EL TESORO DEL TIGRE BLANCOLA MALDICIN

DEL TIGRE BLANCOCarlos Salem

edeb

EL TESORO DEL TIGRE BLANCO

Carlos Salem

LA MALDICIN DEL TIGRE BLANCO

Carlos Salem

Carlos Salem, 2014

Edicin: EDEB, 2014Paseo de San Juan Bosco, 6208017 Barcelona www.edebe.comAtencin al cliente 902 44 44 41 contacta@edebe.net

Diseo: Els Altres Pictogramas de cubiertas: Thinkstock

1 edicin, octubre 2014

ISBN 974-84-683-1272-9-Depsito Legal: B.15742-2014Impreso en EspaaPrinted in Spain

Cualquier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica o transformacin de esta obra solo puede ser realizada con la autorizacin de sus titulares, salvo excepcin prevista por la ley. Dirjase a CEDRO (Centro Espaol de Derechos Reprogrficos) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

Para Nahuel y frica.

Para Minerva Sanjun.Para Lucas Rosal.

Y para Reina Duarte, que ha vivido esta aventura como si fuera

un miembro ms de la Patrulla del Tigre Blanco.

I

La Patrulla del Tigre Blanco

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Hace dos semanas me faltaban dos semanas para cumplir los catorce aos y crea que mi vida ya no poda complicarse ms.

Ja.Ja.Ja. Cuando cumpl los trece me enter de que mi

padre, al que apenas recordaba, haba sido en realidad el Tigre Blanco, un legendario ladrn de joyas y activista de la recuperacin de obras de arte, que nunca fue atrapado.

Luego, supe que el accidente de aviacin en el que haba muerto tal vez no haba sido un accidente.

Y que el gigantesco diamante Koh-Al-Noor, fruto de su ltima operacin y de un valor incal-culable, estaba oculto en un camin de juguete que pap me construy cuando yo era poco ms que un beb.

Tambin me enter de la peor manera de que personas relacionadas con sus actividades clandestinas, que haban descubierto su identi-dad secreta, nos vigilaban a mam y a m para hallar el mtico tesoro del Tigre Blanco, formado por valiosos objetos que l no lleg a devolver.

Despus encontr en mi cuarto un traje a mi medida, similar al que usaba el Tigre Blanco,

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pero dotado de adelantos tecnolgicos que le con-feran algo parecido a superpoderes. Quien me lo regal, un donante annimo que pareca conocer cada uno de mis movimientos, prometi revelar-me todo lo relativo a mi padre, pero llegado el momento tuve que elegir entre acudir a esa ni-ca cita o rescatar a Hui Ying, mi mejor amiga, de un peligro mortal.

Y no tuve dudas sobre lo que deba hacer.As que decid que, antes de cumplir los cator-

ce, resolvera todos esos enigmas y me enfren-tara a cada problema por arriesgado que fuera intentarlo.

Averiguara la verdad sobre la muerte del Ti-gre Blanco.

Encontrara el tesoro y completara su misin de devolver cada pieza a sus legtimos dueos.

Lograra saber quin era esa figura misterio-sa, una silueta apenas, una sombra veloz, que apareca cuando estaba en peligro, me salvaba y volva a desaparecer.

Poda hacerlo. Soy el hijo del Tigre Blanco.En casi un ao, haba desbaratado una banda

de delincuentes dispuestos a todo con tal de ha-cerse con el diamante, fui secuestrado por miem-bros de un pas extranjero y encerrado en una embajada de la que logr escapar, ayud en cierto modo a poner fin a una guerra fratricida en un pas africano, y colabor para desmontar una banda de mafiosos asiticos que explotaban a comerciantes chinos.

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Pero todo eso se me antojaba un juego de nios comparado con el peligro que tena que afrontar ese sbado.

Un peligro que haca temblar mis piernas y desbocaba mi corazn.

Mientras avanzaba hacia mi destino, las pal-mas de las manos me sudaban y la cabeza me daba vueltas.

Llegu y toqu el timbre sin pensarlo, porque si lo hacia, saldra corriendo.

Cre que iba a desmayarme.Pero yo era el hijo del Tigre Blanco. Y tena que hacerlo. Tena que decirle a Hui Ying, mi amiga desde

que ramos unos cros, que me gustaba, que me gustaba mucho.

Y preguntarle si quera salir conmigo.

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Saba que sus padres haban ido a la ciudad muy temprano y que Hui Ying estara en casa, porque el lunes tenamos un examen importante y ella es una estudiante responsable.

Tambin haba calculado la hora para que ya hubiera desayunado.

Hui Ying es muy buena pero tiene carcter. Mucho carcter.Adems es casi tan gil como yo y sabe kung-

fu.Haba previsto todo, pero ella no abra la puer-

ta y me dije que era una seal de que lo mejor era marcharme.

