo (Kinosternon

leucostomum.), turtle icotea (Trachemys scripta spp.) and turtle charapa

(Podocnemys spp.), to the order of the Scaly ones 41,30% (19/46), of those which

21,73% (10/46) it belonged to the Ophidian suborden, with the following species:

anaconda (Eunectes murinus), boa constrictora (Boa constrictor), false coral

(Lampropeltis triangulum), snake guardacaminos (Matigodries pleii) and boa

rainbow (Epicrates cenchria cenchria), and to the Saurian suborden 19,56% (9/46)

in species like: green iguana (Iguana iguana) and wolf poultry seller (Tupinambis

teguixin), lastly, the order of the Crocodilianos with the stifle (Crocodylus fuscus)

with 13,04% (6/46), they were evaluated again to observe the different microscopic

morphological lesions, to give a morphological diagnosis and to try to specify a

final diagnosis.

Of the forty six cases, 4,34% (2/46) you could not value morphologically, since it

presented advanced changes of autolysis and in 19,56% (9/46) lesions

histopathologicals were not observed or it didn't have the enough number of fabrics

to evaluate that they allowed to establish the cause of the death. In the other cases

with 76,08% (35/46) they were one or more fabrics with different histologic

alterations that were classified as consequence of pathologies of possible bacterial

origin in 48 fabrics, of parasitic origin in 10 fabrics and other opposing lesones

whose etiologic agents can be diverse in 29 fabrics.

4

Page 18: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

The causes of death in this agreement study with the lesions observed in the

microscope, owed you in their great majority to possible bacterial infections in

77,14% (27/35). The Quelonios those that presented bigger percentage of hepatic

lesions of possible bacterial origin with 33,33% was (7/21), the Saurian ones with

22,22% (2/9), the Crocodilianos with 33,33% (2/6) and the Ophidian ones with 10%

(1/10). the Quelonios Also presented more breathing problems of possible bacterial

origin with 13,04% (6/21) that the Crocodilianos with 33,33% (2/6) and that the

Ophidian ones with 10% (1/10). The gastroenteritis of possible bacterial origin

affected Quelonios in 9,52% (2/21), to the Crocodilianos in 33,33% (2/6), to the

Ophidian ones in 10% (1/10), and to the Saurian ones in 11,11% (1/9) and

septicemia was presented in 22,85% (8/35), in Quelonios in 19,04% (4/21), in

Saurian 22,22% (2/9), in Ophidian 10% (1/10) and in Crocodilianos 16,66% (1/6).

The necrotic ulcerative dermatitis was observed in 8,57% (3/35), in a turtle icotea

(Trachemys spp.), in a stifle (Crocodylus fuscus) and in a boa constrictora

(constrictor Boa).

The reptiles are frequently affected by bacterial estomatitis ulcerative, but presently

study few cases were observed with this lesion 5,71% (2/35).

The parasites that were in the reptiles in this study were nematode in lung and thin

intestine in 11,42% (4/35); they were in the lung protozoa like coccidias in 5,71%

(2/35) and the tremátodes that were observed in the thin intestine, the stomach

and the liver 5,71% (2/35).

In this study the lesions associated to dysfunctions of nutritional origin as the

hepatic fatty changes were those more observed in the reptiles with 34,28%

(12/35) in Quelonios in 23,80% (5/21), in Ophidian in 20% (2/10), in Saurian in

22,22% (2/9) and in Crocodilianos in 50% (3/6). The nephropatia for urates one

observes as important lesion in the kidney in 20% (7/35), where 23,80% (5/21) in

5

Page 19: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Quelonios and 33,33% (2/6) in Crocodilianos where this lesion was associated with

dehydration in 14,28% (3/21) in Quelonios.

Although the literature reports pathologies of viral origin, presently study

compatible lesions were not evidenced with these agents, neither they register

lesions of origin mycotic.

It is important to make specific studies that help to identify the infectious agents,

revise the diets of the animals and the parasitic population that affect the captive

reptiles in the zoological Jaime Duque.

Key words: histopathologic examination, mortality, bacterial diseases, parasitic

diseases.

6

Page 20: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

INTRODUCCIÓN

Los reptiles son animales vertebrados ectotermos, que juegan un papel muy

importante en la evolución, debido a sus múltiples adaptaciones como los huevos

que resisten la desecación al ponerlos en la tierra, tienen una piel fuerte y

queratinizada, que los ayuda a proteger contra la deshidratación y las heridas, sus

miembros son mas fuertes y han desarrollado una manera eficaz para conservar el

agua, desechando residuos nitrogenados en forma de ácido úrico, lo que les

permite ocupar muchos hábitat terrestres (Hickman, 2002).

Las diferentes especies de reptiles que existen en nuestro país, juegan un papel

muy importante en el equilibrio biológico de muchos de los ecosistemas,

reduciendo o manteniendo el control de poblaciones animales o de plagas que

puedan ser dañinas para el ser humano y su entorno. Por eso, los zoológicos son

muy importantes en nuestro país, ya que estas instituciones nos enseñan a

conocer, a comprender, a respetar y a conservar muchas de las especies que

están en peligro o se acercan a la extinción.

En Colombia se han realizado pocos estudios de causas de mortalidad en reptiles,

entre las cuales podemos nombrar a las investigaciones realizadas en mortalidad

de tortugas (Rave y colaboradores, 1981) y al estudio en patología en boas

neonatales y juveniles en cautiverio (García y Pardo, 1994); también

internacionalmente en EEUU se describe un estudio sobre morbilidad y mortalidad

de los reptiles del centro de vida silvestre de Virginia (Brown, 2002).

En el zoológico Jaime Duque, se llevan registros de la mortalidad de los reptiles,

por medio de la recolección sistemática de la información, en la que se describe la

historia clínica del animal, las lesiones macroscópicas de la necropsia, el

diagnóstico clínico, el diagnóstico de necropsia y el diagnóstico final,

7

Page 21: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

complementado en la mayoría de los casos, con el envió de muestras para el

respectivo examen histopatológico; a pesar de esto no se ha utilizado esta

información para realizar un estudio que determine las posibles causas de muerte

en los reptiles.

Por lo tanto es necesario realizar esta clase de estudios, ya que en nuestro país lo

que se ha hecho en reptiles es muy poco y no se conocen bien los agentes

etiológicos que afectan a los reptiles, causando enfermedad y frecuentemente la

muerte en estos animales en cautiverio; por eso no solo es importante interpretar

las causas de mortalidad frecuentes en los reptiles del zoológico, sino tratar de

mejorar o incrementar medidas correctivas y profilácticas en los reptiles,

contribuyendo a su bienestar y a una posible disminución de las causas de

muerte.

El diagnóstico clínico, en campo es un factor muy importante para detectar a

tiempo y tratar con eficacia las enfermedades infecciosas de la fauna silvestre; sin

embargo se debe recurrir siempre a las pruebas de laboratorio complementarias, o

al examen histopatológico, ya que estos son claves en establecer un diagnóstico

final (Cooper, 2002).

Este estudio retrospectivo se realizó, revisando los casos de mortalidad en

reptiles, y evaluando los especimenes histológicos del archivo del laboratorio de

histopatología en el microscopio de luz, caracterizando los diagnósticos

morfológicos y los posibles diagnósticos finales, estableciendo así las causas de

muerte mas frecuentes.

8

Page 22: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

1. OBJETIVOS

1.1. GENERAL

Establecer, por estudio histopatológico, las causas más frecuentes de mortalidad

en la población de reptiles del Zoológico Jaime Duque en el periodo comprendido

entre 1991 y el 2006.

1.2. ESPECÍFICOS:

Evaluar morfológicamente con microscopia de luz, los tejidos de reptiles muertos

provenientes del zoológico Jaime Duque

Establecer las lesiones que puedan ser las causas de mortalidad en la población

de reptiles en el Zoológico Jaime Duque

Establecer las causas de mortalidad más frecuentes por clasificación taxonómica y

por especie

De acuerdo con los resultados obtenidos, sugerir medidas preventivas en el

manejo de la fauna silvestre del zoológico.

9

Page 23: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2. REVISION DE LITERATURA

2.1. INTRODUCCION Con respecto al reporte de estudios retrospectivos de determinación de

frecuencias de causas de muerte en las diferentes especies de reptiles en

cautiverio, no se conoce a ciencia cierta información estadística al respecto; sin

embargo en Colombia se determinó en tortugas morrocoy (Geochelone

carbonaria), por medio de estudios histopatológicos, que el 70% de las causas de

mortalidad se atribuyó a afecciones de los sistemas respiratorio y digestivo; se

determinó la existencia de un estado de anemia, disminución de células

leucocitarias, desnutrición, infestación parasitaria por áscaris y lesiones hepáticas

avanzadas (Rave y colaboradores, 1981).

Otro estudio en Colombia es el de patologías en boas neonatales y juveniles en

zoocriaderos en la costa atlántica, donde se determinó que las enfermedades que

más afectaban a las Boas (Boa constrictor) eran del tracto gastrointestinal con un

37,5% de origen parasitario y en un 24,7% de origen viral, seguidas por lesiones

en donde se presume que su origen sea bacteriano por el tipo de lesiones en los

diferentes órganos afectados. De este trabajo se estableció que el desarrollo de

estas enfermedades, fueron determinantes los factores del entorno, como la

construcción de las instalaciones con materiales inadecuados y orientación hacia

las corrientes de aire, sobrepoblación, el tamaño de la presa y la frecuencia en

que se daba, la mala calidad del alimento y del agua, la humedad elevada dentro

de los encierros, el manejo inadecuado de excretas y desechos, junto a

deficiencias sanitarias (García y Pardo, 1994).

En países desarrollados se han reportado pocos estudios retrospectivos, tanto a

nivel de clínicas veterinarias como en zoológicos para determinar cuales son las

10

Page 24: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

patologías más comunes de los reptiles en cautiverio; otros estudios hacen

referencia a etiologías determinadas como micobacteriosis, neoplasias y

clamidiasis (Kaneene, 1985; Garner, 2004; Soldati, 2004).

Existe un estudio patológico completo realizado en Virginia en el cual se describen

las causas de mortalidad en los reptiles que habitaron en el centro de vida

silvestre de Virginia entre 1991 y 2000, en el cual el trauma es la causa más

frecuente de muerte representada por un 74% dentro del cual lo más frecuente fue

trauma producido por vehículo automotor para el caso de tortugas y traumas

producidos por equipos de jardinería para el caso de serpientes, seguido por

causas desconocidas o no determinadas (13%), absceso aural (7%),

enfermedades infecciosas (2%) y desórdenes nutricionales (0.1%), la conclusión

de este estudio fue que las causas de mortalidad en su mayoría se debían a

actividades humanas (Brown, 2002).

2.2. REPTILES Hace 340 millones de años en el periodo Carbonífero surgieron los primeros

reptiles, diversificándose en el periodo Pérmico y alcanzando su máximo

desarrollo en el periodo Cretácico. Los reptiles son considerados los primeros

vertebrados terrestres, que no necesitan ir al agua para reproducirse. Estos han

sobrevivido en el medio terrestre debido a que adquirieron ciertas adaptaciones

como su cuerpo que está cubierto por unas escamas duras debido a una

epidermis fuertemente queratinizada, que los protege contra la deshidratación, y

los depredadores, también lograron formar un huevo amniótico, que es mas

resistente a la desecación; de igual manera sus organismos requieren de bajas

cantidades de agua debido a algunos mecanismos, como sus riñones que

eliminan ácido úrico, su orina que es hipertónica y contiene poca agua, además de

su cloaca que puede reabsorber el agua que sale en la orina. Estos cambios

evolutivos les han permitido colonizar casi todos los hábitats de la tierra.

11

Page 25: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2.3. CLASIFICACIÓN DE LOS REPTILES. Existen aproximadamente 7780 especies de reptiles en los que se han clasificado

taxonómicamente en 4 órdenes: Quelonios, Escamosos (Saurios, Ofidios y

Anfisbénidos), Crocodilianos y Rincocéfalos o Esfenodontos (Davies, 1981;

Hickman, 2002; O´Malley, 2005).

El orden Quelonia que incluye a las tortugas acuáticas, las tortugas terrestres, y

las tortugas marinas, se caracterizan porque están cubiertas por una coraza,

compuesta por una capa externa, córnea de queratina y una capa interna de

hueso que resulta de la fusión de las costillas, vértebras y de partes dérmicas

osificadas que consta de un caparazón dorsal, llamado espaldar y un plastrón

ventral; debido a esta coraza pueden retener agua, y además protegerse de los

depredadores, Las extremidades y la cintura están dentro de la caja torácica. La

mandíbula esta provista de placas córneas en lugar de dientes (Jackson, 1999;

Hickman, 2002).

El orden Escamoso, abarca el 95% de todos los reptiles, con dos subórdenes: el

suborden Sauria o Lacertilia donde están los Lagartos, que son pequeñas

criaturas ágiles, la mayoría nocturnos, presentan dos pares de patas (algunos

especies son ápodas), parpados móviles, ambas hemimandíbulas inferiores

unidas, oídos externos y carencia de colmillos, muchos están bien adaptados para

sobrevivir en condiciones extremas; y el suborden Ofidia que incluye a las

Serpientes, que son totalmente ápodas, de cuerpo alargado y carecen de la

cintura pectoral y pelviana, aunque existen vestigios en boas y pitones. Tienen un

cráneo altamente cinético, con mandíbulas móviles para deglutir presas de gran

tamaño, no tienen párpados, por eso la córnea está protegida por una membrana,

las serpientes carecen de oído externo y membrana timpánica, por lo cual no

escuchan muy bien los sonidos, pero son sensibles a las vibraciones y tienen muy

desarrollados los sentidos químicos para cazar, además tienen órganos

especializados como el órgano de Jacobson, la lengua bífida que se encarga de

12

Page 26: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

recoger los olores; y el suborden Anfisbénidos que comprenden los anfisbenios o

culebrillas ciegas (Hickman, 2002).

El orden Crocodilia comprende a tres familias, la familia Alligotaridae (Aligatores y

Caimanes), la familia Crocodylidae (Cocodrilos), y la familia Gavilidae (Gaviales).

Son los reptiles más grandes tienen un paladar secundario completo como los

mamíferos, que les permite respirar cuando tienen la boca llena de agua o de

comida o de ambas cosas (Wallach, 1983; Hickman, 2002).

El cuarto orden es el de los Esfenodontos o Rincocéfalos, el tuatara (Sphenodon

punctatus) es una de las dos especies que existen de este orden de reptiles

primitivos, donde éste es el mas conocido (Hickman, 2002).

