el teatro gauchesco en la construccion de la identidad nacional argentina(3)
DESCRIPTION
La literatura gauchesca es un subgénero propio de la literatura latinoamericana que intenta recrear el lenguaje del gaucho y contar su manera de vivir, la cual, a partir del último cuarto del siglo XVIII surgiría en las más tempranas expresiones de literatura gauchesca rioplatense en el género dramático. Durante el siglo XIX esta modalidad literaria de carácter épico y lírico, sigue creando y creciendo, alcanzando su esplendor con la creación en 1872 de Martín Fierro, poema que después sería adaptado para su interpretación teatral, al igual que el folletín Juan Moreira de Eduardo Gutiérrez, que en 1884 es puesto en escena en un espectáculo circense de pantomímica de los hermanos Podestá.En esta modalidad literaria, se plasman descripciones de la vida campesina y sus costumbres, así como de los personajes sociales de ese entonces: criollos, indios, mestizos, negros y extranjeros, entre otros, en donde se puede encontrar una exaltación de lo folclórico y cultural, así como de los valores y costumbres propias de la Argentina, es decir su identidad. Es así como el gaucho, que el en siglo XVIII era considerado como un salvaje, en el siglo XIX pasa a ser idealizado con toques de heroísmo, convirtiéndose en un símbolo argentino.Este trabajo de investigación pretende demostrar cómo el Teatro gauchesco, contribuyó a la construcción de una identidad Nacional Argentina, a través del análisis de tres etapas bien diferenciadas: la primitiva, desde 1792 a 1884; la de su vida en el picadero circense, que abarca desde 1884 a 1896; y la de su evolución hacia el teatro rural; a través de las cuales se va viendo la evolución del gaucho hasta convertirse en parte fundamental de la identidad Argentina, por lo cual la gauchesca suele ser considerada como el género Nacional por excelencia.¿Qué fue de tanto animoso?¿Qué fue de tanto bizarro?A todos los tapó el tiempo,a todos los tapó el barro.Juan Muraña se olvidódel cadenero y del carroy ya no sé si Moreiramurió en Lobos o en Navarro.Jorge Luis BorgesTRANSCRIPT
EL TEATRO GAUCHESCO EN LA CONSTRUCCION DE LA IDENTIDAD
NACIONAL ARGENTINA
ISABEL CRISTINA ÁLVAREZ GÓMEZ
Noviembre 2015.
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES.
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y LETRAS.
MAESTRÍA EN ESTUDIOS DE TEATRO Y CINE LATINOAMERICANO Y ARGENTINO
SEMINARIO CONSTITUCIÓN Y EMANCIPACIÓN SOCIO-CULTURAL DEL TEATRO EN
ARGENTINA
Abstract
La literatura gauchesca es un subgénero propio de la literatura latinoamericana que intenta
recrear el lenguaje del gaucho y contar su manera de vivir, la cual, a partir del último cuarto del
siglo XVIII surgiría en las más tempranas expresiones de literatura gauchesca rioplatense en el
género dramático. Durante el siglo XIX esta modalidad literaria de carácter épico y lírico, sigue
creando y creciendo, alcanzando su esplendor con la creación en 1872 de Martín Fierro, poema
que después sería adaptado para su interpretación teatral, al igual que el folletín Juan Moreira de
Eduardo Gutiérrez, que en 1884 es puesto en escena en un espectáculo circense de pantomímica
de los hermanos Podestá.
En esta modalidad literaria, se plasman descripciones de la vida campesina y sus costumbres, así
como de los personajes sociales de ese entonces: criollos, indios, mestizos, negros y extranjeros,
entre otros, en donde se puede encontrar una exaltación de lo folclórico y cultural, así como de
los valores y costumbres propias de la Argentina, es decir su identidad. Es así como el gaucho,
que el en siglo XVIII era considerado como un salvaje, en el siglo XIX pasa a ser idealizado con
toques de heroísmo, convirtiéndose en un símbolo argentino.
Este trabajo de investigación pretende demostrar cómo el Teatro gauchesco, contribuyó a la
construcción de una identidad Nacional Argentina, a través del análisis de tres etapas bien
diferenciadas: la primitiva, desde 1792 a 1884; la de su vida en el picadero circense, que abarca
desde 1884 a 1896; y la de su evolución hacia el teatro rural; a través de las cuales se va viendo
la evolución del gaucho hasta convertirse en parte fundamental de la identidad Argentina, por lo
cual la gauchesca suele ser considerada como el género Nacional por excelencia.
