epidemiologia mi parte

Upload: angel-nunez-del-prado-reinoso

Post on 13-Jan-2016

7 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

buena

TRANSCRIPT

MARCO TERICO REFERENCIALAntecedentes Histricos El consumo de las drogas es tan antiguo como la humanidad y siempre han existido drogas asociadas a la cultura en cada contexto histrico y social. Hoy en da, el incremento del consumo se relaciona con el actual modelo social, que promueve el individualismo, el consumismo, la competitividad, el nfasis en el placer y la desigualdad socioeconmica, entre otras. Hogares Crea de Venezuela, (2001) en su investigacin Etiologa y percepcin del problema del consumo de drogas, establece lo siguiente: Las drogas como el tabaco y el alcohol se han integrado a la cotidianidad y forma parte de la vida de muchos jvenes, estn ligadas al tiempo de ocio, al baile, la msica, los temas de conversacin y los hbitos. De acuerdo a lo anteriormente expuesto, se puede decir que cada vez que un joven recurre a las drogas para disfrutar de la vida o enfrentarse a sus exigencias, est limitando la oportunidad de desarrollar sus propios recursos. El consumo de drogas induce, por otra parte, a comportamientos descontrolados en los que no se miden los riesgos, ni las consecuencias de lo que se est haciendo, muchas veces dejndose llevar por los amigos, vecinos, o por los problemas personales que lo agobian. El ambiente en que se mueve la persona tambin es decisivo a la hora de consumir drogas. Existen ambientes en los que estas sustancias gozan de prestigio social, est bien visto tomarlas, se asocian al ocio y a la diversin, estn de moda y, todo ello, facilita su consumo. La informacin que circula en estos ambientes suele estar sesgada de forma que se minimizan los riesgos y se exageran sus ventajas. Se conoce adems, que determinados ambientes conflictivos o marginales repercuten directamente en el inicio del consumo de drogas. Segn Alianza para una Venezuela sin Drogas (2000): Nuestros nios, nias y jvenes de los sectores populares vienen a la escuela cargados de experiencias frustrantes. Tambin influyen negativamente la desunin de la familia y la falta de dilogo entre padres e hijos, as como los entornos sociales, los mensajes distorsivos emitidos por los medios de comunicacin (sobre todo, la televisin), la desercin escolar y la falta de trabajo, entre muchos otros. Por lo tanto, es fundamental que los jvenes reciban orientacin no slo sobre el dao que causan las drogas, sino tambin sobre su capacidad y su derecho para rehusarse a consumirlas. Ser necesario, entonces, fortalecer su autoestima, el sentido del bien comn, el valor del cuerpo y el espritu sanos para poder enfrentar con xito los retos, problemas y riesgos que se les pueden presentar a lo largo de sus vidas. Siendo las cosas as, resulta claro que, las consecuencias de las adicciones a las drogas y a otras sustancias legales e ilegales deben hacer recapacitar sobre la necesidad de emprender un esfuerzo conjunto para poner de relieve su gravedad. Todos los actores de la sociedad deben asumir esta responsabilidad con absoluta claridad y firmeza y el compromiso de estimular los valores que engrandecen al ser humano, no los vicios que lo degradan y daan. Es de hacer notar que, estas son las causas que se manejan a travs de la historia, que tienen relacin con el consumo de drogas y que para la humanidad ha generado innumerables consecuencias, segn estas investigaciones de no tratarse de manera preventiva seguir aumentando el nmero de consumidores. Los usos de las drogas no son nuevos, tienen el mismo recorrido y en paralelo que la historia de la Humanidad. Las sustancias, algunas de ellas actualmente en desuso, han sido objetos de constante convivencia e intercambio dentro de los pueblos y entre ellos.El significado de las drogas ha variado segn la cultura y el momento histrico. Los fines de su uso han sido muy dispares, desde rituales mgicos, religiosos, teraputicos, festivos, hasta simplemente ociosos. El significado y el sentido que se les atribuye ha determinado la relacin que el individuo o el grupo establece con ellas.Segn el significado atribuido se ha dignificado o se ha despreciado el uso de algunas sustancias. Ha habido periodos en los que se ha legitimado el uso de ciertas sustancias y otros en los que las mismas han sido prohibidas. pocas en las que el consumo de ciertas sustancias se ha extendido de forma masiva en el seno de la sociedad a pesar de las prohibiciones de su uso. Tambin en alguna de estas etapas el consumo se ha convertido en un problema para ciertos grupos humanos. Y por ltimo, en ms de una ocasin se ha experimentado teraputicamente con una sustancia, se ha venerado su facultad curativa y al poco tiempo ha sido retirada por sus efectos secundarios y su peligrosidad para, con el tiempo, salir nuevamente a la luz con una connotacin nueva: droga.