2.4. GENERALIDADES ANATÓMICAS. La piel de los reptiles es un órgano complejo, con una epidermis delgada que se

muda periódicamente y una dermis bien desarrollada y mucho más gruesa, que la

hace casi impenetrable, debido a su gruesa capa de queratina, con una variedad

de funciones que incluyen protección física contra los depredadores, las

abrasiones, agua, y la radiación UV. También sirve de protección fisiológica en el

control del agua, el intercambio gaseoso y del calor. En cuanto al comportamiento,

algunos reptiles presentan despliegues de estructuras o cambios de coloración,

debido a que la dermis esta provista de cromatóforos, que los utilizan para

comunicarse socialmente, en la atracción del sexo opuesto con fines

reproductivos, o cuando se sienten amenazados por depredadores, o por invasión

a su territorio. (Davies, 1981; Hickman, 2002; Harkewicz, 2004). Las escamas de

los reptiles están formadas principalmente por queratina y se derivan de la

epidermis, constituyendo una lámina continua; a diferencia de los peces, los

reptiles presentan escamas que no pueden separarse (Hickman, 2002; Orós,

2004). Los Crocodilianos no mudan sus escamas si no que estas crecen, en

13

Page 27: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

cambio en las serpientes y los lagartos crecen nuevas escamas bajo las escamas

viejas para posteriormente mudarlas. Las tortugas añaden nuevas capas de

queratina bajo los escudos aplanados viejos (Hickman, 2002).

El esqueleto de los reptiles, presenta ciertas particularidades evolutivas como las

mandíbulas de muchos reptiles, que no están soldadas entre sí, teniendo la

capacidad de distenderse al presentar charnelas que permiten un mayor grado de

movilidad (cinesis), lo que favorece a la hora de alimentarse, como es el caso de

las serpientes. Los cráneos pueden presentar un mayor número de huesos,

respecto a otros vertebrados superiores, al poseer un mayor número de huesos

independientes (paraesfenoides, supratemporal). Para mejorar el punto de

enfoque hacia un objeto, algunas especies de saurios y tortugas (también el

tuatara), poseen osículos escleróticos en el ojo, a modo de pequeñas placas

óseas. Los reptiles con dientes, en general, los reemplazan continuamente a lo

largo de toda su vida, incluso durante la vejez, y las tortugas presentan un

crecimiento continuo en su pico córneo. Esta característica, unida a que ciertas

familias no presentan centros secundarios de osificación, epífisis óseas, pudiendo

crecer lenta, pero continuamente durante su vida, hace que algunos reptiles no

tengan barreras a la longevidad (Rosario, 2004).

En el sistema circulatorio de los reptiles, la aurícula derecha recibe sangre no

oxigenada, y esta separada de la aurícula izquierda que recibe sangre oxigenada

de los pulmones, y en los cocodrilos los dos ventrículos están separados

completamente, no como en otros reptiles que están comunicados, pero que por

patrones del flujo sanguíneo no se mezcla la sangre sistémica de la pulmonar,

existiendo así dos circulaciones funcionalmente independientes (Hickman, 2002).

El sistema respiratorio de los reptiles es único y difiere de los mamíferos y de

algunas especies de aves. La respiración se da por ensanchamiento de la cavidad

pleural producto de la expansión de la caja torácica (lagartos y serpientes) o por

14

Page 28: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

movimientos de los órganos internos (tortugas y cocodrilos) (Hickman, 2002), con

excepción de los Crocodilianos que tienen una lamina muscular, los reptiles no

tienen un diafragma funcional, si no una membrana que separa la cavidad

abdominal de la torácica, que les permite movimientos de inspiración y expiración

con los músculos intercostales, pectorales y los abdominales, causando cambios

de la presión intrapulmonar.

Los Ofidios tienen la glotis ubicada rostralmente en la cavidad oral, permitiendo la

respiración durante el consumo de alimento, los anillos traqueales son

incompletos, el pulmón derecho es funcional, mientras que el pulmón izquierdo es

un órgano vestigial excepto en boídos

En los lagartos carnívoros, la glotis esta rostralmente, en cambio en lagartos

herbívoros esta localizada ventralmente a la base de la lengua, la tráquea es igual

que las serpientes, los pulmones en tamaño son iguales y se extienden

caudalmente y están dentro de un saco aéreo avascular (Murray, 1996;

Schumacher, 2003).

En los Quelonios la glotis está localizada en la base muscular de la lengua y

caudal a la orofaringe, los anillos traqueales son completos y los pulmones poseen

alvéolos grandes y están adheridos a la superficie interior del caparazón y se

extienden caudalmente hasta el polo craneal de los riñones (Murray, 1996;

Jackson, 1999; Schumacher, 2003).

En los Crocodilianos la glotis esta ubicada detrás de la epiglotis y los pulmones

son los más complejos del orden de los reptiles (Murray, 1996; Schumacher,

2003).

La mayoría de los reptiles tienen un riñón metanéfrico con su propio uréter y las

funciones principales son la eliminación de productos de desecho metabólico, la

15

Page 29: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

regulación del agua y el balance iónico del cuerpo, ayudados o soportados por las

glándulas especializadas de la sal, cerca a la nariz y los ojos; también la mucosa

intestinal, los pulmones y la piel son sistemas de excreción y osmorregulación. En

comparación con los mamíferos, los riñones de los reptiles tienen pocas nefronas;

y muchos de estos no tienen pelvis renal, pirámides renales, asas de Henle, y

pocos glomérulos desarrollados. Los reptiles no pueden concentrar la orina,

debido a la ausencia del asa de Henle, siendo incapaces de eliminar productos de

desecho como amoniaco y urea (Davies, 1981), entonces expulsan los desechos

nitrogenados como ácido úrico, que tiene una solubilidad muy baja, permitiéndoles

retener agua. (Hickman, 2002)

Todos los reptiles son animales de fecundación interna. Son animales ovíparos,

pero en algunas serpientes y saurios se da la condición de ovovivíparos. La

cáscara se ha reducido, desarrollando una estructura a modo de saco embrionario

donde el corion se ha fusionado con el alantoides, aunque el saco vitelino continúa

siendo la principal fuente de nutrientes. Estos individuos se forman en un huevo,

pero al nacer, son paridos por sus madres. Los individuos nacidos de un huevo,

presentan un diente de la eclosión orientado hacia delante (saurios y serpientes) o

una protuberancia córnea (tortugas y cocodrilos) que les ayuda a romper la

cáscara, la cual puede ser de una consistencia diversa desde muy dura y

calcificada, hasta flexible o apergaminada. Característica importante es la

temperatura de incubación, que según el rango en el cual esté situada, va a

orientar el sexo del individuo al nacimiento (Pérez, 2000; Hickman, 2002).

2.5. ENFERMEDADES DE LOS REPTILES. Las principales enfermedades que afectan a los reptiles, son las de origen

bacteriano, de origen micótico, de origen viral, de origen nutricional y neoplásicas.

16

Page 30: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2.5.1. Enfermedades bacterianas. Las bacterias Gram-negativas son habitantes normales de los reptiles, del agua y

del suelo; pero cuando hay factores externos o internos, como cambios bruscos de

temperatura en el entorno, estrés crónico, inmunosupresión, heridas, parásitos,

virus, hongos, etc…, se dan las condiciones propicias, para que las bacterias

pertenecientes a la flora bacteriana normal se vuelvan patógenas secundarias,

produciendo enfermedad sistémica o localizada (Cooper, 1981; Paré, 2006).

2.5.1.1. Estomatitis Ulcerativa Bacteriana. Los reptiles tienen flora microbiana normal como Aeromona hydrophila,

Pseudomonas spp., Klebsiella spp. (Wallach, 1983), Edwarsiella spp.,

Streptococcus spp., Escherichia coli y Citrobacter diversus, pero factores externos

como el trauma por captura, la alimentación forzada, los ataques a las barreras del

encierro, la mala nutrición prolongada con deficiencia de Calcio y vitaminas A y C,

predisponen a que estas bacterias sean patógenas oportunistas. La enfermedad

empieza con inflamación y úlceras en la mucosa oral, con acumulación de

exudado caseoso, las lesiones se propagan desde la mucosa gingival, a los

alvéolos dentarios y alrededor del hueso, resultando en osteomielitis mandibular y

maxilar, con pérdida posterior de las piezas dentales (Wallach, 1983; Lightfoot,

1999; Mitchell, 2005), seguida por signos clínicos como anorexia, disfagia,

tialismo, parálisis de la lengua, equimosis (Mehler, 2003). Esta enfermedad al no

ser tratada resulta en muerte por complicaciones secundarias como septicemia,

neumonía o inanición. (Wallach, 1983, Lightfoot, 1999; Mitchell, 2005, Mehler,

2003), y en el caso de la Aeromona spp., puede causar en el hígado múltiples

focos necróticos (Holz, 2007).

2.5.1.2. Enfermedad Ulcerativa Cutánea Septicémica (SCUD). El agente causante de esta enfermedad es el Citrobacter freundii, que es un

habitante natural del agua y el suelo. Los animales se infectan cuando sufren

alguna abrasión en la piel, donde las tortugas son las más susceptibles a esta

17

Page 31: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

infección; estas lesiones pueden producir septicemia secundaria. Los signos

clínicos incluyen apatía, flacidez muscular, parálisis de los miembros, pérdida de

las uñas y de los dedos, vasodilatación, hemorragia y úlceras que son observadas

generalmente en el caparazón y la piel (Wallach, 1983; Harkewicz, 2004; Rossi,

1996). La Serratia spp., está asociada a esta enfermedad, que por tener actividad

lítica, permite la entrada del Citrobacter freundii, al igual es considerado como

agente etiológico la Aeromona hydrophila (Harkewicz, 2004; Rossi, 1996).

Microscópicamente se ven, múltiples focos necróticos en el parénquima de los

órganos (Wallach, 1983). También se han aislado otras bacterias como

Edwarsiella spp., Enterobacer spp., Escherichia coli, Klebsiella spp., Micrococcus

spp. y Pseudomona spp., en dermatitis necróticas severas en serpientes (Rossi,

1996).

2.5.1.3. Enfermedad Ulcerativa del Caparazón. Es una enfermedad muy frecuente que ha sido reportada en Quelonios en

cautiverio, y puede resultar por un trauma, o por condiciones inapropiadas del

entorno o el substrato, que afecta tanto al plastrón como al caparazón y es

causada principalmente por la bacteria Beneckea chitinivora, aunque también se

han aislado Citrobacter spp., Salmonella spp., Escherichia coli, Pseudomonas

spp., hongos como el Mucor spp., y agentes virales como el Poxvirus.

Adicionalmente la pérdida de queratina esta asociada con elevadas

concentraciones séricas de ácido úrico durante la falla renal (Wallach, 1983;

Matushima, 1999; Garner, 2005).

2.5.1.4. Gastroenteritis Bacteriana. Las gastritis agudas están asociadas a administración de antiinflamatorios,

corticosteroides, toxinas y enfermedades infecciosas. Estas afectan a los reptiles y

cursan con anorexia, regurgitación y melena. Las gastritis crónicas están

asociadas a neoplasias y a infecciones bacterianas, y se presentan con severas

ulceraciones y formación de granulomas. Algunos casos de gastritis necrotica

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Page 32: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

diftérica han sido reportados en boas (Lichanura trivirgata) y en tortugas (Testudo

hermanni) gastritis atrófica, ha sido asociada con Salmonella arizonae. Las

bacterias que se han aislado son las mismas que se han encontrado en la cavidad

oral, el estómago y la cloaca, las Gram-negativas como Escherichia coli,

Salmonella spp., Klebsiella spp., Enterococcus spp., Pseudomonas spp., Serratia

spp., Proteus spp., Citrobacter spp., Alcaligenes spp. y Pasteurella spp. y las

bacterias Gram-positivas más comunes aisladas en enteritis son Clostridium spp.,

Corynebacterium spp., Streptococcus spp., Staphylococcus spp y otras como

Mycobacterias spp. (Mitchell y colaboradores, 2005).

La Salmonella spp., es parte de la microflora intestinal normal de los reptiles y es

considerada patógena oportunista por infección secundaria. Los animales

afectados generalmente no muestran signos clínicos, sin embargo pueden

presentar anorexia, regurgitación sanguinolenta, letargia, dermatitis vesicular,

abscesos subcutáneos, estomatitis necrótica, diarrea, neumonía y muerte súbita.

En la necropsia se pueden observar lesiones como hepatitis, esplenitis,

pancreatitis, nefritis, neumonía, traqueitis, enteritis, gastritis, celomitis, osteomielitis

espinal, epicarditis y miocarditis y septicemia. Se pueden observar granulomas en

múltiples órganos. Microscópicamente se observa neumonía fibrinosa o

fibrinopurulenta, hepatitis y esplenitis necrótica multifocal, meningitis supurativa,

acompañadas de linfadenitis intestinal necrótica, gastroenteritis necrótica

ulcerativa hemorrágica, donde la mucosa gástrica se encuentra atrofiada, también

colitis catarral, y septicemia. Son de gran importancia en salud pública, debido a

que es una enfermedad zoonótica y puede producir gastroenteritis leve o severa

en humanos (Cooper, 1981; Rosenthal y colaboradores, 1996; Cambre y

colaboradores, 2001; Garner, 2005).

2.5.1.5. Tuberculosis. Es frecuente que reptiles debilitados por injurias, malnutrición, inmunosupresión y

otras enfermedades infecciosas, sean más susceptibles a la tuberculosis

19

Page 33: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

(Mycobacterium spp.). Los signos clínicos incluyen anorexia, letargo, emaciación,

hinchazón de los miembros, estomatitis, osteomielitis, necrosis de los dedos,

granulomas cutáneos, tumores, úlceras y dermatitis. Las lesiones postmortem

muestran granulomas en los órganos abdominales como en hígado, bazo,

intestino y pulmón. En el examen histopatológico se pueden ver los granulomas en

la cavidad oral, en el pulmón y en el riñón, con necrosis central caseosa, con

muchas células multinucleadas gigantes y macrófagos con cápsula fibrótica

(Wallach, 1983; Mehler, 2003; Zwart, 2006; Holz, 2007).

2.5.1.6. Leptospirosis. Es una zoonosis de gran importancia y es causada por Leptospira spp., su

transmisión ocurre naturalmente por contacto directo o por ingestión de animales

infectados. Microscópicamente se observa nefritis intersticial en serpientes con

leptospirosis, pero esta enfermedad no esta asociada en reptiles con signos

clínicos ni con lesiones patológicas (Wallach, 1983).

2.5.1.7. Neumonía Bacteriana. Las infecciones pulmonares causadas por bacterias pueden ser primarias o

secundarias. Un alto porcentaje de los casos de neumonía es causado por

bacterias Gram-negativas como Pseudomona spp., Klebsiella spp., Aeromona

spp., Proteus spp. y aunque también se han aislado bacterias como Providencia

rettgeri, Pasteurella spp., Salmonella spp., Arizona spp., Escherichia coli y

bacterias Gram-positivas como Streptococcus spp., Staphylococcus spp. y

Bacteroides como el Peptostreptococcus spp., Fusobacterium spp. y Clostridium

spp. o por bacterias atípicas como el Micoplasma spp., la Chlamydia spp. y la

Mycobacteria spp. Los signos clínicos son descarga nasal, boca abierta,

retracción intercostal, burbujas, resuello respiratorio, apatía y anorexia. Las

lesiones observadas post-mortem incluyen congestión pulmonar con exudado

caseoso fibrinopurulento. En el microscopio óptico se observa neumonía multifocal

abscedativa, necrosis del parénquima, acumulación de heterófilos con fagocitos

20

Page 34: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

mononucleares y restos de tejido, áreas de hiperplasia epitelial, con contenido de

células inflamatorias y exudado proteinaceo (Wallach, 1983; Murray, 1996,

Driggers, 2000).