¿Qué fue de tanto animoso?¿Qué fue de tanto bizarro?A todos los tapó el tiempo,a todos los tapó el barro.Juan Muraña se olvidó
del cadenero y del carroy ya no sé si Moreira
murió en Lobos o en Navarro.Jorge Luis Borges
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Palabras clave: Teatro, Teatro Gauchesco, Identidad.
Tabla de Contenidos
Introducción………………………………………………………………………………1
Capítulo 1………………………………………………………………………………….……...2
Teatro Gauchesco….……………………………………………………………………………...2
Identidad Nacional………………………………………………………………………………...3
Identidad Nacional y Gauchesca Teatral………………………………………………………….4
Capítulo 2………………………………………………………………………………………...11
Ficha de Caracterización………………………...……………………………………………….11
Capítulo 3……………………………...…………………………………………………………12
Conclusiones……………………………………………………………………………………..12
Lista de Referencias……………………………………………………………………………...14
iii
Introducción
A lo largo de la historia de la humanidad el Teatro siempre ha estado presente desde los
primeros ritos en honor a los dioses y a los muertos, en la antigua Grecia; pasando por las
majestuosas representaciones del Renacimiento; hasta lo que se conoce hoy como
postmodernismo y post Teatro. Así que siempre ha estado ligado a la historia de los
hombres, tejiendo estrechos lazos con la memoria y la identidad de los Pueblos.
Tal es el caso de la Gauchesca Teatral, la cual ayudó a formar la idea de Nación Argentina,
mediante la consolidación de su identidad al mostrar y estilizar las formas coloquiales del
habla de aquella época, junto con sus costumbres, su sentir y su actuar, en aras de la Patria
y la libertad.
En la presenta monografía se pretende demostrar precisamente, cómo el Teatro Gauchesco
ha influenciado en la construcción de la identidad Nacional Argentina, entendida como el
conjunto de rasgos propios de una colectividad histórico-cultural, que los diferencia de los
demás, otorgándole un sentido de libertad y de pertenencia con la misma, elementos que
contribuyen en la configuración de una Nacionalidad.
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Capítulo 1
Teatro Gauchesco
La literatura gauchesca es un género que empezó a desarrollarse en el ámbito del Río de la
Plata, hacia finales del siglo XVIII, en la cual, la figura del gaucho fue adoptada e
idealizada por diferentes autores cultos, con la necesidad política de transmitir al público
iletrado, aquellos temas e historias que lo involucraban directamente, y con la voluntad
literaria de esos autores de diferenciarse de la literatura culta de origen europeo, con el
implícito fin de afianzar, su autonomía cultural y literaria.
Este género, tiene como eje central al personaje del gaucho y suele contar su forma de vivir,
describiendo la vida campesina y sus costumbres, por lo que suele situarse en espacios
rurales. En ella se exalta lo folclórico y se destacan características típicas del gaucho, tales
como su lenguaje y su carácter.
En el Teatro Argentino, lo gauchesco aparecería en su etapa primitiva con El amor de la
estanciera, sainete anónimo conservado en un manuscrito, estudiado y publicado por
Mariano G. Bosch; en la etapa del picadero circense marcada por la representación del Juan
Moreira de José Podestá; y su evolución al Teatro rural dada con la transformación de
Martín Fierro en espectáculo dramático.
En cada uno de estos momentos, el rol del gaucho fue variando, aunque conservando su
centralidad, acorde con los mismos cambios históricos y culturales que se iban dando en la
Argentina. Es así como en su primera etapa, se aprecian los primeros testimonios de una
realidad campesina en contraposición a la realidad urbana; luego en la segunda etapa, esa
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dicotomía se difumina un poco y se amalgaman ambas realidades; hasta alcanzar en la
tercera, una dimensión épica.
Identidad Nacional
Se entiende por identidad nacional aquella identidad de una persona que se relaciona con la
nación a la cual pertenece, sea esta por haber nacido en tal territorio, por formar parte de
una comunidad o por sentir lazos de pertenencia con las costumbres y tradiciones de tal
nación.
La idea de nación surgió a mediados del siglo XIX como consecuencia casi directa de los
eventos desencadenados por la Revolución Francesa en 1789. Con el avance de Napoleón y
la reorganización nacional de muchos estados europeos, y se comenzó a consolidar como
uno de los aspectos más importantes no sólo para el Estado sino para el pueblo.
