el teatro gauchesco en la construccion de la identidad nacional argentina(3)

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EL TEATRO GAUCHESCO EN LA CONSTRUCCION DE LA IDENTIDAD NACIONAL ARGENTINA ISABEL CRISTINA ÁLVAREZ GÓMEZ Noviembre 2015. UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES. DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y LETRAS. MAESTRÍA EN ESTUDIOS DE TEATRO Y CINE LATINOAMERICANO Y ARGENTINO SEMINARIO CONSTITUCIÓN Y EMANCIPACIÓN SOCIO-CULTURAL DEL TEATRO EN ARGENTINA

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La literatura gauchesca es un subgénero propio de la literatura latinoamericana que intenta recrear el lenguaje del gaucho y contar su manera de vivir, la cual, a partir del último cuarto del siglo XVIII surgiría en las más tempranas expresiones de literatura gauchesca rioplatense en el género dramático. Durante el siglo XIX esta modalidad literaria de carácter épico y lírico, sigue creando y creciendo, alcanzando su esplendor con la creación en 1872 de Martín Fierro, poema que después sería adaptado para su interpretación teatral, al igual que el folletín Juan Moreira de Eduardo Gutiérrez, que en 1884 es puesto en escena en un espectáculo circense de pantomímica de los hermanos Podestá.En esta modalidad literaria, se plasman descripciones de la vida campesina y sus costumbres, así como de los personajes sociales de ese entonces: criollos, indios, mestizos, negros y extranjeros, entre otros, en donde se puede encontrar una exaltación de lo folclórico y cultural, así como de los valores y costumbres propias de la Argentina, es decir su identidad. Es así como el gaucho, que el en siglo XVIII era considerado como un salvaje, en el siglo XIX pasa a ser idealizado con toques de heroísmo, convirtiéndose en un símbolo argentino.Este trabajo de investigación pretende demostrar cómo el Teatro gauchesco, contribuyó a la construcción de una identidad Nacional Argentina, a través del análisis de tres etapas bien diferenciadas: la primitiva, desde 1792 a 1884; la de su vida en el picadero circense, que abarca desde 1884 a 1896; y la de su evolución hacia el teatro rural; a través de las cuales se va viendo la evolución del gaucho hasta convertirse en parte fundamental de la identidad Argentina, por lo cual la gauchesca suele ser considerada como el género Nacional por excelencia.¿Qué fue de tanto animoso?¿Qué fue de tanto bizarro?A todos los tapó el tiempo,a todos los tapó el barro.Juan Muraña se olvidódel cadenero y del carroy ya no sé si Moreiramurió en Lobos o en Navarro.Jorge Luis Borges

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EL TEATRO GAUCHESCO EN LA CONSTRUCCION DE LA IDENTIDAD

NACIONAL ARGENTINA

ISABEL CRISTINA ÁLVAREZ GÓMEZ

Noviembre 2015.

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES.

DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y LETRAS.

MAESTRÍA EN ESTUDIOS DE TEATRO Y CINE LATINOAMERICANO Y ARGENTINO

SEMINARIO CONSTITUCIÓN Y EMANCIPACIÓN SOCIO-CULTURAL DEL TEATRO EN

ARGENTINA

Abstract

La literatura gauchesca es un subgénero propio de la literatura latinoamericana que intenta

recrear el lenguaje del gaucho y contar su manera de vivir, la cual, a partir del último cuarto del

siglo XVIII surgiría en las más tempranas expresiones de literatura gauchesca rioplatense en el

género dramático. Durante el siglo XIX esta modalidad literaria de carácter épico y lírico, sigue

creando y creciendo, alcanzando su esplendor con la creación en 1872 de Martín Fierro, poema

que después sería adaptado para su interpretación teatral, al igual que el folletín Juan Moreira de

Eduardo Gutiérrez, que en 1884 es puesto en escena en un espectáculo circense de pantomímica

de los hermanos Podestá.

En esta modalidad literaria, se plasman descripciones de la vida campesina y sus costumbres, así

como de los personajes sociales de ese entonces: criollos, indios, mestizos, negros y extranjeros,

entre otros, en donde se puede encontrar una exaltación de lo folclórico y cultural, así como de

los valores y costumbres propias de la Argentina, es decir su identidad. Es así como el gaucho,

que el en siglo XVIII era considerado como un salvaje, en el siglo XIX pasa a ser idealizado con

toques de heroísmo, convirtiéndose en un símbolo argentino.