2.5.1.8. Abscesos. En los reptiles, los abscesos subcutáneos son una de las causas más comunes de

los problemas dermatológicos, aunque también se han encontrado en órganos

viscerales, especialmente en hígado y pulmón (Garner, 2005). Entre las posibles

causas están los traumas que producen los parásitos externos, lesiones con las

jaulas, peleas con presas animales o agresiones entre machos de la misma

especie. Las bacterias mas comunes aisladas en los abscesos son: Serratia spp.,

Bacterium spp., Micrococcus spp., Morganella spp., Sauromalus spp., Salmonella

spp. Actinobacillus spp., Arizona spp., Streptococcus spp., Neisseria spp.,

Corynebacterium spp., Aeromona spp., Edwarsiella spp., Enterobacer spp.,

Escherichia coli, Klebsiella spp., Cytrobacter spp., Enterobacter spp.,

Staphylococcus spp., Pasteurella spp., Providencia spp., Pseudomona spp.,

Proteus spp., Klebsiella spp., Staphylococcus spp. y especies de bacteroides

como Clostridium spp., Fusobacterium spp., y Peptostreptococcus spp. (Wallach,

1983; Rossi, 1996; Lightfoot, 1999; Mehler, 2003).

2.5.2. Enfermedades micóticas. Las malas condiciones en cautiverio, como inapropiada ventilación, humedad

elevada, sobrepoblación, sustrato inapropiado, poca higiene en los encierros, mala

nutrición, inadecuada temperatura en los encierros, peleas con mordeduras,

arañazos con machos en las jaulas, inyecciones de medicamentos, administración

prolongada de antibióticos, junto al estrés que puede producir inmunosupresión,

se constituyen en una puerta de entrada a las infecciones micóticas en reptiles

(Rossi, 1996; Mehler, 2003; Harkewicz, 2004).

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Page 35: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Las enfermedades micóticas han sido reportadas en todos los reptiles. La mayoría

son infecciones oportunistas secundarias, siendo los sitios mas afectados la piel y

el sistema respiratorio. En el pulmón se observan nódulos granulomatosos con

formación de placas en la mucosa, acompañados con neumonía consolidada y

necrosis. Algunos agentes micóticos que se han detectado como patógenos

primarios son el Aspergillus spp., Mucor spp., Candida spp., Geotrichum spp. y el

Penicillum spp., que produce nódulos granulomatosos multifocales consistentes en

los riñones (Austwick y colaboradores, 1981; Wallach, 1983; Schumacher, 2003;

Zwart, 2006).

Los signos clínicos de las dermatitis micóticas son similares a los producidos por

las dermatitis bacterianas, como decoloración de la piel, ampollas, ulceras,

nódulos, granulomas e hinchazón de los miembros. En lagartos las infecciones por

Fusarium spp., Candida spp., Aspergillus spp., producen lesiones necróticas en la

piel. El Chrysosporium spp., produce vesículas en la piel, además se ha reportado

piel negra y lesión ulcerativa cutánea en la base de la cola. En las serpientes la

dermatitis micótica, ha sido reportada, mas que la neumonía micótica,

presentando lesiones como hiperqueratosis, úlceras, y granulomas subcutáneos,

producidos por Fusarium spp. y el Geotrichum candidum (Rossi, 1996;

Schumacher, 2003).

En Quelonios se han asociado las infecciones micóticas con enfermedad del tracto

respiratorio, el tracto gastrointestinal y el sistema integumentario, incluyendo el

caparazón y el plastrón. La mucormicosis esta asociada con lesiones de la piel y el

caparazón. La Candida albicans ha sido reportada como la causa de infección

pulmonar, con síntomas como disnea, letargia y anorexia, es oportunista en

infecciones secundarias, ya que es habitante normal en el tracto alimentario

superior, donde puede producir lesiones crónicas nodulares granulomatosas. El

Paecilomyces spp., se ha reportado como causa de infección sistémica, ya que ha

sido cultivado en órganos como el hígado y el pulmón (Rosenthal y colaboradores,

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Page 36: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

1996; Schumacher, 2003). En Crocodilianos la dermatitis micótica, y la neumonía

han sido asociadas con Candida spp., Aspergillus spp., y el Fusarium spp.,

además se han reportado en el tracto gastrointestinal, el hígado, y en el pulmón.

Los hongos como el Basidobolus spp., Chromomyces spp., producen lesiones

granulomatosas en la boca, y en la piel. Otros hongos comúnmente aislados en

lesiones de la piel son: Geotrichium spp., Microsporum spp, Oospora spp.,

Cladosporium spp., Rhizopus spp., Penicillium spp., Beauveria spp., Prototheca

spp, Saprolegnia spp, Trichoderma spp., Trichophyton spp., y Trichosporon spp.,

Cryptococcus spp., que también puede producir infección sistémica. El diagnóstico

se hace por los síntomas clínicos y microscópicamente se observan las hifas en

los tejidos lesionados (Rossi, 1996; Mehler, 2003; Schumacher, 2003).

2.5.3. Enfermedades virales. La amplia variedad de agentes virales, tanto virus DNA como RNA, han sido

detectados en reptiles. El diagnóstico esta basado en los signos clínicos las

lesiones postmortem, y los hallazgos histopatológicos que se pueden observar en

el microscopio óptico de luz, donde se ven los cuerpos de inclusión

intracitoplasmáticos o intranucleares en los tejidos afectados.

En Quelonios los virus más reportados son los Herpesvirus, los Iridovirus, y los

Papilomavirus. En los Crocodilianos los Adenovirus, y los Poxvirus. En los Ofidios

los Herpesvirus, los Adenovirus, los Paramyxovirus, los Reovirus, y los Retrovirus.

En los Saurios los virus que más los afectan son los Poxvirus, los Adenovirus y los

Papilomavirus (Schumacher, 1996).

2.5.3.1. Herpesvirus. Los herpesvirus se han reportado mas que todo en quelonios, y presentan signos

clínicos que incluyen estomatitis con presencia de material caseoso, lesiones

necróticas y abscesos en la cavidad oral, descarga mucopurulenta oculonasal,

disnea, edema palpebral, edema cervical, signos neurológicos, regurgitación,

23

Page 37: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

anorexia y letargia, sonidos respiratorios severos,. Las lesiones postmortem,

presentaban necrosis con estomatitis, glositis, rinitis, faringitis, traqueítis,

neumonía, edema pulmonar, degeneración grasa del hígado con múltiples nódulos

blanquecinos, hepatomegalia, y esplenomegalia. Microscópicamente se observa

severa bronconeumonía con necrosis en tráquea, hígado y riñón, con varias

células inflamatorias, degeneración de células epiteliales y se observan cuerpos

de inclusión virales intranucleares en las células epiteliales de hígado, bazo,

pulmón, riñón y páncreas. Las partículas virales se ven mediante microscopía

electrónica (Wallach, 1983; Müller, 1990; Bennet, 1996; Pettan y colaboradores,

1996; Schumacher, 1996; Wellehan y colaboradores, 2005; Jacobson, 2007).

2.5.3.2. Iridovirus. Los signos clínicos son similares a los producidos por el herpesvirus, tales como

estomatitis necrótica, descarga oculonasal, conjuntivitis, edema palpebral, edema

cervical y caparazón blando en tortugas. La necropsia muestra, múltiples áreas

planas o tumefactas de color gris en todo el parénquima hepático, el bazo esta

congestionado con pequeños focos sobre la superficie. Las lesiones

histopatológicas de la infección muestran estomatitis ulcerativa necrótica,

hemorragias en la mucosa faringea, esofagitis, traqueitis, conjuntivitis, esplenitis,

gastritis, enteritis, hepatitis, vasculitis y trombosis; las lesiones característica del

Iridovirus son múltiples áreas de necrosis del riñón, bazo, e hígado. En el

microscopio de luz, los hepatocitos y las células de la mucosa epitelial del

intestino, contienen cuerpos de inclusión basófilos intracitoplasmáticos; este virus

se ha reportado también en lagartos y serpientes (Bennet, 1996; Schumacher,

1996; Mehler, 2003; Wellehan y colaboradores, 2005; Jacobson, 2007).

2.5.3.3. Adenovirus. En los Crocodilianos las lesiones histopatológicas muestran en el hígado y el

intestino múltiples áreas difusas de necrosis, cuerpos de inclusión intranucleares

en los hepatocitos y en las criptas de las células epiteliales.

24

Page 38: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

En Serpientes, los hallazgos de necropsia incluyen el intestino delgado edematoso

con alto contenido de moco en el lumen, el hígado aumentado de tamaño con

bordes redondeados y áreas pálidas en todo el parénquima, los pulmones

congestionados y el bazo multilobulado. Microscópicamente se observa hepatitis

necrótica difusa, áreas hemorrágicas multifocales en el hígado y en la serosa del

tracto gastrointestinal, con infiltrados de pequeñas células mononucleares y

heterófilos, se han observado en el microscopio de luz la presencia de cuerpos de

inclusión basófilos intranucleares en los hepatocitos, en células epiteliales renales,

y además un pequeño número de cuerpos de inclusión en el endotelio del corazón

y en las células epiteliales del pulmón (Schumacher, 1996)..

Los camaleones infectados con Adenovirus presentaron anorexia, opistótonos y

muerte, en el examen microscópico se observa proliferación de células epiteliales

y presencia de cuerpos de inclusión eosinófilos en la mucosa de la tráquea y el

esófago, también con infiltración de células mononucleares. Los lagartos con

Adenovirus mueren después de presentar inapetencia, letargia y parálisis de los

miembros. Las lesiones encontradas son pulmones congestionados,

hepatomegalia con un color pálido con áreas de necrosis multifocal, en algunos

lagartos los hepatocitos y las células endoteliales del miocardio presentan cuerpos

de inclusión eosinófilos o basófilos intranucleares (Schumacher, 1996).

2.5.3.4. Poxvirus. Los signos clínicos en Crocodilianos muestran pápulas de color blanco grisáceo, y

escaras en la piel en la superficie dorsal o ventral del cuerpo, predominando en los

párpados, membranas timpánicas, la mandíbula y el maxilar. Este virus está

asociado con infección bacteriana y micótica secundaria. Microscópicamente se ve

una hiperplasia epitelial clásica, acompañada de acantosis, hiperqueratosis y

necrosis, edema en la dermis con infiltrados mononucleares y cuerpos de inclusión

eosinófilos intracitoplasmáticos. En saurios se observan múltiples pápulas de color

marrón o grisáceo. Al microscopio de luz se ven cuerpos de inclusión eosinófilos

25

Page 39: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

intracitoplasmáticos en las células epidérmicas (Wallach, 1983; Schumacher,

1996; Mehler, 2003;).

2.5.3.5. Retrovirus. En serpientes el Retrovirus se ha reportado como el agente etiológico de la

enfermedad de los cuerpos de inclusión (IBD), que afecta solo a la familia boidae.

Es un virus oportunista patógeno, que es transmitido por el ácaro Ophionyssus

natricis. Los síntomas empiezan con regurgitación crónica, luego anorexia, pérdida

de peso, letargo y disecdisis, seguida por enfermedad neurológica caracterizada

por mirada perdida, midriasis, tremores de la cabeza, desequilibrio,

desorientación, incoordinación, temblores, opistótonos y paresia, junto a la

infección bacteriana secundaria que produce estomatitis necrótica, neumonía,

dermatitis necrótica, anorexia y muerte. Microscópicamente se ven los cuerpos de

inclusión eosinófilos intracitoplasmáticos en todos los órganos, especialmente en

riñones, páncreas, hígado, cerebro (se ha observado meningoencefalitis no

supurativa) y también se ha aislado en cultivos celulares del bazo. Otras lesiones

incluyen atrofia pancreática, necrosis y degeneración del hepatocito, y necrosis

tubular renal. Hay a menudo una marcada linfocitosis (Bennet, 1996; Schumacher,

1996; Mehler, 2003; Wellehan y colaboradores 2005; Jacobson, 2007; Holz, 2007).

2.5.3.6. Paramyxovirus. Este virus se ha reportado más que todo en serpientes, aunque también ha sido

hallado en lagartos. Los signos clínicos en serpientes son descarga nasal, boca

abierta y acumulación de material caseoso en la cavidad oral con hemorragia,

sonidos respiratorios y en algunos casos signos neurológicos como opistótonos,

tremor de la cabeza, convulsiones del cuerpo en espiral, producción de esputo de

color marrón proveniente de la glotis, regurgitación severa, anorexia, emaciación,

letargo y muerte. En la necropsia las lesiones se ven más en el tracto respiratorio,

con material caseoso en el pasaje nasotráqueal, neumonía, pulmones

edematosos y hemorrágicos con material caseoso, debido a la infección

26

Page 40: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

secundaria bacteriana, múltiples focos necróticos en el hígado e hiperplasia

pancreática (Wallach, 1983; Schumacher, 1996; Mehler, 2003; Holz, 2007).

Microscópicamente se ven los pulmones con exudado y restos celulares, con

aumento en la cantidad de bacterias en el intersticio, infiltrados de células

inflamatorias como heterófilos y macrófagos, hipertrofia de células epiteliales y

cuerpos de inclusión eosinófilos intracitoplasmáticos en las células alveolares

(Wallach, 1983; Schumacher, 1996; Jacobson, 2007).

2.5.4. Enfermedades parasitarias. Muchos reptiles son infestados por ectoparásitos y endoparásitos, los cuales son

muy importantes en los reptiles en cuanto a la morbilidad y la mortalidad; debido a

que estos pueden inmunosuprimir o causar lesiones, siendo la puerta de entrada a

agentes como las bacterias, virus u hongos, causando enfermedad secundaria

(Jacobson, 2007).

2.5.4.1. Endoparásitos. 2.5.4.1.1. Protozoarios. Muchos de los protozoarios se encuentran en la sangre periférica y en la mayoría

de los casos no causan enfermedad alguna.