La construcción de una identidad Nacional, está estrechamente ligada a la memoria
Nacional y a las interpretaciones sobre la misma, desde la cual se toma una posición que
separa y al mismo tiempo une al “nosotros” de los “ellos”. En la Argentina, este proceso de
identidad Nacional va a surgir como reacción a la transformación acelerada de la sociedad
argentina frente al proceso de inmigración masiva.
Esta inmigración dio como resultado una sociedad bastante heterogénea, frente a la cual se
pronunciaría el nacionalismo, en la búsqueda de uniformidad y homogeneidad, así como de
“pureza” e “invariabilidad”, es decir en la búsqueda de una raza nacional.
En este proceso, se dio una inversión de valores, en la cual el gaucho, personaje
menospreciado en los escritos de Domingo Faustino Sarmiento, como personaje salvaje y
no deseado de la sociedad, sinónimo de vago y pendenciero, pasó a ser el prototipo del
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argentino encarnando en su figura la imagen de una tradición nacional. El gaucho «vago y
mal entretenido» será símbolo de libertad e independencia.
Identidad Nacional y Gauchesca Teatral
La Gauchesca Teatral, al poner en escena costumbres, formas de hablar, cantos y ritmos
propios de la Cultura Argentina, ayudó a consolidar su propia identidad. En este sentido la
escritora Argentina, Josefina Ludmer, en su libro El género gauchesco un tratado sobre la
patria (1988) escribe lo siguiente:
“Existe una zona de la literatura y de la cultura que trasciende muchas veces los
enunciados: es la entonación de la voz, ciertas posturas enunciativas, un modo de construir
ritmos y hacer resonar la lengua, y de suturar esos ritmos, posturas y gestos con una serie
de relaciones de los sujetos consigo mismos y con los otros. Cuando estas representaciones
se declaran intraductibles e intransferibles, cuando sirven de identificación y de
reconocimiento entre los que se las transmiten, y condensan la nostalgia para los que se
alejan, cuando resuenan con la misma cualidad de la lengua propia, pueden llegar a
hipostasiarse y fundar nacionalismos diversos” (p.186).
Dentro de estos nacionalismos destaca los siguientes: “un nacionalismo político, como
núcleo central de la comunidad contra los extranjeros; un nacionalismo popular, contra la
oligarquía aliada con lo extranjero; un nacionalismo racista, contra indios, negros,
inmigrantes. Y sobre la base de los valores universales que se ligaron con las entonaciones,
pudo surgir también un nacionalismo esencialista, donde el gaucho encarna la esencia del
hombre argentino que lucha por la libertad y la justicia” (p.187).
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A continuación se verá, como en el Teatro Gauchesco, en cada etapa fueron resonando
estas voces, posturas, ritmos, saberes, ideales que permitieron a los Argentinos, reconocerse
como tales e identificarse con los valores del gaucho.
I Etapa
El amor de la estanciera se supone, fue representada entre 1792 y 1793 en el Teatro la
Ranchería, constituyendo la muestra más antigua, completa y conservada de la literatura
gauchesca. Esta obra presenta dos particularidades especiales para la época: la primera es la
lengua en que está compuesto: la imitación del habla rural rioplatense y la segunda, el
ámbito de la acción: el campo; siendo el único sainete hispanoamericano, hasta su
momento, que sitúa su acción en el ámbito rural.
Este sainete de autor anónimo, narra un incidente campesino en el que un matrimonio viejo,
Cancho y Chepa, se encuentran en desacuerdo respecto a con quien se debe casar su hija
Chepa. El padre se inclina por Juan Perucho, gaucho joven, diestro en las faenas ganaderas,
parco de palabras, algo hosco. La madre, por Marcos Figueira, portugués fanfarrón,
continuamente ridiculizado. Chepa vacila entre ambos candidatos, pero finalmente acepta a
Juan Perucho, haciendo quedar en ridículo a Marcos, quien al final es obligado a cocinar el
almuerzo de bodas.