Definicin de droga / droga de abuso.El uso de psicoactivos con fines teraputicos, recreativos y sacramentales es tanantiguo como la propia Humanidad. A lo largo de casi todo el siglo XX, el uso desustancias psicoactivas con fines no mdicos ha dado lugar a varias crisis sociales y sanitarias de distinta intensidad. Pero el primer problema con el que nos encontramos a la hora de valorar el fenmeno de las drogas es la dificultad para encontrar una definicin adecuada. Los trminos drug (en ingls) y drogue (en francs) se utilizan indistintamente para definir frmacos de prescripcin como sustancias psicoactivas sin utilidad teraputica. Segn la Organizacin Mundial de la Salud, droga es toda sustancia que, introducida en un organismo vivo, pueda modificar una o varias de sus funciones(OMS,1969). Esta definicin es poco til e inexacta, ya que engloba frmacos de prescripcin, sustancia psicoactiva, muchas plantas, sustancias qumicas o txicos para el organismo.

El trmino droga de abuso define mejor lo que coloquialmente entendemos como droga: sustancia de uso no mdico con efectos psicoactivos (capaz de producir cambios en la percepcin, el estado de nimo, la conciencia y el comportamiento) y susceptibles de ser auto-administradas. As, la diferencia entre una droga y un frmaco no viene dada por criterios farmacolgicos, qumicos o mdicos, sino por dos pequeos matices de tipo instrumental y social: el que sea el propio individuo quien se administra la sustancia sin prescripcin mdica y que el objetivo sea distinto al de la curacin de una patologa. De hecho, algunas sustancias pueden ser consideradas drogas o frmacos segn el contexto: los esteroides son en principio frmacos de prescripcin pero si son utilizadas en gimnasios para mejorar el rendimiento fsico se consideraran drogas. Aunque las objeciones que se pueden hacer a esta definicin son mltiples, es la ms comnmente aceptada y la que utilizaremos al referirnos a las drogas en este curso.

Un matiz importante es que la definicin droga de abuso hace referencia a sustancias. As, supuestas patologas como la adiccin al mvil, Internet, el sexo, los videojuegos, las compras y otras adicciones sin sustanciadeben considerarse como problemas de conducta o educacin y no como drogodependencias. Por otra parte, la ludopata es un trastorno ms relacionado con falta de control de impulsos que con las drogodependencia (de hecho las clasificaciones DSM-IV y CIE-10 la clasifican junto a la tricotilomana, piromana o cleptomana) y cuyo abordaje es distinto al del consumo de las drogas.

Plan de lucha contra drogaEl Gobierno del seor Presidente Ollanta Humala Tasso tiene la firme voluntad poltica de enfrentar las causas estructurales que propician la dinmica del trfico ilcito de drogas y el crimen organizado en nuestro pas. En su asuncin de mando, el Presidente Humala recalc: Ejecutaremos una poltica contra las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo integral y sostenible para convertir a los productores, hoy ilegales, en agentes de una economa legal. No seremos indiferentes frente al incremento alarmante de drogas entre los adolescentes y jvenes. Respetaremos el debate que en torno a este tema se ha abierto en estos aos, dentro y fuera del pas, pero nosotros no legalizaremos ninguna droga ni tampoco los cultivos ilcitos y por el contrario los vamos a combatir. Adems, precis: Nuestra poltica antidrogas ser soberana y reclamar que se haga realidad la responsabilidad compartida con los pases consumidores. Seremos inflexibles en el control de los insumos qumicos y el combate a las bandas de narcotraficantes. Reduciremos la superficie ilegal de sembros de coca, no permitiremos la extensin de cultivos ilegales, menos an en parques nacionales y zonas ecolgicas.