2.5.4.1.1.1. Amebas. La amebiasis en el mundo causa alta morbimortalidad en reptiles en cautiverio, y

más que todo en serpientes y quelonios. La Entamoeba invadens es el protozoario

mas patógeno que afecta el tracto gastrointestinal. Los signos clínicos incluyen

regurgitación, anorexia, letargia, el animal sufre de gastritis hemorrágica ulcerativa

y colitis desencadenados por la disentería que viene con moco sanguinolento,

heces fétidas, deshidratación progresiva, produciendo la muerte. Las lesiones

postmortem observadas frecuentemente son: inflamación, úlceras y necrosis de la

mucosa gastrointestinal y colitis; en muchos casos puede presentarse hepatitis y

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Page 41: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

nefritis con inflamación generalizada, necrosis y abscesos. Histopatológicamente

se observa la pared intestinal engrosada con úlceras necróticas extendidas en la

mucosa y submucosa, ocasionalmente se observan estas lesiones en la capa

muscular. En el hígado se observa necrosis periportal. Los diagnósticos

diferenciales son nematodiasis y salmonellosis (Wallach, 1983; Lane y

colaboradores, 1996; Lightfoot, 1999; Zwart, 2006; Holz, 2007).

2.5.4.1.1.2. Coccidiosis. Las coccidias más frecuentes en reptiles son Eimeria spp., Isospora spp.,

Caryospora spp. y Sarcocystis spp., siendo transmitidos a los reptiles por vía oro-

fecal. En infestaciones moderadas los animales cursan con signos clínicos como

anorexia y diarrea, y en casos severos se presentan desórdenes digestivos como

regurgitación, deshidratación, enteritis hemorrágica con congestión e inflamación

del intestino delgado y septicemia por la infección bacteriana secundaria. Las

lesiones postmortem dependen del órgano blanco, microscópicamente hay

inflamación del sistema biliar, ulceración de la mucosa intestinal, hiperplasia del

epitelio, fibrosis renal, desplazamiento de células inflamatorias dentro de la

mucosa, y se pueden observar los oocistos en el contenido de la vesícula biliar e

intestinal. Otras coccidias como la Apicomplexa spp., produce anorexia, letargia y

anemia, además puede producir degeneración multifocal del epitelio tubular renal.

La Klossiella boae puede obstruir y causar daños menores en los conductos

colectores del riñón y en el uréter (Lane y colaboradores, 1996; Lightfoot, 1999;

Mitchell y colaboradores, 2005; Zwart, 2006; Holz, 2007).

El Cryptosporidium spp., es un protozoario patógeno muy importante en los

reptiles y un potencial zoonótico para el hombre, ya que es transmitido por vía oro-

fecal. Habita en células epiteliales de la región gástrica de los reptiles. En reptiles

la criptosporidiosis tiene dos manifestaciones: la subclínica donde los reptiles son

portadores y eliminan los oocistos intermitentemente por muchos años y la forma

clínica donde los signos clínicos cursan con periodos prolongados de

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Page 42: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

regurgitación, pérdida de peso, diarrea fétida y tumefacción en la región gástrica,

debido a la fibrosis y la hipertrofia gástrica ocasionada por la infección y puede

cursar con infección secundaria bacteriana. En las lesiones postmortem, el

estómago esta aumentado de tamaño, con hemorragias petequiales y necrosis.

Microscópicamente se observa una hiperplasia e hipertrofia de las glándulas

gástricas secretoras de moco, atrofia de las células glandulares, edema en la

submucosa de la lámina propia, reducción del diámetro luminar e inflamación

gástrica. Los microorganismos se observan en los microvellos de la mucosa

epitelial (Lane y colaboradores, 1996; Cranfield y colaboradores, 1996 y 2001;

Lightfoot, 1999; Zwart, 2006; Holz, 2007).

2.5.4.1.1.3. Hemoparásitos. Estos parásitos pueden producir anemia, ya que infectan la sangre de los reptiles

y pueden vivir libremente en el plasma o dentro de las células sanguíneas y

algunos en células del hígado, pulmón y bazo; requieren de un invertebrado como

huésped intermediario (moscas, mosquitos, garrapatas, sanguijuelas, ácaros). En

este grupo se incluyen: Leucocytozoon spp., Leishmania spp., Babesia spp.,

Piroplasma spp., coccidias hemogregarinas (Haemogregarina spp., Hepatozoon

spp., Karyolysus spp. y Haemolivia spp.), Hemoccoccidias (Lainsonia spp. y

Schellackia spp.); y la familia Plasmodiidae (Plasmodium spp., Fallisia spp.,

Saurocytozoon spp. y Haemaproteus spp.), y Trypanosomas spp. (Wallach, 1983;

Lane y colaboradores, 1996).

2.5.4.1.1.4. Protozoarios Flagelados. Los mas comunes son: Hexamita spp., primariamente un parásito intestinal, pero

se ha encontrado en quelonios una calcificación metastásica, secundaria a

disturbios crónicos en el metabolismo del calcio, que se ve en la superficie del

riñón y alrededor de los conductos colectores. Protozoarios como Trichomonas

spp., Giardias spp. y Leptomonas spp., los signos clínicos que se presentan son:

anorexia, diarrea, deshidratación y pérdida de peso, pero estos se dan cuando se

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Page 43: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

asocian con otro parásito u organismo patógeno como bacterias (Pseudomona

spp., Aeromonas spp.), produciendo enteritis, nefritis, y otras lesiones en distintos

órganos, septicemia y muerte (Rosenthal y colaboradores, 1996; Lane y

colaboradores, 1996; Mas, 1999; Mitchell y colaboradores, 2005).

2.5.4.1.1.5. Sarcosporidiosis. Myxosporidea spp. y Microsporidea spp., son protozoarios pequeños e

intracelulares que se encuentran en los reptiles, produciéndoles aumento de

tamaño de los músculos, anorexia, letargia, pérdida de peso. Las lesiones

postmortem son rayas blancas en el músculo esquelético. Microscópicamente los

quistes del sarcosporidio están presentes en el músculo cardiaco y el músculo

esquelético, también en la vesícula biliar de quelonios acuáticos (Lane y

colaboradores, 1996).

2.5.4.1.2. Tremátodos. Los reptiles pueden servir de huéspedes intermediarios o definitivos de los

tremátodos. Algunos géneros del orden Digenea de la familia Ochetosomatidae

(Dasymetra, Lechiorchis, Zeugorchis y Ochestosoma) y de la familia Plagiorchiidae

(Stomatrema) se encuentran comúnmente en la cavidad oral, pulmón y arriba del

esófago en las serpientes. Los tremátodos adultos migran de la cavidad oral a la

glotis y pasan al pulmón y los sacos aéreos, allí los adultos necrosan el epitelio

produciendo lesiones focales. Los tremátodos han sido asociados con neumonía

bacteriana secundaria por Gram-negativos. Otro miembro de la familia

Plagiorchiidae es el Styphilodora, que habita en el sistema urinario en los túbulos

colectores y el uréter, donde causan lesiones como dilatación tubular y nefritis

intersticial crónica. Generalmente afecta a serpientes pero su importancia clínica

es mínima (Jacobson, 2007).

Los tremátodos de la familia Spirochiidae, afectan mas que todo al sistema

circulatorio como vasos grandes y el corazón de Quelonios; microscópicamente se

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Page 44: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

puede ver hiperplasia focal en el endotelio, los huevos pueden estar rodeados de

tejido conectivo fibroso, con respuesta inflamatoria de moderada a severa y como

están en los vasos sanguíneos pueden estar en muchas partes del cuerpo, ya que

en su migración causan una respuesta inflamatoria granulomatosa severa en

muchos órganos como el cerebro, corazón, hígado, riñón, pulmón, bazo, vejiga

urinaria, glándulas salinas, en el caparazón y lesiones en la mucosa y submucosa

gastrointestinal.. En tortugas puede haber edema en los miembros por oclusión de

los vasos sanguíneos. Puede causar infección bacteriana por Gram-negativos

(Jacobson, 2007).

Otros géneros de los tremátodos que afectan a los reptiles son: Pneumatophilus

spp., Odhneriotrema spp., Lechriochys spp., Aeugochis spp., Spirorchus spp.,

Henotosoma spp., Unicaecum spp., Vasotrema spp. y Hapalorhynchus spp.; éstos

pueden causar lesiones en la piel como dermatitis necrótica y ocasionalmente en

las vías respiratorias bajas y en la cavidad oral, donde pueden producir úlceras y

ser puerta de entrada de bacterias, produciendo infecciones secundarias en

pulmón, vejiga urinaria y nariz; también se han visto en faringe, esófago, tráquea,

intestino, hígado, sistema circulatorio y riñón. Son transmitidos, principalmente en

animales de vida salvaje, por moluscos y anfibios que sirven de huéspedes

intermediarios. Los signos clínicos incluyen periodos largos de anorexia, boca

abierta, retención de líquidos y la muerte puede ocurrir por infección primaria o

secundaria. Las lesiones postmortem se caracterizan por nódulos y exudado

caseificado en los órganos afectados; Microscópicamente, en el riñón se ven los

túbulos deformados, con restos de tremátodos, mineralización, hiperplasia del

epitelio tubular y nefritis intersticial crónica. Los huevos pueden quedar atrapados y

obstruir los vasos terminales, causando necrosis isquémica en órganos viscerales

o en los miembros periféricos (Wallach, 1983; Lane y colaboradores, 1996;

Harkewicz, 2004; Mitchell y colaboradores, 2005).

31

Page 45: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2.5.4.1.3. Cestodos. Las tenias se observan en todos los órdenes de reptiles, los cuales pueden servir

como huéspedes definitivos, paraténicos o intermediarios de un gran número de

especies. Si bien la mayoría de ellos no son patógenos, en algunos casos se ha

presentado pérdida de peso y muerte (Fraser, 1993). La tenia Ophiotaenia spp. del

orden Proteocephalidae se localiza en el tracto gastrointestinal de lagartos y

serpientes, donde puede producir obstrucciones mecánicas; también las larvas

pueden migrar hacia el parénquima hepático formando nódulos multifocales; los

síntomas son subclínicos y pueden causar infección bacteriana secundaria

(Wallach, 1983; Lane y colaboradores, 1996).

2.5.4.1.4. Nemátodos. Los nemátodos son una gran variedad de parásitos reportados en reptiles. Las

formas adultas invaden el sistema digestivo, donde frecuentemente penetran la

mucosa y submucosa del esófago y el estómago llegando a los órganos

adyacentes. Los signos clínicos incluyen anorexia, anemia, regurgitación, signos

de obstrucción, abdomen distendido y problemas respiratorios. El diagnóstico de

estos parásitos se hace por flotación fecal. Estas infecciones son principalmente

de tipo subclínico, pero pueden estar asociadas a infecciones bacterianas

secundarias y en los casos mas graves pueden causar la muerte (Lane y

colaboradores, 1996; Lightfoot, 1999; Sanchez y colaboradores, 2004).

Los Ascáridos más comunes que infestan a los reptiles, son de la familia

Ascaridae, en donde las especies que más afectan a las Ofidios son Ophidascaris

spp. y Polydelphis spp.; y de la familia Anisakidae las especies mas comunes en

los Crocodilianos son Dujardinascaris spp. y Paratrichosoma spp.. Las larvas

pueden migrar produciendo abscesos, granulomas y ulceración de la tráquea y el

pulmón. Los estados adultos se pueden encontrar en esófago, estómago e

intestino delgado de las serpientes, produciendo obstrucción gastrointestinal y

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Page 46: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

perforación. Los signos clínicos no son específicos pero pueden presentar

anorexia, anemia y regurgitación (Mitchell y colaboradores, 2005).

Las Rhabdias spp. y las Entomelas spp., son parásitos pulmonares, pero se

pueden encontrar en la cavidad celómica y en el saco pericardial de lagartos y

serpientes. Cuando hay malas condiciones del medio en donde viven, como mala

higiene, alta temperatura y humedad, las larvas infectivas penetran por la mucosa

oral o la piel y migran hacia el pulmón causando severa neumonía, con síntomas

como boca abierta y estrés respiratorio, acompañado por anorexia, pérdida de

peso y pueden llegar a causar la muerte (Lane y colaboradores, 1996; Lightfoot,

2003; Mitchell y colaboradores, 2005).

Los Strongyloides spp. habitan el intestino delgado de las serpientes y lagartos;

pueden causar síntomas como diarrea, anorexia y pérdida de peso y lesiones

histopatológicas como úlceras hemorrágicas gastrointestinales, enteritis caseosa y

obstrucción gastrointestinal e intususcepción. Los parásitos del orden Strongilidae

(Diaphanocephalus spp., Oswaldocruzia spp. y Kalicephalus spp.), se alimentan

de la sangre del huésped. En infestaciones severas los animales pueden

presentar síntomas como anorexia, boca abierta, parásitos en esófago, debilidad y

muerte (Lane y colaboradores, 1996; Lightfoot, 2003; Sanchez, 2004; Mitchell y

colaboradores, 2005).

Los géneros de la familia Filarioidea del orden Spirurida, como Oswaldofilaria spp.,

Befilaria spp., Conofilaria spp., Piratuba spp., Piratuboides spp., Solafilaria spp.,

Foleyella spp., Cardianema spp., Pseudothamugadia spp., Madathamugadia spp.,

Thamugadia spp., Saurocitus spp. y Macdonaldius spp., son nemátodos que

requieren de huéspedes intermediarios como garrapatas o mosquitos. Los estados

adultos pueden estar en la vena cava posterior y la vena portal renal, bloqueando

los vasos sanguíneos causando edema, trombosis, aneurisma y necrosis. En la

necropsia se pueden observar los parásitos en las venas o bajo la piel. El

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Page 47: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

diagnóstico se basa en la detección de microfilarias en la sangre (Lane y

colaboradores, 1996; Oros y colaboradores, 2001).

Otras familias del orden Spirurida como la Dracunculoidea han sido encontrados

en algunas serpientes en lesiones pustulares en la superficie del cuerpo; la otra

familia es la Diplotriaenoidea donde el Hastospiculum spp. infesta más que todo a

lagartos y serpientes, los adultos viven generalmente en el pulmón en donde

ponen los huevos que son encontrados generalmente en grupo y son expulsados

hacia la cavidad oral, de donde pasan al tracto gastrointestinal, terminando en las

heces. En serpientes se han hallado en granulomas de la submucosa del esófago

y en la superficie pleural del pulmón (Jacobson, 2007).

Los parásitos del orden Acantocephala, pueden causar granulomas nodulares y

ulceración de la mucosa intestinal. Las larvas pueden migrar y enquistarse en el

mesenterio, vísceras o en el tejido subcutáneo (Lane y colaboradores, 1996;

Mitchell y colaboradores, 2005).

La Capillaria spp., afecta mas que todo a Escamosos y Crocodilianos, habita en el

tracto gastrointestinal, pero también puede estar en el hígado, en el conducto

biliar, y en el oviducto (Lane y colaboradores, 1996; Mitchell y colaboradores,

2005).

Las larvas de Eustrongylides spp. pueden causar lesiones en la piel,

encontrándose en tejido subcutáneo, en los pulmones, libres en la cavidad

celómica y se pueden alojar también en la espina dorsal (Lane y colaboradores,

1996; Mitchell y colaboradores, 2005; Jacobson, 2007).