Este trabajo de investigación pretende demostrar cómo el Teatro gauchesco, contribuyó a la

construcción de una identidad Nacional Argentina, a través del análisis de tres etapas bien

diferenciadas: la primitiva, desde 1792 a 1884; la de su vida en el picadero circense, que abarca

desde 1884 a 1896; y la de su evolución hacia el teatro rural; a través de las cuales se va viendo

la evolución del gaucho hasta convertirse en parte fundamental de la identidad Argentina, por lo

cual la gauchesca suele ser considerada como el género Nacional por excelencia.

¿Qué fue de tanto animoso?¿Qué fue de tanto bizarro?A todos los tapó el tiempo,a todos los tapó el barro.Juan Muraña se olvidó

del cadenero y del carroy ya no sé si Moreira

murió en Lobos o en Navarro.Jorge Luis Borges

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Palabras clave: Teatro, Teatro Gauchesco, Identidad.

Tabla de Contenidos

Introducción………………………………………………………………………………1

Capítulo 1………………………………………………………………………………….……...2

Teatro Gauchesco….……………………………………………………………………………...2

Identidad Nacional………………………………………………………………………………...3

Identidad Nacional y Gauchesca Teatral………………………………………………………….4

Capítulo 2………………………………………………………………………………………...11

Ficha de Caracterización………………………...……………………………………………….11

Capítulo 3……………………………...…………………………………………………………12

Conclusiones……………………………………………………………………………………..12

Lista de Referencias……………………………………………………………………………...14

iii

Introducción

A lo largo de la historia de la humanidad el Teatro siempre ha estado presente desde los

primeros ritos en honor a los dioses y a los muertos, en la antigua Grecia; pasando por las

majestuosas representaciones del Renacimiento; hasta lo que se conoce hoy como

postmodernismo y post Teatro. Así que siempre ha estado ligado a la historia de los

hombres, tejiendo estrechos lazos con la memoria y la identidad de los Pueblos.

Tal es el caso de la Gauchesca Teatral, la cual ayudó a formar la idea de Nación Argentina,

mediante la consolidación de su identidad al mostrar y estilizar las formas coloquiales del

habla de aquella época, junto con sus costumbres, su sentir y su actuar, en aras de la Patria

y la libertad.

En la presenta monografía se pretende demostrar precisamente, cómo el Teatro Gauchesco

ha influenciado en la construcción de la identidad Nacional Argentina, entendida como el

conjunto de rasgos propios de una colectividad histórico-cultural, que los diferencia de los

demás, otorgándole un sentido de libertad y de pertenencia con la misma, elementos que

contribuyen en la configuración de una Nacionalidad.

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Capítulo 1

Teatro Gauchesco

La literatura gauchesca es un género que empezó a desarrollarse en el ámbito del Río de la

Plata, hacia finales del siglo XVIII, en la cual, la figura del gaucho fue adoptada e

idealizada por diferentes autores cultos, con la necesidad política de transmitir al público

iletrado, aquellos temas e historias que lo involucraban directamente, y con la voluntad

literaria de esos autores de diferenciarse de la literatura culta de origen europeo, con el

implícito fin de afianzar, su autonomía cultural y literaria.

Este género, tiene como eje central al personaje del gaucho y suele contar su forma de vivir,

describiendo la vida campesina y sus costumbres, por lo que suele situarse en espacios

rurales. En ella se exalta lo folclórico y se destacan características típicas del gaucho, tales

como su lenguaje y su carácter.

En el Teatro Argentino, lo gauchesco aparecería en su etapa primitiva con El amor de la

estanciera, sainete anónimo conservado en un manuscrito, estudiado y publicado por

Mariano G. Bosch; en la etapa del picadero circense marcada por la representación del Juan

Moreira de José Podestá; y su evolución al Teatro rural dada con la transformación de

Martín Fierro en espectáculo dramático.

En cada uno de estos momentos, el rol del gaucho fue variando, aunque conservando su

centralidad, acorde con los mismos cambios históricos y culturales que se iban dando en la

Argentina. Es así como en su primera etapa, se aprecian los primeros testimonios de una

realidad campesina en contraposición a la realidad urbana; luego en la segunda etapa, esa

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dicotomía se difumina un poco y se amalgaman ambas realidades; hasta alcanzar en la

tercera, una dimensión épica.

Identidad Nacional

Se entiende por identidad nacional aquella identidad de una persona que se relaciona con la

nación a la cual pertenece, sea esta por haber nacido en tal territorio, por formar parte de

una comunidad o por sentir lazos de pertenencia con las costumbres y tradiciones de tal

nación.