En esta obra se evidencia una necesidad de reconocimiento de lo propio, a través del uso
del lenguaje y sus abundantes expresiones campesinas, así como en la importancia que se le
da a la tierra y a quienes trabajan en ella, haciendo referencia a tareas rurales, menciones
de pelajes equinos y marcas de ganadería. También se muestra aquí, la idiosincrasia
Gaucha, representada en el patriarquismo de Cancho y en el machismo de los personajes
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masculinos de la obra, así como en la reacción de lo propio frente a lo extranjero, donde
sale triunfante el gaucho Juan Perucho, quien logra casarse con Chepa, y el extranjero,
Marcos Figueira, es humillado y obligado a realizar tareas femeninas; realzando así la
necesidad de recuperar la tierra, la libertad y la propia identidad Argentina.
II Etapa
Juan Moreira, folletín escrito por Eduardo Gutiérrez publicado entre noviembre de 1879 y
enero de 1880 en el diario La Patria Argentina., apareció por primera vez en los escenarios
un "fin de fiesta" del Circo Hnos. Carlo, representado por un diestro y popular payaso, hábil
jinete, buen cantor y guitarrero, llamado José Podestá, quien en 1886 le pondría letra a la
misma, tomándola de la novela y representándola así durante varias décadas
Como aparece en su prólogo, Juan Moreira es uno de esos seres que pisan el teatro de la
vida con el destino de la celebridad; es de aquellos hombres que, cualquiera que sea la
senda social por donde el destino encamine sus pisadas, vienen a la vida poderosamente
tallados en bronce (Gutiérrez, 1879, p4). Guardaespaldas de Adolfo Alsina, y amoroso
Padre y Esposo de Juancito y Vicenta Andrea, Moreira se nos presenta como un hombre al
que persiguen las injusticias, al ser estafado por un pulpero italiano y burlado por un juez
enamorado de su esposa, al cual hiere y mata en legítima defensa, dando comienzo así a sus
males, que sólo hallarían fin, cuando es herido a traición por un sargento oculto, quien lo
hiere por la espalda (pues de otra forma no habrían logrado vencerlo).
La adaptación para el Teatro de esta novela, no se daría de forma gratuita, ya que se hace en
un momento en que el ambiente porteño había una saturación temática en torno al gaucho,
lo cual ponía en evidencia su proceso de idealización, fortalecido por el conflicto en el que
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se hallaba el hombre de la ciudad debido a la fuerte afluencia inmigratoria, en medio de la
cual se veía entre el primitivismo de una campaña elementalmente ganadera, que enaltecía
las virtudes del gaucho; y las posibilidades del progreso y la intensificación de los cultivos
agrícolas traídos de fuera.
En este sentido, el investigador Osvaldo Pelletieri (2002) afirma: “Con el Juan Moreira
(1886) de Gutiérrez – Podestá se comenzó a generar esa emancipación cultural, a través de
la creación de un sistema teatral y, a principios del siglo, de un campo intelectual teatral. Es
que con esta obra dramática por primera vez el teatro rioplatense mostró su peculiaridad, su
diferencia con el teatro europeo (…). Significó una pluralidad de cosas pero, especialmente,
el encuentro del teatro con su pueblo. Representó además otro hecho histórico: el de la
aparición definitiva en el panorama dramático del país del actor nacional, que se constituyó
como tal porque sus medios expresivos estaban en contacto con los gustos y con la
sensibilidad del público” (p. 100).
En la representación Teatral, la pantomima generaba cierta curiosidad en sus espectadores,
y lograba crear un verdadero ambiente de fiesta, gracias a sus cantos y bailes, que daban
una fiel muestra del Teatro Popular, en el cual los espectadores se identificaban claramente
con sus personajes. Su representación coincide también, con el fin de las luchas civiles que
dividían políticamente a los argentinos de la ciudad y de la campaña; con la marea creciente
de contingentes inmigratorios que desalojaban al gaucho nómade, reacio al progreso, a las
leyes y al orden; con la transformación de compadres y delincuentes, como Moreira, en
héroes y símbolos de identidad Nacional.
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Etapa III
Esta tercera etapa de la Gauchesca Teatral, va a estar representada por el paso del picadero
circense a el teatro rural, representado por la obra Martin Fierro, poema narrativo escrito en
verso por José Hernández en 1872, el cual narra la vida de un gaucho trabajador al que la
injusticia social lo vuelve gaucho matrero (fuera de la ley).