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Page 48: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2.5.4.2. Ectoparásitos. 2.5.4.2.1. Moscas, mosquitos y pulgas. Los reptiles en cautiverio son frecuentemente afectados por los estados adultos y

larvarios de estos insectos, algunos pueden penetrar la piel produciendo fístulas,

causándoles estrés, miasis, anemia y a veces la muerte; algunos de estos

parásitos externos sirven como vectores en la transmisión de protozoarios,

hemoprotozoarios, microfilarias, bacterias y virus (Lane y colaboradores, 1996).

2.5.4.2.2. Garrapatas. Las garrapatas infestan Ofidios, Saurios y Quelonios; son importantes porque son

hematófagas y en altas cantidades, pueden producir anemia, e incluso la muerte;

también producen daño en la piel permitiendo la entrada de otros agentes

patógenos, siendo potenciales transmisores de hemoprotozoarios, bacterias y

virus. Muchas especies de reptiles son huéspedes específicos y otras no. Las

garrapatas duras de los géneros Ixodes spp., Hyaloma spp., Haemaphysalis spp.,

Amblyoma spp. y Aponomma spp.; las garrapatas blandas del género Argasidae

spp. y Ornithodoros spp., son transmisoras de la filariasis. En algunos reptiles se

pueden localizar en las axilas, en la articulación del codo, en medio de los dedos,

en el área de la cloaca, en la región de la nariz y en el área del ojo; en las tortugas

el área predilecta es entre el plastrón o el caparazón (Lane y colaboradores, 1996).

2.5.4.2.2. Ácaros. El Ophionyssus natricis, es de gran importancia en serpientes y ocasionalmente

en lagartos, es de color rojo, gris o negro y se encuentra ubicado debajo de las

escamas de las serpientes. En los lagartos se observa frecuentemente en las

áreas del ojo, la barbilla o en la cloaca. Los signos clínicos incluyen anorexia,

depresión, el animal se restriega constantemente con la jaula y se la pasa en el

agua por periodos muy prolongados. La infestación alta de ácaros hematófagos,

causa debilidad, anemia y además permiten la entrada de bacterias como la

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Page 49: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Aeromona spp. y virus como el Retrovirus, produciendo neumonías y septicemia.

(Lane y colaboradores, 1996; Harkewicz, 2004; Holz, 2007).

2.5.5. Enfermedades nutricionales. Muchos problemas nutricionales se dan en reptiles en cautiverio, debido a que el

manejo que se le da al alimento puede estar desmedido, o no esta apetecible,

causando así malnutrición por desbalances en la dieta.

Las alteraciones nutricionales tienen una baja frecuencia en los reptiles en

cautiverio, pero tienen importancia en la morbimortalidad de los mismos y son de

las más estudiadas (Kaneene, 1985; Donogue, 1999; Brown, 2002).

2.5.5.1. Hipovitaminosis A. Ocurre más que todo en tortugas semiacuáticas, particularmente en ejemplares

juveniles, siendo mucho menos frecuente en tortugas terrestres. Los signos

clínicos incluyen anorexia, letargia, mal crecimiento, blefaroedema, estomatitis,

bloqueo de los conductos nasolagrímales, producido por una metaplasia

escamosa e hiperqueratosis del epitelio que tapiza los ductos de la glándula de

Harder (anteromedial) y de la glándula lacrimal (posterolateral), a veces puede

presentar problemas respiratorios, y es una de las causas de muerte frecuentes en

tortugas. Algunas veces se puede presentar anasarca, falla renal, falla hepática y

muerte (Boyer, 1996; Donogue, 1999; Mas, 1999; Jackson y colaboradores 1999:

Mehler, 2003).

2.5.5.2. Hipovitaminosis D. La deficiencia de vitamina D, produce el clásico raquitismo. Los signos clínicos se

caracterizan con depresión, anorexia, ataxia, aumento en el tamaño de las

articulaciones, caparazón blando y malformación de los miembros (Wallach,

1983).

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Page 50: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2.5.5.3. Hipovitaminosis B1 (Deficiencia de Tiamina). Es común en reptiles que comen animales que contienen la enzima Tiaminasa. La

falta de Tiamina produce una necrosis cerebrocortical (Lawton, 1999). Los signos

clínicos son: pérdida crónica de peso con consumo normal de alimento, ataxia,

tremores musculares, bradicardia y ceguera; la enteritis puede estar asociada a la

deficiencia de Tiamina (Wallach 1983; Donogue 1999).

2.5.5.4. Hipovitaminosis C (Deficiencia de ácido ascórbico). La vitamina C se sintetiza normalmente por bacterias en el colon y el ciego, y en

algunas serpientes se produce suficiente cantidad de vitamina C en el riñón y así

no necesitan el suplemento en la dieta. Se ha reportado que el desequilibrio de la

flora bacteriana, debido al uso prolongado de antibióticos, puede producir

deficiencias en las vitaminas B y C, asociándose esto con la presentación de

estomatitis ulcerativa (Jackson y colaboradores 1981; Wallach, 1983; Mehler,

2003).

2.5.5.5. Hipovitaminosis E. Se da principalmente en reptiles acuáticos y semiacuáticos por dietas ricas en

ácidos grasos poliinsaturados. Los signos clínicos son: anorexia, nódulos

dolorosos hinchados sobre la piel, la esteatitis se presenta en Aligatores,

cocodrilos y algunas especies de tortugas acuáticas. Presenta distrofia del

músculo esquelético. Microscópicamente se caracteriza por el hallazgo de un

material basofílico amorfo alrededor de fibroblastos y macrófagos (Wallach, 1983;

Donogue, 1999).

2.5.5.6. Hipervitaminosis D. Es caracterizada por una calcificación medial de las arterias elásticas incluyendo

la aorta. Los signos clínicos son anorexia, laminitis e incremento en los niveles de

calcio y fósforo en suero y orina. Histopatológicamente se caracteriza por

depósitos de calcio en los tejidos blandos, especialmente en los componentes

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Page 51: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

fibroelásticos, hay necrosis tubular renal, con depósitos de calcio y la

fibroosteodistrofia debido a la deficiencia de calcio (Wallach, 1983).

2.5.5.7. Lipidosis Hepática. El hígado es el encargado de diferentes funciones, como el metabolismo de las

grasas y los carbohidratos, la síntesis de las vitaminas y las proteínas, como

también el almacenamiento de vitaminas y de hierro, se encarga de la producción

de los factores de coagulación y la excreción de algunas toxinas (Simpson, 2006).

La Lipidosis hepática es una enfermedad común, de origen metabólico y

degenerativo, que afecta al hígado de los reptiles en condiciones de cautiverio.

Macroscópicamente se caracteriza porque el hígado suele presentar una

consistencia friable y un color ligeramente amarillento. Microscópicamente los

hepatocitos se muestran aumentados de tamaño, con presencia de vacuolas

lipídicas intracitoplasmáticas; el núcleo del hepatocito normalmente mantiene su

forma redondeada, pero a veces es desplazado por el acúmulo de lípidos. (Frye,

1991; Simpson, 2006).

2.5.5.8. Gota. Se ha reportado en tortugas, serpientes, lagartos y aligatores, la presencia de

depósitos de uratos en vísceras y en superficies articulares. La causa de la gota,

es una inapropiada dieta, con niveles elevados de proteína y asociado con otros

desórdenes como deshidratación. La excreción de los residuos nitrogenados en

forma de ácido úrico, que es insoluble, permite un ahorro importante de agua en

los reptiles, pero cuando hay un exceso de ácido úrico (hiperuricemia) éste se

cristaliza y forma precipitados insolubles que se depositan articulaciones, y

órganos viscerales (Jackson y colaboradores, 1981; Orós y colaboradores, 1998;

Donogue, 1999; O´Malley, 2005). Microscópicamente se observan depósitos de

cristales de uratos llamados “Tofos”, que se depositan en la articulaciones, o en

órganos viscerales como en el saco pericardial, hígado, bazo, pulmón, tejido

subcutáneo y en el riñón donde presenta una dilatación de los túbulos renales con

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Page 52: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

una conformación estrellada; la reacción inflamatoria esta compuesta por

macrófagos, algunas células gigantes, un número variable de heterófilos

granulocíticos y algunos linfocitos (Wallach, 1983; Mader, 1996; O´’Malley, 2005;

Zwart, 2006).

2.5.5.9. Enfermedad Metabólica del Hueso (EMH). A continuación se encuentra un ejemplo de los diferentes tipos de enfermedades

metabólicas del hueso reportadas en reptiles que pueden producir mortalidad con

moderada frecuencia (Boyer, 1996).

2.5.5.9.1. Osteodistrofia fibrosa. Es la presentación más común de Enfermedad Metabólica del Hueso, se

desarrolla generalmente por desequilibrios en los balances de calcio-fósforo-

Vitamina D, por lo cual los huesos se deforman y pierden consistencia,

produciendo una pobre calidad de vida en el animal (Boyer, 1996).

2.5.5.9.2. Hiperparatiroidismo nutricional secundario. Puede ser una secuela o puede ocurrir conjuntamente con la Osteodistrofia, Es el

resultado de un mal manejo en la dieta y mantenimiento del animal; el factor que

está más involucrado es el exceso de producción de paratohormona y la

prolongada deficiencia de calcio, vitamina D3 y el imbalance de calcio-fósforo;

también influye directamente la inadecuada exposición a la radiación ultravioleta

en los animales diurnos. Microscópicamente se caracteriza por el depósito de

sales de calcio en tejidos blandos, principalmente en los fibroelásticos y Necrosis

tubular renal (Jackson y colaboradores, 1981; Boyer, 1996; Mader, 2006).

2.5.5.9.3. Osteoporosis. Es una enfermedad hereditaria que se presenta rara vez y se puede expresar con

un gen autosomal recesivo o un gen autosomal dominante. Tiene una

39

Page 53: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

presentación similar a los humanos y está directamente relacionada con los

niveles de calcio en la dieta a lo largo de la vida.

2.5.5.10. Deficiencia de carbohidratos. Esta deficiencia por periodos largos de anorexia, sobretodo en reptiles que se

alimentan diariamente, o por suministro de dietas inadecuadas o desbalanceadas

en cautiverio, puede producir shock hipoglicémico, que se caracteriza por

midriasis, mirada pérdida, movimientos circulares, tortícolis, opistótonos, ataques

catatónicos, y en estados avanzados la muerte (Wallach, 1983; Bennet, 1996).

2.5.6. Otras enfermedades 2.5.6.1. Disecdisis o muda anormal de la piel. La disecdisis es la dificultad total o parcial que tienen los reptiles para mudar o

eliminar totalmente la epidermis más externa. El factor más frecuente es el estrés

ambiental, como baja temperatura, baja humedad o nutrición inapropiada, ya que

una humedad y una temperatura ideal son fundamentales para una óptima muda;

sin estos dos factores se interrumpe la ecdisis y causa daño a la nueva piel que es

frágil. Otras de las causas que intervienen en la eversión normal de la epidermis

antigua son las cicatrices viejas por mordeduras, heridas, quemaduras térmicas o

químicas, dermatitis o traumatismos; las dietas inapropiadas no permiten al reptil

conservar la energía ni las proteínas necesarias para la proliferación celular y la

muda, igualmente la inanición produce dermatitis necrosante. Las infecciones

secundarias tanto bacterianas como micóticas pueden producir una afección en la

piel y así una muda anormal. Las cargas intensas de ectoparásitos que causan

lesiones ulcerosas en la piel y los trastornos neurológicos con movimientos

descoordinados y las disfunciones endocrinas de la tiroides, impiden la ecdisis

(Abou, 2001; Mader, 2006).

40

Page 54: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

2.5.6.2. Enfermedades neoplasicas. Las neoplasias más comunes son los fibrosarcomas en lagartos y tortugas

principalmente; los melanomas son más frecuentes en serpientes pero son poco

comunes; los carcinomas de células escamosas se presentan más en lagartos y

los papilomas principalmente en tortugas acuáticas. En los lagartos se ha

demostrado que los papilomas se localizan con más frecuencia en las hembras

debajo de la cola y en los machos en la base de la cabeza. Los fibropapilomas se

han reportado por más de 60 años en tortugas verdes (Chelonia mydas) (Garner,

2004).

Microscópicamente los tumores cutáneos muestran una hiperplasia epidérmica

papilar y/o proliferación hiperplásica de la dermis, mostrándose como lesión inicial

una degeneración vacuolar de las células epidérmicas del estrato basal. Es

frecuente la observación de huevos de tremátodos spirórchidos en el componente

dermal de los fibropapilomas, llegando incluso a considerarse como un posible

agente etiológico de esta enfermedad, aunque estudios de transmisión

experimental han descartado esta teoría (Jacobson y colaboradores, 1989; Herbst

y colaboradores, 1995; Aguirre y colaboradores, 1998).

41

Page 55: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. SELECCIÓN DE LOS CASOS.

El presente estudio se realizo tomando como base el archivo de mortalidad en

reptiles del zoológico Jaime Duque, que esta ubicado en el Departamento de

Cundinamarca, en el municipio de Tocancipá, a una latitud de 0452 N, con una

longitud de 7358 W, con una elevación de 2600 m.s.n.m, en donde el tipo de

estación es variable y el promedio de precipitación anual es de 705.8. (mms)

(IDEAM, 2008).

Como materiales en este estudio se utilizaron las historias de necropsias de los

reptiles seleccionados con las láminas de histopatología del archivo de la

Universidad de La Salle, un microscopio óptico de luz, y una cámara Fotográfica.

De los 92 casos de mortalidad en reptiles registrados en el periodo comprendido

entre 1991 y el 2006, se seleccionaron 46, los cuales tenían historia de necropsia

e histopatología.

Los casos seleccionados fueron estudiados según su clasificación taxonómica,

dentro de los grupos de Quelonios, Escamosos (Ofidios y Saurios), y

Crocodilianos (Tabla 1.).

Todos los casos fueron revisados nuevamente para el estudio histopatológico con

microscopio de luz. Se identificaron las lesiones morfológicas, se clasificaron y se

trató de establecer un diagnóstico final incluyendo los posibles agentes etiológicos.

42

Page 56: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

4. RESULTADOS.

Los 46 casos de mortalidad estudiados por histopatología obtenidos de los

registros del Zoológico Jaime Duque se evaluaron nuevamente para observar las

diferentes lesiones morfológicas microscópicas, dar un diagnóstico morfológico y

tratar de precisar un diagnóstico final. Además, se obtuvo la siguiente distribución

porcentual por grupo: 45,65% (21/46) en el orden Quelonia con especies como:

tortuga mata-mata (Chelus fimbriatus), tortuga morrocoy (Geochelone spp.),

tortuga tapaculo (Kinosternon leucostomum.), tortuga icotea (Trachemys scripta

spp.) y tortuga charapa (Podocnemys spp.). En el orden de los Escamosos el

41,30% (19/46), de los cuales el 21,73% (10/46) pertenecía al suborden Ofidia,

con las siguientes especies: anaconda (Eunectes murinus), boa constrictora (Boa

constrictor), falsa coral (Lampropeltis triangulum), serpiente guardacaminos

(Matigodries pleii) y boa arcoiris (Epicrates cenchria cenchria), y al suborden

Sauria el 19,56% (9/46) en especies como: iguana verde (Iguana iguana) y lobo

pollero (Tupinambis teguixin). Por último, el orden de los Crocodilianos con las

babillas (Crocodylus fuscus) con un 13,04% (6/46) (Tabla 1.).