La idea de nación surgió a mediados del siglo XIX como consecuencia casi directa de los

eventos desencadenados por la Revolución Francesa en 1789. Con el avance de Napoleón y

la reorganización nacional de muchos estados europeos, y se comenzó a consolidar como

uno de los aspectos más importantes no sólo para el Estado sino para el pueblo.

La construcción de una identidad Nacional, está estrechamente ligada a la memoria

Nacional y a las interpretaciones sobre la misma, desde la cual se toma una posición que

separa y al mismo tiempo une al “nosotros” de los “ellos”. En la Argentina, este proceso de

identidad Nacional va a surgir como reacción a la transformación acelerada de la sociedad

argentina frente al proceso de inmigración masiva.

Esta inmigración dio como resultado una sociedad bastante heterogénea, frente a la cual se

pronunciaría el nacionalismo, en la búsqueda de uniformidad y homogeneidad, así como de

“pureza” e “invariabilidad”, es decir en la búsqueda de una raza nacional.

En este proceso, se dio una inversión de valores, en la cual el gaucho, personaje

menospreciado en los escritos de Domingo Faustino Sarmiento, como personaje salvaje y

no deseado de la sociedad, sinónimo de vago y pendenciero, pasó a ser el prototipo del

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argentino encarnando en su figura la imagen de una tradición nacional. El gaucho «vago y

mal entretenido» será símbolo de libertad e independencia.

Identidad Nacional y Gauchesca Teatral

La Gauchesca Teatral, al poner en escena costumbres, formas de hablar, cantos y ritmos

propios de la Cultura Argentina, ayudó a consolidar su propia identidad. En este sentido la

escritora Argentina, Josefina Ludmer, en su libro El género gauchesco un tratado sobre la

patria (1988) escribe lo siguiente:

“Existe una zona de la literatura y de la cultura que trasciende muchas veces los

enunciados: es la entonación de la voz, ciertas posturas enunciativas, un modo de construir

ritmos y hacer resonar la lengua, y de suturar esos ritmos, posturas y gestos con una serie

de relaciones de los sujetos consigo mismos y con los otros. Cuando estas representaciones

se declaran intraductibles e intransferibles, cuando sirven de identificación y de

reconocimiento entre los que se las transmiten, y condensan la nostalgia para los que se

alejan, cuando resuenan con la misma cualidad de la lengua propia, pueden llegar a

hipostasiarse y fundar nacionalismos diversos” (p.186).

Dentro de estos nacionalismos destaca los siguientes: “un nacionalismo político, como

núcleo central de la comunidad contra los extranjeros; un nacionalismo popular, contra la

oligarquía aliada con lo extranjero; un nacionalismo racista, contra indios, negros,

inmigrantes. Y sobre la base de los valores universales que se ligaron con las entonaciones,

pudo surgir también un nacionalismo esencialista, donde el gaucho encarna la esencia del

hombre argentino que lucha por la libertad y la justicia” (p.187).

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A continuación se verá, como en el Teatro Gauchesco, en cada etapa fueron resonando

estas voces, posturas, ritmos, saberes, ideales que permitieron a los Argentinos, reconocerse

como tales e identificarse con los valores del gaucho.

I Etapa

El amor de la estanciera se supone, fue representada entre 1792 y 1793 en el Teatro la

Ranchería, constituyendo la muestra más antigua, completa y conservada de la literatura

gauchesca. Esta obra presenta dos particularidades especiales para la época: la primera es la

lengua en que está compuesto: la imitación del habla rural rioplatense y la segunda, el

ámbito de la acción: el campo; siendo el único sainete hispanoamericano, hasta su

momento, que sitúa su acción en el ámbito rural.

Este sainete de autor anónimo, narra un incidente campesino en el que un matrimonio viejo,

Cancho y Chepa, se encuentran en desacuerdo respecto a con quien se debe casar su hija

Chepa. El padre se inclina por Juan Perucho, gaucho joven, diestro en las faenas ganaderas,

parco de palabras, algo hosco. La madre, por Marcos Figueira, portugués fanfarrón,

continuamente ridiculizado. Chepa vacila entre ambos candidatos, pero finalmente acepta a

Juan Perucho, haciendo quedar en ridículo a Marcos, quien al final es obligado a cocinar el

almuerzo de bodas.