La experiencia de los ltimos aos muestra que el Estado Peruano no ha priorizadola lucha contra las drogas. Ello se expresa en el incremento sostenido de cultivosilegales de coca desde el ao 2000. No ha habido una implementacin integral dela estrategia antidrogas. Por lo tanto, se han ampliado los efectos negativos del TIDen nuestra poblacin: marginacin y exclusin, corrupcin institucionalizada y violenciarelacionada a los remanentes de la subversin. Hasta hace pocos meses, las accionesdel Estado que no fueron debidamente financiadas e implementadas, quedaron endiscursos simblicos y declarativos.

La Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012-2016 tiene un enfoque integral e involucra la intervencin activa y complementaria de todas las instituciones del Estado Peruano en sus tres niveles de gobierno: nacional, regional y local. Esta Estrategia plantea objetivos, actividades, programas y metas que aseguran una accin eficaz en el combate de las drogas.

Del mismo modo, tiene el compromiso del Estado Peruano de asignar los recursos presupuestales necesarios, de acuerdo a la metodologa de programacin presupuestal por resultados, complementndolos con los recursos de la cooperacin internacional para asegurar el financiamiento de las actividades y proyectos requeridos para el logro de los objetivos esperados.Se considera que con esta Estrategia se cohesionar la labor de todas las autoridades del Estado lo que permitir reducir drsticamente las actuales tendencias e indicadores, posicionando al Per como un pas lder en la lucha contra el trfico ilcito de drogas y el crimen organizado.

La Comisin Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas, DEVIDA, presenta la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012-2016 para su aprobacin por el Consejo de Ministros. Lo hace en cumplimiento del mandato institucional de disear y conducir la Poltica Nacional de carcter multisectorial de lucha contra el trfico ilcito de drogas y el consumo de drogas, promoviendo el desarrollo integral y sostenible de las zonas cocaleras del pas, en coordinacin con los sectores competentes.En tal sentido, la Alta Direccin de DEVIDA elabor los Lineamientos de Poltica para dar inicio a la formulacin de la ENLCD 2012-2016, en concordancia con la Poltica Antidrogas sealada por el Presidente de la Repblica y la Presidencia del Consejo de Ministros. Se procedi a la convocatoria de las Unidades Orgnicas de DEVIDA y de los Sectores pertinentes del Estado para que den sus aportes a los distintos Ejes Estratgicos que la componen. Asimismo, se convoc a los organismos y pases cooperantes, con el propsito de informar sobre la PolticaAntidrogas.

El Per y su compromiso globalEl problema de las drogas es de carcter global y amenaza la seguridad y el bienestar de las sociedades de todo el mundo. Enfrentarlo requiere de compromisos globales para mitigar sus efectos negativos en todas las manifestaciones sociales existentes, y sobre todo para desbaratar a las organizaciones del crimen organizado dedicadas al narcotrfico, que han adquirido dimensiones transnacionales, as como los delictuosos conexos de lavado de activos y de desvo de insumos qumicos que facilitan su accionar.

En los ltimos aos se ha reducido la cooperacin no reembolsable en apoyo de la lucha contra las drogas en el Per, sta es explicada por la concurrencia de dos situaciones: la crisis financiera internacional y el retiro del apoyo de muchas fuentes cooperantes, especialmente europeas, habida cuenta de la calificacin del Per como pas de renta media alta.

La lucha contra el problema mundial de las drogas es una responsabilidad comn y compartida a la que ha de hacerse frente en un contexto nacional e internacional. En el escenario internacional el Per aspira promover los espacios multilaterales que propugnen al establecimiento de acciones concretas, globales y medibles que deben llevarse a cabo en plena conformidad del compromiso asumido por los pases en la Declaracin Poltica y Plan de Accin aprobada en el marco del 52 Periodo de Sesiones de la Comisin de Estupefacientes de las Naciones Unidas, para disminuir en el ao 2019 todas las manifestaciones del problema mundial de las drogas.