43

Page 57: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

TABLA 1. MORTALIDAD DE REPTILES DEL ZOOLÓGICO JAIME DUQUE, CLASIFICADOS TAXONÓMICAMENTE Y POR ESPECIE (1991- 2006).

TAXONOMIA NOMBRE COMÚN NOMBRE CIENTÍFICO MORTALIDAD TOTAL

MORTALIDAD ESTUDIADA %

ORDEN QUELONIA

Tortuga Charapa Podocnemys spp. 7 4

46

Tortuga Icotea Trachemys scripta spp. 16 11

Tortuga Mata mata Chelus fimbriatus 6 2

Tortuga Morrocoy spp. Geochelone spp. 5 1

Tortuga Tapaculo kinosternon leucostomum 5 3

Otras Otras 3 0

TOTAL 42 21

OR

DE

N E

SC

AM

OS

A

SUBORDEN OFIDIA

Anaconda Eunectes murinus gigas 5 2

41

Boa arcoiris Epicrates cenchria cenchria 1 1

Boa chocolate Epicrates cenchria maurus 1 0

Boa constrictora Boa constrictor 14 5

Falsa coral Lampropeltis triangulum spp. 1 1

Serpiente guardacaminos Matigodries pleii 1 1

TOTAL 23 10

SUBORDEN SAURIA

Iguana verde Iguana iguana 14 7

Lobo pollero Tupinambis teguixin 2 2

TOTAL 16 9

ORDEN CROCODILIA

Babilla Crocodylus fuscus 11 6 13

TOTAL 11 6

TOTAL 92 46 100

4.1. DIAGNÓSTICO HISTOPATOLÓGICO EN REPTILES. De los cuarenta y seis casos, el 4,34% (2/46) no se pudo valorar

morfológicamente, ya que presentaba cambios avanzados de autolisis y en el

19,56% (9/46) no se observaron lesiones histopatológicas o no contaba con el

número suficiente de tejidos a evaluar que permitieran establecer la causa de la

muerte. En los demás casos con el 76,08% (35/46) se encontraron uno o más

tejidos con diferentes alteraciones histológicas, que fueron clasificadas como

44

Page 58: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

consecuencia de patologías de posible origen bacteriano en 48 tejidos, de origen

parasitario en 10 tejidos y de diferente origen en 29 tejidos.

La sumatoria de las lesiones supera el 100% de los casos, ya que un solo caso

puede tener una o varias lesiones al mismo tiempo.

4.1.1. Lesiones de origen bacteriano. Las lesiones de posible origen bacteriano que se encontraron en este estudio en

los diferentes tejidos fueron: Dermatitis necrótica ulcerativa superficial 8,57%

(3/35), estomatitis necrótica ulcerativa 5,71% (2/35), gastritis necrótica ulcerativa

mononuclear 5,71% (2/35), enteritis mononuclear 2,85% (1/35), enteritis necrótica

mononuclear 2,85% (1/35), enteritis bacteriana 2,85% (1/35), y enteritis atrófica

mononuclear 2,85% (1/35), hepatitis necrótica multifocal mononuclear 20% (7/35),

hepatitis granulomatosa 8,57% (3/35), perihepatitis polimorfonuclear 2,85% (1/35),

absceso hepático 2,85% (1/35), neumonía granulomatosa 20% (7/35), neumonía

abscedativa 2,85% (1/35) y neumonía intersticial mononuclear 2,85% (1/35);

nefritis intersticial mononuclear 8,57% (3/35), nefritis granulomatosa 2,85% (1/35),

nefritis necrótica multifocal 2,85% (1/35), nefritis intersticial crónica 2,85% (1/35),

esplenitis granulomatosa 2,85% (1/35), Esplenitis necrótica 2,85% (1/35) y

septicemia 22,85% (8/35) (Tabla 2.).

45

Page 59: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Tabla 2. Lesiones de posible origen bacteriano en reptiles

0 3 6 9 12 15 18 21 24

Estomatitis necrótica ulcerativa

Dermatitis necrótica ulcerativa

Gastritis necrótica ulcerativa MN

Enteritis MN

Enteritis necrótica MN

Enteritis bacteriana

Enteritis atrófica MN

Hepatitis necrótica MN

Hepatitis granulomatosa

Perihepatitis polimorfonuclear

Absceso hepático

Neumonía granulomatosa

Neumonía abscedativa

Neumonía intersticial MN

Nefritis intersticial MN

Nefritis granulomatosa

Nefritis necrótica multifocal

Nefritis intersticial crónica

Esplenitis granulomatosa

Esplenitis necrótica

Septicemia

LES

IONE

S B

ACTE

RIA

NAS

%

4.1.2. Lesiones de origen parasitario. Las lesiones observadas debido a infestaciones parasitarias fueron: Neumonía por

protozoarios (Toxoplasma spp.) 5,71% (2/35), neumonía por nemátodos

(Filaroides spp.) 5,71% (2/35), enteritis necrótica por nemátodos del orden

Spirurida (Dracunculus spp.) 2,85% (1/35), enteritis por nemátodos del orden

46

Page 60: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Spirurida (Hastospiculum spp.) 2,85% (1/35), neumonía por tremátodos

(Spirorchidiasis) 2,85% (1/35), gastritis crónica ulcerativa por tremátodos

(Spirorchidiasis) 2,85% (1/35), hepatitis severa por tremátodos (Spirorchidiasis)

2,85% (1/35) y enteritis por tremátodos 2,85% (1/35), (Tabla 3.).

Tabla 3. Lesiones asociadas a parásitos

0

1

2

3

4

5

6

Neu

mon

íapa

rasi

taria

(Tox

opla

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spp.

)

Neu

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par

asita

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mat

odos

%

4.1.3. Otras lesiones.

Otras lesiones morfológicas de diferente origen que se observaron fueron: Hígado

graso 34,28% (12/35), hepatoxicidad crónica 2,85% (1/35), nefropatía por uratos

20% (7/35), glomerulonefritis crónica 2,85% (1/35), insuficiencia renal crónica

2,85% (1/35), deshidratación severa 17,14% (6/35) y anemia 2,85% (1/35), (Tabla 4.).

47

Page 61: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Tabla 4. Otras lesiones histopatológicas

4.2. DIAGNOSTICO HISTOPATOLÓGICO POR ORDEN TAXONÓMICO La sumatoria de las lesiones puede superar el 100% de los casos, ya que un solo

caso puede tener una o varias lesiones al mismo tiempo.

4.2.1. Lesiones encontradas en Quelonios.

En los 21 casos del orden Quelonia, revisados por estudio histopatológico, se

encontraron en los órganos lesiones de posible origen bacteriano como: dermatitis

necrótica ulcerativa superficial 4,76% (1/21), gastritis necrótica mononuclear

severa 4,76% (1/21), enteritis atrófica mononuclear 4,76% (1/21), hepatitis

necrótica multifocal mononuclear 19,05% (4/21) (Anexo Fig. 1.), hepatitis

granulomatosa 9,52% (2/21), absceso hepático 4,76% (1/21), neumonía

granulomatosa 23,81% (5/21) (Anexo Fig. 3.), neumonía abscedativa 4,76 (1/21)

(Anexo Fig. 4.), nefritis granulomatosa 4,76 (1/21), nefritis intersticial mononuclear

4,76 (1/21) y septicemia 19,05% (4/21), (Tabla 5.).

48

Page 62: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Las lesiones encontradas asociadas con parasitismo fueron neumonía por

tremátodos de la familia Spirochiidae 4,76 (1/21), gastritis crónica ulcerativa por

tremátodos de la familia Spirochiidae 4,76 (1/21) y hepatitis severa por tremátodos

de la familia Spirochiidae 4,76 (1/21) (Anexo Fig. 5.) (Tabla 5.).

Otro tipo de lesiones que se encontraron en este estudio fueron hígado graso

23,81% (5/21), nefropatía por uratos 23,81% (5/21) (Anexo Fig. 13.), deshidratación severa 23,81% (5/21), glomerulonefritis crónica 4,76 (1/21),

insuficiencia renal crónica 4,76 (1/21), hepatoxicidad crónica 4,76 (1/21) y en otros

casos no se observaron lesiones 14,29% (3/21) (Tabla 5.).

Tabla 5. Lesiones histopatológicas encontradas en Quelonios.

0

5

10

15

20

25

Der

mat

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Gas

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par

asita

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Gas

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Sept

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Des

hidr

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No

se o

bser

van

lesi

ones

%

4.2.2. Lesiones encontradas en Ofidios.

En los 10 casos del suborden Ofidia, revisados por estudio histopatológico, se

encontraron en los órganos lesiones de tipo infeccioso de posible origen

49

Page 63: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

bacteriano como: dermatitis necrótica ulcerativa superficial 10% (1/10), estomatitis

ulcerativa 10% (1/10), enteritis necrótica mononuclear 10% (1/10), hepatitis

necrótica multifocal mononuclear 10% (1/10), neumonía granulomatosa 10%

(1/10) y septicemia 10% (1/10) (Tabla 6.).

Las lesiones morfológicas asociadas con la presencia de estructuras parasitarias

fueron neumonías por protozoarios (Toxoplasma spp.) 20% (2/10) y neumonías

por nematodos (Filaroides spp.) 10% (1/10) (Anexo Fig. 6.), enteritis por

nemátodos del orden Spirurida (Dracunculus spp.)10% (1/10) (Anexo Fig. 7.), enteritis por nemátodos del orden Spirurida (Hastospiculum spp.)10% (1/10)

(Anexo Fig. 8.) y enteritis por Trematodos 10% (1/10) (Anexo Fig. 9.) (Tabla 6.).

Otras lesiones encontradas fueron hígado graso 10% (1/10), deshidratación

severa 10% (1/10), tejidos autolizados 10% (1/10), y en otros casos no se

observaron lesiones en los tejidos enviados 30% (3/10) (Tabla 6.).

50

Page 64: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Tabla 6. Lesiones histopatológicas encontradas en ofidios

0

5

10

15

20

25

30

Der

mat

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Ente

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par

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van

lesi

ones

%

4.2.3. Lesiones encontradas en Saurios.

En los 9 casos del suborden Sauria, revisados por estudio histopatológico, se

encontraron en los órganos lesiones de posible origen bacteriano como: enteritis

mononuclear 11,11% (1/9), perihepatitis con infiltrados polimorfonucleares 11,11%

(1/9), hepatitis necrótica multifocal mononuclear 11,11 (1/9), nefritis intersticial

mononuclear 11,11% (1/9), esplenitis necrótica 11,11% (1/9) y septicemia 22,22%

(2/9) (Tabla 7.).

Dentro de las lesiones con estructuras parasitarias encontradas están neumonía

por nematodos probablemente Filaroides spp. con el 11,11% (1/9) (Anexo Fig.

51

Page 65: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

10.) y enteritis necrótica por nematodos gastrointestinales con el 11,11% (1/9)

(Anexo Fig. 11.) (Tabla 7.).

Otras lesiones encontradas fueron hígado graso 22,22% (2/9) (Anexo Fig. 12.), anemia 11,11 % (1/9), tejidos autolizados 22,22% (2/9) y tejidos sin lesiones

histopatológicas 11,11% (1/9) (Tabla 7.).

Tabla 7. Lesiones histopatológicas encontradas en Saurios

0

5

10

15

20

Ente

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MN

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utol

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os

No

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bser

van

lesi

ones

%

4.2.4. Lesiones encontradas en Crocodilianos.

En los 6 casos del orden Crocodilia, revisados por estudio histopatológico, se

encontraron en los órganos lesiones de posible origen bacteriano como: dermatitis

necrótica ulcerativa superficial 16,67% (1/6), estomatitis ulcerativa 16,67% (1/6),

gastritis necrótica ulcerativa mononuclear 16,67% (1/6) enteritis bacteriana 16,67%

52

Page 66: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

(1/6), esplenitis granulomatosa 16,67% (1/6), neumonía granulomatosa 16,67%

(1/6), neumonía intersticial mononuclear 16,67% (1/6), hepatitis granulomatosa

16,67% (1/6) (Anexo Fig. 2.), hepatitis necrótica multifocal mononuclear 16,67%

(1/6), nefritis necrótica multifocal 16,67% (1/6), nefritis intersticial mononuclear

33,33% (2/6) y septicemia 16,67% (1/6) (Tabla 8.).

Otras lesiones de diferente origen encontradas fueron hígado graso 50% (3/6),

nefropatía por uratos 33,33% (2/6) y congestión con hemorragia pulmonar 16,67%

(1/6) (Tabla 8.).

Tabla 8. Lesiones histopatológicas encontradas en Crocodilianos

0

10

20

30

40

50

Dermatitis ne

crótica 

Estom

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Gas

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N

Sep

ticem

ia

%

53

Page 67: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

5. DISCUSIÓN.

Los reptiles han sobrevivido en la tierra por millones de años, son animales que

conservan unas diferencias muy marcadas con las aves y los mamíferos, debido a

sus múltiples adaptaciones evolutivas están en casi todos los hábitats, como

desiertos, montañas, y selvas tropicales. Son animales ectotérmicos, debido a

esto sus requerimientos energéticos son muy bajos, y tienen un porcentaje muy

alto en la conversión del alimento en tejidos corporales.

El papel que cumple un zoológico es muy importante para los animales en

cautiverio, por que es un medio educativo para la veterinaria, ya que nos da la

oportunidad de conocer en parte el comportamiento, como reaccionan en un

ambiente diferente al natural, el manejo físico, y algunas de las patologías que

presentan los animales en cautiverio; de esta forma podemos tomar medidas

profilácticas para el bienestar de estas especies cautivas, ofreciéndoles un mejor

futuro.

Según los datos obtenidos entre los cuatro grupos estudiados de reptiles como

Quelonios, Ofidios, Saurios, y Crocodilianos, en este estudio se estableció y se

clasifico como causas de muerte más frecuentes las patologías de origen

bacteriano 77,14% (27/35), de origen parasitario 8,57% (3/35) y otras lesiones

encontradas cuyos agentes etiológicos pueden ser diversos 14,28% (5/35).

5.1. ENFERMEDADES BACTERIANAS. Las enfermedades bacterianas son muy comunes en reptiles en cautiverio y son

producidas principalmente por bacterias Gram-negativas que en su gran mayoría

son habitantes normales de la piel, las mucosas y del sistema gastrointestinal.