En esta obra se evidencia una necesidad de reconocimiento de lo propio, a través del uso

del lenguaje y sus abundantes expresiones campesinas, así como en la importancia que se le

da a la tierra y a quienes trabajan en ella, haciendo referencia a tareas rurales, menciones

de pelajes equinos y marcas de ganadería. También se muestra aquí, la idiosincrasia

Gaucha, representada en el patriarquismo de Cancho y en el machismo de los personajes

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masculinos de la obra, así como en la reacción de lo propio frente a lo extranjero, donde

sale triunfante el gaucho Juan Perucho, quien logra casarse con Chepa, y el extranjero,

Marcos Figueira, es humillado y obligado a realizar tareas femeninas; realzando así la

necesidad de recuperar la tierra, la libertad y la propia identidad Argentina.

II Etapa

Juan Moreira, folletín escrito por Eduardo Gutiérrez publicado entre noviembre de 1879 y

enero de 1880 en el diario La Patria Argentina., apareció por primera vez en los escenarios

un "fin de fiesta" del Circo Hnos. Carlo, representado por un diestro y popular payaso, hábil

jinete, buen cantor y guitarrero, llamado José Podestá, quien en 1886 le pondría letra a la

misma, tomándola de la novela y representándola así durante varias décadas

Como aparece en su prólogo, Juan Moreira es uno de esos seres que pisan el teatro de la

vida con el destino de la celebridad; es de aquellos hombres que, cualquiera que sea la

senda social por donde el destino encamine sus pisadas, vienen a la vida poderosamente

tallados en bronce (Gutiérrez, 1879, p4). Guardaespaldas de Adolfo Alsina, y amoroso

Padre y Esposo de Juancito y Vicenta Andrea, Moreira se nos presenta como un hombre al

que persiguen las injusticias, al ser estafado por un pulpero italiano y burlado por un juez

enamorado de su esposa, al cual hiere y mata en legítima defensa, dando comienzo así a sus

males, que sólo hallarían fin, cuando es herido a traición por un sargento oculto, quien lo

hiere por la espalda (pues de otra forma no habrían logrado vencerlo).

La adaptación para el Teatro de esta novela, no se daría de forma gratuita, ya que se hace en

un momento en que el ambiente porteño había una saturación temática en torno al gaucho,

lo cual ponía en evidencia su proceso de idealización, fortalecido por el conflicto en el que

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se hallaba el hombre de la ciudad debido a la fuerte afluencia inmigratoria, en medio de la

cual se veía entre el primitivismo de una campaña elementalmente ganadera, que enaltecía

las virtudes del gaucho; y las posibilidades del progreso y la intensificación de los cultivos

agrícolas traídos de fuera.

En este sentido, el investigador Osvaldo Pelletieri (2002) afirma: “Con el Juan Moreira

(1886) de Gutiérrez – Podestá se comenzó a generar esa emancipación cultural, a través de

la creación de un sistema teatral y, a principios del siglo, de un campo intelectual teatral. Es

que con esta obra dramática por primera vez el teatro rioplatense mostró su peculiaridad, su

diferencia con el teatro europeo (…). Significó una pluralidad de cosas pero, especialmente,

el encuentro del teatro con su pueblo. Representó además otro hecho histórico: el de la

aparición definitiva en el panorama dramático del país del actor nacional, que se constituyó

como tal porque sus medios expresivos estaban en contacto con los gustos y con la

sensibilidad del público” (p. 100).

En la representación Teatral, la pantomima generaba cierta curiosidad en sus espectadores,

y lograba crear un verdadero ambiente de fiesta, gracias a sus cantos y bailes, que daban

una fiel muestra del Teatro Popular, en el cual los espectadores se identificaban claramente

con sus personajes. Su representación coincide también, con el fin de las luchas civiles que

dividían políticamente a los argentinos de la ciudad y de la campaña; con la marea creciente

de contingentes inmigratorios que desalojaban al gaucho nómade, reacio al progreso, a las

leyes y al orden; con la transformación de compadres y delincuentes, como Moreira, en

héroes y símbolos de identidad Nacional.

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Etapa III

Esta tercera etapa de la Gauchesca Teatral, va a estar representada por el paso del picadero

circense a el teatro rural, representado por la obra Martin Fierro, poema narrativo escrito en

verso por José Hernández en 1872, el cual narra la vida de un gaucho trabajador al que la

injusticia social lo vuelve gaucho matrero (fuera de la ley).