La adaptación para el Teatro la haría el poeta uruguayo Elias Regules, para la empresa
circense de los hermanos Podestá, convirtiéndola en su segunda obra criolla, después del
Juan Moreira. Pepe Podestá, en sus Memorias, en muestra de agradecimiento a Regules,
escribe lo siguiente: "El Dr. Regules se inició en su colaboración dramática con un acertado
arreglo escénico de Martin Fierro, cuyo libreto me entregó con la siguiente dedicatoria
sentida y sencilla:
Este Fierro que aquí veno es Hernández todo entero,
algo me toca, y yo quierodedicar ese algo a usted.Y aunque demasiado se
que Moreira es muy ladino,deseo que con buen tino
y con empeño prolijonos de un Fierro digno hijo
de Hernández y de Pepino" (Rossi, 1910, p. 80).
Respecto a esta adaptación, el historiador Walter Rela (1969) considera que Regules "no
soslayó el aspecto social que impregna al protagonista de la vida feliz en la estancia,
maltratado después en el fortín de la frontera con los pampas, y al matrero que jura, después
de la huida de ese infierno, ser más malo que una fiera... Regules se ciñó el texto original
consiguiendo una dignísima equivalencia con las agudas sextinas de Hernández" (p.45)
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Esta obra, podría decirse que nace en contraposición al Facundo, civilización y barbarie, de
Domingo Faustino Sarmiento (1845), quien subestimaba al gaucho y lo veía como un
obstáculo para el progreso, útil solo como carne de cañón, y así lo expresaba: “No hay que
ahorrar sangre de gauchos”, porque según su criterio, el gaucho por herencia (de parte del
indio) es vago y ladino, por lo tanto, enemigo de la civilización. Mientras tanto, el Martin
Fierro resalta los valores del gaucho y nos muestra un hidalgo valiente, dueño de una
sabiduría popular, leal y buen amigo.
En este sentido, la profesora de Teoría Literaria (UBA) e investigadora del Conicet Adriana
Rodríguez Pérsico explica en un artículo del Diario La Nación, que el Martín Fierro fue
leído por Leopoldo Lugones como símbolo o paradigma de la identidad nacional: "Esto
ocurre en un momento en que, por un lado, el gaucho rebelde se había convertido en peón
de estancia, es decir, había dejado de ser una amenaza para los sectores poderosos y, por
otro, los inmigrantes ocupaban esa posición, el lugar del otro. Pero más allá de esta
interpretación en torno de la identidad, el texto es un compendio del estado de la cultura y
de la sociedad en una coyuntura de profundos cambios. Es, además, el ejemplo máximo de
cultura popular que podemos definir no por el origen o la producción, sino por el proceso
de apropiación que realizan los lectores."
En este mismo artículo el dramaturgo Mauricio Kartun destaca las virtudes del Martín
Fierro: "Podríamos hablar quizá de la calidad poderosa de su imaginario teletransportador.
O de la belleza trascendente de algunos de esos textos que lo hacen una especie de I Ching
pampero. Pero no alcanzaría. Creo que como en muchas otras obras, en la inmoralidad
suele estar su inmortalidad. Con los atributos necesarios la obra que no queda atrapada en
una moral de época sigue fluyendo disolvente por otras morales. Lejos de cualquier
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edulcoramiento de fiesta nativista Hernández muestra al gaucho en su arquetipo
anticultural: rebelde al poder y políticamente incorrecto. Como Shakespeare, que conseguía
decir el horror cortesano sin salir de las leyes de la corte, Hernández vapulea a Sarmiento y
a sus propuestas con cara inocente de poeta gauchesco. Y ambos -Shakespeare y
Hernández- lo seguirán haciendo. Ahí suele esconderse la condición de clásico".
De esta forma vemos que cada una de las obras analizadas, da cuenta de la construcción de
la identidad Nacional Argentina, alrededor del gaucho en diferentes etapas y de manera
procesual, donde se observa, como unas veces se le subestima y otras se le exalta, siendo
símbolo de lo Argentino y de sus valores originarios.
Pedro Luis Barcia (2001), afirma que para que la literatura gauchesca se dé, tienen que
estar presentes dos factores: “1 Que el texto esté lingüísticamente compuesto en esa
imitación panicular que un autor letrado hace del habla rural rioplatense y 2. Que el texto
exprese o refleje la percepción del mundo y de sus realidades, circundantes o distantes,
desde un gaucho, en una forma gaucha”. Y esto es precisamente de lo que dan cuenta las
tres obras tomadas para esta investigación, en las cuales se refleja cómo se fue
construyendo la Identidad Nacional Argentina, a partir de la figura del Gaucho.