54

Page 68: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Generalmente las bacterias son patógenos secundarios a agentes infecciosos

como virus, hongos y parásitos externos e internos y pueden ser oportunistas

debido a factores externos como inadecuada temperatura, humedad, poca

ventilación, malas condiciones del sustrato o piso, fallas nutricionales, traumas,

estrés crónico, inmunosupresión y aguas contaminadas (Davies, 1981; Paré,

2006).

Las causas de muerte en este estudio se debieron en su gran mayoría a posibles

infecciones bacterianas con un 77,14% (27/35), según las lesiones observadas al

microscopio.

La septicemia se establece como una de las causas de muerte más frecuentes en

los reptiles estudiados, y estaba asociada a lesiones de posible origen bacteriano

en pulmón, hígado, piel, bazo, estómago, intestino y riñón. La literatura reporta a

bacterias Gram-negativas, como Aeromonas spp., Pseudomonas spp. Salmonella

spp., Neisseria spp. y Citrobacter freundii como las mas involucradas en

infecciones que pueden producir septicemia (Davies, 1981; Wallach, 1983;

Rosenthal, 1996; Mehler, 2003; Harkewicz, 2004).

Las hepatitis encontradas en este estudio de posible origen bacteriano, del tipo

granulomatoso, necrótico multifocal mononuclear y abscedativo fueron muy

frecuentes con un 34,28% (12/35), en donde los Quelonios presentaron mayor

porcentaje con un 33,33% (7/21), Saurios en un 22,22% (2/9), Crocodilianos en un

33,33% (2/6) y Ofidios en un 10% (1/10). Además, estaban asociadas con otras

lesiones de posible origen bacteriano en estómago, intestino, bazo, pulmón, piel y

riñón. La literatura consultada reporta a la Salmonella spp., como parte de la

microflora intestinal normal de los reptiles, pero es considerada una bacteria

patógena oportunista secundaria. Los animales afectados generalmente no

muestran signos clínicos, pero pueden presentar anorexia, regurgitación

sanguinolenta, letargia, dermatitis vesicular, abscesos subcutáneos, estomatitis

55

Page 69: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

necrótica, diarrea, neumonía y muerte súbita. En las necropsias se observan

granulomas en múltiples órganos y microscópicamente neumonía fibrinosa o

fibrinopurulenta, hepatitis necrótica multifocal, esplenitis necrótica multifocal,

meningitis supurativa, acompañadas de linfadenitis intestinal necrótica,

gastroenteritis necrótica ulcerativa hemorrágica, donde la mucosa gástrica se

encuentra atrofiada, también colitis catarral y septicemia. (Davies, 1981;

Rosenthal, 1996; Cambre, 2001; Garner, 2005; Mitchell y colaboradores, 2005;

Holz, 2007). Otras bacterias como Aeromona spp. (Holz, 2007) y Citrobacter

freundii, también están asociadas a lesiones necróticas multifocales en el hígado

(Wallach, 1983; Rossi, 1996; Harkewicz, 2004). Esto nos lleva a pensar que

alguna de las anteriores bacterias, en especial la Salmonella spp, pudo estar

relacionada con las lesiones de estos órganos, en especial en el hígado, llevando

a los animales a septicemia y posterior muerte.

Las neumonías encontradas en este estudio, de tipo abscedativo, granulomatoso

e intersticial mononuclear con un 25,71% (9/35), de posible origen bacteriano

fueron muy importantes, en donde los Quelonios presentaron más problemas

respiratorios con un 28,57% (6/21), Crocodilianos con el 33,33% (2/6) y Ofidios

con el 10% (1/10). Además, los casos de neumonías presentaban otras lesiones

de posible origen bacteriano en órganos como piel, hígado, bazo, riñón, tracto

gastrointestinal. También en las neumonías se encontraron estructuras

parasitarias como coccidias en el pulmón y trematodos en el intestino delgado.

Debido a lo hallado en el estudio, podemos decir, que las neumonías bacterianas

se pudieron originar por una infección primaria oportunista o por una infección

bacteriana secundaria, seguida de septicemia y muerte.

Las enfermedades respiratorias son reportadas como una de las principales

causas de morbilidad y mortalidad en reptiles en cautiverio (Schumacher, 2003),

debido a que estos animales están sometidos a condiciones ambientales

diferentes a las naturales y a factores externos que predisponen a estas

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Page 70: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

patologías. Además, anatómicamente son diferentes a los mamíferos, ya que la

mayoría de los reptiles carecen de un diafragma funcional y de un sistema

bronquiociliar (O´Malley, 2005), por lo que no tienen gran habilidad para toser

eficazmente y expeler secreciones, exudados contaminados o cuerpos extraños

de los pulmones, contribuyendo a incrementar la infección bacteriana en el tracto

respiratorio, produciendo así neumonías piogranulomatosas (Boyer, 1996;

Matushima, 1999), siendo los Quelonios y los Ofidios los más susceptibles en los

reptiles (Schumacher, 2003). La literatura reporta las enfermedades respiratorias

originadas en su gran mayoría por bacterias Gram-negativas, donde las mas

patógenas que han sido aisladas son Aeromonas spp., Pseudomonas spp.,

Salmonella spp., Klebsiella spp., Proteus spp., Pasteurella spp., aunque también

han sido halladas en reptiles sanos (Pérez, 2000, Schumacher, 2003); otras

bacterias Gram-negativas aisladas, son Escherichia coli, Providencia rettgeri, y

bacterias Gram-positivas como Streptococcus spp., y Staphylococcus spp.

(Wallach, 1983; Pérez, 2000); también bacteroides como Peptostreptococcus spp.,

Fusobacterium spp., y Clostridium spp., o bacterias atípicas como Micoplasma

spp., Chlamydia spp., y Mycobacteria spp. (Wallach, 1983; Pérez, 2000; Driggers,

2000; Schumacher, 2003). En las neumonías bacterianas de Quelonios se han

aislado bacterias Gram-negativas como Acinetobacter calcoaceticus, Morganella

morganii, Pseudomonas spp. y Serratia marcescens; En Ofidios las bacterias

Gram-negativas aisladas en neumonías han sido Pseudomonas spp.,

Acinetobacter spp., Aeromonas spp., Citrobacter spp., Enterobacter spp.,

Flavobacter spp., Klebsiella spp., Proteus spp., Serratia spp. y Providencia spp.

(Jacobson, 2007).

Las gastroenteritis de posible origen bacteriano del tipo necrótico, ulcerativo,

atrófico y mononuclear se encontraron en este estudio en un 17,14% (6/35) de los

reptiles, en Quelonios en un 9,52% (2/21), en Crocodilianos en un 33,33% (2/6),

en Ofidios en un 10% (1/10) y en Saurios en un 11,11% (1/9). Además, estaban

asociadas con lesiones de origen bacteriano en órganos como hígado, bazo,

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Page 71: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

pulmón y riñón. La literatura reporta como el principal patógeno involucrado en

infecciones gastrointestinales de tipo bacteriano a la Salmonella spp, (Davies,

1981; Rosenthal, 1996; Cambre, 2001; Mitchell y colaboradores, 2005); sin

embargo, se han encontrado en el tracto digestivo bacterias Gram-negativas como

Escherichia coli, Klebsiella spp., Enterococcus spp., Pseudomonas spp., Serratia

spp., Proteus spp., Citrobacter spp., Alcaligenes spp. y Pasteurella spp., además

se han reportado casos de enteritis con bacterias Gram-positivas como

Clostridium spp., Corynebacterium spp., Streptococcus spp., Staphylococcus spp.

y bacterias atípicas como Mycobacterias spp. (Mitchell y colaboradores, 2005).

Las lesiones descritas en la literatura son muy similares a las encontradas en este

estudio; de igual manera se encontraron estructuras parasitarias con lesiones

como enteritis necrótica, que muchas veces predisponen a infecciones bacterianas

secundarias, septicemia y muerte.

Las dermatitis necróticas ulcerativas se encontraron en este estudio en un 8,57%

(3/35), afectando a una tortuga icotea (Trachemys spp.), a una babilla (Crocodylus

fuscus) y a una boa constrictora (Boa constrictor), de los cuales dos especies

presentaron septicemia. Además, junto a estas dermatitis, se observaron lesiones

como hígado graso, neumonía intersticial mononuclear y enteritis atrófica

mononuclear. La enfermedad ulcerativa cutánea septicémica (SCUD) es producida

por bacterias como Citrobacter freundii, Serratia spp. y Aeromona hydrophila

(Wallach, 1983; Rossi, 1996; Harkewicz, 2004). Los animales se infectan cuando

sufren alguna abrasión en la piel y estas lesiones adquiridas pueden producir

complicaciones secundarias como septicemia. Los Quelonios son reportados

como los más susceptibles a esta infección, (Wallach, 1983; Rossi, 1996).

Microscópicamente se ven múltiples focos necróticos en el parénquima de los

órganos (Wallach, 1983). También se han aislado otras bacterias como

Edwarsiella spp., Enterobacer spp., Escherichia coli, Klebsiella spp., Micrococcus

spp. y Pseudomona spp. en dermatitis necróticas severas en serpientes (Rossi,

1996). Observamos que estas lesiones afectaron a Ofidios, Crocodilianos y

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Page 72: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Quelonios estudiados, donde encontramos concordancia con la literatura en donde

dice que las lesiones en la piel pueden llevar a los animales a septicemia y

muerte.

Los reptiles son afectados frecuentemente por estomatitis ulcerativas de origen

bacteriano, pero en este estudio solo se observo en un 5,71% (2/35) en una

babilla (Crocodylus fuscus) y en una boa constrictora (Boa constrictor). Además,

se encontró asociada con hígado graso, lo que nos indica que la causa de la

muerte fue de origen bacteriano, afectada también por la inanición prolongada,

debido a estas lesiones en la cavidad oral que impiden que los animales se

alimenten. En los casos de las lesiones de la cavidad oral encontradas en el

estudio, la literatura reporta en Crocodilianos a bacterias como Aeromona spp.,

Pseudomona spp. y Serratia spp., como habitantes normales de la cavidad oral y

pueden estar relacionadas con estomatitis bacteriana; sin embargo, se han aislado

en algunos cultivos bacterianos positivos de abscesos, Bacteroides spp. En el

caso de los Ofidios se ha reportado aislamientos de bacterias como Aeromona

hydrophila, Escherichia coli, Pseudomona spp., Salmonella spp., Providencia spp.,

Klebsiella spp. y Proteus spp., hallados en el agua, en la cavidad oral de

serpientes sanas y con estomatitis clínica, dificultando así la interpretación de un

diagnóstico (Mehler, 2003). Otras bacterias de la flora normal bacteriana son:

Klebsiella spp., Edwarsiella spp., Streptococcus spp., Alcaligenes spp.,

Pasteurella., Citrobacter diversus. y Mycobacterium spp., que son bacterias

oportunistas al ser afectada la piel o la cavidad oral por factores externos como

trauma, alimentación forzada, mala nutrición con deficiencias de Calcio y de

vitaminas A y C, entre otras. Estas predisponen a que las bacterias mencionadas

produzcan estomatitis ulcerativa, que al no ser tratada oportunamente, puede

resultar en muerte por complicaciones secundarias como neumonías bacterianas,

septicemia e inanición (Wallach, 1983; Lightfoot, 1999; Mehler, 2003; Mitchell y

colaboradores, 2005).

59

Page 73: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

5.2. ENFERMEDADES PARASITARIAS. Los parásitos que se encontraron en los reptiles en este estudio fueron

nemátodos, en pulmón y en intestino delgado en un 11,42% (4/35), protozoarios

como las coccidias en pulmón en un 5,71% (2/35) y tremátodos en intestino

delgado, estómago e hígado 5,71% (2/35).

5.2.1. Nemátodos. Se observaron estructuras parasitarias en el pulmón, probablemente Filaroides

spp. en Ofidios (Lampropeltis triangulum) y en Saurios (Iguana iguana). Los

parásitos producen estrés e inmunosupresión que hacen que agentes de tipo

infeccioso como las bacterias, hongos y virus proliferen en el organismo y puedan

causar la muerte.

Los Filaroides spp. adultos se pueden encontrar fuera del intestino como en

pulmón, sistema circulatorio y áreas subcutáneas. Los géneros mas importantes

son Oswaldofilaria spp., Foleyella spp., Macdonaldius spp. (Jacobson, 2007),

Befilaria spp., Conofilaria spp., Piratuba spp., Piratuboides spp., Solafilaria spp.,

Cardianema spp., Pseudothamugadia spp., Madathamugadia spp., Thamugadia

spp. y Saurocitus spp. Las larvas pueden migrar dentro del organismo y causar

edemas, trombosis, aneurismas y muerte (Lane y colaboradores, 1996; Orós y

colaboradores 2001).

En el presente estudio se observo en el intestino delgado de una boa constrictora

(Boa constrictor), nemátodos del orden Spirurida como el Hastospiculum spp. y el

Dracunculus spp., del cual la literatura reporta su localización en pústulas de la

superficie corporal (Jacobson, 2007). Estos parásitos se encontraron con lesiones

como enteritis necrótica mononuclear y hepatitis necrótica multifocal mononuclear,

lo que nos indica que la causa de muerte es de origen bacteriano, probablemente

por Salmonella spp.

60

Page 74: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

La literatura reporta a nemátodos del orden Spirurida, como parásitos de un

amplio grupo de hospedadores, localizados en diferentes sitios anatómicos

(Eberhard, 2004). Los estados adultos del Hastospiculum spp. que generalmente

viven en el pulmón de algunos reptiles, donde depositan sus huevos, que al toser

pasan a la vía digestiva expulsándolos en las heces. En serpientes se han hallado

en granulomas de la submucosa del esófago y en la superficie pleural del pulmón

(Jacobson, 2007).

También se halló en el intestino delgado de una iguana verde (Iguana iguana) una

enteritis necrótica producida por nematodos gastrointestinales, asociado a otras

lesiones como enteritis mononuclear. Los nemátodos de la familia Ascaridae con

especies como el Ophidascaris spp., el Polydelphis spp. y la Hexametra spp.,

afectan mas a serpientes y lagartos, los cuales pueden causar lesiones en la

mucosa gastrointestinal o migrar en formas larvarias hacia otros sitios como la

tráquea y el pulmón, produciendo abscesos, ulceras y granulomas (Mitchell y

colaboradores, 2005; Jacobson, 2007), que van a ser colonizadas principalmente

por bacterias Gram-negativas.

5.2.2. Protozoarios. En este estudio se observaron estructuras parasitarias posiblemente por

Toxoplasma spp en una Anaconda (Eunectes murinus) y en una serpiente

guardacaminos juvenil (Matigodries pleii), en donde esta ultima presentaba

neumonía granulomatosa bacteriana y enteritis por tremátodos, lo cual nos indica

que el Toxoplasma spp., pudo servir como puerta de entrada a bacterias como

Aeromonas spp., Pseudomonas spp., Salmonella spp., Klebsiella spp., Proteus

spp., y Pasteurella spp. (Murray, 1996; Schumacher, 2003), que desencadenaron

en el problema pulmonar, septicemia y muerte.