Sin embargo, no poda hacerlo.Con las chicas todo es complicado. Conozco a Hui Ying desde que tenamos poco

ms de cinco aos.Durante todo este tiempo ella, David y yo he-

mos sido inseparables y hemos compartido cien-tos de juegos y aventuras.

Siempre puedo contar con Hui Ying, aunque se empee en discutir mis decisiones. A la hora de actuar, era como un chico ms. Como el mejor de los chicos.

Solo que hace casi un ao dej de ser como un chico.

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Comenz a preocuparse por su peinado, se cam-biaba de ropa varias veces al da, esas cosas.

Y empez a usar sujetador.Desde que usa sujetador, solo puedo mirarla

fijamente a los ojos, para no mirar nada ms.Y de tanto mirarla a los ojos, un da la vi.La vi. Diferente.Ms guapa que cualquier otra chica.Ms guapa incluso (mucho ms) que la rubia

Vanessa, que ha sido varias veces reina de la belleza, se maquilla y siempre va vestida DE CHICA.

Durante semanas no supe qu era lo que me ocurra, as que el da anterior haba invitado a merendar a mi casa a David, que aunque sea un genio en informtica sabe ms de chicas y desde hace un tiempo sale con Vanessa.

Es un misterio, Nahuel me dijo. Cuan-do se convierten en CHICAS, primero te abu-rren hasta bostezar, pero un da comienzan a quitarte el sueo. Y adems, yo en tu lugar me dara prisa. No eres el nico en clase que ha notado el cambio de Hui Ying. Varios chicos me han preguntado por ella, y si vosotros dos... te-nais algo.

Y t que les dijiste?Que no, por supuesto! Cmo poda saber

que t...? Y eso no es lo peor, Nahuel. Sabes con quin chatea casi a diario Hui Ying?

Con quin?Con Damin.Sent que el suelo se mova bajo mis pies.

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Damin es un chico algo mayor que yo, ms alto y fuerte, que sabe artes marciales y que du-rante un tiempo vivi en nuestra urbanizacin.

Segn dijo Hui Ying una vez, era muy guapo.Deberas actuar antes de que sea tarde me

recomend David. Siempre cre que le gusta-bas a Hui Ying, pero tal vez se ha cansado de esperar.

Y qu puedo hacer?Decirle lo que sientes. Portarte como un

hombre y dar la cara.Para que me la patee? T sabes el carcter

que tiene. Y si no le gusto?Si no te arriesgas, nunca saldrs de dudas

sentenci David. Y se march.As que, tras meditarlo toda la noche, decid

seguir su consejo.Portarme como un hombre.Arriesgarme.Dar la cara ante Hui Ying.Le escrib un e-mail.Y all estaba, ante su puerta cerrada, espe-

rando a conocer su reaccin.De pronto comprend que yo era estpido y

que lo mejor era huir a casa y ocultarme por el resto de mi vida en el cuarto secreto que hay bajo el garaje.

Me dispona a hacerlo cuando se abri la puer-ta y apareci ella, tan GUAPA y tan DULCE.

Haba llorado. Todava tena lgrimas en los ojos.

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Tanta tristeza le haba causado mi e-mail?Es-ests bien, Hui Ying?Cmo quieres que est, Nahuel? Nunca

me he sentido peor en mi vida!Pero has ledo, has ledo el...?Claro que lo he ledo! No ves que no he

podido dejar de llorar...?Yo tambin tuve ganas de llorar. No pens que le molestara tanto mi e-mail.Mis padres estn indignados, no lo pueden

creer coment ella mientras yo casi perda el conocimiento. De hecho, hace un rato han ido a comisara, a ver si pueden hacer algo al res-pecto...

Mientras hablaba, tir de m hacia dentro y me llev a la cocina, y yo pens que en las coci-nas hay cuchillos, cuchillos de todos los tama-os, y que me pareca exagerado denunciarme a la polica solo por un e-mail en el que le deca a su hija adoptiva que me gustaba y la invitaba a ir al cine y a ser novios o algo parecido.

Esto es horrible, Nahuel! gimi Hui Ying tirndome un peridico a la cara.

Tambin lo haban sacado en los peridicos? Eso ya era demasiado.Entonces vi la foto. En la portada.La foto de un hombre al que conoca muy bien. Un hombre de cierta edad, con el pelo perfecta-

mente peinado, el bigote recortado como si para hacerlo hubieran utilizado una regla de clculo, y vestido con uno de esos trajes anacrnicos.

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Un hombre que me haba salvado la vida y haba arriesgado la suya para protegerme.

Un hombre que fue el ms encarnizado perse-guidor del Tigre Blanco y tal vez su nico amigo.

El comisario Dupont.Sobre la foto, en grandes letras y abarcando

toda la portada, un titular:Detienen por corrupcin al polica

mas conDecoraDo Del pas.