¿es la inocuidad de los alimentos una realidad actual en amÉrica latina?
DESCRIPTION
Ensayo corto que expone la importancia de tomar la inocuidad alimentaria como una necesidad.TRANSCRIPT
Paula Romero
Ingeniería de Alimentos
¿ES LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS UNA REALIDAD ACTUAL EN AMERICA
LATINA?
Así como los animales y las plantas, la humanidad también depende de una serie de
factores y condiciones para la sobrevivencia, sin embargo de todos aquellos
requerimientos se puede afirmar que el más importante es la alimentación, ya que debido
a esta se cumple con cada una de las etapas y procesos que hacen posible la vida.
Según la Resolución 2674 de 2013, en Colombia un alimento es “todo producto natural o
artificial, elaborado o no, que ingerido aporta al organismo humano los nutrientes y la
energía necesaria para el desarrollo de los procesos biológicos”, adicionalmente y de
acuerdo con la implementación de políticas internacionales para el aseguramiento de la
calidad, se incluye y adapta en la legislación de cada país el termino inocuidad de
alimentos, que para nuestro caso en particular y según lo establece el Decreto 60 de 2002
se trata de la “garantía en cuanto a que los alimentos no causaran daño al consumidor
cuando se preparen y/o consuman”; sin embargo a pesar de los reglamentos y normativas
existentes que insisten en aplicar sistemas de seguridad y que se encuentran a nivel
internacional (tales como el CODEX Alimentarius e International Food Standard), ¿será
posible afirmar que la inocuidad de los alimentos es una realidad actual en América
latina?.
Pues bien, para responder a esta pregunta es necesario analizar la situación actual; un
estudio realizado por la FAO en el año 2013 que busca analizar el avance con respecto a
uno de los objetivos del milenio, nos muestra el “Panorama de la seguridad alimentaria y
nutrición en América latina y el Caribe”, desafortunadamente la disminución de la
seguridad alimentaria es directamente proporcional al nivel de pobreza del país, factor
que afecta principalmente a Honduras, Nicaragua, Bolivia, Guatemala, Paraguay y Brasil,
lo cual representa una falta de apoyo de los gobiernos, ya que estos mismos países
cuentan con la mayor disponibilidad de alimentos, sin embargo al presentar bajas tasas
de ingreso per capita se ve restringido el acceso a los mismos; adjunto a este problema
se suma la falta de información y concientización que posee la población en general, pues
en su afán de generar nuevas ideas de negocio respondiendo a la demanda de alimentos
a bajo costo y aprovechando la falta de control por parte de las entidades
correspondientes, fabrican alimentos que no cumplen con los estándares básicos
establecidos por las buenas prácticas de manufactura y que atentan directamente la salud
de los consumidores, uno de los ejemplos más importantes de esta situación para los
países de habla hispana es el trabajo informal o como popularmente se conoce comercio
callejero, el cual según Susana Veleda da Silva en su artículo Trabajo informal en
américa latina: el comercio callejero es un “sector de la economía que avanza muy fuerte
en los países capitalistas como Brasil, Perú, Bolivia, Venezuela y Colombia”.
Las instituciones internacionales más importantes relacionadas con la inocuidad de los
alimentos: FAO, OMS y CODEX Alimentarius, anunciaron en el año 2005 mediante un
comunicado de presa la unión para cumplir con el objetivo de Mejorar la inocuidad de los
alimentos en América Latina y el Caribe, para en primer lugar reducir las ETAS y
posteriormente promover las exportaciones en estos países, sin embargo se enfrentan a
un inconveniente: “no todos los países en la región han armonizado su legislación
alimentaria de forma completa con las normas del Codex Alimentarius”, por lo cual surgen
un tipo de debates que no han favorecido a ninguna de las partes y que por el contrario
dejan una brecha para la interpretación de lo que es inocuidad, generando así debilidad
en el marco de normatividad; por otro lado las instituciones de vigilancia correspondientes
a cada país (ministerios, organizaciones, entre otras) quienes deberían velar por la salud
de la población de forma imparcial, se ven envueltos en escándalos de corrupción en
donde desafortunadamente se cede con respecto a los incumplimientos de las
normatividades vigentes, dejando productos de condiciones desconocidas pertenecientes
a industrias nacionales como internacionales, ante la elección de los consumidores.
Como conclusión se puede establecer que aunque se trabaja actualmente para lograr
alcanzar los estándares de inocuidad en los alimentos, aún existen fallas que
desestabilizan el sistema y no nos permiten hablar de seguridad alimentaria, pues lograr
este objetivo es un trabajo mutuo entre consumidores, gobierno, industria y
organizaciones internacionales, resaltando que si alguno de estos pilares se quiebra se
pondrá en riesgo lo más importante para los países: la salud de nuestra consumidores.