En la literatura investigada hay pocos reportes de Toxoplasmosis; solo se cita el

Toxoplasma gondii afectando a tortugas y lagartos. Aunque algunos autores

61

Page 75: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

dudan de la presencia de este parásito en reptiles (Keymer, 1981), es probable

que en reptiles carnívoros puedan transmitirse por la alimentación de presas como

los roedores, o también en especies que llegan infestadas de parásitos de otros

sitios. Las coccidias mas importantes reportadas en la literatura son Eimeria spp.,

Isospora spp., Caryospora spp. y Sarcocystis spp., que en infestaciones

moderadas producen signos como anorexia, diarrea y en casos severos

desórdenes digestivos como regurgitación, deshidratación, enteritis hemorrágica

con congestión e inflamación del intestino delgado y septicemia por la infección

bacteriana secundaria. Microscópicamente hay inflamación del sistema biliar,

ulceración de la mucosa intestinal, fibrosis renal y oocistos en el contenido de la

vesícula biliar e intestinal. Otras coccidias como la Apicomplexa spp., producen

anorexia, letargia, anemia y degeneración multifocal del epitelio tubular renal. La

Klossiella boae puede obstruir y causar daños menores en los conductos

colectores del riñón y el uréter (Lane y colaboradores, 1996; Lightfoot, 1999;

Zwart, 2006). Otros protozoarios flagelados como Giardias spp, Trichomonas spp.

y Leptomonas spp., pueden causar signos clínicos como anorexia y pérdida de

peso, produciendo enfermedad cuando se asocian con otro parásito u organismo

patógeno como bacterias Gram-negativas (Pseudomonas spp. y Aeromonas spp.),

produciendo lesiones en diferentes órganos, septicemia y muerte (Lane y

colaboradores, 1996; Rosenthal, 1996; Mitchell y colaboradores, 2005).

5.2.3. Tremátodos. Los reptiles sirven de huéspedes intermediarios o definitivos de los tremátodos.

Algunos géneros del orden Digenea se encuentran comúnmente en la cavidad

oral, el sistema pulmonar y arriba del esófago en las serpientes. Los estados

adultos migran por la cavidad oral a la glotis y de ahí al pulmón y los sacos aéreos,

allí los adultos necrosan el epitelio produciendo lesiones focales, en donde han

sido asociados con neumonía bacteriana secundaria por Gram-negativos. El

Styphilodora spp, habita en el sistema urinario en los túbulos colectores y el uréter,

62

Page 76: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

causa lesiones como dilatación tubular y nefritis intersticial crónica. Generalmente

afecta a serpientes, pero su importancia clínica es mínima (Jacobson, 2007).

Los tremátodos de la familia Spirochiidae, afectan mas que todo al sistema

circulatorio como vasos grandes y el corazón de Quelonios; microscópicamente se

puede ver hiperplasia focal en el endotelio, los huevos pueden estar rodeados de

tejido conectivo fibroso, con respuesta inflamatoria de moderada a severa y como

están en los vasos sanguíneos migran y se localizan en diferentes partes del

cuerpo, en donde causan una respuesta inflamatoria granulomatosa severa en

muchos órganos como el cerebro, corazón, hígado, riñón, pulmón, bazo, vejiga

urinaria, glándulas salinas, en el caparazón y lesiones en la mucosa y submucosa

gastrointestinal.. En tortugas puede haber edema en los miembros por oclusión de

los vasos sanguíneos. Puede causar infección bacteriana por Gram-negativos

(Jacobson, 2007).

Otros géneros que afectan a los reptiles son: Pneumatophilus spp., Odhneriotrema

spp., Lechriochys spp., Aeugochis spp., Spirorchus spp., Henotosoma spp.,

Unicaecum spp., Vasotrema spp. y Hapalorhynchus spp.; éstos pueden causar

lesiones como dermatitis necrótica y ocasionalmente en las vías respiratorias

bajas y en la cavidad oral, donde pueden producir úlceras y ser puerta de entrada

de bacterias, produciendo infecciones secundarias en pulmón, vejiga urinaria y

nariz; también se han visto en faringe, esófago, tráquea, intestino, hígado, sistema

circulatorio y riñón. Microscópicamente, en el riñón se ven los túbulos deformados,

con restos de tremátodos, mineralización, hiperplasia del epitelio tubular y nefritis

intersticial crónica. Los huevos pueden quedar atrapados y obstruir los vasos

terminales, causando necrosis isquémica en órganos viscerales o en los miembros

periféricos (Wallach, 1983; Lane y colaboradores, 1996; Harkewicz, 2004; Mitchell

y colaboradores, 2005).

63

Page 77: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

En el presente estudio se observo en tortugas icoteas (Trachemys spp.), huevos

de parásitos pertenecientes a la familia Spirorchiidae, produciendo lesiones de

posible origen bacteriano como gastritis, neumonía y hepatitis, también severa

deshidratación. Esto nos indica que bacterias Gram-negativas como Salmonella

spp., Aeromonas spp. y Citrobacter spp., pudieron ser determinantes en la causa

de muerte de estos animales.

En los ofidios se observaron parásitos del grupo de los tremátodos, en el intestino

delgado de una serpiente guardacaminos (Matigodries pleii), junto a una neumonía

de origen bacteriano.

5.3. ENFERMEDADES NUTRICIONALES. Las enfermedades de origen nutricional, sea carencial o de excesos, son de

escasa presentación en reptiles, pero de gran importancia en su morbimortalidad

(Kaneene, 1985; Donogue, 1999; Brown, 2002).

En este estudio el cambio graso hepático fue una de las lesiones mas observadas

en los reptiles con 34,28% (12/35). En Quelonios se observó en un 23,80% (5/21),

en Ofidios en un 20% (2/10), en Saurios en un 22,22% (2/9) y en Crocodilianos en

un 50% (3/6). Esta se encontró asociada con lesiones de posible origen bacteriano

en órganos como pulmón, hígado, piel, intestino, riñón y cavidad oral, junto con

septicemia. Encontramos en la literatura, que el hígado graso puede ser un

indicativo en animales con periodos de ayuno prolongado, alimentación en

diferentes horas del día, temperaturas inadecuadas o secundario a lesiones como

estomatitis, gastroenteritis y neumonías de origen infeccioso o parasitario (Frye,

1991; Simpson, 2006). Coincidimos en afirmar que en algunos de los casos de

nuestro estudio, la inanición fue secundaria a infecciones de origen bacteriano

encontradas en diferentes órganos, siendo esta la causa de la muerte en los

reptiles, al contrario de otros casos, que no presentaron lesiones de tipo infeccioso

64

Page 78: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

o parasitario, lo que nos puede indicar que la muerte fue por problemas del

entorno o de la alimentación.

La nefropatía por uratos fue una de las lesiones de origen nutricional, que más se

observaron en este estudio de reptiles con un 20% (7/35). En Quelonios se

presentó en un 23,81% (5/21) asociada a deshidratación en un 14,28% (3/21) y

en. Crocodilianos se observó en un 33,33% (2/6). La literatura reporta que la

deshidratación es un factor importante y predisponente de esta lesión renal, junto

a dietas altas en proteína y deficiencia de agua, se produce un exceso de ácido

úrico (hiperuricemia), cristalizándose y formando precipitados insolubles que van a

depositarse en articulaciones y órganos viscerales como el riñón (Orós, 1998;

Donogue, 1999; O´Malley, 2005). Junto a esta lesión se observo en algunos casos

cambio graso hepático y otras lesiones de tipo bacteriano en riñón, tracto

gastrointestinal, hígado, bazo, pulmón, acompañados en la mayoría de los casos

por septicemia, lo que nos indica que la causa de muerte de estos animales se

deba mas a problemas de tipo infeccioso bacteriano que a estas lesiones de los

túbulos renales.

Aunque la literatura reporta patologías de origen viral de las familias

Herpesviridae, Iridoviridae, Adenoviridae, Retroviridae, Paramyxoviridae y

Poxviridae (Schumacher, 1996), en el presente estudio no se evidenciaron

lesiones compatibles con estos agentes, tampoco se registraron lesiones de

origen micótico, de los cuales los mas comunes en reptiles son Aspergillus spp.,

Mucor spp., Candida spp., Geotrichum spp. y Penicillum spp (Davies, 1981;

Wallach, 1983; Schumacher, 2003; Zwart, 2006). Fusarium spp., Chrysosporium

spp. (Rossi, 1996; Schumacher, 2003), Paecilomyces spp., Basidobolus spp.,

Chromomyces spp., Microsporum spp, Oospora spp., Cladosporium spp.,

Rhizopus spp., Penicillium spp., Beauveria spp., Prototheca spp, Saprolegnia spp,

Trichoderma spp., Trichophyton spp., Trichosporon spp. y Cryptococcus spp.,

(Rossi, 1996; Mehler, 2003; Schumacher, 2003).

65

Page 79: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.

Las principales causas de mortalidad en los reptiles del zoológico Jaime Duque,

fueron de posible origen bacteriano, presentándose principalmente lesiones en el

hígado, pulmón y tracto gastrointestinal, que en la gran mayoría de casos termino

en septicemia.

Dentro de los hallazgos parasitarios, en el grupo de los Quelonios y los

Escamosos (serpientes y saurios), fue más evidente la presencia de parásitos en

pulmón y en el tracto gastrointestinal, asociados con lesiones de posible origen

bacteriano; por eso es importante estudiar los parásitos en estas especies para

clasificarlos, tipificarlos y así establecer programas de control en el zoológico y en

otros zooparques y zoocriaderos.

Debido a la presencia de parásitos en este estudio, como nemátodos, protozoarios

y tremátodos, se sugiere que en los reptiles se debe hacer exámenes

coprólogicos, para establecer qué parásitos tienen los reptiles de la colección y

tomar los respectivos correctivos profilácticos, evitando complicaciones

secundarias que puedan afectar la salud e inclusive la muerte de los animales.

Es importante hacer las necropsias de los animales entre las primeras seis horas,

ya que esto permite recoger y fijar los tejidos antes de que se autolicen, aún más

en animales como los reptiles, que están expuestos a temperaturas superiores a

las del medio ambiente del zoológico.

Es recomendable mejorar las historias de necropsia, especificando y enviando

siempre las muestras de los órganos que posiblemente estén afectados, o que

66

Page 80: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

puedan aportar algo al diagnóstico final, ya que en algunos casos estudiados, las

muestras reportadas no correspondían a lo descrito en la historia de necropsia.

El diagnóstico histopatológico es una herramienta muy sensible, en la ayuda de

los casos enviados, pero no siempre arroja un diagnóstico definitivo; por eso es

recomendable para futuros casos fomentar la toma de muestras como tejidos,

materia fecal, fluidos, etc., para estudios microbiológicos, parasitológicos, y otros

exámenes específicos, que ayuden a orientar el diagnóstico final, en los animales

vivos o en los envíos de muestras de necropsia, para así poder identificar o

acercarnos al origen de las diferentes patologías y tomar decisiones acertadas en

los tratamientos médicos, o en las correcciones del entorno donde están los

animales de colección, en donde puede estar el mayor problema.

Es necesario que en los casos donde la historia clínica y en la necropsia se

encuentren signos y lesiones que nos indiquen posibles agentes infecciosos como

bacterias y hongos, se solicite en el estudio hitopatológico coloraciones

diferenciales para lograr establecer un diagnóstico mas exacto.

Se recomienda estudiar los factores de riesgo, o factores predisponentes, que

hacen que el medio ambiente donde están los reptiles sea propicio para el

desarrollo de enfermedades por agentes infecciosos oportunistas.

Tratar de implementar una correcta y balanceada alimentación, e igualmente una

disposición de agua en los animales cautivos, ya que posiblemente esto

predispone a causar algunas de las lesiones encontradas en este estudio, que

junto al estrés, pudieron estar asociadas a la muerte,

Los animales exóticos, al ser cambiados de su ambiente natural al cautiverio,

tienden a estresarse y a ser predisponentes a agentes infecciosos que pueden

producir enfermedades, por eso es necesario implementar aún mas los métodos

67

Page 81: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

de observación, para estar pendientes en los cambios de comportamiento y

posturas que nos puedan dar un indicio de algunos problemas que puedan estar

presentando estos animales cautivos.

Las condiciones físicas del encierro como las paredes, las rocas, el sustrato, las

ramas, la calidad del agua, la temperatura y la humedad adecuada, son muy

importantes en los reptiles, siendo fundamental revisar los encierros como modo

preventivo, ya que es muy importante para la salud y el bienestar de los animales.

Es necesario reforzar o si hay algunas falencias tratar de corregirlas, para así,

tener una mejor expectativa de vida en los animales en cautiverio.

Los reptiles tienen muchos habitantes normales, entre los que están bacterias

como las salmonellas, y protozoarios como Cryptosporidium spp., que son

zoonóticas y pueden producir complicaciones serias en humanos; por eso es

mejor seguir implementando, programas de manejo y charlas de orientación, sobre

todo al personal, como a los alimentadores o practicantes del zoológico que están

en contacto con los animales, de igual manera a las personas que tienen

mascotas exóticas en sus viviendas o a las que visitan los zoológicos como

institución educativa o recreativa.

68

Page 82: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

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Page 91: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

8. ANEXOS

Figura 1. Necrosis hepática en una tortuga icotea (Trachemys scripta spp.). H&E.

100x

Figura 2. Neumonía granulomatosa en una tortuga icotea (Trachemys scripta

spp.). H&E 100x.

78

Page 92: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Figura 3. Neumonía abscedativa en una tortuga icotea (Trachemys scripta spp.).

H&E 100x.

Figura 4. Huevos de Spirorchis spp., en hígado de una tortuga icotea (Trachemys

scripta spp.). H&E 400x.

79

Page 93: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Figura 5. Filaroides spp., en pulmón de una falsa coral (Lampropeltis triangulum).

H&E 400x.

Figura 6. Dracunculus spp., en intestino delgado de una boa constrictora (Boa

constrictor). H&E 100x.

80

Page 94: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Figura 7. Hastospiculum spp., en la luz del intetino delgado de una boa

constrictora (Boa constrictor). H&E 100x.

Figura 8. Tremátodo en la serosa del intestino delgado de una serpiente

guardacaminos (Matigodries pleii). H&E 400x.

81

Page 95: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Figura 9. Filaroides spp., en el pulmón de una iguana verde (Iguana iguana). H&E

400x.

Figura 10. Nematodo gastrointestinal en una iguana verde (Iguana iguana). H&E

50x

82

Page 96: Estudio patológico retrospectivo de mortalidad en reptiles

Figura 11. Cambio graso en el hígado de una iguana verde (Iguana iguana). H&E

100x.

Figura 12. Uratos en túbulo renal de una tortuga icotea (Trachemys scripta spp.).

H&E 100x.

83