De igual manera, en el plano bilateral, en previsin de la persistencia de la crisis financiera internacional, ser importante procurar el fortalecimiento y ampliacin de la cooperacin horizontal, en especial con los pases limtrofes y otros de carcter estratgico, a fin que la asistencia tcnica, informacin, capacitacin y acciones conjuntas, contribuyan a elevar la eficacia de las intervenciones contra el crimen organizado vinculado al narcotrfico.

Por ltimo, no por ser menos importante, se debera emprender acciones para incrementar significativamente la cooperacin para la lucha contra las drogas, basndola en enfoques integrales y comprehensivos, a fin de lograr un tratamiento equilibrado, transparente y de mutuo beneficio sobre la base del principio de responsabilidad compartida redefinindola como un aspecto especial de cooperacin que busca solucionar un problema universal y por tanto no podra estar afectada por las calificaciones basadas en la performance econmica del pas.

Ley de salud mentalLa salud mental ha dejado de ser entendida nicamente como la ausencia de enfermedad Mental para enfocar su accin en el mbito de la salud pblica integral, constituyndose en eje trasversal del desarrollo humano.

La salud mental es un proceso dinmico que est influenciado por factores sociales, culturales, polticos y econmicos en la medida en que es un producto de la interaccin social. Es en el inter juego de las relaciones humanas donde se e amplan o limitan las posibilidades de gozar de salud mental. Esta implica la bsqueda de equilibrio y sentido de la vida, as como el reconocimiento de las capacidades y limitaciones.

El goce de la salud mental es fundamental para el desarrollo y el bienestar de todas las personas en nuestro pas. En ese sentido, es importante tener en cuenta que existen factores de riesgo, condiciones adversas (pobreza, exclusin y diferentes formas de violencia, entre otras) que son determinantes de la salud mental, las cuales contribuyen a generar sufrimiento emocional.

La ley de salud mental, busca establecer los lineamientos generales que aseguren derecho fundamental a la salud mental que tenemos todos los peruanos y peruanas, garantizando la promocin, prevencin, atencin y rehabilitacin en salud mental de la poblacin en general, as como el reconcomiendo de los derechos y responsabilidades de las personas y poblaciones.

En lo que respecta al control jurdico del TID se viene aplicando el nuevo Cdigo Procesal Penal. El Ministerio Pblico asume la conduccin jurdica de la investigacin preliminar; el Poder Judicial con su funcin de garante de un debido proceso, impone las sanciones correspondientes a los casos de TID, Lavado de Activos y Prdida de Dominio; y la Procuradura Pblica se encarga de la defensa judicial del Estado. El actual panorama vigente en algunas regiones del pas, aun es deficiente en la debida aplicacin de la Ley.

La identificacin, captura, judicializacin y penalizacin de las organizaciones que conforman la cadena delictiva del trfico ilcito, es una de las acciones principales a tener en cuenta para reducir eficazmente la participacin de estas en el negocio de las drogas. Consecuentemente en forma directa y como problema central se encuentran las Instituciones competentes para prevenir y combatir la produccin, elaboracin de drogas, trfico ilcito, corrupcin y promocin. Las instituciones presentan deficiencias en la implementacin de equipamiento, capacitacin, registro de estadsticas cientficas, inteligencia y un presupuesto acorde para el enfrentar al crimen organizado.

USO DE DROGA SEGN EDAD (EPIDEMIOLOGA) Uso de drogas en poblacin generalEn la Tabla del 2010 se da cuenta de las edades promedio de inicio que registran las distintas cohortes de edades incluidas en la muestra.

En el caso de las drogas ilegales, los distintos grupos reportan edades de inicio que tienden a incrementarse a medida que aumentan las edades de los grupos; no obstante que, en promedio, no sobrepasan los veinticinco aos, salvo en el caso del xtasis, que es una droga relativamente nueva en el mercado de sustancias, lo que explica que la poblacin adulta que tiene entre 36 y 45 aos haya comenzado a usarla en una edad relativamente tarda.