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Capítulo 2
Ficha de Caracterización
ETAPAS OBRAS CARACTERISTICAS
I EtapaEtapa Primitiva
El amor de la estanciera(Autor Anónimo)
- Ambiente rural, campestre- Preeminencia de lo coloquial y
uso de la ironía- Agresividad hacia el foráneo- Contenido humorístico a través
del uso del habla.- Defensa de lo propio en
contraposición de lo extranjero.
II EtapaPicadero Circense
Juan Moreira
- Gaucho nómade y reacio al progreso.
- Visión del trabajo agrícola del gaucho, en contraposición al progreso y avances tecnológicos traídos de afuera.
- Genera identificación con el personaje.
- Posición política frente a la persecución del gaucho.
- El héroe que lucha por defender su honor en contra de lo Institucional.
III EtapaTeatro Rural
Martin Fierro
- El Gaucho contra las Instituciones (Policía, Iglesia)
- El Gaucho privado de sus derechos como ciudadano y como hombre.
- El Gaucho como parte de la clase desheredada del País.
- Necesidad de cambio en el destino del Gaucho
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Capítulo 3
Conclusiones
La literatura Gauchesca, sentó un paradigma alrededor de la figura del gaucho,
como símbolo de lo propio Argentino y en contraposición a la cultura Europea, en
la cual diferentes autores cultos quisieron transmitir al pueblo iletrado, asuntos
importantes de su realidad social.
En el Teatro, la Gauchesca encontró un lugar privilegiado para llegar a las masas y
así poder difundir sus ideas con relación a diferentes momentos de la actualidad
Argentina, poniendo como centro de ellas al personaje del Gaucho.
La figura del Gaucho, en diferentes momentos es subestimada, vituperada, o bien
elogiada y enaltecida; y en cada etapa de la Gauchesca Teatral se resaltan aspectos
diferentes, siempre ligados a la tierra y a lo propio, que establece la diferencia con
lo de afuera, los otros.
La identidad Nacional de un país, está estrechamente relacionada con la memoria y
con la interpretación de la propia historia; en este sentido, el Gaucho ocupa un lugar
fundamental en el imaginario Nacional, como símbolo de lo propio, de la tierra y de
los valores propios Argentinos.
Cada Etapa de la Gauchesca Teatral, resaltó aspectos importantes del Gaucho, en
relación con la identidad Nacional Argentina. Es así como en la Etapa primitiva se
destaca lo rural y la capacidad del gaucho para trabajar la tierra, y su figura está
atada a su caballo; en la Etapa del Picadero Circense, pone al Gaucho como un
héroe que lucha contra las injusticias; y en la Etapa del Teatro Rural, el Martin
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Fierro resalta en el gaucho la valentía, la lealtad y la necesidad de cambiar su
propio destino.
Ante la oleada de inmigrantes que diluyó la identidad nacional Argentina, se
estableció al Gaucho como el prototipo de Argentinidad, con la intención de
encontrar esos rasgos que los diferenciaban y que les permiten identificarse como
Argentinos.
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Lista de referencias
BARCIA, Pedro Luis. Literatura gauchesca. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Alicante 2001
BOSCH, Mariano. El amor de la estanciera (1925, Noviembre). Recuperado de
http://www.biblioteca.org.ar/libros/8829.pdf
GUTIERREZ, Eduardo. Juan Moreira (1880, 20 de Marzo). Recuperado de
http://www.biblioteca.org.ar/libros/11321.pdf
HERNANDEZ, José. Martin Fierro (1902). Recuperado de
http://www.portalalba.org/biblioteca/HERNANDEZ%20JOSE.%20Martin%20Fierro.pdf
LUDMER, Josefina. El género gauchesco, un tratado sobre la patria. Libros Perfil S.A.
Buenos Aires, 1988.
PELLETTIERI, O. Historia del Teatro Argentino. Emancipación cultural (1884- 1930)
Buenos Aires: Galerna. 2002
PODESTÁ, J. J. Medio siglo de farándula. Córdoba: Río de la Plata, 1930
ROSSI, Vicente. Teatro Nacional Rioplatense. Rio de la Plata, 1910. (p. 80).
RELA, Walter. Historia del teatro uruguayo. Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental,
1969. (p. 45).
VENTURA, Laura. La mística de Martín Fierro (2014, 3 de agosto). La Nación Revista.
Recuperado de http://www.lanacion.com.ar/1714378-la-mistica-del-martin-fierro
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