es posible un debate serio sobre la mineria
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¿ES POSIBLE UN DEBATE SERIO SOBRE LA MINERÍA? Por Fernando Romero Bolaños
Publicado por lalineadefuego el enero 3, 2012.
Diario La Primera, Peru. www.diariolaprimeraperu.com
El debate sobre las implicancias ambientales y sociales de la minería recorre América
Latina. No solo en Perú se utilizan argumentos que no ayudan a que esta ineludible
discusión alcance el nivel de seriedad y de consistencia técnica para que dejemos los
lugares comunes y las asociaciones simplificadas.
Recientemente en el Ecuador, el presidente Rafael Correa ha coincidido con el nuestro en
hacer suyo el lema “agua y oro”, defendiendo la minería aurífera y un gran proyecto
cuprífero en la provincia de Morona Santiago.
En su alocución, Correa no ofrece argumentos consistentes. Caricaturiza a los detractores y
establece una relación causal entre minería y eliminación de la pobreza; relación más
polémica que la que sostienen quienes creen que en ninguna circunstancia la minería
colabora a crear bienestar.
La calificación de “inteligentes” que hace Correa a quienes optan por la minería y la
afirmación que países como Japón quisieran tener la riqueza natural que tiene el Ecuador,
difícilmente serán argumento suficiente para convencer a un importante sector de ese país
crítico a la actividad extractiva, particularmente al Pueblo Shuar, que habita en esa
provincia ecuatoriana.
Y es que Ecuador es justamente un país en el que se hacen visibles las consecuencias que
trae ser, prácticamente, país monoexportador de petróleo. La manera como se utilizó la
renta petrolera, en vez de animar su diversificación económica, lo hizo un país
“petróleodependiente”. Peor aún, la forma como se realizaron los proyectos produjo serios
daños ambientales, como es el emblemático caso en la provincia de Sucumbíos, donde la
empresa Chevrón vertió lodos tóxicos durante cerca de 30 años, motivo por el cual, esta
empresa está obligada, hasta el momento, a pagar 18.000 millones de dólares en daños.
Los defensores de Correa sostienen que existe una nueva legislación que establece altos
estándares ambientales y determina una distribución de los beneficios favorable para el
Ecuador.
Sin embargo, la entronización de la minería como la opción económica de un país y la
fuente de recursos para los gobiernos futuros, tarde o temprano, puede llevar a que esta
actividad sea permitida a costa de la gente y de la naturaleza.
Para que esto no suceda la discusión en nuestros países tendría que ocuparse, entre otros
temas, de responder cómo hacer para que la renta extractiva sirva para diversificar nuestra
economía, así como definir los criterios con los cuales establecer si una zona es o no apta
para la realización de actividades mineras.