Es probable que en la poblacin de 46 y ms aos, que reporta una edad de inicio deconsumo de xtasis relativamente temprana, este dato tenga que ver ms con el desconocimiento de la sustancia que con su uso efectivo.

La segunda droga ms consumida en el Per es el Tabaco, evidenciada en los diferentes estudios epidemiolgicos de consumo de drogas realizado en el pas. El consumo se inicia cada vez a menor edad y con mayor gravedad en los adolescentes, jvenes y mujeres. Los resultados de la Encuesta Mundial de Tabaquismo en jvenes (Zavaleta y col 2008) mostraron que el consumo en algunas ciudades del interior del pas como Ica, es mayor en mujeres escolares que en hombres, lo que sugiere un rpido incremento del consumo en las adolescentes del sexo femenino, y una variacin hacia el patrn europeo de consumo.

En la Tabla 2013 se observa que la prevalencia de vida de tabaco alcanz el 54.8% de la poblacin, lo que significa que 6 de cada diez peruanos entre los 12 y 65 aos fum al menos una vez en la vida (6'827,632 personas); siendo mayor el porcentaje de consumo alguna vez en la vida de hombres (67.1%) que de mujeres (44.3%). Esta edad de inicio promedio es an menor dentro del grupo escolar como ha reportado DEVIDA en el estudio epidemiolgico de escolares realizado en el ao 2012 (Devida 2013).

La mayor prevalencia de vida de tabaco se evidencia en el grupo de 30 a 39 aos (61.9%) y la menor en el grupo de 12 a 18 aos de edad (32.6%). Una situacin preocupante es que 6 de cada 10 adolescentes menores de 18 aos han consumido tabaco alguna vez en la vida. Es importante sealar, que la edad de inicio promedio de primer consumo en el Per se ubica en los 18 aos, siendo un poco menor en los hombres (17.7 aos) que en las mujeres (18.8 aos).

El grfico muestra las diferencias en prevalencia de vida de drogas ilegales segn edad de los encuestados, observndose que en el caso de la marihuana es mayor la prevalencia de vida en el grupo entre los 19 a 24 aos mientras que para la PBC esto ocurre para el grupo entre los 30 a 39 aos y en el caso del clorhidrato de cocana para el grupo entre los 25 y 29 aos.

MONOCONSUMO Y POLICONSUMO DE DROGAS ILEGALESDesde el ao 2007 Cedro investiga el monoconsumo (una droga) y policonsumo (ms de una droga) de drogas ilegales en el Per. En la tabla 4.1 se presentan la evolucin delconsumo en el periodo 2007-2010. En el estudio se estima que cerca de 967,000 peruanos de 12 a 64 aos han consumido alguna droga ilegal en su vida.En el 2010, La mayora de la poblacin entrevistada (92,7%) manifest no haber consumido nunca en su vida una droga ilegal. El restante 7.3% de la poblacin entrevistada respondi haber consumido al menos una droga ilegal alguna vez en su vida. De ellos, en el 2010, el 66.8% haban practicado el monoconsumo, versus un 32.7% que haba practicado el policonsumo de drogas (Tabla 4.1).

Para quienes consumen una sola droga (monoconsumo), la marihuana es la droga msconsumida (3.3% del total encuestado), seguida del xtasis (0.89%), y las drogas cocanicas, PBC (0,48%), cocana (0.22%) y xtasis (0,89%). (Tablas 4.1 y 4.2)En la Tabla 4.2 se presentan las drogas ms frecuentemente involucradas en el policonsumo, segn nmero de drogas consumidas. Los patrones de policonsumo ms frecuentemente observados en la poblacin encuestada incluyen la combinacin de marihuana con PBC (0.62%) y marihuana con xtasis (0.45%), marihuana, PBC y cocana (0.82%).En la tabla 2 se muestran las proporciones porcentuales del policonsumo para las diferentes drogas en combinaciones de 2, 3, 4 5 drogas a lo largo de la vida. La frecuencia disminuye progresivamente cuando se incorporan ms drogas.