La adaptación para el Teatro la haría el poeta uruguayo Elias Regules, para la empresa

circense de los hermanos Podestá, convirtiéndola en su segunda obra criolla, después del

Juan Moreira. Pepe Podestá, en sus Memorias, en muestra de agradecimiento a Regules,

escribe lo siguiente: "El Dr. Regules se inició en su colaboración dramática con un acertado

arreglo escénico de Martin Fierro, cuyo libreto me entregó con la siguiente dedicatoria

sentida y sencilla:

Este Fierro que aquí veno es Hernández todo entero,

algo me toca, y yo quierodedicar ese algo a usted.Y aunque demasiado se

que Moreira es muy ladino,deseo que con buen tino

y con empeño prolijonos de un Fierro digno hijo

de Hernández y de Pepino" (Rossi, 1910, p. 80).

Respecto a esta adaptación, el historiador Walter Rela (1969) considera que Regules "no

soslayó el aspecto social que impregna al protagonista de la vida feliz en la estancia,

maltratado después en el fortín de la frontera con los pampas, y al matrero que jura, después

de la huida de ese infierno, ser más malo que una fiera... Regules se ciñó el texto original

consiguiendo una dignísima equivalencia con las agudas sextinas de Hernández" (p.45)

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Esta obra, podría decirse que nace en contraposición al Facundo, civilización y barbarie, de

Domingo Faustino Sarmiento (1845), quien subestimaba al gaucho y lo veía como un

obstáculo para el progreso, útil solo como carne de cañón, y así lo expresaba: “No hay que

ahorrar sangre de gauchos”, porque según su criterio, el gaucho por herencia (de parte del

indio) es vago y ladino, por lo tanto, enemigo de la civilización. Mientras tanto, el Martin

Fierro resalta los valores del gaucho y nos muestra un hidalgo valiente, dueño de una

sabiduría popular, leal y buen amigo.

En este sentido, la profesora de Teoría Literaria (UBA) e investigadora del Conicet Adriana

Rodríguez Pérsico explica en un artículo del Diario La Nación, que el Martín Fierro fue

leído por Leopoldo Lugones como símbolo o paradigma de la identidad nacional: "Esto

ocurre en un momento en que, por un lado, el gaucho rebelde se había convertido en peón

de estancia, es decir, había dejado de ser una amenaza para los sectores poderosos y, por

otro, los inmigrantes ocupaban esa posición, el lugar del otro. Pero más allá de esta

interpretación en torno de la identidad, el texto es un compendio del estado de la cultura y

de la sociedad en una coyuntura de profundos cambios. Es, además, el ejemplo máximo de

cultura popular que podemos definir no por el origen o la producción, sino por el proceso

de apropiación que realizan los lectores."

En este mismo artículo el dramaturgo Mauricio Kartun destaca las virtudes del Martín

Fierro: "Podríamos hablar quizá de la calidad poderosa de su imaginario teletransportador.

O de la belleza trascendente de algunos de esos textos que lo hacen una especie de I Ching

pampero. Pero no alcanzaría. Creo que como en muchas otras obras, en la inmoralidad

suele estar su inmortalidad. Con los atributos necesarios la obra que no queda atrapada en

una moral de época sigue fluyendo disolvente por otras morales. Lejos de cualquier

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edulcoramiento de fiesta nativista Hernández muestra al gaucho en su arquetipo

anticultural: rebelde al poder y políticamente incorrecto. Como Shakespeare, que conseguía

decir el horror cortesano sin salir de las leyes de la corte, Hernández vapulea a Sarmiento y

a sus propuestas con cara inocente de poeta gauchesco. Y ambos -Shakespeare y

Hernández- lo seguirán haciendo. Ahí suele esconderse la condición de clásico".

De esta forma vemos que cada una de las obras analizadas, da cuenta de la construcción de

la identidad Nacional Argentina, alrededor del gaucho en diferentes etapas y de manera

procesual, donde se observa, como unas veces se le subestima y otras se le exalta, siendo

símbolo de lo Argentino y de sus valores originarios.

Pedro Luis Barcia (2001), afirma que para que la literatura gauchesca se dé, tienen que

estar presentes dos factores: “1 Que el texto esté lingüísticamente compuesto en esa

imitación panicular que un autor letrado hace del habla rural rioplatense y 2. Que el texto

exprese o refleje la percepción del mundo y de sus realidades, circundantes o distantes,

desde un gaucho, en una forma gaucha”. Y esto es precisamente de lo que dan cuenta las

tres obras tomadas para esta investigación, en las cuales se refleja cómo se fue

construyendo la Identidad Nacional Argentina, a partir de la figura del Gaucho.

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Capítulo 2

Ficha de Caracterización

ETAPAS OBRAS CARACTERISTICAS

I EtapaEtapa Primitiva

El amor de la estanciera(Autor Anónimo)

- Ambiente rural, campestre- Preeminencia de lo coloquial y

uso de la ironía- Agresividad hacia el foráneo- Contenido humorístico a través

del uso del habla.- Defensa de lo propio en

contraposición de lo extranjero.

II EtapaPicadero Circense

Juan Moreira

- Gaucho nómade y reacio al progreso.

- Visión del trabajo agrícola del gaucho, en contraposición al progreso y avances tecnológicos traídos de afuera.

- Genera identificación con el personaje.

- Posición política frente a la persecución del gaucho.

- El héroe que lucha por defender su honor en contra de lo Institucional.

III EtapaTeatro Rural

Martin Fierro

- El Gaucho contra las Instituciones (Policía, Iglesia)

- El Gaucho privado de sus derechos como ciudadano y como hombre.

- El Gaucho como parte de la clase desheredada del País.

- Necesidad de cambio en el destino del Gaucho

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Capítulo 3

Conclusiones

La literatura Gauchesca, sentó un paradigma alrededor de la figura del gaucho,

como símbolo de lo propio Argentino y en contraposición a la cultura Europea, en

la cual diferentes autores cultos quisieron transmitir al pueblo iletrado, asuntos

importantes de su realidad social.

En el Teatro, la Gauchesca encontró un lugar privilegiado para llegar a las masas y

así poder difundir sus ideas con relación a diferentes momentos de la actualidad

Argentina, poniendo como centro de ellas al personaje del Gaucho.

La figura del Gaucho, en diferentes momentos es subestimada, vituperada, o bien

elogiada y enaltecida; y en cada etapa de la Gauchesca Teatral se resaltan aspectos

diferentes, siempre ligados a la tierra y a lo propio, que establece la diferencia con

lo de afuera, los otros.

La identidad Nacional de un país, está estrechamente relacionada con la memoria y

con la interpretación de la propia historia; en este sentido, el Gaucho ocupa un lugar

fundamental en el imaginario Nacional, como símbolo de lo propio, de la tierra y de

los valores propios Argentinos.

Cada Etapa de la Gauchesca Teatral, resaltó aspectos importantes del Gaucho, en

relación con la identidad Nacional Argentina. Es así como en la Etapa primitiva se

destaca lo rural y la capacidad del gaucho para trabajar la tierra, y su figura está

atada a su caballo; en la Etapa del Picadero Circense, pone al Gaucho como un

héroe que lucha contra las injusticias; y en la Etapa del Teatro Rural, el Martin

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Fierro resalta en el gaucho la valentía, la lealtad y la necesidad de cambiar su

propio destino.

Ante la oleada de inmigrantes que diluyó la identidad nacional Argentina, se

estableció al Gaucho como el prototipo de Argentinidad, con la intención de

encontrar esos rasgos que los diferenciaban y que les permiten identificarse como

Argentinos.

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Lista de referencias

BARCIA, Pedro Luis. Literatura gauchesca. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Alicante 2001

BOSCH, Mariano. El amor de la estanciera (1925, Noviembre). Recuperado de

http://www.biblioteca.org.ar/libros/8829.pdf

GUTIERREZ, Eduardo. Juan Moreira (1880, 20 de Marzo). Recuperado de

http://www.biblioteca.org.ar/libros/11321.pdf

HERNANDEZ, José. Martin Fierro (1902). Recuperado de

http://www.portalalba.org/biblioteca/HERNANDEZ%20JOSE.%20Martin%20Fierro.pdf

LUDMER, Josefina. El género gauchesco, un tratado sobre la patria. Libros Perfil S.A.

Buenos Aires, 1988.

PELLETTIERI, O. Historia del Teatro Argentino. Emancipación cultural (1884- 1930)

Buenos Aires: Galerna. 2002

PODESTÁ, J. J. Medio siglo de farándula. Córdoba: Río de la Plata, 1930

ROSSI, Vicente. Teatro Nacional Rioplatense. Rio de la Plata, 1910. (p. 80).

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1969. (p. 45).

VENTURA, Laura. La mística de Martín Fierro (2014, 3 de agosto). La Nación Revista.

Recuperado de http://www.lanacion.com.ar/1714378-la-mistica-del-martin-fierro

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